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GÉNEROS DE BRIÓFITOS DE ISLA JÉCHICA, ARCHIPIÉLAGO DE LOS CHONOS, AISÉN, CHILE

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Los briófitos son plantas pequeñas, que carecen de flores, frutos o semillas. Generalmente son ignorados como parte de la diversidad vegetal de los ecosistemas terrestres, a pesar de tener diversos roles en la ecología de una variada gama de ecosistemas: los briófitos regulan la humedad ambiental absorbiendo el exceso de agua cuando llueve y liberándolo lentamente cuando la humedad del aire disminuye, dejando así agua disponible para el resto de las plantas, hongos y pequeños animales que habitan bosques, matorrales y otras formaciones vegetales; retienen los minerales y nutrientes disueltos en las aguas lluvias, impidiendo así que escapen de los ecosistemas; controlan la erosión de los suelos ya que mantienen una cubierta continua en algunos tipos forestales, y absorben el exceso de agua; brindan hogar y refugio a un sinnúmero de pequeños animales del bosque; son parte importante de la dinámica forestal al crear las condiciones necesarias para la sucesión vegetal en zonas libres de vegetación; constituyen una parte importante de la biomasa fotosintética activa, fijando carbono atmosférico y liberando oxígeno; muchas especies de briófitas tienen la habilidad de fijar nitrógeno atmosférico mediante la asociación simbiótica con colonias de cianobacterias, contribuyendo en gran medida con la incorporación de este elemento en el ecosistema, especialmente en ecosistemas lluviosos. Otras especies tienen utilidad directa para el hombre, como es el caso del musgo Sphagnum, abundante en las turberas del sur de Chile, cuyos múltiples usos en jardinería, como material absorbente y de empaque, e incluso en medicina, han causado que este musgo se extraiga de su ambiente natural en el sur de Chile y se exporte a países desarrollados desde hace más de dos décadas, produciendo efectos fatales en los ecosistemas debido a la nula regulación de esta actividad en el país. Los musgos además sirven para monitorear la contaminación del aire, y representan un atractivo modelo biológico para el estudio de la evolución y fisiología de las plantas, así como para el estudio de la tolerancia a la desecación. Más información sobre la utilidad de los musgos se puede obtener de Glime (2007) y Larraín (2010a).
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GÉNEROS DE BRIÓFITOS DE ISLA JÉCHICA,
ARCHIPIÉLAGO DE LOS CHONOS, AISÉN, CHILE
Juan B. Larraín
Departamento de Botánica, Universidad de Concepción
Agosto 2012
Los briófitos son plantas pequeñas, que carecen de flores, frutos o semillas. Generalmente son
ignorados como parte de la diversidad vegetal de los ecosistemas terrestres, a pesar de tener diversos
roles en la ecología de una variada gama de ecosistemas: los briófitos regulan la humedad ambiental
absorbiendo el exceso de agua cuando llueve y liberándolo lentamente cuando la humedad del aire
disminuye, dejando así agua disponible para el resto de las plantas, hongos y pequeños animales que
habitan bosques, matorrales y otras formaciones vegetales; retienen los minerales y nutrientes disueltos
en las aguas lluvias, impidiendo así que escapen de los ecosistemas; controlan la erosión de los suelos
ya que mantienen una cubierta continua en algunos tipos forestales, y absorben el exceso de agua;
brindan hogar y refugio a un sinnúmero de pequeños animales del bosque; son parte importante de la
dinámica forestal al crear las condiciones necesarias para la sucesión vegetal en zonas libres de
vegetación; constituyen una parte importante de la biomasa fotosintética activa, fijando carbono
atmosférico y liberando oxígeno; muchas especies de briófitas tienen la habilidad de fijar nitrógeno
atmosférico mediante la asociación simbiótica con colonias de cianobacterias, contribuyendo en gran
medida con la incorporación de este elemento en el ecosistema, especialmente en ecosistemas
lluviosos. Otras especies tienen utilidad directa para el hombre, como es el caso del musgo Sphagnum,
abundante en las turberas del sur de Chile, cuyos múltiples usos en jardinería, como material
absorbente y de empaque, e incluso en medicina, han causado que este musgo se extraiga de su
ambiente natural en el sur de Chile y se exporte a países desarrollados desde hace más de dos décadas,
produciendo efectos fatales en los ecosistemas debido a la nula regulación de esta actividad en el país.
Los musgos además sirven para monitorear la contaminación del aire, y representan un atractivo
modelo biológico para el estudio de la evolución y fisiología de las plantas, así como para el estudio de
la tolerancia a la desecación. Más información sobre la utilidad de los musgos se puede obtener de
Glime (2007) y Larraín (2010a).
Figura 1. Grupos de briófitos y sus esporofitos. Izquierda arriba: un musgo, Tetraplodon fuegianus, donde se pueden ver las
cápsulas coronadas por un anillo de dientes, el peristoma. Derecha arriba: un antocerote, Nothoceros endiviaefolius,
mostrando los esporofitos alargados que nacen de una estructura en forma de cuerno formada por tejido gametofítico.
Abajo: hepáticas; izquierda: una hepática foliosa, Fossombronia sp., mostrando sus cápsulas esféricas sostenidas por setas
hialinas; derecha: una hepática talosa, Marchantia sp., mostrando sus esporofitos muy reducidos que nacen de estructuras
con forma de paraguas formadas por tejido gametofítico, los arquegonióforos (que significa “el que lleva los arquegonios”).
Los briófitos se dividen en tres grupos: musgos, hepáticas (que pueden ser talosas o foliosoas) y
antocerotes. Éstos se diferencian principalmente por la naturaleza de la fase esporofítica, la que es muy
estable en cada uno de los tres grupos y muy característica para todos. Contando con especímenes
fértiles es fácil distinguir estos tres grupos, ya que los antocerotes tienen esporofitos alargados, con
forma de cuerno, que se rajan en dos valvas longitudinales en la madurez y tienen crecimiento ilimitado
debido a un meristema ubicado en la base del esporangio. Las hepáticas tienen esporofitos formados
por una cápsula esférica, sostenida por una seta hialina; en la madurez la cápsula se raja
longitudinalmente mediante cuatro aberturas longitudinales. Los musgos por su parte (en su gran
mayoría) tienen cápsulas complejas, coronadas por un anillo de dientes articulados que ayudan a la
dispersión de las esporas (Fig. 1).
Los tres grupos comparten el mismo ciclo de vida (Fig. 2) y los esporofitos que sólo desarrollan un
esporangio cada uno, lo que los diferencia de todo el resto de las plantas terrestres. En general, no es
muy sencillo distinguir material estéril de estos tres grupos sin un poco de experiencia, ya que algunos
grupos son muy parecidos al mirarlos superficialmente. En general, antocerotes y algunas hepáticas (las
talosas) se diferencian de los musgos por carecer de hojas y crecer formando un talo generalmente
rastrero sobre el sustrato. Musgos y hepáticas foliosas tienen hojas fácilmente distinguibles, y es
posible diferenciar estos grupos porque los musgos generalmente son de crecimiento erecto, tienen
hojas simples, dispuestas radialmente a lo largo de los tallos, y tienen nervio, mientras que las hepáticas
son generalmente de crecimiento postrado, tienen hojas generalmente segmentadas, o lobuladas, que se
disponen en dos filas a lo largo de los tallos, y nunca tienen nervio.
Figura 2. Ciclo de vida de un musgo. Reproducido de Tan & Ho (2008), fotografías de Yim Lao Hui.
La Isla Jéchica se ubica en el sector noroeste de la región de Aisén, administrativamente
correspondiente a la comuna de Cisnes de la provincia de Aisén, formando parte del archipiélago de los
Chonos, quedando incluida en la Reserva Nacional Islas Guaitecas. La isla se encuentra comprendida
entre los 44º22'20'' y los 44º27'47'' de latitud sur, y entre los 73º44'55'' y los 73º54'03'' de longitud
oeste, ocupando una superficie de unas 7200 hectáreas, y con alturas máximas que no sobrepasan los
500 m s.n.m. (Fig. 3).
La flora de los archipiélagos de los Chonos y Guaitecas ha sido relativamente poco explorada en
relación a zonas adyacentes como Chiloé o Aisén continental, principalmente debido a la dificultad de
acceder a las islas y a lo inclemente del tiempo. Uno de los primeros visitantes científicos de las islas
fue Charles Darwin, quien en diciembre de 1834 pudo experimentar la dificultad de trabajar en el área
durante los tres días que el “Beagle” estuvo fondeado en el sector sur del archipiélago de los Chonos
durante una tormenta que los sorprendió durante el viaje entre la Isla San Pedro y el Cabo Tres Montes.
La impresión de Darwin sobre el lugar quedó plasmada en su diario de viajes:
“The weather continued bad; to me it did not much signify, because the land in all these
islands is next thing to impassable; the coast is rugged & so very uneven that it is one
never ceasing climb to attempt to pass that way; as for the woods, I have said enough
about them; I shall never forget or forgive them; my face, hands, shin-bones all bear
witness what maltreatment I have received in simply trying to penetrate into their
forbidden recesses.”
(Keynes 2001, pg. 274)
Figura 3. Ubicación de Isla Jéchica y sectores estudiados. A. Mapa de Chile indicando la región de Aisén en negro.
B. Mapa de la región de Aisén indicando con un círculo negro la ubicación de Isla Jéchica. C. Isla Jéchica indicando los
senderos recorridos (1: sector de la marina y cabañas, incluyendo tepuales en los brazos norte y sur del Estero Chulle; 2:
sendero hacia Laguna Jéchica y tepuales adyacentes; 3: mirador sobre Laguna Jéchica; 4: Canal Skorpios; 5: sendero
Nalhuela, entre Estero Chulle y Canal Picalito; 6: mirador Jéchica; 7: sector helipuerto y galpones.
Figura 4. Algunas plantas vasculares de las tundras magallánicas. Comenzando por la esquina superior izquierda: Drosera
uniflora (atrapamoscas), Chloraea gaudichaudii (orquídea), Pinguicula antarctica (violeta de pantano), Donatia
fascicularis y Lepidothamnus fonkii (ciprés enano).
El sueco Per Dusén (junto a su compañero paleobotánico Thore Halle) fue quizás el primero en realizar
colecciones extensivas de plantas en la zona. Su trabajo (Dusén 1903) incluye una detallada
descripción de las asociaciones vegetales de las islas Guaitecas (incluyendo briófitos y líquenes),
observadas durante su viaje a la zona de Melinka y alrededores realizado en 1897.
Durante diciembre de 2011 se realizó una visita a Isla Jéchica de seis días de duración, donde se
fotografiaron las especies más características de musgos, hepáticas y antocerotes presentes a lo largo de
los senderos y otros sectores fácilmente accesibles de la isla (Fig. 3), se realizaron cerca de 200
colecciones botánicas que se encuentran depositadas en el herbario de la Universidad de Concepción
(CONC), con algunos duplicados en el Field Museum of Natural History, Chicago (F) y el New York
Botanical Garden (NY). Las colecciones de Dusén y Halle representan el único registro histórico de la
flora briofítica de las islas Guaitecas, por lo que las colecciones generadas durante este estudio tienen
una gran importancia científica.
La vegetación de la isla corresponde principalmente a laderas turbosas dominadas por plantas en cojín
como Donatia fascicularis, Oreobolus obtusangulus, Astelia pumila y Gaimardia australis, entre otras.
Estas asociaciones vegetales corresponden a lo que Pisano (1977) llamó “tundra pulvinada”, una de las
comunidades vegetales del complejo de las “tundras magallánicas”, término acuñado por el mismo
Pisano para destacar las diferencias de esta comunidad con la tundra propiamente tal (tundra boreal).
En las tundras boreales el subsuelo se mantiene permanentemente congelado (“permafrost”), no así en
las tundras del sur de Chile. Entre las especies vasculares acompañantes de estas comunidades en Isla
Jéchica, destacan las insectívoras Drosera uniflora y Pinguicula antarctica (Fig. 4), Lepidothamnus
fonkii (Fig. 4), Gaultheria mucronata, Myrteola nummularia, e individuos aislados y achaparrados de
Nothofagus betuloides, Pilgerodendron uviferum y Tepualia stipularis. Entre los briófitos dominantes
de estas comunidades destaca Racomitrium geronticum, Campylopus chilensis y Dicranoloma
imponens. Racomitrium geronticum forma grandes cojines blanquecinos que destacan en el paisaje
(Fig. 5) y Campylopus chilensis forma extensas alfombras puras y muy densas.
Figura 5. Los cojines de Racomitrium geronticum son parte del paisaje de las tundras pulvinadas en Isla Jéchica.
Figura 6. Algunas plantas vasculares de los bosques de Isla Jéchica. Comenzando por la esquina superior izquierda:
Asteranthera ovata (estrellita), Weinmannia trichosperma (tineo o tenío), Sarmienta scandens (medallita), Grammitis
magellanica, Blechnum magellanicum (costilla de vaca), y Asplenium dareoides.
En la Isla Jéchica, estas tundras pulvinadas alternan con diferentes tipos de bosques que ocupan
quebradas, sectores más protegidos o con suelos con mejor drenaje, y el borde costero. En estos
ambientes boscosos la flora es muy distinta en comparación con las tundras pulvinadas, tanto los
briófitos como las plantas vasculares (Fig. 6). Entre los tipos forestales presentes en Isla Jéchica
destacan los tepuales, los bosques mixtos de tineo-mañío-luma, y los bosques de ciprés de las
Guaitecas, todos muy característicos en cuanto a su flora y fisionomía y muy distintos unos de otros.
Figura 7. Algunas Hymenophyllaceae de Isla Jéchica (“helechos película”). Comenzando por la esquina superior izquierda:
Hymenoglossum cruentum, Hymenophyllum ferrugineum, Hymenophyllum dicranotrichum, Hymenophyllum dentatum,
Hymenophyllum plicatum, Serpillopsis caespitosa, Hymenophyllum pectinatum, Hymenophyllum cuneatum,
Hymenophyllum caudiculatum.
Los tipos forestales más abundantes son los tepuales, formados principalmente por Tepualia stipularis
con especies acompañantes como Nothofagus nitida, Podocarpus nubigena, Drimys winteri, Raukaua
laetevirens, los que se encuentran a lo largo de casi todo el bosque costero. Destacan en estos bosques
la gran diversidad de especies epífitas y la densa carpeta de briófitos que cubre el suelo del bosque.
Entre las especies vasculares epífitas destacan los helechos “película” (Hymenophyllaceae), con una
alta diversidad de especies (Fig. 7). En los sectores con mejor drenaje o en quebradas se desarrollan
principalmente bosques de tineo-mañío-luma (Weinmannia trichosperma, Podocarpus nubigena,
Amomyrtus luma), que son relativamente más secos que los tepuales y los árboles alcanzan alturas
mayores, llegando fácilmente a los 30 m de altura. En sectores con mal drenaje, y a veces alternando o
conviviendo con las tundras pulvinadas, se pueden encontrar bosquetes de Pilgerodendron uviferum,
que en su mayoría aparecen como bosques abiertos, con árboles de poca altura, casi siempre asociados
al musgo Sphagnum magellanicum. Este estudio se concentró en las especies de briófitos por lo que
una descripción más acabada de la flora vascular de la isla escapa de los objetivos planteados.
Caracterizaciones florísticas detalladas de las islas Guaitecas se encuentran en Dusén (1903), y de las
islas más occidentales del archipiélago de los Chonos en Ramírez et al. (2004, 2006a, 2006b y 2007) y
Álvarez et al. (2010), todos enfocados en las plantas vasculares, excepto Dusén (1903).
Líquenes y briófitos
Resulta importante en este trabajo hacer la diferencia entre lo que es un líquen y lo que es un briófito,
ya que son grupos generalmente confundidos por la gente. Los líquenes son parte del reino de los
hongos (Fungi), por lo tanto no tienen la propiedad intrínseca de hacer fotosíntesis. Sin embargo, el
cuerpo fúngico de los líquenes contiene una capa de células fotosintéticas ubicadas generalmente bajo
la epidermis. Estas células fotosintéticas corresponden a organismos de vida libre que son incorporados
por el hongo dentro de sus tejidos, siendo los organismos más frecuentes algas verdes (Chlorophyta)
unicelulares de los géneros Trebouxia y Trentepohlia, o cianobacterias del género Nostoc. Algunos
líquenes son asociaciones de más de dos especies, a veces incluyendo un alga fotosintética y colonias
de cianobacterias que aparte de hacer fotosíntesis fijan nitrógeno atmosférico y lo incorporan al cuerpo
del líquen, y al morir éste, incorporan estos nutrientes al ecosistema. Los briófitos por su parte
pertenecen al reino de las plantas (Plantae), contienen cloroplastos ubicados dentro de las células y no
dependen directamente de otros organismos para generar su propio alimento. Algunos briófitos sin
embargo, viven estrechamente relacionados con colonias de bacterias fijadoras de nitrógeno, en el caso
de los antocerotes incluso inmersas en el cuerpo de las plantas, lo que las ayuda a obtener el
fundamental nitrógeno en ambientes pobres.
