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Abstract

Los anillos de crecimiento de los arboles son bandas de celulas producidas por el cambium vascular en un periodo. La existencia de anillos anuales en arboles tropicales ha sido puesta en duda por algunos investigadores. Sin embargo, son muchas las especies de arboles tropicales que forman anillos anuales y que han sido empleadas para reconstruir las condiciones medioambientales pasadas de un sitio. Los primeros estudios dendrocronologicos en el tropico se remontan a finales del siglo XIX. En numerosos paises tropicales se han realizado investigaciones dendrocronologicas tanto en climas secos como humedos, desde el nivel del mar hasta el limite de vegetacion arborea a mas de 4000 m de altitud. En este articulo, se presentan los antecedentes de la dendrocronologia tanto en las regiones templadas como en el tropico, los principios que rigen esta ciencia, asi como las principales aplicaciones. Se mencionan los resultados de muchas experiencias exitosas, a fin de incentivar la aplicacion de esta fascinante ciencia en todo el tropico.
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Colombia Forestal Vol. 14 / Enero-Junio, 2011
RESUMEN
Los anillos de crecimiento de los árboles son bandas
de células producidas por el cambium vascular
en un periodo. La existencia de anillos anuales en
árboles tropicales ha sido puesta en duda por algunos
investigadores. Sin embargo, son muchas las especies
de árboles tropicales que forman anillos anuales y que
han sido empleadas para reconstruir las condiciones
medioambientales pasadas de un sitio. Los primeros
estudios dendrocronológicos en el trópico se
remontan a nales del siglo XIX. En numerosos
países tropicales se han realizado investigaciones
dendrocronológicas tanto en climas secos como
húmedos, desde el nivel del mar hasta el límite de
vegetación arbórea a más de 4000 m de altitud. En
este artículo, se presentan los antecedentes de la
dendrocronología tanto en las regiones templadas
como en el trópico, los principios que rigen esta
ciencia, así como las principales aplicaciones. Se
mencionan los resultados de muchas experiencias
exitosas, a n de incentivar la aplicación de esta
fascinante ciencia en todo el trópico.
ABSTRACT
Tree rings are bands of cells produced by the
vascular cambium in a period of time. The existence
of rings in tropical trees has been questioned by
several researchers. However, many tropical tree
species form annual tree-rings and have been used
to reconstruct past environmental conditions of a
site. Early dendrochronology studies in the tropics
were carried out from late XIX. In most tropical
countries, dendrochronologycal researches have
been carried out in dry and wet climates, from sea
level to the limit of the tree-line over than 4000
m altitude. This paper presents the backgrounds
of dendrochronology in temperate and tropical
regions, the principles that guide this science and
some applications. The results of many successful
experiences have been presented in order to
encourage the application of this fascinating
science in tropical regions.
INTRODUCCIÓN
Los anillos de crecimiento de los árboles son archivos
naturales de las condiciones medioambientales,
como: temperatura, precipitación, composición
química del aire o del agua, variaciones del
crecimiento de la biomasa vegetal, erupciones
volcánicas, variaciones geomorfológicas, actividad
solar y rayos cósmicos (Reedy et al. 1983, Bradley
1999). Los anillos son bandas de células producidas
por el cambium vascular de algunas plantas leñosas
durante un periodo (Kaennel & Schweingruber
1995).
DENDROCRONOLOGÍA EN EL TRÓPICO: APLICACIONES ACTUALES
Y POTENCIALES
Dendrocronology in the tropics: current and potential applications
Palabras clave: actividad solar, anillos de crecimiento,
árboles tropicales, isótopos estables, reconstrucción del
clima.
Key words: solar activity, growth rings, tropical trees, sta-
ble isotopes, climate reconstruction
Jorge Andrés Giraldo Jiménez1
Recepción: 23 de agosto del 2010 / Aprobación: 10 de septiembre del 2010
1 Grupo de Bosques y Cambio Climático, de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, calle 59A No 63-20 Núcleo el Volador, Me-
dellín, Colombia. jagiral1@unal.edu.co.
Artículo de revisión
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Dendrocronología en el trópico: aplicaciones actuales y potenciales
Se denomina dendrocronología a la ciencia que
estudia los anillos de crecimiento de los árboles,
el tiempo de formación y su relación con las
condiciones medioambientales pasadas de un
sitio. A su vez, es la ciencia que permite datar
la madera con anillos anuales de crecimiento
(Kaennel & Schweingruber 1995). Muchos
fenómenos naturales se entienden mejor desde
su pasado, por ello, la dendrocronología es
una herramienta útil en ecología, climatología,
química, geomorfología, arqueología (Kaennel
& Schweingruber 1995, Robertson 2008). La
información ambiental se puede obtener del
ancho de los anillos, la densidad intraanular de
la madera, la densidad de poros y el contenido de
isótopos (14C, δ13C δ2H, δ18O), entre otros (Stuiver
& Quay 1980, Roig 1987, Schweingruber 1988,
Kaennel & Schweingruber 1995, Schweingruber
1996, Poussart et al. 2004, Robertson 2008).
A pesar de las evidencias cientí cas exitosas sobre
la aplicación de la dendrocronología en árboles
tropicales (Worbes 1989, 1995, 1999, D´Arrigo
et al. 1994, Pumijumnong et al. 1994, Argollo
et al. 2004, Schöngart et al. 2004, 2005, Brienen
2005, Lisi et al. 2008, Schöngart 2008, Tomazello
et al. 2009, Borgaonkar et al. 2010, Rozendaal
& Zuidema 2011), esta idea no es ampliamente
compartida por algunos cientí cos, quizás por
prejuicios o desinformación. Por lo anterior, este
artículo busca comunicar aspectos importantes de
la dendrocronología en el trópico. Asimismo, su
principal objetivo es exponer algunas aplicaciones
actuales y potenciales de la dendrocronología y
sus ventajas al aplicarse en regiones tropicales.
ANTECEDENTES DE LA
DENDROCRONOLOGÍA
Desde la antigüedad, el hombre se ha interesado
por interpretar los fenómenos del ambiente.
Teofrasto (322 a.C), discípulo de Aristóteles, fue
aparentemente quien por primera vez estudió el
tiempo a partir de la observación de los astros, las
nubes, los animales y las plantas (Gil & Olcina
1997). De esta manera, atribuyó la formación de los
anillos en la madera de los árboles a la interacción
de estos con los fenómenos meteorológicos
circundantes (Studhalter 1956). En el siglo
XV, Leonardo da Vinci al observar secciones
transversales de pinos escribió “Los anillos en
los troncos de árboles cortados muestran los años
y, según su espesor, años más o menos secos”
(Hubber 1952, Schweingruber 1996).
