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Nutrición
Hospitalaria
Nutr Hosp 2016; 33(Supl. 4):26-31 ISSN 0212-1611 - CODEN NUHOEQ S.V.R. 318
Correspondencia:
Emilio Martínez de Victoria. Departamento de
Fisiología. Instituto de Nutrición y Tecnología de
Alimentos “José Mataix”. Centro de Investigación
Biomédica. Universidad de Granada. Parque
Tecnológico de la Salud. Avda. del Conocimiento, s/n.
18016 Armilla, Granada
e-mail: emiliom@ugr.es
Martínez de Victoria E. El calcio, esencial para la salud. Nutr Hosp 2016;33(Supl. 4):26-31
DOI:http://dx.dpi.org/10.20960/nh.341
El calcio, esencial para la salud
Calcium, essential for health
Emilio Martínez de Victoria
Departamento de Fisiología. Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos “José Mataix”. Centro de Investigación Biomédica. Universidad de Granada. Granada
Palabras clave:
Calcio. Ingestas
recomendadas.
Cáncer.
Osteoporosis.
Biodisponibilidad.
Key words:
Calcium.
Recommended
dietary allowances.
Cancer. Osteoporosis.
Bioavailability.
Abstract
Calcium (Ca) is the most abundant mineral element in our body. It accounts for about 2% of body weight. The functions of calcium are: a) functions
skeletal and b) regulatory functions.
Bone consists of a protein matrix that mineralizes mainly with calcium (the most abundant), phosphate and magnesium, for it is essential an
adequate dietary intake of Ca, phosphorus and vitamin D. The ionic Ca (Ca2+) is essential to maintain and / or perform different specialized
functions of, virtually, all body cells cellular. Because of its important functions Ca2+ must be closely regulated, keeping plasma concentrations
within narrow ranges. For this reason there is an accurate response against hypocalcemia or hypercalcemia in which the parathormone, calcitriol,
calcitonin and vitamin K are involved.
Ca intakes in the Spanish population are low in a signifi cant percentage of the older adult’s population, especially in women. The main source of
Ca in the diet is milk and milk derivatives. Green leafy vegetables, fruits and legumes can be important sources of Ca in a Mediterranean dietary
pattern. The bioavailability of dietary Ca depends on physiological and dietary factors. Physiological include age, physiological status (gestation
and lactation) Ca and vitamin D status and disease. Several studies relate Ca intake in the diet and various diseases, such as osteoporosis,
cancer, cardiovascular disease and obesity.
Resumen
El calcio (Ca) es el elemento mineral más abundante en nuestro organismo, ya que forma parte importante del esqueleto y los dientes. Supone
alrededor del 2% del peso corporal. Las funciones del calcio son: a) funciones esqueléticas y b) funciones reguladoras.
El hueso está formado por una matriz proteica que se mineraliza de forma mayoritaria con calcio (el más abundante), fosfato y magnesio; para
ello es imprescindible un correcto aporte dietético de Ca, fósforo y vitamina D. El Ca iónico (Ca2+) es un componente celular imprescindible
para mantener y/o realizar las diferentes funciones especializadas de prácticamente todas las células del organismo. Debido a sus importantes
funciones, el Ca2+ debe estar estrechamente regulado, manteniéndose sus concentraciones plasmáticas dentro de unos rangos estrechos. Para
ello existe una respuesta precisa frente a la hipocalcemia o la hipercalcemia, en la que intervienen la parathormona, el calcitriol, la calcitonina
y la vitamina K.
Las ingestas de Ca en la población española son bajas en un porcentaje signifi cativo de la población, especialmente en adultos mayores, sobre
todo en las mujeres. La principal fuente de Ca en la dieta son la leche y todos sus derivados. Las verduras de hoja verde, frutas y legumbres
pueden tener importancia como fuentes de Ca en un patrón alimentario mediterráneo. La biodisponibilidad del Ca de la dieta depende de
factores fi siológicos y dietéticos. Los fi siológicos incluyen la edad, situación fi siológica (gestación y lactación), el estatus de Ca y vitamina D y
la enfermedad. Diversos estudios relacionan la ingesta de Ca en la dieta y distintas enfermedades, como osteoporosis, cáncer, enfermedades
cardiovasculares y obesidad.
