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A. Almansa, O. Fonseca y A. Castillo
Málaga (España) y Bogotá (Colombia)
Redes sociales y jóvenes. Uso de Face book
en la juventud colombiana y española
Social Networks and Young People. Comparative Study of Facebook
between Colombia and Spain
v Dra. Ana Almansa-Martínez es Profesora Titular de Universidad del Departamento de Comunicación Audiovisual de
la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga (España) (anaalmansa@uma.es).
v Óscar Fonseca es Profesor de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Pontificia Universidad Javeriana
de Bogotá (Colombia) (ofonseca@javeriana.edu.co).
v Dr. Antonio Castillo-Esparcia es Profesor Titular de Universidad del Departamento de Comunicación Audiovisual y
Publicidad de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga (España) (acastilloe@uma.es).
DOI: http://dx.doi.org/10.3916/C40-2013-03-03
RESUMEN
Las redes sociales se han convertido en ámbitos de interacción social entre los jóvenes, que crean un perfil para rela-
cionarse con los demás. La exposición pública en el caso de los adolescentes puede generar problemas sobre aspec-
tos sociales, emotivos y afectivos. Esta investigación analiza cómo se usa Facebook por parte de los jóvenes y qué
experiencia obtienen de ello. Aunque dicen conocer los riesgos, admiten que aceptan a desconocidos como amigos
y ofrecen datos reales sobre su vida. Ante esta situación, se hace más evidente la necesidad de la alfabetización
mediática y digital de estos jóvenes que, aunque no deberían estar en Facebook hasta los 13 años, cuentan con un
perfil de manera mayoritaria. Para ello se ha utilizado una metodología basada en el análisis de contenido y las entre-
vistas en profundidad. Se trata de un estudio comparativo entre Colombia y España. En Colombia se han realizado
100 análisis de perfiles y 20 entrevistas en profundidad. La muestra ha sido de adolescentes de 12 a 15 años, de la
Institución Educativa Distrital Técnico Internacional de Bogotá. En España se han analizado 100 perfiles y se han
realizado 20 entrevistas a chicos de 12 a 15 años, de Institutos (IES) de Andalucía.
ABSTRACT
Social networks have become areas of social interaction among young people where they create a profile to relate
with others. The way this population uses social networks has an impact on their socialization as well as the emo-
tional and affective aspects of their development. The purpose of this investigation was to analyze how Facebook is
used by young people to communicate among themselves and the experiences they gain from it. On the one hand,
while teenagers claim to know the risks, they admit to accepting strangers as friends and to sharing large amounts of
true data about their private lives. For this reason, it is necessary to understand the media and digital phenomenon
that the youth are living through. Although they are legally prohibited from using Facebook until they are 13, the
number of underage users of this social network is growing, without any restraint from parents or schools. This
investigation compares the use of Facebook by youth in Colombia and Spain by using the content analysis and inter-
view techniques. In Colombia 100 Facebook profiles were analyzed and 20 interviews carried out with students
between 12- and 15-years-old attending the Institución Educativa Distrital Técnico Internacional school in Bogotá.
In Spain, 100 Facebook profiles were analyzed and 20 interviews held with students of the same age group atten-
ding various secondary schools in Andalusia.
PALABRAS CLAVE / KEYWORDS
Redes sociales, jóvenes, adolescentes, identidad digital, alfabetización mediática, Facebook, privacidad, riesgos.
Social network, young people, teenagers, digital identity, media literacy, Facebook, privacy, risks.
Comunicar, nº 40, v. XX, 2013, Revista Científica de Educomunicación; ISSN: 1134-3478; páginas 127-135
www.revistacomunicar.com
INVESTIGACIONES / RESEARCH
Recibido: 07-05-2012 / Revisado: 04-09-2012
Aceptado: 25-09-2012 / Publicado: 01-03-2013
Comunicar, 40, XX, 2013
© ISSN: 1134-3478 • e-ISSN: 1988-3293 • Páginas 127-135
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1. Introducción
Desde su aparición, las redes sociales, tales como
Facebook, MySpace, Cyworld, Linkedin, Bebo o Twi t -
t er, entre otras, han atraído a millones de usuarios
(Foon-Hew, 2011). Muchos de ellos han integrado
es tos sitios web en sus prácticas diarias (Boyd, 2007;
Piscitelli, 2010). Schwarz (2011) sugiere que los jóve-
nes se están alejando de la primacía del teléfono o de
la interacción cara a cara a la comunicación basada en
texto, especialmente mensajería, como método prefe-
rido de comunicación instantánea. Las redes sociales
permiten una nueva forma de comunicarse, de rela-
cionarse y de crear comunidades (Varas Rojas, 2009).
