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Evocación del pasado cultural del Altoaragón: razones e intereses

Authors:

Abstract

El objetivo de esta ponencia introductoria del bloque sobre Patrimonio arqueológico es realizar un esbozo del pasado del Altoaragón al hilo de los últimos proyectos y descubrimientos que ponen de relieve la extraordinaria riqueza de nuestro territorio, que tiene su reflejo en una interesante oferta de museos, parques temáticos y centros de interpretación de carácter público y privado, con fondos etnológicos, históricos, artísticos, paleontológicos, etc. Uno de ellos es el grausino Espacio Pirineos, en la antigua iglesia del Colegio de la Compañía de Jesús, sede de este Congreso de Cultura y Patrimonio de los Pirineos, un centro cultural y de documentación sobre la montaña, que acoge exposiciones temporales y otros eventos, cuya idea nació del trabajo final del Postgrado en Educador de Museos realizado por Jorge Mur, muestra del tesón individual, de la originalidad del tema y también del apoyo municipal, y al que agradezco esta invitación
SEDE DEL CONGRESO
Espacio Pirineos
Plaza de la Compañía 2
23430 Graus, Huesca
PIRINEOS EN RED
ACTAS DEL I CONGRESO DE CULTURA Y
PATRIMONIO DE LOS PIRINEOS
18, 19 Y 20 DE MAYO DE 2012
Graus (España)
SEDE DEL CONGRESO
Espacio Pirineos
Plaza de la Compañía 2
23430 Graus, Huesca
ENTIDAD ORGANIZADORA
Espacio Pirineos. Centro de Creación y Cultura del Pirineo
COMITÉ ORGANIZADOR
Jorge Mur
Raquel Beltrán
Javier Senz
Stephanie Salamero
COMITÉ CIENTÍFICO
Abel Ajates
Agnès Mengelle
Albert Rumbo
Alejandro Manchón
Alexandra Capdevila
Alfredo Asiáin
Almudena Domínguez
Ángel Gari
Ángeles Magallón Botaya
Aurelio García
Carmen Castán
Claudio Aventín
Daniel Baldellou
Erika González
Francisco Bolea
Javier Tambo
Jordi Abella
Jordi Morera
Jorge Jiménez
Jorge Mayoral
Jorge Mur
José Ángel Asensio
José Antonio Fernández Otal
José Francisco García
Josefina Loste
Josefina Roma
Juan José Generelo
Luis Miguel Bajén
Lluïsa Amenós
Manel Rocher
Manuel Gª Guatas
María del Agua Cortés
María Fernanda Gómez
Marie-Pierre Barrère
Mireia Boya
Mònica Balagué
Noemi López
Oriol Olesti
Oriol Porcel
Óscar Augé
Pauline Chabossou
Pierre Sillières
Roberto Serrano
Rosa Cerarols
Susana Catalán
Tamara Torrente
Valentí Sallas
Xavier Bernard
ENTIDADES COLABORADORAS
Unión Europea. Fondo Europeo de Desarrollo
Regional
Château fort-Musée Pyrénéen de Lourdes
Gobierno de Aragón
Diputación de Huesca
Comarca de la Ribagorza
Máster en Museos, Educación y
Comunicación de la Universidad de Zaragoza
Comunidad de Trabajo de los Pirineos
Hotel Palacio del Obispo
REVISIÓN Y CORRECCIÓN DE TEXTOS
Jorge Mur
Gara G. Garzón
IMAGEN DE PORTADA Y DISEÑO DE CARTELERÍA
Peña Marín y Aitor Tellechea
PARTICIPANTES
Eva María Altemir Benabarre
Carmen Ardanuy Salamero
Sara Arnillas Tolosana
Anabel Bonsón Aventín
Mara Cendón Avellaneda
José Antonio Cubero Guardiola
Noelia Durán Fuster
Gala Adela Elía Pérez
Paco García Barbero
Conchi Girón Angusto
Xabier Kerexeta Erro
Francisco Lacau Pascau
Marlene Lelo de Larrea Arnal
Olga López Guajardo
Eugenio López Malo
Eugenio López Vanyó
Javi Lorente Obón
Eduardo Marco Miranda
Peña Marín Colomina
Carmen Lorena Marín Salcedo
Alba Márquez Casares
Alfredo J. Martínez Tirao
María Berta Miguel Arlegui
María Ángeles Pérez Mata
Adriana Pérez Pinos
José Miguel Pesqué Lecina
Marta Puyol Ibort
Yolanda Riquelme Marcos
Sara Ruiz
Eduardo Sáenz Rosado
Amaia Saiz Beitia
Charo Sambia Abizanda
María Teresa Silva Espín
Jaime Solana Celaya
Aitor Tellechea Río
Isabel Villamayor Susín
José Zueco Giménez
de los textos e imágenes de las comunicaciones: autores de los textos
ÍNDICE
PONENCIA INAUGURAL
LA COMUNIDAD DE TRABAJO DE LOS PIRINEOS
Xavier Bernard 11
TEMA: RIBAGORZA. Coord. Jorge Mur
PLAN DE COMPETITIVIDAD TURÍSTICA EN LA COMARCA DE LA RIBAGORZA
Tamara Torrente 13
LA TRADICIÓN ORAL Y LA ETNOLOGÍA COMO FUNDAMENTO PARA LA
ENSEÑANZA DE LA LENGUA DEL VALLE DE BENASQUE
Carmen Castán 14
MUNS (CERRO CALVARIO, LA PUEBLA DE CASTRO); UN CASTILLO EN EL ÚLTIMO
CONFÍN DE AL-ANDALUS
José Ángel Asensio 19
EL ÚLTIMO BASTIÓN FRONTERIZO: EL CASTILLO DE BENASQUE
Javier Tambo 28
PATRIMONIO ECLESIÁSTICO EN BENABARRE EN EL SIGLO XVIII A TRAVÉS DE
LOS ARCHIVOS PARROQUIALES
Abel Ajates y Susana Catalán 42
TEMA: PATRIMONIO DOCUMENTAL-FOTOGRÁFICO.
Coord. Juan José Generelo
DARA: EL PORTAL DE ARCHIVOS Y DOCUMENTOS DE ARAGÓN
Juan José Generelo 53
LA FUNDACIÓN HOSPITAL DE BENASQUE Y SU FONDO DOCUMENTAL DEL
PIRINEO
Jorge Mayoral y Aurelio García 54
PATRIMONIO DE LA IMAGEN. LA FOTOTECA DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE
HUESCA
Mª Fernanda Gómez 55
LE MUSÉE PYRÉNÉEN DE LOURDES, DE LOUIS LE BONDIDIER A PIRINEOS EN
RED
Agnès Mengelle y Marie-Pierre Barrère 64
LA IMPORTANCIA DE LA INMIGRACIÓN EN RED COMO MECANISMO DE
INTEGRACIÓN EN LA SOCIEDAD DE ACOGIDA. LA INMIGRACIÓN FRANCESA EN
CATALUÑA DURANTE EL SIGLO XVII
Alexandra Capdevila 74
LOS ÁLBUMES INÉDITOS DE LAURIÈRE & GOURDON. FOTOGRAFÍA ARANESA DE
FINALES DEL SIGLO XIX
Claudio Aventín 84
TEMA: PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO. Coord. Almudena Domínguez
EVOCACIÓN DEL PASADO CULTURAL DEL ALTOARAGÓN: RAZONES E INTERESES
Almudena Domínguez 94
LABITOLOSA: UN MODELO DE COOPERACIÓN TRANSPIRENAICA
José Ángel Asensio , Pierre Sillières y Ángeles Magallón Botaya 106
DE BATALLAS Y TROFEOS: LOS PIRINEOS DURANTE LAS GUERRAS
SERTORIANAS
Alejandro Manchón 117
POSTALS DES DE LA PREHISTÒRIA. EL DESCOBRIMENT ARQUEOLÒGIC DELS
PIRINEUS
Jorge Jiménez 124
EL CASTELLOT DE BOLVIR Y LA VALORIZACIÓN DEL PAISAJE CULTURAL DE LA
CERDANYA
Oriol Olesti y Jordi Morera 125
EL ESPACIO DOMÉSTICO RURAL EN LA COMARCA DEL BERGUEDÁ. UNA
LECTURA ARQUEOLÓGICA DE LOS VESTIGIOS ARQUITECTÓNICOS
María del Agua Cortés 130
EL PROYECTO BOSCOS DE FERRO. UNA PROPUESTA DE DESARROLLO LOCAL A
PARTIR DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO Y NATURAL
Oscar Au 139
TEMA: PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO. Coord. Manuel Gª Guatas
AMIGOS DEL SERRABLO. MÁS DE 40 AÑOS RESTAURANDO PATRIMONIO
Noemi López 149
EL PATRIMONIO Y LA GESTIÓN CULTURAL COMO BASE DEL DESARROLLO
SOCIAL Y ECONÓMICO EN EL MEDIO RURAL. EL MODELO DE LA FUNDACIÓN
UNCASTILLO
José Francisco García 154
PATRIMONIO Y COOPERACIÓN TRANSFRONTERIZA: UNA JORNADA DE
ENCUENTRO Y REFLEXIÓN
Erika González 155
HISTORIA Y PATRIMONIO DE LA GANADERÍA EN LOS PIRINEOS
José Antonio Fernández 160
EL TESORO DE LOS PIRINEOS
Lluïsa Amenós 174
CONFLICTO SOCIAL Y MATRIMONIO. LOS MATRIMONIOS DE LA MONTAÑA
ARAGONESA EN LA EDAD MODERNA
Daniel Baldellou 182
TEMA: PATRIMONIO INMATERIAL Y ANTROPOLÓGICO. Coord. Josefina
Roma
RED DE ARCHIVOS ONLINE DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL: UNA
INICIATIVA PARA EL CAMPUS IBERUS INTERNACIONAL
Alfredo Asiáin 190
LA RED DE MUSEOS DE ETNOLOGÍA DE CATALUNYA Y EL SERVICIO DE
ASISTENCIA A LOS MUSEOS DE L’ALT PIRINEU I ARAN. LAS PROPUESTAS DE
TRABAJO EN RED DE L’ECOMUSEU DE LES VALLS D’ ÀNEU
Jordi Abella 191
LA PATUM DE BERGA: SALVAGUARDA Y PROTECCIÓN DE UNA FIESTA
MEDIEVAL EN EL SIGLO XXII
Albert Rumbo 197
MEMORIA ORAL EN FEMENINO. LOS ONCE DÍAS DE LA OPERACIÓN
RECONQUISTA DE ESPAÑA Y LAS MUJERES DEL BAISH ARÁN
Rosa Cerarols, Mireia Boya y Oriol Porcel 205
LA MÚSICA PIRENAICA, ALMA DE UN PUEBLO QUE NO QUIERE MORIR
Luis Miguel Bajén 216
TEMA: MUSEOS, REDES Y PROYECTOS DE COOPERACIÓN. Coord.
Francisco Bolea
EL MUSEO DE CREENCIAS Y RELIGIOSIDAD POPULAR DEL PIRINEO CENTRAL DE
ABIZANDA Y EL CEDAS, DOS PROYECTOS TRANSFRONTERIZOS
Ángel Gari 218
PATRIM
Pauline Chaboussou 219
LA XARXA DE MUSEUS I EQUIPAMENTS PATRIMONIALS DE L’ALT PIRINEU I
ARAN
Mònica Balagué 225
EL SISTEMA DE INFORMACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL ARAGONÉS (SIPCA)
Francisco Bolea 234
PYRENMUSEU, PIRINEÍSMO Y PYRENADES
Manel Rocher 241
LAS REDES DE MUSEOS EN LOS PROGRAMAS DE COOPERACIÓN EUROPEA
Valentí Sallas 247
EL MUSEO ETNOLÓGICO DE SAN JUAN DE PLAN, UN EJEMPLO DE MUSEO-MOTOR
Josefina Loste y Roberto Serrano 250
CONCLUSIONES 252
INTRODUCCIÓN
PRESENTACIÓN
En el marco del proyecto POCTEFA Pirineos en Red (2010-2012) que une al
centro Espacio Pirineos de Graus y al Château fort - Musée Pyrénéen de
Lourdes, nace este Congreso de Cultura y Patrimonio de los Pirineos
‘Pirineos en Red’, organizado por el centro ESPACIO PIRINEOS del
Ayuntamiento de Graus.
El conocimiento mutuo de las más interesantes experiencias en torno al
patrimonio cultural de las montañas pirenaicas y la estimulación de iniciativas
de colaboración, así como entablar contacto para la gestación de nuevos
proyectos han sido los objetivos esenciales.
El Congreso ha pretendido difundir los resultados del proyecto transfronterizo
Pirineos en Red, además de ejercer de foro de encuentro para tantos otros
proyectos de interés centrados en la recuperación y difusión del patrimonio
cultural pirenaico.
El patrimonio inmaterial y antropológico, el documental y fotográfico; el
arqueológico, junto con el patrimonio histórico-artístico y los museos, redes y
proyectos de cooperación han sido las temáticas principales de diálogo a
través de las diferentes experiencias expuestas en forma de comunicaciones
por los participantes. De ellos, es necesario destacar su interés y presencia,
que constituye un gran aliciente en el planteamiento de dar continuidad a esta
aventura en un futuro.
El Congreso, que coincidió en fechas con la celebración del Día Internacional
de los Museos (18 de mayo) y la Nuit des Musées (19 de mayo), fue posible
gracias a la colaboración de las diferentes instituciones que apoyaron la
propuesta, el esfuerzo conjunto del comité organizador y el interés de todos
los participantes.
LA COMUNIDAD DE TRABAJO DE LOS PIRINEOS
Resumen: La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) desde hace
30 años trabaja para desarrollar la cooperación entre sus 8 socios y
en la zona en su conjunto - las 3 Regiones francesas (Aquitaine, Midi-
Pyrénées, Languedoc-Roussillon), las 4 Comunidades Autónomas
españolas (Catalunya, Aragón, Navarra, Euskadi) y el Principado de
Andorra. Sus prioridades para los 2 años que entran es preparar el
territorio en su conjunto y los agentes de desarrollo local para los
próximos programas de cooperación transfronterizos 2014/2020.
Para ello, la Presidencia Navarra de la CTP quiere continuar como
Autoridad de gestión del POCTEFA y preparar, con el partenariado
de la zona (Regiones, colectividades, asociaciones de cooperación,
redes de empresas...), las prioridades del programa para 2014/2020
en el marco de lo que nos fija la Unión Europea para un crecimiento
inteligente, sostenible e inclusivo.
Entre otras la CTP quiere continuar cumpliendo con las obligaciones
a nivel internacional sobre el cambio climático desarrollando el
Observatorio del Cambio climático. También quiere ayudar a las
autonomías a cooperar en términos de ordenación para un territorio
sostenible y apoyar la valoración del patrimonio natural y cultural,
desarrollando una red de espacios naturales y de centros de
documentación sobre medio ambiente.
En conclusión, la CTP apoyará todas las iniciativas de cooperación
que permitan mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos del
territorio. La valoración del patrimonio en todas sus formas hace
parte integrante de un reconocimiento, de una cultura y de un
territorio para que la gente que vive en él se sienta orgullosa y así
quiera quedarse o bien venir a instalarse.
Xavier Bernard
Máster en Administración de Empresas y
Máster en Desarrollo rural, tiene más de
15 años de experiencia en desarrollo local.
Fue Director del Parque Natural Regional
de Ardeche en Francia durante 5 años
(2005-2010) y desde septiembre de 2010
es el Director de la Comunidad de Trabajo
de los Pirineos.
www.ctp.org
12
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
RIBAGORZA
COORDINADOR
Jorge Mur Laencuentra
dire@espaciopirineos.com
Licenciado en Historia y postgraduado en Educador de Museo y en Gestión
y Políticas Culturales. Ejerce como técnico municipal de cultura en el
Ayuntamiento de Graus (Huesca) desde 2001 y es director del centro
Espacio Pirineos desde su creación en 2006. En el centro es responsable
tanto de la exposición permanente como del Museo y Archivo históricos
municipales, así como de la amplia actividad cultural que acoge.
Actualmente dirige el proyecto europeo Pirineos en Red en colaboración
con el Musée Pyrénéen de Lourdes.
www.espaciopirineos.com
13
PLAN DE COMPETITIVIDAD TURÍSTICA EN LA
COMARCA DE LA RIBAGORZA
Resumen: Los planes de excelencia turística que más tarde pasaron
a denominarse planes de dinamización y en la actualidad, planes de
competitividad turística (PCT), surgieron con el ánimo de contribuir
a la recuperación y regeneración de determinados destinos
turísticos. Son una iniciativa de la Secretaría general de Turismo del
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio cuya finalidad es crear
productos turísticos de calidad en destinos que, a pesar de poseer
numerosos recursos y atractivos, todavía son susceptibles de puesta
en valor. En la comarca de La Ribagorza, en el norte de la provincia
de Huesca, se ha puesto en marcha un Plan de Competitividad
Turística para impulsar el turismo activo y de naturaleza. En la
ponencia se presentan los objetivos que se persiguen con el PCT y el
tipo de acciones que se contemplan, así como la evaluación de las
acciones desarrolladas para el desarrollo turístico global de este
territorio pirenaico.
