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Los inmigrantes extranjeros en las ciudades gallegas y sus centros asociativos

Authors:
Los inmigrantes extranjeros en las ciudades gallegas y sus centros
asociativos
Julio Hernández Borge
Departamento de Geografía. Universidad de Santiago de Compostela
julio.hernandez.borge@usc.es
Aunque no se haya registrado en Galicia en las últimas décadas el extraordinario
crecimiento de la inmigración exterior que ha sobrevenido en gran parte de España,
desde principios del siglo XXI también se ha producido en esta comunidad autónoma un
incremento del número de extranjeros asentados en ella, que ha tenido notables
repercusiones demográficas, tanto en la evolución del número de habitantes, como en
aspectos de la estructura de la población, en especial en aquellas áreas en que la
concentración de foráneos es mayor como es el caso de las principales ciudades gallegas
situadas a lo largo del eje atlántico y sus entornos, contribuyendo a acentuar los
contrastes demográficos en la distribución espacial de la población en el territorio
galaico.
En la presente comunicación analizaremos algunos aspectos de esta incidencia
demográfica de la inmigración extranjera en Galicia y, particularmente, en sus principales
ciudades y nos detendremos, como muestra de la visibilidad de esta población,
especialmente de la procedente de países poco desarrollados económicamente, en los
centros y asociaciones que han creado y que constituyen verdaderos nexos
transnacionales entre sus países de origen y la sociedad gallega.
1. La población extranjera residente en Galicia: evolución y características
A 1 de enero del año 2000 estaban empadronados en Galicia poco más de 25.000
extranjeros (25.602), cifra que sólo representaba el 2,77% de los más de 900.000
residentes en España en la misma fecha. Nueve años después, en 2009, esta cifra se
había cuadruplicado (106.637), pero, en cambio, sólo constituía el 1,89% de los
extranjeros empadronados en España (5.648.671), lo que muestra claramente que, si bien
el crecimiento registrado en Galicia en los primeros años del siglo XXI ha sido
importante, ha quedado muy lejos no ya del de las principales regiones inmigratorias
españolas, sino de la media nacional, que en conjunto ha sextuplicado su mero,
constituyendo los extranjeros el 12,08% de la población total residente en España, todo
lo cual es un buen reflejo de los escasos atractivos laborales que presenta esta comunidad
autónoma frente a otras regiones en las que la existencia de una agricultura intensiva, de
una demanda en la industria de la construcción (uno de los sectores que más ha acusado
la crisis económica actual) o en determinados servicios atraen grandes contingentes de
africanos, latinoamericanos, europeos del Este o, incluso, de procedencias más lejanas.
Aunque los afiliados a la Seguridad Social son sólo una parte del total de los
extranjeros que trabajan (lo que denota en buena medida su alta participación en la
economía sumergida), la distribución sectorial de los que lo están y que encontramos en
el Anuario Estadístico de Inmigración (Ministerio de Trabajo e Inmigración, 2008) es un
buen reflejo de las actividades en que tiene una mayor representación esta mano de obra
foránea: hostelería, construcción, servicios (el servicio doméstico es una de las
profesiones menos declaradas, lo que afecta fundamentalmente a la población femenina),
así como determinadas industrias y actividades comerciales. Estas son también, grosso
modo, las actividades más desempeñadas por los extranjeros según la Encuesta nacional
de inmigrantes 2007 del I.N.E.
La llegada de inmigrantes exteriores a Galicia en los últimos años ha contribuido
a enjugar el déficit del crecimiento vegetativo que, desde mediados de los años ochenta
del siglo XX, viene padeciendo esta comunidad autónoma, permitiendo que su población
total siga aumentando, aunque lo haga en una proporción bastante baja (es una de las
regiones españolas con crecimiento real más débil). En los nueve años que median entre
2000 y 2009, pese a ser mucho más numerosas las defunciones que los nacimientos (en
75.850 personas, un 2,78% de los residentes en 2000), la población empadronada
aumentó en 64.189 habitantes (un 2,35% más), por lo que cabe afirmar que el aporte
inmigratorio constituye uno de los rasgos que caracterizan la evolución demográfica de
la Galicia actual (en el mismo período de tiempo los extranjeros crecieron en 81.035
personas), además de incidir en otros aspectos poblacionales como el movimiento natural
o la estructura por edades, especialmente en aquellas áreas en que la concentración de
extranjeros es mayor (Hernández, 2007)
El asentamiento de inmigrantes en esta comunidad autónoma presenta fuertes
desequilibrios espaciales, que ya se aprecian a nivel provincial entre Pontevedra (37,03%
de los residentes en Galicia en 2009) y A Coruña (35,63%) que han recibido casi las tres
cuartas partes del total (72,66%) y las provincias de la Galicia oriental, que presentan
valores muy bajos (12,75% en el caso de Lugo y 14,59% en el de Ourense), de modo
que sus cifras absolutas de habitantes presentan una clara tendencia regresiva, pues en
ellas además de ser más fuerte el crecimiento vegetativo de signo negativo, no puede ser
compensado por la llegada de foráneos.
En lo relativo a los países de procedencia de los inmigrantes radicados en Galicia
encontramos algunas particularidades con respecto al conjunto de España (Cuadro I).
Cerca de las dos quintas partes del total son europeos, si bien hay que precisar que la
mitad de ellos proceden de Portugal, país con el que, dada la proximidad geográfica, ha
habido a lo largo de la historia importantes intercambios de población en los dos sentidos
de la frontera (Fernández, 2007, González, 2007 y 2009, Leira, 2008), destacando
mayoritariamente las provincias meridionales, limítrofes con el vecino país (Hernández,
1993). Pero los continentes de procedencia que más han crecido en los últimos años son
África y América; es especialmente intensa la proporción de los llegados del Nuevo
Mundo, de modo que representan prácticamente la mitad de los extranjeros
empadronados en Galicia en la actualidad, destacando países hacia los que en el pasado
marcharon muchas decenas de miles de gallegos (caso de Brasil, Argentina, Uruguay o
Venezuela) y de los que ahora llegan descendientes de antiguos emigrantes que ya no
conservan la nacionalidad española; a ellos se unen los procedentes de otros países
hispanoamericanos como Colombia, República Dominicana, Perú o Ecuador, que
participan de las características generales de la corriente llegada a España con una fuerte
componente femenina.
Cuadro I: Distribución por continentes de los extranjeros empadronados en Galicia
2009 A Coruña Lugo Ourense Pontevedra Galicia
Europa 44,82% 32,58% 31,18% 36,41% 38,75%
África 13,31% 6,16% 9,48% 13,84% 9,76%
América 37,91% 58,68% 55,28% 45,01% 48,22%
Asia 3,85% 2,47% 3,87% 4,54% 3,17%
Oceanía 0,11% 0,12% 0,18% 0,19% 0,11%
Fuente: I.N.E. y elaboración personal
Bastante moderada es la presencia de africanos (cerca de la décima parte del
total), colectivo con un marcado carácter masculino, que trabajan en la construcción y en
algunas actividades del sector terciario, y muy escasa es la presencia de asiáticos
(superan en poco el 3%) o, sobre todo, de los procedentes de Oceanía (0,19%).
