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Pardela pichoneta Puffinus puffinus

Authors:
  • Canary Islands' Ornithology and Natural History Group (GOHNIC)
  • Cory's - Investigación y Conservación de la Biodiversidad
  • SEO/BirdLife
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existen varias observaciones propiamente invernales, desde finales de
diciembre a principios de febrero, generalmente correspondientes a
individuos aislados.
De acuerdo con el mapa de probabilidad de aparición, las obser-
vaciones en el periodo del trabajo de campo de este atlas se han
concentrado a lo largo de las costas del Cantábrico y Galicia, siendo
más frecuente en la mitad occidental. Esto coincide con las princi-
pales zonas de paso, siendo escasa o rara en el golfo de Cádiz, el
estrecho de Gibraltar y en Canarias, y accidental en el Mediterráneo
(Paterson, 1997; Martín y Lorenzo, 2001). Sólo se han registrado dos
observaciones fuera del área principal, ambas en Calaburra (Mála-
ga), en noviembre y diciembre de 2007.
Beneharo Rodríguez y José Manuel Arcos
Pardela pichoneta
Puffinus puffinus
CAT Baldriga pufí
GAL Furabuchos atlántico
EUS Gabai arrunta
Nidifica en el Atlántico norte desde Canadá hasta las islas Cana-
rias, con el grueso de la población reproductora localizado en el
De acuerdo con los datos de estaca de Bares (Sandoval et al., 2010),
de los años de trabajo de campo de este atlas, 2007 fue el de mayor
paso y 2008 el de menor. Así, las citas se prolongaron hasta la se-
gunda quincena de noviembre y la primera de diciembre en 2007 (11
y 3 ejemplares respectivamente), y hasta la segunda quincena de
noviembre en 2009, mientras que en 2008 no hubo observaciones en
periodo invernal. Cabe destacar que en 2009 se registró el máximo
de paso ya en la segunda quincena de noviembre, dentro del periodo
invernal, con 36,7 aves/h el día 17; la última cita en este enclave ese
año fue del 24 de noviembre, aunque en el cercano cabo San Adrián
se observó un ejemplar el 9 de diciembre. Existe una cita del 20
de enero de 2009 en estaca de Bares, que debe corresponder a un
ejemplar invernante propiamente dicho. Fuera de Galicia, dentro del
periodo invernal se observaron cinco ejemplares en aguas del golfo
de Cádiz en diciembre de 2009 (SEO/BirdLife, 2009) y un ejemplar
frente a La Ametlla de Mar (Tarragona) el 28 de noviembre de 2008.
Beneharo Rodríguez, Juan Bécares
y José Manuel Arcos
Pardela sombría
Puffinus griseus
CAT Baldriga grisa
GAL Pardela escura
EUS Gabai iluna
Se reproduce en el hemisferio austral (Del Hoyo et al., 1992), y reali-
za grandes migraciones para “invernar” en el Pacífico y el Atlántico
norte (Phillips, 1963; Spear y Ainley, 1999; Shaffer et al., 2006). En
el Atlántico, las aves llegan a las aguas de Norteamérica y Canadá
mayoritariamente en abril-mayo, y se concentran allí hasta finales
de junio, cuando empiezan a moverse hacia el este y sur para alcan-
zar las aguas del oeste de Europa (Phillips, 1963; Brown et al., 1981;
Snow y Perrins, 1998). Es de carácter relativamente costero (Brown
et al., 1981; Shaffer et al., 2006; Arcos et al., 2009) y suele observarse
desde tierra firme en migración.
En España el paso se concentra entre agosto y octubre, aunque esa mi-
gración se extiende hasta noviembre y, más tenue, hasta mediados de
diciembre (Huyskens y Maes, 1971; Paterson, 1997; Arce, 1998; Sando-
val et al., 2010). Ese fin de la migración corresponde con la mayor parte
de observaciones en el periodo invernal realizados en España, aunque
Distribución en invierno
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Paíño pechialbo
Pelagodroma marina
CAT Petrell carablanc
GAL Paíño calcamar
EUS Ekaitz-txokia azpizuria
Ave marina pelágica que se distribuye por los océanos Atlántico, Ín-
dico y Pacífico, con seis subespecies, entre las cuales se encuentra
P. m. hypoleuca que nidifica en los archipiélagos de Salvajes y Cana-
rias (Del Hoyo et al., 1992). A escala nacional sólo cría en Canarias,
siendo una especie accidental en el ámbito de la península ibérica,
donde se conocen escasas observaciones que corresponden mayo-
ritariamente a las costas portuguesas (De Juana y Comité de Rare-
zas de SEO, 1996; Díaz et al., 1996).
