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El castillo de Villanueva de Valdemajuz: una construcción defensiva en el marco de la conflictividad social leonesa durante la Baja Edad Media

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Abstract

Este artículo se centra en el estudio de la evolución experimentada por las construcciones defensivas de la fortaleza de Villanueva de Jamuz (León) en los momentos finales de la Baja Edad Media e inicios de la Edad Moderna. Para llevar a cabo este trabajo contamos, por un lado, con la información emanada de las recientes intervenciones arqueológicas desarrolladas en la principal puerta de acceso al castillo y, por otro, con los materiales localizados en las mismas
ISSN 1696-0300
Estudios Humanísticos. Historia. 11, 2012, pp. 35-61
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EL CASTILLO DE VILLANUEVA DE VALDEJAMUZ:
UNA CONSTRUCCIÓN DEFENSIVA EN EL MARCO
DE LA CONFLICTIVIDAD SOCIAL LEONESA
DURANTE LA BAJA EDAD MEDIA
Raquel MARTÍNEZ PEÑÍN
Universidad de León
Recibido: 20/07/2012
Aceptado: 08/10/2012
RESUMEN: Este artículo se centra en el estudio de la evolución experimentada por las
construcciones defensivas de la fortaleza de Villanueva de Jamuz (León) en los momentos finales de la
Baja Edad Media e inicios de la Edad Moderna. Para llevar a cabo este trabajo contamos, por un lado, con
la información emanada de las recientes intervenciones arqueológicas desarrolladas en la principal puerta
de acceso al castillo y, por otro, con los materiales localizados en las mismas.
PALABRAS CLAVE: ortaleza, arqueología medieval, muralla, León, Baja Edad Media.
ABSTRACT: This article focuses on the study of the evolution of defensive constructions of the
strength of Villanueva de Jamuz (León) in the final moments of the late Middle Ages and Early Modern
period. To accomplish this we work on the one hand, with the information emanating from recent
archaeological work carried out in the main gateway to the castle and on the other, with the materials
found in them.
KEYWORDS: castle, medieval archeology, wall, León, Late Medieval.
1. OBJETIVOS Y CONTEXTUALIZACIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL
El presente trabajo se centra en el análisis de una de las fortificaciones de época
medieval más emblemáticas de la provincia de León: el castillo de Villanueva de
Jamuz
1
. Nuestro objetivo es conocer la evolución experimentada por su sistema
defensivo en los momentos finales de la Baja Edad Media e inicios de la Moderna.
Estas transformaciones coinciden con la pugna que los Quiñones, señores de
1
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación titulado “Marginación y asistencia social
en el Noroeste de la Península Ibérica durante el Antiguo Régimen”, subvencionado por el Ministerio
de Ciencia e Innovación (Ref. HAR 2010-17780).
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Valdejamuz y promotores de la fortaleza, mantuvieron con la casa condal de Luna
por hacerse con el control de esta jurisdicción territorial. Así, trataremos de
comprobar si tal confrontación afecde alguna manera a las construcciones del
castillo. Para alcanzar este objetivo contamos con una serie de intervenciones
arqueológicas practicadas en el enclave durante los últimos años.
El pueblo de Villanueva de Jamuz se sitúa a unos 58 km. al W. de la ciudad de
León y en la actualidad cuenta con una población de aproximadamente 300
habitantes, dedicados en su mayor parte a labores agrícolas y ganaderas (Mapa 1).
A lo largo de la Edad Media este pequeño núcleo, al que se le conocía como
Villanueva de Simón Sánchez, formaba parte de los territorios que conformaban el
señorío de Valdejamuz (Villanueva de Simón Sánchez, Santa Elena, Jiménez,
Herreros, Congosto y Quintana de Jamuz).
En el siglo XII, espacio pasa a constituirse como parte del territorio que el linaje
de los Vermúdez poseía en el Reino de León y, un siglo después, fue transferido al
de los Moranes. Hacia 1370 se integrará en el señorío de los Quiñones de la mano
del que fuera Adelantado Mayor de León y de Asturias, Pedro Suárez de Quiñones
(1367-1402), donando Villanueva y sus aldeas a su sobrino Diego Fernández de
Quiñones, vinculando así Valdejamuz al señorío de los Quiñones durante el resto
de la Edad Media
2
.
Tiempo después, el monarca Juan II concede a Diego Fernández de Quiñones la
potestad de fundar mayorazgo, que lo hace en las personas de sus cuatro hijos
varones. Así, el concejo de Valdejamuz pasa a al segundo de ellos, Suero Quiñones
I (1409-1458). Tras la muerte de Suero y aplicando el mayorazgo, Valdejamuz
pasa a manos de su hijo Diego Quiñones I (1438-1484). A su vez, este último deja
como heredero a su único hijo, de tan solo seis años de edad, Diego Quiñones II
(1478-1540).
Ante esta coyuntura desfavorable, el conde de Luna no reconoce a Diego como
heredero legítimo de su padre y, a finales del siglo XV, se llevan a cabo una serie
de hurtos contra los vecinos de Villanueva
3
. Estas desavenencias derivarán
2
MERINO, W. (1979). «Castillos del Paso Honroso, Laguna de Negrillos y Villanueva de
Valdejamuz». Castillos de España, 17, pp. 13-31; ALVAREZ ÁLVAREZ, C. (1982). El condado de
Luna en la Baja Edad Media. León: Colegio Universitario de León. ÁLVAREZ, C. (1981). «Castillos
medievales leoneses de la casa condal de Luna». Estudios Humanísticos, 3, pp. 141-152; ÁLVAREZ
ÁLVAREZ, C. (1997). Los Quiñones, señores de Valdejamuz (1435-1590). Astorga: Centro de Estudios
Astorganos “Marcelo Macías”.
3
A. G. S. (Archivo General de Simancas), Consejo Real de Castilla, legajos 148607,54;
148608,85.
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posteriormente en un largo pleito entre la Casa de Luna y los señores de
Valdejamuz. La situación finalizará en el año 1590 con la muerte sin descendencia
de Suero Quiñones II (1517-1590), de modo que los bienes del mayorazgo pasan
íntegramente a los condes de Luna
4
.
