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Percepción Social de la Ciencia
y la Tecnología en España
2006
Edita
© Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), 2007
Edición a cargo de Cyan, Proyectos y Producciones Editoriales, S.A.
ISBN: 978-84690-8199-0
Depósito legal:
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2. Dimensiones de la cultura científica
• Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo •
En este capítulo realizamos un examen de diversas dimensiones de la cultura
científica, entendida como atributo individual, utilizando la información proce-
dente de la Tercera Encuesta Nacional sobre Percepción Social de la Ciencia en
España, FECYT, 2006. El análisis de estos resultados será completado con datos
procedentes de la Segunda Encuesta Nacional, FECYT, 2004 y otros estudios
demoscópicos.
1. Introducción
Pocas frases describen mejor los profundos cambios del mundo moderno que la de
«sociedad del conocimiento». El conocimiento científico y el desarrollo industrial
de base tecnológica han transformado extraordinariamente las condiciones del
poder y la productividad en los últimos cien años. Es un cambio que se ha acelera-
do en las últimas décadas y que afecta también a las condiciones de vida de las per-
sonas. Hoy vivimos rodeados de artefactos técnicos e inmersos en sistemas también
de naturaleza técnica.
Pero no se trata tan sólo de que tengamos más «cacharros» a nuestro alrededor.
Esos artefactos, junto a una multiplicidad de elementos y sistemas técnicos, son hoy
condición de posibilidad para una gran variedad de actividades y formas de vida.
Pensemos en la televisión, en los teléfonos móviles, en los sistemas de salud, en las
fibras sintéticas, en las cosechas mejoradas, en los sistemas de transporte o de alma-
cenamiento de datos, etcétera. Es más, la ciencia ha modificado hoy a las personas
de modos más sutiles: «penetrando en sus cabezas» y proporcionándoles informa-
ciones y elementos de juicio que son la base de sus elecciones cotidianas y su con-
ducta. Es lo que ocurre cuando, inadvertidamente, consideramos las calorías que
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Dimensiones de la cultura científica
aporta un alimento o los aditivos alimentarios que contiene, al tomar una decisión
de compra en el supermercado, o cuando modificamos nuestros hábitos sobre la
base de información médica. Se trata de un tipo de información técnica que hace-
mos nuestra, a través de la escolaridad y los medios de comunicación, y que no sólo
condiciona nuestra conducta, sino que marca los límites para nuestra implicación
en asuntos públicos relacionados con la ciencia o la tecnología, que son hoy día una
mayoría de los temas objeto de preocupación social.Todos estos elementos ponen
de manifiesto la importancia de la cultura científica en la sociedad actual, la impor-
tancia de tener un cierto nivel de conocimiento científico para orientar mejor nues-
tras conductas y permitirnos la formación de opiniones razonables sobre los temas
más diversos.
Con todo, hay varios modos de comprender la cultura científica. Podemos
entenderla como un atributo individual, o bien como un atributo social. Entender
la cultura científica como alfabetización científico-técnica, del modo habitual en la
literatura, es una forma de entender la cultura científica como una propiedad de
individuos. En el planteamiento estándar respecto a la transferencia de conocimien-
to, esa comprensión se centra en los cambios cognitivos que sufre el polo receptor
de un proceso de transferencia (que incluye asimismo un polo emisor y un canal de
comunicación). Por su parte, entender la cultura científica como un atributo social
es centrarnos en los rasgos de una sociedad que manifiestan la influencia del desa-
rrollo científico-tecnológico. El uso de las TIC, la presencia de las ciencias en el sis-
tema educativo y los medios, la relevancia del asesoramiento especializado en la
toma de decisiones, el peso de los bienes y servicios intensivos en conocimiento en
el PIB o la tasa de empleo, etcétera, son manifestaciones del nivel de «cientifiza-
ción» de una sociedad y, por tanto, proporcionan una comprensión de «cultura
científica» como atributo agregado.
En este estudio, siguiendo una pauta habitual en la explotación de resultados
de este tipo de encuestas, nos centramos en la cultura científica como atributo
individual. Ahora bien, utilizaremos una comprensión amplia del concepto, en
el sentido de nuestra colaboración en el estudio FECYT de la encuesta de
2004 (véase FECYT, 2005). En este sentido, consideramos que la cultura
científica de los individuos no solamente contiene los conocimientos básicos
de la «ciencia cristalizada», es decir, respuestas apropiadas a las pregun-
tas habituales por las edades geológicas, el origen del oxígeno terrestre o la
estructura del sistema solar, sino que también incluye conocimientos de ca-
rácter meta-científico: conocimientos sobre riesgos, efectos adversos, usos
políticos, dilemas éticos o condicionamientos económicos de la investigación
científica y el desarrollo tecnológico.También, entendemos que la adquisición
de cultura científica por los individuos, además de producir la adquisición de
creencias nuevas o el reajuste de las viejas, incluso debe tener una incidencia
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
41
en la vida de las personas, generando pautas y disposiciones comportamenta-
les en el desempeño de éstas como consumidores, profesionales, usuarios de
sistemas de salud, etcétera. Como ya señalaba John Dewey hace casi cien años
(1916), ser científicamente culto no sólo es saber más ciencia, sino también
«practicar la ciencia»: llevarla a la vida diaria a través de la potenciación de las
capacidades de los individuos para tomar decisiones y elegir cursos de acción.
Una «cultura científica» que se limite a responder correctamente a los tests de
alfabetización, sin reajustes cognitivos en individuos ni incidencia en sus com-
portamientos y formas de vida, no puede decirse que constituya una forma sig-
nificativa de enculturación.
Finalmente, consideramos que el proceso de transferencia de conocimiento
que da soporte a la enculturación científica de individuos tiene, en primer lugar,
relevantes dimensiones no cognitivas que deben ser tenidas en cuenta para una
comprensión adecuada del concepto de cultura científica. El interés y la confian-
za, en particular, son dimensiones cruciales para el éxito o el fracaso de proyec-
tos o experiencias de promoción de la cultura científica. Y, en segundo lugar, el
propio proceso de transferencia no puede ser contemplado como un proceso
lineal de comunicación de mensajes que son recibidos por receptores pasivos.
