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La cultura como estrategia de adaptación en la interacción sujeto social-Ambiente

Authors:
  • Universidad del Valle - Buga (Colombia)

Abstract

Culture as an adaptive strategy in the social subject- environment interactions supposes some important aspects, as the following: a. The social subject has some levels of complexity in his/her organization; b. the environment has different complexity scales; c. Each level in each element interacts with each level of the other in a simultaneous and reciprocal way; d. The interaction is mediated by processes of different dimensions: Psychosocial and cultural. By recognizing the role of cognitive processes, cultural ones are emphasized as a successful adaptation mechanism in some cases, and not successful in others. The concept of successful adaptation is defined and examples of its application in six cases at Latin American level are shown. The necessity of ethics in such interaction can be implicitly inferred and so, the convenience of assuming it as an ¿indicator¿ of a civilized and civilizer development as opposed to the dominant ethics of western society (civilization?) La cultura como estrategia adaptativa en las interacciones sujeto social - ambiente supone varios aspectos importantes, entre ellos: a. El sujeto social tiene varios niveles de complejidad en su organización; b. El ambiente posee diferentes escalas de complejidad; c. Cada nivel de cada término interactua con cada nivel del otro de manera simultánea y recíproca; d. La interacción está mediada por procesos de diferentes dimensiones: Psicosociales y culturales. Reconociendo el papel de los procesos cognitivos se enfatiza en los culturales como un mecanismo de adaptación exitosa en algunos casos y en otros no. Se define el concepto de adaptación exitosa y se ejemplariza su aplicación en seis casos a nivel latinoamericano. Implícitamente se puede inferir la necesidad de una ética en tal interacción y la conveniencia de asumirla como un «indicador» de desarrollo civilizado y civilizador por oposición a la ética dominante de la sociedad occidental (civilizacion?).
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la cultura como estrategia de
adaptación en la interacción sujeto
social ambiente
Henry Granada E.
henry granada e.
psicólogo, universidad Nnacional de colombia
(1973); maestría en proyectos de desarrollo
social (universidad del norte - convenio
universidad parís XII, 2000); docente e investiga-
dor del departamento de psicología social,
universidad del valle (desde 1979); coordinador
del grupo de investigaciones en ambiente,
sociedad y desarrollo (gema) e investigador
asociado al centro de investigaciones en
desarrollo humano (cidhum) de la universidad
del norte. desarrolla la línea de “calidad
ambiental y calidad de vida”.
(granada@hotmail.com)
*El artículo desarrolla elementos que se
trabajaron en la tesis de maestría: “Desarrollo y
medio ambiente: perspectivas desde las
comunidades negras del Pacífico
Vallecaucano”. Este documento se elaboró
como parte de un proyecto mayor en la zona
geográfica en mención, efectuado en convenio
entre la Corporación para el Cuidado de los
Recursos Naturales del Valle del Cauca (CVC),
la Universidad del Valle y la Universidad del
Tolima, denominado “Pautas para el
Ordenamiento Territorial y Manejo
Ambiental de la Costa Pacífica Vallecaucana”.
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resumen
La cultura como estrategia adaptativa en las interacciones sujeto social -
ambiente supone varios aspectos importantes, entre ellos: a. El sujeto social
tiene varios niveles de complejidad en su organización; b. El ambiente
posee diferentes escalas de complejidad; c. Cada nivel de cada término
interactua con cada nivel del otro de manera simultánea y recíproca; d. La
interacción está mediada por procesos de diferentes dimensiones:
Psicosociales y culturales. Reconociendo el papel de los procesos cognitivos
se enfatiza en los culturales como un mecanismo de adaptación exitosa en
algunos casos y en otros no. Se define el concepto de adaptación exitosa y se
ejemplariza su aplicación en seis casos a nivel latinoamericano. Implícita-
mente se puede inferir la necesidad de una ética en tal interacción y la con-
veniencia de asumirla como un «indicador» de desarrollo civilizado y civili-
zador por oposición a la ética dominante de la sociedad occidental
(civilizacion?).
palabras clave: Interacción ambiental: cultura como adaptación; adapta-
ción exitosa.
abstract
Culture as an adaptive strategy in the social subject- environment interactions
supposes some important aspects, as the following: a. The social subject has some
levels of complexity in his/her organization; b. the environment has different
complexity scales; c. Each level in each element interacts with each level of the
other in a simultaneous and reciprocal way; d. The interaction is mediated by
processes of different dimensions: Psycho-social and cultural. By recognizing
the role of cognitive processes, cultural ones are emphasized as a successful
adaptation mechanism in some cases, and not successful in others. The concept of
successful adaptation is defined and examples of its application in six cases at
Latin American level are shown. The necessity of ethics in such interaction can
be implicitly inferred and so, the convenience of assuming it as an “indicator”
of a civilized and civilizer development as opposed to the dominant ethics of
western society (civilization?)
key words: Environmental interaction; culture as adaptation; successful
adaptation.
fecha de recepción: marzo de 2003
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
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introducción
La comprensión de las interacciones entre el sujeto social (en cuanto
individuo, organización, grupo, comunidad o nación) y su ambiente
(sea como entorno inmediato: perceptual, o mediato: conocido y re-
construido) requiere la descripción y evaluación de las formas en que
tales interacciones, más o menos planeadas o más o menos espontáneas,
implican procesos de tipo adaptativo o desadaptativo. Este proceso su-
pone el análisis de los factores que influyen tanto a corto como a me-
diano o a largo plazo, pues adaptaciones exitosas a corto plazo pueden
convertirse en el tiempo en catástrofes socioambientales: piénsese en la
decisión que toma un grupo humano de talar un bosque para vender
la madera y sobrevivir en los próximos dos años pero acabando con
fuentes de agua y fauna asociada. En la misma dirección, muchos de
los cambios ambientales son paulatinos, de naturaleza sutil y no espec-
tacular, sin manifestaciones perceptibles, lo que facilita la adaptación
(aparentemente exitosa) a escenarios altamente perniciosos.
El proceso adaptativo perfecto no existe. No es posible, física y
socialmente hablando, mantener una interrelación sujeto-ambiente en
la que AMBOS GANEN sin interferencia y menoscabo de energía o formas
de supervivencia inalteradas. En tal interacción siempre se presentan
beneficios y costos, tanto para la sociedad como para el entorno. Gene-
ralmente nuestra sociedad, inmersa en la cultura occidental dominante,
cree que debe ganar, no solo aunque el ambiente pierda sino porque es
CONDICIÓN del DESARROLLO que tal pérdida ocurra. A ese fenómeno suele
llamársele eufemísticamente externalidad. Además, son las organiza-
ciones del PODER político, económico, y actualmente las multinacionales
o superorganismos (Stiglitz, 2002; Escobar, 1996, Roszak, 1995, Saul,
1995), las que deciden o influyen sobre quiénes se benefician, durante
cuánto tiempo y a expensas de cuáles otros sectores de la sociedad
(quienes se convierten en recursos para ellas), mientras otras fuerzas
(estado, sociedad civil, organizaciones ilegales...) actúan como «regu-
ladoras» de tal sistema de interrelación social-ambiental. Aun sin tales
escenarios de poder (e injusticia social, dentro de la mirada de una
ética humanista y ambiental), la interacción sociedad-ambiente posee
mezclas no simétricas de uso, abuso y conservación. Así, cada sociedad,
según valores de diferente índole, inventa y consagra criterios acerca
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del modo (zonas escogidas, prioridades, tecnologías, beneficiarios...)
como deben ser utilizados los recursos.
En algunos aspectos la sociedad humana y otras especies se aseme-
jan: crecen y se reproducen hasta ciertos límites que el entorno les
permite. Sin embargo la humana ha aprendido cada vez más a diferen-
ciarse de las demás especies, a anticipar y prevenir los efectos de ciertas
prácticas consuetudinarias, modificándolas o ampliando el horizonte
del espectro ambiental sobre el cual ha actuado. En otros momentos ha
sido el hambre, la guerra, las enfermedades, la competencia territorial
con otras sociedades o especies las que han determinado el tamaño de
los habitantes o del espacio físico habitable. Sin embargo, la diferencia
entre el hombre y las demás especies reside en su considerable potencia
de adaptación, basado en una plasticidad biológica y cultural que le
permite amoldar sus requerimientos a la oferta del ambiente o amoldar
éste a la intensidad o valoración de sus necesidades, pero sobre todo de
sus deseos.
El concepto de adaptación tiene un poder explicativo importante
si se considera en forma amplia con el propósito de estudiar los procesos
debido a los cuales una población interactúa con su ambiente. Lo es
más aun si se tiene en cuenta que tal concepto atraviesa las formas de
interacción ENTRE los diferentes sujetos sociales a considerar ya men-
cionados pero que, en el campo investigativo, hay que tomar una unidad
de análisis (el individuo o el grupo ...) para especificar y detallar, aunque
contextualizando y relativizando el conocimiento de tal nivel en su
interacción con los demás niveles. Como dice Morán (1993), la adap-
tación es un proceso comprensible en un nivel específico. Sin embargo,
a pesar de lo anterior, parte de su riqueza se expande cuando se averigua
que ciertos niveles de adaptación exitosa en lo individual pueden ser
contraproducentes para la sociedad; y al revés: ciertos procesos
adaptativos restrictivos a nivel general pueden ser beneficiosos a nivel
individual. De esta manera, el interés por maximizar la utilidad indi-
vidual, si se generaliza como patrón de comportamiento (y si se legitima
institucionalizándolo!) de todos los individuos de una sociedad, conduce
a una falta de interés por el bienestar común, cuando no a una lucha a
muerte contra los otros cuando los recursos se perciban como «valiosos»
o como «escasos» y a una diferenciación económica tan exagerada que
el hambre, problemas de salud y otros resultados negativos surgen como
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consecuencia «inevitable». Además, por lo general, los ideólogos de
tal sistema se encargarán de convencer dentro de la racionalidad del
mismo que tal orden es el mejor (aunque sea evidente que sólo lo es
para algunos) y quienes no acceden a él es porque no saben aprovechar
las oportunidades. Se privatiza el beneficio y la sensación de elegido,
pero se socializa la sensación de impotencia, rivalidad y aprendizaje de
cierta desesperanza. Podría decirse que uno de los núcleos problemáticos
de la racionalidad en cuestión es que promueve el incremento de la
producción de energía que puede ser aprovechado por el hombre (o
por los sectores de la sociedad que pueden hacerlo) en lugar de aumentar
la energía que puede ser utilizada para el mantenimiento del sistema.
