Content uploaded by Antonio Coronado Hijón
Author content
All content in this area was uploaded by Antonio Coronado Hijón on Aug 03, 2016
Content may be subject to copyright.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
1
MONOGRAFÍA 12
Orientación e Intervención Familiar en el contexto
educativo desde el enfoque ecosistémico
Antonio Coronado Hijón
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
Sevilla 2010
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
2
A mi familia, de donde vengo y a donde siempre vuelvo.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
3
Antonio Coronado Hijón es Doctor por la Universidad de Sevilla. Ha sido
profesor de la Universidad Pablo de Olavide y actualmente es profesor de la
Universidad de Sevilla en el departamento de Métodos de Investigación y
Diagnóstico en Educación. Es miembro de la División Académica de la
Sociedad Española de Psicología, miembro de la División de Psicología
Educativa del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España
y miembro de la División 15 de la American Psychological Association (APA).
Ha publicado cerca del centenar de artículos científicos en revistas
indexadas, así como capítulos de libros.
Coordinador de Proyectos de Innovación e Investigación Educativa
financiados por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
4
ÍNDICE
1. PRESENTACIÓN 5
2. INTRODUCCIÓN 7
3. IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES FAMILIA- ESCUELA 12
4. PAUTAS EDUCATIVAS DE LAS FAMILIAS 17
5. INTERVENCIÓN Y ASESORAMIENTO A FAMILIAS EN EL CONTEXTO
EDUCATIVO DESDE LA PERSPECTIVA ECOSISTÉMICA 25
6. BIBLIOGRAFÍA 46
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
5
1. PRESENTACIÓN
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
6
La monografía que en adelante se desarrolla viene justificada por la escasa
bibliografía específica que sobre la Orientación y Asesoramiento Familiar en contextos
educativos encontrará el profesional que necesite formarse en esta área determinada.
Para coadyuvar en esa formación específica y en la que pueden encontrarse
en algún momento de su quehacer laboral tanto psicólogos como pedagogos, así
como educadores y trabajadores sociales, este manual presenta una introducción en
aspectos, técnicas y estrategias del asesoramiento a familias desde contextos e
instituciones educativas, con el objetivo de encuadrar todas las actuaciones en un
modelo ecosistémico de intervención. Con este propósito, el manual se estructura en
cinco apartados, los cuales se nos presentan como imprescindibles en el abordaje
profesional que venimos comentando.
Después de esta breve presentación, se recoge un capítulo introductorio que
nos sitúa y familiariza, a modo de resumen, con unos contenidos previos necesarios
por su relevancia y comprensión y que se desmenuzarán más detenidamente en los
siguientes apartados.
El tercer capítulo destaca la importancia de las relaciones que se dan en el
mesosistema escuela-familia y por tanto la conveniencia de su optimización.
El cuarto capítulo trata sobre las pautas educativas o estrategias de
socialización parental a través de una revisión de los estudios sobre la temática y de
las conclusiones actuales más plausibles.
El quinto capítulo pretende ser el núcleo de esta monografía, presentando un
modelo de intervención y asesoramiento a familias en el contexto educativo desde la
perspectiva ecosistémica.
Finalmente en el apartado referente a la bibliografía, se ha recogido un extenso
número de publicaciones y materiales que versan sobre aspectos relevantes para la
actuación e intervención, los cuales aun no siendo monográficos en el asesoramiento
familiar desde contextos educativos (como ya apuntábamos al inicio), sí son
imprescindibles en la profundización y especialización de las distintas tareas y
estrategias presentes en la labor profesional que justifica este manual. Por tanto y por
ese motivo, este apartado bibliográfico pretende tener entidad propia como banco de
recursos para ampliar y continuar en la especialización profesional pretendida.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
7
2. INTRODUCCIÓN
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
8
La familia y la escuela, por este orden, son los principales contextos de
socialización de las personas.
Aunque son contextos cualitativamente distintos persiguen como meta general
el aprendizaje en el niño de una serie de habilidades de conocimiento, comportamiento
y actitudinales culturalmente necesarias. Debido a esta comunidad de fines, la
sincronía y la armonía entre la familia y la escuela son imprescindibles para un
adecuado desarrollo evolutivo y educativo de los infantes y adolescentes.
La incidencia de la institución educativa hacia la familia en cuanto a mejora y
optimización del proceso educativo, entendido éste de manera genérica, es el motivo
de este trabajo. Incidencia que no se produce de manera lineal y unidireccional sino
más bien, circular e interrelacional. Influencia optimizadora que se coordina desde los
servicios de Orientación en general y desde las funciones del Orientador y/o Asesor en
particular. La sociedad actual reclama unos nuevos modelos educativos que requieren
la intervención de profesionales complementarios a los docentes, del ámbito social
como trabajadores-as sociales, educadores-as sociales, de otros ámbitos como
sanidad, y especialmente profesionales de la Orientación, como responsables de la
coordinación de estas intervenciones.
Insistiendo en esta colaboración y teniendo en cuenta que tanto la familia
como la escuela son sistemas insertos en un contexto social (P. Berzosa Grande, J.A.
Ríos González, y G. Rodríguez, 2001) y que ambas deben responder a las
necesidades que demanda una sociedad en cambio, es sensato pensar que desde las
instituciones se tome la iniciativa para asegurar una colaboración entre ambas para
incidir sobre la educación de los jóvenes de una forma coordinada y complementaria.
La Orientación pues, se produce como un proceso contextual y por tanto, ha de
adquirir un enfoque sistémico que ubica su intervención en un contexto de
colaboración con los tres sistemas que conforman la comunidad educativa: familias,
institución educativa y alumnado. Este enfoque conlleva -en palabras de Selvini
Palazzoli (1987)- un cambio epistemológico consistente en dejar atrás la visión
mecanicista- causal de los fenómenos, que ha predominado en las ciencias hasta no
hace mucho, para adoptar una visión más amplia y sistémica en la que los aspectos
intraindividuales dejan de ser el único objetivo para enriquecerse y ampliarse a las
interacciones entre los distintos elementos.
La perspectiva sistémica en la labor de la orientación educativa en la familia y
en el centro escolar (Palazzoli, 1987; Dowling y Osborne, 1996; Coronado, 1996 /
2002), ha supuesto una innovación muy fructífera desde la que se proyecta una
intervención molar y psicosocial mucho más completa y por ende, eficaz.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
9
Las bases que sustentan este enfoque las encontramos fundamentalmente en
la Teoría General de Sistemas (TGS) desarrollada por Bertalanffy (1954), y el Modelo
Ecológico de Bronfenbrenner (1987).
La Teoría General de Sistemas fue desarrollada con el fin de constituir un
modelo práctico para conceptualizar los fenómenos que la ciencia clásica y su
reducción mecanicista no podía explicar. La TGS consigue proporcionar un marco
teórico unificador tanto para las ciencias naturales como para las sociales. La
explicación, hasta ahora exclusivamente lineal, se sustituye por un enfoque circular.
Si el mecanicismo veía el mundo fragmentado en partes cada vez más pequeñas, la
TGS aporta una visión de la realidad como estructuras cada vez más grandes.
A partir de aquí, el concepto de sistema pasó a formar parte indispensable de
las ciencias. De manera que ya es familiar para nosotros, conceptos como “sistema
solar”, “sistema nervioso”, “sistema social”, etc.
La teoría General de Sistemas pretende, por tanto, conformar una forma
sistemática y científica de aproximación y representación de la realidad que en la
actualidad es aplicada al conocimiento de multitud de aspectos y contextos, tanto
sociales, pedagógicas, psicológicas e incluso tecnológicos, (Hernández, 1989, 1993 y
1997; Castillejo y Colom, 1987, Selvini-Palazzoli, 1987; Cusinato, 1992; Campanini y
Luppi, 1996; Rodríguez Delgado, 1997), llegando a convertirse en el modelo
predominante en los estudios de familia (Satir, 1991; Minuchín,1996; Selvini-Palazzoli,
1974; Andolfi, 1993; Musitu, Buelga y Lila, 1994; Rodrigo y Palacios, 1998;
Gimeno,1999).
La TGS se construye sobre tres premisas básicas:
a) Los sistemas existen dentro de sistemas.
Las moléculas existen dentro de células, éstas dentro de tejidos, éstos
formando órganos, los cuales conforman los organismos, las personas como totalidad
de esos organismos están inmersas a su vez dentro de colonias y éstas dentro de
culturas, y así sucesivamente.
b) Los sistemas son abiertos.
Esta propiedad es consecuencia de la premisa anterior. Cada sistema recibe y
aporta algo a los demás sistemas, con más facilidad en función de la proximidad. Los
sistemas abiertos son caracterizados por un flujo proceso de intercambio continuo con
su ambiente, formado por otros sistemas.
c) Las funciones de un sistema dependen de su estructura.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
10
El objeto de estudio en el modelo sistémico, no se limita al estudio de
individuos y familias con problemas, sino que explica el comportamiento y la evolución
normalizada, conocimientos básicos que pueden ser aplicados a programas de
formación y prevención (Millán Ventura, 1996; Rodrigo y Palacios, 1998, Gimeno,
1999).
Desde esta perspectiva se considera tanto a la institución educativa como a la
familia, sistemas con las mismas propiedades que los sistemas vivos, los cuales se
caracterizan por ser abiertos y dinámicos, basados en procesos de interacción regidos
por los principios de totalidad, autorregulación y equifinalidad (Musitu et al. 1994).
Cuando hablamos de totalidad, nos referimos a la organización de cada
sistema, que conforma una entidad propia no asimilable a la suma de las
características de sus miembros. Esta propiedad recoge, por tanto, la idea del sistema
entendido como un todo, de tal manera que los cambios que se produzcan en una
parte conllevan cambios en su totalidad. La autorregulación, expresa la tendencia de
los sistemas, frente a sucesos de cambio, hacia la estabilidad que posibilite el
necesario equilibrio para conseguir los fines y objetivos propuestos. Por último, la
característica de equifinalidad, define a la configuración actual de un sistema (escuela
o familia) como resultado de los cambios acaecidos más que de las características
iniciales de sus componentes (Coronado-Hijón, 1996).
Desde el planteamiento sistémico muchos estudios han partido del Modelo
Ecológico de Bronfenbrenner (1987) para explicar el desarrollo humano inserto en un
conjunto de contextos superpuestos que establecen distintos niveles de influencia
sobre el individuo, a la vez que interactúan entre ellas. Según este modelo, el entorno
inmediato o “microsistema” generará las influencias más cercanas y que más afectan
al individuo. Las relaciones recíprocas entre las personas más próximas –padres,
hermanos, amigos, profesores– posibilitarán experiencias significativas determinantes
del desarrollo psicológico.
Los microsistemas están a su vez organizados por los que Bronfenbrenner
denomina “mesosistemas” y que constituye el resultado de la interrelación entre los
microsistemas. El ejemplo más claro de relación a nivel del mesosistema lo constituye
la relación entre familia y escuela.
Desde el”exosistema” se ejerce una influencia indirecta en los niños a través de
las experiencias laborales de los padres, los servicios de formación del profesorado,
los servicios sociales disponibles, etc. Finalmente, la esfera de influencia más
abarcadora es el “macrosistema” tejido por los resultados de las características que
definen los rasgos básicos del microsistema, el mesosistema y el ecosistema en
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
11
un espacio y tiempo determinados. Los individuos tienen un protagonismo activo en la
relación con las personas y situaciones vivenciales, sobre las cuales influye a la vez
que es influido, estableciendo una relación bidireccional.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
12
3. IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES FAMILIA- ESCUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
13
La familia y la escuela son, como ya hemos comentado, los principales
contextos de socialización. La familia es el primer escenario social que encuentran el
niño y la niña, y sus miembros el espejo en el que éstos se verán reflejados por
primera vez. Por esto, la familia constituye el contexto de socialización más
importante, especialmente durante los primeros años de vida.
La familia introduce a sus hijos en las relaciones íntimas de apego afectivo y
personal, es el primer grupo referencial del niño y la niña, el primer contexto cuyas
normas y valores adopta como propias y a la cual se refiere para emitir juicios sobre si
mismo. De esta manera, el núcleo familiar constituye el grupo original primario más
importante para la mayoría de los niños y niñas.
Las intensas experiencias sociales que ocurren en el seno de la familia son la
base de los posteriores estilos de apego afectivo y de la personalidad, base sobre las
que se construirán las experiencias como adolescentes o adultos. En este sentido, la
familia es responsable del proceso de transmisión cultural inicial cuyo papel consiste
en introducir a los nuevos miembros de la sociedad en las diversas normas, pautas y
valores que posteriormente le permitirán vivir autónomamente en sociedad.
No nos es extraño, por tanto, encontrar en la Declaración de los Derechos
Humanos de la ONU, que desde 1984, se estipula que padres y madres, tienen la
principal responsabilidad en la educación de sus hijos e hijas (Artículo 26 punto 3).
La escuela, como institución pública está obligada a fomentar y mejorar la
calidad de esa educación mediante la participación y cooperación con las familias, una
vez comprobado que es el factor más importante en el adecuado proceso de
aprendizaje del alumnado (Siles, 2003).
Uno de los aspectos que conocemos por lo que es imprescindible esa
adecuada relación, es de tipo afectivo, ya que está comprobado que para los niños y
niñas es muy importante sentir que los adultos significativos que le rodean (familia y
profesorado) mantienen contactos positivos entre ellos. Los datos muestran que los
niños y niñas que tienen una experiencia positiva en relaciones de tipo cooperativo y
mantienen relaciones positivas con los adultos, presentan menos riesgos en el
desarrollo, tanto en la institución educativa como fuera de ella (Parra y Sánchez, 2002;
Wentzel, 1998).
La mayoría de los autores coinciden en que la orientación familiar debe
generarse mediante un proceso sistemático y programado que mejore el conocimiento
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
14
del sistema familiar por parte de los padres, y que entrene las habilidades necesarias
para incrementar la calidad de las relaciones entre sus miembros.
La interacción entre las familias y las instituciones educativas es concebida
desde una perspectiva sistémica, en la que los individuos influyen pero a la vez son
influidos por los demás miembros de los sistemas (Ríos, 1994).
Desde esta perspectiva, se entiende que la orientación educativa y
asesoramiento familiar ayuda y estimula a los padres a comprender y proporcionar a
sus hijos afectos y guía, a la adecuada formación de hábitos de conducta y al
desarrollo constructivo y cooperativo de un sistema de valores. Todo ello con el
objetivo de fomentar en los hijos el desarrollo de una autoestima positiva, capacidad
de cooperación, auto-responsabilidad, y capacidad de tomar decisiones propias,
características personales necesarias para un desarrollo psicosocial sin problemas
(Martínez González, 1999).
