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Abstract

Existen muy pocas contraindicaciones para la lactancia materna. La mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia materna. Siempre que una mujer que lacta refiera dolor en el pecho se debe realizar una observación de la toma para identificar problemas en la técnica de lactancia. La observación de una toma de pecho es una de las herramientas más eficaces en la consulta de atención primaria. La buena posición y agarre del bebé y la alimentación frecuente y a demanda es la mejor prevención de las grietas y de la ingurgitación. La administración precoz del pecho, la lactancia materna a demanda y la falta de interferencia con chupetes o biberones es la mejor prevención para la ingurgitación y para unos buenos resultados. Ante una lactancia dolorosa, mientras se realiza el diagnóstico, se deben administrar analgésicos, lo que no contraindica el amamantamiento. La mastitis requiere tratamiento antibiótico adecuado y no retirar la lactancia materna. La anquiloglosia o frenillo lingual corto en el bebé puede ocasionar problemas en el agarre al pecho, por lo que hay que considerarlo en la exploración y ante problemas precoces de lactancia. Existe una página actualizada de medicamentos y lactancia materna para consultar en tiempo real: http://www.e-lactancia.org
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PUNTOS CLAVE
IExisten muy pocas contraindicaciones para la lactancia
materna.
ILa mayoría de los medicamentos son compatibles con la
lactancia materna.
ISiempre que una mujer que lacta refiera dolor en el pecho
se debe realizar una observación de la toma para identifi-
car problemas en la técnica de lactancia.
ILa observación de una toma de pecho es una de las herra-
mientas más eficaces en la consulta de atención primaria.
ILa buena posición y agarre del bebé y la alimentación fre-
cuente y a demanda es la mejor prevención de las grietas
y de la ingurgitación.
ILa administración precoz del pecho, la lactancia materna
a demanda y la falta de interferencia con chupetes o bibe-
rones es la mejor prevención para la ingurgitación y para
unos buenos resultados.
IAnte una lactancia dolorosa, mientras se realiza el diag-
nóstico, se deben administrar analgésicos, lo que no con-
traindica el amamantamiento.
ILa mastitis requiere tratamiento antibiótico adecuado y
no retirar la lactancia materna.
ILa anquiloglosia o frenillo lingual corto en el bebé puede
ocasionar problemas en el agarre al pecho, por lo que hay
que considerarlo en la exploración y ante problemas pre-
coces de lactancia.
IExiste una página actualizada de medicamentos y lactan-
cia materna para consultar en tiempo real: http://www.
e-lactancia.org
INTRODUCCIÓN
En el día a día de una consulta de medicina de familia los
problemas y las consultas que directa o indirectamente impli-
can decisiones clínicas sobre la lactancia materna no son infre-
cuentes. El médico de familia es el responsable directo de la
madre lactante de su cupo, aunque paradójicamente y por
motivos organizativos no lo es de su bebé. A pesar de ello, en
los servicios de urgencias de los centros de salud también se
atienden los problemas de ambos, y las madres lactantes pue-
den tener dificultades y problemas de salud, que tienen que ver
o no con la lactancia, cuyo tratamiento planteará dudas sobre
su impacto en la misma y sobre su adecuado manejo.
En este artículo se pretende ayudar al médico de familia a
asesorar a la mujer al inicio de su maternidad en el proceso de
lactancia, y en su decisión, informada y consciente, sobre la
forma de alimentar a su hijo o hija, aunque existan problemas
clínicos que puedan interferir en ello. Además, se darán a
conocer algunas actualizaciones en el tema de la lactancia
materna que puedan servir como orientación en la resolución
de problemas cotidianos en la consulta o en urgencias de aten-
ción primaria, eliminando mitos y falsas ideas, en cierta medi-
da presentes en los todavía frecuentes conceptos tradicionales
clínicos «erróneos» acerca de la lactancia.
Para lograr llevar las evidencias científicas a la práctica clí-
nica hay que conocer primero no sólo los conceptos básicos en
los que se apoyan dichas evidencias, sino también los derechos
de las personas a la información y a la toma de decisiones. En
el caso que tratamos, donde lo que se presenta es una expe-
riencia vital y única como es el inicio de la maternidad para la
mujer y el inicio de la vida para el nuevo ser, la naturaleza
actúa a nuestro favor y son las interacciones culturales y/o
científico-técnicas las que en la mayoría de las ocasiones supo-
nen el mayor de los obstáculos.
Los profesionales sanitarios, en muchas ocasiones han de
vencer las resistencias, los temores y las incertidumbres para
tomar decisiones, aconsejar y realizar cualquier cambio en su
práctica clínica. En este sentido, la información y la formación
actualizada son unas de las herramientas más potentes para
poder lograrlo1.
Desde hace tiempo, la mayoría de los profesionales sanitarios
que se ocupan de la salud de la mujer y del lactante en el pro-
ceso de crianza conocen que la lactancia materna es la forma
ideal de alimentación infantil, pero también es cierto que para
Mejorando la capacidad resolutiva
Lactancia materna
Josefa Aguayo Maldonado
Pediatra Neonatóloga.
Servicio de Neonatología del Hospital Universitario de Valme. Sevilla.
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.
Pablo Bonal Pitz
Médico de familia.
Centro de Salud Universitario de Bellavista.
Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria de Sevilla.
muchos profesionales, al surgir un problema durante el ama-
mantamiento, carecen de formación práctica para ayudar a las
mujeres o a los bebés a resolverlos. Si, además, a ello se suma la
convicción de que la lactancia artificial no genera ningún pro-
blema sobre la salud del niño o la niña, es fácil deducir que, en
muchos casos, creyendo hacer lo correcto, se indiquen suple-
mentos a la leche materna que al fin lo que provocan, incons-
cientemente en la mayoría de las ocasiones, es el cese de la ali-
mentación al pecho, ya que son prácticas que interfieren en ésta.
