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Interindividual plasma cortisol differences in the response to one hour of aerobic exercise with inserted supramaximal workloads

Authors:

Abstract and Figures

Introduction and objectives: The aim of the present study was to evaluate differences in plasma cortisol concentration in response to an intercalating aerobic-anaerobic exercise test in a group of physically active young people. Methods: Fourteen healthy young male volunteers performed a 40-minute exercise test at 50% of individual peak oxygen uptake on a cycle ergometer, maintaining a pedal rate of 60 r.p.m., during which they aimed to intercalate 4 explosive anaerobic phases of 30 seconds with a workload of 0.04 kg per kg of body mass at 10, 20, 30 and 40 minutes. After this first phase, and without stopping the exercise and maintaining the corresponding workload of 50% of peak oxygen uptake, the volunteers ended the exercise by pedaling at the maximum number of revolutions possible for 20 minutes. Cardiopulmonary parameters were continuously monitored and blood samples were obtained at rest, every 10 minutes during the test, and at 15 minutes during the recovery period. Results: Cardiopulmonary and metabolic responses were similar in all the participants during the test and the group tendency was to increase plasma cortisol levels significantly throughout the test (F = 5.16; p < 0.001). Plasma cortisol levels showed large interindividual differences (F = 6.74; p < 0.001). In 8 participants (57.1%), plasma cortisol levels increased during exercise and while in 6 (42.9%) minor changes with respect to resting values were observed. Conclusion: Substantial differences in plasma cortisol levels were found in a homogeneous group of young male volunteers during a successive aerobic-anaerobic exercise test, which may have implications in adaptation to exercise.
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TRABAJOS ORIGINALES
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APUNTS. MEDICINA DE L’ESPORT. 2007; 153: 7-12
Diferencias interindividuales
en las concentraciones de cortisol
plasmático tras una hora de ejercicio mixto
aeróbico-anaeróbico
ANDREA MARIA SUÁREZa, CASIMIRO JAVIERREa, JOSE LUIS VENTURAa,b, EDUARDO GARRIDOa,c, JUAN RAMON BARBANYa
YRAMON SEGURAa
aDepartamento de Ciencias Fisiológicas II. Facultad de Medicina (Campus de Bellvitge). Universidad de Barcelona. L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.
bUnidad de Cuidados Intensivos. Hospital Universitario de Bellvitge (HUB). L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.
cUnidad de Medicina Deportiva. Hospital General de Cataluña (HGC). Sant Cugat del Vallès. Barcelona. España
RESUMEN
Introducción y objetivos: El objetivo del estudio fue
evaluar las diferencias en la concentración plasmática de
cortisol tras la realización de un esfuerzo mixto, aeróbico-
anaeróbico, en un grupo de jóvenes físicamente activos.
Métodos: Catorce voluntarios realizaron, en un cicloer-
gómetro, 40 min de ejercicio a la intensidad correspon-
diente al 50% del pico individual de consumo de oxígeno,
manteniendo el ritmo de pedaleo a 60 revoluciones/min.
Durante el mismo, se intercalaron 4 fases de 30 s con una
carga de 0,04 kg por kilo de masa corporal en los minutos
10, 20, 30 y 40. Tras estos primeros minutos, pedaleaban
durante 20 min a la máxima velocidad posible frente a una
carga constante correspondiente al 50% del consumo de
oxígeno. Se controlaron los parámetros cardiorrespirato-
rios y se recogieron muestras sanguíneas al inicio de la
prueba, cada 10 min durante el ejercicio y a los 15 min de
la recuperación.
Resultados: Las respuestas cardiopulmonar y metabólica
fueron muy homogéneas, con un aumento de los valores de
cortisol a lo largo de la prueba (F = 5,16; p < 0,001) que
presentó diferencias entre los sujetos (F = 6,74; p < 0,001).
En 8 participantes (57,1% de la muestra) se observó un au-
mento, y en 6 (42,9%) los cambios fueron pequeños con
respecto a los valores previos al inicio de la prueba.
Conclusión: A pesar de haber evaluado un grupo homo-
géneo, se observaron diferencias interindividuales en la
concentración plasmática de cortisol tras la realización de
un esfuerzo mixto, lo que puede tener implicaciones en la
adaptación provocada por el ejercicio.
PALABRAS CLAVE: Rendimiento. Hormonas. Ejercicio.
ABSTRACT
Introduction and objectives: The aim of the present
study was to evaluate differences in plasma cortisol concen-
tration in response to an intercalating aerobic-anaerobic
exercise test in a group of physically active young people.
Methods: Fourteen healthy young male volunteers perfor-
med a 40-minute exercise test at 50% of individual peak oxy-
gen uptake on a cycle ergometer, maintaining a pedal rate of
60 r.p.m., during which they aimed to intercalate 4 explosive
anaerobic phases of 30 seconds with a workload of 0.04 kg
per kg of body mass at 10, 20, 30 and 40 minutes. After this
first phase, and without stopping the exercise and maintaining
the corresponding workload of 50% of peak oxygen uptake,
the volunteers ended the exercise by pedaling at the maxi-
mum number of revolutions possible for 20 minutes. Cardio-
pulmonary parameters were continuously monitored and
blood samples were obtained at rest, every 10 minutes during
the test, and at 15 minutes during the recovery period.