A partir de ese momento, y a lo largo de toda la Edad Moderna el concejo de
Valdejamuz conforma parte de los dominios de los condes de Luna, hasta que a
finales del siglo XIX la abolición del Régimen Señorial suponga la transformación
de las formas de organización política y la aparición de un marco administrativo
constituido en torno a los ayuntamientos y pedanías. Entonces, Santa Elena de
Jamuz se constituirá en cabeza del municipio, mientras que la población de
Villanueva de Jamuz pasa a articularse como simple pedanía
5
.
2. EL CASTILLO DE VILLANUEVA: UNA REVISIÓN HISTORIOGRÁFICA
El nacimiento del castillo de Villanueva de Valdejamuz debemos encuadrarlo
en el contexto de estos enfrentamientos nobiliarios tan comunes durante la Baja
Edad Media. Si la Plena Edad Media se caracteriza, fundamentalmente, por la
proliferación de fortificaciones de frontera
6
, el número de estas disminuye
sustancialmente a finales del siglo XIII tras finalizar buena parte de los conflictos
militares que caracterizaron los momentos anteriores. Esta situación se mantiene
hasta que surge de forma abierta el enfrentamiento interno entre Pedro I y Enrique
de Trastámara. La victoria de este último provoca el rápido ascenso de una nueva
nobleza que, progresivamente, adquiere del monarca importantes concesiones
territoriales, económicas y derechos jurisdiccionales
7
. Esto se verá ampliamente
4
ÁLVAREZ, C. (1981). «Castillos medievales leoneses de la casa condal de Luna». Estudios
Humanísticos, 3, pp. 147; ÁLVAREZ ÁLVAREZ, C. (1997). Los Quiñones, señores de Valdejamuz
(1435-1590). Astorga: Centro de Estudios Astorganos “Marcelo Macías”, pp. 43.
5
RUBIO PÉREZ, L. M. (1993). El sistema político concejil en la provincia de León. León:
Universidad de León, pp. 115.
6
MARTÍNEZ SOPENA, P. (1989). «Las pueblas reales de León y la defensa del reino en los siglos
XII y XIII». En LADERO, F. (ed.). Castillos Medievales del Reino de León. Madrid: Hullera Vasco-
Leonesa, pp. 113-137.
7
ALVAREZ ÁLVAREZ, C. (1982). El condado de Luna en la Baja Edad Media. León: Colegio
Universitario de León. ÁLVAREZ, C. (1981). «Castillos medievales leoneses de la casa condal de
Luna». Estudios Humanísticos, 3, pp. 141-152; ÁLVAREZ ÁLVAREZ, C. (1997). Los Quiñones, señores
de Valdejamuz (1435-1590). Astorga: Centro de Estudios Astorganos “Marcelo Macías”; ÁLVAREZ
ÁLVAREZ, C. (1999). La Historia de León, Volumen II. Edad Media. León: Universidad de León;
ÁLVAREZ ÁLVAREZ, C. y MARTÍN FUERTES, J. A. (1977). Catálogo del Archivo de los condes de Luna.
León: Colegio Universitario de León; GUTIÉRREZ, J. A. (1994). «El castillo de Villanueva de Jamuz
(León): Un ejemplo de fortificación innovadora a mediados del siglo XV». Estudios de historia y de
arqueología medievales, 10, p. 200.
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reflejado en la erección de una serie de cleos fortificados y sistemas defensivos
de los siglos XIV y XV, construidas además de como residencia y refugio, como el
lugar desde el que ejercer el poder jurisdiccional. La mayoría se situarán en el
ámbito rural y coinciden con las principales as de comunicación de la época.
Estas construcciones se irán adaptando progresivamente a las transformaciones
poliorcéticas de fines de la Edad Media, inicios de la Edad Moderna.
Tal coyuntura hace que proliferen las edificaciones militares en la zona oriental
del territorio leonés -los valles Esla, Cea y Valderaduey, el territorio paramés, la
Tierra de Campos, etc.-. Buena parte de estas corresponden a núcleo fortificados
que cuentan ya con una ocupación anterior -Coyanza, Laguna de Negrillo, Rueda,
Toro, Aguilar de Campos, etc.-. Mientras que otros, caso de Villanueva de
Valdejamuz, son creados ex novo para ejercer el poder jurisdiccional sobre el
territorio circundante.
Parece que, la torre del homenaje del castillo de Villanueva, levantada con
piedra local, de planta rectangular y un total de cinco alturas, debió erigirse en
tiempos Diego Fernández de Quiñones entre 1415 y 1435, coincidiendo su
momento de mayor actividad política
8
. Esta hipótesis la confirmaría la heráldica
conservada en sus muros, en donde aparecen los escudos del noble y de su esposa
María de Toledo. Además, existe una clara concordancia con sus contemporáneas
de Laguna de Negrillos o Quintana del Marco, construidas también por los
Quiñones
9
.
8
ÁLVAREZ ÁLVAREZ, C. (1997). Los Quiñones, señores de Valdejamuz (1435-1590). Astorga:
Centro de Estudios Astorganos “Marcelo Macías”, p. 35.
9
COOPER, E. (1980). Castillos Señoriales de Castilla s. XV y XVI. Madrid: Fundación
Universitaria Española, p. 406; COOPER, E. (1991). Castillos señoriales en la Corona de Castilla.
Valladolid: Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, pp.
299-300; GUTIÉRREZ,
J. A. y BENÉITEZ, C. (1997). «Aportaciones al repertorio cerámico bajomedieval castellano: las
producciones de Valencia de don Juan». La céramique médiévale en Méditerraneé. Actes du 6
congrés, Aix-en-Provence. Aix-en-Provence: Narration Éditions, pp. 539-548; COBOS GUERRA, F. y
RETUERCE VELASCO, M. (2011). Metodología, valoración y criterios de intervención en la
arquitectura fortificada de Castilla y León. Cátalogo de las provincias de León, Salamanca,
Valladolid y Zamora. Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo;
GUTIÉRREZ, J. A. (1989). «Arquitectura militar y sistemas de fortificaciones en el Reino de León». En
LADERO QUESADA, F. (ed.). Castillos Medievales del Reino de León. Madrid: Sociedad Hullera
Vasco-Leonesa, pp. 157-173; GUTIÉRREZ, J. A. (1992). «Castillos y sistemas de defensa en los reinos
de León y Castilla». En IGLESIA DUARTE, I. (ed.). IIª Semana de Estudios Medievales Instituto de
Estudios Riojanos. Nájera: Instituto de Estudios Riojanos, pp. 31-48; GUTIÉRREZ GONZÁLEZ, J. A.
