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El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
Joaquín Beltrán Antolín
Universitat Autònoma de Barcelona
España constituye un territorio de frontera para las diásporas de Asia
Oriental en su asentamiento de Europa Occidental. Es decir, hasta hace
muy poco tiempo su presencia era bastante marginal en comparación
con otros países europeos y sólo recientemente, y especialmente, en el
caso chino, el volumen de su población ha aumentado de un modo sig-
nificativo hasta el punto de que en estos momentos la comunidad china
por sí sola representa a la mitad de todos los asiáticos en España (Beltrán,
2006). Pero no siempre fue así. En el pasado, hasta 1981, los japoneses
superaban a los chinos y estos últimos no se distanciaron claramente de
ellos hasta cinco años después; por su parte, los surcoreanos siempre fue-
ron menos numerosos que los japoneses.
España ha representado tradicionalmente un apéndice para la expan-
sión de las comunidades de Asia Oriental en Europa, y es precisamente
este concepto de expansión, asociado al de diversificación de intereses y
riesgos junto al establecimiento en un territorio virgen, el que se
encuentra detrás de las conexiones de España con Europa, configuran-
do el nodo español de las diásporas de Asia Oriental cuyos miembros
todavía mantienen vínculos activos con sus coétnicos o con sus propias
empresas en otros países europeos. No obstante, aunque el factor de
expansión de sus intereses y negocios ha sido determinante para el
impulso del asentamiento inicial, también España ofrecía una serie de
peculiaridades que atrajeron a sectores específicos de asiáticos-orienta-
les. Por ejemplo, el archipiélago de las Canarias se convirtió en la sede
de la flota pesquera atlántica surcoreana, algo que otros países europeos
no podían ofrecer, y como consecuencia allí se encuentra establecida la
principal concentración de surcoreanos de España, cuyas vidas giran
fundamentalmente en torno a las actividades pesqueras. Otra peculiari-
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dad es la calidad del arte español que ha atraído a artistas (pintores,
escultores, músicos) que venían a conocer de cerca las obras maestras
(Velázquez, Goya) y a estudiar en las facultades de Bellas Artes y en
escuelas de música y baile (flamenco), por ejemplo. Es curioso cómo
esta atracción es común a chinos, japoneses, coreanos y taiwaneses, y
aunque España no es capaz de competir con la meca artística de Fran-
cia e Italia que suponen el destino preferente para el mundo artístico
oriental, se ha ganado un espacio por sí misma desde la década de los
cincuenta (Beltrán y Sáiz 2002, 2003).
El exotismo español vende bien en Asia Oriental. Toros, flamenco y
arquitectura singular (Gaudí) estereotipan la imagen del país que ha visto
la llegada de turistas procedentes de la zona, japoneses sobre todo, y
ahora se pretende lograr una cuota del futuro turismo chino hacia Euro-
pa. Este exotismo queda bien reflejado en los parques temáticos cultura-
les dedicados a España que se han construido en Japón y en Corea del
Sur, igual que en España hay parques culturales con atracciones chinas.
Pero ese es otro tema distinto al que ahora nos ocupa, a saber, la presen-
cia de asiáticos-orientales en España y los vínculos que mantienen con
sus diásporas.
Durante mucho tiempo un número significativo de asiáticos llegó a
España después de haber estado en algún otro lugar, bien fuera un país
europeo o de otro continente, y todavía continúa sucediendo aunque en
menor proporción y a pesar de que ahora cada vez son más los que nacen
aquí (9.027 chinos, 293 surcoreanos y 177 japoneses y 27 taiwaneses del
total de los que poseen permiso de residencia a 31 de marzo de 2006 han
nacido en España). Chinos nacidos en Francia, Reino Unido, Italia, los
Países Bajos; japoneses nacidos en Europa o en Brasil y Perú; coreanos de
Argentina o de Estados Unidos, etc. El hecho de haber nacido en un ter-
cer país supone una conexión diaspórica per se, aunque lo más significa-
tivo, sin duda, es el fenómeno de la reemigración (doble, triple, etc.),
pues las personas suelen mantener lazos (familiares, de amistad, econó-
micos, etc.) con los lugares donde estuvieron previamente. Incluso, a
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102 Documentos CIDOB, Asia
veces, España ha sido un lugar de paso a la espera de acceder a otros des-
tinos preferidos, pero esta circunstancia cada vez es menor (Beltrán,
2004, 2006).
A España llegaron surcoreanos que abandonaban el trabajo en las
minas de Alemania una vez cumplido su contrato (véase la contribución
a este volumen de Park Hwa-Seo), país que firmó un acuerdo bilateral
para facilitar este flujo de mano de obra coreana hacia Europa; otros lle-
garon expandiendo sus empresas textiles con base en Argentina y en
California. La movilidad china resulta paradigmática, abriendo restau-
rantes en las zonas españolas de atracción del turismo internacional para
una clientela extranjera en la primera fase de su expansión, con capital
procedente de países del norte de Europa donde ya estaban asentados
(véase la contribución de Pieke en este volumen; Beltrán, 2005b). Tam-
bién desde Francia e Italia han llegado más recientemente con activida-
des empresariales relacionadas con el textil, calzado, venta de comida
china e incluso servicios tales como peluquerías.
