La utilización que los seres humanos hacemos de los conceptos está vinculada con prácticas sociales que determinan su sentido, valor y funcionamiento. Así, es posible identificar usos sociales específicos para los términos o nociones que emplean diversos campos del conocimiento, entre ellos las ciencias sociales. Es decir, los conceptos son producto de una historicidad concreta, dentro y fuera del campo de estudio y reflexión que las emplea. Una historicidad que se vincula en sentido amplio con la articulación social, política, cultural y económica que establecen los grupos dominantes, para perpetuar sus formas y discursos de organización, legitimidad y trascendencia social.