ArticlePDF Available

El conocimiento escolar en el centro del debate didáctico. Reflexiones desde la perspectiva docente

Authors:
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015), pp. 49-62 - 49 -
El conocimiento escolar en el centro
GHOGHEDWHGLGiFWLFR5HÁH[LRQHVGHVGH
la perspectiva docente
)UDQFLVFR)*DUFtD3pUH]
Fedicaria-Sevilla
RESUMEN
El debate sobre el conocimiento escolar es un tema central de la didáctica. En el artículo se
DQDOL]DGLFKRDVXQWRUHÁH[LRQDQGRVREUHFLQFRFXHVWLRQHVTXHKDQVLGRUHOHYDQWHVHQODWUD\HFWRULD
profesional del autor, y en general de los docentes, en las tres últimas décadas: la propia existencia
del conocimiento escolar; su diferencia con respecto a otros tipos de conocimiento; su validez en
FRQWH[WRVQRHVFRODUHVVXJpQHVLVHQODVGLVFLSOLQDVHVFRODUHV\ÀQDOPHQWHVXSURFHVRGHFRQV-
trucción en la escuela trabajando sobre problemas sociales relevantes, vinculados a la educación
ciudadana.
PALABRAS CLAVE: Conocimiento escolar; Disciplinas escolares; Perspectiva sociogenética; Aprendiza-
je; Problemas sociales relevantes; Educación para la participación ciudadana.
ABSTRACT
6FKRRONQRZOHGJHLQWKHFHQWHURIGLGDFWLFGHEDWH5HÁHFWLRQVIURPWKHWHDFKLQJSHUVSHFWLYH
The debate on school knowledge is a central subject of didactics. The article discusses this
PDWWHUUHÁHFWLQJRQÀYHLVVXHVWKDWKDYHEHHQLPSRUWDQWLQWKHDXWKRU·VFDUHHUDQGLQJHQHUDOLQ
that of other teachers, in the last three decades: the existence of school knowledge itself; the diffe-
rence between this and other kinds of knowledge; its validity in non-school contexts; its genesis in
VFKRROVXEMHFWVDQGÀQDOO\LWVFRQVWUXFWLRQSURFHVVDWVFKRROE\ZRUNLQJRQUHOHYDQWVRFLDOLVVXHV
linked to citizen education.
KEYWORDS: School knowledge; School disciplines; Sociogenetic perspective; Learning; Relevant
social problems; Education for citizen participation.
La cuestión del conocimiento escolar es
XQDVXQWR FODYH GH ODGLGiFWLFD\ WDPELpQ
lo ha sido en el debate didáctico que se ha
venido desarrollando en Fedicaria a lo lar-
JRGHVXWUD\HFWRULDORTXHVHKDSODVPDGR
en aportaciones con cierta diversidad, de
acuerdo -como se recuerda en el editorial
de este número- con el propio carácter, poco
programático, de este colectivo. De entre
esas aportaciones, resultan especialmente
relevantes, en una primera aproximación,
el libro de conclusiones (Mainer, 2001a)
del Encuentro de Fedicaria en el año 2000
en Zaragoza. Ahí Raimundo Cuesta (2001)
presentaba el ámbito del conocimiento esco-
lar como una de las líneas de investigación
´IHGLFDULDQDVµ \ \R PLVPR *DUFtD 3pUH]
UHDOLFp ²FRPRRWURVFROHJDV² DOJXQDV
UHÁH[LRQHVVREUHHVWHWHPDHQHOPDUFRGH
una didáctica crítica. Buscaba, en ese mo-
PHQWRXQDFRQÁXHQFLDHQWUHODSHUVSHFWLYD
crítica con mirada socio-histórica, que se ha-
bía desarrollado con fuerza en Fedicaria y
constituía ya una de sus señas de identidad,
Artículo recibido el 20 de julio de 2015 y aceptado el 10 de agosto de 2015.
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 50 -
\ODSHUVSHFWLYDGHPHMRUDGHODHQVHxDQ]D
procedente de los movimientos de renova-
ción pedagógica, y más concretamente del
proyecto IRES1. Allí defendía la necesidad
de mantener esa doble mirada, que combine
el análisis crítico del conocimiento escolar
´GHKHFKRµHO TXHUHDOPHQWHFRQRFHPRV\
TXHKHPRVKHUHGDGRDWUDYpV GHXQD ODUJD
tradición) y la realización de propuestas de
FRQRFLPLHQWRHVFRODU´GHVHDEOHµDPRGRGH
hipótesis de intervención didáctica2.
Quiero volver ahora sobre el tema re-
visitando –además de otras aportaciones
relevantes sobre el mismo– aquella mi pro-
puesta y explicitando los rasgos de mi pro-
pia trayectoria en relación con este asunto,
QR²OyJLFDPHQWHSRUHOLQWHUpVTXHSXHGDQ
WHQHUPLVYLYHQFLDV\UHÁH[LRQHVSURIHVLRQD-
les, sino porque considero que las preguntas
y las consideraciones que hago conectan con
las preocupaciones profesionales de muchos
docentes de una generación que ha conocido
el renacer de los movimientos de renovación
pedagógica, las expectativas y desencantos
JHQHUDGRVDOKLORGHOGHVDUUROORGHOD´UHIRU-
PDµHQODVHJXQGDPLWDGGHORV\HQORV
años 90 del siglo pasado (con el hito de la
/2*6(HQ\HOUHÁXMRQHRFRQVHUYDGRU
de los últimos tiempos.
Por eso creo que es pertinente regresar a
este asunto, que sigue siendo para los profe-
sionales de la docencia una cuestión –la de
ORVFRQWHQLGRV HVFRODUHV HQGHÀQLWLYD²D OD
que nos enfrentamos a diario, pues es la ma-
WHULDFRQODTXHWUDEDMDPRVDXQTXHQRVLHP-
SUHWHQJDPRVXQDFRQFLHQFLDVXÀFLHQWHGH
su relevancia.
4XLHUR HQ GHÀQLWLYD SODQWHDU DOJR DVt
como lo que yo he ido descubriendo acer-
FDGHOFRQRFLPLHQWRHVFRODUGLFKRFRQRWUDV
SDODEUDV GLÀFXOWDGHV \ REVWiFXORV SDUD LU
construyendo una idea sobre el mismo. Una
FXHVWLyQ SRU WDQWR FRPSOHMD SXHV SRVHH
ante todo, una dimensión epistemológica
WLHQHTXHYHUFRQODJpQHVLVGHOFRQRFLPLHQ-
to, con los tipos de conocimiento, con sus
WUDQVIRUPDFLRQHV SHUR WDPELpQ XQD GL-
PHQVLyQSVLFROyJLFDSRUUHIHULUVHDOVXMHWR
que conoce, al alumno en este caso, y a sus
PHFDQLVPRVGHDSUHQGL]DMHJHQpWLFDSXHV
el conocimiento se gesta históricamente), so-
ciológica (pues el conocimiento que se pro-
SRQH FRPR REMHWR GH HQVHxDQ]D VH SURGX-
ce en el contexto social) e ideológica (pues,
HQ~OWLPRWpUPLQR HVLGHROyJLFRSROtWLFDOD
opción por un tipo de conocimiento u otro
como el más adecuado para educar a los
alumnos). Y desde la perspectiva didáctica
–que ha de ser necesariamente integradora–
HVREOLJDGRWHQHUHQFXHQWDFRQMXQWDPHQWH
todas esas dimensiones para analizar el co-
nocimiento escolar tradicional y para propo-
ner, en su caso, un conocimiento alternativo
*DUFtD3pUH]D
(QODVGpFDGDV GH ORV  \  GHO VLJOR
pasado, quizás urgidos por la necesidad
de cambio, el centro de las preocupaciones
para muchos docentes estuvo en los intentos
de proponer un conocimiento escolar alter-
QDWLYRDOWUDGLFLRQDO$OKLORGHHVWHREMHWL-
vo se plantea cómo tendría que ocurrir ese
FDPELRTXpWHQtDTXHVHUVXVWLWXLGRDGDS-
tado o reformulado, con el consiguiente de-
bate en torno a la transposición didáctica
o a otros mecanismos que se suponía que
tenían que garantizar que un conocimiento
FRPSOHMR\HODERUDGRSXGLHVHVHUOOHYDGRD
las aulas. Pero para muchos de nosotros, las
1 Sobre el Proyecto IRES (Investigación y Renovación Escolar) y sobre la actual Red IRES de profesores
(http://www.redires.netSXHGHYHUVH*DUFtD3pUH]\3RUOiQ6REUHHOPRGHORGLGiFWLFRGHO,5(6HO
´0RGHORGH,QYHVWLJDFLyQHQOD(VFXHODµSXHGHFRQVXOWDUVH*DUFtD3pUH]
2 Para mí, particularmente, este tema ha sido recurrente, ya con anterioridad a mi integración en Fedicaria,
desde los primeras propuestas realizadas en el marco del proyecto IRES (en especial, Grupo Investigación
HQOD(VFXHOD\FRPRSUHFHGHQWH*DUFtD'tD]\*DUFtD3pUH]\HQORVGHEDWHVVREUHGLGiFWLFD
de la Geografía y de la Historia que promoví en el ICE de Sevilla en el curso 1990-1991 (recogidos en Gar-
FtD3pUH](QPLWHVLVGRFWRUDOHOHVWXGLRGHODVFRQFHSFLRQHVGHORVDOXPQRVWHQtDWDPELpQFRPR
finalidad última fundamentar posibles propuestas de un conocimiento escolar sobre el medio urbano (vid.
HQ*DUFtD3pUH](QHVDWUD\HFWRULDFRQVLGHURDVLPLVPRIXQGDPHQWDOODVtQWHVLVUHDOL]DGDVREUHHO
tema por J. Eduardo García Díaz (1998), de cuyas ideas me declaro deudor.
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 51 -
nuevas perspectivas de interpretación del
DSUHQGL]DMHUHSUHVHQWDGDVSRUORVHQIRTXHV
FRQVWUXFWLYLVWDVWUDMHURQDOFHQWURGHOGHEDWH
ODFXHVWLyQGHODSUHQGL]DMHGHOFRQRFLPLHQ-
to escolar y, por tanto, las ideas o concep-
ciones de los alumnos como un elemento
fundamental en ese proceso, una temática
a la que he dedicado gran parte de mis es-
fuerzos de innovación y de investigación.
Claro que pronto aparecieron ante nuestra
vista otros elementos, ineludibles, que obli-
gaban a abordar la cuestión de una manera
diferente: el estudiante no es meramente un
VXMHWRTXH DSUHQGHVLQR XQ´DOXPQRµTXH
es pieza de un sistema, el escolar, que cons-
WLWX\HXQHQWUDPDGRFRPSOHMRHQHOTXHORV
contenidos tampoco son simplemente co-
QRFLPLHQWR VLQR ´FXOWXUDµ FXOWXUD HVFRODU
con su formato y su lógica peculiares. Y el
entendimiento de esa cultura no podía ha-
cerse –como ya venían argumentando con
claridad algunos colegas fedicarianos– pres-
FLQGLHQGR GH OD SHUVSHFWLYD VRFLRJHQpWLFD
para poder comprender sus códigos, las cla-
YHVGHVXSHUPDQHQFLDODVGLÀFXOWDGHVGH
su transformación.