Otro tipo de movilidad es la que caracteriza a los
cargos ejecutivos de ele-
vado nivel
de las empresas multinacionales (transnacionales) japonesas y
surcoreanas que han invertido y se han establecido también en España. En
este caso suele tratarse de estancias temporales y rotatorias que forman parte
de la carrera profesional de los implicados. La empresa envía y cambia a sus
trabajadores de lugar de acuerdo a sus propios intereses y estrategias. Así, es
habitual encontrar japoneses que llegan a España después de haber pasado
tres años en Alemania y al cumplir su misión española son enviados a cual-
quier otro lugar del mundo donde la empresa tenga filiales, antes de retor-
nar definitivamente a su país tras el periplo internacional. Alrededor de
estos altos ejecutivos se ha establecido toda una serie de servicios para faci-
litar su estancia en cualquier lugar del mundo que incluye desde servicios
de traducción a inmobiliarios, restaurantes, escuelas para sus hijos, que a su
vez están gestionados por japoneses, estos sí que asentados de un modo más
permanente en España (véase la contribución de Paul White a este volu-
men; Valls Campá, 1998).
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
103Número 13, 2006
Existe otro segmento de las comunidades de Asia Oriental compuesto
por
estudiantes que en algunos casos pueden llegar a constituir una parte
importante del total de su población como en el caso taiwanés y japonés.
Japón siempre fue el país asiático con más estudiantes en España con gran
diferencia sobre el resto, aunque en el año 2003 fue superado por la rápi-
da ascensión de China. De hecho, los máximos alcanzados por las diferen-
tes comunidades, con la excepción de China, datan de hace unos años y
todavía no se han recuperado después de la bajada que experimentaron
después de 1998 (Taiwan), 1999 (Japón) o 2001 (Corea del Sur). La expli-
cación se encuentra en los efectos secundarios de la crisis económica asiá-
tica de 1997-1998, por un lado, y en la crisis de seguridad que se produjo
a escala global tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001: de 2001 a
2002 las tarjetas de los estudiantes procedentes de Japón, Corea del Sur y
Taiwan en España se recortan casi a la mitad en todos los casos, y aumen-
tan únicamente las de China (Beltrán y Sáiz, 2003, 2005).
Gráfico 1. Tarjeta de estudiantes extranjeros en vigor
Japón
Corea Sur
China
Taiwan
0
200
400
600
800
1.000
1.200
1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
332
290
333
487
471
901
960
1.101
1.035
1.045
566
613
804
155
81
134
126
85
186
194
238
252
256
132
170
201
104
55
89
107
78
167
209
240
249
395
647
759
130
110
104
114
116
174
200
169
171
172
86
129
178
Joaquín Beltrán Antolín
104 Documentos CIDOB, Asia
España aún no constituye un polo de atracción sugerente para los
estudiantes de Asia Oriental que prefieren con una gran diferencia ir
a otros países del norte de Europa. En este sentido también es un polo
marginal y tardío para las diásporas asiáticas. No obstante, la vincula-
ción entre la salida del país por motivos de estudios y la migración de
mano de obra en ocasiones resulta muy estrecha y, de cualquier modo,
los estudiantes forman una parte importante de las comunidades de
migrantes, los cuales trabajan ocasionalmente en sus negocios o se
transforman ellos mismos en empresarios al finalizar o antes de acabar
sus estudios.
El nodo español de las diásporas asiáticas se configura como un
espacio de frontera para emprendedores que proceden de diferentes
lugares. España es un lugar virgen para la expansión de algunas activi-
dades empresariales ya experimentadas en otras localizaciones con
éxito. En este sentido, la dinámica y los flujos de población y de su
asentamiento varían de acuerdo a cada una de las comunidades.
Con la excepción de China, un fenómeno que ha afectado de un
modo desigual a los procedentes de Japón, Corea del Sur y Taiwan es
el
repliegue, la pérdida de efectivos de sus comunidades como conse-
cuencia de la crisis económica asiática de 1997-98. Taiwan es el país
más afectado ya que está perdiendo población desde 1997. Japón bajó
en 1999 y no recuperó su volumen de 1998 hasta el año 2004. Corea
del Sur, aunque muestra una lenta tendencia a la recuperación, toda-
vía no ha alcanzado su población del año 2000.
Con la excepción de la vitalidad de la comunidad china que crece a
un ritmo extraordinario, el estado general del resto de las comunida-
des de Asia Oriental es de pérdida, estancamiento y/o lento creci-
miento, siendo el caso más evidente el de Taiwan que ha pasado de
630 residentes en 1996 a 353 en la actualidad.
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
105Número 13, 2006
Tabla 1. Extranjeros con permiso de residencia
1976 1981 1986 1991 1996 1997 1998 1999
China 541 758 2.455 6.482 10.816 15.754 20.690 24.693
Japón 546 812 1.355 2.601 2.998 3.070 3.613 3.478
Corea Sur 1.506 1.684 1.613 1.639 1.971
Taiwan 542 630 519 612 506
2000 2001 2002 2003 2004 2005 31/03/06
China 28.693 36.143 45.815 56.086 71.881 85.745 91.400
Japón 3.136 3.259 3.428 3.536 3.800 3.851 3.896
Corea Sur 2.129 2.064 1.975 1.991 2.039 2.103 2.084
Taiwan 411 416 392 388 356 347 353
Tabla 2. Nacionalizados españoles
1980- 1990- 2000 2001 2002 2003 2004 1980-
1989 1999 2004
China 365 1.189 240 263 308 396 318 3.079
Corea Sur 103 238 57 53 67 94 84 696
Japón 35 27 9 10 6 6 s.d. 93
Fuente: Elaboración propia a partir del IEE y Anuario de Migraciones.
Tabla 3. Empadronados en España por país de nacimiento, nacionalidad y
sexo. A 1 de enero de 2006
Total Española No española
Ambos Varones Mujeres Ambos Varones Mujeres Ambos Varones Mujeres
sexos sexos sexos
China 99.003 51.825 47.178 9.648 1.617 8.031 89.355 50.208 39.147
Japón 4.936 2.120 2.816 546 253 293 4.390 1.867 2.523
Corea 2.873 1.320 1.553 514 291 223 2.359 1.029 1.330
Fuente: Avance del Padrón a 1 de enero de 2006 (Datos Provisionales). INE
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es la adquisición de la nacio-
nalidad
española; la mayoría de los nacionalizados continúan siendo miem-
bros efectivos de sus comunidades, a menudo ocupan las posiciones de
liderazgo por ser las personas que más tiempo llevan residiendo en el país
y/o más oportunidades han tenido de ascender en la escala socioeconómi-
Joaquín Beltrán Antolín
106 Documentos CIDOB, Asia
ca. La ciudadanía/nacionalidad es un concepto flexible, un factor de prag-
matismo y no tan sólo de arraigo.
