ArticlePDF Available

Abstract and Figures

Introducción: Durante la niñez es fundamental el desarrollo de prácticas saludables que definan buenos hábitos que perdurarán a lo largo de la vida. El objetivo de este estudio fue identificar las preferencias alimentarias y su variación de acuerdo con el estado nutricional de niños escolares en la Ciudad de México. Métodos: Se realizó un estudio transversal que incluyó a 1,456 niños escolares de ocho escuelas públicas en la Ciudad de México. Los niños respondieron un cuestionario autoadministrado sobre sus preferencias de 70 alimentos seleccionados, y se les realizó antropometría; los padres proporcionaron información sociodemográfica de la familia. Se evaluaron las preferencias de cada alimento con escala tipo Likert y se calcularon las frecuencias para el total de niños y por nivel nutricional. Resultados: La mediana de edad de los niños fue de 9 años. El 48.6% tuvo sobrepeso u obesidad. Los alimentos con mayor preferencia fueron frutas, pizzas, leche con sabor y papas a la francesa (fritas). Los alimentos menos preferidos fueron verduras, cereales integrales, pescado, carnes y queso panela. El agua (72%) y las bebidas azucaradas (71%) tuvieron alta preferencia. No se encontraron variaciones en las preferencias con respecto al estado nutricional. Conclusiones: El patrón de preferencias alimentarias de los niños escolares representa un riesgo para el consumo inadecuado de alimentos y para el aumento en la prevalencia de obesidad en esta población. Se requiere de intervenciones oportunas para promover un entorno alimentario saludable y que las preferencias nutricionales sean adecuadas desde edades tempranas.
Content may be subject to copyright.
Bol
Med
Hosp
Infant
Mex.
2014;71(6):358---366
www.elsevier.es/bmhim
ARTÍCULO
DE
INVESTIGACIÓN
Preferencias
alimentarias
y
estado
de
nutrición
en
ni˜
nos
escolares
de
la
Ciudad
de
México
Rocío
Sánchez-Garcíaa,
Hortensia
Reyes-Moralesby
Marco
Aurelio
González-Unzagaa,
aUnidad
de
Investigación
Epidemiológica
y
en
Servicios
de
Salud,
Centro
Médico
Nacional
Siglo
XXI,
Instituto
Mexicano
del
Seguro
Social,
México,
D.F.,
México
bDirección
de
Investigación,
Hospital
Infantil
de
México
Federico
Gómez,
México,
D.F.,
México
Recibido
el
24
de
diciembre
de
2014;
aceptado
el
29
de
diciembre
de
2014
PALABRAS
CLAVE
Preferencias
alimentarias;
Estado
nutricional;
Obesidad
infantil
Resumen
Introducción:
Durante
la
ni˜
nez
es
fundamental
el
desarrollo
de
prácticas
saludables
que
definan
buenos
hábitos
que
perdurarán
a
lo
largo
de
la
vida.
El
objetivo
de
este
estudio
fue
identificar
las
preferencias
alimentarias
y
su
variación
de
acuerdo
con
el
estado
nutricional
de
ni˜
nos
escolares
en
la
Ciudad
de
México.
Métodos:
Se
realizó
un
estudio
transversal
que
incluyó
a
1,456
ni˜
nos
escolares
de
ocho
escue-
las
públicas
en
la
Ciudad
de
México.
Los
ni˜
nos
respondieron
un
cuestionario
autoadministrado
sobre
sus
preferencias
de
70
alimentos
seleccionados,
y
se
les
realizó
antropometría;
los
padres
proporcionaron
información
sociodemográfica
de
la
familia.
Se
evaluaron
las
preferencias
de
cada
alimento
con
escala
tipo
Likert
y
se
calcularon
las
frecuencias
para
el
total
de
ni˜
nos
y
por
nivel
nutricional.
Resultados:
La
mediana
de
edad
de
los
ni˜
nos
fue
de
9
a˜
nos.
El
48.6%
tuvo
sobrepeso
u
obesidad.
Los
alimentos
con
mayor
preferencia
fueron
frutas,
pizzas,
leche
con
sabor
y
papas
a
la
francesa
(fritas).
Los
alimentos
menos
preferidos
fueron
verduras,
cereales
integrales,
pescado,
carnes
y
queso
panela.
El
agua
(72%)
y
las
bebidas
azucaradas
(71%)
tuvieron
alta
preferencia.
No
se
encontraron
variaciones
en
las
preferencias
con
respecto
al
estado
nutricional.
Conclusiones:
El
patrón
de
preferencias
alimentarias
de
los
ni˜
nos
escolares
representa
un
riesgo
para
el
consumo
inadecuado
de
alimentos
y
para
el
aumento
en
la
prevalencia
de
obesidad
en
esta
población.
Se
requiere
de
intervenciones
oportunas
para
promover
un
entorno
alimentario
saludable
y
que
las
preferencias
nutricionales
sean
adecuadas
desde
edades
tempranas.
©
2014
Hospital
Infantil
de
México
Federico
Gómez.
Publicado
por
Masson
Doyma
México
S.A.
Todos
los
derechos
reservados.
Autor
para
correspondencia.
Correo
electrónico:
marcounzaga@gmail.com
(M.A.
González-Unzaga).
http://dx.doi.org/10.1016/j.bmhimx.2014.12.002
1665-1146/©
2014
Hospital
Infantil
de
México
Federico
Gómez.
Publicado
por
Masson
Doyma
México
S.A.
Todos
los
derechos
reservados.
Preferencias
alimentarias
y
estado
nutricio
en
escolares
de
la
Ciudad
de
México
359
KEYWORDS
Food
preferences;
Nutritional
status;
Childhood
obesity
Food
preferences
and
nutritional
status
in
school-age
children
living
in
Mexico
City
Abstract
Background:
Childhood
is
a
basic
period
for
the
development
of
habits
and
their
continuation
during
the
course
of
life.
The
objective
of
this
study
was
to
identify
food
preferences
and
their
variations
according
to
the
nutritional
status
in
school-age
children
living
in
Mexico
City.
Methods:
A
cross-sectional
study
was
carried
out
including
1465
school-age
children
attending
eight
public
elementary
schools
in
Mexico
City.
Children
were
asked
to
complete
a
questionnaire
regarding
their
preferences
to
70
selected
different
foods.
Anthropometric
measurements
were
also
carried
out.
Parents
of
the
children
provided
sociodemographic
information.
For
each
food,
the
preference
was
evaluated
using
a
Likert
scale.
Frequencies
were
calculated
for
the
total
sample
and
for
different
nutritional
status
levels.
Results:
Median
age
of
children
was
9
years
old.
Forty-eight
percent
of
the
children
were
overweight
or
obese.
The
most
preferred
foods
were
fruits,
pizzas,
flavored
milk,
and
French
fries.
The
least
preferred
foods
were
vegetables,
whole-grain
cereals,
fish,
meat,
and
panela
cheese.
Plain
water
(72%)
and
sugar-sweetened
beverages
(71%)
had
a
high
level
of
preference.
There
was
no
preference
variation
according
to
nutritional
status.
Conclusions:
Food
preference
patterns
of
school-age
children
are
a
risk
for
unhealthy
food
consumption
as
well
as
for
the
increase
in
obesity
prevalence
in
this
population.
Interventions
focused
on
the
promotion
of
a
healthy
food
environment
are
necessary,
aimed
at
improving
food
preferences
from
early
childhood.
©
2014
Hospital
Infantil
de
México
Federico
Gómez.
Published
by
Masson
Doyma
México
S.A.
All
rights
reserved.
1.
Introducción
La
obesidad,
de
acuerdo
con
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS),
es
la
acumulación
anormal
o
excesiva
de
grasa
perjudicial
para
la
salud,
siendo
el
sobrepeso
una
condición
previa
a
su
desarrollo.
La
estrecha
relación
entre
ambas
con-
diciones
ha
propiciado
que
frecuentemente
se
aborden
de
manera
conjunta1.
La
prevalencia
de
obesidad
en
ni˜
nos
ha
aumentado
a
escala
mundial,
afectando
países
de
bajos
y
medianos
ingre-
sos,
sobre
todo
en
el
medio
urbano.
Se
calcula
que
en
el
2013
había
42
millones
de
ni˜
nos
con
sobrepeso
en
todo
el
mundo,
de
los
cuales
31
millones,
aproximadamente,
perte-
necían
a
países
en
desarrollo2.
De
continuar
las
tendencias
recientes,
se
estima
que
en
el
2030,
cuando
estos
ni˜
nos
sean
adultos,
el
57.8%
de
la
población
adulta
presentará
sobre-
peso
u
obesidad
en
el
mundo,
es
decir
3,300
millones
de
personas3.
En
México,
las
encuestas
de
nutrición
y
salud
realizadas
a
partir
de
la
última
década
muestran
una
creciente
prevalen-
cia
de
sobrepeso
y
obesidad;
a
nivel
mundial,
el
país
ocupó
el
primer
lugar
en
obesidad
en
ni˜
nos.
La
Encuesta
Nacional
de
Salud
y
Nutrición
2012
(ENSANUT)
reportó
prevalencias
del
19.8%
para
sobrepeso
y
del
14.6%
para
obesidad
en
ni˜
nos
escolares4.
La
alimentación
es,
en
gran
medida,
resultado
del
medio
ambiente
y
de
un
entorno
social
específico5.
Si
bien
la
alimentación
tiene
una
raíz
biológica,
representa
una
«interacción
de
influencias
ambientales,
cognitivas,
fisio-
lógicas
y
socioculturales»6.
En
un
individuo,
la
conducta
alimentaria
es
un
conjunto
de
acciones
que
establecen
su
relación
con
los
alimentos.
Los
comportamientos
frente
a
la
alimentación
se
adquieren
a
través
de
la
experiencia
directa
con
la
comida,
por
imitación,
disponibilidad
de
alimen-
tos,
ingreso
económico,
simbolismos
afectivos
y
tradiciones
culturales7.
Por
otra
parte,
la
comercialización
de
productos
de
riesgo
para
la
obesidad,
a
partir
de
una
publicidad
que
tiene
como
principal
objetivo
influir
en
las
preferencias
por
ciertos
alimentos,
provoca
la
ingesta
de
alimentos
con
alta
densidad
energética,
principalmente
por
parte
de
los
ni˜
nos8.