Tamara Torrente
dinamizacion@cribagorza.org
Diplomada en Ciencias Empresariales por
la Universidad de Zaragoza y Máster en
Dirección y Planificación del Turismo en la
Universidad de Zaragoza. En la actualidad
es Gerente del Plan de Competitividad
Turística de la Comarca de La Ribagorza.
Ha colaborado en el estudio Análisis del
impacto socioeconómico del festival
Pirineos Sur en el Valle de Tena,
desarrollado por la Escuela de Estudios
Empresariales de Huesca.
www.cribagorza.org
14
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
LA TRADICIÓN ORAL Y LA ETNOLOGÍA COMO
FUNDAMENTO PARA LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA
DEL VALLE DE BENASQUE
Resumen: Cuando en el 1997 comenzamos la tarea de acometer la
enseñanza de nuestra lengua autóctona, una lengua en estado de la más
pura oralidad, sin apenas producción escrita, se abría la posibilidad de
poder transmitir toda la sabiduría de nuestros antepasados y de preservar
todo aquello que más amábamos: una forma especial de ver el mundo, a
través de la tradición oral, transmitida de generación en generación. De
esta forma hemos dado a conocer y recopilado los cuentos antiguos más
relevantes de mofa, de miedo o de animales. Para ello se ha creado la
colección “Ta pintá” con el alumnado como autores de todos los libritos. Y
se han aprendido y dibujado todas las leyendas para explicar el origen
mítico de algunas montañas y gleras. También se utiliza cada día la
dramatización como aprendizaje y como juego, y hemos convertido a
nuestros mayores en protagonistas para mostrar en directo trabajos
antiguos en vías de desaparición (les falles, la colada, la lana, la forma
antigua de hacer el pan, etc.).
En el 1997, y a partir de un Concurso de méritos del Gobierno de Aragón,
nos encontramos con la tarea romántica de acometer la enseñanza de la
lengua autóctona del valle de Benasque (Huesca) en todas las escuelas.
Se trataba de mostrar a un alumnado entre 3 y 10 años una lengua,
denominada patués y también benasqués en el ámbito científico, que se ha
caracterizado por su estado de la más pura oralidad, sin apenas
producción escrita.
Con esta nueva empresa docente se abría la posibilidad de poder
transmitir toda la sabiduría de nuestros antepasados y de preservar todo
aquello que más amábamos: una forma especial de ver el mundo.
Carmen Castán
carmen.castansaura@gmail.com
Es Licenciada en Filología Hispánica
por la Universidad de Zaragoza y
responsable de las clases de patués en
el Valle de Benasque desde el año
1997. Ha sido dos veces ganadora del
Premio Arnal Cavero con las obras
Cuan l'odio esbatega per l'aire y La
descordada bida de Sinforosa Sastre.
Además es autora de una veintena de
relatos en nuestra lengua.
15
¿Y CÓMO ACOMETER TAN MAGNA TAREA?
Con amor y desde lo más profundo del corazón, con energía, voluntad y calidad y con una serie de
recursos sistematizados y reducidos al más puro ludismo. No podemos olvidar que la asignatura se ha
impartido siempre en horario extraescolar, lo que no ha facilitado mucho las cosas.
¿QUÉ NOS AYUDÓ?
El creciente interés hacia la lengua propia, experimentado por las familias del valle. Frente a las
épocas pasadas en las que la lengua se consideraba como algo zafio o vulgar, ahora se comienza a ver
como parte de un todo denominado patrimonio.
Contribuyó también a que existiera la pureza más absoluta en cuanto a metodología didáctica, lo que
nos permitió lanzarnos a experimentar, así como la existencia de infinidad de recursos potenciales,
aún sin sistematizar y sin enumerar, como la tradición oral, la etnografía, la historia, etc.
¿CON QUÉ ESCOLLOS NOS ENCONTRAMOS?
El más duro el tener que adecuarse a un horario extraescolar, con períodos de clase muy breves.
El alumnado rechazaba que se impartieran las clases como si fueran una lengua extranjera.
El patués o benasqués ha pertenecido a un mundo de personas mayores y, en muchos casos, se ha
roto la cadena de transmisión oral, de padres a hijos.
La mayoría de chicos y chicas la escuchan solo en clase, frente a la avalancha de mensajes en
castellano.
Y se carecía, por completo, de material escolar.
CARACTERÍSTICAS SOCÍOLÓGICAS MÁS RESEÑABLES DEL BENASQÚÉS
El patués está vivo en los pueblos del Valle, pero hay pocos jóvenes que lo hablen como lengua
materna.
Solo las personas de más de 80 años utilizan arcaísmos del tipo unlla, suque,albeitre, papai, mamai.
La población en torno a los 60 años ya traduce al castellano los anteriores arcaísmos.
La generación en torno a los 40 años está totalmente impactada por el castellano. En ese grupo
están la mayoría que no lo habla pero que lo entiende y el reducido número de quienes lo hablan
desde su infancia, pero han sustituido gran parte del léxico por vocablos castellanos.
16
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
De las generaciones actuales, puede decirse que solo una media docena de niños y niñas lo
utilizan en la vida diaria.
Quienes lo están aprendiendo como lengua materna, van abandonando su uso por el peso de los
compañeros en la escuela, los juegos, etc.
Aunque cada año se incrementa el alumnado que asiste a las clases de patués, después, un porcentaje
escasísimo lo utiliza como vehículo comunicacional.
LA INFLUENCIA DE LA GEOGRAFÍA EN LA LENGUA
El Valle de Benasque formado por numerosos subvalles, está abrazado por tres cadenas montañosas
que lo separan de los territorios lindantes: El pico de Añes Cruces y el Puerto de la Picada lo separan
de la Gasconia (Luchón), el Posets, que pertenece al vecino valle de Gistau, a Eriste y a Benasque,
hasta el Puerto de Sahún y el pico de la Casanía.
La barrera del puerto de la Picada hasta el Molieres, separa los términos benasqueses del Valle de
Arán. A su lado se erigen las Maladetas.
Vallibierna comparte tierras con la zona de Castanesa, ya de clara influencia catalana y, por fin, el
Turbón y Cotiella cierran el Valle por el sur y por el este.
Esta configuración geográfica aislada del valle determina una conciencia de unidad territorial y
humana entre sus habitantes que le denominamos con el término país. Frente a los otros que son els
de la part d’allá.
¿ EN QUÉ ESCUELAS ENSEÑAMOS?
El ámbito de acción es el C.R.A “ Alta Ribagorza” que lo componen cinco escuelas:
Benasque, Cerler, Sahún, Castejón de Sos y Laspaúles.
Sahún es unitaria y también Cerler y Laspaúles que cuentan con dos maestros.
Benasque y Castejón son las más populosas. En total el CRA cuenta con unos 300 alumnos.
El número de alumnos matriculados, en todo el C.R.A. Alta Ribagorza, en el curso 2012-2013 es de
112.
A LA BÚSQUEDA DE METODOLOGÍAS
El amor por el patrimonio y la consideración de que la lengua de nuestros antepasados es un tesoro
que hay que preservar por respeto a ellos, nos llevó a trabajar en especial los aspectos etnológicos que
17
han dado un excelente resultado en las escuelas unitarias. Así, en Sahún, se hizo un estudio de LES
FALLES que son las antorchas que se queman la noche mágica de San Juan.
La implicación del alumnado en el proceso de aprendizaje
Desde los inicios se ha implicado de forma activa a los alumnos en su propio proceso de aprendizaje, a
través de trabajos en equipo o investigaciones.
Se ha dado más importancia a la creatividad y al aspecto lúdico, fomentando los trabajos en parejas o
pequeños grupos
La tradición oral: la estrella del aprendizaje
Se han dado a conocer y se han recopilado los cuentos más relevantes: cuentos de mofa, de miedo o de
animales.
Se ha creado la colección “Ta pintá” con los niños y niñas como autores de todos los libritos: Primero
se escribe el cuento fraccio-nado, después los alumnos crean las ilustraciones de cada página. Por
último, se idean las actividades. Se ha elaborado un total de 14 libritos, con la ayuda de una
subvención de la Comarca de la Ribagorza. A modo de ejemplo destacan: La leyenda de las Maladetas,
La leyenda del Aneto, la Leyenda de Galino Galinás, El Siñó de Espés, La leyenda de las Encantarias, El
castiello de Benás, Chuegos antiguos de Benás, Com se febe el pan…
LA DRAMATIZACIÓN COMO APRENDIZAJE Y COMO JUEGO
Se han llevado al mundo teatral casi todas las leyendas pirenaicas y del Valle. La confección de una
veintena de títeres ha ayudado mucho a poder dramatizar en el aula todos los cuentos. Se ha creado
un material casi vivo, que resulta de gran interés para todo el alumnado. De este modo, se van
incorporando estructuras gramaticales y de léxico, necesarias para el aprendizaje.
LEYENDAS PARA EXPLICAR UN MUNDO
Se ha buscado el origen legendario de algunas montañas y se han recibido enseñanzas etnográficas de
personas mayores. Para mostrar en directo trabajos antiguos en vías de desaparición. Como las ya
citadas Falles de Saúnc o els gabiells ( fajos de fresno seco para los conejos y las vacas).
Se han visitado los pueblos del Valle para tomar conciencia de sus recursos turísticos, artísticos y de
paisaje.
Se ha dado a conocer el significado profundo y polisémico de la casa en el Valle y en el Pirineo,
visitando algunos ejemplos de los diferentes tipos de casa.
Se han contrastado las formas de vida de nuestros abuelos con la vida contemporánea.
18
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Se han hecho trabajos de campo del número de personas que hablan nuestra lengua en los pueblos y
quienes solo la entienden pero no la hablan y se han estudiado trabajos antiguos: la lana, los mineros,
el pan, la colada.
CALENDARIOS ETNOLÓGICOS
Cada año, desde la Escuela de Saúnc-Sahún se ha confeccionado en patués un calendario con
diferentes temáticas etnológicas: la flora y la fauna autóctonas con los nombres vernáculos, setas,
oficios antiguos, cuentos...
19
MUNS (CERRO CALVARIO, LA PUEBLA DE
CASTRO); UNCASTILLO EN EL ÚLTIMO CONFÍN DE
AL-ANDALUS
Resumen: Las excavaciones de los últimos años en Labitolosa han
deparado nuevas e importantes sorpresas, referentes en este caso al
pasado altomedieval de la zona. Sobre la cumbre y laderas del cerro
Calvario, el núcleo primitivo de la ciudad romana, se asentó durante
la Alta Edad Media un poblado en altura que en el siglo X, durante el
Califato cordobés, es reconvertido en una importante fortaleza de la
frontera del Estado andalusí. Esta fortaleza contaba con los dos
elementos típicos de esta clase de enclaves fortificados: un recinto
externo de grandes dimensiones y sobre todo un pequeño alcázar,
en el punto más prominente del cerro, que presentaba una planta
trapezoidal de extraordinaria regularidad y que fue construido con
tapial de tierra sobre zócalos de mampostería.
El término de La Puebla de Castro es un nombre recurrente en la
arqueología aragonesa, ya que, como es sobradamente conocido,
alberga en torno al cerro Calvario los restos de la ciudad
hispanorromana de Labitolosa, una comunidad urbana de vida breve
que perdura entre los siglos I a.e. y finales del II y que alcanza la
categoría de municipio latino seguramente en época de la dinastía
Flavia, durante el último cuarto de la primera centuria de la Era
(Sillières, Magallón y Asensio: 2007). Es en el contexto de las
investigaciones en Labitolosa cuando en 2003 se decide ampliar el
espectro cronológico de las mismas, circunscrito hasta entonces tan
solo en el periodo romano, para abordar el estudio de los restos
medievales documentados desde al menos los años setenta del siglo
XX en la parte superior del cerro Calvario, denominado desde
entonces Sector 12 del conjunto arqueológico labitolosano. Hoy,
después de nueve campañas de excavación, podemos concluir que
los vestigios altomedievales documentados en el Calvario presentan
un interés extraordinario desde los puntos de vista arqueológico,
José Ángel Asensio
joseangelasensio@yahoo.es
Doctor en Historia y arqueólogo.
Desarrolla su actividad docente como
profesor asociado de Arqueología de la
Universidad de Zaragoza y profesor de
Geografía e Historia del IES Sierra de
Guara de Huesca. Como investigador es
codirector de las excavaciones de
Labitolosa (La Puebla de Castro) desde
2003. En los últimos años se ha ocupado
también de la excavación del complejo
altomedieval del cerro Calvario en La
Puebla de Castro.
20
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
histórico o patrimonial, por cuanto vienen a dar algo de luz acerca de un periodo, el de la
denominada Alta Edad Media (siglos VIII-XII), tan prolongado como mal conocido dada la
escasez de fuentes escritas conservadas y el escaso interés que hasta ahora había suscitado
entre los arqueólogos españoles. Dicho periodo, centrado básicamente en la época andalusí, se
corresponde con los cuatro siglos en los que esta región prepirenaica se halla bajo dominio, más
o menos teórico, del Estado musulmán cordobés, si bien en la práctica hasta bien entrado el siglo
X este control es meramente nominal, dado que son diversos linajes militares autóctonos
muladíes, conversos al islam, como los Banu Qasi, Banu Sabrit o Banu al-Tawil, los que dominan
de facto estas regiones del extremo norte de al-Andalus, lo que se denomina Marca Superior o
Marca Extrema de al-Andalus (Asensio y Magallón: 2011).
Por otra parte, los escasos y confusos detalles geográficos presentes en la documentación
arábiga y latina nos han permitido identificar los restos medievales del Calvario con el topónimo
Muns-Muñones (Asensio, Magallón y López: 2008; Asensio y Magallón: 2011, 117-120)1, que en
el último medio siglo se venía identificando, creemos erróneamente, con los vestigios de
“Castiello”, al norte del vecino término de Secastilla. Este topónimo Monniones/Munniones o
Muñones, claramente de origen romance, prearábigo por tanto, creemos que tiene origen en el
antropónimo Monnio/Munnio, muy frecuente en la Alta Edad Media hispana cristiana, cuya
relación con la familia de los Mummios, presente en la epigrafía labitolosana, ya sugirió Iglesias
Costa hace unos años (Iglesias Costa: 2001, 36).
Por otra parte, las excavaciones del cerro Calvario han permitido distinguir básicamente cuatro
periodos de ocupación:
a).- Ocupación romana de entre mediados del siglo I a.e. hasta finales del I,
correspondiente al sector alto de la ciudad de Labitolosa, que comienza con la propia fundación
de la comunidad urbana y finaliza, muy probablemente, con la conversión de la misma en
municipio y por tanto en una comunidad urbana romana en toda regla. En este momento,
durante el último cuarto del siglo I, con la construcción de los edificios públicos y la total
1 Al-Udri: 150-151, 182: Qasr Muns, Hisn Muns (De la Granja: 1967, 509-510, 525). Al-Razí, XI: Maqueonos, Maquionos (Catalán y De
Andrés: 1975, 46-47). Yaqut, IV, 674: Mayunis (‘Abd al-Karim: 1977, p. 88). Castro de Munniones (CDSR nº 40, año 1076,
falsificación), castro Munniones (CDSV nº 72, año 1079, falsificación), castro Munnionis (CDSV nº 73, año 1081, falsificación), castro
Muniones (DERRVE 4; CDSR nº 55, año 1081), castrum, quod vocatur Monnionis (Salarrullana, J., 1907, nº XXXVIII, año 1089,
falsificación), castrum quod vocatur Monnionis (CDSR nº 115, año 1090, falsificación), quod vocatur Monnionis (Salarrullana:
1907, nº XLI, año 1090, falsificación), castro Muniones (CA nº 308, año 1116), castro Moniones (CDSV nº 161, año
1132).