Haythornthwaite (2005) señala que lo que dife-
rencia a las redes sociales no es que permiten a los
individuos conocer a desconocidos, sino que permiten
a los usuarios articular y hacer visibles sus redes socia-
les. Esto puede dar lugar a las conexiones entre los
individuos (Timmis, 2012), que de otra manera no po -
drían conocerse.
1.1. Antecedentes de investigación sobre redes
sociales
La mayor parte de la investigación sobre redes so -
ciales se ha centrado en: a) la representación de sí mis -
mo y desarrollo de la amistad en red; b) la estructura;
c) la privacidad.
• Estudios sobre representación de sí mismo y
desarrollo de la amistad en red: Al igual que otros con-
textos en línea en los que los individuos son conscien-
temente capaces de construir una representación de sí
mismos, las redes sociales constituyen un contexto de
investigación importante para los estudios de los pro-
cesos de gestión de la auto-presentación y el desarrollo
de la amistad, tal como han estudiado Junco (2012),
McAndrew & Jeong (2012), Ross, Orr & al. (2009) y
Moore & McElroy (2012). Aunque la mayoría de los
sitios invitan a los usuarios a construir representaciones
exactas de sí mismos, los participantes suelen hacerlo
en diversos grados (Marwick, 2005; Ong, Ang & al.
(2011). Marwick, encontró que los usuarios de sitios
de redes sociales manejan complejas estrategias para la
negociación de su «auténtica» identidad.
• Estudios sobre estructuras de los sitios de redes
sociales: Investigadores de redes sociales también se
han interesado por la estructura de la redes de amis-
tad. Skog (2005) sostuvo que los miembros de las re -
des sociales no son pasivos, sino que participan en la
evolución social de la Red. Asimismo, se han desarro-
llado estudios sobre las motivaciones de las personas
para unirse a determinadas comunidades (Back strom,
Hot tenlocher & al., 2006). Liu, Maes y Daven port
(2006) argumentaron que las conexiones de los ami-
gos no son la única estructura de la Red que vale la
pena investigar. Ellos examinaron las formas en que
los gustos (música, libros, películas, etc.) constituyen
una estructura de red alternativa, a la que ellos llaman
«redes por gustos». Finalmente, Soep (2012: 98) seña-
la que «los jóvenes están desarrollando nuevos có digos
de conducta y creando modelos para apoyar la pro-
ducción más allá de la publicación» y Gonzales y
Hancock (2011) estudian los efectos de la utilización
de Facebook.
• Estudios relacionados con la privacidad: La co -
bertura de los medios de comunicación de masas so -
bre las redes sociales se ha centrado en los posibles
problemas de privacidad, sobre todo en la seguridad
de los usuarios más jóvenes (Flores, 2009: 80), cyber-
bullying y otros posibles riesgos (Calvete, Orue & al.,
2010; Law, Shapka & Olson, 2010; Hinduja & Pat -
chin, 2008; McBride, 2011).
En uno de los primeros estudios académicos acer-
ca de la intimidad y los sitios de redes sociales, Gross
y Acquisti (2005) analizaron 4.000 perfiles de Fa ce -
book y describieron las amenazas potenciales para la
privacidad originadas en la información de carácter
per sonal incluida en el sitio.
Stutzman (2006), en su estudio a partir de encues-
tas a los usuarios de Facebook en el 2006, describe la
«paradoja de la privacidad» que ocurre cuando los
adolescentes no son conscientes de la naturaleza pú -
blica de Internet. Jagatic, Johnson y otros (2007) uti-
lizaron los datos de perfiles de libre acceso de Face -
book para elaborar una «suplantación de identidad».
Los datos de este estudio ofrecen una perspectiva más
optimista y sugiere que los adolescentes son conscien-
tes de las amenazas potenciales de privacidad en línea.
