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Evaluación de la producción individual de piña en un banco clonal de pino piñonero (Pinus pinea L.) en Madrid

Authors:
Introducción
La recogida de la piña para extraer sus piñones gran-
des y comestibles es el principal aprovechamiento co-
mercial de los pinares de piñonero. La demanda sos-
tenida en el mercado internacional de este fruto seco
de calidad y la importancia económica de su aprove-
chamiento motivaron en 1990 el inicio de un Progra-
ma de Mejora Genética de P. pinea en colaboración en-
tre la actual Dirección General de Conservación de la
Naturaleza y la Universidad Politécnica de Madrid
(Iglesias, 1997). Aunque en principio el pino piñone-
ro es un árbol forestal integrado en la dinámica de los
ecosistemas mediterráneos, puede llegar a utilizarse
como cultivo frutal injertado sobre patrones de la mis-
ma u otras especies de pinos (Catalán, 1990, 1998). Su
interés económico tiene evidentes repercusiones so-
ciales, proporcionando una rentabilidad a tierras de se-
cano en los países mediterráneos, actualmente exce-
dentarias en el marco de la política agraria comunitaria
(Mutke et al., 2000).
En esta línea, se ha definido la producción de fruto
como el carácter básico de mejora, con el fin de dispo-
ner de individuos con una producción de piñón de alto
rendimiento y calidad. La primera tarea fue la pros-
pección masal de árboles grandes productores de piña,
para establecer una línea de mejora genética clonal, da-
Invest. Agrar.: Sist. Recur. For. (2003) 12 (1), 149-157
Evaluación de la producción individual de piña en un banco clonal
de pino piñonero (Pinus pinea L.) en Madrid
S. Mutke Regneri1, B. Sada Arias1y S. Iglesias Sauce2y L. Gil Sánchez*1
1ETS Ingenieros de Montes. UPM. Ciudad Universitaria. 28040 Madrid. España
2Servicio de Material Genético. DGCN. Gran Vía de San Francisco, 4. 28005 Madrid. España
Resumen
Se evalúan las primeras cosechas de piña de los clones candidatos a grandes productores de piña injertados en el
banco clonal de pino piñonero Cataluña Litoral, situado en el Centro Nacional de Mejora Genética Forestal Puerta de
Hierro (Madrid). Con este fin se ha establecido un modelo lineal generalizado de producción de árbol individual que
estima como factor fijo el valor medio de cada genotipo, ajustado por el tamaño de cada ramet y por las correlacio-
nes espaciales observadas. Estas dos fuentes de variación significativas se han estimado, respectivamente, por la sec-
ción del fuste por encima del punto de injerto y por la media móvil de los valores residuales de los árboles vecinos,
debido a que los bloques completos del diseño original de la parcela no recogen satisfactoriamente la variación espa-
cial observada. Se aplica un método iterativo para lograr la independencia de los residuos del modelo. Las medias
ajustadas de los clones muestran una variación gradual que todavía no permite proponer una población de mejora de-
purada que se diferencie nítidamente del promedio general.
Palabras clave: pino piñonero (Pinus pinea), plantación injertada, producción de piña, modelo individual, mejora
genética, selección clonal.
Abstract
Individual code yield evaluation in a Stonepine (Pinus pinea L.) clone bank
The present paper analyses cone yields of ninety clones during four years in a stonepine clone bank in Madrid. The
yield of each tree was modelled by a generalized linear model that includes the genotype as fixed factor and size pa-
rameter and spatial correlations as covariables. The latter two were surrogated by stem cross-section area above graf-
ting point and by the moving average of the direct neighbour trees. Original Complete Block Design failed to remo-
ve plot variability, so a iterative method was used for archiving independent residuals. Clonal least square means
showed a gradual variation, which did not allow to discriminate a clear group of plus genotypes.
Key words: stone pine (Pinus pinea), grafted plantation, individual cone-yield model, genetic improvement, clo-
nal selection.
* Autor para la correspondencia: lgil@montes.upm.es
Recibido: 30-05-02; Aceptado: 27-09-02.
do que la alta heterocigosis habitual en las especies le-
ñosas silvestres y su largo ciclo generacional desacon-
sejan basarse en la vía sexual. Desde 1989, se han ele-
gido varios cientos de pinos candidatos con una
fructificación sobresaliente en el año de la recogida1en
las diferentes regiones de procedencia españolas. El ma-
terial obtenido de éstos árboles se ha propagado vege-
tativamente vía injerto, para evaluar su producción de
piña en parcelas de ensayo y constituir una reserva de
material forestal de reproducción que permita afrontar
las necesidades en fases posteriores del programa. Pues-
to que ha habido una selección individual para cada uno
de sus componentes, estos bancos corresponden a la de-
finición de «mezcla de clones» y pueden ser incluidos
en el Catálogo de Materiales de Base para la produc-
ción de material forestal de reproducción «cualificado»
según la Directiva 105/1999 CE del Consejo. Tras su
evaluación y depuración, los mejores clones serán pro-
pagados masivamente mediante técnicas de reproduc-
ción vegetativa, una vez aprobados como materiales de
base para producción de material de reproducción de
categoría «controlada».
Al mismo tiempo, estas colecciones constituyen una
valiosa herramienta de conservación ex situ de recur-
sos genéticos forestales, que recoge con 60-90 clones
de cada una de las regiones de procedencia buena par-
te del rango geográfico de la especie en la Península
Ibérica, su área de distribución más importante a ni-
vel mundial. La constitución de parcelas homogéneas
permite el estudio de la variabilidad de estos recursos
fitogenéticos en un ambiente común, para evaluar la
diversidad y adaptación específica de las distintas re-
giones de procedencia.
En los años noventa se han establecido varios ban-
cos clonales de pino piñonero correspondientes a las
regiones de procedencia españolas (Abellanas et al.,
1997; Iglesias, 1997; Prada et al., 1997; Gordo, 1998).
No se dispone de datos publicados recientes de su pro-
ducción, aunque para dos bancos clonales se presen-
taron hace unos años sendas comunicaciones a con-
gresos con propuestas para una selección clonal
provisional basada en los valores absolutos de pro-
ducción por árbol durante los primeros años y en otros
criterios como la variación interanual o entre ramets
(Abellanas et al., 1997; Sada et al., 2000).
No obstante, el tamaño del árbol parece ser también
un factor a considerar en la evaluación individual de la
capacidad productiva bruta. Así, para la evaluación fe-
notípica de pinos piñoneros candidatos a grandes pro-
ductores de piña en masas naturales de la especie, Gor-
do et al. (2001) se basaron en un modelo de regresión
lineal múltiple, incluyendo, entre otras covariables, la
sección normal del árbol para la predicción de su pro-
ducción de piñón. En parcelas injertadas coetáneas, el
tamaño de cada ramet es el crecimiento acumulado
hasta el momento, como expresión de su vigor. Este,
a su vez, está influenciado por otros factores ajenos al
genotipo injertado, entre otros el efecto del patrón, co-
mo manifiestan las destacadas diferencias de desarrollo
entre réplicas del mismo clon injertados sobre patro-
nes francos (brinzales) que se observan también en
otras plantaciones con unidades experimentales no mo-
noárbol (Mutke et al., en prep.).