Las personas son agentes activos del proceso, proporcionando a éste un carácter
bidireccional, pues esas dimensiones no cognitivas del proceso (las expectativas
públicas, la localización del interés, la distribución de la confianza, etcétera) tie-
nen un efecto determinante en la selección y modulación de los mensajes que se
generan y transmiten.
Debe con todo señalarse el valor relativo de un cuestionario de percepción social
de la ciencia como fuente de información sobre cultura científica. Especialmente un
cuestionario ortodoxo que, a diferencia de la Segunda Encuesta Nacional de FECYT,
2004, no incluye preguntas sobre apropiación social de la ciencia (véase FECYT, 2005).
No obstante, dada la complejidad del fenómeno, un cuestionario sobre percepción
arroja información relevante sobre algunas dimensiones relevantes de la cultura
científica, como la valoración de la ciencia y la tecnología, la utilidad atribuida al
conocimiento científico en diversos ámbitos de la vida, o el nivel de interés y de
información sobre temas de ciencia y tecnología. Además, es nuestro propósito
comparar y completar los datos del cuestionario del año 2006 con la información
reflejada por el de 2004 y otros datos demoscópicos como los ofrecidos por el Euro-
barómetro 224 de 2005.
Sobre las dimensiones mencionadas (valoración, utilidad, interés/información),
centraremos el grueso de nuestro análisis, considerando además otras dos dimen-
siones complementarias: la actitud sobre participación ciudadana en materia de
ciencia y tecnología y el nivel de conocimiento detectado a través de una pregunta
clásica en este tipo de encuestas.
42
Dimensiones de la cultura científica
2. Dimensiones de la cultura científica
Tomando por base la encuesta FECYT 2006, realizaremos entonces un examen de
la visión de la ciencia y la tecnología entre la población española, evaluando su nivel
de interés, comprensión y opinión respecto a su importancia e utilidad, etcétera. El
cuestionario de referencia contiene varias preguntas directamente relacionadas con
la temática de la visión de la ciencia y la tecnología, si bien ninguna de ellas la expli-
ca por sí sola, y una diversidad de preguntas de otras secciones cuyos resultados son
interesantes valorar comparativamente. Los bloques de preguntas consideradas han
sido los siguientes:
Valoración de la ciencia y la tecnología
P.14. «Hablando de la ciencia y la tecnología, dígame por favor con cuál de las
siguientes afirmaciones está Ud. más de acuerdo: la ciencia y la tecnología
son lo mismo; la ciencia y la tecnología son en bastantes aspectos lo
mismo; la ciencia y la tecnología son en pocos aspectos lo mismo; la cien-
cia y la tecnología son diferentes; no tengo una opinión formada sobre esta
cuestión.»
P.12. «Me gustaría que me dijera hasta qué punto está Ud. de acuerdo o en desa-
cuerdo con: la ciencia y la tecnología son la máxima expresión de prosperi-
dad en nuestra sociedad; la ciencia y la tecnología sirven sobre todo para
resolver problemas; la ciencia y la tecnología resuelven problemas pero tam-
bién los crean; la ciencia y la tecnología son fuente de pesadillas para nuestra
sociedad.»
P.13. «Si tuviera Ud. que hacer un balance de los aspectos positivos y negati-
vos de la ciencia y la tecnología, ¿cuál de las siguientes opciones que le
presento reflejaría mejor su opinión?: teniendo en cuenta todos los
aspectos, los beneficios de la ciencia y la tecnología son mayores que sus
perjuicios; teniendo en cuenta todos los aspectos, los beneficios y los
perjuicios de la ciencia y la tecnología están equilibrados; teniendo en
cuenta todos los aspectos, los perjuicios de la ciencia y la tecnología son
mayores que sus beneficios; no tengo una opinión formada sobre esta
cuestión.»
P.15a. «Dígame el grado en que asocia la ciencia con los siguientes términos: pro-
greso, deshumanización, riqueza, desigualdad, eficacia, riesgos, participa-
ción, elitismo, poder, dependencia, bienestar, descontrol.»
P.15b. «Dígame el grado en que asocia la tecnología con los siguientes términos:
progreso, deshumanización, riqueza, desigualdad, eficacia, riesgos, participa-
ción, elitismo, poder, dependencia, bienestar, descontrol.»
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
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Utilidad del conocimiento científico y tecnológico en distintos ámbitos
P.32. «Me gustaría que me dijese hasta qué punto su formación científico-técnica
le ha sido después útil en distintos ámbitos: en mi profesión; en mi compren-
sión del mundo; en mis relaciones con otras personas; en mi conducta como
consumidor y usuario; en mi formación de opiniones políticas y sociales.»
Interés e información en ciencia y tecnología
P.1. «A diario recibimos informaciones y noticias sobre temas muy diversos.
Dígame, por favor, tres temas sobre los que se sienta especialmente interesa-
do» (pregunta abierta).
P.5. «Me gustaría saber hasta qué punto está Ud. interesado en distintos temas:
alimentación y consumo; ciencia y tecnología; cine, arte y cultura; deportes;
economía y empresas; medicina y salud; medio ambiente y ecología; política;
temas de famosos.»
P.6. «Me gustaría que me dijera hasta qué punto se considera Ud. informado
sobre esos mismos temas» (P.5).
P.33. «Ha contestado al principio de esta encuesta mostrarse poco o nada interesado
en temas relacionados con la ciencia y la tecnología. Por favor dígame por qué:
no tengo tiempo; no lo entiendo; no lo necesito; nunca he pensado sobre ese
tema; no despierta mi interés; no hay una razón específica; otras razones.»
P.29. «Me gustaría que me dijera si las siguientes instituciones le inspiran o no con-
fianza a la hora de tratar cuestiones relacionadas con la ciencia o la tecnolo-
gía: hospitales; colegios profesionales; universidades; organismos públicos de
investigación; partidos políticos; sindicatos; medios de comunicación; iglesia;
asociaciones de consumidores; asociaciones ecologistas; empresas; gobiernos
y Administraciones Públicas.»