La primera investigación sobre anillos de
crecimiento se atribuye a Duhamel y Buffon, en
Francia (1737), quienes buscaron explicaciones
de la excentricidad de los anillos, su desigual
espesor y la formación de la albura (Studhalter
1956, Schweingruber 1988). En 1783, el botánico
alemán Burgsdorf adujo que la formación de
anillos está acompasada en árboles de la misma
especie y la misma localidad. Él observó que las
fuertes heladas del invierno entre 1708-1709 se
re ejaban en los anillos de crecimiento de los
árboles; por esto, Studhalter (1956) lo cataloga
como el padre del crossdating (cofechado).
El forestal europeo Georg Ludwig Hartig, uno de
los padres de la silvicultura, produjo curvas del
volumen de árboles por unidad de área en función
de la edad, hasta 210 años; para todo ello, empleó
anillos de crecimiento, algunas de sus curvas
están reproducidas en Prodan (1968). Theodor
Hartig, hijo (1805-1880) estudió las estructuras
anatómicas de la madera y la formación de
anillos de crecimiento; Robert Hartig (1869-
1901), nieto, publicó varias investigaciones sobre
anatomía y la ecología en relación con los anillos
de crecimiento, a su vez, empleó los anillos
de crecimiento para datar daños provocados
a los árboles por granizo, heladas e insectos
(Schweingruber 1988, Wimmer 2001, Worbes
2002).
El forestal austriaco Arthur Freiherr von
Seckendorff-Gudent (1845-1886) estudió la
anualidad y la edad de 6410 árboles de Pinus
nigra, colectados en diversas regiones del imperio
austro-húngaro; sus observaciones le permitieron
establecer secuencias y patrones mediante una
técnica que denominó “anillos característicos”
hoy conocida como crossdating (Wimmer 2001).
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Jorge Andrés Giraldo Jiménez
En la actualidad, se reconoce como padre de la
ciencia o disciplina de la dendrocronología a
Andrew E. Douglass (1867-1962), astrónomo
norteamericano, quien, interesado en estudiar la
actividad solar y su relación con el clima en la tierra,
halló la dependencia entre el espesor de los anillos
y la precipitación en árboles de Pinus ponderosa
(Douglass 1914). Al mismo tiempo, Bruno Huber
(1899-1969), motivado por los problemas planteados
por Douglass, desarrolló la dendrocronología
en Europa. Ambos fundaron los principios de la
dendrocronología moderna dejando al descubierto
un nuevo campo de investigación con aplicaciones
en arqueología, climatología y geomorfología
(Fritts, 1976; Schweingruber 1988).
Aunque las investigaciones dendrocronológicas en
el trópico se remontan a más de 100 años (Worbes
2002), en la actualidad, algunos cientí cos dudan
de la capacidad de los árboles tropicales para formar
anillos de crecimiento anuales (Turner 2004). En
1870, el alemán Dietrich Brandis, luego Sir Brandis,
conocido como el padre de la silvicultura tropical,
realizó el primer estudio dendrocrononológico en el
trópico, estudió el crecimiento de la teca (Tectona
grandis) y determinó los ciclos de corta con base
en los anillos; de este modo, estableció un sistema
silvicultural sostenible (Worbes 2002).
En 1923, Coster estudió la actividad del cambium
vascular e hizo observaciones fenológicas en
muchas especies forestales de Java, para explicar la
formación anual de los anillos y su relación con la
precipitación. Muchos de los resultados de Coster
fueron desconocidos hasta hace poco, pues, al estar
publicados en alemán, eran de difícil acceso a la
mayoría de cientí cos que solo leen inglés (Liese
1986, Worbes 2002). Basado en hallazgos hechos por
Coster, Berlage, en 1931, realizó en Java la primera
reconstrucción de la precipitación con los anillos de
Tectona grandis remontándose 415 años atrás, sin
duda, la primera reconstrucción climática del trópico
(
Pumijumnong et al. 1994, Worbes 2002
).
Tal vez, la primera especie arbórea de América
tropical estudiada fue Cordia alliodora; este estudio
fue hecho por César Pérez en 1954 (Tschinkel
1966), quien supuso acertadamente que los anillos
eran anuales. Más tarde, Heinrich Tschinkel,
demostró la anualidad de los anillos de la misma
especie (Tschinkel 1966). Mariaux (1967) fue el
primero en plantear un método para demostrar la
anualidad de los anillos de crecimiento, el cual
consiste en realizar marcas del cambium vascular
(heridas), que dejan una cicatriz en la madera con
fechas conocidas y luego se corrobora un año
o años después, mediante observaciones macro
y microscópicas de una sección transversal, o
muestra de barreno, tomada a la altura de la herida
del árbol en cuestión. Este método es conocido
como Ventanas de Mariaux (Worbes 1999, López
et al. 2006, Lisi et al. 2008). Con este método.
Mariaux determinó la anualidad de los anillos de
importantes especies maderables de África tropical.
Por su parte, Mckenzie (1972) utilizó la técnica del
marcaje del xilema y demostró la formación anual
de los anillos de Prioria copaifera. En la actualidad,
el método más empleado para veri car la anualidad
de los anillos de crecimiento de árboles tropicales
es el análisis del contenido de 14C de la madera;
este es un marcador isotópico muy importante para
datar la fecha de formación de productos orgánicos
(Stuiver et al. 1981, Worbes & Junk 1989).
Borman & Berlyn (1981) recopilaron importantes
estudios dendrocronológicos enfocados princi-
palmente en el estudio de la edad, las tasas de
crecimiento y en probar la existencia de anillos
anuales en árboles tropicales, No obstante,
tales investigaciones se centraron en resaltar las
di cultades del empleo de la dendrocronología en
árboles tropicales. Actualmente, se reconoce como
la mayor autoridad en el tema al profesor Martin
Worbes de la Universidad de Gotinga (Göttingen,
Alemania), quien, desde 1985, ha llevado a cabo
numerosos estudios dendrocronológicos en los
trópicos de América y África.
PRINCIPIOS
DE LA DENDROCRONOLOGÍA
El proceso de hacer coincidir patrones de anillos
de árboles que crecieron en la misma época,
en el mismo sitio, bajo las mismas condiciones
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Dendrocronología en el trópico: aplicaciones actuales y potenciales
medioambientales, se denomina crossdating
(datación cruzada o cofechado). Se conoce como
el principio más importante en dendrocronología;
el cofechado supone que los factores ambientales
afectan el crecimiento de todos los árboles de un
sitio en forma similar. Es decir, los anillos de los
árboles re ejan una respuesta común a un factor
ambiental. Una correcta sincronización de los
anillos de crecimiento deriva en una adecuada
datación de estos (Fritts 1976, Schweingruber
1988, Kaennel & Schweingruber 1995, Luckman
2007).