21
reestructuración de urbanismo de la ciudad, esta zona superior del cerro Calvario queda
abandonada, trasladándose esta parte del tejido urbano a zonas más bajas.
b).- Poblado o castro altomedieval (qasr Muns), localizado entre los siglos VIII-X. Tras al
menos cinco siglos desde el abandono del centro urbano romano, en un momento por ahora
poco definido pero que podemos fijar probablemente en el siglo VIII, se ubica en la cumbre del
cerro Calvario un poblado fortificado en altura compuesto por viviendas muy sencillas asentadas
sobre entalles practicados en la cantera de roca caliza. De este asentamiento nos han llegado,
sobre todo, restos materiales muebles, fundamentalmente centenares de fragmentos cerámicos
correspondientes a vajillas grises muy sencillas compuestas sobre todo por ollas globulares, de
tamaños y bordes diversos, de tradición hispano-visigoda que se repiten sin apenas variación
hasta el siglo X. Este asentamiento creemos que puede identificarse con el qasr Muns citado por
varios autores árabes con grafías diversas.
c).- Conjunto fortificado califal (hisn Muns), construido a partir de la iniciativa del Estado
Califal cordobés en el siglo X avanzado. La mayor parte de los restos arqueológicos localizados y
estudiados en el cerro Calvario corresponden a este momento, a pesar de que el complejo
fortificado fue intensamente expoliado de sus materiales constructivos, probablemente en época
moderna. Este conjunto, construido de nueva planta con materiales reaprovechados extraídos
de las propias ruinas de la ciudad romana, contaba con una gran entidad y con todos los
elementos formales propios de los centros fortificados o husun (singular hisn), que controlan un
pequeño distrito perteneciente a la Marca Superior del Estado andalusí.
La elección del Calvario como lugar de asentamiento de un hisn estatal califal resulta fácilmente
entendible por razones de diversa índole, tales como el valor simbólico del lugar, como antiguo
solar de una ciudad ya desierta y sobre todo por el dominio visual que se ejerce desde la cumbre
del cerro de toda la llanura de Barasona y del interfluvio Cinca-Ésera, así como el control de las
vías de comunicación que discurrían por la zona poniendo en contacto desde antiguo los valles
de los citados ríos y los somontanos con los valles del Pirineo.
d).- Castillo bajo dominio feudal (Munniones). Las fuentes documentales nos informan que
la caída en manos cristianas de la región del interfluvio Cinca-Ésera tuvo lugar entre 1081-1083
durante el reinado de Sancho Ramírez, por entonces rey de aragoneses y pamploneses. En este
momento, concretamente en primavera de 1081 (DERRVE nº 4; CDSR nº 55), hemos de suponer
que el conjunto fortificado del cerro Calvario y su término, que en los documentos latinos es
denominado castro Munniones o Monniones, una vez conquistados serían entregados a alguno
de los barores del rey, si bien la arqueología ha demostrado que no se llevaron a cabo en el
castillo reformas de importancia durante este momento y que su abandono fue temprano, lo
que entra en consonancia con las noticias de la documentación cristiana que citan Munniones en
22
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
los años posteriores a su conquista tan solo en dos ocasiones en 1116 (CA nº 308) y 1132 (CDSV
nº 161), desapareciendo, que sepamos, para siempre de las fuentes escritas, lo que parece
indicar su temprana pérdida de importancia.
Tras el abandono de la fortaleza comenzaría su deterioro y el expolio de sus materiales
constructivos, que tendría su momento culminante, creemos, en el siglo XVIII, con la
transformación generalizada del paisaje agrícola del entorno del cerro Calvario en fajas o
bancales agrícolas cuyos muros de contención se levantaron con piedras procedentes tanto de la
ciudad romana como de la fortaleza altomedieval. Este expolio de materiales, en lo que respecta
al conjunto fortificado, fue prácticamente total en algunos puntos
1.- El castro fortificado: qasr Muns
Centrándonos en el objeto fundamental del presente trabajo, hay que decir que los restos
conservados correspondientes al castro o poblado fortificado en altura asentado en la cumbre
del cerro Calvario se encuentran profundamente desdibujados debido a que en el siglo X se
asentó sobre los mismos un gran complejo fortificado tipo hisn que obligaría a la destrucción
generalizada de los mismos. Se trata de algunos fragmentos de muros y cimentaciones muy
sencillos de mampostería rejuntada con barro asentados sobre banquetas y entalladuras
practicadas sistemáticamente en toda la cumbre y laderas noroeste y este-sureste del Calvario,
muy similares, por cierto, a otros entalles documentados en castros vecinos contemporáneos,
como los de Graus, Lumbierre, Juseu o Estada, en los que se alojarían viviendas muy sencillas de
modestas dimensiones en consonancia con la pobreza y uniformidad de los ajuares cerámicos
localizados en excavación tanto en el Calvario como en prospección en dichos poblados
fortificados del entorno.
Los habitantes de estos castros, campesinos andalusíes fronterizos de cultura muy refractaria a
las innovaciones procedentes de los entornos urbanos plenamente islamizados y arabizados de
las medinas de Huesca, Barbastro o Lérida, debieron conservar en general sus costumbres
ancestrales, la religión cristiana, la antroponimia prearábiga y una economía tradicional, como
demuestran tanto los hallazgos arqueológicos como la documentación, en el caso de los castros
de Aguinaliu y Juseu a finales del siglo X o los diplomas del contexto de la conquista cristiana un
siglo después.
2.- El conjunto fortificado: hisn Muns
Como vimos, la mayor parte de los vestigios arqueológicos localizados y estudiados en las
excavaciones en el cerro Calvario pertenecen a un gran complejo fortificado cuya construcción, a
juzgar por su planta, patrones de medida, técnicas constructivas y cultura mueble asociada,
tendría lugar en el siglo X avanzado por iniciativa del Estado Califal cordobés en el contexto del
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sometimiento de la Marca Superior a la obediencia respecto a Córdoba por parte de las tropas
del primer califa andalusí, Abd al-Rahmán III.
Todo el conjunto, que se erigió sincrónicamente fruto del mismo proyecto, sin que se aprecien
reformas de importancia, ocupaba un total de unos 3000 m² de superficie y fue minuciosamente
diseñado en el plano antes de su construcción sobre el accidentado terreno de la cumbre y la
meseta superior del cerro Calvario. Los dos elementos principales que formaban parte de este
conjunto fortificado eran, por una parte, un pequeño alcázar erigido en el extremo suroeste del
cerro que a pesar de sus reducidas dimensiones constituía el componente principal del complejo
desde el punto de vista simbólico y arquitectónico. El otro elemento del conjunto, el más extenso
del hisn, era un gran recinto o albacar que encerraba unos 2500 de superficie y ocupaba la
mayor parte de la meseta superior del cerro Calvario. Este gran recinto se protegía por una
muralla perimetral asentada en los bordes de la meseta y la cresta rocosa superiores del
Calvario, aprovechando unas buenas condiciones defensivas naturales por la existencia de
notables desniveles verticales en algunos puntos y avivados artificialmente allí donde se
consideró necesario. Dicha muralla del albacar se cimentó sobre la cantera rocosa
cuidadosamente trabajada y constaba de un basamento o zócalo de mampostería rejuntada con
mortero de yeso de 1 m anchura y un alzado de arcilla encofrada.
Otros elementos reseñables del albacar son un gran acceso acodado tallado en la roca, localizado
en el centro de la cresta de la cara noroeste del cerro, del que han desaparecido en su integridad
los muros aéreos, y dos fosos casi idénticos, uno a cada extremo de recinto; el “foso 1” al
suroeste frente al alcázar y el “foso 2” en el límite noreste del conjunto. Ambos fosos, tallados en
la cresta rocosa superior, presentan un perfil en uve y una amplitud máxima aproximada de 5 m
en la parte superior que se reduce hasta apenas 1 m en la inferior.
El interior de este extenso recinto seguramente no contó desde la construcción del conjunto con
un hábitat permanente, sino que se utilizó bien como refugio de las poblaciones y los ganados de
las comunidades campesinas vecinas o bien como área de acantonamiento de tropas, sin que
ambas funciones sean excluyentes.
Por su parte, el pequeño alcázar del extremo suroeste ha venido constituyendo el objeto
principal de nuestras investigaciones, dado que era éste el único elemento del conjunto en el que
se podían realizar excavaciones en profundidad debido a la conservación de potentes unidades
de derrumbe sobre sus restos constructivos. Se trataba de un recinto de planta trapezoidal
rigurosamente regular cuya adaptación a los potentes desniveles naturales de hasta 10 m de
diferencia de cota resultó una tarea notablemente compleja. Este pequeño recinto superior
contaba con una superficie de unos 300 m², de manera que el lado noreste sobre la cresta rocosa
superior medía unos 12 m de longitud, mientras que la muralla sureste de la parte inferior,
24
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
paralela a la anterior, llegaba a los 17’50 m de largo sin contar la anchura de un refuerzo o zarpa
que se le adosa por el exterior, alcanzando los 20’70 m con esta. Los otros dos lados, que no son
paralelos, presentaban ambos una longitud muy similar de unos 17 m, que superaría
ligeramente los 18 m con el refuerzo externo. Esta regularidad en planta, sin paralelos de
momento en la zona, se explica bien considerando este conjunto como de naturaleza estatal, tal
como ocurre en otras fortalezas contemporáneas localizadas en áreas mucho más meridionales
de al-Andalus, fruto de la iniciativa del Estado califal y construidas tras la sumisión de estas
regiones por a la autoridad cordobesa.
Por otra parte, el alcázar del Calvario se organizó internamente en tres niveles o terrazas
escalonadas de funciones y dimensiones diversas, de modo que, sin contar el grosor de los
muros, el inferior alcanzaba una amplitud de unos 3’55 m, el intermedio de entre 2’80 y 4’50 m y
el superior de unos 5 m. El nivel superior, apoyado en la cresta superior de caliza tuvo, además
de la defensiva, una función claramente residencial, dado que contó con un hogar-chimenea
tallado en la roca y dispuso de al menos dos estancias, una de las cuales se cubrió con un forjado
de madera apoyado en un arco del que solo se conservan los apoyos. En este nivel superior
destaca además la presencia de una escalera de mortero de yeso muy bien conservada que ponía
en comunicación dos alturas dentro del mismo. El nivel intermedio, de gran complejidad,
albergaba la puerta del alcázar, de gran sencillez y abierta en la cara suroeste del mismo. Esta
daba acceso a una especie de patio interior, que se cerraba por el este con un muro de
compartimentación interna que separaba el anterior respecto a otro espacio ocupado por tres
aljibes de planta básicamente rectangular. Por último, el nivel inferior contó con otro de estos
aljibes alojado en la esquina oriental del conjunto.
El complejo hidráulico del alcázar, que contaba con cuatro aljibes escalonados fabricados con
mortero de yeso, contó con una capacidad teórica máxima de unos 20 m³ (20.000 litros) y se
abastecería de las aguas pluviales recogidas en la cresta superior del Calvario por una serie de
canalillos tallados en la roca.
En lo que respecta a las técnicas constructivas, la mayor parte de los vestigios conservados del
alcázar consisten en muros de mampostería y sillarejo rejuntados con barro cuyos materiales
fueron, a juzgar por su aspecto, obtenidos en su mayoría de las ruinas de la ciudad romana, si
bien los desaparecidos muros aéreos se levantaron con tapial de tierra mezclada con yeso. Otros
elementos de conjunto como los cuatro aljibes del complejo hidráulico y la escalera del piso
superior se fabricaron con mortero de yeso, utilizando encofrados u hormas de madera.
El análisis de las medidas de los restos del alcázar del cerro Calvario nos ha permitido apreciar la
existencia en el mismo de un módulo de 0’70 m, que parece verosímil pensar que estuviera
25
relacionado con el denominado “codo menor” oficial de época califal denominado ma’muni, de
0’47 m, dado que aquél equivaldría aproximadamente a 1’5 codos.
La originalidad arquitectónica de este conjunto defensivo, sobre todo en lo referente a la
regularidad de su planta y a las técnicas y materiales constructivos, resulta manifiesta en el
contexto de la poliorcética andalusí de la Marca Superior, ya que las fortificaciones
contemporáneas de la zona prepirenaica, seguramente erigidas por iniciativa de los linajes
militarizados muladíes que señorean la región, son mayoritariamente de planta irregular y se
construyen total o parcialmente con sillares regulares de gran aparejo.
Los vestigios muebles asociados a los niveles de construcción y ocupación del alcázar si bien no
muestran diferencias radicales respecto a los de la etapa precedente de época emiral, de modo
que siguen predominando abrumadoramente las ollas grises de bordes y perfiles cada vez más
variados, permiten apreciar la existencia de producciones procedentes de entornos urbanos,
tales como vajillas vidriadas de mesa (ataifores y redomas) o algunos ejemplares decorados con
la técnica de cuerda seca parcial, propias de los siglos X y XI. Esta escasa permeabilidad de los
ajuares propiamente islámicos entre los pobladores tanto del asentamiento castral como del
conjunto fortificado posterior del Calvario resulta plenamente coherente con las noticias de las
fuentes escritas o los datos de la toponimia y la antroponimia, que apuntan a que en esta zona
rural y extrema de la Marca Superior la arabización y la islamización fueron muy superficiales
incluso a la altura de la segunda mitad del siglo XI en el contexto de la conquista cristiana.
Vista aérea del cerro Calvario de La Puebla de Castro desde el este. En primer término el área ocupada por la ciudad
romana, con la cubierta del templo del Genio en el foro, en la parte superior central, y de las Termas I. El asentamiento
castral de qasr Muns y la fortaleza califal de hisn Muns se ubicaron en la cumbre del cerro, de manera que la letra A
indica la ubicación del albacar y la letra B la del alcázar.
26
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Escáner 3D de los restos del alcázar del cerro Calvario, realizado en agosto de
2011. Obsérvese la planta del conjunto, rigurosamente regular.
Croquis de la planta del alcázar (E. Vallespín-J. A. Asensio) con su división
tripartita en niveles y cada una de las estancias del mismo.
27
FUENTES DOCUMENTALES PUBLICADAS
CA: Corral, J. L. (ed.), (1984), Cartulario de Alaón (Huesca), Zaragoza.
CDSR: Canellas, Á. (ed.), (1993), Colección Diplomática de Sancho Ramírez, Zaragoza.
CDSV: Martín Duque, Á. J. (ed.), (2004), Colección Diplomática del Monasterio de San Victorián
de Sobrarbe (1000-1219), Zaragoza.
DERRVE: LACARRA, J. Mª. (1982), Documentos para el estudio de la reconquista y repoblación
del Valle del Ebro vol. 1 (nº 1 a 319), Zaragoza.
BIBLIOGRAFÍA
Abd al-Karim, G.: (1977), Terminología geográfico-administrativa e historia político-cultural de
al-Andalus en el ‘Mu’yam al-Buldan de Yaqut, Sevilla.
ASENSIO, J. A. et alii (2008), “La fortaleza andalusí del cerro Calvario (La Puebla de Castro,
Huesca). Propuesta de identificación de la misma con Castro Muñones”, Aragón en la Edad Media
XX. Homenaje a la Profesora Mª. de los Desamparados Cabanes Pecourt, Zaragoza, p. 85-102.
ASENSIO, J. A. et alii (2010), La fortaleza andalusí de cerro Calvario (La Puebla de Castro,
Huesca): análisis de su planta y técnicas constructivas”, Pallas 82, Ab Aquitania in Hispaniam.
Mélanges d’histoire et d’archéologie offerts à Pierre Sillières, Toulouse, p. 255-274.
Catalán, D. y de Andrés, Mª. S. (1975), Crónica del moro Rasís, versión del ajbar muluk al-
Andalus de Ahmad ibn Muhammad ibn Musa al-Razí, 889-955; romanzada para el rey don Dionís
de Portugal hacia 1300 por Mahomad, alarife, y Gil Pérez, clérigo de don Plerianes Porçel,
Madrid.
DE LA GRANJA, F. (1967), “La Marca Superior en la obra de al-Udri”, Estudios de Edad Media de
la Corona de Aragón, vol. VIII, Zaragoza, p. 447-545.
IGLESIAS COSTA, M. (2001), Historia del Condado de Ribagorza, Huesca.
SALARRULLANA, J. (ed.) (1907), Documentos correspondientes al reinado de Sancho Ramírez 1,
desde 1063 a 1094, Zaragoza.
SILLIÈRES, P., MAGALLÓN, M. A. y ASENSIO, J. Á (2007), La ciudad romana de Labitolosa (La
Puebla de Castro, Huesca), Zaragoza.
28
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
EL ÚLTIMO BASTIÓN FRONTERIZO: EL CASTILLO DE
BENASQUE
Resumen: El castillo de Benasque ha jugado un papel fundamental a lo
largo de la Historia. Debido a su estratégica situación fronteriza con
Francia ha resultado un punto primordial en tiempos de conflictos
armados por ser el último bastión fortificado de España en el paso
hacia Francia, y en tiempos de paz por ser el valle de Benasque, y su
castillo, el último punto habitado en el tránsito hacia el país vecino.
Desde el punto de vista histórico, la máxima relevancia la obtiene en
momentos de guerra. De esta manera, son significativos sus avatares
desde finales del siglo XVI, cuando Felipe II lo manda reforzar en su
defensa del reino, principios del XVIII, durante la Guerra de Sucesión, y
comienzos del XIX, durante la Guerra de la Independencia, hasta su
demolición en 1858. Esta demolición, aunque efectiva, no fue total, ya
que todavía hoy se pueden observar algunos restos, aunque es gracias
a la documentación conservada de las diferentes etapas que se han
sucedido, a través de la que se puede establecer la verdadera
importancia del castillo de Benasque en la Historia.