También la investigación concluye que de los adoles-
centes con perfiles completamente abiertos, el 46%
reportó que incluye al menos algunos datos falsos de
la información que publica (Jagatic, Johnson & al.,
2007: 97).
La privacidad también está implicada en la capaci-
dad de los usuarios para controlar y gestionar su iden-
tidad. Las redes sociales no son la panacea. Preibusch,
Hoser y otros (2007) argumentaron que las opciones
de privacidad que ofrecen las redes sociales no pro-
porcionan a los usuarios la flexibilidad que necesitan.
Además de los temas mencionados anteriormente,
un creciente número de estudios se dirige a otros as -
pectos. Por ejemplo, estudios que abordan la raza y la
etnicidad (Byrne, 2007), la religión (Nyland & Near,
2007), cómo se ve afectada la sexualidad por la redes
sociales (Hjorth & Kim, 2005) y estudios sobre el uso
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que determinados segmentos de la población hacen de
las redes sociales, como es el caso de los niños (Val -
cke, De-Wever & al., 2011), los adolescentes (Pum -
per & Moreno, 2012; Moreau, Roustit & al., 2012;
Chauchaud & Chabrol, 2012; Aydm & Volkan-San,
2011; Bernicot, Volckaert-Legrier & al., 2012; Mazur
& Richards, 2011) o los nativos digitales (Ng, 2012).
2. Materiales y métodos
Para la investigación se ha utilizado una metodolo-
gía mixta con técnica cualitativa (entrevistas en profun-
didad) y cuantitativa (análisis
de contenido). Es un estudio
comparativo entre Colombia y
España entre adolescentes de
ambos países. La investigación
se llevó a cabo mediante la
observación de 100 perfiles de
Facebook y 20 entrevistas en
profundidad a adolescentes de
12 a 15 años de Colombia y
de 100 perfiles de Facebook y
20 entrevistas en profundidad
en España. En Colombia el
estudio se ha realizado a ado-
lescentes de la Institución
Educativa Distrito Técnico In -
ternacional de Bogotá. En Es -
paña se ha estudiado a chicas y
chicos de diferentes institutos
de Andalucía (Los Olivos, To -
rre Atalaya, Alyanub, El Pal -
meral, El Jaroso y Rey Ala -
bez). La selección de los cen-
tros educativos se hizo de forma aleatoria. Se analizó
el perfil en Facebook de los adolescentes que acepta-
ron participar en la investigación. Entre ellos, también
de forma aleatoria, se seleccionó a las personas a las
que se les realizó entrevistas en profundidad.
Para el análisis de contenido de los perfiles en Fa -
cebook se elaboró una plantilla de análisis en la que se
contemplaban las variables e ítems de la investigación,
que contenía aspectos tales como la frecuencia de las
entradas, el lenguaje utilizado en las mismas, el núme-
ro de fotografías y descripción de ellas, el número de
amigos y los datos personales (aficiones, gustos, rela-
ciones de pareja, etc.). Por lo que respecta a las entre-
vistas en profundidad, los temas tratados eran los usos
y las gratificaciones de las redes sociales y los porqués
de aspectos concretos que aparecían en sus perfiles. El
periodo de análisis se inició en mayo de 2011 y finalizó
en mayo de 2012. En los ejemplos del estudio no se
incluyen ni nombres ni fotos porque todos son meno-
res.
3. Análisis y resultados
3.1. El caso de los adolescentes colombianos
a) Cómo se representan en Facebook
Para los adolescentes estudiados tener un perfil en
Facebook significa administrar su personalidad. Crear
un perfil en Facebook y asignar un contenido a los
campos que la interfaz tiene preestablecidos es un acto
de creación de un ser en un entorno digital. Aunque
se trata de presentarse como ellos son, también hay
lugar a presentarse como ellos quisieran ser. Los ado-
lescentes tienen claro que de la presentación que ellos
hagan de sí mismos en la red social, depende algo muy
importante en esta etapa de la vida: su socialización,
tanto real como virtual.