En esta dirección podemos citar un reciente estudio (Nordahl 2006), en el que
se nos muestra que los dos factores básicos que influyen en los logros académicos del
alumnado son el nivel educativo de los padres y madres y la calidad del trabajo
cooperativo entre familia y escuela.
Si, como ya hemos apuntado, la crianza y la educación de los niños y niñas es
responsabilidad de los padres y madres, la función de la escuela es apoyar a las
familias en estas dos tareas. Este asesoramiento familiar para que desarrollen apoyo
social y académico al proceso de enseñanza aprendizaje de sus hijos, influirá
positivamente sobre los sentimientos de competencias de los discentes, el interés por
las materias escolares, el rendimiento académico, y el sentimiento de seguridad en si
mismo (Coleman et al. 1996; Wentzel, 1998).
Pero esta necesaria interrelación no es tanta ni tan buena como podría ser.
Muchos padres y madres creen que no tienen por qué intervenir en las tareas y
actividades escolares. Consideran que es responsabilidad del profesorado.
Este hecho es evidentemente perjudicial ya que, como se ha señalado
frecuentemente, la participación activa de las familias en la escuela incide de forma
positiva en el rendimiento académico, las habilidades sociales, la autoestima, el menor
absentismo, los hábitos de estudio y las actitudes positivas hacia la escuela del
alumnado. También las familias mejoran de esta forma sus actitudes hacia la escuela,
hacia el profesorado y hacia sí mismos. Cuando la comunicación familia-escuela es
fluida, los profesores perciben también una mayor competencia en sus actividades y
un mayor compromiso con el currículo académico y con el niño/a (Musitu y Cava,
2001).
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
15
La situación general en la relación familia-escuela no es satisfactoria. Las
escuelas, a veces, no están interesadas por las familias que toman demasiada
iniciativa. Eso hace en algunos casos, que las familias no perciban con claridad las
expectativas que la escuela tiene sobre su papel en la relación y cooperación. Desde
las familias puede sentirse que el profesorado tiene el poder institucional. Por tanto, la
comunicación y asesoramiento familiar basado en el apoyo social y educativo es
crucial. Para evitar pues, estas disfunciones entre sistemas, la retroalimentación desde
el centro educativo hacia las familias debería ser acertada y funcional. (Nordahl,
Sørlie, Manger yTveit, 2005).
Desde el modelo ecológico (Bronfenbrenner,1979) "el desarrollo infantil se
puede ver favorecido por la participación en contextos diversos en los que el niño
tenga la posibilidad de participar en otras estructuras sociales, realizar actividades
diferentes y establecer relaciones con otras personas....el hecho de que hogar y
escuela no presenten una uniformidad total desde el punto de vista de las actividades
y exigencias que se plantean al niño, puede tener unas consecuencias positivas para
el desarrollo, ya que cada situación puede facilitar la adquisición por parte del niño de
diferentes habilidades y competencias "(Oliva y Palacios , 1998).
Desde esta perspectiva, las sinergias entre familia y la escuela estimulan el
desarrollo integral del niño porque recibe influencias complementarias de estos
contextos educativos diferentes. Sin embargo, esta complementariedad puede
romperse o en el peor de los casos ni siquiera existir, si los desencuentros son
significativos entre estos dos contextos de socialización. El déficit de coherencia entre
los valores propugnados por cada sistema, las experiencias vividas en cada contextos,
las formas de interacción y conductas reforzadas en la escuela y la familia, puede
acarrear conductas de inadaptación social que distorsionen el normal desarrollo del
niño.
En cuanto a las razones por la que las familias no participan en la relación
familia-escuela, podemos observar que:
1. Algunas familias tienen niños pequeños y nadie que los atienda por la tarde cuando
tendrían que acudir al centro educativo.
2. Hay bastantes familias en los que la pareja tienen turnos de trabajo de mañana y
tarde.
3. Familias que, simplemente, no consideran importante asistir a las reuniones.
5. El estrés y los problemas, que impiden mayor dedicación familiar.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
16
6. Familias que por un déficit de habilidades sociales, no se sienten seguras y
cómodas en las reuniones escolares.
7. A veces no entienden suficientemente el lenguaje docente curricular.
8. Algunas familias piensan que la escolaridad es un tema que concierne
exclusivamente a los docentes.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
17
4. PAUTAS EDUCATIVAS DE LAS FAMILIAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
18
Muchos han sido los estudios en el marco de la investigación educativa que
han investigado las estrategias de socialización familiar.
Los primeros estudios consideraban a la familia como una sociedad en
miniatura por lo estaban impregnados de tintes sociopolíticos que eran más o menos
valorados según la época y el régimen político imperante.
Eleanor Maccoby (1980), hizo una revisión histórica exhaustiva, sobre los
múltiples estudios y aproximaciones empíricas al conocimiento de las estrategias de
socialización familiares, dentro de los cuales es preciso mencionar por su relevancia y
actualidad, los estudios llevados a cabo por Baldwin y sus colaboradores (1945,1949)
y Diana Baumrind (1967, 1971, 1973), acerca de las pautas de control educativas
familiares y su efectos sobre sus hijos e hijas.
En este contexto Baldwin (1945, 1949), estudió el comportamiento de los
padres teniendo en cuenta la tolerancia y el control, distinguiendo, según
predominaran unas actitudes u otras, un estilo democrático y otro autoritario. Los
resultados de estudios afirmaban que los hijos de padres tolerantes presentaban una
mayor tendencia a la curiosidad, al inconformismo y desobediencia y que, por el
contrario, un estilo autoritario, basado en la intolerancia, castigo o inflexibilidad en las
normas, daba lugar a hijos respetuosos, adaptativos, carentes de curiosidad y
espontaneidad. Más adelante el estado de la cuestión evoluciona hacia perspectivas
más científicas buscando criterios estables de eficacia psicosociales frente a los
antiguos e inestables criterios sociopolíticos.
Entre los intentos por sistematizar dichas estrategias de socialización cabe
destacar la tipología aportada por Baumrind (1973) y su reformulación posterior por
MacCoby y Martin (1983), así como la clasificación de Hoffman (1970).
Baumrind estableció tres tipos de estrategias de socialización que se han
convertido en las más citadas: estilo autoritario, permisivo y autoritativo.
Los padres y madres autoritarios mantienen un control severo y emplean
castigos, amenazas y continuas prohibiciones sobre las conductas de sus hijos
haciendo imponer de esta manera, el cumplimiento de las normas familiares.
Los progenitores de estilo educativo democrático no buscan imponer las
normas a sus hijos e hijas sino más bien explicar el porqué de estas y la conveniencia
de su cumplimiento. Suelen usar con adolescentes, la negociación y la cooperación.
Aunque establecen normas y piden a sus hijos e hijas que las sigan, este estilo se
caracteriza más por la guía y la orientación frente al estilo autoritario en el que destaca
la imposición.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
19
En cuanto al estilo permisivo, se caracteriza por la ausencia de cualquier tipo
de control, sin castigos y sin demandas.
MacCoby y Martin redefinen estos estilos en base a dos dimensiones:
afecto y control. El afecto se refiere al grado de sensibilidad y responsividad de los
padres y madres ante las necesidades emocionales de sus hijos y el control a las
demandas y nivel de exigencia que los padres y madres imponen a sus hijos.
Combinando ambas dimensiones en un cuadro de doble entrada, tal y como muestra
la tabla 1., obtenemos los cuatro estilos propuestos por estos autores: democrático,
autoritario, indulgente e indiferente.
Responsividad
Exigencia
Alta
Baja
Alta
Estilo democrático
Estilo autoritario
Baja
Estilo indulgente
Estilo negligente
Tabla 1. Reformulación de MacCoby y Martín (1983) de los estilos educativos de Baumrind.
El estilo permisivo se desglosa en esta última clasificación en los estilos
indulgente y negligente, este último con importantes connotaciones de maltrato.
Por su parte, Hoffman (1970) aporta una clasificación sobre las estrategias
disciplinarias parentales entre las que distingue los siguientes tipos: la afirmación de
poder, la retirada de afecto y la inducción.
La afirmación de poder es parecida al estilo autoritario de Baumrind. La retirada
de afecto consiste en ignorar al niño sin hablarle ni escucharle como consecuencia del
enfado parental y en muestra de la desaprobación de sus conductas. La inducción es
la que favorece conductas más positivas, motivadas y autorreguladas por parte del
niño, a partir de la explicación y el razonamiento sobre normas y principios. Los dos
primeros estilos, suponen medidas más directas e impositivas de control y conducen al
niño hacia una heterorregulación más que hacia una autorregulación.
Según el modelo tradicional de socialización, las estrategias de socialización
parentales asociados a cada tipología generarán consecuencias en la conducta de los
hijos que no se limitarán a los años de la infancia, sino que se extenderán hasta la
adolescencia y la juventud (Baumrind, 1991; Musitu y Cava, 2001).
Frente a la autoridad rígida y la permisividad sin compromiso, el estilo
democrático permite un diálogo de las normas y una aceptación de las reglas en las
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
20
relaciones interpersonales con participación de todos en su implantación. Es el estilo
asociado con el éxito académico según los estudios. Dornbusch y cols. (1987)
confirmarán estos resultados en adolescentes, aunque hallan diferencias entre etnia
familiar y el sexo.
Son múltiples los trabajos sobre las prácticas educativas de las familias y su
influencia en el desarrollo infantil, realizadas tanto desde la Pedagogía, la Sociología,
la Psicología social y la Psicopatología. La conclusión desde todos los modelos es
que los padres son la base para el adecuado desarrollo de la personalidad del niño y
posibilitan un conjunto de actitudes sociales básicas. Los datos obtenidos por
diferentes estudios al comparar distintos estilos de socialización parental (estilo
autoritario, estilo no restrictivo o permisivo y estilo autoritativo o democrático),
muestran que los hijos e hijas de padres democráticos, comparados con los de padres
permisivos o autoritarios, son más maduros y competentes. Las investigaciones
confirman que en las familias en que se prestan atenciones y cuidados a las
necesidades de niños/as y se exigen ciertos niveles de control y madurez, se
desarrollan en los hijos e hijas, motivación de logro y auto expectativas de eficacia, se
facilita el ajuste y relación social y familiar del niño y se fundamenta una adecuada
autoestima y autoconcepto (Torío, S., Peña, J.V. & Inda, M. 2008).
Desde una perspectiva básicamente clínica, se sabe de las consecuencias
claramente psicopatológicas de ciertos patrones educativos.
Según el DSM-IV (APA, 2000), manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales, estas pautas educativas consideradas peligrosas serían cuatro:
1. Baja implicación y supervisión: los padres desconocen las actividades que hacen
sus hijos y con quién las hacen. Incluso en el caso de conocer que su hijo tiene
amistades peligrosas, se consideran incapaces o indiferentes para impedirlo o
controlarlo.
2. Disciplina incoherente: Los padres no mantienen un estilo educativo coherente,
localizado de manera individual o por falta de acuerdo entre padre y madre en cuanto
a las normas, e incluso las dos situaciones juntas. Los hijos e hijas captan los puntos
débiles y la dinámica de ambos, aprovechándose y manipulando.
3. Disciplina rígida e inflexible: con un marcado carácter unidireccional. No hay
negociación, ni diálogo, ni razonamiento. Se actúa de la misma forma indistintamente
del problema, gravedad de la infracción o edad de los niños.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
21
4. Disciplina colérica y explosiva: El caso más extremo es el maltrato infantil. Se
utilizan estrategias como pegar, gritar, amenazar, produciendo en el niño un aumento
de probabilidad de ocurrencia de conductas desafiantes y agresivas o por el contrario
de extrema sumisión.
La principal crítica que ha recibido el modelo clásico de socialización, es el
carácter de exclusividad y unidireccionalidad que presenta. El primero, cuando ignora
otros factores antecedentes, contemporáneos e incluso posteriores a las estrategias
de socialización familiar y en relación al carácter unidireccional, cuando obvia otros
procesos intrafamiliares de socialización que pueden estar ocurriendo.
La consideración de estos factores adicionales al modelo clásico de
interpretación de la socialización familiar enriquece el modelo explicativo desde una
visión ecosistémica.
Estudios recientes (Ceballos y Rodrigo, 1998; Palacios, 1999), han destacado
la debilidad de algunos presupuestos implícitos en el modelo tradicional de
socialización familiar relacionadas con las limitaciones señaladas anteriormente,
destacando como puntos débiles de la explicación del modelo clásico que:
• Las estrategias de socialización en las familias presenten un mimetismo en
diferentes situaciones.
• Las prácticas educativas que los padres y madres desarrollen tengan la
misma influencia independientemente de las características psicológicas de
sus hijos o hijas, como receptores de esas estrategias.
• Las estrategias de socialización sean igualmente convenientes o
inconvenientes independientemente de la edad de los hijos o hijas.
• Las pautas educativas de padres y madres sean percibidas sin
interferencias por hijos e hijas y además, asimiladas con la misma nitidez.
• La utilización de una u otra estrategia de socialización sea el resultado de una
decisión consciente y deliberada.
A partir de estas limitaciones apuntadas, Palacios (1999) propone ampliar el
análisis más clásico añadiendo las siguientes variables:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
22
1) Las características de la situación.
Parece más plausible considerar la hipótesis de que un mismo estilo
educativo puede tener manifestaciones conductuales algo diferentes en
función de la situación y de su interpretación. Siendo así, el estilo de
socialización parental tendrá una expresión matizada por los distintos
contextos y/o por la interpretación que hagan los padres y madres de estos,
aunque esa matización no contradiga el carácter predecible de las
estrategias socializadoras parentales y la manera típica de reaccionar a
determinados acontecimientos y sucesos por parte de padres y madres
(Grusec y Goodnow, 1994).
2) Las características psicológicas de los hijos e hijas.
Si el enfoque conductista de la Psicología nos demostró hace tiempo que
nuestras conductas están moldeadas por las respuestas que recibimos, no
tiene sentido dejar fuera de esta premisa experimental las interacciones
parentales con sus descendientes. Por tanto, más que una socialización en
vertical de arriba abajo, el producto socializador resultante será fruto de una
construcción conjunta y circular de la interacción, en la que las conductas
de unos modifican las de los otros y a la inversa.
3) La edad del destinatario.
La edad de los hijos es otra variable importante que moldea la construcción
conjunta de las pautas educativas familiares.