Results: Cardiopulmonary and metabolic responses were
similar in all the participants during the test and the group
tendency was to increase plasma cortisol levels significantly
throughout the test (F = 5.16; p < 0.001). Plasma cortisol
levels showed large interindividual differences (F = 6.74; p
< 0.001). In 8 participants (57.1%), plasma cortisol levels in-
creased during exercise and while in 6 (42.9%) minor chan-
ges with respect to resting values were observed.
Conclusion: Substantial differences in plasma cortisol le-
vels were found in a homogeneous group of young male vo-
lunteers during a successive aerobic-anaerobic exercise
test, which may have implications in adaptation to exercise.
KEY WORDS: Performance. Hormone response. Exercise.
El estudio fue realizado con la ayuda de Recuperat-ion Electrolitos S.L.
Correspondencia: Casimiro Javierre. Departamento de Ciencias Fisiológicas II. Universidad de Barcelona. Campus Bellvitge. Carretera Feixa Llarga, s/n.
08907 L’Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España. Correo electrónico: cjavierre@ub.edu
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INTRODUCCIÓN
Los glucorcorticoides son esenciales para la vida; por ejem-
plo, nos ayudan a responder al estrés de la vida diaria y a poder
adaptarnos a los diferentes cambios externos. El cortisol sigue
un ritmo de secreción pulsátil, y se observa que la amplitud de
los pulsos disminuye a lo largo del día y alcanza pequeñas con-
centraciones por la noche.
Además, los cambios de las concentraciones plasmáticas de
cortisol en respuesta al ejercicio son variables, y dependen, por
ejemplo, del momento del día en el que se realice dicha activi-
dad1. Estas diferencias en la respuesta al ejercicio deben tenerse
en cuenta a la hora de evaluar la magnitud de las modificaciones
de concentración de cortisol plasmático en respuesta al ejercicio.
En resumen, la secreción de cortisol en respuesta a un ejerci-
cio físico es muy variable y depende de diversos factores, como
por ejemplo: a) la modalidad del entrenamiento: los entrena-
mientos de resistencia no tienen incidencia en la respuesta del cor-
tisol, mientras que un entrenamiento de velocidad puede dismi-
nuir su respuesta2; b) el tipo de ejercicio realizado: los ejercicios de
resistencia pueden provocar incrementos en las concentraciones
plasmáticas de cortisol3, mientras que los ejercicios realizados a in-
tensidades de entre el 60 y el 70% de la frecuencia cardíaca má-
xima4y los ejercicios de fuerza pueden disminuirlo5; c) el estado
psicológico6,7; d) la fatiga acumulada8,9; e) el sexo10; f) la edad11
El origen de las diferencias en la respuesta interindividual al
ejercicio no es bien conocido12,13. Parece que los valores de cor-
tisol basal y su respuesta al entrenamiento pueden tener un
componente genético7,14, pero sin embargo, la respuesta al ejer-
cicio no parece confirmar este hecho7.
Las modificaciones observadas durante el ejercicio, cuando
se miden en el mismo individuo, muestran valores muy simila-
res13, aunque la mayoría de los estudios se han realizado con es-
fuerzos aeróbicos básicos.
El objetivo del presente estudio fue evaluar las diferencias
en los patrones de respuesta de un grupo homogéneo de indi-
viduos durante la realización de un esfuerzo mixto, aeróbico-
anaeróbico, como son la mayoría de las disciplinas deportivas.
MATERIAL Y MÉTODOS
Sujetos
Participaron en el estudio 14 jóvenes varones voluntarios sa-
nos, de 21,3 ± 0,7 años, con un peso de 70,5 ± 8,3 kg, una altu-
ra de 175,6 ± 6,5 cm y un índice de masa corporal (IMC) de
22,5 ± 1,5. Los sujetos eran estudiantes del mismo curso acadé-
mico de la Facultad de Medicina, con horarios similares, practi-
cantes de más de 5 h a la semana de ejercicio físico de tipo re-
creativo durante un período mayor de un año. El estudio fue
aprobado por el comité de ética del Instituto de Investigación del
Hospital de Bellvitge (IDIBELL-Campus de Bellvitge). Todos
los participantes firmaron el consentimiento informado para rea-
lizar las diferentes exploraciones, una vez explicado el contenido
de las pruebas que iban a realizarse y los riesgos que conllevaba.
Todos los sujetos eran sanos y no presentaban ningún sín-
toma de enfermedad durante la exploración física; todos eran
no fumadores y no consumidores de alcohol, drogas o suple-
mentos ergogénicos.