P.9. «Dígame Ud. qué actividades ha realizado alguna vez durante el último
año: visitar museos o exposiciones de arte; visitar museos de ciencia y tec-
nología; visitar monumentos históricos; visitar zoos o aquariums; acudir a
bibliotecas; visitar parques naturales; ir al teatro, cine, conciertos; acudir
a alguna actividad de la Semana de la Ciencia.»
Conocimiento
P.31. «Diría Ud. que el nivel de la educación científica y técnica que ha recibido en
su formación es: muy alto; alto; normal; bajo; muy bajo.«
P.34. «Por favor, dígame si son verdaderas o falsas cada una de las siguientes afir-
maciones: el Sol gira alrededor de la Tierra; el oxígeno que respiramos en el
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Dimensiones de la cultura científica
aire proviene de las plantas; los antibióticos curan enfermedades causadas
tanto por virus como por bacterias; los continentes se han estado moviendo
a lo largo de millones de años y continuarán haciéndolo en el futuro; los rayos
láser funcionan mediante la concentración de ondas de sonido; toda la
radioactividad es producida artificialmente por el hombre; el centro de la
Tierra está muy caliente; los seres humanos provienen de especies animales
anteriores; los electrones son más pequeños que los átomos; los primeros
humanos vivieron al mismo tiempo que los dinosaurios.»
Participación en materia de ciencia y tecnología
P.21. «Me gustaría que me dijera en qué punto está usted de acuerdo o en desa-
cuerdo con: las decisiones sobre la ciencia y la tecnología es mejor dejarlas en
manos de los expertos; los ciudadanos deberían desempeñar un papel más
importante en las decisiones sobre ciencia y tecnología.»
Respecto a la comparación con otras secciones del cuestionario, y con el fin de
evaluar la concordancia entre respuestas dadas por los entrevistados a distintas
preguntas y poder confirmar o rechazar resultados, se ha considerado de interés
realizar algunos cruces entre algunas preguntas, analizadas por tablas de contin-
gencia. De los resultados obtenidos, que se presentan de forma gráfica, se han
considerado como asociaciones significativas aquellas con valores residuales
corregidos > 2 (en valor absoluto). Para el establecimiento de correlaciones entre
preguntas similares sobre diversos temas, se han realizado tablas de contingencia,
eliminando los «no sabe» o «no contesta» (NS/NC) para que queden dos variables
categóricas «ordinales» y utilizar estadísticos apropiados como la gamma, de inter-
pretación similar al coeficiente de correlación (su máximo es 1 y a mayor valor,
mayor asociación).Y como dato clasificatorio de la población, hemos considerado
el nivel de estudios (D.7), diferenciando en general cinco segmentos: sin estudios,
secundaria obligatoria (primer ciclo: EGB, bachillerato elemental), secundaria pos-
tobligatoria (segundo ciclo: BUP/COU), diplomado universitario, licenciado uni-
versitario. Al igual que en la encuesta FECYT 2004, hay que mencionar el bajo
nivel de estudios general de la población entrevistada: 11,3% con un nivel inferior
al de estudios primarios, casi la mitad de la población (45,7%) con estudios
correspondientes únicamente a la etapa secundaria obligatoria, un 25,4% con
educación secundaria no obligatoria y sólo un 17% con nivel universitario (diplo-
mados y licenciados). Los resultados obtenidos se han comparado, en aquellos
casos de interés, con los correspondientes a la encuesta FECYT de 2004, así
como con los resultados mostrados en el Eurobarómetro 224 (2005) Europeans,
Science and Technology.
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
45
Valoración de la ciencia y la tecnología
Al hablar de la percepción social de la ciencia y la tecnología en España como
dimensión de la cultura científica popular, hay que comenzar destacando que no
existe una clara distinción entre los conceptos de ciencia y tecnología para los ciu-
dadanos españoles según los datos FECYT 2006, ya que según las respuestas a la
pregunta P.14, se recoge que casi un 30% de la población encuestada considera que
la ciencia y la tecnología son en bastantes aspectos lo mismo y alrededor de otro
30% de la población considera que son diferentes, recayendo el peso principal de
este último tercio entre la población con estudios universitarios. Esta opinión está
además respaldada por la poca significativa diferenciación por atributos entre cien-
cia y tecnología de las preguntas P.15a y P.15b (véase más abajo).
Para poder estimar el valor que los ciudadanos españoles atribuyen a la ciencia
y la tecnología, en la pregunta P.12 se les plantean distintas afirmaciones con las que
el encuestado podía estar de acuerdo o no. Del estudio global de las contestaciones
se puede deducir una alta valoración en cuanto a la utilidad social de la ciencia y la
tecnología, al relacionarse estos términos con progreso y mejores condiciones de
vida. Los encuestados consideran que si bien la ciencia y tecnología están encami-
nadas a la resolución de problemas, su aplicación a su vez genera otros problemas
nuevos, pero en ningún caso son fuente de pesadillas (véase gráfico 1 en la página
siguiente). No se han encontrado grandes diferencias entre las respuestas a esta pre-
gunta en función de los distintos grupos de edad de los encuestados.
Al hacer balance entre los aspectos positivos y negativos de la ciencia y la tecno-
logía, para un 44,8% de la población española encuestada, y teniendo en cuenta
todos los aspectos, los beneficios de la ciencia y la tecnología son mayores que sus
perjuicios (P.13). Como podemos ver en el gráfico 1, hay una asociación entre el
nivel de estudios y la valoración positiva, aunque existe una proporción alta y bas-
tante estable entre encuestados que son conscientes de los efectos negativos de la
ciencia y la tecnología (primer gráfico), si bien el balance de pros y contras es cla-
ramente favorable a los pros de la ciencia a medida que asciende el nivel educativo
(segundo gráfico). Los principales efectos positivos se asocian al desarrollo econó-
mico y la lucha contra la enfermedad. Al igual que en el caso anterior, no existen
diferencias en las respuestas debidas a la edad del encuestado, diferenciándose úni-
camente la población mayor de 55 como aquella que expresa en mayor medida no
tener formada una opinión al respecto.