Si bien este trabajo no tenía por objetivo estudiar la diversidad liquénica, varias especies de líquenes
fueron recolectadas y fotografiadas (Fig. 8), y lograron ser identificadas 24 especies. Este número sólo
representa una pequeña fracción de los líquenes que habitan la isla, y se presentan a modo de resultados
preliminares solamente. Es interesante que dos de las especies de líquenes encontrados en Isla Jéchica
corresponden a especies de Caloplaca que aún no son descritas por la ciencia (Reinaldo Vargas,
comunicación personal).
Figura 8. Algunos líquenes comunes en Isla Jéchica. Comenzando por la esquina superior izquierda: Pannaria hispidula,
Pseudocyphellaria divulsa, Pseudocyphellaria nitida, Xanthoria australis, Siphula decumbens, Cladonia didyma,
Pseudocyphellaria favoelata, Pseudocyphellaria cf. meyenii, Pseudocyphellaria glabra, Stereocaulon ramulosum,
Caloplaca sp. nov. y Leifidium tenerum.
Briófitos de la Isla Jéchica
En total se encontraron 109 taxones de briófitos en los sectores visitados de la isla (Fig. 2), aunque este
número es preliminar y habría que realizar más colecciones (especialmente de hepáticas) para poder
entregar una estimación más real del número total de briófitos de Isla Jéchica. Algunas especies no
pudieron ser fotografiadas en terreno, por lo que no se incluyeron las descripciones de dichos grupos en
este trabajo. Todas las fotografías que aparecen aquí fueron tomadas por el autor durante la visita
realizada a Isla Jéchica en diciembre de 2011, con la sola excepción de las de la Fig. 1 que fueron
tomadas por el autor en otras regiones del país, las de la Fig. 2 que fueron tomadas por Yim Lao Hui
(Tan & Ho 2008), y la Fig. 27 tomada por el autor en Río Bravo, Aisén. Se incluye como un anexo al
final de este manuscrito la lista de todas las especies encontradas en la isla. Algunos grupos no
pudieron ser estudiados en su totalidad debido al escaso conocimiento taxonómico que se tiene de las
especies que habitan el sur de Sudamérica (Andreaea, Bryum, Campylopus, Dicranoloma, Frullania,
Plagiochila, Rhaphidorrhynchium, Sphagnum y Ulota).
A continuación se presentan fichas para los 57 géneros más comunes de briófitos que crecen en Isla
Jéchica (Figs. 10 a 70), incluyendo el autor y la referencia de la publicación del género, la etimología
del nombre [principalmente tomadas de los trabajos de Meagher (2008, 2011)], una breve descripción
morfológica haciendo énfasis en los caracteres útiles para identificar los géneros, tratando de incluir
sólo caracteres de la fase gametofítica, o también de la fase esporofítica solo cuando los esporofitos son
frecuentes de encontrar en la naturaleza durante la mayor parte del año. Luego de la descripción del
género se entrega el número de especies reconocidas y la distribución geográfica de éstas, las especies
presentes en Chile y la distribución del género en el país [tomados de Müller (2009) para los musgos y
de Hässel de Menéndez y Rubies (2009) para hepáticas y antocerotes], y los taxones encontrados en
Isla Jéchica. Se incluye un glosario con la terminología utilizada en briología, donde las definiciones
fueron tomadas de Font Quer (1953), Gradstein et al. (2001), Hässel de Menéndez (1990) y de
Malcolm & Malcolm (2006). Para terminar se indican referencias bibliográficas donde se puede
encontrar más información taxonómica respecto de los grupos tratados. No se entregan claves para
identificar los grupos, pero estas se pueden encontrar en Buck (2002), Gradstein et al. (2001), Larraín
(2007), Robinson (1975), Schuster (2000).
Figura 9. Vista de la parte oriental del estero Chulle e islas inmediatamente al este de Isla Jéchica.
Al fondo el volcán Melimoyu.
MUSGOS
Achrophyllum Vitt & Crosby, Bryologist 75: 174. 1972.
HOOKERIACEAE
Etimología: de los términos griegos achroma (descolorido), y phyllon (hoja), aludiendo a la
transparencia de las hojas, característico de las especies del género.
Achrophyllum se caracteriza por el hábito relativamente aplanado de las plantas, las hojas que son
dimórficas, siendo las laterales más grandes y asimétricas que las ventrales y dorsales. Además, sus
hojas no tienen borde, y tienen un nervio robusto que llega a la mitad de la lámina o más. Las células
de la lámina foliar son isodiamétricas y sin papilas.
Género presente en el sur de Chile y Argentina, y en Australia y Nueva Zelanda. En Chile existen
cuatro especies. El género es muy común en los bosques lluviosos de las zonas bajas, desde el río
Biobío hasta el Cabo de Hornos, aunque una especie, A. anomalum, extiende su rango de distribución
hasta la V Región. También se encuentra en Juan Fernández. En Isla Jéchica crece una especie,
Achrophyllum magellanicum, que se distingue del resto de las especies chilenas por el borde aserrado,
las paredes celulares no conspicuamente engrosadas y el nervio que llega hasta la mitad de la lámina o
más arriba.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Matteri (1972, 1975a), Robinson (1975), Vitt (1972).
Figura 10. Achrophyllum magellanicum.
Acrocladium Mitt., J. Linn. Soc., Bot. 12: 531. 1869.
LEMBOPHYLLACEAE
Etimología: de los términos griegos akros (extremo, punta), y klados (tallo, ramilla), probablemente
aludiendo a la forma característica de los extremos de las ramas con hojas adpresas que contrastan con
el resto de las hojas ubicadas más abajo.
Género fácil de reconocer en terreno por sus ramas que terminan en una característica punta formada
por las hojas nuevas, por su hábito pleurocárpico escasamente ramificado, y por su color amarillo-
verdoso. Bajo el microscopio, sus hojas son inconfundibles por el ápice redondeado, el nervio muy
corto o ausente, las células basales porosas, y la presencia de grandes aurículas en la base de las hojas
con células alares diferenciadas.
Género de dos especies, presente en el sur de Chile y Argentina (Acrocladium auriculatum) y también
en Nueva Zelanda y Australia (A. chlamydophyllum). Algunos autores lo consideran perteneciente a la
familia de las Amblystegiaceas, pero la ausencia de nervio en las hojas, el ápice obtuso y cóncavo, su
ausencia en ambientes palustres, y algunos caracteres moleculares, revelan que tiene mayor afinidad
con géneros de la familia de las Lembophyllaceae que con las Amblystegiaceae. Este género es común
en los bosques del sur de Chile, donde lo podemos encontrar desde el río Bío-Bío hasta el Cabo de
Hornos, y también en las islas de Juan Fernández. Crece en el suelo del bosque o en bases de troncos,
en todo tipo de ambientes forestales, pero es muy abundante en bosques de lenga (Nothofagus pumilio),
ñire (Nothofagus antarctica) y araucaria (Araucaria araucana). En Isla Jéchica se le encontró
creciendo en el suelo del bosque y en el borde del bosque con la playa, siendo una especie
relativamente común en la isla.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Andrews (1949), Blöcher et al. (2006), Karczmarz (1966), Ochyra &
Matteri (2001), Robinson (1975).
Figura 11. Acrocladium auriculatum.
Andreaea Hedw., Sp. Musc. Frond. 47. 1801.
ANDREACEAE
Etimología: en honor a Johann Gerhart Reinhart Andreä (1724–1793), naturalista y boticario de
Hannover, Alemania.
El género Andreaea se distingue fácilmente por las cápsulas sin opérculo y que se abren mediante
cuatro aberturas longitudinales que quedan unidas en el ápice. Los esporofitos no tienen seta, siendo las
cápsulas sostenidas por un pseudopodio, estructura de origen gametofítico que imita a una seta
verdadera (de origen esporofítico). Las paredes celulares son fuertemente engrosadas y generalmente
sinuosas o irregulares. Las plantas son por lo general negras o negras-rojizas, y crecen sobre rocas.
La taxonomía del grupo en Sudamérica aún no está resuelta, por lo que resulta muy dificultoso
identificar las especies y establecer el número total de especies que el género contiene, aunque
estimaciones recientes calculan que serían entre 50 y 75 a nivel mundial (Gradstein et al. 2001, Murray
2006). En Isla Jéchica fueron encontradas dos especies, Andreaea alpina y A. subulata, aunque la
identidad de esta última no está confirmada aún. Veintitrés especies han sido reportadas para Chile,
distribuidas desde el altiplano del extremo norte hasta el Cabo de Hornos. Es fundamentalmente un
grupo de plantas de alta montaña, pero en el sur de Chile se les encuentra creciendo al nivel del mar,
como ocurre en Isla Jéchica.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Murray (2006), Schultze-Motel (1970).
Figura 12. Izquierda: Andreaea alpina; derecha: Andreaea cf. subulata.
Arbusculohypopterygium Stech, T.Pfeiffer & W.Frey, New Zealand J. Bot. 40: 220. 2002.
HYPOPTERYGIACEAE
Etimología: del término arbusculo (árbol) y el nombre genérico Hypopterygium, aludiendo a la
característica forma de pequeño árbolito de este taxón.
El género Arbusculohypopterygium se reconoce por su particular forma de crecimiento, apareciendo
como un pequeño paraguas debido a sus ramas que salen todas desde un punto en forma horizontal. Los
tallos primarios son rastreros y tienen hojas escamosas y tomento denso, de los cuales emergen tallos
secundarios también tomentosos con hojas distantes y escamosas. Las hojas son bordeadas y
generalmente presentan un margen aserrado y un nervio poco desarrollado que llega hasta el acumen o
a veces más arriba. Un caracter muy particular de este género es la presencia de anfigastros (hojas
ventrales modificadas), los que son raros en los musgos pero muy comunes en las hepáticas; en este
género los anfigastros son aserrados. Este taxón ha sido tradicionalmente incluido dentro del género
Hypopterygium, pero trabajos recientes (Kruijer 2002, Stech et al. 2002) concluyen que esta especie se
escapa de la circunscripción de Hypopterygium. Si bien muy parecidos, Arbusculohypopterygium se
puede diferenciar de Hypopterygium por las plantas altas, siempre mayores que 4 cm de altura, las
hojas de las partes bajas y medias del estípite obtusas, redondeadas o truncadas (acuminadas en
Hypopterygium), y el cuello de la cápsula granuloso o vesiculoso (liso en Hypopterygium).
El género está formado por una sola especie, Arbusculohypopterygium arbuscula, que es un
componente habitual de las comunidades criptogámicas del suelo o sobre troncos en putrefacción en el
interior de bosques húmedos de tipo valdiviano. Crece entre la Provincia de Colchagua y el Cabo de
Hornos, también en Juan Fernández. En la zona de Chiloé, Palena, y en los bosques de tierras bajas en
Aisén, es una especie muy común. Arbusculohypopterygium arbuscula es una especie endémica del sur
de Sudamérica. En Isla Jéchica es común en el suelo de tepuales y otros tipos forestales.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Kruijer (2002), Matteri (1973, 1975a), Stech et al. (2002).
Figura 13. Arbusculohypopterygium arbuscula.
Blindia Bruch & Schimp., Bryol. Eur. 2: 17 (fasc. 33–36. Mon. 1.). 1846.
SELIGERIACEAE
Etimología: en honor a Jean Jacques Blind (1806-1887), pastor en Münster, Alemania. Contribuyó con
muchos especímenes recolectados en Vosges, Alemania, entre 1834 y 1848, los que enriquecieron
notablemente la colección de musgos del Muséum d'Histoire Naturelle en Grenoble, Francia.
Plantas más bien tiesas, células basales rectangulares, células alares diferenciadas, cápsulas piriformes
y dientes del peristoma lisos y rojos. La sección transversal de las hojas revela un nervio formado por
células indiferenciadas, lo que distingue a sus miembros de especies de la familia Dicranaceae. En el
sur de Chile podría ser confundido con el género Dicranoloma, pero este último carácter sumado a las
células fuertemente porosas de Dicranoloma, facilitan la identificación.
Género principalmente acuático, creciendo sobre rocas dentro de arroyos o cerca de cascadas. En Chile
hay cinco especies del género, las que crecen desde la provincia de Talca hasta el Cabo de Hornos. En
Isla Jéchica se ha encontrado una sola especie, Blindia magellanica, creciendo sobre rocas en ríos en
sectores abiertos.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Bartlett & Vitt (1986).
Figura 14. Blindia magellanica.
Breutelia (Bruch & Schimp.) Schimp., Coroll. Bryol. Eur. 85. 1856.
BARTRAMIACEAE
Etimología: en honor a Johann Christian Breutel (1788-1875), sacerdote alemán de la región de
Sajonia, obispo de Herrnhut, misionero en las Antillas y el sur de África, briólogo, naturalista y ávido
recolector de plantas.
Plantas robustas, con un denso tomento pardo-rojizo en la base de los tallos, y generalmente con
ramificaciones laterales, hojas generalmente diferenciadas en una base cuadrangular que abraza al tallo
y una lámina patente, generalmente lanceolada y acuminada, estriada longitudinalmente y
generalmente monoestratificada. Género dioico, plantas masculinas con inflorescencias disciformes y
hojas perigoniales claramente modificadas, formando una roseta; cápsulas oblongas, sulcadas
longitudinalmente.
Género de unas 120 especies que se distribuye en ambos hemisferios, principalmente en zonas
tropicales montañosas y bosques templados. La mayor diversidad se encuentra en el hemisferio sur.
Crece en sitios pantanosos, como también en el suelo de bosques húmedos y en matorrales pantanosos.
Breutelia es un género común en el sur de Chile, desde la Provincia de Concepción hasta el Cabo de
Hornos, y también en el archipiélago de Juan Fernández, con nueve especies reportadas para el país. En
Isla Jéchica se encontraron dos especies, Breutelia dumosa y B. subplicata.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Griffin (1986, 1988), Matteri (1973, 1981, 1985).
Figura 15. Izquierda: Breutelia subplicata; derecha: Breutelia dumosa.
Bryum Hedw., Sp. Musc. Frond. 178. 1801.
BRYACEAE
Etimología: palabra antigua para referirse al musgo (bryon).
El género Bryum es bastante variable tanto en caracteres gametofíticos como esporofíticos. Comprende
plantas generalmente terrestres, con hojas a veces bordeadas por una o varias filas de células alargadas,
con células anchas, hexagonal-alargadas, de paredes delgadas, nervio percurrente o excurrente, y con
una cápsula generalmente péndula y peristoma doble bien desarrollado, con un endostoma complejo
con segmentos y cilios generalmente apendiculados.
El género Bryum es uno de los más ricos en especies del mundo, con alrededor de 450 especies
aceptadas distribuidas en todos los continentes, incluso en Antártica, donde hay siete especies.
Lamentablemente muchas especies australes son poco conocidas lo que dificulta mucho la
determinación de material. En Chile se han reportado 58 especies, aunque este número podría reducirse
quizás a la mitad luego de una revisión taxonómica del grupo. El género se distribuye en Chile desde
la Provincia de Antofagasta hasta el Cabo de Hornos. En isla Jéchica se encontró una especie creciendo
entre las maderas de los muelles y en zonas con mucha intervención humana, pero hasta el momento no
ha podido ser determinada a nivel específico.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Ochi (1970, 1972, 1973, 1977, 1980, 1981, 1982, 1990), Ochi &
Mahu (1988).
Figura 16. Bryum sp.
Calyptopogon (Mitt.) Broth., Nat. Pflanzenfam. 1(3): 419. 1902.
POTTIACEAE
Etimología: del término griego kalyptos (envoltura), y Streptopogon, aludiendo a la caliptra grande y
lisa que cubre la cápsula y al posicionamiento original del género como una sección de Streptopogon.
Zander (1993) opina que el sufijo -pogon (barba), haría alusión a la base de la caliptra que es irregular,
no a la posición taxonómica subordinada a Streptopogon como sugiere Meagher (2011).