Las tablas 2 y 3 proceden de fuentes estadísticas diferentes y los datos
registrados no son exactamente equivalentes. No obstante, la impor-
tancia de las mismas radica en tratar de determinar el volumen del seg-
mento de población que ha nacido en Asia y se ha nacionalizado
español. La tabla 2 registra las concesiones de nacionalidad y la tabla 3
contabiliza a los nacidos en Asia que poseen nacionalidad española. La
nacionalidad se concede habitualmente tras una residencia de 10 años
en España, al casarse con un nacional español o, finalmente, por haber
nacido en España y solicitar la adquisición de la nacionalidad; no se
trata de un proceso automático. La cifra del padrón sobre las mujeres
nacidas en China y nacionalizadas españolas refleja el fenómeno ini-
ciado en 1997 de las adopciones internacionales procedentes de ese
país que ya suman más de 6.000 y en su mayoría afecta a niñas. Este
segmento de población añade mayor complejidad a la construcción de
la etnicidad e identidad asiático-oriental en España, aspecto que no
vamos a analizar aquí. Por su parte, tanto Japón como Corea tienen un
poco más de 500 personas que han nacido allí y ahora tienen naciona-
lidad española. La dificultad de estos datos es que no distingue el ori-
gen étnico de los nacionalizados, y se mezclan los étnicamente asiáticos
con los hijos de expatriados españoles que nacieron en esos países, cuyo
volumen es realmente pequeño
21
.
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
107Número 13, 2006
21. Otra de las dificultades del padrón es que a menudo no registra las bajas y/o existen
registros repetidos de una misma persona en diferentes lugares. Sería necesario depu-
rar las repeticiones y las bajas, y mientras no se haga de una forma sistemática y co
Los datos disponibles sobre este fenómeno sólo están desagregados para los asiáticos
de China y Japón en un estudio que registra la totalidad de los nacidos entre 1996 y
2004. Véase,
Boletín Estadístico de Extranjería e Inmigración, nº 8 (abril 2006).
Tabla 4. Nacidos en España según nacionalidad de la madre y del padre.
Total acumulado durante el período 1996-2004
Nacionalidad padre Nacionalidad madre
Total Español Misma % Española Misma %
nacionalidad nacionalidad
China 10.164 525 9.323 91,73 222 9.323 96,25
Japón 641 408 169 26,37 122 169 52,81
Fuente: Boletín Estadístico de Extranjería e Inmigración, nº 8 (abril 2006). OPI-MTAS.
En cuanto a los matrimonios mixtos y los hijos nacidos de los mismos,
síntoma de mestizaje e hibridación, se puede afirmar que la incidencia es
pequeña con respecto al total de nacimientos que se producen de padres-
madres chinas, contrastando con el caso japonés
22
. Durante el período
1996-2004, de 10.164 niños/niñas nacidos de padre o madre chinos, en
más del 90% de ambos casos la nacionalidad del cónyuge era también
china. De hecho, China posee la tasa más elevada de todas las nacionali-
dades de acuerdo a estas variables, tan sólo superada por Gambia en el
caso de que la nacionalidad del padre sea la misma que la de la madre
(92,94%, frente al 91,73% para China). Por el contrario, para el caso
japonés tan sólo el 26% de los padres eran japoneses y el 53% de las
madres eran japonesas, hecho que indica una elevada tasa de hijos naci-
dos de matrimonios mixtos, a pesar de lo modesto de las cifras. En este
sentido, se puede afirmar que los miembros de la comunidad japonesa
son más propensos a mezclarse que los de la comunidad china.
Al tener en cuenta la distribución por sexo y edad de las tres comuni-
dades asiáticas aquí analizadas se observa que mientras que la china posee
un mayor número de hombres residentes que de mujeres (sólo el 45%
del total de su población son mujeres) para los casos de Taiwan (57%),
Japón (56%) y Corea del Sur (53%) las mujeres sobrepasan en número
a los hombres. Este dato es muy significativo pues muestra una de las
características y peculiaridades de estos países capitalistas avanzados y
ricos: Japón es todavía la segunda potencia económica mundial y Corea
Joaquín Beltrán Antolín
108 Documentos CIDOB, Asia
del Sur y Taiwan son países de reciente industrialización con unas eco-
nomías muy potentes y niveles de vida relativamente altos. Muchas
mujeres jóvenes con elevado nivel educativo se lanzan a la aventura inter-
nacional, y buscan una experiencia que les aleje temporal o permanente-
mente de una sociedad patriarcal muy ritualizada en cuanto a los roles de
género. Es importante señalar que la edad de contraer matrimonio con-
tinúa elevándose en estos países. Cada vez la población se casa a una edad
más tardía o incluso comienza a optar por no casarse. La “huida” al
extranjero constituye una alternativa a la que se recurre progresivamente
con más frecuencia (Kelsky, 1999, 2001), especialmente las mujeres de
un nivel educativo más elevado. De este modo en España destacan los
matrimonios mixtos de mujeres japonesas, taiwanesas y surcoreanas con
hombres españoles o de otra nacionalidad, frente al caso chino que toda-
vía no se encuentra de un modo generalizado en la misma tesitura, aun-
que también el segmento de mayor nivel educativo es el que muestra un
mayor número de matrimonios mixtos.
