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Sociedad Colombiana de Urología
urol.colomb. Vol XXII, No. 1: pp. 18-29, 2013
Artículo Original
Recibido: 25 de septiembre de 2012.
Aceptado: 15 de febrero de 2013.
Perfil orgásmico en universitarias de ciencias
de la salud*
María Teresa Quintero1, Margarita Gómez2 y Juan Fernando Uribe3
Docente de Enfermería. Grupo de investigación Emergencias y Desastres,
Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia1
Docente de Medicina. Grupo de investigación de la práctica de enfermería
en el contexto social –GIPECS–, Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia2
M.D., Urólogo, Medicina Sexual. Medellín, Colombia. jfuribe@une.net.co3
* Producto de la investigación “El Orgasmo Femenino en Estudiantes Universitarias de Medellín, Colombia”
Diseño del estudio: observacional descriptivo
Nivel de evidencia: III
Los autores declaran que no tienen conflictos de interés.
Resumen
Introducción: La salud sexual se considera un elemento esencial de bienestar en el ser humano; desde
esta perspectiva, el tema del orgasmo normal, retardado o ausente, es fundamental al estudiar la función y
disfunción sexual femenina. Objetivo: Describir el perfil orgásmico en una población universitaria feme-
nina y los fenómenos asociados. Materiales y métodos: Estudio descriptivo, cuantitativo de 303 mujeres,
entre los 18 y 39 años, pertenecientes a facultades del área de la salud de la Universidad de Antioquia, en
Medellín (Colombia). Para indagar el fenómeno se utilizó una encuesta estructurada no probabilística
con 16 variables. El estudio se hizo respetando los principios éticos y para el análisis exploratorio se usó
el programa SPSSTM versión 18.0. Resultados: Se encontró un 3,3% de anorgasmia y 37% de multiorgás-
micas, con 2 (48,73%) o 3 (36,13%) orgasmos. Un 43,6% manifestaron fingir los orgasmos por diferentes
razones. Los estímulos vaginales se dividieron en clitoridianos (57,35%), medio vaginales (19,82%) y vagi-
nales profundos (22,41%). La necesidad de autoestímulo para conseguir el orgasmo fue de 10%; el placer
asociado a la estimulación suprapúbica se encontró en 41,3%; la presencia de microrgasmos o preorgasmos
en 77,6% y la pérdida de orina en un 9,9%. Conclusiones: La anorgasmia de 3% o 1/20 fue muy baja,
adecuada para pacientes jóvenes con una media de edad de 23 años. Menos del 40% de las encuestadas
manifestaron ser multiorgásmicas, lo que refuerza la idea que es un mito. 4/10 de las encuestadas fingen
orgasmos por diferentes razones, lo que amerita realizar un estudio cualitativo que explique este compor-
tamiento en pacientes sanas. Los estímulos vaginales fueron preferentemente clitoridianos como lo reporta
la literatura. La necesidad de autoestímulo para conseguir orgasmo fue muy baja, lo que puede implicar
desconocimiento de técnicas que mejoren la respuesta sexual. El estímulo suprapúbico asociado al orgasmo
es alto, relacionado posiblemente con la vía vagal del estímulo femenino. Los microrgasmos o preorgasmos
ocurren en alto porcentaje de las encuestadas, lo que implica que hacen parte habitual de la “arquitectura
del orgasmo”. La pérdida de orina y otros fenómenos urinarios fueron bajos, concordantes con la edad de
las pacientes, puesto que estos fenómenos son de edades más tardías.
Palabras clave: sexualidad femenina, disfunción sexual femenina, orgasmo.
