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Evaluación del consumo de fibra alimentaria en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario

Authors:

Abstract

Introducción: una dieta rica en fibra se ha asociado con el mejor control glicémico en pacientes con diabetes 2, siendo la fracción soluble la más eficaz en el control de la glicemia. El presente estudio tiene el propósito de determinar la cantidad de fibra dietética total, soluble e insoluble consumida por los pacientes con diabetes tipo 2 que concurrieron a un centro asistencial para diabéticos de la ciudad de Rosario. Material y métodos: se realizó un estudio de tipo descriptivo, observacional, de corte transversal. Se determinó una muestra de 60 adultos, con diagnóstico de diabetes tipo 2 (>6 meses), de 18 a 70 años, sin enfermedades o afecciones intestinales. Se empleó un cuestionario de frecuencia de consumo semicuantitativo de alimentos fuente de fibra alimentaria, y un álbum fotográfico para identificar el tamaño de la porción. Se realizó un análisis estadístico descriptivo, y para evaluar la asociación se utilizó el test X2 y ANOVA. Resultados: el consumo promedio de fibra total de los pacientes encuestados fue de 18,8±5,9 g/d, de los cuales 14,8±4,6 g/d correspondían a fibra insoluble y 4,0±1,5 g/d a fibra soluble. Las frutas y vegetales aportaron el 82% de la fibra soluble. La mayoría (62%) de los pacientes presentaron un consumo de fibra total menor a la recomendación de la ADA, y el 60% presentó una inadecuada relación entre la ingesta de fibra insoluble y soluble. Conclusiones: es necesario aumentar el aporte de fibra dietética total, especialmente la fracción soluble en los pacientes con diabetes tipo 2, porque hay evidencias que apoyan sus beneficios.
Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101
Revista Española de
Nutrición Humana y Dietética
Spanish Journal of Human Nutrition and Dietetics
Evaluación del consumo de bra dietética en pacientes con diabetes tipo
2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario
María Elisa Zapataa,*, Ana María Hoeta, Daniela Simoninia
ORIGINAL
Universidad del Centro Educativo Latinoamericano, Facultad de Química, Rosario, Santa Fé, (Argentina).
Autor para correspondencia:
Correo electrónico: mariaelisazapata@gmail.com (M. E. Zapata).
Recibido el 27 de agosto de 2012; aceptado el 12 de enero de 2013.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Más información: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO
www.renhyd.org
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RESUMEN
PALABRAS CLAVE
Diabetes mellitus,
Tipo 2;
Fibra dietética;
Fibra soluble;
Fibra insoluble;
Evaluación
nutricional;
Encuestas
nutricionales.
Introducción: una dieta rica en fibra se ha asociado con el mejor control glicémico en pa-
cientes con diabetes 2, siendo la fracción soluble la más eficaz en el control de la glicemia. El
presente estudio tiene el propósito de determinar la cantidad de fibra dietética total, soluble
e insoluble consumida por los pacientes con diabetes tipo 2 que concurrieron a un centro
asistencial para diabéticos de la ciudad de Rosario.
Material y métodos: se realizó un estudio de tipo descriptivo, observacional, de corte transver-
sal. Se determinó una muestra de 60 adultos, con diagnóstico de diabetes tipo 2 (>6 meses),
de 18 a 70 años, sin enfermedades o afecciones intestinales. Se empleó un cuestionario de
frecuencia de consumo semicuantitativo de alimentos fuente de fibra alimentaria, y un álbum
fotográfico para identificar el tamaño de la porción. Se realizó un análisis estadístico descrip-
tivo, y para evaluar la asociación se utilizó el test X2 y ANOVA.
Resultados: el consumo promedio de fibra total de los pacientes encuestados fue de
18,8±5,9 g/d, de los cuales 14,8±4,6 g/d correspondían a fibra insoluble y 4,0±1,5 g/d a fi-
bra soluble. Las frutas y vegetales aportaron el 82% de la fibra soluble. La mayoría (62%) de
los pacientes presentaron un consumo de fibra total menor a la recomendación de la ADA,
y el 60% presentó una inadecuada relación entre la ingesta de fibra insoluble y soluble.
Conclusiones: es necesario aumentar el aporte de fibra dietética total, especialmente la frac-
ción soluble en los pacientes con diabetes tipo 2, porque hay evidencias que apoyan sus be-
neficios.
96 Zapata ME, et al.Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101
ABSTRACT
Evaluation of ber intake in diabetes 2 patients of an asistencial center of Rosario city
KEYWORDS
Diabetes Mellitus,
Type 2;
Dietary fiber;
Soluble fiber;
Insoluble fiber;
Nutritional
assessment;
Nutrition surveys.