Test de ejercicio experimental
Las pruebas de esfuerzo se realizaron por la tarde, a las 15.00 h,
en un laboratorio localizado al nivel del mar en condiciones am-
bientales estables (presión barométrica de 993 hPa; temperatu-
ra de 22-24 °C; humedad relativa del 50-60%). Durante los 3
días previos a la realización de la prueba experimental, los suje-
tos no realizaron esfuerzos físicos o mentales intensos. Los vo-
luntarios durmieron aproximadamente las mismas horas du-
rante la noche previa y no ingirieron ningún tipo de alimento
durante las 3 h previas a la realización del test de ejercicio. La
comida principal previa a la realización del test fue muy similar
en todos los sujetos (500 kcal: 68% de hidratos de carbono,
13% de proteínas y 19% de lípidos). Durante la realización del
ejercicio no recibieron ningún tipo de estímulo externo desti-
nado a mejorar el rendimiento. Antes de la realización del ejer-
cicio específico, en la semana previa, se efectuó una prueba de
esfuerzo máxima con el objetivo de determinar la potencia ae-
róbica máxima, permitiendo, además, la familiarización con la
metodología y el utillaje usados en este tipo de pruebas.
La prueba, de 60 min de duración, se desarrolló en un ci-
cloergómetro (Monarch 818, Sweden) y constaba de 2 fases: la
primera, de 40 min de duración, al 50% del pico de consumo
de oxígeno manteniendo el ritmo de pedaleo a 60 revolucio-
nes/min. Durante este período se intercalaron 4 fases de alta in-
tensidad de 30 s, con una carga de 0,04 kg por kilo de masa cor-
poral, en los minutos 10, 20, 30 y 40 de la prueba.
En la segunda fase, los últimos 20 min, los participantes pe-
daleaban a la máxima velocidad posible, manteniendo la resis-
tencia del cicloergómetro a la correspondiente al 50% del pico
máximo de consumo de oxígeno.
La frecuencia cardíaca (FC) fue controlada de manera con-
tinua (Accurex Plus, Polar Electro OY, Finland). La presión ar-
terial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) se midió cada 10 min
durante la realización la prueba de esfuerzo y en los minutos 1
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y 15 de la recuperación. Los parámetros ventilatorios fueron
medidos con un analizador de gases automático (Metasys TR-
plus, Brainware, La Valette, France), equipado con un neumo-
tacógrafo y usando una mascarilla de doble vía. El volumen y
el flujo se calibraron mediante una jeringuilla de 3 l de capaci-
dad (Hans Rudolph, Kansas, EE.UU.). Para la calibración de
los gases se tomó como referencia una mezcla de gases (CO2
5% y O215%) y la del aire atmosférico antes de la realización
de cada uno de los test. Los parámetros evaluados fueron: ven-
tilación pulmonar (VE, l·min–1 BTPS), volumen total (VT,
ml·min–1 BTPS), frecuencia respiratoria (Fr, min–1), consumo
de oxígeno (VO2, l·min–1 STPD), producción de CO2(VCO2,
l·min–1 STPD), y consumo de oxígeno respecto a la masa cor-
poral (VO2, ml·kg–1·min–1 STPD).
Muestras sanguíneas
Se utilizó un catéter, situado en una vena del antebrazo,
que permitió ir realizando extracciones de 5 ml de sangre du-
rante el test. El catéter se colocó 30 min antes de la primera ex-
tracción para evitar modificaciones en los valores de cortisol en
reposo dependientes del propio pinchazo. Las muestras sanguí-
neas se recogieron al inicio de la prueba, y a los minutos 10, 20,
30, 40 y 60 durante el ejercicio, justo antes de la realización de
las fases aneróbicas de alta intensidad de 30 s de duración, y
durante el minuto 1 y 15 de la recuperación. Todas las mues-
tras sanguíneas fueron centrifugadas y almacenadas a –20 °C
hasta ser analizadas.
Las concentraciones plasmáticas del lactato (La), de ácido
úrico (AU) y de creatincinasa (CK) se analizaron mediante un
sistema de micrométodo (Reflotron, Boehringer Mannheim
GmbH, Mannheim, Germany).
Análisis estadístico
Se realizó un análisis de la varianza (ANOVA) para evaluar
los cambios observados a lo largo de la prueba. El nivel de sig-
nificación fue de p < 0,05. Los resultados se expresan como
media y error estándar (ES).
RESULTADOS
Valores de cortisol
Se observaron diferencias significativas en los valores de
cortisol entre los diferentes momentos de la prueba (F = 5,16;
p < 0,001), que mostraron aumentos progresivos, que fueron
significativos en las muestras obtenidas en los minutos 60 y du-
rante el primer minuto y a los 15 min de la recuperación. El
promedio del incremento máximo observado fue de 93,3 ±
19,7% (intervalo de confianza [IC] del 95%, 52-134). Se ob-
servaron diferencias significativas entre los diferentes sujetos (F
= 6,74; p < 0,001): 5 de los voluntarios no mostraron cambios
significativos en los valores plasmáticos de cortisol (sujetos nú-
mero 06, 09, 10, 11 y 14), y 1 voluntario (sujeto número 01)
experimentó una disminución en dichas cifras (fig. 1).
