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© Rosa Borge Bravo, 2005
© de esta edición: FUOC, 2005
www.uoc.edu/idp
IDP, 1 (2005) I ISSN 1699-8154 Revista de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC
Resumen
En este artículo se presenta un análisis de la situación de la parti-
cipación política electrónica en la actualidad, principalmente en
Cataluña y en España. Son muy numerosas las experiencias de
este tipo que están surgiendo en muchos países, fruto tanto de la
iniciativa privada como de la pública: voto electrónico, debates,
foros y consultas por Internet, plataformas municipales para el
desarrollo de la participación, parlamentos abiertos, páginas
web de los partidos donde se crean canales de comunicación
con los ciudadanos, etc. En un intento de ordenar esta variedad
de experiencias, desarrollaremos un sistema clasificatorio,
siguiendo la escala de Arnstein sobre niveles de participación,
para, posteriormente, describir con detalle las iniciativas de voto
electrónico y las formas de participación política electrónica basa-
das en Internet. Finalmente, se evaluarán las nuevas iniciativas de
participación electrónica respecto del modelo de democracia al
que contribuyen o refuerzan. La conclusión es que, a pesar de la
variedad y el número de experiencias, la mayor parte de éstas per-
tenecen a los niveles de información y comunicación, y quedan,
por lo tanto, dentro de los límites establecidos por el modelo de la
democracia representativa. Aun así, hay experiencias, sobre todo a
nivel local, con voluntad de superar este modelo y que se constitu-
yen en canales para la deliberación y la participación en la toma de
decisiones.
Palabras clave
participación política, participación electrónica, voto electró-
nico, Internet, democracia representativa, democracia partici-
pativa, información, comunicación, deliberación
Tema
Democracia y administración electrónica
Abstract
This article consists of an analysis of the current condition of
electronic political participation focusing mainly on Catalonia
and Spain. There are various experiences of this type that are
emerging all around, arising from private and public initiatives:
electronic voting, discussions, forums and consultations in the
Internet, local platforms for the development of participation,
open parliaments, parties' web pages where channels of com-
munication with the citizens can be created, etc. In an attempt
to order these various experiences, we will develop a classifica-
tion system, following Arnstein scale about levels of participa-
tion, in order to describe in detail the different existing
initiatives of electronic voting and the methods of political par-
ticipation based on the Internet. Finally, we will evaluate the
new initiatives of electronic participation in relation to the
model of democracy to which they contribute or that they
strengthen. The conclusion is that, even if the main part of the
various experiences belong to the information and communica-
tion levels, and rest within the established limits of the repre-
sentative democracy model, there are some experiences, mainly
at the local level, which are trying to go beyond this and consti-
tute channels for deliberation and participation in the decision-
making process.
Keywords
political participation, electronic participation, electronic vote,
Internet, representative democracy, participative democracy,
information, communication, deliberation
Topic
Democracy and electronic administration
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* Una primera versión de este artículo se presentó en las II Jornadas InfoDIEZ. «Nuevas tecnologías como herramientas en las Administraciones
Públicas». Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Zaragoza, 17-3-2004. También se ha presentado este trabajo en el
Taller de Sociología del Departamento de Sociología y Análisis de las Organizaciones de la Universidad de Barcelona (1-12-2004) y en el Seminario
de los Estudios de Derecho y Ciencias Políticas de la UOC (18-6-2004). Se agradece a los asistentes los comentarios recibidos.
ARTÍCULO
La participación electrónica: estado de la
cuestión y aproximación a su clasificación*
Rosa Borge Bravo
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La participación electrónica: estado de la cuestión...
Este artículo es un intento de ordenar y clarificar el
variopinto panorama de las experiencias de participación
política electrónica. Existen muchos estudios sobre partici-
pación electrónica, normalmente referidos a casos concre-
tos, y ya comenzamos a disponer de muchos datos, aunque
dispersos. Resulta necesaria una reflexión más global para
conseguir crear marcos generales que ordenen la cuestión y
que, además, tengan una base empírica sólida.
En consecuencia, este artículo mostrará las iniciativas de
participación política electrónica más importantes, prin-
cipalmente las que se producen en España y Cataluña y
que se desarrollan en el marco institucional político. Pre-
sentaremos una serie de esquemas clasificatorios para
poder compararlas y valorarlas. De esta manera, final-
mente, se podrá comenzar a evaluar su contribución al
modelo de democracia representativa o a un estilo más
participativo de democracia.
Los apartados del artículo son los siguientes:
1. La crisis de la democracia representativa y la irrupción
de las TIC
2. Los distintos niveles de la participación política
3. Las experiencias de participación electrónica
4. Valoración de las diferentes iniciativas de participación
electrónica: niveles de participación y modelos de demo-
cracia de los actores e instituciones en el uso de las TI
1. La crisis de la democracia
representativa y la irrupción de las TIC
En las últimas décadas, las nuevas tecnologías de
la información y comunicación, especialmente Internet,
se están empleando para establecer, mejorar o ampliar
los canales de participación política, de comunicación y
de información a los ciudadanos. Hay que tener presente
que es clara la insatisfacción de los ciudadanos con el
funcionamiento del sistema de democracia representa-
tiva, y que Internet es un instrumento que podría ayudar
en la extensión y mejora de los canales de comunicación
y participación de éstos y, en este sentido, podría contri-
buir, de alguna manera, a paliar la crisis de legitimidad
que padecen nuestros actores e instituciones políticas.1
Por otra parte, Internet se extiende muy rápidamente en el
ámbito personal y cotidiano, en el mercado, en las relacio-
nes sociales, en la organización de colectivos y movimien-
tos e incluso para la provisión de servicios y trámites en la
Administración pública. No obstante, los desarrollos de
Internet de cara a la participación en las instituciones polí-
ticas representativas y en la propia administración no
están avanzando a la misma velocidad. Es decir, no se está
produciendo por parte de los poderes públicos un desplie-
gue sistemático de las formas de participación electrónica
y las experiencias suelen acaecer principalmente en el
ámbito local, son limitadas en el tiempo y muchas son ini-
ciativas privadas y de organizaciones de ciudadanos.