Dentro del tratamiento nutricional de la diabetes, se abor-
da el control de los carbohidratos y la importancia de la
ingesta de fibra alimentaria. La cantidad de carbohidratos
de la alimentación, así como los tipos de azúcares (gluco-
sa, fructosa, sacarosa, lactosa), la naturaleza del almidón
(amilosa, amilopectina, almidón resistente), la cocción y el
procesamiento de los alimentos. El tamaño de las partícu-
las y la forma de los alimentos, tienen una influencia en la
respuesta glucémica de los alimentos5. Otro factor dietético
a remarcar es el consumo de fibra dietética. En los últimos
treinta años múltiples estudios han demostrado que la ad-
ministración de fibra dietética podía reducir los niveles de
glucemia en pacientes tanto tipo 1 como tipo 27-9.
La educación alimentaria es una herramienta fundamental
en el tratamiento del paciente diabético. Mediante la educa-
ción, se puede brindar la información necesaria al paciente
sobre cómo realizar una buena selección de los alimentos,
y especialmente de qué forma incluir la fibra dietética para
obtener todos los beneficios que ésta aporta a un mejor con-
trol de la diabetes10-13.
La fibra dietética, en el más amplio sentido, incluye aquellos
componentes de los alimentos vegetales que no pueden ser
degradados por las enzimas digestivas del hombre y que se
encuentran fundamentalmente en la pared celular, a ex-
cepción del almidón resistente, polifenoles solubles, gomas
mucílagos y polisacáridos de algas. El interés actual de la
fibra dietética comienza a partir de la asociación epidemio-
lógica entre una dieta rica en fibra y una menor incidencia
de enfermedades crónicas no transmisibles, entre las que
se encuentra la diabetes mellitus14-15. La fracción soluble
La diabetes mellitus tipo 2 es la forma más frecuente de
diabetes. Es una enfermedad que se caracteriza por una
producción insuficiente de insulina o una resistencia a nive-
les altos de la misma1. El número de personas que padecen
diabetes en América se estimó en 35 millones en 2000, de
las cuales 19 millones (54%) vivían en América Latina y el
Caribe. Las proyecciones indican que en 2025 esta cifra as-
cenderá a 64 millones, de las cuales 40 millones (62%) co-
rresponderán a América Latina y el Caribe. La diabetes tipo
2 representa alrededor del 90% de todos los casos de diabe-
tes y aparece con mayor frecuencia después de los 40 años.
La vigilancia epidemiológica de diabetes tipo 2 se dificulta
por la existencia de muchos casos subclínicos (entre 30% y
50% del total de casos en la mayoría de las poblaciones)2,3.
El tratamiento de la diabetes incluye terapia nutricional, ac-
tividad física, monitorización, medicamentos e instrucción
en autocontrol. Un objetivo importante del tratamiento es
proporcionar al paciente los instrumentos necesarios para
conseguir el mejor control posible de la glucemia, con el fin
de prevenir, retrasar o detener las complicaciones microvas-
culares y macrovasculares. La dietoterapia forma parte inte-
gral del cuidado y el control de la diabetes, con el objetivo
de mejorar el control glicémico, el perfil de lípidos y lipopro-
teínas y la presión arterial. La mejoría de la salud a través
de las elecciones de alimentos y la actividad física constituye
la base de todas las recomendaciones de nutrición para el
tratamiento de la diabetes4-6.
Introduction: a diet high in fiber has associated with better glycaemic control in diabetes 2
patients, being the soluble fraction of the most effective in the control of blood sugar levels.
The aim of the study is determine the amount of total, soluble and insoluble dietary fiber
intake by patients with type 2 diabetes who attended a medical centre for diabetics in Rosario.
Material and methods: descriptive, observational, cross-sectional study was conducted. It
was determined a sample of 60 adults with a diagnosis of diabetes type 2 >6 months, 18
to 70 years old, with no disease or intestinal disorders. A semiquantitative food frequency
questionnaire of foods source of dietary fiber, and a photo album was used to identify the
portion size. Descriptive statistical analysis was performed and Chi-square and ANOVA test
was used to evaluate the association.
Results: the average consumption of total fiber was 18,8±5,9 g/d, 14, 8±4,6 g/d corresponded
to insoluble fiber and 4,0±1,5 g/d to soluble fiber. Fruits and vegetables contributed
82% of soluble fiber. Most patients (62%) had a consumption of fiber total less than the
recommendation of the ADA, and 60% presented an inadequate relationship between intake
of soluble and insoluble fiber.
Conclusions: it is necessary to increase the contribution of total dietary fiber, especially the
soluble fraction in diabetes 2 patients, because there are evidences that supports its benefits.
97
Evaluación del consumo de bra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario
transversal. Se determinó el tamaño de la muestra en 60
individuos, basado en la cantidad de consultas mensuales
al nutricionista, con una confianza del 95% y un porcentaje
de error del 6%.