3
2,5
2
1,5
1
0,5
Índice de cambio de cortisol
Reposo 10 min 20 min 30 min 40 min 60 min Recuperación
cs01
cs02
cs03
cs05
cs06
cs07
cs08
cs09
cs11
cs13
cs14
cs15
cs16
cs17
Recuperación
Figura 1 Evolución en los cambios plasmáticos de cortisol a lo largo de la prueba respecto a los valores en reposo en todos
los sujetos participantes en el estudio.
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No se observaron diferencias en el rendimiento entre el
grupo que incrementó los valores de cortisol y el grupo que no
los elevó, ni tampoco en el consumo máximo de oxígeno ni en
el rendimiento global.
Valores metabólicos
La concentración de AU plasmático presentó diferencias
significativas, y se observó un aumento progresivo de los valo-
res a lo largo de la prueba de esfuerzo, especialmente durante
los últimos 20 min (F = 8,45; p < 0,001), con un incremento
medio máximo del 153 ± 7%. La tendencia fue bastante ho-
mogénea en todo el grupo, aunque con diferencias estadística-
mente significativas en los valores absolutos entre los diferentes
participantes (F = 4,83; p < 0,001).
En los valores de CK plasmática no se observaron diferen-
cias en las diferentes muestras obtenidas de cada individuo,
pero sí se observaron importantes diferencias entre los distintos
sujetos (F = 1.523,67; p < 0,001).
Cuando se analizaron las modificaciones relativas respecto
a los valores basales para cada sujeto, se encontraron aumentos
significativos después de la muestra obtenida a los 30 min (F =
14,14; p < 0,001).
La concentración plasmática de LA presentó un incremen-
to estadísticamente significativo en los diferentes valores a lo
largo de la prueba (F = 10,61; p < 0,001).
Valores cardiorrespiratorios
En la respuesta de la FC no se aprecian diferencias signifi-
cativas entre los sujetos, y muestra un aumento progresivo a lo
largo de la prueba en todos los participantes del estudio (F =
48,25; p < 0,001). La PAS mostró un incremento significativo
entre los valores obtenidos a los 10 min y a los 60 min del test
(F = 10,61; p < 0,001). La PAD mostró una tendencia a dismi-
nuir, con diferencias estadísticamente significativas entre los va-
lores a los 10 min de iniciada la prueba y el primer minuto de
la recuperación (F = 2,59; p < 0,05).
Los parámetros ventilatorios, obtenidos en el último minuto
antes de realizar las fases anaeróbica de 30 s, mostraron un incre-
mento moderado durante los primeros 40 min, aunque la carga
de trabajo se haya mantenido constante, por ejemplo, de 1,59 ±
0,009 l · min–1 de consumo de oxígeno a los 10 min, hasta los 2,01
± 0,15 l · min–1 (26,6% del incremento total) a los 40 min. Du-
rante los últimos 20 min se observó un incremento más impor-
tante en los valores de consumo de VO2, alcanzando valores 2,52
± 0,21 l · min–1 (58% con respecto a la observada a los 10 min).
La misma evolución se observó en otros parámetros venti-
latorios (FR, VE, VT, VO2por kilo de masa corporal, VCO2)
(tabla 1).
DISCUSIÓN
Diferentes autores han mostrado importantes diferencias
tanto en los valores como en la evolución de las cifras de corti-
sol plasmático, lo que puede tener implicaciones en la respues-
ta al entrenamiento17. De hecho, algunos autores ya sugieren
que en la evaluación de los programas de entrenamiento debe-
rían incluirse medidas de los cambios hormonales15.
En nuestro estudio se observan importantes diferencias en
la concentración plasmática de cortisol en respuesta a un es-
fuerzo mixto, aeróbico-anaeróbico, a pesar de tratarse de un
grupo homogéneo con respecto a sexo, edad, IMC, grado de
actividad y horarios, así como del perfil profesional. Estos ha-
llazgos son similares a los encontrados por otros autores13,16-18;
sin embargo, lo novedoso de este estudio es el protocolo de
ejercicio utilizado, que incluía fases aeróbicas y anaeróbicas su-
cesivas con el objetivo de simular el mismo tipo de ejercicio fí-
sico que tienen la mayoría de las disciplinas deportivas tanto de
deportes individuales como de deportes de equipo; el grupo
homogéneo de individuos y la realización de las pruebas de es-
fuerzo a la misma hora del día (15.00 h), evitando la posible in-
fluencia de los ritmos circadianos, ya que el ejercicio a intensi-
dad adecuada puede ser un potente estimulador de la secreción
de cortisol, pero la respuesta se modificará dependiendo del
momento del día19. De hecho, el pico de la concentración de
cortisol en respuesta al ejercicio varía en función del momento
del día en el que se realice la recogida de la muestra1, depen-
diendo del ritmo circadiano de la secreción de cortisol.
En nuestro estudio obtuvimos importantes diferencias in-
terindividuales, probablemente con consecuencias en la res-
puesta al entrenamiento o en la adaptación a diferentes situa-
ciones de estrés, a pesar de tener un grupo muy homogéneo en
cuanto a comidas previas a la prueba, horas de sueño y la rea-
lización del test a la misma hora.