Parece evidente que los poderes públicos no están muy
dispuestos a implementar mecanismos electrónicos de
participación. En cambio los medios electrónicos son
bastante empleados fuera de las instituciones políticas
para favorecer la organización y participación entre los
propios ciudadanos, y entre colectivos y organizaciones
varias de la sociedad civil. El mayor potencial de los
medios electrónicos de participación parece estar en
manos de los ciudadanos y sus organizaciones, que a su
vez pueden presionar e influenciar a los gobernantes, tal
.............
1. Son numerosos los indicadores que muestran un declive de la capacidad de los sistemas políticos democráticos para mantener entre los ciudada-
nos la convicción de que las instituciones políticas existentes merecen aceptación y apoyo (LIPSET, 1992). Entre los indicadores que vienen mos-
trando desde los años sesenta una cierta crisis del sistema de democracia representativa, podríamos mencionar: la creciente desconfianza hacia las
principales instituciones políticas, los políticos y los partidos; la caída de la afiliación partidista y sindical; el declive de la participación electoral; y
el aumento de la desafección por los asuntos políticos (PUTNAM, 2003; KAASE and NEWTON, 1995; DALTON and WATENBERG, 2000).
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como se ha demostrado en varias ocasiones (CASTELLS, 1998;
RHEINGOLD, 2004). Por ejemplo, las movilizaciones organiza-
das por móviles e Internet, así como la información dis-
tribuida por Internet consiguieron derrocar al régimen
de Estrada en Filipinas e influir en los resultados electo-
rales en las últimas elecciones en Corea del Sur y en
España. Otro ejemplo es la utilización de Internet y los
móviles para organizarse, comunicarse, debatir y anun-
ciar convocatorias por parte de movimientos alternativos,
como puede ser el movimiento antiglobalización.
Por tanto, el diferente uso de las TIC por parte de las institu-
ciones políticas y por parte de la sociedad civil debe hacer-
nos reflexionar sobre la distinta lógica de los actores
colectivos en el uso de las TIC. En general, los partidos, los
parlamentos, los gobiernos e incluso la Administración bus-
can reforzar la democracia representativa, pero no ampliar
los canales de participación. Por el contrario, un sector
importante de los movimientos sociales, de organizaciones y
asociaciones de la sociedad civil son más proclives a otro
modelo de democracia, desde luego más participativo
Aun así, existen iniciativas importantes de participa-
ción electrónica lideradas por los poderes públicos en
Cataluña, en España, y en otros países democráticos.
En este artículo, describiremos y analizaremos estas
iniciativas, en concreto, las referidas al voto electró-
nico, a las plataformas y webs que sirven de base para
que los ciudadanos puedan debatir e informarse sobre
asuntos políticos o contactar con sus representantes, y
a las diversas experiencias de participación electrónica
que están propiciando los ayuntamientos.
2. Los distintos niveles de la participación
política
Antes de comenzar a describir estas experiencias,
debemos explicar qué entendemos por participación
electrónica. Podemos considerar que participación elec-
trónica es toda actividad voluntaria de los ciudadanos
encaminada a influenciar en la selección de los gober-
nantes o en la toma de decisiones públicas (VERBA,
SCHLOZMAN y BRADY, 1995), que se canaliza o se pro-
duce a través de medios electrónicos o telemáticos.
Sin embargo, esta definición, esto es, la participación
en la elección de las autoridades y en la toma de deci-
siones, correspondería al nivel máximo de participa-
ción. En realidad hay otros niveles de participación
que suponen menor implicación por parte del ciuda-
dano y menor impacto directo en las elecciones o en
las decisiones políticas, como pueden ser la informa-
ción y la comunicación, pero que son niveles necesa-
rios para que se produzca la participación del nivel
superior. Por tanto, a la hora de valorar o clasificar las
distintas experiencias electrónicas de participación,
resulta útil la idea de la escalera de participación
(Arnstein, 1971) que consiste en 5 niveles de partici-
pación que van de menos a más:
Figura 1. La escalera de la participación
Mediante el recurso a la escalera de participación, pode-
mos ordenar y comparar las distintas iniciativas de parti-
cipación electrónica. Así, a continuación, presentamos
un cuadro donde se define el contenido y los elementos
1. Información
2. Comunicación
3. Consulta
4. Deliberación
5. Participación en decisiones y elecciones
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característicos más habituales de cada nivel de participa-
ción electrónica.
Cuadro 1. Niveles de participación y características
Las experiencias de participación electrónica que pasare-
mos a describir pueden ser evaluadas según los niveles de
participación que permiten. Por ejemplo, la mayoría de las
páginas web de los partidos o de los ayuntamientos sólo
pretenden ofrecer más información al ciudadano, pero, en
cambio, instrumentos como democracia.web o candidat.net
establecen canales de comunicación con el ciudadano y
plataformas municipales como consensus pretenden desa-
rrollar los niveles superiores de la participación como la
deliberación.
3. Las experiencias de participación
electrónica
Las experiencias de participación electrónica las
podemos dividir en dos grandes bloques, los sistemas
de voto electrónico y las diversas formas de participa-
ción electrónica que se basan en Internet. Son dos tipos
de actividades muy diferentes en cuanto a su grado de
innovación en el diseño de mecanismos participativos. El
voto electrónico sería simplemente emplear un nuevo
canal para desarrollar la tradicional función de elección
de los representantes, mientras que las nuevas expe-
riencias de participación política vía Internet son inno-
vaciones participativas significativas, aunque no afecten
a muchos ciudadanos.
3.1. El voto electrónico
En la actualidad, coexisten dos sistemas de voto
electrónico: los sistemas presenciales y los remotos. Los
sistemas presenciales son los que se desarrollan de
manera muy similar al voto que denominamos tradicio-
nal porque los ciudadanos se desplazan a un colegio
electoral para votar in situ. Por el contrario, el sistema
remoto se basa en una red de comunicación que per-
mite enviar el voto desde el lugar en el que está el
votante hasta una urna digital remota.
El sistema de votación remoto no se está empleando
actualmente en ningún país para elecciones a gran
escala que comprendan todo el territorio, aunque
varios países han realizado pruebas piloto al respecto y
tienen en cuenta esa posibilidad para un futuro cer-
cano (por ejemplo, el Reino Unido y Estados Unidos).