Lo cual, a la postre, redundaría en beneficio de ambos sistemas: el
social y el ambiental.
A estas alturas es conveniente mencionar que muchas sociedades
(más de las que creemos y conocemos) valoran la práctica de la reci-
procidad como forma de distribuir los bienes producidos por todos
para el bien común. En la mayor parte de nuestra especie ésa ha sido
una función clave asignada a la religión (comunión de los santos, por
ejemplo) y a los rituales asociados con el mantenimiento de una identi-
dad étnica (los cuales poseen y buscan esa racionalidad, no nuestra
racionalidad). Esas creencias, integrantes esenciales de la CULTURA, sirven
como referencia a la interpretación de nuestros orígenes, dan significado
a nuestros actos a través de las representaciones sociales que se generan
y circulan y crean obligación de cooperación entre los miembros de
una sociedad. En este sentido, hemos concedido que nuestra historia
nos la narren nuestros colonizadores o verdugos y hemos entregado un
instrumento clave de sobrevivencia como grupo humano; hemos subva-
lorado u olvidado el pasado como pueblo (con sus errores y aciertos) y
nos hemos encargado de subvalorarnos al no «tener» los valores que
otros nos preconizan. En este sentido, la adaptación es suicidio cultural.
Los mitos de cada sociedad tocan la relación hombre-ambiente.
En tal dirección, algunos consideran que la ideología judeocristiana,
que tiene un claro anticipo en el Génesis, donde «Dios dio al hombre
mando y control sobre la naturaleza», es la base del comportamiento
utilitario de las sociedades afectadas por esa tradición cultural y religiosa
(Hughes,1981). En contraposición, sociedades que ligan el origen del
hombre a especies animales o florísticas o a corrientes de agua o que
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suponen que el alma puede reencarnarse en otro ser, muestran mayor
cuidado en el uso de la naturaleza, pues lo que hacen aquí traduce lo
que otros han hecho antes y afectará a miembros de la sociedad y a sí
mismo: la reciprocidad y cierto cuidado se convierten en regla de convi-
vencia y supervivencia.
Dentro de una línea de pensamiento coincidente con lo anterior,
Both et al. (1987) escribieron con toda claridad:
Un ambiente no solamente un lugar o ámbito geográfico particular, sino
también el conjunto de interacciones o interrelaciones entre los diferentes
elementos físicos y sociales producto del comportamiento de los seres vivos.
El medio ambiente retroalimenta momento a momento a las personas, es
real, es tangible, su tiempo y espacio se pueden definir y especificar [...]
Por su capacidad de adaptación, el ser humano constituye parte activa
de cualquier tipo ambiente de ambiente conocido, incluyendo las profun-
didades del océano y el espacio exterior. Sin embargo, para el hombre, es
la cultura, es decir su inserción en el campo normativo, el factor que lo
diferencia de las demás especies con relación a la cantidad y calidad de
sus interacciones.
La cultura ha permitido al individuo desarrollar experiencias y
patrones de conducta determinantes de pautas estables de acción y desa-
rrollar mecanismos de subsistencia más efectivos que otras especies. La
evolución cultural ha permitido a la comunidad humana acumular
experiencias de supervivencia y dominar la naturaleza. Desde esta
perspectiva cultural, el hombre aparece como un especie dominante sobre
la tierra, capaz de determinar su destino. Sin embargo, el hombre pertenece
a la naturaleza y es parte integral de su proceso dinámico (p. 31 -32).
Ahora bien: el estudio y la comprensión de la situación humana
de hoy implica un enfoque interdisciplinario como el que permite la
aproximación ecosistémica humana en donde independientemente
de las bases ideológicas o políticas de una sociedad específica
puede sostenerse que las relaciones hombre-ambiente son mediadas
por la CULTURA, por las EXPERIENCIAS ACUMULADAS de cualquier población
a lo largo de generaciones y por LOS VALORES sociales y políticos que la
sociedad impuso (o propuso) a tales relaciones. Así, epistemológica-
mente hablando, se puede afirmar que el enfoque hace énfasis en una
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visión HOLÍSTICA sin abandonar la necesidad de INVESTIGAR RELACIONES
ESPECIFICAS. Esta dialéctica recuerda el eslogan de «Nuestro Futuro
Común», donde se afirma: PENSAR GLOBALMENTE, ACTUAR LOCALMENTE,
aunque sin la timidez de tal texto, ya que allí no se adopta una posición
crítica sostenida sobre los fenómenos de interrelación sociedad-am-
biente (a nivel de naciones o de confederaciones de intereses como el
GATT) y el concepto de adaptación pierde su valor crítico y propositivo
que sí pretende poseer en el contexto del presente documento.
A estas alturas es conveniente señalar que la discusión y análisis
sobre el valor comprehensivo del componente cultural no se aplica
sólo al examen de las culturas étnicas «redescubiertas» desde finales
del siglo XIX hasta el presente. Hughes (1981) muestra la utilidad del
mismo y desarrolla una estrategia que permite comprender por qué
las civilizaciones antiguas y las que forjaron las raíces de nuestra «civili-
zación» tuvieron el destino que se les conoce históricamente:
Una comunidad humana determina su relación con el ambiente natural
de muchas maneras. Entre las más importantes están las actitudes de
sus miembros hacia la naturaleza, el conocimiento de ésta, la comprensión
del equilibrio y la estructura alcanzadas, la tecnología que el hombre es
capaz de usar y el control social que la comunidad puede ejercer sobre sus
miembros para dirigir las acciones de éstos que afectan el medio. El
mundo antiguo (Mesopotamia, Israel, Grecia, Roma y el cristianismo
nos muestran las raíces de nuestros problemas presentes en cada da una
de estas áreas (Hughes, p. 223 - 4).
En síntesis: la cultura es mediador UNIVERSAL entre la interacción
hombre-ambiente aunque NO HAYA CULTURA UNIVERSAL. Lo universal es
su papel en TODA interacción, aunque los valores sociales, económicos,
políticos, tecnológicos, ecológicos... puedan y de hecho varíen en cada
sociedad. El estudio, comprensión, seguimiento y aplicación del sistema
y concepto cultura se convierte en una herramienta especialmente im-
portante para la comprensión e intervención en el tipo de interacciones
sujeto social-ambiente. En consecuencia, por diferentes que sean las
tecnologías, por diversos que sean los impactos sobre la calidad del
ambiente debido a las prácticas sociales, por variadas que resulten las
ideologías sustentadoras de una u otra forma de uso del ambiente... el
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concepto de cultura convoca y permite aproximaciones entre los dife-
rentes investigadores (aun perteneciendo a culturas distintas). El valor
HERMENÉUTICO del concepto está por elaborar y explorar aunque se haya
desarrollado algún campo alrededor del mismo: más que aprender a
escuchar la «voz» de la tierra (Willers, 1991) se trata de deconstruir
la cultura previa y construir una nueva (en parte, para y por nosotros,
los occidentales) de tipo multi y transcultural.
desarrollo
Desde el punto de vista de la psicología, y más específicamente de la
psicología social-ambiental, se trabajará a continuación en el desarrollo
del enfoque ADAPTATIVO como una manera de integrar y dar legibilidad
a una serie de resultados y productos relativamente dispersos y relacio-
nados con enfoques o énfasis diferentes. Varias de las propuestas y argu-
mentaciones tienen como base el trabajo de Holahan (1995) y Granada
(2002). Parte de este esfuerzo tiene como soporte la teoría de sistemas,
aunque tratando de superar el formalismo y estatismo, por lo cual ha
sido criticada reiterativamente.
1. el enfoque de sistemas
Hay demasiada literatura sobre el asunto como para traerla a colación
aquí. Solamente recordaremos algunos de los principios fundamentales
y su pertinencia para la argumentación que se avecina.
Cuando dos sistemas interactúan conforman un producto cualita-
tivamente diferente, puesto que sus propiedades son distintas a las de
cada uno por separado. Así, las propiedades y el funcionamiento de
luna - tierra son diferentes a las de luna – X (interacción)- tierra. Pedro-
María son subsistemas diferentes al que se configura cuando Pedro - X
– María conforman amistad o relación de pareja. Automóvil - Juan
difieren de Automóvil – X – conductor. Cuando dos o más sistemas
interactúan uno de los componentes que puede variar drásticamente es
el rol que cada uno de ellos desempeña en el nuevo sistema (el sistema
producto de la interacción entre los subsistemas lo llamaremos super-
sistema).
El proceso de la interacción es dinámico, des y reequilibrante, y
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puede presentarse el caso en que el desequilibrio extremo produzca
rupturas estructurales en uno de los subsistemas, lo cual afecta al super-
sistema mismo: los efectos sobre cualquiera de las variables importantes
(esenciales) de un sistema afectan a cada subsistema y al supersistema
del cual ambos hacen parte. Como los sistemas se regulan (modifican
sus acciones con base en resultados externos y reconocibles) y muchos
de ellos se autorregulan (modifican sus acciones con base en la anti-
cipación cognitiva de las consecuencias: planes e imágenes), los efectos
sobre uno de ellos tendrán consecuencias en forma de circuito sobre el
otro, superándose así una visión lineal de uni o multicausalidad estric-
tamente lineales. Por ello, la presión de un sistema humano (ejemplo,
cultivadores) sobre un ecosistema (zona de cultivo) en el cual se abuse
de agroquímicos y biocidas producirá con el tiempo efectos no rever-
sibles: erosión, desertificación y pérdida de biodiversidad o, en el menos
peor de los casos, el sostenimiento de tal interacción será ecológica y
económicamente cada vez más costoso. Los efectos crónicos de avalan-
chas e inundaciones de ciertos ríos arrojan finalmente a los habitantes
de sus riberas o los convierten en sus víctimas.