La mayoría de las mujeres toman la decisión de amamantar
durante el embarazo saben que la lactancia materna tiene ven-
tajas sobre la artificial, y es aquí donde hay que intervenir, para
que puedan hacerlo durante todo el tiempo que se recomien-
da en los estándares internacionales, y sobre todo, durante el
tiempo que ellas deseen.
¿QUÉ RIESGOS TIENE LA ALIMENTACIÓN
ARTIFICIAL QUE NO CONLLEVA LA LACTANCIA
MATERNA?
Cuando por alguna razón de salud la madre o el bebé no
pueden realizar la lactancia materna existe una medida tera-
péutica que se denomina lactancia artificial, con ciertas limi-
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
Sobre
el bebé
Sobre
la madre
Tabla 1
Riesgos de la lactancia artificial en comparación con la lactancia materna
A corto
plazo
A medio y
largo plazo
A corto
plazo
A medio y
largo plazo
Peor adaptación gastrointestinal, siendo el tránsito intestinal más lento y la eliminación de meconio más tardía.
La ausencia de hormonas gastrointestinales retrasa la maduración epitelial, favoreciendo el paso de antígenos,
lo que provoca la predisposición a las alergias alimentarias
Mayor incidencia y duración de procesos infecciosos, al no disponer de factores inmunológicos que ejerzan
un efecto barrera, sobre todo en procesos digestivos, respiratorios y de otitis media aguda y recurrente
Mayores tasas de hospitalización
Dificultades digestivas o de alimentación: los sabores de la dieta materna son transferidos al lactante a través
de la lactancia materna, haciéndolo conocedor de éstos, mientras que en la lactancia artificial no. Se ha descrito
un aumento de riesgo de mala oclusión y mordida abierta en los lactantes alimentados con biberón
Peor desarrollo neurológico: en los bebés nacidos prematuramente se ha descrito un peor desarrollo psicomotor,
neurovisual y de la maduración del tronco cerebral
Mayor riesgo de obesidad: los metaanálisis recientes demuestran que los lactantes no amamantados presentan
un incremento del 20% en el riesgo de sobrepeso y un 25% en el de obesidad cuando se comparan
con los amamantados
Mayor riesgo de enfermedades alérgicas: dermatitis atópica, rinitis alérgicas, sibilancias recurrentes, alergia
a alimentos y de asma
Peor vínculo afectivo: el contacto físico estrecho y la secreción de oxitocina durante el amamantamiento favorecen
los sentimientos de bienestar, reducen el estrés y ayudan a establecer una mayor vinculación entre madre e hijo
Peor involución uterina: se expone a un mayor riesgo de hemorragia posparto, peor involución uterina y pérdidas
menstruales en los meses siguientes al parto, que dificultan la recuperación de los depósitos de hierro
Peor recuperación del peso preconcepcional: la mujer que amamanta recupera antes el peso posnatal, dado que
la energía acumulada se gasta en la lactancia materna
Mayor riesgo de cáncer mama: el riesgo de cáncer de mama se incrementa 4,3 veces por cada 12 meses de no
lactancia. También se ha descrito un riesgo más elevado de cáncer epitelial de ovario en relación con el tiempo
total de amamantamiento
Aumento de riesgo de diabetes tipo 2: se ha detectado que el riesgo de diabetes mellitus tipo 2 desciende un 15%
por cada año de lactancia materna
taciones que le impiden ser igual que la lactancia prevista en
la naturaleza, y aunque a lo largo de los años se ha llegado a
asimilar como «natural», no deja de ser un simple sucedáneo
industrial con sus propias limitaciones nutricionales y un fuer-
te impacto relacional.
Todos los médicos de familia y profesionales sanitarios son
conscientes de las ventajas y beneficios de la lactancia mater-
na sobre la artificial, multitud de estudios los han demostrado
a corto y a largo plazo2-6; pero es importante actualizar las
informaciones al respecto. En el último documento sobre
Alimentación de los lactantes y de los niños pequeños: nor-
mas recomendadas por la Unión Europea de 2008 se especifi-
ca textualmente que no es necesario incluir información sobre
los beneficios probados del amamantamiento por tres razones:
Porque el amamantamiento es la manera natural y específi-
ca de especie para alimentar a las crías humanas y, por lo
tanto, no se requieren pruebas que lo apoyen.
• Porque «el amamantamiento exclusivo es, entre todas las
formas de alimentación, el modelo de referencia o norma
con el que se deben comparar los demás en cuanto a creci-
miento, desarrollo, salud y todos los demás resultados a
corto y largo plazo». Así, el trabajo de demostrar la superio-
ridad o equivalencia de las formas alternativas de alimenta-
ción de los lactantes y niños pequeños debe recaer en los
que proponen dichas alternativas.
• Porque los beneficios del amamantamiento son ya bien
conocidos y fácilmente accesibles en numerosas revisiones
de publicaciones profesionales y en muchas declaraciones
oficiales.
Por todo ello, desde hace algunos años se viene hablando no
tanto de los beneficios de la lactancia materna, sino de los ries-
gos de no recibirla (tabla 1).
Se debería proporcionar a las madres una información
actualizada y contrastada, veraz y libre de influencias comercia-
les, para que puedan asumir su derecho a tomar una decisión
informada y libre sobre el método de alimentación y crianza de
sus bebés. Debe ser responsabilidad de las autoridades y de los
profesionales de la salud proporcionarles esta información.
¿CUÁNDO SE DEBE INTERRUMPIR
LA LACTANCIA MATERNA POR ESTAR
CONTRAINDICADA?