A
este
respecto,
se
ha
documentado
que
la
edad
pediá-
trica
es
de
fundamental
importancia
en
el
desarrollo
de
los
hábitos
de
alimentación
que
potencialmente
establecen
sus
comportamientos
durante
toda
la
vida.
Varios
autores
han
reportado
que
durante
la
ni˜
nez
se
incorporan
la
mayoría
de
los
hábitos
y
prácticas
alimentarias,
las
preferencias
y
las
aversiones,
las
cuales
están
fuertemente
condicionadas
por
el
contexto
familiar6,9,10.
Toda
esta
gama
compleja
de
factores
de
gran
relevancia
para
el
estado
nutricional,
y
que
son
particulares
de
cada
contexto
poblacional,
implica
la
necesidad
profundizar
en
el
análisis
sobre
las
preferencias
alimentarias
en
los
ni˜
nos
de
edad
escolar,
con
el
propósito
de
acercarse
a
la
com-
prensión
del
problema
de
obesidad
y
establecer
las
bases
para
el
dise˜
no
de
estrategias
para
reducirlo.
Por
lo
anterior,
el
objetivo
del
presente
estudio
fue
identificar
las
preferen-
cias
alimentarias
y
su
variación
de
acuerdo
con
el
estado
nutricional
de
ni˜
nos
escolares
en
la
Ciudad
de
México.
2.
Métodos
Se
realizó
un
estudio
transversal
durante
el
a˜
no
2013,
en
el
que
se
incluyeron
ni˜
nos
de
entre
8
y
11
a˜
nos
de
edad,
360
R.
Sánchez-García
et
al
inscritos
en
los
grados
escolares
de
cuarto
a
sexto
de
ocho
escuelas
primarias
públicas
seleccionadas
por
conveniencia
ubicadas
en
un
área
de
nivel
socioeconómico
bajo
de
la
Ciudad
de
México.
Previo
consentimiento
por
escrito
de
los
directivos,
maes-
tros
y
padres
de
familia,
y
asentimiento
de
los
ni˜
nos
elegibles
en
las
escuelas
seleccionadas,
se
les
invitó
a
responder
un
cuestionario
sobre
sus
preferencias
de
alimentos
y
a
que
se
les
realizara
una
evaluación
antropométrica.
El
cuestiona-
rio
fue
producto
de
modificaciones
a
partir
de
una
prueba
piloto.
La
versión
final
fue
autoadministrada
y
resuelta
en
las
aulas,
con
el
apoyo
del
equipo
de
investigación.
Incluyó
70
alimentos
o
productos
alimenticios
seleccionados
con
base
en
el
instrumento
de
«Frecuencia
de
consumo
de
alimentos»
----incluido
en
el
Manual
de
procedimiento
para
proyectos
de
nutrición
elaborado
en
el
Instituto
Nacional
de
Salud
Pública
de
México11 y
a
partir
de
las
observaciones
realizadas
en
el
entorno
escolar
por
el
grupo
de
investigación
y
la
verifica-
ción
del
conocimiento
de
los
escolares
del
área
de
estudio
respecto
a
los
alimentos
disponibles.
Para
evaluar
la
prefe-
rencia
de
los
alimentos,
se
utilizó
una
escala
tipo
Likert
con
las
categorías
«me
gusta
mucho»,
«me
gusta»,
«ni
me
gusta
ni
me
desagrada»,
«no
me
gusta»
y
«me
desagrada».
Adicionalmente,
se
obtuvo
información
sociodemográfica
de
la
familia
mediante
un
cuestionario
respondido
por
los
padres,
que
se
entregó
a
los
escolares
para
ser
llenado
en
sus
hogares;
la
recolección
de
los
cuestionarios
completados
se
realizó
en
cada
aula
por
parte
del
equipo
de
investigación.
Para
la
evaluación
antropométrica,
el
peso
corporal
fue
medido
utilizando
una
báscula
con
precisión
de
50
g
(SECA
modelo
803);
la
estatura
se
midió
con
un
estadímetro
con
precisión
de
1
mm
(SECA
modelo
217).
Las
mediciones
fue-
ron
realizadas
por
nutriólogas
capacitadas
conforme
a
los
lineamientos
propuestos
por
la
OMS12.
Se
utilizaron
los
cri-
terios
de
la
OMS
para
realizar
la
clasificación
del
estado
de
nutrición
peso
bajo
con
puntaje
Z<2;
normal
de
2Z
hasta
+1Z,
sobrepeso
de
+1Z
hasta
+2Z,
y
obesidad
>+2Z 13.
El
análisis
de
los
datos
de
los
cuestionarios
se
realizó
mediante
frecuencias
absolutas
y
relativas
de
cada
alimento
en
las
cinco
categorías
de
preferencia,
para
el
total
de
los
ni˜
nos
y
por
estado
nutricional
(normal,
peso
bajo,
sobrepeso
y
obesidad).
El
estudio
fue
aprobado
por
la
Comisión
Nacional
de
Investigación
del
Instituto
Mexicano
del
Seguro
Social
y
por
la
Subcomisión
de
Ética
No.
2007-785-060.
3.
Resultados
Se
evaluaron
1,456
ni˜
nos,
de
los
cuales
731
(50.2%)
fueron
de
sexo
masculino
y
725
(49.8%)
de
sexo
femenino.
La
mediana
de
la
edad
de
los
escolares
fue
de
9
a˜
nos
(min.
8
y
máx.
11);
el
19.4%
fueron
ni˜
nos
de
8
a˜
nos,
el
32.8%
tenían
9
a˜
nos,
el
32.1%
eran
de
10
a˜
nos
y
el
15.7%
de
11
a˜
nos.
Las
características
socioeconómicas
de
las
familias
se
presentan
en
la
tabla
1.
Resalta
que
la
mitad
habitaban
en
casa
de
un
familiar,
en
su
mayoría
sin
pago
de
renta
y
más
de
un
tercio
de
ellas
solo
disponía
de
una
habitación.
En
cuanto
a
bienes
y
servicios,
fue
frecuente
la
posesión
de
equipos
electrónicos
(ordenadores
y
videojuegos)
e
Inter-
net
en
el
hogar.
Solo
una
de
cada
cinco
familias
reportó
poseer
automóvil
propio.
Con
respecto
a
los
programas
de
Tabla
1
Características
socioeconómicas
de
la
familia
Datos
%
(n
=
1,456)
Propiedad
de
la
vivienda
De
la
familia 24.3
Rentada 23.8
Casa
de
familiar
sin
pagar
renta
39.2
Casa
de
familiar
pagando
renta
12.7
Tipo
de
vivienda
Casa
independiente
36
Habitación,
cuarto
38.5
Departamento
23.6
Otra
(vecindad) 1.9
Bienes
y
servicios
Televisión
99.2
Teléfono(s)
celular(es)
96.4
Computadoras
61.6
Horno
de
microondas
60.3
Videojuegos
57.9
Automóvil
propio
19.7
Internet
en
el
hogar
59.7
Programas
de
asistencia
Leche
Liconsaa36.3
Desayunos
escolares
31.1
Prosperab13.4
Beca
escolar
11.9
aAcceso
a
leche
industrializada
con
bajo
costo.
bApoyo
económico
a
familias
de
bajos
recursos.
asistencia
alimentaria
o
apoyo
económico,
al
menos
una
ter-
cera
parte
recibía
algún
apoyo
alimentario,
y
un
poco
más
del
10%
contaba
con
una
beca
escolar.
Las
familias
estuvieron
constituidas
por
padres
jóvenes,
con
una
mediana
de
edad
de
34
a˜
nos
para
la
madre
y
37
a˜
nos
para
el
padre,
aunque
algunos
cuidadores
o
responsables
fueron
los
abuelos;
el
15%
de
los
hogares
fueron
encabezados
por
madres
solteras,
y
aproximadamente
el
20%
en
ambos
padres
reportó
escolaridad
primaria.
La
mitad
de
las
madres
tuvo
trabajo
remunerado
y
el
resto
fueron
amas
de
casa,
mientras
que
más
del
90%
de
los
padres
tenía
un
trabajo
remunerado,
más
de
la
mitad
como
empleo
formal.
La
media
del
ingreso
económico
de
las
familias
de
los
escolares
fue
de
$
420.2
USD
mensuales
(IC
95%
=
401.3-439.1),
y
el
75%
de
las
familias
estaban
afiliadas
a
la
seguridad
social
o
contaban
un
algún
seguro
de
salud
(tabla
2).
Del
total
de
los
escolares
diagnosticados
mediante
el
pun-
taje
Z
del
índice
de
masa
corporal
para
la
edad,
el
49.7%
presentaron
un
diagnóstico
de
normalidad
y
el
48.6%
fue
diagnosticado
con
exceso
de
peso
corporal
para
su
edad
y
estatura
(el
24.9%
con
sobrepeso
y
el
23.7%
con
obesidad);
solamente
el
1.6%
de
los
escolares
fue
diagnosticado
con
peso
bajo.
En
el
tabla
3
se
presenta
la
distribución
del
estado
nutri-
cional
por
sexo;
el
44.3%
de
los
ni˜
nos
presentó
un
diagnóstico
de
normalidad
y
el
53.7%
tuvieron
exceso
de
peso
corporal
para
su
edad
y
estatura;
el
2.1%
de
los
ni˜
nos
fue
diagnosti-
cado
con
peso
bajo.
Con
respecto
a
las
ni˜
nas,
el
55.2%
tuvo
un
diagnóstico
de
normalidad
y
el
43.6%
con
exceso
de
peso
Preferencias
alimentarias
y
estado
nutricio
en
escolares
de
la
Ciudad
de
México
361
Tabla
2
Características
de
la
familia
%
(n
=
1,456)
Datos
de
la
madre
Edad
en
a˜
nos
(mediana,
mín.-máx.)
34
(21-51)
Estado
civil
Casada
47.6
Unión
libre
31
Soltera
14.6
No
especificado
6.8
Escolaridad
Primaria
20
Secundaria
46
Preparatoria
o
más
33.8
Ocupación
Trabajo
remunerado
Empleo
formal
Comercio
informal
Otros
50.6
25.9
7.9
16.8
Ama
de
casa 45.5
Desempleada
o
pensionada 3.9
Datos
del
padre
Edad
en
a˜
nos
(mediana,
mín.-máx.)