Sin embargo, cada uno de los sistemas en interacción tiene una
serie de mecanismos que permiten, parcialmente al menos, amortiguar
efectos negativos sobre sí o aprovechar efectos positivos que le propor-
ciona la contraparte. Cuando se habla de modificaciones recíprocas
por parte de cada sistema en interacción, entonces nos referimos al
concepto de ADAPTACION, el cual se encuentra relacionado con el de
resiliencia o capacidad de soportar presiones (estrés) sin perder la estruc-
tura y las funciones esenciales de mantenimiento. Nos detendremos
un poco, seguidamente, en el concepto de adaptación.
1.1. el enfoque adaptativo
El estudio de las interacciones entre el sujeto social y su entorno ha
desarrollado en el campo de la psicología social-ambiental un enfoque
especialmente útil e integrador: el enfoque de la adaptación. Aunque
ambos sistemas (el entorno y el sujeto social) poseen mecanismos
adaptativos (morigeradores o catalizadores, según el caso), el énfasis en
los correspondientes a los sistemas biofísicos lo proponen las ciencias
naturales. Aquí enfatizaremos los correspondientes al sujeto social, pues
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las ciencias sociales y humanas hacen de ellos su particular campo de
acción y reflexión: la sociología, la antropología, la planeación, la geo-
grafía y por supuesto la psicología.
La actividad inter e intrasistémica no se efectúa mecánicamente.
Esto significa no sólo que las más importantes interacciones no son
directas en sus consecuencias sino que existen procesos moduladores
que filtran los eventos (materiales o informacionales) en su ingreso
(inputs) al sistema y también en su egreso (outputs). Veamos el caso del
sujeto social.
El sujeto social tiene varios niveles de complejidad en su manera
de presentarse: como individuo: Juan, Pedro, Ligia... en donde paradó-
jicamente se subraya el carácter social del individuo (históricamente
situado, culturalmente afectado para el desarrollo de procesos como el
lenguaje, el conocimiento, las preferencias. El individuo podrá estar
solo mas no aislado). En segundo lugar puede aparecer como grupo
(formal o informal, pequeño o grande, primario o secundario...). En
tercer lugar como organización (industrial, de servicios, comunitaria,
sindical...). En cuarto lugar como una comunidad (territorial o
virtualmente constituida, homogénea o heterogénea...). En quinto lugar
la sociedad, y finalmente el orden internacional.
En todos los niveles se dan procesos mediadores cuya importancia
relativa ocurre según el nivel de la escala tanto del sujeto como del
sistema mismo (entorno): Así procesos culturales, ideológicos y cog-
nitivos median y significan el carácter y el impacto de las interacciones.
Sin embargo, y manteniéndonos dentro del enfoque sistémico, es de
advertir que el sujeto social se concibe como un sujeto activo, y no
sólo ni tanto reactivo, ante los requerimientos u ofertas ambientales y
ante los autorrequerrimientos o deseos sobre el entorno. El mecanismo
de adaptación se ejerce entonces en tres direcciones: a. Identificando,
analizando y evaluando las oportunidades y amenazas que tienen como
fuente el entorno (a nivel micro, meso o megasistémico); b. Identifi-
cando, analizando y evaluando los recursos (capacidades, competencias)
que el sujeto social posee o puede llegar a poseer para aprovechar tales
oportunidades o mitigar las amenazas; c. Identificando, analizando y
evaluando las expectativas, deseos y preferencias que surgen del sujeto
social (elementos éstos social y culturalmente inflados) y los impactos
que sobre el entorno y sobre el mismo sujeto tendría su puesta en
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marcha (planeada o espontáneamente), inmediata o mediatamente. El
cómo se haría, es decir, la tecnología implicada y su idoneidad o no
con relación al control de los impactos recíprocos adquieren acá una
relevancia difícil de sobreestimar.
También es importante aclarar que el poder o jerarquía en los
impactos de las interacciones no es simétrico: en oportunidades, el
sujeto social subordina al entorno y produce sobre el mismo modi-
ficaciones fuertes y perdurables (secamiento de fuentes, desertificación,
contaminación atmosférica... pero también ciudades vivibles (Krupat,
1994), parques y paisajes protegidos (Granada, 2002i), y en otras el
entorno impone condiciones a la sociedad (aunque varias de esas imposi-
ciones sean resultado de acciones anteriores del hombre mismo): cam-
bios climatológicos, desbordamiento de los ríos, erupciones volcánicas
y fenómenos similares. Desde el punto de vista lógico es claro ese juego
de asimetrías y efectos en red, pero desde el punto de vista teórico-
empírico es mucho más complicado aclarar y demostrar los casos
específicos de subordinación e impactos. Sólo un enfoque dialéctico e
histórico nos permite un acercamiento fructífero aunque complejo.
1.2. el proceso de transacción
Asumir como sistemas tanto al sujeto como al entorno en sus diferentes
escalas no es suficiente para proponer una explicación coherente de las
interacciones entre ambos. La relación sujeto-entorno también genera
un sistema integrado. Para conocer el comportamiento de cada sistema
no sólo es necesario conocer las características de cada uno sino además
estudiar su comportamiento durante la interacción. Una consecuencia
de esta premisa es que el estudio de los ecosistemas biofísicos debería
hacerse caracterizando los sujetos sociales que afectan y son afectados
por aquéllos (aun ubicándolos como contexto sociocultural), lo cual
permearía a los científicos naturales a los aportes de las ciencias sociales
y, recíprocamente, cuando el punto central de interés sea el ecosistema
humano (ambiente social), las características del contexto físicobiótico
deberían interesar al científico social. Bajo este enfoque, la interdisci-
plinariedad sería una oportunidad y una exigencia epistemológicamente
«natural» para el trabajo.
La interacción es recíproca, es decir, constituye una transacción:
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la causalidad es no sólo multivariada sino sistémica, es decir, forma
redes y circuitos de retroalimentación (positiva o negativa), no lineali-
dades. Ahora bien: ¿cuáles factores o componentes son relevantes en
las diferentes interacciones; ¿cómo interactúan y qué impactos ocurren
a corto, mediano o largo plazo?, son preguntas que sólo la investigación
continuada puede resolver. Sin embargo, algunas sugerencias son per-
tinentes:
a. Los estudios de las interacciones deben ser de carácter longitu-
dinal. Esto significa que no deben tomarse coyunturas o diseños
tipo flash como resultados que validan conclusiones sobre el pro-
blema formulado.
b. Como es muy difícil o poco útil hacer observaciones o registros
continuos, se debe acudir a técnicas de muestreo acordes con los
objetivos y características del problema.
c. Según criterios relacionados con la intervención intencional (nece-
sidad, conveniencia, posibilidad), tanto los métodos experimen-
tales como los no experimentales y los de tipo participativo tienen
cabida allí. Para cada caso se hace la jerarquización de sus ventajas
y dificultades.
d. Siguiendo las pautas de Bronfenbrenner (1987), cualquier con-
texto, natural o de laboratorio, tiene sentido para la investigación
ecológica, pues en cada uno de ellos suceden eventos de interac-
ción que nos permiten conocer y profundizar los procesos de
desarrollo y de transacción ambiental. Importa sí reconocer y
aplicar los criterios de validez ecológica y la pertinencia del
análisis cualitativo, cuantitativo o combinado. El proceso de la
interacción es dinámico, des y reequilibrante, y puede presentarse
el caso en que el desequilibrio extremo produzca rupturas
estructurales en uno de los subsistemas, lo cual afecta al super-
sistema mismo.
A estas alturas, y manteniendo el hilo conductor de este artículo,
podríamos preguntarnos entonces: ¿Qué relación tiene la cultura con
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los procesos de Adaptación? Y más aun: ¿Cómo podemos afirmar que
ha habido adaptaciones EXITOSAS? El intento de responder (o al menos
ilustrar) la última pregunta es crucial, en la medida en que permite
afirmar que el deterioro como consecuencia de la interacción sujeto-
entorno NO es un camino inexorable. Cambiando ideas y formas de
representarnos el desarrollo podremos cambiar el sentido y el impacto
de la interacción, y ésta es una labor fundamentalmente de tipo socio-
cultural, no tanto tecnológica.
Una adaptación exitosa es aquella interacción que el Sujeto Social
(grupo o comunidad o sector de una población) realiza con la naturaleza
o el ambiente social (que puede constituir o no su hábitat o territorio)
y en donde ambos sistemas PERMANECEN EN EQUILIBRIO dinámico, sin
menoscabo de ninguno de ellos en cuanto a las propiedades fundamen-
tales que los identifican. Más y mejor aun: en otras oportunidades tal
interacción permite el desarrollo (logros, mejoras en sus respectivas
condiciones, el alcance de potencialidades que cada uno por separado
no hubiera obtenido)) de ambos. Podemos ejemplificar tal interacción,
mutuamente enriquecedora, por lo menos con tres casos como los
siguientes: indígenas ZENÚES y territorio del BAJO RÍO SAN JORGE Y RÍO
SINÚ (Colombia); grupos AFROCOLOMBIANOS y zonas de la COSTA PACÍFICA
DEL VALLE DEL CAUCA (Colombia) y algunos PUEBLOS INDÍGENAS en relación
con zonas de LA AMAZONÍA (Brasil). Así mismo, traemos a colación tres
experiencias no sólo no exitosas sino presumiblemente desastrosas por
sus enormes costos sociales, económicos y ecológicos, aunque en algún
caso pudieran ser reversibles: demanda de agua en grandes ciudades
(caso ciudad de MÉXICO), políticas económicas de deforestación (AMA-
ZONÍA BRASILEÑA) y el círculo vicioso de la pobreza de los CAMPESINOS
DE LA SIERRA PERUANA.
caso 1: Según el informe del Instituto de Estudios Ambientales para
el Desarrollo (1993), las estrategias y tecnologías usadas en el área
donde residían los ZENÚES son una muestra contundente del grado de
desarrollo de esta cultura y de la ADAPTACIÓN (acomodaciones recíprocas,
en términos de Bronfenbrenner, 1987) a un medio ambiente que en
condiciones «normales» (por ejemplo, las nuestras, ahora) constituiría
serios obstáculos para el desarrollo de actividades regulares de
agricultura y convivencia cotidiana. Sin embargo, en su época (pre-
147investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003) pags 134-161
colombina) los zenúes llegaron a un grado de CONOCIMIENTO sobre el
comportamiento ambiental que les permitió la utilización de limitantes
como potencialidades (que es uno de los indicadores de Adaptación
Exitosa), lo que les permitió desarrollar una estrategia de APROPIACIÓN
TERRITORIAL ANFIBIA, lo que a su vez, repercutió en el desarrollo de este
grupo étnico bastante complejo.