En este sentido, comprobamos cómo el nombre
que deciden adoptar los adolescentes en Facebook,
describe atributos de su identidad. De los 100 perfiles
estudiados, 45 adolescentes asumen otros nombres
que guardan poca o ninguna coherencia con el nom-
bre de su identidad real. Para ellos es muy importante
la escritura de su nombre, su apariencia. Uno de los
chicos colombianos entrevistados explica que «mi
nombre es así porque se ve chévere… además porque
yo escucho Ska y Punk» o, en la misma línea, otra jo -
ven argumenta su cambio de nombre: «siempre que
en Facebook escribo la C no escribo la e. Es para que
Los adolescentes, para comunicarse en Facebook, han gene-
rado una serie de códigos nuevos de escritura, que no tie-
nen en cuenta la gramática y las reglas ortográficas, sino que
obedecen a otras condiciones como la velocidad de escritura
y especialmente las estéticas digitales. Vemos cómo la escri-
tura se ve afectada por normas caprichosas, emergen nuevas
maneras de escribir como lo que denominamos «textos-ima-
gen»: creados a partir de signos del teclado, en los que las
letras se convierten en partes de imágenes que significan
algo totalmente distinto a su significado lingüístico.
se vea diferente. Y Tanz lo que significa es que perte-
nezco a un grupo de seis amigas del colegio pero ade-
más tenemos un grupo con ese nombre en Facebook».
b) Su imagen de perfil: maquillaje y perfumado de
pixeles
La imagen que los adolescentes publican para ser
identificados en la red social es uno de los elementos
a los que dedican mayor tiempo: piensan su imagen, la
diseñan, la crean, la producen, la editan… la reeditan.
Sin embargo, ellos construyen su imagen en soledad.
Al observar las «Fotos de perfil» de los 100 perfiles de
Facebook estudiados, nos encontramos que la mayoría
aparecen solos. Además, la fotografía ha sido hecha
por ellos mismos mediante un espejo.
Una adolescente nos explica cómo ha construido
la mayoría de fotos de su perfil en las que generalmen-
te aparece sola: «Tomarse fotos frente al espejo no es
una moda, solo que es más sencillo, porque uno ve
cómo va quedando… por eso muchas fotos me las
tomo en el baño. Hay fotos que no me gustan, por eso
no las subo… Además las fotos que subo casi siempre
las arreglo. Casi a todos los chicos les gustan mis
fotos… yo creo que por eso me llegan tantas solicitu-
des de amistad». Si sumamos la cantidad de «Fotos de
perfil» de los 100 perfiles de Facebook estudiados,
suman 2.612 fotografías, en promedio 26,1 publicadas
en cada perfil. Además, es interesante observar cómo
los adolescentes que tienen un número mayor de foto-
grafías en el álbum «Fotos de perfil» son mujeres.
c) La información del perfil
Dentro del vinculo «Información» de un perfil de
Facebook, aparece un campo que se llama «Acerca de
mí». Al observar los 100 perfiles analizados, nos en -
contramos que 33 perfiles publican información de sí
mismos en este vinculo, pero lo más interesante es que
a pesar de que la interfaz está dispuesta para que los
usuarios incluyan información únicamente como texto,
encontramos que varios de los adolescentes utilizan las
posibilidades del teclado y la lógica de copiar y pegar
para generar imágenes.
Publican su fecha de nacimiento, aunque no sea
del todo verdadera (tienden a aumentarla), publican
su lugar de residencia, su lugar
de estudio, su música favorita,
sus películas favoritas, sus pro-
gramas de televisión preferidos
y sus actividades e intereses.
Sin embargo, no publican de sí
mismos, sus creencias religio-
sas, ni su filiación política, ni
sus deportes favoritos ni sus
libros favoritos.
Así como la amistad, ena-
morarse empieza a estar me -
diado por la tecnología. Para
los adolescentes entrevistados,
ver publicada una relación en
Facebook es tener la certeza
de que esa relación sentimen-
tal existe en la vida real. De los
100 perfiles de Facebook estu-
diados, 22 publican información relacionada con las
relaciones sentimentales que tienen sus usuarios. En
seis casos encontramos que los adolescentes mencio-
nan que están casados, sin ser eso cierto.
d) Cómo se relacionan
Para los adolescentes, tener amigos en Facebook
es más que tener una lista de contactos. Significa más
bien gestionar las relaciones de amistad en otro esce-
nario donde la imagen es el principal vínculo. Así lo
confirma, por ejemplo, una de las jóvenes colombianas
entrevistadas. A sus 13 años explica que «para que yo
agregue a alguien como mi amigo tiene que tener una
foto bonita, tiene que ser pinta o estar lindo… (risas) y
tener amigos en común, porque sé que si alguno de
mis amigos lo conoce, no es tan peligroso. Sin embar-
go, si me solicita que lo agregue como amigo alguien
con quien no tenga amigos en común, le miro bien las
fotos y si es lindo, lo agrego».