El género Calyptopogon comprende plantas epífitas o saxícolas, que forman pequeños cojines sobre
corteza de árboles o arbustos como mirtáceas y Fuchsia, o sobre rocas. El género se caracteriza por las
hojas bordeadas intramarginalmente (borde formado por células alargadas flanqueadas por una fila de
células isodiamétricas), provistas de propágulos adheridos a la parte ventral de la costa, crispadas
cuando secas, terminadas en una punta de células alargadas, células laminares isodiamétricas y
papilosas, una sola banda de estereidas dorsal, y hojas periqueciales convolutas envolviendo casi
completamente la seta (Zander 1993).
Es un género monotípico que se distribuye en el sur de Sudamérica, Nueva Zelanda, Tasmania y
Australia (Zander 1993). La única especie de este género, Calyptopogon mnioides, crece en Chile
desde la Región de Valparaíso hasta el Cabo de Hornos. En Isla Jéchica fue encontrada creciendo tanto
sobre corteza de arbustos y árboles (e.g. Fuchsia, Amomyrtus) como sobre rocas del borde costero.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Larraín (2010b), Zander (1993).
Figura 17. Calyptopogon mnioides.
Calyptrochaeta Desv., Mém. Soc. Linn. Paris 3: 226. 1825.
DALTONIACEAE
Etiomología: de los términos griegos kalyptra (cubierta, velo) y chaite (pelo) se refiere a las caliptras
peludas o fimbriadas en la base.
Plantas de hábito complanado, con hojas orbiculares o suborbiculares, bordeadas por una o varias filas
de células alargadas, con margen dentado o aserrado, nervio corto y bifurcado o ausente. Son
generalmente terrícolas, habitando en el suelo de los bosques o en taludes muy húmedos o grietas
profundas de rocas en sitios abiertos o borde de bosque, a veces sobre troncos podridos en el interior
del bosque.
Género que comprende unas 25 especies exclusivas del Hemisferio Sur, y seis especies han sido
reportadas para Chile (Müller 2009), creciendo desde la Provincia de Valparaíso hasta el Cabo de
Hornos, y también en Juan Fernández. En Isla Jéchica fue encontrada una especie, Calyptrochaeta
apiculata, que es la más común del género y la con la distribución más amplia, encontrándose desde
Valdivia al Cabo de hornos, así como en Australia y Nueva Zelanda.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Matteri (1975b).
Figura 18. Calyptrochaeta apiculata.
Campylopus Brid., Muscol. Recent. 4: 71. 1819
DICRANACEAE
Etimología: del griego kampylos (curvado) y pous (pie), haciendo alusión a la seta curvada en húmedo.
El género Campylopus se caracteriza por las hojas oblongo-lanceoladas, acuminadas, a veces
terminadas en pelos hialinos, canaliculadas, con paredes celulares firmes, células apicales vermiculares,
ovales o cuadrangulares, células basales hialinas y de paredes delgadas en los bordes, sin células alares,
y nervio muy ancho, que en sección transversal muestra una fila de hialocistos y una banda de
estreidas. En cuanto a los esporofitos, se caracterizan por las setas flexuosas en seco y curvadas cuando
húmedas y las caliptras cuculadas con la base fimbriada. Las plantas son generalmente terrícolas o
crecen sobre troncos podridos.
El género contiene cerca de 70 especies actualmente aceptadas, distribuidas en todos los continentes.
En Chile han sido reportadas 16 especies, las que se distribuyen desde la Provincia de Choapa al Cabo
de Hornos, y también en Juan Fernández. En Isla Jéchica fueron encontradas ocho especies
(Campylopus acuminatus, C. purpureocaulis, C. chilensis, C. clavatus, C. incrassatus, C. introflexus,
C. pyriformis y Campylopus sp.), siendo Campylopus acuminatus muy abundante en las zonas de
turberas, formando alfombras puras en sitios con pendientes suaves.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Frahm (1975, 1976, 1985, 1987a, 1987b, 1988, 2005).
Figura 19. Izquierda: Campylopus acuminatus; derecha: Campylopus introflexus.
Chorisodontium (Mitt.) Broth., Nat. Pflanzenfam. (ed. 2) 10: 204. 1924
DICRANACEAE
Etimología: del griego chorisos (separado, distante) y odontos (dentado), aludiendo a la separación
existente entre las bases de los dientes del peristoma.
Las especies de Chorisodontium tienen hojas largamente subuladas a partir de una base anchamente
aovada o lanceolada, cóncavas en la parte proximal, células de la base con paredes anchas, alargadas,
fuertemente porosas, con células alares bien diferenciadas, nervio ancho formado por una fila central de
células guía y dos bandas de estereidas en la parte ventral y dorsal, que termina en la súbula y la llena
completamente. Las plantas son generalmente terrestres y a veces también epífitas o creciendo sobre
rocas, comunes en turberas y en el suelo de bosques caducifolios de Nothofagus.
Chorisodontium es un género andino de 10 especies, que se encuentra desde los Andes del norte hasta
el Cabo de Hornos. En Chile crecen cinco especies, las que habitan entre Cauquenes y el Cabo de
Hornos, y también en Juan Fernández, una de las cuales (Chorisodontium aciphyllum) habita en la Isla
Jéchica, siendo común en paredes de roca irrigadas, en el borde de esteros en el interior del bosque y
sobre las rocas costeras.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Bell (1973), Frahm (1981), Hyvönen (1991).
Figura 20. Chorisodontium aciphyllum.
Cratoneuropsis (Broth.) M.Fleisch., Musci Buitenzorg 4: 1535. 1923.
AMBLYSTEGIACEAE
Etimología: del griego opsis (similar a), parecido a Cratoneuron, género boreal formado por los
términos griegos kratos (fuerte) y neuron (nervio), haciendo alusión a la costa bien marcada de las
especies del género.
Plantas muy variables, desde muy pequeñas a medianas, con tallos filamentosos o claramente foliados,
con escasos parafilios o glabros, hojas pequeñas, aovadas con nervio bien marcado y sinuoso en la
parte apical, células romboidales alargadas, células alares apenas distinguibles o indiferenciadas, y
condición sexual dioica. Las plantas viven en una gran variedad de ambientes, como el suelo del
bosque, rocas en arroyos, epífitos sobre arbustos, rocas en sitios expuestos, etc., mostrando una gran
variabilidad en su aspecto general y en los caracteres microscópicos, lo que ha llevado a la descripción
de muchas especies sobre la base de los extremos de su variabilidad.
El género es presentado como monotípico por Ochyra et al. (2008), con una única especie
(Cratoneuropsis relaxa) ocupando un gran rango de distribución en toda la zona circumsubantártica. Si
bien es cierto que existe una graduación de los caracteres morfológicos desde el fenotipo australasiano
(con hojas escuarrosas) hasta el fenotipo austrosudamericano (con hojas adpresas), y que no existen
trabajos moleculares que entreguen más información al respecto, es preferible tratar la especie chilena
como Cratoneuropsis chilensis hasta que nuevos estudios sean realizados, debido a la notoria
diferencia con las plantas australasianas. Cratoneuropsis chilensis ha sido reportado en la literatura con
diversos nombres (Orthotheciella varia, Hygroamblystegium chilensis, H. fuegianus, Cratoneuropsis
relaxa, Leskea chilensis, Amblystegium varium, etc.), y se distribuye en Chile desde Antofagasta hasta
el Cabo de Hornos. En Isla Jéchica se le encontró sobre palos en el suelo del bosque en sectores muy
húmedos.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Ochyra & Matteri (2001), Ochyra et al. (2008).
Figura 21. Cratoneuropsis chilensis.
Dicranoloma (Renauld) Renauld, Rev. Bryol. 28: 85. 1901.
DICRANACEAE
Etimología: derivado de Dicranum (género muy parecido, bastante diverso en el Hemisferio Norte), y
el término griego loma (borde), aludiendo al borde hialino que tienen algunas especies en el margen
basal de las hojas.
El género se caracteriza por la presencia de un grupo conspicuo y numeroso de células alares, las hojas
con células largas generalmente porosas, por la presencia de un limbidio al menos en la mitad basal de
las hojas, y por la presencia de un nervio muy delgado, compuesto casi siempre por menos de cinco
células guías. Este último caracter distingue a los miembros de este género con otros géneros
emparentados, como Platyneurum y Chorisodontium, los cuales tienen un nervio más ancho, ocupando
más de la mitad basal de la lámina foliar. Los esporofitos tienen cápsulas arqueadas, lisas, a veces
estrumosas, dientes del peristoma divididos en la parte apical y caliptra cuculada.
Dicranoloma es un género con distribución austral, siendo más abundante en las regiones templadas
del Hemisferio Sur, aunque también hay especies que penetran en los trópicos. En Chile es bastante
diverso, aunque mucho menos de lo que parece al observar la gran cantidad de nombres en uso, 26
taxones según Müller (2009). Una revisión taxonómica del género en el sur de Sudamérica,
probablemente reduciría el número de especies a 10 ó 12. Se distribuye en el país desde la Provincia de
Valparaíso hasta el extremo sur, incluyendo el archipiélago de Juan Fernández, aunque sólo es común
desde la Provincia del Ñuble al sur, siendo muy escaso entre la Región de Valparaíso y la Región del
Maule, de donde se conocen escasas colecciones. Viven como epífitos o en el suelo de bosques
lluviosos y matorrales pantanosos, y algunos son exclusivos de turberas. En Isla Jéchica se encontraron
cuatro especies, Dicranoloma imponens, que es común en las turberas, D. robustum, común en
ambientes forestales, y dos especies más que no han podido ser determinadas.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Dusén (1905), Klazenga (1999, 2003), Roivainen (1937), Stech et al.
(2006b).
Figura 22. Dicranoloma robustum.
Figura 23. Izquierda arriba y centro: Dicranoloma sp.; izquierda abajo: Dicranoloma imponens; derecha: Dicranoloma sp.
Distichophyllum Dozy & Molk., Musci Frond. Ined. Archip. Ind. 99. 1846.
HOOKERIACEAE
Etimología: de los términos griegos distichos (en dos filas) y phyllon (hoja) refiriéndose a la apariencia
aplanada de muchas especies de este género, con las hojas que parecen dispuestas en dos filas a cada
lado del tallo.
Plantas pequeñas a medianas, aplanadas, con hojas orbiculares a aovado-elípticas, bordeadas por una o
varias filas de células alargadas, de borde entero o aserrado, apiculadas, con nervio único y llegando a
la mitad de la lámina o más arriba, células de la lámina hexagonales con paredes delgadas. Las plantas
crecen sobre palitos en el suelo del bosque, sobre rocas en cursos de agua, sobre corteza de árboles o
troncos podridos.
Género austral que se distribuye en el sur de Chile y Argentina, sur de Australia y Nueva Zelanda, con
14 especies reportadas para el sur de Sudamérica. En Isla Jéchica se encontraron dos especies,
Distichophyllum rotundifolium y D. dicksonii, ambas creciendo en el suelo del bosque sobre palitos y
raíces expuestas.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Matteri (1975b).
Figura 24. Distichophyllum dicksonii.
Eriodon Mont., Ann. Sci. Nat., Bot., sér. 3, 4: 98. 1845.
BRACHYTHECIACEAE
Etimología: del término griego eriodon (con dientes grandes), probablemente refiriéndose a los dientes
del peristoma interno, los que son muy largos.
Plantas medianas, subcomplanadas, con hojas aovado-lanceoladas con un nervio simple, márgenes
serrulados a todo lo largo de la lámina, células laminares lineares, células alares diferenciadas sólo en
el extremo angular basal, condición sexual autoica y cápsulas suberectas (carácter raro en las
Brachytheciaceae, casi siempre con cápsulas inclinadas). El peristoma es doble y largo; el exostoma es
papiloso en la base y el endostoma papiloso en toda su superficie con una membrana basal alta y
segmentos angostos. El opérculo es largamente rostrado.
Eriodon es un género austral compuesto por sólo dos especies, una en Chile (E. conostomus) y otra en
Nueva Zelanda (E. cylindritheca). La única especie chilena es Eriodon conostomus, la que ha sido
calificada como "uno de los briófitos epífitos más hermosos e interesantes del sur de Chile..." (Gunckel
1964). Eriodon conostomus se desarrolla en bosques muy húmedos, siempre epífito en ramillas
delgadas, siendo muy común sobre el arbusto Fuchsia magellanica. Crece en Chile desde las
provincias de Arauco y Bío-Bío hasta el sur de Aisén (Provincia Capitán Prat), siendo una especie
común en el centro de su área de distribución. Común en Isla Jéchica sobre arbustos costeros de
Fuchsia magellanica y Luma apiculata.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Buck (1981), Gunckel (1964).
Figura 25. Eriodon conostomus.
Hymenodontopsis Herzog, Hedwigia 57: 235. 1916.
AULACOMNIACEAE
Etimología: del griego opsis (similar a), parecido a Hymenodon (Rhizogoniaceae), género de
distribución principalmente tropical, formado por los términos griegos hymen (membrana) y odon
(diente), aludiendo al peristoma membranoso.
Plantas grandes, hojas linear-lanceoladas, decurrentes, con bordes de bi a multi-estratificados, con
conspicuos dientes dobles en el margen, nervio fuerte, denticulado en la parte dorsal y subpercurrente.
Los caracteres más representativos del género son: 1) los gametofitos aparentemente acrocárpicos de
los cuales emergen esporofitos desde la mitad proximal de los tallos (pero no desde la base misma
como se observa en los Pyrrhobryum propiamente tales), y 2) la presencia de un denso tomento pardo
cubriendo la parte basal de los tallos.
Este género ha sido recientemente segregado de Pyrrhobryum por Bell et al. (2007). En su actual
circunscripción incluye cuatro especies, todas distribuidas en el Hemisferio Sur. En Chile, una sola
especie, Hymenodontopsis mnioides, taxón más conocido por los nombres Pyrrhobryum mnioides o
Rhizogonium mnioides. Algunos caracteres morfológicos que corroboran esta clasificación, separando
claramente los géneros Hymenodontopsis y Pyrrhobryum, son las hojas decurrentes, los esporofitos no
completamente basales y la presencia de tomento denso en alguna parte de los tallos. Hymenodontopsis
mnioides se encuentra en Chile desde las Regiones de Valparaíso y Metropolitana hasta el Cabo de
Hornos, y también en Juan Fernández; del río Maule al sur, es muy común. Su rango de distribución a
nivel mundial se extiende por los Andes hasta Colombia y Venezuela (Gradstein et al. 2001). También
crece en el sudeste de Australia, Tasmania y Nueva Zelanda. Esta especie es un habitante habitual tanto
de los bosques de Nothofagus como de los bosques mixtos de tierras bajas, donde es posible
encontrarlo creciendo en el suelo del bosque o sobre troncos caídos en distintos estados de
putrefacción. Suele formar grandes poblaciones. En Isla Jéchica es un componente común del suelo del
bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Bell et al. (2007), Frahm et al. (2003), Matteri & Piñero (1989),
McDaniel & Shaw (2003).
Figura 26. Hymenodontopsis mnioides.
Figura 27. Hymenodontopsis mnioides.
Hypnodendron (Müll. Hal.) S.O. Lindberg ex Mitt., Fl. Vit. 401. 1873.
HYPNODENDRACEAE
Etimología: combinación de hypnon (nombre antiguo para musgo) y el vocablo griego dendron (árbol),
para resaltar la forma de pequeño arbolito de los miembros de este género.
Plantas robustas, dendroides, con tallos rizomatosos rastreros de los cuales emergen tallos secundarios
erectos, desnudos o raramente tomentosos en la base, con hojas distantes, terminados en un conjunto de
ramas que le dan aspecto de paraguas, pinitos o palmeras a las plantas, las hojas de las ramas son
fuertemente aserradas y el nervio subpercurrente o percurrente, bien marcado y provisto de dientes en
el tercio distal, células laminares romboidales o rectangulares, más de 5 veces más largas que anchas.
Las cápsulas son muy características, alargadas, arqueadas, horizontales, sulcadas, y muy largas, de
hasta 5 mm de longitud.
Género de 25 especies, todas habitando en Australasia y el Pacífico oeste, con excepción de una que
crece en Chile (Hypnodendron microstictum), desde la Región Metropolitana hasta Aisén, y en Juan
Fernández. Este taxón habita en el suelo de bosques húmedos y en taludes dentro del bosque. En Isla
Jechica es una especie poco frecuente en el suelo en sitios húmedos y sombríos en el interior del
bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Bell et al. (2007), Bell & Newton (2005), Ramsay (1987), Touw
(1971).
Figura 28. Hypnodendron microstictum.
Hypnum Hedw., Sp. Musc. Frond. 236. 1801.
HYPNACEAE
Etimología: del griego hypnon, nombre antiguo usado para referirse al musgo. Algunos autores lo han
asociado al término griego hypnos (dormir), argumentando que algunos musgos eran utilizados para
rellenar almohadas en la antigüedad.