27EL CALCIO, ESENCIAL PARA LA SALUD
[Nutr Hosp 2016;33(Supl. 4):26-31]
INTRODUCCIÓN
El calcio (Ca) es un micronutriente del grupo de los minerales
que debe, siempre, formar parte de nuestra dieta. Es el elemento
mineral más abundante en nuestro organismo, ya que forma parte
importante del esqueleto y los dientes. Supone alrededor del 2%
del peso corporal; en cifras absolutas, aproximadamente 1.200g
(1,2 kg). De todo el calcio corporal, el 99% se encuentra en el
esqueleto y los dientes en forma de hidroxiapatita, un compuesto
cristalino que incluye fósforo (Ca10 [PO4]6 [OH]2). El resto (1%) se
encuentra en los tejidos blandos y en los fluidos corporales (1).
Esta particular distribución corporal justifica sus funciones
esenciales en el organismo, la mineralización de huesos y dien-
tes y la regulación de las funciones celulares en prácticamente
todos los tejidos corporales. Como ejemplos, el Ca es impres-
cindible para la contracción muscular y la función del sistema
nervioso (1,2).
Como todos los nutrientes, el Ca debe aportarse en la dieta y la
principal fuente de este mineral es la leche y productos lácteos,
que aportan alrededor del 40% de las ingestas diarias recomen-
dadas (IDR).
En este artículo se incluirán las funciones del Ca en nuestro
organismo, la homeostasis de este mineral, las fuentes dietéticas,
su biodisponibilidad y las ingestas recomendadas. Para terminar,
incluiremos la relación entre Ca y la salud ósea y su papel en el
mantenimiento del peso corporal, en las enfermedades cardio-
vasculares y cáncer.
FUNCIONES DEL CALCIO
Las funciones del calcio, como antes hemos apuntado, se pue-
den concretar en dos: a) funciones esqueléticas y b) funciones
reguladoras (1).
FUNCIÓN ESQUELÉTICA
El Ca es parte fundamental de nuestro esqueleto (huesos) y de
los dientes. El hueso está formado por una matriz proteica que
se mineraliza de forma mayoritaria con calcio (el más abundante),
fosfato y magnesio; para ello es imprescindible un correcto aporte
dietético de Ca, fósforo y vitamina D.
El tejido óseo está formado por dos tipos diferentes, el hueso
compacto (cortical) (80%), cuya función es la de dar dureza al
esqueleto y ejercer la función estructural, y el hueso trabecular
(20%), cuya función es metabólica. A pesar de su apariencia com-
pacta, el hueso es una estructura dinámica que está en constante
remodelación, destruyéndose (resorción) y formándose (forma-
ción) continuamente (1).
Las tasa relativas de resorción y formación ósea van a depen-
der de la edad. A partir de los 20-30 años, donde se alcanza un
pico máximo de mineralización, la formación predomina sobre la
resorción, y a partir de los 30-35 comienza a prevalecer la resor-
ción frente a la formación, con una pérdida de la densidad ósea.
Este último proceso es especialmente relevante en la mujer tras la
menopausia, donde se ve acelerado y puede comprometer la salud
ósea (osteoporosis) si no hay un aporte adecuado de Ca, P, Mg y
vitamina D, fundamentalmente, junto con unos estilos de vida salu-
dables entre los que se incluya una actividad física habitual (1,3).
El diente está formado por tres tipos de tejidos: esmalte,
dentina y cemento. El esmalte y la dentina están formados por
hidroxiapatita.
FUNCIÓN NO ESQUELÉTICA
El Ca (el Ca iónico: Ca2+) es un componente celular imprescin-
dible para mantener y/o realizar las diferentes funciones especia-
lizadas de prácticamente todas las células del organismo. Estas
funciones, no esqueléticas, podemos dividirlas en estructurales
y propiamente reguladoras. Dentro de las primeras, el Ca está
implicado en el mantenimiento de estructuras celulares (orgánu-
los), gránulos de secreción, membranas celulares y subcelulares
y estructuras nucleares (como los cromosomas) (1,4).
En relación con su función reguladora, este mineral puede
ejercer su función de forma pasiva o activa. Pasivamente, los
niveles de calcio plasmáticos regulan las reacciones enzimáticas.
La función reguladora activa la ejerce la concentración intracelular
de Ca2+. Los cambios en su concentración intracelular, en res-
puesta a un estímulo (hormona, neurotransmisor, etc.), modifica
el comportamiento, la respuesta funcional, de esa célula. Estas
respuestas funcionales incluyen la división, secreción, agregación,
contracción muscular, transformación y metabolismo celulares.