Hace algún tiempo, a las afueras de Benasque, me llamó la atención la
existencia de unos restos de lo que parecía el inicio de una torre. Un
panel interpretativo en la parte baja, junto a la carretera, de la ruta
antigua que unía Benasque con Cerler, es la única indicación que hace
referencia a la situación del antiguo castillo, ya que ni siquiera la
información turística se hace eco de estos restos. Aparte de esto, la
llamada Calle del Castillo, en su tramo que sale a Avenida de Francia, y
desde donde se puede contemplar los restos que todavía quedan entre
la maleza, es el único vestigio que sobrevive del castillo.
Javier Tambo Moros
javiertambo@yahoo.es
Es Licenciado en Geografía e Historia y
Diploma de Estudios Avanzados por la
Universidad de Zaragoza. Ha obtenido
varios premios de investigación y
subvenciones para realizar
investigaciones históricas. En la
actualidad está editando el libro El
castillo de Benasque, y disfruta de una
subvención de la Comarca de Sobrarbe
para la elaboración del proyecto de
investigación Pasado, presente y futuro
de la Comarca de Sobrarbe: un recorrido
a través de su patrimonio histórico-
cultural.
29
MARCO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO
La localidad de Benasque es la última villa habitada en el tránsito hacia Francia a través del paso del
Portillón, o bien si se aborda desde el lado francés, el primer núcleo poblacional tras el Portillón. A
pesar de que en la actualidad todavía es el único paso de España a Francia, y viceversa, que no se
puede atravesar con vehículo, a lo largo de la historia ha sido un punto fundamental en el paso
fronterizo, tanto de personas como de bienes.
Los restos del castillo se encuentran situados al norte del casco urbano, en un pequeño altozano
rocoso, irregular, escarpado y a una altura de 1190 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto.
En este punto es conveniente recordar que el castillo se estructuraba en tres recintos, y la entrada
principal se situaría a unos 1170 ó 1175 metros, con lo que supone un desnivel de entre 15 y 20
metros entre el primero y el último de los recintos.
En la actualidad son escasos los vestigios que se conservan del castillo, que tenía unas dimensiones de
150 varas de largo por 50 de ancho2, pero todavía son visibles, entre las abundantes hierbas, algunos
arranques de muros, parte de la torre mayor y la cisterna, prácticamente intacta.
La primera referencia documental de Benasque, como villa, la encontramos a comienzos del siglo XI
en el denominado Rótulo de Benasque, si bien las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en las
inmediaciones de Los Llanos del Hospital apareció un enterramiento protohistórico datado entre los
años 1100 y 700 a.C. por lo que se puede atestiguar la presencia de un asentamiento poblacional, más
o menos estable, de grupos pastoriles que sin duda buscaban establecerse en lugares,
preferentemente cercanos a cauces fluviales, para poder desarrollar una economía de subsistencia
basada fundamentalmente en la labor ganadera.
Lejos de polemizar acerca de un asentamiento poblacional, de cierta relevancia, en época romana que
nos llevaría a poder compartir las teorías de que ya en dicho periodo existiera una torre defensiva en
el terreno que posteriormente ocupó durante siglos el castillo, hay que reseñar la afirmación que
Galiay Sarañana3 hace de la existencia de restos de una calzada romana que partiendo de la general de
Tarraco a Caesaragusta, en Caum (Berbegal), pasaba por Barbastro remontando por la derecha del
Cinca, habiéndolas también en El Grado del puente sobre el río para pasar a su izquierda. El ramal que
seguía por la derecha del Cinca llegaba hasta Boltaña, mientras que el que iba por la izquierda tocaba en
Puebla de Castro y Graus, muriendo en Benasque
*Licenciado en Geografía e Historia y Diploma de Estudios Avanzados en la Universidad de Zaragoza
[javiertambo@yahoo.es]
2La vara aragonesa equivale a 77,04 centímetros, por lo que mediría 115,56 metros de largo por 38,52 metros de ancho. Por
su parte la vara castellana era algo mayor y equivalía a 83,5 centímetros, por lo que mediría 125,75m x 41,75m.
3 Junto a los castros de Fantova, Roda-Pedruí, Pegá, Castaner, Estrada o Sos. IGLESIAS COSTA, M. (2001): Historia del
Condado de Ribagorza. Ed. IEA, Huesca, pág. 35.
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Entre los años 2002 y 2006 una serie de intervenciones arqueológicas4 sacaron a la luz diferentes
restos de gran significación e importancia para el conocimiento de la historia de la localidad. Los más
relevantes fueron la aparición de la primitiva iglesia de San Martín, que coexistió, al menos desde el
siglo XI, junto a la de Santa María hasta la Guerra de la Independencia5. Testimonio de su existencia es
la planta románica de doble cabecera y varios tramos de muros que se han recuperado en las
excavaciones.
A mediados del siglo X, en el año 960, en un documento del Cartulario de Roda, aparecen ya citados
Orio Laster de Benasco y Arnaldus Bernardi de Benasco, constituyendo así las primeras menciones del
topónimo Benasque asociado a un personaje, y que ofrecen la referencia más antigua de la existencia
de Benasque. En las centurias posteriores, especialmente a partir del siglo XII, ya son más frecuentes
las nominaciones de Benasque como lugar de origen del personaje citado.
EL SISTEMA DEFENSIVO PIRENAICO
La defensa de un territorio, y en especial de uno como el Pirineo, continuamente acosado por las
incursiones desde Francia, depende sin duda alguna de un sistema de fortificaciones, castillos, villas y
lugares amurallados, torres y atalayas que vigilen y defiendan sus tierras. Todo esto, unido a que en
los momentos de paz entre España y Francia, y entre los propios territorios españoles, el Pirineo, y en
especial el valle de Benasque, se convertía en un punto fundamental del paso de personas, animales y
mercancías de un lado a otro de la frontera, dotó al territorio pirenaico de una red de defensas de
suma importancia para el devenir de España.
Para comprender la importancia del sistema defensivo que había a lo largo y ancho de los Pirineos y,
posteriormente se reformó en muchos de sus puntos y se reforzó en otros, son más que significativas
las anotaciones que Tiburcio Spannochi realizó en su visita pirenaica por orden de Felipe II.
conviene saber que los caminos frecuentados en todos los Pirineos para la comunicación de España y
Francia son causados por los ríos que nacen en los dichos Pirineos, así en las vertientes de acá como de
allá, los cuales pasan por unos valles que hacen el camino más llano y menos áspero por la una o por la
otra ribera del río, según que más fácilmente se han podido aderezar poco a po
sendas y caminillos son intratables aunque hay muchos, pues por todos aquellos montes se apacientan
ganados, por cuya causa se abren sendillas para gente suelta y si hay algunos para cabalgaduras fuera
de los dichos caminos trilla             
Valdecanso, causado por el río Veral, por donde hay camino abierto y frecuentado solamente en el
4 Llevadas a cabo por la Fundación Hospital de Benasque.
5 La importancia de la iglesia de San Martín entre la población benasquesa fue significativa ya que todavía en el periodo
bajomedieval, familias nobles de la villa, como los Bardaxí o los Cornel, pertenecían a esta parroquia y hacían diversas
donaciones. En 1809, cuando las tropas francesas estaban acantonadas en el castillo de Benasque, destruyeron la iglesia de
San Martín por creerla un punto estratégico desde el que podían ser atacados, ya que ellos mismos lo habían utilizado como
padrastro para controlar y atacar el castillo. Definitivamente, a mediados de 1842 se suprimió el culto en la iglesia de San
Martín, pasando a ser Santa María, la única iglesia para el culto de la villa.
31
compañía capitanes
y gente de la tierra y nos pareció a todos el más a propósito estrecho que se dice de Torrolla, a dos leguas
más arriba de la villa de Ansó, dicha donde se hizo la torre que Vuestra Majestad sabe. Desde este paso
hasta el de Puente de Isil, que es el puesto de otra torre del Puerto de Hecho, es la tierra asperísima en
distancia de legua y media. En este trecho hay otros dos pasos, el uno se dice el Achar de Zuriza y el otro
de Santa Engracia, todos por el alto de las montañas y de tanta aspereza que admira el pensar que por
allí pase ánima viviente, todavía van pastores el verano, de continuo y a veces hombres y cabalgaduras,
aunque por milagro. Desde el paso del Puente de Isil en el río que se dice Aragón Subordán hasta
Espelunga de Aguja, hay camino de tres leguas y media, que es el otro paso donde se ha hecho la tercera
torre, más arriba que la villa de Canfranc, tres cuartos de legua donde pasa otro río que se dice también
Aragón. Entre estas dos torres hay otros dos pasos, el uno se dice de la Vernera y sobre el lugar de
Aragués, obra de dos leguas y como no hay río es el paso harto dificultoso, con todo esto se han pasado
por allí caballerías. El otro paso se dice las Gargantas de Aísa, que tampoco tiene río y es en lo alto de la
montaña, por este se sale al puerto de Santa Cristina, en el derecho y sobre el paso de Espelunca, dos
buenas leguas y media. Desde la villa de Canfranc también hay paso por donde se sube hasta Santa
Cristina sin pasar por la dicha Torre de la Espelunca, y este es tan abierto que el rector de Canfranc con
el pueblo en procesión, me dijo el maestre de campo Juan de Velasco haber pasado por él sin ir a la torre,
estando encontrados los del pueblo con el capitán del castillo y el cabo de la torre. Desde Espelunca a la
Torre de Santa Elena, que es la cuarta, hay camino de dos leguas y media y en este trecho hay, ni más ni
menos, otros dos pasos tomando el camino desde Villanúa, que está más bajo que Canfranc, una legua
hacia Jaca, los cuales van a dar a Col de los Monjes y Montaña de Mena. El sitio de la Torre de Santa

todo este trecho, desde el paso de Torrolla, sobre Ansó, hasta Santa Elena, aunque hay los demás pasos y
veredas apuntados obligase el continuo trato pasar por las puertas de las dichas cuatro torres
En definitiva, Spannochi anotó cinco pasos (Achar de Zuriza, Santa Engracia, La Vernera, Garganta de
Aísa y Montaña de Mena) entre España y Francia por los Pirineos con cuatro torres defensivas (La
Torrolla, Puente Isil, La Espelunca y Santa Elena) por las que era obligatorio transitar. De esta manera
se entiende todavía más la importancia de la villa de Benasque y el Portillón a lo largo de la historia,
no solo como núcleo más accesible para pasar al otro lado de la frontera, sino también como punto
fundamental de defensa respecto a la entrada de franceses a España, ya que utilizaban generalmente
el paso del Puerto de Benasque para entrar en la Península.
Como ya he señalado fue Felipe II, preocupado por su política exterior, quien acometió una estrategia
para fortificar la frontera hispano-francesa para evitar posibles ataques enemigos. Por todo ello y con
el cometido principal de defender los lugares próximos a estos límites, el monarca mandó al capitán
Alonso de Vargas que fortificara los pasos más peligrosos y significativos de la frontera con Francia. El
citado capitán ordenó la elaboración de un exhaustivo informe sobre los valles del reino de Aragón y
32
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
un estudio de fortificación de los mismos. El plan fue llevado a cabo por el ingeniero Tiburcio
Spannochi, quien recorrió y estudió todo el Pirineo, buscando las zonas más adecuadas y estratégicas
para crear una línea fronteriza fortificada con Francia.
El resultado que plasmó en su informe se basó en la construcción de una serie de torres fortificadas en
los valles de Ansó, Hecho y Santa Elena, un fuerte en Sallent y una fortificación en Candanchú, además
de la reparación del castillo de Canfranc, la construcción de la ciudadela de Jaca y la ocupación de
Aínsa, Berdún y Benasque.
En Benasque, a pesar de la existencia de un castillo a las afueras de la villa, se insistió en la
construcción de una torre defensiva en la zona de los Baños, y se escogió el puesto que se dice de los
Baños por ser el mejor de todos, el cual viene sobre Benasque una legua y tres cuartos. Esta es una
angostura del camino de algunos quince pies de ancho poco más o menos, con un despeñadero de más de
doscientos pies de alto, por donde en la espantosa hondura pasa el río Ésera, harto rápido en aquel
paraje. Por la otra parte del sitio hay peñasco que ataja el paso por detrás de ella totalmente de suerte
que con la dicha torre queda cerrado, obligando los contratantes entrar y salir por puerta como si fuera
puerta de castillo, no quedando a muy buen trecho de allí otro paso ninguno6.
Paralelamente, la Corona, con el objetivo de intensificar su poder ante la población, planificó la
demolición de todos los puntos fortificados que en lugares escarpados y montañosos habían servido a
los vasallos rebeldes. En esta nómina se encontraban la ciudadela de Aínsa y los castillos de Canfranc,
Castel León y Benasque.
Los planes no se llevaron a cabo y en abril de 1594, el duque de Alburquerque, virrey y capitán
general de Aragón, escribía a Felipe II, tras las alteraciones sufridas en Zaragoza en 1591 y la entrada
de los bearneses en 1592 por las montañas jaquesasque la dicha casa real de La Aljafería se reparase
en la forma que habéis visto y que junto a la dicha ciudad de Jaca se hiciese un fuerte, otro en Berdún y en
las montañas las torres de Santa Elena, Hecho y Ansó, la Espelunca y los Baños y que además de esto se
reparasen los castillos de Canfranc, Aínsa y Benasque7.
ORÍGENES DEL CASTILLO DE BENASQUE
La estratégica situación en la comunicación pirenaica con Francia otorga la gran importancia que el
castillo de Benasque ha tenido y que lo ha mantenido guarnecido militarmente a lo largo de toda su
historia.
A fines de la edad media, el castillo de Benasque ya existía. Así se manifiesta el 18 de agosto de 1290,
cuando Alfonso III ordenó al veguer de Ribagorza la restitución a Gerardo de Malleone, la potestad del
6 AGS, guerra antigua, leg. 461-81.
7CAMÓN AZNAR, J. (1959): “La situación militar en Aragón en el siglo XVII 
Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 8-9. Ed. IFC, Zaragoza. pp. 118-124, doc. 63.
33
propio castillo, y de las localidades de Sahún y Erdao8. Ya anteriormente, en el mes de mayo, se había
ordenado la entrega al citado sobrejuntero o veguer, la potestad de varios castillos y localidades, entre
ellos la villa de Benasque9.
Las disputas políticas y territoriales de la primera mitad del siglo XVI en el Condado de Ribagorza,
hizo que uno de los objetivos principales de Felipe II fuera su recuperación para la Corona. Todos los
conflictos señoriales en la zona ribagorzana de esta época se acrecentaron durante la segunda mitad
de la centuria, destacando la lucha contra los Villahermosa y, ya en el último tercio del siglo, las
acometidas de los hugonotes franceses. Todo ello obligó al monarca a asegurar los lugares fronterizos.
LA ÉPOCA MODERNA
En los primeros años del siglo XVII la situación en el castillo era tan delicada que su propio
gobernador decía que “la necesidad les hace que se huyan y se arrojen por las murallas En este
mismo documento se señala que es en la torre del homenaje donde se guardaban las municiones,
habiéndolas tenido que sacar a la calle, por miedo a que el enemigo las volara, porque no había otro
lugar en el castillo para colocarlas10.
Ya en 1635 España y Francia entran en conflicto. La situación en la zona pirenaica en los primeros
años apenas tuvo incidencia, pero a mediados de 1638 los máximos dirigentes de los valles fueron
avisados de las amenazas y peligros, por lo que les ordenaron mantenerse en constante situación de
alerta, activando los mecanismos que creyeran más convenientes para defenderse, en especial los
lugares de los pasos fronterizos.
A partir de 1640 la situación en las zonas montañosas se agravó, ya que a la disputa franco-española
se unió la guerra dels segadors en Cataluña, lo que supuso unas cargas adicionales, tanto económicas
como humanas, que ahogaron a los habitantes de los valles pirenaicos. Indudablemente también
repercutió en los soldados, que cobraban con retraso o simplemente no llegaban a cobrar, y en
febrero se ordenó alojar a la tropa en las casas de los lugares por los que pasaban, con todos los
problemas, especialmente de convivencia, que conllevó. La guarnición del castillo de Benasque
estaba a las órdenes de Miguel de Cardona, que a su vez era el administrador y cobrador de los
derechos de pasaporte de todo lo que salía de Aragón por Benasque.
La situación se hizo cada vez más insostenible y las tropas establecidas a lo largo del Pirineo tuvieron
que reubicarse en otras zonas, quedando la defensa de estos pasos en manos de los propios vecinos,
viéndose obligados a armarse para aplacar posibles invasiones de sus territorios. Por Benasque, los
8 ACA, cancillería, reg. 81, fol. 158r. Cit. UBIETO ARTETA, A. (1984): Historia de Aragón.
Pueblos y despoblados. Ed. Anúbar, Zaragoza, vol. 1, pp. 233-234.