Para intentar evaluar si los aspectos anteriormente mencionados correspondían
al conjunto de aplicaciones entendidas como ciencia y tecnología o solamente a uno
de ellos, en las preguntas P.15a y P.15b se plantean las mismas cuestiones pero de
forma separada. Su análisis comparativo permite deducir que los ciudadanos aso-
cian tanto la ciencia como la tecnología con progreso, riqueza, eficacia, poder,
46
Dimensiones de la cultura científica
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0% Sin estudios EGB/bachiller BUP/COU Diplomados univ. Licenciados
Gráfico 1. Grado de acuerdo con distintas afirmaciones en relación
con la ciencia y la tecnología
Tipo de estudios
Máxima expresión
de prosperidad
Resuelve problemas Resuelve problemas
y crea otros
Son fuente
de pesadillas
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0% Sin estudios EGB/bachiller BUP/COU Diplomados univ. Licenciados
Tipo de estudios
Los beneficios son
mayores que sus
perjuicios
Los beneficios y los
perjuicios están
equilibrados
Los perjuicios son
mayores que los
beneficios
No tengo una
opinión formada
sobre esta cuestión
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
47
dependencia y bienestar. Mientras que no asocian claramente la ciencia con
«participación» ni «descontrol» posiblemente debido a que no se comprenda
bien lo que se pregunta. Esta correlación elevada entre las contestaciones (no
diferencia entre ciencia y tecnología) se muestra en la siguiente tabla donde se
recoge de forma conjunta la valoración de cada atributo, tanto para la ciencia
como para la tecnología, en porcentajes de cada puntuación, del total de
encuestados que han respondido a ambas preguntas P.15a y P.15b. Estando el
nivel de significancia representado por el valor gamma, que en todos los casos
es superior a 0,500.
Estos resultados confirman la poca utilidad de la distinción entre ciencia y tec-
nología en un estudio demoscópico, pues para la mayoría de las opciones plantea-
das, los encuestados no han podido discriminar suficientemente entre ambas (véase
más adelante). Estos datos son similares a los ofrecidos por la Primera Encuesta
Tabla 1. Términos asociados a la ciencia y la tecnología
12 3 4 5
Gamma
Total
Progreso Ciencia 6 1,9 13,6 33,1
50,9
Tecnología 1 3,4 17,1 36,8
41,7 0,719
6.590
Deshumanización Ciencia 5,1 17
31,9 27,6
18,4
Tecnología 9,6 21,2
33,8 21,9
13,4
0,531
6.088
Riqueza Ciencia 1,7 6 23,4
36,7 32,2
Tecnología 3,5 9,9 26,4
36,6 23,8 0,556
6.404
Desigualdad Ciencia 3,9 13,7
31,9 30,7
19,8
Tecnología 6,5 16,4
31,6 28
17,6
0,539
6.193
Eficacia Ciencia 1,5 6 23,7
39,7 29,1
Tecnología 1,4 7,4 25
40,1 26,1 0,582
6.267
Riesgos Ciencia 3,1 14,6
32,5 31,8
17,9
Tecnología 3,3 13,5
29,2 30,8
23,3
0,518
6.246
Participación Ciencia 4,3 15
38,5 28,5
13,7
Tecnología 6,2 17,6
37,8 26,8
11,7
0,533
5.872
Elitismo Ciencia 3,7 13,1
31 32,6
19,6
Tecnología 5,7 14,8
29,4 30,9
19,2
0,553
5.644
Poder Ciencia 1,8 6,4 20,9
34,2 36,7
Tecnología 2,8 8,1 20,2
35,4 33,4 0,677
6.295
Dependencia Ciencia 2,3 10,3
27,6 33,2 26,6
Tecnología 3,7 12,8
31,6 31,9 19,9 0,593
6.040
Bienestar Ciencia 1,4 5,6 22
37,2 33,7
Tecnología 1,3 6,5 24
38,6 29,6 0,697
6.466
Descontrol Ciencia 11,4
22,6 33,6 20,6
11,8
Tecnología 11,4
23,7 34,4 18,8
11,8
0,674
5.953
48
Dimensiones de la cultura científica
Nacional sobre Percepción Social de la Ciencia 2002 (FECYT, 2003), donde también
se incluía una pregunta análoga.
Utilidad del conocimiento científico y tecnológico
en distintos ámbitos
En la pregunta P.32 se planteaba a los encuestados hasta qué punto su forma-
ción científico-técnica le ha sido útil en distintos ámbitos de su vida. Al igual
que ocurría en la encuesta FECYT 2004, los encuestados españoles conside-
ran que la formación científica y técnica no les ha sido en general de mucha
utilidad (tabla 2), a excepción de aquellos con estudios universitarios; si bien
hay que recordar que éstos son una minoría de la población encuestada. Debe
además constatarse un descenso general entre la encuesta 2004 y la 2006, con
una media de 0,66 puntos, pero cercano a un punto en algunos casos (escala
de cinco puntos).
En el gráfico 2 se muestra en concreto la correlación significativa y positiva entre
la valoración de la utilidad de la formación científico-técnica recibida, en el desem-
peño de su profesión, con el nivel de estudios del encuestado. Éste es un compor-
tamiento simétrico respecto al encontrado en respuestas a preguntas anteriores para
atributos positivos y nivel de escolaridad.
Tabla 2. Utilidad de la formación científico-técnica en distintos ámbitos
(escala sobre 5)
Encuesta año 2004 Encuesta año 2006
(n= 3.400) (n= 7.055)
En mi formación de opiniones políticas y sociales 2,8 2,2
En mi profesión 3,1 2,4
En mis relaciones con otras personas 3,1 2,4
En mi comprensión del mundo 3,3 2,6
En mi conducta como consumidor y usuario 3,3 2,7
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
49
Interés e información en ciencia y tecnología
Un aspecto de gran importancia en todas las encuestas de percepción es la identi-
ficación de cuáles son los temas de mayor interés para la población. En nuestro caso
nos centraremos en examinar cuál es el interés de la población por la ciencia y la
tecnología y si la población está o no satisfecha con el nivel de información recibi-
da sobre estos temas.