37
(18-55)
Escolaridad
Primaria
18.4
Secundaria
45.7
Preparatoria
o
más
35.9
Ocupación
Trabajo
remunerado
Empleo
formal
Construcción
Comercio
informal
Otros
Desempleado
o
pensionado
92.6
51.2
12.6
10.2
18.6
7.4
Ingreso
familiara(media,
IC
95%)
420.2
(401.3-439.1)
Afiliación
a
servicios
de
salud
75.4
Seguridad
social
43.8
Seguro
popular
20.4
Seguro
de
salud
privado
1.2
aMensual,
en
dólares
americanos
(USD).
100%80%60%40%20%0%
Sandía
Mango
Manzana y pera
Mandarina y naranja
Jícama
Cereal con azúcar
Pizza
Pepi
no
Melón
Leche de sabores
Zanahoria
Plátano
Gelatina o flan
Papas a la francesa (fritas)
Yakult o similares
Chocolate macizo
Lechuga
Hela
dos y pale
tas
Agua
Yogurt natural
Me gusta
mucho
(%)
Me gusta
(%)
Ni me gusta ni me desagrada (%)
No me gusta (%)
Me desagrada
(%)
Figura
1
Alimentos
con
mayor
preferencia
por
los
escolares.
corporal;
el
1.2%
de
las
ni˜
nas
fueron
evaluadas
con
peso
bajo.
Con
respecto
a
las
preferencias
de
alimentos
de
los
esco-
lares
evaluados,
se
encontró
que
los
alimentos
con
mayor
proporción
de
aceptación,
es
decir,
con
la
categoría
«me
gusta
mucho»,
fueron
principalmente
las
frutas
y
alimentos
como
pizza,
leche
con
sabor,
papas
a
la
francesa
(fritas);
las
bebidas
azucaradas
tuvieron
una
aceptación
similar
a
la
del
agua
(71
vs.
72%);
las
verduras
y
cereales
integrales
tuvieron
una
baja
preferencia
por
parte
de
los
ni˜
nos
(tabla
4).
El
análisis
de
las
preferencias
de
acuerdo
con
el
estado
nutricional
mostró
que
los
20
alimentos
que
más
gustaban
a
Tabla
3
Estado
de
nutrición
de
los
ni˜
nos
por
sexo
Estado
de
nutriciónaMasculino
(%)
n
Femenino
(%)
n
Total
(%)
n
Peso
bajo
2.1
15
1.2
9
1.6
24
Normal
44.3
324
55.2
400
49.7
724
Sobrepeso
24.8
181
25.1
182
24.9
363
Obesidad
28.9
211
18.5
134
23.7
345
Total
100
731
100
725
100
1,456
Fuente:
De
Onis
y
colaboradores13.
aEvaluado
mediante
el
índice
de
masa
corporal,
de
acuerdo
con
los
criterios
de
la
Organización
Mundial
de
la
Salud.
362
R.
Sánchez-García
et
al
Tabla
4
Preferencias
alimentarias
de
los
ni˜
nos
(n
=
1,456)
Alimento
Me
gusta
mucho
(%)
Me
gusta
(%)
Ni
me
gusta
ni
me
desagrada
(%)
No
me
gusta
(%)
Me
desagrada
(%)
1
Sandía
86.1
8.4
1.4
2.3
1.8
2
Mango
86
9.1
1.3
1.8
1.8
3
Manzana
y
pera
83.7
11.9
1.4
1.3
1.6
4
Mandarina
y
naranja 82.1
13.3
1.4
1.5
1.6
5
Jícama
81.3
10.8
2
3.2
2.8
6
Cereal
con
azúcar 80.4
12.4
2.1
2.4
2.7
7
Pizza 80.4
11.8
2.5
2.9
2.3
8
Pepino
78.6
11.5
2.8
3.7
3.4
9
Melón
78.1
12.3
2.9
3.2
3.5
10
Leche
con
sabor
77.8
14.9
2.1
2.6
2.5
11
Zanahoria
76.4
14.3
3.6
2.7
3
12
Plátano
76.4
16
3.6
2.5
1.5
13
Gelatina
o
flan
76
15.5
3.6
2.3
2.7
14
Papas
a
la
francesa
(fritas)
74.7
15.5
3.9
3.2
2.6
15
Yakult
o
similares
74.3
13.9
3.5
4.6
3.7
16
Chocolate
macizo
74
14.5
4.6
4.1
2.8
17
Lechuga
73.9
15.7
3.2
3.4
3.8
18
Helados
73.1
17.8
2.6
3.3
3.2
19
Agua
72
19.1
3.6
2.8
2.6
20
Yogurt
natural
71.6
12.8
3.3
6.6
5.7
21
Tortas
71.5
16.9
4
3.5
4.1
22
Bebidas
azucaradas
71
18.1
4.6
3.7
2.5
23
Danonino
o
similar
70.7
18.5
3.4
3.7
3.7
24
Jamón
y
salchicha
70
19.7
4.6
3.4
2.3
25
Papa
69.7
18.4
4.7
3.4
3.7
26
Tamala69.7
19.4
4
3.6
3.3
27
Papas
fritas
industrializadas
68.7
17.3
5.5
4.5
4.1
28
Dulces
suaves
68.4
18.9
4.3
5
3.4
29
Papaya
67.9
15.7
4.7
6.3
5.4
30
Pan
dulce
67.5
22
4.7
3.6
2.2
31
Hot-dogs
67.4
18.2
5
5.2
4.1
32
Sopas
instantáneas 67.1
15.7
4.7
6.2
6.3
33
Jugo
natural
67
20.2
4.3
4.6
3.9
34
Tacos
de
carneb66.9
17.3
5
6.2
4.6
35
Queso
Oaxaca
o
manchego
66.8
17.3
4.1
6
5.8
36
Galletas
dulces
65.9
20.7
5.6
4.4
3.4
37
Pastelitos
65.9
17.9
6.3
5.4
4.6
38
Hamburguesa
65.2
20.3
4.3
5.9
4.3
39
Cajeta
o
leche
condensada
65.2
17.7
5.2
6.7
5.3
40
Caramelos
macizos
64.6
19.5
6.7
4.9
4.3
41
Tortilla
de
maíz
61.9
23.9
5.2
4.7
4.3
42
Frituras
de
harina
61.7
20
7
5.8
5.6
43
Barbacoa,
carnitasc60.1
19.3
7.2
7.8
5.7
44
Tortilla
de
harina
59.8
21.4
5.8
7.2
5.7
45
Quesadillab,
tlacoyosd59.5
22.4
6.1
6.5
5.5
46
Crema
59
24.6
6.5
5.5
4.4
47
Mermelada
o
miel
58.6
19.3
7.2
7.7
7.2
48
Pollo
57.9
26.9
5.6
6.3
3.4
49
Pan
blanco
de
caja
57
26.2
6.3
6.7
3.7
50
Frijol
y
lenteja
56.3
22.2
5.8
8.7
6.9
51
Bombones
56.2
21.3
7.7
7.6
7.2
Preferencias
alimentarias
y
estado
nutricio
en
escolares
de
la
Ciudad
de
México
363
Tabla
4
(continuación)
Alimento
Me
gusta
mucho
(%)
Me
gusta
(%)
Ni
me
gusta
ni
me
desagrada
(%)
No
me
gusta
(%)
Me
desagrada
(%)
52
Nopal
54.7
19.3
5.6
9.6
10.7
53
Huevo
54
27.6
6.3
7.1
5
54
Brócoli
52.2
17.6
6.1
11.9
12.1
55
Cereal
sin
azúcar
51
25.9
8.1
9.4
5.6
56
Jitomate
50.2
18.9
7
11.4
12.5
57
Aguacate
49.6
19.1
6.1
13.8
11.4
58
Agua
con
jarabe 49.3
23.9
8.6
9.6
8.6
59
Refresco 48.6
25.2
8.5
9.1
8.5
60
Chorizo
y
longaniza
48.5
20.3
9.1
13.3
8.8
61
Atún
y
pescado
47.1
24.8
7.6
11.8
8.7
62
Queso
panelae45.8
23.5
7.7
13
10
63
Pan
integral
de
caja
43.9
24.9
9.5
12.8
8.8
64
Calabaza
42.5
21.5
9.1
14.1
12.8
65
Chayote
42.4
17.9
9.8
16.4
13.5
66
Mayonesa
41.5
26.1
10
10.7
11.7
67
Carne
de
res 39.8
25.3
11.8
15.5
7.7
68
Espinaca
35.3
16.8
9.6
20
18.4
69
Cereal
integral
31.4
20.7
14.3
18.8
14.7
70
Chicharrón
de
cerdof27
19.9
12.3
23
17.7
aMasa
de
maíz
que
puede
estar
rellena
de
carne,
chile,
verduras,
entre
otros
alimentos.
bAlimento
a
base
de
tortilla
de
maíz
con
ingrediente
extra.
cCarne
cocida
en
su
jugo
o
al
vapor.
dTortilla
de
maíz
gruesa
y
ovalada
rellena
de
algún
ingrediente
extra.
eQueso
fresco
sin
proceso
de
maduración
o
fermentación.
fFritura
de
la
piel
de
cerdo
con
o
sin
carne.