Se realizó un muestreo de tipo no probabilístico por
conveniencia para la selección de aquellos pacientes que
participen de la muestra. Se incluyeron los pacientes de 18
a 70 años, de ambos sexos, con diagnóstico de diabetes tipo
2 de al menos 6 meses de antigüedad. Se excluyeron los
pacientes que presentaban complicaciones asociadas (ej:
insuficiencia renal) y/o afecciones intestinales (ej: diarrea
crónica, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, síndrome de
intestino irritable, resección intestinal).
Se empleó un cuestionario general y un cuestionario de
frecuencia de consumo semicuantitativo de alimentos
fuentes de fibra, que fue dividido por grupos de alimentos:
cereales y derivados, legumbres, frutas, frutas desecadas y
secas, y vegetales. Los datos sobre cantidad de fibra total,
fibra soluble e insoluble de cada alimento, se obtuvieron de
la tabla de contenido y composición de fibra dietética en 117
alimentos frecuentes19; de la tabla de composición química
de alimentos elaborada por Cenexa20 y de información
publicada por empresas de alimentos.
Para facilitar la determinación de las porciones de alimentos
consumidas del paciente, el cuestionario se acompañó de
un álbum fotográfico. Este álbum incluyó imágenes de
los alimentos listados en el cuestionario, en porciones
pequeñas, medianas y grandes21.
Para realizar el porcentaje de adecuación se tomó como
referencia la recomendación ADA de 20-35 g/d de fibra
total16, y una proporción de 3/1 entre insoluble y soluble14.
Los datos fueron tabulados y se realizó análisis estadístico
descriptivo (frecuencias, medidas de posición y dispersión),
para evaluar la asociación se utilizó el test Chi–Cuadrado de
Pearson y ANOVA.

La edad media de los pacientes fue de 53,8±12,1 años.
El 58% fueron mujeres. En relación con el tiempo de
diagnóstico, el 30% tenía menos de 1 año, 32% entre 1 y
3 años y 38% más de 3 años. El 88% de los pacientes bajo
estudio manifestaron no presentar educación alimentaria
diabetológica, es decir, que nunca han concurrido a algún
taller de educación alimentaria.
El consumo promedio de fibra dietética fue 18,8±5,9 g/d,
de los cuales el 22% (4,0±1,5 g/d) fue fibra soluble. Las
frutas y vegetales aportaron en conjunto tres cuartas partes
(13,8 g/d) de la fibra total, la fibra restante fue aportada
contribuye en el control de la glucemia. Entre los potencia-
les mecanismos de acción que explicarían este fenómeno se
encuentran: (a) el retraso en el vaciamiento gástrico; (b) la
disminución en la absorción de glucosa que al quedar atra-
pada por la viscosidad de la fibra es, en consecuencia, me-
nos accesible a la acción de la amilasa pancreática; y (c) la
producción de ácidos grasos de cadena corta. El propionato
podría influir en la neoglucogénesis reduciendo la produc-
ción hepática de glucosa. El butirato podría actuar reducien-
do la resistencia periférica a la insulina al reducir la produc-
ción de TNF (Factor de necrosis tumoral)14.
Recientemente se ha prestado gran atención a una fracción
de los carbohidratos presente en los alimentos, conocida
como almidón resistente, que no es digerida en el intestino
delgado, pero que fermenta en el intestino grueso y provoca
aumento de la producción de ácidos grasos de cadena corta,
que se han asociado con una disminución de la concentra-
ción de ácidos grasos libres en la circulación sanguínea. Ello
constituye un factor de interés, porque el aumento de estos
ácidos grasos libres podría disminuir la sensibilidad a la in-
sulina e interferir en la captación de la glucosa y la síntesis
de glucógeno7.
La Asociación Americana de Diabetes (ADA) sigue recomen-
dando un consumo de fibra entre 20-35 g/día tanto soluble
como insoluble para mantener un mejor control glucémico
e insulínico; o bien aproximadamente 10-14g de fibra die-
tética por cada 1.000 kcal16. Algunos autores sugieren que
la fibra consumida debe tener una proporción de 3/1 entre
insoluble y soluble14, aunque existe controversia al respec-
to17,18. Por otra parte, hay datos que sugieren que consumir
una dieta alta en fibra (fibra de 50 g/día) reduce la glicemia
en sujetos con diabetes tipo 1 y la glicemia, hiperinsulinemia
y los lípidos plasmáticos en sujetos con diabetes tipo 2, aun-
que la palatabilidad, las limitadas opciones de alimentos y
los efectos secundarios gastrointestinales son potenciales
barreras para lograr esta elevada ingesta de fibra16.