Tal como hoy puedo reconstruirlo –con la
FDUJDGHVXEMHWLYLGDGTXHHOORFRQOOHYD²HQ-
tramos en este siglo con la clara consciencia
de la fuerza de una cultura escolar gestada
sólidamente en un tiempo largo y arraigada
HQHOVLVWHPDFRQWDOHVDQFODMHVTXHVXWUDQV-
formación se nos presenta como un proceso
lento y laborioso, frente a una concepción,
gestada en el contexto de los movimientos
GHUHQRYDFLyQTXHSRQtDHOpQIDVLVHQHOYR-
luntarismo y consideraba que los procesos
podían ocurrir con una mayor velocidad…
y facilidad. Y ante esto surge uno de los di-
lemas que considero importantes –aunque
quizás poco explicitado– en la trayectoria
fedicariana: ¿el papel de la didáctica crítica
se debe centrar básicamente en desvelar los
FyGLJRVGHODFXOWXUDHVFRODUVXJpQHVLVVX
lógica, sus contradicciones con respecto a los
propósitos de cambio o se puede compatibi-
lizar ese análisis crítico con el planteamiento
de hipótesis de proposición de conocimien-
to escolar considerado –desde un proyecto
dado– como deseable?
Como acabo de expresar más arriba, al
DERUGDUHVWHGLOHPDRSWpSRUODVHJXQGDKL-
pótesis, la de compatibilizar ambas miradas,
DXQDULHVJRGHGHULYDUKDFLDHO´LGHDOLVPR
SHGDJyJLFRµWDQGXUDPHQWHFULWLFDGRGHV-
de Fedicaria, y mirando más hacia metas
utópicas, a las que nunca hemos querido
UHQXQFLDU FRPR FROHFWLYR SXHV HQ GHÀQL-
tiva, habíamos iniciado en su momento un
HVIRU]DGR H LOXVLRQDGR YLDMH KDFLD QXHVWUD
SDUWLFXODU,FDULD&XHVWDYLGWDPELpQ
Gimeno Lorente, 1994), y la transformación
de la escuela, y de la sociedad, estaba dibu-
MDGDHQHVDPHWD
(Q OD ~OWLPD GpFDGD KH LQWHQWDGR YLQ-
cular más estrechamente la cuestión del co-
nocimiento escolar con la construcción de
la ciudadanía –el Encuentro fedicariano de
Sevilla en 2008 y el nº 12 de Con-Ciencia So-
cial son representativos de este momento–,
siendo consciente, asimismo, del terreno
movedizo en que se adentra uno cuando
VH UHODFLRQD FRQ OD SROLVpPLFD ´HGXFDFLyQ
SDUD OD FLXGDGDQtDµ FRQ VXV GLYHUVRV VHV-
gos y connotaciones. Educar para la parti-
cipación ciudadana comprometida con los
problemas del mundo me sigue pareciendo
una meta no sólo deseable sino irrenuncia-
EOH<HOPDQHMRGHXQFRQRFLPLHQWRHVFRODU
estructurado en forma de problemas socia-
les relevantes se me representa, asimismo,
como la opción más adecuada para quienes,
desde la docencia y desde la investigación
didáctica, seguimos intentando (contribuir
a) transformar la enseñanza.
5HDOL]DUpDKRUDXQEUHYHDQiOLVLVGHHVWH
UHFRUULGRTXHDFDERGHHVER]DU<ORKDUpHQ
cinco pasos, partiendo de una primera cues-
tión –que se podría considerar como previa–
y abordando luego otras que han supuesto
un enriquecimiento progresivo de mis re-
ÁH[LRQHVVREUHHVWHDVXQWR
¿Existe un “conocimiento escolar”?
Pero ¿hay un conocimiento que se pueda
FRQVLGHUDU FRPR HVSHFtÀFDPHQWH ´HVFRODUµ
RHVTXHVLPSOHPHQWH´HOµFRQRFLPLHQWRHV
adaptado para ser utilizado en el sistema es-
colar?
Hoy esta pregunta nos puede parecer
ingenua, cuando no fuera de lugar. Pero
quizás debamos recordar que, en el contexto
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 52 -
social, subyace, no explicitada, una confusa
LGHDGHTXHH[LVWH´HOFRQRFLPLHQWRµ\TXH
ese conocimiento está en el mundo cientí-
ÀFR FRPSOHWR \ WHUPLQDGR KDVWD TXH ´VH
GHVFXEUDµ RWUR PHMRU« \ SRU OR WDQWR HV
preparado –resumido, seleccionado, adap-
WDGR² SRU DOJXLHQ FRPR HO PHMRU FRQRFL-
miento posible, para ser enseñado no sólo
HQHOVLVWHPDXQLYHUVLWDULRVLQRWDPELpQHQ
los niveles escolares anteriores.
La existencia de esa concepción es una
mera hipótesis, pero, si no es así, ¿cómo es
posible que tanta gente crea que la historia
TXHVHLPSDUWHHQODVHVFXHODVHVHOPHMRUUH-
ODWRSRVLEOHGH´ORTXHUHDOPHQWHRFXUULyµ\
que se mutila gravemente el pasado si no se
dan algunas de las lecciones de un temario
tan parcial y sesgado como el de la llamada
´KLVWRULDXQLYHUVDOµ"R¢SRUTXpVHFRQVLGH-
UDTXHHVSUHIHULEOHHQVHxDUODGHÀQLFLyQGH
FOLPD\ VXVFODVLÀFDFLRQHVWDO FRPRQRVOR
vienen transmitiendo los manuales, en vez
de afrontar el debate sobre el problema del
cambio climático?...
Lo preocupante es que una parte impor-
tante del profesorado comparte –quizás he-
mos compartido– esta representación social,
TXHHQ~OWLPRWpUPLQRKXQGHVXVUDtFHVHQ
la consideración absolutista del conocimien-
to propia del positivismo. En efecto, aunque
SDUH]FDSDUDGyMLFROD UHODFLyQGHOSURIHVR-
UDGRFRQHOFRQRFLPLHQWRTXHPDQHMDDGLD-
rio no siempre es una relación profunda, ni
siquiera demasiado interactiva, sino unidi-
UHFFLRQDO \ EDVWDQWH VXSHUÀFLDO TXHGDQGR
constreñida a un contexto cristalizado por
años de tradición y a unas reglas consolida-
das por la rutina3. Ello viene determinado
SRUGLYHUVRVIDFWRUHV0HUHIHULUpDDOJXQRV
que me parecen más decisivos (cfr. García
3pUH]ESS
(O FXUUtFXOXP ²FRQVLGHUDGR² RÀFLDO \
PiV HVSHFtÀFDPHQWH VX SODVPDFLyQ HQ ORV
libros de texto, actúa como una primera
constricción que, al tiempo que representa
el conocimiento supuestamente obligatorio
y, por tanto, el único que pareciera posible,
libera al docente de tener que pensar sobre
los contenidos que serían más adecuados
para la enseñanza de su materia. El conoci-
miento recogido en los libros de texto, con
su formato y organización peculiares, apa-
UHFH DVt WDQ DMXVWDGR D ORV UHTXHULPLHQWRV
GHH[SOLFDFLyQUHDOL]DFLyQGHHMHUFLFLRVUH-
paso y sometimiento a examen que resulta
EDVWDQWHFyPRGR\PDQHMDEOHSDUDODWDUHD
cotidiana del profesor. Además, este tipo y
formato de conocimiento recuerda tanto al
recibido por el propio profesor en su forma-
ción universitaria que es casi imposible que
VXUMD OD GXGD GH VL HO FRQRFLPLHQWR GH ORV
PDQXDOHV \ HO FRQRFLPLHQWR FLHQWtÀFR VRQ
realmente diferentes. Bien es verdad que el
encorsetamiento del conocimiento en el pe-
culiar marco cronoespacial de la escuela lo
PROGHD\UHDMXVWDGHWDOIRUPDTXHHQRFD-
siones pudiera parecer una caricatura del
FRQRFLPLHQWRFLHQWtÀFRRULJLQDULRSHURFRQ
mirada benevolente, se tiende a disculpar
ese moldeamiento como una adecuación ne-
cesaria para el funcionamiento del sistema.
El alumnado y sus familias, por otra par-
te, como otras piezas más de ese sistema,
muestran, habitualmente, unos comporta-
mientos en relación con el conocimiento re-
cogido en los libros de texto que convalidan
y respaldan socialmente su valor, contra-
rrestando las dudas acerca de dicha validez
TXHSXGLHUDQHVWDUSXJQDQGRSRUDÁRUDUHQ
el profesor.
Además, el implacable mecanismo de
acreditación que el propio sistema escolar
representa termina por convencernos de
que el conocimiento escolar con el que ha-
bitualmente nos relacionamos es, si no el
PHMRUVtHOPiVDGHFXDGRDTXt\DKRUD$Vt
HOFRQRFLPLHQWRPDQHMDGRHQODHVFXHODHQ
GHÀQLWLYDHOTXHVHUHFRJHHQORVOLEURVGH
WH[WRSDUD SRGHUVHUREMHWR GHVLVWHPiWLFDV
explicaciones y paciente estudio para aca-
EDUVLHQGRREMHWRGHH[DPHQ«WHUPLQDSRU
VHUFRQVLGHUDGRFRPRHOFRQRFLPLHQWR´QD-
WXUDOµHQHOVLVWHPDHVFRODUVLQTXHVHKD\D
llegado a percibir que tiene unos rasgos ab-
solutamente peculiares, muy diferentes, en
WRGRFDVRGHORVGHOFRQRFLPLHQWRFLHQWtÀFR
3 Con un sentido más general, R. Cuesta (2003) ha señalado, muy acertadamente, el peculiar carácter de la
LGHQWLGDGSURIHVLRQDOGHORVGRFHQWHVFRPR´JXDUGLDQHVGHODWUDGLFLyQ\HVFODYRVGHODUXWLQDµ
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 53 -
GHUHIHUHQFLDSHURWDPELpQGHORVGHOFRQR-
cimiento experiencial que, fuera del contex-
WRHVFRODUPDQHMDHODOXPQDGR\HOSURSLR
profesorado.
(QGHÀQLWLYD SRGHPRVGHFLU TXHHOFR-
QRFLPLHQWR´VHHVFRODUL]DµHVGHFLUVHFRQ-
vierte en un producto apto para sobrevivir
y desarrollarse en el sistema escolar, pero
UHDOPHQWH PX\ DOHMDGR GHO FRQRFLPLHQWR
FLHQWtÀFR (O SUREOHPD HV TXH HQ PXFKDV
ocasiones no hemos sido conscientes de esa
distancia. Precisamente –como veremos más
DEDMR²IXH OD SHUVSHFWLYDGH HVWXGLR GHODV
disciplinas escolares la que vino en nuestra
ayuda para mostrar cuán diferente y pecu-
liar era el conocimiento que se transmitía en
el sistema escolar.