Los extranjeros empadronados en Galicia están constituidos mayoritariamente
por población adulta de las edades laboralmente más activas, por lo que algo más de la
mitad tiene una edad comprendida entre 20 y 40 años, siendo poco numerosos los
jóvenes (no llegan a la quinta parte los menores de 20 años) y, sobre todo, los viejos
(poco más del 4%).
Por esta estructura demográfica es sobre la natalidad/fecundidad y sobre la
nupcialidad de esta comunidad autónoma donde es mayor la influencia de esta población
(Cuadro II). La proporción de personas foráneas que contraen matrimonio en Galicia,
bien entre o con españoles, presenta una tendencia creciente, lo que contribuye a
incrementar las tasas gallegas de nupcialidad e, indirectamente, el número de
nacimientos.
Cuadro II: Diferencias en la nupcialidad y en la natalidad/fecundidad entre las
poblaciones extranjera y española residentes en Galicia
2000-01 2007
% cónyuges extranjeros Varones 1,61 4,54
Mujeres 2,70 8,72
Índice sintético de
fecundidad
Total 0,99 1,14
De madre española 0,98 1,12
De madre extranjera 1,05 1,58
Tasa de natalidad (‰) Total 7,09 7,83
De madre española 6,97 7,54
De madre extranjera 17,11 16,62
Fuente: I.N.E. y elaboración personal.
Es, precisamente, en la natalidad/fecundidad donde la incidencia es más elevada,
contribuyendo a que en Galicia sean un poco menos bajas las tasas de natalidad y
fecundidad de los últimos años, dado que los comportamientos reproductivos de las
mujeres extranjeras (no incluimos aquí a las que llegan del continente europeo) son más
elevados que los de las nacionales, aunque sean menores que los existentes en sus países
de origen, tanto porque con el desplazamiento se produce un cambio de mentalidad,
como por el hecho de que muchas mujeres extranjeras proceden de medios urbanos de
Estados del Tercer Mundo donde la fecundidad es más baja que la media del conjunto de
sus países respectivos y, sobre todo, porque su vida cotidiana (trabajo precario, vivienda
deficiente, inestabilidad en su situación residencial, dificultades para compatibilizar
trabajo y familia) no propicia la formación de familias más o menos numerosas (Valero,
2006: 94). Por otra parte, al tratarse el fenómeno inmigratorio de algo reciente, no ha
transcurrido el tiempo necesario para que se hayan asimilado a las características de la
población autóctona.
2. Una localización de los extranjeros preferentemente urbana
Son las más importantes ciudades de Galicia y sus periferias las áreas principales
de asentamiento de los inmigrantes extranjeros, ya que en ellas es donde existe la oferta
laboral en las actividades que van a desempeñar. Por ello a 1 de enero de 2009 eran sólo
20 los municipios que contaban con más de 1.000 extranjeros empadronados, destacando
las siete principales ciudades de la región (las cuatro capitales provinciales, Ferrol,
Santiago de Compostela y Vigo, que ocupa un primer lugar muy destacado con 17.108,
seguida por A Coruña con 12.037) y algunos términos de sus áreas periurbanas (fig. 1).
Sólo siete ayuntamientos (Verín, Vilagarcía de Arousa, O Barco de Valdeorras, Lalín,
Viveiro, Burela y Ribeira) quedan fuera de estas áreas, pero todos ellos cuentan con
núcleos urbanos que son destacadas cabeceras comarcales y, en el caso de los dos
orensanos, la proximidad a Portugal influye en la existencia de colonias de naturales del
vecino país (Verín es municipio fronterizo y en O Barco de Valdeorras se asienta una
comunidad de extranjeros que trabajan en la explotación de yacimientos de pizarra de la
comarca, en la que también hay una fuerte presencia portuguesa). En total en estos
veinte ayuntamientos reside más del 60% del total de extranjeros de Galicia.
La incidencia de la inmigración extranjera en la evolución demográfica de la
población urbana es clara si tenemos en cuenta que entre el año 2000 y el 2009 la
población empadronada en las siete principales ciudades sólo creció en 18.202 personas
(un 1,86%), en tanto que los extranjeros aumentaron en 39.204 (un 384,84%). La
llegada de inmigrantes del exterior está contribuyendo a atenuar los efectos del
movimiento centrífugo de la población residente en las ciudades hacia sus áreas
periféricas que está en plena expansión en Galicia (Hernández 2009).
1 2 3
Fig. 1.- Municipios con más de 1.000 extranjeros empadronados a 1 de enero
de 2009. 1, de 1.001 a 5.000; 2, de 5.001 a 10.000; 3, más de 10.000.
0 30 Km.
El análisis de las estadísticas de las variaciones residenciales de los municipios
gallegos con el extranjero, que ofrece el Instituto Galego de Estatística (I.G.E.), permite
cuantificar también esta incidencia inmigratoria en las áreas urbanas. Bien es verdad que
la información que proporciona este organismo no diferencia entre las personas de
nacionalidad española y los extranjeros, una cuestión de sumo interés, pues en Galicia los
emigrantes retornados han sido bastante numerosos en las últimas décadas, si bien en la
actualidad representan unas cifras cada vezs débiles (de valores generalmente
superiores al 90% hasta 1996 se ha bajado al 53,14% en 2000 y al 18,44% en 2008),
aparte de ser muy diferentes las motivaciones del desplazamiento entre los españoles y
los extranjeros (Hernández, 2003).
Utilizando esta fuente de información apreciamos que en el período 2000-2008
más de las dos quintas partes de los inmigrantes llegados del extranjero a Galicia
(41,42%) se asentaron en los siete principales municipios urbanos. Esta proporción
alcanzaría más o menos el 60% si les añadiésemos las cifras de los términos de sus
periferias, especialmente en los casos de las áreas periurbanas de A Coruña y Santiago de
Compostela, pues en la de Vigo, que ocupa el primer lugar destacado entre todos los
ayuntamientos gallegos, al ser s extensa su área de influencia quedan menos
concentrados espacialmente.
El origen de los extranjeros empadronados en Galicia en 2009 muestra algunas
diferencias según las principales ciudades. Los europeos ocupan en todas unas
proporciones relativamente importantes, con un máximo del 37,86% en Ourense, donde
la incidencia de los portugueses se hace sentir con claridad. Pero el grupo más numeroso
es el de los procedentes de América (mayoritariamente de América Latina) con valores
comprendidos entre el 50 y el 60% del total, destacando los brasileños, los colombianos
y los rioplatenses (argentinos y uruguayos). Junto a ellos hay colectividades que merecen
ser destacadas en algunas ciudades (peruanos en A Coruña, dominicanos en Lugo,
ecuatorianos en Pontevedra, colombianos en Lugo, Ourense y Pontevedra, argentinos y
uruguayos en Vigo).