En altura, existe una estimulación de la corteza suprarrenal
por la corticotropina (ACTH) y se secreta cortisol. Este incre-
mento en plasma de cortisol está presente tanto en montañeros
que sufren mal de montaña como en los libres de sintomatolo-
gía, lo que sugiere que no se trata de una respuesta específica
que tenga reflejo en la clínica20. Estos autores describen un caso
clínico de un montañero, al cual le habían quitado la glándula
hipofisaria 10 años antes debido a un adenoma, que padeció
mal de montaña cuando alcanzó una altitud de 3.535 m. Al
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continuar empeorando no fue capaz de continuar la ascensión,
pero el cortisol no se incrementó, y después de 24 h sin sínto-
mas, consiguió al día siguiente alcanzar una altura de 5.450 m.
Otros autores han descrito que en sujetos que han tolerado una
estancia de más de 10 semanas alrededor de los 6.000 m, las
concentraciones plasmáticas de cortisol se encontraron 3 veces
por encima de lo normal21.
En el estudio familiar HERITAGE, Bouchard et al encon-
traron importantes diferencias interindividuales en la respuesta
del consumo máximo de oxígeno al entrenamiento, aunque no
lo relacionaron con ninguna variable adicional, proponiendo
un importante componente genético en la capacidad de res-
puesta al entrenamiento22. Podría existir alguna relación entre
la falta de respuesta del cortisol plasmático durante el ejercicio
y la respuesta al entrenamiento.
Nuestro trabajo confirma la amplia variabilidad interindi-
vidual de la respuesta del cortisol, hormona esencial para la
adaptación a cambios externos. Es preciso realizar nuevas in-
vestigaciones, porque los grupos de “respondedores” y “no res-
pondedores” podrían presentar diferencias adaptativas que jus-
tifiquen la persistencia de las diferentes respuestas observadas.
En conclusión, hemos observado importantes diferencias
interindividuales en la concentración plasmática de cortisol, en
respuesta a un esfuerzo mixto, aeróbico-anaeróbico, a pesar de
ser evaluado un grupo homogéneo de jóvenes, pudiendo tener
implicaciones en la adaptación provocada por el ejercicio.
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Medias ± error estándar de los diferentes parámetros (ventilatorios, cardiocirculatorios y metabólicos) durante
la prueba de esfuerzo
Ejercicio
Variables Reposo
10 min 20 min 30 min 40 min 60 min
fr(respiraciones·min–1) 17,9 ± 0,7 25,2 ± 1,4 34,7 ± 2,2 33,2 ± 1,5 37,0 ± 2,2 43,4 ± 2,6
VE(l·min–1) 08,6 ± 0,8 35,5 ± 1,9 53,1 ± 3,1 50,5 ± 2,6 59,2 ± 5,5 72,3 ± 6,0
VT(l·min–1) 0,47 ± 0,05 1,31 ± 0,10 1,45 ± 0,09 1,45 ± 0,07 1,47 ± 0,10 1,57 ± 0,11
VO2(l·min–1) 0,383 ± 0,030 1,591 ± 0,092 1,788 ± 0,140 1,980 ± 0,120 2,014 ± 0,145 2,522 ± 0,205
VCO2(l·min–1) 0,299 ± 0,022 1,457 ± 0,079 1,680 ± 0,123 1,807 ± 0,105 1,867 ± 0,134 2,377 ± 0,181
VO2por masa corporal (ml·kg–1·min–1) 05,5 ± 0,4 22,7 ± 1,2 25,4 ± 1,8 28,0 ± 1,4 28,5 ± 1,8 35,3 ± 2,6
QR 0,85 ± 0,03 0,92 ± 0,01 0,94 ± 0,02 0,91 ± 0,03 0,93 ± 0,03 0,95 ± 0,03
Fc (l·min–1) 76,3 ± 3,5 126,2 ± 5,1 140,6 ± 5,1 144,6 ± 4,3 149,0 ± 4,3 168,6 ± 2,7
PAS (mmHg) 129,1 ± 3,0 157,0 ± 5,1 158,1 ± 4,1 160,7 ± 4,8 151,0 ± 5,6 158,1 ± 3,9
PAD (mmHg) 83,7 ± 2,4 87,2 ± 3,0 75,2 ± 4,0 73,4 ± 4,2 75,6 ± 5,7 71,4 ± 5,6
CK (mmol·l–1) 230,6 ± 49,9 231,2 ± 50,9 241,9 ± 53,4 242,9 ± 48,3 250,9 ± 53,3 251,6 ± 53,9
AU (mmol·l–1) 302,3 ± 20,8 270,7 ± 12,5 274,9 ± 11,9 285,0 ± 12,5 305,8 ± 15,5 350,5 ± 20,8
La (mmol·l–1) 1,92 ± 0,53 3,30 ± 0,75 9,44 ± 1,29 12,60 ± 1,66 11,03 ± 1,62 10,50 ± 1,43
AU: ácido úrico; CK: creatincinasa; Fc: frecuencia cardíaca; fr: frecuencia respiratoria; La: lactato en sangre; QR: cociente respiratorio; PAD: presión arterial diastólica; PAS: pre-
sión arterial sistólica; VE: ventilación pulmonar; VCO2: CO2espirado; VO2: consumo de oxígeno; VT: volumen total.