Es lógico que cuando los hijos e hijas son pequeñas las pautas educativas
tengan que ser más directivas que cuando hablamos de la educación de
adolescentes, donde el estilo educativo democrático es el más adecuado
debido a las posibilidades y disposiciones cognitivas y emocionales propias
de la edad de éstos. Por ejemplo, una conducta indeseable no despertará la
misma emoción en un niño pequeño que en uno mayor, ya que la primera
tenderá a interpretarse más en términos situacionales y la segunda en
términos disposicionales (Dix, Ruble, Grusec y Nixon, 1986). De esta
manera, la adecuación de las estrategias socializadoras de los progenitores
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
23
a la edad de sus hijos e hijas, se nos muestra como una cuestión de
eficacia de sus pautas educativas.
4) La percepción y aceptación de las estrategias educativas familiares por parte
de los hijos e hijas.
Los estudios de Grusec y Goodnow (1994), han demostrado que la
interiorización de las pautas socializadoras no es mimética, sino que estará
determinada por tres componentes:
• La percepción que el niño tiene de las intenciones parentales. Lo cual
tendrá que ver con la claridad o “legibilidad” de los mensajes educativos
(Ceballos y Rodrigo, 1998), la capacidad del niño para interpretarlos en
función de su nivel evolutivo, así como de los sesgos interpretativos
debidos al estado emocional de cada situación y contexto de
interacción.
• El grado de aceptación de dichos mensajes, que está condicionado
básicamente por la legibilidad descrita en el apartado anterior así como
por la calidez de las interrelaciones familiares.
• La construcción conjunta, razonada y justificada de las pautas educativas.
5) La influencia que ejercen otros contextos de socialización en la vida del
niño/a; como las relaciones fraternas (Arranz y Olabarrieta, 1998), la escuela
(Oliva y Palacios, 1998) y el grupo de iguales (Moreno, 1996, 1999ª, 1999b;
Schaffer, 1986).
A estas alturas del análisis, ya ha de quedarnos claro que el proceso de
socialización familiar no resulta de un modelo lineal de interacciones educativas sino,
más bien, de un conjunto de procesos recíprocos, cuyos significados son fruto de una
construcción conjunta dependiente de factores sobre todo parentales que están
sujetos a variables contextuales e interpersonales. De esa manera toda evaluación
previa a una intervención familiar deberá sopesar los aspectos interactivos y
sistémicos comentados.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
24
Podemos concluir también que es más real evaluar estilos y estrategias
educativas familiares como tendencias reconocibles y predecibles de pautas
educativas familiares. Maneras que se moldearán en función de las personas y de las
situaciones. Dicho de otra manera, podríamos decir que el desarrollo de los niños y las
niñas se ve influenciado por un contexto familiar y que recíprocamente ellos moldean
su entorno de desarrollo, a través de sus características psicológicas y del estilo de
interacción que mantienen (Lerner y Steinberg, 2004).
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
25
5. INTERVENCIÓN Y ASESORAMIENTO A FAMILIAS DESDE LA
PERSPECTIVA ECOSISTÉMICA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
26
El asesoramiento familiar en contextos educativos, debe hoy en la actualidad,
ser consciente del continuo cambio que se está produciendo en la estructura familiar
nuclear, de la problemático aumento de la conflictividad escolar y de la creciente
pérdida de sintonía entre familia-escuela, parece por tanto importante analizar las
prácticas educativas y estrategias de socialización utilizadas con más frecuencia en
cada familia, antes de diseñar cualquier intervención.
Desde esta perspectiva del modelo de socialización familiar como construcción
conjunta, podemos partir de una dimensión relevante para el estudio de la interacción
familiar, a saber, los entornos educativos familiares o escenarios de actividad conjunta,
y la calidad que dichos escenarios o entornos proporcionan al proceso de desarrollo
de los hijos e hijas.
El análisis de estos escenarios educativos cotidianos se interesa por las
interrelaciones que se promueven y facilitan en el contexto familiar del niño.
La intervención y el asesoramiento a familias que estamos proponiendo, se
encuadra en un modelo ecológico sistémico fundamentado en la necesidad de
contextualizar no sólo la acción orientadora, sino el trabajo y las actuaciones concretas
de cada uno de los profesionales implicados, al mesosistema y al microsistema
educativo, con el objetivo puesto en la mejora de las relaciones de las personas que
forman parte, se forman y trabajan en cada comunidad educativa.
En el asesoramiento familiar desde contextos educativos pueden intervenir
profesionales provenientes de ámbitos disciplinarios como: psicólogos, pedagogos,
educadores sociales, profesorado, etc…
La Escuela de Milán ha sido pionera, con Selvini Palazzoli (1987), en presentar
un proyecto para intervenir en el contexto escolar a través de las líneas básicas del
Modelo Sistémico. Considera que la figura del Orientador debe convertirse en un
“agente mediador” de los sistemas familia–escuela con un objetivo claro de
optimización de los proceso incluidos en el mesosistema.
En nuestro país, podemos citar como ejemplo de modelo de intervención
global, sobre toda una institución educativa, el de Mª del Pilar Berzosa (2007),
expuesto en el Proyecto JUGAE (Juntos Ganamos en Eficacia), desarrollado en un
centro escolar de Jerez de la Frontera.
4.1. Niveles de interacción.
Ya en otro trabajo anterior (Coronado-Hijón, 2002) proponíamos tres niveles de
interacción-intervención:
a. Nivel de información-cooperación.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
27
b. Nivel de asesoramiento-orientación.
c. Nivel de formación-prevención
a. Nivel de información-cooperación.
Para analizar los componentes integrantes en este nivel vamos a utilizar la
clasificación de Thomas Nordahl (2006):
Niveles de información:
Nivel 1: Intercambio de información.
Nivel 2: Dialogo, comunicación y discusión sobre aspectos que conciernen al
alumnado.
Nivel 3: Contribución e influencia: toma de decisiones conjuntas.
Niveles de cooperación:
Nivel 1: Cooperación directa: entrevistas y acuerdos entre alumnado-familia-
escuela
Nivel 2: Cooperación representativa, implica participación en organizaciones de
padres y madres.
Nivel 3: Cooperación indirecta, implica todas las tareas que la familia realiza
diariamente en casa para ayudar en el proceso de aprendizaje de sus hijos e
hijas.
En nuestro análisis mezclaremos los niveles de información y cooperación con
la creencia de que es así como se dan en la realidad.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son una
herramienta importante para establecer cauces de información, comunicación y
cooperación, sobre todo las herramientas y soportes interactivos surgidos dentro de lo
que se denomina la web 2.0. Por tanto, haremos alguna alusión aunque escueta, a las
herramientas TIC disponibles para los objetivos propuestos.
Como ejemplo de lo que estamos comentando, podemos destacar el Servicio
Integral de Atención a la Comunidad Educativa a través de Internet de la Junta de
Andalucía en España, denominado “PASEN”. Esta plataforma se sustenta en una
aplicación web que actúa como un canal más de comunicación y que ofrece a todos
los miembros de la de la Comunidad Escolar, la ventaja de mantener un diálogo fluido
y cotidiano, aún para aquellos/as que por diversas cuestiones, ya sean personales,
laborales o de cualquier otro origen, no puedan llevarlo a cabo físicamente.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
28
En resumen y en cuanto a los niveles de información y cooperación, podemos
citar los seis pasos que Epstein (2001) sugiere en la colaboración entre familia y
escuela:
o Asesoramiento familiar en cuestiones de crianza.
o Información a las familiar sobre materias escolares así como del desarrollo del
proceso de enseñanza aprendizaje de sus hijos o hijas.
o Fomentar la asistencia de las familias al centro educativo y a participar en
actividades docentes y complementarias.
o Informar a las familias sobre la planificación y hábitos de estudio en materias
escolares.
o Fomentar la participación de las familias en la toma de decisiones sobre temas
que conciernen a sus hijos e hijas, a diferentes niveles en la escuela.
o Aprovechar los recursos del barrio en los centros educativos: coordinar los
recursos sociales y los servicios para el alumnado y las familias.
Como ejemplos concretos de los niveles 1 podemos citar “las entrevistas
familiares” y destacar los siguientes momentos; desde la acogida en el centro
educativo hasta el final de cada Etapa educativa.
En la incorporación al centro educativo:
El primer contacto es grupal y se lleva a cabo dentro de las actividades
previstas en el Plan de Acción Tutorial en “las jornadas de acogida al centro”.
En estas entrevistas grupales se pretende aportar la información necesaria
para la buena integración de las familias en el centro educativo. Estas
reuniones grupales son dirigidas y organizadas por el equipo directivo y
departamento de orientación en una sesión inicial de acogida donde se
presentan los aspectos generales del centro y posteriormente las familias se
incorporan a una segunda reunión donde desde cada tutoría se informa de
aspectos más concretos referentes al grupo clase correspondiente. En esta
primera fase se solicitará a las familias su participación activa en los tres
niveles de cooperación: cooperación directa, representativa e indirecta.
Estos encuentros iniciales se centran fundamentalmente en un intercambio
de información.
Cohen (1974) subraya la responsabilidad de los docentes ante la relación
familia-escuela y recomienda los siguientes componentes donde sustentar una
adecuada colaboración:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
29
1. Predisposición a recibir información de los padres con respecto a su hijo/a.
2. Comunicar su dedicación en cuanto a la ayuda en el aprendizaje del hijo.
3. Comunicar su deseo de cooperar con los padres.
4. Escuchar las inquietudes de las familias y sus expectativas referentes a sus
hijos.
5. Comunicar un interés en una educación complementaria en el hogar.
6. Explicar los objetivos y programas en clase para los niños y padres.
7. Informar sobre el progreso de los educandos.
8. Ofrecer ideas para un posible uso en el hogar con el fin de ayudar en el
aprendizaje de los hijos.
9. Hacer uso de la información e ideas de los padres.
A lo largo del curso:
Desde la tutoría debe concertarse para cada grupo y curso escolar, al
menos una entrevista con cada familia. Además, como es obvio, cada familia
podrá solicitar al tutor o tutora y/o departamento de Orientación, las entrevistas
que estime oportunas.
Entre los acuerdos, podemos destacar los contratos relativos a
“compromisos educativos” y a “compromisos de convivencia” y que se situarían
dentro del nivel 1 de cooperación que aludíamos anteriormente. Estos
acuerdos consensuados son los más frecuentes y tienen como objetivo mejorar
el proceso de enseñanza aprendizaje desde el compromiso mutuo entre
docentes, discentes y familias sobre aspectos de mejora en los que cada sector
aludido (profesorado, alumnado y familia) se hace responsable de la
optimización de algún aspecto del proceso de enseñanza aprendizaje. Estas
cuestiones sobre los que se realiza el compromiso tienen que responder a una
evaluación previa de aspectos deficitarios susceptibles de mejora y deberán
explicitarse por escrito, así como el compromiso firmado por los tres sectores
implicados. Muy parecido al “compromiso educativo” es el que hace referencia
a los problemas de “convivencia” del alumnado en el centro educativo que
estará más centrado en las condiciones necesarias para que se pueda
desarrollar el adecuado proceso de aprendizaje, en cuanto a actitud,
motivación y disruptividad. También puede utilizarse después de efectuar un
proceso de mediación en conflictos entre iguales. Todos los compromisos
consensuados deberán contemplar y especificar momentos de revisión, en los
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
30
que se analizarán las mejoras conseguidas, las dificultades encontradas y las
posibles soluciones.
Estas entrevistas presentarán claramente los tres niveles de información:
intercambio de información, comunicación y discusión sobre aspectos que
conciernen al alumnado y toma de decisiones conjuntas. Por esta cuestión
volveremos a retomarla más adelante en el nivel de intervención relativo al
asesoramiento.
En la promoción de curso:
Conforme avanza la escolaridad, los contenidos se diversifican y las familias
necesitan orientación educativa acerca de las distintas opciones formativas que
se le ofrecen al alumnado en función de sus intereses y necesidades
educativas.
Esta orientación académico profesional ha de ser recogido en un documento de
“consejo orientador”, elaborado de manera sistémica desde el microsistema del
equipo educativo y que dentro de las relaciones a nivel del mesosistema se
hará llegar al microsistema de las familias para llegar a toma de decisiones
conjuntas.
Es preferible que la orientación académico profesional se sustente en un
abordaje mediante programas psicoeducativos basados en la adquisición y
confrontación de información relevante y basado en un proceso sistémico,
interactivo y cooperativo que busque el desarrollo en la madurez vocacional
mediante el desarrollo de la competencia de aprender a aprender (Coronado
2004, 2008).
b. Nivel de asesoramiento-orientación.
El enfoque sistémico constituye además de un modelo explicativo y de
evaluación, como hemos visto, un enfoque para fundamentar la intervención familiar.
Al considerar a la familia como un sistema, la percibimos como una globalidad
con identidad propia y diferenciada del entorno, con su propia dinámica interna que
autorregula su continuo proceso de cambio. Pero las relaciones con otros sistemas
circundantes (mesosistema) facilitan la mejor comprensión del funcionamiento de la
familia y permite conocer otras fuentes de recursos reales o potenciales de mejora.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
31
De manera general, Berzosa Grande, Ríos González y G. Rodríguez, (2001)
proponen para el asesoramiento del profesional sistémico las siguientes cuestiones:
Realizar una análisis exhaustivo de las distintas interacciones que sirven de
base al problema para comprenderlo bien y preparar las actuaciones
pertinentes. Este análisis estaría vertebrado alrededor de “entrevistas
circulares que clarifiquen las diferencias de percepción del problema y que se
centren en cómo ocurren las cosas, sin importar el por qué de las mismas”
(Dowling y Osborne, 1996).
Elaborar una hipótesis (Selvini, 1987) no reduccionista, con un enfoque
contextual más allá del alumno y que abarque el contexto familiar y escolar.
Establecer la modalidad de intervención dentro de las posibilidades del centro y
de la naturaleza de la demanda. Dowling y Osborne (1996) describen seis
modalidades posibles:
Intervención conjunta familia familia-escuela en conexión con un
referente individual. Dowling (1996) la expone con relación al alumnado
que presenta dificultades de aprendizaje relacionadas con la
inadaptación escolar en la adolescencia.
Contacto inicial con la familia y con el centro educativo, centrando la
intervención en la familia, junto a consultas con los miembros más
relevantes del personal docente.
Intervención continua en el centro educativo dirigida tanto a familias
como a profesorado, para abordar los problemas en y desde el contexto
escolar mediante el entrenamiento en habilidades en la resolución de
problemas.
Una intervención familiar de base sistémica en un contexto educativo.
(Dawson y Hugh, 1996).
Orientación familiar desde el centro educativo.
Creación de un departamento de orientación familiar en el centro
educativo que posibilite las entrevistas especializadas con las familias
cuando se estime conveniente por algunos de los miembros de los dos
sistemas.