Plantas rastreras o péndulas, con ramificación pinnada, hojas falcadas, acuminadas, con células
laminares alargadas, lisas, nervio doble muy corto o completamente ausente, células alares
diferenciadas, formando grupos de células cuadrangulares, a veces teñidas de amarillo o naranjo, a
veces formando grupos excavados. En la zona podría confundirse con algunas especies de
Rhaphidorrhynchium, pero si se dispone de material fértil se pueden distinguir fácilmente debido a las
paredes celulares del exotecio que son colenquimatosas o nodulosas en Rhaphidorrhynchium y rectas
en Hypnum. Las células alares en Rhaphidorrhynchium se disponen en menor número y son además
mucho más grandes y rectangulares que en Hypnum.
Género muy diverso en el hemisferio norte con más de 40 especies repartidas por todos los continentes
menos la Antártica, representado en Chile por seis especies que habitan desde la Provincia de Choapa
hasta el Cabo de Hornos. Al no haber revisiones del grupo en el sur de Sudamérica es difícil la
identificación del material a nivel de especie. En Isla Jéchica fueron encontradas dos especies, cada una
con dos variantes fenotípicas: Hypnum cupressiforme con las variedades mossmanianum y filiforme, e
Hypnum chrysogaster con la forma típica y una forma péndula muy delicada que cuelga de las ramas
de los árboles. Hypnum cupressiforme crece en las rocas de la playa, mientras que H. chrysogaster
crece en el interior del bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Ando (1972, 1982), Ando & Matteri (1982).
Figura 29. Izquierda: forma péndula de Hypnum chrysogaster; derecha: Hypnum cupressiforme.
Hypopterygium Brid., Bryol. Univ. 2: 709. 1827.
HYPOPTERYGIACEAE
Etimología: de los términos griegos hypo (debajo), y pterygion (pequeña ala), aludiendo a la posición
de los gametangios femeninos, situados en las axilas de los anfigastrios, los que tienen la forma de una
pequeña ala triangular en la parte ventral de las ramas.
El género Hypopterygium es muy similar a Arbusculohypopterygium (ver descripción más arriba) y se
distingue en la zona de estudio por su menor tamaño, sus tallos mucho más tomentosos, y sus
anfigastros de margen entero. Crece en el suelo de bosques húmedos, pero más frecuentemente en las
bases de los troncos, donde a veces llega hasta considerable altura (hasta 2 m desde el suelo). H.
arbuscula, en cambio, nunca crece como epífito en troncos vivos.
El género presenta una distribución pan-tropical, siendo poco abundante en los ecosistemas templados.
Se conocen más de 50 especies en todo el mundo, mientras que en Chile sólo podemos encontrar dos
(Kruijer 2002), H. didictyon y H. tamarisci. El género en Chile se distribuye principalmente desde la
Provincia del Ñuble hasta el Cabo de Hornos, y también en las islas de Juan Fernández, aunque existen
registros antiguos de la zona central del país. En Isla Jéchica se encontró a Hypopterygium didictyon en
el suelo del tepual junto a la Laguna Jéchica.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Kruijer (2002), Matteri (1973, 1975a), Stech et al. (2002).
Figura 30. Hypopterygium didictyon.
Lepyrodon Hampe, Ann. Sci. Nat., Bot., sér. 5, 4: 367. 1865.
LEPYRODONTACEAE
Etimología: combinación de los términos griegos lepyros (desprovisto) y odon (diente) para referirse o
al peristoma, que consiste principalmente sólo de un endostoma, o a la condición dehiscente del mismo.
Plantas medianas o robustas, con tallos rastreros cubiertos densamente por un tomento rojo, hojas
oblongo-lanceoladas, acuminadas, lisas o plegadas, con células vermiformes alargadas, porosas, nervio
corto rara vez llegando más allá de la mitad de la lámina, y esporofitos con cápsulas exsertas con un
peristoma formado sólo por un endostoma poco desarrollado.
Género de siete especies restringido a las zonas templadas del sur de Sudamérica, Australia y Nueva
Zelanda, con excepción de Lepyrodon tomentosus que llega hasta México por el norte. En Chile existen
cinco especies, distribuidas desde Choapa al Cabo de Hornos, y también en Juan Fernández (Allen
1999). Las especies del género son generalmente cortícolas, pero también pueden vivir sobre tierra en
rocas o en el suelo. En Isla Jéchica sólo se encontró la especie Lepyrodon patagonicus, creciendo sobre
corteza de Podocarpus nubigena y sobre trancos caídos en el bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Allen (1999).
Figura 31. Lepyrodon patagonicus.
Macromitrium Brid., Muscol. Recent. 4: 132. 1819.
MACROMITRIACEAE
Etimología: del griego makros (grande), y mitra (caliptra), es decir, caliptra grande.
Plantas medianas a robustas, con tallos rastreros, y ramas erectas y cortas apareciendo como pequeños
fascículos, hojas lanceoladas a oblongas, adpresas y torcidas cuando secas, a veces dispuestas en forma
de espiral, células de la parte media de la hoja ovales, generalmente papilosas o convexas, las basales
elongadas y angostas, tuberculadas o papilosas, frecuentemente porosas, células alares indiferenciadas.
Género casi exclusivamente epífito en ramas y troncos de árboles y arbustos, compuesto por unas 350
especies en todo el mundo, aunque en Chile hay varias especies que crecen sobre las rocas costeras. En
el país crecen 13 especies, entre la Provincia del Maule hasta el Cabo de Hornos y también en Juan
Fernández. En Isla Jéchica fueron encontradas dos especies, Macromitrium krausei y M. microcarpon,
ambas creciendo indistintamente sobre diferentes especies de árboles y arbustos o sobre rocas en la
playa.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Vitt & Ramsay (1985a, 1985b, 1986).
Figura 32. Macromitrium krausei.
Muelleriella Dusén, Bot. Not. 1905: 304. 1905.
ORTHOTRICHACEAE
Etimología: en honor al destacado briólogo alemán Carl Johann August Müller (1818-1899).
Plantas pequeñas, saxícolas, formando cojines compactos, generalmente de color negro, que se
caracterizan por tener hojas multiestratosas y casi completamente lisas, cápsulas lisas, esporas
multicelulares, peristoma formado solamente por un exostoma de 16 dientes recurvados, y un
preperistoma bien desarrollado. Muchos autores lo consideran sinónimo de Orthotrichum, pero estos
caracteres recién enumerados separan claramente las especies de Muelleriella del resto de los
Orthotrichum (Vitt 1976).
Género compuesto por cuatro especies australes, en el sur de Suadmérica, Nueva Zelanda y en algunas
islas subantárticas. En Chile existe una sola especie, Muelleriella crassifolia, que se distribuye desde
Palena hasta el Cabo de Hornos, creciendo siempre en las rocas costeras muy cerca del mar, en la zona
de los canales patagónicos, siendo uno de los pocos musgos que puede tolerar la salinidad del agua de
mar. El registro de la especie en Isla Jéchica constituye el primer reporte de la especie para la Región
de Aisén (Larraín 34267, CONC).
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Vitt (1976).
Figura 33. Muelleriella crassifolia.
Pararhacocarpus J.-P. Frahm, Cryptog. Bryol. Lichénol. 17: 63. 1996.
RHACOCARPACEAE
Etimología: del griego para- (cercano a), aludiendo a la diferencia de este género con Rhacocarpus
(ver definición más adelante), antiguamente considerados pertenecientes al mismo género.
Plantas medianas, pinnadas, con ramas dispuestas densamente a lo largo de los tallos, hojas aovado-
lanceoladas, sin nervio, con margen aserrado, con células laminares alargadas y densamente cubiertas
por pequeñas papilas, pero que no oscurecen la lámina como en el caso de Rhacocarpus. Esporofitos
desconocidos.
Pararhacocarpus es un género monotípico (incluye solo una especie, Pararhacocarpus patagonicus) y
endémico del sur de Chile, donde crece entre Valdivia y el Cabo de Hornos, siempre en sectores muy
húmedos, generalmente sobre rocas o en el suelo en turberas de Astelia pumilia, Donatia fascicularis y
Oreobolus obtusangulus. En Isla Jéchica fue encontrado a 300 m s.n.m. creciendo sobre rocas en las
turberas de la zona del mirador Jéchica.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Frahm (1996).
Figura 34. Pararhacocarpus patagonicus.
Pohlia Hedw., Sp. Musc. Frond. 171. 1801.
MNIACEAE
Etimología: en honor a Johann Ehrenfried Pohl (1746–1800), profesor de botánica en la Universidad de
Leipzig donde Hedwig se desempeñó como profesor de medicina hasta 1789.
Plantas pequeñas, tallos generalmente simples o con innovaciones subflorales, hojas lanceoladas a
linear-lanceoladas, aserradas o serruladas en la porción distal, con células laminares romboidales
alargadas, sin borde (lo que las distingue de la mayoría de los Bryum), nervio bien marcado que se
desvanece en el ápice, sexualidad dioica o paroica, esporofito con setas largas y cápsulas generalmente
horizontales o incluso péndulas, y peristoma doble y bien desarrollado.
Género compuesto por unas 125 especies distribuidas en todos los continentes, con 14 especies
reportadas para Chile, las que habitan entre Antofagasta y el Cabo de Hornos. Son generalmente
musgos terrestres o que crecen sobre tierra en grietas de rocas, habitando en sitios abiertos, bordes de
bosques, matorrales o turberas. En Isla Jéchica es aparentemente poco común y sólo fue encontrada una
especie, Pohlia nutans, creciendo sobre rocas costeras.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Suárez & Schiavone (2010, 2011).
Figura 35. Pohlia nutans.
Porotrichum (Brid.) Hampe, Linnaea 32: 154. 1863.
NECKERACEAE
Etimología: del griego poros (perforación, pasadizo) y trichos (pelo), aludiendo a los dientes del
peristoma interno que son perforados.
Plantas robustas, generalmente dendroides o trepadoras, con tallos primarios rastreros, radiculosos, con
hojas escamosas, y tallos secundarios erectos e irregularmente pinnados, hojas generalmente
complanadas, asimétricas, con nervio que llega más arriba de la mitad de la lámina, con borde aserrado
y ápice obtuso o anchamente agudo, células laminares romboidal-alargadas a fusiformes, generalmente
porosas, y hojas de las ramas más pequeñas que las de los tallos secundarios.
Género con alrededor de 50 especies, la mayoría en zonas tropicales del mundo. Muchos autores han
reconocido al género Porothamnium como distinto a Porotrichum, pero las diferencias entre ambos
parecen ser superfluas (Sastre de Jesús 1987, Ochyra 2011) y en este trabajo ambos géneros son
considerados sinónimos. En Chile han sido reportadas siete especies (algunas como Porothamnium),
las que viven entre las provincias de Choapa y Magallanes, también en Juan Fernández, donde crecen
en el interior de bosques húmedos, tanto en el suelo como en bases de árboles y epífitos en pequeños
árboles y arbustos. En Isla Jéchica fue encontrada una sola especie, Porotrichum arbusculans, en
bosques costeros, creciendo en el suelo.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Sastre de Jesús (1987), Ochyra (2011).
Figura 36. Porotrichum arbusculans.
Ptychomniella (Broth.) W.R. Buck, C. J. Cox, A.J. Shaw & Goffinet, Syst. Biodivers. 2: 140. 2005.
PTYCHOMNIACEAE
Etimología: de Ptychomnion y el sufijo diminutivo griego -ellus, es decir, pequeño Ptychomnion (ver
definición de éste más adelante).
Plantas medianas, delgadas, con tallos primarios rastreros con rizoides esparcidos en todo lo largo,
irregularmente ramificados, tallos secundarios rojizos cuando jóvenes, con hojas anchamente aovadas,
espaciadas a lo largo de los tallos, sin nervio, con notorios pliegues longitudinales, con borde entero o
débilmente serrulados en la porción distal, cápsulas cilíndricas, rectas y cortas, y endostoma muy
reducido.
Género monotípico (que incluye śolo a Ptychomniella ptychocarpon) y endémico del sur de
Sudamérica, encontrándose en Chile desde la provincia de Valparaíso hasta Magallanes y en el sur de
Argentina, en zonas fronterizas de Neuquén, Río Negro y Chubut (Matteri 2003). Ptychomniella es un
habitante habitual en bosques de Nothofagus, donde crece en el interior del bosque, en el suelo o
trepando por los troncos de pequeños arbolitos o arbustos del sotobosque, como también sobre rocas en
el interior del bosque. En Isla Jéchica se le encontró epífito sobre Amomyrtus luma en bosques costeros.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Buck et al. (2005), Hattaway (1984), Matteri (2003).
Figura 37. Ptychomniella ptychocarpon.
Ptychomnion (Hook. f. & Wilson) Mitt., J. Linn. Soc., Bot. 12: 536. 1869.
PTYCHOMNIACEAE
Etimología: de los términos griegos ptychos (plegado) y mnion, que es un nombre griego antiguo para
musgo. El nombre se refiere tanto a las cápsulas profundamente sulcadas longitudinalmente, como a las
hojas que son plegadas (especialmente cuando secas).
Plantas robustas, densamente foliadas, escasamente ramificadas, con hojas grandes, recurvadas a
escuarrosas, plegadas cuando secas, sin nervio, con bordes aserrados, células laminares alargadas y
porosas, cápsulas grandes, sulcadas, arqueadas, sostenidas por setas negras. Plantas dioicas,
presentando dimorfismo sexual, con machos enanos que crecen sobre las plantas femeninas.
Género austral compuesto por cuatro especies distribuidas en el sur de Sudamérica, Australasia y
también en la isla de Tristán da Cunha. En Chile crecen tres especies, entre la provincia de Coquimbo y
el Cabo de Hornos. Son plantas de bosques, aunque algunas especies crecen en sitios abiertos o en
matorrales pantanosos. En Isla Jéchica se encontró la especie Ptychomnion cygnisetum, creciendo en el
suelo del bosque o sobre tocones de árboles en el interior del bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Hattaway (1984).
Figura 38. Ptychomnion cygnisetum.
Racomitrium Brid., Muscol. Recent. 4: 78. 1819[1818].
GRIMMIACEAE
Etimología: de los términos griegos rhakos (rasgado) y de mitrion (pequeña tapa, referido a la caliptra),
haciendo alusión a las caliptras que son característicamente rasgadas en la base.
Plantas medianas a robustas, con tallos simples, bifurcados o con ramificación pinnada, hojas
lanceoladas, a veces terminadas en puntas hialinas, enteras o aserradas en el ápice, células laminares
con paredes gruesas y característicamente sinuosas, nervio bien marcado, percurrente, esporofitos
generalmente abundantes, con cápsulas exsertas, elípticas o cilíndricas, lisas, con un peristoma único de
16 dientes usualmente divididos hasta la mitad o más abajo, en dos o tres segmentos, y caliptra mitrada,
con profundos lóbulos en la base.
El género Racomitrium de Bridel comprende alrededor de 80 especies distribuidas en las regiones frías
o montañosas de todo el mundo. Existen 16 especies reportadas para el cono sur de Sudamérica.
Racomitrium es un taxón común en toda su área de distribución y es posible encontrarlo en una
diversidad de ambientes, como turberas, matorrales pantanosos, alta montaña, bosques secos, faldeos
de volcanes, etc. En Isla Jéchica fueron encontradas cuatro especies, Racomitrium geronticum (en el
suelo de las turberas formando extensos cojines de color blanco), R didymum y R. subcrispipilum,
ambos en rocas costeras, y R. heterostichoides sobre rocas en el sector del mirador Jéchica a 300 m.
s.n.m.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Deguchi (1984), Larraín (2012).
Figura 39. Izquierda: Racomitrium didymum; derecha: Racomitrium geronticum.
Rhacocarpus Lindb., Öfvers. Förh. Kongl. Svenska Vetensk.-Akad. 19: 607. 1863.
RHACOCARPACEAE
Etimología: de los términos griegos rhakos (rasgado) y karpos (fruit), probablemente aludiendo a la
base rasgada de las caliptras.
Plantas robustas, amarillentas, grises o café, irregularmente ramificadas, de crecimiento postrado, con
hojas anchamente aovadas a orbiculares, generalmente terminadas en un ápice pilífero, canaliculadas
en la parte distal, bordeadas más o menos conspicuamente por células lineares sin papilas, sin nervio,
con células laminares lineares, fuertemente porosas, cubiertas por una gran cantidad de pequeñas
papilas que hacen que las células se vean opacas en el microscopio, carácter único de este grupo de
plantas.
