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ÀGORA
DE SALUT
ISSN: 2443-9827. d o i : http://dx.doi.org/10.6035/AgoraSalut.2016.3.30 - pp. 285-293
III
Evolución de los modelos sobre el afrontamiento
del estrés: hacia el coping positivo
aL b e r t o ortega Ma L d o n a d o
aortega@uji.es
MariSa Sa L a n o Va So r i a
salanova@uji.es
Resumen
Introducción: Esta revisión teórica sintetiza la evolución de los principales hallazgos
científicos sobre el estrés y las estrategias y habilidades para su afrontamiento (co-
ping). Se presentan de forma paralela tanto los diferentes modelos teóricos utilizados
por los investigadores, como la evidencia que se ha ido acumulando mediante la in-
vestigación al respecto. Resultados: De la revisión se concluye que la evolución de
los estudios en esta materia ha venido demostrando la coocurrencia de emociones
negativas y positivas en el manejo de situaciones percibidas como estresantes. Estos
resultados han derivado en la elaboración de propuestas que contemplan las emocio-
nes positivas como un elemento clave a la hora de afrontar eficazmente situaciones
estresantes. En este sentido actualmente se plantea el concepto de coping positivo
como aquel en el que se acepta la situación estresante, contemplándola como un reto
u oportunidad, posibilitando así la aparición de emociones positivas que permitan es-
coger la estrategia de afrontamiento más eficaz. Conclusión: Desde una perspectiva
aplicada es relevante profundizar en el conocimiento del rol de las emociones positivas
en el proceso de afrontamiento al estrés, para diseñar intervenciones eficaces dirigi-
das al incremento de los niveles de bienestar personal.
Palabras clave: coping, estrategias de afrontamiento, coping positivo, emociones po-
sitivas, estrés, bienestar.
Abstract
Introduction: This theoretical review summarizes the evolution of the main scientific
findings about stress and coping. Different theoretical models used by researchers are
presented alongside with the evidence that has been developed during recent years of
research. Results: A review of these studies concludes that the evolution of research
in this area has been demonstrating the co-occurrence of both negative and positive
emotions in stress and coping. These results have led to the development of proposals
that consider positive emotions as a key element in selecting and implementing effec-
tive strategies for coping. In this regard it emerges nowadays the concept of «positive
coping», understood as a kind of coping in which the stressful event is accepted, help-
ing to perceive the situation as a challenge or opportunity, enabling therefore the oc-
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currence of positive emotions that allow to choose the most effective coping. Conclu-
sion: From an applied perspective it is very important to broaden the knowledge of the
role of positive emotions in the process of stress and coping, in order to design effective
interventions aimed at increasing levels of personal wellness.
Keywords: Coping, positive coping, positive emotions, stress, well-being.
Introducción
Desde una aproximación clásica, se entiende que el estrés se produce cuando en una
situación valorada por la persona como signicativa, se percibe un desequilibrio entre las de-
mandas de la propia situación y los recursos disponibles para hacerle frente, percibiéndose
éstos como insucientes (Lazarus y Folkman, 1984). Actualmente el estrés y las consecuen-
cias psicológicas y siológicas que conlleva, componen uno de los principales problemas y
preocupaciones de salud. Por ejemplo, en Europa el estrés constituye el segundo problema
de salud que más se denuncia a nivel laboral, generando tanto importantes costes de salud y
calidad de vida a las personas, como cuantiosas pérdidas económicas a las administraciones
públicas y las empresas privadas (o S h a , 2000; e n w h P , 2009). Es decir, se trata de un aspecto
muy relevante para la vida de las personas, presente en nuestro día a día, y determinante para
nuestra salud y bienestar.
Pero puesto que sentirse estresado realmente es una característica intrínseca y natural
de la vida, el estrés por sí solo no inuye directamente en el bienestar general de una persona,
sino que como comenta Lazarus (2006), lo realmente trascendente para la felicidad personal
es cómo se afrontan las situaciones de estrés. Según el propio Lazarus, si el afrontamiento
de una situación estresante es inecaz, puede derivar en consecuencias perjudiciales para
la salud, el bienestar psicológico y el funcionamiento social. Por el contrario, si es ecaz, es
probable que se mantenga la situación demandante bajo control, no solo evitando los posibles
efectos perniciosos, sino posibilitando incluso crecimiento personal. Por tanto, este afronta-
miento ecaz puede conllevar incrementos en los niveles de bienestar a través y a pesar de la
situación adversa (Vázquez, Castilla y Hervás, 2007).