(1995). Fortificaciones y feudalismo en el Origen y Formación del Reino de León. Valladolid:
Universidad de Valladolid; GUTIÉRREZ, J. A. (1996): «Castillos y fortificaciones en León durante la
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Por su parte, la construcción de la muralla se encuadra en vida de Suero
Quiñones I (1409-1458). Esta última posee planta trapezoidal y se adosa a la torre
del homenaje por su esquina noroeste. El restos de los ángulos del recinto murario
de rematan con cubos de planta cuasi circular. En paralelo al paño meridional se
construye un antemuro conservado en parte. También en esos momentos, se erige
la puerta principal de acceso al castillo en el centro del lienzo oriental y se hace a
base de otro cubo peraltado
10
.
Desde el punto de vista historiográfico, una de las primeras referencias al
castillo de Villanueva de Jamuz corresponde a Gómez Moreno
11
, que habla de las
semejanzas constructivas que éste tiene con la fortaleza de Laguna de Negrillos.
Este erudito sugiere que la muralla primitiva que circundaba a la fortaleza podría
haber sido de tapial, contando a su vez con un arco apuntado de ladrillo en medio
del lienzo este, para, en tiempos de Hernández de Quiñones, proceder a levantar la
torre del homenaje. Lo que se encuentra Gómez Moreno es una torre vacía al
interior, en la que identifica hasta cuatro alturas, incluida una entrada en el primer
piso. Esta línea descriptiva es la que siguen posteriormente autores como
Domínguez Berrueta
12
, Pastrana García
13
o Marcos Segovia
14
.
Por otro lado, Cooper sostiene que estamos ante una construcción inspirada en
los modelos de castillos franceses de los siglos anteriores, aunque con ligeras
variaciones. Al igual que Gómez Moreno, emparenta la fortaleza de Villanueva con
la de Laguna de Negrillos, construido también por los Quiñones, relacionando su
ejecución con el mismo maestro de obra
15
.
Por otro lado, el trabajo de Gutiérrez González se centra en el análisis
arquitectónico de la fortaleza, limitándose a describe las construcciones que se
Edad Media». En Arqueoleón. Historia de León a través de la Arqueología. León: Junta de Castilla y
León, Instituto Leonés de Cultura, pp. 163-170.
10
GUTIÉRREZ, J. A. (1994). «El castillo de Villanueva de Jamuz (León): Un ejemplo de
fortificación innovadora a mediados del siglo XV». Estudios de historia y de arqueología medievales,
10, p. 200-205.
11
GÓMEZ MORENO, M. (1925). Catálogo Monumental de la provincia de León. León: Ediciones
Nebrija, pp. 465-467.
12
DOMÍNGUEZ BERRUETA, M. D. (1979): Castillos de León. Ediciones Nebrija, León, pp. 64-66.
13
PASTRANA GARCÍA, J. (1979). León, ermitas y castillos. León: Pastrana, D. L, pp. 120-123.
14
MARCOS DE SEGOVIA, M. (1954): «Castillos bañezanos». Boletín de la Asociación Española de
Amigos de los Castillos, 6, pp. 233-247.
15
COOPER, E. (1980). Castillos Señoriales de Castilla s. XV y XVI. Madrid: Fundación
Universitaria Española, p. 406; COOPER, E. (1991). Castillos señoriales en la Corona de Castilla.
Valladolid: Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, pp. 299-300.
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conservan en pie: la torre del homenaje, la muralla o su acceso principal. Al
respecto, hemos de tener en cuenta que, en los momentos en los que el autor realiza
este artículo, no se había llevado a cabo ninguna excavación arqueológica en el
sitio
16
.
Los estudios referidos al contexto histórico en el que se lleva a cabo la
construcción del castillo de Villanueva de Jamuz son obra, en primer lugar, de
Merino Rubio con su trabajo sobre patrimonio de los Quiñones
17
. Pero, sobre todo,
destacan la monografía que Álvarez Álvarez dedica al señorío de Valdejamuz
18
.
Desde el punto de vista arqueológico, debemos mencionar los artículos que
Cortés dedica a los trabajos de campo efectuados en la torre del homenaje durante
el año 2001
19
.
Finalmente, ha visto la luz un breve catálogo sobre fortificaciones de Castilla y
León en el que se incluye una muy breve descripción de las características edilicias
del castillo
20
.
3. ANTERIORES EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL CASTILLO
En los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el año 2001 se excavaron dos
sondeos. El primero se realizó al interior de la torre del homenaje, en su esquina
sureste, y midió 2,2 m. por 1,5 m. Las labores de campo depararon la localización
de un vano tapiado en el lienzo meridional que presumiblemente permitía el acceso
desde la torre a la muralla. También se reconoció parte de la pared de tapial del
recinto primigenio dado que se encuentra cortada por la zanja de cimentación del
16
GUTIÉRREZ, J. A. (1994). «El castillo de Villanueva de Jamuz (León): Un ejemplo de
fortificación innovadora a mediados del siglo XV». Estudios de historia y de arqueología medievales,
10, pp. 199-233.
17
MERINO, W. (1979). «Castillos del Paso Honroso, Laguna de Negrillos y Villanueva de
Valdejamuz». Castillos de España, 17, pp. 13-31.
18
ÁLVAREZ ÁLVAREZ, C. (1997). Los Quiñones, señores de Valdejamuz (1435-1590). Astorga:
Centro de Estudios Astorganos “Marcelo Macías”.
19
CORTÉS, J. L. (2005). «Intervención arqueológica en el castillo de Villanueva de Jamuz».
Lancia, 6, pp. 274-283; CORTÉS, J. L. (2006). «Intervención arqueológica en el castillo de Villanueva
de Jamuz». Castillos de España, 144, pp. 23-30.
