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El sector editorial contemporáneo y las competencias profesionales
El sector editorial contemporáneo y las competencias profesionales
Lic. Nancy Sánchez Tarragó1 y Lic. Yuniar Yaneris Díaz Alvarez2
Resumen
Se analizan, tanto las transformaciones ocurridas como las tendencias existentes en el sector editorial
contemporáneo, como resultado del impacto de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación, así como por las exigencias del mercado. Se expone brevemente cómo han influido estas
transformaciones en las competencias profesionales de los trabajadores de este sector. Estas tendencias
imponen un redimensionamiento de las competencias de los profesionales de la información, así como el
aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo profesional que ofrece el campo editorial.
Palabras clave: Actividad editorial, tecnologías de información y comunicación, mercado, profesionales
de la información, tendencias, competencias.
Abstract
An analysis is made of the transformations that have taken place as well as of the tendencies existing in
the editorial world nowadays, as a result of the impact of the latest information and communication
technological advances and the market demands. The influence of these transformations on the
professional competition among the workers of this field is briefly explained. These tendencies make
imperative to redimension the competences of the information professionals, as well as to take
advantage of the opportunities of professional development offered by the editorial field.
Key words: Editorial activity, information and communication technologies, market, information
professionals, tendencies, competences.
Copyright: © ECIMED. Contribución de acceso abierto, distribuida bajo los términos de la Licencia
Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 2.0, que permite consultar,
reproducir, distribuir, comunicar públicamente y utilizar los resultados del trabajo en la práctica, así
como todos sus derivados, sin propósitos comerciales y con licencia idéntica, siempre que se cite
adecuadamente el autor o los autores y su fuente original.
Cita (Vancouver): Sánchez Tarragó N, Díaz Álvarez YY. El sector editorial contemporáneo y las
competencias profesionales. Acimed 2005;13(5). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/
vol13_5_05/aci08505.htm Consultado: día/mes/año.
El sector editorial contemporáneo y las competencias profesionales
Desde hace varias décadas, en particular, durante las dos últimas, se produjeron cambios sin precedentes
en el sector de la edición y la impresión. Estas transformaciones obedecen a cambios en las demandas y
expectativas de los consumidores, a la competitividad creciente entre las diferentes empresas y
organizaciones del sector y a los acelerados avances tecnológicos.1 El elemento clave de estas
transformaciones es el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), en
especial de Internet. El sector de la edición y la impresión es un ejemplo relevante de la acción de las
tendencias de la globalización y la diversificación en los modelos de negocios.
Entre las tendencias que dominan el sector editorial moderno se encuentran:
● El desdoblamiento de los libros y las revistas en físicos y electrónicos.
● En el segmento de libros físicos, el reemplazo del método de impresión de información fija por
información variable según demanda.
● La gradual desaparición de los almacenes físicos (stocks) y su reemplazo por mecanismos
industriales de impresión a demanda (Print-on-Demand).
● La irrupción del comercio electrónico a nivel global, con la aparición de intermediarios que han
revolucionado la cadena de distribución tradicional.
● La ampliación de productos de una marca y la reutilización del contenido.
● La utilización de las redes de telecomunicaciones para realizar una distribución ilimitada y
universal a las masas.
● El surgimiento de nuevos conceptos y entidades relacionadas con la aplicación de las tecnologías
de la información y comunicación.
● La exigencia de nuevas competencias profesionales en los trabajadores del sector para lograr
desempeños exitosos.2,3
La presente contribución se propone analizar algunas de las tendencias que se observan en el sector
editorial contemporáneo como consecuencia del impacto de las TICs y su influencia en las competencias
laborales entre los profesionales del sector, incluidos los profesionales de la información.
Tendencias en el sector editorial contemporáneo
El campo de la edición experimenta desde hace varias décadas una revolución constante como
consecuencia del avance acelerado de las nuevas tecnologías de información, comunicación e impresión.
Dicha revolución ha alcanzado todos los aspectos de la actividad editorial, que ha pasado de ser una
actividad exclusiva de ciertas instituciones con grandes recursos -a pesar del proceso de monopolización
intenso que ocurre actualmente entre las grandes editoriales- a una actividad que la gran mayoría puede
realizar con bastante independencia.