Las estrategias de afrontamiento de situaciones estresantes (coping) se denen como
aquellos intentos constantes, tanto a nivel cognitivo como comportamental, que realiza una
persona para gestionar una situación en la que no se perciben recursos sucientes para su
superación (Lazarus y Folkman, 1984; Speirs y Martin, 1999; Zeidner, 1994). De esta forma,
resultados de investigaciones al respecto han demostrado que tenemos un amplio repertorio
de estrategias para afrontar el estrés, estando su ecacia relacionada con el proceso de ajuste
entre las demandas de la situación y la persona, atendiendo a criterios como el bienestar sub-
jetivo, funcionamiento social, o salud siológica (French, Caplan y Van Harrison, 1982; Lazarus
y Folkman, 1984; Lazarus, 1999). A este respecto, y debido a la necesidad detectada entre
otros por Lazarus (2000) y Litman (2006), en los últimos años se han llevado a cabo diversas
investigaciones dirigidas a conocer qué estrategias de afrontamiento son más ecaces en la
gestión del estrés. En este sentido autores como Folkman (2010) sostienen que el estrés es
un fenómeno fundamentalmente contextual, lo que quiere decir que se trata de una transacción
o proceso entre la propia persona y el entorno o contexto en el que se encuentra en un momento
determinado. Por lo tanto, según esta autora la ecacia de las estrategias de afrontamiento
y los resultados asociados a ella dependen tanto de aspectos estables (características de la
287
Evolución de los modelos sobre el afrontamiento del estrés: Hacia el coping positivo
personalidad, valores y creencias personales) como, sobre todo, de elementos inherentes a la
propia situación, entre los que destacan las emociones que la persona siente en ese momento
(Lazarus, 2000).
Teniendo en cuenta todo lo anterior, y siguiendo a Lazarus (2006), parece razonable la
idea de la necesidad de profundizar en el estudio sobre el proceso de afrontamiento al estrés,
para conocerlo mejor y determinar cuáles son las estrategias que desempeñamos para ges-
tionar estresores y cuándo y en qué medida son ecaces dichas estrategias. Esta línea de
investigación puede ser fundamental para la práctica profesional, pudiendo aportar diseños
de intervenciones dirigidas a afrontar ecazmente los momentos estresantes que una persona
vive en el día a día, contribuyendo a incrementar sus niveles de bienestar (Eacott y Fryden-
berg, 2009).
De esta forma Lazarus (2000), en su artículo sobre el estado del arte, apunta que desde
sus inicios en los años 40 del pasado siglo hasta la actualidad, la investigación en estrés y
coping ha ido incrementándose tanto desde el punto de vista de la cantidad como de la cali-
dad y complejidad de los estudios, lo que ha contribuido a reducir la tradicional brecha entre
la investigación y la práctica profesional. Este acrecentamiento del interés y actividad cien-
tíca relacionada con el estudio del proceso de afrontamiento al estrés, se ha visto además
inuenciado por el creciente desarrollo de la investigación sobre las emociones positivas que,
desde el surgimiento de la psicología positiva (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000), también se
ha visto incrementado. Así, basándose en la teoría de ampliación y construcción de recursos
de las emociones positivas (the broaden-and-build theory of positive emotions) (Fredrickson,
1998, 2001), estudios como el de Tugade, Fredrickson y Barret (2004) han relacionado las
emociones positivas y el coping, encontrando que las emociones positivas contribuyen a través
de un coping más ecaz al bienestar físico y psicológico de las personas. Más especícamente
emociones positivas como el humor, permiten afrontar el estrés de forma más ecaz (Carbelo
y Jáuregui, 2006).