Tabla
5
Alimentos
con
mayor
preferenciaade
acuerdo
con
el
estado
de
nutrición
de
los
ni˜
nos
Normal
Sobrepeso
Obesidad
Alimento
%(n
=
724)
Alimento
%(n
=
363)
Alimento
%(n
=
345)
1
Sandía
86.4
Sandía
87.8
Mango
85.8
2
Zanahoria
86.3
Mango
85.9
Sandía
84.3
3
Manzana
y
pera
84.4
Manzana
y
pera
84.7
Mandarina
y
naranja
81.7
4
Pizza
83.7
Mandarina
y
naranja
82.3
Manzana
y
pera
80.6
5
Jitomate
82.4
Cereal
con
azúcar
81.7
Jícama
79.7
6
Mango
82.3
Jícama
80.9
Plátano
77.1
7
Mandarina
y
naranja
82.3
Leche
de
sabores
80.7
Pepino
76.2
8
Cereal
con
azúcar
81.6
Pepino
78.5
Cereal
con
azúcar
75.9
9
Papa
80.6
Pizza
78.2
Melón
75.7
10
Melón
79.4
Melón
77.3
Pizza
75.7
11
Leche
de
sabores
78.8
Zanahoria
77.1
Lechuga
73.6
12
Pepino
78
Gelatina
o
flan
75.2
Zanahoria
73.3
13
Chocolate
macizo
77.5
Plátano
74.7
Gelatina
o
flan
73.3
14
Papas
a
la
francesa
77.3
Papas
a
la
francesa
(fritas)
74.7
Yakult
o
similares
73
15
Gelatina
o
flan
77.3
Helados
73.8
Yogurt
natural
73
16
Plátano
77.2
Yakult
o
similares
73.8
Leche
de
sabores
72.7
17
Jícama
74.9
Agua
72.9
Agua
71.9
18
Yakult
o
similares
74.9
Lechuga
72.3
Papa
71.5
19
Tortas
74.7
Yogurt
natural
71.9
Helados
70.1
20
Helados
74
Bebidas
azucaradas
71.7
Papas
a
la
francesa
(fritas)
69.3
aRespuesta
a
la
opción
«me
gusta
mucho».
364
R.
Sánchez-García
et
al
Tabla
6
Alimentos
con
mayor
rechazoade
acuerdo
con
el
estado
de
nutrición
de
los
ni˜
nos
Normal
Sobrepeso
Obesidad
Alimento
%(n
=
724)
Alimento
%(n=
363)
Alimento
%(n
=
724)
1
Espinaca
18.9
Espinaca
19.7
Chicharrón
de
cerdob20.6
2
Chicharrón
de
cerdob15.6
Chicharrón
de
cerdob18.8
Espinaca
16.5
3
Cereal
integral
14.3
Jitomate
15.5
Cereal
integral
16.2
4
Calabaza
14.1
Cereal
integral
14.4
Calabaza
13
5
Brócoli
12.6
Calabaza
13.8
Chayote
12.8
6
Chayote
11.8
Chayote
13.8
Chorizo
y
longaniza
12.5
7
Mayonesa
11.7
Queso
panelac13.2
Aguacate
12.5
8
Lechuga
11.5
Brócoli
12.4
Mayonesa
12.5
9
Aguacate
11.2
Aguacate
11.6
Brócoli
11.6
10
Agua
con
jarabe
9.3
Mayonesa
11.4
Jitomate
11.3
11
Queso
panelac9.3
Nopal
10.8
Atún
y
pescado
10.5
12
Pan
integral
de
caja 9.3
Bombones
9.7
Nopal
9.3
13
Refresco 8.4
Mermelada
o
miel
9.4
Pan
integral
de
caja
9
14
Atún
y
pescado 8
Refresco
9.1
Refresco
8.4
15
Carne
de
res 8
Atún
y
pescado 8.9
Bombones
7.8
16
Frijol
y
lenteja 7.7
Agua
con
jarabe
8.8
Queso
panelac7.8
17
Chorizo
y
longaniza 7.3
Chorizo
y
longaniza 8
Sopas
instantáneas
7.5
18
Mermelada
o
miel 6.4
Pan
integral
de
caja 8
Mermelada
o
miel
7.3
19
Yogurt
natural 6.1
Queso
manchego 7.7
Carne
de
res
7.3
20
Barbacoa,
carnitas
6.1
Sopas
instantáneas
7.7
Agua
con
jarabe
7.2
aRespuesta
a
la
opción
«me
desagrada».
bQueso
fresco
sin
proceso
de
maduración
o
fermentación.
cFritura
de
la
piel
de
cerdo
con
o
sin
carne.
los
ni˜
nos
en
todos
los
grupos
fueron,
principalmente,
frutas
y
aquellos
con
elevada
cantidad
de
grasa
(pizzas,
papas
a
la
francesa
(fritas),
helados)
o
azúcar
(cereal
con
azúcar,
leche
de
sabores)
(tabla
5;
fig.
1).
Los
alimentos
con
menor
preferencia
fueron
las
verduras,
chicharrón
(piel
frita)
de
cerdo,
queso
panela
(fresco),
mayonesa,
carnes
y
pescados,
entre
otros
(tabla
6;
fig.
2).
4.
Discusión
Este
estudio
muestra
varios
hallazgos
interesantes
acerca
de
las
preferencias
alimentarias
de
ni˜
nos
en
edad
escolar.
El
primero
es
la
confirmación
del
gusto
por
el
sabor
dulce
de
los
alimentos,
y
se
demuestra
en
la
selección
de
frutas
como
los
primeros
lugares
del
mayor
gusto
y
una
propor-
ción
muy
peque˜
na
de
quienes
respondieron
no
agradarles,
así
como
de
alimentos
dulces
procesados,
como
la
leche
con
sabor,
gelatinas
y
helados,
que
también
se
encontraron
en
esos
primeros
lugares.
El
segundo
resultado
a
resaltar
es
la
preferencia
por
alimentos
con
alta
densidad
energética
y
poco
valor
nutricio,
como
pizzas
o
papas
a
la
francesa
(fritas),
dentro
de
los
20
primeros
lugares
de
los
70
alimen-
tos
evaluados.
En
tercer
lugar
destaca
la
baja
proporción
de
ni˜
nos
a
quienes
les
gustan
las
verduras
(nopal,
brócoli,
calabaza,
los
más
frecuentemente
mencionados),
las
cuales
aparecen
hasta
el
lugar
50
o
después
en
la
lista.
El
patrón
conformado
de
acuerdo
con
las
características
nutriciona-
les
de
los
alimentos
calificados
por
los
ni˜
nos
respecto
a
su
agrado
representa
un
elevado
riesgo
para
su
consumo
y,
en
consecuencia,
para
la
generación
de
sobrepeso
y
obesidad.
Actualmente,
a
escala
mundial,
se
ha
puesto
especial
interés
en
la
importancia
del
consumo
de
bebidas
azucara-
das,
entre
las
que
sobresalen
los
refrescos,
como
factor
de
riesgo
de
obesidad14.
En
México,
en
el
a˜
no
2012,
los
refres-
cos
ocuparon
el
cuarto
lugar
entre
los
«rubros
o
productos
de
consumo
cotidiano
en
los
que
los
hogares
mexicanos
gas-
taron
más
en
promedio»15,
y
se
ha
reportado
que
el
elevado
consumo
de
refrescos,
bebidas
de
fruta
y
bebidas
endulzadas
entre
adolescentes
mexicanos
está
asociado
positivamente
con
su
índice
de
masa
corporal16.
Esta
situación
ha
susten-
tado
la
implementación
de
programas
para
incrementar
el
consumo
de
agua
a
través
de
medios
masivos
de
comuni-
cación,
y
de
acciones
para
facilitar
el
acceso
a
ella
en
los
ambientes
escolares
a
través
de
la
instalación
de
bebederos,
así
como
la
sustitución
de
la
venta
de
refrescos
por
agua17.
En
el
presente
trabajo
se
identificó
una
mayor
proporción
de
preferencia
en
los
ni˜
nos
por
el
agua
(lugar
19
con
un
72%
de
menciones
«me
gusta
mucho»)
que
por
los
refrescos
(lugar
57
con
un
48.6%
de
la
misma
categoría
de
agrado).
Esto
podría
reflejar
un
resultado
favorable
de
las
estrate-
gias
dirigidas
a
mejorar
las
conductas
saludables,
aunque
las
bebidas
azucaradas
a
base
de
jugo
o
fruta
aún
siguen
en
un
lugar
elevado
de
preferencia.
La
relevancia
de
aspectos
culturales
y
sociales
que
favorecen
el
consumo
de
estos
pro-
ductos
en
ni˜
nos
escolares
mexicanos
ha
sido
documentada
recientemente18,
lo
que
evidencia
la
dificultad
de
lograr
cambios
permanentes,
tanto
del
ambiente
como
en
las
pre-
ferencias
individuales,
y
refuerza
la
necesidad
de
continuar
con
programas
sólidos
de
educación
nutricional,
así
como
de
una
regulación
sanitaria
efectiva
sobre
la
producción,
distribución
y
publicidad
de
estas
bebidas.
Preferencias
alimentarias
y
estado
nutricio
en
escolares
de
la
Ciudad
de
México
365
100%80%60%40%20%0%
Espinaca
Chicharr
ón (piel frita) de c
erdo
Cereal in
teg
ral
Chayote
Calabaza
Jitomate
Brócoli
Mayonesa
Aguacate
Nopal
Que
so panela (fresco)
Chorizo y longaniz
a
Pan
in
tegral de c
aja
Atún y pesc
ado
Agua con jarabe
Refresco
Carne de re
s
Mermelada o miel
Bombones
Frijol y lenteja
Me de
sagrada
(%)
No me gusta (%)
Ni me
gus
ta ni
me
desagrada (%)
Me gus
ta (%)
Me gusta mucho (%)
Figura
2
Alimentos
con
mayor
rechazo
por
los
escolares.
Como
complemento
de
las
preferencias,
es
importante
enfatizar
que
entre
los
20
alimentos
con
mayor
rechazo
se
encontraron
muchos
de
los
recomendados
para
una
buena
alimentación
y
para
la
prevención
del
sobrepeso
y
la
obesi-
dad,
como
los
ricos
en
fibra,
proteínas
animales
y
vegetales.
Varios
de
estos
obtuvieron
mayor
rechazo
que
los
refrescos.
Este
aspecto
refleja
el
bajo
impacto
de
la
promoción
para
el
consumo
de
verduras,
a
pesar
de
que
estas
son
asequibles
tanto
por
su
disponibilidad
en
el
mercado
como
por
su
bajo
costo.
Será
necesario
incorporar,
en
los
programas
nutricio-
nales,
acciones
para
favorecer
la
inclusión
de
vegetales
en
la
alimentación
cotidiana
de
los
ni˜
nos
desde
los
primeros
a˜
nos
de
vida
con
el
propósito
de
desarrollar
el
gusto
per-
manente
por
los
sabores
de
estos
alimentos,
como
ha
sido
recomendado
en
estudios
previos19.
