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PSICOONCOLOGÍA. Vol. 3, Núm. 1, 2006, pp. 35-48
INMUNOLOGÍA, ESTRÉS, DEPRESIÓN Y CÁNCER
Rafael Sirera*, Pedro T. Sánchez** y Carlos Camps*
* Servicio de Oncologia Médica. Consorcio Hospital General Universitario de Valencia.
** Unidad de Psicología Clínica. Consorcio Hospital General Universitario de Valencia.
Correspondencia:
Dr. Rafael Sirera
Servicio de Oncología Médica.
Consorcio Hospital General Universitario
Av. Tres cruces s/n
46014 Valencia
E-mail: sirera_raf@gva.es
Abstract
The modulation of the immune system (IS)
by the central nervous system (CNS) is me-
diated by a complex network of bi-directional
signals between the CNS, endocrine system
and the IS. Cytokines produced by cells of the
IS can exert their action in cells of the CNS
because they have specific membrane recep-
tors for them. On the other hand, cells of the
IS can produce many of the soluble mediators
active in the CNS. Stress and depression can
activate and modify this cytokine balance. In
fact depressed patients show elevated levels of
proinflammatory cytokines and this mood con-
dition can modulate the natural course of the
neoplasic disease.
Key words: Immune system, depression,
cancer, cytokines, psiconeuroimmunology.
Resumen
La modulación del sistema inmunológico
por el Sistema Nervioso Central (SNC) está
mediada por una red compleja bidireccional
de señales entre el SNC, el endocrino y el in-
munológico (SI). Las citocinas producidas por
las células del SI pueden ejercer su acción so-
bre células del SNC pues poseen receptores
específicos para las citocinas. Además, las cé-
lulas del SI son capaces de producir muchos
de los mediadores producidos por el tejido
nervioso. Tanto el estrés como la depresión y
la inflamación son capaces de activar y modi-
ficar el equilibrio de las citocinas. De hecho,
los pacientes deprimidos muestran elevados ni-
veles de citocinas proinflamatorias y esta con-
dición de ánimo también puede influenciar el
desarrollo o crecimiento de las enfermedades
neoplásicas.
Palabras clave: Sistema inmunológico,
depresión, cáncer, citocinas, Psiconeuroin-
munología.
INTRODUCCIÓN
La relación entre el Cáncer y el es-
tado de ánimo ha sido sugerida desde
la antigüedad. Ya Hipócrates hablaba de
la asociación entre las personalidades
melancólicas y el cáncer. Galeno en la
misma línea, pensaba que las mujeres
melancólicas eran más vulnerables al
cáncer que las mujeres de temperamen-
to sanguíneo(1,2).
La relación entre el sistema inmu-
nológico y el estado de ánimo es sin
embargo mucho más reciente, no apa-
reciendo hasta la década de los años 30
del siglo XX, cuando Hans Selye trató de
descubrir si había otra hormona sexual
además de las ya conocidas. Encontró
tres cambios consistentes en todas las
ratas estudiadas, tanto en las que fueron
inyectadas con extractos ováricos como
el grupo control que recibió inyecciones
de solución salina, a saber: hipertrofia
de las glándulas suprarrenales, atrofia de
los órganos linfáticos y úlceras gastroin-
testinales sangrantes. Denominó estrés
al conjunto de alteraciones fisiológicas
que observó en ratas de laboratorio tras
realizar experimentos de ejercicio físico
extenuante y postuló que eran una con-
36 Rafael Sirera et al.
Figura 1. Interacción entre el sistema
nervioso central (SNC), el endocrino y
el inmunitario
El sistema nervioso central (SNC), el
endocrino y el inmunitario son sistemas
complejos que interaccionan unos con
otros y la Psiconeuroinmunología es-
tudia en su conjunto la interacción de
los tres sistemas(4,5) (Ver Figura 1). Tene-
mos suficiente información recabada
como para aceptar que las alteraciones
inmunológicas que son inducidas por
eventos estresantes pueden provocar
efectos negativos sobre la salud de los
individuos(6-9). Así por ejemplo, en los in-
diviuos estresados se ha observado que
aumenta la susceptibilidad a padecer
enfermedades infecciosas o modificar-
se la severidad de las mismas(10), que el
efecto de las vacunas no sea el deseado
o incluso dificultarse la curación de las
heridas. Otro aspecto muy interesante
del desequilibrio sobre el sistema inmu-
nológico que ejercen los eventos estre-
santes es un aumento de la producción
de citocinas proinflamatorias(11) y su es-
pectro asociado de síndromes y enfer-
medades asociadas a la edad(12).