Las especies se han adaptado y han evolucionado
bajo ciertas condiciones que les permiten crecer
y desarrollarse normalmente en cierto rango de
hábitats; a este concepto se le denomina amplitud
ecológica. El principio a rma que los árboles
son más sensibles a las variables ambientales
(precipitación, temperatura, inundación de las
llanuras aluviales, competencia, etc.), en los
límites de su amplitud ecológica (Fritts, 1976).
Por ejemplo: son límites ecológicos los suelos con
baja retención de humedad como los arenosos y
los pedregosos, así como sitios anegados donde las
condiciones hipóxicas regulan el crecimiento de
algunas especies.
El crecimiento individual de un árbol puede
descomponerse como una suma de factores de
distinta índole (crecimiento agregado). Así, el
espesor de un anillo de crecimiento (Rt) en cualquier
año (t) se expresa como:
Rt = At + Ct + D1t + D2t + Et
Donde: At es la tendencia ontogénica o forma de
crecimiento de la especie in uenciada por la edad y
el tamaño del árbol; Ct es la in uencia de todas las
variables climáticas sobre el crecimiento, los deltas
están asociados con presencia o ausencia (uno o
cero) de disturbios en el bosque o hábitat, pudiendo
ser endógenos Dt –por ejemplo, competencia por
luz, formación de claros– o exógenos D2t –por
ejemplo, ataques de insectos, incendios–; Et es la
variabilidad no explicada o error aleatorio, asociada
con otras señales.
La señal es la información de interés, se considera
ruido a la parte de la información presente en la
serie de anillos que no brinda respuestas al problema
analizado (Cook & Kairiukstis 1990, Delgado
2000). Por ejemplo, si se desea estudiar el clima,
esta será la señal de interés y las demás señales
que componen el crecimiento serán consideradas
ruido y deberán ser ltradas o reducidas mediante
la desestandarización o Detrend, por sus siglas en
inglés, en cuyo caso RtCt (Cook & Kairiukstis
1990, Luckman 2007).
En las plantas, el crecimiento transcurre
normalmente, siempre que los factores limitantes
lo permitan. Por ejemplo, el anegamiento es
normalmente el factor limitante del crecimiento
vegetal en llanuras de inundación de los ríos
(Worbes 1989, 1995). El dé cit hídrico es el factor
limitante del crecimiento vegetal en regiones
áridas y semiáridas (Fritts 1976, Luckman 2007).
La selección del sitio implica conocer o intuir los
factores limitantes del crecimiento, que a menudo
representan la señal de interés. Además, discernir
los factores que de nen la sensibilidad de los
árboles permite establecer el sitio de muestreo;
por ejemplo, si hay interés en estudiar las sequías
pasadas se deberían muestrear árboles que crecen
en lugares marcadamente secos, lejos de las capas
freáticas, donde el suelo tenga baja retención de
humedad como cimas de montañas o laderas donde
la señal climática se hace máxima. Asimismo,
árboles que crecen a elevaciones bajas, en
condiciones más húmedas, cerca del nivel freático
no formarían anillos sensibles al dé cit hídrico,
sino anillos complacientes o anillos de anchura
uniforme (Kaennel & Schweingruber 1995).
APLICACIONES DE LA
DENDROCRONOLOGÍA EN EL TRÓPICO
ECOLOGÍA
El desconocimiento de las tasas de crecimiento
de los árboles tropicales lleva al aprovechamiento
insostenible que implica la pérdida parcial o total
de la biodiversidad (Davey et al. 2003). Más aún,
la conservación de los bosques tropicales es crucial
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en el ciclo global del carbono, pues estos tienen
el potencial de absorber carbono e incorporarlo en
su biomasa y suelo (Clark 2004, Shöngart et al.
2008, Körner 2009). Algunos cientí cos sugieren
que el incremento de CO2 atmosférico estimula el
crecimiento de los árboles, lo que resulta con el
consiguiente aumento de la biomasa del bosque
(Norby et al. 1999, Lloyd & Faquhar 2008,
Rozendaal & Zuidema 2011). Determinar las tasas
de crecimiento diamétrico de los bosques es el
insumo fundamental para cuanti car las tasas de
absorción de CO2 en su biomasa; información que
también se requiere para la ordenación sostenible
de los bosques tropicales. Para tales nes, se han
empleado parcelas permanentes, aunque estas
implican un sesgo, al considerar solo una fracción
de la vida de los árboles.
La dendroecología es una excelente herramienta
que permite reconstruir las trayectorias de
crecimiento diamétrico de cada árbol durante todo
su lapso vital, la historia de disturbios naturales y
de origen humano –formación de claros naturales,
pulsos de liberación y supresión, incendios y
plagas, entre otros– y permite datar la fecha
exacta en que se presentaron (Kitzberger et al.
2000, Brienen & Zuidema 2005, Shöngart 2008,
Rozendaal 2010, Rozendaal & Zuidema 2011).
Temas poco conocidos como la edad, las tasas de
crecimiento y la periodicidad del crecimiento de
los árboles tropicales han sido estudiados mediante
la dendroecología (Worbes 1989, 1995, 1999,
Martínez-Ramos & Alvarez-Buylla 1998, Brienen
2005, Soliz 2010).
En la mayoría de las especies de árboles tropicales
en las que se ha estudiado la frecuencia de formación
de los anillos de crecimiento, estos han resultado
anuales; algunas de ellas son: Cedrela odorata,
Swietenia macrophylla, Rhizophora mangle,
Pseudobombax septenatum, Capparis odora-
tissima, Parkinsonia praecox, Prioria copaifera,
Protium pittieri, Pentaclethra macroloba, Dipteris
panamensis, Minquartia guianensis, Simarouba
amara, Mangifera indica, Psidium guajaba,
Tamarindus indica, Persea americana, Hymenaea
courbaril, Tachigali vazquezii, Amburana cearensis
y Cedrelinga catenaeformis (Mackenzie 1972,
Fahn et al. 1981, Devall et al. 1995, Williams &
Banerjee 1995, Fichtler et al. 2003, Dünisch et
al. 2003, Menezes et al. 2003, Roig et al. 2005,
Brienen 2005, Westbrook et al. 2006, Ramírez
2007).
CLIMATOLOGÍA
El clima de ne la distribución del agua continental,
determina la ubicación de los organismos
vegetales, animales y el hombre. La mayoría de
asentamientos humanos se han concentrado donde
el clima es más favorable. Sin embargo, el clima
es uctuante y de difícil predicción, lo cual puede
generar eventos catastró cos fortuitos. Se sabe
de culturas movilizadas, abatidas o simplemente
extinguidas como producto de cambios climáticos
abruptos (Díaz & Stahle, 2007). Los cambios en la
precipitación y en la temperatura del aire pueden
favorecer el aumento súbito de parásitos que
afectan la salud de hombre y los animales. Ese es
el caso del dengue, la malaria, la leshmaniasis y la
ebre hemorrágica, entre otras (Gage et al. 2008).