El mantenimiento de una concentración adecuada de Ca2+ cito-
plasmático (del orden de 0,1 µmol/l), respecto al extracelular (del
orden de 1,1 mmol/l), puede mantener una función óptima de la
célula; en cambio, un incremento no regulado en el citoplasma
puede iniciar un proceso de daño y muerte celular (4,5).
Debido a su actuación como segundo mensajero intracelu-
lar, el calcio interviene en la proteólisis intracelular, apoptosis y
autofagia, activación/desactivación enzimática (por fosforilación/
desfosforilación), secreción (incluida la de neurotransmisores y
neuromoduladores en el sistema nervioso), contracción muscu-
lar, agregación plaquetaria, bioenergética celular, transcripción
génica, etc. (4,6).
HOMEOSTASIS DEL CALCIO
Debido a sus importantes funciones, el Ca2+ debe estar estre-
chamente regulado, manteniéndose sus concentraciones plas-
máticas dentro de unos rangos estrechos (1,1 y 1,3 mmol/l).
Para ello existe una respuesta precisa frente a la hipocalcemia o
la hipercalcemia en la que intervienen la parathormona y el 1,25
dihidroxicolecalciferol (1,25 [OH]2 vitamina D3), y la calcitonina, y
recientemente se ha involucrado a la vitamina K por su relación
con la osteocalcina. Estos reguladores humorales actúan a nivel
óseo, renal e intestinal, afectando la movilización y depósito de
calcio en el hueso, su absorción intestinal y su excreción renal.
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La homeostasis del calcio se relaciona estrechamente con la de
los fosfatos a través del factor de crecimiento fibroblástico 23
(FGF23) y el factor Klotho (7).
INGESTAS RECOMENDADAS DE CALCIO
Las ingestas recomendadas de Ca se relacionan con la edad,
debido a las diferentes necesidades de este mineral en distintas
etapas de la vida. Así, en etapas de crecimiento activo (primeros
años de vida y estirón puberal) las demandas son mayores para
atender al crecimiento en longitud de los huesos largos. Poste-
riormente, sobre todo en mujeres tras la menopausia, la mayor
pérdida ósea de calcio aumenta los requerimientos para mantener
una densidad ósea adecuada que evite la mayor incidencia de
fracturas óseas de estrés, más frecuentes en esta etapa.
En la tabla I se recogen las ingestas recomendadas de Ca para
la población española tomadas de diversas fuentes y comparadas
con las del Institute of Medicine (IOM) de Estados Unidos incluyendo,
en estas últimas, el Estimated Average Requirements (EAR) (8-11).
Tabla I. Ingestas diarias recomendadas (IDR) de Ca en mg/día de diversas fuentes para
la población española y Recommended Dietary Allowances (RDA) y Estimated Average
Requirements (EAR) del IOM
IDR Carbajal y cols. (2013) IDR Ortega y cols. (2014) IDR FESNAD (2100) IOM (2011)
mg Ca/día mg Ca/día mg Ca/día EAR (Ca/día) RDA (Ca/día)
Lactantes Infants
0-6 meses 400 0 a 6mo — 200 mg (AI)
7-12 meses 525 6 a 12mo — 260 mg (AI)
Niños Niños Niños Children
0,0-0,5 200 < 0,5 250 1-3 años 600 1-3y 500 mg 700 mg
0,6-1 260 0,5-1 300 4-5 años 700 4-8y 800 mg 1.000 mg
2-3 700 1-3 500 6-9 años 800 Males
4-5 1.000 4-5 800 Hombres 9-13y 1.100 mg 1.300 mg
6-9 1.000 6-9 800 10-13 años 1.100 14-18y 1.100 mg 1.300 mg
Hombres Hombres 14-19 años 1.000 19-30y 800 mg 1.000 mg
10-12 1.300 10-13 1.300 20-29 años 900 31-50y 800 mg 1.000 mg
13-15 1.300 14-19 1.300 30-39 años 900 51-70y 800 mg 1.000 mg
16-19 1.300 20-39 1.000 40-49 años 900 > 70y 1.000 mg 1.200 mg
20-39 1.000 40-49 1.000 50-59 años 900 Females
40-49 1.000 50-59 1.200 60-69 años 1.000 9-13y 1.100 mg 1.300 mg
50-59 1.000 60-69 1.200 > 70 años 1.000 14-18y 1.100 mg 1.300 mg
60 y más 1.200 > 70 1.300 Mujeres 19-30y 800 mg 1.000 mg