El objetivo general del trabajo fue evaluar el consumo de fi-
bra dietética total en pacientes con diabetes tipo 2 que con-
curren a un centro asistencial para diabéticos de la ciudad
de Rosario. Los objetivos específicos fueron determinar can-
tidad de fibra soluble e insoluble consumida por los pacien-
tes con diabetes tipo 2; comparar el consumo de fibra die-
tética con las recomendaciones nutricionales establecidas
por la Asociación Americana de Diabetes (ADA); y evaluar
la posible relación entre género, edad, tiempo de diagnosti-
co de la enfermedad, educación alimentaria diabetológica y
consumo de fibra alimentaria.

Se trató de un estudio descriptivo, observacional, de corte
Zapata ME, et al.98 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101
El porcentaje de adecuación promedio considerando el
límite inferior de la recomendación de fibra de la American
Diabetes Association es del 93,8% (IC95%: 86,2-101,4%)
y considerando el valor superior de la recomendación
desciende a 53,6% (IC95%: 49,2- 57,9%).
El 38% de los pacientes evaluados presentaron una ingesta
de fibra dentro de los valores propuestos por la American
Diabetes Association. Se observó mayor adecuación a la
por los cereales (4,2 g/d), mientras que las legumbres
representaron menos del 4% de la ingesta total de fibra
(Tabla 1).
La fibra soluble también fue aportada principalmente por
las frutas (42%) y vegetales (40%). Aproximadamente una
tercera parte (36%) de la fibra insoluble fue aportada por
los vegetales, otra tercera parte (35%) por frutas, el 24% por
cereales y 5% por legumbres (Figura 1).
Nota: No se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05).
Tabla 1. Medidas estadísticas de consumo de fibra soluble, insoluble y total, por grupos de alimentos en pacientes con
diabetes tipo 2 (g/d).
Vegetales
Fibra soluble (g/d)
Fibra insoluble (g/d)
Fibra total (g/d)
Frutas
Fibra soluble (g/d)
Fibra insoluble (g/d)
Fibra total (g/d)
Legumbres
Fibra soluble (g/d)
Fibra insoluble (g/d)
Fibra total (g/d)
Cereales
Fibra soluble (g/d)
Fibra insoluble (g/d)
Fibra total (g/d)
Total
Fibra soluble (g/d)
Fibra insoluble (g/d)
Fibra total (g/d)
MEDIA
1,6
5,3
6,9
1,7
5,2
6,9
0,0
0,7
0,7
0,7
3,5
4,2
4,0
14,8
18,8
DS
0,8
2,3
3,0
0,9
2,6
3,4
0,0
0,9
0,9
0,5
1,8
2,0
1,5
4,6
5,9
INFERIOR
1,4
4,8
6,1
1,5
4,6
6,1
0,0
0,4
0,4
0,6
3,0
3,7
3,6
13,6
17,2
SUPERIOR
1,8
5,9
7,7
1,9
5,9
7,8
0,0
0,9
0,9
0,8
4,0
4,8
4,4
15,9
20,3
25
1,1
3,8
4,8
1,0
3,4
4,4
0,0
0,1
0,1
0,3
2,2
2,7
2,8
11,4
14,4
50
1,5
5,0
6,6
1,5
5,3
6,8
0,0
0,2
0,2
0,7
3,0
3,8
3,7
14,5
17,9
75
2,0
6,9
9,0
2,1
7,0
9,3
0,0
1,1
1,1
1,0
4,5
5,7
4,7
18,1
22,9
INTERVALO DE CONFIANZA AL 95% PERCENTILES
Figura 1. Consumo de fibra soluble, insoluble y total, por grupos de alimentos en pacientes con diabetes tipo 2 (g/d).
99
Evaluación del consumo de bra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario
fracciones, mientras que de los pacientes con ingesta
inadecuada de fibra total el 38% presentó una adecuada
relación entre ambos tipos de fibra.
A medida que aumentó el tiempo de diagnóstico, disminuyó
la adecuación al consumo de fibra insoluble y soluble, y los
pacientes con educación alimentaria diabetológica fueron
los que presentaron menor frecuencia de adecuación a esta
recomendación (Tabla 3).
recomendación en los adultos mayores de 60 años, en los
que tenían un diagnóstico mayor a 3 años y en los que habían
asistido a los talleres de educación alimentaria (Tabla 2).
El 40% de los pacientes evaluados se adecuaron a la
recomendación de consumo de fibra insoluble : soluble
(3:1). De los pacientes con adecuada ingesta de fibra total,
el 44% también presentó adecuada relación entre ambas
Nota: No se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05).
Tabla 2. Adecuación a la recomendación de ingesta de fibra, según género, edad, tiempo de diagnóstico y educación
alimentaria diabetológica en pacientes con diabetes tipo 2 (%).