Con
respecto
al
estado
de
nutrición
de
los
ni˜
nos
incluidos
en
el
estudio,
la
frecuencia
de
sobrepeso
y
de
obesidad
fue
aproximadamente
15%
superior
a
la
reportada
en
la
ENSA-
NUT
2012,
tanto
a
nivel
nacional4como
para
el
Distrito
Federal20.
Esta
diferencia
podría
atribuirse
a
las
caracte-
rísticas
socioeconómicas
desventajosas
de
la
población
de
este
estudio,
las
cuales
constituyen
una
vulnerabilidad
en
salud
que
puede
expresarse
como
un
mayor
riesgo
para
el
desarrollo
de
obesidad21.
El
hecho
de
que
los
listados
de
preferencia
de
alimen-
tos
de
acuerdo
con
los
distintos
estados
de
nutrición
no
muestren
variaciones
importantes
puede
implicar
que
el
consumo
está
influido
por
otras
variables,
principalmente
los
conocimientos
en
nutrición
y
la
influencia
de
los
padres
para
la
disponibilidad
y
el
consumo
de
cierto
tipo
de
alimentos
en
el
hogar,
como
se
ha
reportado
previamente22.
Las
preferen-
cias
alimentarias
de
los
padres
han
mostrado
ser
un
poderoso
modulador
de
las
preferencias
de
los
ni˜
nos,
y
determinan
las
conductas
alimentarias
desde
las
edades
más
tempranas,
como
el
tipo,
raciones
y
horario
de
los
alimentos
y
los
hábitos
de
ciertos
ambientes
alimentarios
(restaurantes,
televisión
en
el
horario
de
comidas,
etcétera)23.
Los
hallazgos
de
este
estudio
no
coinciden
con
lo
repor-
tado
en
otros
contextos
en
los
que
se
ha
encontrado
una
asociación
entre
las
preferencias
de
alimentos
y
el
peso
corporal24.
Posiblemente
porque,
en
la
edad
escolar,
el
patrón
de
preferencias
alimenticias
aún
no
se
expresa
como
un
patrón
de
consumo
que
implique
una
modificación
en
su
condición
nutricional,
debido
a
que
todavía
no
se
cuenta
con
la
posibilidad
de
elegir
con
libertad
los
alimentos
de
su
dieta
cotidiana,
aunque
estén
disponibles
en
su
entorno
escolar.
En
este
sentido,
una
limitación
del
presente
trabajo
consiste
en
la
imposibilidad
de
identificar
la
concordancia
entre
los
alimentos
que
los
ni˜
nos
reportaron
como
preferidos
con
el
consumo
real,
aunque
se
asume
que
el
autorreporte
fue
confiable
y
que,
efectivamente,
reflejó
sus
gustos
y
aversiones
a
los
alimentos
y
bebidas
evaluados.
También,
366
R.
Sánchez-García
et
al
debe
reconocerse
que
se
pudieron
omitir
algunos
alimen-
tos
en
la
selección
a
priori
del
listado
presentado
en
el
cuestionario.
Será
necesario
continuar
con
esta
línea
de
investigación
para
lograr
una
identificación
más
detallada
del
patrón
de
preferencias,
de
la
relación
de
las
preferen-
cias
con
su
consumo
y
de
su
modificación
a
lo
largo
del
tiempo.
En
conclusión,
en
esta
población
de
ni˜
nos
escolares
per-
tenecientes
a
familias
de
bajo
nivel
socioeconómico,
el
patrón
de
preferencias
alimentarias
no
varió
de
acuerdo
con
el
estado
nutricional
de
los
ni˜
nos.
Sin
embargo,
este
patrón
de
preferencias
identificó
aspectos
de
riesgo
para
una
ali-
mentación
adecuada.
De
concretarse
un
consumo
acorde
con
estas
preferencias,
muy
probablemente
se
definirá,
en
el
mediano
plazo,
una
práctica
alimentaria
que
aumentará
aún
más
la
ya
elevada
prevalencia
de
obesidad
en
poblacio-
nes
vulnerables.
Por
lo
anterior,
y
con
base
en
la
evidencia
aquí
presentada,
es
urgente
que
en
los
programas
de
promo-
ción
de
la
salud
se
refuercen
las
acciones
para
favorecer
una
educación
nutricional
desde
los
primeros
a˜
nos
de
vida,
con
el
fin
de
formar,
de
manera
permanente,
hábitos
saludables
en
los
ni˜
nos.
Financiamiento
CONACYT
(Salud
2007-01-68854).
Conflicto
de
intereses
Los
autores
declaran
no
tener
ningún
conflicto
de
intereses.
Referencias
1.
World
Health
Organization.
Obesity
and
overweight.
Fact
sheet
N.o311;
2014.
[acceso
3
Dic
2014].
Disponible
en:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/en/
2.
World
Health
Organization.
Global
strategy
on
diet,
physi-
cal
activity
and
health:
childhood
overweight
and
obesity.
2014.
[acceso
3
Dic
2014].
Disponible
en:
http://www.who.int/
dietphysicalactivity/childhood/en/
3.
Kelly
T,
Yang
W,
Chen
CS,
Reynolds
K,
He
J.
Global
burden
of
obesity
in
2005
and
projections
to
2030.
Int
J
Obes
(Lond).
2008;32:1431---7.
4.
Gutiérrez
JP,
Rivera-Dommarco
J,
Shamah-Levy
T,
Villalpando-
Hernández
S,
Franco
A,
Cuevas-Nasu
L,
et
al.
Encuesta
Nacional
de
Salud
y
Nutrición
2012.
Resultados
nacionales.
Cuernavaca:
Instituto
Nacional
de
Salud
Pública;
2012.
5.
Meléndez
JM,
Ca˜
nez
GM,
Frías
H.
Comportamiento
alimentario
y
obesidad
infantil
en
Sonora,
México.
Rev
Latinoam
Ciencias
Soc
Ni˜
nez
Juventud.
2010;8:1131---47.
6.
Domínguez-Vásquez
P,
Olivares
S,
Santos
JL.
Influencia
fami-
liar
sobre
la
conducta
alimentaria
y
su
relación
con
la
obesidad
infantil.
Arch
Latinoam
Nutr.
2008;58:249---55.
7.
Vélez
LF,
Gracia
B.
La
selección
de
los
alimentos:
una
práctica
compleja.
Colomb
Med.
2003;34:92---6.
8.
World
Health
Organization.
Marketing
of
food
and
non-alcoholic
beverages
to
children:
report
of
a
WHO
forum
and
technical
meeting.
Oslo:
WHO;
2006.
9.
Steiner
JE.
Taste-acceptance
and
taste-aversion
reflected
by
behavioral
manifestations
in
man
and
mammals.
Pure
Appl
Chem.
1997;69:721---8.
10.
Johnson
SL,
McPhee
L,
Birch
LL.
Conditioned
preferences:
young
children
prefer
flavors
associated
with
high
dietary
fat.
Physiol
Behav.
1991;50:1245---51.
11.
Shamah-Levy
T,
Villalpando-Hernández
S,
Rivera-Dommarco
J.
Manual
de
procedimientos
para
proyectos
de
nutri-
ción.
Cuernavaca:
Instituto
Nacional
de
Salud
Pública;
2006
[acceso
19
Dic
2014].
Disponible
en:
http://www.salud.gob.mx/
unidades/cdi/documentos/proy
nutricion.pdf.
12.
World
Health
Organization.
Measuring
change
in
nutritional
status.
Guidelines
for
assessing
the
nutritional
impact
of
sup-
plementary
feeding
programs
for
vulnerable
groups.
Geneva:
WHO;
1983.
13.
De
Onis
M,
Onyango
AW,
Borghi
E,
Siyam
A,
Nishida
C,
Siekman
J.
Development
of
a
WHO
growth
reference
for
school-age
chil-
dren
and
adolescents.
Bull
World
Health
Organ.
2007;85:660---7.
14.
Malik
VS,
Schulze
MB,
Hu
FB.
Intake
of
sugar-sweetened
beve-
rages
and
weight
gain:
a
systematic
review.
Am
J
Clin
Nutr.
2006;84:274---88.
15.
Instituto
Nacional
de
Estadística
y
Geografía.
Encuesta
Nacional
de
Gastos
de
los
Hogares
(ENGASTO).
México;
2012.
[acceso
19
Dic
2014].
Disponible
en:
http://www.inegi.org.mx/
est/contenidos/proyectos/encuestas/hogares/regulares/
engasto/2012/default.aspx
16.
Jiménez-Aguilar
A,
Flores
M,
Shamah-Levy
T.
Sugar-sweetened
beverages
consumption
and
BMI
in
Mexican
adolescents:
Mexi-
can
National
Health
and
Nutrition
Survey
2006.
Salud
Publica
Mex.
2009;51
Suppl
4:S604---12.
17.
Secretaría
de
Salud.
Estrategia
nacional
para
la
prevención
y
el
control
del
sobrepeso,
la
obesidad
y
la
diabetes.
México:
IEPSA;
2013.
18.
Théodore
F,
Bonvecchio
A,
Blanco
I,
Irizarry
L,
Nava
A,
Carriedo
A.
Significados
culturalmente
construidos
para
el
consumo
de
bebidas
azucaradas
entre
escolares
de
la
Ciudad
de
México.
Rev
Panam
Salud
Publica.
2011;30:327---34.
19.
Fox
MK,
Condon
E,
Briefel
RR,
Reidy
KC,
Deming
DM.
Food
con-
sumption
patterns
of
young
preschoolers:
are
they
starting
off
on
the
right
path?
J
Am
Diet
Assoc.
2010;110
12
suppl:S52---9.
20.
Instituto
Nacional
de
Salud
Pública.
Encuesta
Nacional
de
Salud
y
Nutrición
2012.
Resultados
por
entidad
federativa:
Distrito
Federal.
Cuernavaca.
Instituto
Nacional
de
Salud
Pública;
2012.
21.
Wardle
J,
Waller
J,
Jarvis
MJ.
Sex
differences
in
the
associa-
tion
of
socioeconomic
status
with
obesity.
Am
J
Public
Health.
2002;92:1299---304.
22.
López-Gami˜
no
MR,
Alarcón-Armendáriz
ME,
Torres-Beltrán
XK.
Nutritional
status,
food
consumption
at
home,
and
preference-
selection
in
the
school.