9 ACA, cancillería, reg. 81, ff. 109v-110r.
10 ACA, consejo de Aragón, leg. 71. Cit. CAMÓN AZNAR, J. (1959): op.cit. pág. 125, doc. 65.
34
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
franceses entraban continuamente. El propio Concejo de la villa decía11 que “el estado en que nos
tiene los trabajos continuos de la guerra y los mayores con que nos amenaza el enemigo y cuán
necesitados estamos de ayuda”.
Poco cambió la situación, ya que dos años después el mismo gobernador comunicaba que el castillo
estaba sin gente, dinero ni víveres y que necesitaba imperiosamente la llegada de soldados para la
defensa.
A pesar de la mala situación, se intentó paliar la situación de que los soldados se alojasen en las casas
de las villas y lugares y no en los castillos y fortalezas. Así, en las Cortes de Zaragoza de 1645 se
aprobó un fuero específico para salvar estas formas, prohibiendo a los soldados de guarnición en
dichos lugares alojarse fuera de los propios castillos y fortalezas. A mediados de 1669 el castillo de
Benasque estaba guarnecido con medio centenar de soldados siendo, de los fronterizos, el que más
soldados tenía.
A finales del siglo XVII, Benasque volvía a estar en el punto de mira, ya que se informaba de una
posible invasión por la villa, aunque el Concejo de Aragón se apartó de la problemática y les instó a
pedir ayuda al virrey, quien a su vez le dijo al Concejo que era necesario realizar obras de reparación
en el castillo, debido a su pésimo estado de conservación.
En la última década, la guarnición del castillo se había visto disminuida en más de la mitad de
soldados, y ya apenas llegaba a los cuarenta.
La Guerra de Sucesión (1701-1713) también tuvo sus episodios significativos en Benasque y su
castillo. En 1705, el gobernador Andrés Sans capituló ante las tropas del archiduque Carlos, siendo
sustituido por Jorge de Labastida. Las correrías por el valle de Benasque se incrementaron cuando el
Conde D’Estaing intentó la conquista del castillo de Benasque con medio millar de hombres. El 22 de
abril tomó la villa. El castillo no le iba a resultar tan fácil, tanto fue así que el 16 de junio tuvo que
abandonar la empresa. En Francia se dijo que el abandono se había producido porque era tan
vigorosa la roca que no le había sido posible minarla. Una muestra más de la importancia del castillo
de Benasque en la historia.
En 1711 eran ochenta los soldados de guarnición en el castillo, en el que también estaban obligados,
diariamente, a trabajar en su reparación dos centenares de hombres12. A lo largo del año se ordenó la
elaboración de un proyecto que resultara viable para pasar piezas de artillería por el puerto de
Benasque, cuyo artífice fue el comisario de artillería Fontenau, siendo aprobado por Felipe V. Desde
este momento el encargado de recuperar el castillo de Benasque fue el Marqués de Arpajon. Tas
11 ADPZ, ms. 447, fol. 252. Cit. COLÁS LATORRE, G. (1978): “Los valles pirenaicos aragoneses y su colaboración con la
monarquía en la defensa de la frontera (1635-1643)”, en Argensola. 85. Ed. IEA, Huesca. pág. 21.
12 LEÓN SANZ, V. (1987): “Política interior del archiduque. Benasque, un valle austracista durante la Guerra de Sucesión”,
en Cuadernos de Historia moderna y contemporánea, 8. Ed. UCM, Madrid. pp. 89-90.
35
varias vicisitudes, el 9 de septiembre llegó a la villa y una semana después, el gobernador del castillo
por parte del archiduque, Manuel de Sola, capituló. Al día siguiente, entraron al castillo y fuimos a la
torre y allí encontramos sesenta barriles de pólvora, dos cañones de fundición de cuatro libras de balas
          n 1709. También encontramos tres
espingardas de fundición, dos de hierro, dos morteros de seis pulgadas, veinticinco granadas, doce
bombas de doce pulgadas, seiscientas granadas de mano, seiscientas balas de cañón, sesenta cajas de
balas de plomo, doscientos mosquetones o arcabuces (sin contar los fusiles de la guarnición), cuarenta
arrobas de mecha, dos linternas de cuerno, diez fardos de lana, dos campanas enteras y una rota, que
pesaban cada una alrededor de cincuenta libras13.
Ocho años después la guarnición se había reducido hasta los sesenta soldados. A mediados de siglo,
en 1740 el armamento del castillo se aumentó en diez piezas de artillería. Y ya en 1767 se trabajaba
en la ampliación del castillo.
En 1793 Francia y España entraron en guerra. Indudablemente, Benasque fue un punto crucial en la
Guerra de la Convención, si bien el ministro del ramo, el Conde de Aranda, reforzó ampliamente la
zona de Cataluña, dejando la parte aragonesa con numerosas lagunas defensivas y a merced de las
acometidas enemigas. No obstante llegaron a Benasque cerca de cuatrocientos hombres de tropa. Las
noticias que llegaban del lado francés eran sumamente inquietantes, ya que vieron la debilidad de la
parte aragonesa. De este modo, las tropas francesas intensificaron sus acciones a lo largo del Pirineo
aragonés.
Tras las últimas batallas del siglo XVIII y principios del XIX, como la Revolución Francesa, la Guerra
de la Convención y la guerra contra Portugal de 1801, además de otros conflictos bélicos en los que
el castillo de Benasque había resultado un punto fundamental en la defensa del territorio español a
lo largo de periodos anteriores, en 1803 se ofreció una visión global del castillo, que lo describía14, en
la que se exponía unas necesarias reformas para hacerlo más inexpugnable.
Su primera entrada tiene un rastrillo, y a su izquierda un cuarto reducido que ha servido de cuerpo de
guardia para cuatro hombres. Siguiendo la entrada, que pasa por un tambor, hay dos puertas, una de
ellas está formada de hierro. La entrada tiene acceso por un puente levadizo de pequeñas dimensiones,
con un foso o pozo de cinco varas de ancho, tres varas y dos pulgadas de largo y tres varas de
profundidad. Se halla enseguida el principal, para dieciséis hombres. A su derecha está el horno y a la
izquierda una puerta que entra a un pasadizo descubierto, en donde a la derecha se halla una escalera
al cuarto para el oficial de guardia, y enseguida a la habitación del Gobernador. Después, la cantina, y a
su continuación la escalera que sube a la habitación del Ayudante y a los cuarteles de tropa que ocupan
todo el sitio de las habitaciones bajas. Arriba están los desvanes en los cuales puede acomodarse tropa
13 JUSTE MOLES, V. (1991): Aproximación a la Historia de Benasque. Ed. Ayuntamiento de Benasque, Benasque. pág. 149.
14 JUSTE MOLES, V. (1991): op.cit. pp. 66-67.
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
en caso necesario. Frente a la habitación del Gobernador se halla un torreón redondo que sirve en lo
bajo para cárcel y arriba la capilla, teniendo a su lado la habitación para el capellán. Antes de entrar en
la plaza de armas se hallan dos cocinas, de las cuales una se emplea para guardar efectos de artillería
por falta de almacén. En el medio del castillo está situada una torre muy antigua en donde ponían a los
reos de Estado, siendo sus paredes de un grueso de siete palmos. Hay también un pequeño repuesto de
pólvora y en un pequeño recinto hay un reducido almacén de madera para resguardo de cinco cañones,
de a doce de largo y tres de a cuatro, con sus efectos de artillería. La muralla de la plaza de armas que
mira al norte y camino de Francia posee dos troneras para cañones y dos aspilleras, y en la muralla que
mira al mediodía una tronera con doce aspilleras. Al extremo de la plaza de armas está situada la
cisterna, que recoge todas las aguas del castillo por medio de canalones de madera. Tiene una bodega
proporcionada a las habitaciones y sus comunes correspondientes. La torre, actualmente está empleada
con efectos de artillería. Toda la muralla que circunda el edificio está con sus aspilleras
correspondientes y en ella hay doce ventanas que se pueden guarnecer en tiempo de guerra con doce
obuses”.
EL SIGLO XIX. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
El 2 de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se levantó en armas contra las tropas francesas de
Napoleón. Pronto llegaron las noticias a Zaragoza, que el 24 de mayo también tomó las armas. En su
tesón por encontrar a alguien que les dirigiese, y tras haber recurrido al Conde de Sástago, a Antonio
Cornel y Ferraz (natural de Benasque), a Eugenio Navarro de Eguí y a José Mor de Fuentes, fue José
de Palafox y Melci quien se erigió en estandarte del pueblo aragonés contra las tropas napoleónicas.
Mientras Palafox ordenaba el alistamiento de voluntarios, Napoleón destinó a la zona del valle de
Benasque a la segunda compañía del primer batallón de Montesquieu. El alcalde de Benasque,
Francisco Cornel, recibió el oficio de alistamiento ordenado por Palafox el día 29 de mayo. En la zona
de La Ribagorza se levantaron compañías en Benabarre y Benasque. Pese a las primeras dificultades
que hubo en Benabarre, se formaron las primeras compañías, mientras en Benasque se encargó el
propio alcalde de formarlas, cuando el castillo estaba al mando de su Gobernador, el Marqués de
Villora. De esta manera, en La Ribagorza se completaron tropas voluntarias en Graus, Jaca, Barbastro
y Huesca, además de en Benabarre y Benasque.
La primera ofensiva ocurrió durante los primeros días de junio cuando un grupo de paisanos
ribagorzanos cruzó la frontera por el puerto de Benasque y se hizo fuerte en el Hospital de Luchón,
primera localidad francesa tras pasar la frontera. Ante esta situación, Napoleón reforzó su guarnición
de Pamplona para intentar marchar sobre Zaragoza, y nombró un nuevo general para la
comandancia de los Altos Pirineos y otro para los Bajos Pirineos, ordenándoles que iniciaran
incursiones en territorio español.
37
El 9 de junio, en Benasque, se produjo una reunión a la que asistieron los miembros del
Ayuntamiento, el gobernador del castillo, los presbíteros más importantes y los personajes más
importantes de la villa, llegando a una serie de acuerdos. Días después, Palafox nombró a Ramón
Garcés como comandante de armas de Benabarre, mientras el gobernador del castillo de Benasque
se mostraba impaciente ante la ayuda solicitada, que no le llegaba. La compañía que se formó en los
lugares de Santaliestra, Perarrúa y Aguilar solicitó, por cercanía, ir destinada al puerto de Benasque.
Así pues, en Benasque se conformaron tres compañías, con un total de trescientos voluntarios.
Un año después del levantamiento de Zaragoza, una columna de doscientos soldados franceses salió
desde Jaca hacia Benasque siendo repelidos por los vecinos del valle, obligándoles a retroceder.
Mientras tanto, el gobernador del castillo, Marqués de Villora, solicitaba ayuda por la mala situación
en que se encontraba su guarnición. El corregidor de Benabarre fue conminado, por el intendente, a
enviar la ayuda solicitada, pero no llegó. En agosto, el benasqués Antonio Cornel y Ferraz, ministro
de la guerra, recibió una carta de la junta local de Benasque y ordenó al capitán general de Aragón,
José de Palafox, a auxiliar el castillo de Benasque.
Entre octubre y noviembre de 1809, las tropas francesas afianzaron sus posiciones a lo largo del Alto
Aragón. El 22 de noviembre se presentaron en la entrada del valle. El capitán francés, Roquemaurel,
venció a los benasqueses, que intentaron por todos sus medios que no tomaran el castillo. Las tropas
españolas del castillo, comandadas por el Marqués de Villora se negaron a entregar la fortaleza,
aunque finalmente tuvo que entregarla y jurar fidelidad a José Bonaparte.
Los franceses se hicieron con el castillo de Benasque, dejando una guarnición de trescientos
soldados. En el castillo había entonces “tres espingardas, nueve cañones, dos en bronce de a doce, tres
cañones de cuatro nuevos, y cuatro obuses de a cuatro”. Las acometidas de las tropas francesas, con
sede en Benasque, continuaron por el valle durante un tiempo, aunque a principios de 1810, la
guarnición francesa en el castillo era de poco más de doscientos efectivos. Al año siguiente la
situación de la tropa francesa acantonada en el castillo era límite y apenas podía subsistir, y solo
lograban víveres de lo que, arma en mano, sustraían a los vecinos del valle.
Los últimos reductos militares que en la Península estaban en manos francesas habían sucumbido a
las tropas españolas. Solo quedaba en poder de los soldados franceses un punto fortificado en la zona
central pirenaica; Benasque. El primer batallón de alaveses de la División de Navarra, comandado
por el coronel Sebastián Fernández, recuperó el castillo de Monzón. Tras esto, un grupo a las órdenes
de Espoz y Mina, estableció puestos en el camino de Eriste, en San Pedro y en los caminos de Cerler y
Francia. Así las cosas, las tropas españolas se presentaron en la entrada de la villa de Benasque. El 23
de abril de 1814, la guarnición francesa se rindió a las tropas españolas, significando el final de la
Guerra de la Independencia y de las tropas napoleónicas en la Península.
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL CASTILLO Y SU DEMOLICIÓN
Tras la Guerra de la Independencia, el castillo de Benasque perdió gran parte de la entidad que había
tenido a lo largo de la historia hasta entonces. No obstante el castillo de Benasque continuó siendo
un punto de enorme significación durante los siguientes años.
El 15 de septiembre de 1858, el ministro de la guerra, Leopoldo O’Donell, recibió una carta del
capitán general de Aragón informándole de una posible invasión de las tropas carlistas que se
dirigían hacia Benasque y ya que del castillo de Benasque se trata, creo de mi deber llamar la
atención de V.E. sobre este fuerte, inútil por todos los conceptos, tanto para guerra extranjera como
para la civil, por su mala situación y en un país con ningún género de salida ni comunicación notable.
Me atrevo a rogar a V.E. se sirva disponer y autorizarme para que se ejecute cuanto antes su
demolición15.
La petición de demolición del castillo ya había sido elevada dos años antes por la Junta de Defensa
del Reino al ministerio. Así pues, el ministro O’Donell, mediante una Real Orden de 17 de septiembre
de 1858, ordenó la demolición del castillo de Benasque    la inconveniencia de la

Cinco días después, el capitán general de Aragón ordenó que todo el material del castillo de
Benasque fuera trasladado al de Monzón. Pese a la orden de demolición decretada por la reina, los
vecinos la intentaron frenar ya que 
.
De esta manera, el día 30 de septiembre, los vecinos enviaron una carta a la reina mostrando su
indignación ante la orden. Los deseos vecinales no fueron oídos y el castillo fue demolido, en parte,
ya que posteriormente, en muchos libros de viajes aparece el castillo de Benasque cuando hablan de
la villa.
OTROS ELEMENTOS DEFENSIVOS EN LA VILLA DE BENASQUE
A pesar de la existencia de una fortaleza como el castillo, todavía quedan restos de casas fuertes que
en momentos de gravedad podían actuar a modo de defensa de la población, o al menos de sus
habitantes.
De esta manera, todavía hoy se pueden contemplar entre las calles de Benasque los restos del Palacio
de los Condes de Ribagorza, recientemente restaurado, con un garitón defensivo, más estético que
funcional, casa Juste, con su torre cuadrada coronada de almenas, la torre de la antigua cárcel, casa
Faure, que aunque carece de cualquier tipo de simbología defensiva, presenta una esbelta torre, y la
propia Iglesia Parroquial de Santa María.
15 JUSTE MOLES, V. (1991): op.cit. pp. 70-71.
39
CARACTERIZACIÓN DEL CASTILLO DE BENASQUE
A través de los planos y documentos conservados se puede establecer una caracterización fiable de
las dependencias, tanto defensivas como auxiliares y de servicio, que se disponían en el castillo de
Benasque.
Elementos defensivos
Muros: construidos de piedras superpuestas, en la base aparecen sillares de gran consistencia.
Entrada: el acceso al castillo se hacía por la puerta principal, situada en la parte sureste y defendida
por una garita a su lado derecho, y una segunda garita a mayor altura, en el segundo recinto.
Torre mayor: fue la mayor estructura defensiva del castillo. Se conservan restos de la torre cuadrada,
con unas dimensiones de seis metros en cada uno de sus lados. Construida de gruesos sillares en la
base. En los restos conservados apenas se aprecia la altura que pudo llegar a tener, si bien hay que
tener en cuenta que su entrada se encontraba en altura, mediante un puente levadizo, y que constaba
de tres pisos y un sótano. Era en la torre mayor donde se guardaban todos los pertrechos de
artillería, y en el sótano un almacén de pólvora.
Torre menor: situada en la parte oriental del castillo, de planta circular y de menor dimensión que la
mayor, junto a los pabellones de oficiales y al cuerpo de guardia principal.