20
COBOS GUERRA, F. y RETUERCE VELASCO, M. (2011). Metodología, valoración y criterios de
intervención en la arquitectura fortificada de Castilla y León. Cátalogo de las provincias de León,
Salamanca, Valladolid y Zamora. Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y
Turismo, pp. 106, 136.
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muro de la torre. Además, Cortés Santos identificó los restos de dos posibles
pavimentos, apoyados en la mencionada estructura de tapial
21
.
El segundo, de 1,5 m. de ancho, se desarrolló en la base de la torre del
homenaje, donde se exhumaron una serie de construcciones posteriores a la torre.
Se identificó parte de la secuencia estratigráfica del patio y una posible crujía
adherida al lienzo este de la torre, que fue erigido sobre otras construcciones
previas asentadas directamente sobre el sustrato natural. Finalmente se localizó
también lo que parece ser un pequeño tramo de la muralla de tapia.
Con el objetivo de rehabilitar la muralla y acondicionar el interior de la torre del
homenaje como vivienda, la arqueóloga González Fernández vuelve a intervenir al
interior del castillo unos años más tarde. A lo largo de esta campaña se llevó a
cabo, por un lado, el vaciado del cubo noroeste de la muralla y, por otro, la
limpieza del suelo del patio interior, localizándose una superficie de lajas que se
extiende por gran parte del mismo. También se excavó un pequeño sondeo, de 6 m.
de largo por 2 m. de ancho, emplazado frente al pasillo abovedado que comunica la
puerta principal de acceso con el patio interior, exhumándose aquí parte de una
atarjea que se terminó de sacar a la luz en la intervenciones que nos ocupa
22
.
En el año 2009, con motivo de las obras de acondicionamiento del entorno del
castillo de Villanueva de Jamuz que se plantearon desde el Excmo. Ayuntamiento
de Santa Elena de Jamuz, se acometió una nueva excavación arqueológica al
exterior del mismo
23
. Así, se plantearon dos sondeos de 39 m², repartidos en dos
zonas. La primera se practicó en el lateral este del castillo, de 7 m. de largo por 3
m. de ancho. Mientras que el segundo, con 6 m. de longitud por 3 m. de anchura, se
lleva a cabo en el lateral norte del mismo. El primero permitió localizar el foso del
castillo, así como la berma, de unos 4,5 m. de anchura, desde la que arrancaba. En
el segundo se pudo identificar también, aunque en este caso surge desde el pie de la
misma muralla de la fortaleza.
21
CORTÉS, J. L. (2006). «Intervención arqueológica en el castillo de Villanueva de Jamuz».
Castillos de España, 144, pp. 23-30.
22
GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, L. (2004). Excavación, seguimiento y/o documentación
arqueológica en las obras de rehabilitación parcial del castillo de Villanueva de Jamuz. León:
Informe inédito depositado en el Servicio Territorial de Cultura de León, Junta de Castilla y León.
23
SAN ROMÁN FERNÁNDEZ, F, CAMPOMANES ALVAREDO, E. y MUÑOZ VILLAREJO, F. (2009).
Informe preliminar excavación arqueológico castillo de Villanueva de Jamuz, Santa Elena de Jamuz
(León). León: Informe inédito depositado en el Servicio Territorial de Cultura de León, Junta de
Castilla y León.
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4. LA RECIENTE INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA FORTA-
LEZA
Los trabajos de campo depararon la localización de una serie de elementos
constructivos, de carácter defensivo, cuya cronología se extiende desde la Baja
Edad Media hasta los inicios de la Edad Moderna.
El castillo se ubica en la localidad de Villanueva de Jamuz, población que forma
parte del municipio leonés de Santa Elena de Jamuz (Mapa 1). La fortificación se
emplaza en plena entrada del pueblo y sus Coordenadas Geográficas son 42º 13´
58´´ Lat. N, 02º 10´10´´ Long. O, mientras que las UTM: X 264.123.11, Y
4.679.559.62.
Al respecto, hemos de tener en cuenta que el enclave se encuentra bajo la
declaración genérica de Bien de Interés, Decreto de 22 de abril de 1949, y la ley
16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español, por lo que goza, tal y como
recogen las normas urbanísticas municipales, de una “protección integral”. De
hecho, el Ayuntamiento de Santa Elena de Jamuz planteó, hace un tiempo, en este
espacio una serie de obras destinadas a mejorar el entorno del la fortaleza. El
espacio incluido en dicho proyecto se ubicada al exterior del lienzo oriental del
recinto amurallado, pero sobre todo a la puerta principal. Esto motivó que se
llevara a cabo la excavación arqueológica de la mencionada área de acceso, con el
objetivo de poder conocer el estado y la extensión de estas construcciones, así
como la preservación de los restos.
En un primer momento el sondeo se proyectó con unas medidas de 2,5 m. de
anchura por 9 m. de largo. Sin embargo, debido a la entidad de las construcciones
localizadas, se amplió hasta llegar a excavar cerca de 32 m², con un potencial
estratigráfico de aproximadamente 2 m.
La campaña de excavación comenzó con los trabajos de limpieza y desbroce
practicadas en el área situada al exterior del lienzo oriental del castillo, con la
finalidad de dejar el terreno lo más horizontal y despejado posible. Así, se planteó
un único sondeo, paralelo a la línea de la muralla, justo en frente de la puerta de
acceso a la fortaleza, donde afloraban ya en superficie restos visibles de alguna
construcción.
El sondeo presentaba una orientación norte-sur, teniendo, en principio, unas
medidas de 2,5 m. de ancho por 9 m. de largo (Foto 1). Sin embargo, con el fin de
optimizar el hallazgo de las estructuras exhumadas, el área de intervención se
amplió durante el proceso de excavación por el lado norte (1,10 m. por 3,80 m.) y
oeste (1,30 m. por 4 m.). Finalmente, la zona excavada contó con una superficie
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total de 31,88 m² y una potencia estratigráfica de algo más de 2 m, donde se
individualizaron un total de veintitrés unidades estratigráficas.