En cambio, los sistemas presenciales están siendo
empleados ya para todo el territorio en países como
Bélgica, Holanda, Filipinas, Brasil y la India.
A continuación pasamos a explicar brevemente cada uno
de estos sistemas.
Niveles de
participación Características
Información
Divulgación de información a través de las webs
y de los correos electrónicos.
Elementos informativos: documentos varios,
enlaces web, comunicados, convocatorias,
anuncios, avisos, noticias, etc.
Comunicación
Relación y contactos de manera bidireccional
a través del correo electrónico y de espacios
de comunicación habilitados en las webs.
Elementos comunicativos: preguntas, sugerencias,
demandas, quejas, comentarios, cartas,
organización de convocatorias y reuniones, etc.
Consulta
Formas que emplean los gobiernos,
administraciones, y organizaciones diversas
para saber las opiniones de los ciudadanos
o de sus miembros.
Elementos consultivos: referendos, encuestas,
sondeos, etc.
Deliberación
Procesos de examen, evaluación, reflexión,
debate y discusión sobre las decisiones,
opciones y valores que impregnan cualquier
tema o problema sociopolítico.
Elementos deliberativos: foros, chats, espacios
de debate, etc.
Participación
en decisiones
y elecciones
Participación en elecciones: voto electrónico.
Participación en una actividad orientada
a la toma de decisiones; es decir, el resultado
final es vinculante para las autoridades:
referendos o encuestas vinculantes, debates
o foros vinculantes, recogida de firmas para
iniciativas legislativas o para iniciar consultas
ciudadanas en los ayuntamientos, etc.
Fuente: elaboración propia basada en el informe de la FUNDACIÓ B
OFILL (2004).
«La participació ciutadana a través de les noves tecnologies. Estratègies per a la
utilització de Consensus». Finestra Oberta. N.o 42.
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Los principales sistemas presenciales empleados tanto
en España como en otros países democráticos son dos: la
pantalla táctil con tarjeta magnética y la urna digital con
papeleta electrónica.
El procedimiento de votación con la pantalla táctil se
desarrolla en varios pasos sencillos: el elector entra en el
colegio electoral y se identifica con su documento de
identidad tradicional, en ese momento recibe una tarjeta
electrónica con banda magnética. Después se dirige a
una cabina o a al apartado donde está la pantalla táctil,
que no está conectada a ningún tipo de red, y en la que
introduce la tarjeta, y una vez introducida, puede selec-
cionar la opción electoral que desea votar. El sentido del
voto queda almacenado en la memoria del aparato y el
elector sólo tiene que devolver la tarjeta de banda magné-
tica al presidente de la mesa o al técnico encargado.
Véase un ejemplo de pantalla táctil y las instrucciones de
voto en elmundo.es.[www1]
Este sistema de voto presencial a través de pantalla táctil
ha sido experimentado en varias pruebas piloto, no vincu-
lantes, en países como el Reino Unido, Argentina, Francia
y en cinco pueblos de Cataluña en las pasadas elecciones
autonómicas del 2003. De forma vinculante se viene utili-
zando en varios estados de Norteamérica desde hace ya
varias convocatorias electorales.
Respecto al procedimiento de la urna digital y las papele-
tas electrónicas, podemos afirmar que es el que más se
asemeja a las votaciones tradicionales. Las papeletas elec-
trónicas sustituyen a las papeletas tradicionales. Estas
papeletas electrónicas cuentan con un dispositivo que faci-
lita su lectura automática una vez que se ha introducido en
la urna. Dicha urna dispone de un lector en la emboca-
dura que identifica la candidatura y realiza el recuento.
La información queda almacenada en la memoria y se
transmite por una red de comunicaciones a donde pro-
ceda (junta electoral, centro de totalización de los datos,
etc.). Véase en la misma web un ejemplo de urna electró-
nica y las instrucciones para votar.[www1]
En Euskadi se han realizado ya varias elecciones
mediante este método que han alcanzado a varios miles
de votantes: las elecciones a rector de la Universidad del
País Vasco y a presidente del Athletic de Bilbao. En Cata-
luña también se ha empleado este sistema de forma no
vinculante en la prueba piloto llevada a cabo durante las
elecciones autonómicas del 2003 en cinco pequeños
municipios.
En cuanto a los sistemas de votación remota, el principal
sistema remoto consiste en el envío del voto a través de
Internet, aunque cada vez más se están empleando también
las intranets. En el caso de elecciones políticas, normal-
mente se emplea Internet y la identificación del votante se
efectúa mediante tres procedimientos: a través de una cre-
dencial enviada por la Administración que incluye un PIN o
código para votar; a través de la certificación electrónica
expedida por la Administración u organismos autorizados, o
mediante una combinación de ambos (PIN y certificación
electrónica). Una vez que se ha votado, el sistema emite un
recibo de votación que confirma la emisión y almacena-
miento del voto. En la web comentada anteriormente tam-
bién se muestra el procedimiento del voto remoto.[www1]
Este sistema, junto con la urna electrónica y la pantalla
táctil, fue también experimentado en las últimas eleccio-
nes autonómicas catalanas (2003). Mientras que, como
hemos dicho, el sistema de pantalla táctil y el de urna
electrónica fue empleado en cinco pueblos pequeños, el
sistema de voto remoto fue la posibilidad ofrecida a los
electores catalanes residentes en México, Argentina,
Estados Unidos, Bélgica y Chile.
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[www1]: http://www.elmundo.es/elmundo/2003/graficos/nov/s2/voto_electronico.html
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En el resto de España el voto por Internet también se ha
experimentado en las elecciones municipales del 2003 en
El Hoyo de los Pinares (Ávila) y en Jun (Granada) y en las
elecciones generales del 2004 en Zamora, Toro (Zamora),
Pol (Lugo) y en Jun otra vez. El municipio de Jun viene rea-
lizando continuadamente desde finales de los años noventa
votaciones electrónicas a través de Internet y también
mediante mensajes sms.