Aspilleras: se han podido verificar, gracias a los documentos, a ambos lados de las baterías, y
seguramente también las habría en la parte alta de los muros.
Revellín: conocido gracias a la documentación conservada, se situaba frente al castillo.
Parapeto: en los dibujos de Tiburcio Spannochi se observa la idea de construir un parapeto que
actuara como defensa de la torre mayor, el cual debería separarse de los muros de la torre por una
barbacana.
Baterías: disponía de dos baterías. Una situada en el lado oriental o batería de proa, que miraba hacia
la zona de entrada del castillo, y otra, más amplia y junto al parque de artillería, que miraba hacia
Francia.
Garitas: destinadas a la vigilancia activa del castillo y situadas en lugares estratégicos y susceptibles
de ser vigilados por su importancia.
Elementos auxiliares y de servicio
El castillo también contaba con otras dependencias destinadas a la vida cotidiana dentro de la propia
fortaleza y que no tenían el marcado carácter militar.
40
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Plaza de armas: rodeado de la muralla, en torno a la que se distribuía el resto de dependencias.
Ocupaba la mayor parte de la plaza baja, o primer recinto, y se encontraba nada más atravesar la
puerta principal. Con casi total seguridad en torno a la plaza de armas se encontraría el establo, si
bien no hay ningún documento que lo verifique.
Cocina: al menos existían dos cocinas, una en el primer recinto, cerca de la puerta principal, que era
utilizada por la tropa de guarnición, y otra junto a la torre mayor, destinada a los oficiales.
Horno: situado en el segundo recinto, en él se cocía el pan. También era utilizado por la población de
la villa ya que era de los pocos que existía.
Cisterna: situada en la parte occidental del castillo se destinaba a recoger y guardar el agua.
Actualmente queda prácticamente intacta.
Letrinas: había varias, situadas a lo largo de la muralla del castillo y cerca de las garitas de vigilancia,
de las baterías y en el frente de los pabellones de oficiales.
Pabellones: eran las dependencias destinadas a las habitaciones. En la zona oriental, junto a la
batería de proa se disponían varios pabellones que ocupaban los soldados, mientras que los de los
oficiales estaban frente a la torre mayor. El Gobernador tenía su pabellón al lado izquierdo de la
torre mayor, encima del cuartel de artillería y cercano al parque de artillería y a las baterías.
Bodega: situada en la parte septentrional del castillo, junto a la cocina y los pabellones de oficiales,
justo delante de la torre mayor.
Calabozo: situado junto al cuerpo de guardia del segundo recinto y cerca de la torre mayor.
Capilla: en un principio se ubicó en la tercera planta del edificio de los calabozos, encima del pabellón
de ayudantes. Posteriormente se trasladó al edificio de la bodega y encima de varios pabellones,
enfrente de la torre mayor. En esta nueva ubicación se accedía mediante la bajada de unas escaleras
colindantes con las de subida a la torre.
A MODO DE CONCLUSIÓN
La principal motivación de presentar esta comunicación en el Congreso de cultura y patrimonio de
los Pirineos no fue otra que la de poner de relieve la gran significación que el castillo de Benasque ha
tenido a lo largo de la historia como punto clave fronterizo, entre España y Francia, enmarcándolo en
los hitos históricos en los que más importancia adquirió. Los resultados de esta investigación, porqué
no, pueden marcar el punto de inicio de una posible recuperación de los restos que se conservan y de
su difusión, eje fundamental del foro que nos reúne.
41
La investigación histórica cada vez más necesita de diferentes disciplinas que complementen la labor
de archivo. Esta búsqueda de información escrita no es más que un primer paso, creo que
fundamental, para la elaboración de una completa investigación, al menos como la que presento en
este congreso. Si sumamos la información archivística (patrimonio documental y fotográfico) a una
interesante y necesaria prospección o excavación arqueológica (patrimonio arqueológico), junto a la
siempre relevante memoria oral (patrimonio inmaterial y antropológico), tenemos como resultado
una completa investigación de cualquier aspecto del patrimonio histórico o artístico. Y toda esta
labor debe encaminarse a la puesta en valor o revalorización de lo investigado (museos, redes y
proyectos de cooperación) que suponen un atractivo de interés, especialmente turístico, de la zona o
comarca en cuestión.
En este aspecto, y por todo lo expuesto hasta aquí, el castillo de Benasque no debería seguir siendo
algo desconocido, debido a lo que ha representado en el tiempo para la historia de Aragón y de
España, y bien merecería no seguir en el olvido.
PATRIMONIO ECLESIÁSTICO EN BENABARRE
EN EL SIGLO XVIII A TRAVÉS DE LOS ARCHIVOS
PARROQUIALES
Resumen El presente texto pretende reunir datos referentes a las
iglesias, conventos, ermitas y otros edificios o bienes muebles e
inmuebles que aparecen en los quinqui libri1 de la parroquia de
Benabarre a lo largo del siglo XVIII. Por supuesto, la información aquí
reunida no hace referencia solamente al núcleo urbano sino a todo el
término de la villa. La fuente principal se halla en las diversas visitas
parroquiales efectuadas, siendo de muy especial importancia la
realizada entre el 22 y el 30 de septiembre de 1776 por el Illmo. Sr. Don
Joaquín Antonio Sánchez Ferragudo, titular del obispado y ciudad de
Lérida2.
1. SOBRE LOS EDIFICIOS RELIGIOSOS DE LA VILLA
Ya dejó constancia Labaña3 en su recorrido, que no hay que olvidar,
corresponde con los inicios de la segunda década del siglo XVII, de
varias de las siguientes construcciones que aquí citaremos. Menciona
pues la parroquial, junto a un castillo que mandó destruir Felipe II,
entre otras cosas, por haber llegado a ser ocupado por bandoleros en
los incidentes del condado a fines del XVI. Habla también de la
fundación, no hacía mucho y en unas casas pobres, de un convento de
agustinos descalzos. También comenta la existencia de un colegio de
dominicos fundado en un antiguo convento, el de Linares. No obstante,
y tal vez sin que deba parecernos muy curioso, no señala la existencia
de dos templos parroquiales, uno para cada uno de los sectores de la
población, cosa que sí relata la documentación parroquial4.
1Muy especialmente los de difuntos: APBe, Be 042, Libro de Difuntos 1566-1730;
APBe, Be 043, Libro de Difuntos 1731-1754; APBe, Be 044, Libro de Difuntos 1754-
1780; APBe, Be, 045, Libro de Difuntos 1781-1794.
2APBe 044 Libro de difuntos 1754-1780. Ff. 198 v y sgs.
3Labaña, J.B. Itinerario del Reino de Aragón. Por donde anduvo los últimos meses del
año 1610 y los primeros del siguiente 1611. Ed. Prames, Zaragoza, 2006.
4APBe 044 Libro de difuntos 1754-1780. Ff. 203V, a fecha de 22 de septiembre de
1776

Abel Ajates Cónsul
aajates@gmail.com
Es Licenciado en Historia por
la Universidad de Zaragoza
(2004) y DEA en Historia
Moderna con investigaciones
sobre las relaciones rey y
reino en la segunda mitad del
siglo XVII (2006). Ha
participado en campañas
arqueológicas en Labitolosa
(La Puebla de Castro) en los
veranos de 2001 a 2006. En la
actualidad trabaja como
profesor de secundaria en el
IES Gallicum de Zuera
(Zaragoza) y cursa la
Licenciatura de Antropología
Social y Cultural por la UNED.
Susana Catalán Garzarán
catalan_susana@yahoo.es
Licenciada en Historia (2000)
y DEA en Arqueología, por la
Universidad de Zaragoza. Ha
participado en diversos
trabajos de investigación
arqueológica, destacando las
campañas de excavación
arqueológica en Labitolosa (La
Puebla de Castro), y la
dirección de las campañas de
prospección arqueológica en
la Cuenca Media del río
Aguasvivas (provincias de
Zaragoza y Teruel, desde
2004). En la actualidad es
profesora de francés en la
Escuela Oficial de Idiomas de
Huesca.
43
Una de ellas, a la que parece darse históricamente más peso y que sigue dando nombre a la parroquial
actual, es Santa María de Valdeflores; la otra es la de San Miguel. Estas, junto a las siguientes citadas,
se pueden observar entre las diversas edificaciones religiosas visitadas por el obispo de Lérida a inicios
del otoño de 1776 y que aquí nos sirve de base para el presente estudio:
Edificio religioso
Localidad
Observaciones
Fecha
Folio el libro
Iglesia Parroquial de
Sta. Mª Valdeflores
Benabarre
Buen estado
22 de sept. 1776
198v
Iglesia de San Miguel
Benabarre
Buen estado, revisión
pertenencias con la anterior
23 de sept. 1776
203v-204r
Iglesia del Hospital
Benabarre
Buen estado
23 de sept. 1776
204r-205r
Capilla de Nª Sra. de la
Concepción
Benabarre en calle la Justicia,
casa de D. Cristobal Bardaxi
23 de sept. 1776
205r/v
Capilla de Nª Sra de
Loreto
Dentro de la presente villa
23 de sept. 1776
205V
Capilla ermita de San
Sebastían
Extramuros
23 de sept. 1776
206r
Convento de religiosas
de Sto Domingo
Benabarre
Clausura
24 de sept. 1776
206r/v
Ermita de San
Salvador
Término de Benabarre
24 de sept. 1776
206v
Capilla de los
Agustinos
Termino de Benabarre
En una casa, mas de los
agustinos
24 de sept. 1776
207r
Cita indirecta al convento
de los Agustinos
No visita el convento sino una
propiedad de éste
207r
Ermita de Sta. Ana
Extramuros de Benabarre
La cuida el ayuntamiento
Benabarre
24 de sept. 1776
207r/v
Ermita de San
Medardo
Términos de la villa
27 de sept. 1776
207v
Iglesia de las casas de
Puybert5
Mas Puybert, próximo Aler
28 de sept. 1776
208r/v
Capilla de San Donato
Término de Puybert
La encontró en mal estado y
prohibió oficiar en ella
28 de sept. 1776
208v
Capilla de Nª Sra. de
las Bentosas
Término de Puybert
28 de sept. 1776
208v-209r
Capilla de Sta. Ubaldesca
Término de Puybert
Torres del Rey
29 de sept. 1776
209r/v
Capilla de San Roque
Término de la villa
29 de sept. 1776
209v
Capilla de la Sagrada
Familia
Término de la villa, junto al Mas de
Rivera
29 de sept. 1776
210r
Capilla de Nª Sra. de la
Alegría
Término de la villa
29 de sept. 1776
210r/v
Capilla de San Joaquín y
Sta Ana
Término de la villa
30 de sept. 1776
210v-211r
Capilla de Nª Sra. del
Rosario
Mas de Ferrer, término de la villa
Término mas de Laguarres
30 de sept. 1776
211r/v
Capilla del Mas de Arp
Existían libros parroquiales en
el mas
No aclara
211v
Cierre por párroco
Benabarre
7 de oct. 1776
212r
5Con libro parroquial propio en los años sesenta del setecientos que recogía oficios en las Ventosas, APBe, Be 090,
Libro de las parroquiales de Puybert y las Ventosas.
44
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Según esta visita, en la villa de Benabarre destacarían, en la revisión del obispo, tres iglesias: la
parroquial y principal de Santa María de Valdeflores, otra parroquial de uno de los barrios, bajo
la advocación de San Miguel, y la del Hospital de Santa Elena, cada una de estas con su
respectivo cementerio6. A la par, dos capillas; una en la propiedad de una noble familia, los
Bardaxi7, y otra de Nuestra Señora del Rosario, más un convento femenino y de clausura de las
dominicas. Cabe mencionar como cita de pasada el convento de San Agustín, aunque no habría
sido visitado en esta ocasión.
Los libros de difuntos correspondientes a esa misma centuria nos ayudan a conocer la
existencia de varias capillas con sus altares en algunos de estos edificios. Sírvanos de ejemplo el
registro del sepelio de Esteban Garen de 4 de abril de 1774, donde se dice: 
asistencia de nueve sacerdotes del capítulo eclesiástico de Benabarre en la Iglesia Parroquial de
Santa María de Valdeflores en frente de la capilla de Nuestra Señora de la Concepción...8
Por supuesto son mucho más numerosas las citas de sepulturas de particulares y la vinculación
de estas y, por tanto de ciertas familias importantes, a capillas concretas. Así, con todo ello, y al
dar referencias de la posible ordenación en el espacio de unas y otras pensamos que, con más
detalle, puede hacerse en un estudio más amplio que el presente que nos permitiría reconstruir
y cotejar la disposición interna en varios edificios. Así, por ejemplo, sabemos que la sepultura de
Antonia Sarroca se halla en San Miguel delante del altar de San Medardo y, a la par, contigua a
las gradas del presbiterio, lo que, indirectamente nos permite ir conociendo sobre la
distribución interior de esta parroquial de la villa de Benabarre.
Así, en la Iglesia Mayor de Santa María de Valdeflores tenemos noticia de, por lo menos, las
siguientes: Capilla de la Transfiguración junto a la pared del Evangelio o la parte del coro;
Capilla de la Concepción en el lado de la Epístola; Capilla del Corpus; Capilla de Santa Lucía;
Capilla de San Felipe Nery; Capilla de San Salvador, contigua a la pared de la parte de la Epístola
de dicho altar; Altar de la Magdalena (cerca de la escalera del coro). En la Iglesia de San
Miguel: Capilla de la Virgen; Altar de Nra. Sra. de Marro, tal vez Maio; Capilla de San Antonio
Abad en el lado de la epístola; Altar de San Medardo. La Iglesia del Convento de los Agustinos:
6Del cementerio de la Iglesia parroquial de Santa Maria dice que debe ser tapiado para evitar que los perros o los
cerdos profanen los cadáveres, APBe 044 Libro de difuntos 1754-1780. Ff. 199V, fecha de 22 de septiembre de 1776.
Ya se solicitó algo parecido para el cementerio de San Miguel en la visita de Don Miguel Escartín, obispo de Lérida,
celebrada en febrero de 1668, APBe 042 Libro de difuntos 1566-1731, ff 109r sgs. Asimismo, en 1737, el obispo
Gregorio Galindo manda sean cerradas las puertas de acceso del cementerio de la parroquial de Santa María para
que no puedan entrar las caballerías, APBe 043 Libro de difuntos 1731-1754 F. 19v.
7La casa se encuentra en la calle de la Justicia, cargo asociado a la familia de los Bardají ya en el siglo XVII. Así, por
ejemplo, en 1697 se cita a Don Antonio de Bardaxi como justicia general del condado de la Ribagorza, APBe 033,
Libro de Casamientos 1563-1730.
8APBe 044 Libro de difuntos 1754-1780. Ff. 251V, fecha de 4 de abril de 1774.
45
Capilla de San Agustín; Capilla de Santo Tomás de Villanueva; Capilla de San Nicolás (con su
altar); Capilla de los Dolores; Capilla del Santo Cristo9. En la Iglesia del hospital de Santa
Elena, pero aquí en la documentación de la visita, se nombra la existencia de dos aras, una del
Santo Cristo y otra de San Francisco.
Extramuros de la villa: dos edificios; la ermita de San Sebastián y la de Santa Ana.
En el término de la villa destacan iglesia, ermitas y capillas, algunas de ellas asociadas a los
mases del término municipal. Parecen interesantes las varias del término de Puybert, la Iglesia
de San Pedro, junto a las casas del mismo mas, y las ermitas de San Donato y las Ventosas así
como la capilla de Santa Ubaldesca. Manuel Iglesias Costa identifica la de las casas de Puybert,
San Pedro, con San Donato10, pensamos que de forma errónea pues hay una diferencia clara en
la visita entre esta, de la que se dice;   (se refiere a 28 de septiembre de
1776) visitó S.I la capilla de San Donato, sita en el término de Puibert y habiéndola encontrado S.I.
indecente y sin altar prohibía y prohibió se celebre el Santo Sacrificio de la Misa sin otra pía
función en ella bajo su Sta. Obediencia, y pena de excomunión mayor11y la primera, de la que se
apunta; “hizo también de la capilla de San Pedro, sita en el término de Puybert y contigua a las dos
casas pertenecientes a la parroquial de la presente villa a la que encontró muy limpia y aseada...12
El problema se halla en saber si en esos años seguía siendo iglesia parroquial o una simple
capilla dependiente de la parroquial de Benabarre como quería el capítulo eclesiástico de la
villa y como parece apuntar arriba la visita debido a que, según el mencionado capítulo, no tenía
suficientes rentas. Así, el propietario del mas, Agustín Abellana Pociello nos dice que, el
capítulo     de Puybert en la curia de Monzón en quanto a la
propiedad si debía o no de ser parroquía por la poca renta que había13 El propio masovero,
tacha aquello de mentiras hablando con desprecio del proceder del clero: 
o hicieron un informe a su moda...14
El caso de Puybert, con sus edificios de culto próximos, y otros citados, tiene interés pues se
asocia al importante desarrollo masovero que se da, sobre todo, en el XVIII15. Aunque,
9Se puede comparar con los ofrecidos en Castillón Cortada, F Santa María de Valdeflores y San Miguel. Las dos
parroquias de Benabarre. IEA, Huesca, 1998.