4. 1. Horizonte de ocupación contemporáneo
Después de efectuar las pertinentes labores de limpieza y marcar la superficie de
intervención (U. E. 1), se retiró un primer estrato de tierra muy heterogéneo y de
escasa compactación (U. E. 2). Se trataba de un nivel superficial de textura
arcillosa y suelta, de color marrón claro, con una potencia de entre 0,05 m. y 0,20
m, que cuenta con inclusiones de teja, gravilla, piedra y un entramado de raíces de
la vegetación superficial que ocupaba toda la superficie del sector (PLANO 1)
(FOTO 2).
En el cuadrante norte del sondeo se exhumaron los restos de una presumible
canalización (U. E. 5) destinada a evacuar las aguas del interior del castillo. Estaba
formada por tres tejas curvas de gran formato, superpuestas entre sí, y con
orientación oeste-este (Foto 3). Dicha canalización era visible también en el testigo
de seguridad del perfil occidental y se introducía en el sondeo por su flanco
noroeste, presentando una leve inclinación hacia el lado este. Las medidas de la
parte de canalización que se sacaron a la luz eran de 0,50 m. de ancho por 1, 66 m.
de longitud (PLANO 1).
Debemos tener en cuenta que su extremo oriental estaba fragmentado y, en
cuanto a su función, sería la de un albañal que facilitase la salida de aguas del
interior de la fortaleza. Para su construcción se realizó una zanja de cimentación
(U. E. 7) con forma de U. Se erigió mediante el uso de grandes losas de pizarra
local en la base y pequeños bloques de piedra de cuarzo trabados con tierra para los
laterales. Una vez en desuso, esta canalización se amortizó con tierra arcillo-
arenosa (U. E. 6) de granulometría media, fina y suelta. Según distintas fuentes
orales, dicha canalización fue realizada a principios de siglo pasado, coincidiendo
con el uso del castillo como majada de ganado ovino (PLANO 7).
En esta fase encontramos también una acumulación de piedras (U. E. 8) de
distintos tamaños y sin orden aparente, situadas en la parte central de sector.
Ocupan una superficie aproximada de 2,5 m. por 1,15 m. Al respecto, hemos de
tener en cuenta que las fuentes orales aluden a la venta que, hace unas cuantas
décadas, el antiguo propietario del castillo hizo de una parte de las piedras
procedentes, sobre todo, de la parte superior de la muralla. Estas parece que eran
trabajadas en la zona donde se localizó la referida concentración (PLANO 1). Por
ello, barajamos la posibilidad de que U. E. 8 pueda corresponder a los desbroces de
las mismas (FOTO 4). Además, este tipo de acumulación, sin orden aparente, se
evidenció también en el interior del castillo (PLANO 7).
Raquel Martínez Peñín
Estudios Humanísticos. Historia
44
En la zona central del cuadrante noroeste, entre las UU. EE. 5 y 8 se excavó un
nivel de tierra de textura arcillosa y color marrón claro (U. E. 11). Presentaba una
potencia de aproximadamente 1 m. y englobados en su matriz aparecieron diversos
fragmentos de teja curva, ladrillo, algunos bloques de piedra caliza y cuarzo de
pequeño tamaño, además de restos de carbones vegetales. Este estrato desarrollaba
una clara tendencia vertical y su formación podría estar relacionada con un vertido
o echadizo efectuado en esta área (PLANO 7).
A la fase contemporánea pertenecen también una serie de sedimentos de
diferente composición, que se caracterizan por presentar disposición horizontal y
estar ligeramente basculados hacia el sureste. Los dos primeros estratos (UU. EE.
14 y 15) son de color marrón, textura arcillosa y cuentan con abundantes
inclusiones de cantos rodados, lajas de pizarra y piedras de cuarcita y caliza de
reducidas dimensiones. Su potencia oscilaba entre los 0,15 m. y 0,25 m. y sobre
ellos estaba dispuesta la acumulación de piedras U. E. 8. Estos estratos fueron
interpretados como posibles capas de nivelación del suelo (PLANO 7).
El estrato inmediatamente inferior (U. E. 16) estaba constituido por una arcilla
de color rojiza de textura suelta, muy homogénea. Estratigráficamente le sigue la
U. E. 17, situado en un nivel inferior al anterior, y formada por restos de ceniza y
sedimentos arcillosos de color rojizo resultante de la acción continuada del fuego.
Ambas unidades poseen una potencia de entre 0,10 m. y 0,12 m, con una clara
horizontalidad y un leve buzamiento hacia el perfil meridional. Se trataría de dos
niveles de destrucción y/o abandono (PLANO 7).
Por último, aludiremos a las dos unidades estratigráficas resultantes de las
recientes obras de construcción del alcantarillado y acondicionamiento de la acera
realizadas en el entrono de la fortaleza. Por un lado, la U. E. 20 consistente en un
vertido, de unos 0,70 m. de potencia, que se localiza entre la acera, la canalización
y el antemuro identificados en el perfil noreste del sondeo. Se trata de una capa de
tierra de color marrón claro, textura areno-arcillosa y baja compacidad, con
inclusiones de grava, material constructivo y adobe, además de plásticos y cascotes
de vidrio. También en este relleno se evidenció una mancha de adobe (U. E. 21) de
color amarillento, textura arcillosa y muy compacta, que medía unos 0,30 m. por
0,50 m. Dicha mancha estaba situada junto a la cara exterior del cimiento U. E. 3.
La segunda unidad, corresponde a un pavimento de adoquines aunados con
hormigón (U. E. 23). Este pavimento sirvió a su vez de límite en la ampliación que
se hizo del sondeo, quedando así reflejado en el perfil norte (PLANOS 3 y 4).