De los resultados obtenidos por las respuestas a las preguntas P.1 y P.5, los tres
temas que mayor interés despiertan son los relativos a medicina y salud, cine y es-
pectáculos y alimentación y consumo. El interés por los temas de medicina y
salud es compartido por igual prácticamente por toda la población con indepen-
dencia de su nivel de estudios, si bien existe un ligero descenso del nivel de pre-
ocupación con el aumento del nivel de estudios. Esta misma tendencia, aun algo
más acentuada, se muestra para el interés sobre los temas de alimentación y con-
sumo, hasta llegar al grado universitario, siendo este segmento de la población el
menos interesado en estos dos bloques de temas. Sin embargo, aquellos interesa-
dos en los temas sobre cine y espectáculos y arte y cultura, corresponden a los
grupos de población con mayor nivel de estudios (universitarios). Respecto a la
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Sin estudios EGB/bachiller BUP/COU Diplomados univ. Licenciados
Gráfico 2. Valoración de la utilidad de la formación científico-técnica
en el desempeño de su profesión
De 1 a 2De 3De 4 a 5
50
Dimensiones de la cultura científica
ciencia y tecnología, únicamente un 9,6% de la población total la escoge dentro
de los tres temas que más les interesa. Si bien existe una clara influencia del
nivel de estudios del encuestado ya que, como se muestra en el gráfico 3, este
interés aumenta considerablemente con el nivel de estudios, de forma que ya un
20% de los universitarios encuestados sí la escoge como uno de los tres temas
de mayor interés.
Estos resultados son coincidentes con los de la pregunta P.5 de manera que
se constata que no existe ningún interés especial por la ciencia y la tecnología
en la población española encuestada (considerada en total), pues sólo un 22%
de la misma expresa estar mucho o bastante interesada. Esta simetría de resul-
tados totales es debida a que los grupos de población sin estudios e incluso con
enseñanza secundaria obligatoria (EGB/bachillerato elemental) muestran un
claro desinterés por estos temas, mientras que el otro casi 50% con mayor nivel
de estudios sí se muestra interesada. La segmentación de las respuestas a la P.5
es: 36,6% poco o nada interesado, 29,4% algo interesado y un 32,8% con un
interés más elevado. En el siguiente gráfico 4, con una escala sobre 5, se mues-
tra la variación del interés por la ciencia y la tecnología en función del nivel de
estudios.
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Sin estudios EGB/bachiller BUP/COU Diplomados univ. Licenciados
Gráfico 3. Porcentaje de encuestados que eligen ciencia y tecnología como uno
de los tres temas de mayor interés (n= 7.022)
2,4
7
12,3
17
20,2
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
51
Hay que mencionar que los resultados evidencian claras diferencias entre sexos
a la hora de mostrar interés por la ciencia y la tecnología (13% hombres y 6% muje-
res), evidenciándose una disminución del interés al aumentar la edad, especialmen-
te en mayores de 40 años.También hay diferencias en cuanto al interés en los temas
de alimentación y consumo (12% hombres y 26% mujeres), así como medicina y
salud (18% hombres y 34% mujeres), aumentando en estos casos el interés al
aumentar la edad de los encuestados. En el gráfico 5 se muestra la distribución de
las muestras de interés por la ciencia y la tecnología en las distintas comunidades
autónomas.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0% Analfabeto Sin Pre 1er 2º grado 2º grado 3er Univers.
estudios escolar grado 1er ciclo 2º ciclo grado
Gráfico 4. Variación del interés por la ciencia y la tecnología en función del nivel
de estudios
De 1 a 23De 4 a 5
52
Dimensiones de la cultura científica
A continuación, en el gráfico 6 se muestra la correlación entre el grado de inte-
rés sobre distintos temas (P.5) y el grado de información que tienen los encues-
tados sobre los mismos (P.6). Para su interpretación se han seleccionado algunos
de los temas de claro interés para la población como son medicina y salud y ali-
mentación y consumo, así como otros correspondientes a la temática de este tra-
bajo.
En general, la distribución de la población sigue una forma acampanada con
el mayor porcentaje de población en la zona central. Aquellos encuestados que
expresan valoraciones de grado de interés bajo o medio (1 a 3) indican poseer un
menor grado de información sobre cada tema concreto, mientras que aquellos
que expresan niveles de interés elevados (4-5) se consideran en general más infor-
mados. Esto puede explicarse considerando que aquellos que están poco intere-
sados no son buenos receptores de información, aunque ésta esté disponible,
mientras que al aumentar el interés la información se asimila más o mejor y por
ello se consideran más informados. Podría considerarse que el tener un mayor
interés por un tema en concreto hace que estemos más predispuestos a asimilar
información acerca del mismo.
20
10
0
Total
Galicia
Canarias
Asturias
Cantabria
Andalucía
Extremadura
País Vasco
Aragón
Murcia
Baleares
Castilla y León
Castilla-La Mancha
La Rioja
Madrid
Navarra
C. Valenciana
Cataluña
Gráfico 5. Interés por el tema de la ciencia y la tecnología según las diferentes
CCAA (total respuestas en %)
10
3
4
5
7
888
99
11 11 11 11
12 12
13 13
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
53
12 34 5
Gráfico 6. Relación entre grado de interés y grado de información
sobre distintos temas
Interés Información
Interés Información
Alimentación
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
12 345
Ciencia
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
54
Dimensiones de la cultura científica
12 345
Gráfico 6. Relación entre grado de interés y grado de información
sobre distintos temas (continuación)
Medicina
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
123 45
Medio ambiente
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Interés Información
Interés Información
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
55
Destaca de forma importante el paralelismo entre grado de interés e informa-
ción sobre temas de política, siendo, además, ésta una relación lineal descendente
con una gran mayoría de la población (60%) poco o nada interesada en el tema
(valores 1 y 2) y un escaso 20% bastante o muy interesado, no siguiendo el patrón
de distribución de la población comentado anteriormente.
En la pregunta P.29 se plantea al encuestado si distintas instituciones como hos-
pitales, etcétera, le inspiran confianza a la hora de tratar cuestiones relacionadas con
la ciencia o la tecnología. Se trata de una información importante por la relevancia
de las dimensiones no cognitivas del proceso de enculturación comentadas antes.