Género mayoritariamente tropical y subtropical, con siete especies. En Chile solo crece Rhacocarpus
purpurascens, desde Valdivia al Cabo de Hornos y también en Juan Fernández. Es una especie que
crece sobre rocas, a veces creciendo en sitios secos y en otras ocasiones sobre rocas irrigadas, o bien en
el suelo en turberas de plantas pulvinadas. En Isla Jéchica se le encontró en el cerro Jéchica creciendo
en el suelo de las turberas.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Buck (1995), Frahm (1996).
Figura 40. Rhacocarpus purpurascens.
Rhaphidorrhynchium Besch. ex M. Fleisch., Musci Buitenzorg 4: 1245. 1923.
SEMATOPHYLLACEAE
Etimología: de los términos griegos rhaphido (aguja) y rhynchos (pico, en este caso el rostro del
opérculo); significaría opérculo terminado en un pico de aguja.
Plantas pequeñas a medianas, de crecimiento rastrero, con ramificación pinnada, hojas fuertemente
falcadas y terminadas en largos ápices, con nervio corto y doble o ausente, células laminares alargadas
y células alares bien diferenciadas, dispuestas en una o dos filas compuestas por células muy infladas y
a veces coloreadas, abarcando una gran porción de la inserción de las hojas en los tallos. Las cápsulas
son exsertas, con peristoma doble bien desarrollado, y el exotecio está formado por células con paredes
fuertemente colenquimatosas, lo que distingue a las especies de este género con el emparentado género
Hypnum.
Género principalmente austral, escasamente estudiado, en Chile compuesto por siete especies
distribuidas entre la provincia de Petorca y el Cabo de Hornos. Son componentes habituales de los
bosques del sur de Chile, creciendo sobre troncos podridos, sobre rocas en cursos de agua o en taludes
húmedos, a veces epífitos. En Isla Jéchica fueron encontradas tres especies, Rhaphidorrhynchium
callidum, R. scorpiurus, y una tercera especie que no fue posible identificar.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Brotherus (1925), Mitten (1869).
Figura 41. Rhaphidorrhynchium scorpiurus.
Figura 42. Izquierda: Rhaphidorrhynchium callidum; derecha: Rhaphidorrhynchium sp.
Rhizogonium Brid., Bryol. Univ. 2: 663. 1827.
RHIZOGONIACEAE
Etimología: del griego rhiza (raíz) y gonima (vástago, semilla), aludiendo a los arquegonios
generalmente ubicados en la base de los tallos, por lo que los esporofitos parecen nacer desde los
rizoides, aunque en realidad emergen de ramas especializadas ubicadas en la base de los tallos.
Plantas pequeñas, suaves, verde pálidas, algo complanadas, con hojas aovadas a elípticas dispuestas en
dos filas a lo largo de los tallos, con margen dentado en la porción distal, nervio bien marcado,
excurrente en una pequeña arista, células laminares isodiamétricas levemente abultadas. Los
esporofitos nacen de la base de los tallos, lo que le da el nombre al género.
Género principalmente australasiano, con 10 especies aceptadas. En Chile existe sólo una especie,
Rhizogonium novae-hollandiae, que se distribuye a lo largo de los Andes tropicales, sudeste de Brazil,
Australia y Nueva Zelanda. Esta especie es muy escasa en el sur de Chile, y vive en bosques muy
húmedos, entre Valdivia y Cabo de Hornos y en Juan Fernández, en sitios protegidos en el suelo del
bosque, en el interior de pequeñas cavernas formadas por las raíces de los árboles, así como también en
taludes húmedos y sombríos, y sobre la tierra desnuda que queda en la base de un árbol al caer en el
interior del bosque. En Isla Jéchica se encontró solo una vez en un talud de tierra formado por un árbol
caído en medio del bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Inowe & Iwatsuki (1976), Koponen (1988), Manuel (1980).
Figura 43. Rhizogonium novae-hollandiae.
Rigodium Kunze ex Schwägr., Linnaea 18: 559. 1844.
RIGODIACEAE
Etimología: del griego rigos (rígido), aludiendo a los tallos que son extremadamente tiesos y firmes.
Plantas medianas a robustas, con tallos rastreros de los que emergen tallos secundarios con
ramificación multipinnada, rastreros o erectos, a veces formando matas desarraigadas del sustrato,
hojas de los tallos rastreros, de los secundarios y de las ramas distintas, las de los tallos anchamente
aovadas, cordadas, apiculadas, con apículos cortos o largos, a veces sin nervio, las de las ramas aovado-
lanceoladas, acuminadas, con nervio, con células laminares lisas o prorulosas, cuadradas, ovaladas o
romboidales, a veces con una banda intramarginal de 3-10 filas de células más grandes y con paredes
gruesas, con márgenes finamente serrulados.
Género principalmente austral, con seis especies en el sur de sudamérica, una de las cuales (Rigodium
toxarion) extiende su rango de distribución hasta América Central y el este de África. En Chile se
distribuye entre Choapa y el Cabo de Hornos, creciendo casi exclusivamente en el interior de bosques
siempreverdes, epífito en corteza, sobre troncos caídos o en el suelo del bosque. Una especie,
Rigodium implexum, forma matas circulares desarraigadas del suelo. En Isla Jéchica se encontraron
cuatro especies, Rigodium adpressum, R. brachypodium, R. pseudothuidium y R. tamarix, los que
crecían en el suelo del bosque, epífitos en arbustos en el borde del bosque o sobre rocas de la playa.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Zomlefer (1993).
Figura 44. Izquierda y centro arriba: Rigodium brachypodium; centro abajo: Rigodium pseudothuidium;
derecha: Rigodium tamarix.
Sphagnum L., Sp. Pl. 1106. 1753.
SPHAGNACEAE
Etimología: nombre antiguo con que era denominado por los herbolarios europeos (sphagnos). Ya
Plinio lo ocupaba para referirse a los musgos y líquenes (Meagher 2011).
Plantas robustas, tallos con ramas dispuestas en fascículos, células de las hojas de dos tipos: unas
pequeñas y verdes que hacen fotosíntesis, y otras grandes y transparentes que acumulan agua. Los
esporofitos se sostienen por un pseudopodio de tejido gametofítico, no por una seta como en el resto de
los musgos, no tienen peristoma y la columela es muy poco desarrollada, apareciendo como un
pequeño domo en el eje basal de la cápsula. Viven en terrenos pantanosos o inundados, y son los
principales formadores de turba en el sur del país. Es el único género de musgos chilenos con valor
comercial. Desde hace varios años que se exporta a países europeos, asiáticos y a Norteamérica, sin
ningún tipo de regulación en su manejo.
Género cosmopolita de alrededor de 200-300 especies, que se distribuyen por todos los continentes,
excepto en Antártica; representado en Chile por 16 especies de difícil determinación. En Chile se
distribuye desde la Cordillera de Nahuelbuta hasta el cabo de Hornos, siendo muy abundante y diverso
en las tierras bajas de las Provincias de Chiloé, Palena y Llanquihue. La especie más común en Chile es
Sphagnum magellanicum Brid., que se caracteriza por su aspecto robusto y su característica coloración
rojiza. En Isla Jéchica es un grupo muy abundante, y fueron encontradas cinco especies: S.
magellanicum, S. falcatulum, S. capillifolium, S. recurvum y una quinta especie aún no determinada.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Crum (1984, 1990, 1993), Fife (1996), Karlin et al. (2009), Larraín
(2007), Roivainen (1937).
Figura 45. Izquierda: Sphagnum sp.; derecha: Sphagnum capillifolium.
Figura 46. Arriba: Sphagnum magellanicum; centro izquierda: Sphagnum magellanicum (fenotipo verde); centro derecha:
Sphagnum falcatulum; abajo izquierda: Sphagnum sp.; abajo derecha: Sphagnum recurvum.
Tayloria Hook., J. Sci. Arts (London) 2(3): 144. 1816.
SPLACHNACEAE
Etimología: en honor al briólogo, micólogo y liquenólogo británico Thomas Taylor (1775-1848), gran
amigo de William Jackson Hooker y coautor, junto a éste, de la obra Muscologia Britannica (1818).
Plantas medianas, hojas no bordeadas, planas, grandes (mayores que 2 mm de longitud), células
laminares cortas (menos que 3:1) y lisas, cápsulas con el cuello generalmente más engrosado que la
parte distal de las cápsulas, presencia de opérculo y peristoma bien desarrollado, desde 8 a 32 dientes,
erectos o reflexos. Uno de los atributos más característicos del género (y de la familia Splachnaceae en
general), es su preferencia por crecer sobre restos animales y por su relación con dípteros que les
ayudan en la dispersión de las esporas.
En Chile se conocen cuatro especies de Tayloria, las que habitan desde el sur de la Provincia de Arauco
(P.N. Nahuelbuta) hasta el Cabo de Hornos. Se caracterizan por sus llamativas cápsulas y por crecer
siempre sobre restos orgánicos en descomposición (fecas de animales, huesos, cadáveres, etc.). En Isla
Jéchica se encontró a Tayloria magellanica en el sendero hacia el mirador Jéchica.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Jofré et al. (2010, 2011), Koponen (1982a, 1982b, 1983).
Figura 47. Tayloria magellanica.
Thuidium Bruch & Schimp., Bryol. Eur. 5: 157 (fasc. 49–51. Mon. 1.). 1852.
THUIDIACEAE
Etimología: combinación de Thuja (género de coníferas de la familia de las cupresáceas que se
caracteriza por sus ramas muy ordenadas y varias veces pinnadas) y el sufijo diminutivo griego -idion,
aludiendo a la semejanza de estos musgos con el aspecto de una rama de Thuja.
Plantas medianas a robustas, amarillentas, regularmente ramificadas, bipinnadas, con tallos densamente
cubiertos por parafilios (lo que lo distingue de géneros superficialmente similares como Rigodium o
Kindbergia) hojas de los tallos cordadas, anchamente aovadas, nervio percurrente, células de la lámina
media romboidal-alargadas, con papilas que se proyectan sólo por el lado dorsal de las hojas, y células
basales alargadas; hojas de las ramas distintas a las de los tallos, aovadas a aovado-lanceoladas.
Género compuesto por unas 20-25 especies distribuidas en las zonas templadas del globo y en zonas
frías en los trópicos. En Chile existen seis especies que habitan entre las provincias de Arauco y
Magallanes. Algunos autores consideran los géneros Thuidium y Thuidiopsis como entidades
taxonómicas independientes. En este trabajo se trata a ambos géneros como sinónimos hasta que se
realice una revisión taxonómica de las especies del sur de Sudamérica. En Isla Jéchica se encontró a
Thuidium furfurosum creciendo a pleno sol sobre las rocas de la playa.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Gier (1980), Touw (2001).
Figura 48. Thuidium furfurosum.
Ulota D.Mohr, Ann. Bot. (König & Sims) 2: 540. 1806.
ORTHOTRICHACEAE
Etimología: del término griego ulote (algo rizado), aludiendo a las hojas que son notoriamente crespas
cuando secas.
Plantas pequeñas, formando cojines pequeños sobre arbustos o troncos de árboles, tallos simples, hojas
crespas cuando secas, lanceoladas con base aovada, las células laminares en la base de las hojas están
claramente diferenciadas en un margen formado por al menos 1 fila (hasta 8 ó 10) de células hialinas,
cortas, cuadradas, con paredes transversales engrosadas y paredes longitudinales muy delgadas, las que
contrastan claramente con las células interiores, que son lineares, amarillas y de paredes gruesas.
Cápsulas exsertas, con peristomas dobles o simples, endostoma de 8 o 16 procesos o ausente, exostoma
de 16 dientes pareados, caliptra mitrada y generalmente peluda.
Género compuesto por alrededor de 40 especies, las que se hallan distribuidas en zonas templadas de
ambos hemisferios. Es un componente habitual en los ecosistemas lluviosos del sur de Chile, donde es
muy abundante, formando pequeños cojines epífitos en ramas delgadas de arbustos de los géneros
Baccharis, Berberis, Fuchsia, entre otros, generalmente en las axilas de las ramas o en lugares
protegidos a lo largo de los tallos. Rara vez se encuentran epífitos sobre grandes troncos de Nothofagus
o Araucaria o sobre rocas costeras. En Chile el género está representado por 15 especies distribuidas
desde la Provincia de Malleco, en la Región de la Araucanía, hasta el Cabo de Hornos. También en el
archipiélago de Juan Fernández. En Isla Jéchica se encontraron tres especies creciendo sobre rocas del
borde costero y epífitas en Nothofagus nitida. El escaso conocimiento del género en el sur de
Sudamérica ha imposibilitado la determinación de las especies.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Malta (1927).
Figura 49. Ulota sp. (Izquierda seco; derecha húmedo)
Weymouthia Broth., Nat. Pflanzenfam. 1(3): 811. 1906.
LEMBOPHYLLACEAE
Etimología: en honor a William Anderson Weymouth (1841-1928), briólogo aficionado australiano,
quien realizó grandes aportes al conocimiento de la flora briofítica de Tasmania.
Plantas colgantes desde las ramas de los árboles, creciendo en grandes cantidades en bosques húmedos
de tierras bajas, hojas con ápice obtuso, cóncavas, con células porosas, vermiformes, y nervio doble y
muy corto o ausente. Existen dos especies en Isla Jéchica: Weymouthia mollis que son plantas delgadas
con hojas oblongas con células porosas sólo en la parte basal y W. cochlearifolia que son plantas
gruesas, con forma de trenza, con hojas orbiculares con células fuertemente porosas en toda la lámina.
El género está representado por dos especies que crecen sólo en el sur de Chile y Argentina y en Nueva
Zelanda y Australia, teniendo una clara distribución disyunta de tipo gondwánica. En Chile,
Weymouthia se distribuye desde la Provincia de Arauco hasta Magallanes, con poblaciones disyuntas en
la Región de Coquimbo (bosque de Fray Jorge) y en el archipiélago de Juan Fernández. Weymouthia es
uno de los géneros más característicos y hermosos de los bosques templados del sur de Chile, donde
crece en grandes cantidades colgando de las ramas delgadas de árboles de los géneros Nothofagus,
Podocarpus, Amomyrtus, Myrceugenia, Saxe-gothaea, entre otros. En Isla Jéchica ambas especies son
comunes, creciendo epífitos en una gran variedad de especies de árboles y arbustos.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Buck (1994), Streimann (1991, 2002), Tangney (1997).
Figura 50. Izquierda: Weymouthia cochlearifolia; derecha: Weymouthia mollis.
Zygodon Hook. & Taylor, Muscol. Brit. 70. 1818.
ORTHOTRICHACEAE
Etimología: de los términos griegos zygos (yugo) y odon (diente), aludiendo a los 16 dientes del
exostoma que a menudo se hallan unidos de a pares, apareciendo como ocho dientes anchos.
Plantas pequeñas a robustas, con tallos rastreros o erectos, pentámeros, con hojas generalmente
dispuestas en cinco filas, con células laminares superiores de paredes gruesas, isodiamétricas,
generalmente papilosas, nervio con células guía ventrales y estereidas en el lado dorsal, y propágulos
en las axilas de las hojas (aunque éstos no siempre se observan), caliptras cuculadas, lisas y glabras,
cápsulas exsertas con costillas longitudinales y peristomas dobles.
El género comprende alrededor de 90 especies distribuidas en las regiones tropicales y subtropicales
del globo. La mayor diversidad de especies se da en el continente americano, donde existen más de 55
taxones. En Chile se distribuye desde la Región de Valparaíso hasta Tierra del Fuego y también en Juan
Fernández. En Isla Jéchica se encontraron tres especies, Z. pentastichus y Z. hookeri sobre rocas del
borde costero, y Z. intermedius epífito en el interior del bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Calabrese (2002, 2006), Calabrese et al. (2006).
Figura 51. Zygodon pentastichum.
ANTOCEROTES
Nothoceros (R.M.Schust.) J.Haseg., J. Hattori Bot. Lab. 76: 32. 1994.
DENDROCEROTACEAE
Etimología: del griego nothos (falso) y keras (cuerno), refiriéndose a la diferencia con Megaceros y
Dendroceros, los otros dos géneros de la familia Dendrocerotaceae.
Plantas talosas, grandes, de color verde oscuro, brillantes, con bordes adornados con finos flecos y
esporofitos grandes, con una gran base de tejido gametofítico, esporas verdes, unicelulares, y eláteres
bien desarrollados, helicoidales. Nothoceros junto con Megaceros son los únicos géneros de
antocerotes que tienen más de un cloroplasto por célula y los únicos que no tienen estomas en la pared
del esporofito, lo que los hace inconfundibles con el resto del grupo.