10Iglesias Costa, M. Edición revisada y aumentada por Acín Fanlo, J. L. y Calvera Nerín, E. Arte religioso del Alto
Aragón Oriental. Arquitectura románica, siglos X-XI, XII y XIII. Tomo 1. PRAMES Colección Mirador, Zaragoza, 2003.
Págs. 122 y sg.
11APBe 44 Libro de Difuntos 1754-1780 f 208v.
12 APBe 044 Libro de Difuntos 1754-1780 f 208v.
13APMP Libro de Memorias f 113r. O en el f 115r donde se cuenta como los eclesiásticos dejaron de acudir a
Puybert argumentado que no era parroquial, que la de Puybert era la de Benabarre y que los vecinos podían
desplazarse hasta la villa y todo justificado en la escasa renta.
14APMP Libro de Memorias f 115r.
15Ajates Cónsul, J. A. “Una estructura población prepirenaica, los mases de
Benabarre en época moderna.” en Ibix, Annals 2008-09, Girona, octubre de 2010,
págs. 273-287.
46
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
recordemos también que es en este momento cuando, como se indica más arriba y en la
referencia de la nota número 10, desaparece de uso activo la capilla de San Donato. Podemos
citar como ejemplos de este crecimiento las capillas del mas de Agustinos (capilla Agustinos),
mas de Ferrer (capilla de Nª Sra. del Rosario) y la capilla de mas de Arp, con libros propios
como los había tenido la de San Pedro de Puybert hasta que la parroquial es desplazada a
Benabarre16.
2. PATRIMONIO RELIGIOSO MUEBLE
La documentación también nos aporta datos sobre los bienes pertenecientes a las estructuras
anteriormente citadas. Como no podía ser menos, la visita de 1776 revisa estas pertenencias y
juzga su estado. Por supuesto, los lugares con un mayor número de objetos litúrgicos serán las
dos iglesias principales de la villa, lo cual no evita que se repase el contenido del resto de
edificaciones cuidando todo detalle. Para comprender la cantidad y clase de los elementos
muebles de Benabarre hagamos una pequeña mención a aquellos que existen dentro de los
templos principales de la localidad.
De las parroquiales destacan una serie de objetos de entre los que merecen una mención
especial el arca de San Medardo, con el Santo, pectoral y báculo, junto con una reliquia de San
Gervasio. También es de destacar la cruz grande, con el asta de madera forrada de plata. Así
mismo, una serie de lámparas de las iglesias y las capillas: la del medio, la del Santísimo, la del
altar del Corpus, y la de la capilla de San Medardo. A su vez, la media luna y estrella de la virgen,
también la corona de virgen y el niño, más un hostiero, y, por supuesto, los diferentes cálices y
copas, entre los que destaca el de San Miguel, con sus patenas. Contamos con diversas
campanas, hasta ocho en una de las torres (cuatro grandes, dos medianas y dos pequeñas);
incluso una de ellas vinculada al propio coro de la parroquial. Quisiéramos indicar que, aunque
no lo hemos transcrito, la visita detalla profusamente los pesos y tamaños de las piezas de metal
arriba referidas. Se trataría pues de fijar con exactitud la riqueza y el tipo de objeto guardado
por los sacerdotes dependientes de la diócesis.
Por otra parte, entre los objetos textiles, podemos nombrar la capa de llevar al Señor a las
aldeas, de tres onzas, dos palios, uno de persiana de seda y otro de terciopelo carmesí, dos
pendones, uno de ellos de San Medardo y de damasco carmesí y el otro de damasco blanco.
También todo tipo de manteles, casullas, albas, ternos de damasco o terciopelo así como bolsas,
frontales, paños de atril, casullas, hábitos, etc.
También se muestra exhaustivo al detallar los bienes de la iglesia del Hospital, con dos juegos de
cáliz, copa y patena de plata de diferentes pesos, un relicario de San Antonio de Padua de hasta
16APBe, Be 090, Libro de las parroquiales de Puybert y las Ventosas.
47
6 onzas. A la par de campanas, campanillas. Una bolsa con corporales. Tres misales muy usados
y varios cuadernos. Además, toda una serie de conjuntos de diversas prendas, capas, cíngulos,
hábitos, manteles, etc.
Mucho menos descriptivo se encuentra cuando nos relata la realidad de otras iglesias o
construcciones religiosas, como serán las masoveras, lo que es normal si tenemos en cuenta que
hablamos de edificios más humildes o pequeños, alejados de la localidad y dedicados a cultos
más puntuales a excepción de los casos de Mas de Puybert y Mas de Arp.
De estas poco podemos señalar y, además, el propio registro de la visita se encuentra más
preocupado por reflejar el estado de las mismas, cosa lógica si entendemos que, dependiendo
de éste, se puede establecer la continuidad del uso de los edificios. Recordemos al fin de lo
anterior la descripción que se hace de San Donato, en los términos de Puybert, que hemos
recogido más arriba y en la que se puede apreciar lo que aquí apuntamos. Manifestemos
también como se establece dura pena ante la desobediencia del mandato episcopal que no es
otro que la del cese del culto en la misma. Así, y en relación a los templos o capillas de los mases,
un elemento muy significativo de su estatus, es la presencia de libros parroquiales para San
Pedro de Puybert y la iglesia del Mas de Arp, libros que en sí mismos, reflejan la importancia, si
bien puntual, de ambas.
Los objetos diversos, por lo general, debe entenderse que coinciden con los de las anteriores
pues, al fin y al cabo, estamos hablando de elementos de la liturgia. No obstante, no podemos
señalar la presencia de algún ítem destacable, como en la villa es el caso de la arqueta de San
Medardo. Por supuesto varían mucho entre los distintos lugares de culto del término. Así
destacan las muy humildes ermitas de San Salvador o Santa Ana, ambas al cuidado del
ayuntamiento que, aunque en buen y digno estado no son como la de San Pedro de Puybert de
la que destaca un buen listado de pertenencias, entre otras, cáliz y patena de plata, distintas
ropas u objetos textiles, misales, etc. O, por ejemplo, a la capilla de la Sagrada Familia aneja al
Mas de Rivera y que también poseería sus objetos propios parecidos a los de Puybert17.
3. APUNTES DEL USO DE LAS IGLESIAS DE BENABARRE EN EL SETECIENTOS
Para aproximarnos al uso de las iglesias de la villa que, en los registros, sigue siendo el más
repetido y, para entender la importancia de las mismas, hemos recurrido al análisis de
porcentajes en dos catas en los años sesenta y ochenta de la centuria dentro del caso de los ritos
de difuntos que hemos venido analizando para la obtención de información sobre la época.
17APBe 44 Libro de Difuntos 1754-1780 f 206v y ss.
48
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
DATOS DE LOS AÑOS 60 (1761-1770)
PORCENTAJES AÑOS 60 (1761-7770)
Con respecto a los porcentajes de los años 60 nos encontramos con los siguientes datos: Santa
María de Valdeflores recibe algo más del 48% de los sepelios, el 30,4% en el cementerio y algo
más de un 17% en el interior. San Miguel, por su parte, recibe casi el 30% de los ritos de
difuntos practicados, el 5,57% en el interior y algo más del 24% en el campo santo. El Hospital
supone el 7,42% de los entierros y la iglesia de los Agustinos el 9,57% del total.
Fila 1
0
100
200
300
400
500
600
700
800
Total
Ig Mayor Int
Cem Ig Mayor
Total Ig My
Ig S Mg int
C Ig S Mg
T Ig S Mg
Hospital
Conv Agustinos
T Sta María
T San Miguel
Hospital
Agustinos
49
DATOS DE LOS AÑOS 80 (1781-1790)
Por porcentajes los años ochenta suponen las siguientes cifras; la iglesia Mayor albergaría el
61,31% de los ritos de difuntos siendo, sobre el total, el 50,24% en el cementerio y el 11,7%
enterrados en el interior de la parroquial de Santa María de Valdeflores. El total de estas
prácticas, vinculadas a la iglesia de San Miguel, refleja que esta celebraba el 18,03% de las
mismas: el 14,8% en el cementerio y el 3,23% en el interior. El Hospital alberga el 11,31% de
los oficios y, la iglesia de los Agustinos, el 3,73%.
PORCENTAJES AÑOS 80 (1781-90)
Como vemos pues, a través de las cifras anteriores, y tomando siempre estas “catas” como
orientativas, parece que el equilibrio, sobre todo entre parroquiales, que se percibe en los años
sesenta, se rompe a fines de centuria sin que podamos más que aventurar alguna solución.
Como señalaremos en la conclusión, la interpretación más plausible descansa en un creciente
abandono de la parroquial de San Miguel, pues se espera que se construya la parroquial
T Sta Maria
T. San
Miguel
Hospital
Agustinos
Fila 1
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
Total Def
C Ig Mayor
Ig Mayor
Total Ig Mayor
Cem Ig San Miguel
Ig San Miguel
Total Ig S Miguel
C Hospital
Ig Agustinos
50
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
conjunta que, por motivos coyunturales, no podrá realizarse hasta pasado el primer tercio del
siglo XIX y siempre tras dos violentas contiendas, la de Independencia y la Carlista.
Por otra parte, si nos detuviéramos en su estudio, podríamos atender a una diferencia social en
el uso de las iglesias. Así, mientras que las parroquiales suelen ser empleadas por gentes de la
localidad o personas integradas, el Hospital presenta un mayor índice de población marginal
(que no implica pobreza en todas las ocasiones). Así, si bien podemos contemplar grados de
estatus en las personas que cumplen ritos en las parroquiales, hay un abismo entre el Hospital y
las parroquiales. Es en el Hospital donde podemos encontrar viajeros extranjeros, muchas veces
registrados como anónimos, pobres de solemnidad sin nadie que pueda responder por ellos. La
gradación en las iglesias parroquiales es muy distinta, pues marca el entierro dentro o fuera del
edificio, en tumbas de la casa o en el cementerio común, ritos en los que encontramos gran
variación de testigos, sacerdotes participantes, donaciones e incluso espacios dentro del propio
templo. Con ello, el uso de las edificaciones no solo construye posiciones sociales, sino estado de
las relaciones de las personas enterradas, siendo ejemplo de la compleja realidad social del
Antiguo Régimen que aquí dibujamos.
4. CONCLUSIÓN
A través del presente trabajo, hemos trazado un recorrido por la realidad de los conjuntos
religiosos de la cabecera del antiguo condado de la Ribagorza. En cuanto al patrimonio
eclesiástico, pensamos que hablamos de su periodo de esplendor. Coincide éste con el siglo
XVIII y, el motivo, no es otro que el producirse, por un lado, con el auge de las estructuras
masoveras, que generarán sus propios espacios de culto, y, por otro, por ser anterior a las
desamortizaciones y el inicio del estancamiento poblacional del XIX. Así mismo nos parece
importante resaltar cómo, algunos de los casos, por ejemplo el Mas de Puybert, son una
herencia de tiempos medievales.
En el presente trabajo hemos pretendido pues, hacer hincapié en el cuadro que la visita pastoral
del obispo de Lérida nos refleja para el año 1776 donde, como hemos relatado, podemos
visualizar esa dualidad villa/agro que nos muestra, también para los hitos religiosos, un
universo en progresivo crecimiento y que, a fines de siglo, llegará a su máximo de ocupación.
En cuanto al uso de las edificaciones religiosas de la localidad de Benabarre, nos ha parecido
razonable aproximarnos a su utilización mediante un estudio de los porcentajes en uno de los
ritos más comunes en el Antiguo Régimen, los sepelios, lo que nos ha proporcionado una
panorámica que incide en la máxima importancia de la parroquial de Santa María de Valdeflores
y que desciende dejando en último lugar de uso el convento de los Agustinos. No obstante, la
diferencia entre décadas nos lleva a pensar que, a fines de centuria, el deseo de construir una
51
nueva iglesia, la que será la parroquial actual, lleva, o por lo menos esa es una posibilidad, al
abandono de la parroquial de San Miguel esperando erigir la conjunta que, por diversos
motivos, aún tardará bastante en convertirse en realidad.
BIBLIOGRAFÍA
Ajates Cónsul, J. A. “Una estructura población prepirenaica, los mases de Benabarre en época
moderna”, en Ibix, Annals 2008-09, Girona, octubre de 2010, págs. 273-287.
Castillón Cortada, F. Santa María de Valdeflores y San Miguel. Las dos parroquias de Benabarre,
IEA, Huesca, 1998.
Iglesias Costa M. Edición revisada y aumentada por Acín Fanlo, J. L y Calvera Nerín, E Arte
religioso del Alto Aragón Oriental. Arquitectura románica, siglos X-XI, XII y XIII, Tomo 1, PRAMES
Colección Mirador, Zaragoza, 2003.
Labaña, J.B. Itinerario del Reino de Aragón. Por donde anduvo los últimos meses del año 1610 y los
primeros del siguiente 1611, Ed. Prames, Zaragoza, 2006.
Pérez Sarrión, G. Aragón en el setecientos. Crecimiento económico, cambio social y cultura, 1700-
1808, Ed. Milenio, Lerida, 1999.
52
I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
PATRIMONIO
DOCUMENTAL- FOTOGRÁFICO
COORDINADOR
Juan José Generelo
jjgenerelo@aragon.es
Es funcionario del cuerpo Facultativo de Archiveros,
Bibliotecarios y Arqueólogos del Ministerio de Cultura (desde
1989). Ha sido responsable de la Fototeca de la Diputación de
Huesca (2005-2007) y, dentro del Gobierno de Aragón, Jefe de
Servicio de Investigación y Difusión del Patrimonio Cultural del
Departamento de Educación, Cultura y Deporte (2008-2010).
Actualmente trabaja en el Archivo Histórico Provincial de
Zaragoza llevando la coordinación del programa DARA para la
difusión por Internet de los archivos aragoneses.
www.aragon.es/archivos/dara
53
DARA, EL PORTAL DE ARCHIVOS Y
DOCUMENTOS DE ARAGÓN
Resumen: A partir de su salida a Internet en 2010, DARA se ha
configurado como el sistema de información común de los archivos
aragoneses. Promovido y patrocinado por el Gobierno de Aragón, a
través de su Dirección General de Patrimonio Cultural, está compuesto
por una veintena de archivos de todas las titularidades: archivos
históricos provinciales, de la administración local, de asociaciones y
fundaciones, religiosos y privados. Integrado en el SIPCA, los archivos
participantes elaboran cooperativamente las herramientas comunes de
trabajo como es el caso de la norma de estructura de datos (EDARA) o
de descriptores geográficos (GEODARA). La parte más desarrollada de
DARA es la relativa a la difusión: el buscador del mismo nombre, los
buscadores propios de cada Archivo participante y los buscadores
monográficos (actualmente, los de fotografías, el del fondo Joaquín
Costa y, el más reciente, el buscador de censos electorales). Todos ellos
permiten la búsqueda y localización de documentos y, en muchos casos,
el acceso al documento digitalizado. En el ámbito pirenaico, hay que
destacar la documentación del Archivo Histórico Provincial de Huesca,
la Fototeca de la Diputación de Huesca y de la Fundación Hospital de
Benasque.
Juan José Generelo
jjgenerelo@aragon.es
Funcionario del cuerpo Facultativo
de Archiveros, Bibliotecarios y
Arqueólogos del Ministerio de
Cultura (desde 1989). Ha sido
responsable de la Fototeca de la
Diputación de Huesca (2005-2007)
y, dentro del Gobierno de Aragón,
Jefe de Servicio de Investigación y
Difusión del Patrimonio Cultural del
Departamento de Educación,
Cultura y Deporte (2008-2010).