En consecuencia, los objetivos del presente trabajo
son de índole metodológica: estudiar la producción in-
dividual en una parcela injertada y desarrollar un mo-
delo insesgado que estime el efecto medio de cada clon
sobre la producción de piña, teniendo en cuenta otros
factores como el tamaño del árbol cuyos efectos re-
sultaran significativos. Para este fin, se eligió el Ban-
co Clonal «Cataluña Litoral» del Centro Nacional de
Mejora Genética Forestal de Puerta de Hierro, que diez
años después de su injertado tiene un desarrollo sufi-
ciente y dispone de primeros datos de producción pa-
ra abordar esta evaluación provisional del rendimien-
to de piña.
Material y métodos
El banco clonal de Cataluña Litoral
El banco objeto del estudio está integrado por 90
clones, seleccionados en 8 rodales de la provincia de
Barcelona y 6 de Gerona, respectivamente, con un nú-
mero variable de 3 a 9 clones por rodal. El diseño de
la parcela es de siete bloques completos al azar, con
unidades experimentales monoárbol, con un marco de
plantación de 3 ×3 m. La plantación se realizó en fe-
brero de 1993, con planta injertada el año anterior so-
150 S. Mutke Regneri et al. / Invest. Agrar.: Sist. Recur. For. (2003) 12 (1), 149-157
1La selección individual se basó en tres pasos: a) selección de rodales cuyas características ecológicas reflejasen bien toda la va-
riación de la región de procedencia, b) selección previa de rodales en función de la fructificación media de los mismos, superior a
la del resto de montes análogos. c) selección individual, dentro de cada uno de los rodales elegidos, en función de la producción
de piñas en relación a la superficie de copa.
bre brinzales de la misma especie en el vivero del
CNMGF Puerta de Hierro en Madrid. El número final
de ramets logrados es de 593, con 60 clones represen-
tados en todos los bloques y otros 25 en 6 bloques.
Cuatro clones cuentan con 5 repeticiones, y un único
clon tiene sólo tres ramets.
La parcela no cuenta con filas de borde alrededor,
aunque linda con otras parcelas injertadas de pare-
cido desarrollo por sus dos lados cortos, donde no
habría efectos borde. Sin embargo, en los otros dos
límites del banco aparecen efectos locales a tener en
cuenta en la evaluación de los ramets: los bloques 1,
2, 3 y 7 se sitúan orilla a un camino, lo que podría
haber favorecido el desarrollo y la iluminación de
los árboles de la última fila. El lado opuesto de la
parcela se sitúa en el límite del predio, un linde ar-
bolado con ejemplares adultos de pino, olmo y cho-
po que han afectado al desarrollo de los ramets si-
tuados en su vecindad e incluso debajo de su dosel
mismo, en las primeras filas de los bloques 4 a 7 (fi-
gura 1).
Producción de piña y covariables biométricas
La parcela ha sido objeto de un seguimiento regu-
lar desde su instalación. Se dispone de registros de flo-
ración y fructificación desde el año 1993, con los da-
tos en número y peso de piñas cosechadas de cada
ramet hasta la actualidad. La floración ha ido aumen-
tando en los tres primeros años de manera progresiva
incrementándose de manera notable desde 1994 con
más de 4.000 flores para todo el banco en 1996. El pre-
sente trabajo se basa en las cosechas de los últimos
cuatro años a partir de 1997/98, cuando la práctica to-
talidad del banco había entrado en producción (ta-
bla 1), con el fin de minimizar la influencia de dife-
rencias iniciales entre árboles debidas a causas
operacionales durante las fases previas (recogida de la
púa de cada ortet en monte y transporte hasta el vive-
ro donde se injertaron, el injertado y la plantación de-
finitiva en la parcela). Debido a la estabilidad del pe-
so medio de las piñas entre clones existe una alta
correlación entre la producción en número de piñas y
Producción de piña de clones de P. pinea 151
55 81 1 76 33 21 35 15 19 9 90 25 46 67 87 82 x 84 86 x
x 27 36 3 17 31 14 25 8 46 2 72 63 65 48 43 77 20 14 28
88 39 12 77 x 75 43 80 37 40 11 32 37 29 56 26 x 69 39 16
30 62 45 x 52 4 49 28 32 59 23 55 6 66 58 x 62 51 12 33
B-4 70 2 742316676053203821708040 x 73 x 8122 9B-1
85 7 10 x 47 29 44 48 56 64 38 10 85 34 45 50 30 x 71 49
x x x 84 83 71 41 54 24 73 42 5 57 53 17 4 1 8 15 31
875879 65718688265506154368827 x x 894460
11 78 x x 90 26 22 69 13 63 64 76 74 41 68 35 79 3 19 24
40 x 69 7 54 33 44 4 62 15 33 2 10 36 13 4 17 49 15 x
64 53 18 36 26 10 48 12 x 73 26 38 45 12 1 22 43 21 55 41
25 70 68 57 1 30 37 x 47 61 40 70 24 67 50 66 47 x 32 63
34 39 19 45 8 24 2 38 13 23 57 68 69 46 9 76 29 59 62 56
B-5 50 76 67 75 41 52 x 66 81 72 34 30 11 37 58 x x 3 16 x B-2
3 78 16 27 29 9 46 20 55 83 82 60 44 74 5 89 77 64 79 18
85 42 86 90 32 5 x 80 82 11 19 80 90 48 73 81 14 39 78 75
35884358 x 718714218942832088238772858661
74 56 77 6 60 17 63 22 79 84 28 52 35 8 25 31 27 54 84 6
14 41 2 51 16 11 24 5 32 8 30 10 37 45 6 47 2 32 33 15
44 28 60 21 36 50 34 56 58 47 44 50 9 26 58 22 42 12 27 54
76 85 38 67 33 22 45 13 26 43 63 74 35 60 38 5 49 52 21 62
19 70 66 59 1 37 7 53 65 15 28 24 48 1 46 19 56 3 53 71
B-6 75 84 10 30 42 46 55 23 49 72 68 64 69 34 43 65 25 40 23 67 B-3
54 79 90 77 71 9 88 74 64 89 31 8 29 17 59 4 66 x 14 78
83 86 17 68 25 x 6 40 81 27 72 13 84 76 82 41 11 70 57 36
4 82 69 39 80 29 48 61 3 87 90 88 39 85 18 x x x 61 81
35 78 57 18 63 52 12 73 31 20 16 87 86 75 83 77 89 x 80 7
78 80 22 60 25 33 61 36 84 23 10 83 39 41 4 32 20 26 28 8
6 90 72 77 9 64 27 53 7 85 73 87 30 81 55 65 45 1 24 37
29 82 14 75 76 57 69 16 x 66 67 15 86 34 59 11 31 44 48 12 B-7
19 71 68 51 40 17 63 42 47 18 89 56 49 74 3 35 21 43 x 79
70 88 58 13 38 50 5 62 2 54
Figura 1. Plano del Banco Clonal Cataluña Litoral. B-1 a B-7, bloques; n.°, código del clon; x, marra.
en peso, PC, por lo que se analiza únicamente esta úl-
tima variable. Al no disponer del rendimiento en pi-
ñón de todos los candidatos en todos los años, no se
ha analizado este parámetro en el presente estudio.