Género compuesto por ocho especies restringidas al continente americano excepto una que crece en
Nueva Zelanda. En Chile crecen dos especies del género, las que se distribuyen entre Valdivia y el
Cabo de Hornos y también en Juan Fernández. En Isla Jéchica se encontró a Nothoceros fuegiensis
cubriendo el suelo del bosque o sobre palos podridos en el suelo del bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Gradstein et al. (2001), Villarreal et al. (2010).
Figura 52. Nothoceros fuegiensis.
HEPÁTICAS
Acromastigum A. Evans, Bull. Torrey Bot. Club 27: 103. 1900.
LEPIDOZIACEAE
Etimología: del griego akros (extremo, punta) y mastix (flagelo o látigo), aludiendo a las ramas
flageliformes ventrales que se desarrollan a partir del segmento postical de las células apicales, no de la
médula como en Bazzania.
Plantas medianas, de color café amarillento o anaranjado, con características ramas estoloníferas que
salen de la parte ventral de los tallos, en la axila de un anfigastro, quedando solo la mitad del anfigastro
de donde sale la rama (ramas tipo Acromastigum”), células laminares con paredes engrosadas, con
trígonos a veces nodulosos, cuerpos oleosos generalmente papilosos, 1(-2) por célula, anfigastros
similares a las hojas o algo diferentes, enteros a 2-3 dentados. Similar a Bazzania, género del cual se
distingue por los pigmentos amarillos o rojizos y por la manera en que salen las ramas estoloníferas
reemplazando a medio anfigastro.
Género de unas 35-40 especies, la mayoría de ellas distribuidas en el Pacífico sur. En el sur de
Sudamérica sólo crecen tres especies, las que se distribuyen en Chile entre la Provincia de Cautín y el
Cabo de Hornos. Es un grupo de plantas que habitan bosques muy húmedos, creciendo sobre taludes,
troncos podridos o entre matas de otras briófitas. En Isla Jéchica se encontró a Acromastigum
anisostomum en bases de árboles en bosques de Tepualia stipularis.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Schuster (2000), Engel & Glenny (2008).
Figura 53. Acromastigum anisostomum.
Bazzania Gray, Nat. Arr. Brit. Pl. 1: 704. 1821.
LEPIDOZIACEAE
Etimología: en honor a Matteo Bazzani (1674–1749), naturalista y médico italiano, profesor de
anatomía en la Universidad de Bolonia y primer secretario de la Academia de Ciencias. Mecenas del
célebre botánico italiano Pier Antonio Micheli.
Plantas medianas, con tallos bifurcados de los que salen ramas estoloníferas ventrales, muy
características, solamente presentes en el área en este género y en Acromastigum, hojas súcubas, bi- o
tridentadas, generalmente aovado-rectangulares, y anfigastros grandes, orbiculares o suborbiculares,
generalmente fusionados en su base con una o dos hojas dorsales.
Con más de 100 especies actualmente aceptadas, este género alcanza su mayor riqueza en los trópicos,
con unas pocas especies en las zonas templadas de ambos hemisferios. En Chile hay tres especies, las
que se distribuyen desde Valdivia hasta el Cabo de Hornos, y también en Juan Fernández. En Isla
Jéchica se encontró a Bazzania peruviana en el suelo de un bosque de Tepualia stipularis. Esta especie
es común en los bosques del sur de Chile, creciendo en el suelo o en bases de troncos.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Fulford (1946, 1963).
Figura 54. Bazzania peruviana.
Blepharidophyllum Ångström, Öfvers. Förh. Kongl. Svenska Vetensk.-Akad. 30(5): 151. 1873.
SCAPANIACEAE
Etimología: del griego blepharis (pestaña) y phyllon (hoja), aludiendo a las hojas notoriamente ciliadas
en los márgenes.
Plantas medianas a robustas, verde amarillento o naranjas, con tallos por lo general simples, con hojas
íncubas, dispuestas en dos filas bien regulares dando a las plantas un aspecto aplanado, más
densamente dispuestas hacia el extremo de los tallos, bilobuladas, con el ápice reflexo o escuarroso,
fuertemente ciliadas por todo su contorno, células laminares ovales con paredes irregulares y trígonos
bien marcados.
Género austral con cinco especies distribuidas en el sur de Sudamérica, Nueva Zelanda, sur de
Australia, islas subantárticas (Kerguelen, Crozet, Possession, Gough, Marion, etc.) y algunas islas del
Atlántico (Tristán da Cunha). En Chile sólo existe una especie, Blepharidophyllum densifolium, común
en turberas de Sphagnum y otros ambientes pantanosos desde la provincia de Concepción hasta el
Cabo de Hornos. Los reportes de esta especie de Valparaíso (material recolectado en el sur de Chile por
Puccio) corresponden a etiquetas rotuladas con el nombre del puerto de donde las muestras fueron
despachadas a Europa.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Grolle (1965).
Figura 55. Blepharidophyllum densifolium.
Chiloscyphus Corda, Naturalientausch 12 (Beitr. Naturg. 1): 651. 1829.
GEOCALYCACEAE
Etimología: del griego cheilos (labio, borde) y del latín kyphos (curvado), presumiblemente aludiendo a
la forma de la boca del perianto.
Plantas generalmente verde pálido, pequeñas a medianas, aplanadas, con hojas súcubas, planas
(carácter que lo distingue de Clasmatocolea), a veces opuestas, anfigastros siempre presentes, libres o
fusionados con una o dos hojas dorsales, y propágulos de reproducción asexual a veces presente.
Algunos autores consideran sinónimos los géneros Clasmatocolea y Chiloscyphus (Hässel de
Menéndez 1996), tratando a todas las especies del grupo bajo Chiloscyphus. Las especies de
Clasmatocolea se distinguen por la posición erecta de las hojas, dejando la porción dorsal de los tallos
escondida entre las hojas, y por la forma de éstas, fuertemente cóncavas desde la base.
El género Chiloscyphus aún permanece poco estudiado en el hemisferio sur, pero se estima que existen
alrededor de 35 especies del género en el sur de Sudamérica. En Isla Jéchica se encontró una especie,
Chiloscyphus sabuletorum, cubriendo el suelo en sectores saturados de agua en la costa.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Hässel de Menéndez (1996).
Figura 56. Chiloscyphus sabuletorum.
Clasmatocolea Spruce, Trans. & Proc. Bot. Soc. Edinburgh 15: 440. 1885.
GEOCALYCACEAE
Etimología: del griego klasmatos (fragmentado) y koleos (funda, vaina), en referencia a los periantos
frágiles y quebradizos.
Plantas muy variables en cuanto al color, tamaño, ramificación y hábito, pero caracterizadas por las
hojas dispuestas de manera súcuba, inserción oblicua, cóncavas desde la base, de borde entero o con
lacinias o cilios, ápice no dividido o 2-3 lobulado, células laminares del medio de la hoja con 2 ó 2-3
cuerpos oleosos por célula, anfigastros siempre presentes, a veces reducidos, variables en cuanto a su
tamaño y forma. (Ver diferencias con Chiloscyphus bajo la descripción de ésta).
Género austral compuesto por 20 especies de las cuales 14 crecen en Chile. Solo dos especies viven en
áreas tropicales, siendo la mayoría endémicas de los Andes del Sur, Tasmania, Nueva Zelanda o el sur
de África. En Chile el género se distribuye desde Valdivia al Cabo de Hornos. En Isla Jéchica se
encontraron tres especies: Clasmatocolea cucullistipula que crece epífita en ramas delgadas en el
interior del bosque, C. humilis en el suelo de bosques húmedos y C. obvoluta que crece sumergida en
pequeños arroyos en el interior del bosque.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Engel (1980).
Figura 57. Clasmatocolea cucullistipula.
Cryptochila R.M. Schust., J. Hattori Bot. Lab. 26: 284. 1963.
JUNGERMANNIACEAE
Etimología: de los términos griegos kryptos (escondido, invisible) y -chila (de Plagiochila),
aparentemente aludiendo a la posición incierta del grupo en relación a las Plagiochilaceae.
Plantas medianas a robustas, rojas, negras-rojizas o verde-rojizas, tallos generalmente simples, a veces
con ramas estoloníferas en la base de los tallos, extremos de los tallos característicamente recurvados,
hojas transversas, imbricadas y dispuestas de forma más o menos vertical a lo largo de los tallos, dando
un aspecto longitudinalmente aplastado a las plantas, las células foliares son cuadrangulares, lisas (sin
papilas), y sin trígonos, lo que distingue a este género de Jamesoniella colorata, otra especie común en
el sur de Chile.
Género austral compuesto por seis especies. En Chile hay cuatro especies, distribuidas desde la
provincia del Ñuble hasta el Cabo de Hornos, creciendo sobre rocas en sectores húmedos, siendo muy
común en la zona de los canales del sur de Chile. En Isla Jéchica se encontró la especie Cryptochila
grandiflora, común en el área, creciendo sobre rocas irrigadas o en rocas costeras.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Grolle (1971).
Figura 58. Cryptochila grandiflora.
Frullania Raddi, Jungermanniogr. Etrusca 9. 1818.
JUBULACEAE
Etimología: en honor a Leonardo Frullani (1756-1824), político y estadista italiano, director de
finanzas y ahorros en Toscana y colega de Fossombroni.
Plantas pequeñas, con pigmentos rojizos, generalmente de crecimiento postrado, raras veces péndulas,
creciendo generalmente sobre corteza de árboles y arbustos, rara vez sobre rocas, tallos con
ramificación pinnada, hojas íncubas con márgenes enteros y lóbulos ventrales en forma de saco, no o
débilmente conectados con el lobo dorsal de la hoja, anfigastros siempre presentes, generalmente
bífidos.
Género muy diverso, abundante tanto en zonas tropicales como en áreas templadas, con más de 300
especies actualmente aceptadas, aunque el estado de conocimiento del grupo es muy precario. En Chile
hay 30 especies reportadas, pero no existe una revisión del grupo por lo que este número es tentativo.
En Isla Jéchica se encontró una especie del subgénero Diastaloba que no ha podido ser determinada,
creciendo sobre troncos caídos camino al mirador Jéchica.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Gradstein et al. (2001).
Figura 59. Frullania sp.
Gackstroemia Trevis., Mem. Reale Ist. Lombardo Sci., Ser. 3, Cl. Sci. Mat. 4: 397. 1877.
LEPIDOLAENACEAE
Etimología: el origen del nombre Gackstroemia no se conoce, según Meagher (2008) probablemente
derive del apellido sueco Backström.
Plantas medianas a robustas, con coloración rojiza, tallos 1-3 pinnados, con hojas imbricadas, íncubas,
generalmente más anchas que largas, con un lobo dorsal grande y un lóbulo ventral reducido o
transformado en saco, las hojas de los tallos principales más grandes que las de las ramas, anisófilas,
mostrando gran diferencia morfológica entre tallos principales, ramas primarias y ramas secundarias,
siendo las hojas de los tallos principales generalmente de borde entero y sin lóbulos ventrales, mientras
que las de ramas primarias y secundarias generalmente tienen el borde ciliado con lóbulos ventrales
formando un saco. Los anfigastros son enteros en los tallos principales, bífidos en las ramas, y a veces
están transformados en dos saquitos en las ramas secundarias.
Género austral compuesto por seis especies, de las cuales cinco crecen en el sur de Sudamérica y una
en Nueva Zelanda. En Chile, cinco especies distribuidas desde Malleco al Cabo de Hornos, y también
en Juan Fernández. Es un componente habitual del suelo del bosque y de sitios pantanosos abiertos,
como turberas o tundras magallánicas. En Isla Jéchica se encontró Gackstroemia magellanica en el
suelo de bosques de Tepualia stipularis y de Pilgerodendron uviferum.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Grolle (1967).
Figura 60. Gackstroemia magellanica.
Herbertus Gray, Nat. Arr. Brit. Pl. 1: 678, 705. 1821.
HERBERTACEAE
Etimología: en honor a George Herbert, mecenas del célebre botánico italiano Pier Antonio Micheli.
Plantas robustas, verde-cafesosas, amarillentas o anaranjadas, rígidas, con aspecto de musgo, tallos
erectos, simples o escasamente ramificados, con hojas y anfigastros casi idénticos, dispuestos en tres
filas bien definidas, profundamente bífidas, con segmentos lineares a lanceolados, con una vita bien
marcada en la base de las hojas.
Género principalmente tropical, formado por unas 30 especies, algunas de ellas creciendo en zonas
templadas del hemisferio norte. En Chile crece sólo una especie, Herbertus runcinatus, entre Valdivia y
el Cabo de Hornos, también en Juan Fernández, siendo abundante y frecuente sobre troncos de árboles
en el interior de bosques, y en sectores muy lluviosos sobre rocas expuestas en sitios abiertos. En Isla
Jéchica se la encontró creciendo epífita en el interior de bosques mixtos.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Fulford (1963), Hässel de Menéndez & Solari (1975).
Figura 61. Herbertus runcinatus.
Leiomitra Lindb., Acta Soc. Sci. Fenn. 10: 515. 1875.
TRICHOCOLEACEAE
Etimología: del griego leios (liso, plano, calvo) y mitron (tapa), aludiendo al perianto liso.
Plantas pequeñas a medianas, verde pálido a blancas cuando secas, con aspecto de esponjas, tallos con
ramificación pinnada o bipinnada, hojas más anchas que largas, divididas en varios segmentos (4-8) a
veces ramificados, terminados en cilios formados por filamentos uniseriados de 3-7 células, anfigastros
de menor tamaño, generalmente bífidos y cada segmento a su vez ramificado, adornados con cilios al
igual que las hojas.
Género de alrededor de 12 especies distribuidas en áreas tropicales y en zonas templadas del hemisferio
sur. En Chile existen dos especies que se encuentran entre Cautín y Tierra del Fuego, y también en Juan
Fernández. En Isla Jéchica se encontró a Leiomitra elegans creciendo epífita sobre árboles del límite
entre el bosque y la playa. Hasta hace poco (Hässel 2002) esta especie era considerada un miembro del
género Trichocolea (Fulford 1963, Schuster 2000).
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Fulford (1963), Hässel de Menéndez (2002), Schuster (2000).
Figura 62. Leiomitra elegans (creciendo mezclada con Plagiochila sp.).
Lepicolea Dumort., Recueil Observ. Jungerm. 20. 1835.
LEPICOLEACEAE
Etimología: del griego lepis (escama) y koleos (funda, vaina), aludiendo a las proyecciones escamosas
con forma de hojas del perianto.
Plantas robustas, amarillentas, verde-parduzcas o grisáceas, con ramificación pinnada o bipinnada,
hojas dos veces bífidas, terminando en cuatro segmentos que comienzan más abajo de la mitad de la
lámina, generalmente ornamentados con cilios o lacinias, cada segmento es lanceolado, apiculado,
terminando en una serie de células, a veces hialinas, cuadrangulares, anfigastros iguales a las hojas,
células laminares oval-alargadas con paredes sinuosas a irregulares, a veces estrelladas, abultadas,
haciendo que el borde se vea crenulado debido a los engrosamientos de las paredes.
Género austral compuesto por 8-9 especies distribuidas en los Andes, Australia, Nueva Zelanda y sur
de África. En Chile hay seis especies, las que se encuentran desde Valdivia hasta el Cabo de Hornos y
también en Juan Fernández (reportes de Valparaíso son un error de las etiquetas de Puccio). En Isla
Jéchica se encontró Lepicolea ochroleuca, especie común sobre las rocas costeras.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Fulford (1963), Gradstein et al. (2001), Hässel de Menéndez & Solari
(1975).
Figura 63. Lepicolea ochroleuca.
Lepidozia (Dumort.) Dumort., Recueil Observ. Jungerm. 19. 1835.
LEPIDOZIACEAE
Etimología: del griego lepis (escamas), y ozos (ramita), aludiendo a las bracteas y bracteolas con forma
de escamas que rodean a los periantos.
Plantas delgadas, verde pálidas, con ramificación 1-3 pinnada, muy regular, con las ramas
adelgazándose hacia los extremos, hojas cóncavas, aovadas a rectangulares, divididas en 4-6 segmentos
apicales a modo de dientes triangulares o lanceolados, formados por más de una célula de ancho,
generalmente incurvados, anfigastros similares a las hojas pero más pequeños.
Género principalmente tropical con unas 75 especies actualmente aceptadas. Unas pocas especies
habitan zonas templadas de ambos hemisferios. En Chile crecen siete especies, entre Limarí y el Cabo
de Hornos, y también en Juan Fernández. En Isla Jéchica se encontró a Lepidozia fuegiensis en el suelo
de bosques de Tepualia stipularis.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Fulford (1966).
Figura 64. Lepidozia fuegiensis.
Plagiochila (Dumort.) Dumort., Recueil Observ. Jungerm. 14. 1835.