Por ejemplo, la muerte de miles de aztecas, tanto
antes como después de la llegada de los europeos
a México, fue producida por ebre hemorrágica.
Tales mortandades se correlacionaron con
megasequías de varias décadas reconstruidas con
cronologías de anillos de árboles de cerca de un
milenio de extensión y con pictogramas aztecas, en
los que se encontraba la fecha del evento (Acuña-
Soto et al. 2002).
Debido a la corta duración de los registros
instrumentales, existen limitaciones para la
identi cación de señales de cambio climático, en
especial, eventos de baja y media frecuencia, como
el fenómeno ENSO (El Niño Southern Oscilation,
en inglés) y de las tendencias seculares que
determinan si las variables climáticas aumentan
o se reducen a largo plazo por efecto del cambio
climático global (Bradley, 1999).
Existe la posibilidad de estudiar el clima antes de
la existencia de registros instrumentales mediante
los registros indirectos o sustitutivos del clima
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Dendrocronología en el trópico: aplicaciones actuales y potenciales
(Proxy, en inglés) como: anillos de crecimiento de
los árboles, polen fósil, anillos de coral, sedimentos
laminados (varvas), sedimentos marinos y análisis
de los isótopos contenidos en núcleos de hielo o en
la madera de los árboles (Mesa et al. 1997, Bradley
1999).
Registros indirectos de resolución anual como
anillos de coral solo informan de la temperatura y
la salinidad del mar o las varvas que son escasas y
difíciles de encontrar tienen desventajas sobre los
anillos de crecimiento de los árboles que son fáciles
de muestrear, pues se encuentran en casi todos los
continentes y rangos latitudinales. Más aún, los
árboles son los organismos vivos más longevos
de la naturaleza (por ejemplo, Pinus longeava con
4700 años) (Schweingruber, 1988).
El estudio del clima pasado mediante los anillos
de crecimiento de los árboles se denomina
dendroclimatología (Kaennel & Schweingruber
1995, Schweingruber 1988, 1996, Luckman 2007),
la cual durante los últimos 30 años se ha convertido
en la herramienta paleoclimática más importante
lográndose reconstruir las precipitaciones y
temperaturas de los últimos 12.500 años mediante
el análisis de madera de árboles vivos y troncos
subfósiles extraídos de turberas y de sitios que han
permitido su preservación por cientos o miles de
años (Hughes, 2002).
Hay un creciente número de estudios de especies
tropicales con nes dendrocronológicos, que se
centran en demostrar la presencia, periodicidad
o características anatómicas de los anillos de
crecimiento (Worbes & Junk 1989, Worbes
1989, 1999, 2002, Hua et al. 2000, Tomazello
et al. 2000, Westbrook et al. 2006, Boninsegna
et al. 2009). También existen algunas pocas
cronologías de anillos con las que se han hecho
reconstrucciones climáticas locales en el trópico.
La primera reconstrucción dendroclimática del
trópico fue realizada en Java por Berlage, quien en
1931, reconstruyó 415 años de precipitaciones con
anillos de Tectona grandis (Pumijumnong et al.
1994, Worbes 2002). Investigaciones más recientes
han logrado relacionar los anillos de crecimiento
con los monzones y variaciones del ENSO en la
India (D´Arrigo et al. 1994, Pumijumnong et al.
1994, Borgaonkar et al. 2010). Cook et al. (2010)
reconstruyeron mil años de los monzones y
megasequías en el Asía con anillos de crecimiento,
observaron que registros históricos, como el
colapso de dinastía Ming, entre otros, fueron
precedidos por severas sequías de varias décadas.
Sin duda, esta es la reconstrucción dendroclimática
más extensa construida hasta ahora en el trópico.
En el altiplano de Bolivia, se observó la alta
correlación entre los anillos de crecimiento
de Polylepis tarapacana y la precipitación en
cronologías de 98 hasta 705 años. En particular,
esta es la cronología con anillos de árboles
realizada a mayor altitud en el mundo (4000
y 5200 m de elevación; (Argollo et al. 2004,
Solíz et al. 2009). Además, Christie et al. (2009)
hallaron correlaciones altas entre cronologías de P.
tarapacana y los registros del ENSO.
En Mato Grosso (Brasil), Dünisch et al. (2003)
encontraron relaciones signi cativas entre los
anillos de Swietenia macrophylla y Cedrela
odorata con la precipitación pluvial entre los
años 1890 y 2000. Por su parte, Schöngart et
al. (2004) estudiaron los anillos de crecimiento
de Piranhea trifoliata, una especie que crece
bajo ambientes de inundaciones estacionales
asociadas con la variación de las descargas del
río Amazonas. Los autores encontraron que existe
conexión entre el crecimiento de los árboles, el
fenómeno El Niño y los ciclos de inundación;
además, muestran cómo, en los últimos 200 años,
los efectos del ENSO se han hecho cada vez más
intensos en la Amazonia. Posteriormente, también
en la Amazonia brasileña, Schöngart et al. (2005)
usaron Macrolobium acaciifolium, especie que
crece en dos tipos de suelos –suelos de várzea
inundados periódicamente por aguas blancas, ricas
en nutrientes, e igapó, inundados por aguas negras,
pobres en nutrientes–. Aunque los dos ambientes
están sometidos al mismo régimen de inundación,
tanto la edad como la densidad de la madera de M.
acaciifolium en los dos ambientes es contrastante.
Las cronologías de 150 años (várzea) y 400 años
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Jorge Andrés Giraldo Jiménez
(igapó) correlacionaron signi cativamente con El
Niño, fase cálida del ENSO.
Cerca de la costa norte de Perú, donde el fenómeno
ENSO se hace más evidente, allí donde los
árboles responden muy bien a la fase lluviosa,
Rodríguez et al. (2005) realizaron el primer estudio
dendrocronológico de la región: construyeron
cronologías cortas de los anillos de Bursera
graveolens que muestran respuesta al ENSO
durante los últimos cincuenta años.
En un estudio llevado a cabo en Panamá con
Cordia alliodora, Pseudobombax septenatum y
Annona spraguei, distribuidas en un gradiente de
precipitación encontraron fuerte relación entre
los índices de anillos con la precipitación y la
temperatura (Devall 1995). En Costa Rica, Enquist
& Leffer (2001) hallaron relación estadísticamente
signi cativa con la temperatura y la precipitación
tanto en Capparis indica como en Genipa
americana. La precipitación local reconstruida
correlacionó positivamente con el índice SOI
(Southern Oscilation Index) y negativamente con
respecto a NAO (The North Atlantic Oscilation).