(OFDVRHVTXHHVHFRQRFLPLHQWR´HVFROD-
UL]DGRµWDQHVSHFtÀFR\WDQVXSXHVWDPHQWH
adecuado a su contexto, tampoco sirve para
ayudar a comprender y actuar en el mundo
en que vivimos, no respondiendo, así, a los
REMHWLYRV HGXFDWLYRV TXH VH VXHOHQ SURFOD-
PDURÀFLDOPHQWH
El conocimiento escolar es diferente
de otros conocimientos
Sin duda, el punto de partida para supe-
rar la confusión que acabamos de exponer
WHQGUtDTXH VHUXQD PtQLPDUHÁH[LyQHSLV-
temológica –lo que, a su vez, exige un dis-
tanciamiento, que los profesores no solemos
DGRSWDU² VREUH HO FRQRFLPLHQWR SHUR WDP-
poco nos ayuda mucho en eso la formación
recibida. Hemos terminado nuestra forma-
ción universitaria no sólo con escasa prepa-
UDFLyQGLGiFWLFDVLQRWDPELpQFRQFDVLQXOD
UHÁH[LyQVREUHHO FRQRFLPLHQWRHQTXHQRV
hemos estado formando, es decir, sin for-
mación epistemológica. A este respecto, es
inevitable que nos venga a la mente la idea
de Edgard Morin (2001) de proponer, para
la formación universitaria (general, no sólo
GHO SURIHVRUDGR XQD HVSHFLH GH ´GLH]PR
HSLVWHPROyJLFRµHVGHFLUJDUDQWL]DUTXHDO
PHQRVXQGHORVFUpGLWRVGHODVPDWH-
rias de la formación de cualquier futuro pro-
IHVLRQDOHQVXSDVRSRUODXQLYHUVLGDGHVWpQ
GHGLFDGRV D OD UHÁH[LyQ HSLVWHPROyJLFD H
histórica sobre su campo de conocimiento.
(OORD\XGDUtDDHQWHQGHUODFRPSOHMLGDGGHO
conocimiento, sus procesos de construcción,
las relaciones entre campos diversos, los in-
tereses vinculados a los mismos, etc.
En todo caso, en un momento deter-
minado muchos docentes comprendimos
–y este es un segundo paso en nuestra re-
ÁH[LyQ²TXHHOFRQRFLPLHQWRHVFRODUHVGLV-
WLQWRGHOFRQRFLPLHQWRFLHQWtÀFRGHUHIHUHQ-
cia, aunque no siempre se han obtenido, de
forma sosegada, las implicaciones que de
aquí se deberían derivar. En efecto, los pri-
PHURVDERUGDMHVHQODGpFDGDGHORV\ORV
90 estuvieron muy marcados por el deseo de
´SURSRQHUµFRQWHQLGRVHGXFDWLYRVDOWHUQDWL-
vos a la enseñanza tradicional, en el contex-
to de efervescencia de los movimientos de
renovación pedagógica, renacidos ya en la
GpFDGDDQWHULRUORV\ GH OD LOXVLRQDGD
oleada de experimentaciones que precedie-
URQDOD/2*6(XQFRQWH[WRHQHOTXH
VHSURGXMROXHJRHOQDFLPLHQWRGH)HGLFDULD
DSDUWLUGHODFRQÁXHQFLDGHJUXSRVTXHSUR-
poníamos en aquel momento proyectos cu-
rriculares innovadores.
Las propuestas siguieron, a grandes ras-
gos, dos rutas: en la educación primaria pre-
dominaron los intentos de convertir en co-
nocimiento escolar el conocimiento directa-
mente inspirado en la realidad circundante
y en las experiencias vividas, es decir, hubo
un sesgo hacia el conocimiento cotidiano
como referencia básica para el conocimiento
escolar. En la educación secundaria fue más
frecuente el intento de adaptación del cono-
FLPLHQWRFLHQWtÀFRDXQIRUPDWRPiVDVHTXL-
ble para el alumnado.
La primera vía, con una mirada básica-
PHQWH SDLGRFpQWULFD SURSLFLy XQ ´DFWLYLV-
PRµSHGDJyJLFR TXH FRQIUHFXHQFLD VHHV-
WUHOODEDFRQWUDHOPXURGHODFRPSOHMLGDGGH
lo que se pretendía enseñar4. Volver la mira-
4 (QWRGRFDVRKDEUtDTXHKDFHUOHVMXVWLFLDFRQPiVFDOPD D WRGDVHVWDVLQLFLDWLYDVDFWLYLVWDV\HVSRQWD-
neístas, aunque sólo sea por su función de caldo de cultivo de propuestas educativas posteriores, más
elaboradas.
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 54 -
da hacia los alumnos y su mundo puso de
UHOLHYHHOLQWHUpVGHOFRQRFLPLHQWRPDQHMDGR
por los aprendices en su contexto cotidiano,
no escolar. Esta perspectiva se vio respalda-
da por la aparición del constructivismo en el
iPELWRDFDGpPLFRORTXHVLQHPEDUJRQR
caló en profundidad en el mundo del acti-
vismo y del espontaneísmo, teniendo por el
FRQWUDULR PHMRU UHFHSFLyQ SRU SDUWH GH ODV
propuestas, más elaboradas, que se estaban
desarrollando en la innovación vinculada
a las disciplinas (ante todo en las Ciencias
Naturales), y recibiendo, desde luego, pro-
moción, como bandera, por parte de la ad-
ministración educativa que diseñó y aplicó
la LOGSE.
Desde mi punto de vista –y más allá del
campo de debate tradicional en torno al
FRQVWUXFWLYLVPR ´GLGiFWLFRµ² HVWD DPSOLD
perspectiva innovadora, básicamente relati-
vista, es interesante desde el punto de vista
epistemológico, pues pone en valor los di-
versos tipos de conocimiento, superando el
absolutismo epistemológico imperante en
HO PXQGR DFDGpPLFR« \ HQ HO HVFRODU (Q
ese sentido, tomar en consideración el co-
nocimiento de los aprendices no es sólo, ni
tanto, un asunto que afecte a la metodología
didáctica –ámbito al que se le suele reducir–
VLQRVREUHWRGRDOFRQWHQLGRTXHHVREMHWR
de enseñanza, es decir, al conocimiento. Así,
el conocimiento del alumno se constituye
HQXQR²QRHQ HO ~QLFR KH DKt RWUR GH ORV
sesgos del momento– de los referentes para
GHÀQLUHOFRQRFLPLHQWRHVFRODUDHQVHxDU\
VREUHWRGR SDUD´DMXVWDUµVX QLYHOGHSUR-
IXQGLGDGDODVSRVLELOLGDGHVGHDSUHQGL]DMH
de los alumnos, teniendo en cuenta aspectos
FRPRODVGLÀFXOWDGHVHVSHFtÀFDVTXHDIHFWDQ
a la progresión de las ideas de esos alumnos,
el carácter más o menos compartido (en el
aula) de determinadas concepciones o sis-
temas de ideas, etc. (Giordan y De Vecchi,
$VWROÀ
En todo caso –y a la experiencia de la eta-
pa de la generalización de la LOGSE nos po-
demos remitir– el riesgo es evidente: tomar
como referencia casi exclusiva las aportacio-
nes de la psicología nos puede hacer olvidar
–como más arriba se decía– que el alumno
QRHVVLPSOHPHQWHXQ´VXMHWRµHVGHFLUXQ
DSUHQGL] HQ FRQGLFLRQHV ´QDWXUDOHVµ VLQR
XQ´HVFRODUµHQXQFRQWH[WRFRQXQDVUHJODV
HVSHFtÀFDVTXHFRQGLFLRQDQ\FRQVWULxHQHO
DSUHQGL]DMH
¿Sirve el conocimiento escolar en
otros contextos no escolares?
La segunda vía –arriba citada– de bús-
queda de alternativas, aun sin perder de
vista al alumno, se resistía a distanciarse del
referente disciplinar, lo que parecía otorgar
más rigor a su propósito. Pero un problema
que se halla en el trasfondo de los intentos
DOWHUQDWLYRVGHHVWDVHJXQGDYtD²\WDPELpQ
HQSDUWHGHODSULPHUD²HVHQTXpPHGLGDHV
posible o no la transición de un tipo de co-
QRFLPLHQWRDRWURGLFKRFRQRWUDVSDODEUDV
si resulta factible o no transferir un conoci-
miento elaborado en un contexto (como es el
escolar) a otro contexto diferente (la vida co-
tidiana). Es este un asunto, asimismo, clave
SDUDODGLGiFWLFD\HQ~OWLPRWpUPLQRSDUD
la educación, y por tanto merecedor de un
debate, que quizás haya estado demasiado
centrado en el campo de la psicología. Me
detengo en el mismo como tercer paso de
HVWDVUHÁH[LRQHV
Hay quienes piensan que no es posible
la transferencia del conocimiento entre con-
textos muy diferentes, considerando que
pueden coexistir, de forma independiente,
en un individuo, distintas formas de conoci-
miento, que se habrían generado en contex-
tos diversos y que se activarían, asimismo,
de manera diferencial, dependiendo del tipo
GHFRQWHQLGRWUDEDMDGR\GHOWLSRGHFRQWH[-
to. Según lo cual, la aplicación de lo aprendi-
do en la escuela a la vida cotidiana resultaría
PX\GLÀFXOWRVDSHURHQWRGRFDVRQRVHUtD
estrictamente necesaria, pues se dispondría
GHXQFRQRFLPLHQWR´GXDOµSDUDFRPSUHQ-
der la realidad habitual con la que se rela-
ciona el alumno (lo que podríamos llamar
´PHVRFRVPRVµ VHUYLUtD HO FRQRFLPLHQWR
cotidiano, mientras que para comprender
otros niveles de organización de la reali-
GDG ²VHD HO ´PDFURFRVPRVµ SRU HMHPSOR
los ecosistemas, las sociedades humanas...),
VHD HO ´PLFURFRVPRVµ SRU HMHPSOR HO QL-
YHOFHOXODUODV EDVHVÀVLROyJLFDVGH OD FRQ-
ducta humana...)– la escuela tomaría como
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 55 -
UHIHUHQWH HO FRQRFLPLHQWR FLHQWtÀFR YpDVH
más ampliamente, Rodrigo y Arnay, 1997).
Ambos tipos de conocimiento podrían, así,
coexistir, sin graves interferencias, de forma
que el individuo los iría activando, de for-
PDGLIHUHQFLDOFRPRVLDFXGLHUDD´GLYHUVRV
UHJLVWURVµ GH SHQVDPLHQWR \ DFWXDFLyQ HQ
distintas situaciones vitales, en el ámbito fa-
miliar, en el profesional, en el escolar... (cfr.
*DUFtD3pUH]DSS\PiVDP-
pliamente, García Díaz, 1998).
Es difícil asumir esa interpretación del
IXQFLRQDPLHQWRGHODSUHQGL]DMHQRVyORSRU
UD]RQHV FLHQWtÀFDV ²TXH ODV KD\² VLQR SRU
razones que tienen que ver con las propias
ÀQDOLGDGHVGHOD HGXFDFLyQ HVFRODU HQ HVH
sentido, la visión que ofrece el conocimiento
cotidiano habitual –tan determinado por el
pensamiento social dominante– sobre cues-
tiones tan relevantes como las relaciones
humanidad-medio, el modelo de sociedad,
el concepto de lo público y lo privado, las re-
laciones interpersonales, las desigualdades,
HWFVHQRV SUHVHQWD FRPR PDQLÀHVWDPHQWH
PHMRUDEOH'HIRUPDTXHXQDHGXFDFLyQHV-
colar que se pretenda transformadora ten-
dría algo que decir al respecto, y habría de
hacerlo con un conocimiento alternativo que
VXSHUHHVDSHUVSHFWLYD VLPSOLÀFDGRUDTXH
en la práctica, reproduce y legitima el orden
VRFLDOGRPLQDQWH/RTXHQRVLJQLÀFDTXHHO
conocimiento cotidiano no tenga que ser, en
todo caso, un referente –no el único, desde
luego– del conocimiento escolar que se pro-
SRQJDFIU*DUFtD3pUH]DS
Por el contrario, es mayoritaria la opinión
TXHGHÀHQGHODSRVLELOLGDGGHWUDQVLFLyQGH
un tipo de conocimiento a otro y de transfe-
rencia de lo aprendido en un contexto a otro
distinto. En ese sentido, para determinadas
posiciones dentro de esta opinión general, la
IXQFLyQEiVLFDGHOD´LQVWUXFFLyQµ²FRQFHSWR
TXHFRUUHVSRQGHUtDFRQPD\RUMXVWH]DDHVWD
argumentación– escolar sería la sustitución
del conocimiento cotidiano propio de los
alumnos (considerado epistemológicamen-
WH LQIHULRU SRU HO FRQRFLPLHQWR FLHQWtÀFR
que sería la meta de referencia para la edu-
FDFLyQ (OOR LPSOLFDUtD XQ FDPELR ´IXHUWHµ
HQ HO SURFHVR GH DSUHQGL]DMH TXH SRU OR
demás, se produciría en el dominio concreto
GH FDGD FRQRFLPLHQWR FLHQWtÀFRGLVFLSOLQDU
FIU*DUFtD3pUH]DSS\PiV
ampliamente, García Díaz, 1998).