Actualmente trabaja en el Archivo
Histórico Provincial de Zaragoza
llevando la coordinación del
programa DARA para la difusión
por Internet de los archivos
aragoneses.
www.aragon.es/archivos/dara
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
LA FUNDACION HOSPITAL DE BENASQUE Y SU
FONDO DOCUMENTAL DEL PIRINEO
Resumen: El Hospital de Benasque es un proyecto turístico basado en
la reconstrucción y puesta en valor del Hospital de Benasque como
instalación turística pirenaica. El concepto de la misma es la de facilitar
experiencias a los clientes que vienen a su/nuestra casa: la montaña, la
naturaleza y como no… la historia. Nuestro establecimiento está en
activo desde el S XII y ha sido protagonista de los hechos más relevantes
acontecidos en el Pirineo. Por tanto iniciamos una labor de búsqueda de
la historia a través de la investigación, la arqueología y la recopilación
de archivos documentales y gráficos. Para ello constituimos la
Fundación Hospital de Benasque conformada por el Ayuntamiento de
Benasque y el Hospital de Benasque como empresa concesionaria del
Hospital. Hoy en día podemos decir que casi todos los testimonios
gráficos del Hospital de Benasque están recopilados. Este trabajo ha
sido tan ilusionante que realizándolo hemos vivido nuestras propias
experiencias. Una de ellas es la de emocionarnos por recuperar la
historia del Hospital, pero de su mano, además la historia de Benasque,
de Luchón, del Valle de Arán, del Valle de Benasque…. Una vez iniciado
el proceso no tiene límites ni final. Otra ha sido la de hacer amigos con
los que hemos compartido la misma pasión, amigos expertos pero
también amigos habitantes del Pirineo que sin dudarlo han depositado
en nuestra manos documentos históricos, mapas, fotografías, recuerdos
familiares, …. Todo este gran patrimonio ya forma parte de nuestros
fondos documentales.
Jorge Mayoral Meya
jorge.mayoral@fundacion-hospital-
benasque.org
Es socio fundador y gerente de la
sociedad Hospital de Benasque SL
desde su creación en 1991 hasta el
año pasado. Desde 2006 es el
promotor y vicepresidente de la
Fundación Hospital de Benasque,
entidad creada por la Sociedad
Hospital de Benasque y el
Ayuntamiento de Benasque para
investigar y poner en valor el
patrimonio del entorno del Hospital
de Benasque, del municipio y del
Pirineo. Se ocupa de la adquisición,
digitalización y clasificación de los
fondos documentales de la
Fundación y apoya cada uno de los
proyectos de la misma.
www.fundacion-hospital-
benasque.org
Aurelio García Gállego
aurelio@esnepi.es
Socio fundador de la sociedad
Hospital de Benasque SL desde
1991 y miembro del patronato de la
Fundación Hospital de Benasque
desde 2006. También ha
desarrollado otras actividades
vinculadas con la divulgación del
patrimonio desde la Asociación
Guayente, siendo su Presidente
durante 12 años. Es socio fundador
de la empresa Sargantana,
dedicada a actividades, proyectos y
formación centrados en el
desarrollo sostenible del Pirineo.
Además dirige la Asociación
ESNEPI (Escuela de Negocios del
Pirineo) dedicada al desarrollo de
las capacidades de gestión de las
empresas del Pirineo
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EL PATRIMONIODE LA IMAGEN:
LAFOTOTECA DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL
DE HUESCA
Resumen: Hace casi 175 años que llegó a nosotros la fotografía y con
ella un mundo de imágenes que capta tanto los acontecimientos más
significativos de nuestra historia como los hechos más cotidianos,
permitiéndonos reconstruir y conservar la vida de nuestros pueblos y
ciudades, de sus calles y de sus gentes.
Desde su nacimiento, la Fototeca, servicio público dependiente de la
Diputación Provincial de Huesca que tiene como misión reunir,
conservar y difundir el patrimonio gráfico de la provincia, ha estado
vinculado con la recuperación y difusión del patrimonio cultural
pirenaico. Su propio nacimiento fue posible gracias a un proyecto
transfronterizo, con el que se pudo catalogar y archivar el conjunto
fotográfico de Ricardo Compairé Escartín adquirido en el año 1989,
iniciando un proceso de valoración de dicho patrimonio que superó
desde su inicio los límites locales. La recuperación de las colecciones de
fotógrafos-viajeros por el Pirineo Central que no estaban en territorio
nacional ni regional, fue una constante en la labor de esta entidad que se
ha mantenido hasta la actualidad.
Mª Fernanda Gómez
fototeca@dphuesca.es
Es Licenciada en Historia del Arte por
la Universidad de Zaragoza (2000).
Máster en Gestión Cultural,
Especialidad Gestión del Patrimonio
Cultural (Universidad Central de
Barcelona 2000-2002). En la
actualidad es jefa de proyecto en la
Fototeca de la Diputación Provincial de
Huesca, donde desarrolla labores de
planificación, gestión y elaboración de
informes de situación de fondos y
colecciones.
www.dphuesca.es
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Cuando el Centro Espacio Pirineos de Graus nos propuso participar en el Congreso de Cultura y
Patrimonio de los Pirineos, en su vertiente documental, recordé una de las últimas conferencias en el
marco del Congreso Internacional de Fotoconservación, celebrado el mes de julio del pasado año, en la
cual se expuso una reflexión sobre una de las principales diferencias entre el ser humano y los
animales: la consciencia de la muerte y su consecuente codificación de la información. El hecho de que
el hombre sea el único ser que sabe que su vida es efímera, que sus días, sus vivencias, sus seres
queridos tienen fecha de caducidad, le hace comprender el gran valor que tienen las imágenes.
Las artes en general y en especial la pintura fueron durante muchos siglos el soporte icónico de la
realidad efímera visualizada por múltiples lenguajes artísticos. Aunque nació como un experimento
químico, en 1839 llegó a nosotros la fotografía. Se desarrolló como disciplina auxiliar de múltiples
profesiones, como arte, como negocio, llenando la esfera terrestre de un gran número de imágenes
nuevas que captaban tanto los acontecimientos más significativos de la historia como los hechos más
cotidianos. Los lugares más insólitos y lejanos se hicieron accesibles, célebres personajes visitaban
nuestros hogares y los rostros de nuestros seres queridos seguían vivos tras haber pasado el umbral
de la muerte .La mímesis es, sin duda, junto a la capacidad de obtener múltiples copias de un original,
las dos características más fundamentales del hecho fotográfico
La fotografía supuso a lo largo del siglo XIX y primera mitad del XX una revolución democrática de la
cultura llegando a estar presente en todos los rincones de los hogares del llamado “mundo occidental”.
Primero en las ciudades y, poco después, en todos los ámbitos se propiciaron posibilidades para
adquirir materiales fotográficos. Aunque coexistieron distintos procedimientos técnicos (colodión,
albúmina, cianotipos, ferrotipos…) la aparición de las cámaras de bolsillo dio paso a la proliferación del
fotógrafo aficionado. Con la llegada de la sociedad de la información, a finales del siglo XX, la
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producción de imágenes creció de forma exponencial, cambiando la percepción que se tenía del
“mundo”, basada, desde entonces, en las propias imágenes generadas.
La compra del fondo de Ricardo Compairé Escartín (1883-1965) por la Diputación Provincial de
Huesca, en 1989, supuso el inicio de un proceso de valoración del patrimonio fotográfico de nuestra
provincia y un punto de partida al integrar este fondo en su área de cultura, naciendo, así, la Fototeca.
Esta iniciativa de la Diputación Provincial de Huesca se vio respaldada con la aportación de fondos
europeos, Interreg, una Iniciativa Comunitaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)
desde la que, más adelante, se apoyarían la recuperación de fondos como los de Alfonso Foradada o del
barón de Lassus.
Toda fotografía es objeto complejo que requiere de, al menos, dos elementos para su realidad: no es
posible ninguna fotografía sin un soporte y sin una imagen final. ¿Dónde reside la identidad
patrimonial, en la información fotográfica o en el propio objeto? La carga patrimonial reside tanto en la
mera información que hace que la fotografía ostente un gran valor documental, y por ello su
preservación por medio de la conversión digital es fundamental, como en el objeto; por lo que resulta
incuestionable que muchas de las estrategias deberán ir encaminadas a extender su esperanza de vida
y administrar, cuantas medidas sean requeridas para su transmisión a las siguientes generaciones.
Bajo estas premisas y bajo la consideración de la fotografía como obra de creación, regulada por la
legislación de propiedad intelectual, se han elaborado las actuales funciones y servicios de la Fototeca.
La Fototeca es un servicio público que tiene como misión reunir, conservar y difundir el patrimonio
gráfico de la provincia de Huesca, incluyendo tanto el patrimonio fotográfico como el patrimonio
fílmico, aunque en las actuales líneas de trabajo prevalecen las actuaciones encaminadas a la
salvaguardia y difusión del patrimonio fotográfico.
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Centro de localización y recopilación del patrimonio gráfico de la provincia Huesca
Para la Fototeca tienen interés todos los documentos gráficos de la provincia de Huesca y los
generados por fotógrafos oscenses, independientemente de la fecha de su creación. Siguiendo el
criterio archivístico, la procedencia de las imágenes que albergamos en nuestra entidad puede ser de
dos tipos: los fondos, que son aquellos conjuntos documentales que se han formado, sin voluntad
previa y a lo largo del tiempo por la actividad propia de una persona o de una entidad, y las
colecciones o conjuntos de documentos formados a partir de la voluntad de una persona, sea física
o jurídica.
Entre nuestros fondos destacan, por el número de documentos, los derivados de la actividad de los
fotógrafos tanto aficionados como profesionales, como el de los hermanos Viñuales, el de Feliciano
Llanas, el de Ricardo del Arco, el de Santos Baso, el de Arturo Lacasa o el de Amado Millaruelo. Junto
a ellos conviven los generados por distintas instituciones y entidades, como el propio fondo
institucional de la Diputación o el del Circulo Oscense. Recientemente se ha incorporado, como
consecuencia de un proyecto de cooperación, una parte del fondo de Catalana de Gas y Electricidad.
Entre las colecciones se destacan las generadas por la propia Fototeca, como su colección de
postales, o las derivadas de la labor de recopilación realizada desde el programa Imágenes de
Huesca, cuyo objetivo es recuperar nuestro patrimonio fotográfico con la complicidad y
participación de instituciones y colectivos particulares, como en el caso de Biescas, Binéfar, Peralta
de la Sal o Secastilla. También se han incorporado colecciones privadas como la de Vicente Cajal, la
de Pepe Coarasa o la del a familia Pérez-Fajardo. Las formas de ingreso más habituales son la
donación, el depósito físico o digital y en menor medida la compra.
Junto a la labor de recopilación, la localización de documentos gráficos fue, desde los inicios de la
Fototeca, una constante que se ha mantenido hasta la actualidad iniciando una serie de acciones
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entre las que cabe citar las llevadas a cabo para la recuperación de la obra de los pireneístas que
estaba fuera de nuestros territorio -como la de Lucien Briet, custodiada en el Museo de los Pirineos
de Lourdes, la de Eugène Trutat, en distintas instituciones de Toulouse, la de Alix, en Bagneres de
Luchon, la de Fritz Krüger, conservadas en el Museo de Hamburgo-, la de los montañeros del Centro
Excursionista de Cataluña o la de los fotógrafos del Instituto Amatller de Arte Hispánico (Archivo
Más).
Archivo en soporte físico y digital
Cuando nos referimos a la imagen (fija o en movimiento), hablamos de una gran variedad de soportes
con múltiples formatos obtenidos por diferentes y complejos procesos que dotan al documento final
de variadas apariencias y necesidades muy distintas para su uso, consulta y adecuada conservación.
Toda entidad que posee un fondo de imágenes debe asumir responsablemente su correcta custodia,
garantizando la conservación del patrimonio cultural que alberga con el fin de transmitirlo en
óptimas condiciones a las generaciones futuras y de gestionarlo de forma eficaz para hacer posible y
fácil su uso y aprovechamiento en el presente.
La preservación incluye toda una serie de actividades asociadas al mantenimiento de los documentos.
Dentro de las labores que se llevan a cabo en la fototeca, destaca la adecuación de los sistemas de
protección, su almacenaje, su instalación en contenedores que cuentan con todas las garantías
exigidas y su digitalización. Por ello conviven en nuestros depósitos tanto documentos en sus
soportes originales y sus digitalizaciones, como fondos y colecciones de las que solo disponemos de
documentos digitales. Dependiendo de su estado de ingreso y de sus necesidades de preservación, son
ubicados en uno u otro depósito y reciben el tratamiento aconsejado por los conservadores.
El catálogo es el principal instrumento para la descripción de los documentos y posibilita el acceso y
la correcta recuperación de la información de los fondos y colecciones. La descripción multinivel, la
elaboración de tesauros e inventarios basada en las diferentes normas archivísticas mediante la
automatización de los procesos son algunas de nuestras herramientas de trabajo.
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
Servicios de consulta y referencia
Además de las labores de documentación e investigación asociadas a los procesos documentales, la
Fototeca ofrece un servicio de consulta en sala o en línea (por medio del portal de archivos de Aragón
DARA), donde el usuario tiene acceso a nuestros distintos fondos y colecciones. Aunque la consulta
física de algunos materiales está restringida por motivos de conservación, en su gran mayoría las
necesidades de los usuarios son solventadas con duplicados en soportes digitales.
También se ofrece información y referencia de otros fondos y colecciones albergados en otras
entidades, tanto públicas como privadas, que versan sobre la provincia de Huesca. Para completar
estos servicios contamos con una biblioteca auxiliar especializada en la materia. Los servicios de
consulta y referencia son gratuitos respondiendo a los principios de acceso libre a la cultura y a los
archivos.
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Reproducción documental y comunicación pública
En estrecha relación con el servicio de consulta, está el servicio de reproducción y comunicación
pública que consiste en proporcionar al usuario una copia digital de los documentos gráficos que
custodia la Fototeca. Existen algunos fondos que solo pueden ser solicitados para determinados usos
o previa autorización de los propietarios y siempre al amparo de las leyes vigentes de la propiedad
intelectual y legislación de derechos de imagen.
Las principales demandas de imágenes provienen tanto de la propia Diputación de Huesca,
especialmente del Gabinete de Comunicación y del Área de Cultura, de otras instituciones públicas o
privadas, fundamentalmente medios de comunicación y editoriales, de de usos particulares para
usos docentes o de investigación.
En concordancia con otras entidades e instituciones que custodian bancos de imágenes, se aplican
precios públicos por la prestación este servicio, por debajo del coste real de los trabajos derivados de
la reproducción documental, para evitar el colapso en la atención de las demandas de los usuarios y,
a su vez, para reinvertir lo recaudado en una mejora de las instalaciones, colecciones y servicios.
La difusión del patrimonio fotográfico de la provincia de Huesca
Si la Fototeca nació con la vocación de recopilar y preservar nuestro patrimonio gráfico, su difusión
se ha convertido en nuestro principal objetivo y, a su vez, el que nos reporta mejores resultados y
mayores satisfacciones. Tanto por medios propios como en colaboración con otras instituciones,
entidades, asociaciones culturales, empresas y particulares, se ha conseguido que el trabajo de la
Fototeca sea reconocido y valorado.
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I CONGRESO DE CULTURA Y PATRIMONIO. PIRINEOS EN RED
La difusión se realiza en dos neas fundamentales: las exposiciones y las publicaciones ambas casi
siempre relacionadas. Pero debemos destacar también ciertos programas como “Fotografía en la
escuela” y “Aula callejera” que, en la década de 1990, bajo la dirección del maestro José María
Escalona, acercaron el trabajo de la Fototeca a muchas poblaciones y colectivos de la provincia.
También el ya mencionado “Imágenes de Huesca” o los emblemáticos, dada su altísima difusión, “La
Bolsa de Bielsa” y “Mediano”.
En la actualidad a esta labor de difusión se han sumado instituciones, entre las que caben destacar la
Fundación Hospital de Benasque y el Centro de Estudios de la Litera, o particulares que nos permiten
estar presentes, día a día y año tras año.
Especial mención merece la colaboración de los particulares tanto en la identificación de los hechos,
personajes y lugares que aparecen en las fotografías como en su datación. Somos conscientes de que
debemos aprovechar lo máximo posible estas fuentes de información que todavía son capaces de
recordar hechos acaecidos hace casi un siglo.
Archivo de la Diputación Provincial de Huesca
Con el fin de conservar la memoria gráfica de la propia Diputación Provincial de Huesca, la Fototeca
se encarga de la gestión de los documentos gráficos generados por la misma institución, tanto en
soporte físico como digital. Actualmente las principales transferencias de estos documentos vienen
derivadas de los propios programas del Área de Cultura (principalmente de los festivales y de las
exposiciones) y del Gabinete de Comunicación.
A finales de este año quiere implantarse una nueva línea de trabajo consistente en ofrecer a las
diferentes áreas de la Diputación asesoramiento técnico en materia de imagen para garantizar un
correcto uso y rentabilización de las fotografías y reportajes fotográficos realizados tanto por los
propios trabajadores de la Diputación como documentos necesarios en el desarrollo de su labor
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profesional como por diversos profesionales a los que se les ha encomendado un trabajo con una
finalidad determinada.
El depósito final de todos estos materiales se ubicará en el edificio del Centro Documental y de la
Imagen de la Diputación que integra, en un mismo espacio, el Archivo de la Corporación Provincial y
la Fototeca. El inmueble, que reúne las condiciones más avanzadas en el ámbito de la conservación y
la custodia documental, se estructura en cinco plantas y un sótano. En el sótano están los garajes y
almacenes