En la práctica clínica son muy escasas las situaciones que
precisan contraindicar la lactancia al pecho y el desconoci-
miento de las mismas puede llevar a decisiones equivocadas,
donde la interrupción de la lactancia materna no está justifi-
cada. En la tabla 2 se citan las situaciones que, en nuestro
medio, contraindican la lactancia materna.
¿PUEDE LA MADRE LACTANTE TOMAR UNA
MEDICACIÓN PRESCRITA Y SEGUIR
LACTANDO?
La prescripción de fármacos durante el período de lactancia
materna es una de las causas más frecuentes por las que el
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
1. Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), ya que se ha demostrado la transmisión del VIH tipo 1 por la leche materna
2. Infección por el virus de la leucemia humana de células T (HTLV tipo I o II): se ha demostrado la transmisión del virus HTLV tipo I y II,
agente causal de la leucemia/ linfoma de células T del adulto, a través de la leche materna
3. Galactosemia: la lactancia materna está contraindicada en los niños afectados de galactosemia. Estos niños deben recibir una dieta sin
lactosa ni galactosa desde el nacimiento. Algunas formas leves pueden recibir lactancia materna parcial4
4. Fármacos con contraindicación absoluta en la lactancia materna: a pesar de ser una de las causas frecuentes de retirada de la lactancia
materna, son muy escasos los fármacos que la contraindican y son:
a. Antineoplásicos, por las características de los mismos se presupone sustancia tóxica o perjudicial para el lactante
b. Drogas de abuso social, ya que incapacitan a la madre en el cuidado y se han demostrado alteraciones en la síntesis de ADN/ARN
así como cambios estructurales en células cerebrales de animales recién nacidos
c. Amiodarona: existe un riesgo teórico de efectos cardiovasculares e hipotiroidismo, al contener un 35% de yodo
d. Derivados de la ergotamina, ya que pueden inhibir la prolactina y se han descrito cuadros gastrointestinales de vómitos y diarreas
en lactantes
e. Yoduros en forma de antisépticos yodados tópicos. El yodo alcanza concentraciones en la leche más de 20 veces superiores a las
sanguíneas, por lo que hay riesgo de hipotiroidismo
Tabla 2
Condiciones clínicas que contraindican la lactancia materna
médico de familia actúa sobre la madre lactante. A lo largo de
los años, y por diversas circunstancias, se ha creado tal canti-
dad de temores sobre los profesionales y las madres que ante
la más mínima duda se retira la lactancia materna sin conside-
rar que posiblemente la alternativa de tomar el fármaco y con-
tinuar con la lactancia es la mejor y más correcta actuación.
Salvo los fármacos referidos en la tabla 2, en la mayoría de
los casos existe una compatibilidad con la lactancia. Sin
embargo, las indicaciones de las fichas técnicas de los medica-
mentos hacen dudar en muchas ocasiones. Ante ello, si se tiene
la menor duda, sería altamente aconsejable consultar la base
de datos http://www.e-lactancia.org, que informa de manera
clara y en tiempo real sobre si una sustancia es compatible con
la lactancia, para poder informar adecuadamente y resolver las
dudas de las madres o de los profesionales. En dicha página se
pueden encontrar igualmente los fármacos que se deben tomar
con precaución en la lactancia3.
Asimismo, existe una guía rápida de lactancia materna y
medicamentos para profesionales, que puede descargarse en la
dirección: http://www.aeped.es/pdf-docs/2008/lm_medica-
mentos.pdf, editada por el Comité Español de Lactancia
Materna de la Asociación Española de Pediatría.
En resumen, hay que conocer que casi todo lo que se suele
prescribir es compatible con la lactancia y que el amamanta-
miento, para la mujer y para el lactante, está por encima de la
necesidad de muchos medicamentos o remedios que son per-
fectamente evitables. Los profesionales sanitarios, con unos
conocimientos básicos de farmacología y pediatría, y la utiliza-
ción de buenas guías, pueden asesorar adecuadamente a la
mujer que lacta y que debe tomar algún medicamento.
¿CÓMO EVALUAR UNA TOMA DE PECHO?
La observación de una toma de pecho es una de las herra-
mientas más eficaces en la consulta de atención primaria debi-
do a que la colocación correcta del lactante al pecho es uno de
los requisitos para el éxito de la lactancia (figura 1) (hay un
vídeo disponible en la página web de la revista [www.amf-
semfyc.com]). Buena parte de los problemas que surgen, sobre
todo al principio, se deben a una mala posición y/o a un mal
agarre del pecho. Una técnica correcta evita la aparición de
grietas en el pezón y permite un buen vaciamiento del pecho,
favoreciendo la producción adecuada de leche y el manteni-
miento de la lactancia4.
En la tabla 3 se describe brevemente la forma de valoración
de una toma.
Los objetivos de la valoración de una toma son importantes
sobre todo en los primeros momentos antes de que la lactan-
cia esté bien establecida, para predecir futuros problemas o
identificar a madres con riesgo de destete precoz y ofrecer
anticipadamente la ayuda que precisan5.
Los dos aspectos clave que se deberían observar a la hora de
evaluar una toma son la posición y el enganche del niño. La
posición adecuada de la madre facilita el enganche de la boca
en relación con la areola y el pezón provocando un enganche
correcto. El bebé debe estar bien alineado y enfrentado a su
madre sin barreras entre ellos, piel a piel, con su labio superior
a la altura del pezón para estimular una buena apertura de su
boca y una leve extensión del cuello que facilitaría la deglución
y respiración. Un enganche deficiente interfiere con la succión
y extracción de leche y puede causar daño en el pezón7.