Total
Género
Femenino
Masculino
Edad
< 60 años
≥60 años
Tiempo de diagnóstico
Menos de 1 año
Entre 1 y 3 años
Más de 3 años
Educación alimentaria
diabetológica
Si
No
n
37
23
14
24
13
13
12
12
3
34
n
23
12
11
10
13
5
7
11
4
19
n
36
20
16
21
15
9
10
17
6
30
n
24
15
9
13
11
9
9
6
1
23
%
62
66
56
71
50
72
63
52
43
64
%
38
34
44
29
50
28
37
48
57
36
%
60
57
64
62
58
50
53
74
86
57
%
40
43
36
38
42
50
47
26
14
43
INFERIOR A LA
RECOMENDACIÓN (<20g/d)
ADECUADO A LA
RECOMENDACIÓN (20-35G/D)
INADECUADA
RELACIÓN FI:FS
ADECUADA
RELACIÓN FI:FS
Nota: No se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05).
Tabla 3. Consumo de fibra total por grupo de alimentos, fibra soluble, insoluble y total, según género, edad, tiempo de
diagnóstico y educación alimentaria diabetológica en pacientes con diabetes tipo 2 (g/d).
Género
Femenino
Masculino
Edad
< 60 años
≥60 años
Tiempo de diagnóstico
Menos de 1 año
Entre 1 y 3 años
Más de 3 años
Educación alimentaria
diabetológica
Si
No
Media
6,6
7,3
6,9
7,0
6,5
7,5
6,8
6,4
7,0
Media
7,1
6,7
6,7
7,3
8,0
6,6
6,4
7,0
6,9
Media
0,6
0,8
0,6
0,8
0,3
0,6
1,1
1,1
0,6
Media
4,1
4,4
4,2
4,2
3,9
4,5
4,3
4,4
4,2
Media
3,9
4,1
3,8
4,2
4,2
4,1
3,7
3,8
4,0
Media
14,5
15,1
14,5
15,2
14,4
15,1
14,8
15,0
14,7
Media
18,4
19,2
18,3
19,4
18,7
19,2
18,5
18,8
18,8
DS
2,6
3,6
3,0
3,1
2,7
3,7
2,7
2,0
3,1
DS
3,8
2,8
3,3
3,5
4,4
3,2
2,5
2,5
3,5
DS
0,8
1,0
0,7
1,0
0,3
0,8
1,1
1,2
0,8
DS
1,9
2,2
2,0
2,2
1,3
2,5
2,2
1,4
2,1
DS
1,5
1,7
1,5
1,6
1,7
1,7
1,3
1,3
1,6
DS
4,1
5,2
4,4
4,9
4,4
5,5
4,1
3,3
4,8
DS
5,4
6,6
5,7
6,3
6,0
6,9
5,1
4,5
6,1
HORTALIZAS FRUTAS LEGUMBRES CEREALES FIBRA
SOLUBLE
FIBRA
INSOLUBLE
FIBRA
TOTAL
Zapata ME, et al.100 Rev Esp Nutr Hum Diet. 2013; 17(3): 95 - 101
encuestados nunca concurrió a algún taller de educación
alimentaria, por lo que sería fundamental fomentar su
participación en los talleres para permitir así una mejor
calidad de vida, aceptación de la enfermedad y adquisición
de hábitos alimentarios saludables20. Los pacientes que
manifestaron concurrir a los talleres, presentaron mayor
prevalencia de adecuación a las recomendaciones de ingesta
de fibra total, hecho que refuerza el papel y el sentido de la
tarea educacional realizada en los talleres del centro.

Teniendo en cuenta estos resultados y los numerosos
estudios que evidencian la importancia de un alto consumo
de fibra, y especialmente de la fracción soluble, en la mejora
del control glicémico y metabólico, es necesario que el
personal de salud y los profesionales del área que están en
contacto con los pacientes, los alentaran a tener mejores
hábitos en relación al consumo de fibra. En este sentido, el
Ministerio de Salud ha elaborado la Guía de Práctica Clínica
Nacional sobre Prevención, Diagnóstico y Tratamiento
de la Diabetes Mellitus Tipo 222, que es el material de
ayuda perfecto para profesionales y pacientes que ofrece
estrategias concretas para mejorar la calidad de vida de
los individuos con diabetes y estrategia para aumentar
el consumo de fibra, como por ejemplo incrementar el
consumo de salvado de avena, vegetales crudos, frutas con
piel, arroz integral, legumbres y frutas secas.

Los autores agradecen a los pacientes de la Asociación
Regional de Ayuda al Diabético (FRADI) de la ciudad de
Rosario por su colaboración y disposición durante la
recolección de los datos.
A la Lic. Lucy Leyes y a la Dra. Paula Daneri, por los valiosos
aportes y contribuciones durante la realización del trabajo.