Resumiendo las opciones descritas, la modalidad de intervención preferente
desde el modelo en el que estamos situados, es la de una intervención sistémica,
continua y preventiva, cuyos pilares se sustentan en un modelo de actuación por
programas más que asistencial. Actuación preferente que no puede ser exclusiva y
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
32
que tendrá que prever actuaciones reactivas a problemas dados mediante entrevistas
especializadas con familias.
La entrevista familiar es un espacio de comunicación sustentada en un clima
cálido y empático que favorece la confianza y el establecimiento de estrategias de
solución de problemas mediante alianzas y acuerdos programados y evaluados.
Las fases clásicas de la entrevista son:
Inicial: donde tiene lugar la presentación, la creación de un clima de
confianza y empatía y la definición del problema.
Central: donde se desarrolla propiamente la entrevista, se procede al
intercambio de información y a la búsqueda de soluciones y
compromisos.
Final: al terminar la entrevista hay que explicitar una síntesis final y
programar las siguientes sesiones de seguimiento,
Como método general, no excluyente, para el abordaje de las disfunciones y
dificultades encontradas es muy útil utilizar la metodología o entrenamiento de
“solución de problemas”, que es una estrategia de intervención estructurada en fases
con el objetivo de servir de guía en la resolución de problemas.
Los pasos propuestos por D'Zurilla y Goldfried son:
Definir el problema.
Cada miembro de la familia expone una explicación de forma precisa y en términos
concretos, en la que explicita su punto de vista del problema. Es conveniente que
al finalizar la exposición de cada uno, los demás repitan con sus palabras lo que
han entendido, para comprobar que se ha recepcionado correctamente el mensaje.
Desarrollar posibles soluciones.
Todos deberán proponer, por turnos, distintas soluciones al problema, sin
prejuicios.
Valorar las alternativas.
Llevar a cabo una votación de las distintas soluciones propuestas entre todos los
miembros, teniendo en cuenta las ventajas y desventajas posibles.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
33
Tomar una decisión y llevarla a la práctica.
Finalmente se deberá decidir en relación a la solución consensuada; quién o
quienes lo harán, cuando, dónde y con qué tipo de evaluación para que la solución
sea realmente eficaz.
Evaluar los resultados.
No antes de dos semanas, se hace una evaluación grupal de los resultados
Reiniciar el proceso si la solución ha sido valorada como ineficaz o injusta.
Siguiendo con los aspectos de la entrevista familiar y en relación a la solicitud,
ésta puede surgir desde los tres subsistemas del mesosistema que conforma la
Comunidad Escolar (alumnado, profesorado y familias). Toda solicitud de entrevista
deberá encauzarse a través de la tutoría, desde donde se hará llegar al profesional
asesor orientador una solicitud en la que deberá constar al menos; los datos
personales del alumno o alumna y de su familia, datos evolutivos y escolares
destacables, quién ha solicitado la entrevista, motivo por el que se solicita y
observaciones del tutor o tutora. Es muy conveniente concertar una cita previa con el
tutor o tutora en la que mediante una entrevista abierta podamos ampliar datos e
información sobre el alumnado y la familia, antes de la entrevista familiar.
Fishman (1990) nos propone cuatro dimensiones sobre las que articular la
entrevista:
acontecimientos cercanos importantes
antecedentes
estructura e interacciones familiares
estilo parental predominante
Estas entrevistas requieren de técnicas específicas como las usadas en terapia
familiar, las cuales pueden ser fácilmente adaptadas para nuestro fin (Ríos, 2003),
pudiendo destacar:
• Redefiniciones: consiste en devolver como un espejo y de manera resumida la
información y preocupaciones que nos expresan los padres y madres en la entrevista.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
34
Es un punto de partida fundamental, ya que clarificamos y contrastamos las
necesidades y dificultades familiares a mejorar.
• Connotaciones. Se trata de hacer explícito nuestra compresión sobre las actuaciones
paternas desde el principio que los padres y madres actúan lo mejor que saben y que
cuando sepan hacerlo de otra manera más eficaz, lo harán. Esta técnica consigue una
adecuada adherencia al consejo orientador y evita los abandonos y la poca
colaboración para la mejora de estrategias educativas parentales.
• Prescripciones indirectas. Consisten básicamente en un proceso instruccional
dotando a las familias de nuevas y más funcionales estrategias de actuación. Éstas
han de presentarse como hipótesis de trabajo para la experimentación de resultados
más que instrucciones directas de actuación familiar y deben estar centradas en los
problemas específicos que tratamos para conseguir una mejora posible y que vaya de
lo particular a lo general.
Como hemos apuntado, los estilos educativos que ya analizamos previamente
(Baumrind, 1973; Hoffman, 1970; MacCoby y Martin, 1983), influyen significativamente
en la manera como la familia responde a las casuísticas de cada uno de sus miembros
y de ella misma en su conjunto.
La evaluación de las dimensiones y los estilos de socialización parental que
prevalecen en una familia es una tarea compleja debido fundamentalmente a dos
cuestiones: la ingente cantidad de factores y variables de análisis que comprende así
como las dificultades procedimentales que conlleva este análisis. Dos son,
principalmente, los métodos de evaluación de las estrategias de socialización parental:
la observación directa y el uso de escalas o cuestionarios.
Si a priori, el primer método puede parecernos más objetivo y realista, no es
posible siempre su utilización evaluativa, por lo que es más frecuente el uso de
entrevistas, cuestionario o escalas.
Como ejemplos de estos cuestionarios y escalas que, desde un enfoque
multidimensional, tienen como objetivo evaluar los procesos de socialización familiar
podemos citar los propuestos por: Palacios (1994); Fuentes, Motrico y Bersabé (1999);
Magaz y García (1998); Musitu y García (2001b); Oliva, Jiménez-Morago, Parra y
Sánchez-Queija , 2008), Equipo EIF (2008), entre otras.
En cuanto a si debemos de recabar información exclusivamente de los
progenitores y/o de sus hijos e hijas, algunos autores han criticado la recogida de
información exclusivamente parental por considerar que éstos pueden no ser
totalmente conscientes de algunos aspectos de su comportamiento o no querer revelar
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
35
determinadas conductas o estrategias educativas en temor al rechazo social. Por
tanto, parece necesario utilizar también a los hijos como fuente de información ya que
se ha comprobado experimentalmente que la percepción que éstos tienen de las
prácticas educativas de sus padres les influye más que las intenciones y creencias
educativas que tengan sus progenitores (Fuentes, Métrico y Bersabé, 2001).
Otro objetivo prioritario en la intervención familiar es la evaluación de las
interacciones familiares (Bateson, 1971).
Como sistema que es, la familia lleva consigo una estructura y una
organización que incluye unas reglas de interacción y una jerarquización de las
relaciones entre sus integrantes y con los sistemas exteriores.
Al hablar de estructura familiar ya se presupone que frecuentemente
encontraremos una o unas figuras que ejercen el liderazgo, las cuales ejercerán una
mayor influencia en la instauración y mantenimiento de las normas familiares. La
estructura familiar es asimétrica.
La funcionalidad del sistema es mayor cuando el liderazgo es democrático o
existe una autoridad flexible (Minuchin, 1984), mientras que las familias caóticas, en
primer lugar, y las rígidas y autoritarias en segundo lugar, generan modelos familiares
deficitarios e insatisfactorios.
Desde el modelo ecosistémico, los estudios de familia han de enfocarse a un
grupo de personas que presenta una identidad propia y un escenario común de
relaciones.
La familia, por tanto, ha de ser estudiada como lo que es, un sistema complejo
y autorregulado que presenta una estructura jerarquizada y unas normas que regulan
sus relaciones.
Aunque pueden ser varios los subsistemas estructurales o funcionales que
pueden darse dentro de una familia, encontramos dos subsistemas estructurales
básicos y bien diferenciados: la constelación fraterna y la pareja, ambos altamente
relacionados entre sí:
La Pareja: tras el nacimiento de los hijos, el subsistema conyugal ha de desarrollar
habilidades educacionales, nutritivas y de socialización. La pareja asume una nueva
función que tiene que complementarse a la conyugal.
La Fratría: referida a la relación con los padres y entre los hermanos. Es la base de
aprendizajes relacionados con la cooperación y competición tanto en relación con las
figuras de autoridad como entre los iguales.
Otros subsistemas: A veces, los abuelos o tíos que conviven en el mismo hogar u
otros sistemas relacionados.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
36
La interacción entre los hermanos está mediatizada por las relaciones de éstos
con los padres; mientras que las relaciones entre los progenitores a menudo son
mediadas por la interacción con los hijos (Arranz, 1989 y Arranz y Olabarrieta, 1998).
Esta estructura y organización familiar presenta límites internos representados
por las distintas reglas de conducta aplicables a cada subsistema familiar. La claridad
de los límites así como los alineamientos entre los miembros de una familia es un
parámetro útil para evaluar su funcionamiento.
Estos límites entre subsistemas varían en relación a su grado de
permeabilidad, pudiéndolos clasificar en difusos, rígidos o claros.
Límites difusos son aquellos difíciles de definir debido a su poca especificidad y
a su gran permeabilidad de información entre los subsistemas.
Límites rígidos son aquellos que se resisten a modificaciones y a adaptaciones
contextuales y evolutivas de la familia. La permeabilidad e intercomunicación entre los
subsistemas es la mínima expresión.
Límites claros son aquellos fácilmente definibles y a la vez modificables. Esta
característica dual imprime una cualidad semi-permeable, manteniendo diferencias
entre sistemas a la par que posibilitan intercambio de información.
En el continuo y variabilidad natural que pueden darse, en un extremo se
situarán las “familias aglutinadas” en las que puede observarse un excesivo nivel de
comunicación y preocupación, dando lugar a una diferenciación difusa entre sus
miembros, en familias donde terminan desapareciendo los límites. El resultado será
una pérdida de autonomía personal, reacciones bruscas y baja capacidad de
adaptación. En el otro extremo encontraremos “familias desligadas” con límites muy
rígidos en las que sus miembros tienen una mínima dependencia entre sí y sus
interacciones de apoyo se muestran solo en situaciones donde existe un nivel muy
alto de estrés (Haley, 1974; Minuchin & Fischman, 1992).
En la estructura familiar operan "alineamientos" de varios miembros para
resolver sucesos y problemas. Los alineamientos, por tanto, conforman la unión de
dos o más miembros del sistema familiar frente a un desafío o cuestión y pueden ser
funcionales o disfuncionales en función de que respeten o no los límites, los
subsistemas, y en relación a su duración.
Como es fácil de considerar, los límites claros comportan una estructura
conveniente para el funcionamiento familiar como en cualquier otro sistema.
Siguiendo el paradigma ecosistémico, estos límites además de coexistir entre
los subsistemas familiares también están presentes en las relaciones con otros
sistemas exteriores a la familia o incluso a la totalidad exterior. Este planteamiento
sistémico está basado en la explicación que nos da el Modelo Ecológico de
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
37
Bronfenbrenner (1987) para describir el desarrollo humano imbricado en un conjunto
de contextos superpuestos y que ya comentamos anteriormente.
Las relaciones familiares con el sistema escolar, donde también existen
subsistemas que configuran la comunidad escolar –equipo directivo, profesores,
alumnos y familias - deben establecer también, por tanto, límites claros de
interrelación.
Conseguir una buena relación entre familia y escuela será beneficioso para
ambos sistemas, pero las estructuras familiares rígidas y muy jerarquizadas presentan
importantes resistencias a cambios e influencias e intervenciones exteriores.
Moreno Ruiz, D., Estévez López, E., Murgui Pérez, S., y Musitu Ochoa, G.
(2009) han demostrado que las malas relaciones entre padres e hijos (conflictos
frecuentes, insuficiente comunicación familiar y afecto), influyen en las relaciones
sociales de los adolescentes con sus iguales y con el profesorado, en cuanto figura de
autoridad formal. En el trato con sus compañeros y compañeras, adolescentes con
estas carencias familiares no aprenden adecuadamente la habilidad empática, -ya que
ésta se fomenta con la expresión de sentimientos en la familia como primer contexto
de socialización-, debido a que sus progenitores no se muestran como modelos
adecuados. De esta manera, los adolescentes generalizan este tipo de actitudes a
otros contextos fuera del hogar, como la escuela, incrementando la probabilidad de
desarrollar comportamientos hostiles que obstaculizan la adecuada convivencia en el
contexto del aula.
La familia, por tanto, tiene también una destacable importancia en la desarrollo
de actitudes sociales. Un clima familiar negativo, puede distorsionar el desarrollo
psicológico y social del adolescente que desembocará en una percepción negativa
desde los adultos que forman su familia, hasta de los profesores y la escuela (Moreno
Ruiz, D., Estévez López, E., Murgui Pérez, S., y Musitu Ochoa, G. 2009).
Pero desde esta visión sistémica tenemos que entender que, si el estudiante se
siente considerado en la escuela y su participación es respetada y valorada, su actitud
hacia las figuras de autoridad formal cambiará a mejor y redundará en la mejora del
clima escolar y por ende, en el bienestar emocional de los adolescentes.
Los autores del estudio concluyen que evaluar la percepción que el
adolescente tiene de los diferentes sistemas y de las relaciones en los que se incluye,
se muestra como el objetivo de evaluación de necesidades previas ante el diseño de
estrategias preventivas frente a problemas de convivencia y conducta en la escuela,
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
38
de los que se habrá de generar técnicas específicas para la mejora de la convivencia
en los centros educativos.
Por tanto, se nos muestra imprescindible antes de iniciar cualquier
asesoramiento o intervención, evaluar si existen esquemas de interacción
disfuncionales. Para llevar a cabo tal análisis podemos analizar los siguientes patrones
estudiados por Fishman (1990):
Cismogénesis
Es el progresivo alejamiento entre las interacciones de los miembros familiares. En
ocasiones surge debido a la competitividad entre determinadas relaciones de simetría,
otras veces como resultado del sentimiento de discriminación e insatisfacción de
alguno de sus miembros. Por tanto, la ausencia de interés y desconocimiento de los
otros unas veces, la aparición de diferencias a las que se responde otras veces desde
la intolerancia, y la concurrencia de emociones negativas, son las causas más
frecuentes de alejamiento entre los miembros de la familia.
Es preciso destacar, no obstante que un distanciamiento moderado no solo no es
disfuncional, sino que puede ser aconsejable para favorecer la necesaria autonomía
entre los integrantes de cada familia, ya que de lo contrario se producirá lo que
Fishman (1990) denomina intrincación.
Intrincación.
Con este término se quiere hacer referencia a las relaciones que se caracterizan
por una excesiva proximidad entre sus miembros que llega a ningunear la necesaria
diferenciabilidad de cada uno de los miembros.