EL EJE HIPOTÁLAMO-PITUITARIO-
ADRENAL
La modulación del sistema inmuno-
lógico por el SNC está mediada por una
red compleja bidireccional de señales
entre el SNC, el endocrino y el inmu-
nológico (Ver Figura 2). El eje HPA y el
sistema nervioso autónomo propor-
cionan dos rutas clave para la regula-
ción del sistema inmune: los estresores
pueden activar tanto el eje SAM como
el eje HPA y provocar la liberación de
hormonas pituitarias y adrenales. De
esta forma las hormonas inducidas
por emociones negativas(13), catecola-
minas (adrenalina y noradrenalina), la
adenocorticotropa (ACTH), el cortisol,
la hormona del crecimiento y la pro-
lactina, inducen cambios cualitativos y
cuantitativos en el sistema inmunoló-
secuencia de la co-activación del siste-
ma Simpático-Adreno-Medular (HPA) y
el eje Hipotalámico-Pituitario-Adrenal
(HPA)(3). Posteriormente Selye amplió
esta idea más allá de los agentes físicos
nocivos incluyendo las demandas de ca-
rácter social y las amenazas del entorno
del individuo. La respuesta general de
adaptación se plantea así como una de
las características fundamentales desa-
rrollada a lo largo del proceso evolutivo
para el mantenimiento de la superviven-
cia. Este mecanismo adaptativo involu-
cra un conjunto de reacciones inespe-
cíficas que ocurren ante la exposición a
situaciones amenazantes, entre las que
se encuentran la liberación de adrena-
lina, noradrenalina y cortisol con el fin
de proveer energía con el propósito de
hacer frente a las demandas externas.
Inmunología, estrés, depresión y cáncer 37
gico. Estas hormonas pueden ejercer
su efecto sobre el sistema inmunitario
porque casi todas las células del mismo
tienen receptores específicos para las
hormonas de los ejes HPA y SAM (Ver
Tabla 1). La modulación del sistema in-
mune se produce por dos mecanismos
diferentes, por un lado la unión de las
hormonas a sus receptores cognatos y
por otro indirectamente a través de la
desregulación del equilibrio que tiene
que imperar en la producción de cito-
cinas proinflamatorias(14,15).
La comunicación entre el SNC y el in-
munológico es bidireccional (Ver Figura
1). Las citocinas producidas por las cé-
lulas del sistema inmunológicos pueden
ejercer su acción sobre células del SNC
pues estas también poseen receptores
específicos para las mismas (ver Tabla 2).
Además, las células del sistema inmuno-
lógico también son capaces de producir
muchos de los mediadores producidos
por el tejido nervioso (ver Tabla 3). Por
ejemplo, la interleucina 1 (IL-1) provoca
la síntesis de hormona estimulante de
la síntesis de corticotropina (CRH) por
el hipotálamo, induciéndose por con-
siguiente la síntesis de más hormonas
del estrés y la desregulación del sistema
Figura 2. Eje hipotálamo-pituitario-adrenal
38 Rafael Sirera et al.
inmunitario. Además, los mismos lin-
focitos pueden producir hormonas del
estrés como la ACTH, prolactina y hor-
mona del crecimiento(16). Pero la interac-
ción a través de mediadores solubles no
es la única posible. Las fibras nerviosas
que innervan los órganos linfoides son
otra vía de comunicación entre ambos
sistemas(5), así se ha demostrado inner-
vación simpática y parasimpática en los
órganos linfoides. También se han iden-
tificado receptores en células del es-
troma de la médula ósea. Los ligandos
para estos receptores pueden derivar
de los nervios sensoriales y autónomos
que inervan los órganos linfoides o, en
forma alterna, podrían provenir de los
leucocitos circulantes.