Los encuestados muestran una gran confianza en la información proporcionada
por los hospitales, colegios profesionales, universidades y organismos públicos de
investigación, así como una gran desconfianza en la información sobre ciencia y tec-
nología transmitida por los partidos políticos, sindicatos o la Iglesia. Destaca la falta
de confianza en los medios de comunicación, empresas, asociaciones ecologistas,
Administraciones Públicas y asociaciones de consumidores, con posiciones tanto a
favor como contrarias, especialmente para los encuestados con alto nivel de estu-
dios, ya que suelen ser estas instituciones las más implicadas en la transmisión de la
12345
Gráfico 6. Relación entre grado de interés y grado de información
sobre distintos temas (continuación)
Política
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Interés Información
56
Dimensiones de la cultura científica
información relativa a cuestiones relativas a la ciencia y la tecnología socialmente
conflictivas. No existen grandes diferencias de opinión debidas a la edad del encues-
tado, destacando únicamente la población mayor de 55 años, quien muestra mayor
confianza en la Iglesia y las asociaciones de consumidores.
En la siguiente tabla se muestra la correlación significativa encontrada entre el
nivel de formación en ciencia y tecnología y el grado de interés en la misma, y nue-
vamente se refleja que el interés por la ciencia y la tecnología en la población
encuestada es bastante escaso.
La tendencia de mayor interés por la ciencia y la tecnología en la población
española con mayor nivel de estudios, se confirma al preguntar sobre la realiza-
ción de distintas actividades como visitas a museos y exposiciones, o partici-
pación en alguna actividad de la Semana de la Ciencia, todas ellas recogidas en
la pregunta P.9.
Los resultados muestran que únicamente aquellos entrevistados con mayor nivel
de estudios han visitado museos o exposiciones de arte alguna vez durante el últi-
mo año, aunque menos de un 30% de ellos ha visitado museos de ciencia y tecno-
logía, valores superiores a los referidos para la población de la Europa de los 25 en
el Eurobarómetro 224 (2005). Por último, y confirmando el desinterés anterior-
mente expuesto, las actividades correspondientes a las distintas celebraciones inclui-
das bajo la denominación de «Semana de la Ciencia» o similar han sido seguidas
únicamente por el 4,6% de la población, correspondiendo nuevamente a los entre-
vistados con mayor nivel de estudios.
Es importante detenernos en las causas del desinterés mostrado por la población
española por la ciencia y la tecnología. Según la pregunta P.33, este desinterés es
debido fundamentalmente a que «no se entiende». No es la primera vez que en
encuestas de percepción de la ciencia en general y de distintos aspectos en particu-
lar (como ha sido el caso de la biotecnología y los alimentos modificados genética-
mente) el desinterés, y como consecuencia de éste muchas veces el rechazo, ha sido
atribuido a la dificultad de comprensión de la terminología científica.
Tabla 3. Correlación entre el nivel de interés en ciencia y tecnología
y el nivel de formación (n= 6.871)
Nivel Formación en C&T Nivel interés en ciencia y tecnología
1234 5
Muy bajo 42,1 19,1 23,3 9,2 6,3
Bajo 19,9 24,5 30,6 15,8 9,2
Normal 7,8 12,8 37 27,9 14,6
Alto 7,9 16,3 15,3 31 29,5
Muy alto 12,3 7,4 21 28,4 30,9
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
57
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0% Sin estudios EGB/bachiller BUP/COU Diplomados univ. Licenciados
Gráfico 7. Realización de distintas actividades en el último año
Actividades Semana CienciaMuseos de C y TVisitas a museos o exposiciones
35
30
25
20
15
10
5
0
Gráfico 8. Motivos por los que está poco o nada interesado en temas
relacionados con la ciencia y la tecnología (n= 2.579)
No lo entiendo
No despierta mi
interés
Nunca he
pensado sobre
ese tema
No lo necesito
No tengo tiempo
No hay una razón
específica
NS/NC
34
25
16
12
8
66
58
Dimensiones de la cultura científica
Estos resultados son coincidentes con los del Eurobarómetro 224 (2005),
donde se recoge que un 32% de la población de la Europa de los 25 justifica
su desinterés por la ciencia y la tecnología en la dificultad de entendimiento y
un 31% porque simplemente no les interesa. En este sentido, sería lógico supo-
ner que la aplicación de mayores esfuerzos en mejorar la cantidad y calidad de
la comunicación científica supondría una mejor comprensión de ésta por parte
de la población en general y, una vez superada la barrera del «no entendimien-
to», se refleje un mayor interés por los temas de ciencia y tecnología, si bien
ésta es una cuestión compleja que genera opiniones contradictorias (véase más
abajo).
Conocimiento
Anteriormente se ha mencionado el bajo nivel de estudios general de la población
entrevistada: 11,3% con un nivel inferior a los estudios primarios, casi la mitad de
la población (45,7%) con estudios correspondientes a la etapa obligatoria y sólo un
17% con nivel universitario (diplomados y licenciados). Con estos datos de partida
no sorprende que en general la población encuestada considere que el nivel de la edu-
cación científica y técnica que ha recibido ha sido bajo o muy bajo. Peor aún, sólo un
36,6% de la población con estudios universitarios considera que el nivel de la educa-
ción científica y técnica que ha recibido es alto o muy alto. En esta pregunta no se han
encontrado diferencias significativas en función del sexo del entrevistado.
Para poder evaluar el grado de conocimiento científico-tecnológico de la
población, el cuestionario FECYT 2006 incluía una pregunta tipo test (P.34)
donde se pedía al entrevistado que manifestase su acuerdo o desacuerdo con dis-
tintas afirmaciones, unas verdaderas y otra falsas, que corresponden a conoci-
mientos básicos de la ciencia escolar. Estas cuestiones constituyen el tipo de
preguntas de alfabetización que podemos encontrar en un cuestionario muy
conocido y utilizado como el Eurobarómetro 224 de 2005, anteriormente men-
cionado. Los resultados de los porcentajes de acierto en cada una de ellas en nues-
tra encuesta, en función del nivel de estudios del encuestado, se muestran en el
gráfico 10.