En Colombia, Ramírez (2007) obtuvo cronologías
cortas de C. odoratissima y P. praecox, que
permitieron la reconstrucción climática de la
precipitación de la media Guajira. Asimismo,
encontró una fuerte correlación entre los índices de
anillos con la precipitación (la más alta registrada
en la literatura), la temperatura super cial del
mar, la velocidad del viento y algunos índices del
ENSO.
GEOMORFOLOGÍA
La erosión hídrica y eólica del suelo son los
principales procesos de erosión natural que afectan
la región andina (Sánchez et al. 2002). La tasa
de erosión hídrica se ha estudiado con parcelas
de escorrentía basadas en la pérdida de suelo en
un tiempo determinado. Un método alternativo
es la dendrogeomorfología que permite datar y
reconstruir los procesos erosivos en lapsos que se
extienden desde pocos años hasta centurias. Para
ello se emplean las raíces de los árboles expuestas
por la erosión (Gärtner 2007, Chartier et al. 2009).
Esto es posible, pues la estructura anatómica de
los anillos de crecimiento di ere entre el tronco,
raíces y ramas. Cuando inicia un proceso erosivo,
al tiempo que elimina suelo, descubre parte de las
raíces super ciales y la estructura anatómica de los
anillos cambia para dejar un marcado contraste que
permitirá datar con exactitud el inicio del evento
erosivo (Schweingruber 1996, Hitz et al. 2008).
También la dendrogeomorfología permite medir
reptación del suelo con los anillos, debido a que
los árboles se inclinan, pero luego recuperan su
verticalidad. Este punto está marcado en los anillos
de la madera. También se puede datar la frecuencia
de las avalanchas por las cicatrices dejadas por la
abrasión y laceraciones de las rocas en el cambium
vascular, las cuales se observan tiempo después
como cicatrices en los anillos de los troncos de
los árboles (Schweingruber 1996; Kitzberger et al.
2000).
ISÓTOPOS ESTABLES
Los principales constituyentes químicos de las
plantas leñosas son carbono, oxígeno e hidrógeno.
Estos son tomados de la atmosfera en forma de
CO2 (dióxido de carbono) y del suelo en forma de
H2O (agua) (McCarroll & Loader 2004, Gagen et
al. 2010). Pequeños cambios en la composición
química del aire y del agua son captados por las
plantas como la proporción de isótopos estables
(13C/12C=δ13C, 18O/16O= δ18O, 2H/1H= δD o deuterio)
almacenados en su tejido orgánico. Es decir, son
archivos de las condiciones medioambientales
pasadas, como temperatura, precipitación y
humedad relativa, entre otras (McCarroll & Loader
2004, 2005).
La proporción de isótopos estables de una muestra
orgánica se mide en un espectrofotómetro de
masas y se compara con una referencia estándar.
Para el hidrógeno y el oxígeno, la referencia
se conoce como Vienna Standard Mean Ocean
Water (Vienna-SMOW); el valor de referencia del
carbono se basa en el contenido isotópico de un
fósil marino del cretáceo, conocido como Pee Dee
104 Colombia Forestal Vol. 14 / Enero-Junio, 2011
104
Dendrocronología en el trópico: aplicaciones actuales y potenciales
Belemnite (PDE) (Schweingruber 1996, McCarroll
& Loader 2004, 2005).
Las proporciones muestra y estándar de los isótopos
estables se expresan en partes por mil (%):
,
d= –1 100
()pesado/liviano X
d()pesado/liviano muestra
d()pesado/liviano standard
(
(
Superficie de la Tierra
Océanos
Circulación
marina
Interacción delavegetación
donde la relación pesado/liviano se re ere a 13C/12C,
18O/16O, 2H/1H.
Isótopos de carbono
En la atmósfera, existen dos isótopos estables
de carbono, 12C (98,9%) y 13C (1,1%). Ambos se
pueden mezclar con el oxígeno y formar CO2 con
distinta carga isotópica (12CO2, 13CO2) (Farquhar
et al. 1989). En las plantas C3, la fotorespiración
depende de la temperatura y de la concentración
de CO2. Las mayores tasas de asimilación de
CO2 en plantas C3 ocurren cuando la irradiancia
y temperatura son bajas. A su vez, cuando los
estomas absorben el aire las moléculas de CO2
que incluyen isótopos de carbono livianos (12C) se
difunden con mayor facilidad, ya que la rubisco
discrimina en contra de los isotopos más pesados
(13C) (Farquhar et al. 1989, McCarroll & Loader
2004), pues los isótopos livianos requieren menor
energía para formar enlaces químicos (Santiago et
al. 2009). Por tanto, las condiciones ambientales
como la luz, el agua y la contaminación afectan la
cantidad de CO2 tomada por las plantas del aire y
pueden ser reconstruidas y estudiadas mediante las
proporción de δ13C.
Los combustibles fósiles como el carbón y el
petróleo son compuestos empobrecidos en 13C
que han aumentado la concentración de CO2
atmosférico, lo cual ha derivado en una reducción
del δ13C atmosférico (efecto de dilusión), fenómeno
que ha sido captado y almacenado en la madera de
las plantas (McCarroll & Loader 2004), es decir el
δ13C de la madera es proxy del CO2 atmosférico.
Isótopos de hidrógeno y oxígeno
El hidrógeno y el oxígeno en la madera provienen
del agua (H2O) disponible en el suelo y, por tanto,
de la precipitación. El contenido isotópico de
la planta es igual al de la fuente, pues no existe
un fraccionamiento de isótopos por las raíces en
el proceso de absorción (Santiago et al. 2005).
El agua absorbida del suelo llega a las hojas
y la evapotranspiración libera a la atmósfera el
hidrógeno y el oxígeno con carga isotópica más
liviana (1H y
16O); esto da lugar al enriquecimiento
de isótopos de agua más pesados (2H y 18O)
(McCarroll & Loader 2004). Finalmente, el agua
con esos isótopos se emplea en la formación de
la celulosa de los anillos de crecimiento. Así, un
simple análisis de la proporción de isótopos de
δ18O o δD, en nas porciones de madera, desde
el centro del árbol hasta su corteza, permite
reconstruir la marcha anual de la precipitación
año tras año. Además, el análisis puede ser
empleado con árboles que no poseen anillos de
crecimiento. Por ejemplo, Evans & Schrag (2004)
hallaron correlación entre la acumulación de δ18O
en la madera de árboles tropicales y periodos
marcadamente secos.