Tabla 1. Expresión de receptores propios del tejido nervioso en células sistema
inmunológico
Hormona Células inmunológicas
Glucocorticoides Linfocitos T y B
Neutrófilos
Monocitos y Macrófagos
Sustancia P Linfocitos T y B
Eosinófilos
Mastocitos
Monocitos y Macrófagos
Neuropéptido Y Linfocitos T y B
Células dendríticas
Monocitos y Macrófagos
Hormona liberadora de corticotropina (CRH) Linfocitos T y B
Monocitos y Macrófagos
Prolactina Linfocitos T y B
Granulocitos
Células NK
Monocitos y Macrófagos
Hormona del crecimiento (GH) Linfocitos T y B
Células NK
Monocitos y Macrófagos
Catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) Linfocitos T y B
Células NK
Monocitos y Macrófagos
Serotonina Linfocitos T y B
Células NK
Monocitos y Macrófagos
Inmunología, estrés, depresión y cáncer 39
Citocina Producción en cerebro Receptores en cerebro
Interferón alpha Sí Sí
Interferón beta Desconocido Sí
Interferón gamma Sí Sí
Factor de necrosis tumoral alpha Sí Sí
Factor de necrosis tumoral beta Sí Sí
Interleucina-1 Sí Sí
Interleucina-2 Sí Sí
Interleucina-4 Sí Desconocido
Interleucina-5 Sí Desconocido
Interleucina-6 Sí Sí
Interleucina-8 Sí Sí
Interleucina-10 Sí Sí
Interleucina-12 Sí Desconocido
Tabla 2. Producción y recepción de señal de citocinas en el cerebro
Tabla 3. Moléculas producidas por células del sistema inmunológico con
actividad sobre el SNC
Neurotransmisores Norepinefrina
Serotonina
Dopamina
Acetilcolina
Neuropéptidos Encefalinas
Sustancia P
Péptido vasoactivo intestinal
Factor liberador de corticotropina
Neuropéptido Y
Neurohormonas Hormona de Crecimiento
Adenocorticotropa
Prolactina
Hormonas Adrenales Corticosteriodes
Epinefrina
SISTEMA INMUNOLÓGICO Y
CITOCINAS
Las citocinas forman un grupo im-
portante de proteínas que actúan como
mediadores de la comunicación entre
células vivas. Pueden ejercer su ac-
ción de forma paracrina (entre células
próximas dentro de un mismo tejido),
o endocrina (entre células situadas en
tejidos distintos)(17). La comunicación
intercelular se considera indispensable
40 Rafael Sirera et al.
para la función sincrónica de las células
tanto en los tejidos como en los fluidos,
y en especial la sangre.
Por definición, sólo se sintetizan y
liberan cantidades pequeñas de estas
moléculas en cada ocasión, de manera
muy controlada y en respuesta a estí-
mulos locales muy específicos. Las ci-
tocinas ejercen su acción en las células
diana al unirse a receptores muy espe-
cíficos en la superficie de estas células y
esta unión desencadena una respuesta.
Además, los receptores de algunas ci-
tocinas son liberados por las células y
actúan bloqueando la acción de las cito-
cinas al unirse a éstas e impidiendo que
alcancen el receptor de superficie de la
célula diana.
Las primeras citocinas que se descu-
brieron son las que actúan como señal
entre las células del sistema inmunoló-
gico para coordinar las respuestas en
la reparación de las heridas y en otras
reacciones inmunes. Se agruparon en
diferentes categorías: linfocinas, mono-
cinas, interleucinas y factores de creci-
miento. Ahora se sabe que estas molé-
culas actúan en muchos otros procesos,
además de servir como mensajeros en
las células inmunitarias; en consecuen-
cia se han agrupado bajo el nombre ge-
nérico de citocinas. Los principales gru-
pos de citocinas son las interleucinas,
los interferones, los factores de necro-
sis tumoral, los factores estimulantes de
colonias, los factores de transformación
del crecimiento y los factores de creci-
miento.