PREMIO FUNDADORES XLVII CONGRESO CAU-COLOMBIA 2012
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Perl orgásmico en universitarias de ciencias de la salud
Revista Urología Colombiana
Orgasmic profile in university females of health sciences
Abstract
Introduction: Sexual health is considered one of the elements in the human satisfaction, within this,
normal orgasm, delayed or absent, is a base to study the female sexual function and dysfunction. Purpose:
To describe orgasm and associated phenomena in a female university population. Methods: Descriptive
study of 303 women between 18 and 39 years old, belonging to schools in health area from Universidad de
Antioquia in Medellin, Colombia. To investigate this phenomenon we used a 16 question structured. The
study was conducted in compliance with ethical principles and the exploratory analysis used SPSSTM version
18.0. Results: 3.3% of anorgasmia and 37% of multi-orgasmic, most of these reported having 2 (48.73%) or
3 (36.13%) orgasms. 43.6% said they simulated orgasms for different reasons. The stimuli were divided into
clitoral (57.75%), medium vaginal (19.82%) and deep vaginal (22.41%). Orgasm with self-stimulation was
10%; the pleasure associated with suprapubic stimulation was 41.3%; microrgasms or preorgasms in 77.6%
and urine loss in 9.9%. Conclusions: Anorgasmia was very low, adequate for a very young population with
a mean age of 23 years. Less than 40% of respondents reported mutiorgasm; this reinforces the idea that
it is a myth.4/10 respondents simulate orgasms for different reasons. Further studies are needed to explain
this behavior. Stimuli were preferentially clitoral as reported in literature. The need for self-stimulation to
achieve orgasm was very low (10%), which may implies lack of knowledge about techniques that improve
sexual response. Suprapubic stimulation orgasm was high, possibly related to the female vagal pathways.
Preorgasms or microrgasms occur in high percentage, implying that make a regular part of the “architec-
ture of orgasm”. The loss of urine and other urinary phenomena were low, consistent with age, since these
phenomena are of later ages.
Key words: female sexuality, female sexual dysfunction, orgasm.
INTRODUCCIÓN
La salud sexual se considera uno de los ele-
mentos de bienestar en el ser humano; en esta
perpectiva, el orgasmo normal, inhibido (retar-
dado) o ausente, es uno de los pilares fundamen-
tales de la función y disfunción sexual femeni-
na. Múltiples estudios asocian la calidad de
vida con la actividad sexual; sin embargo, son
escasos los estudios específicos que relacionan
una mejor calidad de vida y la ocurrencia de or-
gasmos. Adicionalmente, la caracterización del
estado “normal” es clave en sexualidad para es-
tablecer una base de entendimiento que pudiera
denominarse “puericultura sexual” (1, 2).
Se supone en un modelo ideal de la sexuali-
dad, cada actividad sexual debe concluir en un
orgasmo y que no tener orgasmos es una causa
frecuente de disfunción sexual y, por tanto, de
insatisfacción y alteración de la calidad de vida.
En el estudio más difundido hasta la fecha
(Sexual dysfunction in the United States: prevalence
and predictors, 1999), la disfunción sexual feme-
nina general se estimó en 43% (vs. 31% en hom-
bres) con un 25,72% de problemas del orgasmo,
lo que es una cifra significativa para estos tras-
tornos, muy semejante al resultado (25,50%) ob-
tenido en uno de los pocos estudios colombia-
nos que existen realizado en Bogotá por la Dra.
Sandra García Nader y sus colaboradores (3, 4).
El número y tipo de orgasmos está influido,
además de los factores orgánicos, por etnicidad
e idiosincrasia que hacen muy valiosos los datos
de los estudios locales que apenas se están reali-
zado; además, conlleva mitos sobre la anorgas-
mia perpetua y el fingimiento que se convierten
en “verdades pseudocientíficas” que deben ser
reevaluadas por investigaciones que aporten da-
tos científicos adicionales a estudios como los
de Laumann o García (3, 4).
De acuerdo a lo anterior, la pregunta de in-
vestigación que plantea el estudio es: ¿Cuáles
son los rasgos que caracterizan el orgasmo de
la comunidad femenina que hace parte de tres
facultades del área de la salud de la Universidad
de Antioquia?
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Sociedad Colombiana de Urología
MARCO TEÓRICO
Cuando se habla de orgasmo femenino es
muy importante recordar que cada mujer es
única y que dependiendo de su genética y de su
cultura, cada una responde de manera diferente
al estímulo sexual, por lo que no es posible es-
perar respuestas homogéneas y menos que, en
sujetos de estudio sobre temas de la sexualidad,
las respuestas se distribuyan como si fueran en
una línea recta predecible (5-11).