Los autores del trabajo declaran la ausencia de conflictos
de intereses.
En los últimos 30 años múltiples estudios han mostrado
que la administración de fibra dietética podría reducir los
niveles de glicemia en pacientes con diabetes tipo 217, 18. La
fracción soluble parece ser la más eficaz en el control de
la glicemia18, pudiendo tener un papel protector para la
presencia de síndrome metabólico9.
El consumo total promedio de los pacientes encuestados
estuvo por debajo del valor inferior de las recomendaciones
de la American Diabetes Association –20g–. La mayoría
(62%) de los pacientes presentaron un consumo de fibra
total menor a la recomendación, y ninguno de los pacientes
encuestados presentó un consumo de fibra total mayor a
valor superior de la recomendación –35g–.
Se ha observado que al menos 5 g/d de fibra soluble
proporcionan un efecto protector en la aparición de síndrome
metabólico por el logro de un mejor control glicémico y de
lípidos9. En los pacientes con diabetes tipo 2 evaluados, el
consumo promedio de fibra soluble fue inferior a esta cifra,
y sólo el 23% (n=14) de los pacientes consumió al menos 5
g/d de fibra soluble.
Como a la población en general, se debe alentar a las
personas con diabetes a elegir una variedad de alimentos
ricos en fibra como legumbres, cereales ricos en fibra (5
g/porción), frutas, vegetales y granos enteros, porque
además aportan vitaminas, minerales y otras sustancias
importantes para la salud16. Los alimentos fuentes de fibra
suelen contener mayores proporciones de fibra insoluble. Por
este motivo, los pacientes diabéticos deberían saber elegir
aquellos alimentos que posean mayor concentración de
fibra soluble, como por ejemplo la avena, salvado de avena,
ciruelas, zanahoria, cítricos, coles, legumbres y frutos secos.
Según los resultados del estudio, en este grupo de pacientes
el consumo de fibra soluble fue inferior al recomendado y
fue aportada principalmente por las frutas (42%) y vegetales
(40%), con una baja participación de los cereales y un nulo
aporte de las legumbres, sub-aprovechando unas de las
fuentes de fibra soluble más importantes. La recomendación
de que por cada tres partes de fibra insoluble se consuma
una de fibra soluble sólo se cumplió en 2 de cada 5 pacientes
evaluados.
Existe consenso en considerar a la educación como el
pilar fundamental del tratamiento de toda enfermedad
crónica. En la diabetes, este postulado adquiere máxima
importancia; es así como la educación logra que el paciente
diabético acepte su enfermedad y, en consecuencia, pueda
llevar una vida normal10 En este sentido, y pese a que el
centro asistencial se especializa en la patología y los talleres
están abiertos a toda la comunidad, el 88% de los pacientes
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Evaluación del consumo de bra dietética en pacientes con diabetes tipo 2 que concurren a un centro asistencial de la ciudad de Rosario
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The inclusion of the dietary fiber in the daily diet of human beings seems to play an important role in the prevention and/or treatment of some chronic diseases. The main objective of this paper is to offer an updating of the recent advances published about the usefulness of the dietary fiber in health and illness. Among the benefits of a proper intake of dietary fiber, one may find the lowering of blood pressure, reduction in colorrectal cancer risks, reduced cholesterol levels, less risks of cardiovascular diseases, and a better control of diabetes mellitus type 2. Although different mechanisms are discussed by which the dietary fiber produces these benefits, there is no conclussive results yet; however, it is stated that increased intake of grain, cereal, fruit and vegetable favours health preservation and the control of some chronic diseases
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Abstract The position statement on the management of hyperglycemia in patients with type 2 diabetes mellitus issued in 2012 by the American Diabetes Association and the European Association for the Study of Diabetes contains significant improvements over the 2009 version, including an emphasis on patient-centered care, enhanced strategies for lifestyle modification, a focus on comprehensive cardiovascular risk reduction, and increased pharmacotherapy choices. As diabetes management evolves over time, further improvements may be made in future consensus statements, including a focus on prevention and early treatment and improved glycemic control in all patients, including those with comorbidities. These goals will be achievable by waning use of therapies known to cause hypoglycemia and weight gain and the increased use of therapies that do not carry these risks.