Tampoco se ha estudiado la variación temporal de la
producción, debido a la escasa longitud de las series.
Con el objetivo de estudiar la relación entre el ta-
maño del árbol y su producción de piña, a principios
de 2002 se ha realizado la medición de las siguientes
variables biométricas de cada ramet:
Gi: sección del tronco sobre corteza por encima
del punto de injerto como estimador del área foliar de
la copa del injerto, suponiendo una relación lineal con
la sección de albura funcional en la base de copa (Wa-
ring et al., 1981),
Gb: área basal (sección del tronco en su base co-
rrespondiente al patrón), como variable relacionada
con el tamaño del conjunto injerto/patrón (sistema ra-
dical),
Hi: altura del punto de injerto,
Ht: altura total del árbol.
Análisis estadístico y formulación del modelo
de producción individual
Se establecieron diferentes modelos lineales para la
producción individual de piña, expresada como la su-
ma de las cuatro cosechas P=
Σ
(PCi) [kg] y tras una
transformación logarítmica para lograr la homocedas-
ticidad de la variable y de los residuales. Tras unos aná-
lisis de factor único para cada variable independien-
tes (CLON, Gb, Gi, Hi, Ht) sobre la variable de
respuesta LNP = ln(P+1), se partió de un modelo li-
neal generalizado (GLM) con dos variables indepen-
dientes: un efecto fijo de cada clon y una única varia-
ble cuantitativa.
Para estimar la variación debida a la localización
del árbol en la parcela se probaron diferentes enfoques:
en primer lugar, se utilizó como variables categóricas
el BLOQUE del diseño experimental y, alternativa-
mente, la posición de cada árbol por FILA y COLUM-
NA de la parcela. No obstante, ninguno de los dos mo-
delos recogía adecuadamente la variación espacial ob-
servada. Además, las dos últimas variables no estaban
previstas en el diseño experimental original, ni esta-
ban equilibradas respecto a la variable CLON que re-
presenta la proporción de la variación debida a efec-
tos genéticos. La solución finalmente adoptada es un
modelo que incluye las autocorrelaciones espaciales
mediante un método iterativo de ajuste, basado en el
principio del método de Papadakis (1937, cit. en Loo-
Dinkins, 1992). Este autor propuso en los inicios de la
estadística aplicada a ensayos agronómicos ajustar el
valor estimado de cada unidad experimental median-
te la resta de la media de los residuos de las unidades
vecinas, técnica modificada por Wilkinson et al. (1983,
cit. en Loo-Dinkins, 1992) y Pichot (1993, cit en Pra-
da, 1999). El proceso consiste en introducir en cada
paso iterativo la media móvil del valor residual del mo-
delo anterior en una ventana de 3x3 (las 8 plantas ve-
cinas directas de cada árbol), como covariable en la
formulación del siguiente modelo. Al modelo inicial
ln(PCj+1) =
η
j+
ε
j(1)
donde:
PCj- kg de piña cosechada del árbol j en 4 años,
η
j- valor predicho para el árbol j,
ε
j- error residual,
se incluye en la primera iteración la media de los va-
lores residuales de los 8 vecinos directos,
ln(PCj+1) =
η
j+
β
1MA1j +
ε
j(2)
donde
β
1- efecto lineal de la covariable MA1(media
móvil de residuos del modelo inicial).
En la segunda iteración se añade un factor MA2, etc.
Se repite este paso con los residuos de cada nuevo mo-
delo obtenido, hasta que el proceso converja y los va-
lores residuales dejen de aportar variación espacial sig-
nificativa. Estos ajustes iterados del modelo no
influyen en la pendiente de la regresión para la cova-
riable cuantitativa, sino solamente afectan a las esti-
maciones del efecto fijo clonal y, sobre todo, reducen
152 S. Mutke Regneri et al. / Invest. Agrar.: Sist. Recur. For. (2003) 12 (1), 149-157
Tabla 1. Producción de piña de los primeros años en el banco clonal «Cataluña Litoral»
Cosecha 1997/98 1998/99 1999/2000 2000/2001 Media
NC - Nº piñas 1.290 3.528 829 2.051 1.925
PC - kg piñas 144 887 134 383 387
PC/NC - peso medio [kg] 0,112 0,251 0,161 0,187 0,201
NC/593 - piñas por ramet 2,2 5,9 1,4 3,5 3,2
PC/593 - kg por ramet 0,243 1,496 0,225 0,645 0,652
gradualmente el error residual hasta un ruido blanco
aleatorio.
De esta manera, se consigue una estimación lineal
insesgada del valor de mejora de cada clon en base a
los datos transformados de producción de cada ramet,
que minimiza los errores cuadráticos mediante el pro-
cedimiento matricial GLM (best linear unbiased esti-
mation, B.L.U.E.). El cumplimiento de las hipótesis de
partida, especialmente de la normalidad, incorrelación
y homocedasticidad de los valores residuales una vez
eliminadas las correlaciones espaciales, se ha com-
probado gráficamente.
Resultados
La relación directa que existe entre la variable de
cosecha analizada PC y el área del fuste por encima
del injerto (Gi) o a nivel del suelo (Gb) muestra una
heterocedasticidad asociada al valor de la variable res-
puesta sin transformar (figura 2), que se resolvió me-
diante la transformación logarítmica de estas variables
en los análisis posteriores.
Las dos secciones de fuste están muy correlaciona-
das entre sí (r2=97%), por lo que su inclusión como va-
riables independientes en un mismo modelo causa una
fuerte colinealidad (factor de inflación de la varianza
V.I.F.=10). Lo mismo, aunque en menor medida, pasó
con la altura del árbol, mientras que la altura del pun-
to de injerto no influyó significativamente en el com-
portamiento productivo. En consecuencia, se ha utili-
zado como única variable de tamaño del ramet el lo-
garitmo del área de fuste por encima del injerto
(ln(Gi)), por su mayor relación con el tamaño de copa
del propio injerto y por la menor aleatoriedad relacio-
nada con su menor espesor de corteza que en el fuste
del patrón. Por otra parte, el efecto del clon no resul-
tó significativo sobre las variables de tamaño estudia-
dos, debido a las grandes diferencias de desarrollo ob-
servadas entre las réplicas de cada clon en diferentes
bloques (datos no incluidos), por lo que la inclusión
del tamaño como covariable en el modelo es posible.
Por otra parte, un modelo de producción del ramet
que como único factor categórico tiene en cuenta su ge-
notipo ln(PC+1) = f(CLON) presenta valores residua-
les dependientes del tamaño del ramet (Gb oGi) y de
su posición (por ejemplo, la FILA longitudinal de la par-
cela), esto último debido a los efectos borde mencio-
nados, especialmente la competencia por árboles adul-
tos laterales a la fila 1, en los bloques 4-7 (figura 3).
Tampoco el diseño de bloques completos ha sido
adecuado para adaptarse a los efectos locales obser-
vados, que distorsionan la distribución de tamaño y
productividad para los ramets a lo largo de la parcela.