Las TICs constituyen una vía importante de cambio y solución de problemas en la industria editorial y
de impresión; para los editores, hoy es más fácil y barato publicar en una gran variedad de formatos.
Según un informe de PIRA Internacional,1 una consultora líder de este sector, su principal impacto es la
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digitalización, asociada a los siguientes elementos:
● Administración de contenidos digitales.
● Flujos de trabajo digital distribuidos.
● Administración digital distribuida.
● Procesos de producción controlados a través de información digital.
Las TICs han revolucionado todos los procesos editoriales previos a la impresión del original -
elaboración del manuscrito, recepción, revisión y aceptación, gestión de derechos de autor, corrección,
diseño, composición-, así como los de impresión, distribución y comercialización de las publicaciones.
Además, han posibilitado la creación y edición de nuevos productos como libros y revistas electrónicas,
bases de datos a texto completo, multimedias, entre otros.
A continuación, se analizan algunas de las tendencias más importantes que se observan en las diferentes
etapas que conforman el proceso editorial.
Envío, recepción y evaluación de originales
Las primeras etapas de la edición de una publicación -envío del original, recepción y arbitraje-pueden
controlarse actualmente con mayor efectividad mediante el uso de diversos sistemas para la gestión
electrónica de manuscritos.
Estos sistemas, implementados hoy sobre plataforma web, posibilitan el envío en línea de originales, la
selección de los árbitros, el seguimiento de eventos -por ejemplo, chequear la etapa del proceso en que
se encuentra una contribución-, responder las solicitudes de revisión, realizar o enviar una revisión en
línea, aceptar o rechazar manuscritos, así como realizar informes y estadísticas de estas actividades: total
de manuscritos aceptados, en proceso de revisión, en espera de sugerencias, en espera de árbitros, listos
para imprimir, etcétera. Las ventajas de estos sistemas son indudables, ellos permiten reducir los tiempos
de edición hasta un 50 %,4 facilitan a los autores el envío de los manuscritos y reducen los costos de
comunicación y correspondencia. Algunos de los programas de esta clase más utilizados por las
editoriales científicas son: Editorial Manager, Bench Press, E-Journal Press y Manuscript Central.
Aspectos éticos y legales
Un tema relevante a la luz del desarrollo de las nuevas TICs es la gestión de los derechos de autor y del
editor. Su impacto en la producción y acceso a la información, así como el aumento de las publicaciones
en formato electrónico ha obligado a la modificación de leyes y a dedicar especial atención a la
protección del derecho de autor en este ámbito.
La Organización Mundial de la Propiedad Industrial (OMPI), por ejemplo, divulgó en 1996, el Tratado
WIPO de Derecho de Autor (WIPO Copyright Treaty - WCT), que contempla los derechos de
distribución, alquiler y comunicación al público de dos materiales en particular: programas de
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computadoras y compilaciones de datos u otros materiales siempre que constituyan creaciones
intelectuales.5 Dicho tratado aborda, entre otras cuestiones, las relacionadas con las obligaciones
relativas a las medidas tecnológicas de protección y a la información sobre la gestión de derechos en el
entorno digital, al tiempo que vela por la protección de los titulares de los derechos de las obras
divulgadas por Internet.6
La OMPI presta especial atención a la gestión del derecho digital (Digital Right Management), es decir,
a las tecnologías y procesos que permiten definir, identificar y proteger los contenidos digitales para un
uso seguro. Comprenden las tecnologías de identificación, de asignación de metadatos, de criptografía,
de privacidad, de pago, entre otras.6
En este contexto, la aparición de un gran volumen y diversidad de contenidos en formato electrónico y
las limitaciones que la legislación establece para el acceso y uso de dichos contenidos electrónicos
protegidos por copyright, ha impulsado la aparición de un tipo de licencia para documentos que permite
su reproducción libre a la vez que pretende garantizar al autor, el reconocimiento y prestigio de su
autoría: la licencia copyleft. Entre sus objetivos se encuentran:
● La difusión y reproducción libre de los textos.
● El establecimiento con claridad del autor original del texto.
● Y evitar que un contenido copyleft pase a ser de copyright cerrado.
