En el año 2008, el científico colombiano Alejandro Jadad, publicó un paper en donde definió la salud como la capacidad de los individuos para adaptarse y manejar los desafíos físicos, emocionales y sociales que se presentan durante la vida1 (Jadad A. 2008).
El enfoque subyacente a esta definición orientó en Barranquilla (Colombia) un conjunto de ejercicios académicos e investigativos, relacionados con la prevención de la diabetes tipo 2, en los cuales se basan los capítulos del presente libro. A la par, estos ejercicios hacen parte del programa Generación Vida Nueva Hiperglucemia en el Embarazo, una estrategia regional de intervención intergeneracional patrocinada por la World Diabetes Foundation, que busca romper el ciclo de la diabetes mediante intervenciones desde el embarazo y en el curso de la vida de la mujer y su descendencia.
Desde la creación de la OMS hasta nuestros días, la salud ha sido entendida como el estado completo de bienestar físico, mental y social del ser humano
(OMS 19482). Han pasado más de 70 años en que esta concepción ha orientado a autoridades, académicos y prestadores de salud en el desarrollo de estrategias para alcanzar ese objetivo en la población. Pero si bien han logrado impactar el perfil epidemiológico de la humanidad, han sido limitadas para aproximarse a aquel ideal de la OMS. Como respuesta, la nueva corriente propone replantear el actual marco conceptual, haciendo del individuo no sólo un actor sino también coautor de su propio libreto, que busca mantener la buena salud y la calidad de vida.
Hoy por hoy se comprende mejor que las decisiones de individuos debida- mente informados, el autocuidado y la forma como vivimos pueden incluso transformar el entorno, y llevarnos a mejores resultados en el tema de la salud. Estamos hablando, por supuesto, de estilos de vida saludables.
El estilo de vida, según la OMS (19863), es la “forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales”. Cuando esa interacción se traduce en hábitos que contribuyen a mantener o mejorar el estado de salud, los estilos de vida adquieren el carácter de saludables. Se trata, entonces, de fortalecer la capacidad del individuo para enfrentar los desafíos que se derivan de esa interacción.
Los autores de este libro, investigadores de varias disciplinas, comparten que las adopciones de hábitos saludables implican la creación de capaci- dades no sólo del sistema de salud, sino también en el mismo individuo. Y que esto se traduce en la necesidad de conocimiento y el desarrollo de habilidades en las personas para enfrentar las circunstancias del entorno que afectan su bienestar. En consecuencia, el soñado estado de completo bienestar no es en este libro la equivalencia de salud, sino una manifes- tación de la misma.
Bajo este enfoque, los capítulos que lo componen pretenden mostrar algunos ejercicios teóricos y empíricos relacionados con la prevención y manejo de la diabetes tipo 2, desde diferentes disciplinas. Los seis temas
2 Organización Mundial de la Salud (1948). Constitución de la Organización Mundial de la Salud.
3 WHO (1986). Life styles and Health. Rv.Social Science and Medicine, 22 (2): 117-124
que tocan se refieren a cambios en el entorno del individuo, los efectos de la interacción que se espera entre entorno e individuo, el compromiso del individuo frente a la recomendación clínica cuando esa interacción genera desequilibrios en él, los hábitos nutricionales cuando el fenómeno se produce en edad temprana, el autocuidado en una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes tipo 2 y el potencial de las redes interperso- nales para la difusión de las practicas saludables.