Los isótopos estables de hidrógeno y oxígeno
proveen una señal mixta. Existen altas
correlaciones entre la temperatura y los isótopos
contenidos en la madera, aunque la temperatura
tiene un efecto directo en la composición
isotópica de la precipitación, también causa un
efecto indirecto en el enriquecimiento de isótopos
pesados en las plantas por evapotranspiración
(McCarroll & Loader 2004, Gagen et al. 2010).
Los isótopos de δ13C son un excelente proxy de
la precipitación en regiones áridas y semiáridas
tropicales, por ejemplo: en México, Brienen et al.
(2010) emplearon el contenido de isótopos de δ13C
en anillos de crecimiento de Mimosa acanthaloba,
para estudiar el CO2 atmosférico y la e ciencia de
toma de agua en esa especie. En África tropical,
Gebrekirstos et al. (2009) estudiaron en Acacia
senegal, Acacia tortilis, Acacia seyal, Balanites
aegyptiaca, la relación entre el contenido de
δ13C de los anillos, el espesor de los anillos de
crecimiento y la precipitación. Encontraron
correlaciones inversas, pero signi cativas entre
las cronologías de δ13C, el ancho de los anillos,
así como el periodo lluvioso; situación explicada
105
Colombia Forestal Vol. 14 / Enero-Junio, 2011 105
Jorge Andrés Giraldo Jiménez
por la reducción de la tasa fotosintética, inducida
por el estrés hídrico en las plantas. En Tailandia,
Poussart & Schrag (2005) encontraron que los
isótopos de δ18O y δ13C extraídos de la madera
de Miliusa velutina y Quercus kerri, siguen ciclos
regulares que se correlacionan con los momentos
de máxima y mínima humedad relativa.
ACTIVIDAD SOLAR Y CAMBIO CLIMÁTICO
Aunque es innegable el actual cambio climático,
su origen es controversial, pues muchos cientí cos
a rman que es ocasionado por las actividades
antrópicas que generan un incremento de los gases
atmosféricos de efecto invernadero desde los
inicios de la revolución industrial (IPCC 2007).
Otras evidencias indican que tal cambio en el clima
no es ocasionado únicamente por la actividad
antrópica, sino por fenómenos cíclicos que
ocurren cada cientos o miles de años, como lo son
las variaciones del ángulo de la tierra con respecto
al Sol (ciclos de Milankovitch) e incrementos de
la actividad solar (Dean 2000). Lean et al. (1995)
hallaron una fuerte relación entre la actividad
solar y el incremento de 0.51 ºC de temperatura
en el hemisferio norte desde el siglo XVII hasta el
presente. En efecto, gran parte de las evidencias de
cambio climático se han acopiado con los anillos
de crecimiento de los árboles y otras fuentes
sustitutivas con resolución anual, como núcleos
de hielo y datos históricos (Stuiver & Quay 1980,
Stuiver & Pearson, 1986, Lean et al. 1995, Mann
et al. 1998, Fröhlich & Lean 1999).
El Sol es la principal fuente de energía de todos
los procesos ocurridos en la tierra: crecimiento
de las plantas, circulación de las masas de
aire, evaporación y temperatura, entre otros
fenómenos asociados con el clima. Por tanto,
cabría preguntarse si los cambios ocurridos en el
sol pudieron haber ocasionado pasados cambios
climáticos en la tierra y, a su vez, generarlos en
el futuro (Covey & Hoffert 1997). De ahí, han
surgido las nuevas discusiones acerca de la posible
in uencia de la actividad solar de los últimos cien
años sobre el actual cambio climático (Rigozo et
al. 2008, Velasco 2008).
Los máximos solares se evidencian por la
presencia de manchas solares cerca al Ecuador
del Sol, presentan ciclos de actividad de once,
veintidós y ochenta y ocho años. Por el contrario,
un mínimo solar indica ausencia o baja incidencia
de manchas solares (De Jager, 2005). Eddy (1976)
encontró relación directa entre la pequeña edad de
hielo (Mínimo de Maunder) y un mínimo solar.
Las temperaturas más bajas coincidieron con
la ausencia de manchas solares. Curiosamente,
ese periodo coincide con una mayor cantidad de
radiocarbono atmosférico registrado en los anillos
de los árboles (Stuiver & Quay 1980, Stuiver &
Pearson, 1986). Lo anterior es explicable, pues,
actividades solares bajas permiten mayor ujo de
rayos cósmicos galácticos (RCG) que inciden en la
tierra y reaccionan químicamente con isotopos de
14N en la atmósfera y producen altas cantidades de
14C atmosférico (Reedy et al. 1983, Kromer 2009),
el cual se oxida y en forma de CO2 ingresa a las
plantas mediante la fotosíntesis.
Tanto las concentraciones de 14C atmosféricas
como los ciclos de manchas solares pasados se
almacenan en los anillos de crecimiento de los
árboles (Stuiver & Quay 1980). Ambas son señales
proxy complementarias de la actividad solar
(Stuiver et al. 1986, Rigozo et al. 2008). En este
sentido, los anillos de crecimiento de los árboles
re ejan la interacción entre la tierra y el espacio
mediante fenómenos como la actividad solar, el
campo magnético de la tierra, rayos cósmicos y las
variaciones climáticas (Kocharov 1990).
Investigaciones recientes han demostrado que
Araucaria angustifolia (conífera subtropical) tiene
gran potencial para la reconstrucción de máximos
solares y sus implicaciones sobre el clima de la tierra
(Rigozo et al. 2002, 2004, 2008). Nordemann et al.
(2005) encontraron alta relación entre cronologías
de anillos con ciclos de once años. Concluyen
sobre la alta in uencia de los máximos solares
en los anillos de crecimiento. Aunque todavía no
existen estudios del efecto de las manchas solares
en los anillos de árboles tropicales, no se debería
dudar de su potencial como respuesta los cambios
de la actividad del Sol.
106 Colombia Forestal Vol. 14 / Enero-Junio, 2011
106
Dendrocronología en el trópico: aplicaciones actuales y potenciales
El cambio actual del clima en la Tierra se debe
entender desde las condiciones climáticas pasadas,
tanto en latitudes altas como en el trópico. Por tanto,
los registros proxy del clima y del Sol, construidos
con anillos de crecimiento permitirán examinar su
variabilidad espacio-temporal y realizar conexiones
entre patrones del clima global como ENSO y
NOA (North Atlantic Oscilation) para un mejor
entendimiento futuro del cambio climático.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco especialmente a Flavio Moreno por su
insistencia para la realización de este trabajo, a
Jorge Ignacio del Valle por su lectura, comentarios
y horas de conversaciones que me han permitido
aprender sobre este apasionante tema. Gracias
a todas las personas que con sus comentarios
ayudaron a mejorar el manuscrito.