Este tipo de licencia implica que los contenidos que se editen bajo ella pueden reproducirse libremente,
sin restricciones, siempre que se consigne al autor del contenido.7
En este sentido, el movimiento internacional en pro del acceso abierto (Open Access) tiene un impacto
especial en el sector editorial. Dicha iniciativa promueve el acceso abierto a la literatura científica, ello
significa que los usuarios pueden leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar, enlazar los textos
completos de los artículos científicos y utilizarlos con cualquier otro propósito legítimo, sin otras
barreras financieras, legales o técnicas más que las que suponga Internet.
La literatura científica fue y es, en gran parte, el monopolio de grandes editoriales. Así, las suscripciones
a las revistas científicas son cada día más caras, hasta el punto, que muchas organizaciones no pueden
seguir suscritos a ellas aun cuando las necesitan. Es paradójico que los científicos que pertenecen a
diversas organizaciones, en la mayoría de los casos, financiadas por fondos públicos, no puedan acceder
a sus propios trabajos, cuando ellos son quienes precisamente producen y entregan gratuitamente la
materia prima que las nutre. El movimiento de acceso libre cuestiona el monopolio que las grandes
editoriales ejercen sobre la distribución de la información científica.8 Según sus promotores, la única
función del copyright en este ámbito, debería ser el otorgar a los autores el control sobre la integridad de
su trabajo y el derecho a ser adecuadamente reconocidos y citados.
Corrección, diseño y composición de los originales
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La evolución de las etapas editoriales de corrección, diseño y composición (denominada también
preimpresión) se encuentra muy relacionada con la aparición y desarrollo del concepto de autoedición, o
edición asistida por computadoras, donde se aplican las nuevas tecnologías de la informática.
Las publicaciones se crean mediante programas de tratamiento de texto e imágenes, la corrección del
original se puede hacer directamente en la computadora, así como la preparación de la maqueta y otras
etapas asociadas a la impresión como la preparación de fotolitos.9 Los software de autoedición facilitan
las tareas dirigidas a conseguir una obra final lista para su impresión y distribución. El desarrollo de las
nuevas tecnologías de la información permite aplicar el método y las técnicas de autoedición a las
publicaciones en soportes magnéticos (discos compactos) y en la web. Entre los software de autoedición
más utilizados actualmente se encuentran: para preparación de imágenes, Photoshop, Illustrator, Corel;
para maquetación, PageMaker, Quark X-Press; para la preparación de publicaciones en web, FrontPage
y Dreamweaver.
La etapa de composición de textos ha progresado aceleradamente desde la composición manual hasta la
fotocomposición o fotomecánica. Según consultores de la industria editorial, en la etapa actual el
fotomecánico o fotocomponedor se ha convertido en un "gestor y prestador de servicios gráficos", que
abarcan, tanto la composición de las obras -con la entrega de disquetes en vez de fotolitos y textos?
como la impresión de pequeñas tiradas, para lo que ha sumado a su actividad, el sistema de la impresión
digital.10
Mediante la incorporación de cámaras digitales y de sistemas de pruebas digitales prácticamente se ha
cerrado el círculo del flujo de trabajo gráfico para que vaya desde la cámara a la impresión. La tendencia
es que la cadena de trabajo gráfico sea plenamente digital para, a partir de una toma con una cámara,
poder obtener una película o plancha acabada que vaya directamente a la máquina de impresión.10
Otro de los avances tecnológicos que ha contribuido a la digitalización del flujo del trabajo editorial es el
formato PDF (Portable Document Format). Con este formato, los usuarios pueden imprimir y visualizar
en pantalla, documentos y publicaciones, convertidos en archivos PDF, en diversos equipos y sistemas
operativos, con independencia del programa utilizado para crear el archivo y sin que el documento sufra
modificaciones en su composición, fuentes e imágenes, debido a esta conversión. El PDF se ha
convertido en un estándar para el intercambio entre los editores y la imprenta, ello significa que, sin
importar qué tipo de aplicación emplee el editor para componer su original, debe convertirlo a PDF para
enviarlo a imprenta, donde los nuevos sistemas de impresión están diseñados para trabajar con este tipo
de archivos con una máxima eficiencia.
