La buena administración en general, y en particular aplicada al urbanismo, es de naturaleza ética. En efecto, el urbanismo como ciencia social que estudia el uso racional del suelo, debe, en el marco del Estado social y democrático de Derecho, facilitar unas mejores condiciones de vida para los ciudadanos. El ser humano dispone de un fundamental derecho a una buena administración del suelo que le
... [Show full abstract] permita vivir en dignas condiciones de vida. tedrático de derecho administrativo en la universidad de la Coruña, Director del grupo de investigación de derecho público global.