Food
Nutr
Sci.
2012;3:281---5.
23.
Patrick
H,
Nicklas
TA.
A
review
of
family
and
social
determinants
of
children’s
eating
patterns
and
diet
quality.
J
Am
Coll
Nutr.
2005;24:83---92.
24.
Lanfer
A,
Knof
K,
Barba
G,
Veidebaum
T,
Papoutsou
S,
de
Henauw
S,
et
al.,
on
behalf
of
the
IDEFICS
consortium.
Taste
preferences
in
association
with
dietary
habits
and
weight
sta-
tus
in
European
children:
results
from
the
IDEFICS
study.
Int
J
Obes
(Lond).
2012;36:27---34.
... Por otro lado, un estudio realizado en Perú, mostró que el 35% de los niños consumen verduras frescas diariamente y el 12% dijo que nunca las habían probado (Aparco et al., 2016). El consumo de verduras frescas en la población mexicana y de algunos habitantes de América del Sur no cumple con la recomendación del consumo diario (la mayoría de los países no cumple con las recomendaciones diarias) (Sánchez-García et al., 2014). Un estudio sobre hábitos alimentarios y deportivos realizado en Pamplona, España, con niños de 6 a 12 años de edad, reveló un bajo consumo de frutas y verduras, ya que el 73.1% consumía menos de una porción por día de verduras y el 67.2% consumía menos de dos porciones de frutas por día (Santiago et al., 2014). ...
... La mayoría de los participantes (74.2%) del presente estudio reportaron un consumo de comida considerada poco saludable, como por ejemplo frituras y churritos, 0-2 veces por semana, además, se presentó un mayor consumo de estos alimentos en niñas que en niños. Al comparar estos resultados con los obtenidos por otro estudio en niños mexicanos, los autores reportaron un consumo de frituras de 68% con una frecuencia de 2 o más veces por semana; otro estudio realizado en México publicó que el 75.3% de niños consumen comida chatarra 2 o más veces por semana (Alvear-Galindo et al., 2013;Sánchez-García et al., 2014). Estos datos muestran una frecuencia de consumo de alimentos poco saludables similar a nuestros resultados. ...
Article
La obesidad infantil representa un factor de riesgo que predispone al desarrollo de trastornos metabólicos como la resistencia a la insulina, alteración que aumenta el riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2 (DM2) a temprana edad. En México la prevalencia de obesidad infantil corresponde al 35.6%. El objetivo de este trabajo fue determinar los hábitos alimentarios de niños en edad escolar con normopeso, sobrepeso y obesidad con resistencia a la insulina. Se determinó el índice de masa corporal (IMC) de 1600 niños con edad de 8-10 años habitantes de Jalisco, México. Del total de niños diagnosticados con obesidad, 30 presentaron resistencia a la insulina. Con base en ello, se eligió una muestra aleatoria de 30 niños con normopeso y 30 con sobrepeso, además de los 30 que presentaron obesidad con resistencia a la insulina. A los 90 participantes se les aplicó un cuestionario de hábitos alimentarios diseñado por la Confederación Nacional de Pediatría de México para la población infantil. Los datos obtenidos en el cuestionario de hábitos alimentarios fueron analizados mediante frecuencias. Se aplicó una prueba de chi cuadrada para asociar la frecuencia de hábitos alimentarios con el IMC y género. Se observaron diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de algunos hábitos de acuerdo al IMC. Mayor proporción de niños reportó un consumo bajo (0-2 veces por semana) de alimentos considerados poco saludables. El género y el estado nutricio mostraron asociación con la frecuencia de hábitos alimentarios y actividad física.
... Adicionalmente, más allá de que el presente estudio no indaga en el gramaje exacto de los alimentos consumidos, si es posible señalar que la baja frecuencia de consumo de ciertos alimentos mencionados por los niños y niñas, coincide con los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) 26 y la publicación de Suárez-Reyes et al. (2021) respecto al consumo de agua, pescado, legumbres y verduras, donde los escolares son quienes reportan el menor cumplimiento en relación a lo recomendado en las guías de alimentación para dicha población 27,28 . Caso contrario ocurre con las frutas, existiendo discrepancias con otros estudios en que su consumo es mayor al recomendado u obtienen una de las mayores preferencias en la población escolar [28][29][30] . ...
... Existen estudios que corroboran los resultados encontrados en relación con los alimentos con baja pre-ferencia 29,31,32 . Alimentos tales como las legumbres y el pescado, junto a la categoría "Preparaciones", se caracterizan por requerir un mayor trabajo y tiempo para su elaboración, por no presentarse de manera atractiva en el plato o por tener olores y texturas que no siempre son bien aceptadas. ...
Article
Full-text available
Resumen En Chile la malnutrición por exceso continúa en aumento, afectando especialmente a la población infantil. Solucionar esta problemática de salud pública requiere desarrollar estrategias de promoción y prevención que consideren las propuestas de las comunidades, especialmente la de los propios ni-ños y niñas. Objetivo: Conocer las opiniones y sugerencias de niños y niñas de tercero y cuarto básico de escuelas de la zona sur de Santiago de Chile, respecto de sus prácticas alimentarias y de actividad ¿Qué se sabe del tema que trata este estudio? La malnutrición por exceso en niños y niñas chileno(as) continúa en aumento, lo que es un problema de salud pública. Las estrategias de promoción y prevención en la infancia tienen una mayor proba-bilidad de éxito, debido a que es una etapa de formación de hábitos. Por lo tanto, perfeccionar estas herramientas permitirán avanzar en la solución a esta problemática. ¿Qué aporta este estudio a lo ya conocido? La participación de niños y niñas en las decisiones sobre las inter-venciones puede constituirse en un importante instrumento como para generar cambios de conducta permanente en el tiempo, par-ticularmente en hábitos de alimentación. En ese sentido, los Par-lamentos Escolares aportan en la generación conjunta de conoci-miento a partir del discurso de niños y niñas e incorporan un en-foque de derechos.
... La infancia y la adolescencia constituyen un periodo de transición de la edad adulta (Andrade-Neto et al.,2014;Arufe., 2019;), en donde surgen muchos cambios a nivel físico, emocional, familiar y social (Abad et al.,2016;Patton & Viner., 2007;Sánchez et al., 2014); siendo fundamental el desarrollo de estilos de vida saludables (Elías et al.,2015;Gil-Espinosa et al.,2018;Kryst et al.,2016;O'Donovan et al.,2013) como una alimentación balanceada y practica de actividad física (Pérez et al., 2021;Yaguachi et al.,2020), que mejoren la calidad de vida (Quesada & Galiano., 2021) y eviten a largo plazo la aparición de enfermedades crónicas no trasmisibles Moreno et al., 2018;Venturelli et al., 2024). ...
Article
Full-text available
Durante la etapa escolar es fundamental el desarrollo de estilos de vida saludables, como una dieta balanceada y practica de actividad física regular, para lograr un crecimiento adecuado y prevenir a largo plazo la malnutrición por déficit y/o exceso alimentario. El objetivo del presente estudio fue determinar la ingesta dietética, índices antropométricos y nivel de actividad física en escolares de la ciudad de Guayaquil- Ecuador. Se aplicó un registro dietético de tres días para determinar el consumo promedio de fibra, energía, macro y micronutrientes. El nivel de actividad física se midió a través de la aplicación del Cuestionario Internacional de Actividad Física versión corta (IPAQ). El estado nutricional actual se lo identificó mediante los índices antropométricos: peso/edad, estatura/edad e índice de masa corporal/edad. Se encontró un consumo en déficit de energía, carbohidratos, grasas totales, minerales y fibra dietética. Se evidenció un peso para la edad y un índice de masa corporal normal, sin embargo, la prevalencia de exceso de peso alcanzó un 34,3%. Finalmente, se reflejó en los varones un nivel de actividad física moderada y en las mujeres un nivel bajo o inactivo. Pese a que se encontró un desbalance nutrimental en la ingesta alimentaria de los escolares, esta no ha afectado su crecimiento normal.
... On the other hand, exposure to BPS from fruit and BPA from dairy products was found to be higher in the control group in males and females respectively. These differences may be related to assimilation behaviour during childhood, as diet is a dietary pattern determined by direct food experience, imitation, food availability, economic income, emotional symbols and cultural traditions [62,63]. ...
Article
Full-text available
Background Over the past three decades, there has been a significant increase in the prevalence and incidence of overweight and obesity worldwide. The obesogen hypothesis suggests that certain external agents may affect pathways related to fat accumulation and energy balance by stimulating fat cell differentiation and proliferation. Previous research has indicated that exposure to bisphenol A (BPA) and some of its analogues may influence fat accumulation by promoting the transformation of preadipocytes into adipocytes. This study aimed to assess the possible contribution of dietary bisphenol exposure to the odds of developing overweight and obesity in a sample of Spanish children according to sex. Methods Dietary and anthropometric data were collected from 179 controls and 124 cases schoolchildren aged 3–12 years. Dietary exposure to BPA and bisphenol S (BPS) was assessed using a food consumption frequency questionnaire. Logistic regression models were used to assess the influence of dietary exposure to bisphenols on overweight and obesity stratified by sex. Results For females, cases had significantly higher exposure to BPA from meat and eggs compared to controls (median = 319.55, interquartile range (IQR) = 176.39–381.01 vs 231.79 (IQR) = 162.11–350.19, p-value = 0.046). Diet quality was higher for controls (6.21 (2.14) vs 4.80 (2.24) p < 0.001) among males independently of a high or low exposure to bisphenols. However, higher diet quality was observed for female controls with an high exposure of total bisphenols (6.79 (2.04) vs 5.33 (2.02) p = 0.031). Females exposed to high levels of BPA from meat and eggs had higher likelihood of being overweight and obese (adjusted Odds Ratio = 2.70, 95% confidence interval = 1.00 – 7.32). However, no consistent associations were found in males. Conclusions High BPA levels from meat and eggs were positively associated with overweight and obesity in females. The dietary intake of BPA in the schoolchildren in the present study was much higher than the acceptable daily intake established by EFSA for the last year.