Independientemente de la postura elegida por la madre y el
bebé durante la toma (acostada, sentada, etc.), ambos deberí-
an estar cómodos y tranquilos, de forma que esta relación faci-
lite los reflejos del niño y el enganche para permitir una buena
transferencia de leche.
Es necesario que la madre aprenda a reconocer los signos
precoces de hambre y a estimular reflejos orales. La madre
puede estar sosteniendo o no su pecho, atrae hacia ella al
niño, el bebé toma el pezón y una buena parte de la areola,
sobre todo inferior, y comienza a succionar con ritmo ade-
cuado (hay un vídeo disponible en la página web de la revis-
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
Figura 1
Buen agarre al pecho
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
ta). La boca del bebé queda bien abierta, el labio inferior
evertido, las mejillas no se hunden, se observa movimiento
mandibular y se oye la deglución. Los movimientos de la
mandíbula deberían ser suaves y coordinados con la respira-
ción y la deglución, sin la participación del músculo bucci-
nador (ausencia de hoyuelos en las mejillas), percibiéndose
succiones profundas y lentas, sin pausa entre ellas. El bebé
traga de forma audible, además de ser visible y palpable por
el movimiento del hueso hioides, y hay leche en su boca.
Mantiene un ritmo de succión nutritiva: en 1 s, succiona,
deglute y respira coordinadamente.
Lo ideal es que la toma dure hasta que sea el bebé quien se
suelte espontáneamente del pecho. Los pechos quedarán blan-
Tabla 3
Signos de amamantamiento adecuado Signos de posible dificultad
Observación de una toma de pecho
Madre relajada y cómoda
Bebé en estrecho contacto con su madre
Cabeza y cuerpo alineados frente al pecho
Cuerpo del lactante bien sujeto
Bebé acercado al pecho con la nariz frente a pezón
Contacto visual entre madre e hijo
Boca bien abierta
Labios superior e inferior evertidos
La lengua rodea el pezón y la areolaa
Mejillas llenas y redondeadas al mamar
Más areola visible por encima del labio superior
Movimientos de succión lentos y profundos, con pausas
Se ve y oye deglutir al bebé
Humedad alrededor de la boca del bebé
El lactante relaja progresivamente los brazos y las piernas
El pecho se ablanda progresivamente
Sale leche del otro pecho
La madre nota signos de reflejo de eyecciónb
El lactante suelta espontáneamente el pecho al finalizar la toma
Hombros tensos, inclinados hacia el bebé
Bebé lejos del cuerpo de la madre
Cabeza y cuerpo del bebé no alineados
Lactante sujeto sólo por cabeza y cuello
Bebe acercado al pecho desde abajo: labio-mentón hacia pezón
No hay contacto visual madre hijo
Boca poco abierta
Labios apretados o invertidos
No se ve la lenguaa
Mejillas hundidas al mamar
Más areola por debajo del labio inferior
Movimientos de succión superficiales y rápidos
Se oyen chasquidos o ruidos de chupeteo
Bebé intranquilo o exigente, suelta y agarra el pecho intermitentemente
La madre siente dolor o molestias en el pecho o el pezón
El pecho está rojo, hinchado y dolorido
La madre no refiere signos de reflejo de eyecciónb
La madre retira al bebé del pecho
aEste signo puede no observarse durante la succión y sólo verse durante la búsqueda y el agarre.
bLa madre siente sed, relajación o somnolencia, contracciones uterinas (entuertos) y aumento de los loquios durante el amamantamiento.
Postura de la madre y del bebé
Lactante
Signos de transferencia de leche
dos, sin bultos ni ingurgitación; tampoco debe sentirse dolor o
molestias en los pezones, y no deben encontrarse deformados.
En cada toma, el bebé puede mamar de uno o de ambos pechos
hasta que muestra signos de haber quedado satisfecho: su cara,
brazos y manos están relajados, abre los puños, se queda dor-
mido, etc. La toma ha terminado cuando el bebé se ha soltado
espontáneamente, muestra este aspecto saciado y no busca
más el pecho.
En la tabla 3 se recogen los signos de amamantamiento
adecuado y los de posible dificultad en relación con la madre,
el bebé y la transferencia adecuada de leche.
En la tabla 4 se describen los grados de evidencia científica
de las distintas recomendaciones y afirmaciones con respecto a
la lactancia materna.
¿EN QUÉ SITUACIONES SE REQUIERE
UNA VALORACIÓN ESPECIAL Y UNA
INTERCONSULTA A OTRO PROFESIONAL?
Determinados problemas de salud de la madre requieren un
abordaje y seguimiento que implica a más profesionales que
los del equipo de atención primaria (tabla 5).
¿QUÉ HACER CUANDO LA GÉNESIS
DE LOS PROBLEMAS ESTÁ EN LA PROPIA
LACTANCIA?6
Otra situación que obliga al médico de familia a tomar deci-
siones clínicas con respecto a la lactancia materna son los pro-
blemas que se generan por el propio proceso.
