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BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1) 47
GMELINA ARBOREA /PLANTATIONS
DOSSIER
Figuras 2e.
Plantación adulta de G. arborea (Costa Rica).
Foto R. Moya Roque.
La introducción de Gmelina arboreaen Costa Rica
produjo importantes cambios en la industria forestal primaria,
principalmente debido a la falta de equipos necesarios para procesar
trozas de pequeño diámetro procedentes de plantaciones.
En la actualidad se aprovecha casi todo el tronco: la parte inferior en la
industria del mueble y del contrachapado, la parte intermedia en la
construcción, y la parte superior para la fabricación de embalajes.
Róger Moya Roque
Escuela de Ingeniería Forestal
Instituto Tecnológico de Costa Rica
Centro en Investigación en Integración Bosque Industria
Apartado 159-7050, Cartago
Costa Rica
Moya@itcr.ac.cr
Tel.: (506) 550 24 33
Fax: (506) 591 33 15
Gmelina arborea
en Costa Rica
RÉSUMÉ
GMELINA ARBOREA AU COSTA RICA
Introduite au Costa Rica en 1975,
Gmelina arborea est actuellement
l’espèce la plus utilisée dans ce pays
pour la reforestation commerciale.
Cette espèce recouvre environ 65 000
ha (15 % de la superficie mondiale
occupée par G. arborea), un chiffre
élevé par rapport à la superficie
réduite de ce pays (51 000 km2).
L’espèce est plantée avec un espace-
ment de 3 x 3 m, à partir de boutures
de racines et de tiges. L’élagage et
l’éclaircie sont effectués deux ou trois
fois avant les rotations, tous les qua-
torze ans, selon la qualité du site. Sur
un site favorable, l’accroissement en
diamètre à hauteur d’homme est en
moyenne de 2,6 cm/an et le rende-
ment varie de 25 à 40 m3/ha/an. Au
Costa Rica, l’introduction de cette
espèce a entraîné des changements
importants dans l’industrie primaire
du bois, du fait de l’absence d’équipe-
ments appropriés pour transformer
des grumes de petit diamètre issues
de plantations. Actuellement, la
quasi-totalité du tronc est utilisée : la
partie inférieure de la grume dans l’in-
dustrie du meuble et du contrepla-
qué, la partie médiane pour la
construction et la partie la plus étroite
pour la fabrication de pallettes et, en
tant que bois ronds, pour les
constructions traditionnelles (huttes).
Mots-clés : Gmelina arborea, bois,
utilisation.
ABSTRACT
GMELINA ARBOREA IN COSTA RICA
Gmelina arborea was introduced in
Costa Rica in 1975, and is now the
most commonly used species for tim-
ber production. Approximately 65 000
hectares have been planted with this
species in Costa Rica (15% of planted
area worldwide), which is consider-
able in view of the country’s small size
(51 000 km2). Saplings raised from
root and shoot cuttings were planted
with a spacing of 3x3m. The trees are
pruned and thinned 2 or 3 times
before felling (14-year rotation),
depending on site quality. Increments
in DBH average 2.6 cm/year and yield
varies between 25 and 40 m3/ha/year
in high-quality sites. The introduction
of this species in Costa Rica brought a
major change in the primary timber
industry, mainly because of the lack of
suitable equipment to process small-
diameter logs from plantations (as
opposed to natural forest trees). At
present, almost the entire stem is
being processed: the first log is used
in the furniture and plywood industry,
the second log in the construction
industry, and small logs are used as
roundwood for simple constructions
(huts) and for pallets.
Keywords: Gmelina arborea, yemane,
melina, gemari, wood, use.