La definición clásica de orgasmo femenino dice
que consiste en un pico sensorial, variable y tran-
sitorio, de intenso placer que crea un estado al-
terado de conciencia, que inicia usualmente con
salvas de contracciones involuntarias, rítmicas,
de la musculatura pélvica estriada circumvaginal,
con la presencia concomitante de contracciones
uterinas, anales y miotonía; dichas contracciones
resuelven parcial o totalmente la vaso congestión
regional, sexualmente inducida, para devenir
todo ello en una sensación ulterior de bienestar,
relajación y contento (12-14).
Otra dos definiciones complementarias se-
ñalan que el orgasmo es un pico de intensidad
de excitación generado por: (a) “[…] estimu-
lación aferente y re-aferente de los receptores
sensoriales visceral y/o somáticos, activado
exógenamente y/o endógenamente”, y/o (b)
“[…] proceso cognitivo de alto orden, seguido
por una liberación y resolución (decremento) de
la excitación”. Sin embargo, debe considerarse
la posibilidad que estas definiciones no tengan
el alcance suficiente para describir el fenómeno
en algunas mujeres y, por tanto, aun teniendo
orgasmos ellas no sean capaces de identificarlo
como tal (15, 16). En este orden de ideas, la defi-
nición de desorden orgásmico sería “[…] sensación
marcadamente disminuida en la intensidad de
sensación orgásmica o marcadamente retardada
a pesar de una adecuada estimulación”(17).
La edad es una variable a considerar siem-
pre que se mencionen aspectos relacionados con
el orgasmo. En las edades extremas de comien-
zo y finalización de la vida sexual es más fre-
cuente que existan problemas relacionados con
cualquiera de los grupos de disfunción sexual,
incluyendo el orgasmo, aunque por motivos di-
ferentes. En la juventud usualmente el problema
se genera por temor o inexperiencia y en el otro
extremo de la vida por alteración del tejido, is-
quemia o fibrosis. Sin embargo, es la época de la
menopausia la más crítica para el padecimiento
de todo tipo de disfunciones sexuales, incluyen-
do las del orgasmo (18-21).
Según el FSFI (Female Sexual Function Index)
el dominio de orgasmo está compuesto por tres
sub-dominios: frecuencia, dificultad y satisfac-
ción (22). La frecuencia de los orgasmos es un
tema donde no existe acuerdo, puesto que los
estudios muestran que el porcentaje de muje-
res que habitualmente tienen orgasmos en sus
relaciones sexuales es tan variable como de 17
a 41%, lo que puede indicar la influencia de la
etnicidad y aspectos culturales, pero también de
las técnicas para recolectar los datos: en Sura-
mérica, por ejemplo, el porcentaje calculado
para tener “orgasmo siempre” es de 22% en al-
gunos estudios; pero cuando la palabra “siem-
pre” se cambia por “casi siempre” o “algunas
veces”, el resultado es por completo diferente,
con un aumento hasta cifras superiores al 50 %
en las fallas en conseguir orgasmo (21, 22).
La anorgasmia (ausencia completa de orgas-
mos durante la relación sexual) es un problema
común que afecta un porcentaje estimado entre
24 y 37% de mujeres en todas las edades. En una
revisión de 34 estudios, los porcentajes que in-
cluían anorgasmia, dificultades orgásmicas o des-
órdenes relacionados con el orgasmo oscilaban
entre 20% hasta 50% (23, 24). En otros estudios
como el SWAN (Study of Women Health Across the
Nation) se utilizó el concepto “placer emocional”
y no el de orgasmo, y lo consideró muy bueno
en 59% y negativo o muy leve en 10% de las en-
trevistadas (25-27); otros como el “Estudio Global
de Actitudes y Comportamiento Sexual” realizado en
Brasil dividen la imposibilidad para alcanzar el
orgasmo en: frecuente (4,5%), periódica (13% ) u
ocasional (4,5%). La anorgasmia perpetua, com-
pleta o definitiva, ha sido un tema poco revisado
y casi no se encuentran cifras específicas para este
trastorno (26, 28).
El número usual de orgasmos durante una
misma relación es variable y, aunque el multior-
gasmo puede ser también un mito, en las mu-
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Perl orgásmico en universitarias de ciencias de la salud
Revista Urología Colombiana
jeres es altamente posible, neurológicamente
explicado y bioquímicamente respaldado, por
lo que se constituye en otra variable a analizar
en este trabajo.