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
Tabla 4
Evidencia Grado de recomendación
Grados de evidencia en las distintas recomendaciones respecto a la lactancia materna
La inclusión de madres de grupos de apoyo en las clases prenatales mejora las cifras de lactancia
El inicio del amamantamiento temprano se asocia con:
• El establecimiento temprano de una succión efectiva y unas pautas adecuadas de alimentación
• Mayor duración de la lactancia
La transferencia de leche ocurre con mayor facilidad cuando se da una posición adecuada y un agarre adecuado
La posición que facilita mejor un agarre correcto varía de madre a madre y de lactante a lactante
La posición correcta y un agarre adecuado minimiza el dolor y traumatismos al pezón
El alojamiento conjunto facilita el proceso de amamantamiento
Las rutinas hospitalarias interfieren con el desarrollo de un amamantamiento eficaz
El amamantamiento sin restricciones, a demanda, ayuda a prevenir la congestión mamaria
El volumen de leche aumenta con el incremento en la frecuencia de las tomas durante los primeros 14 días
La leche humana proporciona todo el líquido y los nutrientes necesarios para un crecimiento óptimo del lactante
El uso de suplementos y chupetes en el hospital se asocia con el riesgo de destete temprano
La actuación de los profesionales de lactancia ante problemas en el amamantamiento es fundamental para
asegurar el éxito del mismo
Ante el dolor de los pezones y la congestión mamaria el tratamiento debe enfocarse a las medidas para reducir
la inflamación, como el vaciado mamario con sacaleches (o poniendo al bebé al pecho muy frecuentemente,
ibuprofeno o paracetamol para el dolor)
La identificación temprana de los problemas facilita la intervención precoz
Adaptado de Hernández Aguilar MT. Guía de práctica clínica basada en la evidencia para el manejo de la lactancia materna desde el embarazo hasta el segundo año de vida. 2004.
Disponible en: http://www.aeped.es/pdf-docs/lm_gpc_peset_2004.pdf
A
A
B
A
B
A
A
A
B
B
A
En los últimos decenios se ha perdido el traspaso de conoci-
mientos de una generación a otra, el aprendizaje en cadena
madre-hija milenario, y esto ha generado que aparezcan pro-
blemas de falta de experiencia y de aprendizaje en la familia y
en la comunidad.
Los problemas que aparecen con mayor frecuencia en los
primeros días de lactancia materna son los pezones doloridos,
las grietas y la ingurgitación mamaria. Éstos suelen ser causa
de destete precoz para muchas mujeres a las que no se les ha
ofrecido ayuda útil para resolverlos. La mayoría de estos pro-
blemas puede prevenirse o resolverse si se reconocen y se
manejan adecuadamente (tabla 6).
¿QUÉ IDEAS ERRÓNEAS MÁS FRECUENTES
SOBRE LA LACTANCIA SE DEBEN
CORREGIR?
Existen algunas ideas preconcebidas y erróneas sobre la lac-
tancia materna, que dificultan su correcto desarrollo, y que
conviene conocer para ofrecer información para contrarrestar-
las o corregirlas. En ocasiones se refieren a la salud de la madre,
en otros a la del bebé y en otras al proceso mismo de la lactan-
cia.
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
Tabla 5
Situaciones especiales
Tuberculosis activa no tratada
Infección por citomegalovirus (CMV)
Infección por herpes simple
Infección por sífilis
Cáncer de mama
Prolactinoma
La OMS1aconseja amamantar y administrar isoniazida al bebé durante 6 meses si la madre llevaba
menos de 2 meses de tratamiento en el momento del parto
El CMV se transmite a través de la leche materna:
En los lactantes a término, la infección cursa de forma asintomática o con síntomas leves y sin
dejar secuelas, se puede amamantar sin riesgo al recién nacido a término sano
En los recién nacidos prematuros tampoco se han encontrado problemas en la evolución si el bebé
recibe la leche de su propia madre. Si la madre ha estado infectada por el CMV, le podrá
transmitir el virus a través de la leche, pero también tendrá anticuerpos para hacer frente
a la infección
El problema con los recién nacidos prematuros surge cuando a un bebé de una madre no
infectada y que, por tanto, no tiene anticuerpos frente al CMV, se le administra leche de un
donante infectado por el virus; en este caso sí que se puede presentar un cuadro clínico grave con
complicaciones a corto y medio plazo. La pasteurización reduce el riesgo de transmisión
El virus del herpes simple se ha aislado en la leche materna, pero su transmisión por esta vía es
infrecuente:
Si la madre presenta lesiones herpéticas activas en los pezones o cerca de ellos debe interrumpirse
la lactancia hasta que las lesiones sanen2
Prevenir el contagio con el lavado cuidadoso de las manos y cubrir las lesiones activas de la piel1
La presencia de lesiones cutáneas de sífilis en el pecho o en el pezón contraindica la lactancia
materna (pueden contener el treponema)
El recién nacido debe aislarse de la madre y recibir tratamiento con penicilina G si lo precisa
La madre que ya haya iniciado el tratamiento, y si las lesiones cutáneas no contienen treponema,
puede reanudar la lactancia materna
El diagnóstico de cáncer de mama durante la lactancia materna obliga a suspenderla y que la madre
se trate lo antes posible; la mayoría requiere quimioterapia y contraindica la lactancia materna
Cuando es una mujer que ha padecido cáncer de mama y ha sido tratada previamente, es posible
dar lactancia por el pecho sano
Los microadenomas no contraindican la lactancia
Los macroadenomas no contraindican en sí la lactancia, pero pueden requerir tratamiento con
un agonista dopaminérgico, cuyo efecto secundario más probable será la inhibición
de la secreción láctea
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
Tabla 6
Problemas con la lactancia y su abordaje
Pezones
doloridos
Grietas
Ingurgitación
mamaria
Mastitis
Anquiloglosia
o frenillo
lingual corto
En los primeros días es normal que duelan los pezones un poco,
sobre todo, al principio de la toma
Sí el dolor persiste después de unos días o no se limita al inicio
de la toma, indica que hay algún problema que resolver
Lo más frecuente es que el bebé esté mal colocado, bien porque
sólo succiona el pezón o bien porque la posición de su
cuerpo no es la correcta
Es una de las causas principales de abandono precoz de la
lactancia materna por el dolor que producen
Suelen aparecer durante los primeros días de lactancia, y son
infrecuentes tras unas semanas
El dolor es máximo al inicio de la toma, disminuye
posteriormente, y desaparece casi por completo cuando
el bebé suelta el pecho
La principal causa de aparición de grietas en el pezón es la mala
posición del bebé al mamar. Si al mamar sólo agarra el
pezón, éste es traumatizado por las encías y/o comprimido
contra el paladar duro, causa dolor y favorece las grietas
Favorece la aparición de grietas:
El lavado frecuente
La aplicación de pomadas
Las técnicas restrictivas de lactancia materna con horarios
determinados
La introducción de biberones o chupetes por el síndrome
de confusión tetina-pezón sobre todo cuando la lactancia
no está bien establecida (dos primeras semanas)
Los cambios hormonales fisiológicos dan lugar a la producción
de leche en los primeros días después del parto; esto hace
que algunas mujeres experimenten una sensación de
plenitud, calor y pesadez en las mamas, que se denomina
plétora mamaria
La ingurgitación se produce cuando los pechos producen más
leche de la que el lactante extrae, ambos aumentan de
tamaño y provocan dolor
Suele ocurrir al comienzo de la lactancia con la «subida de la
leche»
La mastitis es la infección de uno o varios lóbulos de la mama
Su incidencia se sitúa entre el 5 y el 30%
Puede derivar de grietas e infección del pezón y el paso
de gérmenes a través de los conductos galactóforos
Los gérmenes causales más frecuentes son Staphylococcus
aureus, Streptococcus sp. y Haemophilus sp.