Tabla 1
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... as those forming part of this study) no effects on cortisol have been reported in the literature. On the other hand, the cortisol response to exercise is extremely variable, depending on the time of day, the type of exercise and the accumulated fatigue (as well as other factors) and it could therefore either increase, decrease or stay the same 25 . ...
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Resumen Introducción: Las exposiciones intermitentes a gran altitud tienen efectos agudos sobre algunos marcadores biológicos, como la testosterona, pero no así en baja altitud. Dado que el entrenamiento de soldados debería ir asociado a tareas militares específicas, adquiere gran importancia valorar los cambios fisiológicos que puedan producirse en determinadas circunstancias (como la altitud) pero durante la realización de actividades propias de las unidades militares. Objetivo: Identificar los cambios hematológicos y en las hormonas Testosterona Libre (TL), Testosterona Total (TT) y Cortisol en una marcha nocturna a baja altitud en soldados de operaciones en montaña. Metodología: 32 Militares masculinos (26,3 ± 4,50 años, 75,1 ± 7,6 kg) realizaron una marcha invernal nocturna con equipo y un desnivel entre los 902 y 1648 m. Se obtuvieron muestras de sangre antes y después de la marcha y se midió TL, TT, cortisol y hemograma: hematíes (Hmt), hemoglobina (Hb), hematocrito (Htto) y volumen corpuscular medio (VCM). Resultados: Se produjo un descenso significativo de los valores de TL y TT sin cambios en el cortisol plasmático. También se observó un descenso en las cifras de Hmt, Hb, Htto y VCM. Conclusión: Una marcha invernal con equipo de combate, en baja altitud y con un desnivel de 746 m, produce un descenso significativo de los valores plasmáticos de Testosterona (libre y total) en soldados de una unidad de operaciones en montaña. No se observan cambios en los valores de cortisol. Se detecta una reducción significativa de hematíes, hemoglobina, hema-tocrito y VCM que podrían deberse a un efecto de hemodilución. Palabras clave: Cortisol. Testosterona. Tropas de montaña. Marcha. Summary Introduction: Intermittent exposures at high altitude have acute effects on some biological markers, such as testosterone, but not at low altitude. Since the training of soldiers should carry out specific military activities, is very important to asses physiological changes that can occur in particular circumstances (such as altitude) but during the performance of the activities of the military units. Objective: To identify the hematological changes and the hormones Free Testosterone (TL), Total Testosterone (TT) and Cortisol during a nocturnal march at low altitude in soldiers of mountain operations. Methodology: 32 male military (26.3 ± 4.50 years, 75.1 ± 7.6 kg) performed a nocturnal winter march with equipment between 902 and 1648 m of altitude. Blood samples were obtained before and after the march, and TL, TT, cortisol and blood count were measured: red blood cells (Hmt), hemoglobin (Hb), hematocrit (Htto) and mean corpuscular volume (MCV). Results: There was a significant decrease in TL and TT values without changes in plasmatic cortisol. A reduction in the values of Hmt, Hb, Htto and VCM has also been observed. Conclusion: A winter march with combat equipment, at low altitude and with a unevenness of 746 m, produces a significant decrease in the plasma values of Testosterone (free and total) in soldiers of mountain operations. No changes in cortisol values are observed. A significant reduction of red blood cells, hemoglobin, hematocrit and MCV is detected, which could be due to a hemodilution effect.
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The present study investigated cortisol responses to three different stimulation procedures, with a focus on the contribution of genetic factors. Thirteen monozygotic (MZ) twin pairs and 11 dizygotic (DZ) twin pairs performed bicycle ergometry until exhaustion and were exposed to the psychological stress of public speaking and mental arithmetic in front of an audience. Furthermore, 9 MZ pairs and 10 DZ pairs were injected with 100 micrograms synthetic human CRH (hCRH). The adrenocortical response to these challenges was monitored by determination of cortisol in saliva. Significant intraindividual stability of baseline cortisol levels was found in females, but was less in males. Maximum cortisol responses to all three stimulation procedures were significantly intercorrelated in males, but in females only the cortisol responses to hCRH and ergometer exercise showed a significant correlation. While a decided influence of genetic factors was observed for all three baseline cortisol levels as well as for the response to hCRH, heredity appeared to be play a minor role in the adrenocortical response to psychological stress. Cortisol changes after bicycle ergometry revealed no impact of genetic factors on the secretion of cortisol in response to strenuous physical exercise.