Esta hipótesis suele resultar atractiva
para el profesorado de secundaria, inserto
en su propia disciplina, y tendente a consi-
GHUDUHOFRQRFLPLHQWRGLVFLSOLQDUDFDGpPLFR
como una meta deseable, aunque sea de di-
fícil consecución. El formato más frecuente
en el que se ha plasmado esta posición es la
´WUDQVSRVLFLyQGLGiFWLFDµ5, entendida como
el proceso de reelaboración del conocimien-
WR FLHQWtÀFRGLVFLSOLQDU HO GHQRPLQDGR
savoir savant) para transformarlo en conoci-
miento escolar a enseñar (savoir à enseigner)
y, posteriormente, en conocimiento enseña-
do (savoir enseigné). La transposición se cen-
tra, pues, en las adaptaciones necesarias que
ha de sufrir el conocimiento, que tiene que
SDVDUGHO FRQWH[WR FLHQWtÀFR HQ TXHVHKD
generado, a un contexto de características
muy diferentes, el escolar. Y precisamente
esa focalización en la relevancia de los con-
textos de generación de los conocimientos
constituye, en mi opinión, la principal apor-
tación de la teoría de la transposición al de-
bate didáctico.
En cualquier caso, sin poner en duda la
contribución de la transposición didáctica
DODUHÁH[LyQVREUHHO FRQRFLPLHQWRHVFRODU
\SRU DxDGLGXUD DODFRQÀJXUDFLyQGH ODV
GLGiFWLFDVHVSHFtÀFDVFRPRFDPSRKD\EDV-
tantes peros que poner a esta teoría. Ante
todo, se le ha achacado el mantener una vi-
VLyQ´LQWHOHFWXDOLVWDµ\´DFUtWLFDµHQFXDQWR
TXHQRSRQHHQFXHVWLyQHOFDUiFWHUREMHWLYR
\VXSHULRUGHOFRQRFLPLHQWRFLHQWtÀFRFRPR
referente prácticamente único del conoci-
miento escolar. A. Luis Gómez (1998) la ha
FULWLFDGRSRUVXHQIRTXH ´UHGXFFLRQLVWDµ \
´QHRDFDGHPLFLVWDµ GH ORV FRQWHQLGRV HVFR-
5 /D´WUDQVSRVLFLyQGLGiFWLFDµHVXQFRQFHSWRGHVWDFDEOHGHVGHVXLQWURGXFFLyQHQHOFDPSRGHOD'LGiFWLFD
GHODV0DWHPiWLFDVHQHOiPELWRIUDQFpVVREUHWRGRDWUDYpVGHODREUDGH<YHV&KHYDOODUG'HDKt
pasó a la Didáctica de las Ciencias Naturales y a la Didáctica de las Ciencias Sociales, generando, en su
PRPHQWRDFDORUDGRVGHEDWHVFRPRPXHVWUDSXHGHYHUVHSRUHMHPSOR/XLV*yPH]\3DJqV
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 56 -
lares. Para R. Cuesta (1999, p. 78), por su
SDUWHFRQVWLWX\HXQHMHPSORSDUDGLJPiWLFR
GH ODV GRV ´LOXVLRQHVµ TXH KDQ DIHFWDGR D
los procesos de innovación de ese momen-
WROD´LOXVLyQHSLVWHPROyJLFDµ\OD´LOXVLyQ
SVLFROyJLFDµHQHVHVHQWLGRODGLGiFWLFDVH
concebiría como una simple operación ins-
trumental destinada a regular las formas
de relación de la disciplina (tal y como está
FLHQWtÀFDPHQWHFRQVWLWXLGD \ HO ´VXMHWR GH
DSUHQGL]DMHµHVGHFLUODVFRQGLFLRQHV\FD-
SDFLGDGHVLQGLYLGXDOHVSDUDDSUHQGHUHOOR
VXSRQGUtD SRU XQD SDUWH XQD ´UHLÀFDFLyQ
HVHQFLDOLVWDGHODVGLVFLSOLQDVµFRPRVDEH-
res consagrados y acabados) y, por otra, una
´SVLFRORJL]DFLyQGH ORV SURFHVRV GHDSUHQ-
GL]DMHµHVGHFLUODFRQVLGHUDFLyQGHODOXP-
QRFRPRXQVXMHWRLQGLYLGXDOTXHDSUHQGH
según sus capacidades, el saber considerado
legítimo).
Desde nuestra perspectiva, cuestiona-
mos, en todo caso, que el conocimiento cien-
WtÀFRGLVFLSOLQDU WHQJD TXH VHU HO UHIHUHQWH
~QLFRRSULQFLSDO GHOFRQRFLPLHQWRHVFRODU
sin que ello implique la minusvaloración de
su papel en la escuela. En ese sentido, J.Mª.
Rozada, al plantearse la aportación que el
conocimiento disciplinar podría hacer a la
consecución de las metas educativas, preci-
saba, con claridad, que deberíamos enseñar
´XQFRQRFLPLHQWR WDQGLVFLSOLQDU FRPRVHD
necesario para que no sea meramente vul-
gar, pero a la vez tan «indisciplinado» como
sea preciso para que llegue a conectar con
ORVDOXPQRV\VXPXQGR\DOPLVPRWLHP-
po, tan práctico como haga falta para que no
VHDVyORUHSHWLGRHQVLWXDFLRQHVGHH[DPHQµ
(1991, p. 5).
En este debate, desde el Proyecto IRES,
venimos manteniendo que es posible la tran-
sición desde unos conocimientos a otros, así
como la transferencia de lo aprendido en un
contexto a otro contexto, si bien con determi-
nados matices que conforman una hipótesis
diferente de las expuestas. Consideramos
²FRPR YHUHPRV PiV DEDMR² TXH HO FRQRFL-
PLHQWRGHODOXPQDGR\DHQVtFRPSOHMRSRU
los componentes que lo integran: experien-
cias vividas en su mundo cotidiano, con el
correspondiente conocimiento elaborado en
ese contexto, retazos de conocimiento esco-
lar en sus diversas etapas, mal soldados con
los constructos cotidianos, algunos conoci-
PLHQWRVDSUHQGLGRVHQFRQWH[WRVHVSHFtÀFRV
GHDSUHQGL]DMH«SXHGH´HQULTXHFHUVHµ HQ
OD HVFXHOD KDFLpQGRVH PiV FRPSOHMR \ YD-
lioso.
En todo caso, el debate didáctico no se
puede sesgar hacia la programación y de-
sarrollo de las propuestas de conocimiento
a enseñar, pues resulta indispensable un
análisis adecuado de aquello que tiene tanta
fuerza y arraigo en la escuela, el conocimien-
to escolar real, inserto en la cultura escolar
dominante. Sin tomar como base ese análi-
sis, es difícil que se puedan fundamentar las
propuestas alternativas. Y ese va a ser otro
SDVRGHFLVLYR²HOFXDUWR²HQPLVUHÁH[LRQHV
sobre el conocimiento escolar.
Una perspectiva sociogenética de la
cultura escolar
En efecto, no se puede plantear sólo lo
deseable, sin tener en cuenta el peso y el ori-
gen de lo real: el conocimiento escolar que
de hecho existe y, por tanto, la cultura esco-
lar que nos envuelve (vid., más detenida-
PHQWH*DUFtD3pUH]DSS'H
ahí que convenga enmarcar el análisis de di-
cho conocimiento en la más amplia cuestión
de la cultura escolar, entendida como la cul-
tura que englobaría todos los conocimientos
que se entrecruzan y operan en el contexto
HVFRODU3pUH]*yPH]6LJXLHQGRD$
Viñao (2001, p. 31), se puede entender la cul-
WXUDHVFRODU FRPR ´XQ FRQMXQWRGHWHRUtDV
ideas, principios, normas, pautas, rituales,
inercias, hábitos y prácticas –formas de ha-
cer y pensar, mentalidades y comportamien-
tos– sedimentadas a lo largo del tiempo en
forma de tradiciones, regularidades y reglas
GH MXHJR QR SXHVWDV HQ HQWUHGLFKR \ FRP-
partidas por sus actores en el seno de las
LQVWLWXFLRQHVHGXFDWLYDVµ/RVUDVJRVFDUDF-
WHUtVWLFRVGHGLFKDFXOWXUDVRQSXHV´ODFRQ-
tinuidad y persistencia en el tiempo, su ins-
titucionalización y una relativa autonomía
TXHOHSHUPLWHJHQHUDUSURGXFWRVHVSHFtÀFRV
²SRUHMHPSORODVGLVFLSOLQDVHVFRODUHV²TXH
ODFRQÀJXUDQFRPRWDOFXOWXUDLQGHSHQGLHQ-
te. La cultura escolar sería, en síntesis, algo
que permanece y que dura [...], un sedimen-
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 57 -
WRIRUPDGRHQHOWLHPSRµ\TXHODVUHIRUPDV
apenas consiguen erosionar.