El sistema hidráulico del Bajo San Jorge y Bajo Sinú constituye
una de las estrategias más complejas de adaptación a un entorno que
por su geomorfología permanece gran parte del año inundado, pues
está situado en la Depresión Momposina, sitio donde confluyen los
cauces de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge. Esta Depresión llegó
a su máximo desarrollo con el esquema de adaptación prehispánico
más extenso que se haya verificado en nuestro territorio, con el cual se
artificializaron (este subrayado y el de los restantes 6 casos son del
autor) aproximadamente 500 mil hectáreas con una serie de obras de
ingeniería hidráulica y civil comparables a las realizada en el Valle del
Nilo en el Africa.
Con la construcción de un complejo sistema de canales y came-
llones, estas comunidades lograron extender las cualidades dinámicas
de ecosistema de orilla de pantanos y ciénagas, para poder utilizar aque-
llas zonas que permanecían inundadas la mitad del año, y así aumentar
la productividad, extendiendo la fuerza y el flujo energético de los
ecosistemas naturales (sin desecarlos, para ganadería y agricultura como
hacen nuestros terratenientes «modernos») y sin acudir a «tecnologías»
foráneas para incrementar la productividad, lo cual daría al traste con
su gestión autonómica.
Los camellones de relleno de contornos circulares, yuxtapuestos
a la estructura de camellones lineales, funcionaban como infraestructura
para las construcciones arquitectónicas de los asentamientos residencia-
les, cuyas construcciones eran hechas de materiales vegetales. Estos
espacios abrigados de la vivienda se disponían en grupos asociados de
volúmenes dentro de los camellones circulares como INFRAESTRUCTURA
COLECTIVA URBANA BÁSICA. Además, este sistema mixto recurría a la
estructura hídrica como elemento simultáneo de relación y articulación
espacial a la manera de RED HÍDRICA PÚBLICA DE COMUNICACIONES, tanto
en las esferas de la estructura sectorial como regional, lo que implica
una organización más elaborada como la de asentamientos estructurados
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
148
en confederaciones territoriales. En lo arquitectónico (vivienda especial-
mente), la estructura plantea una organización territorial y espacial
que era simultáneamente rural y urbana, al mismo tiempo hidráulica y
terrestre, que resultaba tan VERSÁTIL como el entorno al cual se articulaba
y en donde los ciclos inundación-sequía ofrecian oportunidades en vez
de representar amenazas, como sucedió al ser destruidos por los inva-
sores españoles, pues este terreno YA estaba conquistado. (Obsérvese
un mecanismo similar en el caso de los andenes peruanos señalados
más adelante).
La organización social no establecía diferencias tajantes entre
agricultores y pescadores, sino que, al contrario, la ocupación del terri-
torio y la forma como éste se aprovechaba permitía que los pescadores,
cuyas viviendas estaban ubicadas cerca a los caños, tuvieran a su vez
acceso directo a las zonas cenagosas, donde a su vez se cultivaba. (Nota:
esta polifuncionalidad se encontrará como un rasgo común en otros
casos propuestos, por oposición a la superespecialización de actividades
«modernas», ej. el monocultivo. Parte de esta tragedia y lucha territorial
con deterioro ecosistémcio y social puede observarse en la historia de
los últimos 70 años en la zona de influencia del Canal del Dique
(1999) y la zona de la Laguna de Sonso (municipio de Buga), entre
muchas otras, donde pescadores y cultivadores luchan a muerte por
pedazos... de agua, los primeros, y por pedazos ...de tierra, los segun-
dos). En síntesis, como se puede observar, estos pobladores eran sen-
sibles al manejo del medio, pero su estrategia dependía de la estabilidad
de los elementos de la estructura abiótica, que es la que determina los
ciclos y la estabilidad más amplia. La estrategia de ARTICULACIÓN
Sociedad / Naturaleza pudo mantener altos niveles de población sin
recurrir a la concentración poblacional, o la importación de grandes
aportes energéticos exógenos, durante más de dos mil años. Es decir,
esta tipología de ordenamiento territorial demostró ser altamente SOS-
TENIBLE en términos ambientales.
caso 2: Según el informe sobre PAUTAS PARA LA INVESTIGACIÓN Y EL
ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y MANEJO AMBIENTAL DE LA COSTA PACÍFICA
VALLECAUCANA (1996), del cual soy coautor, se puede caracterizar
resumidamente la interacción con el medio de la siguiente forma:
149investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003) p ags 134-161
En la Costa Pacífica vallecaucana pueden distinguirse tres
grandes regiones: a) la zona sur, donde la cuenca hidrográfica y la res-
pectiva bocana de los ríos conforma un sistema determinante de tipo
bio-físico dentro del cual conviven conglomerados de campesinos
negros, generalmente como colectivos y con tradición y organización
que permite categorizarlos como grupos ÉTNICOS dentro de la nueva
legislación político-ambiental-territorial colombiana; b) La zona
prácticamente «urbana», influida directamente por vías terrestres, mejo-
res comunicaciones, mayor densidad de población y concentración en
la ciudad de Buenaventura (280.000 habitantes), ubicada en la parte
centro-norte de la región y donde los problemas de salud, de medio
ambiente, de ordenamiento y usos del suelo muestran precisamente el
NO DEBER SER de la interaccion Sociedad/Naturaleza; c) Zona norte,
donde se ubica la actividad pesquera y turística por esencia, donde no
hay bocanas de ríos, influenciada por Buenaventura pero con ciertos
rasgos que la diferencian: pequeños poblados, actividad más especia-
lizada (turismo) pero aún variada (pesca, transporte, agricultura, madera
en poca proporción), sin edificaciones de tipo «turismo duro» (com-
plejos hoteleros por ejemplo) y donde el control social del sitio aún lo
tienen los negros pero en proporción menor que en el sur, porque aquí
se instauró la propiedad privada y los mestizos pueden comprar y
apropiarse cada vez más del suelo y variar los respectivos usos del mismo.
Para efectos de la ilustración que nos interesa se tomará la zona sur,
mencionada en primer lugar.
Los grupos afrocolombianos fueron traídos por los españoles
como mano de obra esclava para trabajar en las minas de oro y platino
de diferentes regiones del país y en otros oficios pesados para los cuales
la mano de obra india era débil o poco eficiente. Tales grupos paulatina-
mente fueron poblando regiones donde constituyeron asentamientos
relativamente identificables y con una organización sociocultural que,
a diferencia del caso de Norteamérica, donde se la aniquiló, se la man-
tuvo para que fuera su fuerza física (trabajo) y no su fuerza étnica o
cultural la que primara: en el primer sentido era útil y práctica, en el
segundo era peligrosa. Sin embargo, muchos de ellos fueron indepen-
dizándose (huída, cambio de territorio, abolición de la esclavitud en el
siglo XIX ...) y conformando grupos y comunidades con formas de organi-
zación y de convivencia entre sí y la naturaleza de modo autónomo
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
150
(palenques, quilombos).
En la zona sur se encuentran varios ríos principales cuyas cuencas
configuran la noción de territorio por excelencia: permiten las diferentes
actividades económicas a lo largo del mismo hasta la bocana; dan
referencia a las actividades culturales de pertenencia (culto religioso,
fiestas, ceremonias diversas). Estos pobladores se autodenominan, según
el nombre del río: quienes viven y se mueven alrededor de la cuenca
del río Naya se llaman NAYEROS; quienes lo hacen alrededor del río
Cajambre se llaman CAJAMBREÑOS; quienes lo hacen alrededor del río
Yurumanguí, se denominan YURUMANGUEÑOS, etc.
El perfil de la cuenca con sus diferentes pisos y las actividades
predominantes que allí se efectúan lo resuminos así:
a. En la bocana, que implica parte de aguas marinas (cercanas al
continente) y la mezcla de aguas saladas y dulces (hasta unos 20
kilómetros río arriba), se llevan acabo tareas de pesca artesanal y
recolección de moluscos que se encuentran en la zona de mangle.
También se aprovecha el mangle, sea para construcción de
viviendas palofíticas (sobre pilotes de madera enterrados en lecho
de agua), para comercialización o consumo energético (leña).
b. En la zona media de la cuenca se desarrollan actividades de caza
(fauna silvestre), poca pesca, beneficio de madera (corte, trans-
porte fluvial, venta a los aserríos), agricultura rotativa (en diversos
terrenos pequeños, 1 o 2 hectáreas promedio, se cultiva chonta-
duro, borojó, plátano, papachina, algunos cítricos) y se deja «des-
cansar» durante 5-7 años cada terreno mientras se cultiva en
otros. Cada casa tiene su «huerta», que es cuidada por la mujer y
los hijos, y por propia iniciativa no se hacen proyectos extensivos
ni intensivos de monocultivos. Estas experiencias, que han fraca-
sado en alto porcentaje en la zona, se han introducido como planes
gubernamentales o iniciativas de cooperación internacional.
c. En la zona alta de la cuenca, llena de colinas de altura media y
más escarpadas, predomina la actividad minera artesanal: bare-
queo, mazamorreo o con pequeños monitores. Así mismo se desa-
rrolla alguna actividad maderera (dificultándose su extracción
por la topografía), algo de caza y algo de agricultura.
151investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003) pags 134-161
Ahora bien, ¿en qué sentido estas interacciones han significado
una adaptación exitosa en la relación Sociedad/Naturaleza? ¿En qué
otros aspectos no lo ha sido? Resumamos:
1. Los suelos más fértiles del sur corresponden a las vegas de los
ríos, en su parte media. Allí se hace agricultura pero no intensiva
ni de tipo monocultivo sino rotativa y diversificada. Así se ha
hecho sostenible, aunque con pocos excedentes para comerciali-
zación (actividad difícil por distancias largas, dificultades de
transporte continuo y oportuno, fragilidad de los alimentos pere-
cederos, elevados costos del transporte, ausencia de condiciones
para transformar y conservar alimentos y productos).