Pero, ¿se pueden sentir emociones positivas en una situación estresante? En contra de
lo que tradicionalmente se ha postulado tanto desde la cultura popular como desde la psico-
logía cientíca, las emociones positivas coocurren en situaciones angustiosas y estresantes,
teniendo la emoción positiva una función adaptativa (Folkman y Moskowitz, 2000, 2004). De
hecho, el afecto positivo ayuda a afrontar el estrés de manera efectiva y a superar sus con-
secuencias nocivas más rápidamente, predisponiendo a evaluar la situación de estrés como
un reto, lo que conlleva un incremento de la esperanza y el optimismo, que a su vez genera y
sostiene más afecto positivo (Khosla, 2006). En este sentido, Kim, Suh, Kim y Gopalan (2012)
encontraron que los jóvenes inmigrantes asiáticos emplean para afrontar el proceso de acul-
turación, estrategias de afrontamiento con las que experimentan emociones positivas, lo que
contribuye a que mantengan un buen nivel de felicidad y bienestar. Es más, incluso en situa-
ciones de estrés severo como en el caso de cuidadores de enfermos graves (Folkman, 1997)
o de desempleados por un tiempo prolongado (Kerr, Dattilo y O´Sullivan, 2012), las emociones
positivas coocurren con las negativas, contribuyendo a afrontar más ecazmente la situación y
a reducir los niveles de malestar en estas personas.
Por tanto, la inclusión de las emociones positivas en los estudios sobre estrés y coping,
puede considerarse como un elemento de ruptura en esta línea de investigación, lo que ha po-
dido inuir en el desarrollo de las diferentes propuestas teóricas sobre el afrontamiento. Como
aportan Vázquez, Pérez y Sales (2003), los estados positivos proporcionan mejor resistencia
ante estresores intensos cuando no solo se perciben las consecuencias negativas de lo suce-
dido, sino que también se aprecia y valora aquellos elementos positivos de la situación. Por lo
que los modelos sobre el proceso de estrés coping han podido ser revisados en consonancia
con la evidencia empírica sobre las emociones positivas y las situaciones de estrés.
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Por este motivo, el objetivo de este trabajo es realizar una revisión de las principales
propuestas teóricas sobre las estrategias de afrontamiento al estrés, analizar su evolución e
indagar sobre la inclusión de emociones positivas en estos modelos, para conocer el rol que
se les atribuye en el proceso de estrés y coping.
Método
El presente estudio consiste en una revisión bibliográca que pretende analizar y sinte-
tizar el estado de la literatura relacionado con el proceso de percepción y afrontamiento del
estrés.
La revisión de bibliografía se llevó a cabo siguiendo secuencialmente dos estrategias de
búsqueda. En primera instancia, se realizó búsqueda inicial a través de tres bases de datos:
PsycNet, Medline y Pubmed. Los criterios de búsqueda que se emplearon respondieron a dife-
rentes combinaciones de las palabras clave stress, coping, positive coping y positive emotion.
La búsqueda de las publicaciones revisadas se limitó a publicaciones que emplean el método
de revisión de pares en el proceso de evaluación y aceptación de los trabajos.
Posteriormente, se revisaron las referencias bibliográcas de los artículos selecciona-
dos, las cuales facilitaron el acceso a otros estudios revisados.
Los estudios incluidos en la revisión correspondieron tanto a propuestas teóricas, como
revisiones o estudios empíricos relacionados con el proceso de afrontamiento al estrés.
Resultados
La búsqueda dio como resultado la obtención de tres tipos de aportaciones: artículos
empíricos centrados en conocer la relación entre las emociones positivas el estrés y el coping,
trabajos teóricos sobre propuestas de modelos, y ensayos sobre el estado de la cuestión.
La totalidad de propuestas se centran en la idea de que existe una amplia gama de re-
pertorios de estrategias de afrontamiento al estrés, que se emplean según las características
y habilidades personales, y la situación demandante. Esta idea se basa en los resultados del
análisis factorial realizado en los trabajos originarios sobre herramientas de medida de coping.
Estos instrumentos coinciden en la base teórica en la que se soportan: modelo transaccional
de estrés y afrontamiento (Lazarus, 1966; Folkman y Lazarus, 1980; Lazarus y Folkman, 1984;
Folkman 1997; Folkman, 2008, Folkman, 2010). Pese a ello han obtenido resultados dispares
en los análisis de factorización, lo que ha inuido en que dieran en su propuesta sobre los
tipos y la clasicación de las estrategias de afrontamiento. Las tres herramientas de medición
de referencia en la mayoría de investigaciones son:
wc c •: Ways of coping checklist (Folkman y Lazarus, 1980).
wa y S •: Ways of coping questionnaire (Folkman y Lazarus; 1985, 1988)
coPe • Inventory (Carver, Scheier y Weintraub, 1989; Carver, 1997).