La cultura escolar, en todo caso, no se-
ría algo monolítico, sino un conglomerado,
constituido, a su vez, por una diversidad de
culturas: la cultura del alumnado –a la que
KHKHFKRUHIHUHQFLD²ODFXOWXUDHVSHFtÀFDGH
ORVSURIHVRUHVODFXOWXUD´DFDGpPLFDµGHODV
GLVFLSOLQDV HVFRODUHV R OD FXOWXUD ´SROtWLFR
LQVWLWXFLRQDOµ SURGXFLGD HQ ORV HQWRUQRV
administrativos y burocráticos (Escolano,
2000). En ese sentido, la escuela puede ser
HQWHQGLGD²FRPRGHVWDFD$,3pUH]*yPH]
 S ² D PRGR GH ´XQ HVSDFLR HFR-
lógico de cruce de culturas cuya responsa-
ELOLGDGHVSHFtÀFDTXHODGLVWLQJXHGHRWUDV
instituciones e instancias de socialización y
OHFRQÀHUHVXSURSLDLGHQWLGDG\VXUHODWLYD
autonomía, es la PHGLDFLyQUHÁH[LYD de aque-
OORVLQÁXMRVSOXUDOHV TXHODVGLIHUHQWHVFXO-
WXUDVHMHUFHQGHIRUPDSHUPDQHQWHVREUHODV
nuevas generaciones, para facilitar su desa-
UUROORHGXFDWLYRµ
(VHFRPSOHMR\GLQiPLFR´FUXFHGHFXOWX-
UDVµHVHQ~OWLPRWpUPLQRHOFRQWH[WRHQHO
que se desarrolla la educación escolar. Así, se
SRGUtDGHFLUTXH´ODFXOWXUDRIUHFHVLHPSUH
XQHVSDFLRGHQHJRFLDFLyQGHVLJQLÀFDGRV\
se recrea constantemente como consecuencia
GHHVWHPLVPRSURFHVRGH QHJRFLDFLyQµHQ
HVHVHQWLGR´ORVLQGLYLGXRVSDUWLFLSDQFUHD-
doramente en la cultura al establecer una re-
ODFLyQYLYD\GLDOpFWLFDFRQODPLVPDµ3pUH]
Gómez, 1992, pp. 71-72). Sin embargo, ese
SURFHVRVHGDFRQPXFKDGLÀFXOWDGHQODFXO-
tura escolar, y más aún en relación con aquel
componente de la misma más cerrado y co-
GLÀFDGRFRPRHVHOFRQRFLPLHQWRHVFRODUGH
forma que, dada la brecha existente –cada
vez mayor– entre la cultura del alumnado y
OD FXOWXUD DFDGpPLFD FRQVLGHUDGD GHVHDEOH
por el profesorado, se podría entender la en-
señanza, en su versión convencional, como
un cierto proceso que pretende imponer al
DOXPQDGRFRQHVFDVRp[LWRXQDFXOWXUD´VX-
SHULRUµ*DUFtD'tD]HWDO
Desde esta perspectiva, pues, la cultura
escolar puede ser considerada como una
cultura dinámica, como un producto so-
cial que, al tiempo que va constituyendo
un sedimento estable y duradero, se halla,
de hecho, en constante transformación, es
decir, está siendo reconstruida en el marco
escolar a partir de las diversas culturas que
DOOtFRQÁX\HQ'HDKtTXHHQHVHSURFHVRGH
FRQÀJXUDFLyQUHVXOWHHVSHFLDOPHQWHVLJQLÀ-
FDWLYR HO IDFWRU VRFLRKLVWyULFR GH GRQGH D
su vez, la necesidad de incorporar el análisis
VRFLRJHQpWLFR FRPR SHUVSHFWLYD HVSHFLDO-
PHQWHLOXPLQDWLYDSDUDOOHJDUDOVLJQLÀFDGR
profundo de dicha cultura (Cuesta, 1999).
Y esta ha sido la gran aportación que en
ODVGRV ~OWLPDV GpFDGDV QRV KD D\XGDGRD
contemplar el conocimiento escolar con una
escala más amplia y, por lo tanto, nos ha per-
mitido combinar la mirada propositiva (ha-
cia el futuro) con la mirada analítica (hacia
el presente y el pasado).
Esta perspectiva nos ha llegado a la
didáctica, y concretamente a la didáctica
crítica, desde la historia de las disciplinas
HVFRODUHVXQFDPSRGHLQYHVWLJDFLyQFRQÀ-
gurado a partir de los años 70 del pasado si-
glo, sobre todo en Gran Bretaña, entre otros
SRU,YRU)*RRGVRQEDMRODLQÁXHQFLDGHOD
´QXHYD VRFLRORJtD GH OD HGXFDFLyQµ LQJOH-
VD\GHORV´HVWXGLRVGHOFXUUtFXOXPµ\HQ
)UDQFLD HQWUH RWURV WDPELpQ SRU 'RPLQL-
TXH-XOLD\$QGUp&KHUYHOHQHOPDUFRHQ
HVWHFDVR GH OD ´KLVWRULDFXOWXUDOµ\GH OD
KLVWRULD GH OD ´FXOWXUD HVFRODUµ FIU 9LxDR
2006). La recepción en España de esta nue-
va mirada sobre las disciplinas escolares se
produce en los pasados años 90, y el papel
de las aportaciones fedicarianas ha sido re-
levante6, empezando por la obra seminal
de Raimundo Cuesta sobre la historia como
disciplina escolar7, en la que acuña el con-
FHSWR GH ´FyGLJR GLVFLSOLQDUµ \ FRQ RWURV
estudios, como el de Julio Mateos sobre el
código pedagógico del entorno8, el de Javier
Merchán sobre la producción el conocimien-
6 Puede verse un cierto panorama de estas aportaciones en Cuesta, 2008.
7 Vid. las principales aportaciones de su tesis doctoral en Cuesta, 1997 y 1998.
8 Vid. las aportaciones básicas de su tesis doctoral
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 58 -
to en la clase de Historia9, el de Alberto Luis
Gómez y Jesús Romero Morante (2007) so-
EUH HO FRQRFLPLHQWR JHRJUiÀFR HO GH -XDQ
0DLQHUVREUH OD FRQÀJXUDFLyQ GHODGLGiF-
tica de las ciencias sociales como campo10 o
el de R. Cuesta y J. Mainer (2015) sobre el
cuerpo de catedráticos de instituto.
La investigación desarrollada desde la
SHUVSHFWLYDVRFLRJHQpWLFDQRVKDSHUPLWLGR
pues, poner en cuestión el carácter del cono-
FLPLHQWR FLHQWtÀFRGLVFLSOLQDU FRQVROLGDGR
a lo largo de los siglos XIX y XX, como único
conocimiento valioso y referente legitimado
de la actividad educativa (Mainer, 2001b),
desvelando que los conocimientos formali-
zados en las disciplinas escolares tradicio-
nales son una construcción social, productos
GH XQD pSRFD \ FLUFXQVWDQFLDV GHWHUPLQD-
GDVTXHSHUYLYHQPHUFHGDODFRQMXQFLyQGH
toda una serie de factores sociales, políticos
e ideológicos (Gurpegui y Mainer, 2013).
Asimismo, este enfoque de investigación ha
demostrado que las disciplinas escolares no
FRLQFLGHQFRQHOVXSXHVWRVDEHUFLHQWtÀFRGH
referencia sino que han seguido su proceso
peculiar de construcción histórica (cfr. Gar-
FtD3pUH]DSS
Construir el conocimiento escolar
trabajando en torno a problemas
relevantes
Con esta visión más amplia y comple-
MD VREUH HO FRQRFLPLHQWR HVFRODU VLJR FUH-
yendo, como anunciaba más arriba, que es
posible compatibilizar el análisis crítico de
FDUiFWHU VRFLRJHQpWLFR GHO FRQRFLPLHQWR
HVFRODU ´UHDOµ FRQ OD FRQWHPSODFLyQ FRPR
UHIHUHQFLD KLSRWpWLFD GH XQ FRQRFLPLHQWR
HVFRODU´GHVHDEOHµ(OORVLJQLÀFDUtD DVXPLU
una posición determinada acerca de cómo
se construye, y reconstruye, el conocimien-
to escolar, así como una hipótesis acerca del
tipo de currículum deseable, que, en nues-
tro caso, sería un currículum organizado en
torno a problemas sociales y ambientales
relevantes. Veamos ambas cuestiones, con
las que cierro –como quinto paso– este reco-
UULGRUHÁH[LYR
Respecto a la construcción del conoci-
PLHQWRPH DFRMR²GHVGHHO PDUFRGHO SUR-
yecto IRES, antes citado– a la hipótesis de
un conocimiento escolar que, siendo distin-
WRGHOFRQRFLPLHQWRFLHQWtÀFRGLVFLSOLQDUGH
UDLJDPEUH DFDGpPLFD HV DVLPLVPR VXSH-
rador del conocimiento cotidiano más habi-
WXDOUHÁHMRHQGHÀQLWLYD GHOSHQVDPLHQWR
social dominante. Sería un conocimiento
peculiar elaborado en el contexto escolar11 y
construido por la interacción de los diversos
agentes implicados en el mismo, cuya meta
QRKDEUtDGHVHUHOFRQRFLPLHQWRFLHQWtÀFR
VLQRHOHQULTXHFLPLHQWR\ODFRPSOHML]DFLyQ
del propio conocimiento de los alumnos, en
su interacción con otros conocimientos. En
ese sentido, se debería fomentar la madura-
ción hacia formas autónomas y críticas de
pensamiento, en un intento de incardina-
FLyQGLDOpFWLFDHQORVSURFHVRVGH´UHÁH[LyQ
FUtWLFDµ GHO SHQVDPLHQWR KXPDQR *DUFtD
3pUH] D SS  \ PiV DPSOLD-
mente, García Díaz, 1998).
El conocimiento cotidiano sería, pues, un
punto de partida y un referente importan-
te en ese proceso de construcción, aunque
sea –como acabo de expresar– para ser su-
perado, en busca de un conocimiento más
FRPSOHMR12. A ese respecto, es urgente que
la educación haga un esfuerzo por superar
HO GHVDMXVWH TXH VH SHUFLEH FDGD GtD HQ OD
9 Vid. Merchán, 2001 y las aportaciones básicas de su tesis doctoral en Merchán, 2005.
10 Vid. las aportaciones básicas de su tesis doctoral en Mainer, 2009.
11 (QWHQGLHQGRODHVFXHODLQHTXtYRFDPHQWHFRPR´HVSDFLRS~EOLFRµHQODOtQHDHQTXHVHKDWUDEDMDGRHQ
)HGLFDULD1RVLHQGRSRVLEOHDERUGDUDTXtHVWHDVSHFWRUHPLWRDOPHQRVDO´7HPDGHODxRµGHOQGH
Con-Ciencia Social \HQHVSHFLDODODDSRUWDFLyQGH-0DUWtQH]%RQDIpVREUHHVIHUDS~EOLFD
conocimiento escolar y didáctica crítica.
12 8QSRVLFLRQDPLHQWRVLPLODUHVWiSUHVHQWHSRUHMHPSORHQHOSUR\HFWR*HD&OtR6RXWRDVtFRPRHQ
diversos proyectos del ámbito fedicariano.
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 59 -
escuela: los educadores, amparándonos en
XQD FXOWXUD DFDGpPLFD TXH FRQVLGHUDPRV
VXSHULRU SRQHPRV HO pQIDVLV HQ HO FRQRFL-
miento que tenemos que transmitir, mien-
tras que los alumnos, inmersos en otra cul-
WXUDSLHQVDQHQWpUPLQRVGHODVDFWLYLGDGHV
que tienen que realizar. Poner a dialogar
estas dos visiones es un reto que habría que
asumir desde un proyecto educativo crítico.
(QWRGRFDVRHVHGHVDMXVWHDOÀQ\DOFDER
SXHGH VHU FRQVLGHUDGR FRPR HO UHÁHMR GH
RWUDV FRQWUDGLFFLRQHV TXH WDPELpQ VH GDQ
en la propia sociedad, sin que tengamos por
TXpFRQVLGHUDUTXHSRUHOORODHVFXHODHVWi
más en crisis que otros momentos.
(Q GHÀQLWLYD HVWD FRQVWUXFFLyQ PiV
FRPSOHMDGHOFRQRFLPLHQWRHVFRODUUHTXLHUH
una serie de referentes fundamentales: el
conocimiento cotidiano (presente en el me-
dio social y en las ideas de los alumnos13),
FRPRDFDERGHH[SRQHUHOFRQRFLPLHQWRGH
ODVGLVFLSOLQDVFLHQWtÀFDV\GHRWURVFDPSRV
GHOVDEHUVRFLDOPHQWHRUJDQL]DGRVORVSUR-
blemas sociales y ambientales de la realidad
(como campo, a la vez, de análisis y de apli-
FDFLyQGHODHGXFDFLyQ\XQFRQRFLPLHQWR
GH FDUiFWHU ´PHWDGLVFLSOLQDUµ TXH SHUPLWD
gestionar la diversidad de referentes cita-
GRV \ FRQVWLWX\D XQD FRVPRYLVLyQ TXH Gp
sentido a las intenciones educativas (García
Díaz, 1998).