En la mayoría de los casos la causa última de la mastitis es una
mala posición del lactante al pecho
Los síntomas pueden aparecer de forma brusca o progresiva con
signos inflamatorios locales, dolor intenso y sintomatología
general (mialgias, fiebre, escalofríos y malestar general)
Su presencia es un defecto de nacimiento, la membrana mucosa
que conecta la parte posterior de la lengua con el piso de la
boca es demasiado corta, lo que limita el movimiento de la
lengua y puede dificultar un adecuado agarre al pecho que
puede ocasionar dolor de pezón y grietas
El dolor de pezones se evita y corrige con la colocación
correcta al pecho
Para evitar su aparición lo más importante es conseguir la
colocación correcta del bebé al pecho. Ésta la consigue
el bebé de forma espontánea si se coloca en contacto
piel con piel nada más nacer
El alivio inmediato se consigue dando analgésicos a la
madre y corrigiendo la postura del bebé. La mujer nota
enseguida alivio cuando el bebé se agarra bien al pecho
La ingurgitación mamaria se puede prevenir estimulando
el amamantamiento frecuente desde el nacimiento
La aplicación de compresas frías y analgésicos entre tomas
disminuye el dolor y la congestión
Antes de la toma, cuando los pechos están tan tensos que
impiden al bebé agarrarse, es útil que la madre aplique
calor suave y vacíe ligeramente mediante masaje
la mama, lo que disminuirá la tensión y facilitará
el enganche3. El uso de extractores de leche puede ser
útil, aunque puede resultar más doloroso
Se trata con antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno,
naproxeno) y/o analgésicos (paracetamol) por vía oral
No se debe suspender el amamantamiento y se debe asegurar
el vaciado frecuente y completo de la mama afectada
El frío local y el masaje entre tomas alivia el dolor. El reposo
en cama hasta la mejoría de los síntomas es
imprescindible
Si en 24 h no se observa mejoría del cuadro se iniciará
tratamiento con antibióticos:
Dicloxacilina, amoxicilina-ácido clavulánico
o cefalosporinas
Macrólidos en el caso de alergia a los betalactámicos
Se cambiará de antibiótico según cultivo de la leche
El tratamiento debe ser de 10-14 días para evitar recidivas
La no mejoría indica la interconsulta al obstetra
Con cirugía menor (frenulotomía), la lengua puede
extenderse fuera de la boca y permite al lactante el
amamantamiento eficaz
Errores en cuanto a la salud de la madre
No es cierto que:
Una madre que amamanta deba ingerir gran cantidad de
líquidos.
El escape de leche entre tomas y el chorreo por el otro pecho
durante la toma es señal de que la producción es muy abun-
dante.
• Las hijas de madres que no pudieron amamantar por no
tener suficiente leche es frecuente que tengan el mismo
problema.
• Las mujeres con poco pecho no pueden producir toda la
leche que sus hijos necesitan.
• Las impresiones fuertes pueden cortar la producción de
leche.
Una madre que amamanta debe comer más para producir
suficiente leche.
• Sentir los pechos blandos significa poca producción de
leche.
Una madre lactante puede tener la leche aguada.
Si la mujer se queda embarazada de nuevo debe de suspen-
der la lactancia.
• Algunos alimentos cambian el sabor de la leche y no se
deben consumir.
Si los pezones sangran, no se debe dar el pecho.
La lactancia materna deforma los pechos.
Errores en cuanto a la salud del bebé
No es cierto que:
Hay que pesar a los bebés todas las semanas para controlar
la producción de leche.
Los disgustos de la madre se transmiten al niño a través de
la leche.
Existen alimentos como coles, cebollas, etc. que provocan
gases y cólicos al bebé.
El sueño alimenta y no hay que despertar al bebé para ama-
mantar.
No se debe ofrecer pecho si el lactante tiene diarrea.
Errores respecto al proceso de lactancia
No es cierto que:
Es mejor esperar a sentir el pecho lleno para amamantar.
Hay que controlar el tiempo de cada toma para prevenir el
dolor de pezones.
La lactancia prolongada más allá de los 12 meses del niño
carece de valor y apenas aporta energía al bebé.
Los niños y niñas que reciben lactancia prolongada son más
dependientes de sus madres.
La mayor parte de la leche se obtiene en los primeros 5 min,
el resto del tiempo que el niño está en el pecho apenas saca
nada.