Siguiendo el método iterativo propuesto, para reducir
la suma de cuadrados del error, se han incluido en el
modelo cuatro medias móviles sucesivas de valores re-
siduales, hasta que los valores residuales de este quin-
to modelo obtenido dejaron de mostrar una correla-
ción significativa con la media de sus vecinos:
Producción de piña de clones de P. pinea 153
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
0 100 200
Gi
Producción de piña [kg]
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
0 100 200 300
Gb
Figura 2. Total de las cosechas de piña 1997/98 a 2000/01 (PC). A) En relación al área del fuste por encima del injerto (Gi). B) En
relación a la sección basal del fuste (Gb).
A B
ln(PCj(i)+1) =
λ
CLONi +
α
ln(Gij(i)) +
Σ
4
β
kMAkj(i) +
ε
j(i)
(3)
donde:
PCj(i) - kg de piña cosechada del ramet jdel clon ien
4 años
λ
CLON i - efecto fijo del clon i
α- efecto lineal del área sobre injerto Gi del ra-
met j(i) [cm2]
β
k- efecto lineal de la covariable MAkj(i)(k4, me-
dia móvil de residuales)
ε
j(i) - error residual del modelo o ruido blanco
Todos los efectos del modelo eran altamente signi-
ficativos (tabla 2), explicando más del 90% de la va-
riación total observada entre los ramets (r2ajustado a
los grados de libertad 0,89). El factor que más varia-
ción explicada aporta al modelo que ya integre a los
demás factores (estimada por su suma de cuadrados ti-
po III) es el tamaño del árbol (ln(Gi)), muy por de-
lante de los otros efectos de la parcela (MAn) y de la
componente genética (CLON) (tabla 2)2.
Como efecto colateral, los factores iterativos de co-
rrelación espacial MAn, al eliminar sucesivamente las
correlaciones espaciales, homogeneizan y reducen
también las diferencias entre filas, columnas o bloques
(representando la figura 4 este último caso), pero ya
no mediante la postulación de un modelo discreto de
efectos fijos, sino como covariable en el modelo ma-
tricial.
También conviene recordar que los factores aditi-
vos a escala logarítmica son multiplicativos a escala
154 S. Mutke Regneri et al. / Invest. Agrar.: Sist. Recur. For. (2003) 12 (1), 149-157
-2
0
2
0123456
LNG
-2
0
2
0 5 10 15 20
FILA
Figura 3. Tendencias de los valores residuales de un modelo de producción sin ponderar ln(PC+1) =f(CLON). A) vs. el logarit-
mo del área por encima del injerto (LNG =In(Gi)). B) vs. la fila longitudinal de la parcela.
A B
Tabla 2. Análisis de varianza de ln(PC+ 1) y sumas de cuadrados Tipo III
Fuente de variación S.C. g.l. C.M. F-ratio
A) Análisis de varianza de ln(PC+ 1)
Modelo 145,647 94 1,54944 51,68 ***
Error residual 14,9293 498 0,02998
Total (Corr.) 160,577 592
B) Sumas de Cuadrados Tipo II
CLON 25,8952 89 0,2910 9,71 ***
ln(Gi) 65,5755 1 65,5755 2.187,42 ***
MA1 37,6017 1 37,6017
MA2 19,6842 1 19,6842
MA3 8,7214 1 8,7214
MA4 0,1864 1 0,1864
Error residual 14,9293 498 0,02998
Total (Corr.) 160,577 592
2La suma de las sumas de cuadrados del tipo I (secuencial) atribuidas a las correlaciones espaciales MAi, es de 37,7, menos que
la mitad de la suma de cuadrados de ln(Gi), 77,1.
real, es decir, el valor estimado para cada clon no se
suma, sino se multiplica con el valor predicho de co-
secha del ramet. La media general de este efecto era
de 1,16, y el rango de las medias varía entre clones
desde 0,402 (clon 30) hasta 1,608 (clon 21).
Discusión
El valor práctico de los resultados para una selec-
ción de materiales de base para producir púas desti-
nadas al injerto se limita a una primera evaluación pro-
visional de los genotipos hasta que se disponga de
series más largas de producción. Pero los resultados
dan una primera idea de la variación de producción
presente entre árboles de un banco clonal y permiten
estudiar las fuentes de variación significativas, espe-
cialmente el componente genético. Las sumas de cua-
drados de la tabla 2.b muestran que para este objetivo
ha sido esencial ponderar la producción mediante una
covariable que represente el tamaño del árbol y elimi-
nar las correlaciones espaciales, para evitar un sesgo
no deseado entre clones.
El efecto significativo de la media móvil de los su-
cesivos valores residuales de vecinos hasta la cuarta
iteración, expuesta como el modelo válido en el apar-
tado anterior, indica que las autocorrelaciones espa-
ciales no tienen un alcance mayor que cuatro plantas.
El método iterativo empleado es de sencilla aplicación
mediante una hoja de cálculo o una rutina en cualquier
lenguaje de programación, aunque carece de la pro-
fundidad de un análisis geoestadístico completo (v.g.
Goovaerts, 1997). Su uso se justifica en la medida que
las correlaciones entre plantas vecinas no se conside-
raron un objeto de estudio, sino como meras distor-
siones de los resultados del ensayo que se pretendían
eliminar del error de estimación. El modelo lineal ob-
tenido es válido, con una variación residual aleatoria,
distribuida normalmente alrededor de su promedio ce-
ro. La restante variación no explicada por el modelo
se debe, entre otras causas, a los valores de aquellos
árboles que no se habían liberado hasta el presente año
de las ramas del patrón (datos no incluidos): éstas en
ocasiones habían entrado en competencia lateral con
la copa del injerto, por lo que el número de ápices do-
minantes potencialmente floríferos de éste no se co-
rrespondía ni con el potencial del genotipo ni con el
tamaño del injerto.
Si en base a estos resultados se quisiera constituir
ya una población de mejora clonal depurada, se podría
proponer en un principio reducirla a aquellos 44 clo-
nes cuya LSM no se diferencia significativamente del
mejor clon, aunque de todos los candidatos solamen-
te el mejor está significativamente por encima de la
media general. Otro criterio consiste en truncar el ran-
go de candidatos en un valor oportuno, para propagar
en las próximas campañas de injertado sólo un núme-
ro reducido de los mejores clones. Por ejemplo, el cri-
terio LSM >1,4 reduce la selección a los 9 mejores ge-
notipos. Como estos son de momento los candidatos
más firmes para constituir la futura selección de ma-
teriales de base para producir material vegetativo de
reproducción de categoría controlada, se ha iniciado
en la campaña de injertado de 2002 la multiplicación
del material disponible de estos nueve clones, tanto
para su mejor caracterización en nuevas parcelas co-
mo para poder satisfacer futuras demandas de su ma-
terial vegetativo. En el futuro, se actualizará cada año
esta selección —y el modelo en el que se basa— con
los datos adicionales de la nueva cosecha del banco.
Por otro lado, se ha incluido en la selección a propa-
gar algún clon de comportamiento mediano como tes-
tigo que permita evaluar la superioridad de los clones
seleccionados.