RESUMEN
GMELINA ARBOREA EN COSTA RICA
La Gmelina arborea fue introducida en
Costa Rica en 1975 y, actualmente, es
la especie más utilizada en la refores-
tación comercial. Se estima que exis-
ten en Costa Rica cerca de 65 000 ha
reforestadas con esta especie (15% de
la superficie mundial ocupada por
G. arborea), cifra muy alta para la
extensión del país (51 000 Km2). Las
plantaciones de esta especie se efec-
tuaron con espaciamientos de 3x3
metros utilizando seudoestacas. Las
podas y raleos se realizan 2 o 3 veces,
dependiendo de la calidad del sitio,
antes de llegar a la rotación cada 14
años. En un buen sitio, el incremento
del diámetro a la altura del pecho es de
un promedio de 2,6 cm/año y la pro-
ducción varía de 25 a 40 m3/ha/año. La
introducción de esta especie en Costa
Rica produjo importantes cambios en
la industria forestal primaria, principal-
mente debido a la falta de equipos
necesarios para procesar trozas de
pequeño diámetro procedentes de
plantaciones. En la actualidad se apro-
vecha casi todo el tronco, las trozas de
la parte inferior en la industria del
mueble y del contrachapado, las de la
parte intermedia en la construcción, y
las trozas más delgadas para la fabri-
cación de embalajes; la madera en
rollo sirve para la construcción de
cabañas rústicas.
Palabras clave: Gmelina arborea,
madera, utilización.
48 BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1)
PLANTATIONS /GMELINA ARBOREA
DOSSIER
Róger Moya Roque
La reforestación
en Costa Rica
Costa Rica, con una superficie
de 51 113 km2es la tercera república
más pequeña de Centroamérica. El
país se ubica entre los paralelos
8°00’ y 11°00’, latitud norte y entre
los meridianos 83°30’ y 86°00’, longi-
tud este (figura 1).
La deforestación en Costa Rica
empezó a darse a inicios del siglo
pasado, pero hasta los años cincuenta
no se presentaron los primeros infor-
mes de deforestación. En el período
comprendido entre 1940 y 1985, se
estima que la tasa de deforestación del
país era de 50 000 hectáreas por año,
cifra muy alta para la totalidad del terri-
torio nacional, dando como resultado
que el país disminuyera su cobertura
forestal al 24,4% (Castro et al., 1998).
A partir del año de 1979, y preo-
cupados por esta situación, se inició
un proceso de reforestación en el país
por medio de incentivos, el cual se ha
mantenido hasta el momento. La pri-
mera modalidad de incentivos fue
deducir el impuesto sobre la renta a
las empresas que invirtieran en refo-
restación. Posteriormente, a partir del
año 1986, se estableció otra nueva
modalidad de incentivo por parte del
Estado en la cual, se buscó hacer de la
reforestación una actividad más
democrática cediendo recursos a los
pequeños y medianos productores,
generalmente con extensiones meno-
res a 100 ha (Castro et al., 1998).
En el año 1998, el gobierno dejó
de brindar este incentivo económico
para la reforestación, sin embargo,
gracias a que Costa Rica inició la
venta de carbono en el año 1997, se
estableció otra forma de reforesta-
ción, que consiste en el pago de servi-
cios ambientales, cuyo objetivo prin-
cipal es la acumulación de dióxido de
carbono (CO2) en las plantaciones.
En el proceso de reforestación se
utilizaron una gran variedad de espe-
cies y, desde hace aproximadamente
12 años, la principal especie plantada
ha sido Gmelina arborea (figura 2),
que ocupa el 43% del área reforestada
hasta el año 1998 (Tabla I), seguida de
Tectona grandis, Bombacopsis quina-
tum y Cordia alliodora.
Reforestación
con Gmelina
arborea
Las primeras plantaciones de
melina fueron establecidas en Costa
Rica entre los años 1970 y 1975, como
parte de un ensayo de procedencias
realizado para una empresa brasileña
ubicada en Jari (Brasil), en el cual la
semilla provenía de diferentes regio-
nes del mundo (Lega, 1988). Estos
ensayos estaban dirigidos principal-
mente a la producción de fibra para la
fabricación de papel, que era el prin-
cipal mercado de la empresa que rea-
lizó los ensayos (Valerio, 1986).
Paralelamente, se empezó a nivel
nacional con el programa de incenti-
vos estatales y la melina se consolidó
como una de las principales especies
a utilizar en los programas de refores-
tación debido a su buen desarrollo
silvicultural.