Pero la propuesta teórica sobre el estrés y su afrontamiento de Lazarus no constituye
tan solo el armazón en el que se basa el diseño de las principales herramientas de medición.
La totalidad de los trabajos encontrados en esta revisión (tanto teóricos como empíricos) par-
ten de este modelo de evaluación cognitiva del estrés. Los artículos teóricos relacionados con
este modelo muestran que el mismo ha ido sufriendo modificaciones a lo largo de los años.
Así inicialmente el modelo no contemplaba la coocurrencia de emociones positivas y negativas
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Evolución de los modelos sobre el afrontamiento del estrés: Hacia el coping positivo
en el proceso de afrontamiento al estrés. Pero en sucesivas actualizaciones, se han incluido
las emociones positivas en el mismo, planteando finalmente que la evaluación de la situación
estresante conlleva tanto emociones negativas como positivas. Este hecho ha posibilitado que
se amplíen las categorías tradicionales de afrontamiento (centrado en solventar el problema o
en disminuir el malestar emocional), para incluir una nueva: el afrontamiento centrado en el
significado (véase figura 1).
Figura 1. Modelo sobre el estrés y coping (Folkman, 2008)
Discusión y conclusiones
Los resultados de esta revisión acerca de la evolución y desarrollo de los modelos teóri-
cos y estudios empíricos sobre el proceso de estrés y afrontamiento, muestran la inclusión tanto en
un tipo de trabajos como en otro, de las emociones positivas como elemento fundamental
en dicho proceso. Esta inclusión, derivada de los hallazgos sobre la coocurrencia de emocio-
nes negativas y positivas en situaciones percibidas como adversas y demandantes, ha cam-
biado tajantemente la concepción del proceso de estrés y su afrontamiento. La evidencia em-
pírica apoya la idea plasmada en el modelo base del que parten los trabajos de investigación
encontrados: el modelo transaccional de estrés y afrontamiento (Lazarus, 1966; Folkman y
Lazarus, 1980; Lazarus y Folkman, 1984; Folkman 1997, 2008, 2010). Los resultados de in-
vestigación muestran que las emociones positivas, además de estar presentes en el proceso
de afrontamiento al estrés (Folkman y Moskowitz, 2000; Khosla, 2006; Moore y cols., 2014),
actúan con un efecto restaurador y potenciador sobre las estrategias de afrontamiento centra-
das en el problema o en la reducción del malestar, facilitando la ecacia del afrontamiento y los
resultados saludables en los que se traduce (Lazarus, Kanner y Folkman, 1980; Folkman, 1997,
2008, 2010).
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Tabla 1
Estrategias de afrontamiento positivo
Estrategia Descripción
Reevaluación y reinterpreta-
ción positiva
Encontrar sentido a la situación a través de la interpretación de la
situación en términos de valores y creencias profundamente
arraigadas (Folkman, 1997; Folkman, Moskowitz, Ozer, y Park,
1997).
Creencias espirituales Buscar significado existencial para conseguir ajuste emocional (Folk-
man, 1997; Folkman, Moskowitz, Ozer, y Park, 1997).
Saboreo de los aconte-
cimientos ordinarios positi-
vos
Planear y realizar actividades cotidianas infundiéndole significado
positivo (Folkman y Moskowitz, 2000).
Aceptación Asumir la diferencia y el cambio entre las expectativas generadas
y la situación presente (Folkman, 2008).
Revisión de las metas Adaptar las metas a la nueva situación para mantener la sensa-
ción de control y logro (Folkman, 1997; Folkman, Moskowitz, Ozer,
y Park, 1997).
Focalización en los aspectos
positivos
Atender a los aspectos positivos de la situación para permanecer
optimista en cuanto a su solución (Eacott y Frydenberg, 2009).
Participación en actividades
de ocio o recreativas
Realizar actividades físicas, relajantes y/o divertidas con perso-
nas cercanas (Eacott y Frydenberg, 2009).