... Algunos de los productos que se venden en estos sitios corresponden a alimentos típicos de la gastronomía mexicana, tal es el caso de tamales, flautas, tacos, atoles, pozole, entre otros. Otros, como la pizza, son platillos que han sido asociados al sobrepeso y la obesidad; no obstante, poco a poco se han ido normalizando en la dieta mexicana y forman parte de las preferencias alimentarias de los niños (Sánchez-García, Reyes-Morales & González-Unzaga, 2014). ...
Article
El abasto de alimentos forma parte de las bases necesarias para la construcción de un sistema agroalimentario nutritivo, justo, saludable y sostenible. Con la adopción del modelo neoliberal, la apertura de los mercados y la adhesión al Acuerdo General de Aranceles y Comercio, el abastecimiento de alimentos en México pasa de tener como eje central los canales tradicionales de distribución como los mercados públicos y tianguis (MT), a regirse por los supermercados (SM), tiendas con membresía, tiendas de conveniencia, entre otras, que ahora responden a los nuevos hábitos y exigencias del consumidor. Esta investigación exploratoria descriptiva tuvo como objetivo analizar la distribución de MT, así como el tipo de alimentos adquiridos a nivel nacional en estos sitios y frente a otras formas de comercio. Entre los resultados destacó la presencia de MT en las ciudades más pobladas de México y en aquellas con mayor población indígena. No obstante, en algunas ciudades su presencia fue notablemente menor que la de los SM. El gasto en alimentos fue mayor en las regiones donde se ubican los estados con mayores índices de pobreza y marginación, como Chiapas, Guerrero y Oaxaca. En los MT se compraron principalmente productos derivados de la agricultura familiar como frutas y verduras; el comercio ambulante se presentó como una opción para comprar comida preparada; en las tiendas de abarrotes se adquirió la mayor diversidad de productos y junto con los supermercados, tiendas de membresía y tiendas de conveniencia, representaron los principales lugares donde los hogares mexicanos compran alimentos procesados y ultraprocesados. Los MT siguen presentes en el abasto de alimentos en una economía fuertemente capitalista que hace necesario garantizar, recuperar y promover estos espacios para la distribución y comercialización de alimentos, asegurando la reproducción social y expresando la cultura e identidad alimentaria nacional.
... Some of these studies focus on increasing the knowledge of schoolaged children in relation to healthy food (6,7). There are also researches about school-aged children's food intake preferences, which indicate that vegetables are not the food of their choice (8). Other initiatives are aimed at increasing school-aged children consumption of fruits, vegetables and reduce the consumption of beverages and high-energy density products and increase physical activity (9)(10)(11)(12)(13). ...
Article
Full-text available
Aim: To present the results of a community initiative focused on strengthening physical activity and the consumption of fruits, vegetables and natural water while discouraging the use of highly energetic food and sugary drinks in public schools of Morelos. Methods: A quasi-experimental study with an educational initiative focused on the school community of two primary schools and two junior high schools. Pre- and-post initiative measurements were made. The study took place in the municipality of Yautepec, Morelos, Mexico, in a rural area and an urban area, from August 2010 to July 2011. Results: Water consumption among school-aged children increased from 15.1% to 20.1% and soda consumption decreased from 21.4% to 13.2%. A slight increase in the consumption of fruits and vegetables was also measured (oranges, jicamas, bananas, tomatoes, prickly pear pads, lettuces), that are accessible in the region. It was found that the supply of fresh food is limited and that high energy density foods have an oversupply in both study areas. Physical activity increased with actions such as football and dancing, in accordance with the baseline measurement. No changes were observed in the nutritional condition of school-aged children (n=150; 13.3% with overweight and 7.3% with emaciation), or in adults who presented a body mass index higher than normal, 60.2% to 88.4%. Conclusion: In addition to educational activities, schools need to implement strategies to improve the access and availability of fresh foods while limiting the access of high energy-density foods.
... Algunos de los productos que se venden en estos sitios corresponden a alimentos típicos de la gastronomía mexicana, tal es el caso de tamales, flautas, tacos, atoles, pozole, entre otros. Otros, como la pizza, son platillos que han sido asociados al sobrepeso y la obesidad; no obstante, poco a poco se han ido normalizando en la dieta mexicana y forman parte de las preferencias alimentarias de los niños (Sánchez-García, Reyes-Morales & González-Unzaga, 2014). ...
Article
Full-text available
El abasto de alimentos forma parte de las bases necesarias para la construcción de un sistema agroalimentario nutritivo, justo, saludable y sostenible. Con la adopción del modelo neoliberal, la apertura de los mercados y la adhesión al Acuerdo General de Aranceles y Comercio, el abastecimiento de alimentos en México pasa de tener como eje central los canales tradicionales de distribución como los mercados públicos y tianguis (MT), a regirse por los supermercados (SM), tiendas con membresía, tiendas de conveniencia, entre otras, que ahora responden a los nuevos hábitos y exigencias del consumidor. Esta investigación exploratoria descriptiva tuvo como objetivo analizar la distribución de MT, así como el tipo de alimentos adquiridos a nivel nacional en estos sitios y frente a otras formas de comercio. Entre los resultados destacó la presencia de MT en las ciudades más pobladas de México y en aquellas con mayor población indígena. No obstante, en algunas ciudades su presencia fue notablemente menor que la de los SM. El gasto en alimentos fue mayor en las regiones donde se ubican los estados con mayores índices de pobreza y marginación, como Chiapas, Guerrero y Oaxaca. En los MT se compraron principalmente productos derivados de la agricultura familiar como frutas y verduras; el comercio ambulante se presentó como una opción para comprar comida preparada; en las tiendas de abarrotes se adquirió la mayor diversidad de productos y junto con los supermercados, tiendas de membresía y tiendas de conveniencia, representaron los principales lugares donde los hogares mexicanos compran alimentos procesados y ultraprocesados. Los MT siguen presentes en el abasto de alimentos en una economía fuertemente capitalista que hace necesario garantizar, recuperar y promover estos espacios para la distribución y comercialización de alimentos, asegurando la reproducción social y expresando la cultura e identidad alimentaria nacional.
... Algunos de los productos que se venden en estos sitios corresponden a alimentos típicos de la gastronomía mexicana, tal es el caso de tamales, flautas, tacos, atoles, pozole, entre otros. Otros, como la pizza, son platillos que han sido asociados al sobrepeso y la obesidad; no obstante, poco a poco se han ido normalizando en la dieta mexicana y forman parte de las preferencias alimentarias de los niños (Sánchez-García, Reyes-Morales & González-Unzaga, 2014). ...
Preprint
Full-text available
The supply of food is part of the necessary bases for the construction of a nutritious, fair, healthy and sustainable agri-food system. With the adoption of the neoliberal model, the opening of markets and adherence to the General Agreement on Tariffs and Trade, the food supply in Mexico goes from having traditional distribution channels such as public markets and street markets as its central axis, to being governed by supermarkets, membership stores, convenience stores, among others, that now respond to new consumer habits and demands. This descriptive exploratory research aimed to analyze the distribution of markets and street markets, as well as the type of food purchased at the national level in these places and compared to other forms of commerce. Among the results, the presence of markets and street markets in the most populated cities of Mexico and in those with the largest indigenous population stood out; however, in some cities their presence was notably less than that of supermarkets. Food spending was higher in the regions where the states with the highest rates of poverty and marginalization are located, such as Chiapas, Guerrero and Oaxaca. In the markets and «tianguis», products derived from family farming, such as fruits and vegetables, were mainly purchased; street trade was presented as an option to buy prepared food; Grocery stores purchased the greatest diversity of products and together with supermarkets, membership stores and convenience stores, they represented the main places where Mexican households buy processed and ultra-processed foods. Markets and street markets are still present in the food supply in a strongly capitalist economy that makes it necessary to guarantee, recover and promote these spaces for the distribution and commercialization of food, ensuring social reproduction and expressing the national food culture and identity. http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/agroalimentaria/article/view/20124
... It is also revealed from different sources that food preferences are developed through consistent exposure to food; therefore, the availability and accessibility of certain food products are important (10). Studies indicate that food preferences influence different aspects of health indicators associated with individuals' health, such as weight status, nutritional status, age, gender, food preparation, and motives (11). Even though food preferences continue to change throughout the life course-biological, environmental, and social factors influence diet quality (12)(13)(14). ...
Article
Full-text available
Introduction: COVID-19 has changed all the routine works of human beings around the globe. The food habits of the elderly are changing due to various reasons. The purpose of this study was to find out the factors influencing food habit changes due to the pandemic. Methods: A non-experimental research design, a survey, was executed at Sachibunia, Nijkhamr, Krishnonagar, and Raingamari villages under Batiaghata Upazila in the Khulna District of Bangladesh. Following a simple random sampling technique, data were collected through a field survey using an interview schedule. To show the relations between/among the variables, the chi-square/Fisher exact test was performed. For measuring the degree of relations of those variables, Binary Logistic Regression was used to find out the factors of food habit changes with a 95% confidence interval. For the model, p < 0.05 was considered statistically significant. Results: The study reveals that 39% of the elderly changed their food habits during COVID-19. Except for the sex and employment status of the elderly, all the sociodemographic factors of this study were associated with food habit changes. Among these sociodemographic factors, age (OR = 2.51, 95% CI, 1.22-5.18), religion (OR = 2.07, 95% CI, 1.13-3.78), spouses' occupation (OR = 3.73, 95% CI, 1.90-7.32), and family head (OR = 3.74, 95% CI, 1.43-9.75) of the elderly influenced their food habits changes. Conclusion: The socio-demographic and economic situations were responsible for the elderly’s food habits changes.
Article
Full-text available
Article
Full-text available
Seleccionar los alimentos es una conducta compleja, determinada por aspectos estructurales que establecen la oferta y el acceso a los alimentos, fenómenos fisiológicos y elementos culturales que incluyen tradiciones, normas sociales y la presencia de los medios masivos de comunicación, entre otros. El individuo tiene intenciones de consumir productos alimenticios de acuerdo con su gusto por ciertos sabores y a las necesidades de algunos nutrientes. La preferencia por sabores, es en esencia aprendida y proviene de la interacción de fenómenos neurofisiológicos y psicológicos (especialmente afectivos). Sin embargo, el determinante más fuerte de la elección es la situación en la cual la persona escoge. Cuando un profesional de salud recomienda modificar alguna costumbre nutricional debe tener en cuenta que los gustos pueden olvidarse al igual que se aprenden. Pero debe ser un proceso donde, sin olvidar el origen cultural y afectivo de las preferencias, más que suspender, se deben reemplazar gradualmente los sabores y desarrollar habilidades para hacer de la comida una práctica placentera y saludable.