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... Este proceso, proporciona un registro cronológico detallado de las condiciones ambientales y climáticas que la planta ha experimentado. Al estudiar estos anillos se pueden identificar patrones de crecimiento relacionados con eventos climáticos específicos, como sequías o temporadas de abundancia de agua, lo que brinda una valiosa herramienta para la investigación ambiental y la reconstrucción histórica del clima (Giraldo, 2011). ...
... La disciplina que se encarga de fechar los anillos de crecimiento y establecer su relación con variables ambientales se conoce como dendrocronología (Giraldo, 2011). Aunque su inicio y principales desarrollos han ocurrido en regiones extratropicales, en la actualidad, esta ciencia ha demostrado ser aplicable con éxito en el trópico (Rozendaal y Zuidema, 2011;Giraldo et al., 2020;Quesada-Román et al., 2022;Andreu-Hayles et al., 2023). ...
Article
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Trees are sensitive to environmental conditions. Dendrochronology is the scientific discipline dedicated to studying and considering trees as bioindicators of environmental change. Although there are many tropical species with growth rings, there are few studies using urban trees as a reliable source of environmental information. This study aims to analyze the dendrochronological potential of Urapán / Fresno (Fraxinus uhdei-Oleaceae) as an indicator of environmental change related to precipitation and temperature in an urban area, specifically the city of Medellín, Colombia. We sampled 12 adult and healthy trees growing at an university campus in the city, applying standard den-drochronological techniques. A good synchronization of the tree-ring series (crossdating) was found, both visually and statistically (r = 0.49, p value < 0.05). We obtained a 37-year ring chronology (1986-2023). Our findings revealed a positive and significant correlation between the chronology and the average precipitation during the period November-March (r = 0.47, p < 0.05), and a negative relationship with the average temperature during the period October-May (r =-0.54, p value < 0.05). Both precipitation and temperature affect the growth of the species, which constitutes evidence of its dendroclimatic potential. It does not exist a previous report of the species F. uhdei to evaluate the potential bioindicator of climatic conditions in Medellín.
... El mito surgió a raíz de que en la mayoría de áreas tropicales los cambios en las condiciones ambientales (especialmente en las temperaturas medias mensuales), son menos pronunciados que en las regiones templadas y boreales con acentuada estacionalidad térmica. Con el pasar de los años, el cúmulo de evidencias sobre anillos anuales en el trópico (Brienen, Schöngart, & Zuidema, 2016;Giraldo, 2011;Hayden, 2008;Rozendaal, 2010;J. Schöngart, Bräuning, Barbosa, Lisi, & Oliveira, 2017;Worbes, 1999Worbes, , 2002Zuidema, Brienen, & Schöngart, 2012), obligó a revisar el paradigma de la estacionalidad térmica y a considerar otro tipo de estacionalidades climáticas. ...
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El libro se presenta como capítulos, siendo cada uno el resultado de un tema de investigación sobre el ecosistema y la biodiversidad del bosque muy húmedo tropical (bmh-T) del Bajo Calima. Se presentan 11 capítulos iniciando por la caracterización de la cuenca baja del río Calima, de sus bosques y sus suelos, la biodiversidad de flora y fauna y las características de los árboles y sus maderas, se continúa con la investigación sobre la degradación de los bosques como problema principal que amenaza el ecosistema y se analiza la pertinencia de la restauración como una medida de mitigación. Se finaliza con una disertación sobre el futuro de las investigaciones y las potencialidades de esta biodiversa región. Varias Universidades han estado presentes en estos casi 50 años de existencia del Centro Forestal Tropical en el Bajo Calima y atendieron al llamado de publicar sus resultados que han sido realizados con algún tipo de apoyo desde el mismo. La Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín con dos apuestas, desde el Laboratorio de Dendrocronología Tropical, el conocer la historia que guardan los anillos de crecimiento de los árboles, y desde el Grupo AGROXUE el estudio de los suelos y la vegetación. La Universidad de Caldas con su semillero de investigación abordó el tema de la diversidad de insectos y la de Leicester, mediante un trabajo de investigación doctoral estudió la degradación. La Universidad del Tolima especialmente ha hecho presencia con sus estudiantes de Ingeniería Forestal ydesde múltiples disciplinas ha caracterizado las cuencas, investigado la flora, la fauna y las comunidades rurales que habitan el ecosistema y ha hecho propuestas para su manejo sostenible
... Tectona grandis (teak) was the first species used for dendrochronological studies in the tropics. In 1870, Dietrich Brandis studied the growth of teak and determined the cutting cycles from tree-rings (Jiménez 2011). T. grandis is one of the most used species for climate reconstruction from its growth rings due to its anatomical characteristics (Lumyai & Duangsathaporn 2018;Zaw et al. 2020). ...
Article
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Climate change is expected to increase the occurrence of severe droughts in the tropics, and little is known about its influence on tree dynamics. Tree-ring width and remote sensing tools can help understand the impacts of climate change on tree growth. We evaluated the applicability of NDVI to obtain phenological metrics (e.g., start, peak, end, and length of growth season) and explored its relationship with tree-ring width of Tectona grandis (teak). The phenological metrics and tree-ring width were correlated with each other, and with both local (temperature, precipitation, solar insolation, Standardized Precipitation Evapotranspiration Index - SPEI) and large-scale (El Niño) climatic variables. The length of season and tree-ring width of teak were positively correlated with precipitation and negatively correlated with temperature in the initial months of the growth period. Tree-ring width was negatively correlated with El Niño events. Climate variables and length of season from the prior period were correlated with the tree-ring width of the current growing period. This study demonstrated that rather than directly affecting productivity, climate might also affect the length of the growing season, which would affect tree growth in the next season. Keywords Dendrochronology; El Niño; ENSO; phenological metrics; phenology; SPEI; teak; vegetation index
... annual variation of ring width and dendrochronological studies have been efficient and accurate in analyzing correlations between tree growth and environmental conditions (Jiménez, 2011;Roig et al., 2009). These studies were made in TDFs from Africa (Therrell et al., 2007;Trouet et al., 2012;Tolera et al., 2013;Gebrekirstos et al., 2014), Asia Rahman et al., 2017), South America (Brienen et al., 2009(Brienen et al., , 2010aLebrija-Trejos et al., 2011;López and Villalba, 2016;Mendivelso et al., 2016). ...