Con respecto a la estructura por edad, la comunidad china se caracte-
riza por una elevada proporción de jóvenes, equivalente al promedio de
la población española (17%), igual que la surcoreana y en contraste con
la japonesa que baja al 11%. En este aspecto también quedan reflejadas
las distintas expectativas de los padres de acuerdo al estado de sus res-
pectivos regímenes demográficos: Japón se caracteriza por el rápido enve-
jecimiento de la población y por la escasa tasa de fertilidad y de
natalidad. A este comportamiento maduro, correspondiente a una tran-
sición demográfica superada hace tiempo, se acerca progresivamente Tai-
wan y Corea del Sur, aunque todavía el número de hijos con los que
cuentan supera a Japón. Además, con la excepción de China con una
edad media para sus residentes de 29 años, el resto de las comunidades
se caracterizan por un promedio de edad de sus residentes relativamente
elevado: Corea del Sur (36 años), Japón y Taiwan (ambas con 40 años).
Otra característica común de las comunidades diaspóricas es el interés
y los medios que destinan para mantener sus lenguas de origen. Chinos,
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
109Número 13, 2006
japoneses, surcoreanos y taiwaneses han creado escuelas para la enseñan-
za de sus lenguas maternas oficiales y en el caso japonés su escuela inclu-
so imparte el mismo currículum que en Japón (Beltrán y Sáiz, 2002,
2005). Las diásporas se caracterizan tanto por su adaptación más o
menos intensa allá donde se establecen como por el mantenimiento de
sus lenguas y rasgos culturales básicos. Ese es al menos el interés de la
generación mayor, aunque no siempre lo consiguen. En España ya exis-
te una generación compuesta por hijos de migrantes asiáticos que han
nacido y se han escolarizado en el sistema educativo español, algunos de
ellos analfabetos en su lengua materna, aunque su volumen es todavía
pequeño. Los padres están muy preocupados por las carencias de sus
hijos en sus lenguas maternas.
Ampliando horizontes: el nodo chino
En estos momentos la comunidad china es la que más crece y la que
más dispersa está por toda la geografía del Estado español. Cuantos más
son, más dispersos están, a pesar de los fenómenos de visibilización
(debido a su considerable volumen) que se acentúan en determinadas
concentraciones espaciales de negocios o residenciales. La comunidad
china está muy diversificada en cuanto a sus actividades económicas, y
ha salido de sus nichos económicos étnicos donde dominan o controlan
la propiedad y/o mano de obra de las empresas (restauración, talleres de
confección, por ejemplo). Han diversificado sus inversiones hacia otras
actividades comerciales: tiendas de ropa, de regalos, de calzado, colma-
dos, fruterías. También han aumentado los negocios de servicios desti-
nados a satisfacer sus necesidades, es decir, para una clientela propia:
supermercados de comida china, locutorios, estudios de fotografía, joye-
rías, cibercafés, asesorías, autoescuelas, etc. Y finalmente se han inserta-
do en sectores del mercado laboral general como en la construcción,
industria agroalimentaria, de embalajes, etc. donde los empleadores son
españoles y no chinos (Beltrán, 2005b; Sáiz 2005a, 2005b).
Joaquín Beltrán Antolín
110 Documentos CIDOB, Asia
La comunidad china en España se diferencia del resto de los países
europeos porque la mayoría de sus miembros proceden del distrito de
Qingtian, localizado en el sureste de la provincia de Zhejiang, y ha alcan-
zado una proporción cercana al 70% del total. No obstante, también se
encuentra en conexión con Europa como manifiesta la llegada y el asen-
tamiento de nuevos flujos de orígenes muy diversos: Fujian, Shandong,
y del noreste de China (Jilin especialmente). Además cuenta con peque-
ñas comunidades de Shanghai, Beijing, Hong Kong y Guangdong, así
como de otros lugares (Henan, Hebei, Anhui, Yunnan, etc.). Un ejem-
plo de esta diversificación es la llegada de chinocoreanos (chosunjok), es
decir, pertenecen a minoría nacional coreana de China y en ocasiones
trabajan aquí para empleadores coreanos (véase la contribución a este
volumen de Park Hwa-Seo).
España ya se ha convertido en un destino importante para la diáspora
china por las oportunidades que ofrece a sus miembros. Si durante un
tiempo para algunos chinos España era una tierra de paso antes de alcan-
zar otros destinos preferidos, ahora ya constituye por sí misma un desti-
no deseable, y no tan sólo para el segmento comunitario hegemónico
procedente de Qingtian-Wenzhou. En otros trabajos se ha señalado la
importancia para el establecimiento inicial en España dentro del sector
de la restauración de los chinos previamente establecidos en países de
Europa del norte (Beltrán y Sáiz, 2002; Beltrán 2005a). Estas personas
que llegaron en la década de los setenta a menudo ya contaban con la
nacionalidad de los países europeos donde residían y desarrollaban sus
intereses económicos. Otros, con el paso del tiempo, han acabado adop-
tando la nacionalidad española, por lo que resulta difícil rastrear su volu-
men. No obstante, a partir de trabajos de campo cualitativos, se registra
una y otra vez las conexiones y vínculos familiares y de amistad transna-
cionales que todavía perduran y siguen activos entre los miembros de la
comunidad china, a menudo manifestados en las propias trayectorias
migratorias personales: se tienen parientes o se ha estado trabajando pre-
viamente en lugares como Italia, Francia, Países Bajos, Reino Unido, Ale-
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
111Número 13, 2006
mania, Brasil, etc. antes de asentarse en España. A partir de los datos del
padrón continuo (1 de enero de 2006) se constata mínimamente este
fenómeno de acuerdo a la estadística de chinos empadronados en Espa-
ña y nacidos en Italia (141), Francia (68), Países Bajos (28), Portugal
(26), Alemania (21); según otro cruce de variables de la misma fuente
estadística de los que tienen nacionalidad china han nacido en el Reino
Unido 276, en los Países Bajos 73, en Argentina 43, en Alemania 31, en
Estados Unidos 22, en Francia 21, en Portugal 19, en Canadá 16 y en
Italia 12.