Para estos jóvenes, tener un amigo en Facebook
no significa necesariamente conocerse cara a cara.
Varios de los adolescentes entrevistados aceptan que
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La imagen que los adolescentes publican para ser identifica-
dos en la red social es uno de los elementos a los que dedi-
can mayor tiempo: piensan su imagen, la diseñan, la crean,
la producen, la editan… la reeditan. Sin embargo, ellos
construyen su imagen en soledad. Al observar las «Fotos de
perfil» de los 100 perfiles de Facebook estudiados, nos
encontramos que la mayoría aparecen solos. Además, la fo -
tografía ha sido hecha por ellos mismos mediante un espejo.
conversan con «amigos de Facebook» que nunca han
visto.
Si sumamos el número de amigos de los 100 per-
files de Facebook estudiados, suman 34.730. ¿Pero
cómo llegan a tener este número de amigos en sus per-
files? Agregan como amigos a personas que no cono-
cen siguiendo dos criterios: en sus fotografías deben
aparecer «lindas o guapos» y deben tener amigos en
común. Sin embargo, el primer criterio puede ser sufi-
ciente pa ra aceptar una solicitud de amistad. Decidir
aceptar o rechazar una solicitud de amistad en Face -
book es una decisión que los adolescentes toman muy
rápidamente. Los adolescentes entrevistados no tardan
más de 20 segundos en aceptar la solicitud de amistad
de alguien y no suelen rechazar muchas solicitudes de
amistad.
A diferencia del mundo real, en el que los adoles-
centes entablan relaciones con adultos como sus pro-
fesores, padres, autoridades, etc., en sus perfiles de
Face book los adultos son vedados, solo cinco han
agregado como amigos a sus padres o tíos, dos han
agregado a su profesores y la mayoría de ellos dice que
no le gustaría que sus padres se enteraran de lo que
hay en sus perfiles.
Las conversaciones de los adolescentes en Face -
book giran en torno a su imagen. Hay muy pocos men-
sajes que tengan que ver con algo distinto a la imagen
sobre sí. Las imágenes son las que comienzan conver-
saciones y relaciones. La mayoría de los textos que en -
contramos son muy cortos. En cambio, encontramos
muchas fotografías. Los motivos nos los explica una de
las jóvenes que entrevistamos. Argumenta que «cuan-
do yo publico alguna foto y nadie la comenta, la borro,
para qué dejar algo que a nadie le interesa. Por ejem-
plo, las fotos más comentadas son las últimas que he
subido, más o menos voy descubriendo que le gusta
ver a mis amigos… bueno creo que son las fotos más
sexy». Si sumamos las fotos publicadas en los 100 per-
files de Facebook estudiados se obtiene 11.426, en
promedio 114,26 publicadas en cada perfil.
La imagen se ha convertido, además, en la manera
de expresar afecto. Hacer una foto para otro, subirla a
Facebook y compartirla es la manera de expresar afec-
to. A esto ellos le llaman un «zing», derivado del in -
glés!«sign», que es una firma!que se agrega en una
fotografía para subir a Facebook, con un mensaje para
algún amigo/a.
Los adolescentes, para comunicarse en Facebook,
han generado una serie de códigos nuevos de escritu-
ra, que no tienen en cuenta la gramática y las reglas
ortográficas, sino que obedecen a otras condiciones
como la velocidad de escritura y especialmente las
estéticas digitales. Vemos cómo la escritura se ve afec-
tada por normas caprichosas, emergen nuevas mane-
ras de escribir como lo que denominamos «textos-ima-
gen»: creados a partir de signos del teclado, en los que
las letras se convierten en partes de imágenes que sig-
nifican algo totalmente distinto a su significado lingüís-
tico.
e) Grupos en Facebook: nuevas maneras de
pertenecer
Para los adolescentes colombianos, pertenecer a
un grupo de Facebook no es únicamente una manera
de sentirse parte de algo, es tener una imagen común
que cobija a los miembros, que los protege, que les
permite actuar como un «yo» colectivo. Ser parte de
un grupo es pertenecer a una comunidad real.