Las primeras plantaciones esta-
ban orientadas a producir materia
prima para la industria papelera y
para la producción de leña. Sin
embargo, el sector de reforestación
pronto se dio cuenta de que el país
no poseía una industria papelera
capaz de consumir la materia prima
producida en la reforestación, debido
a que la única industria existente no
tiene el sistema de producción de
astillas, sino que su fuente de mate-
ria prima es la pasta comprada inter-
nacionalmente. La utilización de la
melina como combustible tampoco
resultó una solución viable debido a
la baja capacidad calórica de la espe-
cie y, además, porque en Costa Rica
el consumo de leña es bajo: sola-
mente el 5% de todas las fuentes
energéticas utilizadas en el país
(ARCE, RUIZ, 2001).
La falta de mercado de pulpa y
leña para la melina dio como resul-
tado que muchas personas empeza-
ran a utilizar la especie para la pro-
ducción de madera aserrada y,
quizás, Costa Rica sea en la actuali-
dad uno de los pocos países en
donde está siendo utilizada a gran
escala como fuente de materia prima
para madera aserrada, producción de
muebles y postes rollizos preserva-
dos, entre otros.
NICARAGUA
PANAMA
Liberia
Alajuela Heredia
Cartag
San José
COSTA RICA
Puntarenas
Limon
N50 km025
02550 ml
Figura 1.
Mapa de Costa Rica.
BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1) 49
DOSSIER
GMELINA ARBOREA /PLANTATIONS
En la actualidad Gmelina arbo-
rea ocupa un área de 65 mil ha, que
representa el 15% de las 418 000 ha
existentes a nivel mundial (BROWN,
2000). Ésta se encuentra plantada
desde las zonas con precipitaciones
hasta de 4500 mm y de 2 meses
secos al año hasta zonas donde la
precipitación es menor a 1000, con
temperaturas de 18 a 38°C y altitudes
hasta los 600 m (ALFARO, 2000). La
especie se desarrolla principalmente
en suelos profundos, húmedos, bien
drenados y con un buen suministro
de nutrientes, pero se puede desarro-
llar en suelos desde ácidos o calcá-
reos, hasta lateríticos. En los suelos
arcillosos, pesados o con mal drenaje
no se desarrolla la especie satisfacto-
riamente (MURILLO, VALERIO, 1991).
En cuanto a la topografía, los mejores
sitios son los planos, de poca pen-
diente y con baja humedad (ALFARO,
2000).
Esta especie, por lo general, se
produce en bancales y su sistema de
producción se realiza principalmente
por pseudo-estacas y raíz desnuda.
Las semillas son puestas a germinar
al final de las lluvias (septiembre-
octubre) en camas de germinación,
para luego transplantarse a los ban-
cales para producir arbolitos con raíz
desnuda, pseudo-estacas o deshoja-
dos, que deben ser sembrados a prin-
cipios de la estación lluviosa (MURI-
LLO, VALERIO, 1991).
Figura 2a.
Plantación de un año de G. arborea
(Costa Rica).
Foto R. Moya Roque.
50 BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1)
PLANTATIONS /GMELINA ARBOREA
DOSSIER
Tabla I.
Área y porcentaje reforestado por especie.
Fuente: SINAC, 1998.
Especie Área reforestada Porcentaje del
(ha) área reforestada
Gmelina arborea 65 000 43
Tectona grandis 35 000 23
Bombacopsis quinatum 8 000 5
Cordia alliodora 7 000 5
Especies coníferas 7 000 5
Otras 28 000 19
Total 150 000 100
Figuras 2b, c, d.
Plantación adulta de G. arborea (Costa Rica).
Foto R. Moya Roque.
Manejo silvícola
de la melina
Las políticas de reforestación
para el país giraban alrededor de los
incentivos fiscales del Estado, de los
cuales han existido diferentes modali-
dades, cada una de ellas dirigidas a
diferentes épocas y situaciones del
país (FONAFIFO, 2001). Uno de los
inconvenientes que trajo este tipo de
financiamiento fue la falta de manejo
de las áreas reforestadas, debido prin-
cipalmente a que el Estado no contaba
con los recursos para controlar las
labores silviculturales en las áreas
implementadas por medio de los
incentivos fiscales. Esto dio como
resultado que, en algunas áreas, no se
ejecutara manejo alguno y, en otros
casos, se aplicaran algunas activida-
des sin llegar a un manejo intensivo.