Para comparar el método propuesto de estimación
insesgada con una evaluación en base a los valores de
producción no ponderados por covariables, criterio uti-
lizado en los trabajos anteriormente citados de selección
en ensayos clonales de la especie (Abellanas et al.,
1997; Sada et al., 2000), en la figura 5 se reflejan
para la parcela estudiada la producción absoluta por
ramet y la media ajustada de la variable estudiada
ln(PC+1) de los clones ordenados por el rango según
Producción de piña de clones de P. pinea 155
-0,3
-0,2
-0,1
0,0
0,1
0,2
0,3
Bl 1 Bl 2 Bl 3 Bl 4 Bl 5 Bl 6 Bl 7
Res 1 Res 2 Res 3 Res 4 Res 5
Figura 4. Valores residuales promedios por bloques (Bl) de los
sucesivos modelos. 1: incluyendo ningún factor de corregir la
correlación espacial. 2: incluyendo MA1. 3: incluyendo MA1
y MA2, etc., hasta 5: modelo que elimina las autocorrelaciones
del error (ecuación 3).
el valor de la segunda variable. También se muestra el
peso medio de una piña, que en los nueve clones se-
leccionados es similar o superior al promedio total (200
g), excepto para uno de ellos (167 g). Este parámetro,
así como las variables referentes al piñón (rendimien-
to piña/piñón, tamaño medio de piñón, etc.) deben ser
estudiados y tenidos en cuenta en una futura evalua-
ción más exhaustiva para caracterizar los clones can-
didatos a materiales de base controlados.
La figura 6 contrasta los rangos de los clones según
su producción en peso absoluto por ramet (ordenada)
contra el rango según los resultados del modelo pre-
sentado (abscisa). En ambos gráficos se observa fuer-
tes desviaciones entre las curvas, debidas a los efec-
tos de las covariables tamaño y posición espacial, lo
que subraya la importancia de evaluar los genotipos
ensayados en un modelo insesgado para una selección
eficaz.
Finalmente, un criterio de selección adicional con-
siderado en los dos citados trabajos es la variación en-
tre ramets del mismo clon y entre años. La principal
fuente de variación parece fundamentalmente relacio-
nada con el tamaño o vigor de cada árbol, según indi-
can los resultados del presente trabajo. La segunda va-
riación debe ser estudiada mediante su análisis como
serie temporal, ya que las cosechas del mismo ramet
no son una muestra independiente. En este análisis in-
teresará evaluar: a) la tendencia general (ascendente
en los primeros años de entrada en producción de la
parcela, estableciéndose posteriormente por la entra-
da en competencia con el cierre de copas); b) posibles
autocorrelaciones negativas con cosechas anteriores
(vecería); c) efectos ambientales entre años (heladas
tardías, suma de precipitaciones, etc.). En este senti-
do, el futuro análisis de series más largas de producción
de las parcelas injertadas aportará mucha más infor-
mación que un simple ranking de los candidatos, al
permitir avanzar en la modelización y comprensión de
los procesos implicados en la producción de fruto, en
combinación con estudios complementarios que en la
actualidad se desarrollan sobre la fenología y la con-
formación de copa de los árboles injertados.
Conclusiones
Factores como la situación (competencia con otros
árboles) y el tamaño del árbol influyen en la producción
individual de piña de Pinus pinea. Un análisis de da-
tos de producción absoluta por árbol que no tuviese
en cuenta éstas u otras posibles fuentes de variación
que resultaran significativas correría el riesgo de pre-
156 S. Mutke Regneri et al. / Invest. Agrar.: Sist. Recur. For. (2003) 12 (1), 149-157
0
1
2
3
4
5
6
21
22
54
33
68
24
83
55
50
29
72
2
16
66
71
43
19
63
14
41
7
56
45
0,0
0,1
0,2
0,3
LSM PC PC/NC
Figura 5. Valores de la producción de piña por ramet de 90 clones. Abscisa: CLON (ordenado por LSM). Escala izquierda: LSM,
media ajustada de la variable transformada In(PC+ 1); PC, suma de cuatro cosechas de piña (kg). Escala derecha: PC/NC, peso
medio de una piña (kg).
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
0 102030405060708090
Rango según LSM
Rango según PC
Figura 6. Relación del rango de los clones candidatos evalua-
dos según diferentes criterios. LSM: media ajustada según el
modelo lineal generalizado. PC: cosecha de 4 años (kg).
sentar fuertes sesgos en sus resultados. En el caso es-
tudiado, se ha podido establecer un modelo de pro-
ducción que estima como factor fijo el valor medio de
cada genotipo, ajustado por el tamaño del ramet y por
las correlaciones observadas entre árboles vecinos.
Agradecimientos
Los autores agradecen la dedicación del personal del
centro Puerta de Hierro encargado de la gestión de las
parcelas. Miren del Río y dos revisores anónimos han
mejorado el trabajo con sus comentarios. La aportación
de Sven Mutke está financiada por una beca predoctoral
F.P.U. del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
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Producción de piña de clones de P. pinea 157
... Many authors have looked at cone production and seed yield as a marker for plasticity. In 2003, Mutke et al. [66] reported that when evaluating cone yield for a Spanish clonal bank with the intent of selecting candidate genotypes, the authors found that there were no notable differences between populations. Their results showed that cone production was not dependent on population and that for the same location, it was impossible to Many authors have looked at cone production and seed yield as a marker for plasticity. ...
... Their results showed that cone production was not dependent on population and that for the same location, it was impossible to Many authors have looked at cone production and seed yield as a marker for plasticity. In 2003, Mutke et al. [66] reported that when evaluating cone yield for a Spanish clonal bank with the intent of selecting candidate genotypes, the authors found that there were no notable differences between populations. Their results showed that cone production was not dependent on population and that for the same location, it was impossible to select an improved genotype. ...
... Two years later, Mutke et al. (2005) consolidated their study on cone yield and found that cone size and productivity had a low degree of genetic determination (17%). This, in turn, justifies their previous findings [66], where no differences were detected between genotype candidates for this characteristic. ...
Article
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Stone pine (Pinus pinea L.) has received limited attention in terms of genetic research. However, genomic techniques hold promise for decoding the stone pine genome and contributing to developing a more resilient bioeconomy. Retrotransposon and specific genetic markers are effective tools for determining population-specific genomic diversity. Studies on the transcriptome and proteome have identified differentially expressed genes PAS1, CLV1, ATAF1, and ACBF involved in shoot bud formation. The stone pine proteome shows variation among populations and shows the industrial potential of the enzyme pinosylvin. Microsatellite studies have revealed low levels of polymorphism and a unique genetic diversity in stone pine, which may contribute to its environmental adaptation. Transcriptomic and proteomic analyses uncover the genetic and molecular responses of stone pine to fungal infections and nematode infestations, elucidating the defense activation, gene regulation, and the potential role of terpenes in pathogen resistance. Transcriptomics associated with carbohydrate metabolism, dehydrins, and transcription factors show promise as targets for improving stone pine’s drought stress response and water retention capabilities. Stone pine presents itself as an important model tree for studying climate change adaptation due to its characteristics. While knowledge gaps exist, stone pine’s genetic resources hold significant potential, and ongoing advancements in techniques offer prospects for future exploration.
