Introducción En los estados de California, Texas, Nuevo México, Florida, Nueva York y Chicago existe una situación de bilingüismo, de convivencia de dos lenguas: español e inglés. En la escuela elemental y secundaria de estos estados más del 10 por ciento de la población es hispano bilingüe. Desafortunadamente, la mayoría de los estudiantes de origen hispano no consigue alcanzar niveles altos de lecto-escritura en español (Hernández-Chávez, 1993; García y Díaz, 1993), debido a diversos factores, aunque, quizá, la carencia de oportunidades es la variable más importante: pocas escuelas proveen instrucción académica en español a estudiantes que ya han superado la fase de transición en las clases de inglés (Crawford, 1991) y, además, hay pocos libros disponibles en dichas escuelas para aquellos alumnos que desean desarrollar por cuenta propia su habilidad de lecto-escritura en español (Pucci, 1994). La problemática de los hispanohablantes bilingües (de ahora en adelante HHBs) se traduce en una situación de disglosia que se caracteriza por el dominio de su lengua materna a nivel oral, pero con una exigua compe-tencia sociolingüística y un escaso desarrollo de campos léxicos, limitados a temas cotidianos y nada académicos. Estas son las falencias que manifiestan en forma reiterada: comprensión lectora pobre (dificultades para identificar palabras cuando las ven escritas, y a veces no saben cómo leerlas); carencia de un vocabulario académico; problemas ortográficos y gramaticales (des-conocimiento de algunas estructuras más complejas o de menor frecuencia en la lengua, pero comunes en registros lingüísticos más formales de comu-nidades hispanas monolingües) (Silva-Corvalán, 1989). La experiencia de los profesores de español, tanto en la universidad como en la escuela secundaria, muestra que las clases de español como lengua extranjera o segunda lengua están colmadas de estudiantes bilingües con las características ya mencionadas. Se han diseñado cursos especiales para hablantes nativos de español, pero tanto los libros de texto que usan, como el enfoque pedagógico al cual estos libros se adscriben, se centran casi de manera exclusiva en la gramática; contienen ejercicios gramaticales, listas de vocabulario y una ausencia casi total de lecturas (AATSP Report, 1972; Aparicio, 1983; González y González, 1991). Éste es uno de los mayores problemas con que se enfrenta el currículo de español para HHBs.