MEZA (1999), en una de las conclusio-
nes de la evaluación de la calidad de
las plantaciones en Costa Rica, esta-
bleció lo siguiente: “En las etapas ini-
ciales del proceso de reforestación
hubo grandes errores y deficiencias,
desde el origen del material para plan-
tar hasta los atrasos casi generaliza-
dos en la ejecución de las podas y
raleos. Esta situación, hace que las
plantaciones forestales existentes,
muestren signos de mala calidad...”.
En la actualidad, la totalidad de
las plantaciones están dirigidas a la
producción de madera aserrada,
donde la densidad inicial de planta-
ción es de 1100 árboles/ha (3x3 m de
distanciamiento). Ello permite aplicar
2 o 3 raleos dependiendo del índice
de sitio donde se desarrolle la planta-
ción (SAGE, QUIROS, 2001): dos
raleos para los sitios buenos y tres
raleos donde el sitio presente una
calidad media o pobre (Tabla II).
La edad de corta final se esta-
blece en 14 años, pero ésta tiene dos
excepciones prácticas: la primera de
ellas es que en los sitios muy buenos
se está cortando a los doce años,
debido a que en esa edad alcanza diá-
metros superiores a los 35 cm, que es
el diámetro deseado en el turno de
corta (ALFARO, 2000). La segunda
excepción está en que algunas planta-
ciones se han orientado principal-
mente a la producción de tarimas, para
las cuales se ha demostrado con estu-
dios económicos que, con diámetros
entre 22 y 25 cm, se obtienen tasas de
retorno altas para los industriales
(CARRILLO, 1999). Ello ha dado lugar a
que, en la actualidad, algunas de las
plantaciones de melina sean aprove-
chadas a una edad entre 8 y 9 años.
Respecto a las podas, son aplica-
das en la misma frecuencia que los
raleos, en donde la primera se aplica a
un 50% cuando el árbol alcanza
5metros de altura, la segunda cuando
posee una altura de 10 m con el mismo
porcentaje y la tercera, y última,
cuando el árbol alcanza 16 metros de
altura y con un porcentaje del 40%
(ALFARO, 2000).
En sitios de productividad pro-
medio, según VALLEJOS (1998), a los
12 años de edad de la plantación, el
volumen total producido oscilará entre
150 y 294 m3/ha para una densidad de
plantación menor a 300 árboles por
hectárea y diámetros superiores a 30
cm con alturas comerciales de 15 a
20 m. El incremento medio anual (IMA)
para la masa total en Costa Rica está
entre 25-40 m3/ha/año a la edad de
12 años (ALFARO, 2000).
Disponibilidad
de madera en
troza de melina
En Costa Rica, la materia prima
proveniente de plantaciones forestales
para el sector industrial empezó a incre-
mentarse significativamente desde el
año 1992 y, según estimaciones realiza-
das (MEZA, 1999; SAGE, QUI ROS, 2001),
la disponibilidad de materia prima de
melina en la actualidad es de alrededor
de 400 000 m3en troza. Sin embargo,
esta cantidad no se está procesando en
los aserraderos; debido a que la capaci-
dad industrial para madera de planta-
ciones es de 200 000 m3, cifra que
representa el 25% del consumo nacio-
nal de madera en troza (CARRILLO,
2001). Para los años siguientes, se
espera que la disponibilidad de la
madera de melina (figura 3) presente
varios altibajos y, así, la industria de la
madera se compense por los años
donde no se consumió la totalidad de la
materia prima disponible. Los años de
máxima disposición de materia prima
están establecidos del 2006 al 2009
(SAGE, QUIROS, 2001), con una canti-
dad de madera de melina suficiente
para abastecer el 50% del mercado de
madera en troza para Costa Rica.
BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1) 51
DOSSIER
GMELINA ARBOREA /PLANTATIONS
Calidad
de sitio
Bueno
IS=28
Medio
IS=21
Bajo
IS=14
Tipo
de corta
Raleo 1
Raleo 2
Raleo 3
Corta final
Raleo 1
Raleo 2
Corta final
Raleo 1
Raleo 2
Corta final
Edad del
raleo (años)
4
8
12
14
6
10
14
8
12
14
Árboles
a cortar
440
150
100
299
380
200
409
350
200
439
Diámetro
medio (cm)
16,5
22,4
26,6
36,9
18,9
25,3
25,9
15,9
20,3
26,5
Altura
media (m)
14,7
22,4
25,7
26,4
14,5
18,3
19,8
10,5
13,3
17,8
Tabla II.