En cuanto a instituciones que en España emplean el voto
remoto de forma habitual para sus elecciones internas,
hay que destacar a la UOC, la cooperativa La Virtual (enti-
dad asociada a esta Universidad) y la Guardia Civil. Estas
organizaciones emplearon su intranet para ello. En la UOC,
las elecciones sindicales y las elecciones a diferentes comi-
siones representativas de los colectivos de la Universidad
(alumnos, estudios, campus) se realizan mediante vota-
ciones electrónicas empleando la intranet propia de la UOC
y los ordenadores personales de los miembros de la comuni-
dad universitaria. El volumen de electores, dependiendo del
tipo de convocatoria, puede alcanzar a decenas de miles
de personas, hasta 35.000.
En la Guardia Civil se han celebrado ya dos procesos
electorales (2002, 2004) para seleccionar a los miembros
del Consejo Asesor de Personal, que es el instrumento de
participación de los guardias civiles en determinadas deci-
siones del cuerpo. El censo de guardias civiles asciende a
80.000 personas, de manera que estas votaciones elec-
trónicas son las mayores que se han dado en una organi-
zación en España. Para realizar la votación, fue necesario
instalar 250 ordenadores en las comandancias repartidas
por toda España.
Por tanto, en España sólo existen dos organizaciones que
emplean el sistema remoto de votación electrónica de
forma habitual (UOC y Guardia Civil) y dos que habitual-
mente emplean las urnas electrónicas (UPV y Athletic de
Bilbao). Respecto a las elecciones políticas, el sistema
de votación electrónica (sea remoto o presencial) sólo se
ha desarrollado en pequeños municipios y siempre con
carácter experimental y nunca en sustitución de la vota-
ción tradicional. En España, la Ley Orgánica del Régimen
Electoral que regula los procesos electorales del año
1985 no menciona la posibilidad del voto electrónico,
por lo que cualquier votación electrónica en elecciones
políticas no es válida. Sólo en Euskadi existe legislación
electoral que incluye la posibilidad de emplear el voto
electrónico en sus distintas acepciones en las elecciones
al Parlamento Vasco. El Gobierno vasco está preparando
el terreno para que las próximas elecciones autonómicas
de abril del 2005 se puedan realizar mediante sistemas de
votación electrónica.
En el ámbito estatal, también esta situación puede cambiar,
ya que el Gobierno socialista español ha anunciado su
intención de ofrecer a los ciudadanos la posibilidad del voto
remoto a través de Internet para la convocatoria en febrero
del 2005 del referendo sobre la Constitución europea. Para
ello, sería necesario modificar la ley orgánica2 y, por tanto,
contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios.
Frente a esta situación de espera y frente a las contadas
experiencias que se han dado en España, hay otros países
como Estados Unidos, Venezuela, Filipinas y la India que
suelen emplear el sistema de votaciones electrónicas y
cuentan con una legislación al respecto. Pero los países que
más emplean hoy en día este sistema son Bélgica y Brasil.
Bélgica ha sido el país pionero en el uso del voto electró-
nico, pero es en Brasil donde se considera por ley el sistema
habitual, y se emplea ya a escala nacional y para todo tipo
de elecciones. En Suiza se ha aprobado recientemente la
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2. De hecho el Gobierno también desea cambiar la ley electoral para permitir las campañas oficiales que tienen por objetivo propiciar la participa-
ción electoral y para que las campañas de los referendos se financien con dinero público.
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posibilidad de emitir el voto a través de Internet, tanto para
las elecciones como para los referendos.
En países como Brasil o la India, las ventajas sociales y
políticas de estos sistemas de votación respecto a los tra-
dicionales pueden ser mayores. Por ejemplo, ayuda a
votar a los analfabetos, que en Brasil son un 20% de la
población, porque se muestran las imágenes de los can-
didatos en pantalla. Además, al ser posible un traslado
fácil de la urna electrónica o de la pantalla táctil, permite
votar a los campesinos e indígenas que se encuentran
dispersos en un extenso territorio. Varios países de Amé-
rica Latina se están planteando también la implementa-
ción del voto electrónico porque es un sistema que hace
mucho más difícil el fraude electoral.
En países con democracias consolidadas, las ventajas técni-
cas son mucho más claras que otras ventajas de tipo socio-
lógico o político. Entre las ventajas técnicas, hay que
destacar que permite la eliminación del recuento manual
del número de votos, ya que el escrutinio lo realizan las
máquinas de manera instantánea o se envía por una red de
comunicación cerrada o por Internet a las juntas o tribuna-
les electorales. Por tanto, se reduce enormemente el tiempo
de escrutinio, que puede llegar a ser bastante largo en los
casos de sistema electoral con listas abiertas como sucede
en Bélgica. Pero no sólo es una cuestión del tiempo de
escrutinio, sino también del número de técnicos, intervento-
res y ciudadanos que deben estar trabajando durante todo el
día de las elecciones y cuyas horas de dedicación se reduci-
rían drásticamente o no serían necesarias con el sistema de
votaciones electrónicas. Pero además de la reducción en
gastos de personal, también se recortarían los elevados gas-
tos de papel.
También hay ventajas sociológicas como que varios colec-
tivos de electores tendrían más facilidades para votar: por
ejemplo, los discapacitados o los residentes en el extran-
jero. No obstante, respecto al importante tema de si el
voto electrónico puede favorecer la participación en general,
las evidencias no son concluyentes.
Presentamos a continuación unos cuadros resumen con los
niveles de participación en elecciones donde se emplearon
medios electrónicos. En primer lugar se muestran los por-
centajes de participación electoral en varias convocatorias
electorales políticas (tablas 1 y 2) y después los porcentajes
de varias elecciones en organizaciones (tablas 2 y 3).
Tabla 1. Participación presencial y electrónica en las elecciones
catalanas del 2003
Elecciones
catalanas 2003
Voto remoto
(SCTYL)
Pantalla táctil
(INDRA)
Urna electrónica
(DEMOTEK)
Votantes
piloto
Argentina 2,75% Canyelles 33,59% 33,67%
México 3,4% Creixell 49,7% 39,62%
EE.UU. 3,75% Tor res
de Segre 46,39% 42,08%
Chile 3,51% La
Fatarella 60,04% 46,15%
Bélgica 2,93% Llers 51,62% 57,99%
Tot a l 3,14%
(730) Total 46,5%
(1592) 41,3%
(1555)
Votantes
presenciales
Argentina 28,79% Canyelles 63,12% 61,81%
México 1,5% Creixell 63,42 61,77%
EE.UU. 9,71% To rr es
de Segre 70,97% 68,72%
Chile 31,28% La
Fatarella 70,77% 73,22%
Bélgica 33,69% Llers 68,9% 63,88%
Tot a l 20,63%
(4794) Total 66,8%
(2286) 65,2%
(2451)
Censo 23.234 3.424 3.761
Fuente: elaboración propia sobre el informe de J. BARRAT; J.M. RENIU (2004).
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Tabla 2. Participación presencial y electrónica en las elecciones
generales y andaluzas del 2004
Tabla 3. Participación en las elecciones electrónicas de la UOC
Tabla 4. Participación en las primarias del Partido Demócrata
de Arizona
Además, las pruebas piloto realizadas en el Reino Unido
indican que se produce un ligero aumento de la participa-
ción. Efectivamente, en las elecciones municipales de
mayo del 2002 se permitió en el Reino Unido la realiza-
ción de pruebas piloto en treinta distritos electorales y
que alcanzaron a más de 2.000.000 de electores. La par-
ticipación media en los distritos en los que se realizaba la
prueba piloto llegó a un 38,7%, superior a la media de
32,8% que se dio en los distritos en los que no se desarrolló
la prueba.3 Algunos municipios británicos como el de
Sheffield empezaron ya en el año 2003 a permitir a sus
ciudadanos votar en las elecciones municipales a través de
distintos medios (Internet, teléfono, sms, quioscos electró-
nicos con tarjeta magnética). Compruébese que la página
web tiene un diseño moderno muy enfocado hacia los jóve-
nes y que se ofrecen regalos a los votantes.[www2]
En el caso español, las pruebas empíricas no son conclu-
yentes y son escasas. En las elecciones catalanas se produjo
una mucha menor participación por los medios electrónicos
que por los medios tradicionales, salvo en el caso de los
residentes en México. Y los resultados dados en los munici-
pios españoles no pueden ser considerados como significati-
vos por el escaso número de electores implicados y tampoco
es posible reproducir, en unas elecciones para todo el terri-
torio estatal, el entorno altamente informatizado de Jun.
En cambio, sí que se produce un aumento muy notable de
la participación cuando se llevan a cabo las elecciones elec-
trónicas en organizaciones o instituciones, que ya emplean
en su trabajo cotidiano las TIC (como es el caso de la UOC)
o que tienen una gran dispersión de centros de trabajo. El
caso del Partido Demócrata de Arizona (también ocurrió en
el Scottish Party) demuestra que, en situaciones concretas,
en momentos de crisis o entornos muy competitivos, las
vías electrónicas contribuyen, junto con otros factores, a
aumentar la participación.
En todo caso, la implementación del voto electrónico no se
debería basar en sus efectos participativos porque proba-
blemente no se producirán en muchos casos. Dicha imple-
mentación se debe hacer gradualmente, poco a poco, y
siempre debe ser un canal complementario a la votación
tradicional para impedir que la brecha digital afecte a
los resultados. Es decir, no se trata de sustituir los siste-
mas de votación tradicional por los sistemas electróni-
cos, sino ofrecer al ciudadano diferentes posibilidades de
Zamora/Toro/Pol
(elecciones
generales)
Jun
(elecciones
andaluzas)
Electores con
credenciales
o certificado digital
300 800
Votantes piloto 91,3% (274) 74,62% (597)
Votantes reales 78,2% 81,2%
Fuente: elaboración propia sobre los datos de Localret (http://www.localret.es).
UOC
Elecciones a
representantes
de los
trabajadores
Comisiones
de estudios
Comisiones
de “centros
de apoyo”
Votantes
electrónicos 80%
(360 de 450)
6,6%
(de un total
de 18.000)
5%
(de un total
de 16.155)
Media de
participación
en comicios
similares
40% Media en las elecciones
a representantes
estudiantiles: 3%
Fuente: elaboración propia sobre los resultados electorales publicados
en el Campus Virtual de la UOC.
1996 Votantes presenciales 12.800
2.000 Votantes multicanales
(correo, Internet, presencial)
86.559
(41% por Internet)
Fuente: I. CANALS; J.L. MARTÍ (coord.) (2003, pág. 41).
.............
3. Informe de la Comisión Electoral, citado en I. CANALS; J.L. MARTÍ (2003, pág. 64).
[www2]: http://www.evotesheffield.com/see_how_to_vote/how_to.html
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votación (no sólo sistemas electrónicos de votación, sino
también telemáticos como los sms, por teléfono, por TV
digital, quioscos electrónicos, etc.) que faciliten el dere-
cho al voto y flexibilicen el acto de votar. Se trata de
modernizar el proceso electoral de forma que las prácticas
electorales sean más fáciles, flexibles, ágiles y más simila-
res a otros procesos digitales que efectuamos diariamente.
Además de esta forma, se facilitaría un aprendizaje parti-
cipativo tanto por parte de los ciudadanos, como por
parte de las autoridades que implementan los nuevos
sistemas. De este modo, el propio proceso electoral, pero
también el sistema político, queda abierto a otras expe-
riencias de participación como los referendos, las encues-
tas o cualquier otro tipo de votaciones.
3.2. La participación electrónica a través
de Internet
Son extraordinariamente variadas las experiencias de
participación electrónica que se están impulsando sobre
todo desde la iniciativa privada y el mundo asociativo, aun-
que también comienzan a surgir interesantes iniciativas
públicas e iniciativas fruto de la colaboración entre los dos
ámbitos. Estas experiencias intentan aprovechar las princi-
pales potencialidades de este sistema, que consisten en
poner a disposición de los usuarios una gran cantidad de
información y permitir el diálogo y la deliberación entre un
número indeterminado de personas. Estas posibilidades de
Internet tienen un carácter claramente deliberativo, demo-
cratizador y participativo. Internet ofrece la posibilidad de
una comunicación interactiva entre los internautas y los
políticos, entre organizaciones y ciudadanos individuales.
A continuación vamos a explicar las experiencias partici-
pativas por Internet que consideramos más importantes y
significativas. El muestrario es el siguiente:
• Minnesota E-Democracy
• UK’s Citizens Online Democracy (UKCOD)
Cataluña:
• Democracia.web
•Consensus
España:
• Candidato.Net
•Madrid Participa
Comenzamos explicando en qué consiste la experiencia
de Minnesota E-Democracy, englobada en la actualidad
dentro de la organización más genérica E-Democracy.org.
Minnesota E-Democracy es una iniciativa de participa-
ción electrónica pionera y que continúa funcionando
con gran éxito en la actualidad. Este proyecto, iniciado
en 1994 por Steven Clift y de cara a las elecciones a
gobernador de Minnesota y al Senado federal de Esta-
dos Unidos, nació con el objetivo de dar a conocer a los
candidatos y sus propuestas a los ciudadanos y también
para promover el debate público mediante Internet. El
proyecto ha ido evolucionando y se ha ampliado a la parti-
cipación de cualquier estadounidense que quiera discutir
de política con otros conciudadanos o con sus autoridades.
En la actualidad funciona a través de los más variados
foros en los que los ciudadanos se registran y entran a
formar parte de listas de distribución, para poder expre-
sar su opinión y debatir con otros ciudadanos cuestiones
de política local, estatal, nacional o internacional fuera
o durante los periodos electorales. En los periodos electo-
rales se ofrecen, además, debates entre políticos y con-
ferencias en línea de representantes políticos y de
organizaciones cívicas, además del clásico seguimiento
de la campaña electoral.[www3]
En Europa podemos resaltar el proyecto UKCOD (UK’s
Citizens Online Democracy) que se creó en Gran Bretaña por
.............
[www3]: http://www.e-democracy.org
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iniciativa del Gobierno y el Parlamento británicos el año
1995, siguiendo el ejemplo de la experiencia de Min-
nesota. Resulta ser el primer proyecto de democracia
electrónica a escala estatal en Gran Bretaña. Al igual que
Minnesota E-Democracy, se trata de un proyecto que
tiene como centro de operaciones una web que ofrece infor-
mación y pretende potenciar el debate entre los ciudadanos
y los políticos. Dentro de la web de la UKCOD, suelen man-
tenerse diferentes debates simultáneos en los que partici-
pan todos los ciudadanos que quieran debatir sobre política
general británica. Antes y durante el debate, siempre se
ofrece documentación sobre el tema que hay que discutir.
Por ejemplo, se ha debatido sobre la posibilidad de una
Constitución en Gran Bretaña o la integración de Gran Bre-
taña en el euro. Además, alguno de estos debates se com-
plementa con discusiones entre políticos y representantes
de organizaciones sociales. Pero además, UKCOD ofrece
cobertura técnica y financiera a proyectos que buscan una
comunicación más directa de los ciudadanos con las autori-
dades que toman las decisiones públicas. Por ejemplo, el
Proyecto Have Your Say permite a los internautas participar
en debates sobre proyectos de ley preparados por el
Gobierno y que se están debatiendo o se debatirán en la
Cámara de los Comunes.[www4] Se proporciona a los ciudada-
nos el texto del proyecto de ley e información sobre el tema.
Los ciudadanos pueden debatir entre ellos, formular pre-
guntas y enviar opiniones al ministro encargado de la ley, el
cual se compromete a tomarlas en consideración. Además,
también se ofrece al ciudadano la posibilidad de contestar
encuestas del gobierno sobre el tema y votar sobre cuestio-
nes concretas relacionadas con el mismo.
Por tanto, ambos proyectos, tanto el estadounidense como
el británico, permiten a los ciudadanos informarse y debatir
sobre política general, sobre temas concretos y sobre deci-
siones públicas, con las propias autoridades, los candida-
tos, representantes de organizaciones y entre los mismos
ciudadanos. De todas formas, son experiencias no vincu-
lantes, y no se dispone de análisis que comprueben su
influencia en las decisiones que toman los políticos. Pero
la validez y significatividad de estas experiencias son una
fuente de información, de formación de opinión y de deli-
beración para los miles de ciudadanos que participan en
ellas. Dentro de sus modestas dimensiones, son experien-
cias que contribuyen a mejorar la calidad democrática de un
país.
En España, podemos mencionar cuatro importantes expe-
riencias de participación electrónica. Dos de ellas se
están desplegando en Cataluña: Democracia.web y el pro-
yecto Consensus. Asimismo, es destacable la iniciativa
Madrid Participa que se ha desarrollado en Madrid, y el
proyecto de comunicación política virtual Candidato.Net,
que se abre ya para todo tipo de convocatorias electorales
y en toda España.
Democracia.web
El principal objetivo de Democracia.web es establecer un
nuevo mecanismo de comunicación entre la ciudadanía y
los representantes del Parlamento de Cataluña. Es, por
tanto, una iniciativa que tiene su origen en la idea de crear
parlamentos abiertos en línea. Estas iniciativas también se
están desarrollando en Euskadi (Zabalik). El proyecto en
Cataluña se originó en el año 1998, por iniciativa de la
Fundació Jaume Bofill y dispone del apoyo del Parlamento
de Cataluña y de la UOC.
La web de Democracia.web ofrece documentación y
enlaces de interés, la posibilidad de chatear y debatir
con políticos, expertos y representantes de organiza-
ciones y, sobre todo, la posibilidad de presentar enmien-
das a las leyes en discusión en el Parlamento de
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[www4]: http://www.foi.democracy.org.uk
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Cataluña.4 El funcionamiento de esta última posibilidad
es el siguiente: primero, se difunde desde la página web
http://www.democraciaweb.org y desde la página web del
propio Parlamento, el proyecto o proposición de ley, ade-
más también se ofrece documentación sobre el tema y
las posiciones de los grupos parlamentarios. Después, y
hasta que se cierra el período de enmiendas, los intern-
autas pueden enviar a los diferentes grupos parlamenta-
rios sus propuestas concretas. Los grupos parlamentarios
pueden recoger si quieren estas sugerencias en sus
enmiendas al texto, como ha pasado a veces, o simple-
mente pueden comentarlas o pedir aclaraciones a los
internautas sobre las propuestas.
Hoy en día, la gran parte de los parlamentos tienen su
página web desde donde informan a los ciudadanos sobre
sus actividades. Pero sólo unos cuantos –el catalán o el
vasco, por ejemplo– tienen una línea abierta dentro de la
web que permita la expresión de opiniones y propuestas
por parte de los ciudadanos. De todas maneras, en estos
mismos parlamentos es poco frecuente que los parlamen-
tarios incluyan las propuestas de los ciudadanos en las
leyes, y si lo hacen, suele ser respecto a cuestiones
menores y de poco alcance. Ahora bien, la mayoría de los
parlamentos están estudiando y considerando la creación
de líneas de comunicación y participación ciudadana
aprovechando los canales de internet.
Consensus
El proyecto Consensus nació en el año 2000 promovido
por el consorcio Localret, el Insituto Catalán de Tecnolo-
gía y la Fundació Jaume Bofill. Asimismo, once munici-
pios importantes decidieron participar en el proyecto. El
proyecto consiste en la creación y máximo desarrollo
posible de un espacio virtual interactivo por Internet
para que los ciudadanos de estos municipios puedan
informarse, comunicarse y participar en cuestiones de
interés local.[www5]
Consensus permite a los ciudadanos informarse de los
temas, debatir a través de foros con otros ciudadanos y
responsables políticos, enviar cartas a los concejales,
responder cuestionarios o iniciar o adherirse a recogi-
das de firmas, organizarse en comunidades virtuales
de interés por ciertos temas o problemáticas, participar
mediante votaciones, etc. La administración y gestión
de Consensus en cada municipio recae en los ayunta-
mientos y algunos de éstos se han atrevido a innovar
más en cuanto a canales de participación. Por ejem-
plo, en el municipio de Rubí se inició en el año 2002
un proceso participativo para la elaboración de los pre-
supuestos, siguiendo el modelo de Porto Alegre. Las
asambleas territoriales y consejos temáticos que se
crearon para debatir las distintas áreas y partidas de
los presupuestos se efectuaron de forma presencial,
pero se permitía participar en los debates de las asam-
bleas y consejos por Internet gracias a la infraestruc-
tura del proyecto Consensus. Este proyecto está
acabando ya su fase piloto y tiene intenciones de
expandirse a más ayuntamientos a partir del 2005.
Madrid Participa
El proyecto Madrid Participa es una iniciativa del Ayunta-
miento de Madrid, encargada a la empresa SCTYL, que
consiste en una consulta ciudadana de tres preguntas
que se ha llevado a cabo los días 28, 29 y 30 de junio
del 2005 en el distrito Centro de Madrid. El número de
electores fue de 120.000 y se podía participar desde
los 16 años. Los ciudadanos podían votar a través de
varios canales, pero todos ellos electrónicos: Internet,
.............
4. El número de entradas a la web durante la VI legislatura (1999-2003) fueron 77.530, y 1.167 personas están subscritas a la lista de distribución.
[www5]: http://www.e-consensus.org
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teléfono móvil, teléfono móvil java y wap, sms, panta-
llas táctiles o PC situados en los centros habilitados
para la consulta.[www6]
En cuanto al volumen de electores y la variedad de medios
técnicos, constituye la mayor prueba piloto de consulta
ciudadana llevada a cabo en España. No obstante, en la
propia página web habilitada por el Ayuntamiento como
centro de operaciones de la consulta no aparecían en los
primeros niveles de la página las preguntas que debía
contestar la ciudadanía.5 La consulta constaba de tres
preguntas cerradas y los ciudadanos debían elegir entre
diversas opciones sobre equipamientos públicos, y accio-
nes y actividades para mejorar la calidad de vida y dina-
mizar y revitalizar el distrito Centro.
A nivel técnico, la experiencia ha resultado un éxito, pero
los niveles de participación han sido muy bajos, aunque
hay que resaltar la destacada participación de ciudada-
nos latinoamericanos y comunitarios. A continuación pre-
sentamos las cifras totales de participación.
Tabla 5. Participación en la consulta Madrid Participa
Por último, pasamos a analizar la iniciativa Candidato.Net.
Candidato.Net es un espacio virtual web impulsado por
Europa Press con la finalidad de dotar de información al
ciudadano sobre las propuestas electorales y propiciar la
comunicación directa entre los candidatos y los ciudada-
nos. Por tanto, es un espacio que se abre cuando
comienza la campaña electoral y después se cierra tras
las elecciones. Aunque se había ya utilizado en algunos
municipios pequeños durante las últimas municipales,
su lanzamiento importante fue durante las autonómi-
cas catalanas del 2003 y sobre todo en estas últimas
elecciones generales y autonómicas andaluzas del 2004.
Hay que tener en cuenta que es un espacio web inde-
pendiente de los partidos,[www7] pero al que todos ellos
se avienen a participar.
Las características de este canal de comunicación son las
siguientes (Borge y Alvaro, 2004):
1. Permite dirigir preguntas a cada uno de los candidatos
en las elecciones simplemente previa inscripción. Los
partidos se comprometen a emitir una respuesta perso-
nalizada.
2. Existe un espacio propio con información detallada sobre
los programas electorales, así como detalles sobre la tra-
yectoria personal de los candidatos.
3. Se busca la máxima transparencia en las comunicacio-
nes entre políticos y ciudadanos y por ello es posible
acceder a todas las preguntas y respuestas de cada uno
de los candidatos.
4. Se anima a los partidos a que incorporen en su pro-
grama electoral alguna de las propuestas o sugerencias
de los ciudadanos.
Por todo ello, Candidato.Net es un elemento profundamente
innovador para las campañas electorales y tiene unas carac-
terísticas claramente participativas. No obstante, son muy
.............
5. Las preguntas sólo se mostraban en la pestaña de Ciudadanos/Demostraciones, dentro de un documento pdf con las instrucciones para votar.
Pero posteriormente, una vez acabadas las votaciones, las cuestiones sí que aparecieron en primera línea.
[www6]: http://www.madridparticipa.org
Censo Participantes Abstención
136.227
100% 882
0,65% 135.345
99,35%
Fuente: Madrid Participa (http://www.madridparticipa.org).
[www7]: http://congreso.candidato2004.net
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pocos los ciudadanos que participan, es decir, que han for-
mulado finalmente alguna pregunta a los candidatos. Tanto
en las elecciones catalanas como en las generales sólo un
poco más de mil ciudadanos hicieron alguna pregunta a los
candidatos. En Andalucía, la participación llegó a más de
dos mil personas. En cuanto al compromiso de respuesta
por parte de los candidatos, en las elecciones catalanas y en
las andaluzas los candidatos respondieron a más del 60%
de las preguntas, mientras que en las generales se llegó a
una media del 36,7%. Más problemática incluso es la posi-
bilidad de incorporar a los programas electorales alguna de
las demandas de los ciudadanos; sólo ICV incorporó en su
programa de las autonómicas una petición muy concreta de
un ciudadano: computar a efectos de cotización en la Segu-
ridad Social el tiempo de prestación del servicio militar.
Como vemos, estas experiencias de participación electró-
nica en España son variadas e interesantes, pero no están
suficientemente extendidas entre la población y no son vin-
culantes y, por tanto, no suelen afectar a las decisiones de
los políticos. El escaso impacto de estos instrumentos parti-
cipativos en las decisiones políticas puede provocar una
clara desmotivación entre los ciudadanos que hayan partici-
pado o que quieran hacerlo. No obstante, la responsabilidad
de la baja participación ciudadana no sólo debe achacarse a
la falta de voluntad de los políticos por ampliar los canales
participativos, sino también a los bajos niveles de participa-
ción política en España, claramente inferiores a la media
europea. Al fin y al cabo la participación electrónica es una
forma más de participación.
4. Valoración de las diferentes iniciativas
de participación electrónica: niveles de
participación y modelos de democracia
de los actores en el uso de las TIC
Una de las hipótesis que planteábamos al principio
era que, en general, los partidos, los parlamentos, los
gobiernos e incluso la Administración buscaban reforzar la
democracia representativa, pero no ampliar los canales de
participación. Éstas son precisamente instituciones clave
de la democracia representativa que canalizan la participa-
ción principalmente a través de las elecciones periódicas y
limitan por tanto la participación a la selección de gober-
nantes. En consecuencia, recelan de otros tipos de meca-
nismos participativos que puedan suponerles una pérdida o
cesión de poder, o que puedan complicarles la toma de
decisiones.
Además, en el caso de los partidos, sus dirigentes temen
que la ampliación de la participación, del pluralismo o de
la discusión interna les pueda debilitar por la imagen de
desunión o división que puede producir y que les podría
perjudicar electoralmente (MARAVALL, 2003). Asimismo,
en el caso de los ayuntamientos y de las administraciones
públicas, existe el temor de que no haya una participa-
ción suficiente que pueda justificar todos los recursos
empleados, y saben que una mayor apertura hacia la par-
ticipación de los ciudadanos no tiene por qué suponer un
mayor apoyo para el ayuntamiento o una nueva victoria
electoral. Por tanto, los beneficios para estas institucio-
nes no están nada claros.
Por el contrario, un sector importante de los movimien-
tos sociales, de organizaciones y asociaciones de la
sociedad civil son más proclives a un modelo de demo-
cracia más participativa. Esta preferencia por un
modelo u otro de democracia debería reflejarse conse-
cuentemente en los niveles de participación explicados
anteriormente. Teniendo esto en cuenta, presentamos
a continuación un esquema en el que situamos las
diferentes experiencias participativas según el actor
colectivo e institución que las propicia, y con relación
al modelo de democracia por el que se opta y a los
diferentes niveles de participación.
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Cuadro 2. Experiencias de participación según los modelos de democracia, niveles de participación, e instituciones
y actores promotores.
Como se comprueba, son pocas las iniciativas políticas
auténticamente participativas. Como conclusión pode-
mos afirmar que la utilización más habitual y frecuente
de los sistemas de participación electrónica dependerá
de los cambios en la mentalidad política y administrativa
de este país. Sin voluntad política no se podrán desarro-
llar todas las potencialidades que las TIC ofrecen para la
participación. Las instituciones políticas como los parti-
dos, los parlamentos, las administraciones públicas, los
ayuntamientos, parecen dispuestos a mejorar la informa-
ción y la comunicación con los ciudadanos, pero salvo
casos excepcionales –normalmente ayuntamientos (como
se demuestra con la experiencia Consensus)– la utilización
de las TIC para crear nuevos canales de deliberación y par-
ticipación no parece entrar dentro de sus objetivos.
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tica. Barcelona: Ariel.
Modelos de democracia Democracia representativa Democracia participativa
Niveles de participación Información Comunicación Consulta Deliberación Participación
Actor o institución promotora
Organizaciones privadas Candidato.Net
Minnesota E-Democracy
Movimientos sociales Movilizaciones
Partidos Webs
Parlamentos Democracia.web
Parlamentos abiertos
Administración pública Portales de la
Administración CAT 365
Gobiernos municipales Madrid Participa Consensus
Gobiernos estatales
o autonómicos UKCOD
Reforma del Estatuto
Fuente: elaboración propia.
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Rosa Borge Bravo
Profesora de Ciencias Políticas y de la Administración de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC.
rborge@uoc.edu
Doctora en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Deusto-Bilbao. Licenciada en Ciencias Políticas y
Sociología. Especializada en el área de Comportamiento Político, Participación Política y en Metodología y Técnicas de
Investigación Social. Sus últimas publicaciones han tratado sobre las nuevas tendencias participativas en las democracias
contemporáneas (2003, FUOC), sobre las técnicas de investigación en Ciencia Política (2005, FUOC) y sobre el
comportamiento electoral en España (2002, FUOC). Ha sido Visiting Scholar en el Center for Political Studies de la
Universidad de Michigan y profesora de la Universidad Pompeu Fabra, de la Universidad Internacional de Cataluña y de la
Portland State University. También ha sido técnica de investigación en la UPF, consultora de varias instituciones, y directora
de empresa, trabajando principalmente en proyectos de I+D.
Cit ación recomendada
BORGE, Rosa (2005). «La participación electrónica: estado de la cuestión y aproximación a su clasificación». IDP.
Revista de Internet, Derecho y Política [artículo en línea]. N.º 1. UOC. [Fecha de consulta: dd/mm/aa].
<http://www.uoc.edu/idp/1/dt/esp/borge.pdf>
ISSN 1699-8154