En cuanto a los africanos, que dan proporciones más modestas especialmente en
la Galicia oriental, destacan los senegaleses en A Coruña y los marroquíes en Ferrol,
Lugo y Pontevedra. De todas formas, con relación a este último colectivo, conviene
resaltar su asentamiento en centros urbanos secundarios (Xinzo de Limia) o en la
periferia de ciudades de la Galicia occidental (Arteixo junto a A Coruña, Marín al lado de
Pontevedra y, sobre todo, Vilaboa, ayuntamiento situado entre Pontevedra y Vigo,
donde representan el 70,87% de los extranjeros).
La última colectividad, de proporciones débiles en Galicia, corresponde a los
asiáticos que en este caso se encuentran establecidos casi exclusivamente en las
principales ciudades de la región.
3. Los centros y asociaciones de inmigrantes
La presencia de los extranjeros en las principales áreas urbanas gallegas se hace
sentir no sólo por su visibilidad (color de piel o rasgos antropométricos diferentes a los
de la población de origen español), sino también por sus negocios: locutorios, casas de
envío de dinero, tiendas de venta de productos de sus países de origen, comercios,
restaurantes… (foto 1), especialmente en aquellos barrios donde reside un mayor
número, y, también, a través de sus centros y asociaciones en los que se reúnen y
desarrollan actividades, muchas de ellas puestas en práctica en parques o áreas
deportivas municipales.
Foto 1.- Carnicería “halal” en Vigo.
La creación de centros asociativos por parte de las comunidades inmigrantes es
un rasgo que acompaña en general a estos movimientos demográficos con independencia
de la época histórica y del contexto geográfico-político. No hay más que recordar, por
ejemplo, las numerosísimas sociedades que, en el caso español (tanto a nivel general del
Estado, como de carácter regional, comarcal, municipal o microterritorial), nacieron a lo
largo del continente americano en la época de la gran emigración transoceánica de finales
del siglo XIX y primeras décadas del XX. Particularmente abundantes fueron los centros
de origen gallego, algo relacionado en buena medida, aunque no sólo, con el alto
volumen de emigrantes procedentes de esta región que se asentaron en el Nuevo Mundo
(en general en los países de Hispanoamérica a los españoles se les denomina gallegos).
Numerosos son también los centros gallegos –y los españoles- surgidos en distintos
países europeos al compás del gran éxodo desencadenado a partir de comienzos de los
años sesenta (con la excepción del de Lisboa creado en 1907) o en diversas regiones
españolas. Todavía hoy existen unos doscientos centros gallegos repartidos por el mundo
(Sixirei, Campos y Fernández, 2001).
Los centros y asociaciones que crean los inmigrantes en nuestros días en Galicia
nacen por la necesidad que tienen los extranjeros “de reunirse, dialogar, intercambiar
afectos, inquietudes y experiencias(Morell, 2005: 113), necesidad que se acentúa en
aquellos casos en los que el contraste con respecto a la sociedad de origen es mayor,
sobre todo en los primeros momentos de estancia, en que el desconocimiento del país de
recepción es más grande y son más numerosos los problemas que pueden presentárseles
(conseguir documentos, vivienda, trabajo, etc.). Por ello constituyen nexos
transnacionales entre sus países de origen y la sociedad de recepción. El asociacionismo
étnico facilita la relación de los originarios de un determinado país entre sí, pero también
con las poblaciones e instituciones de las ciudades en que están asentados. Son, pues,
lugares para la sociabilidad tanto formal (de acuerdo con los estatutos y reglamentos que
tengan establecidos), como informal (las reuniones de los que acuden), algo que viene
facilitado por la existencia de un lugar estable “para que estas reuniones se lleven a cabo”
(Garabedian, 2009 64).
En los centros españoles creados en los siglos XIX y XX en el continente
americano, además del papel de asociacionismo étnico con difusión de la cultura y
tradiciones de los lugares de origen (en determinados momentos también con fines
políticos) fue muy importante la existencia de actividades asistenciales, tanto de ayuda
económica, como desde el punto de vista de los servicios sanitarios o de la instrucción.
Estos últimos rasgos los diferencian, por ejemplo, de los nacidos en los años sesenta y
setenta del siglo XX en los países europeos, dado que el carácter asistencial ya venía
cubierto por los servicios de los Estados de bienestar y, por ello, predominó el carácter
cultural, lúdico y recreativo de las sociedades (Hernández, 2002). Por estos motivos los
centros de extranjeros existentes en Galicia en la actualidad se parecen más a estos
últimos que a los creados en América a finales del siglo XIX o en las primeras décadas
del XX.
Para conocer los centros y asociaciones de inmigrantes existentes en Galicia
hemos consultado el Listado que la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta de
Galicia tiene en su página web: http://www.galiciaaberta.com/gl/centros_asociacions. En
este listado aparecen las organizaciones de este tipo, tanto de gallegos en el exterior
como de inmigrantes en Galicia. Dentro de estas últimas hemos tenido que hacer un
depurado para diferenciar entre lo que podríamos denominar organizaciones no
gubernamentales dedicadas a la ayuda y asistencia a inmigrantes o las agrupaciones de
emigrantes retornados, de los que son, en un sentido más estricto, centros y asociaciones
de inmigrantes. Para solventar aquellos casos dudosos se recurrió al examen de la página
web de los que la tienen, a la encuesta (postal o por correo electrónico) y a la consulta
de otros directorios de asociaciones de inmigrantes como el de La Caixa (2006). Para
nuestro análisis nos hemos centrado en aquellas asociaciones de originarios de países no
europeos, preferentemente en los que especifican el origen nacional en su denominación.
Es posible que algunos centros tenidos en cuenta ya no existan o hayan cambiado de
dirección por las dificultades que lleva consigo mantener al día un directorio de este tipo,
lo que explica que algunas encuestas nos hayan sido devueltas por desconocimiento del
destinatario en la dirección indicada.
Los 41 centros que tomamos en consideración tienen una fecha de creación
reciente (primera década del siglo XXI en la mayor parte de los casos) y se localizan en
las principales ciudades (Vigo es la que tiene un mayor número: 12, asentándose buena
parte de ellas en los barrios del Calvario o sus cercanías y Teis) o en sus periferias (A
Coruña ocupa el segundo lugar con 5 centros, pero a ellos habría que sumar los 3 de
Arteixo y el de Culleredo, municipios limítrofes con la capital herculina) y, en algunos
casos, en centros urbanos secundarios (foto 2).
Foto 2.- Asociación “Amigos del Uruguay” en Vigo.
Pontevedra (con 19) y A Coruña (con 13) son las dos provincias que poseen un
mayor número de asociaciones, contrastando con las 7 de Ourense y las 2 de Lugo, es
decir, hay un claro paralelismo con el número de inmigrantes extranjeros empadronados
en cada provincia, siendo los países iberoamericanos los que tienen un mayor número,
especialmente Argentina y Uruguay (Cuadro III). Destaca por su concentración, como
señalamos antes, la ciudad de Vigo en la que están representados la mayoría de estos
países.