Esquema de manejo normal para plantaciones de Gmelina arborea
en Costa Rica.
Fuente: Sage, Quiros, 2001.
IS: índice de sitio.
Cambio en
el sector de
la industria forestal
producto
del procesamiento
de melina
Al inicio del siglo XIX, Costa Rica
experimentó un desarrollo de la agri-
cultura extensiva (con cultivos como
el banano y el café), lo que dio lugar a
que muchas de las tierras fueran
deforestadas. Consecuentemente, se
dio un desarrollo de la industria
forestal, orientado principalmente a
la utilización de madera proveniente
de los bosques naturales. Durante
este desarrollo, llegaron a existir en
Costa Rica cerca de 220 aserraderos,
cifra muy alta para su extensión
(CARRILLO, 2001). Los aserraderos
utilizados para procesar las trozas del
bosque natural son, principalmente,
sierras de cinta con un carro para pro-
cesar trozas con diámetros que supe-
ren los 33 cm (figura 4).
Producto de la reforestación que
experimentó el país a partir del año
1980, para el año 1993 se contaba con
un volumen grande de madera prove-
niente de las plantaciones, principal-
mente melina. Sin embargo, existía el
problema en los aserraderos común-
mente usados en el país de que las
trozas eran pequeñas para los equi-
pos o sistemas de producción. Esta
situación dio lugar a que se iniciara
una reconversión de la industria fores-
tal, con el propósito de poder proce-
sar rentablemente la materia prima
proveniente de las plantaciones fores-
tales. Lo primero que se experimentó
en el país para el procesamiento de
trozas de melina fue utilizar aserrade-
ros portátiles tipo cinta, muy usados
en países de Norteamérica para el
autoconsumo de pequeñas fincas.
Esta forma de procesar las trozas
estaba basada en el concepto de lle-
var el aserradero al bosque y no el
bosque al aserradero. Rápidamente,
los aserraderos portátiles dejaron de
utilizarse, debido a que el volumen
que se produce en una plantación es
muy alto para la capacidad de produc-
ción de los aserraderos portátiles.
El fracaso de los aserraderos
portátiles, dio lugar a que aparecie-
ran en las industrias nacionales los
aserraderos circulares de sierras
gemelas (Figura 5). Este tipo de
maquinaria fue implementado princi-
palmente para procesar trozas prove-
nientes de los raleos, ya que era el
tipo de materia prima que estaban
produciendo las plantaciones foresta-
les (MOYA, MONGE, 1997).
En el desarrollo de nuevas alter-
nativas para el procesamiento de tro-
zas de plantación de melina, los
industriales pronto se dieron cuenta
52 BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1)
PLANTATIONS /GMELINA ARBOREA
DOSSIER
Figura 3.
Disponibilidad de la madera de G. arborea en Costa Rica.
Fuente: Meza, 1999; Sage, Quiros, 2001.
Figura 4.
Sierra de cinta con un carro para procesar
trozas con diámetros que superen los 33 cm .
Foto: Proyecto Coseforma.
Figura 5.
Aserradero circular de sierras gemelas para
el procesamiento de G. arborea.
Foto: Proyecto Coseforma.
Figura 6.
Aserradero con dos espadas de motosierra
puestas verticalmente, manejadas por un
motor para procesar trozas hasta los 11 cm
como mínimo.
Foto: Proyecto Coseforma.
que el diámetro mínimo para poder
procesar las trozas en las máquinas
existentes tenía que ser mayor a los
15 o 16 cm. Esto significó que las tro-
zas con diámetros menores a 16 cm
no se aprovecharan, ya que nuestro
país no contaba con una industria
papelera desarrollada. Muchas per-
sonas preocupadas por esta situa-
ción desarrollaron una alternativa
bastante viable, en donde se logran
procesar trozas hasta los 11 cm de
diámetro sin corteza de una manera
rentable y eficiente (CARRILLO, 1999).
Esta máquina puede ser de tipo esta-
cionario o móvil y posee dos espadas
de motosierra puestas verticalmente
y manejadas por un motor de com-
bustión o eléctrico (figura 6).