Un aspecto fundamental a la hora de
entender el papel de las citocinas en la
actividad cerebral es explicar el meca-
nismo por el que las citocinas pueden
afectar a la función neuronal(18), se han
postulado diversos mecanismos no ex-
cluyentes: transporte pasivo a la zona
circunventricular, unión al endotelio
vascular y posterior liberación por par-
te del mismo de otros agentes (prosta-
glandinas, oxido nítrico) al interior del
cerebro, transporte activo a través de la
barrera hematoencefálica y activación
periférica de las terminaciones nervio-
sas donde se ha producido la liberación
de citocinas.
Como se comentó anteriormente, las
citocinas son secretados por las células
del sistema inmune y pueden modular
la función del eje HPA pues en el ce-
rebro se han localizado receptores para
los mismos. Además, muchos de estos
mediadores no son sólo producidos por
las células inmunológicas sino por las
células de sostén del tejido nervioso, la
glia e incluso las mismas neuronas (ver
Tabla 2). Su función la ejercen como si
fueran meros neurotransmisores.
EL PAPEL DE LAS CITOCINAS
PRO-INFLAMATORIAS
El primer tipo de respuesta que se
genera ante la presencia de un agente
infeccioso es la inmunidad innata, la
llamada respuesta inflamatoria y que
es de tipo completamente inespecífico.
Las citocinas proinflamatorias son los
mediadores solubles que fomentan y
orquestan este tipo de respuesta inmu-
nológica. Tres son las principales citoci-
nas proinflamatorias:
1. La Interleucina 1 (IL-1) juega un rol
principal en la regulación de la respuesta
inmune y de la inflamación. Inicialmen-
te se la reconoció como un producto de
activación de monocitos y macrófagos,
pero se vio que además participaba en
la regulación de linfocitos T y en la di-
ferenciación de linfocitos B. Hay 2 tipos
de IL-1, la IL-1 alfa y la IL- 1 beta. Ambas
son codificadas por genes diferentes
pero poseen efectos similares ya que
interaccionan con el mismo receptor.
2. La Interleucina 6 (IL-6) es un im-
portante regulador de la inflamación
Inmunología, estrés, depresión y cáncer 41
e inmunidad y además se la considera
como un enlace entre el sistema endo-
crino e inmunológico. Es producida por
muchos tipos celulares completamente
distintos como monocitos, macrófagos,
células endoteliales, células musculares
y células del estroma y epitelio endome-
trial. Además es producida por glándula
endocrina como hipófisis y páncreas.
Tiene tres acciones bien definidas: mo-
difica otras citocinas, activa células T y
diferencia células B e inhibe el creci-
miento de varias líneas celulares huma-
nas.
3. El Factor de necrosis tumoral (TNF)
es una citocina con un rango de efectos
muy amplio, tanto beneficiosos como
dañinos. Posee la capacidad de destruir
ciertas líneas celulares e inicia la casca-
da de citocinas proinflamatorias y otros
mediadores. Hay 2 tipos de TNF, por un
lado el alfa, que es producido por neu-
trófilos, linfocitos activados, macrófagos
y células NK; y por otro el beta, que es
producido sólo por linfocitos.
Las enfermedades de tipo inmuno-
lógico y las infecciosas, tales como el
lupus eritematoso sistémico (SLE) y la
neurosífilis(19-21), plantearon las primeras
evidencias de que el sistema inmune
podría estar involucrado en la fisiopa-
tología de la depresión, dado que estas
enfermedades se asocian a menudo con
síntomas psiquiátricos. De todas formas,
las evidencias más fuertes del rol de las
citocinas en la depresión provienen
de la observación clínica de pacientes
que recibían inmunoterapia (ver Tabla
4), principalmente interferones, para el
tratamiento de infecciones virales (por
ejemplo, hepatitis) y cáncer. La admi-
nistración de interferón se asocia con
cambios afectivos y comportamentales,
incluido el desarrollo de episodios de-
presivos(22-24).