3.2. El caso de los adolescentes españoles
a) Cómo se representan en Facebook
La inmensa mayoría (95%) de los jóvenes de la
muestra española utiliza su nombre real en su perfil de
Facebook. Sin embargo, cuando se les pregunta en las
entrevistas por este aspecto, la mitad de los entrevista-
dos manifiesta que es peligroso utilizar el nombre real
y reconoce alguna joven que «mi madre siempre me
ha explicado que no debo indicar ningún dato real,
porque cualquiera con malas intenciones me podría
localizar». Es decir, parece que dominan la teoría,
pero se olvidan al llevarla a la práctica.
La mayoría de los adolescentes analizados ofrece
todos los contenidos de su perfil y muro a quien quiera
leerlos. Únicamente un grupo reducido tiene limitado
el acceso. Al preguntarles por este tema en las entre-
vistas, la mayoría respondía que ni sabía qué opción de
privacidad tenía activada. En este sentido, una de las
personas entrevistadas, nos indicaba que «no pasa
nada por compartir en Facebook. Todos mis amigos lo
hacen. Como somos muchos nadie se va a interesar
por lo que yo haga o diga». Es decir, el hecho de que
lo habitual entre sus colegas sea compartir, se interpre-
ta por esta joven como una ausencia de peligro.
Con la edad no son tan honestos. Casi ninguno
dice la verdad. Facebook tiene establecido que se
debe tener un mínimo de 13 años para abrirse un per-
fil en esta red social. Los adolescentes quieren estar en
la Red antes de esta edad y solucionan el problema
diciendo que nacieron unos años antes de la fecha
real.
La mayoría de los jóvenes analizados utilizan el
muro para compartir enlaces, fotografías, comentar fo -
tografías de compañeros y recibir comentarios. Sin
embargo, salvo alguna excepción, la actividad en estos
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muros no es muy frecuente. La media es tres o cuatro
publicaciones al mes. Lo hemos podido comprobar al
hacer el análisis de sus perfiles, pero también nos lo
han confirmado los entrevistados, quienes mayoritaria-
mente han confesado que suelen hacer menos de
cinco publicaciones al mes. Estas publicaciones se sue-
len hacer desde casa, tal como manifiestan.
b) Su imagen de perfil y fotografías incluidas
Como sucede con los adolescentes colombianos,
los españoles también hacen un gran uso de la fotogra-
fía en su perfil. El 78% cuelga fotos en su perfil sin
retocar, un 6% utiliza fotos retocadas, un 13% fotogra-
fías de diseño y únicamente un 3% no tiene foto de
perfil. Generalmente, en el perfil se van a mostrar fo -
tos del protagonista o de la protagonista solo/a (en el
60% de los casos), seguido de fotos con amigos (un
20% de los casos). El 20% restante se divide entre
fotos con la pareja (6%), con familiares (3%), fotos de
paisajes (6%) o de personajes conocidos, reales como
los futbolistas (4%) o irreales como los Simpson (1%).
Las fotos que ponen los adolescentes en su perfil
suelen ser posados (algunos muy poco naturales). La
sensación que se tiene al verles es que están imitando
a sus líderes televisivos o mediáticos. En el caso de las
fotos retocadas o de diseño, se incrementa aún más
esta voluntad de emular a sus líderes mediáticos. Uno
de los jóvenes españoles entrevistados nos reconocía
que existe cierta competencia entre sus amigos para
ver quién cuelga la foto más llamativa, más polémica u
original.
El número de fotos en el perfil («Fotos de perfil»)
oscila entre las 251 que tiene una joven y la única foto
que tienen varios de los perfiles analizados. La media
de fotos por perfil es de 23. Curiosamente, como tam-
bién sucede en Colombia, son mujeres quienes más
fotos tienen en su perfil.