2. La pesca se hace según períodos del año y ciclos biológicos de las
especies, lo cual permite su regeneración y sostenibilidad. Se
han introducido prácticas antiecológicas como la dinamita, redes
no aptas y otras, pero no cuentan con el apoyo de la comunidad
en general y además son ilegales.
3. La minería se hace también en ciertas épocas del año y de manera
artesanal, sin causar deterioro apreciable al suelo, a la calidad
del agua (no se usan químicos como mercurio o cianuro para la
limpieza del oro) ni a la salud ambiental de la comunidad (excepto
la posición corporal del barequero que afecta gradualmente su
columna vertebral y la situación permanente de tener las piernas
dentro del barro que produce malestares asociados)
4. La explotación de la madera se hace también de manera selectiva
(aunque sin técnicas apropiadas que eviten el daño del suelo con
el arrastre de troncos) y en cantidad pequeña que no afecta el
ecosistema como regulador de agua ni del equilibrio oxígeno-
gas carbónico. La falta de mejores técnicas no permite un rendi-
miento mayor en la tranformación de la madera (corte en trozas,
aserrío y pulida), por lo cual se pierde entre el 30 y 40% de la
materia prima.
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
152
La anterior relación se ha mantenido por más de 200 años, y no
ha alterado significativamente el ecosistema, a la vez que ha permitido
un nivel de supervivencia a las comunidades allí asentadas. Sin embargo,
hay prácticas que suponen más bien una relación de uso (caza, extracción
de madera, pesca, extracción de oro) y no de manejo (apenas esfuerzos
y prácticas incipientes de reforestación, dejar buenos árboles-padres
para la regeneración, algunos zoocriaderos, esfuerzos por dar algún valor
agregado a los productos, etc.).
Los principales predadores del Pacífico (en las diferentes zonas)
han sido los megaproyectos (intensivos, con maquinaria pesada y en la
óptica del beneficio a corto plazo sin ninguna reposición sobre el medio)
de tipo maderero, pesquero (atún y camarón) y minero, que han produ-
cido (y lo siguen haciendo a pesar de los intentos de control por parte
del gobierno-comunidad) impactos graves y no reversibles en ciertas
zonas.Esta experiencia muestra matices en los que se mezclan prácticas
no ecológicas (pero no desequilibradoras) con otras de conservación
que, en general, permiten hablar de una relación sostenible hombre/
naturaleza, aunque mejorable en la medida que el MANEJO SE COMBINE Y
SE SUSTITUYA EL USO de los recursos y el territorio continúe dentro del
control social de las comunidades negras.
caso 3: Según Morán (1993), la Amazonía y las poblaciones nativas
que durante siglos han convivido en ella se encuentran hoy amenazadas.
Poseedora de la mayor diversidad biológica del planeta y habitada por
diversos grupos étnicos autóctonos, la región experimenta niveles de
deforestación que amenaza la supervivencia de dichos grupos y el patri-
monio biológico de la selva. Los cambios que puede provocar tal acti-
vidad en el ciclo hidrológico y en el clima podrían afectar también
áreas del sur y el centro del Brasil, que producen alimentos para la
población del país. La pérdida de diversidad biológica constituye un
empobrecimiento efectivo de los brasileños que aún están por nacer.
Cualquier cosa que se diga sobre la adaptación humana a la
Amazonía debe considerar por lo menos tres tipos de várzeas (áreas
inundables en ciertas épocas del año en las márgenes del Amazonas y
afluentes): las altas, las medias y las bajas (correspondiéndose en parte
al menos con las zonas bajas, medias y altas mencionadas en el caso del
153investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003) p ags 134-161
Pacífico colombiano). Existen diferencias significativas entre las floras,
las faunas, el aluvión depositado, el declive y la altura, la acidez del
suelo y la producción de biomasa en estos tres tipos de ecosistemas
amazónicos. Algunos de los aspectos señalables como ejemplos de
adaptación exitosa podrían resumirse así:
1. Las poblaciones precoloniales de la Amazonía parecen haber teni-
do sus mayores densidades demográficas en las áreas de várzea
baja y en áreas de várzea alta de los ríos blancos como el Solimòes,
el Madeira y el Huallaga. En esas regiones, la vida de las pobla-
ciones se desarrolla bajo la influencias de las fluctuaciones del
nivel del río (como en en el Pacífico descrito antes). De manera
que las variaciones creadas por el subir y bajar de las aguas pro-
porciona una gran variedad de recursos que pueden ser explotados.
Todas las poblaciones estudiadas reconocen la presencia de
zonificación horizontal y vertical en la várzea. Este zoneamiento
está ligado a la cuidadosa observación de cambios en el nivel del
río, en el comportamiento de las aves y de otras especies asociadas
al hombre, como el boto.
2. La explotación de la várzea requiere, para su optimización (NO
para la maximización del beneficio), un gran conocimiento de
su variabilidad. Así, las poblaciones pueden mantenerse en las
mismas cabeceras de los ríos, en las mismas restingas y en la
mismas márgenes de los lagos, con lo cual pueden llegar a poseer
un íntimo conocimiento de las fluctuaciones de las aguas y del
comportamiento de las numerosas especies de cada biotopo; pue-
den también cultivar tierras renovadas anualmente por sedimen-
tos andinos en las várzeas de los ríos blancos y en la várzea baja.
3. Se puede pensar en incorporar prácticas de mejor rendimiento
que las tradicionales, pero merecen especial atención, ya que las
fórmulas fáciles son imposibles en la Amazonía en general y en
las várzeas en particular. La destrucción del ambiente más fertil
de la Amazonía depende de cómo se estudie y se explote cada
área. El complejo sistema cultural de los indígenas y caboclos
(mestizos) incorpora dimensiones ecológicas que merecen
atención.
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
154
4 .Las poblaciones indígenas que habitan las regiones de cerrado
(planicices o llanos, cercanos a galería de selva) no las cultivan
debido a limitaciones específicas, y sus respuestas ponen de
manifiesto las limitaciones que plantea el cultivo con sistemas
de insumos tradicionales. Los problemas del suelo de la región
(aridez y pobreza), su poca retención de agua, la alta evapotrans-
piración, los veranicos, la disponibilidad de áreas de selva ciliar,
orientaron la ADAPTACIÓN humana en el cerrado hacia una mayor
atención a la caza, suplementada por la horticultura en granos
de rápido rendimiento y alto valor nutritivo. La productividad
de la pesca es demasiado baja para influir en los patrones de
organización social o demográficos de las poblaciones.
5. Las poblaciones del cerrado desarrollaron sofisticados sistemas
de ORGANIZACIÓN SOCIAL que responden EFECTIVAMENTE (es decir,
exitosamente) a los ciclos ambientales: congregación en las már-
genes de las selvas ciliares en las épocas de lluvia para producir
granos de crecimiento rápido y alto valor nutritivo, seguidos
por la disgregación en pequeños grupos de cazadores, basados
en criterios de edad y empleando técnicas de caza colectiva. Esa
organización favoreció la movilidad espacial y flexibilidad social
en caso de ataque en la guerra. Todos esos mecanismo, así como
el énfasis en la condición física, representaron algunas ventajas
en el momento del contacto con los europeos y la sociedad nacio-
nal. Algunos de los grupos del cerrado se adaptaron a áreas de la
selva amazónica donde la disponibilidad de otros recursos les
ofreció alternativas distintas a las de sus áreas tradicionales.
6. La ocupación y el desarrollo agrícola de las áreas del cerrado por
la sociedad nacional son recientes, pero han modificado
profundamente la densidad humana en ese ecosistema. Las
presiones ambientales que habían conducido a una adaptación
exitosa basada en la dispersión estacional para la explotación de
la caza y la recolección fueron sustituidas por SISTEMAS INTENSIVOS
del uso de la tierra, basados en la aplicación de fertilizantes para
corregir las limitaciones químicas del suelo, la irrigación para
responder a los estiajes de los veranos en la época de producción
155investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003) p ags 134-161
agrícola y la reciente mecanización de la agricultura para
aprovechar los progresos en el manejo de los suelos del cerrado.
Sin embargo, la mayor parte de las experiencias similares a ésta
muestran que ocurren transformaciones en usos del suelo, en la
propiedad, en la concentración, en los estilos de vida (producción,
distribución y consumo) que NO son sostenibles a largo plazo.
Al comienzo se da una impresión de CONTROL o SOJUZGAMIENTO
exitoso de la sociedad sobre la naturaleza, pero a largo plazo es
tal el impacto que no se puede mantener ni el ritmo ni la calidad
de esa actividad, porque los insumos se encarecen aceleradamente
y la restitución del daño se hace cada vez menos reversible y, en
ese sentido, nada atractivas para inversionistas o intereses privados
y sí obligatorias para el Estado, o sea, recuperación con el dinero
de la población que subsidió el aprovechamiento privado (por lo
general) de la riqueza de un ecosistema.
caso 4: Según Garduño (en CEPAL-ONU, 1991), en 1325 los aztecas se
asentaron en un valle cerrado, ubicado a 2.240 m. s. n . m. y fundaron
Tenochtitlán, actualmente Ciudad de México, en un llano rodeado por
lagos. Como el área era afectada frecuentemente por inundaciones y
sequías, construyeron importantes obras para enfrentarlas. (Entre ellas
sobresalen de manera especial las famosas chinampas, similares
funcionalmente a las obras de los zenúes mencionadas antes. Nota: los
contenidos de estos paréntesis incrustados en estos casos son del autor).
A medida que la ciudad se fue expandiendo en el siglo XX, se
hizo necesario perforar pozos para la captación de agua. Estos depri-
mieron la napa subterránea y provocaron hundimientos de tierra, cono-
cidos como subsidencias, que alteraron el sistema de desagüe superficial
y subsuperficial y ocasionaron inundaciones. En 1958 se realizó la
primera transferencia o importación de agua desde el Valle del Lerma,
con el fin de reducir la explotación de agua subterránea en el Valle de
México y satisfacer la creciente demanda. Esta transferencia causó alte-
raciones ecológicas en el Valle del Lerma; en particular deprimió tam-
bién la napa subterránea del valle y secó sus lagunas. Además creó
serios problemas políticos y sociales a sus habitantes.