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We previously described a syndrome of congestive heart failure occurring in healthy young men at extreme altitude (Anand et al. Lancet 335: 561-565, 1990). The pathogenesis of this condition is unclear. We therefore measured body fluid compartments, renal blood flow, and a variety of plasma hormones in 10 asymptomatic young men staying above 6,000 m for > 10 wk and compared the results with controls at sea level. Body compartments were measured with isotope dilution techniques and renal blood flow with o-[125I]iodohippurate sodium. There was a marked expansion of all the fluid spaces: total body sodium was 14% above normal (P < 0.05), total body water was 18% above normal (P < 0.05), plasma volume was 33% above normal (P < 0.05), and blood volume was 84.5% above normal (P < 0.001). The effective renal plasma flow was lower than normal by 55% (P < 0.001), but the reduction in the effective renal blood flow was 37% below normal (P < 0.001) because the hematocrit was high (41.6% above normal). Plasma norepinephrine was nearly 3 times normal (P < 0.01), cortisol 3 times normal (P < 0.001), and growth hormone 18 times normal (P < 0.01). Aldosterone was twice normal (P < 0.03). Plasma epinephrine, atrial natriuretic peptide, and plasma renin activity were unchanged. The degree of fluid retention in these normal subjects was similar to that in patients with severe untreated congestive heart failure (Anand et al. Circulation 80: 299-305, 1989), whereas sodium retention and reduction in effective renal blood flow were less.(ABSTRACT TRUNCATED AT 250 WORDS)
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The hypothalamo-pituitary-adrenal axis is involved throughout the exercise-recovery cycle. Nevertheless, differences in hormone responses during early recovery between sedentary and endurance trained subjects are not well known. The aim of this preliminary study was to monitor plasma cortisol and adrenocorticotropic hormone (ACTH) concentrations both during and after the end of running exercise performed by four endurance trained adults (marathon men) compared to four sedentary subjects. Two parameters, i.e. intensity and duration, were changed on 4 consecutive days. The 1st day (D0) was spent in the laboratory: all blood samples were obtained at rest to determine diurnal variations of each hormone. On the following days (D1-D4) the subjects exercised: D1 and D2 brief (20 min), light (50% maximal heart rate HRmax, D1) or strenuous (80% HRmax, D2), D3 and D4 prolonged (120 min), light (D3) or strenuous (D4). In both groups, neither brief (D1, D2) nor prolonged light exercise (D3) induced any significant variation in plasma ACTH or cortisol concentrations. Plasma ACTH and cortisol concentrations increased only if the exercise was intense and prolonged (D4). The training factor did not modify the intensity or duration thresholds for the activation of the pituitary-adrenocortical response to exercise in the conditions of our experiment. However, during immediate recovery from the four exercise regimens, the plasma ACTH concentrations of the marathon men were constantly above the values of the sedentary subjects, although plasma cortisol concentration remained similar in both groups. As an indirect means of evaluating the relationships between ACTH and cortisol we compared the areas under the cortisol and ACTH curves (AUC) from 0.5 to 3.5 h during recovery from D1 to D4 compared to D0 at the same time. Cortisol AUC were similar in the sedentary subjects and marathon men although the ACTH AUC were different in the sedentary subjects and marathon men, suggesting a change in the pituitary-adrenal relationship at some yet indeterminate level. During the immediate recovery from exercise whatever its intensity, the magnitude of the ACTH response was increased in the trained subjects but with a reduced effect upon its target, the adrenal glands. This phenomenon has not been described in the literature. Two non-exclusive phenomena may be involved, i.e. a decreased adrenal sensitivity to ACTH stimulation, and/or a decreased hypothalamo-pituitary axis sensitivity to cortisol negative feedback.
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Treadmill exercise activates the hypothalamic-pituitary-adrenal axis and evokes metabolic responses proportional to exercise intensity and duration. To determine whether glucocorticoid administration would alter humoral and metabolic regulation during exercise, we administered 4 mg dexamethasone (DEX) or placebo to 11 normal, moderately trained men (19-42 yr old) in a double blinded random fashion 4 h before high intensity intermittent treadmill running. Plasma levels of ACTH, cortisol, arginine vasopressin (AVP), lactate, and glucose were measured before, during, and after exercise. A wide range of ACTH responses were seen in the DEX-treated group and arbitrarily defined as two subsets of individuals according to their responses to dexamethasone: DEX nonsuppressors and DEX suppressors. Exercise-induced increases in heart rate and circulating concentrations of cortisol, AVP, lactate, and glucose were all significantly greater (P < 0.05) in nonsuppressors (n = 4) compared to suppressors (n = 7) after both placebo and DEX administration. Interestingly, heart rate, AVP, and lactate responses were unaltered by DEX alone in both groups. In summary, this study demonstrates that normal individuals exhibit differential neuroendocrine and metabolic responses to exercise and pituitary/adrenal suppression after pretreatment with DEX. These findings reflect marked individual differences in the stress response to exercise that may derive from or lead to differential glucocorticoid negative feedback sensitivity in humans.
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To study the dynamics of alterations in blood hormones and their individual variability during prolonged exercise, changes in plasma levels of corticotropin, cortisol, aldosterone, testosterone, progesterone, somatotropin, insulin and C-peptide were recorded in 32 endurance athletes and 50 untrained persons during a 2-hour exercise on a cycle ergometer at 60% VO2max. Common changes were activation of the pituitary corticotropin function, mostly at the end of exercise, rises in aldosterone and somatotropin concentrations and decreases in insulin and C-peptide levels during exercise. The activation of pituitary-adrenocortical system and the decrease of insulin but not C-peptide levels were more pronounced in athletes than in untrained persons. A large inter-individual variability existed in changes of cortisol, testosterone and progesterone in both groups. Five variants were found in the dynamics of cortisol concentration. Whereas the alterations of corticotropin were characterized mainly by a biphasic increase, the dynamics of corticotropin and cortisol coincided only in one variant out of five. Most characteristic for the postexercise recovery period were decreased activity of the pituitary-adrenocortical system and delayed normalization of aldosterone level.