Mujeres Mujeres 10-13 años 1.100 31-50y 800 mg 1.000 mg
10-12 1.300 10-13 1.300 14-19 años 1.000 51-70y 1.000 mg 1.200 mg
13-15 1.300 14-19 1.300 20-29 años 900 > 70y 1.000 mg 1.200 mg
16-19 1.300 20-39 1.200 30-39 años 900 Pregnancy
20-39 1.000 40-49 1.200 40-49 años 900 14-18y 1.100 mg 1.300 mg
40-49 1.000 50-59 1.200 50-59 años 1.000 19-30y 800 mg 1.000 mg
50-59 1.200 60-69 1.200 60-69 años 1.000 31-50y 800 mg 1.000 mg
60 y más 1.200 > 70 1.300 > 70 años 1.000 Lactation
Gestación (2.ª mitad) 1.300 Gestación (2.ª mitad) 1.400 Gestación 1.000 14-18y 1.100 mg 1.300 mg
Lactancia 1.300 Lactancia 1.500 Lactancia 1.200 19-30y 800 mg 1.000 mg
— — — — — — 31-50y 800 mg 1.000 mg
y: years; mo: months. Los números en cursiva corresponden a las Adequate Intakes (AI).
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INGESTAS DE CALCIO EN ESPAÑA
Existen diversos estudios que recogen las ingestas de Ca de
la población española. El estudio ENIDE (2011) (12) muestra una
ingesta observada de calcio de 886 mg/día en hombres y 834 en
mujeres. La adecuación va desde un 65% a un 98%, dependiendo
de las ingestas diarias recomendadas (IDR) consideradas. Sin
embargo, si en este mismo estudio consideramos la distribución
de las ingestas habituales teniendo en cuenta las variaciones intra
e interindividuales y las EAR (Tabla I), los porcentajes de población
con riesgo de ingestas bajas de Ca oscila entre el 20-30% en
hombres y el 35-82% en mujeres, dependiendo de los segmentos
de edad. La principal fuente de este mineral son la leche y produc-
tos lácteos (44%), seguidos de pescados, moluscos y crustáceos
y legumbres, semillas y frutos secos.
Los datos sobre ingesta de Ca del panel de consumo alimenta-
rio FEN-MAGRAMA son semejantes al estudio ENIDE y presentan
una ligera tendencia al descenso desde 2003 a 2008 (889 mg/
día frente a 874 mg/día) (13).
En estudios de colectivos específicos, como mujeres menopáu-
sicas, Ortega y cols. presentan ingestas de calcio de 956,1 mg/
día, ligeramente superiores a las encontradas en los dos estu-
dios anteriores de la población española adulta. Sin embargo,
los porcentajes de riesgo de ingestas marginales de calcio, al
comparar con las EAR, es del 41% de las mujeres menopáusicas.
Otros estudios muestran ingestas de Ca que oscilan entre 626
y 644 mg/día en mujeres posmenopáusicas y hombres mayores
de 50años, o el estudio INDICAP en población adulta española,
que observa ingestas de 991 mg/día (14-17).
Globalmente, las ingestas de Ca son bajas en un porcentaje
significativo de la población española, especialmente en adultos
mayores, y entre estos, las mujeres tienen ingestas más bajas.
FUENTES DIETÉTICAS DE CALCIO
Y BIODISPONIBILIDAD
La principal fuente de Ca en la dieta son la leche y todos sus
derivados. Algunos quesos contienen más de 1 g de Ca por 100
g de alimento, siendo la mantequilla la que presenta un conte-
nido menor, 15 mg/100 g. La leche líquida presenta una media
de 124mg/100 g. Dos tercios del Ca en la leche se encuentran
unidos a caseína y el resto libre (1).
Después se encuentran las verduras de hoja verde, frutas y
legumbres, que pueden tener importancia en un patrón alimenta-
rio mediterráneo, en el que pueden aportar hasta 400 mg/día. Los
cereales no son una fuente rica en Ca excepto si están suplementa-
dos con él, como ocurre en algunos países como el Reino Unido. Por
último, no debemos olvidar el agua y los complementos alimenticios.
La biodisponibilidad del Ca de la dieta depende de factores
fisiológicos y dietéticos. Los fisiológicos incluyen la edad, situación
fisiológica (gestación y lactación) el estatus de Ca y vitamina D,
y la enfermedad.