Los centros africanos son poco numerosos, pero en el caso de los magrebíes
(especialmente los de Marruecos) están ubicados en los municipios que citábamos más
arriba en los que los originarios de estos países representan altos porcentajes dentro de la
comunidad extranjera empadronada en ellos (en Arteixo constituyen el 23,43%, en Xinzo
de Limia el 31,46% y, sobre todo, en Vilaboa el 70,87%, estando asociada a su presencia
la existencia de alguna mezquita). Del resto de África hay un centro senegalés en Vigo
(pese a que son más numerosos en A Coruña), otro de Ghana en Marín y, por último,
uno caboverdiano en Burela, municipio de la costa lucense donde existe desde hace ya
unas décadas una importante colonia de oriundos de este archipiélago africano
trabajando en gran parte en la actividad pesquera, en la que también están presentes los
peruanos. Por último hay que destacar que no hay asociaciones específicas de asiáticos,
como sería el caso de los chinos tan presentes en las ciudades a través de sus
restaurantes y bazares, lo que es bastante general en España (Aparicio y Tornos, 2005:
123).
Cuadro III: Distribución provincial de los centros de inmigrantes
Origen principal asociados A Coruña Lugo Ourense Pontevedra
América Latina 4 0 3 2
Argentina 2 0 1 2
Brasil 0 0 0 1
Colombia 0 0 0 2
Cuba 0 0 0 1
Paraguay 0 0 0 1
Perú 0 0 0 1
Rep. Dominicana 1 0 0 0
Uruguay 2 0 0 2
Venezuela 1 0 1 3
Magreb 3 1 1 1
Senegal 0 0 0 1
Ghana 0 0 0 1
Cabo Verde 0 1 0 0
Variado 0 0 1 1
Fuente: Secretaría Xeral de Emigración (Xunta de Galicia) y elaboración personal1.
La finalidad principal de estos centros, aparte de servir de lugar de información,
encuentro y reunión de los asociados, es facilitar la integración de los extranjeros en la
sociedad gallega. Muchos también prestan ayuda y asesoramiento en el tema de
regularización de la situación de las personas o ayudan a buscar trabajo. Pero además de
contribuir a preservar su identidad cultural realizan, sobre todo aquellos mejor
implantados en cuanto a instalaciones, variadas actividades recreativas, culturales y
deportivas que llevan a cabo en muchos casos con ayuda de entidades municipales o
1 Todos los Centros de este cuadro proceden de esta fuente, a excepción de la “Asociación de Peruanos
en Galicia”, que no figura en su relación, pero de cuya existencia tenemos constancia porque contestó a
la encuesta que les fue enviada por correo electrónico. Agradecemos a través de esta nota la colaboración
de los Centros para la realización del presente trabajo.
provinciales y también con participación de ciudadanos de nacionalidad española. Los
más precarios son aquellos centros que carecen propiamente de local y tienen que
recurrir a locales sociales municipales o a una parroquia (como ocurre con “Abrente”,
Asociación comunidad de inmigrantes Puente Pasaje de A Coruña, formada
mayoritariamente por dominicanos). En estos casos más precarios no se paga ningún tipo
de cuota.
En general los centros asocian en su denominación el origen nacional de sus
miembros con el de la localidad en que se insertan y en aquellos más importantes, como
ocurre en otras partes de España, incorporan “códigos del territorio donde habitan”
(Moraes, 2009: 313), como puede ser el uso del gallego para difundir sus actividades.
Conclusiones
La cifra de extranjeros empadronados en Galicia a 1 de enero de 2009 supera,
como hemos señalado más arriba, las 100.000 personas, lo que significa, con respecto a
años anteriores, una continuación en la tendencia de crecimiento, si bien se aprecia una
desaceleración con relación al incremento de 2008. Aunque no se pueda saber con
certeza lo que ocurrirá en un futuro próximo, parece bastante probable que habrá un
estancamiento en la cifra global o, más bien, una disminución, como consecuencia de la
crisis económica actual y del aumento del paro, que afecta directamente a este colectivo.
Pero quizás esta contracción no sea tan fuerte en Galicia como la que registren otras
regiones españolas en las que su número y su proporción son más elevados y donde
algunos sectores altamente demandantes de mano de obra en los años pasados hoy sufren
una fuerte recesión. Por otra parte no podemos olvidar que esta comunidad autónoma es
una de las que presentan una estructura por edades de la población más envejecida, en
tanto que, por el contrario, los extranjeros están formados mayoritariamente por
población en edad laboral, que desempeña ocupaciones en las que a veces resultaría
difícil su sustitución por autóctonos. Además de todo ello, por su proporción
relativamente baja, los extranjeros no son un colectivo que genere un rechazo
generalizado de la sociedad gallega, aunque puedan surgir en ocasiones
comportamientos discriminatorios, y todo ello puede favorecer la llegada de parientes de
los que están asentados y no piensan retornar, aumentando los procesos de reagrupación
familiar, lo que puede compensar tanto el descenso de los llegados sin vínculos de
parentesco como la marcha de algunos residentes.
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Universidad, pp. 89-110.
... Galicia se ha situado entre las regiones españolas en las que esa llegada de extranjeros ha presentado cifras más bajas, por lo que ha sido débil la proporción representada, tanto sobre el conjunto de estos inmigrantes llegados a España como sobre el total de habitantes de la comunidad autónoma (Hernández Borge, 2011 Estas características demográficas de Galicia sufrieron una notoria modificación a partir de 2008 con el inicio de una dura crisis económica internacional y los efectos que provocó en la comunidad autónoma gallega, que afectaron en mayor medida a la población extranjera, que no sólo dejó de venir al mismo ritmo que lo estaba haciendo, sino que también conoció una disminución cuantitativa por la salida de Galicia de inmigrantes, tras verse más afectados que los autóctonos por la recesión del mercado laboral, algo que queda reflejado en unas tasas de paro más altas. ...
... Las áreas de asentamiento de los extranjeros en Galicia son fundamentalmente urbanas. En las siete principales ciudades gallegas (las cuatro capitales provinciales, Vigo, que ocupa el primer lugar de todas las urbes por el número de extranjeros residentes, Santiago de Compostela y Ferrol) vive casi la mitad del total (en los últimos diez años han oscilado entre el 45 y el 50%), pues allí hay más ofertas de trabajo en la industria o los servicios, de ahí que sea en ellas donde están instalados la mayoría de sus centros asociativos(Hernández Borge, 2011). En todas estas ciudades ha sido muy perceptible la disminución del número de residentes extranjeros en los últimos años, de tal modo que la fecha con más empadronados foráneos osciló entre 2009 (caso de Santiago de Compostela) y 2013 (A Coruña, Lugo y Pontevedra), lo que ha repercutido en un descenso del total de habitantes municipales.Por lo que se refiere a España también ha habido una disminución reciente de su población, si bien ésta ha comenzado en una fecha más tardía que en Galicia (46.624.382 ...