Publicación
Uno de los impactos más notables de las TICs en el sector editorial lo constituye, sin dudas, la aparición
y desarrollo indetenible de las publicaciones electrónicas. Estas han permitido diversificar toda la
industria editorial y de contenidos, agregarle valor a los productos, así como expandir y diseminar las
publicaciones a nuevos mercados.
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Desde el punto de vista editorial, se han producido dos avances significativos: el formato PDF (Portable
Document Format) y el HTML y sus parientes el SGML y el XML. En el caso del HTML, SGML y
XML, su importancia estriba en que establecen una plataforma estándar para la recepción y el uso de
documentos; así superan una de las principales barreras para el mercado de los medios digitales.
Permiten también la realización de las aplicaciones hipermedia y multimedia que constituyen un fuerte
estímulo para este tipo de publicaciones. El XML, por ejemplo, constituye hoy la solución para editar
contenidos que se reutilizarán en diferentes publicaciones, sea porque deben editarse en idiomas o
formatos diferentes, o porque se destinarán a públicos distintos. El formato PDF, además de sus ventajas
para los sistemas de impresión comercial, se ha convertido en un medio muy popular para transferir
publicaciones por medio de Internet; muchos editores de publicaciones electrónicas consideran el PDF,
el complemento de las publicaciones en HTML.
El acceso a las publicaciones electrónicas se dinamiza y fortalece día a día a partir de bases de datos en
línea provistas con poderosos motores de búsqueda que permiten la búsqueda y recuperación entre miles
y millones de artículos y revistas científicas, gran parte de ellos, a texto completo.
Estas bases de datos agregan valor a las publicaciones originales al acompañarlas de diferentes servicios
como la personalización de los contenidos, los forum en línea, las subscripciones a tablas de contenido,
el almacenamiento en ficheros virtuales, entre otros.
Por otra parte, continúa la evolución de los denominados libros electrónicos (E-Book), que son
artefactos o dispositivos que permiten leer sus contenidos en una pantalla y con un navegador de páginas
que permite pasarlas una a una, o saltar de una a otra, según se desee.11 Existen diferentes modelos,
tamaños y estructuras y permiten también, insertar anotaciones, colocar marcadores en párrafos
concretos para volver a encontrarlos con facilidad, subrayar o destacar en varios colores el texto que se
requiera, entre otras facilidades. Sus contenidos pueden descargarse en una computadora.
Una de las características principales del libro electrónico es que para proteger los derechos de autor y
editor, no pueden ser impresos o copiados a menos que el editor o propietario conceda la licencia
oportuna; el libro electrónico se asocia siempre a la computadora donde se ha realizado la descarga.11
Impresión
Aunque muchas de las publicaciones actuales se editan exclusivamente en formato digital y se
distribuyen por Internet o en soportes de almacenamiento de información como los CD o DVD, las
tecnologías para la impresión se desarrollan aceleradamente. Existen numerosas soluciones, según el
tipo de publicación, el mercado al que se dirige o los recursos de que se disponen. En un informe de la
organización británica PIRA Internacional, se plantea que la tecnología dominante es el offset, aunque la
flexografía y la impresión digital ganan cada vez más terreno.12
Las tecnologías de la computadora a la plancha de impresión (CtP, computer to plate) han reducido
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diversas partes del proceso de producción -por ejemplo, no es necesario realizar reproducciones
fotográficas de la composición y las ilustraciones, a partir de las que se hacían planchas de impresión
litográficas, y la maquetación puede realizarse en la pantalla de la computadora en lugar de utilizar
técnicas de "corte y pegado". La reproducción en color se ha visto transformada por las tecnologías
digitales que, por ejemplo, permiten descargar fotografías desde una biblioteca de fotos en Internet y
"pasarlas" a la maquetación, sin que el impresor reciba nunca la transparencia fotográfica original.13
La impresión digital, que incluye cualquier método de impresión -desde impresoras láser de sobremesa a
prensas offset digitales-, en el que la imagen se crea de un archivo digital, a juicio de algunos expertos,
constituye el principal motor de cambio de la industria. Las facilidades que ofrece la impresión digital
constituyen la base de nuevos modelos de gestión como la edición, impresión y encuadernación bajo
demanda.