También aquí, como en casi todo en la vida, la moderación es lo deseable y por
tanto, una proximidad razonable no es disfuncional, sino que es, como sucedía en el
caso del distanciamiento moderado, la opción más deseable por la mayoría de las
familias a lo largo de todo su ciclo vital o en algunas etapas de ese ciclo (Beavers y
Hampson, 1995; Olson, 1991).
La rigidez.
Suele estar ostentada desde quien ejerce de “autoridad familiar” de manera
implícita o manifiesta.
El objetivo de esta actitud es el conservadurismo y el oposicionismo ante los cambios.
Debido a la sociedad tan cambiante que vivimos, esta actitud de rigidez es un claro
obstáculo para la funcionalidad familiar.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
39
Sobreprotección.
Es un tipo de interacción negativa que anula progresivamente la autonomía de la
persona protegida, generando en ésta sentimientos de baja competencia y
desvalimiento, y que incluso puede terminar en una relación de dependencia mutua, y
de reforzamiento conductual bidireccional o circular desde el que tiene la necesidad de
sobreproteger como del que necesita ser protegido.
Esta relación puede desembocar en patología clínica consistente en la anulación
del miembro familiar sobreprotegido, o bien en el brote de una crisis cuando la persona
dependiente busca una autonomía o se lo impone las circunstancias.
La negación.
Consiste en la negación o evitación de las relaciones conflictivas, permitiendo así
por omisión e indirectamente el afrontamiento y resolución de los conflictos existentes.
En estos casos, la acción familiar está más centrada en ocultar el conflicto que en
encontrar una solución satisfactoria. Consecuentemente a esta actitud se generaliza la
negación a todo tipo de emociones negativas contingentes, desde rivalidades, celos o
envidias, hasta abusos físicos o psicológicos, que tristemente observamos con
demasiada frecuencia son silenciados en la familia.
El enmascaramiento.
Sucede cuando se enmascaran determinadas patologías afectivas personales con
conductas obsesivas de limpieza y orden, por ejemplo, asume contradictoriamente un
rol de máximo interés por la familia, que esconde el rechazo y a menudo la intención
de hacerles sentir culpables.
El doble vínculo, es un tipo de enmascaramiento que con frecuencia aparece en
las familias con esta patología; se produce en las relaciones diádicas, y es una
ocultación de fuertes emociones negativas hacia el otro, aunque con apariencia
externa de afecto y protección. También se habla del doble vínculo cuando mandamos
a los hijos mensajes continuos y contradictorios de sumisión y autonomía (McGoldrik y
Gerson, 1993).
Una vez conocidos aquellos patrones disfuncionales que pueden afectar a las
familias se puede diseñar la intervención propiamente dicha. Basándonos en los
trabajos de Minuchin y Fishman (1992), entre otros, citaremos diferentes técnicas de
intervención:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
40
Establecimiento de límites.
Como ya comentamos, la clarificación de límites en las relaciones intrasistema
(familiares) e intersistemas (familia e institución educativa) blinda a la familia contra
dos patrones disfuncionales; de una parte evita la intrincación y de otra la posible
desvinculación de alguno de los miembros.
Representación.
Consiste en una contrastación con la familia de determinados patrones y pautas
educativas previamente observadas y evaluadas por el asesor familiar. Representarlos
e incluso dramatizarlos, posibilitará que se muestren los patrones disfuncionales
familiares, haciendo de esta manera más fácil su cuestionamiento y replanteamiento.
Desequilibrio.
Tiene como objetivo conseguir un equilibrio más adecuado desde una situación de
límites difusos o rígidos entre los miembros del sistema familiar.
Reencuadre.
Consiste en una modificación de creencias irracionales o negativas mediante el aporte
de nuevos enfoques de la situación o de algunos de sus componentes, posibilitando
una nueva visión de la realidad más realista y funcional así como pautas de
socialización más enriquecedoras.
Búsqueda de competencia.
Pretende activar y enseñar nuevos recursos personales en miembros de la familia.
Para ello el asesor familiar debe destacar y potenciar los recursos existentes, así como
estimular la adquisición de nuevos recursos donde se evalúe su carencia.
Variaciones de intensidad.
Ya hemos hablado de la tendencia a la homeostasis de los sistemas y hemos
resaltado que precisamente en las familias disfuncionales de límites rígidos la
resistencia al cambio es mucho mayor.
Para minimizar esa resistencia, el orientador familiar ha de hacer énfasis e incrementar
la intensidad de las pautas de asesoramiento. La variación de intensidad se puede
conseguir con técnicas de escenificación de comportamientos habituales junto a
nuevas pautas más funcionales.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
41
La paradoja.
Esta técnica, como su nombre indica, el terapeuta no trata de modificar explícita ni
implícitamente pautas disfuncionales familiares, sino que las muestra con un
exagerado apoyo de manera que provoca en la familia la autocrítica.
El desempeño de estas técnicas por parte del Orientador y asesor familiar
requiere de habilidades terapéuticas y de intervención que ha de adquirir como parte
de su formación profesional y sin las cuales cualquier técnica puede ser ineficaz.
c. Nivel de formación – prevención.
El modelo de asesoramiento e intervención sistémica, continuo y preventivo,
decíamos anteriormente que se sustenta en actuaciones recogidas en programas
(Sanz, 1.990; Martín y Solé, 1.990) más que en actuaciones reactivas de carácter
asistencial, aunque sin anular estas últimas.
La búsqueda de objetivos globales dirigidos a la comunidad escolar entendida
ésta como sistema en interacción y por tanto, la búsqueda de una mayor eficacia en la
intervención, ha modulado una dimensión cada vez más educativa del asesoramiento
familiar, manifestada en una búsqueda de objetivos globales de prevención y desarrollo.
Estos principios, tomados del enfoque comunitario de salud mental (Caplan,
1964), cuaja en dos niveles de prevención, primaria y secundaria, de la manera siguiente:
La prevención primaria tiene como objetivo evitar disfuncionalidades en el
funcionamiento de los sistemas, anticipándose a la aparición de éstos. Su actuación
viene recogida en programas que responden a las necesidades previamente evaluadas.
La prevención secundaria tiene su escenario en un segundo acto, de manera
reactiva y compensadora, a los problemas que pueden surgir incluso después de la
aplicación de los programas de prevención primaria globales.
Como, en relación a esta última actuación secundaria más reactiva y específica
ya hemos descrito algo en el apartado referente al nivel de asesoramiento- orientación,
en este apartado abordaremos someramente la prevención primaria y la actuación por
programas, entendiendo éstos como “el conjunto de elementos aplicados a una
situación o ámbito determinado sobre la base de una acción previa planificada para
solventar las necesidades de un individuo o de un grupo en una situación
desfavorecida. La planificación, la intervención y la evaluación son fases en el proceso
de actuaciones socioeducativas (…)” (Castillo y Cabrerizo, 2004; 69).
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
42
Siguiendo la propuesta de Ferrer (2008), podemos clasificar (Tabla 2) los
programas en función de su principal objetivo de intervención: formativo,
socioeducativo o terapéutico.
PROGRAMAS DE
CARACTERÍSTICAS
METODOLOGÍA
OBJETIVOS
Formación
• Dirigidos a padres y
madres.
• Tratan cuestiones
generales de las prácticas
Educativas y de
socialización familiar con
la finalidad de
optimizarlas.
• Se enfatiza la vertiente
educativa y el estilo
democrático en las
prácticas de crianza.
• Intervención puntual
con charlas y debates.
• Grupal con padres y
madres
• Material impreso y
audiovisual.
• Tecnologías de la
Información y
Comunicación
• Conocer las distintas
prácticas educativas y de
socialización parental.
• Optimizar las prácticas de
socialización parental. .
• Aumentar la percepción de
competencia educativa
familiar.
Intervención
Socioeducativa
• Dirigida a mesosistemas.
•Se ocupan de
cuestiones relacionadas
con el desarrollo y la
educación y la integración
social.
• Función preventiva que
parte de un estudio previo
de necesidades de
intervención.
•Participación
multidisciplinar de
profesionales sanitarios,
sociales y educativos.
• Sistémica.
• Intervención continua.
• Mejorar la interacción en
los mesosistemas.
Intervención
Terapéutica
• Dirigida a familias.
• El objetivo es resolver
disfuncionalidades de
funcionamiento familiar.
• Enfoque asistencial
clínico reactivo.
•Intervención individual,
grupal y combinada.
• Atención programada
(semanal o quincenal) .
• Terapéutico para
solucionar problemáticas
detectadas previamente.
Tabla 2. Clasificación de modalidades de programas de intervención familiar
Cuando hablamos de programas de formación nos referimos a los planes y
estrategias donde el objetivo central es la información y la transmisión de
conocimientos sobre cuestiones educativas de la crianza de los hijos, desarrollo
evolutivo, capacidades y competencias, etc.
En este tipo de programas desarrollados desde una perspectiva comunitaria se
plantean objetivos relacionados con la optimización de las competencias educativas de
los padres (Vila, 1998). En esta modalidad grupal solo acuden los padres y madres
distinguiéndose así de otras maneras de intervención, más preocupadas de la
socialización de toda la familia e incluso de intervenciones grupales familiares de corte
más clínico.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
43
En nuestro país, la formación de padres y madres, ha estado representada
durante muchos años por las llamadas “escuelas de padres” aparecidas en los años
70.
Revisiones destacadas de estudios sobre estos programas, podemos destacar
las de Walters y Walters (1980), Henderson (1981), Goodnown, Burns y Rusell (1985),
Van der Zanden (1989), o Hammer y Turner (1990), citadas por Martínez González
(1999).
La mayoría de los programas de formación familiar están basados en el
análisis de las estrategias educativas parentales, publicitando fundamentalmente el
llamado estilo democrático (Baumrid, 1973).
De este tipo de programas podemos destacar, entre otros, el de Gordon (2003,
2006), “Padres Eficaz y Técnicamente preparados (PET), el programa de Dinkmeyer &
McKay (1990) Padres Eficaces con Entrenamiento Sistemático (PECES), el Programa
LISIS. “Las relaciones entre padres e hijos en la adolescencia” (Marisol Lila, Sofía
Buelga, Gonzalo Musitu, 2006), así como el ya clásico manual de Brunet y Negro
(1994) “Cómo organizar una escuela de padres”.
Una síntesis interesante de la historia y tipos de escuelas de padres la
podemos encontrar en López Escribano (2002).
Los objetivos generales de estos programas se concretan en:
− Comprender las interrelaciones familiares.
− Comprender y expresar las emociones y sentimientos generados en las relaciones
familiares.
− Mejorar la comunicación dentro del sistema familiar.
− Aprender estrategias de solución de problemas y de toma de decisiones.
− Prevención y afrontamiento de problemas de disciplina.
− Estimular el desarrollo de los miembros familiares.
− Prevenir y afrontar problemas concretos que acontecen en el devenir del
funcionamiento y evolución de los miembros del sistema familiar (fracaso escolar,
droga, separaciones, trastornos alimentarios, etc.)
De un reciente estudio de Torío, S., Peña, J.V., Inda, M. (2008), muestran a los
progenitores muy preocupados por la educación de sus descendientes y con una
necesidad manifiesta de "aprender a ser padres y madres" adaptados a las exigencias
sociocontextuales contemporáneas. La insistencia contrastada en demanda de
programas de educación familiar con el objetivo de promover modelos de prácticas
educativas así como la mejora de las estrategias existentes, ha llevado a este grupo
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
44
de investigación a desarrollar programas de formación para padres y madres y con
este fin están diseñando un programa de “Corresponsabilidad familiar”.
También aquí tenemos que recordar las posibilidades de las TIC y la web 2.0
en cuanto a formación de familias. Por citar algunas de estas, destacar:
El Chat con expertos, en los que un asesor experto o un profesor especializado
pueden tratar temas de interés con y para las familias mediante el chat,
posibilitando que los padres aprendan y debatan sobre una temática
determinada de manera directa y rápida.
Blog de familias, en el que padres y madres creen un blog propio coordinado
por un grupo reducido. Esta iniciativa facilita una relación familia escuela más
cercana y ayuda a los padres y madres a entrar y desenvolverse en las
herramientas de las tecnologías de la información y la comunicación.
Periódico digital, para facilitar la comunicación entre las familias y el centro
donde la información más relevante y significativa se pone al alcance de todos.
Portales educativos como el de “La Universidad de Padres”
(http://www.universidaddepadres.es), proyecto pedagógico dirigido por José
Antonio Marina para colaborar con las familias a lo largo del proceso educativo
de sus hijos e hijas. La idea central de este proyecto es que la sociedad
entendida como un sistema debe colaborar en esta tarea educativa. Su lema
es: “Para educar a un niño, hace falta la tribu entera”
En cuanto a los programas socioeducativos de intervención familiar, éstos
son definidos en palabras de Castillo y Cabrerizo (2004), como “el conjunto de
elementos aplicados a una situación o ámbito determinado sobre la base de una
acción previa planificada para solventar las necesidades de un individuo o de un grupo
en una situación desfavorecida. La planificación, la intervención y la evaluación son
fases en el proceso de actuaciones socioeducativas (…)”.
Estos programas tienen una función fundamentalmente preventiva, se trabaja
prioritariamente de manera sistémica con el objetivo de dar respuesta a las
necesidades educativas y sociales de las familias. Para este fin, plantean una
estrategia metodológica a seguir, definen los recursos humanos y materiales
necesarios para desarrollar su actividad y determinan una temporalización.
De este tipo de programas más globales y más cercanos al enfoque
ecosistémico, donde el asesoramiento familiar es transversal a otras actuaciones en el
mesosistema familia-escuela volvemos a citar como ejemplo, el de Mª del Pilar
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
45
Berzosa (2007), expuesto en el Proyecto JUGAE (Juntos Ganamos en Eficacia),
desarrollado en un centro escolar de Jerez de la Frontera (España).
Finalmente los programas terapéuticos se definen por un carácter
fundamentalmente reactivo a las problemáticas detectadas en el funcionamiento
familiar.