PLAGIOCHILACEAE
Etimología: de los términos griegos plagios (inclinado) y cheilos (labio, borde), aludiendo a la boca
inclinada del perianto.
Plantas medianas a robustas, verdes a parduzcas o amarillentas, con tallos firmes, simples o
diversamente ramificados, hojas súcubas, algo asimétricas, con margen dorsal reflexo, bases
decurrentes, bordes generalmente aserrados o laciniados, y un característico doblez longitudinal en la
mitad proximal de las hojas llamado “cnemis”, anfigastros generalmente ausentes o muy reducidos.
Plagiochila es el género de hepáticas con el mayor número de especies del mundo, con más de 400
actualmente aceptadas, viviendo tanto en zonas tropicales como en zonas templadas de ambos
hemisferios, siendo poco diversa en regiones templadas del hemisferio norte. En Chile existen cerca de
40 especies, distribuidas desde Limarí (Fray Jorge) hasta el Cabo de Hornos, siendo la mayoría de las
especies epífitas de bosques o creciendo en el suelo de bosques muy húmedos. Si bien existen varios
trabajos acerca del género en el sur de Sudamérica (ver abajo), la falta de un tratamiento completo hace
muy difícil la determinación de las especies. En Isla Jéchica se encontraron al menos cinco especies del
género que no han podido ser determinadas aún.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Carl (1931), Hässel de Menéndez (1983, 2004a, 2004b, 2006, 2008a,
2008b, 2009).
Figura 65. Tres especies de Plagiochila.
Porella L., Sp. Pl. 1106. 1753.
PORELLACEAE
Etimología: diminutivo del latín porus (orificio). El nombre fue acuñado por primera vez por Dillenius
(1741), quien creía que era un musgo con cápsulas que tenían poros en los lados por donde salían las
esporas (Swails 1970).
Plantas robustas, verdes a pardas, tallos con ramificación pinnada, hojas íncubas, bilobuladas, formadas
por un lobo dorsal grande, con ápice redondeado o mucronado, y un lobulo ventral pequeño, plano,
alargado, con ápice obtuso y generalmente dispuestos en forma paralela al tallo, anfigastros grandes,
siempre presentes, más largos que anchos, enteros y con ápice redondeado, células laminares ovales,
con trígonos, y numerosos cuerpos oleosos en cada célula.
Género tanto de zonas tropicales como templadas, conformado por alrededor de 60 especies
actualmente aceptadas. En Chile existen nueve especies distribuidas entre Limarí (Fray Jorge) hasta el
Cabo de Hornos, creciendo sobre corteza de árboles en el interior de bosques o sobre rocas en zonas
más lluviosas. En Isla Jéchica se encontró la especie Porella subsquarrosa epífito en Fuchsia
magellanica y también creciendo sobre las rocas costeras.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Swails (1970).
Figura 66. Porella subsquarrosa.
Riccardia Gray, Nat. Arr. Brit. Pl. 1: 679. 1821.
ANEURACEAE
Etimología: al parecer en honor a Octavius Riccardi de Florencia, quien pagó por la impresión del
Novum Plantarum Genera de Micheli (Koperski 1991, Meagher 2008).
Plantas talosas, sin hojas, profusamente ramificadas o rara vez con pocas ramas, con un eje principal
generalmente carnoso, de varias capas de células, a veces con las células epidérmicas diferenciadas, de
menor tamaño y paredes gruesas, ramas a veces similares en contextura al eje, o diferenciadas, en este
caso siendo parecidas a una rama de Metzgeria, es decir, con un eje central engrosado y alas laterales
de un estrato de células.
Género muy diverso, compuesto por alrededor de 100 especies que crecen en zonas templadas y en
áreas frías en los trópicos. En Chile hay 41 especies, distribuidas entre la provincia de Concepción y el
Cabo de Hornos, y también en Juan Fernández. En Isla Jéchica se encontraron cuatro especies:
Riccardia prehensilis, R. umbrosa y R. tenerrima, todas creciendo en el suelo de bosques de Tepualia
stipularis, y Riccardia floribunda en el suelo de bosques mixtos.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Evans (1921), Hässel de Menéndez (1972).
Figura 67. Arriba izquierda: Riccardia floribunda; arriba derecha: Riccardia tenerrima; abajo izquierda: Riccardia
umbrosa; abajo derecha: Riccardia prehensilis.
Saccogynidium Grolle, J. Hattori Bot. Lab. 23: 43. 1961.
GEOCALYCACEAE
Etimología: de los términos griegos sakkos (saco) y el diminutivo de gyno (femenino), en alusión a la
existencia de un marsupio donde se encuentran los gametangios femeninos.
Plantas medianas, escasamente ramificadas, de aspecto aplanado, con hojas enteras, súcubas, con
ápices redondeados, opuestas, a veces ambas hojas opuestas aparecen como fusionadas en el lugar de la
inserción, anfigastros poco más anchos que el tallo, libres, no fusionados a las hojas laterales, bífidos,
ambos segmentos lanceolados, acuminados, células laminares isodiamétricas, con trígonos, con
cutícula densamente cubierta por pequeñas papilas, lo que distingue inmediatamente a este género de
Chiloscyphus.
Género compuesto por siete especies distribuidas en el sudeste asiático, Australasia y el sur de
Sudamérica, con una especie europea y otra en el sudeste de Brasil. En Chile existen dos especies, las
que crecen entre Cautín y el Cabo de Hornos, y también en Juan Fernández. En Isla Jéchica se encontró
a Saccogynidium vasculosum creciendo sumergida en arroyos en el interior de bosques mixtos.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Grolle (1960).
Figura 68. Saccogynidium vasculosum.
Schistochila Dumort., Recueil Observ. Jungerm. 15. 1835.
SCHISTOCHILACEAE
Etimología: del griego schistos (dividido) y cheilos (labio), aludiendo a la boca del perianto que es
laciniada.
Plantas robustas, verde pálido a parduzcas o rojizas, tallos dicotómicamente ramificados, hojas
bilobadas, longitudinalmente conduplicadas, a veces adornadas con lamelas longitudinales, con lobo y
lóbulo bien diferenciados, con un ala que corre a través de la intersección de ambos, margen
generalmente aserrado o dentado, y anfigastros diferentes a las hojas, más pequeños, simples, enteros a
segmentados, con margen entero hasta ciliado.
Género principalmente austral compuesto por unas 30 especies, con el mayor número de especies en el
sur de Sudamérica, pero también presente en Nueva Zelanda, Tasmania, Oceanía tropical, sudeste
asiático, sur de África, Madagascar y Hawai. En Chile existen nueve especies, distribuidas entre Cautín
y el Cabo de Hornos, también en Juan Fernández y en Fray Jorge. En Isla Jéchica se encontraron dos
especies, Schistochila lamellata que es común en el suelo de bosques densos, y S. gayana creciendo
epífita en tepuales.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Schuster & Engel (1977).
Figura 69. Izquierda: Schistochila gayana; derecha: Schistochila lamellata.
Tylimanthus Mitt., Handb. N. Zeal. Fl. 751, 753. 1867.
ACROBOLBACEAE
Etimología: aparentemente del griego tylos (protuberancia, chichón) y anthos (flor), en alusión al
marsupio.
Plantas medianas, verde pálidas, con tallos simples o escasamente ramificados y con estolones rastreros
con hojas reducidas, blanquecinos, hojas simples, súcubas, con margen entero, irregular o dentado,
generalmente con cnemis en la porción proximal de las hojas, anfigastros fuertemente reducidos o
ausentes, y gametangios femeninos ubicados en estructuras especializadas llamadas marsupios.
Género de alrededor de 20 especies con una amplia distribución en el hemisferio sur, habitando en el
sur de Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda, islas subantárticas, América tropical, Hawai, este de
Asia, Tahiti, sur y este de África y Macaronesia. En Chile existen ocho especies, las que crecen entre
Cautín y el Cabo de Hornos, y también en Juan Fernández. En Isla Jéchica se encontró Tylimanthus
urvilleanus, creciendo en el suelo de los tepuales.
LITERATURA COMPLEMENTARIA: Hässel de Menéndez & Solari (1972), Stech et al. (2006a).
Figura 70. Tylimanthus urvilleanus.
Figura 71. Anocheciendo en Isla Jéchica.
GLOSARIO
Abultado: cuando las parte media de las células de la lámina foliar es convexa haciendo que la
superficie de las hojas aparezca con montículos.
Acumen: punta con que terminan algunas hojas u otros órganos.
Acuminado: terminado en una punta.
Adpreso: dícese de la hojas aplicadas al tallo, de los pelos aplicados contra la hoja, el tallo, etc. en que
se inserten.
Anfigastros: tercera fila de hojas que se observa en la cara ventral del tallo de las hepáticas y de
algunos musgos.
Anteridio: órgano sexual o gametangio masculino, que en los briófitos produce espermios.
Aovado: con forma de huevo, de manera que la parte más ancha corresponde a la parte proximal del
órgano al que se refiere.
Apendiculado: pequeños apéndices horizontales que adornan los cilios entre los procesos de los
endostomas de los musgos.
Apiculado: terminado en una punta aguda.
Arqueado: curvado como un arco.
Aserrado: hecho a modo de sierra, con dientes agudos y próximos. Dícese generalmente del borde de
las hojas o talos de musgos o hepáticas.
Aurícula: apéndice foliáceo, generalmente pequeño, situado en la base de la lámina foliar, que por su
forma recuerda a veces una orejita.
Autoico: con arquegonios y anteridios en ramas separadas de la misma planta.
Bipinnado: con ramificación dos veces pinnada.
Caliptra: membrana de tejido haploide ubicada sobre el esporofito en desarrollo, derivada del vientre
del arquegonio. En los musgos, el vientre generalmente se rompe cerca de la base y la caliptra es
llevada hacia arriba por la elongación de la seta. En las hepáticas, el vientre se rompe cerca del ápice y
no es llevado hacia arriba por la seta.
Canaliculado: acanalado longitudinalmente formando una semicircunferencia visto en sección
transversal, generalmente aplicado a las hojas de algunos musgos.
Cápsula: órgano que encierra las esporas, que es simple en las hepáticas, pero en los musgos consta de
un cuello estéril (apófisis o hipófisis), el envoltorio fértil de las esporas (urna o teca), y una tapa estéril
(opérculo).
Células alares: células de las esquinas basales de las hojas de los musgos, que en muchas especies son
diferentes al resto, generalmente infladas y transparentes, de paredes delgadas, que controlan la
orientación de las hojas en respuesta a cambios en la humedad.
Células guía: fila de células infladas y de paredes delgadas que atraviesan la parte media del nervio de
un musgo, visto en sección transversal.
Cilios: estructura con forma de delicado diente o pelo ubicado en los márgenes de algún órgano (hojas,
talos, procesos del endostoma, etc.)
Cnemis: pliegue en las hojas de ciertos briófitos generalmente formado por un borde fuertemente
recurvado o por la inserción irregular de una hoja en el tallo.
Colenquimatoso: con paredes celulares irregularmente engrosadas, generalmente más gruesas en las
esquinas que en los lados.
Columela: columna central de tejido estéril en el eje de un esporangio, rodeado por tejido
esporogénico.
Complanado: aplanado, dícese de los briófitos cuyas hojas se disponen en un plano dorsiventral.
Conduplicado: plegado longitudinalmente de manera tal que ambos lados son casi paralelos.
Convoluto: hoja que se enrolla longitudinalmente formando un tubo.
Cordado: hojas con forma de corazón en la base, donde se inserta en el tallo, generalmente formando
dos aurículas.
Crenulado: finamente crenado, con pequeños festones en el margen generalmente debido a
engrosamientos de las paredes celulares de las células marginales en los briófitos.
Cuculado: con forma de capucha.
Cuerpos oleosos: organelos membranosos ubicados en el interior de las células de la mayoría de las
hepáticas (exclusivos de este grupo de plantas), que contienen terpenos o aceites de reserva, y su forma
y número por célula son importantes en la taxonomía de ciertos grupos de hepáticas. En la mayoría de
las especies se degradan muy rápido por lo que hay que observarlos de preferencia mientras las plantas
están frescas.
Decurrente: se dice de las hojas u otros órganos que se prolongan por debajo del punto de inserción,
con las prolongaciones fusionadas al tallo u órgano donde se inserte.
Dicotómico: dividido en dos partes iguales.
Dioico: plantas que producen órganos sexuales masculinos y femeninos en individuos diferentes.
Dorsal: en los briófitos se considera el lado dorsal de una hoja el que no mira hacia el tallo, o el más
alejado del sustrato, sinónimo de abaxial o envés (contrario a ventral).
Eláteres: en las hepáticas y antocerotes, células estériles con forma helicoidal dispuestas entre las
esporas dentro del saco esporangial, cuya función es ayudar en la dispersión de las esporas al momento
de estallar las cápsulas.
Endostoma: peristoma interno de los musgos, formado por una membrana basal y segmentos que en
muchos casos alternan con cilios (comparar con exostoma). En los musgos, lo que generalmente se ve
cuando tienen una sola fila de dientes en el peristoma corresponde al endostoma.
Epifito: planta que vive sobre otra planta sin obtener nutrientes de ésta (parásito es cuando la planta
huésped se alimenta del hospedero).
Escuarroso: hoja que forma un ángulo de 90º o más con respecto al tallo.
Esporofito: en las plantas con alternancia de generaciones, es la fase asexual de la planta que produce
esporas (comparar con gametofito). En los briófitos cada esporofito produce sólo un esporangio, el que
en su madurez es dependiente nutricionalmente del gametofito.
Estereidas: células que dan solidez al cuerpo de una planta, para lo cual tienen paredes gruesas y
lúmenes pequeños.
Estolón: brote lateral que nace de la base del tallo, que puede reptar por el suelo o desarrollarse bajo
tierra. En este último caso se puede denominar también rizoma.
Estrumoso: con una hinchazón a un lado de la base de las cápsulas de algunos musgos.
Excurrente: que se extiende más allá del ápice de un órgano, muy usado en musgos para referirse a los
nervios que se proyectan más allá del límite apical de las hojas.
Exostoma: peristoma externo de los musgos, generalmente articulados, diversamente adornados y/o
divididos en la porción distal (comparar con endostoma).
Exotecio: la capa de células más externa de un esporangio.
Exserto: se dice de las cápsulas que sobresalen más allá de las hojas periqueciales (contrario a
inmerso).
Falcado: con forma aplanada y curva, como la hoz.
Fimbriado: dividido en lacinias finas.
Flexuoso: ligera e irregularmente curvado, torcido u ondulado.
Fusiforme: con forma de huso, estrecho (más de tres veces más largo que ancho) y adelgazado en los
extremos.
Gametangio: órgano sexual que forma los gametos, el anteridio masculino que produce espermios y el
arquegonio femenino que produce la célula huevo u ovocélula.
Gametofito: en las plantas con alternancia de generaciones, es la fase sexual de la planta que produce
gametos masculinos y femeninos (comparar con esporofito). En los briófitos los gametofitos son
fotosintéticos y son la fase dominante del ciclo de vida.
Glabro: desprovisto de pelos.
Haploide: organismo que tiene un solo juego de cromosomas; en los briófitos corresponde a la fase
gametofítica, que es la dominante del ciclo de vida.
Hialino: transparente o diáfano.
Hialocisto: células infladas, sin clorofila y de paredes delgadas y generalmente perforadas, cuya
función es almacenar agua.
Hojas perigoniales: hojas modificadas que envuelven a los anteridios, o gametangios masculinos.
Hojas periqueciales: hojas modificadas que envuelven a los arquegonios, o en el caso de los musgos
sinoicos o paroicos, que envuelven a los arquegonios y los anteridios en su conjunto.
Imbricado: se dice de las hojas u otros órganos que por estar muy cercanos se cubren sus bordes unos
a otros, como las tejas de un techo o las escamas de un pez o lagarto.
Íncubo: dícese de la hoja que en una serie longitudinal a lo largo del tallo tiene el borde anterior o
superior sobre el posterior o inferior de la hoja siguiente. Haciendo una analogía con el tejado de una
casa, las hojas de un tallo serían íncubas si se disponen igual que las tejas si la base de la planta está
arriba y el extremo apical en la parte más baja del techo (contrario a súcubo).
Incurvado: curvado hacia arriba (hacia el lado ventral o adaxial de una hoja).
Innovación subfloral: una rama que se origina asociada a una hoja periquecial, justo por debajo del
periquecio.
Lacinia: segmento o apéndice más grueso que los cilios y con más de una célula de ancho.
Lamela: placas o crestas fotosintéticas longitudinales dispuestas a lo largo de las hojas de algunos
musgos, o placas perpendiculares que aparecen en la superficie de los dientes del exostoma de algunos
musgos.