Gestión de contenidos
La edición, impresión y encuadernación bajo demanda son conceptos muy interrelacionados, implican la
posibilidad de efectuar estos tres procesos sobre datos variables, es decir, poder editar, imprimir y
encuadernar productos específicos para una determinada persona o grupo de ellas, en un momento
específico, en un idioma concreto y destinado a una región precisa.12
Esto tiene como ventajas poder reducir los costos de almacenamiento y distribución, al disminuir el
tamaño de las tiradas de libros u otras publicaciones y hacer reimpresiones según demanda y pedidos
específicos. Entre otras ventajas de estos sistemas bajo demanda, puede mencionarse que evitan las
acumulaciones en los almacenes, así como la preparación de un número indeterminado de ejemplares,
tal vez innecesarios de una obra. Esto es particularmente útil cuando no se dispone de información del
mercado que permita predecir la cantidad de ejemplares adecuados para una tirada inicial.
La edición, impresión y encuadernación bajo demanda son ideales para tiradas cortas, la personalización
y la entrega rápida. Constituyen además, una herramienta valiosa en la exploración de mercados para las
ediciones de prueba o la presentación de los editores, que reducen los riesgos financieros, a partir de
tiradas discretas previas a la impresión de altos volúmenes y permiten operar con mayor cautela, además
de facilitar la actualización de sus publicaciones.10,14,15
En el contexto de los sistemas de edición, impresión y encuadernación según demanda, se ubica la
gestión de activos digitales (Digital Asset Management), que comprende el almacenamiento y la
recuperación de distintos tipos de archivos complejos, como los de imágenes, audio, video y texto.16
Estos sistemas ofrecen un acceso centralizado a los archivos y a la información relacionada con ellos. Su
valor radica en su capacidad para localizar un activo dentro de la base de datos, según un criterio de
búsqueda. El componente esencial de un sistema de administración de contenidos digitales es una base
de datos o depósito central, y las opciones actuales van desde las poderosas bases de datos relacionales
hasta las simples bibliotecas de imágenes.
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Este tipo de sistema brinda la capacidad de capturar y almacenar digitalmente de una sola vez, un
elemento de información, un activo, y luego utilizarlo en cualquier medio: impresión, en la red y como
archivo electrónico, entre otros.
Aunque la administración de activos digitales posibilita reutilizar los archivos de medios digitales, su
valor más importante es que proporciona una ventaja competitiva estratégica a las casas editoriales, al
agilizar la elaboración de sus productos y los ciclos de vida del servicio, minimizar el tiempo de ingreso
al mercado e implementar nuevos canales de ventas en Internet.
Esta posibilidad de reutilización de los contenidos es el eje de varias tendencias actuales, entre ellas, el
flujo de cualquier contenido hacia cualquier destino por cualquier medio. La información no puede
gestionarse en unidades individuales (el libro, la publicación periódica, el boletín), porque este modelo
de negocio no se ajusta a las oportunidades que brinda la tecnología ni a las necesidades de información
de los usuarios.12
Este nuevo enfoque posibilita la existencia de industrias editoriales paralelas y la ampliación de
productos de una marca; ello se refiere al empleo de una misma marca para una editorial, una cadena de
televisión, una feria o exposición, entre otras, y la reutilización de contenidos y su publicación en estos
diferentes medios de comunicación.12 Esta constituye una tendencia importante que tiene como base la
convergencia, la integración de diferentes industrias de contenidos, "el fin de la separación e incluso de
la distinción entre medios audiovisuales y medios impresos, los espectáculos y la formación, como
consecuencia de la llegada de los medios de comunicación múltiples y de Internet".13
Comercialización y distribución
La comercialización, de la mano de Internet, ha venido a denominarse comercio electrónico y se define
como el uso de las tecnologías computacional y de telecomunicaciones por parte de empresas o
vendedores y compradores, para apoyar el comercio de bienes y servicios.18
Dicho comercio ofrece al sector editorial la posibilidad de mejoras en la distribución, así como de
participar en un mercado interactivo en el que los costos de distribución y ventas tienden a cero. Los
productos digitales pueden entregarse de inmediato; con esto, en forma progresiva, se reducen o
eliminan los intermediarios. También, compradores y vendedores contactan entre ellos de manera
directa y se eliminan las restricciones que se presentan en estas interacciones. De igual forma, puede
disminuirse el tiempo que ocupa la realización de transacciones comerciales y se incrementa la
eficiencia de las editoriales.19
Uno de los aspectos más controvertidos en los procesos de comercialización en línea es lograr que los
pagos sean seguros y confiables por medio de Internet, así como la posibilidad de realizar pagos de
pequeños importes. Estas opciones abren nuevas oportunidades como el pay-per-view y la venta de parte
del contenido de un conjunto, por ejemplo, artículos de revistas o periódicos, etcétera.