Este tipo de intervención que en ocasiones se realiza de manera molecular con
la familia afectada y del que nos hemos ocupado en el nivel de asesoramiento-
orientación, es aunque a veces necesario, el más alejado del enfoque ecosistémico,
aunque también en esta intervención el enfoque que combina el trabajo en grupo y la
intervención individualizada, parece que resulta más eficaz y con mejores resultados
que la mera intervención familiar individualizada (Isaacs, 1982).Para terminar, no
podemos finalizar esta revisión sin concluir y dejar claramente explicitado que este
modelo de intervención familiar ecosistémico desde el ámbito educativo, que se ha
venido defendiendo a lo largo de estas líneas, ha de plasmarse en programas que
surgiendo de la previa evaluación de necesidades, queden acordados, consensuados
y aprobados finalmente en el Consejo Escolar del centro, donde está la representación
democrática de profesorado, alumnado, familia y personal de administración y
servicios, es decir la representación de la comunidad escolar. Estas decisiones de
organización y funcionamiento quedarán recogidos en el Proyecto de Centro, el cual
con previsiones a medio plazo, encuadrará otros planes anuales donde se podrán
añadir las matizaciones o adaptaciones que se precise, en su caso, y que vayan
haciendo contextualizar y mejorar la intervención y asesoramiento familiar educativo
desde el enfoque ecosistémico
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
46
6. BIBLIOGRAFÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
47
Ackerman, N.W. (1994). Diagnóstico y tratamiento de las relaciones familiares.
Psicodinamismos de la vida familiar. (10ª ed.). Buenos Aires: Hormé
Aguilar Ramos, M.C. (2000): Un nuevo estilo de organización familiar. VI Congreso
Interuniversitario de Organización de Instituciones Educativas. Diciembre. Granada.
Aguilar Ramos, M.C. (2000). La construcción del autoconcepto en la interacción
escuela familia. Tesis Doctoral. Publicada. Málaga. Servicio de Publicaciones de la
Universidad.
Aguirre Baztán, A. (1994). Psicología de la adolescencia. Barcelona: Boixareu
Ainsworth, M.D. y Bell, S.M. (1970). Apego, exploración y separación, ilustrados a
través de la conducta de niños de un año en una situación extraña. En J. Delval
(Comp.), Lecturas de psicología del niño, Vol. 1, 1978. Madrid: Alianza.
Ajuriaguerra, J.(1978). La primera infancia. Madrid: Instituto de Ciencias del Hombre.
Alberdi, I. (1999). La nueva familia española. Madrid: Taurus
Alberdi, I. (1995). Informe sobre la situación de la familia en España. Madrid:
Ministerio de Asuntos Sociales.
Alonso Tapia, J. (1991). Motivación y aprendizaje en el aula. Madrid: Santillana.
Alonso Tapia, J. (1997). Orientación educativa. Teoría, evaluación e intervención.
Madrid: Síntesis.
American Psiquiatric Association (APA) (2000). Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders DSM-IV-TR. Washington, DC: APA. (Trad. Esp. en Barcelona,
Masson 2002).
Aminah, C., Clemes H. y Bean R. (2000). Como desarrollar la autoestima en los
adolescentes. Madrid: Debate.
Anderson, M. (1980).Sociología de la familia. México: Fondo de Cultura Económica.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
48
Anderson, M. (1988). Aproximación a la historia de la familia occidental, 1500-1914.
Madrid: Siglo XXI.
Andersson, B.E. (1992). Effects of day-care on cognitive and sociemotional
competence of thirteen-year-old Swedish schoolchildren. Child Development, 63, 20-
36.
Andolfi, M. (1993). Terapia Familiar. Un enfoque interaccional. Barcelona: Paidós.
Arranz, E. (1989). Psicología de las Relaciones Fraternas. Barcelona; Herder.
Arranz, E. (2000). Interacción entre hermanos y desarrollo psicológico, una propuesta
educativa, Revista de Innovación Educativa, 10, 311-331.
Arranz, E. Olabarrieta, F. Yenez, F. y Martín,J. (2001). Percepciones de las
Relaciones entre hermanos/as en niños/as de 8 a 11 años. Revista de Psicología
General y aplicada, 3 (54), 225-441.
Arranz, E. Olabarrieta, F. Yenez, F. y Martín,J. (2001). Relaciones entre
hermanos/as y desarrollo psicológico en escolares. Infancia y aprendizaje, 24 (3), 361-
377 .
Arranz, E. y Olabarrieta, F. (1998). Las relaciones entre hermanos. En Rodrigo, M. J.
y Palacios, J. Familia y Desarrollo Humano. Madrid: Alianza.
Ashton, P., Knsen, P. y Frances, D. (1980). Los objetivos en la práctica educativa:
una orientación para profesores. Madrid: Anaya.
Avanzini, G. (1979). El fracaso escolar. Barcelona: Herder.
Baldwin, A.L. (1945). Patterns of parent behaviors. Psychological Monography, 59, (3)
Baldwin, A.L. (1949). The effect of home environment on nursery school behaviour.
Child Development, 20, 49-62.
Bandura, A. (1979). Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad. Madrid:
Alianza.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
49
Barret, M. (1996). La consulta del profesor a los subsistemas escolares. En Dowling,
E. y Osborne, E.: Familia y escuela, una aproximación conjunta y sistémica a los
problemas familiares. Barcelona: Paidos. .
Bartau, I. (1995). Las teorías implícitas: una aproximación al conocimiento cotidiano
de los padres acerca del desarrollo y la educación. Bibao: Universidad País Vasco.
Bartholomew, K. (1990). Avoidance of intimacy: An attachment perspective. Journal
of Social and Personal Relationships, 7, 147-178.
Bartholomew, K., & Horowitz, L. M. (1991). Attachment styles among young adults:
A test of a four-category model. Journal of Personality and Social Psychology, 61, 226-
244.
Bateson, G. (1971). Interacción familiar. Buenos Aires: Tiempo Contemporáneo.
Bayard, R.T. Bayard, (2001). ¡Socorro! Tengo un hijo adolescente. Madrid: Temas de
Hoy.
Baumrind, D. (1967). Chile care practices anteceding three patterns of preschool
behavior. Genetic Psychology Monographs, 75, 43-88.
Baumrind, D. (1971). Currents patterns of parental authority. Developmental
Psychologycal Monography, 4, 1, 1-102.
Baumrind, D. (1973.: The development of instrumental competence through
socialization., En A.D. Pick (Ed.). Minnesota Symposium on child Psychology. Vol. 7.
Minneapolis, University of Minnesota Press.
Baumrind, D. (1978). Parental disciplinary patterns and social competence in children.
Youth and Society, 9, 239-276.
Baumrind, D. (1991). Effective parenting during the early adolescent transition. En P.
E. Cowan y E. M. Hetherington (Eds.), Advances in family research, Vol 2 (pp. 111-
163). Hillsdale, New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
50
Beavers, W.R. y Hampson, R.B. (1995). Familias exitosas. Evaluación, tratamiento e
intervención. Barcelona: Paidos.
Bell, S.M. y Ainsworth, M.D. (1972). Infant crying and maternal responsiveness. Child
Development, 43, 1171-1190.
Belsky, J. y Rovine, M. (1988). Nonmaternal care in the first year of life and
infantparent attachment security. Child Development, 59, 157-167.
Beltrán S. G. y Téllez J.A. (2001). El fracaso escolar desde una perspectiva
sistémica: ¿Fracasa sólo el alumno? En Actas de las Jornadas de Orientación y
Educación Familiar (22, 23 y 24 de noviembre de 2001). 251-267. UNED.
Beltrán, J. y Pérez, L (2000). Educar para el siglo XXI. Crecer pensar y convivir en
Familia. Madrid: CCS.
Benoit, D. y Parker, K. (1994). Stability and transmission of attachment across three
generations. Child Development, 65, 1444-1456.
Berne, E. (1974). Juegos en que participamos. México: Diana.
Berscheid, E. S., Walster, E y Bohrnstedt, G. (1973). The happy American body, a
survey report. Psychology Today, 7 (6), 119-131.
Bertalanffy, L. Von (1954). Teoría General de Sistemas. Méjico F.C.E.
Berzosa Grande, P., Ríos, J.A, y Rodríguez, G. (2001). El modelo sistémico en el
contexto escolar: ¿Puede ser un método eficaz de prevención? Cuadernos de Terapia
Familiar 48-49. 117-132
Berzosa Grande, Mª P. (2007). Un modelo de intervención sistémica en la escuela. El
Proyecto JUGAE. Madrid: CCS
Bowlby, J (1969). El vínculo afectivo. Buenos Aires: Paidós.
Bowlby J. (1980). La pérdida afectiva. Tristeza y depresión. Buenos Aires: Paidós.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
51
Bowlby, J. (1989). Una base segura. Barcelona: Paidós.
Bretherton, I. (1985). Attachment Theory: Retrospect and prospect. In I. Bretherton y
E. Waters (Eds.), Growing points of attachment: Theory and research. Monographs of
the Society for Research in Child Development 50 (1-2 serial Nº 209), 3-35.
Bronfenbrenner, U. (1979). The ecology of human development. Cambridge: Harvard
University Press (Ed. cast.: La ecología del desarrollo humano. Barcelona. Paidós,
1987).
Brooks, M., y Hillman, C. (1965). Parent-daughter relationship as factors in
nonmarriage studied in identical twins. Journal of Marriage and the Family, 27(3), 383-
385.
Brunet, J. y Negro, J.L. (1994) ¿Cómo organizar una escuela de padres? Vol. I.
Madrid: San Pío X..
Campanini, A. y Luppi, F. (1996). Servicio Social y Modelo Sistémico. Una nueva
perspectiva para la práctica cotidiana. Barcelona: Paidos.
Cancrini. L. (1973). Esperienze di una ricerca sulle tossocomanie giovanili in Italia.
Milano: Mondadori.
Canton, J. y Cortes, M.R. (2000.: El apego del niño a sus cuidadores. Madrid:
Psicología y Educación.
Caplan, G (1.964): Principles of Preventive Psychiatry. Nueva York: Basic Books.
Carrasco, E (2000). Relación médico-familia. En La supervisión de Salud del Niño y
del Adolescente. Mediterráneo, Unicef y P. Universidad Católica de Chile.
Castillo, S. y Cabrerizo, J. (2004). Evaluación de programas de intervención
soioeducativa: agente y ámbitos. Madrid: Pearson.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
52
Ceballos, E. y Rodrigo, M. J. (1998). Las metas y estrategias de socialización entre
padres e hijos. En Rodrigo, M. J. y J. Palacios. (Coords.), Familia y Desarrollo Humano
(pp. 225-243). Madrid: Alianza.
Clark-Stewart, K. (1989): Infant day care: Maligned or malignant. American
Psychologist, 44, 266-273.
Castillejo, J. L. y Colom, A. J. (1987). Pedagogía sistémica. Barcelona: CEAC.
Clemes, H. y Bean, R. (1993): Cómo desarrollar la autoestima en los hijos. Madrid:
Debate.
Clemes, H. y Bean, R. (1993): Cómo inculcar disciplina a sus hijos. Madrid: Debate.
Cohen, S. (1974), Family reactions to the handicapped child. New York : Hunter
College of the City, University of New York.
Coleman, P., Collinge, J., & Tabin, Y. (1996). Learning together: The
student/parent/teacher triad. School effectiveness and school improvement, 7(4), 361-
382.
Coloma Medina, J. (1993). Estilos educativos paternos en: Pedagogía Familiar de
José María Quintana (coord.). Madrid: Narcea.
Comas, D(Dir.) (2002): Jóvenes y estilos de vida: valores y riesgos en los jóvenes
urbanos. Madrid: INJUVE y FAD
Combrinck-Graham, L. (1991). La sexualidad del adolescente en la espiral vital de la
familia. C. Jaes Falicov (Comp.), Transiciones de la familia. Continuidad y cambio en el
ciclo de vida, 167-198.
Coronado-Hijón, A (1996): Hacia un modelo de Orientación Educativa en la ESO.
Vértice de Educación. 5. Centro de Profesores (CEP) de Ronda. Consejería de
Educación Junta de Andalucía. Págs. 5- 12.
Coronado-Hijón, A (2002): “La institución educativa y la Familia. El rol de los
orientadores en los centros. La Orientación Familiar”. En libro de Actas del III Simposio
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
53
Nacional “Familia, Comunicación y Educación”. Club UNESCO y Universidad de
Sevilla.
Coronado Hijón, A (2008): Conoce, Compara y Elige. Programa de toma de
decisiones y de Orientación académico-profesional 4º ESO. Cuaderno del alumno.
Sevilla: MAD Colección Eduforma. . (1ª Ed. 2004).
Cusinato, M. (1992). Psicología de las relaciones familiares. Barcelona: Herder.
Chaefer CH. E., Digeronimo T.F. (1.996): Cómo hablar de temas difíciles a los
adolescentes. Mexico: Selector.
Chess, S y Thomas, A. (1984): Origins and evolution of behavior disorders: From
infancy to early adult life. Nueva York: Brunner/Mazel.
Davis, M, McKay, M y Eshelman, E. (1985): Técnicas de autocontrol emocional.
Barcelona: Martínez Roca
Dawson, N., & McHugh, B. (1996). Padres e hijos: Participantes en el cambio.
En Familia y escuela: una aproximación conjunta y sistemática a los problemas
infantiles (pp. 115-128). Paidós Ibérica.
Dinkmeyer, D. y McKay, G.D. (1990): Systematic Training for Effective Parenting of
Teens. Minnesota: American Guidance Service.
Dix,T.; Ruble, D.N.; Grusec, J.E. y Nixon, S. (1986). Social cognition in parents:
Inferential and affective reactions to children of three age levels. Child Development,
57, 879-894.
Dornbusch, S. M., Ritter, P. L., Leiderman, P. H., Roberts, D. F., & Fraleigh, M. J.
(1987). The relation of parenting style to adolescent school performance. Child
development, 1244-1257.
Dowling, E. y Osborne, E. (1996): Familia y escuela. Una aproximación conjunta y
sistémica a los problemas familiares. Barcelona: Paidos.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
54
Dubow, E., Huesmann, L., y Eron, L. (1987). Childhood correlates of adult ego
development. Child Development, 58(3), 859-869.
D’Zurilla, T.J. y Goldfried, M. R. (1971): Problem solving and behaviour modification.
Journal Abnormal Psychol. 78: 107-26
Egan, G. (1994): The skilled helper. A problem-management approach to helping.
Pacific Grove, California: Brooks/Cole.
Egeland, B., Jacobvitz, D. y Sroufe, L.A. (1988). Breaking the cycle of abuse. Child
Development, 59, 1080-1088
Elzo, J.(2000): El silencio de los adolescentes. Madrid: Temas de hoy.
Epstein, Joyce L (2001): School, family and Community Partnerships: Preparing
Educaters and Improving Schools. Westview Press.
EQUIPO EIF (2008): Manual de instrumentos de evaluación familiar. Madrid: CCS
Erikson E. (1980): Identidad, Juventud y crisis. Madrid: Taurus.
Esteban, M. (1985): Percepción social de la escuela por los adolescentes. Valencia:
NAU Llibres
Esteban, M. (1986). Los estilos de educación: un viejo problema con una nueva
perspectiva. Revista de Educación 1, 18-23
Esteban, M (1987) Hacia un modelo de Integración de variables cognitivas en los
estilos educativos. En Psicología Social de los Problemas Sociales, Granada: Actas
del Primer Congreso Nacional de Psicología Social, pp. 233- 243.