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Objective: Over the last 3 decades, the prevalence of childhood obesity has increased dramatically in North America, ushering in a variety of health problems, including type 2 diabetes mellitus (T2DM), which previously was not typically seen until much later in life. This technical report describes, in detail, the procedures undertaken to develop the recommendations given in the accompanying clinical practice guideline, "Management of Type 2 Diabetes Mellitus in Children and Adolescents," and provides in-depth information about the rationale for the recommendations and the studies used to make the clinical practice guideline's recommendations. Methods: A primary literature search was conducted relating to the treatment of T2DM in children and adolescents, and a secondary literature search was conducted relating to the screening and treatment of T2DM's comorbidities in children and adolescents. Inclusion criteria were prospectively and unanimously agreed on by members of the committee. An article was eligible for inclusion if it addressed treatment (primary search) or 1 of 4 comorbidities (secondary search) of T2DM, was published in 1990 or later, was written in English, and included an abstract. Only primary research inquiries were considered; review articles were considered if they included primary data or opinion. The research population had to constitute children and/or adolescents with an existing diagnosis of T2DM; studies of adult patients were considered if at least 10% of the study population was younger than 35 years. All retrieved titles, abstracts, and articles were reviewed by the consulting epidemiologist. Results: Thousands of articles were retrieved and considered in both searches on the basis of the aforementioned criteria. From those, in the primary search, 199 abstracts were identified for possible inclusion, 58 of which were retained for systematic review. Five of these studies were classified as grade A studies, 1 as grade B, 20 as grade C, and 32 as grade D. Articles regarding treatment of T2DM selected for inclusion were divided into 4 major subcategories on the basis of type of treatment being discussed: (1) medical treatments (32 studies); (2) nonmedical treatments (9 studies); (3) provider behaviors (8 studies); and (4) social issues (9 studies). From the secondary search, an additional 336 abstracts relating to comorbidities were identified for possible inclusion, of which 26 were retained for systematic review. These articles included the following: 1 systematic review of literature regarding comorbidities of T2DM in adolescents; 5 expert opinions presenting global recommendations not based on evidence; 5 cohort studies reporting natural history of disease and comorbidities; 3 with specific attention to comorbidity patterns in specific ethnic groups (case-control, cohort, and clinical report using adult literature); 3 reporting an association between microalbuminuria and retinopathy (2 case-control, 1 cohort); 3 reporting the prevalence of nephropathy (cohort); 1 reporting peripheral vascular disease (case series); 2 discussing retinopathy (1 case-control, 1 position statement); and 3 addressing hyperlipidemia (American Heart Association position statement on cardiovascular risks; American Diabetes Association consensus statement; case series). A breakdown of grade of recommendation shows no grade A studies, 10 grade B studies, 6 grade C studies, and 10 grade D studies. With regard to screening and treatment recommendations for comorbidities, data in children are scarce, and the available literature is conflicting. Therapeutic recommendations for hypertension, dyslipidemia, retinopathy, microalbuminuria, and depression were summarized from expert guideline documents and are presented in detail in the guideline. The references are provided, but the committee did not independently assess the supporting evidence. Screening tools are provided in the Supplemental Information.
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Objetivo. Comparar la efectividad de la educación sanitaria grupal (EG) frente a la individual (EI) en pacientes diabéticos tipo 2, identificando la mejora del nivel de conocimientos, del control metabólico y de los factores de riesgo. Diseño. Ensayo clínico aleatorizado. Emplazamiento. Atención primaria. Participantes. Sesenta y ocho pacientes diabéticos tipo 2, diagnosticados 6 meses antes de haber iniciado el estudio y que no habían recibido EG, excluyendo a los de más de 75 años, a los que presentaban déficit sensoriales, psicológicos o físicos y los que no estaban controlados en nuestro nivel asistencial (alfa = 0,05, beta = 0,2). Intervenciones. Se seleccionó a los pacientes según los criterios de inclusión y se asignaron de forma aleatoria en el grupo de EI (n = 33) y EG (n = 35). Durante un año se impartieron lecciones individuales y grupales simultáneamente, y los contenidos se evaluaron con un test validado y autoadministrado. Mediciones principales. Variables generales,demográficas, analíticas, presión arterial y el índice de masa corporal (IMC), así como la presencia de factores de riesgo cardiovascular, complicaciones relacionadas con la diabetes y variables terapéuticas. Resultados. Los dos tipos de educación no mostraron diferencias significativas entre ellos y ambos grupos mostraron mejoría en el nivel de conocimientos (p < 0,001), reducción de HbA1c (p < 0,001), colesterol-HDL (p < 0,001), IMC (p = 0,001), presión arterial sistólica (p = 0,004), aumento del uso de tiras reactivas (p = 0,02). Conclusiones. La educación sanitaria en la diabetes mejora los conocimientos de la enfermedad, el control metabólico y factores de riesgo cardiovascular. Los dos métodos educativos evaluados han resultado igual de eficaces.