Lo modesto de las cifras anteriores no debe ocultar el fenómeno aquí
analizado, pues como ya se comentó, muchos han acabado adquiriendo
la nacionalidad española con el paso del tiempo o poseen de entrada la
nacionalidad de sus países de asentamiento antes de llegar y establecerse
en España, por lo que se difumina su rastreo estadístico. Las conexiones
transnacionales y diaspóricas han sido clave en determinados momentos
de la historia del asentamiento chino en España, y todavía continúan
operando en muchos casos.
La comunidad china, muy heterogénea en su interior, ha pasado a
dominar el paisaje humano asiático en España. Ellos constituyen por sí
solos la mitad de todos los asiáticos. La rápida y constante ampliación del
volumen de su población ha provocado fenómenos como la salida de sus
nichos económicos étnicos tradicionales y su inserción en el mercado
laboral general en competencia directa con nacionales y extranjeros de
otros orígenes, circunstancia relativamente novedosa en el caso español,
pues hace una década todavía se circunscribían básicamente a su trabajo
dentro del nicho étnico. El aumento del volumen de su población tam-
bién ha provocado el fenómeno de concentraciones residenciales en
zonas urbanas específicas de las grandes ciudades, especialmente relevan-
te y visible cuando la concentración es de negocios, bien en determina-
das calles o en determinados polígonos industriales. Su inserción en el
sector de la construcción y de la industria agroalimentaria como obreros
sin cualificar también resulta novedoso.
Joaquín Beltrán Antolín
112 Documentos CIDOB, Asia
Una comunidad envejecida y la entrada de sangre nueva: los
coreanos
La comunidad coreana se encuentra tradicionalmente asentada en las
islas Canarias donde tiene la base el centro de la flota pesquera atlántica
de su país y la mayoría de sus residentes allí está en relación con esa acti-
vidad. Otras importantes localizaciones son las de Madrid y Cataluña,
lugares del asentamiento de sus multinacionales con cargos ejecutivos de
elevado nivel, de modo similar al caso japonés. A pesar de esta concen-
tración por estos dos factores clave (pesca y multinacionales), existe otro
segmento de la población coreana muy disperso y encuadrado en la ense-
ñanza de artes marciales. Son dueños de gimnasios repartidos por toda la
geografía española que datan de la década de los setenta.
La crisis asiática de 1997-1998 afectó a la sociedad y economía corea-
nas, circunstancia que se refleja en la disminución de los efectivos de su
población en España. La crisis supone que se sale menos al extranjero o
se buscan destinos más rentables para sus intereses. El cierre de filiales de
empresas multinacionales coreanas en España que han trasladado su pro-
ducción o centro de operaciones a otros países de Europa (Oriental),
América (México, Argentina, Chile) o Asia (fundamentalmente China),
ha supuesto una desinversión y disminución de la presencia de ejecuti-
vos expatriados, circunstancia especialmente notable en zonas como
Cataluña.
La comunidad coreana es una comunidad envejecida; las nuevas entra-
das son escasas y corresponden básicamente a los estudiantes y a las
mujeres jóvenes que buscan una experiencia internacional, así como a los
chosunjok, o coreanos con nacionalidad china. Es precisamente este
grupo el que más está creciendo en los últimos tiempos y el que de algún
modo revitaliza al colectivo coreano, aunque una vez más, su relevancia
estadística pasa desapercibida pues los datos, cuando existen, registran la
nacionalidad (china) y no la etnicidad (coreana). Los chinocoreanos sue-
len trabajar inicialmente para otros chinos y también están comenzando
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
113Número 13, 2006
a ser empleados por surcoreanos (véase la contribución de Park Hwa-Seo
a este volumen), así como son empleados directamente por españoles en
fábricas y en el sector de la construcción fundamentalmente.
Junto a este nuevo fenómeno, también es reseñable la importancia de
las iglesias cristianas en el caso surcoreano. La fragmentación de esta
pequeña comunidad se manifiesta en la proliferación de iglesias cristia-
nas, cada una con sus propios feligreses. La iglesia constituye el centro de
articulación social comunitario básico para el nodo de la diáspora corea-
na en España. Por su parte, las conexiones transnacionales y diaspóricas
se manifiestan en una primera fase cuando llegaron coreanos que previa-
mente trabajaron en otros países de Europa (Alemania, Francia, Bélgica),
y más recientemente la llegada de coreanos procedentes de América Lati-
na (especialmente Argentina) y de Estados Unidos. A esto hay que aña-
dir los chosunjok, por un lado, y los ejecutivos temporales que rotan en
sus destinos internacionales, por otro.
Hacia la feminización de la diáspora japonesa
Finalmente, la comunidad japonesa se suele decir que está dividida en
tres partes más o menos equivalentes. La primera compuesta por ejecu-
tivos de empresas transnacionales japonesas concentradas especialmente
en Cataluña y Madrid (Valls Campá, 1998); la segunda son los estu-
diantes, aunque su volumen ha disminuido recientemente; y la tercera es
un grupo heterogéneo, que en realidad corresponde al más estable o
arraigado, donde se encuentran profesionales (arquitectos, profesores de
universidad), artistas, dueños de pequeños negocios de restauración o de
servicios para la comunidad japonesa, etc.