EURYDICE (1994): La lucha contra el fracaso escolar: un desafío para la construcción
europea. Comisión Europea. Bruselas.
Feeney, J.A. y Noller, P. (1990). Attachment style as a predictor of adult romantic
relationships. Journal of Personality and Social Psychology, 58, 281-291.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
55
Feliu, M. H. Y Güel, M. A. (1992): Relación de pareja: Técnicas para la convivencia.
Barcelona: Martínez Roca
Ferrer, M. (2008). Suport a les famílies en la primera infància. Estudi de cas d’un
programa socioeducatiu. Tesis doctoral. Universitat de les Illes Balears.
Ferreira, A. (1963). Family Myths and Homeostasis. Archs. Gen. Psychiat. 9, 457-463
Fierro, A (1985): Adolescencia: Edad de transición. Cuadernos de Pedagogía, 130 43-
46
Fishman H.C. (1990): Tratamiento de adolescentes con problemas. Un enfoque de
terapia familiar. Barcelona: Paidós.
Flaquer, L. (1998): El Destino de la Familia. Barcelona: Ariel.
Flaquer, L. (1999): La estrella menguante del Padre. Barcelona: Ariel.
Fonagy, P., Steele, H. y Steele, M. (1991). Maternal representations of attachment
during pregnancy predict the organization of infant-mother attachment at one year of
age. Child Development, 62, 891-905.
Fuentes, M. J., Motrico, E. y Bersabé, R. M. (1999). Escala de Afecto (EA) y Escala
de Normas y Exigencias (ENE): Versión hijos y versión padre. Documento no
publicado. Universidad de Málaga.
Fuentes, M. J., Motrico, E. y Bersabé, R. M. (2001). Diferencias entre padres y
adolescentes en la percepción del estilo educativo parental: afecto y normas-
exigencias. Apuntes de Psicología, 19(2), 235-250.
Fuentes, M. J., Motrico, E. y Bersabé, R. M. (2003). Estrategias de socialización de
los padres y conflictos entre padres e hijos en la adolescencia. Anuario de Psicología,
34(3), 385-400.
Gil Martínez, R. (1997): Manual para tutorías y departamentos de orientación. Madrid:
Escuela Española
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
56
Gilligan, C. (1993): In a different voice. Psychological Theory and Women’s
Development. Cambridge: Harvard University Press.
Gimeno, A. (1999): La familia: el desafío de la diversidad. Barcelona: Ariel.
Goleman, D. (1996): Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
González, J.M. (2000): Cómo hablar con los hijos temas de familia. Madrid: Edimat.
Goodnow, J. J., Burns, A., & Russell, G. (1985). The family context of
development. Australian Psychology: Review of Research. London: Allen y Unwin.
Goody, J. (2001): La familia europea. Barcelona: Crítica.
Gordon, T. (2003): Padres Eficaz y Técnicamente preparados (PET). México: Diana
Gordon, T. (2006): Técnicas eficaces para padres. TEP: el programa realmente eficaz
para educar niños responsables. Barcelona: Medici
Gottman, J. y Declaire, J. (1997): Los mejores padres. Cómo desarrollar la
inteligencia emocional de sus hijos. Buenos Aires: Vergara.
Gracia Fuster, E. y Musitu Ochoa, G. (2000): Psicología social de la familia.
Barcelona: Paidós.
Grusec, J. E. y Goodnow, J. J. (1994). The impact of parental discipline methods on
the child’s internalization of values: A reconceptualization of current points of view.
Developmental Psychology, 30, 4-19.
Haley J. (1974): Tratamiento de la familia. Barcelona: Toray
Haley J. (1976): Técnicas de Terapia Familiar. Buenos Aires: Amorrortu
Haley J. (1.980): Terapia no convencional. Buenos Aires: Amorrortu.
Haley J. (1.985): Trastornos de la emancipación juvenil y terapia familiar. Buenos
Aires: Amorrortu.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
57
Hall, Stanley (1975): Adolescence, vol. I, Nueva York: Ayer Company Publishers, pp.
VIII-XIX. [Primera edición en inglés, 1904.]
Hammer, T.J. y Turner P. H. (1990): Parenting in contemporary society. Englewood
Cliffs, NJ: Prentice-Hall
Hargreaves, D. H. (1967): Social relations in a secondary school. Routledge and
Kegan Paul.
Harris, C. C. (1986): Familia y sociedad industrial. Barcelona: Península.
Harrison, M. (1995): Cómo abordar los temas del amor y la sexualidad con sus hijos.
Madrid: Debate.
Harvey, O.J; Hunt, D.E. y Schroeder, H.M. (1961): Conceptual system and
personality organization. New York: Wiley
Haynes, J.M. (1995): Fundamentos de la Mediación Familiar. Cómo afrontar la
separación de pareja de forma pacífica. Manual práctico para mediadores. Madrid:
Gaia.
Heilbrun, A. (1973): Parent identification and filial sex-role behavior: The importance of
biological context. Nebraska Symposium on Motivation, 21, 125-194.
Heilbrun, A., Wydra, D., y Friedberg, L. (1989). Parent identification and gender
schema development. Journal of Genetic Psychology, 150(3), 293-300.
Henderson, R. W. (1981): Parent-Child interaction: Theory, research and prospect.
Mew York: Academic Press.
Herbert, M. (1988): Vivir con adolescentes. Barcelona: Nueva Paideia.
Herbert, M. (1999): Padres e hijos. Mejorar los hábitos y las relaciones. Madrid:
Pirámide
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
58
Hernán,M; Ramos,M. Y Fernández, A. (2002): Salud y juventud, Madrid; Consejo de
la Juventud de España.
Hernández, A. J. (1989). Metodología Sistémica en la Enseñanza Universitaria.
Madrid: Narcea.
Hernández, A. J. (1993). Ecosystem, Global Problems. En R. Delgado and Banaty,
(Eds.) International Systems Science Handbook, 199- 209. Atenas, Internacional
Federation for System Research.
Hernández, A. J. (1997). La perspectiva sistémica en las Ciencias de la Naturaleza y
del Medioambiente. Pinaco. Programa de Investigaciones de Antropología
Cognitiva,(1), 1-1.
Hill, J. P. y Holmbeek, G. N. (1986): Attachment and autonomy during adolescence.
En G. J. Whitehurst (Ed.), Annals of child development. 3, 145-189). Greenwich: CT.
JAI.
Hill, R. (1965): Decision-making and the family life cycle. “Social Structure and the
Family Generational Relations” E. Shanas et C.F. Streib. Englewood Cliffs N.J:
Prentice-Hall, 1965.
Hoffman, L.W. (1989). Effects of maternal employment in the two-parent family.
American Psychologist, 44, 283-292
Hoffman, M.L. (1970). Conscience, personality and socialization techniques. Human
Development, 13, 90-126.
Howes, C. (1990). Can the age of entry and the quality of infant child care predict
adjustment in kindergarten? Developmental Psychology, 26, 292-303.
Imber-Black, E. (1999): La vida secreta de las familias. Verdad, privacidad y
reconciliación en una sociedad del “decirlo todo”. Barcelona: Gedisa.
Isaacs, C.D. (1982). Treatment of child abuse: A review of the behavioral interventions.
Journal of Applied Behavior Analysis, 15
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
59
Jackson, D.D. (1965): The Study of the Family. Family Process, 4 1-20
Juan Mayor, F y Labrador, J (1986): Manual de modificación de conducta. Madrid:
Alambra Universidad
Kagan, J. (1982): Psychological research on the human infant: An evaluative
summary. Nueva York: W.T. Grant Foundation.
Kagan, J. (1987): El niño hoy. Desarrollo humano y familia. Madrid: Espasa Calpe
Kagan. J. y Moss; H.A.(1962): Birth to maturity: A study of psychological
development. New York: Wiley
Kohlberg, L et al. (1997): La educación moral según Lawrence Kohlberg. Barcelona:
Gedisa.
Krumboltz J., Thoresen C.E. (1.981): Métodos de consejo psicológico. Bilbao:
Editorial DDB.
Lacey, C. (1970): Hightown grammar. Manchester University Press.
Lerner, R. M. y Steinberg, L. (2004). The scientific study of adolescent development.
En R. M. Lerner y L. Steinberg (Eds.). Handbook of adolescent psychology (pp. 1-12).
New Jersey: Wiley.
Lila,M., Buelga, S. y Musitu, G (2006). Programa LISIS. Las relaciones entre padres
e hijos en la adolescencia. Madrid: Pirámide.
Loizaga Latorre. F. (1.992): Grupos de entrenamiento para familias con adolescentes.
Un modelo multimodal y terapéutico de escuela de padres y madres. Tesis doctoral.
Universidad de Deusto. Bilbao.
López Escribano, M.C.(2002): Análisis de las características y necesidades de las
familias con hijos superdotados: propuesta y evaluación de un programa de
intervención psicoeducativa en el contexto familiar. Tesis. Directora: Luz Pérez
Sánchez. UCM. Facultad de Educación. Dep. Ps. Evolutiva y de la Educación
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
60
López Larrosa, S. y Escudero V. (2003): Familia, Evaluación e Intervención. Madrid:
CCS.
López, F. (1990): Desarrollo social y de la personalidad. En J. Palacios, A. Marchesi y
C. Coll (Comps.), Desarrollo psicológico y educación. Vol. I. Madrid: Alianza.
López, F. (1993): El apego a lo largo del ciclo vital. En M. J. Ortiz y S. Yarnoz (Eds.)
Teoría del apego y relaciones afectivas. Bilbao: Universidad del País Vasco.
López, F. y Ortiz M.J. (1999): Desarrollo del apego en la primera infancia, en López,
F. et al. Desarrollo afectivo y social. Madrid: Pirámide.
López-Barajas E. (1995): La familia en el tercer milenio. Madrid: Uned.
Maciá Antón, D. (2000): Un adolescente en mi vida. Madrid: Pirámide.
Magaz, A y García, P. (1998). Perfil de estilos educativos. PEE, Madrid: Albor-COHS.
Main, M. y Solomon, J. (1986): Discovery of a new, insecure-disorganized/disoriented
attachment pattern. En T.B. Brazelton y M. Yogman (Eds.), Affective development in
infancy. Norwood, NJ: Ablex.
Marcia, J.E. (1980): Identity in adolescence. En J. Adelson (Ed) Handbook of
adolescent Psychology. Nueva York: Wiley
Marchesi, A. Carretero, y M., Palacios, J. (1985): Psicología Evolutiva. 3.
Adolescencia, Madurez y senectud. Madrid: Alianza.
Marchesi, A, Hernández Gil, C. (Coors.) (2000): El fracaso escolar en España.
Madrid: Alianza.
Marcia Mcbeath (1981). Como enseñar a los padres el modo de hacer una tarea
mejor. En Krumboltz, Thoresen (Eds). Métodos de consejo psicológico. Bilbao: DDB.
Mardomingo, M.J. y Catalina M.L. (1992): Características de personalidad, medio
familiar y rendimiento escolar en los intentos de suicidio en niños y adolescentes.
Pediatrika, 12, 5-15
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
61
Mardomingo, M.J. (1995): La comunicación en el medio familiar: Los nuevos modelos
educativos. Psiquiatría Infanto-Juvenil, 2, 69-72
Mardomingo, M.J. (1999): Familia y escuela: interrogantes y controversias.
Educadores 41, 9-18
Mardomingo, M.J. (2002): Psiquiatría para padres y educadores: Ciencia y arte.
Madrid: Narcea.
Martín, M.; Velarde, O;(2001): Informe Juventud en España 2000. Madrid: Ministerio
de Asuntos Sociales, INJUVE
Martín, E y Solé, I (1.990). Intervención psicopedagógica y actitud docente: claves para
una actividad necesaria. En Coll, C- Palacios, J y Marchesi, A: Desarrollo psicológico y
educación II. Psicología de la educación. Madrid: Alianza Psicología
Martínez González, R. A. (1996): Familia y Educación. Oviedo: Universidad de
Oviedo.
Martínez González R. A. et al, (1998): Prevención del consumo de drogas desde el
contexto familiar. Estudio de factores implicados. Oviedo: U. Oviedo y Fundación
Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón.
Martínez González, R. A. (1999): Orientación educativa para la vida familiar. Revista
Española de Orientación y Psicopedagogía, 10 (17), 115-127
Martínez, B. (1988): La familia ente el fracaso escolar. Madrid: Narcea.
Martínez-Otero, V. (1997): Los adolescentes ante el estudio. Madrid: Fundamentos.
Maslow, A. (2000): El hombre autorrealizado. Hacia una psicología el ser. Barcelona:
Kairós
Mc Clelland, D.C. (1989): Estudio de la motivación humana. Madrid: Narcea.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
62
Mc.Goldrick, M. y Gerson, R. (1993). Genogramas en la evaluación familiar.
Barcelona: Gedisa
McMahon R.J. (1.991). Entrenamiento de padres. En Caballo V.E. Manual de técnicas
de terapia y modificación de conducta. Madrid: Siglo XXI. 1991.
MacCoby, E E. (1980): Social Development. Psychological Growth and the Parentchild
Relationship. Harcourt Brace Joyanovich, Publishers.
MacCoby, E. E. & Martin, J. A.(1983) Socialization in the context of the family: Parent-
child interaction. In P. H. Mussen (general ed.) and E. M. Hetherington (series ed.),
Manual of child psychology, vol. 2, Social development, New York: John Wiley.
Mead, M (1968): Adolescencia, sexo y cultura en Samoa. Barcelona: Laia.
Mead, M. (1997) Cultura y compromiso. Estudio sobre la ruptura generacional.
Barcelona: Gedisa
Merino Rodríguez, C et al (1997): El taller de padres como recurso educativo.
Granada: Ayuntamiento de Santa Fe
Millán, M. (1996): Psicología de la Familia. Valencia: Promolibro.
Minuchin, S. (1999): Familias y Terapia Familiar. Barcelona: Gedisa
Minuchin, S. y Fishman, H. (1988): Técnicas de terapia familiar. Buenos Aires:
Paidós.
Miron L., Otero J.M., Luengo A. (1.988): Un estudio de la influencia de las
interacciones familiares sobre los distintos tipos de conducta desviada en los
adolescentes varones. Análisis y Modificación de Conducta, 14, 39, 5-23.