La media de fotos incorporadas en cada caso es
bastante superior: 168. Dos de los adolescentes (de las
adolescentes, pues son mujeres en ambos casos) ana-
lizados tienen más de 1.100 fotos, concretamente
1.116 y 1.184. Algo semejante sucede con el número
de álbumes, que oscila entre los 32 y ninguno. La
media de álbumes en los adolescentes es de 5,4.
Por su parte, la media de fotos compartidas, tam-
bién es elevada. Hasta 817 fotos comparte uno de los
adolescentes analizados y la media es de 120 fotogra-
fías compartidas por joven. De estas fotos compartidas,
las más comentadas son las fotografías con amigos y
amigas (36%), seguidas de lejos por foto-montajes
(10%), fotos de posados (9%), retocadas (9%) y fotos
con familiares (3%). Es decir, los amigos y amigas de
estos adolescentes suelen comentar fotografías en las
que salen ellos mismos o personas conocidas. Si la
fotografía ha sido retocada o se trata de un montaje,
parece que también despierta el interés de los adoles-
centes.
c) La información del perfil
El 84% de los jóvenes de la muestra no indican en
sus perfiles de Facebook los idiomas que hablan.
Curiosamente, quienes sí lo indican hablan más de un
idioma: el 9% dice hablar español, inglés y francés, el
6% habla español e inglés y un 1% dice que habla in -
glés, francés, español y latín.
Ni la filosofía, ni la religión, ni el partido político
por el que se siente simpatía suelen ser temas por los
que se interesen los adolescentes. En el caso de la filo-
sofía y la religión, únicamente un 12% se ma -
nifiesta católico y un 7% incluye en su perfil
frases pronunciadas por conocidos persona-
jes o frases filosóficas. Y, en el caso de los
partidos políticos, únicamente un 2% indica
en su perfil el partido con el que simpatiza.
Tampoco suelen incluir una descripción de
sí mismos en su perfil («Acerca de mí») y,
quienes lo hacen, escriben frases como «Me
gusta salir con mis amigas», «Soy un chico
tímido, pero con encanto», incorporan frases
hechas o expresan la mayor de las alegrías
porque se sienten comprendidos por sus
parejas. Los textos pueden estar escritos con
palabras acortadas en las que suelen faltar las
vocales (sin respetar nomas gramaticales ni ortográfi-
cas). En ningún caso se han en contrado «textos-imáge-
nes» semejantes a los descubiertos en Colombia.
Las tres cuartas partes de los chicos y chicas que
conforman la muestra no precisan su situación senti-
mental. Un 12% dice que está soltero/a, un 9% asegu-
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Gráfico 1: ¿Quién aparece en la foto de perfil?
ra tener una relación, un 3% está «prometido» y un 1%
dice que está casado (evidentemente, no es verdad).
En este sentido, uno de los jóvenes entrevistados expli-
ca que él nunca facilita sus datos reales: «digo que vivo
en otro lugar, me invento mis datos… hasta mi nom-
bre». Asegura que tener una falsa identidad no le
supone ningún problema, pues «utilizo un nombre que
mis amigos conocen y saben quién soy enseguida». El
98% de los adolescentes no indica ningún teléfono en
Facebook como forma de contacto. Sin embargo, el
2% restante facilita su número de móvil. El 80% indica
una dirección de correo electrónico, en la mayoría de
los casos, terminado en hotmail.com.
d) Cómo se relacionan
Los adolescentes no hacen un uso ni continuado
ni diario de Facebook. Lo habitual es que hagan tres o
cuatro publicaciones al mes. Algo semejante sucede
con el número de amigos. El joven con más amigos de
la muestra española es un chico con 559 amigos, pero
también hay otro caso en el que únicamente se tienen
3 amigos. De hecho, la media de amigos es de 202,
una cifra moderadamente baja. Por ello, podemos de -
ducir que esos adolescentes están comenzando a rela-
cionarse en redes sociales y aún se mueven en sus cír-
culos más próximos.
e) Grupos y aplicaciones
Los adolescentes españoles no suelen participar
en grupos. Más del 80% no tiene grupos y, quienes lo
hacen, participan en una media de 3,8. Sí que hacen
un uso mayor de las aplicaciones. Cada uno de los
jóvenes de la muestra, participa en 2 aplicaciones co -
mo media. La mayoría de las veces, estos jóvenes van
a participar en juegos. «Aquarim», «Pet Shop Ci ty»,
«Sims Social» y «Dragon City» se encuentran entre los
favoritos.