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A partir de la última década del siglo XX y, especialmente, de los primeros años del siglo XXI se registró en España, como es sobradamente conocido, un extraordinario crecimiento de la población extranjera que tuvo un gran impacto demográfico y económico. Pero el incremento de estos inmigrantes no tuvo la misma incidencia en todas las regiones, sino que, como también es sabido, Cataluña, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana absorbieron una buena parte de estos recién llegados, pudiéndose añadir a estas comunidades autónomas otras (Baleares, Murcia, Canarias…) con cifras absolutas más bajas pero en las que las colonias de foráneos alcanzaron elevados porcentajes sobre el total de habitantes residentes en ellas. Galicia se ha situado entre las regiones españolas en las que esa llegada de extranjeros ha presentado cifras más bajas, por lo que ha sido débil la proporción representada, tanto sobre el conjunto de estos inmigrantes llegados a España como sobre el total de habitantes de Galicia. Pero, a pesar de constituir un pequeño volumen, no por ello han dejado de tener también repercusión en su demografía y en su economía. La presencia de extranjeros ha influido muy directamente en la evolución de la población residente, que, tras haber presentado una tendencia descendente en las últimas décadas del siglo pasado, pasó a registrar un moderado aumento demográfico con el inicio del siglo XXI, a pesar tener un continuado crecimiento vegetativo negativo. También ha sido significativa la presencia laboral de trabajadores procedentes de otros países en algunas ramas de actividad. La dura crisis económica iniciada en 2008 ha tenido una gran incidencia sobre la población extranjera, que no sólo dejó de venir a Galicia al mismo ritmo que lo estaba haciendo, sino que también conoció una disminución cuantitativa por la marcha de muchos inmigrantes, al verse más afectados que los autóctonos por la recesión del mercado laboral, algo que se refleja en unas tasas de paro más altas. En la presente comunicación analizaremos algunos de estos cambios habidos en el colectivo de extranjeros desde 2008 y las principales repercusiones que ha tenido la crisis económica en su actividad laboral y sobre la población residente en Galicia.
... Por su concentración en las comunidades autónomas de la fachada mediterránea y de Madrid encontramos en estas zonas valores muy superiores a la media: Baleares (21,9%), Comunidad Valenciana (17,5%), Madrid (16,7%), Murcia (16,5%) o Cataluña (16%). En uno de los últimos lugares se encuentra Galicia (3,9%), que solo sobrepasa a Extremadura (3,6%); de todas formas la llegada de inmigrantes ha permitido que la población de la región gallega haya crecido en cifras absolutas en los últimos años (Hernández 2011). ...
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General synthesis in time and space, the process of aging in Galicia throughout its recent history. Declining birth rates, longer life expectancy, emigration ... are factors reflected in the present population structure in a very old age, a phenomenon that will worsen in the coming decades. The analysis of changes in the Galician population is compared with the European and Spanish to appreciate the different chronologies of the aging process contexts MORENO MUÑOZ, D.: Reseña. Documents d’Anàlisi Geogràfica, vol 62/2, 2016, pp. 476-477. Hernández Borge, Julio (2013) Galicia, unha poboación avellentada. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela, 215 p. ISBN 978-84-15876-02-1 Julio Hernández Borge, con su acreditada experiencia en el estudio de los fenómenos demográficos en Galicia, ha publicado una obra sobre la población gallega. En esta ocasión, con el título Galicia, unha poboación avellentada, pone de manifiesto el envejecimiento poblacional que caracteriza la historia contemporánea de este territorio. La publicación reseñada en estas líneas forma parte de la colección «Biblioteca de Divulgación. Serie Galicia », editada por la Universidad de Santiago de Compostela y que se encuentradisponible en papel y en el portal digital de dicha institución. Conviene, pues, desglosar los distintos apartados que componen el libro, con la finalidad de que el futuro lector tenga un adelanto mínimo sobre las páginas que se comentan. Tras una breve introducción, los capítulos que se abordan son los siguientes: «El estudio del envejecimiento demográfico de las ciencias sociales y humanas»; «Las fuentes de información y los indicadores para medir el envejecimiento demográfico»; «La transición demográfica y el proceso de envejecimiento en Galicia»; «Factores demográficos del proceso de envejecimiento demográfico gallego»; «Diferencias espaciales en el envejecimiento demográfico gallego»; «La evolución de la población y de su estructura por edades»; «Características sociodemográficas de la población vieja gallega»; «Los viejos en los hogares y familias gallegas»; «A modo de conclusión: El futuro demográfico de Galicia». En el primer capítulo, Hernández realiza un recorrido histórico sobre el estudio de este fenómeno demográfico. Se efectúa un barrido desde lo global, citando autores como Alfred Sauvy o Simone de Beauvoir, hasta lo local, referenciando investigaciones sobre la población gallega de innumerables estudiosos de la cuestión. En una línea de trabajo donde los indicadores son fundamentales para su análisis, es necesario conocer cuáles son las fuentes y los métodos utilizados para la elaboración del estudio realizado. Por ello, se describen las fuentes y los indicadores empleados para conocer los datos demográficos. El proceso de envejecimiento gallego es descrito en el tercer capítulo. El autor destaca el aumento desmesurado de la edad media de los efectivos poblacionales en la actualidad (41,4 años) respecto a comienzos del siglo xx (25,4 años). Este hecho revela el cambio de una estructura de población que ha completado con creces las distintas fases del modelo de transición demográfica. En el siguiente capítulo, se revelan los tres factores decisivos en este proceso de envejecimiento. En primer lugar, Hernández resalta la natalidad, que ha bajado ostensiblemente desde la década de 1980, debido al envejecimiento y al cambio de mentalidad social de la población. El segundo factor es el de la mortalidad, cuyas tasas se han visto reducidas desde la década de 1960, debido a progresos médicos, sociales, sanitarios y mejoras en la alimentación. Por último, los movimientos migratorios han sido muy importantes para Galicia. Entre ellos, resaltan las migraciones realizadas hacia América, principalmente tras la Guerra Civil española (1936-1939). El envejecimiento de la población gallega no es homogéneo a lo largo de su territorio. Existen diferencias sustanciales entre las provincias. Las orientales presentan un fuerte envejecimiento desde hace años, mientras que en las occidentales, especialmente en la provincia de Pontevedra, es menor. En opinión del autor, esta circunstancia es debida a factores como la concentración más reducida de actividades económicas en las provincias orientales respecto a las occidentales o el mayor despoblamiento sufrido a lo largo del último tercio del siglo xx. Para destacar el progreso de la población envejecida mediante la estructura por edades, el autor elabora una serie de pirámides de población con las que el lector puede apreciar el fenómeno. En ellas, se observa como los efectivos poblacionales gallegos han realizado la transición demográfica