Article
Tropical dry forests (TDF) are highly important tropical forest ecosystems. Yet, these forests are highly threatened, usually neglected and only poorly studied. Understanding the long-term influences of environmental conditions on tree growth in these forests is crucial to understand the functioning, carbon dynamics and potential responses to future climate change of these forests. Dendrochronolgy can be used as a tool to provide these insights but has only scantly been applied in (dry) tropical forests. Here we evaluate the dendrochronological potential of four Caatinga neotropical dry forest tree species – Aspidosperma pyrifolium, Ziziphus joazeiro, Tabebuia aurea, and Libidibia ferrea – collected in two locations in northeastern Brazil (Sergipe state). We provide an anatomical characterization of the ring boundaries for the four species and investigate correlations of their growth with local and regional climatic variables. All four species form annual rings and show high inter-correlation (up to 0.806) and sensitivity (up to 0.565). Growth of all species correlated with local precipitation as well as with sea-surface temperatures in the tropical Atlantic and/or tropical Pacific oceans. We also show teleconnections between growth and the El Niño South Oscillation. The strong dependence of tree on precipitation is worrisome, considering that climate change scenarios forecast increased drought conditions in the Caatinga dry forest. Including more species and expanding dendrochronological studies to more areas would greatly improve our understanding of tree growth and functioning in TDFs. This type of knowledge is essential to assist the conservation, management and restoration of these critical tropical ecosystems.
... These studies focused on the northern and central mountainous areas of the country, mostly in the Sierra Madre Occidental complex, which contains many temperate forests. A few studies in tropical ecosystems were found, whose research can be considered incipient in relation to other Latin-American countries [16,21,30,31]. [28]. ...
Article
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Dendrochronology is a very useful science to reconstruct the long-term responses of trees and other woody plants forming annual rings in response to their environment. The present review considered Mexico, a megadiverse country with a high potential for tree-ring sciences given its high climatic and environmental variability. We reviewed papers considering Mexican tree species that were published from 2001 to 2016. Most of these studies examined tree species from temperate forests, mainly in the pine and fir species. The review included 31 tree species. The most intensively sampled family and species were the Pinaceae and Douglas fir (Pseudotsuga menziessi (Mirb.) Franco), respectively. Some threatened tree species were also studied. Dendrochronological investigations were mainly conducted in northern and central Mexico, with Durango being the most sampled state. The reviewed studies were mostly developed for hydroclimatic reconstructions, which were mainly based on the tree-ring width as a proxy for the climate. Tree-ring studies were carried out in both national and foreign institutions. Our review identified relevant research gaps for dendrochronologists such as: (i) biomes which are still scarcely studied (e.g., tropical dry forests) and (ii) approaches still rarely applied to Mexican forests as dendroecology.
... This information can be obtained through dendrochronological study. This technique provides historical information on environmental conditions of a given place, and is used to study changes in ecology, climatology, environmental chemistry, and geomorphology (Giraldo-Jiménez, 2011). Current methods for estimating C capture in forests regularly use destructive methods for chemical analysis, having a negative impact on their ecosystems . ...
Article
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Knowing carbon (C) content variations in forests, provides information relevant to assessing climate change. Traditionally, methods for calculating C content are destructive and do not consider variation in wood density (ρ). In this study, temporal variation in C content of Pinus cooperi Blanco was determined at a site in the Sierra Madre Occidental, Durango, Mexico. Chronologies of carbon capture in this species were obtained using dendrochronology to date growth rings and allometric relationships to estimate biomass, including ρ. Our results indicate that temporal variation in C is related to temporal variation in ρ. Such variation likely depends on environmental and spatial conditions at site. Comparison of our results with those obtained without taking into account ρ shows that neglecting ρ underestimates C capture by more than 50%, representing a variation of up to 266.51 mg at this site. Our more accurate C estimates are relevant to establishing effects of climate change on C flows in ecosystems. This is the first study to use such methodology to estimate C capture in Mexico, providing important information on C flows and forest productivity for this region.
Thesis
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The central forest is a region characterized by a warm and humid climate with rainfall reaching 2000 mm per year, with an average temperature of 25°C. In the last 20 years, episodes of climatic variability and droughts are evidenced and recorded. Caryocar glabrum is a species that inhabits tropical forests, its growth occurs between 120 to 1800 meters, and it is distributed along the Amazon basin. In our country, it is in the departments of Amazonas, Junín, Loreto, and Pasco. The species is used for the construction of structures, due to its high density (0.65 gr/cm3) and the good quality of its wood. The thesis aims to evaluate the influence of droughts on the anatomical characteristics of Caryocar glabrum, for which a ring-width chronological series of the period 1800-2020 (220 years), with the Senamhi temperature and precipitation meteorological data, standardized precipitation indices were generated. For the measurement of anatomical elements, wide, narrow, and control rings were identified and vessels (diameter, length, and frequency/mm2) and fibers (length) were measured. The growth of Caryocar glabrum is significantly influenced by precipitation in the current growth ring formation season (r = 0.380). In years of drought, significant differences were found in the diameter and length of wide, narrow, and control rings (p < 0.05). Droughts significantly influence the anatomical characteristics of the species.
Article
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Em um remanescente de Floresta Ombrófila Mista Aluvial, foram abatidas 56 árvores adultas de Gymnanthes klotzschiana, árvore típica e representativa desta formação e popularmente conhecida como branquilho, às margens do rio Barigui, em Araucária - PR, o qual teve o curso de seu leito retificado na década de 1960. Considerando-se as técnicas e premissas básicas para estudos dendrocronológicos, os discos foram secos, polidos e os anéis de crescimento identificados e demarcados, para a construção de séries cronológicas e sua correlação com variáveis climáticas/ambientais. O presente trabalho tem por objetivo verificar se: (i) Gymnanthes klotzschiana apresenta características potenciais para estudos dendroecológicos; (ii) a espécie responde a estímulos ambientais e intervenções antrópicas; (iii) a estrutura etária das árvores estudadas é compatível com a ocorrência de distúrbios antrópicos na região. A análise dos resultados reforça a potencialidade da espécie em estudos dendroecológicos, considerando a sincronia dos dados e a sensibilidade às variáveis climáticas. Além disso, a idade máxima constatada das árvores analisadas é próxima ao final do ciclo de extração da madeira utilizada pelas embarcações a vapor nesta região, que preponderaram até meados da década de 1950.
Article
A composite record of the Sun's total irradiance compiled from measurements made by five independent space-based radiometers since 1978 exhibits a prominent 11-year cycle with similar levels during 1986 and 1996, the two most recent minimum epochs of solar activity. This finding contradicts recent assertions of a 0.04% irradiance increase from the 1986 to 1996 solar minima and suggests that solar radiative output trends contributed little of the 0.2°C increase in the global mean surface temperature in the past decade. Nor does our 18-year composite irradiance record support a recent upward irradiance trend inferred from solar cycle length, a parameter used to imply a close linkage in the present century between solar variability and climate change.