Respecto a la segunda cuestión, arriba
planteada, opto con claridad por un currí-
culum integrado y estructurado en torno
a problemas relevantes (Beane, 2005), una
alternativa asumida por muchos proyectos
innovadores –y especialmente en el seno
de Fedicaria– frente a la práctica curricular
mayoritaria, que concibe la enseñanza es-
WUXFWXUDGD HQ ´WHPDVµ VHJ~Q OD WUDGLFLyQ
escolar. Esta opción puede ser defendida
con algunos argumentos básicos, que resu-
PRFIU*DUFtD3pUH]'HVGHXQDSHUV-
SHFWLYD FRPSOHMD ORV SUREOHPDV IDYRUHFHQ
un enfoque del conocimiento más abierto
\ OOHQR GH SRVLELOLGDGHV GHVGH XQD SHUV-
SHFWLYD FRQVWUXFWLYLVWD WUDEDMDU HQ WRUQR D
problemas es un planteamiento coherente
con los procesos de construcción del conoci-
PLHQWRGHVGHXQDSHUVSHFWLYDVRFLDOFUtWLFD
son los problemas sociales y ambientales los
TXHGHEHQVHUREMHWRUHOHYDQWHGHHQVHxDQ-
]DPDQWHQLpQGRVHHQWRGRFDVRHOFRQRFL-
PLHQWR FLHQWtÀFRGLVFLSOLQDU DO VHUYLFLR GHO
tratamiento de aquellos problemas.
Estructurar la enseñanza en torno a pro-
blemas constituye, así, una solución a la tra-
dicional dicotomía entre temas disciplinares
(con fuerte arraigo en la cultura escolar) y
HMHVWUDQVYHUVDOHV TXH SRQHQ HO pQIDVLV HQ
los valores). Los problemas permiten rom-
per la rígida estructura del conocimiento es-
colar tradicional, facilitando la integración
de conceptos, procedimientos de construc-
ción del conocimiento y valores vinculados
a la búsqueda de soluciones para dichos
problemas, propiciando la acción ciudada-
QDDWUDYpVGHODSDUWLFLSDFLyQ
Por lo demás, esta opción exige –en co-
herencia– un modelo de metodología de
´LQYHVWLJDFLyQHVFRODUµHVGHFLUGHVDUUROODU
el proceso de enseñanza partiendo del plan-
teamiento de dichos problemas, teniendo en
FXHQWDODVKLSRWpWLFDVLGHDVGHORVDOXPQRV
y aportando gradualmente informaciones
pertinentes que permitan la construcción de
conclusiones que respondan a lo planteado.
Ello es tanto más necesario en un mo-
mento como el actual, en que los gravísimos
problemas de nuestro mundo están exi-
giendo una respuesta en distintos niveles y
HVFDODVWDPELpQGHVGH OD HGXFDFLyQ FRPR
FRQWULEXFLyQ IXQGDPHQWDO D XQD DXWpQWLFD
IRUPDFLyQ FLXGDGDQD *DUFtD 3pUH] \ 'H
$OED  0HUFKiQ \ *DUFtD 3pUH] 
*DUFtD3pUH] \  (Q HVHVHQWLGR
esta opción educativa puede proporcio-
QDUDODOXPQDGRHOEDJDMHFRQFHSWXDO\ORV
instrumentos intelectuales necesarios para
comprender la naturaleza de los problemas,
para saber afrontarlos y para buscar solucio-
nes, fomentando la participación social, el
FRPSURPLVRFROHFWLYR\HOWUDEDMRVROLGDULR
algo que la escuela tradicional, por sus ca-
racterísticas y por el modelo didáctico que la
caracteriza, es incapaz de realizar.
13 ,GHDVTXHLQHYLWDEOHPHQWHLQFOX\HQWDPELpQXQIXHUWHFRPSRQHQWHGHFRQRFLPLHQWRVWtSLFDPHQWH´DFD-
GpPLFRVµVREUHWRGRDPHGLGDTXHORVDOXPQRVYDQDYDQ]DQGRHQVXYLGDHVFRODU
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 60 -
(Q HVD OtQHD VHJXLPRV WUDEDMDQGR PX-
chos docentes, convencidos, hoy, de que un
riguroso análisis crítico del conocimiento es-
colar constituye la base para la formulación
GHSURSXHVWDVHGXFDWLYDVTXH VLQGHMDUGH
ser realistas, no renuncien a la utopía.
REFERENCIAS
$672/),-3(ODSUHQGL]DMHGHFRQFHSWRV
FLHQWtÀFRV DVSHFWRV HSLVWHPROyJLFRV FRJQL-
tivos y lingüísticos. Enseñanza de las Ciencias,
6(2), 147-155.
BEANE, J.A. (2005). La integración del currículum.
El diseño del núcleo de la educación democrática.
Madrid: Morata.
CHEVALLARD, Y. (1985). La transposition didac-
tique du savoir savant au savoir enseigné. Gre-
QREOH /D 3HQVpH 6DXYDJH 7UDG FDVW La
transposición didáctica. Del saber sabio al saber
enseñado. Buenos Aires: Aique, 1991).
CUESTA, R. (1997). Sociogénesis de una disciplina
escolar: la Historia. Barcelona: Pomares-Co-
rredor.
CUESTA, R. (1998). Clío en las aulas. La enseñanza
de la Historia en España entre reformas, ilusiones
y rutinas. Madrid: Akal.
CUESTA, R. (1999). La educación histórica del de-
seo. La didáctica de la crítica y el futuro del
YLDMHD)HGLFDULD Con-Ciencia Social, 3, 70-97.
$FFHVLEOH HQ http://www.fedicaria.org/
pdf/cs_completos/CS_3_1999.pdf>. (Con-
sultado el 28 de octubre de 2014).
CUESTA, R. (2001). La didáctica de las ciencias
sociales en España: un campo con fronteras.
En Mainer, J. (Coord.), Discursos y prácticas
para una didáctica crítica: ideas y líneas de trabajo
para transformar la enseñanza. Sevilla: Díada,
pp. 103-116.
CUESTA, R. (2003). Campo profesional, forma-
ción del profesorado y apuntes de didáctica
crítica en tiempos de desolación. Didáctica de
las Ciencias Experimentales y Sociales, 17, 3-23.
&8(67$5&RQRFLPLHQWRHLQWHUpVGHOD
historia de las disciplinas escolares en algu-
nos círculos fedicarianos. Con-Ciencia Social,
$FFHVLEOHHQhttp://www.fedi-
caria.org/pdf/cs_completos/C_S_10_.pdf>.
(Consultado el 28 de marzo de 2015).
CUESTA, R. y MAINER. J. (2015). Guardianes de
la tradición y esclavos de la rutina. Historia
del campo profesional de los catedráticos de
Instituto. Historia y Memoria de la Educación, 1,
351-393.
ESCOLANO, A. (2000). Las culturas escolares del
siglo. Encuentros y desencuentros. Revista de
EducaciónPRQRJUiÀFR VREUH´/DHGXFDFLyQ
HQ(VSDxDHQHOVLJOR;;µSS
GARCÍA DÍAZ, J.E. (1998). Hacia una teoría al-
ternativa sobre los contenidos escolares. Sevilla:
Díada.
GARCÍA DÍAZ, J.E. y GARCÍA PÉREZ, F.F.
(1989). Aprender investigando. Una propuesta
metodológica basada en la investigación. Sevilla:
Díada (7ª ed. 2000).
*$5&Ì$'Ì$=-(*$5&Ì$3e5(=))0$5-
TÍN TOSCANO, J. y PORLÁN, R. (2007).
¿Son incompatibles la escuela y las nuevas
pautas culturales? Investigación en la Escuela,
$FFHVLEOH HQhttp://www.inves-
tigacionenlaescuela.es/articulos/63/R63_2.
pdf>. (Consultado el 26 de abril de 2015).
GARCÍA PÉREZ, F.F. (Ed.) (1991). Didáctica de las
Ciencias Sociales: Geografía e Historia. Estado de
la cuestión. Sevilla: Secretariado de Publicacio-
nes de la Universidad de Sevilla.
GARCÍA PÉREZ, F.F. (2000). Un modelo didáctico
alternativo para transformar la educación: el
Modelo de Investigación en la Escuela. Scripta
Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias
Sociales, ,9  http://www.ub.edu/geo-
crit/sn-64.htm>. (Consultado el 20 de marzo
de 2015).
GARCÍA PÉREZ, F.F. (2001). El conocimiento es-
colar en una didáctica crítica. En Mainer, J.
(Coord.), Discursos y prácticas para una didác-
tica crítica: ideas y líneas de trabajo para transfor-
mar la enseñanza. Sevilla: Díada, pp. 119-140.
GARCÍA PÉREZ, F.F. (2002). Concepciones de los
alumnos y conocimiento escolar. Un estudio
en el ámbito del medio urbano. Enseñanza de
las Ciencias Sociales, 1, 17-25.
GARCÍA PÉREZ, F.F. (2007a). El conocimiento
cotidiano como referente del conocimiento
escolar. Ávila Ruiz, R. Mª, López Atxurra, R.
y Fernández de Larrea, E.(Eds.), Las competen-
cias profesionales para la enseñanza-aprendizaje
de las Ciencias Sociales ante el reto europeo y la
globalización. Bilbao: Asociación Universitaria
del Profesorado de Didáctica de las Ciencias
Sociales, pp. 481-498.
GARCÍA PÉREZ, F.F. (2007b). El profesorado y el
FRQRFLPLHQWRXQDUHODFLyQFRPSOHMDAndalu-
cía Educativa$FFHVLEOHHQhttp://
ZZZMXQWDGHDQGDOXFLDHVHGXFDFLRQSRU-
tal/com/bin/Contenidos/IEFP/ANDALU-
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 61 -
CIA_EDUCATIVA/ANDALUCIA_EDUCA-
TIVA/1200924028427_en_portada-_forma-
cixn_del_profesorado.pdf>. (Consultado el
18 de febrero de 2015).
GARCÍA PÉREZ, F.F. (2011). Geografía, proble-
mas sociales y conocimiento escolar. Ane-
kumene. Revista virtual. Geografía, cultura
y educación   http://www.ane-
kumene.com/index.php/revista/article/
view/24/23!&RQVXOWDGRHO GHMXQLRGH
2015).
GARCÍA PÉREZ, F.F. (2014). Ciudadanía partici-
SDWLYD\WUDEDMRHQWRUQRDSUREOHPDVVRFLDOHV
y ambientales. En Pagès, J. y Santisteban, A.
(eds.). Una mirada al pasado y un proyecto de
futuro: investigación e innovación en didáctica
de las ciencias sociales. Barcelona: Universitat
Autònoma de Barcelona, Servei de Publica-
cions, y Asociación Universitaria de Profe-
sorado de Didáctica de las Ciencias Sociales,
9RO  SS  $FFHVLEOH HQ http://
didactica-ciencias-sociales.org/wp-content/
uploads/2013/11/XXVSIMPO1_v2.pdf>.
&RQVXOWDGRHOGHMXQLRGH
GARCÍA PÉREZ, F.F. y DE ALBA, N. (2008).
¿Puede la escuela del siglo XXI educar a los
ciudadanos y ciudadanas del siglo XXI? Scrip-
ta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Cien-
cias Sociales, ;,,  >@ http://www.
ub.es/geocrit/sn/sn-270/sn-270-122.htm>.