Los factores dietéticos dependen de cada alimento y su com-
posición, lo que puede afectar de forma positiva o negativa sobre
su absorción intestinal. Así, la forma física del Ca (solubilidad
relativa y presencia de oxalatos, fitatos y uronatos), la presencia
en la dieta de alimentos ricos o no en vitamina D, el contenido en
grasa y en proteína y otros factores (cafeína, alcohol, etc.) pueden
afectar la absorción del mineral y, por tanto, modificar su biodis-
ponibilidad. Por ejemplo, el Ca presente en la leche tiene una alta
biodisponibilidad, mejor que la de cereales y verduras y semejante
a las fuentes inorgánicas (CO3Ca). Así, la biodisponibilidad de la
leche es de un 30% frente al 5% de la espinaca. Esta alta bio-
disponibilidad es debida a la ausencia de factores inhibidores y a
la presencia de otros componentes como la lactosa, que evita su
precipitación, la caseína (fosfopéptidos) y los oligosacáridos no
digestibles (inulina y oligofructosa). Un caso particular es la leche
materna, con una biodisponibilidad aún mayor (35%) que se basa
en el perfil de ácidos grasos y en la relación Ca:P (1).
Por otro lado, la menor biodisponibilidad del Ca presente en las
verduras se debe a la presencia de sustancias como los oxala-
tos, uronatos y especialmente fitatos, que afectan negativamente
la absorción del mineral y en consecuencia su biodisponibilidad.
Respecto al Ca presente en el agua (del grifo o minerales embote-
lladas), su biodisponibilidad es alta; sin embargo, presenta una gran
variabilidad en el contenido de este mineral y, en general, presenta
concentraciones menores que la leche y sus derivados (1).
CALCIO Y ENFERMEDAD
El Ca2+ juega un papel esencial en innumerables funciones
del organismo, modificando sus concentraciones intracelula-
res y poniendo en marcha vías de señalización intracelular. Sin
embargo, cuando la homeostasis falla se producen alteraciones
patológicas diversas como consecuencia de alteraciones en los
niveles citoplasmáticos de este catión. En este ámbito se incluyen
enfermedades musculoesqueléticas, neurológicas, neurodegene-
rativas, cardiomiopatías, etc., consecuencia de la alteración de la
homeostasis del Ca2+ (18).
Por otro lado, se conoce por diversos estudios la relación entre
la ingesta de Ca en la dieta y diversas enfermedades: óseas,
crónicas (cáncer y enfermedades cardiovasculares) y obesidad.
CALCIO Y SALUD ÓSEA. OSTEOPOROSIS
La osteoporosis se define como una enfermedad que se carac-
teriza por una densidad de masa ósea baja (> 2,5 desviaciones
estándar de los valores medios de adultos jóvenes) junto con un
deterioro de la microarquitectura del hueso que conduce a una
fragilidad ósea y al consecuente aumento del riesgo de fractu-
ra. Esta enfermedad afecta a millones de personas y la OMS
la considera uno de los principales problemas de salud en el
mundo. Esto es debido a que esta enfermedad multiplica por 4 el
riesgo de sufrir una fractura ósea. Para conocer la densidad de la
masa ósea la técnica más generalizada es la radioabsorciometría
de rayos X de doble energía (DEXA). La osteoporosis puede ser
primaria o secundaria a otros procesos patológicos. La primaria
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puede ser de tipo I, de instauración temprana antes de la meno-
pausia y de tipo II, senil (1,18).
La causa de la osteoporosis es un desequilibrio entre las
entradas y salidas de Ca del organismo. La ingesta de Ca y su
utilización digestiva y metabólica no son suficientes para com-
pensar las pérdidas obligadas por heces y orina. Normalmente
en estas circunstancias y para la osteoporosis tipo II hay una
disminución en la síntesis de calcitriol, el metabolito activo de la
vitaminaD, por un problema en la función renal donde se forma,
o una insensibilidad de las células del epitelio intestinal a ella,
debido a la edad avanzada. Esto se ve agravado por un bajo
estatus de vitamina D por bajas ingestas o escasa exposición a
la radiación solar (1,18,19).