Al llegar las plantaciones a los
últimos raleos y a su cosecha final,
los aserraderos circulares de sierras
gemelas no tenían la capacidad de
procesar los diámetros producidos;
ello dio lugar a que se buscaran nue-
vas alternativas, basadas principal-
mente en dos formas: la sierra circu-
lar tipo top saw por un lado (figura 7),
que es la menos usada, y las sierras
alternativas por otro (figura 8).
Las trozas con diámetros entre
6y 12 cm que no son utilizadas para el
aserrío, son utilizadas actualmente
por la industria de preservación (que
no existía hace 10 años) para preser-
var a presión y utilizarlas como postes
para la construcción de casas rústicas.
Los procesos industriales gene-
ralmente presentan rendimientos que
oscilan entre el 40 y 55% del volumen
de las trozas para el producto más
importante, el aserrín representa el
10%, el producto secundario (piezas
para otros proceso industriales) el
6% y el producto no utilizable repre-
senta el 29 y 39%, que, general-
mente, se utiliza para las calderas de
secado. Referente a los tratamientos
de la madera aserrada, la mayoría de
la madera se comercializa en un 100%
seca y, como el duramen de la melina
no se puede tratar por el método de
vacío-presión, en la actualidad se ha
iniciado la preservación mediante
inmersión-difusión con boro.
Productos de la
madera de melina
y uso integral del
recurso forestal
En Costa Rica, durante mucho
tiempo, una de las principales entra-
das de divisas fue la exportación de
banano. El transporte de este tipo de
productos es realizado generalmente
en cajas de cartón, las cuales son
colocadas en tarimas (pallets) para
su manipulación (Figura 9). Las tari-
mas, antes del año 1990, se cons-
truían con especies del bosque natu-
ral, su principal requisito es que
fueran de color blanco, ya que el mer-
cado exige ese color.
Por otra parte, durante el perí-
odo de 1990 a 1995 Costa Rica con-
taba ya con un volumen grande de
madera de melina, que provenía prin-
cipalmente de los raleos forestales y,
en ese momento, la madera de melina
era totalmente desconocida en el
mercado costarricense, debido a que
ésta fue introducida en los programas
de reforestación proveniente de los
países de Asia. La solución inmediata
para la utilización de la madera de
melina de las plantaciones forestales
fue incursionar en un mercado poco
exigente, donde el consumo de
madera aserrada era alto (alrededor
de 100 000 m3). Las tarimas para el
sector bananero cumplían con estos
requisitos , por lo que fueron autori-
zadas oficialmente por el Ministerio
de Economía y Comercio de Costa
Rica en el año de 1990 (MEIC, 1990).
Rápidamente, no sólo ocurrió
una reconversión de la industria
forestal costarricense, sino que
empezó una fuerte competencia en el
mercado de las tarimas, debido a la
alta disponibilidad de materia prima,
dando lugar en pocos años a una
caída de su precio, el cual disminuyó
casi un 40% en un período de 3 años
(CAMARA COSTARRICENSE FORES-
TAL, 2002). Por esta situación, se
empezó a incursionar en otros tipos
BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1) 53
DOSSIER
GMELINA ARBOREA /PLANTATIONS
Figura 7.
Sierra circular tipo top saw para trozas de G.
arborea.
Foto: Proyecto Coseforma.
Figura 8.
Sierra alternativa para el
procesamiento de trozas de G.
arborea.
Foto: Proyecto Coseforma.
Figura 9.
Construcción de tarimas de G. arborea.
Foto: Proyecto Coseforma.
Tabla III.
Resumen de propiedades físicas de la madera de melina creciendo en Costa Rica.
Fuente: Moya, 2001.