en cien años. Las pirámides de comienzos del siglo xx muestran un gran ensanchamiento por su base y una estrechez en las edades más avanzadas, situación que queda revertida en el año 2011, cuando los datos sobre la población urbana gallega arrojan cifras de más de un 20% de personas mayores de 65 años y de tan solo un 16,61% de personas menores de 20 años. En el ámbito rural, las diferencias todavía son más acusadas, puesto que los jubilados representan un 23,9%, mientras que los menores de 20 años se quedan en un 15,26%. Las características sociodemográficas de este contingente poblacional también sonplanteadas en la obra. Hernández repasa la evolución de indicadores sociales como el estado civil o el analfabetismo, destacando el papel de la mujer en las labores domésticas en la primera mitad del siglo xx y su bajo grado de escolarización, pues, en 1960, el porcentaje de mujeres analfabetas era superior al 50%. El análisis de diversas características permite conocer cuál es el modo de convivencia en los hogares gallegos de este grupo poblacional. Se analizan aspectos como las personas que viven en residencias propias de manera solitaria, en compañía de su familia o en establecimientos colectivos como instituciones religiosas o asilos de ancianos. Por último, el autor realiza una serie de conclusiones que versan sobre el futuro demográfico de Galicia. En definitiva, estamos ante una obra que sintetiza de manera extraordinaria la evolución y la situación actual de la población gallega. Además, viene acompañada de una serie de mapas que ayudan a comprender los fenómenos sobre el territorio. Sin embargo, la obra está escrita en gallego, por lo que sería conveniente su traducción al castellano en caso de poder realizarse una nueva edición. Enhorabuena al profesor Julio Hernández Borge por esta obra y por reafirmar su interés en estos temas tan importantes para la sociedad gallega y española. Desde mi modesta opinión, creo que el libro se convertirá en un referente para la geografía de la población de Galicia. Daniel Moreno Muñoz Universidad de Murcia Departamento de Geografía daniel.moreno1@um.es http://dx.doi.org/10.5565/rev/dag.370 TORRES LUNA, P. de: Recensión. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, nº 64, 2014, pp. 536-538. http://www.boletinage.com/articulos/64/64RESENAS.pdf HERNÁNDEZ BORGE, J. (2013): Galicia, unha poboación avellentada. Publicacións da Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, 215 págs. La obra, cuya reseña va en estas líneas, es una publicación de la Universidad de San¬tiago de Compostela. Forma parte de la conocida como «Biblioteca de Divulgación, SERIE GALICIA», que además de editarse en papel también lo está en el portal digital de libros de dicha Universidad. A mí me recuerda los tan conocidos números de la colección francesa Que sais-je?: pequeño formato, casi igual número de páginas en todos los títulos y autores. especialistas en la materia tratada. El Prof. Hernández Borge, vigués de origen y geógrafo compostelano, no es un desconocido en esta Biblioteca de Divulgación ni en el panorama de las publicaciones geodemográficas sobre Galicia, en las que es un referente imprescindible. Precisamente en 1990 publicó en ella la monografía Tres millóns de galegos, que fue un éxito editorial, aunque sus deseos y los de los demás gallegos de llegar a ser tres millones no se han visto cumplidos hasta este momento. Conviene ahora desglosar los apartados del índice con el fin de que el futuro lector dis¬ponga de un mínimo adelanto de lo que encontrará en las páginas que vamos comentando. Así, tras una breve introducción, los capítulos tratados se titulan: El estudio del envejeci¬miento demográfico en las ciencias sociales y humanas; Las fuentes de información y los indicadores para medir el envejecimiento demográfico; La transición demográfica y el pro¬ceso de envejecimiento en Galicia; Factores demográficos del proceso de envejecimiento de la estructura por edades de la población gallega; Diferencias espaciales en el envejecimiento demográfico gallego; La evolución de la población y de su estructura por edades; Caracterís¬ticas sociodemográficas de la población vieja gallega; Los viejos en los hogares y familias gallegos; A modo de conclusión: el futuro demográfico de Galicia; Bibliografía. Después de las líneas precedentes el lector queda informado, con toda evidencia, de cómo se articula la monografía. Mi comentario sólo sirve para resaltar que en sus dos centenares de páginas el autor ha sido capaz de elaborar un manual, comprimido y resumido, de geode¬mografía aplicada a Galicia. En efecto, en el primer capítulo recuerda algunos conceptos al usuario y lo prepara para entender con facilidad, y sin que pierda altura la investigación, lo que en realidad es la enjundia del libro. He aquí, a mi entender, la virtud capital de la divulga¬ción de la ciencia (de la alta divulgación) cualquiera que sea su temática. De modo que este libro puede ser abordado y asimilado tanto por geógrafos de profesión como por cualquier tipo de alumno universitario o persona de un cierto nivel cultural; es, pues, un libro formativo e informativo. Hernández Borge dice, de entrada, que su trabajo abarca 130 años (desde finales del siglo XIX hasta la actualidad) y que en el presente es de destacar, tanto para España en general como para Galicia en particular, la conocida como crisis demográfica que resulta de haber llegado a la desnatalidad y al envejecimiento de la estructura por edades de la población. Este hecho, acentuado peligrosamente desde 1976, ha desembocado en un crecimiento vege¬tativo de signo negativo, pudiéndose afirmar que desde 1980 no está asegurado el reemplazo generacional de la población. Consiguientemente Galicia ocupa uno de los primeros lugares entre las regiones españolas y europeas más envejecidas demográficamente hablando. Por ilustrar con unas pocas cifras haré alusión a las tasas generales de natalidad y mortalidad en el arco histórico considerado: en 1900 la natalidad en Galicia era del 32,940/00 (33,9 en España; 27,0 en Suecia; 21,3 en Francia). En el año 2010 había descendido al 8,060/00 (10,5 en España; 12,3 en Suecia; 12,8 en Francia). En cuanto a la mortalidad en 1900 en Galicia era del 25,320/00 (29,0 en España; 16,8 en Suecia; 21,9 en Francia); en 2010 Galicia bajó al 10,870/00 (8,2 en España; 9,6 en Suecia; 8,4 en Francia). Sería tedioso continuar aportando datos. Además en el libro están los oportunos comentarios a estas y a otras cifras y su repre¬sentación gráfica, destacando en este sentido las pirámides de edad que han ido cambiando su dibujo, pasando de pirámide (de ahí el nombre genérico) al de los auténticos husos; se las podría adjetivar de pirámides fusiformes aunque sea un contrasentido. También es significativa y está muy bien tratada toda la parte alusiva a los matices espa¬ciales, sean provinciales o comarcales, del territorio gallego e ilustrada con oportunos mapas que (todo hay que decirlo) pierden expresividad por la reducción del tamaño, debido a exi¬gencias editoriales de la Colección en que está publicado el libro. Deliberadamente dejo aquí los comentarios por no alargar lo que debe ser la presentación por escrito de este libro, de cualquier libro. El lector puede repasar el título de cada capítulo, como vimos al inicio, y elegir el apartado que le interese para su información. También al final va una cumplida bibliografía con la que se puede ampliar y poder leer temas periféricos complementarios. El autor concluye su obra recogiendo