En 1950 Ciudad de México tenía 5 millones de habitantes, y en
1984 tres veces más, 60% de ellos en el D.F. Como consecuencia de ese
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
156
crecimiento, la demanda de agua creció exponencialmente. La napa
subterránea bajó aun más, lo cual provocó hundimiento de hasta nueve
metros en algunos lugares de la ciudad y modificó el sistema de drenaje
superficial. El bombeo de napas cada vez más profundas, al comenzar
a extraer aguas fósiles, alteró por último la calidad del agua potable.
Para satisfacer la demanda (hoy Ciudad de México tiene 22 mi-
llones de habitantes y no aminora la migración: 500.000 mil personas
año aproximadamente) se ha efectuado una segunda aducción desde la
cuenca del río Cutzamalá. Aun así se necesita más agua. Para el pró-
ximo siglo se estima que las fuentes serán traídas desde 200 kilómetros
de distancia y que deberá elevarse a más de mil metros de altitud. (Esta
previsión se cumple: 900 millones de dólares anuales cuesta traer el
agua, pues hay que elevarla (sistema de bombeo que requiere una planta
propia) a 1.500 metros de altura, para bajarla luego por gravedad.
Además crece la resistencia de los campesinos, pues ven en ello la muerte
de su estilo de vida como costo por mantener viva la gran ciudad).
caso 5: Tanto Mahar (en ONU-CEPAL, 1991) como Morán (1993) coin-
ciden en que en los últimos 25 años se emprendió una política de
desarrollo del Amazonas brasileño cuya puesta en práctica comprendió
grandes programas de construcción de carreteras para unir la región
con el noroeste y sur del país. Se aplicaron esquemas de colonización
y se otorgaron incentivos fiscales y crediticios para el desarrollo agrícola
e industrial. En general, los datos parecen probar que al incentivar las
actividades que han contribuido a la destrucción de los bosques tropi-
cales, estas políticas han jugado en conjunto un papel importante en el
proceso de deforestación.
Incentivos fiscales:
A mediados de la década de los años sesenta, al concluirse la carretera
que une Brasilia con Belem, en la boca del río Amazonas, comenzó la
integración del Amazonas con el resto de Brasil. La carretera, junto
con los precios accesibles de la tierra, incentivó la movilización de inmi-
grantes. Para atraer empresas privadas a la región –uno de los objetivos
de la Operación Amazonía– se incrementó el gasto destinado a la
construcción de caminos, aeropuertos y telecomunicaciones y se diseñó
157investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003) pags 134-161
un conjunto de incentivos fiscales y crediticios...
...El desarrollo de la ganadería en estas dos subregiones ha tenido
costos importantes. Por un lado, la expansión ganadera parece ser la
causa principal de la deforestación y el deterioro ambiental y, por otro,
los proyectos ganaderos no han contribuido a la generación de fuentes
de empleo.
De otra parte, a pesar del fuerte subsidio otorgado por la Super-
intendencia para el Desarrollo de la Amazonía (SUDAM) –cerca de 700
millones de dólares–, sólo un número reducido de éstos ha logrado
resultados alentadores. En este sentido, los datos parecen indicar que
los subsidios o las ganancias de capital basadas en la valorización del
terreno son los únicos factores que hacen rentables las actividades
ganaderas en la zona. Se ha verificado además que muchos de estos
proyectos se emprendieron exclusivamente por la existencia de incen-
tivos fiscales. Finalmente, los estudios coinciden en afirmar que la gana-
dería en esta región no solamente no es rentable sino que parece ser la
alternativa menos favorable desde el punto de vista de su impacto sobre
la erosión de los suelos...
...En 1987 se eliminó la política de subsidio crediticio. Se estima
que esta medida tendrá efectos positivos a largo plazo. Pero, en el corto
plazo, paradójicamente, la falta de crédito subsidiado ha tenido conse-
cuencias nocivas, ya que al no contar con facilidades para la compra de
fertilizantes, herbicidas y otros insumos, muchos agricultores se han
dedicado a actividades más dañinas para los bosques, como lo es, por
ejemplo, la agricultura de corte y quema.
En una dirección crítica similar Herreros (2003) señala que la
introducción de la nueva agricultura en la selva ha traído consecuencias
que van más allá de las puramente físicas. Las de infraestructura son
algo más que carreteras, energía, transporte, comunicaciones; calidad
de vida, en definitiva. Crearon sobre todo un nuevo estatus jurídico
entre el hombre y esa tierra: una veces fueron otorgadas por el estado
con la finalidad de «mejorarla» y hacerla productiva, otras fue apropiada
directamente por el colono y otras fueron compradas. En todos los
casos se otorgaba un título de propiedad que diferenciaba esta tenencia
de la tradicional, que no lo tenía ni requería. Poseer significa ahora
dominar, excluir y de manera rápida: no se requiere convivencia
prolongada, ni conocimiento, ni proyectos vitales de índole comunitaria
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
158
y territorial. También el afán de ocupar la tierra con la mayor rapidez
posible permite especular, pues basta quemar el bosque para solicitar
el título de propiedad y el apoyo para la «mejora agrícola». La última
variante agrícola es la de aquellos que se han incorporado recién al
cultivo de la coca, especialmente en la Amazonía media de Perú y
Bolivia.
caso 6: Gligo (en CEPAL-ONU, 1991) ha señalado que las comunidades
campesinas de la sierra peruana, que ostentan los niveles de pobreza
más elevados del país, viven de la explotación de ecosistemas frágiles,
de escasa energía y con reducida disponibilidad de recursos por unidad
de superficie.
El imperio de los incas, que cubrió también esos territorios, se
desarrolló en torno al uso intensivo de los suelos de altura, en especial
los ubicados a más de 2.000 metros de altitud. El aprovechamiento de
la sinuosa geografía de los cerros y valles exigió la construcción a
gran escala de andenes y de complejos hidráulicos de riego. La
cifra más aceptada habla de que a la llegada de los españoles había
entre 350.000 y 400.000 hectáreas de andenerías en la sierra. Más del
60% de éstas fueron abandonadas a causa del colapso demográfico que
azotó a la población indígena durante la Colonia y la destrucción de
los taludes provocada por el asentamiento de ganado de origen
europeo en esas tierras.
El uso agropecuario implantado por los españoles, no obstante
ser menos intensivo que el precedente, aceleró en forma notoria los
procesos erosivos. La posterior recuperación demográfica, debida en
parte a los significativos progresos en el campo de la salud, ha originado
una mayor presión sobre la tierra, intensificando así el círculo vicioso
en que se encuentran la erosión y la pobreza. Los campesinos peruanos
han tratado de sobrevivir sea proletarizándose parcialmente o some-
tiendo el suelo a una presión excesiva. El hecho de que la vinculación
de los campesinos serranos a la economía de mercado sea sólo marginal,
su limitado acceso a las nueva tecnologías y la fragilidad y baja produc-
tividad de los ecosistemas en que están asentados, han ido mermando
progresivamente sus recursos, justo en el momento en que el aumento
de la población los hace más necesarios.
La ruptura del círculo vicioso implica revalorizar el capital ecosis-
159investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003) pags 134-161
témico modificando la aptitud de los suelos: trazado de pendientes y
reconstrucción de obras de riego. Concientes de esta posible solución
al problema, diversos organismos nacionales con apoyo internacional
han puesto en marcha programas que apuntan a la recuperación de
los andenes de las áreas serranas. Se ha logrado recuperar 1.200 hectá-
reas en tres años, y aunque es un beneficio importante para las comu-
nidades, la cobertura requerida es mucho mayor. Sin embargo se ha
iniciado un camino.
conclusiones
Con base en el análisis ligero de estas experiencias podríamos afirmar
que las adaptaciones exitosas implican: a. un alto nivel de conocimiento
sobre cómo funcionan los ecosistemas, b. regular la actividad socioeco-
nómica con base en las propiedades relevantes de los ecosistemas perti-
nentes, c. conceder relevancia a la movilidad y flexibilidad espacio-
temporal, d. un control social colectivo (antes que solo o fundamental-
mente individual) sobre el territorio, e. planear las modificaciones sobre
el ecosistema de tal manera que no varíe o se distorsione su naturaleza,
f. priorizar una visión de optimización y no de maximización del bene-
ficio, g. sentirse parte del ecosistema y verse afectado por los deterioros
que se le causen al mismo. En ese sentido, los cambios tecnológicos y
científicos, regulados por una FILOSOFÍA O VISIÓN NO MAXIMIZANTE, pueden
ser usados para mejorar la mutua relación sin deteriorar los componentes
de este supersistema del cual hemos hablado en este documento. En
síntesis, innovaciones tecnológicas u otras, reguladas y significadas entro
de un contexto o sistema de valores no son necesariamente desastrosas.
En términos del mismo Morán (1993):
La ecología humana no es una plataforma política, pero no olvida el
papel de la política en los procesos adaptativos humanos. La «raciona-
lidad» de los sistemas humanos es un proceso dirigido por la ideología y
por los intereses de los grupos que obtienen el control de las instituciones
que la definen. Cuando los grupos dominantes lo constituyen la mayoría
de la población actuando a través de un proceso democrático, la racio-
nalidad puede reflejar el consenso de la población. Desdichadamente, en
la mayoría de las sociedades jerarquizadas la racionalidad del sistema
investigación y desarrollo vol 11, n° 1 (2003) pags 134-161
160
refleja los intereses económicos de las minorías políticamente dominantes.
Una visión ecológica permite la evaluación de cómo funciona, o no, el
sistema HOMBRE/AMBIENTE, y de las consecuencias de los procesos de inte-
racción. Con esa visión es posible corregir el sistema, cuando sea necesario,
si hay dirigentes esclarecidos que tomen los intereses de las minoría étnicas
tan en serio como los intereses de los grupos políticamente dominantes
(p. 269).