Molero, D. (2003): Implicación de las familias en el desarrollo de los procesos de
enseñanza y aprendizaje. Revista Española de Orientación y Psicopedagogía 14 (1)
61-82
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
63
Moreno, M. C. (1996). La persona en desarrollo: una reflexión acerca de la
continuidad y el cambio en la definición de las trayectorias de vida. Apuntes de
Psicología, 47, 5-44
Moreno, M. C. (1999a). Desarrollo y conducta social de los 2 a los 6 años. En J.
Palacios, A. Marchesi y C. Coll (Comps.), Desarrollo psicológico y educación 1.
Psicología Evolutiva (305-326). Madrid: Alianza
Moreno, M. C. (1999b). Desarrollo y conducta social de los 6 a la adolescencia. En J.
Palacios, A. Marchesi y C. Coll (Comps.), Desarrollo psicológico y educación 1.
Psicología Evolutiva ( 405-430). Madrid: Alianza
Molina, S. (Coord.) (1999): El fracaso escolar en la Unión Europea. Zaragoza: Egido
Montemayor, R. (1986): Family variation in parent adolescent storm and stress.
Journal of Adolescent Research, 1, 15-31.
Moratinos J.F. (1.985): La escuela de padres. Madrid: Narcea.
Moreno Ruiz, D., Estévez López, E., Murgui Pérez, S., y Musitu Ochoa, G. (2009).
Relationship between family and school environments: The role of empathy, attitude to
authority and violent behaviour in adolescence. International Journal of Psychology and
Psychological Therapy, 9, 1, 123-136.
Musitu, G. Buelga, S. y Lila, M. S. (1994). Teoría de Sistemas. En Musitu, G. y P.
Allat, Psicosociología de la Familia 47-79. Valencia: Albatros.
Musitu, G. et al. (1996): Educación familiar y socialización de los hijos. Barcelona:
Idea.
Musitu, G. y Cava, M. J. (2001). La familia y la educación. Barcelona: Octaedro.
Musitu, G. y García, F. (2001). Escala de estilos de socialización parental en la
adolescencia. Madrid: TEA.
Mussen P.H. y Jones, M.C. (1957): Self-conceptions, motivation, and interpersonal
attitudes of late and early maturing boys. Child Development, 28, 243-256
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
64
Negro Fernández, J. L (2004). Ponencia “La familia ante el fracaso escolar”.
(Jornadas sobre escuela y familia). Universidad de Alcalá. 5 de mayo de 2004.
Nordahl, T (2006): Skolelederen 01, page 6-7.
Nordahl, Sørlie, Manger, Tveit (2005): Atferdsproblemer blant barn og unge.
Fagbokforlaget.
OECD (2000): Education at a glance. OECD indicators. Paris: OECD.
Offer, D. y Offer, J. (1975). From teenage to manhood. New York: Basic.
Offer D., E. Ostrov y K. Howard (1981): The adolescent: A Psychological Self-
Portrait. Nueva York: Basic Books.
Offer, D., et al. (1998). Emotional variables in adolescence, and their stability and
contribution to the mental health of adult men: Implications of early intervention
strategies. Journal of Youth and Adolescence, 27, 675-690.
Oliva, A. (1995): Estado actual de la teoría del apego. Apuntes de Psicología, 45, 21-
40
Oliva, A. y Palacios, J. (1998): Familia y Escuela: padres y profesores. En Rodrigo,
M.J. y Palacios, J. (Coord.). Familia y Desarrollo humano. Madrid: Alianza.
Oliva, A., Jiménez-Morago, J., Parra, A. y Sánchez-Queija, I. (2008).
Acontecimientos vitales estresantes y resiliencia durante la adolescencia.. Revista de
Psicopatología y Clínica.
Olivares, J.; Méndez, F.X. y Maciá, A. (1997): Tratamientos conductuales en infancia
y adolescencia. Madrid: Pirámide
Oliveros F. Otero (1996): La creatividad en la orientación familiar. Navarra:
Universidad de Navarra.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
65
Olson, D. H. (1991). Tipos de familia, estrés familiar y satisfacción con la familia: una
perspectiva del desarrollo familiar. En C. J. Falicov (comp.), Transiciones de la familia.
Continuidad y cambio en el ciclo de la vida. Buenos Aires: Amorrortu.
Ortiz, M.J. y Yárnoz, S. (1993): Teoría del apego y relaciones afectivas. Bilbao:
Universidad País Vasco
Otero, O.F. (1989): ¿Qué es la orientación familiar? Pamplona: Eunsa
Palacios, J. y Moreno, M.C. (1994): Contexto familiar y desarrollo social. En Rodrigo,
M.J.: Contexto y desarrollo social. Madrid: Síntesis.
Palacios, J. (1999). La familia y su papel en el desarrollo afectivo y social. En F.
López, I. Etxebarria, M. J. Fuentes y M. J. Ortiz (Coord.). Desarrollo afectivo y social
(pp. 267-284). Madrid: Pirámide.
Pallarés, E (1989): El Fracaso escolar. Bilbao: Mensajero
Papalia E. y Wendkos S. (1987): Psicología. México: McGraw-Hill.
Palmer, P. y Alberti, M. (1992): Autoestima. Un manual para adolescentes. Valencia:
Promolibro-Cinteco.
Parra, O y Sánchez, I (2002): Parents and peers influences on emotional adjustment
during adolescence. Presented in: VIII Biennial Congress of the European Association
for Research on Adolescent. Oxford.
PASEN (2009). Visto el 10 de septiembre de 2009, del sitio web de la Junta de
Andalucía, https://www.juntadeandalucia.es/educacion/pasen/
Pelechano V., Lopez de Silva M.C. (1.975). Modelos complejos de aprendizaje y
modificación de conducta en ambientes educativos. La Laguna: ICE de la Universidad.
Pérez Delgado, E. (Coord.)(1994): Familia y Educación. Relaciones familiares y
desarrollo personal de los hijos. Generalitat Valenciana.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
66
Piaget, J. (1932): El criterio moral en el niño. Barcelona: Fontanella (1971 la edición
en español)
Piaget, J. (1970): La evolución intelectual entre la adolescencia y la edad adulta. En J.
Delval (comp.)(1978), Lecturas de Psicología del niño. Madrid: Alianza
Pérez-Díaz, V., Chulia, E. y Valiente, C. (2000): La familia española en el año 2000.
Madrid: Fundación Argentaria.
Portellano Pérez, J.A. (1989): Fracaso escolar: diagnóstico e intervención, una
perspectiva neuropsicológica. Madrid: CEPE.
Pozo, J.I. y Carretero, M. (1986): Desarrollo cognitivo y aprendizaje escolar.
Cuadernos de Pedagogía, 133 15-19
Ríos, J.A. y Perearnau, M. (1973): Fracaso escolar y vida familiar. Madrid: Marsiega.
Ríos, J.A.(1986): Familia y Centro Educativo. Madrid: P.P.C.
Ríos, J.A. (1993): La Orientación Familiar: niveles, contenidos y técnicas. En
Quintana, J.M. (1993): Pedagogía Familiar. Madrid: Narcea. ( 151-157)
Ríos J.A. (1994): Manual de Orientación y Terapia Familiar. Madrid: Instituto de
Ciencias del Hombre.
Ríos, J.A. (Coord.) (1998): El malestar en la familia. Madrid: Centro de Estudios
Ramón Areces, S.A.
Ríos, J.A. (1999):¿Enfermos o familias que hacen enfermar? Revista de Orientación y
Psicopedagogía. 10 (17) 163-178
Ríos, J.A., Chinchón, M.J. y Villar, Z (2001): Hacia donde va la familia “Familia:
¿Quo vadis?”. Cuadernos de Terapia Familiar 48-49, 133-135
Ríos J.A.. (2003): Vocabulario básico de Orientación y Terapia Familiar. Madrid:
CCS.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
67
Rodrigo, M.J. y Palacios, J. (1998): Familia y desarrollo humano. Madrid: Alianza.
Rodríguez Delgado, R. (1997). Del Universo al Ser Humano. Madrid: McGraw Hill
Interamericana.
Rof Carballo, J. (1976): La familia, diálogo recuperable. Madrid: Karpos
Rogers, C. (2000). El proceso de convertirse en persona: mi técnica terapéutica.
Barcelona: Paidós.
Roudinesco, E. y Plon, M. (1998). Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Paidós.
Rojas Marcos, L. (1998). Retos sociales para una educación innovadora. Cuadernos
de Pedagogía, 268.
Rosenthal R. Y Jacobson, L, (1980). Pygmalión en la Escuela. Madrid: Marova.
Rosenthal R. (1966). Experimenter effects in behavioral research. New York:
Appleton.
Rotter, J.B. (1966). Generalized Expectancies or internal versus external control
Reinforcement. Psychological Monographs, New York, 80 (1) 1-28
Rutter, M., Graham, P., Chadwick, O. F., & Yule, W. (1976). Adolescent turmoil: fact
or fiction? Journal of Child Psychology and Psychiatry, 17(1), 35-56.
Rutter, M (1980). Changing youth in changing society. Cambridge, Massachussets:
Harvard University Press.
Sagi, A., Lamb, M. E., Lewkowicz, K. S., Shoham, R., Dvir, R., & Estes, D. (1985).
Security of infant-mother,-father, and-metapelet attachments among kibbutz-reared
Israeli children. Monographs of the Society for Research in Child Development, 257-
275.
Sagi, A. (1990). Attachments Theory and research from a cross-cultural perspective.
Human Development, 33, 10-22.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
68
Sagi, A., IJzendoorn, M. H., Aviezer, O., Donnell, F., & Mayseless, O. (1994).
Sleeping Out of Home in a Kibbutz Communal Arrangement: It Makes a Difference for
Infant‐Mother Attachment. Child Development, 65(4), 992-1004.
Sánchez-Sandoval, Y. Y Palacios, J. (2001): Cuestionario de Estilos Educativos.
Sevilla: Dpto. Psicología Evolutiva y de la Educación.
Sanz Oro, R (1.990): Evaluación de programas en Orientación Educativa. Madrid:
Pirámide
Sanz Yaque A. (1987): Terapia familiar. En J.A. Carrobles. Análisis y modificación de
conducta 1. Madrid: Publicaciones UNED.
Satir, V. (1991): Nuevas relaciones humanas en el núcleo familiar. México: Pax.
Savater, F. (1997): El Valor de Educar. Barcelona: Ariel.
Schaffer, H.R. (1986). El desarrollo de la sociabilidad. Madrid: Visor.
Schafer, E y Bell, R. (1958): Development of a parental attitude research instrument.
Child Development. 29, 339-361
Schaffer, H.R. y Emerson, P.E. (1964): The development of social attachments in
infancy. Monographs of the Society for Research in Child Development, 29.
Selvini Palazzoli, M., Boscolo, L., Cecchin, G., & Prata, G (1974). The treatment of
children through brief therapy of their parents. Family Process, 13(4), 429-442.
Selvini Palazzoli, M., Boscolo, L., Cecchin, G., & Prata, G. (1977). Una prescrizione
ritualizzata nella terapia della famiglia: giorni pari e giorni dispari.Archo Psicol. Neurol.
Psichiat, 38, 293-302.
Selvini Palazzoli , M., Cirillo, S., & D’Ettore, L. (1987El mago sin magia: cómo
cambiar la situación paradójica del psicólogo en la escuela. Barcelona: Paidos
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
69
Shaefer, E y Bell, R.(1958). Development of a parental attitude research instrument.
Child Development, 29, 339-361.
Siles, C (2003) La colaboración de los padres con la escuela. Padres y Maestros, 279.
10-14.
Stead, J. A. (1978). The effet of teacher-pupil relationships and perception on
classroom performance. Tesis. Universidad de Birminghan
Steinberg, L. y Levine, A. (1987). You and Your adolescent. A Parent´s Guide for
Ages 10-20. Nueva York: Harper Collins
Stierlin, H. (1973). Group fantasies and family myths some theoretical and practical
aspects. Fam. Proc. 12 (2), 111-125
Thomas, A. y Chess, S. (1977). Temperament and development. Nueva York:
Brunner/Mazel.
Tierno, B. (1997). Del fracaso al éxito escolar. Barcelona: Plaza y Janés,
Tierno, B. (2002):.Educar a un adolescente: la guía con todas las Respuestas. Madrid:
Temas de Hoy.
Thompson, R.A. (1988). The effects of infant day care through the prism of
attachment theory: a critical appraisal. Early Childhood Research Quartely, 3,
273-282.
Torío, S., Peña, J.V. & Inda, M. (2008). Estilos de educación familiar. Psicothema, 20,
1, 62-70.
Vall, W.D., Schonell, F.J. y Willard, C.O. (1970). El fracaso escolar. Buenos aires:
Paidós
Vallejo Nájera, A. (1997). La edad del Pavo. Madrid: Temas de Hoy
Van der Zanden, J. W. (1989). Human development. New York: Knopf.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
70
Van Ijzendoorn, M.H. (1990). Developments in cross-cultural research on attachment:
some methodological notes. Human Development, 33, 3-9.
Vila, I. (1998) Intervención psicopedagógica en el contexto familiar. En Rodrigo, M.J y
Palacios, J. (coords.). Familia y desarrollo humano. Cap. 24. 501-520. Madrid: Alianza
Wagner A. (2003) Cómo transmite la familia sus modelos. Madrid: CCS.
Wall, W.D., Sconesll, F.J., Willard, C.O. (1970). El fracaso escolar. Buenos Aires:
Paidos.
Walters, J. y Walters, L. (1980). Parent-child relationships: A review of research.
Journal of Marriage and the Family, 33: 70-103
Watkins, C.; Wagner, P. (1991): La disciplina escolar. Propuesta de trabajo en el
marco global del centro. Barcelona: Paidós-MEC.
Watzlawick, P. Y Nardone, G (Comp.)(1997). Terapia Breve estratégica. Barcelona:
Paidos.
Watzlawick, P., Beavin, J., y Jackson, D. (1976). Teoría de la Comunicación
humana. Barcelona: Herder.
Wayne W. Dyer y Vriend, J. (1989). Técnicas efectivas de asesoramiento psicológico.
Barcelona: Grijalbo.
Wentzel, K (1998).Social Relationships and motivation in middle school. The role of
parents, teachers and peers. Journal of educational Psychology, 90, 2, 202-209
Wiener, N. (1948). Cybernetics. New York: Wiley.
Winsquist, C. (1999). Participación de los padres en las escuelas. En la base de datos
ERIC –Clearinghouse on Elementary and Early Chilhood Education – University de
Illinois. http://ericce.org
Woods, P. (1979). The divided school. Routledge an Kegan Paul
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. (UNED) CENTRO ASOCIADO DE SEVILLA
CONSEJERIA EDUCACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA (ESPAÑA)
71
Zuk, G. H. (1971). Family Therapy: A Triadic-Based Approach. New York: Behavioral
Publ.