En este sentido, y a colación de este giro en la concepción del estrés por parte de los
teóricos del campo, se propone un nuevo tipo de estrategias de afrontamiento, denominado
por Folkman (1997) como coping centrado en el signicado, y plasmado en los estudios em-
píricos revisados y en la psicología positiva aplicada a la práctica profesional como coping
positivo (Schwarzer y Knoll, 2003). Esta nueva concepción del afrontamiento de situaciones
estresantes ya ha sido puesta en práctica tanto en el ámbito aplicado como en el cientíco.
Así, el coping positivo parece ser un factor relacionado con el bienestar psicológico. Oaksford
y cols. (2005) encontraron que el afrontamiento positivo facilita el ajuste psicológico y la adap-
tación en personas que han sufrido una amputación de alguna extremidad. Kerr y cols., (2012)
encontraron mejoras en la salud mental asociadas al empleo de estrategias de coping positivo
en personas desempleadas con algún tipo de discapacidad, que padecían estrés crónico. Pero
el coping positivo también puede tener consecuencias beneciosas a nivel siológico. Por
ejemplo, Sakami y cols. (2003) hallaron que el coping positivo provoca cambios en el sistema
inmunológico y efectos favorables para la salud.
Por otra parte, en el ámbito aplicado ya se han desarrollado programas centrados en el
desarrollo de habilidades de afrontamiento positivas. Así, Eacott y Frydenmberg (2009) proba-
ron la ecacia de un programa psicoeducativo para desarrollo de habilidades de afrontamiento
positivo para jóvenes, tanto para población general como con riesgo de depresión. El programa
incluía el entrenamiento en las estrategias de centrarse en la solución del problema, consecu-
ción de logros, focalización en lo positivo, búsqueda de actividades divertidas y relajantes, ac-
291
Evolución de los modelos sobre el afrontamiento del estrés: Hacia el coping positivo
tividad física y fomento de las relaciones sociales. Tras la aplicación se obtuvieron resultados
tanto en su ecacia (incremento del uso de estrategias de afrontamiento productivas y reduc-
ción de las no productivas) como en los efectos sobre la población al que se le aplicó (ajuste
persona-situación, bienestar subjetivo y social).
Pero esta nueva tendencia de investigación aún precisa de mucho más profundidad
en cuanto al conocimiento generado sobre el coping positivo y sus efectos en el bienestar
de las personas. Si bien es cierto que los estudios citados anteriormente evidencian que
las emociones positivas generadas por este estilo de afrontamiento incrementan la efica-
cia a la hora de gestionar el estrés, no existe aún consenso en qué estrategias pueden
identificarse con este tipo de coping. Entre las propuestas se encuentran tanto estrategias
cognitivas o conductuales centradas en la situación estresante, como otras dirigidas a la
generación de emociones positivas, como pueden ser la práctica de la amabilidad, la gra-
titud el mindfulness, o el desarrollo intencional de fortalezas personales. Por tanto, este
nicho de investigación constituye un elemento clave para la ampliación sobre el conoci-
miento acerca de las estrategias de afrontamiento positivo. Se plantea necesario para un
futuro cercano, precisar qué estrategias se pueden clasificar como coping positivo y qué
eficacia tiene cada una de ellas en diferentes poblaciones. La transferencia de los resultados
de estas investigaciones al ámbito de la práctica profesional se antoja decisiva a la hora de
promover en la población un afrontamiento de los problemas diarios orientado a un mayor
nivel de bienestar personal.
La propuesta del coping positivo es una buena oportunidad para fomentar bienestar,
desarrollo, crecimiento y orecimiento personal en las sociedades. La psicología positiva y
los investigadores y profesionales que nos dedicamos a ella contemplamos como se abre un
campo de actuación muy interesante y enriquecedor, que puede ser determinante a la hora
de contribuir a la felicidad desde ámbitos como la psicología de la educación, la psicología
de la salud, o la psicología del trabajo. Depende de nuestro esfuerzo que este barco llegue a
buen puerto. Hasta entonces, deberemos de aceptar la situación en la que nos encontramos,
reinterpretar la misma y planicar la vía de consecución más acorde a nuestros recursos para
llegar hasta nuestra meta.
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