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4. 2. Fase de Época Moderna
En primer lugar, debemos tener en cuanto que no existe ninguna evidencia
arquitectónica perteneciente a este periodo cronológico, únicamente tenemos
constancia de un nivel arqueológico de grandes dimensiones, exhumado en el
cuadrante noroeste y sureste del sector (U. E. 19), consistente en un gran depósito
de tierra arcillosa de granulometría media y baja. Este estrato contiene inclusiones
de material constructivo, gránulos de mortero de cal, esquirlas y fragmentos de
piedras cuarcíticas y restos de carbón vegetal con una potencia de unos 1,70 m.
cuya situación estratigráfica y materiales recuperados (restos de cerámica y fauna
doméstica) nos inducen a datarlo con posterioridad a la utilización de las
estructuras defensivas del exterior del castillo. Contenido en este estrato (U. E. 19)
se halló una bolsada de fragmentos de pizarra (U. E. 12), con un espesor de entre
0,20 m. y 0,80 m. (PLANOS 3-5).
4. 3 Horizonte moderno/bajomedieval
En este horizonte se exhumaron una serie de elementos arquitectónicos,
destacando el cimiento (U. E. 3), identificado como el posible antemuro de la
fortaleza con un uso sin duda defensivo (FOTOS 5 y 6).
Su aparejo es de mampostería trabado con argamasa a dos caras vistas -la
exterior de mejor factura que la interior-. Para su construcción se emplearon
bloques de cuarcita de mediano tamaño, unos trabajados y otros sin trabajar,
formando así hasta quince hiladas que se caracteriza por su irregularidad. Presenta
una orientación sureste-noroeste y discurre en paralelo al lienzo oriental de la
muralla. La parte del presumible antemuro que se sacó a la luz mide unos 1,80 m.
de ancho por 1,30 m. de alto y unos 7, 5 m. de largo (PLANOS 2 y 6).
Además, se localizó la zarpa de cimentación (U. E. 13), visible únicamente en el
extremo norte de su cara exterior. Esta se erigió también a base de bloques de
cuarcita de mediano tamaño, trabados con argamasa. Por el extremo norte se
introduce por debajo del mencionado enlosado de adoquines construido
recientemente (U. E. 23), mientras que por el suroeste penetra en el perfil. A su
vez, asienta sobre un nivel de relleno situado al interior del foso (U. E. 22)
(PLANOS 3 y 4).
Otra de las estructuras identificadas en este horizonte cronológico es una
canalización (U. E. 4) formada por lajas de pizarra y bloques de cuarcita trabados
con un mortero de cal y arena (FOTOS 7 y 8). Cuenta con una orientación suroeste-
noreste, discurre en perpendicular a la puerta de acceso al castillo y tiene una leve
caída hacia el este. Los restos de la canalización que sacamos a la luz miden
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Estudios Humanísticos. Historia
46
aproximadamente 1 m. de ancho, 3,10 m. de largo y 0,80 m. de alto (PLANO 2). Su
función sería la de evacuar las aguas residuales del interior de la fortaleza. Además,
debemos adir que parece coetánea al posible antemuro, dado que dicha
canalización aparece atravesándolo en su interior de oeste a este. Tal y como
mencionamos más arriba, parte de esta estructura fue localizada ya en un sondeo
que la arqueóloga González Fernández realizó al interior del castillo en el año
2004
24
.
El sustrato geológico (U. E. 18) está constituido por tierra de color rojizo, de
textura arcillo-arenosa y compacta, con intrusiones de grava natural y canto
rodado. Además, presenta una leve inclinación hacia el sur y el este, constatada en
toda la superficie intervenida (PLANOS 3-7). Pendiente que se evidencia en toda la
comarca de Jamuz, lo que se explica por estar emplazada en la terraza fluvial del
margen izquierdo del río Órbigo
25
.
Seguidamente, se pusieron al descubierto dos estructuras practicadas en el
propio nivel geológico. La primera corresponde una superficie horizontal (U. E. 9)
localizada en el cuadrante suroeste del sector, que mide unos 4,90 m. por 1,08 m.
Se trata de un nivel de circulación realizado en el sustrato natural y conformado por
una tierra arcillosa con intrusiones de grava muy compacta y de color rojo (Foto 9).
La U. E. 9 se interpreta como la posible berma o pasillo de la fortaleza, la cual se
localizó asimismo al norte del paramento oriental de la muralla durante la
excavación llevada a cabo en el año 2009 (PLANOS 2, 5 y 7).
La segunda estructura corresponde a una gran trinchera excavada en el sustrato
geológico, que cuenta con un pronunciado talud y es plana en la base (U. E. 10)
(FOTO 10). Tiene una profundidad de aproximadamente 2 m. y orientación sureste-
noroeste. La U. E. 10 arranca del flanco occidental de la berma (U. E. 9) y discurre
en paralelo a la línea de muralla del castillo (PLANOS 2 y 7) (FOTOS 11 y 12).
Dicha trinchera se interpreta como el foso defensivo de la fortaleza, que fue hallado
también en una intervención previa realizada por la empresa TALACTOR en al año
2009 en dos sondeos
26
. En el primer sondeo de 7 m. de largo por 3 m. de ancho,
24
GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, L. (2004). Excavación, seguimiento y/o documentación
arqueológica en las obras de rehabilitación parcial del castillo de Villanueva de Jamuz. León:
Informe inédito depositado en el Servicio Territorial de Cultura de León, Junta de Castilla y León.
25
ALONSO HERRERO, E. (2004). Guía geológica de la provincia de León. León: Celarayn.
26
SAN ROMÁN FERNÁNDEZ, F, CAMPOMANES ALVAREDO, E. y MUÑOZ VILLAREJO, F. (2009).
Informe preliminar excavación arqueológico castillo de Villanueva de Jamuz, Santa Elena de Jamuz
(León). León: Informe inédito depositado en el Servicio Territorial de Cultura de León, Junta de
Castilla y León.
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practicado en el lateral este del castillo, se localizó el foso del castillo, así como la
berma, de unos 4,5 m. de anchura. Mientras que el segundo, con 6 m. de longitud
por 3 m. de anchura, realizado en el lateral norte del mismo se pudo identificar
también el foso, aunque en este caso surge desde el pie de la misma muralla de la
fortaleza y no aparece la berma.
Parece que, una vez en desuso, el foso fue amortizado en su cota inferior por un
nivel terrero (U. E. 22), coincidiendo en el tiempo con la construcción del
antemuro. Esta U. E. 22 estaba conformado por una tierra de textura arcillosa, de
color verdoso, con granulometría media e inclusiones de teja, ladrillo, cantos
cuarcíticos y restos de carbón vegetal. Posee una potencia de 0,60 m. y albergaba
una serie de fragmentos de cerámica, metal, restos constructivos y macrofauna
(PLANOS 3 y 4) (FOTOS 13 y 14).