... .com/navegar/, UTM ED-50 X 436160-436500 Y 4478730-4479260, Huso 30), como también a un efecto lateral por la cercanía de arbolado adulto (Mutke et al., 2003b). La evaluación insesgada de los genotipos en un ensayo de campo presenta dificultades cuando aparecen fuertes diferencias entre zonas de la parcela que repercuten en los rasgos estudiados: Si no se cumple la supuesta homogeneidad de cada bloque en la que se basa el diseño original del ensayo, se invalidan las hipótesis de base para su correcto análisis estadístico según este pre-blocking, al atribuirse las diferencias ambientales dentro del bloque a un efecto inflado del genotipo o a una interacción incongruente de genotipo por bloque (Loo-Dinkins, 1992; Hamann et al., 2002; Zas, 2006). ...
... Mutke et al., 2005a; Calama y Montero, 2007). Así, en una evaluación anterior del Banco 1 se incluyó en el modelo de producción individual de piña como covariable la sección de fuste, para descontar el efecto del muy desigual tamaño de los árboles sobre la producción (Mutke et al., 2003b). Este planteamiento de evaluar la productividad relativa a un árbol de tamaño medio presupone la ausencia de correlación genéticas entre producción y tamaño del árbol (Kjaer y Wellendorf, 1997). ...
... No obstante, se usó en cada banco como covariable de la producción de piña la variable de tamaño de mayor correlación lineal con la misma: la sección del injerto en 2003 (Banco 3), su logaritmo (Banco 4) o el primer componente principal (el único significativo) de los tres valores de sección (Bancos 1 y 2). Fue necesario recurrir en los dos bancos más antiguos a esta variable sintética por el coeficiente de forma (conicidad) heterogéneo de sus fustes basales, resultado del retraso en la poda para eliminar las ramas del patrón portainjerto (Mutke et al., 2003b). Al descontar el efecto de esta variable, se evaluó la productividad ajustada a las diferencias ambientales en el tamaño, obteniendo así un valor de mejora para cada genotipo que integra su superioridad productiva, tanto si se debe a un tamaño medio mayor de sus ramets o a que estos asignen a igual tamaño más recursos a las estructuras reproductivas que otros clones (Mutke et al., 2005a ). ...
Article
Full-text available
Though stone pine is currently a genuine forest tree of Mediterranean ecosystems, its use as grafted orchards crop for its edible pine nuts is potentially feasible. Therefore, genetic improvement of the species has been undertaken by several Spanish forest administrations, establishing in the Nineties experimental clonal orchards by grafting scions from plus trees, selected for their outstanding cone yield in pine forests of the main Spanish provenance regions. This paper analyses the coming into production of four clonal trials located at the National Forest Breeding Centre "Puerta de Hierro", Madrid. The four different-aged orchards showed a strong, synchronized masting habit. Estimations are given for the degree of genetic determination of cone production and for clonal improvement values. Due to the presence of strong size-yield correlations and spatial autocorrelations, genetic parameters were estimated by an individual tree cone-yield model adjusted for environmental tree size differences and for correlations between nearest neighbours (NN). The degree of genetic determination H-2, estimated in less than 20% without adjustments, reached 30-38% adjusting for environmental size variation and 45-73% after spatial adjustment, with parallel increments in clonal improvement values and expected genetic gain. The results allow rogueing the four clone banks, progressing in the domestication of the stone pine as nut crop.
... Cuanta mayor importancia se dé a la producción de piñas, más precoces deberían ser los raleos (Borrero, 2004). Mutke et al. (2003) concluyen que la situación (competencia con otros árboles) y el tamaño del árbol son factores relevantes que infl uyen en la producción individual de piña. ...
Article
El trabajo presenta antecedentes sobre Pinus pinea y Pinus sibirica, sus requerimientos ecológicos, su manejo e importancia económica, y sobre el mercado mundial de los piñones de pino, y los cambios que se han registrado principalmente relacionados con los piñones de Pinus sibirica. El trabajo concluye que es una especie potencialmente interesante y atractiva de ser evaluada como opción productiva para la Patagonia Chilena
... En cuanto a modelos de producción de piña, a partir de las primeras cosechas de piña del banco clonal de la Cataluña litoral, instalado en 1989 en el Centro Nacional de Mejora Genética Forestal (CNMGF) Puerta del Hierro de Madrid, se desarrollaron varios modelos de producción de piña del árbol individual (Mutke et al., 2003;Mutke et al., 2005) para estimar el valor de mejora de cada clon (Mutke et al., 2007). ...
Book
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Guía de gestión de masas y plantaciones de pino piñonero en el espacio POCTEFA como síntesis de los documentos producidos en el proyecto Interreg Quality pinea. Incluye un contexto del ámbito, una estimación de la producción y de los mercados y las directrices de gestión apropiadas para maximizar la producción de piñon en un marco de gestión forestal multifuncional.
... Cuanta mayor importancia se dé a la producción de piñas, más precoces deberían ser los raleos (Borrero, 2004). Mutke et al. (2003) concluyen que la situación (competencia con otros árboles) y el tamaño del árbol son factores relevantes que influyen en la producción individual de piña. ...
Article
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RESUMEN El rubro alimentario de los países desarrollados muestra una tendencia creciente de consumo de productos sanos, naturales y en lo posible de origen orgánico. Un fruto seco de gran interés y que cumple con estas características es el piñón del pino, que se ha cosechado desde tiempos antiguos, previos a la cultura romana y greca, y que ha constituido parte de la dieta básica de indígenas norteamericanos y europeos. Existen alrededor de 30 especies de pinos que producen semillas comestibles, pero sólo algunas presentan relevancia a nivel comercial, siendo las más importantes Pinus gerardiana, que produce el llamado piñón pakistaní o indio; Pinus koraiensis, productor del piñón chino; Pinus sibirica, que produce el piñón ruso o siberiano; y Pinus pinea, que produce el piñón mediterráneo. El resto de los piñones de pino comestibles presenta relevancia principalmente a nivel local, donde constituyen un alimento tradicional. En el marco del proyecto de I&D Innova Chile “El piñón comestible del pino (Pinus pinea), un negocio atractivo para Chile” en ejecución desde el 2008 y hasta el 2012, por parte del Instituto Forestal (INFOR) junto a varios asociados del sector privado, se está estudiado la distribución, desarrollo y productividad del Pinus pinea en Chile, así como el mercado nacional e internacional de su piñón, que es el fruto seco más caro del mercado internacional. Esta especie, comúnmente conocida como pino piñonero o pino mediterráneo, y en inglés como stone pine, vive unos 200 años, alcanza 20 a 30 m de altura, y tiene una copa en forma de paragua cuando adulto. En el interior de sus semillas está el piñón, un fruto comestible de sabor muy agradable, apreciado como alimento, tanto en forma directa como para elaborar preparaciones dulces y saladas. Los resultados obtenidos por el estudio a la fecha indican que el desarrollo y potencial de la especie en la zona centro y centro sur del país son promisorios, y que puede desarrollarse una industria especializada que genere un producto de alto valor, orientado a nichos de mercado consolidados y en expansión, elásticos en términos de cantidad, ya que pueden consumir tanto como se produzca, e inelásticos en términos de precios, ya que aún con aumentos significativos de la oferta la reducción del precio sería marginal. Paralelamente a esta especie, el Pinus sibirica es una especie de porte majestuoso, que vive unos 800 años, que resulta interesante para ser evaluada en la zona sur del cono sur, donde pinos aptos a estas condiciones climáticas se dan bien, y donde además se requieren