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The purpose of this study was to examine the effects of three different run training programs on plasma responses of beta-endorphin (beta-EP), adrenocorticotropin (ACTH), and cortisol to maximal treadmill exercise. Subjects were randomly assigned to one of three training groups: sprint intervals (SI) (N = 8), endurance (E) (N = 10), or combination (C) (N = 7). Training was monitored for 10 wk, and maximal treadmill exercise tests were administered pre-training and after 2, 4, 6, 8, and 10 wk of training. Blood samples were obtained (pre-training and after 10 wk) before, immediately after, and 5 and 15 min following the maximal exercise tests. All groups significantly (P less than 0.05) increased maximal oxygen consumption values at 8 and 10 wk of the training period. Significant exercise-induced increase in plasma beta-EP, ACTH, cortisol, and blood lactate were observed for both pre- and post-training tests in all training groups. The SI group demonstrated significant post-training increases in beta-EP, ACTH, cortisol, and 5 min post-exercise blood lactate concentrations in response to maximal exercise. No training-induced hormonal changes were observed for the E group. While exercise-induced increases were observed, the C group exhibited significant post-training reductions in plasma responses of beta-EP, ACTH, and blood lactate concentrations in response to maximal exercise. Still, resting and post-exercise increases in plasma cortisol concentrations were significantly higher in magnitude in the post-training test. Lactate was significantly correlated with beta-EP (r = 0.72), ACTH (r = 0.70), and cortisol (r = 0.64).(ABSTRACT TRUNCATED AT 250 WORDS)
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Beta-endorphin (beta-End) and adrenocorticotrophic hormone (ACTH) were determined in the peripheral blood of 14 human volunteers exercising on a bicycle ergometer. After 1 h of submaximal work below anaerobic threshold (AT), defined as the 4 mmol X l-1 lactic acid level in arteriolar blood (Kindermann 1979; Mader 1980), beta-End and ACTH levels did not change from control conditions. Eleven of the same 14 subjects performed an uninterrupted graded exercise test on the same bicycle ergometer until exhaustion. This time beta-End and ACTH levels increased concomitantly with exercise of high intensity: at each moment, during and after this maximal test, a highly significant correlation (P less than 0.0001) was noted between the levels of beta-End and ACTH. The peak values of these hormones were reached within 10 min after stopping maximal exercise, and coincided with lactic acid peak levels. A rise in lactic acid levels above the anaerobic threshold always preceded the exercise-induced rise in beta-End and ACTH. Within the population tested, two subgroups could be distinguished: one comprising individuals whose hormonal response nearly coincided with the rise in lactic acid (rapid responders) and a second group composed of subjects whose normal response appeared delayed with respect to the lactic acid rise (slow responders). These results support the view that beta-End and ACTH are secreted in equimolar quantities into the blood circulation in response to exercise, and suggest that metabolic changes of anaerobiosis play a key role in the regulation of stress-hormone release.(ABSTRACT TRUNCATED AT 250 WORDS)
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Blood levels of cortisol, prolactin, somatotropin, dopamine, noradrenaline, adrenaline, and lactate were analyzed in 18 healthy men in good physical condition in four repeated bicycle exercise tests. Profiles of pituitary hormone secretion into blood varied intra- and interindividually from one test to another, even though the work load remained unchanged. Catecholamine and lactate levels regularly increased during each exercise test. A factor analysis of the endocrine responses supports the assumption that pituitary hormones respond to psychological state factors while catecholamines and lactate increases are related to physical load.
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To investigate whether measurements of cortisol responses to exercise are confounded by neglect of the hormone's circadian rhythm, we measured the serum and salivary cortisol responses of eight women to 40 min of 70% maximal oxygen consumption treadmill exercise beginning at 0800 and 2000. Responses were calculated relative to the usually employed preexercise concentrations and also to concentrations at the same times of another day while subjects were at rest. Compared with areas under response curves (AUCs) calculated relative to their circadian baselines, AUCs for serum and salivary cortisol calculated by reference to preexercise concentrations were underestimated (serum, P < 0.001; salivary, P < 0.01) by 93 and 84% in the morning and by 37 and 35% in the evening, respectively. Calculated by the usual preexercise baseline method, rises in serum and salivary cortisol were similarly underestimated. More accurately calculated relative to their circadian baselines, serum and salivary cortisol AUCs were similar (P = 0.63 and P = 0.37, respectively) in the morning and evening, as were their rises (P = 0.23 and P = 0.70, respectively). In future investigations of the existence and magnitude of cortisol responses, those responses must be calculated relative to the hormone's circadian baseline.