&RQVXOWDGRHOGHMXQLRGH
GARCÍA PÉREZ, F.F. y PORLÁN, R. (2000). El
Proyecto IRES (Investigación y Renovación
Escolar). %LEOLR : 5HYLVWD %LEOLRJUiÀFD GH
Geografía y Ciencias Sociales9http://
www.ub.edu/geocrit/b3w-205.htm>. (Con-
sultado el 20 de marzo de 2015).
GIMENO LORENTE, P. (1994): ¿Puede la Insti-
tución Escolar contribuir en la construcción
de sociedades más racionales? La Institución
Escolar a la luz de la acción comunicativa. Re-
vista de Teoría de la Educación, IV, 93-126.
GIORDAN, A. y DE VECCHI, G. (1995). Los oríge-
nes del saber. De las concepciones de los alumnos a
ORVFRQFHSWRVFLHQWtÀFRV. Sevilla: Díada.
GRUPO INVESTIGACIÓN EN LA ESCUELA
(1991). Proyecto curricular “Investigación y Re-
novación Escolar” (IRES). (Versión provisional).
Folleto introductorio y cuatro volúmenes. Se-
villa: Díada.
*853(*8,-\0$,1(5-/D´FULVLVµ
de la escuela como problema. Modos de edu-
cación, crítica de la crítica y formas de resis-
tencia. Ponencias y materiales. XV Encuentro de
Fedicaria (Madrid, 2, 3 y 4 de julio de 2013), pp.
0DWHULDOGLVSRQLEOHHQhttp://www.
fedicaria.org/pdf/TEXTOS%20XV%20EN-
CUENTRO.pdf>. (Consultado el 26 mayo
de 2015).
LUIS GÓMEZ, A. (1998). Pragmatismo crítico,
DFDGHPLFLVPR FRJQLWLYR \ FXDOLÀFDFLyQ SUR-
fesional: transposición didáctica y formación
de profesores para la enseñanza de las Cien-
cias Sociales. %LEOLR : 5HYLVWD %LEOLRJUiÀFD
de Geografía y Ciencias Sociales http://
www.ub.edu/geocrit/b3w-128.htm>. (Con-
sultado el 20 de abril de 2015).
LUIS GÓMEZ, A. y ROMERO MORANTE, J.
(2007). Escuela para todos, conocimiento acadé-
mico y geografía escolar en España (1830-1953).
Santander: Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Cantabria.
MAINER, J. (Coord.) (2001a). Discursos y prácticas
para una didáctica crítica: ideas y líneas de trabajo
para transformar la enseñanza. Sevilla: Díada.
MAINER, J. (2001b). Innovación, conocimiento
escolar y didáctica crítica de las Ciencias So-
ciales. Con-Ciencia Social, 5, 47-78. Accesible
HQhttp://www.fedicaria.org/pdf/cs_com-
pletos/CS_5_2001.pdf>. (Consultado el 22 de
mayo de 2015).
MAINER, J. (2009). La forja de un campo profesional.
Pedagogía y didáctica de las ciencias sociales en
España (1900-1970)0DGULG&RQVHMR6XSHULRU
GH,QYHVWLJDFLRQHV&LHQWtÀFDV
MARTÍNEZ BONAFÉ, J. (2004). Esfera pública,
conocimiento escolar y didáctica crítica. Con-
Ciencia Social$FFHVLEOHHQhttp://
www.fedicaria.org/pdf/cs_completos/
CS_8_2004.pdf>. (Consultado el 22 de mayo
de 2015).
MATEOS, J. (2011). Genealogía de un saber escolar:
el código pedagógico del entorno. Barcelona: Oc-
taedro.
MERCHÁN, F.J. (2001). La producción del cono-
cimiento escolar en la clase de Historia. En
Mainer, J. (Coord.), Discursos y prácticas para
una didáctica crítica: ideas y líneas de trabajo para
transformar la enseñanza. Sevilla: Díada, pp.
141-150.
MERCHÁN, F.J. (2005). Enseñanza, examen y con-
trol. Profesores y alumnos en la clase de Historia.
Barcelona: Octaedro.
MERCHÁN, F.J. y GARCÍA PÉREZ, F.F. (2008).
Ciudadanía, políticas de la cultura y usos
públicos de la escuela. Un marco para la re-
ÁH[LyQ \ HO DQiOLVLV Con-Ciencia Social, 12,
15-19.
EL CONOCIMIENTO ESCOLAR EN EL CENTRO DEL DEBATE DIDÁCTICO. REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DOCENTE
Con-Ciencia Social, nº 19 (2015) pp. 49-62 / Francisco F. García Pérez
- 62 -
MORIN, E. (2001). La mente bien ordenada. Repen-
sar la reforma. Reformar el pensamiento. Barcelo-
na: Seix Barral.
PAGÈS, J. (2000). Un punto de vista sobre la Di-
dáctica de las Ciencias Sociales. Didáctica de
las Ciencias Experimentales y Sociales, 14, 3-21.
$FFHVLEOH HQ KWWSVRMVXYHVLQGH[SKS
dces/article/view/2920/2492>. (Consultado
el 20 de mayo de 2015).
3e5(= *Ð0(= $,  (O DSUHQGL]DMH
escolar: de la didáctica operatoria a la re-
construcción de la cultura en el aula. En Gi-
PHQR  - \ 3pUH] *yP H] $ , Comprender
y transformar la enseñanza. Madrid: Morata,
pp. 63-77.
PÉREZ GÓMEZ, A.I. (1995). La escuela, encru-
FLMDGDGHFXOWXUDV Investigación en la Escuela,
  $FFHVLEOH HQ http://www.inves-
tigacionenlaescuela.es/articulos/26/R26_1.
pdf>. (Consultado el 24 de mayo de 2015)
PÉREZ GÓMEZ, A.I. (1998). La cultura escolar en la
sociedad neoliberal. Madrid: Morata.
ROZADA, J.Mª. (1991). Sobre el desarrollo de
XQPpWRGRSDUDODHQVHxDQ]DGHODV&LHQFLDV
Sociales. Boletín de los CEPs de Avilés, Gijón,
Nalón y Oviedo. Geografía, Historia y Ciencias
Sociales, 7/8, 16 pp.
SOUTO, X.M. (2011). La construcción del co-
nocimiento escolar en la sociedad de las co-
municaciones. Una propuesta del Proyecto
Gea-Clío. Investigación en la Escuela, 75, 7-19.
$FFHVLEOHHQhttp://www.investigacionen-
laescuela.es/articulos/75/R75_1.pdf>. (Con-
sultado el 22 de mayo de 2015).
VIÑAO, A. (2001). Culturas escolares, reformas e
innovaciones educativas. Con-Ciencia Social,
5, 25-46.
VIÑAO, A. (2006). La historia de las discipli-
nas escolares. Historia de la educación: Revista
interuniversitaria, 25, 243-269.
... Desde la aplicación de este componente se puede indagar cómo es la relación del futuro docente novel con el conocimiento escolar, puesto que ha sido socializado en un entorno disciplinar. No se olvide que el contenido del currículo oficial y su concreción en los libros de texto se sigue representando como el único conocimiento escolar posible (García Pérez, 2015). Sin embargo, está comprobada su efectividad integrando problemas sociales relevantes (García Pérez, 2016;Jiménez y Felices, 2018). ...
... Por ello, desde que la impartimos, hemos elaborado un recorrido que transita por diversas estaciones recogidas en la Guía Docente, destinadas, no sin resistencias, a analizar y desmontar concepciones tradicionales en cuanto a finalidades y usos del conocimiento geográfico en Secundaria; a situar al alumnado de manera crítica y razonada en el proceso de enseñanza y aprendizaje de esta materia, teniendo en cuenta los diversos contextos educativos; y a estimular su reflexión acerca de la praxis docente. Este modelo contempla a su vez las diferentes dimensiones que integran el conocimiento escolar de la Geografía en Secundaria: la epistemológica, la psicológica, la genética, la sociológica y la ideológica (García Pérez, 2015). ...
Article
Full-text available
Habiendo transcurrido más de doce años desde la implantación del Máster en Profesorado de Educación Secundaria en España, esta formación precisa de mejoras para afrontar los retos del siglo XXI. Se requiere de una reflexión constante en y sobre la práctica que optimice los procesos formativos. Por ello, el presente artículo tiene como objetivo analizar un plan formativo desarrollado en la especialidad de Ciencias Sociales, Geografía e Historia del Máster en Profesorado, en un contexto particular, como el ocasionado por la pandemia del COVID-19 declarada por la OMS en marzo de 2020. Desde un enfoque evaluativo se analiza la formación ofrecida para la enseñanza de la Geografía y su impacto en el alumnado. La investigación, que cuenta con una muestra de 42 sujetos, se sirve de técnicas e instrumentos como la observación directa y las producciones del alumnado, que son examinadas a partir del análisis del discurso y el análisis de contenido. Los resultados son positivos, pues desde posturas iniciales marcadas por la formación disciplinar y las reticencias hacia el Máster, los estudiantes han cambiado sus concepciones epistemológicas sobre la enseñanza y el aprendizaje FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD DOCENTE DURANTE LA PANDEMIA. EVALUACIÓN DE UNA EXPERIENCIA Teacher Identity Formation During The Pandemic. Evaluation of an Experience.
... Dicho lo anterior, una de las finalidades educativas de la universidad ha de orientarse hacia la consecución de mayores cotas de igualdad en el espacio geográfico, teniendo en cuenta cómo los niños viven la ciudad y cómo son las relaciones de poder entre estos y los planificadores adultos de los espacios públicos. Pensamos que es necesario, desde la función docente, dar un decidido paso cultural y político para fortalecer la democracia real en un escenario de intermediación donde el profesorado ha de estar presente realizando lecturas críticas del espacio, teniendo en cuenta las distintas escalas vinculando el conocimiento geográfico, el escolar y el profesional con el cotidiano o experiencial de su alumnado (García Pérez, 2015). ...
Article
La escuela puede fomentar una lectura crítica y transformadora del espacio geográfico para activar a la ciudadanía infantil en las sociedades democráticas. En esta investigación acción se muestra el proceso de formación seguido con estudiantes de Grado en Educación Infantil. El estudio parte de una pregunta: ¿cómo podemos incrementar la calidad del pensamiento geográfico en el futuro docente novel para fortalecer el derecho de las infancias a la participación ciudadana? Los resultados muestran las posibilidades de realizar un proceso de reflexión progresiva sobre la práctica docente y el pensamiento geográfico en tres contextos: el aula universitaria, el aula escolar de la fase del Practicum y el trabajo de campo realizado en un espacio público urbano. El ejercicio reflexivo en la formación inicial docente sobre el espacio geográfico vivido puede contribuir a la consecución de una mayor justicia social a favor de los y las infantes.
... dimensión epistemológica (los tipos de conocimiento, su validez, sus cambios...), una dimensión psicológica (en cuanto que obliga a tener en cuenta los mecanismos de aprendizaje del alumnado), sociogenética (pues el conocimiento se gesta históricamente en determinados contextos) e ideológica (dado que la opción por un tipo de conocimiento u otro es, en último término, una opción ideológico-política en educación). Un buen planteamiento didáctico tiene que considerar, de manera integrada, todas esas dimensiones(García Pérez, 2015).Extraña, sin embargo, que, siendo los docentes de geografía expertos en ese campo de conocimiento, la relación con el mismo sea con frecuencia superficial y limitada al ámbito de la aplicación del currículum, por lo general a través del uso del libro de texto. De esta forma se suele considerar fuera de discusión -y no tendría por qué ser así-estas tres cuestiones: que los contenidos de los libros de texto reflejan exactamente los contenidos del currículum oficial; que esos contenidos son el mejor resumen del conocimiento científico geográfico; y que el conocimiento elaborado por los geógrafos puede ser directamente trasladable al aula para ser enseñado. ...