La posibilidad que algunas mujeres finjan el
orgasmo ha convertido este subtema en un autén-
tico mito. Está claro en la literatura que las cifras
varían desde el 20 hasta el 70 %, según la fuente
y que es completamente diferente, si es juzgado
por las mujeres a si lo es por sus parejas. Un por-
tal femenino de Chile encontró un 70 % de fingi-
miento del orgasmo en 500 mujeres encuestadas.
En el “Informe Hite” que es de corte cualitativo,
quedó claro que la mayoría de los hombres no
saben cuando una mujer tiene un orgasmo y, en
general, las cifras son confusas (29-34).
El tipo de estímulo que la mujer prefiere o ne-
cesita para alcanzar un orgasmo varía entre los
sitios de estímulo, con posibilidad de mezclas.
Esto es clave porque el estímulo correcto marca
la diferencia entre conseguir o no el orgasmo,
aun para mujeres sanas. Los sitios reconocidos
son: clitoridianos, medio vaginal, vaginal pro-
fundo y otros como los vagales o rectales que
apenas están siendo estudiados y que represen-
tan complementos en las zonas erógenas de las
mujeres. El clítoris se caracteriza como la “par-
te del cuerpo humano más densamente inerva-
da”. El mayor porcentaje de las mujeres (65%
en promedio), experimentan orgasmo por esti-
mulación del clítoris y se reporta que todos los
orgasmos por esta vía siguen el mismo patrón
de reflejo sacro. Para otros autores, desde el mis-
mo Freud, lo han llamado también “orgasmos
inmaduros”, pero este concepto ha sido amplia-
mente superados en los años recientes. Sipski y
colaboradores han reportado la importancia de
un reflejo sacro intacto para experimentar or-
gasmo, pero de hecho algunas mujeres necesitan
estímulos sobre el área del pubis o encima de la
vejiga para tener orgasmos, lo que implican la
presencia de un reflejo vagal para un porcentaje
indeterminado de pacientes (33, 35-42).
La autoestimulación puede ser una manio-
bra útil para conseguir orgasmos con la pareja.
Las cifras de autoestimulación son muy varia-
bles según la fuente; si nos atenemos a datos de
autoras como Hite, se encuentra que el porcen-
taje puede ser tan alto como 75%. Es claro que
esto varía notablemente entre culturas y está
influido por factores externos (33). Heiman y
Meston han concluido que únicamente la reco-
mendación de masturbación dirigida para des-
órdenes del orgasmo de larga data cumple con
los criterios de un tratamiento bien establecido.
Sin embargo, las mujeres aprenden intuitiva-
mente que el autoestímulo puede ser una vía
eficaz para conseguir el orgasmo, independiente
del desempeño de su pareja. Sorprendentes va-
riaciones en el porcentaje de orgasmos pueden
encontrarse según el nivel cultural y hasta la
profesión de los sujetos de estudio, como las re-
portadas por Heli Alzate en su peculiar trabajo
con prostitutas vs. otras voluntarias realizado en
Manizales en 1994 que es un hito en la historia
sexológica de Colombia (34-36, 43).
Una nueva definición de microrgasmo es “un
fenómeno breve, de baja intensidad y generación
de placer que antecede al verdadero orgasmo”;
también conocida en la literatura como “preor-
gasmos”, que lo hacen un concepto atractivo
para revisar en un estudio general como el pre-
sente, si las mujeres realmente experimentan es-
tas micro-sensaciones antes del orgasmo, se po-
dría suponer, en un escenario de multiorgasmos,
que las mujeres manejan diferentes intensidades
de sensación. Para múltiples autores el preorgas-
mo corresponde a una segunda fase de la res-
puesta sexual, luego del aumento de la tensión
sexual (excitación), que puede ser repetitiva y que
termina en una tercera fase más intensa llamada
orgasmo (teleorgasmo u orgasmo final)(33, 44).
Tener algún fenómeno urinario asociado al
orgasmo (orina, incontinencia, salida abundan-
te de líquido vaginal), pertenece a los fenóme-
nos “paraorgasmo” que cada día cobran mayor
importancia. Hacia el futuro vendrán desarro-
llos nuevos como los muy interesantes estudios
que relacionan la apnea de sueño o la obesidad
en mujeres con problemas de deseo u orgasmo
inhibido (45, 46).
