En este artículo se analiza la influencia de las relaciones laborales y las características del mercado de trabajo sobre la financiación de las empresas. De este nuevo enfoque se derivan va-rias implicaciones sobre el diseño de la estructura de capital. Primero, el interés de las empresas en favorecer las inversiones de los trabajadores en capital humano específico podría conducir a un menor empleo de la financiación con deuda. Segundo, la deuda permite a los accionistas me-jorar su poder de negociación frente a los trabajadores. Por último, en el contexto del control de la discrecionalidad directiva, la deuda impide la adopción de medidas de política laboral, en cuanto a la promoción o estabilidad en el empleo de los trabajadores, que resulten incompatibles con el objetivo de creación de valor para el accionista.