Cuentan que hace muchos años, había un psiquiatra atareado y de sólida formación médica que, cuando los pacientes comenzaban a relatarle las circunstancias vitales de su malestar, este les respondía:
- ¿Le cuento yo mi vida? No, ¿verdad? Pues entonces usted limítese a contarme sus síntomas.
Y resulta curioso cómo aquella anécdota se ha materializado hoy en día, en muchos pacientes que ya no se
... [Show full abstract] pierden en detalles innecesarios, e incluso nos proporcionan ellos mismos directamente el diagnóstico:
- Tengo una depresión
O en otros tantos profesionales que han desarrollado una extraordinaria capacidad de desligar los síntomas del contexto en el que se desenvuelven.