El manejo o tratamiento de los problemas
del orgasmo tiene pocas alternativas en la actua-
lidad. Las intervenciones se dividen en blandas
(soft) y duras (hard). Las primeras están más re-
lacionadas con terapia sexual y ejercicios. Las
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segundas, con medicamentos de acción central
o suplementos hormonales. Las recomendacio-
nes sobre desórdenes orgásmicos han tenido
muy pocas modificaciones o ninguna entre las
recomendaciones de manejo publicadas por la
ISSM (International Society of Sexual Medici-
ne) en el 2003 con las vigentes para el año 2012.
Dos conceptos son dominantes en las propues-
tas de tratamiento: uso de masturbación directa
y suspensión de medicamentos que puedan al-
terar el orgasmo como los SSRI (inhibidores de
recaptación de serotonina)(47).
Por supuesto, se esperan hacia el futuro medi-
camentos mejores que impacten sobre los neuro-
transmisores responsables del orgasmo a nivel ce-
rebral. Los estudios que refuerzan la definición,
percepción e incidencia pueden facilitar, además
de la identificación del problema, tratamientos
adecuados al tipo de población que se estudia y
representa a la comunidad en general.
Objetivos del proyecto
General
Describir el perfil orgásmico en una pobla-
ción universitaria femenina.
Específicos
• Caracterizar la población de estudiantes
desde el punto de vista demográfico.
• Describir las características y frecuencia de
los orgasmos en esa población.
• Identificar los tipos de estímulos vaginales
o extravaginales utilizados para lograr el or-
gasmo.
• Identificar si existe el fenómeno del micror-
gasmo.
• Cuantificar el fingimiento del orgasmo.
• Cuantificar el porcentaje de anorgasmia en
esta población.
• Describir otros fenómenos asociados al or-
gasmo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una investigación de corte cuantita-
tivo bajo las exigencias propuestas por los estudios
transaccionales descriptivos, que tienen como ob-
jetivo indagar dentro de una población elegida el
número de casos ocurridos en una o más variables
definidas para conocer el comportamiento del fe-
nómeno. El procedimiento consistió en ubicar en
diversas variables a un grupo de personas y pro-
porcionar su descripción. En este tipo de estudios
se puede partir de hipótesis; cuando se parten de
estas, ellas también son descriptivas. La muestra
fue “no probabilística”, pues la elección de las par-
ticipantes no dependió de la probabilidad obtenida
a partir de un procedimiento mecánico, o con base
en fórmulas, sino de los criterios propuestos en la
investigación (48). Según Sampieri la muestra no
probabilística se diferencia de la probabilística por-
que los elementos no dependen de la probabilidad
sino de las causas relacionadas con las caracterís-
ticas del investigador o del que hace la muestra.
Así, la muestra de este estudio estuvo conformada
por estudiantes mujeres matriculadas del cuarto
semestre en adelante, en tres de la facultades que
conforman el área de la salud en la Universidad de
Antioquia (medicina, odontología, enfermería),
que fueran mayores de edad y tuvieran vida sexual
activa, sin importar su tendencia sexual (49).
Se utilizó una encuesta estructurada con 16
preguntas de las cuales 11 tenían respuestas ce-
rradas, cuatro preguntas con opciones mixtas
(abiertas y cerradas) y una pregunta con res-
puesta abierta. Las preguntas abiertas buscaban
identificar elementos que permitan en el futuro
diseñar una investigación cualitativa sobre el or-
gasmo (Anexo 1. Encuesta sobre orgasmo feme-
nino en mujeres con vida sexual activa).
Los criterios de excusión fueron: mujeres
menores de edad (18 años) y no tener vida se-
xual activa. La elección de la muestra se hizo de
acuerdo a los objetivos del estudio, por lo tan-
to, los resultados no se pueden generalizar para
toda la población.