Autor Edad Procedencia PEB Densidad Contenido
(años) de Costa Rica verde de Humedad Porcentaje de contracción total
(g/cm3)en verde (%) Volumétrico Tangencial Radial
Alpízar, 1989 3,5 Zona Atlántica 0,34 0,93 172,84 9,53 4,65 4,08
Córdoba, Serrano, 1989 4 Zona Atlántica 0,37 0,65 75,62 7,93 6,61 5,03
Córdoba, Serrano, 1989 12 Zona Atlántica 0,45 0,95 113,18 5,02 - -
Córdoba et al., 1990 3 Zona Norte 0,37 0,93 152,47 7,64 7,20 5,11
Alfaro, 1992 3 Zona Norte 0,35 0,72 104,42 9,75 5,36 2,57
Blanco et al., 1993 4 Zona Atlántica 0,425 - - - 4,30 1,30
Blanco et al., 1993 6 Zona Atlántica 0,452 - - - 6,10 2,90
Blanco et al., 1993 8 Zona Atlántica 0,446 - - - 6,90 3,30
Rojas, 1997 7,5 MG Pacifico Sur 0,38 1,06 153,25 6,89 5,45 2,79
Rojas, 1997 7,5 SG Pacífico Sur 0,39 1,02 162,22 7,13 7,39 2,83
Muñoz, 1999 10 Pacífico Sur 0,34 0,90 - 8,06 - -
Muñoz, 1999 5 Pacífico Norte 0,40 1,01 - 9,21 - -
Córdoba et al., 2000 NSP Pacífico Norte 0,39 0,69 75,05 - 5,21 2,95
Córdoba et al., 2000 NSP Zona Norte 0,41 0,75 84,13 - 5,46 2,54
Córdoba et al., 2000 NSP Zona Norte 0,34 0,60 75,57 - 4,69 2,46
Córdoba et al., 2000 NSP Pacífico Sur 0,34 0,78 112,19 - 4,88 2,69
Córdoba et al., 2000 NSP Zona Norte 0,37 0,78 127,45 - 5,60 3,04
Córdoba et al., 2000 NSP Zona Atlántica 0,39 0,99 165,86 - 5,11 2,87
MG: mejorada genéticamente; SG: sin mejoramiento genético; NSP: no se reporta; PEB: peso específico básico.
54 BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1)
PLANTATIONS /GMELINA ARBOREA
DOSSIER
Tabla IV.
Resumen de las propiedades mecánicas de la madera de melina en Costa Rica.
Fuente: Moya, 2001.
Autor Edad Procedencia MOR MOE Compresión Dureza Dureza Cortante Cortante
(años) en flexión en flexión lateral perpendicular tangencial radial
Verde 12% Verde 12% Verde 12% Verde 12% Verde 12% Verde 12% - -
Alpízar, 1989 3,5 ZA 346 397 69 181 105 133 137 184 183 233 - - 35 70 - -
Córdoba, Serrano, 1989 4,0 ZA 288 448 - - 284 337 204 226 232 335 54 51 43,84 63
Córdoba, Serrano, 1989 12,0 ZA 548 782 - - 164 520 396 450 395 517 62 78 63,78 74
Córdoba et al., 1990 3,0 ZN 379 442 - - 176 298 278 204 282 253 56 67 - -
Alfaro, 1992 3,0 ZN 310 564 49 710 60 690 144 271 257 213 233 261 37 54 - -
Blanco et al., 1993 4,0 ZA - 476 - 53 373 - 301 -----70
Blanco et al., 1993 6,0 ZA 542 - 60 475 238 -----78
Blanco et al., 1993 8,0 ZA 510 - 63 085 228 -----70
Rojas, 1997 7,5 MG PS 414 426 - - 193 282 255 143 2 265 230 46 67
Rojas, 1997 7,5 SG PS 443 462 - - 193 331 235 167 181 169 53 67 - -
Muñoz, 1999 10,0 PS - 492 - 71 737 - 300 - 226 - 280 - 67 - 64
Muñoz, 1999 5,0 PN - 577 - 72 209 - 282 - 292 - 364 - 88 - 79
MG: mejorada genéticamente; SG: sin mejoramiento genético; ZN: zona norte; ZA: zona Atlántica; PS: Pacífico Sur; PN: Pacífico Norte.
de mercados para la madera de
melina, tales como la construcción
civil, inicialmente, y, posteriormente,
el mercado del mueble (ALFARO,
2000) hasta llegar a la situación
actual, con usos muy variados.
En el mercado de la construc-
ción civil, la incursión no ha sido tan
fácil como se esperaba, debido a que
en Costa Rica el mercado ha buscado
especies del bosque natural con altos
valores de resistencia mecánica y, al
parecer, la madera de melina no cum-
plía con estos requisitos. Las univer-
sidades, con el fin de poder incre-
mentar la utilización de esta especie
en el mercado de la construcción, han
establecido las variaciones de las
propiedades físicas y mecánicas de la
madera (Tabla III y IV), no sólo en las
diferentes partes del país, sino tam-
bién la variación en las diferentes
partes de los árboles, según se ilus-
tra en la figura 10.