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Tanto para la distribución como para el comercio electrónico de los productos editoriales, el desarrollo
de las telecomunicaciones es un elemento clave. La utilización de las redes de telecomunicación ofrece
la posibilidad de una distribución ilimitada y universal a las masas, porque los editores pueden optar por
el soporte en línea que les permite: escoger una red dedicada de servicios comerciales en línea, crear su
propia página web, formar cooperaciones y alianzas con varias empresas en línea o almacenar sus
productos en el servidor de un proveedor de acceso a Internet.12
Muchos editores e impresores utilizan Internet no sólo para transmitir datos a gran velocidad o
suministrar servicios a sus clientes, sino como una herramienta de investigación, para descubrir nuevos
productos entre los vendedores o información sobre los clientes; como una ayuda a la producción y
como fuente para descargar software, productos actualizados y apoyo técnico. También, se emplea para
anunciar productos y servicios a clientes potenciales, como canal de comunicación porque permite hacer
estimaciones remotas, establecer programas de trabajo. Por demás, mejora y facilita las relaciones con el
cliente, al posibilitar la obtención y el intercambio de datos con rapidez en ambos sentidos, la remisión
de pruebas, impresiones digitales y el pago de los servicios.20
Nuevos modelos de trabajo
Una tendencia muy importante es la desaparición del ordenamiento horizontal del sector por el cual las
actividades estaban divididas en segmentos del proceso productivo: diseño, composición, impresión y
distribución. En muchos subsegmentos, se han producido especializaciones que tienden a una alineación
vertical. Es decir, todas o la mayor parte de las etapas del ciclo productivo se incorporando en la
actividad de una misma empresa. Esto significa la incorporación de procesos editoriales al ciclo
productivo de las empresas de impresión y también de las actividades de impresión a las casas
editoriales, favorecido, entre otros factores, por la introducción de las tecnologías de impresión digital.17
Estos cambios ocurren fundamentalmente en empresas de pequeño y mediano tamaño.
La tendencia es disponer de una total autosuficiencia desde la idea del producto hasta su generación y
entrega, según las necesidades del cliente. Todo ello supone, además, un acortamiento del ciclo para
posibilitar una entrega cada vez más rápida de productos terminados.
Entre las actividades que se plantean para completar el ciclo productivo en la propia empresa, se
encuentran: adopción del diseño, gestión de activos digitales, servicio de CD´s, fotografía digital,
conclusión de las pruebas de preimpresión con impresión digital, servicio con datos variables, diseño de
páginas web, aceptación de tirajes cortos, mejora del enlace entre edición e impresión, servicios de
postproducción, entre otros.
Las competencias profesionales en el sector editorial actual
Las tendencias y transformaciones antes expuestas han obligado también a redimensionar las
competencias profesionales de los trabajadores del sector editorial -se entiende por competencia la
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integración holística de conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones para desempeñarse con
éxito en un contexto concreto. Estos se han visto en la necesidad de buscar nuevos conocimientos, idear
técnicas de trabajo y gestión, adaptarse a la demanda de nuevos productos y servicios, enfrentarse a
nuevos métodos de impresión y al tratamiento de recursos digitales con sus constantes cambios.
Los profesionales que laboran en la industria de la edición generalmente provienen de diversos sectores
y tienen una formación académica y técnica disímil, por tanto, necesitan redefinir su papel y adaptarse a
los cambios económicos y estructurales del sector y al uso de las nuevas tecnologías de la información,
así como a la evolución que representa gestionar tanto el servicio como el contenido. La preparación de
publicaciones mediante la autoedición y el uso de la impresión digital ha permitido a los editores dotarse
de un equipo de trabajo relativamente económico que no requiere la preparación profesional que se
necesitaba antes.12 No obstante, existe una tendencia cada vez más importante en la actividad editorial:
la multidisciplinariedad, es decir, los profesionales requieren de competencias variadas que les permita
responder a las cambiantes condiciones tecnológicos, estructurales y de mercado, y responder con éxito.