De acuerdo a la Resolución No. 008430 de
1993 del Ministerio de Salud de Colombia, so-
bre investigación en salud, el presente estudio se
clasificó como “sin riesgo”, ya que no se realizó,
ni modificó ninguna intervención intencionada
de las variables biológicas, fisiológicas, sicológi-
cas o sociales de los individuos que participaron
en el estudio; sin embargo, los investigadores
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Revista Urología Colombiana
consideramos que era de “mínimo riesgo” dado
que en el cuestionario se abordó un tema muy
íntimo para las mujeres que podría generar sen-
timientos de vergüenza u otros (50).
Para la recolección de los datos se presentó el
proyecto a las coordinadoras de bienestar de las
facultades del área de la salud a fin de solicitar su
apoyo para el acceso a las estudiantes que ayuda-
ron a ubicar los horarios y las aulas de los grupos
conformados por estudiantes de cuarto semestre
en adelante. En las aulas se presentó la investiga-
ción a las estudiantes y se les invitó a que leyeran
el acta de consentimiento informado y el cues-
tionario; después se les indicó que solo firmaran
el consentimiento quienes estuvieran dispuestas
a participar en el estudio y cumplieran con los
criterios de inclusión. Para garantizar el anoni-
mato todas permanecían en sus puestos con el
instrumento en su poder y pasados 10 minutos se
recogía el material a todo el grupo.
Este trabajo está inscrito en el sistema de
investigación universitaria de la Universidad
de Antioquia. Fue aprobado por el Comité de
Bioética de la Facultad de Enfermería. Para
el procesamiento de datos se utilizaron los si-
guientes programas: SPSSTM versión 18.0 y Ex-
celTM versión 2007.
RESULTADOS
Tabla 1. Edad, estado civil e identidad sexual.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
Rango de edad
18-25 años 244 81
26-30 años 30 10
Más de 30 años 27 9
Media edad 23 años
Estado civil
Solteras 255 84,7
Casadas 29 9,6
Unión libre 17 5,7
Identidad sexual
Heterosexuales 297 99
Homosexuales 2 0,7
Bisexuales 1 0,3
Tabla 2. Experimentación de orgasmos.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
Nunca 10 3,3
Siempre 73 24,3
Casi siempre 131 43,7
Algunas veces 72 24,0
Casi nunca 14 4,7
Figura 1. Experimentación del orgasmo
Tabla 3. Multiorgasmos.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
SI 112 38,6
NO 178 61,4
Figura 2. Multiorgasmos.
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Tabla 4. Cantidad de orgasmos que alcanza.
N: 303 Frecuencia Porcentaje
(%)
Porcentaje
válido
(%)
Dos 58 19,1 48,73
Tres 43 14,2 36,13
Cuatro 8 2,6 6,70
Más de
cuatro 10 2,3 8,40
NS/NR 184 60,7
Figura 3. Cantidad de orgasmos que alcanza.
Tabla 6. Tipo de estímulo preferido.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
Clitoridiano 201 57,75
Medio vaginal 69 19,82
Vaginal profundo 78 22,41
Figura 5. Tipo de estímulo preferido.
Tabla 5. Estímulo del pubis para alcanzar
orgasmo.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
SI 125 42,5
NO 169 57,5
Figura 4. Estímulo en el pubis
para alcanzar orgasmo.
Tabla 7. Necesidad de auto-estímulo.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
Si 31 10,2
No 246 81,2
NS/NR 26 8,6
Figura 6. Necesidad de auto-estímulo.
Tabla No 8. Presencia de microrgasmos.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
Si 235 77,6
No 43 14,2
NS/NR 25 8,3
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Figura 7. Presencia de microrgasmos.
Figura 8. Orgasmos fingidos.
Tabla 9. Fenómenos genitourinarios.
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
Pérdida de orina 30 9,9
Salida de abundan-
te liquido vaginal 119 39,27
No 134 44,22
NS/NR 20 6,6
Tabla 10. Orgasmos fingidos
N: 303 Frecuencia Porcentaje (%)
Si 132 43,56
No 150 49,50
NS/NR 21 6,9
DISCUSIÓN
En el estudio se encontró que 3,3% de las
encuestadas manifestaron ser anorgásmicas, lo
que equivale a 1 de cada 20, para una población
con una media de edad de 23 años. Comparado
con otros estudios que estudiaron anorgasmia,
dificultades orgásmicas o desórdenes relaciona-
dos con el orgasmo, con cifras variables entre
20% y 50%, este dato puede parecer bajo. No
obstante, debe notarse que las participantes son
muy jóvenes y el porcentaje equivale a las que
contestaron “nunca” cuando se les preguntó por
presencia de orgasmos, en contraste con 24,3%
que manifestaron que “siempre” tenían orgas-
mos (23, 24, 28).