La influencia de la ingesta de Ca sobre la osteoporosis se obser-
va por ingestas bajas que no pueden mantener la calcemia, por
lo que se moviliza Ca de los depósitos óseos. Hay estudios que
relacionan las altas ingestas de leche y productos lácteos durante
la adolescencia con mayor densidad ósea y menor riesgo de frac-
turas en el periodo posmenopáusico. No obstante, otros estudios
no encuentran asociación entre la ingesta de calcio en un momento
determinado y la masa ósea. Por ello, diversos estudios prospecti-
vos no han podido establecer una asociación entre ingesta de Ca y
reducción del riesgo de fracturas osteporóticas (1).
Por otro lado, los suplementos de Ca a dosis mayores de las
que consumimos con la dieta, más de 500 mg/día, parecen dis-
minuir el riesgo de fracturas en hombres y mujeres a edades
avanzadas, y cuando las ingestas de Ca de la dieta eran muy
bajas. Un aspecto importante es el momento de administrar los
suplementos de este mineral, siendo más efectivos en etapas
tardías de la menopausia que inmediatamente después de su
instauración (1).
CALCIO Y CÁNCER
Diversos estudios muestran una relación entre la ingesta de
Ca y el cáncer colorrectal. El consumo de menos de 400 mg/día
de Ca se asocia con una mayor incidencia de este tipo de neo-
plasia frente a ingestas superiores a 800 mg/día. Otros estudios
han mostrado que también las altas ingestas de Ca reducen la
formación de pólipos adenomatosos de colon, una lesión precur-
sora del cáncer. Asimismo, la suplementación con Ca reduce la
recurrencia de los adenomas de colon. Según diversos estudios,
este efecto del Ca se relaciona con la capacidad de este catión
de unirse a ácidos grasos y ácidos biliares en la luz intestinal, evi-
tando que ambos, en su forma ionizada, puedan ejercer un efecto
proliferativo sobre los colonocitos, aumentando la probabilidad de
formación de células con errores del genoma (20).
También se ha propuesto una actuación del Ca a través de
receptor sensible al calcio presente en las células del epitelio del
colon tanto normales como neoplásicas. Este receptor detecta
cambios en las concentraciones de Ca en la dieta. Su unión al
receptor provoca elevaciones del Ca intracelular que dan lugar a
una inhibición del crecimiento, aumento de la apoptosis y favore-
cen la diferenciación celular (20-23).
Existen estudios de la relación del Ca con otros tipos de cáncer
como el de mama, aunque no existen pruebas tan evidentes, ya
que los estudios utilizaron la leche y sus derivados como fuente
del mineral (1).
CALCIO Y ENFERMEDADES
CARDIOVASCULARES
Estudios epidemiológicos han mostrado que existe una relación
inversa entre las ingestas de Ca y el riesgo de padecer enfer-
medades cardiovasculares. Estos efectos parecen relacionados
con los niveles plasmáticos de lípidos. Así, la administración de
suplementos del mineral disminuye el colesterol total y el coles-
terol-LDL en plasma, mientras que aumenta el colesterol-HDL.
Por otro lado, las bajas ingestas de Ca se han relacionado con
hipertensión arterial, un factor de riesgo para las enfermedades
cardiovasculares (24).
Es necesario apuntar que algunos estudios han puesto de
manifiesto que el uso de suplementos de Ca en dosis elevadas
puede tener una incidencia negativa sobre la salud cardiovascular.
De hecho, se ha publicado que con una ingesta de Ca por debajo
de 500 mg/día y por encima de 1.200 mg/día las curvas de
mortalidad por enfermedades cardiovasculares y la mortalidad
total aumentan (25,26).
CALCIO Y PESO CORPORAL
Uno de los recientes hallazgos es la relación entre la ingesta de
Ca y el peso corporal. Diversos estudios muestran una relación
inversa entre la ingesta de Ca y el índice de masa corporal (IMC).
Esta relación entre el catión y el peso corporal se relaciona con
el papel que tiene en la regulación de la adiposidad corporal a
través de una disminución de la lipogénesis y un aumento de la
lipólisis en tejido adiposo. Junto con esto se ha descrito un papel
del Ca en el balance de energía corporal, disminuyendo el apetito
e incrementando la termogénesis. Además, el calcio en la luz
intestinal puede formar jabones con la grasa de la dieta, favore-
ciendo su precipitación y su excreción fecal, y en consecuencia,
disminuyendo su absorción. En estos mecanismos parece inter-
venir el receptor sensible al calcio del adipocito. Su estimulación
por bajas ingestas de Ca disminuye la lipólisis y aumenta la lipo-
génesis (27,28).
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