Como puede observarse en dicho gráfico, únicamente para tres cuestiones (el
centro de la Tierra está muy caliente, los continentes se han estado moviendo a lo
largo de millones de años y continuarán haciéndolo y los seres humanos provienen
de especies anteriores) la población considerada en total da más de un 50% de res-
puestas correctas. Éstos son temas que suelen estar incluidos en los contenidos de
documentales de divulgación. Sin embargo, para el resto de cuestiones planteadas,
el 50% o más de respuestas correctas sólo se dan en aquel grupo de población con
estudios universitarios.
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
59
Hay que destacar particularmente el bajo nivel de respuestas correctas a la cues-
tión «los antibióticos curan enfermedades causadas tanto por virus como por bac-
terias», ya que sólo se consigue un 50% de respuestas correctas en la población con
estudios universitarios. Esto es especialmente llamativo después de la gran campa-
ña institucional en televisión que se realizó para sensibilizar a la población por el mal
uso de los medicamentos en general y de los antibióticos en particular, pues no se
ve reflejado el concepto claro que se pretendía transmitir: los antibióticos matan
bacterias pero no virus. Por su parte, la afirmación «el oxígeno que respiramos
proviene de las plantas» es difícil de evaluar, ya que tal como está planteada en el
cuestionario esta afirmación es incorrecta (realmente, el oxígeno que respiramos
proviene no sólo de los bosques sino también, y en gran medida, del plancton mari-
no a través de la fotosíntesis). En cualquier caso, para facilitar su comprensión
debería especificarse si es «todo» o «gran parte», ya que la interpretación de las res-
puestas es radicalmente diferente.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Analfabeto Sin Preescolar 1er 2º grado 2º grado 3er Universitarios
estudios grado 1er ciclo 2º ciclo grado
Gráfico 9. Nivel de la educación científica y técnica recibida en su formación
Muy bajo + bajoNormalMuy alto + alto
60
Dimensiones de la cultura científica
Respuestas similares se incluyeron en el Eurobarómetro 224 de 2005, sin
embargo, la interpretación de los resultados era mucho más optimista, pues con-
cluía de forma general que los europeos tienen un buen nivel de conocimiento cien-
tífico. A la luz de las consideraciones realizadas en la introducción, y más allá de la
corrección o incorrección de los ítems, es con todo muy discutible la utilidad que
tienen estas preguntas como indicador de algún tipo de conocimiento o destreza
con valor en la vida de los individuos (véase más adelante).
Gráfico 10. Porcentaje de respuestas correctas a P.34 en función del nivel
de estudios del encuestado
El oxígeno que respiramos
en el aire proviene de las
plantas
El Sol gira alrededor de la Tierra Los antibióticos curan
enfermedades causadas tanto por
virus como por bacterias
Los rayos láser funcionan
mediante la concentración
de ondas de sonido
Los continentes se han estado moviendo a
lo largo de millones de años y continuarán
haciéndolo en el futuro
Toda la radiactividad es producida
artificialmente por el hombre
Los seres humanos
provienen de especies
animales anteriores
El centro de la Tierra está muy caliente Los electrones son más pequeños
que los átomos
Los primeros humanos vivieron al
mismo tiempo que los dinosaurios
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Sin estudios EGB/bachiller BUP/COU Diplomados univ. Licenciados
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
61
Participación en materia de ciencia y tecnología
Por último, para valorar la opinión ciudadana sobre la participación en cuestiones
relativas a la ciencia y la tecnología, hemos seleccionados dos cuestiones presentes
en la pregunta P.29: en concreto, en los dos últimos ítems en los que se plantea a los
encuestados si las decisiones sobre ciencia y tecnología deben dejarse en manos de
los expertos y si consideran que los ciudadanos deberían desempeñar un papel más
importante en las mismas.
De las respuestas dadas se concluye claramente que una amplia mayoría de la
población (73,8%) considera que las decisiones en materia de ciencia y tecnología
deben dejarse en manos de los expertos, sin apreciarse diferencias en las respuestas
debidas al nivel de estudios del encuestado ni a su edad.
Respecto a la posibilidad de que los ciudadanos desempeñen un papel más acti-
vo en las decisiones sobre ciencia y tecnología, existe una gran dispersión en las res-
puestas obtenidas, ya que un 28,8% de la población total no lo considera adecuado,
a un 31,8% les parece bien, mientras que aquellos que apoyan esta afirmación son
un 39,5%. Esta mayor disposición a la participación se encuentra entre la población
de menor edad 15-24 años (con un 44,1% de los mismos frente al 37,2% de los
mayores de 55 años).
Con todo, la información proporcionada por esta pregunta es muy discutible
que sea utilizable como indicador de la inclinación de la población española a
la participación ciudadana en materia de ciencia y tecnología. El motivo es la
redacción de los enunciados que forman parte de la pregunta: «Las decisiones
sobre ciencia y tecnología es mejor dejarlas en manos de los expertos» y «los ciu-
dadanos deberían desempeñar un papel más importante en las decisiones sobre
ciencia y tecnología». Tal y como están formuladas, la respuesta sensata es un
«no» a la primera cuestión y un «depende» a la segunda cuestión. La formulación
debería haber hecho referencia a decisiones sobre problemas o asuntos sociales
relacionados con la ciencia y la tecnología o con aplicaciones de éstas (que son
decisiones políticas sobre el gobierno de la ciencia y la tecnología o la regulación
de sus actuaciones), para evitar la confusión del entrevistado entre esas decisio-
nes políticas y decisiones sobre contenidos sustantivos de la ciencia y la tecnolo-
gía y sobre todo para eliminar la ambigüedad en la interpretación de los
resultados de la encuesta. El mismo problema está presente en la encuesta
FECYT 2004.
62
Dimensiones de la cultura científica
3. Conclusión
Tristemente, hay que reconocer que no existe ningún interés especial por la ciencia
y la tecnología en la población española encuestada (sólo un 22% de la misma
expresa estar mucho o bastante interesada), existiendo diferencias en función del
sexo, los hombres más interesados que las mujeres, y evidenciándose una disminu-
ción del interés al aumentar la edad, especialmente en mayores de 40 años. Destaca
también el muy escaso interés que estos temas suscitan en algunas autonomías
como Asturias, Galicia y Canarias. Como apunte positivo hay que destacar que el
interés por estos temas aumenta de un modo general con el nivel de formación del
encuestado.