Varios segmentos de la comunidad japonesa coinciden con otros tan-
tos de la surcoreana: ejecutivos de elevado nivel en empresas transnacio-
nales; estudiantes; actividades económicas del sector servicios para
satisfacer las necesidades comunitarias; propietarios de gimnasios y
maestros de artes marciales; llegada de nuevos miembros de la comuni-
Joaquín Beltrán Antolín
114 Documentos CIDOB, Asia
dad procedentes de países de América. Esto significa que tienen en
común algunas pautas residenciales como la concentración en barrios de
clase alta en Madrid y Barcelona (más acusada para el caso japonés), aun-
que en otras ocasiones difieren como el asentamiento surcoreano en las
islas Canarias, especialmente en la ciudad de Las Palmas de Gran Cana-
ria, donde se ha desarrollado el único barrio con una elevada presencia
de negocios y residencia coreanas.
Con respecto a la inversión de capital de grandes empresas transnacio-
nales que ha dado lugar a un asentamiento considerable de asiático-
orientales, los primeros que llegaron en la década de los sesenta fueron
los japoneses, les siguieron los surcoreanos en los ochenta y ahora está
dando los primeros pasos la llegada de capital chino. Unos van sustitu-
yendo a otros aunque los primeros no acaban de desaparecer. En los
momentos de máxima inversión, las empresas transnacionales japonesas
dieron trabajo de un modo directo o indirecto a 135.000 españoles, aun-
que ahora se ha reducido a la mitad (70.000 puestos de trabajo todavía
dependen del capital japonés).
En el momento del cierre de algunas empresas japonesas y coreanas
durante los últimos años han surgido temporalmente sentimientos y opi-
niones xenófobas de la población general contra ellos. No obstante, el
caso más grave de xenofobia con consecuencias violentas se produjo en
un polígono industrial de Elche (Alicante) en 2004 y se dirigió contra
importadores chinos de calzado con el resultado del incendio de dos
almacenes y un camión (Cachón, 2005). La competencia económica de
China y los temores que desata recuerdan a una situación semejante que
fue cuando Japón parecía que iba a dominar el mundo con sus produc-
tos baratos y su capacidad de innovación tecnológica.
El nodo español de la diáspora japonesa se caracteriza por el constante
incremento de su feminización: el 56% de los japoneses con permiso de
residencia en 2005 eran mujeres, a los que habría que sumar la mayor
proporción de estudiantes que son mujeres frente a los hombres (Kelsky,
1999, 2001). También, a partir de los nacidos en España de madre-padre
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
115Número 13, 2006
japonés con parejas de otras nacionalidades se constata que los hijos-as
de madres japonesas superan considerablemente a los de los padres de la
misma nacionalidad. Si introdujéramos una perspectiva diacrónica se
constataría este fenómeno de la creciente feminización de la comunidad
japonesa, ya que según pasan los años la proporción de mujeres con res-
pecto a los hombres va en aumento.
Con respecto a las conexiones del nodo de la diáspora japonesa en
España con otros lugares de su asentamiento, es reseñable la llegada de
nikkeijin latinoamericanos, o personas de origen étnico japonés pero
ya nacidas (segunda generación) en el extranjero. Los nikkeijin de Bra-
sil y Perú, igual que retornan a Japón, también emigran a otros lugares
y algunos de ellos han elegido España para su asentamiento. Aquí se
produce, por lo tanto, el encuentro entre japoneses y nikkeijin latino-
americanos igual que en el propio Japón. En cierto modo, se puede
establecer un paralelismo con los surcoreanos y los chosunjok reunidos
en España.
Las diásporas de Asia Oriental en España: del exotismo/autenti-
cidad y del hermetismo/internacionalización
Una parte de los miembros de las diásporas de Asia Oriental ha
comercializado algunos aspectos de su diferencia cultural para poder
sobrevivir y prosperar en un medio ajeno. El ansia de exotismo que se
acentúa con el desarrollo de la sociedad de consumo de masas en los
países industrializados avanzados, también ha llegado a España, aun-
que en una fecha relativamente tardía. La entrada de España en la anti-
gua Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986 marcó el inicio
del rápido despegue y crecimiento acelerado del nivel de vida español
con repercusiones en el estilo de vida que afectaron desde la dieta al
ocio, entre otras muchas cosas más.
La posibilidad de comer fuera de casa fue en aumento y se convirtió
en algo habitual. Bajo estas circunstancias los restaurantes de comida
Joaquín Beltrán Antolín
116 Documentos CIDOB, Asia
china ofrecían un menú “exótico” y barato que ha tenido un gran éxito
hasta que la expansión de estos negocios ha alcanzado su punto de
saturación; desde la segunda mitad de la década de los noventa se
encuentran prácticamente presentes en todos los rincones de la geo-
grafía española. Esta experiencia exótica culinaria ha demostrado un
éxito considerable para quienes la ofrecen y ha sido explotada en todas
sus posibilidades.
La comida china de los restaurantes del mismo nombre no es exac-
tamente la misma que consumen los que la sirven. El menú más habi-
tual constituye una especie de menú internacional chino elaborado
especialmente para una clientela no china. En él no suelen incluirse los
platos típicos de la zona de origen de los propietarios de los restauran-
tes. Simplemente repiten una fórmula culinaria que ha demostrado su
éxito y la adornan de toda una parafernalia exótica: decoración de los
locales “estilo chino”, a veces se incluye una indumentaria de los cama-
reros con connotaciones chinas, etc. (Leung, 2002; Pang, 2002; Man-
nur, 2005).
La autenticidad constituye un aspecto secundario; no es el más
importante. Lo realmente crucial es la adaptación a las exigencias de
unos consumidores ávidos de exotismo, dispuestos a pagar por esta
experiencia (Lu y Fine, 1995). Además, el hecho de que la mayoría de
los restaurantes chinos ofrezcan un menú barato posibilita el acceso a
una clientela mayor que incluye a todas las clases sociales, especial-
mente a las de menos disponibilidad económica que consideran la
comida china como una posibilidad barata de comer fuera de casa algo
realmente “distinto”. Los jóvenes con pocos recursos económicos son
unos de sus mejores clientes.