Article
Full-text available
None included but actual publication was : C218. James WPT, Jackson-Leach R, Ni Mhurchu C, Kalmara E, Shayeghi M, Rigby NJ, Nishida C, Rodgers A. Overweight and obesity (high body mass index). In: (Eds. Ezzati M, Lopez AD, Rodgers A, Murray CJL). Comparative Quantification of Health Risks. Global and Regional Burden of Disease Attributable to Selected Major Risk Factors, Chapter 8, Volume 1. World Health Organization, Geneva, 2004
Article
Full-text available
To assess the relationship between food consumption at home, nutritional status, gender preference and the preference-selection of natural products (fruits and vegetables) and industrialized (candies and chips) in a situation of free access for a population of Mexican schoolchildren. 115 children participated in the test, 59 boys and 56 girls from second, fourth and sixth grade of elementary school. We have taken measures of weight, size and the 24-hour consumption record during over five days, at which time also we evaluated the preference and selection of a group of ten products (naturals and industrialized). According to the results 60% of children had normal weight, 23.47% overweight, 14.8% risk of overweight an 1.73% underweight. There were no significant differences with X2 test between nutritional status and gender. Multivariate analysis was applied between gender, consumption by food groups and nutritional status, the interaction was significant in all cases. The Pearson correlation between preference and food choice in the situation of open access is high in the school students at risk of overweight. The preferred and selected products for consumption are those with the highest content of saturated fat, sugars and salt, the less preferred and selected products were fruits and vegetables. We could conclude that the population is at risk for their low consumption of fruits and vegetables; situation that is reflection of the home consumption this document.
Article
Full-text available
To assess the relationship between food consumption at home, nutritional status, gender preference and the prefer-ence-selection of natural products (fruits and vegetables) and industrialized (candies and chips) in a situation of free access for a population of Mexican schoolchildren. 115 children participated in the test, 59 boys and 56 girls from sec-ond, fourth and sixth grade of elementary school. We have taken measures of weight, size and the 24-hour consumption record during over five days, at which time also we evaluated the preference and selection of a group of ten products (naturals and industrialized). According to the results 60% of children had normal weight, 23.47% overweight, 14.8% risk of overweight an 1.73% underweight. There were no significant differences with X2 test between nutritional status and gender. Multivariate analysis was applied between gender, consumption by food groups and nutritional status, the interaction was significant in all cases. The Pearson correlation between preference and food choice in the situation of open access is high in the school students at risk of overweight. The preferred and selected products for consumption are those with the highest content of saturated fat, sugars and salt, the less preferred and selected products were fruits and vegetables. We could conclude that the population is at risk for their low consumption of fruits and vegetables; situation that is reflection of the home consumption this document.
Article
Full-text available
To describe the food consumption patterns of US children aged 2 and 3 years. Descriptive analysis of data collected in the Feeding Infants and Toddlers Study 2008 based on a single 24-hour dietary recall collected by telephone. A national random sample of children aged 2 and 3 years (n=1,461). The percentage of children consuming foods from specific food groups was estimated for the full sample of children aged 2 and 3 years and separately by year of age. About a third of 2-year-olds and a quarter of 3-year-olds consumed whole milk at least once in a day. About 70% of 2- and 3-year-olds consumed vegetables as a distinct food item at least once in day. French fries and other fried potatoes were the most commonly consumed vegetable. Almost three quarters of children (73%) consumed fruit as a distinct food item at least once in a day, and 59% consumed 100% juice. Fresh fruit was the most commonly consumed type of fruit. About 85% of children consumed some type of sweetened beverage, dessert, sweet, or salty snack in a day. Percentages of children consuming such foods were consistently higher for 3-year-olds than for 2-year-olds. Parents and caregivers should be encouraged to expose young children to a wide variety of fruits and vegetables, whole grains, low-fat dairy products, and healthier fats, and to limit consumption of low-nutrient, energy-dense foods and beverages. Dietary guidance should stress the fact that children in this age group have high nutrient needs and relatively low energy requirements, leaving little room for such foods. Parents need advice that is specific, practical, and actionable.
Article
Objective To construct growth curves for school-aged children and adolescents that accord with the WHO Child Growth Standards for preschool children and the body mass index (BMI) cut-offs for adults. Methods Data from the 1977 National Center for Health Statistics (NCHS)/WHO growth reference (1–24 years) were merged with data from the under-fives growth standards’ cross-sectional sample (18–71 months) to smooth the transition between the two samples. State-of-the-art statistical methods used to construct the WHO Child Growth Standards (0–5 years), i.e. the Box-Cox power exponential (BCPE) method with appropriate diagnostic tools for the selection of best models, were applied to this combined sample. Findings The merged data sets resulted in a smooth transition at 5 years for height-for-age, weight-for-age and BMI-for-age. For BMI-for-age across all centiles the magnitude of the difference between the two curves at age 5 years is mostly 0.0 kg/m² to 0.1 kg/m². At 19 years, the new BMI values at +1 standard deviation (SD) are 25.4 kg/m² for boys and 25.0 kg/m² for girls. These values are equivalent to the overweight cut-off for adults (> 25.0 kg/m²). Similarly, the +2 SD value (29.7 kg/m² for both sexes) compares closely with the cut-off for obesity (> 30.0 kg/m²). Conclusion The new curves are closely aligned with the WHO Child Growth Standards at 5 years, and the recommended adult cut-offs for overweight and obesity at 19 years. They fill the gap in growth curves and provide an appropriate reference for the 5 to 19 years age group.
Article
AWTRACT - Sensations and feelings, aroused by sensory stimull are i naccesslble to direct measurements. For collaborative human examlnees. above verbal age, psychophysical testing methods can be used, In order to assess stlmulus-Identif ication as well as seml- quantitative estimates reflecting on intensity and pleasurablllty (hedonlcs) of 8ensations.Taste- and odor- cues, for both man and animals, are known to be polarlted between "pleasant" and "aversive" qua1 ltles. These hedonlc differences were found to release In man dlstlnct and dlfferentlal. flxed o ral and facial motor- behaviors. Since Infants at perinatal age. prior to any food-intake experience, were found to respond differentially to sweet and bitter tastes. these behavioral displays can be seen as innate and probably even lnherlted competencles of the nervous system. Observations on infants, born with severe developmental malformations of the forebrain revealed Identical reactivity to that found in the normal termborn neonate. It is. therefore, e vident that taste-Induced behaviors are prlmarlly controlled by the bralnstem. Further experlments revealed,that odor stimuli too can also trigger differentlal facial expresslve behaviors. These reactlons were termed: GUSTOFACIAL- and NASOFACIAL- REFLEXES, respectlvely. Uslng a multldlscipllnar y approach, both psychophysical and facial responses of young healthy human examinees were slmultaneously recorded. These studles evinced that taste- and odor- Induced facial expressions are as sensitive hedonic indicators as are semlquantltatlve psycho-physical hedonic estimates. Later rtudles revealed, that nonhuman primates, (monkeys and apes), as well as other mammals, and some other animal species display taste-Induced oral or facial responses. similar and analogous to the human gustofacial reflex.
Article
Demonstrate the importance of the cultural factors that currently motivate Mexican children to consume sweetened beverages and examine their implications for the design of programs for the promotion of healthy lifestyles. A qualitative phenomenological study involving nine peer interviews and four discussion groups was conducted among children aged 9 and 10 years in four public schools in southern Mexico City. The interviews employed nine photographs of beverages that are available in schools and homes. The aim was to identify the culinary rules associated with the consumption of sweetened beverages and the different views held by the children about the beverages. The complete interviews and group discussions were recorded and transcribed. Matrixes were developed for analysis of the subject categories identified during the study. The analysis was based on "continuous comparison" of the statements made by boys and girls, and among students from the four schools. Two main sociocultural elements, constructed in a given cultural framework, partly explain the children's current consumption patterns. The first, the nearly nonexistent concept that water is for drinking, with water consumption being limited to engagement in physical activity, in contrast to the wide range of circumstances and occasions found for the consumption of a sweetened beverage. Secondly, the identification of three principles that appear to underlie beverage consumption: the combination of salty food with sweet drinks, the important role of sweetened beverages at social events, and the close association between water consumption and the thirst induced by physical effort. The results show the importance of considering the role of socially significant elements in dietary practices and the need to also consider these elements when designing interventions for schoolchildren. It is also important to change the children's current views about what they drink, guiding and encouraging them to think of water as a drink to be consumed throughout the day and not only after physical activity. Finally, it is imperative in Mexico to guarantee free access to drinking water in schools and regulate food advertising that targets children.
Article
Increased preference for fat and sugar may have a role in overweight and obesity development. However, this effect is likely to vary across different food cultures. To date, few studies on this topic have been conducted in children and none have employed an international, multi-centre design. To document taste preferences for fat and sweet in children from eight European countries and to investigate their association with weight status and dietary habits. A total of 1696 children aged 6-9 years from survey centres in Italy, Estonia, Cyprus, Belgium, Sweden, Germany, Hungary and Spain tasted and subsequently chose between a high- versus a low-fat cracker and a natural versus a sugar-sweetened apple juice. Children's consumption frequency of fatty and sweet foods and demographic variables were obtained from parental-reported questionnaires. Weight and height of the children were measured. Fat and sweet taste preferences varied substantially across survey centres. Independent of survey centre, age, sex, parental education and parental BMI, overweight including obesity was positively associated with fat preference and sweet preference. Fat preference associations were stronger in girls. Girls, but not boys, with a combined preference for fat and sweet had an especially high probability of being overweight or obese. Adjusted models with BMI z-score as the dependent variable were consistent with results of the analyses with BMI categories, but with significant results only for fat preference in girls. Frequent consumption of fatty foods was related to fat preference in bivariate analyses; however, adjusting for survey centre attenuated the association. Sweet preference was not related to consumption of sweet foods, either in crude or in adjusted analyses. Fat and sweet taste preferences are related to weight status in European children across regions with varying food cultures.