Según la World History Enciclopedia (2001), si concebimos la cul-
tura como Adaptación se deben entender las culturas humanas como
tales sistemas de interacción tanto con la naturaleza como con el propio
sistema ambiental del cual ellas hacen parte. La cultura como adaptación
no es sólo pertinente a la evolución de las culturas prehistóricas sino
también a la reconstrucción de ambientes antiguos y las formas en que
las culturas del pasado construyeron sus estilos de vida. En el meollo
de este paradigma se encuentra la noción de evolución cultural multi-
linear, evolución con múltiples ramas que muestran claramente a
las diversas sociedades humanas que evolucionan desde lo más simple
a lo más complejo en muchos y diferentes aspectos. También se basa
esta concepción en la propuesta de la Ecología Cultural, que acentúa
su afirmación de que las culturas son sistemas que interactúan con
otras culturas humanas en sus respectivos hábitats y durante prolon-
gados períodos. En este proceso es crucial el papel de las adaptaciones
exitosas a largo plazo a través de sus logros tecnológicos y de sus insti-
tuciones sociales. Así, cuando una cultura desaparece o es «subyugada»
se pierden una forma y un contenido de vida.
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WILLERS, B. (Ed.) (1991). Learning to listen to the land. Washington D.C.: Island
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... En sociología y psicología, la adaptación es el proceso por el cual un grupo o un individuo modifican sus patrones de comportamiento para ajustarse a las normas establecidas en el medio social en el que se encuentran (Martín, 1993). Para Granada (2003), la adaptación cultural implica el proceso de incorporación de un individuo a las normas de conducta del grupo al que pertenece; incluye también el proceso de recepción de otra cultura (aculturación) y de adaptación al nuevo contexto sociocultural o sociolingüístico. ...
... La configuración multidimensional obtenida en la medición de la adaptación ambiental permite dar respuesta a las primeras interrogantes planteadas al inicio del estudio, sobre las estrategias de adaptación que se han desarrollado para integrarse a ecosistemas naturales, diseñados o construidos, y la relación que mantiene el ser humano con sus semejantes en estos entornos. Los resultados permiten señalar que los jóvenes se integran a distintos nichos que se les presentan, como son: el ecosistema natural (Buss, 1984;Díaz-Guerrero, 1988;, la protección del mismo (Bechtel, 1997;Bustos, 2004;Bustos et al., 2006;Palacios et al., 2011;Schmuck et al., 2003), el ecosistema individual y sociocultural (Díaz-Guerrero, 1988;2001;Díaz-Loving, 1998;Granada, 2003), en donde se mezclan y se ponen a prueba ciertas demandas para que el individuo se acomode o ajuste su comportamiento, dependiendo del ecosistema al cual tiene que adaptarse, ya que por un lado, responde como ser biológico con necesidades definidas evolutivamente, y por el otro, da respuesta a las demandas socioculturales que exigen un cambio en los estilos de vida, los cuales deben ser ajustados a vivir de modo sustentable. ...
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Los objetivos de la presente investigación fueron identificar, mediante el análisis del escalamiento dimensional, los nichos ecológicos presentes en el ecosistema humano y determinar si las características de adaptación influyen en la conservación proambiental y en el consumo ambientalmente responsable en una muestra de jóvenes. Se evaluó la adaptación ambiental con una escala diseñada para este estudio, además se midió la conducta proambiental y el consumo ambientalmente responsable con escalas validadas en población mexicana. Se seleccionó una muestra de 700 jóvenes de entre 13 y 24 años de edad (media= 16.48) de la zona metropolitana de la Ciudad de México. El escalamiento multidimensional confirmó cuatro dimensiones claramente interpretables: adaptación al entorno natural, sociocultural, urbano e individual. La regresión múltiple evidenció que los jóvenes que se adaptan al medio natural y sociocultural realizan acciones para conservar el ambiente, además quienes se adaptan a la naturaleza y se ajustan al entorno urbano realizan compras amigables con el ambiente. Se discute la utilidad de los resultados a partir de la conservación ambiental en jóvenes, así como las implicaciones para futuros estudios.
... Sostiene que la utilidad práctica de la noción de hibridación reside en su capacidad para abarcar otros conceptos, tales como el mestizaje, que se refiere principalmente a la mezcla biológica entre razas (como la mezcla de indígenas y españoles, entre otros); el sincretismo, que aborda la fusión de creencias religiosas, como se observa en la cosmogonía religiosa de diversos grupos étnicos; y la creolización, un término definido por García Canclini como la formación de lengua y cultura a través de variaciones en la lengua base y otros idiomas en el contexto del tráfico de esclavos. Acotando los conceptos de estudios culturales mencionados por García Canclini, Granada (2003) señala que las interacciones entre el ser humano y su entorno están influenciadas por factores culturales, las experiencias transmitidas a través de las generaciones, así como los valores sociales y políticos establecidos por la sociedad para regular dichas interacciones. ...
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El objetivo de este artículo es describir y analizar los procesos de transformación y adaptación de los rituales que se realizan en la cultura aymara con los avances en la tecnología, para dispositivos y redes, como herramientas de comunicación virtual sobre todo en tiempos de pandemia. Para lograr esto, se realizó observación participante y entrevistas a los principales actores de este fenómeno, que son los yatiris, clientes y personas expertas en cosmovisión andina. Las microetnografías a rituales aymaras presenciales y virtuales hicieron posible recabar toda la información empírica de la ritualidad aymara. Se da cuenta de cómo se reconfiguran las prácticas de rituales aymaras actuales, practicadas por yatiris bolivianos en La Paz, a partir de la interconexión global y del vínculo entre la ritualidad con un modelo comunicacional de esta.
... La psicología ambiental, basándose en la conceptualización de su quehacer, ha trabajado como líneas investigativas, las cuales se centran sobre los siguientes aspectos: 1) percepción del medio ambiente, 2) conocimiento y actitudes ambientales, 3) estrés ambiental, 4) urbanismo y territorialidad -como la aglomeración, la privacidad y la territorialidad-, 5) desarrollo sustentable, 6) educación ambiental y 7) psicología de los desastres y resiliencia (Corral-Verdugo, 1998;Fanlo, 2004;Granada, 2001Granada, , 2003Holahan, 2012;Winter & Koger, 2004). ...
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El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change o IPCC, por sus siglas en inglés) ha definido el cambio climático como “cualquier cambio en el clima a través del tiempo, ya sea debido a su variabilidad natural o como resultado de la actividad humana”. A nivel internacional se reconoce al cambio climático como “la más grande amenaza global para la salud del siglo XXI” y representa una base importante del desarrollo socioeconómico. El IPCC publicó su primer informe en 1990, desde entonces ha sostenido que “el calentamiento global es inequívoco, como evidencian los aumentos observados del promedio mundial de la temperatura del aire y del océano, el deshielo generalizado de nieves y hielos y el aumento del promedio mundial del nivel del mar”. El incremento de la temperatura media global fue de 0.74 °C durante el transcurso de los últimos cien años del siglo XX y es resultado de las actividades humanas; además, las precipitaciones han aumentado entre un 5 % y 10 % en la mayor parte de las latitudes medias y altas de los continentes del hemisferio norte, pero las precipitaciones han disminuido en un promedio del 3 % sobre una gran parte de las áreas terrestres subtropicales. Muchos expertos han reiterado que las manifestaciones del cambio de clima y los eventos meteorológicos extremos serán más frecuentes y severos conforme avance el siglo XXI. Los cambios en los patrones climáticos pueden alterar la incidencia de algunas enfermedades humanas de manera directa e indirecta. Los efectos directos provocan cambios fisiológicos por calor y frío, mientras que los indirectos están relacionados con la dinámica de las poblaciones de vectores transmisores de enfermedades infecciosas, lo que ocasiona que amplíen su intervalo de distribución geográfica o emerjan en sitios donde habían sido erradicados; además, se consideran las infecciones ocasionadas por la ingesta de agua y alimentos contaminados. México es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Los impactos de este fenómeno en nuestro país ya se resienten en diversas regiones y deben ser considerados un tema de seguridad estratégica por parte del gobierno en turno. Estudios recientes reportan que el aumento en la temperatura ambiental incrementa la mortalidad por golpe de calor y una mayor incidencia en casos de dengue, paludismo y enfermedades diarreicas, además de una mayor mortalidad por enfermedades respiratorias relacionada con el aumento en la temperatura ambiente y la contaminación atmosférica. Por otro lado, las circunstancias socioeconómicas nacionales han provocado un bajo nivel de desarrollo humano, el aumento de la pobreza y un mayor grado de marginación de amplios sectores de la población. La insatisfacción de un conjunto de necesidades consideradas esenciales incorpora la falta de capacidades e importantes limitaciones para superar las condiciones de marginación social. Ante este panorama la formulación de políticas socioeconómicas no es suficiente y deben desarrollarse innovadoras estrategias de carácter integral que promuevan la construcción de resiliencia social, con el objeto de mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables a los efectos del cambio climático. Así, el papel de la educación ambiental cobra particular importancia en el desarrollo de la resiliencia comunitaria ante la magnitud y complejidad de problemas ambientales globales como el cambio climático.
... En cualquiera de los dos casos, se entiende que no existen valores mejores o peores, y que no se puede generar un rótulo entre regiones, evidenciando solo diferencias en la forma como puntúan estos valores basados en diferencias culturales, ya que todos los valores se encuentran dentro de lo esperado. Puesto que, como plantea Granada (2010), la conducta adaptativa puede no ser exactamente igual en las diferentes zonas o grupos sociales, y como plantean Montero y Fernández-Pinto (2013), su interpretación debe realizarse tomando en cuenta las características, expectativas y oportunidades que brinda el contexto. ...
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La presente investigación tuvo por objetivo describir las diferencias e influencia de las regiones colombianas en las Habilidades Adaptativas Específicas y Dominios de la Conducta Adaptativa en niños colombianos entre 0-15 años, sin alteraciones en el neurodesarrollo y sin etiología de daño cerebral. Participaron padres y profesores de 2081 niños, divididos por 4 regiones geográficas: Andina, Caribe, Orinoquía y Pacífico. Se aplicó el cuestionario de conducta adaptativa ABAS-II en sus versiones Infantil padres a los padres de niños de 0 a 1,11 años, y las versiones escolar padres y escolar profesores a los padres y profesores de niños de 2 a 15 años. Los resultados indicaron que existen diferencias estadísticamente significativas entre los menores de las diferentes regiones, siendo los resultados más altos los de la región Pacífico y los más bajos los de la región Orinoquía. Con estos resultados se considera que es importante tener en cuenta los aspectos culturales, sociales, ambientales e históricos de cada región del país para la evaluación de su conducta adaptativa, entendiendo que estas diferencias no marcan o indican mayor susceptibilidad a patología, sino variaciones culturales dentro de los términos considerados como lo esperado.