5. ANÁLISIS DEL MATERIAL ARQUEOLÓGICO
Las cerámicas localizadas en el castillo de Villanueva de Jamuz datan,
fundamentalmente, de época Bajomedieval y Moderna. Estos recipientes se
realizan con rocas silíceas, de tonos rojizos y de textura poco compacta. En ellas se
aprecian algunos desgrasantes de entre 0,5 y 2 mm, de composición heterogénea y
entre las que destaca la presencia de cuarzo, mica, etc.
La técnica de fabricación empleada a la hora de modelar las arcillas es el torno
rápido. En su mayor parte, estas piezas han sido sometidas a ambientes de cocción
oxidantes o alternos.
Desde el punto de vista morfológico, se identifica un reducido reportorio
formal, destacando la presencia del tipo jarra (FIGURA 1), cuenco (FIGURA 2),
cazuelas, plato/fuente y cántaro. En cuanto a los motivos decorativos, se identifican
únicamente líneas incisas, bruñidos, acanaladuras y algún ejemplar vidriado.
Este tipo de producciones parecen proceder de la cercana localidad de Jiménez
de Jamuz. Se trata de un centro de actividad alfarera con una larga tradición
histórica que, de hecho, se mantiene en activo en la actualidad. Si atendemos a los
testimonios documentales, tenemos conocimiento de esta actividad en la zona, al
menos, desde comienzos de la época Moderna, si bien no sería descabellado
remitirnos a orígenes anteriores
27
. En la misma secuencia ocupacional se sacaron a
la luz dos pequeños ejemplares de agujas de metal (FIGURAS 3 y 4).
27
KOPER, W. (1981). Guía de los alfares de España. Madrid: Editora Nacional; BRANDO, M. y
GONZÁLEZ, J. L. (1990). Alfarería popular leonesa. León: Diputación Provincial de León; MARTÍNEZ,
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Por otro lado, entre los restos materiales exhumados en la excavación a su vez
debemos aludir a los abundantes fragmentos de fauna encontrados en los niveles
más superficiales. Junto a ésta, se localizaron varios restos de objetos de metal y
vidrio también de época Contemporánea, así como materiales de construcción -
ladrillos, tejas, etc.-.
6. INTERPRETACIÓN DE LOS RESTOS Y CONCLUSIONES
La actuación arqueológica realizada frente a la actual puerta de acceso a la
fortaleza, donde afloraban en superficie restos visibles de construcciones, pusieron
al descubierto diversas estructuras relacionadas con la defensa y protección de la
puerta principal de la fortaleza como el antemuro, el foso y la berma, así como una
acometida de saneamiento de aguas.
El nivel natural está definido por un sustrato de grava y arcilla de tono rojizo
muy compacto. En dicho nivel, junto al ángulo S.W. del sondeo, se halló una
superficie horizontal que hemos identificado como la berma del castillo. Del límite
oriental de esta superficie arrancaba el foso o trinchera con un pronunciado talud y
con una profundidad de 2 m. Lo cierto es que no hemos podido determinar ni la
anchura de la base, ni de la totalidad del foso ya que su extremo E. se encuentra
fuera de los límites del área excavada. Esta trinchera se colmata con un nivel de
tierra de textura arcillosa y color verdoso que proporcionó escaso material
arqueológico (tejas, ladrillos, piedra local, microfauna, fragmentos de bronce y
restos de cerámica tardomedieval y moderna).
Desde un punto de vista cronológico, tanto el foso como la berma parecen
haberse construido en los mismos momentos que el recinto fortificado con el
objetivo de proteger el principal acceso del castillo.
Al interior del foso y sobre el mencionado relleno, se levantó en un momento
posterior una estructura mural de carácter defensivo que, debido a su ubicación y
potente cimentación, se podría identificar como la barrera artillera o antemuro de la
fortaleza y que se asemeja a la conservada en enclaves próximos como son los de
Valencia de don Juan
28
o el castillo de Benar (Riello)
29
. Esta construcción conserva
R. (2006). «El centro alfarero de Jiménez de Jamuz. Estudio histórico y etno-arqueológico». Estudios
Humanísticos, 5, pp. 309-332.
28
GUTIÉRREZ, J. A. y BENÉITEZ, C. (1997). «Aportaciones al repertorio cerámico bajomedieval
castellano: las producciones de Valencia de don Juan». La céramique médiévale en Méditerraneé.
Actes du 6 congrés, Aix-en-Provence. Aix-en-Provence: Narration Éditions, pp. 539-548.
29
COBOS GUERRA, F. y RETUERCE VELASCO, M. (2011). Metodología, valoración y criterios de
intervención en la arquitectura fortificada de Castilla y León. Cátalogo de las provincias de León,
El castillo de Villanueva de Valdejamuz: una construcción defensiva en el marco de la
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unas medidas de 1,80 m. de ancho, 1,50 m. de alto y una longitud de
aproximadamente 5 m. Se erigió con piedra caliza trabada con argamasa y presenta
una orientación N.W-S.E, discurriendo pues en paralelo al lienzo oriental de la
muralla de la fortificación. Además, el paramento al interior es de peor factura que
al externo, siendo este último un aparejo a soga y tizón.
También, se observa como el extremo N.W. del cimiento se introduce bajo el
adoquinado del entorno del castillo, al tiempo que en el extremo S. E. se aprecian
claras evidencias tanto de saqueo de la piedra, como de la destrucción provocada
por las construcciones posteriores. La estructura señalada se erigió, a buen seguro,
como una necesaria adaptación pirobalística a fin de protegerse de un hipotético
ataque artillero, por lo que debe encuadrarse cronológicamente durante la Baja
Edad Media o a comienzos de la Época Moderna, coincidiendo con el abierto
enfrentamiento de los Quiñones con los Condes de Luna por el control de este
territorio y de los que ya hemos hecho referencia. Teniendo en cuenta, además, que
los flancos septentrional, oriental y occidental del castillo no cuentan con ningún
tipo de protección natural, es muy posible que dicho muro se extendiera a lo largo
de todo su perímetro exterior y no solamente en la vertiente excavada.