Según Mark Bide, consultor del sector, existen cinco tareas clave que constituyen desde hace tiempo el
núcleo del proceso de edición. A juicio de las autoras, estas tareas permiten valorar la
multidisciplinaridad de los profesionales del ramo, ellas son:21
● Selección (de contenidos, de autores, de árbitros, etcétera).
La calidad del producto final depende, en buena medida, de la rigurosidad y calidad de estas selecciones.
● Finanzas.
Los editores asumen riesgos financieros en cada producto editorial; las estimaciones de costo/beneficio
constituyen la piedra angular del planeamiento de los proyectos editoriales.
● Organización.
El corazón del trabajo del editor es la coordinación de todos los procesos y recursos humanos
involucrados en la tarea de convertir el material "crudo" de un autor en un producto terminado.
● Agregación.
Agregar valor constituye, en última instancia, la clave del éxito del proceso editorial y finalmente,
determina que los usuarios/clientes/consumidores deseen obtener el producto. Definir, conceptuar y
diseñar valores agregados es una tarea central del editor.
● Marketing.
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Elemento crucial de la labor del editor, en su sentido más amplio, permite asegurar que los productos se
adecuen al mercado seleccionado y que se promocione en este. En este contexto, el marketing incluye,
tanto los servicios al cliente como la gestión de los canales de distribución.
Esta última tarea integra una de las tendencias fundamentales relacionadas con las competencias
profesionales: la orientación al mercado, donde es imprescindible el profundo conocimiento del público
al cual se dirige mediante estudios para determinar hábitos de compra y de lectura, perfil de
compradores, etcétera, así como el seguimiento constante de la información diaria en su país y en el
extranjero debido al constante proceso de globalización que experimenta la sociedad. Dicha
disponibilidad de información global, sumada al conocimiento de los lectores, facilita una óptica
adecuada para responder satisfactoriamente al mercado escogido.1
En el caso del editor, el profesional que debe liderar de manera general todo el proceso editorial, las
transformaciones tecnológicas y de mercado implican, en cierta manera, la desaparición de su "versión
clásica", aquel cuya competencia fundamental estaba asociada al dominio de la lengua y el estilo, para
dar paso a un editor con fortalezas, además, en los campos de la gestión, la tecnología y el mercadeo.
Por ello, a juicio de algunos expertos de Pira Internacional,1 resulta tal vez pertinente el replanteamiento
de funciones: una posible solución la encarna el editor global, que responde a un perfil capaz de
englobar la responsabilidad cualitativa del producto y, a su vez, los resultados empresariales. Otra
solución, que puede responder a las necesidades actuales, se encuentra en la cooperación entre un equipo
editorial, también global, porque una efectiva distribución de tareas entre las distintas piezas que
conforman el entramado editorial suele aportar un resultado final óptimo.
Para los profesionales de la información, las transformaciones del sector editorial constituyen una
oportunidad de inserción y desarrollo. Desde hace varias décadas, este constituye uno de los espacios
laborales de un graduado de la especialidad de Bibliotecología y Ciencia de la Información en Cuba,
porque los procesos de edición han dejado de ser privativos de las clásicas "editoriales". Otros tipos de
organizaciones, entre ellas las instituciones de información, incluyen estas funciones como parte de su
estrategia para promocionar productos y servicios, informar a sus usuarios y clientes, diversificar y
personalizar servicios.
Las transformaciones en la arena editorial implican para los profesionales de la información un
redimensionamiento de sus capacidades y potencialidades para desempeñarse con efectividad en este
sector y tal vez, ocupar espacios en los que hasta ahora no se ha percibido su liderazgo. Sería importante
conocer hasta qué punto las tendencias que se observan en el mundo, también influyen en el sector
editorial en Cuba y evaluar las competencias de los profesionales de la información que laboran en este
ámbito.