... As subculturas não se referem apenas a grupos étnicos ou linguísticos dentro de uma sociedade maior, elas pertencem a qualquer segmento da população que se distingue do resto da sociedade por seus padrões culturais ou comportamentais (Granada, 2003;Geertz, 2017;Guzhñay, 2021) . A subcultura pode ser considerada como um modo de vida peculiar a um grupo menor dentro de uma sociedade maior; Embora os padrões da subcultura apresentem algumas divergências em relação à cultura central ou a outra subcultura, eles permanecem coesos entre si. ...
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El presente estúdio descritivo com enfoque quantitativo tiene por objectivo analisar lós câmbios socioculturales experimentados por el subgrupo etnolingüístico Mundimba em el município de Cahama em lá localidade de Kakuio, província de Cunene; para elo se utilizaram lós métodos de investigação científica: revisão bibliográfica, etnográfico, histórico-lógico y estadístico; asi como lá técnica de encuesta. Entre los principales resultados se tiene que los cambios en los patrones de comportamiento (hábitos, costumbres y tradiciones) que este grupo ha ido sufriendo están dados por el proceso de socialización y, en cierto modo, por las altas tasas de movilidad social desencadenadas por la creciente índice del éxodo rural. Dicho proceso es responsable de la diversidad que se traduce en formas de pensar, sentir y actuar y, al mismo tiempo, en la pérdida o alteración de rasgos o elementos identitarios de ese pueblo.
... Adicionalmente, es un mecanismo que incluye analizar y evaluar las condiciones de riesgo y oportunidades de aprendizaje, así como también identificar las competencias que tienen los individuos para mitigar dichas amenazas. Finalmente, es identificar, analizar y evaluar los elementos sociales, culturales, políticos y culturales de una nueva sociedad (Granada, 2003). ...
... Estos resultados son semejantes a la investigación de (Guerrero et al., 2012;Idrogo y Asenjo, 2021) relación importante con el componente rendimiento académico. En cambio para (Granada, 2003) la adaptación exitosa, se refiere a la interacción entre el individuo y el entorno óptimo, permitiendo el desarrollo y mejora de las condiciones de cada uno. ...
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La presente investigación tiene como finalidad determinar la relación que existe entre la inteligencia emocional y el rendimiento académico en los estudiantes de la I.E.P. "Antonio Raymondi" de Juliaca 2021. El diseño del proceso del estudio se basó en el método de carácter cuantitativo, no experimental de corte transversal, el tipo de investigación es descriptivo- correlacional en una muestra de 107 estudiantes con edades comprendidas de 10 a 17 años. Se utilizó el inventario de inteligencia emocional de Bar- On (ICE) y el promedio de las calificaciones obtenidas de matemática y comunicación (que se clasificaron en logro destacado, logro previsto, proceso e inicio). Los resultados muestran que, la correlación positiva en las variables inteligencia emocional y rendimiento académico, ayuda a los estudiantes a comprender sus estados emocionales para construir mejores relaciones con los demás y apoyar la mejora constante de su rendimiento académico, asimismo la adaptabilidad, estado de ánimo e impresión positiva se interrelacionan positivamente, con respecto a la dimensión intrapersonal, interpersonal, manejo de estrés en función de los resultados no existe relación con la variable rendimiento académico.
... El concepto de adaptabilidad ha ido cambiando y siendo modificado a lo largo del tiempo, sin embargo, se puede tener los indicios desde el año 1859 con Charles Darwin y su teoría de la evolución, al descubrir que las especies evolucionan o se adaptan al entorno cambiante. La adaptación de las especies incluida el ser humano se ha observado y estudiado no solo como un singular, sino al entorno y aspectos que se involucren en el humano tal como la cultura, la sociedad y su habilidad para adaptarse (Granada, 2003). ...
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El presente trabajo es una revisión sistemática cualitativa de literatura sobre Planeación Estratégica, que tiene como objetivo integrar un panorama general actualizado sobre las investigaciones realizadas al respecto. Esta revisión incluye artículos desde 1978 hasta 2017; la selección de éstos se llevo a cabo a partir de la búsqueda en bases de datos de revistas científicas e indexadas en inglés, bajo las palabras clave strategic planning. Tras la selección y criba según criterios que permitían identificar los artículos relacionados con la PE y que contaban además con las características, apartados e indicadores establecidos para el examen, se analizaron 60 artículos. De estos se obtuvo información sobre las variables que se han estudiado en relación con la PE, los objetivos de los estudios, las poblaciones y muestras, así como las técnicas y herramientas que se han utilizado para recolectar información.
... El concepto de adaptabilidad ha ido cambiando y siendo modificado a lo largo del tiempo, sin embargo, se puede tener los indicios desde el año 1859 con Charles Darwin y su teoría de la evolución, al descubrir que las especies evolucionan o se adaptan al entorno cambiante. La adaptación de las especies incluida el ser humano se ha observado y estudiado no solo como un singular, sino al entorno y aspectos que se involucren en el humano tal como la cultura, la sociedad y su habilidad para adaptarse (Granada, 2003). ...
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El papel de la adaptabilidad como impulsora de la competitividad y sostenibilidad económica: una revisión de literatura con enfoque descriptivo The role of adaptability as a driver for competitiveness and economic sustainability: a descriptive focus literature review RESUMEN En el presente documento se describe la evolución de las variables de adaptabilidad, competitividad y sostenibilidad económica, de la década de 1950 hasta la actualidad; de la misma forma se resalta la importancia de cada una de estas variables, así como la relación entre las mismas. Para tal cometido se realizó una búsqueda de documentos en idioma inglés y español, seleccionando un total de 56 publicaciones de carácter científico. Con base a los hallazgos en la litera-tura se encontró que la adaptabilidad se ha clasificado como una ventaja competitiva, siendo esencial para el desarrollo y éxito de la empresa, fomentando su sostenibilidad económica; por lo que se puede concluir que en toda empresa debe existir una sana correlación entre estas tres variables para la obtención de su permanencia y crecimiento en el mercado. ABSTRACT This document describes the evolution of the adaptability, competitiveness, and economic sustainability variables, from 1950 to present; in the same way, the importance of each of the variables is highlighted, as well as the relationship between them. For that purpose, a search for documents in English and Spanish was conducted, selecting a total of 56 scientific publications. Based on the findings in literature, it was found that adaptability has been classified as a competitive advantage, being essential for the company's development and success, promoting its economic sustainability; thus, it can be concluded that in every company there must be a healthy correlation between those three variables to ensure their permanence and growth in the market.
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El presente artículo busca aproximarse a una lectura de la migración por medio de los derechos de la naturaleza. Esta propuesta no pretende elaborar un desarrollo exhaustivo de la migración humana y a los derechos de la naturaleza, sino busca utilizar sus postulados para realizar un entendimiento mutuo. En este sentido, se tratará de ir más allá de la visión antropocéntrica y estigmatizante de mirar a la migración. Para hacerlo se abordará las problemáticas que giran alrededor de estos temas para aterrizar en una propuesta que trata de entender mejor a este fenómeno sociocultural.
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Ecopsychology goes beyond traditional therapeutic models—which rarely look beyond the individual, family, and social dimensions of the human personality—to embrace a planetary view of mental health. Ecopsychologists recognize that a capacity to live in balance with nature is essential to human emotional and spiritual well-being, a view that is consistent with the healing traditions of indigenous peoples past and present, but lacking in present-day Western psychological theory. This . . . collection [of essays] explores how the destruction of the biosphere results from irrational human behavior—ecological insanity. It delves into our most intimate fantasies and fears, it probes our most repressed anxieties and depressions seeking the foundations of our destructive environmental behavior. It asks such crucial questions as: How can we redefine mental health within an environmental context? What underlies the irrational consumption habits of modern society? Why is it that when environmentalists speak of the need to reduce consumption they arouse such anxiety, depression, rage, and panic? How can the environmental movement find more effective ways to win the hearts and minds of the public than by endlessly scaring, shaming, and blaming? (PsycINFO Database Record (c) 2012 APA, all rights reserved)
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Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía del año 2001, fue asesor económico del Presidente Clinton y vicepresidente del Banco Mundial. En el libro reseñado el autor hace un serio cuestionamiento al papel del Fondo Monetario Internacional (FMI), criticando sus políticas. Asimismo, controvierte las decisiones tomadas por la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos y la Organización Mundial del Comercio (OMC). El libro tiene la virtud de estar escrito en un lenguaje sencillo y claro pero al mis- mo tiempo riguroso, es de fácil comprensión, no sólo para especialistas, sino también para profa- nos sobre el tema.
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Traducción de: Environmental psichology Incluye bibliografía e índice
Cartagena, Ambiente y Desarrollo. Consideraciones para una gestión integral
  • Instituto De
INSTITUTO DE ESTUDIOS AMBIENTALES PARA EL DESARROLLO (IDEAM). (1993). Cartagena, Ambiente y Desarrollo. Consideraciones para una gestión integral. Bogotá: OEA-COLCIENCIAS.
Pautas para el ordenamiento territorial y el manejo ambiental de la Costa Pacífica vallecaucana
OTMA (1996). Pautas para el ordenamiento territorial y el manejo ambiental de la Costa Pacífica vallecaucana. Cali: C.V.C. -Universidad del Valle-Universidad del Tolima.
El malestar en la globalización. Santa Fé de Bogotá: Taurus
STIGLITZ, J. E. (2002). El malestar en la globalización. Santa Fé de Bogotá: Taurus. THE ENCICLOPEDIA OF WORLD HISTORY (2001). P. Stearns (general editor).
Los nuevos pobladores de la selva y el urbanismo amazónico
  • D Herreros
HERREROS, D. (2003). Los nuevos pobladores de la selva y el urbanismo amazónico.