El 37% manifestaron ser multiorgásmicas
(lo que equivale a 4/10 mujeres); este grupo ma-
nifestó tener dos orgasmos (48,73%), tres orgas-
mos (36,13%), cuatro orgasmos (6,70%), más
de cuatro orgasmos (8,40%). Un dato relevante
es que el 60,4% de encuestadas que manifesta-
ron no ser multiorgásmicas, debe repartirse en-
tre dos grupos disimiles: las que tienen un solo
orgasmo habitual (normal) y las anorgásmicas
(anormal).
La posibilidad que algunas mujeres finjan el
orgasmo varía en la literatura entre el 20 y el
70%, según la fuente. En el presente estudio se
encontró un 43,6% de encuestadas que manifes-
taron fingir los orgasmos por diferentes razones,
es decir cuatro de cada 10. Es necesario entrar
al terreno de los estudios cualitativos para deter-
minar mejor las causas que llevan a este com-
portamiento y este módulo del trabajo está en
desarrollo (29-32).
El tipo de estímulo que la mujer prefiere o
necesita para alcanzar un orgasmo varía entre
varios sitios de estímulo, con posibilidad de
mezclas. Los sitios de estímulo vaginal fueron:
clitoridianos (59,46%), medio vaginal (20,41%)
y vaginales profundos (23,07%); según esto en
seis de 10 encuestadas los estímulos vaginales
fueron preferentemente clitoridianos. El placer
asociado a la estimulación suprapúbica se en-
contró en 41,3%, es decir, que 4/10 encuentran
placer asociado al estímulo suprapúbico o su-
pravesical, lo que refuerza la idea del estímulo
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vagal como coadyuvante del estímulo vaginal
(33-40).
La necesidad de auto-estímulo para con-
seguir el orgasmo fue de 10%. Con respecto a
este tema, se sabe que las variaciones están muy
ligadas a la cultura, puesto que reportes como
el Hite mencionan cifras cercanas al 50 % en
preferencia de auto-estímulo, pero es cierto que
apenas 1/10 de las encuestadas manifestaron
la necesidad de autoestímulo, lo cual es nota-
blemente bajo; también es cierto que este dato
debería estudiarse en poblaciones con edades
mayores (33, 34, 41).
La presencia de microrgasmos o preorgas-
mos fue reportada en 77,6% de las encuestadas,
es decir en siete a ocho de cada 10, lo que le da
valor a esta percepción, que deberá sin embargo
ser mejor estudiada hacia el futuro, quizás con
investigación cualitativa, puesto que no queda
claro en el presente estudio si estos preorgasmos
o microrgasmos eran los únicos presentes en la
sexualidad de las encuestadas o si antecedían un
orgasmo de mayor intensidad que ocurría al fi-
nal (33, 34, 42).
Con respecto a fenómenos de “paraorgas-
mo” como la pérdida de orina y otros eventos
genitourinarios, el 44,2% manifestaron no tener
ningún fenómeno genitourinario. La liberación
de orina ocurrió en un 9,9%, es decir, una de
cada 10, concordante con la edad; la salida de
abundante líquido vaginal fue manifestada por
39,3% de las encuestadas pero este fenómeno de
ninguna manera es anormal, antes bien podría
considerarse un signo de salud endotelial a nivel
genital (43, 44).
RECOMENDACIONES
1. Deben extenderse este tipo de estudios a
otros grupos poblacionales femeninos, pues-
to que la presente muestra fue obtenida en
un grupo de pacientes jóvenes. Igualmente,
se deberían considerarse niveles educativos
y condiciones sociales contrastantes.
2. Recomendamos realizar un estudio cuali-
tativo complementario para comprender
mejor razones y actitudes de los hallazgos
de este estudio. Ese estudio ya se comenzó
aprovechando el diseño de la encuesta.