opciones productivas atractivas desde el punto de vista socioeconómico. Aunque la investigación realizada sobre las propiedades medicinales de los piñones de pino no es abundante, numerosos autores consideran que los piñones del pino siberiano producen un aceite de alto valor medicinal, usado para curar una serie de enfermedades, tanto en forma interna (reduce la presión sanguínea, incrementa la resistencia del sistema inmune, etc.) o externa, para una serie de desordenes dermatológicos. Estos piñones contienen los ácidos grasos poli insaturados pinolénico (Omega 6), linoleico (Omega 6) y linolenico (Omega 3), y se comercializan en EEUU para estimular la proliferación celular, prevenir la hipertensión, reducir el contenido de lípidos y azucares de la sangre y para inhibir reacciones alérgicas. Adicionalmente a los usos que se les da en gastronomía y medicina, el aceite de piñón se usa en cosmética; su valor es de US70140/L,aunquesehanregistradopreciosdehastaUS 70-140/L, aunque se han registrado precios de hasta US 500/L. Los piñones del pino siberiano son un producto forestal no maderero gourmet con un mercado de US 100 millones en EEUU, donde se subestima su importancia comercial, por lo que los rodales no se manejan para la producción frutal. Paralelamente, sobre el 80% de los piñones de pino consumidos en dicho país son importados, principalmente de Rusia, país donde la demanda interna se ha elevado rápida y significativamente en los últimos años, por lo que no puede ser considerado como un proveedor estable para cubrir la demanda norteamericana. La escasez mundial de piñones de pino hace recomendable reevaluar la importancia económica y ecológica de los bosques de pinos piñoneros, considerando la posibilidad de establecer huertos especializados en sistemas frutícolas (huertos con plantas injertadas que homogeneízan, incrementan y adelantan la producción, y facilitan su manejo y cosecha), agroforestales o forestales. El trabajo presenta antecedentes sobre ambas especies, sus requerimientos ecológicos, su manejo e importancia económica, y sobre el mercado mundial de los piñones de pino, y los cambios que se han registrado principalmente relacionados con los piñones de Pinus sibirica. El trabajo concluye que es una especie potencialmente interesante y atractiva de ser evaluada como opción productiva para la Patagonia chilena. Palabras Clave: Pino piñonero, Pinus pinea, Pinus sibirica, piñones de pino, Pine nuts, Stone Pine, Siberian Pine. SUMMARY Food trends on developed countries show an increasing consumption of healthy, natural and possibly organic products. A dried fruit of great interest and that complies with these characteristics is the pine nut, which has been harvested from ancient times, since before the Roman and Greek culture, and that have constituted part of the basic diet of North American and European aborigines. There exist 30 species of pines that produce edible seeds, but only some of them are relevant commercially, being the most important Pinus gerardiana, which produces the so called Pakistani or Indian pine nut; Pinus koraiensis, producer of the Chinese pine nut; Pinus sibirica, which produces the Russian pine nut; and Pinus pinea or Stone Pine, which produces the Mediterranean pine nut. The rest of the edible pine nuts have some relevance principally at a local level, where constitute a traditional food. In the frame of the R&D project "Edible pine nuts (Pinus pinea), an attractive business for Chile” running from 2008 until 2012 and executed by the Chilean Forest Institute (INFOR) with several partners of the private sector, it has been studied the distribution, development and productivity of Pinus pinea in Chile, as well as the domestic and international market of its pine nut, which is the most expensive dried fruit in the international market. This species, commonly known as stone pine, lives approximately 200 years, reaches 20 to 30 m of height, and has an umbrella shape when adult. Inside his seeds there is the pine nut, an edible and tasty fruit, highly valued as food, both for direct consumption or for the elaboration of sweet and salty preparations. The results obtained by the study to date indicate that the development and potential of the species in the central southern area of the country are promissory, and that its cultivation can sustain the development of a specialized industry which could generate a high value product oriented to market niches consolidated and in expansion, elastics in terms of quantity, can consume any quantity produced, and inelastic in terms of prices, since still with significant increases of the production the reduction of the price would be marginal. Parallel to this species, Pinus sibirica, a species of majestic dimension, which lives approximately 800 years, could be an interesting species to be evaluated in the southern area of the South America cone, where climatic conditions match and where there are requests for productive attractive socioeconomic options. Even though investigations done on medicinal properties of pine nuts are not abundant, numerous authors consider that Siberian Pine nuts produce an oil of high medicinal value, used to treat a series of diseases, both through an internal use (it reduces blood pressure, it increases the resistance of the immune system, etc.) or externally, for a series of dermatological disorders. Its pine nuts contain poli unsaturated fatty acids such as pinolenic acid (Omega 6), linoleic (Omega 6) and linolenic (Omega 3), and are commercialized in the USA to stimulate the cellular proliferation, to prevent hypertension, to reduce the content of blood lipids and sugar and to inhibit allergic reactions. Additional to its uses in gastronomy and medicine, the pine nut oil is used in cosmetics; its price is of US 70-140/L, though prices have reached up to US500/L.Pinenutsareagourmetnontimberforestproduct(NTFP)withamarketofUS 500/L. Pine nuts are a gourmet non timber forest product (NTFP) with a market of US 100 million in the USA, where its commercial importance is underestimated and so stands are not managed for fruit production. Over 80% of pine nuts consumed in that country are imported, mainly from Russia, country where the domestic demand has risen rapidly and significantly over the last years; for this reason it shouldn’t be considered a stable supplier to satisfy the North American demand. The world shortage of pine nuts makes advisable to reassess the economic and ecological importance of the pine nut forests, considering the possibility of establishing specialized fruit orchards (orchards established with grafted plants for fruit homogenization, for higher productivity and easy of management and harvest, and for anticipating nut production), agro forestry and forest. The work presents information on the world market of the pine nuts, changes that have been detected mainly related to pine nuts of Pinus sibirica, and describes the ecological requirements of P. pinea and P. sibirica, as well as its management and economic importance. The work concludes that Pinus sibirica is a potentially interesting and attractive species to be evaluated as a productive option for the Chilean Patagonia.
... Desde entonces se han hecho pequeñas plantaciones experimentales en nuestro país, pero pocas veces se ha hecho un seguimiento continuado de la producción de piña, motivo por el cual es difícil encontrar información sobre producción de piña transcurridos 10-15 años desde la realización de los injertos. Recientemente se han desarrollado bastantes trabajos orientados a determinar la producción de piña y la rentabilidad financiera de plantaciones injertadas de alta productividad y huertos semilleros (Abellanas et al., 2000;Catalán, 1990;Mutke et al., 2000a;Sada et al., 2000;Mutke et al., 2003). ...
... BLAND and ALTMAN, 1996). A similar degree of genetic determination for logscaled cone productivity (H 2 = 0.18) was found in another Stone-pine clone bank at nine years (MUTKE et al., 2003b). Genetic correlations of cone yield with mean cone weight, seed output and seed weight were found to be weak but significantly positive (r = 0.27, 0.38 and 0.17, respectively). ...