Frente a la relativa impostura de los restaurantes de comida china
que ofrecen un menú chino adaptado, híbrido, que se ha convertido
en una marca étnica, los de comida japonesa y coreana desde el primer
momento han procurado ser más “auténticos” en el sentido de que su
clientela fundamental era coétnica y no la procedente de la sociedad
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
117Número 13, 2006
general. De este modo, el precio del menú coreano y japonés suele ser
mucho más caro pues su clientela a menudo posee un elevado nivel
adquisitivo (ejecutivos de alto nivel). La comida de estos restaurantes
debe ser “auténtica” para que su éxito quede asegurado. La experimen-
tación, el hibridismo, la adaptación a un imaginado gusto “exótico”
carece de sentido en este ámbito, pues lo que desean los comensales es
degustar la comida habitual a la que están acostumbrados. En la medi-
da en que su clientela es coétnica, no se vende “exotismo” con el menú,
sino que se tiende a reproducir lo más parecido a la “autenticidad”.
No obstante, cada vez es mayor el número de clientes no coétnicos
que también degustan su cocina, y se produce una selección por clase
social, ya que sólo los que disponen de un nivel adquisitivo alto pue-
den habitualmente comer en ellos. Ante este clasismo se ha producido
un fenómeno que ha revolucionado la oferta culinaria japonesa. Los
chinos se han introducido en la restauración de comida japonesa ofre-
ciendo, como es su especialidad, un menú barato, al alcance de la
mayoría de la población. De este modo, han dado salida a sus inver-
siones en el ámbito de la restauración, una actividad económica en la
que tienen experiencia y que había alcanzado el punto de saturación
comercial en su oferta de comida china. Ahora el sector de nuevos res-
taurantes de comida japonesa de menú asequible está en expansión y
disponible para todos gracias a la “impostura” china, que una vez más
se ha adaptado a las circunstancias: ante la escasez de la oferta culina-
ria japonesa, especialmente de menús económicos, han aprovechado la
ocasión y han ocupado ese hueco no explotado hasta el momento. No
obstante, también hay restaurantes de comida japonesa económicos
cuyos dueños son japoneses, pero su número es ínfimo en compara-
ción con los restaurantes de comida japonesa gestionados por chinos.
Otro aspecto de comercialización del exotismo es el relacionado con
las artes marciales. En este caso las comunidades dominantes son la
surcoreana y la japonesa, aunque también encontramos, en menor
número, a maestros y propietarios de gimnasios procedentes de China.
Joaquín Beltrán Antolín
118 Documentos CIDOB, Asia
Las artes marciales de Asia Oriental han desarrollado una clientela
considerable: judo, karate, jiu-jitsu, taekwondo, taijiquan, etc. que
comenzó en la década de los setenta con la llegada de los primeros
maestros. La evolución en España ha sido tan espectacular que el país
se ha convertido en una potencia deportiva de primera fila en judo y
otras artes marciales. Actualmente la mayoría de los gimnasios y escue-
las están dirigidos por maestros españoles, pero en la genealogía de su
enseñanza siempre aparece algún maestro oriental.
Retomando el hilo de las experiencias exóticas para el consumo, nos
encontramos con el mundo de la salud; existe una gran oferta de espe-
cialistas en prácticas médicas y terapéuticas procedentes de Asia Orien-
tal, siendo la más difundida la medicina china y, en concreto, la
acupuntura. A primera vista parece que son los chinos los únicos acu-
puntores y médicos orientales, pero es reseñable la presencia de japone-
ses y coreanos en esta actividad. La acupuntura, igual que las artes
marciales, está pasando a convertirse en patrimonio propio, pues cada
vez son más los españoles que han estudiado y ejercen como practicantes
de esta terapia. Los profesionales asiático-orientales dedicados a la salud
constituyen un segmento selecto de sus comunidades y su clientela es
tanto coétnica como española o de otros orígenes extranjeros.
Finalmente, comentar que también en el mundo de los medios de
comunicación de masas, especialmente en el audiovisual, se juega a
menudo con el exotismo/autenticidad. Con el paso del tiempo se obser-
va el incremento de rodajes y emisión de películas y teleseries donde apa-
recen personajes orientales. Los productores y directores aprovechan la
falta de sensibilidad local para distinguir la etnicidad por el aspecto físi-
co. De este modo es habitual que el papel de chinos lo desempeñen
coreanos (véase la película
Tapas, por ejemplo), o vietnamitas (película
La fuente amarilla), o al revés. También hay programas de televisión con
presentadores orientales, por ejemplo japoneses dedicados a la cocina, o
mujeres jóvenes orientales en programas presentados por mujeres. El
exotismo vuelve a aparecer y se manipula para su venta.
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
119Número 13, 2006
La marca de lo exótico procedente de Asia Oriental se ha comercia-
lizado, y ha proporcionado el medio de vida para un número signifi-
cativo de personas. En ocasiones se trata de “imposturas” inocentes y
estratégicas, de falta de “autenticidad”, aunque en el fondo ésta cons-
tituye una ilusión, pues la pureza, lo impoluto, la ausencia de mezcla,
las esencias eternas, en definitiva, son construcciones interesadas
carentes de una base real.