Coetánea al antemuro, se exhumó parte de una atarjea utilizada para evacuar las
aguas residuales procedentes del interior del castillo y que evidencia claramente el
uso de sus instalaciones también como vivienda. Se dispone en perpendicular a la
puerta de acceso y cuenta con una orientación W-E, con una leve inclinación hacia
el E. Dicha canalización está contenida en el propio antemuro y, de hecho, lo
atraviesa en sentido W-E.
Entre las estructuras contemporáneas destaca una construcción hidráulica que
consiste en una canalización de teja curva, identificada ya en el testigo de
seguridad occidental. Esta discurre en sentido W-E, presentando una leve caída
hacia el E. Se extiende perpendicular a la línea de fachada y tiene como función
evacuar los residuos procedentes del interior del castillo cuando fue utilizado como
majada de ganado ovino. Para calzar la tubería practicaron una zanja rellenada con
piedra y pizarra y trabada con tierra.
Finalmente, el material arqueológico recuperado en los distintos niveles
estratigráficos resulta más bien escaso, predominando fundamentalmente los
fragmentos de cerámica de época Moderna y que posiblemente proceden de la
Salamanca, Valladolid y Zamora. Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y
Turismo.
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cercana población de Jiménez de Jamuz, así como de restos de material
constructivo y la fauna.
8. APÉNDICE GRÁFICO
Mapa 1. Localización de la población de Villanueva de Jamuz, León
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Foto 1. Planteamiento del sondeo de excavación
Foto 2. Antemuro de mampostería
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Foto 3. Cara vista del antemuro
Foto 4. Atarje
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Foto 5. Berma
Foto 6. Emplazamiento del foso
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Plano 1. Estructuras contemporáneas
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Plano 2. Estructuras medievales/modernas
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Planos 3 y 4. Perfil norte
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Plano 5. Perfil sur
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Plano 6. Perfil este
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Plano 7. Perfil oeste
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Figura 1. Fragmento de jarra
Figura 2. Perfil completo de cuenco
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Figura 3. Aguja de metal
Figura 4. Aguja de metal
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En el año 1949 un decreto protegía todos los castillos de España cualquiera que fuese su estado de conservación. En el mismo se establecía la responsabilidad de su conservación, los medios para su vigilancia y la realización de un inventario documental y gráfico. Durante décadas esta disposición genérica sirvió para la protección de estas construcciones históricas e impulsó diversos trabajos heterogéneos de inventario y catalogación. El amplio número de castillos y fortificaciones de todo tipo, sus diferentes características y estado de conservación, la diversidad de criterios de actuación, ha motivado la ejecución de un estudio técnico que actualice y defina esos criterios de documentación e intervención. De acuerdo con la metodología del Plan PAHIS 2004-2012, del Patrimonio Histórico de Castilla y León, la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha diseñado una estrategia que permita concocer la situación de estos monumentos históricos, abordar un programa de documentación exhaustivo y establecer una programación de intervenciones o acciones para su conservación y gestión. Para ello se ha partido de una perspectiva histórica y territorial que permita la integración de la arquitectura fortificada en Sistemas Territoriales de Patrimonio, que posibilite comprender su origen, las distintas tipologías y sistemas existentes, bien como fronteras defensivas, como rutas protegidas por fortificaciones o como sistemas de ocupación y dominio de un territorio. Los autores del estudio técnico, expertos en esta materia, se han esforzado por la puesta en práctica de este plan estratégico, definiendo la metodología de estudio y catalogación, y estableciendo los criterios y estrategias de intervención. Completando el trabajo técnico con el desarrollo práctico mediante la catalogación de las fortificacíones en un amplio territorio. La publicación de este estudio, incorporada a la colección Documentos PAHIS, ha sido cofinanciada por la Consejería de Cultura y Turismo y los fondos FEDER de la Unión Europea, procedentes del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal 2007-2013.
Castillos Medievales del Reino de León Madrid: Sociedad Hullera Vasco-Leonesa «Castillos y sistemas de defensa en los reinos de León y Castilla» Fortificaciones y feudalismo en el Origen y Formación del Reino de León
  • J A En
  • Iglesia Duarte
  • I González
  • J A Gutiérrez
GUTIÉRREZ, J. A. (1989). «Arquitectura militar y sistemas de fortificaciones en el Reino de León». En LADERO QUESADA, F. (ed.). Castillos Medievales del Reino de León. Madrid: Sociedad Hullera Vasco-Leonesa, pp. 157-173; GUTIÉRREZ, J. A. (1992). «Castillos y sistemas de defensa en los reinos de León y Castilla». En IGLESIA DUARTE, I. (ed.). IIª Semana de Estudios Medievales Instituto de Estudios Riojanos. Nájera: Instituto de Estudios Riojanos, pp. 31-48; GUTIÉRREZ GONZÁLEZ, J. A. (1995). Fortificaciones y feudalismo en el Origen y Formación del Reino de León. Valladolid: Universidad de Valladolid; GUTIÉRREZ, J. A. (1996): «Castillos y fortificaciones en León durante la El castillo de Villanueva de Valdejamuz: una construcción defensiva en el marco de la… Nº 11, 2012, pp. 35-61
«Aportaciones al repertorio cerámico bajomedieval castellano: las producciones de Valencia de don Juan». La céramique médiévale en Méditerraneé
  • J A Benéitez
GUTIÉRREZ, J. A. y BENÉITEZ, C. (1997). «Aportaciones al repertorio cerámico bajomedieval castellano: las producciones de Valencia de don Juan». La céramique médiévale en Méditerraneé. Actes du 6 congrés, Aix-en-Provence. Aix-en-Provence: Narration Éditions, pp. 539-548;
«El centro alfarero de Jiménez de Jamuz. Estudio histórico y etno-arqueológico
R. (2006). «El centro alfarero de Jiménez de Jamuz. Estudio histórico y etno-arqueológico». Estudios Humanísticos, 5, pp. 309-332.