Respecto a la valoración de la utilidad social de la ciencia y la tecnología, los ciu-
dadanos relacionan estos términos con progreso y mejores condiciones de vida. Sin
embargo, al valorar la utilidad individual, los encuestados consideran que la forma-
ción científica y técnica les ha sido, en general, de poca utilidad, a excepción de
aquellos con estudios universitarios, si bien hay que recordar que éstos son una
minoría de la población encuestada. Al hacer balance entre los aspectos positivos y
negativos de la ciencia y la tecnología, y teniendo en cuenta todos los aspectos, la
población española considera que los beneficios de la ciencia y la tecnología son
mayores que sus perjuicios (destaca sin embargo la visión pesimista en algunas
autonomías, como, nuevamente, Galicia y Canarias). Los ciudadanos asocian tanto
a la ciencia como a la tecnología con progreso, riqueza, eficacia, poder, dependen-
cia y bienestar, aunque también obtienen puntuaciones destacables otros atributos
negativos como desigualdad o elitismo. Persiste, por tanto, entre la población una
tendencia ya manifestada en otras encuestas: una visión globalmente positiva que
tiene, no obstante, en consideración los riesgos o efectos negativos que pueden
acompañar al desarrollo científico-tecnológico.
A la vista de los resultados generales y de los distintos cruces comentados antes,
el nivel educativo aparece como principal variable explicativa de los resultados de
diferentes indicadores. Una de las asociaciones significativas de esa variable es con
el nivel de conocimiento científico, lo cual puede contribuir a explicar los pobres
resultados obtenidos respecto, por ejemplo, al nivel de interés, pues la población
encuestada tiene en general un bajo nivel de conocimiento científico. Debemos, no
obstante, evitar una interpretación simplista de la variable interés, pues está diseña-
da sobre cierta concepción de la información científica (véase más adelante) y, por
su acción como elemento modulador de los procesos de transferencia de conoci-
miento, puede tener una relación compleja con el nivel de conocimiento (no una
relación causa-efecto simple, sino de retroalimentación).
Debemos finalmente realizar una crítica constructiva respecto al instrumento. El
cuestionario base de la encuesta FECYT 2006 es un instrumento poco útil para
Montaña Cámara Hurtado y José Antonio López Cerezo
63
medir la cultura científica individual, ya que en comparación con el cuestionario
FECYT 2004 se han eliminado aquellas preguntas específicas sobre apropiación de
la ciencia; preguntas en concreto sobre la incidencia de la ciencia y la tecnología
en la vida de las personas, tanto en lo referente a la importancia atribuida a la infor-
mación científica como al valor dado a esa información en la toma de decisiones en
situaciones diversas. Estas dimensiones son elementos centrales de la cultura cien-
tífica de los ciudadanos, y, al menos en las preguntas de 2004, el perfil de respues-
tas era discriminante respecto a principales segmentos poblacionales. Pero también
es un cuestionario con poca cultura meta-científica, como muestra la recuperación
de la distinción entre ciencia y tecnología en algunas preguntas, pese a los resulta-
dos de la Primera Encuesta Nacional, FECYT, 2002 (que mostraban ya que la desa-
gregación no era discriminante por contar con perfiles de respuesta muy similares)
y la nueva introducción, respecto a los cuestionarios de 2002 y 2004, de una pre-
gunta ortodoxa sobre alfabetización al estilo de los Eurobarómetros o las encuestas
de la NSF norteamericana.
Recuperar la desagregación de la ciencia y la tecnología en las preguntas,
muestra, además, que, en cierto sentido, es un cuestionario hecho por universi-
tarios para universitarios. Sólo entre éstos se realiza una discriminación reseña-
ble de la ciencia frente a la tecnología. Una buena fundamentación académica es
decisiva para contar con un buen cuestionario, pero esa elaboración conceptual
no debe trasladarse literalmente a las preguntas ni a las opciones de respuesta.
Éstas obtienen justificación por esa fundamentación, haciendo de ellas buenas
herramientas de producción de información, pero su presentación debe adecuar-
se a los elementos comunes del imaginario social, al léxico y a las categorías uti-
lizadas comúnmente por los ciudadanos.
Por último, es muy discutible que la pregunta sobre «ciencia escolar» (P.34) sea la
mejor forma de evaluar el nivel de conocimiento científico-técnico de la población.
Saber que el núcleo de la Tierra está muy caliente, o que los continentes se mueven,
constituye un conocimiento que tiene un valor en sí mismo, aunque no es la clase de
conocimiento con valor práctico (excepto en exámenes escolares o para responder a
encuestas clásicas de percepción) en la vida cotidiana de las personas. Excepto el ítem
sobre la eficacia de los antibióticos, el resto de cuestiones no incluyen la clase de infor-
mación que tiene una amplia presencia en los medios de comunicación (excepto qui-
zás documentales, seguidos por un bajísimo porcentaje de la población) y que pueden
suscitar el interés público. Son constantes las alarmas sanitarias y los diversos ries-
gos de los que se hacen eco periódicos y televisiones: las vacas locas, la legionelosis,
el colesterol, el abuso de antibióticos, la energía nuclear, las antenas de telefonía
móvil, etcétera. Quizá sería más interesante orientar las preguntas sobre conoci-
miento hacia este tipo de información científica, que pone de manifiesto los usos del
conocimiento más que la mera posesión de respuestas correctas para preguntas
64
Dimensiones de la cultura científica
escolares.Y, posiblemente también, poniendo el énfasis en este tipo de información
científica, nos llevaríamos una sorpresa al medir el interés de la población sobre la
ciencia y la tecnología con nuevas preguntas diseñadas a tal efecto.
Bibliografía
Comisión Europea (2005): Eurobarometer 224, Directorate General for Research.
Directorate General for Press and Communication, Public Opinion Sector,
junio.
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Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (2003): Percepción Social de la
Ciencia y la Tecnología en España 2002, FECYT, Madrid.
Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (2005): Percepción Social de la
Ciencia y la Tecnología en España 2004, FECYT, Madrid.
National Science Foundation, USA (2004): Science and Technology: Public Attitudes
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