ideas y presentando el futuro demográfico de Galicia. Yo he intentado resumirlo, pero las líneas finales del Doctor Hernández Borge son mucho mejores de lo que sería mi glosa, a la que renuncio y, a cambio, transcribo esas alu¬didas líneas: «Galicia, una población envejecida es una síntesis general, en el tiempo y en el espacio, del proceso de envejecimiento demográfico de Galicia a lo largo de su más reciente historia contemporánea. El descenso de la natalidad, la prolongación de la duración media de la vida, la emigración… son factores traducidos en la población actual en una estructura por edades muy envejecida, fenómeno que, según autorizadas previsiones, se agravará en las décadas venideras. El análisis de los cambios de la población gallega se encuadra, en estas páginas, en los contextos europeo y español para permitir a los lectores apreciar las diferen¬tes cronologías de los procesos de envejecimiento» Pilar de Torres Luna Catedrático de Geografía HERVELLA, G.: Recensión. Lg3, extra, 2014. http://www.culturagalega.org/lg3/extra_recension_imp.php?Cod_extrs=3224&Cod_prdccn=2641 O avellentamento da poboación, común nas sociedades desenvoltas do mundo occidental, é unha das cuestións —xunto á inmigración e á deslocalización industrial— que máis preocupa aos gobernos. A este fenómeno atribúenselle consecuencias económicas, sociais, políticas e territoriais, problemas aos que se teñen que enfrontar desde os últimos anos os dirixentes dos estados e, esta preocupación, en troques de diminuír, será un punto nodal nas súas axendas nas próximas décadas. O estudo que o profesor da USC Julio Hernández Borge nos presenta, constitúe un dos eixes desta problemática desde unha dobre perspectiva: a diacrónica e a evolutiva. A análise que realiza nas páxinas de Galicia, unha poboación avellentada, pon o acento en ambas cuestións; o estudo da transición demográfica en Galicia amósasenos desde fins do século XIX até a actualidade, analizando esta circunstancia desde unha óptica territorial variada: a Comunidade Autónoma, as provincias, as comarcas e algúns concellos. As fontes estatísticas e históricas son presentadas nos dous primeiros capítulos, onde tamén se explica o cambio de significado da palabra “vellez”. Historicamente, ser vello era sinónimo de sabedoría e experiencia; hoxe non é así. Os maiores son apreciados como unha carga económica tanto para a facenda pública como para o sistema de pensións. Canto máis desenvolto é un país máis evidente é o cambio de paradigma, como sinala Hernández Borge: “… previsións un tanto catastrofistas, ao equiparar o avellentamento da poboación coa decadencia social”. Desde un punto de vista diacrónico, tamén se produciu un cambio substancial, xa que se no pasado predominou a xente nova, hoxe en día non é así, “Na Galicia de 1900 a metade da poboación tiña menos de 25,4 anos, un século despois, en 2001, a idade mediana dos seus habitantes superaba os 41 anos” Estamos, xa que logo, ante un progreso e constante avellentamento da poboación galega. ¿Cando se é vello? Para os estudos demográficos, a idade que marca o inicio da vellez son os 65 anos, momento tamén onde comeza o período de xubilación laboral, o que iguala o significado das palabras vellez, xubilación, improdutividade e, finalmente, carga. Este paradigma é aplicable a aquelas sociedades mais desenvoltas economicamente, onde os sectores secundario e terciario son os referentes. Naqueles lugares onde os traballos agrarios seguen a ser referenciais isto non é así, xa que un vello segue a traballar case até o final da súa vida. Estamos, pois, ante diferentes concepcións do período vital das persoas, segundo o espazo sobre o que enfoquemos o estudo. Esta reflexión supón establecer outro paradigma na investigación marcando as liñas do que significaron os cambios económico-sociais dos anos sesenta co abandono paulatino do rural e das súas costumes, tanto desde o punto de vista económico como de cohesión social e, agora, desde a demografía e as consecuencias que isto terá cara o futuro. A transición demográfica en Europa iniciouse nos anos corenta do século XX. En España, o avellentamento da poboación comezou a verse nos anos sesenta. A mortalidade catastrófica non culminou até 1900. Sen embargo, o caso galego presenta algunhas diferenzas a respecto do europeo e do español, entre outras circunstancias, polo destacado papel do fenómeno migratorio que, con certos altibaixos, foi intenso ao longo dun século —entre 1875 e 1975—. A mortalidade catastrófica finalizou a mediados do século XIX, significativamente antes que no resto do Estado, se ben a ordinaria non o fixo até as primeiras décadas do século XX. A orixinalidade galega radica no adianto da manifestación dos síntomas de avellentamento, porque comeza a principios do s. XX. Estas consideracións sobre a transición demográfica en Galicia son un dos principais axiomas que se tratan na investigación, plasmando os resultados a través de gráficas, pirámides poboacionais e cadros-resumo, así como efectuando estudos comparativos entre territorios peninsulares e zonas máis desenvolvidas economicamente, como a Europa nórdica. As conclusións ás que se chega tras comparar as cifras das provincias orientais fronte as occidentais e do rural fronte ao urbano descóbrennos unha Galicia que non difire esencialmente doutros territorios, botando polo chan, tamén neste aspecto, o mito do atraso tal como levan amosado diferentes estudos históricos e económicos, “Se inserimos os datos de Galicia no contexto europeo, apreciamos que esta rexión finalizou o século XIX e comezou o XX cunhas taxas de mortalidade máis baixas que as existentes na Europa mediterránea, o que é un signo do seu adianto no proceso de modernización demográfica, aínda que os seus valores fosen bastante máis elevados que os que tiñan por aqueles anos os países europeos máis avanzados”. A emigración, factor esencial na configuración de Galicia, tamén marca as pautas no referente á demografía. Os sectores de poboación máis novos marcharon primeiro para América e, na segunda metade do século XX, para os países máis desenvolvidos de Europa. O número de matrimonios durante o primeiro terzo do século foi menor que no resto do Estado e, pola contra, “Galicia era, na etapa da emigración masiva a América a rexión española con maior proporción de nacementos ilexítimos”, o que cambia coa masiva incorporación da muller ao fenómeno migratorio a partires dos anos sesenta. Este fenómeno constituíu unha sociedade, a galega, onde as relacións persoais e de comunidade, estaban marcadas por elementos e circunstancias un tanto diferentes aos do resto de España, o que supón unha cosmovisión un tanto particular. Xunto a isto, a diminución da poboación de feito e o envellecemento dalgunhas zonas que configurou territorios deshabitados, algo que nunca acontecera nun espazo como o galego, onde a terra, a súa posesión e a súa explotación foran as pegadas máis evidentes. Tal como sinala o propio autor, “Este éxodo de poboación tivo importantes consecuencias directas (a perda de habitantes), pero sobre todo indirectas (sobre o descenso da natalidade e o avellentamento da estrutura por idades da poboación que quedou)”. A emigración supuxo para Galicia que non acontecera ningunha explosión demográfica, tal como si sucedeu noutras rexións europeas. A dicotomía urbano / rural Do mesmo xeito que acontecía co establecemento da idade de vellez en 65 anos, preséntasenos un debate semellante á hora de marcar o límite entre o rural e urbano, conceptos estes que