Article
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In spite of the use of the edible kernels of Stone pine (Pinus pinea L.) gathered from Mediterranean pine forests, the species remains a genuine forest tree that has never been domesticated as an orchard crop. In the last decades, some efforts have been made to select valuable genotypes for exploring the possibilities of Stone pine as an orchard crop. The present paper characterizes the cone yield of a grafted clone bank in order to elucidate the relevance of genetic and environment factors for seed-yield quantity and quality and for sequential transition rates of the development from pollinated conelets to ripe cones. Individual tree size and cone yield were separated in their genetic and environmental components, in order to estimate phenotypic, genetic and environmental correlations. A statistical model for log-transformed individual cone yield was adjusted, ranking the tested genotypes by their estimated clonal value after adjustment for tree size covariables. The degree of genetic determination for adjusted cone yield was estimated in 15%, the expected genetic gain by selection of the top 10% of tested genotypes would be 12%. Genetic correlation between genetic values for cone yield and cone and seed size were weak but significantly positive (r = 0.27 and 0.17), hence the lack of trade-offs between crop quantity and quality will allow a combined selection.
... Desde entonces se han hecho pequeñas plantaciones experimentales en nuestro país, pero pocas veces se ha hecho un seguimiento continuado de la producción de piña, motivo por el cual es difícil encontrar información sobre producción de piña transcurridos 10-15 años desde la realización de los injertos. Recientemente se han desarrollado bastantes trabajos orientados a determinar la producción de piña y la rentabilidad financiera de plantaciones injertadas de alta productividad y huertos semilleros (Abellanas et al., 2000;Catalán, 1990;Mutke et al., 2000a;Sada et al., 2000;Mutke et al., 2003). ...
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III. TRATAMIENTOS CULTURALES III.1. LIMPIAS III.2. CLAREOS III.3. ACTUACIONES SOBRE LA REGENERACIÓN ANTICIPADA III.4. CLARAS III.4.1. Programación de claras III.4.2. Tipos de claras III.4.3. Edad de iniciación de la clara III.4.4. Peso de la clara III.4.5. Número final de pies III.4.6. Rotación III.4.7. Número de claras III.4.8. Claras en masas naturales y repoblaciones densas III.5. PODAS III.5.1. Poda de fuste III.5.2. Poda de olivación III.5.3. Efecto de la posa en el crecimiento en altura y diámetro III.5.4. Efecto de la poda en la producción de piña III.6. FERTILIZACIÓN Y RIEGOS III.7. RECOLECCIÓN DE PIÑA
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Recent studies have highlighted the substantial economic value of non-wood products obtained from Mediterranean forests. Despite their relevance to forest management, few studies have analysed the economic impacts of such agroforestry activities and their contribution to the economic development in those areas where they are found. In this paper, we estimate the economic impacts of a small-scale pine nut cooperative that has emerged close to stone pine Pinus pinea L. stands in southern Spain. To conduct this analysis, we employ a social accounting matrix linear model and primary data from one of the largest pine nut producing areas in the region. The results obtained show a small but positive contribution to province’s production, 0.0013%, gross domestic product, 0.0014%, and employment levels, 0.0017%, due to its own activity but also to its linkages with the remaining production sectors. This injection of income, albeit small at the provincial level, is critical to population in rural and financially deprived mountain areas.
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Pistachio (Pistacia vera L.) is a dioecious species, widely present in the Mediterranean area. Its introduction in Tunisia may have been made by Carthaginians, however other introductions were made by Romans and Arabs (Jacquy, 1973). Several species are scattered in different parts of Tunisia (Jacquy, 1973; Nabli, 1989): Pistacia terebinthus and Pistacia lentiscus grown naturally in the dorsal hill from the north-west (Ghardimaou) to the north-east (Zaghouan). Pistacia atlantica spreading from the dorsal hill on the north to the Saharian Atlas in the south with important frequency in the predesert area of the center and south of the country (Sened, Meknassy, Guettar…). Pistacia vera, the edible pistachio is found also from the north to the south with some trees four to five hundred years old (Guettar oasis) and others two hundred years old (Sfax – Mahres regions). Despite this long history, development of pistachio production in Tunisia starts only during the last 30 years.
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Variation in the unit leaf rate in trees, i.e. the weight of wood increment per unit of leaf area, arises from disproportionate changes in their rates of net photosynthesis and in the allocation of carbohydrates. Changes in unit leaf rate in response to variations in canopy density were investigated in a thinning experiment established in a 36 year-old Douglas fir forest. Tree growth was estimated from increment cores and leaf area by linear correlation with sapwood basal area. Net assimilation and mean growth of individual trees expressed as basal area and volume decreased in direct proportion to increase in canopy density from 3.6 to 12.0 m ² m ⁻² of projected leaf area. These relationships were linear with multiple correlation coefficients (r ² )≥0.97. Net stand increment, in contrast to unit leaf rate, culminated as projected leaf area approached 6 m ² m ⁻² and decreased at the higher canopy densities due to mortality. The approach developed in this paper could be applicable in predicting growth in response to various silvicultural treatments.
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En este trabajo se analiza la rentabilidad que supone el uso de plantas injertadas para las forestaciones con Pinus pinea en la provincia de Valladolid. Esta mejora tecnológica permite a las plantaciones entrar en producción de piña en poco tiempo, frente a la dilatada fase de espera en las masas tradicionales. Ante la ausencia de datos empíricos, se han realizado una serie de hipótesis sobre la producción futura de estas masas injertadas. Esta información constituye la piedra angular sobre la que se han calculado el turno óptimo y la rentabilidad de estas plantaciones. Como alternativas, se han estimado las rentabilidades en el caso de que no se adoptara la mejora tecnológica del injerto al reforestar con la especie, o de que se mantuviera el cultivo agrícola aquí descrito. Bajo las hipótesis base se espera una renta perpetua anual entre 72.000 y 114.000 ptas / ha, frente a 17.000 ptas / ha en el caso de la cebada en secano subvencionada.
Mejora genética de Pinus halepensis Mill. en la Comunidad Valenciana
PRADA M.A., 1999. Mejora genética de Pinus halepensis Mill. en la Comunidad Valenciana. Tesis Doctoral ETSIM, UPM, Madrid.
Statistica for Windows (Computer Program Manual)
  • Statsoft Inc
STATSOFT Inc., 1999. Statistica for Windows (Computer Program Manual). StatSoft, Inc. Tulsa, OK.
Selección clonal de Pinus pinea L. para la producción de piña: diseño preliminar de un método de selección
  • Cuadros S Navarro R
  • Butler I J Monteagudo F
  • López J Bastida F
ABELLANAS B., OLIET J.A., CUADROS S., NAVARRO R., BUTLER I., MONTEAGUDO F.J., BASTIDA F, LÓPEZ J., 1997. Selección clonal de Pinus pinea L. para la producción de piña: diseño preliminar de un método de selección. Cuadernos de la SECF 5, 157-168.
Plantaciones de Pinus pinea en zonas calizas para producción precoz de piñón
CATALÁN G., 1990. Plantaciones de Pinus pinea en zonas calizas para producción precoz de piñón. Ecología 4, 105-120.
Programa de Mejora Genética de Pinus pinea
IGLESIAS S., 1997. Programa de Mejora Genética de Pinus pinea. Cuadernos de la SECF 5, 217-224.