Lámina: parte aplanada de una hoja, excluyendo el nervio y el borde.
Lámina vaginante: en las hojas de Fissidens la lámina que abraza al tallo por el lado ventral.
Lanceolado: con forma de punta de lanza, esto es, estrechamente elíptico y adelgazado hacia ambos
extremos.
Limbidio: borde de la hoja formado por células con diferente forma al resto de las células de la lámina.
Lobo: cualquier segmento de una hoja u otro órgano dividido; el segmento más grande de una hoja
desigualmente dividida en las hepáticas foliosas.
Lóbulo: un lobo pequeño; el segmento más pequeño de una hoja desigualmente dividida en las
hepáticas foliosas.
Marsupio: una bolsa de tejido del tallo hundido y elongado que encierra y protege al esporofito en
desarrollo en algunos grupos de hepáticas (e.g. Tylimanthus).
Membrana basal: base fusionada del anillo formado por los dientes del peristoma, generalmente del
peristoma interno.
Meristema: grupo de células indiferenciadas con actividad divisoria permanente o limitada.
Mitrado: con forma de mitra obispal.
Monoestratificado: formado por una sola capa de células.
Monoico: se dice de las plantas que tienen los órganos sexuales masculinos y femeninos sobre el
mismo individuo. Dependiendo de la posición relativa de éstos, en los musgos se dividen en sinoicos,
paroicos o autoicos.
Mucronado: terminando en una punta abrupta y corta, en musgos generalmente formado por el nervio
cortamente excurrente.
Multiestratoso: formado por varias capas de células.
Multipinnado: pinnado más de dos veces.
Noduloso: con engrosamientos nodulares, a veces referido a los engrosamientos intracelulares de las
paredes.
Oblongo: más largo que ancho, o excesivamente largo, alargado.
Obtuso: se dice de los ápices de hojas, segmentos o cualquier órgano cuyos bordes forman un ángulo
obtuso, o sea de más de 90º.
Opérculo: tapa que cubre la boca de la mayoría de las cápsulas de los musgos, la que es generalmente
liberada por la dehiscencia de un anillo de células diferenciadas ubicadas entre el opérculo y la urna,
llamado anillo o “annulus”.
Orbicular: circular, redondo.
Parafilios: pequeños filamentos, escamas o estructuras con forma de hoja que se hayan dispersos en la
superficie de los tallos de algunos grupos de briófitos.
Paroico: con anteridios cerca de los arquegonios pero no mezclados con ellos; pueden localizarse justo
por fuera de los arquegonios, rodeándolos, o inmediatamente por debajo, en las axilas de las hojas justo
debajo del periquecio.
Percurrente: se dice de los nervios que se acaban justo en el ápice de la hoja, sin sobresalir.
Perianto: órgano de origen foliar que rodea los arquegonios en la mayoría de las hepáticas foliosas.
Peristoma: en los musgos, estructura circular dividida en dientes dispuestos en uno o dos anillos
concéntricos alrededor de la boca de la cápsula. Las diferencias en la morfología y el origen de los
dientes del peristoma ha dado pie a la clasificación de los grandes grupos de musgos.
Pilífero: provisto de pelo.
Pinnado: con numerosas ramas divergentes a ambos lados de un eje asemejando una pluma.
Pleurocárpico: musgos generalmente de hábito postrado o colgantes cuyos arquegonios (y por lo tanto
los esporofitos) están ubicados a lo largo de los tallos en axilas de hojas o ramas, en oposición a los
musgos acrocárpicos cuyos arquegonios se ubican en los extremos de las ramas principales.
Proruloso: que tiene papilas o mamilas en los extremos proyectados de las células laminares.
Pseudopodio: prolongación del eje del gametofito por debajo del esporofito que reemplaza la seta en
Andreaea y Sphagnum.
Radiculoso: cubierto con rizoides.
Ramas estoloníferas: ramas delgadas y cubiertas por hojas reducidas.
Recurvado: curvado hacia abajo y hacia afuera, es decir hacia la parte dorsal o abaxial de las hojas de
los musgos. También se dice de los dientes del peristoma curvados hacia afuera y hacia abajo.
Reflexo: dícese de las hojas u otros órganos fuertemente doblados hacia abajo y hacia afuera.
Rizoide: estructuras de los briófitos encargados de la fijación de las plantas al sustrato, y en algunos
casos también de la absorción de agua. En musgos son filamentos uniseriados de células con tabiques
oblicuos, pardos a rojizos, mientras que en hepáticas y antocerotes son unicelulares y hialinos.
Rizoma: tallo delgado y horizontal subterráneo que da origen a tallos erectos.
Rostrado: que se estrecha en una punta fina o un pico.
Saxícola: que crece sobre rocas.
Segmentos: fragmento o división de un órgano de una planta, que se aplica generalmente a una de las
dos partes de una hoja bífida o a las divisiones principales de los dientes del peristoma.
Serrulado: levemente aserrado.
Seta: estructura que sostiene a las cápsulas de los musgos, alejando el esporangio del gametofito.
Sinoico: con anteridios y arquegonios mezclados en un periquecio.
Subpercurrente: se dice de los nervios de las hojas de los musgos que se desvanecen justo antes del
extremo apical de la hoja, a veces solo unas cuantas veces por debajo de éste.
Subulado: terminado en un acumen largo y angosto, generalmente formado por la prolongación del
nervio.
Súcubo: dícese de la hoja que en una serie longitudinal a lo largo del tallo tiene el borde anterior o
superior cubierto por el posterior o inferior de la hoja siguiente (comparar con íncubo).
Sulcado: provisto de surcos.
Tomento: pelo.
Trígonos: engrosamiento de las paredes celulares de la lámina foliar en el lugar de intersección de tres
o más células, triangulares o circulares, comunes en las hepáticas foliosas.
Tuberculado: con proyecciones en forma de clavija.
Ventral: lado de la hoja de un musgo que mira hacia el tallo o hacia el sustrato en el caso de las
especies con crecimiento postrado, sinónimo de adaxial (opuesto a dorsal).
Vermicular: con forma de gusano.
Vita: en hepáticas es una banda longitudinal de células modificadas (más largas y con paredes más
gruesas) en la barte basal de las hojas, apareciendo como un nervio pero de solo un estrato de células.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a Tomás Sánchez, Francisco Chadwick y Carmen Chadwick por haber motivado y
financiado este estudio. Al personal de Marina Jéchica por su apoyo en terreno y hospitalidad. John
Engel, Laura Briscoe y Matt von Konrat ayudaron con la determinación de las hepáticas. Reinaldo
Vargas, Peter Nelson y Tim Wheeler ayudaron con la determinación de los líquenes, y Nicolás García
con algunas plantas vasculares. Se agradece a Bill Buck del New York Botanical Garden por haber
financiado una estadía en este centro de estudios que fue fundamental para determinar parte del
material recolectado. Se agradece especialmente a Boon-Chuan Ho por haber permitido el uso de la
excelente figura del ciclo de vida de los musgos. Por último quisiera agradecer a Alicia Marticorena por
comentarios acerca del formato del manuscrito.
Figura 72. Vista hacia el noroeste desde el mirador Jéchica.
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Página siguiente: Anexo 1, lista de todas las especies de musgos, hepáticas, antocerotes y líquenes
encontrados en Isla Jéchica durante la campaña de diciembre de 2011.
MUSGOS ANTOCEROTES
Achrophyllum magellanicum (Besch.) Matteri Nothoceros fuegiensis (Stephani) J.C.Villarreal
Acrocladium auriculatum (Mont.) Mitt.
Acroschisma wilsonii (Hook.f.) A.Jaeger HEPÁTICAS
Andreaea alpina Hedw. Acromastigum anisostomum (Lehm. & Lindenb.) A.Evans
Andreaea cf. subulata Harv. Balantiopsis cancellata (Nees) Stephani
Arbusculohypopterygium arbuscula (Brid.) M.Stech, T.Pfeiff. & W.Frey Bazzania peruviana (Nees) Trevis.
Blindia magellanica Schimp. Blepharidophyllum densifolium (Hook.) Ångström ex C. Massal.
Breutelia dumosa Mitt. Chiloscyphus sabuletorum (Hook.f. & Taylor) J.J.Engel & R.M.Schust.
Breutelia subplicata Broth. Clasmatocolea cucullistipula (Stephani) Grolle
Bryum sp. Clasmatocolea humilis (Hook.f. & Taylor) Grolle
Calyptopogon mnioides (Schwägr.) Broth. Clasmatocolea obvoluta (Hook.f. & Taylor) Grolle
Calyptrochaeta apiculata (Hook.f. & Wilson) Vitt Cryptochila grandiflora (Lindenb. & Gottsche) Grolle
Campylopus acuminatus Mitt. Frullania sp.
Campylopus chilensis De Not. Gackstroemia magellanica (Lam.) Trevis.
Campylopus clavatus (R.Br.) Wilson Herbertus runcinatus (Taylor) Kuhnem.
Campylopus incrassatus Müll.Hal. Jamesoniella colorata (Lehm.) Stephani
Campylopus introflexus (Hedw.) Brid. Leiomitra elegans (Lehm.) Hässel de Menéndez
Campylopus purpureocaulis Dusén Lepicolea ochroleuca (L.f. ex Spreng.) Spruce
Campylopus pyriformis (Schultz) Brid. Lepidogyna menziesii (Hook.) R.M.Schust.
Campylopus sp. Lepidozia fuegiensis Stephani
Choris odontium aciphyllum (Hook.f. & Wilson) Broth. Plagiochila sp. 1
Cratoneuropsis chilensis (Lorentz) Ochyra Plagiochila sp. 2
Dicranoloma imponens (Mont.) Renauld Plagiochila sp. 3
Dicranoloma robustum (Hook.f. & Wilson) Paris Plagiochila sp. 4
Dicranoloma sp. 1 Plagiochila sp. 5
Dicranoloma sp. 2 Porella subsquarrosa (Nees & Mont.) Trevis.
Distichophyllum dicksonii (Hook. & Grev.) Mitt. Riccardia floribunda (Stephani) A.Evans
Distichophyllum rotundifolium (Hook.f. & Wilson) Müll.Hall. & Broth. Riccardia prehensilis (Hook.f. & Taylor) C.Massal.
Ditrichum conicum (Mont.) Mitt. Riccardia tenerrima (Stephani) A.Evans
Eriodon conostomus Mont. Riccardia umbrosa (Stephani) Hässel de Menéndez
Fissidens asplenioides Hedw. Saccogynidium vasculosum (Hook.f. & Taylor) Grolle
Hymenodontopsis mnioides (Hook.) N.E.Bell, A.E.Newton & D.Quandt Schistochila lamellata (Hook.) Dumort.
Hypnodendron microstictum Mitt. ex A.Jaeger & Sauerb. Schistochila gayana (Gottsche) Stephani
Hypnum chrysogaster Müll.Hal. Telaranea sp.
Hypnum chrysogaster fo. pendula Tylimanthus urvilleanus (Mont.) Hässel de Menéndez & Solari
Hypnum cupressiforme Hedw. var. filiforme Brid.
Hypnum cupressiforme var. mossmanianum (Müll.Hal.) Ando LÍQUENES
Hypopterygium didictyon Müll.Hal.
Kindbergia praelonga (Hedw.) Ochyra Baeomyces chilensis (Nyl.) Cromb.
Lepyrodon pat agonicus (Cardot & Broth.) B.H.Allen Caloplaca lucens (Nyl.) Zahlbr.
Macromitrium krausei Lorentz Caloplaca sp. nov. 1
Macromitrium microcarpum Müll.Hal. Caloplaca sp. nov. 2
Muelleriella crassifolia (Hook.f. & Wilson) Dusén Cladia aggregata (Sw.) Nyl.
Pararhacocarpus patagonicus (Broth.) J.-P.Frahm Cladonia arbuscula (Wallr.) Flot.
Pohlia nutans (Hedw.) Lindb. Cladonia didyma (Fée) Vain.
Porotrichum arbusculans (Müll.Hal.) Ochyra Cladonia squamosa (Scop.) Hoffm.
Ptychomniella ptychocarpon (Schwägr.) W.R.Buck, C.J.Cox, A.J.Shaw & Goffinet Cladonia stellaris (Opiz) Pouzar & Vězda
Ptychomnion cygnisetum (Müll.Hal.) Kindb. Lecanora sp.
Racomitrium didymum (Mont.) Lorentz Leifidium tenerum (Laurer) Wedin
Racomitrium geronticum Müll.Hal. Pannaria hispidula (Nyl.) Hue
Racomitrium heterostichoides Cardot Parmelia cf. saxatilis (L.) Ach.
Racomitrium subcrispipilum (Müll.Hal.) A.Jaeger Phaeophyscia hispidula (Ach.) Essl.
Rhacocarpus purpurascens (Brid.) Paris Phaeophyscia sciastra (Ach.) Moberg
Rhaphidorrhynchium callidum (Mont.) Broth. Pseudocyphellaria berberina (G.Forst.) D.J.Galloway & P.James
Rhaphidorrhynchium scorpiurus (Mont.) Broth. Pseudocyphellaria divulsa (Taylor) Imshaug
Rhaphidorrhynchium sp. Pseudocyphellaria faveolata (Delise) Malme
Rhizogonium novae-hollandiae (Brid.) Brid. Pseudocyphellaria glabra (Hook.f. & Taylor) C.W.Dodge
Rigodium adpressum Zomlefer Pseudocyphellaria cf. meyenii (Trevis.) D.J.Galloway
Rigodium brachypodium (Müll.Hal.) Paris Pseudocyphellaria nitida (Taylor) Malme
Rigodium pseudothuidium Dusén Siphula decumbens Nyl.
Rigodium tamarix Müll.Hal. Stereocaulon ramulosum Raeusch.
Sphagnum capillifolium (Ehrh.) Hedw. Xanthoria australis (Zahlbr.) C.W.Dodge
Sphagnum falcatulum Besch.
Sphagnum magellanicum Brid.
Sphagnum recurvum P.Beauv.
Sphagnum sp.
Tayloria magellanica (Brid.) Mitt.
Thuidium furfurosum (Hook.f. & Wilson) Reichardt
Ulota sp. 1
Ulota sp. 2
Ulota sp. 3
Weymouthia cochlearifolia (Schwägr.) Dixon
Weymouthia mollis (Hedw.) Broth.
Zygodon hookeri Hampe
Zygodon intermedius Bruch & Schimp.
Zygodon pentastichus (Mont.) Müll.Hal.
... En los estudios florísticos recientes que incluyen descripciones de la flora vascular de turberas en la zona en estudio, sólo se menciona la presencia de Sphagnum magellanicum como único representante de la flora briofítica, y no se menciona ningún liquen (Ramírez et al. 2007;Teneb et al. 2008). Información ecológica sobre musgos y hepáticas asociados a turberas de Sphagnum de la región de Aysén se puede encontrar en Seki (1974) y Larraín (2012Larraín ( , 2016. En cuanto a las hepáticas, no existen otras publicaciones aparte de las de Skottsberg (op. ...
... En cuanto a las hepáticas, no existen otras publicaciones aparte de las de Skottsberg (op. cit.) y Larraín (2012) que reporten especies de este grupo asociadas a turberas de Sphagnum en la zona investigada. ...
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RESUMEN Las turberas de Sphagnum del sur de Sudamérica albergan una rica diversidad de criptógamas, siendo los briófitos (musgos y hepáticas) y líquenes los grupos mejor representados en estos ecosistemas. Esta diversidad aún permanece poco estudiada, especialmente en la región de Aysén. En este estudio se analizaron cinco turberas dominadas por Sphagnum magellanicum, donde se realizaron muestreos cualitativos y cuantitativos de las especies de plantas y líquenes presentes en estos sitios con el fin de documentar su composición florística y su estructura comunitaria, incluyendo tanto a criptógamas como a plantas vasculares. En el total de transectas realizadas, se registraron 141 taxones, representando 62 especies de líquenes, 13 musgos, 40 hepáticas y 31 especies de plantas vasculares. Entre las especies encontradas, la más común es Sphagnum magellanicum, con una frecuencia absoluta de casi 88%, al estar presente en 158 de las 180 parcelas realizadas, con coberturas relativas medias superiores al 40% en las diferentes turberas estudiadas. Por otro lado, la especie de liquen más frecuente fue Cladonia arbuscula subsp. squarrosa, con una frecuencia absoluta de casi 22%, con coberturas relativas que varían entre el 10 al 30% en las turberas estudiadas. A pesar de que líquenes y hepáticas son los grupos más diversos, su aporte en cobertura y frecuencia es bajo comparado con musgos y plantas vasculares.