La Actividad Física(AF) entendida como aquel movimiento corporal producido por los
músculos esqueléticos y que tiene como resultado un gasto energético que se añade al
metabolismo basal (Gálvez, y otros, 2001; Martínez-González & Guillén Grima, 1999), en las
dos últimas décadas, constituye uno de los principales triunfos de un estilo de vida saludable
y de una verdadera protección y promoción de la salud. Diversos estudios científicos han
demostrado que la práctica habitual de AF regular proporciona importantes beneficios en
la salud (Carpersen, Powell, & Christenson, 1985; Corbin, 2008; Balius Juli, 1989; Andersen
& Haradsodóttir, 1995; Eaton, Lapane, Garber, Assaf, Lasater, & Carleton, 1995; Oja, 1995;
Pate, 1995; Young, Sharp, & Curb, 1995; Myers, Strikmiller, Webber, & Berenson, 1996; Pate,
Heath, Dowda, & Trost, 1996; Sánchez Bañuelos, 1996; Raitakari, Taimela, Porkka, Telama,
Välimäki, & Akerblom, 1997; Boreham, Twist, & Savage, 1997; Perula de Torres, Lluch, Ruiz
Moral, Espejo Espejo, Tapia, & Mengual Luque, 1998; Graf, Bjarnason-Wehresn, & Rost,
2001; Boreham, Twisk, Murray, Savage, & Strain-Cran, 2001) y de igual manera, la relación
que su ausencia mantiene con el desarrollo, mantenimiento y agravamiento de diversas
enfermedades crónicas.