3. El desarrollo de un estudio específico con
hombres sobre la comprensión de sexuali-
dad femenina fue una solicitud recurrente
durante la consecución de la muestra.
CONCLUSIONES
1. La anorgasmia de 3% o 1/20 fue muy baja,
adecuada para pacientes jóvenes con una
media de edad de 23 años.
2. Menos del 40% de las encuestadas manifes-
taron ser mutiorgásmicas, lo que refuerza la
idea que es un mito.
3. 4/10 de las encuestadas fingen orgasmos
por diferentes razones, lo que amerita com-
plementar con un estudio cualitativo que
explique este comportamiento en pacientes
sanas.
4. Los estímulos vaginales fueron preferente-
mente clitoridianos como lo reporta la lite-
ratura.
5. La necesidad de auto-estímulo para conse-
guir orgasmo fue muy baja, lo que puede
implicar desconocimiento de técnicas que
mejoren la respuesta sexual.
6. El estímulo suprapúbico asociado al orgas-
mo es alto, relacionado posiblemente con la
vía vagal del estímulo femenino.
7. Los microrgasmos o preorgasmos ocurren
en alto porcentaje de las encuestadas, lo que
implica que hacen parte habitual de la “ar-
quitectura del orgasmo”.
8. La pérdida de orina y otros fenómenos uri-
narios fueron bajos, concordantes con la
edad de las pacientes, puesto que estos fe-
nómenos son propios de edades más tardías.
27
Perl orgásmico en universitarias de ciencias de la salud
Revista Urología Colombiana
ANEXO 1
ENCUESTA SOBRE ORGASMO FEMENINO
EN MUJERES CON VIDA SEXUAL ACTIVA
1. Edad:
2. Estado civil:
3. Identidad sexual:
a. Heterosexual
b. Homosexual
c. Bisexual
4. De acuerdo con su experiencia, defina el
orgasmo:
5. ¿Experimenta orgasmos en sus relaciones
sexuales?:
a. Siempre
b. Casi siempre
c. Algunas veces
d. Casi nunca
e. Nunca
6. En caso de haber respondido una opción
de Sí (a,b,c,d) a la pregunta número 5, ¿se
considera usted multiorgásmica?
a. Si
b. No
7. Si se considera multiorgásmica, ¿cuántos
orgasmos alcanza a experimentar en una
relación?
a. Dos
b. Tres
c. Cuatro
d. Más de cuatro
8. Algunas mujeres necesitan estímulos sobre
el área del pubis o encima de la vejiga para
alcanzar orgasmos, ¿necesita usted de este
tipo de estímulos?
a. Si
b. No
9. ¿Qué estímulo prefiere o necesita para al-
canzar un orgasmo?
a. Clitoridiano o clitoriano (superficial)
b. Medio vaginal (intermedio)
c. Vaginal profundo (profundo)
d. Estímulo en los senos
e. Juguetes__¿Cuál o cuáles? ____________
f. ¿Otras prácticas?__ ¿Cuál o cuáles?_____
g. Indiferente
h. No sabe
10. ¿Necesita auto-estimularse (masturbarse)
para conseguir orgasmos con su pareja?
a. Si
b. No
11. ¿Utiliza sustancias (alcohol, drogas) para
conseguir orgasmos con su pareja?
a. Si ___ ¿Cuál?______________________
b. No__
12. Al microorgasmo se lo considera como “un
fenómeno breve, de baja intensidad y gene-
ración de placer que antecede al verdadero
orgasmo”. ¿Tiene usted microorgasmos?
a. Si
b. No
13. ¿Le sucede algún fenómeno genitourinario
asociado al orgasmo?
a. Incontinencia urinaria
b. Abundante líquido vaginal
c. Otro__ ¿Cuál?______________________
d. Ninguno
14. ¿Ha fingido orgasmos?
a. Si__ ¿Por qué?______________________
b. No__
15. Su relación de pareja es:
a. Menor de un año____
b. De 1 a 2 años____
c. De 3 a 4 años____
d. Más de 4 años____
16. Usted tiene relaciones sexuales:
a. Una vez mensual ___
b. Una vez quincenal ___
c. Una vez por semana ___
d. Dos veces por semana o más ____
28
Quintero M., Gómez M., Uribe J.
Sociedad Colombiana de Urología
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