f) Los gustos de los adolescentes
En general, los adolescentes suelen no dar dema-
siadas explicaciones de sus gustos. Aunque he -
mos podido comprobar que el deporte favorito
es el fútbol (un 54% de los perfiles analizados
indican el fútbol como deporte favorito), en un
39% de los casos no se indica ningún deporte
preferido. En los casos en los que sí se mencio-
nan deportes, fútbol, tenis, voleibol, natación,
baloncesto, paintball, pádel y ballet están entre
los preferidos. La música que gusta a los adoles-
centes es la de Lady Gaga, Justin Beiber, David
Gue tta, Shakira, Jennifer López, Jonas Bro -
thers, Michael Jackson, Beyoncé y Selena Gó -
mez. Las películas preferidas son «Toy Story»,
«Tres metros sobre el cielo», «Crepúsculo», «High
School Musical», «Avatar» y «Harry Potter». Los pro-
gramas de televisión que más gustan a la muestra sue-
len ser programas de actualidad y humor, como «Ton -
terías las justas», «El intermedio», «El hormiguero» o
«El club de la comedia»; concursos como «Tú sí que
va les» o «Fama»; y series como «El barco», «El inter-
nado» o «Friends».
4. Discusión y conclusiones
Tanto en Colombia como en España, la mayoría
de los jóvenes de 12 a 15 años utiliza Facebook para
relacionarse con sus amigos y amigas. Es un medio
más de socialización, tan importante o más que otros.
En ambos países los jóvenes tienen necesidad de
«estar» en la Red y de mostrarse en ella de la forma
más original posible (o, por lo menos, de lo que entien-
den por originalidad). Por ello, se manifiestan con un
lenguaje propio, ajeno a las normas ortográficas y gra-
maticales al uso. Tanto en Colombia como en España
utilizan esta peculiar forma de comunicarse. En el caso
de Colombia, además, es habitual ofrecer lo que he -
mos venido llamando «texto-imagen», es decir, esas
imágenes creadas a partir de texto. Esta manifestación
de supuesta originalidad también queda patente en las
fotografías. Tanto en España como en Colombia, los
chicos y chicas compiten por subir fotos llamativas pa -
ra sus compañeros/as: posados, fotos con gestos suge-
rentes, imágenes retocadas, montajes.
La mayoría se sobre-expone en las redes sociales.
Muestra de ello son las 114,6 fotos por persona (de la
muestra estudiada) en Colombia y las 168 fotos de
cada miembro de la muestra española. Únicamente en
las «Fotos de perfil», se alcanza la media de 26,1 foto-
grafías por perfil en Colombia y de 23 en España.
Cifras muy similares tanto en Colombia como en Es -
paña.
Pero esta sobre-exposición va más allá de las foto-
grafías. Un 95% de los chicos y chicas españoles utili-
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Gráfico 2: Comentarios de las fotografías.
zan su nombre real en su perfil de Facebook, mientras
que en Colombia lo hace el 55%. O, mientras apenas
indican cuál es su filiación política o religión, un grupo
considerable no tiene ningún inconveniente en decir
cuál es su relación sentimental. Curiosamente, tanto
en Colombia como en España encontramos adoles-
centes que confiesan estar «casados», cuando eviden-
temente no es cierto.
Otro ejemplo de sobre-exposición lo encontramos
con los datos de contacto que sobre sí mismos se ofre-
ce. Lo más habitual es que los adolescentes indiquen
una dirección de correo electrónico. Sin embargo, en
el caso español, encontramos dos casos en los que se
facilita el número del teléfono móvil. O, lo que puede
ser también peligroso, los jóvenes admiten que acep-
tan como «amigos» a personas que no conocen. Saben
que es peligroso, pero lo hacen. En el caso de Colom -
bia, los adolescentes reconocen que así lo hacen,
mientras que en España la mayoría dice que única-
mente aceptan a personas conocidas, pero hemos
comprobado que no es así, que aceptan también a
desconocidos. En este sentido, sería necesario ampliar
esta investigación a otros entornos culturales y nacio-
nales para realizar comparativas entre los diferentes
países.
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