Se deben dar siempre los dos pechos en cada toma.
LECTURAS RECOMENDADAS
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. Manual
de Lactancia Materna. De la teoría a la práctica. Madrid: Editorial Médica
Panamericana; 2008.
Es el texto de referencia más actualizado, completo y práctico para con-
sulta de cualquier profesional sanitario.
Laurence A, Laurence M. Breastfeeding. A guide for medical profession. 6.ª
ed. Filadelfia: Elsevier Mosby; 2005.
Texto de referencia internacional, con contenidos médicos muy desarro-
llados de interés para los médicos de familia y pediatras.
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Riesgos), OMS, UNICEF. Proyecto de la Unión Europea sobre la Promoción
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Josefa Aguayo Maldonado
Pablo Bonal Pitz
Lactancia materna
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Article
Full-text available
Background: Although childbearing is known to protect against breast cancer, whether or not breastfeeding contributes to this protective effect is unclear. Methods: Individual data from 47 epidemiological studies in 30 countries that included information on breastfeeding patterns and other aspects of childbearing were collected, checked, and analysed centrally, for 50302 women with invasive breast cancer and 96973 controls. Estimates of the relative risk for breast cancer associated with breastfeeding in parous women were obtained after stratification by fine divisions of age, parity, and women's ages when their first child was born, as well as by study and menopausal status. Findings: Women with breast cancer had, on average, fewer births than did controls (2.2 vs 2.6). Furthermore, fewer parous women with cancer than parous controls had ever breastfed (71% vs 79%), and their average lifetime duration of breastfeeding was shorter (9.8 vs 15.6 months). The relative risk of breast cancer decreased by 4.3% (95% CI 2.9-5.8; p<0.0001) for every 12 months of breastfeeding in addition to a decrease of 7.0% (5.0-9.0; p<0.0001) for each birth. The size of the decline in the relative risk of breast cancer associated with breastfeeding did not differ significantly for women in developed and developing countries, and did not vary significantly by age, menopausal status, ethnic origin, the number of births a woman had, her age when her first child was born, or any of nine other personal characteristics examined. It is estimated that the cumulative incidence of breast cancer in developed countries would be reduced by more than half, from 6.3 to 2.7 per 100 women by age 70, if women had the average number of births and lifetime duration of breastfeeding that had been prevalent in developing countries until recently. Breastfeeding could account for almost two-thirds of this estimated reduction in breast cancer incidence. Interpretation: The longer women breast feed the more they are protected against breast cancer. The lack of or short lifetime duration of breastfeeding typical of women in developed countries makes a major contribution to the high incidence of breast cancer in these countries.
Article
This Policy Statement was revised. See https://doi.org/10.1542/peds.2022-057988 Breastfeeding and human milk are the normative standards for infant feeding and nutrition. Given the documented short- and long-term medical and neurodevelopmental advantages of breastfeeding, infant nutrition should be considered a public health issue and not only a lifestyle choice. The American Academy of Pediatrics reaffirms its recommendation of exclusive breastfeeding for about 6 months, followed by continued breastfeeding as complementary foods are introduced, with continuation of breastfeeding for 1 year or longer as mutually desired by mother and infant. Medical contraindications to breastfeeding are rare. Infant growth should be monitored with the World Health Organization (WHO) Growth Curve Standards to avoid mislabeling infants as underweight or failing to thrive. Hospital routines to encourage and support the initiation and sustaining of exclusive breastfeeding should be based on the American Academy of Pediatrics-endorsed WHO/UNICEF “Ten Steps to Successful Breastfeeding.” National strategies supported by the US Surgeon General’s Call to Action, the Centers for Disease Control and Prevention, and The Joint Commission are involved to facilitate breastfeeding practices in US hospitals and communities. Pediatricians play a critical role in their practices and communities as advocates of breastfeeding and thus should be knowledgeable about the health risks of not breastfeeding, the economic benefits to society of breastfeeding, and the techniques for managing and supporting the breastfeeding dyad. The “Business Case for Breastfeeding” details how mothers can maintain lactation in the workplace and the benefits to employers who facilitate this practice.
Article
In preterm infants there is a high risk of transmission of cytomegalovirus (CMV) via breast milk from seropositive mothers with reactivation of the virus during lactation. There is little information about the long term sequel of early postnatally acquired CMV infection in pre-term infants. This study aimed to investigate whether there was an increased frequency of impaired neurodevelopmental outcome and sensorineural hearing loss in preterm infants with postnatally acquired CMV infection through transmission by CMV-positive breast milk. Twenty-two preterm infants [median birth weight, 1020 g (range, 600 to 1870 g); median gestational age, 27.6 weeks (range, 23.6 to 32 weeks] with early postnatally acquired CMV infection by breast-feeding (onset of viruria between Days 23 and 190 postnatally) were compared with 22 CMV-negative preterm infants individually matched for gestational age, birth weight, gender, intracranial hemorrhage and duration of ventilation. At 2 to 4.5 years of age, follow-up assessments were conducted consisting of neurologic examination, neurodevelopmental assessment and detailed audiologic tests. None of the children had sensorineural hearing loss. There was no difference between the groups with regard to neurologic, speech and language or motor development. The results of this study suggest that early postnatally acquired CMV infection via CMV-positive breast milk does not have a negative effect on neurodevelopment and hearing in this group of patients. Because we studied a small number of infants, further follow-up studies are warranted in preterm infants with early postnatally acquired CMV infection.