Otras evidencias que sugieren el rol
potencial del sistema inmune en la de-
presión incluyen las observaciones(25)
de que los pacientes deprimidos mues-
tran:
Citocina o anti-citocina Enfermedad tratada Efecto adverso psiquiátrico
Eritropoyetina Anemia Ninguno
Factor estimulador del crecimiento Granulocitopenia Ninguna
de colonias (GM-CSF)
Interferón alpha Hepatitis C Fatiga, depresión, defectos cognitivos,
Ciertas neoplasias psicosis, tendencia suicida
Interferón beta Esclerosis múltiple Fatiga, depresión, defectos cognitivos,
psicosis, tendencia suicida
Factor de necrosis tumoral (TNF) Ciertas neoplasias Anorexia, fatiga
Interleucina 1 (IL-1) Ciertas neoplasias Somnolencia, confusión, desilusión
Antagonista de IL-1 Artritis reumatoide, lupus sistémico Ninguna
Anti-TNF Artritis reumatoide Transplantes Ninguna
Tabla 4. Efectos sobre el sistema nervioso central del uso terapéutico de citocinas
o antagonistas de las mismas
42 Rafael Sirera et al.
1. Elevados niveles de citocinas proin-
flamatorias.
2. Elevados niveles de reactantes de
fase aguda y marcadores de activa-
ción de las células inmunes.
3. Función inmune alterada.
ESTRÉS, DEPRESIÓN Y SISTEMA
INMUNOLÓGICO
Sabemos que tanto el estrés como la
depresión y la inflamación son capaces
de activar y modificar el equilibrio de
las citocinas(26). Éstas pueden tener un
efecto depresivo, ya sea directamente,
por medio de la activación la hormona
liberadora de corticotropina, o indirec-
tamente, provocando resistencia de los
receptores de glucorticoides, lo que
causa hiperactividad del eje hipotálamo-
hipofisiario-suprarrenal, debido a inhi-
bición del mecanismo de retroalimenta-
ción normal. Por otra parte, las citocinas
proinflamatorias pueden alterar la neu-
rotransmisión monoaminérgica en múl-
tiples sitios del sistema nervioso central
(SNC). Por último, existen receptores
neuronales de citocinas ampliamente
distribuidos en el SNC, lo que sugie-
re que las citocinas(27) funcionan como
neurotransmisores y ejercen una acción
directa sobre el cerebro.
Desde el punto de vista biológico,
el concepto de estrés ha evolucionado
en las últimas décadas desde “un sis-
tema de respuestas inespecíficas” a un
patrón de “monitorización de claves
internas y externas”, que resulta crítico
para la adaptación del organismo a su
ambiente(28). Sabemos que el estrés psi-
cológico tiene un rol importante en el
desencadenamiento y evolución de los
trastornos depresivos(29). Además, en la
depresión se ha mostrado la existencia
de un perfil bioquímico a nivel endocri-
no e inmunológico similar al observado
en el estrés(30). A este hecho se le debe
añadir que las personas sometidas a si-
tuaciones de estrés psicológico suelen
mostrar hábitos “menos saludables” (fal-
ta de sueño, mala nutrición, poco ejerci-
cio, mayor consumo de alcohol, tabaco
y otras drogas), que les condicionan aún
más a padecer ciertas enfermedades.
El proceso también cursa con la
activación del eje hipotálamo-hipófi-
sis-adrenal y por ejemplo la liberación
espontánea de IL-1beta e IL-6. En los
modelos más recientes, se muestran
como otros sistemas neuroquímicos, no
monoaminérgicos, probablemente jue-
gan un papel importante en la etiología
y tratamiento de las depresiones(27,31,32).
Entre los nuevos sistemas descritos se
incluye el papel del sistema inmune, y
más concretamente el de las citocinas.
ESTRÉS, SISTEMA INMUNITARIO
Y CÁNCER
El estrés puede alterar la función del
sistema inmune de forma que se pueda
influenciar el desarrollo o crecimiento
de las enfermedades neoplásicas (Ver
Tabla 5).