En una investigación recientemente realizada se detectó que de un total de quince editoriales de Ciudad
de La Habana visitadas, sólo en una de ellas laboraban profesionales de la información en funciones
relacionadas con la edición. Sin embargo, sí pudo constatarse que en al menos quince instituciones de
información, las funciones asociadas a la edición de documentos eran desempeñadas por los propios
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profesionales de la información, quienes en la gran mayoría de los casos asumían la responsabilidad de
todo el proceso editorial, desde la selección de artículos y autores, la revisión y corrección de los
originales, el diseño y la composición de la publicación en formato impreso y electrónico hasta el
control o ejecución de las actividades de distribución y promoción de las publicaciones. En estas
instituciones de información, las publicaciones se editan fundamentalmente en formato electrónico y por
ello el dominio de las TICs constituye una premisa fundamental para realizar esta clase de labores. (Díaz
Alvarez, YY. Diseño curricular basado en competencias para la asignatura "Edición de documentos":
Primera aproximación. Trabajo de Diploma para obtener el título de Licenciado en Información
Científico-Técnica y Bibliotecología.La Habana: Facultad de Comunicación, 2005).
Sin embargo, en la investigación pudo apreciarse además que muchos de los profesionales de la
información encuestados vinculan a la labor editorial principalmente los conocimientos y habilidades
relacionados con la corrección y evaluación de textos, y no tanto las cuestiones gerenciales y
mercadotécnicas, y ello se relaciona con la postura y las funciones tradicionales del editor. No obstante,
en los propios cuestionarios se observa la tendencia al aumento de la valoración de las competencias en
gestión editorial y tecnologías de la información para poder responder con mayor efectividad a los retos
profesionales que impone la época.
Consideraciones finales
" El sector editorial es uno de los sectores con mayor crecimiento y diversificación en las últimas
décadas; las principales transformaciones responden a la presión de la digitalización, el desarrollo de las
TICs y el mercado, que exige nuevos productos y servicios editoriales, disminución de costos y
competitividad.
" Las TICs han impactado todos los procesos y actividades del sector editorial porque:
● Han revolucionado todos los procesos editoriales desde la recepción y evaluación de los
originales hasta su impresión, distribución y comercialización.
● Posibilitan la creación de nuevas fuentes de información como libros y revistas electrónicas,
bases de datos a texto completo, multimedia, entre otras.
● Han generado la modificación de las leyes relacionadas con la propiedad intelectual y la
protección del derecho de autor.
" Las transformaciones del sector editorial exigen de los profesionales que laboran en la edición,
incluidos los profesionales de la información, nuevas competencias profesionales que integren
conocimientos, habilidades y actitudes, así como la movilización de capacidades diversas para lograr un
desempeño eficiente en el trabajo. Estas competencias deben asociarse al dominio de las TICs, la gestión
editorial, la lengua oral y escrita, el mercadeo, entre otras.
Referencias bibliográficas
El sector editorial contemporáneo y las competencias profesionales
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El sector editorial contemporáneo y las competencias profesionales
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Recibido: 23 de septiembre del 2005.
Aprobado: 14 de octubre del 2005.
Lic. Nancy Sánchez Tarragó. Unidad de Análisis y Tendencias en Salud. Ministerio de Salud Pública.
Cuba.
Calle 23 esq. N. El Vedado. Plaza de la Revolución. La Habana. Cuba.
Correo electrónico: sanchezn@infomed.sld.cu
1Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Unidad de Análisis y Tendencias en
Salud. Ministerio de Salud Pública de Cuba. Profesora Asistente Adjunta Facultad de Comunicación.
2Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento Producción de Bases de
Datos y Procesamiento Bibliográfico. Instituto de Documentación e Información Científica y Tecnológica
(IDICT).
Ficha de procesamiento
Clasificación: Artículo de revisión.
Términos sugeridos para la indización
Según DeCS1
INDUSTRIA EDITORIAL/tendencias; REDES DE COMUNICACIÓN DE COMPUTADORES;
INTERNET.
BOOK INDUSTRY/trends; COMPUTER COMMUNICATION NETWORKS;INTERNET
Según DeCI 2
INDUSTRIA EDITORIAL/tendencias; TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN; CAPACITACIÓN;
EDITORES.
BOOK INDUSTRY/tendencias; INFORMATION TECHNOLOGY; TRAINING, EDITORS.
1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.
Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm
2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información.
Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf