118 n el volumen 507 de la prestigiosa revista Nature , se publicó el 6 de marzo de 2014 una carta al director con el título " Addiction: not just brain malfunction " [Adicción: no sólo un mal funcionamiento cerebral] firmada por Derek Heim (2014). A pie de pá-gina del mismo le acompañaban 94 firmantes, relevan-tes investigadores, clínicos, directores de revistas de adicciones, de centros de tratamiento, etc., de varios pa-íses, criticando la consideración de " la adicción como una enfermedad cerebral " ya que " el abuso de sustan-cias no puede ser separado de sus contextos sociales, psicológicos, culturales, políticos, legales y ambientales; no es simplemente una consecuencia del mal funciona-miento cerebral " (p. 40). E insistían en que " tal perspec-tiva miope socava el enorme impacto de las circunstancias y las elecciones de las personas que tie-nen en las conductas adictivas. Trivializa los pensamien-tos, emociones y conductas de los adictos actuales y de los que lo han sido " (p. 40). Algunos de los firmantes son personas bien conocidas como Estamos ante un tema importante, central en la concep-tualización de las adicciones y que tiene claras repercu-siones sobre la prevención, el tratamiento y la política de drogas. También sobre el rol profesional de distintas pro-fesiones, como la psicológica. Desgraciadamente, en los últimos años la conceptualización biológica-cerebral de las adicciones está cogiendo un derrotero reduccionista, por estar supeditado a claros intereses y grupos de pre-sión alrededor del mismo y por la ruptura, o distancia-miento, a la que estamos asistiendo después de décadas de colaboración fructífera entre distintas disciplinas en el campo de las adicciones. En estas páginas analizamos qué hechos han permiti-do llegar a la situación actual y qué nos depara el futuro desde una lectura psicológica. ¿QUÉ ES LO QUE HA LLEVADO A ESTA SITUACIÓN? Los primeros planteamientos de la adicción como una enfermedad cerebral Han sido varios los modelos que han predominado en el campo de las adicciones a lo largo de la historia has-ta que se convirtió en un importante problema social, en-tre los años 60 y 80 del pasado siglo, en la mayoría de los países desarrollados. En los últimos años se ha ido consolidando la idea en el campo médico-psiquiátrico de que la adicción es una " enfermedad cere-bral " , como ya así recoge el DSM-5. En este articulo se analiza cómo ha surgido y se ha consolidado esta idea, las críticas que ha recibido, las consecuencias profesionales si este modelo se hace hegemónico, junto a los intereses subyacentes al mismo. Se concluye defendiendo la necesidad de mostrar como psicólogos nuestras claras aportaciones al campo de las adicciones, como el de las variables psicológicas que son necesarias para la comprensión de las adicciones, para su prevención, junto con el papel central del tra-tamiento psicológico por su eficacia en las mismas. También debemos denunciar los reduccionismos, como el que representa el modelo de enfermedad cerebral frente a un modelo biopsicosocial de las adicciones. Palabras clave: Adicción, Drogas, Enfermedad cerebral, Psicología. The idea that addiction is a " brain disease " has gradually been consolidated in the medical-psychiatric field over the last years, as it appears in the current DSM-5. In this paper we analyse the way this idea has arisen and been consolidated, as well as the criticisms that it has received, the professional consequences if this model becomes hegemonic, and the underlying interests. The conclusion defends the need to show, as psychologists, our clear contributions to the field of addictions, and the psychological variables that are necessary in order to understand and prevent addictions, as well as the central role of psychological treatment due to its effectiveness. We must also denounce the reductionism that the model of brain disease represents in comparison with a biopsychosocial model of addiction.