Otra característica de las comunidades de Asia Oriental es la imagen
que la sociedad de acogida posee de ellos, la cual contrasta con otros
aspectos de los que no se tiene conocimiento. Por ejemplo, la cerrazón,
el hermetismo, la falta de interés por la integración, son reproches
habituales que se hacen a los procedentes de Asia Oriental. En parte es
cierto y especialmente cuando nos referimos al segmento de los ejecu-
tivos de elevado nivel (japoneses y surcoreanos) dado que su estancia
es temporal y están rotando continuamente por diversos destinos. La
mayor segregación se produce en los segmentos de estas comunidades,
ya que viven en un mundo cerrado en sí mismo, de clase alta, sin cono-
cer las lenguas nativas, donde se reproduce lo más posible el estilo de
vida propio, creando comunidades aisladas, guetos cerrados con con-
tactos mínimos con la sociedad huésped (véase a contribución de Paul
White a este volumen). También en el caso de la primera generación
china se constata algunas de estas características como la dificultad
para expresarse en las lenguas oficiales del país después de muchos años
de residencia en el mismo, lo cual no supone necesariamente ni su falta
de éxito económico, ni la ausencia de movilidad social ascendente. Los
nichos económicos chinos proporcionan vías de éxito dentro de la pro-
pia comunidad lo que puede reducir el contacto con el resto de la
población al mínimo (Beltrán, 2005b).
No obstante, esta imagen generalizada y estereotipada no hace justi-
cia a la realidad experimentada por todos los miembros y los diferen-
tes segmentos de cada una de las comunidades asiáticas aquí
analizadas. La heterogeneidad interna de cada comunidad hace que
Joaquín Beltrán Antolín
120 Documentos CIDOB, Asia
nos encontremos con personas que apuestan decididamente por el
aprendizaje y dominio de las lenguas locales, por insertarse en el mer-
cado laboral general, por compartir su ocio con los nativos, etc. Los
casos más extremos de adaptación lo constituyen los matrimonios
mixtos, pero también es un síntoma de la misma la escolarización de
sus hijos en el sistema educativo español de un modo normalizado
como hacen los chinos y surcoreanos. Se apuesta por los hijos para que
realicen lo que a los padres les ha resultado más difícil: el aprendizaje
de las lenguas y el conocimiento de todos los valores y normas de com-
portamiento de la sociedad general (Beltrán y Sáiz, 2005).
También es reseñable que una parte muy importante de las empresas
de los residentes de origen chino se encuentran en el sector servicios, es
decir, son de servicio (restaurantes, tiendas) y su clientela es fundamen-
talmente local lo que significa que están en contacto cotidiano e interac-
ción continua con los miembros de la sociedad general, aunque sea en el
estrecho ámbito de las relaciones comerciales. Es necesario ser abierto
para mantener una clientela, pues en caso contrario cualquier negocio de
servicios se resentirá y fracasará (Sáiz, 2005b).
Frente a este supuesto hermetismo y cerrazón, finalmente, y vol-
viendo a las características diaspóricas de los asiático-orientales esta-
blecidos en España, es importante llamar la atención sobre las
repercusiones que tiene su presencia en la internacionalización de la
economía, sociedad y cultura españolas. Por un lado, nos encontramos
con inversiones de capital de personas procedentes del extranjero
(japoneses, surcoreanos y chinos); sus empresas pagan impuestos,
crean puestos de trabajo y generan riqueza que contribuyen al aumen-
to del PIB. Por otro, en la medida en que una parte de ellos se dedica
al comercio internacional, están contribuyendo a la internacionaliza-
ción de nuestra economía pues dinamizan la exportación e importa-
ción, así como invierten directamente o son puentes para la inversión
en el extranjero. Finalmente, España se convierte en un lugar conoci-
do y de referencia, en un lugar para visitar para muchas personas de
El nodo español en las diásporas de Asia Oriental
121Número 13, 2006
Asia Oriental. El turismo japonés forma parte ya de nuestra industria
turística desde hace años, pero el coreano y, especialmente, el chino
está en constante aumento (Light, 2005; Spaan et al., 2005; Beltrán,
2005a, 2006; Beltrán y Sáiz, 2005; Sáiz, 2005a, 2005b).
Si por un lado existe la imagen de hermetismo, por otro nos encon-
tramos con una realidad de apertura, de contacto, de vínculos y
expansión de intereses internacionales fomentados y promovidos por
la mera presencia de los asiático-orientales en España. La trayectoria
migratoria de muchos chinos, japoneses y surcoreanos nos lleva a múl-
tiples países donde han estado presentes y donde todavía cuentan con
parientes y amigos con quienes están en contacto, además de con el
retorno periódico a sus lugares de origen por motivos de ocio, nego-
cio, salud, educación, etc. En la actual fase de la globalización, el
mundo se ha hecho más pequeño y los contactos más habituales, los
viajes más frecuentes y las comunicaciones más fáciles y baratas (Bel-
trán, 2006).
Para promover la internacionalización y el turismo, los viajes y los
contactos, se ha producido un nuevo desarrollo empresarial, un sector
de actividad económico emergente en las distintas comunidades pro-
cedentes de Asia Oriental en España: nos referimos al establecimien-
to de agencias de viaje y de hoteles o casas de huéspedes gestionadas
por y destinadas a alojar asiáticos. Las agencias de viaje propiedad de
chinos, taiwaneses, japoneses y coreanos se encuentran en plena
expansión (Leung, 2005); ellos se encargan de satisfacer las necesida-
des de una clientela coétnica ofreciendo servicios en su propia lengua:
compra de billetes, guías turísticos, alojamiento, comida de acuerdo a
las preferencias de su dieta incluyendo también la “exótica” experien-
cia de degustar platos locales, etc. El auge de estas agencias simboliza
el aumento de la intensidad de la internacionalización que también va
acompañada por la creación de asociaciones mixtas hispanoorientales
cuyo objetivo primordial son las inversiones económicas mutuas, ade-
más de promocionar aspectos culturales.
Joaquín Beltrán Antolín
122 Documentos CIDOB, Asia
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