Article
Full-text available
La idea de trabajar en torno a problemas está presente de forma constante en los debates sobre la enseñanza, especialmente cuando se tratan temáticas sociales y ambientales. De hecho, la enseñanza orientada como trabajo sobre problemas, o sobre cuestiones dilemáticas o controvertidas, se nos presenta, a lo largo de la historia de la educación, bajo modalidades diversas, las más de las veces poniendo el énfasis en la metodología didáctica, otras en la presentación de los contenidos, otras como proyecto de investigación, o como modelo didáctico en su globalidad. En todo caso, en cualquiera de esas variantes está presente la idea de un problema que ha de abordarse y un cierto camino a seguir (método) para desarrollar esa tarea. Y en ese núcleo se centra el artículo, más allá de las especificidades de las modalidades citadas. En ese sentido, se analizan las dificultades y las posibilidades (que son, asimismo, retos) de llevar a la práctica este modelo, como la mejor opción de educación para la ciudadanía frente a los graves problemas de nuestro mundo.
... dimensión epistemológica (los tipos de conocimiento, su validez, sus cambios...), una dimensión psicológica (en cuanto que obliga a tener en cuenta los mecanismos de aprendizaje del alumnado), sociogenética (pues el conocimiento se gesta históricamente en determinados contextos) e ideológica (dado que la opción por un tipo de conocimiento u otro es, en último término, una opción ideológico-política en educación). Un buen planteamiento didáctico tiene que considerar, de manera integrada, todas esas dimensiones(García Pérez, 2015).Extraña, sin embargo, que, siendo los docentes de geografía expertos en ese campo de conocimiento, la relación con el mismo sea con frecuencia superficial y limitada al ámbito de la aplicación del currículum, por lo general a través del uso del libro de texto. De esta forma se suele considerar fuera de discusión -y no tendría por qué ser así-estas tres cuestiones: que los contenidos de los libros de texto reflejan exactamente los contenidos del currículum oficial; que esos contenidos son el mejor resumen del conocimiento científico geográfico; y que el conocimiento elaborado por los geógrafos puede ser directamente trasladable al aula para ser enseñado. ...
Article
Full-text available
Educar para la ciudadanía es una finalidad básica de la educación en el mundo de hoy, dados los graves problemas sociales y ambientales actuales. La enseñanza de la Geografía puede contribuir decisivamente a esa finalidad. Sin embargo, la situación real de la enseñanza muestra que ese objetivo educativo no se está consiguiendo. Ello se debe a múltiples dificultades, entre las cuales se pueden destacar la escasa reflexión epistemológica sobre los contenidos a enseñar, el tipo de conocimiento escolar recogido en los libros de texto y las características de la cultura escolar tradicional. Para superar esta situación, se propone la opción educativa de reorientar los contenidos de las disciplinas escolares, y concretamente de la Geografía, hacia un modelo de trabajo en torno a problemas sociales y ambientales. Ello exige, asimismo, formar al profesorado en una cultura profesional que les permita actuar como verdaderos educadores de ciudadanas y ciudadanos responsables y comprometidos con dichos problemas.
... Por todo ello, los resultados alcanzados deben ayudar a abrir nuevas líneas de investigación que superen los estudios que evalúan el nivel de conocimiento histórico del alumnado, para trascender a otro tipo de investigaciones centradas en la mejora de la formación del profesorado para la enseñanza de la historia. En este sentido, sería interesante ampliar los trabajos sobre cómo las concepciones epistemológicas y el conocimiento del contenido pedagógico del profesorado (Gess-Newsome y Lederman, 1999;Shulman, 1987) influyen en la construcción del conocimiento escolar histórico del alumnado (García, 2015). En el caso de los maestros en formación inicial, como afirman Evans (1994) o Yeager y Davis (1996), sus creencias sobre la historia pueden tener gran implicación en cómo la enseñarán en el futuro, de ahí la necesidad de profundizar en este campo. ...
Article
Full-text available
Este artículo analiza la evolución de la investigación sobre pensamiento histórico a partir de las tesis doctorales nacionales e internacionales de los últimos veinticinco años. Para ello, se ha seguido un proceso sistemático de búsqueda en las principales bases de datos a nivel mundial, que ha reportado un total de 163 tesis doctorales. Estos trabajos se han analizado desde un enfoque metodológico cuantitativo descriptivo, con el programa de análisis estadístico SPSS y la herramienta Voyant Tools. Los resultados nos ofrecen información acerca del número de investigaciones realizadas, su evolución en el tiempo, los países, idiomas y universidades de mayor producción, y las principales temáticas trabajadas. Concluimos que, pese al aumento de las tesis doctorales sobre pensamiento histórico en los últimos años, continúan existiendo vacíos en la investigación apenas abordados. In this article the evolution of research on Historical Thinking is analyzed based on national and international dissertations defended in the last twenty-five years. For this, we have followed a systematic search process in the main databases worldwide, which has reported a total of 163 dissertations. These works have been analyzed from a descriptive quantitative methodological approach, with the SPSS statistical analysis program and the Voyant Tools tool. The results offer us information about the number of researches carried out, their evolution over time, the countries, languages and universities with the highest production, and the main topics studied. We conclude that, despite the increase in doctoral thesis on Historical Thinking in recent years, there are still research gaps that have hardly been studied.
Chapter
Education for active citizenship is a fundamental dimension of education, especially in the context of today's world. This is proclaimed by educational institutions and authorities, and has been incorporated into official curricula. But the reality of school is frequently incoherent with those statements. Indeed, the predominant school culture is a factor that conditions the activity of teachers as educators for citizenship. Research carried out in Andalusia (Spain) shows the difficulties teachers have in incorporating any education for citizenship into their subjects. Likewise, projects and initiatives coming from non-formal education are insufficiently exploited. These investigations also indicate that educational proposals organized around social and environmental problems facilitate the integration of education for citizenship into the school curriculum and the training of teachers as educators of citizens by getting them involved in these innovative experiences.
Article
Full-text available
Este artículo busca dar cuenta de las finalidades de las orientaciones declaradas en ciencias naturales expedidas por el Ministerio de Educación Nacional de Colombia. Esta es una de las categorías para la caracterización del conocimiento escolar de dichas orientaciones. El estudio se adelanta en el marco del Doctorado Interinstitucional en Educación. La investigación se desarrolló según el enfoque cualitativo desde una perspectiva interpretativa a través del método del estudio de caso. Se examinaron los Lineamientos curriculares, los Estándares básicos de competencias y los Derechos básicos del aprendizaje para el área de ciencias naturales y educación ambiental a través del análisis de contenidos con apoyo del software Atlas.ti. Como resultados se destacan: el aporte del conocimiento escolar en ciencias para la construcción de una ciudadanía responsable; el conocimiento científico como el principal referente de las finalidades; el propósito de desarrollar actitudes, prácticas y valores; y cómo el conocimiento científico se puede convertir en la base para continuar con la formación académica o para afrontar la vida laboral y productiva. Se plantean nuevas necesidades de investigación, por ejemplo, cómo relacionar estas finalidades de formación de ciudadanos con los contenidos propuestos.
Article
Full-text available
En los dos decenios finales del siglo XX se generó un debate sobre las posibilidades de mejorar la enseñanza de las ciencias sociales desde el tratamiento de los problemas sociales y ambientales. Los principales grupos de innovación presentaron propuestas de formación del profesorado y elaboración de materiales y metodologías para llevar adelante estas iniciativas. Algunos grupos, como GREDICS, IRES y Gea-Clío, han continuado con estos programas de trabajo, que se han denominado de diferentes maneras: problemas socialmente relevantes, cuestiones socialmente vivas, temas socialmente controvertidos, no siempre coincidentes en sus finalidades. Sin embargo, su aplicación en los currículos escolares es escasa, tanto por problemas de formación docente como por las suspicacias ideológicas que aparecen en el seno de la comunidad escolar. En este artículo nos remontamos a los antecedentes del siglo XX, donde formulamos un proyecto curricular con estos presupuestos. Más adelante analizamos los resultados obtenidos en la investigación educativa en las relaciones entre problemas sociales y escolares, un camino de ida y vuelta que muestra la pertinencia de esta metodología para favorecer una actitud participativa ciudadana por parte de las personas que ejercen el rol de alumnos y alumnas. Una implicación social que no sólo afecta al alumnado, sino también al resto de agentes educativos: profesorado, familias y administración educativa, pues los resultados del trabajo escolar afectan a la vida cotidiana.
Article
Full-text available
En el presente artículo se ponen en relación tres cuestiones que están en la base de cualquier propuesta de intervención para el desarrollo de una educación emancipadora: ¿Cómo entendemos lo público y el proyecto de educación y escuela pública? ¿Cómo en ese contexto pensamos el currículum y, por tanto, un determinado formato de selección cultural y su concreción en conocimiento escolar? Y, finalmente, ¿cómo todo eso tiene una traducción estratégica en una didáctica que se quiere crítica?
Article
Full-text available
The aim of this article is to answer the following question: can the school institution to collaborate to make our forthcoming societies the most rational and humanistic ones? First of all, it is argued that, if a school institution is able to get priority for its critical function, it can effectively contribute to improve the rationality of both the social and individual ways of life. For that to be possible, the school must organize its dynamics around the communicative rationality criteria. Second, it is marked that, in general, the school institution has a double nature, as well as, particularly, the school organization, showing the need ofr breaking the reductionist conceptions restricting the understading of the school phonomena when these are faced solely from an exclusive and particular wiewpoint; this double nature of the school relates with the two kinds of rationality technical and practical which pervade the school actions and functions. Third, the habermasian concept of communicative rationality is introduced as a norm reference for the life and dynamics of the school when its purpose is to contribute to reach a better rationality into society. All these arguments are embedded into the Critical Theory of Education.
Book
Full-text available
Se analizan la práctica de la enseñanza en la clase de Historia, concluyendo que la lógica que subyace en la dinámica de la clase está gobernada por tres vértices: la transmisión de conocimiento (enseñanza), la calificación (examen) y el control de la conducta de los alumnos.
Article
Full-text available
Geography, social problems and school knowledge. Geography usually taught at school frequently does not prepare students to understand and confront the serious social and environmental problems of our world. It can be observed, among others, in the type of school knowledge in the text books. But the simple change of knowledge in these books would not be a sufficient solution; a real change of school culture is necessary. In this sense, to work on relevant problems, with a perspective of school research, is an alternative that can contribute to the transformation of school education and, at the same time, to the teachers’ professional development. Full text: http://www.anekumene.com/index.php/revista/article/view/24/23.
Book
Didactics of Social Sciences: Geography and History. Status of the art. Aportacions of various authors regarding the status of the teaching of History in Spain in the early nineties.
Book
Learning by researching. A methodological proposal based on research. In this book the authors develop a didactic methodology based on the student's research / a, offering possibilities (within a constructivist view of learning) for teachers of different educational levels and different curricular areas can adapt it to their particular context. Contents: 1. Why research in the classroom? 2.. How research in the classroom? 3. Two case studies of classroom research 4. Role of the teacher and the student in a research methodology 5. A teaching model based on research
Article
Citizenship, politics of culture and public uses of the school. A framework for reflection and analysis. A critical approach to citizenship education in school.