Article
Although the health benefits of breastfeeding are acknowledged widely, opinions and recommendations are divided on the optimal duration of exclusive breastfeeding. We systematically reviewed available evidence concerning the effects on child health, growth, and development and on maternal health of exclusive breastfeeding for 6 months vs. exclusive breastfeeding for 3-4 months followed by mixed breastfeeding (introduction of complementary liquid or solid foods with continued breastfeeding) to 6 months. Two independent literature searches were conducted, together comprising the following databases: MEDLINE (as of 1966), Index Medicus (prior to 1966), CINAHL, HealthSTAR, BIOSIS, CAB Abstracts, EMBASE-Medicine, EMBASE-Psychology, Econlit, Index Medicus for the WHO Eastern Mediterranean Region, African Index Medicus, Lilacs (Latin American and Carribean literature), EBM Reviews-Best Evidence, the Cochrane Database of Systematic Reviews, and the Cochrane Controlled Trials Register. No language restrictions were imposed. The two searches yielded a total of 2,668 unique citations. Contacts with experts in the field yielded additional published and unpublished studies. Studies were stratified according to study design (controlled trials vs. observational studies) and provenance (developing vs. developed countries). The main outcome measures were weight and length gain, weight-for-age and length-for-age z-scores, head circumference, iron status, gastrointestinal and respiratory infectious morbidity, atopic eczema, asthma, neuromotor development, duration of lactational amenorrhea, and maternal postpartum weight loss. Twenty independent studies meeting the selection criteria were identified by the literature search: 9 from developing countries (2 of which were controlled trials in Honduras) and 11 from developed countries (all observational studies). Neither the trials nor the observational studies suggest that infants who continue to be exclusively breastfed for 6 months show deficits in weight or length gain, although larger sample sizes would be required to rule out modest increases in the risk of undernutrition. The data are conflicting with respect to iron status but suggest that, at least in developing-country settings, where iron stores of newborn infants may be suboptimal, exclusive breastfeeding without iron supplementation through 6 months of age may compromise hematologic status. Based primarily on an observational analysis of a large randomized trial in Belarus, infants who continue exclusive breastfeeding for 6 months or more appear to have a significantly reduced risk of one or more episodes of gastrointestinal tract infection. No significant reduction in risk of atopic eczema, asthma, or other atopic outcomes has been demonstrated in studies from Finland, Australia, and Belarus. Data from the two Honduran trials suggest that exclusive breastfeeding through 6 months of age is associated with delayed resumption of menses and more rapid postpartum weight loss in the mother. Infants who are breastfed exclusively for 6 months experience less morbidity from gastrointestinal tract infection than infants who were mixed breastfed as of 3 or 4 months of age. No deficits have been demonstrated in growth among infants from either developing or developed countries who are exclusively breastfed for 6 months or longer. Moreover, the mothers of such infants have more prolonged lactational amenorrhea and faster postpartum weight loss. Based on the results of this review, the World Health Assembly adopted a resolution to recommend exclusive breastfeeding for 6 months to its member countries. Large randomized trials are recommended in both developed and developing countries to ensure that exclusive breastfeeding for 6 months does not increase the risk of undernutrition (growth faltering), to confirm the health benefits reported thus far, and to investigate other potential effects on health and development, especially over the long term.
Article
Observational studies suggest a longer duration of breastfeeding to be associated dose dependently with a decrease in risk of overweight in later life. The authors performed a comprehensive meta-analysis of the existing studies on duration of breastfeeding and risk of overweight. Studies were included that reported the odds ratio and 95% confidence interval (or the data to calculate them) of overweight associated with breastfeeding and that reported the duration of breastfeeding and used exclusively formula-fed subjects as the referent. Seventeen studies met the inclusion criteria. By meta-regression, the duration of breastfeeding was inversely associated with the risk of overweight (regression coefficient = 0.94, 95% confidence interval (CI): 0.89, 0.98). Categorical analysis confirmed this dose-response association (<1 month of breastfeeding: odds ratio (OR) = 1.0, 95% CI: 0.65, 1.55; 1–3 months: OR = 0.81, 95% CI: 0.74, 0.88; 4–6 months: OR = 0.76, 95% CI: 0.67, 0.86; 7–9 months: OR = 0.67, 95% CI: 0.55, 0.82; >9 months: OR = 0.68, 95% CI: 0.50, 0.91). One month of breastfeeding was associated with a 4% decrease in risk (OR = 0.96/month of breastfeeding, 95% CI: 0.94, 0.98). The definitions of overweight and age had no influence. These findings strongly support a dose-dependent association between longer duration of breastfeeding and decrease in risk of overweight.
Compatibilidad de los medicamentos, plantas y tóxicos con la lactancia. En: Manual de lactancia materna: de la teoría a la práctica
  • Jm Paricio
  • L Landa
Paricio JM, Landa L. Compatibilidad de los medicamentos, plantas y tóxicos con la lactancia. En: Manual de lactancia materna: de la teoría a la práctica. Madrid: Ed. Panamericana; 2008. p. 309-16.
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Aguayo J, Lozano MJ. Grietas e ingurgitación. En: Manual de lactancia materna: de la teoría a la práctica. Madrid: Panamericana; 2008. p. 194-8.
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Paricio JM, Landa L. Compatibilidad de los medicamentos, plantas y tóxicos con la lactancia. En: Manual de lactancia materna: de la teoría a la práctica. Madrid: Ed. Panamericana; 2008. p. 309-16.
Collaborative Group on Hormonal Factors in Breast Cancer. Breast cancer and breastfeeding: collaborative reanalysis of individual data from 47 epidemiological studies in 30 countries, including 50,302 women with breast cancer Wand 96,973 women without the disease
Collaborative Group on Hormonal Factors in Breast Cancer. Breast cancer and breastfeeding: collaborative reanalysis of individual data from 47 epidemiological studies in 30 countries, including 50,302 women with breast cancer Wand 96,973 women without the disease. Lancet. 2002;20:187-95.