Existen diversas líneas de evidencia:
1.- El estrés psicológico puede alte-
rar la función del sistema inmunitario
(ver Tablas 6 y 7). Existen muchas evi-
dencias de cómo el estrés puede alte-
rar el sistema inmunitario(33) a través de
la innervación directa de los órganos
linfoides por el SNC o mediante la libe-
ración de mediadores solubles (citoci-
nas y hormonas). Se ha observado que
los sujetos sometidos a situaciones de
estrés, aunque sean cortas y pasajeras
experimentan defectos cualitativos y
cuantitativos de la función del sistema
inmune, como por ejemplo la dismi-
nución de la capacidad proliferativa in
vitro de los linfocitos ante mitógenos,
Inmunología, estrés, depresión y cáncer 43
Tabla 5. Implicación de la Psiconeuroinmunología en la aparición y desarrollo de
distintos tipos de tumores
Tipos de cáncer Implicación
Genéticos (susceptibilidad hereditaria) Poca relevancia
Inducidos por carcinógenos químicos (pulmón, colon…) Poca relevancia
Inducidos por cambios hormonales (mama, próstata…) Media relevancia
Inducidos por agentes infecciosos (cérvix, Mucha relevancia
linfoproliferativos, EBV, Kaposi…)
Tabla 6. Efecto del estrés sobre el sistema inmunológico en animales de
experimentación
Tipo de estudio Efecto sobre el sistema inmunológico Referencia
Células esplénicas procedentes de Disminución Proliferación Linfocitaria (Monjan, 1977)(42)
ratón estresado por sonido Disminución Actividad NK
Células esplénicas procedentes de Disminución O6-metil-transferasa (Glaser, 1985)(43)
ratón estresado por movimiento Disminución capacidad reparadora DNA
rotacional
Ratas estresadas por shock eléctrico Disminución Proliferación linfocitaria (Visintainer, 1982)(44)
con tumores implantados Disminución Secreción de IL-2, IFN-gamma
Aumento Tamaño Tumoral
Disminución Supervivencia
Ratas estresadas por natación con Disminución Actividad NK (Ben Eliyahu, 1999)(45)
tumores implantados y sensibles a Aumento Tamaño Tumoral
actividad NK Aumento Metástasis
Ratas estresadas por aislamiento con Disminución Inmunidad Celular (Wu, 2000)(46)
tumores implantados Aumento Tamaño Tumoral
Aumento Angiogénesis
Aumento Metástasis
o el aumento del número de linfoci-
tos con capacidad citotóxica y algunos
cambios en el perfil de secreción de
citocinas(34,35).
2.- El sistema inmunológico juega un
papel importante en la regulación del
crecimiento tumoral. Ya Burnet postuló
la idea de que el sistema inmunológico,
no sólo se encargaba de eliminar del or-
ganismo agentes infecciosos, sino que
también realizaba una vigilancia activa
contra la aparición de células neoplá-
sicas(36). De ello se encarga la parte del
sistema inmunológico que desarrolla
la inmunidad celular. Un ejemplo de
la importancia que desempeña el sis-
tema inmunológico lo tenemos en los
individuos sometidos a terapia inmu-
nosupresora o las personas inmuno-
deficientes, donde se evidencia mayor
44 Rafael Sirera et al.
riesgo de padecer neoplasias. Además
se han diseñado estrategias basadas en
la potenciación del sistema inmuno-
lógicos para combatir ciertos tipos de
tumores(37).
3.- Los cambios inmunológicos ante
el estrés son del tipo y magnitud que
puede influenciar el desarrollo de los
tumores y la aparición de las metástasis.
Muchas de las citocinas que se produ-
cen en situaciones de estrés, junto con
la migración de células y mediadores
inflamatorios en el lugar del desarrollo
tumoral son moléculas y mediadores
que pueden activar el ciclo celular y por
tanto favorecer la multiplicación de las
células tumorales(38,39). Se cree que en las
situaciones de estrés se puede romper
este equilibrio y favorecer el desarrollo
y la metástasis tumoral.