sinalan unha realidade difusa en Galicia. Certamente, establecer que é cidade e que é rural non é tarefa fácil, e o número de habitantes que soe ser o que marca a diferenza non resulta de aplicación sinxela. Neste estudo, considérase poboación rural toda aquela que reside fóra das sete cidades con máis de 50.000 habitantes, o que exclúe aos que viven en concellos periurbanos ou vilas que, sen embargo, pola súa situación e oferta de servizos constitúen a referencia dunha ou varias comarcas (caso de Verín, O Barco de Valdeorras, Viveiro, Monforte ou Tui). Esta estrutura da investigación leva a Hernández Borge a establecer comparativas entre as provincias e, dentro delas, entre concellos, o que nos dá unha visión máis real da evolución demográfica galega. En xeral, constátase un estancamento demográfico en Lugo e Ourense, e aínda que experimentaran un lixeiro crecemento até 1940, sempre foi menor que na Coruña e Pontevedra que presentan unha tendencia xeral de crecemento, máis evidente na segunda. O mesmo acontece coa poboación urbana a respecto da rural, “a poboación urbana tivo sempre unha evolución de crecemento, triplicando o seu número de habitantes entre 1877 e 2001”; o mapa que se nos presenta na páxina 145 é moi clarificador, onde o grado de envellecemento é acusado nas provincias do interior chegando a que en moitos lugares haxa máis viúvas que na media do país constituíndo o paradigma do que o autor denomina “feminización da vellez”. O avellentamento da poboación cambiou a estrutura dos núcleos poboacionais e dos fogares. Hoxe en día, o número crecente de persoas maiores e a paulatina e constante diminución dos servizos, fai que un dos “negocios” máis lucrativos en determinadas comarcas sexa o establecemento de residencias da Terceira Idade. En relación con isto, pasouse duns fogares cun tamaño superior ao da media española a unha cada vez maior igualación, sobre todo no caso dos urbanos. Así mesmo, é significativo o número de fogares solitarios con persoas de 65 anos. A través do estudo da evolución da poboación, achegámonos a outras cuestións que axudan a construír o pasado e o presente do país: o crecemento e distribución económica, a influencia de determinados acontecementos históricos que explican o movemento da poboación ou o fenómeno migratorio. Todo isto se reflicte no estudo que nos presenta Hernández Borge, que vén a complementar o debate demográfico existente desde décadas atrás. As gráficas e pirámides de poboación distribuídas ao longo do libro constitúen unha notable axuda ao lector que se achega a este tipo de estudos por vez primeira. O mesmo acontece cos apuntes históricos referidos aos séculos XVIII e XIX que contextualizan o que se expón. A análise que nos primeiros capítulos se leva a cabo das fontes, así como a extensa bibliografía final, cimentan empiricamente a pescuda, e o emprego axeitado e comprensible de terminoloxía específica facilita a lectura e comprensión. O último capítulo, non enfocado como unha conclusión senón como unha reflexión sobre as proxeccións cara o futuro, tamén nos sitúa nunha realidade que semella moi diferente á agardada.
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The demographic aging is one of the major challenges which there have to face the governments of the developed countries by its numerous economic and social implications. Galicia, as Spain and Europe, presents nowadays a demographic evolved regime that has brought with it an aging of the population structure at the time that it has helped to depopulate most of its territory, on having been tied to an intense rural exodus. This one is a situation that will continue worsening in the next years, so that the demographic projections for 2020 announce a decrease of the number of inhabitants of this region and a slowdown in the growth of Spain and Europe
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The demographic aging is one of the major challenges which there have to face the governments of the developed countries by its numerous economic and social implications. Galicia, as Spain and Europe, presents nowadays a demographic evolved regime that has brought with it an aging of the population structure at the time that it has helped to depopulate most of its territory, on having been tied to an intense rural exodus. This one is a situation that will continue worsening in the next years, so that the demographic projections for 2020 announce a decrease of the number of inhabitants of this region and a slowdown in the growth of Spain and Europe.
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Analysis and classification of the literature on Galician emigration to Europe
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Analysis of centrifugal movement of the population of the main Galician cities to their peripheries
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In this book they are contained the papers of the VII International Symposium organized by the UNESCO Chair on Migrations of the University of Santiago de Compostela. A series of contributions of geographers and historians on different spatial population movements, incurred in both the Old Regime and the current era in urban areas of Spain and Portugal meet in it.
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We analyze the recent evolution of immigrants living in Galicia, as well as their spatial distribution, focusing on aspects related to the demographic structure (aging of the population)
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Desde hace unos años Galicia registra un balance positivo en sus intercambios poblacionales con el extranjero, lo que constituye una novedad en su historia demográfica contemporánea, caracterizada por el predominio de la emigración. Los inmigrantes exteriores que recibe esta región pertenecen a dos categorías, diferenciadas en sus rasgos demográficos y socioeconómicos: los de nacionalidad española, que se corresponden mayoritariamente con emigrantes retornados, y los extranjeros, mucho menos numerosos, pero con una tendencia de fuerte crecimiento.
A presenza de galegos en Lisboa antes do terremoto (1745-1746)", en Pasado e presente do fenómeno migratorio galego en Europa
  • M Garabedian
  • González Leviatán
  • D L Lopo
GARABEDIAN, M. (2009): Asturianos en Buenos Aires. Sociedades asturianas a fines del siglo XIX. Buenos Aires, Leviatán GONZÁLEZ LOPO, D. L. (2007): "A presenza de galegos en Lisboa antes do terremoto (1745-1746)", en Pasado e presente do fenómeno migratorio galego en Europa. Santiago, Ed. Sotelo Blanco, pp. 51-83.
Gallegos en Portugal, una emigración (casi) olvidada (1700-1950) " , en Migrações. Permanencias e diversidades
  • González Lopo
GONZÁLEZ LOPO, D. L. (2009): " Gallegos en Portugal, una emigración (casi) olvidada (1700-1950) ", en Migrações. Permanencias e diversidades. Porto, Ed. Afrontamento, pp. 187-215.
Inmigrantes portugueses en Galicia " , en Inmigración extranjera y planificación demográfica en España
  • Hernández Borge
HERNÁNDEZ BORGE, J. (1993): " Inmigrantes portugueses en Galicia ", en Inmigración extranjera y planificación demográfica en España. La Laguna, Secr. de Publicaciones de la Universidad, pp. 585-590.
Inmigración extranjera y estructura demográfica de Galicia " . Xeográfica, Revista de xeografía, territorio e medio ambiente
  • Hernández Borge
HERNÁNDEZ BORGE, J. (2007): " Inmigración extranjera y estructura demográfica de Galicia ". Xeográfica, Revista de xeografía, territorio e medio ambiente, nº 7, pp, 137-149.