En Canarias las primeras aves llegan a las colonias a partir de fe-
brero, y permanecen en ellas hasta mediados de agosto (Martín y
Lorenzo, 2001; Rodríguez y Moreno en Madroño et al., 2004). Dichas
colonias se ubican en los islotes del sector noreste del archipiélago
canario, en concreto la principal —hallada a mediados de la década
de los 80 del siglo pasado— se encuentra en Montaña Clara, y pos-
teriormente se localizó otra colonia menor en el islote de Alegranza
(Martín y Lorenzo, 2001; Moreno y Rodríguez en Lorenzo, 2007). Ade-
más, se sospecha que también podría estar presente en La Graciosa
y en el islote de Lobos (Martín y Lorenzo, 2001; Martín et al., 2002).
Antes de visitar las colonias de cría a partir del mes de febrero es
posible que ya se encuentren en las aguas que circundan el archi-
piélago canario, pasando inadvertidos a la atención de los ornitólo-
gos. De este modo podría explicarse la irrupción de aves acciden-
tadas en algunas islas tras fuertes temporales de lluvia y vientos,
como el acaecido en enero y febrero de 2011. En dichas fechas, en
Tenerife se localizaron tres ejemplares accidentados: uno captura-
do en Las Américas (Adeje) el 25 de enero de 2011 (Méndez, 2011),
y los dos restantes en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, uno en
la plaza de Candelaria el 4 de febrero de 2011 y el otro en la plaza
de Weyler el 5 de febrero de 2011 (Hernández, 2011). También en
La Gomera se recogió un ejemplar en el paseo marítimo de Playa
Santiago (Alajeró) el 28 de enero de 2011 (Darias, 2011).
noroeste de Europa. Tras la cría, migra al sur siguiendo las aguas
del oeste de Europa y el noroeste de África, para cruzar luego el
Atlántico hacia las principales áreas de invernada, situadas fren-
te a las costas sudamericanas de Brasil, Uruguay y Argentina
(Brooke, 1990; Hamer, 2003; Guilford et al., 2009). El final de la
migración postnupcial, que se alarga hasta diciembre, y explicaría
el grueso de las observaciones realizadas en el trabajo de campo
de este atlas. Éstas se distribuyen coincidiendo con el patrón de
migración conocido, con una probabilidad de avistamientos que
es máxima en Galicia y decrece hacia el este (Paterson, 1997;
Arce, 1998; Valeiras, 2003; Arcos et al., 2009; Sandoval et al., 2010).
Aún así, también pueden observarse ejemplares aislados en ple-
no periodo invernal (por ejemplo, Paterson, 1997; Sandoval et al.,
2010), como indican los muestreos costeros realizados durante el
trabajo de campo de este atlas (cerca de 60 ejemplares en total,
entre finales de diciembre y principios de febrero), coincidiendo
su frecuencia relativa con el patrón geográfico descrito. En Cana-
rias, durante los muestreos costeros sólo se han observado cuatro
ejemplares en febrero de 2009, probablemente aves de regreso a
las colonias de cría (Martín y Lorenzo, 2001).
La migración postnupcial de la pardela pichoneta es muy directa
frente al noroeste ibérico (García Sánchez y García Cañal, 1992;
Guilford et al., 2009), por lo que las aves en paso pueden obser-
varse tanto cerca de la costa (especialmente durante temporales
del noroeste) como en aguas altamente pelágicas (SEO/BirdLife,
2010c). Las escasas aves propiamente invernantes probablemente
se concentrarían en zonas productivas sobre la plataforma conti-
nental, como ocurre en las principales áreas de cría e invernada
(Hamer, 2003; Guilford et al., 2008, 2009). Los datos de invernada
son demasiado escasos e irregulares para poder realizar estimas
poblacionales o establecer tendencias. A escala global, la pobla-
ción parece estable, aunque los datos son inciertos para muchas
colonias (Rodríguez et al., 2008; BirdLife International, 2011).
Beneharo Rodríguez, Juan Bécares y José Manuel Arcos
Distribución en invierno
Especies poco comunes regulares en invierno
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