En esta figura, se aprecia que
las propiedades mecánicas tienden a
estabilizarse a los 6 cm alrededor de
la médula , sugiriendo de esta
manera la presencia de madera juve-
nil que, según las tasas de creci-
miento obtenidas hasta el momento,
alcanza este diámetro a los 4 años de
edad. De hecho, en los procesos
industriales, la madera ubicada en
estas partes generalmente presenta
problemas de torceduras, contraccio-
nes y otros problemas relacionados
con la madera juvenil.
La anterior información está per-
mitiendo dejar la parte interior del
árbol para usos en que la resistencia
estructural no sea un requisito, como
por ejemplo las tarimas. En las partes
externas es donde se encuentra la
madera con mayor resistencia estructu-
ral, libre de defectos y se está utili-
zando para obtener madera de uso
estructural y para la fabricación de
muebles. Por ejemplo, en la mayoría de
las ocasiones, en los pisos de madera
se busca que la dureza presente una
resistencia superior a 300 kg/cm2,
valor alcanzado en la melina después
de 6 cm alrededor de la médula.
a b
d
c
e
Peso específico básico
Dureza Janka (kg) Esfuerzo (kg/cm2)
MOE x 1 000 (kg/cm2)
MOR (kg/cm2)
Esfurza cortante (kg/cm2)
BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1) 55
DOSSIER
GMELINA ARBOREA /PLANTATIONS
Tabla V.
Principales usos de la Gmelina arborea en Costa Rica.
Construcción Muebles Otros
Cerchas Archivadores Carretas de artesanía
Columnas sólidas Bancas Papel facial
Pisos y Decks Camas Papel para imprimir
Molduras Cómodas Lápices
Mostradores Juegos de comedor Tarimas
Puertas Juego de salas Cajones de productos agrícolas
Rodapié Mesas Postes para cerca
Tablilla Sillas Postes para construcción
Vigas sólidas Sillones Fósforos
Vigas laminadas Trinchantes Paletas para helado
Columnas laminadas Escritores Palillos de dientes
Tableros laminados Estantes para oficinas
Marcos de puertas y ventanas
Contrachapado (Plywood)
Figura 10.
Comportamiento del peso espec?fico básico y las propiedades mecánicas en sentido
radial para G. arborea. Compresión (a); cortante (b); dureza (c); flexión estática (d);
peso específico básico. MOE: módulo de elasticidad; MOR: módulo de ruptura.
En la actualidad, la madera de
melina esta siendo utilizada también
en la fabricación de vigas laminadas
(GLUELAMS), que están incursio-
nando exitosamente en el mercado
nacional con una resistencia bastante
aceptable y con un producto poco tra-
dicional en el sector de la construc-
ción (figura 11).
Además de ello, se están esta-
bleciendo industrias de construcción
de cabañas rústicas, donde se utiliza
madera en rollo con diámetros entre
los 8 y 12 cm preservada con sales
tipo CCA y, nuevamente, la melina
está abasteciendo este mercado.
Todo el desarrollo de la indus-
tria en Costa Rica en los últimos años
ha considerado la Gmelina arborea
como fuente de materia prima, por lo
que el esquema de utilización del
árbol se puede plantear como el mos-
trado en la figura 12, lo que ha permi-
tido tener una gran variedad de usos
(Tabla V): desde productos de bajo
valor agregado hasta productos de
alto valor como la utilización en mue-
bles (figura 13).
56 BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2004, N° 279 (1)
PLANTATIONS /GMELINA ARBOREA
DOSSIER
Figura 11.
Madera de G. arborea utilizada en la fabricación de vigas laminadas.
Foto: Maderas Cultivadas de Costa Rica S.A.
Figura 12.
Esquema de utilización del árbol de G. arborea.
Foto: R. Moya Roque.
Figura 13.
Productos de bajo valor agregado hasta productos de alto valor como
la utilización en muebles.
Foto: Maderas Cultivadas de Costa Rica S.A.
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GMELINA ARBOREA /PLANTATIONS