4.- Las intervenciones terapéuticas
para reducir el estrés pueden influir el
curso de la enfermedad neoplásica (ver
Tabla 8). La reducción del estrés me-
diante la provisión de ayuda social se ha
asociado con una mejoría en el curso de
la enfermedad neoplásica. Por ejemplo
en un estudio con mujeres aquejadas
de cáncer de mama metastático se pue-
do apreciar un aumento significativo de
la supervivencia global de 18 meses en
aquellas con apoyo social(40). En otro estu-
dio con mujeres con melanoma también
se apreció un aumento de la supervi-
vencia y una disminución de las recaídas
después de 6 años de seguimiento(41).
Tabla 7. Efecto del estrés sobre el sistema inmunológico en humano
Tipo de estudio Efecto sobre el sistema inmunológico referencia
Mujeres recién enviudadas Aumento del cortisol plasmático (Irwin, 1988)(47)
Disminución Proliferación ante PHA
Reducción Actividad NK
Mujeres recién divorciadas Disminución cuantitativa y cualitativa del sistema (Kiecolt-Glaser, 1993)(48)
inmunológico periférico
Disminución proliferación ante mitógenos
Disminución de efectores CD4
Reducción actividad NK
Cuidadores de enfermos de Elevación plasmática de neuropéptido Y (Kiecolt-Glaser, 1987)(49)
Alzheimer Disminución de actividad NK
Parejas de seropositivos para Disminución de actividad NK (Byrnes, 1998)(50)
el virus del sida Disminución de actividad citotóxica CD8
Estudiantes en época de exámenes Disminución de actividad NK (Benschop, 1998)(51)
Pacientes con depresión Disminución de Número y Actividad NK (Schleifer, 1996)(52)
Leucocitosis (Granulocitos)
Pacientes diagnosticados con Disminución Capacidad Lítica de NK (Andersen, 1998)(53)
cáncer de mama y resecable Menor Respuesta de NK a Interferones
Disminución de la Capacidad Proliferativa de PBMC a
lectinas y anti-CD3
Inmunología, estrés, depresión y cáncer 45
CONCLUSIONES
Las interacciones neuroinmunológi-
cas en el cáncer conforman un contexto
de investigación multidisciplinar que in-
cluye aportaciones desde la Oncología,
la Neurobiología, la Inmunología, la Psi-
cología, etc. En los últimos años el papel
de la llamada psiconeuroinmunología y
en especial el rol de las citocinas en la
aparición y desarrollo de diversas pato-
logías está adquiriendo peso. El avance
del conocimiento sobre los efectos de
las alteraciones en el sistema nervioso
central, el endocrino y el inmunitario,
así como su relación con los estados de
ánimo podría esclarecer la susceptibili-
dad personal y la evolución particular e
incluso paradójica de algunos grupos de
pacientes. Por último, el esclarecimien-
to a nivel molecular y anatómico de los
múltiples puntos de interacción entre
los sistemas inmunológico y neuroen-
docrino permitirá en el futuro un diseño
más racional de fármacos para tratar las
enfermedades que resultan del rompi-
miento en la interfase de la interacción
entre dichos sistemas.
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Tabla 8. Efecto de las intervenciones terapéuticas para reducir el estrés sobre el
curso de la enfermedad neoplásica
Tipo de intervención Efecto fisiológico referencia
Aumento de la ayuda psico-social a Disminución de la aparición de metástasis (Spiegel, 1989)
(54)
enfermos con cáncer de mama Aumento de la supervivencia
Psicoterapia en pacientes con cáncer de Mejora psicológica (La Raja, 1997)(55)
mama resecado Normalización de funciones inmunes
Mayor tiempo a la recaída
Pacientes con melanoma que recibieron Menor tasa de recaída (Fawzy, 1993)(56)
terapia de grupo Disminución de la mortalidad
46 Rafael Sirera et al.
9. Kawamura N, Kim Y, Asukai N. Suppres-
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