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Dietary fiber may contribute to both the prevention and treatment of type 2 diabetes mellitus (T2DM). In epidemiological studies the intake of insoluble fiber, but not the intake of soluble fiber, has been inversely associated with the incidence of T2DM. In contrast, in postprandial studies, meals containing sufficiently quantities of beta-glucan, psyllium, or guar gum have decreased insulin and glucose responses in both healthy individuals and patients with T2DM. Diets enriched sufficiently in soluble fiber may also improve overall glycemic control in T2DM. Insoluble fiber has little effect on postprandial insulin and glucose responses. Fiber increases satiety. In some studies, insoluble fiber has been associated with less weight gain over time. Limited cross-sectional evidence suggests an inverse relationship between intake of cereal fiber and whole-grains and the prevalence of the metabolic syndrome. Although long-term data from trials focusing on specifically dietary fiber are lacking, meeting current recommendations for a minimum fiber intake of 25 g/d based on a diet rich in whole grains, fruits and legumes will probably decrease the risk of obesity, the metabolic syndrome and T2DM.
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Objective. To offer an educational alternative on diabetes, with the participation of patients with type 2 diabetes, their family members, and health care providers, adapted to local conditions and to these persons' felt needs. Methods. Focused on the primary-care level, this program was carried out in the health area of El Guarco, which is in the province of Cartago, Costa Rica. The first stage of the project included a qualitative study of the knowledge and practices of both patients and health care providers, looking at diabetes prevention and control and the local availability of foods. Based on those results, an educational methodology was developed, educational manuals were written, and courses for health care providers, patients, and patients' families were implemented. Other strategies were developed to make the effort sustainable. Results. We found that patients did not associate family history or obesity with diabetes and that those persons were also confused about the symptoms of diabetes. Patients also received inconsistent nutrition messages from health care providers. Using the diabetes education manual as a base, the providers increased their knowledge of diabetes prevention, treatment, and education by an average of 85%. The diabetic patients who received educational training (mean age, 57.0 years, with a standard deviation of 8.9 years; 92% women) improved their glycemic control. Blood glucose levels decreased from 189 ± 79 mg/dL (average and standard deviation) to 157 ± 48 mg/dL (P
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The effect of increasing the intake of dietary fiber on glycemic control in patients with type 2 diabetes mellitus is controversial. In a randomized, crossover study, we assigned 13 patients with type 2 diabetes mellitus to follow two diets, each for six weeks: a diet containing moderate amounts of fiber (total, 24 g; 8 g of soluble fiber and 16 g of insoluble fiber), as recommended by the American Diabetes Association (ADA), and a high-fiber diet (total, 50 g; 25 g of soluble fiber and 25 g of insoluble fiber), containing foods not fortified with fiber (unfortified foods). Both diets, prepared in a research kitchen, had the same macronutrient and energy content. We compared the effects of the two diets on glycemic control and plasma lipid concentrations. Compliance with the diets was excellent. During the sixth week, the high-fiber diet, as compared with the the sixth week of the ADA diet, mean daily preprandial plasma glucose concentrations were 13 mg per deciliter [0.7 mmol per liter] lower (95 percent confidence interval, 1 to 24 mg per deciliter [0.1 to 1.3 mmol per liter]; P=0.04) and mean median difference, daily urinary glucose excretion 1.3 g (0.23; 95 percent confidence interval, 0.03 to 1.83 g; P= 0.008). The high-fiber diet also lowered the area under the curve for 24-hour plasma glucose and insulin concentrations, which were measured every two hours, by 10 percent (P=0.02) and 12 percent (P=0.05), respectively. The high-fiber diet reduced plasma total cholesterol concentrations by 6.7 percent (P=0.02), triglyceride concentrations by 10.2 percent (P=0.02), and very-low-density lipoprotein cholesterol concentrations by 12.5 percent (P=0.01). A high intake of dietary fiber, particularly of the soluble type, above the level recommended by the ADA, improves glycemic control, decreases hyperinsulinemia, and lowers plasma lipid concentrations in patients with type 2 diabetes.
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The concerning medical literature on the social repercussion of diabetes education in patients with diabetes mellitus was reviewed. The benefits of the educational work in these patients are described, among which there are changes in the lifestyles related to diet, the physical culture, the bad habit of smoking, the alcohol abuse, reduction of the corporal weight and of hospital admissions, improvement of the metabolic control, the prevention and reduction of complications, as well as the increase of knowledge on their illness, all of this would increase their lives quality and would decrease the morbility rates for this condition.
Article
To review outcomes of randomized controlled clinical trials exploring the efficacy of different types of diets containing various amounts of fiber in the management of type 2 diabetes mellitus. We searched PubMed, Medline, and Google Scholar for published data from the past decade (through December 2009) on dietary patterns and risk of type 2 diabetes mellitus. Only randomized controlled trials investigating the effect of whole grains, fiber, or vegetarian diets on type 2 diabetes were included. Search criteria included whole grain, fruit, vegetable, fiber, and meat intake regarding insulin sensitivity and glycemic responses in healthy, prediabetic, and diabetic persons. A total of 14 randomized clinical trials were included. Addition of insoluble or soluble fiber to meals, increased consumption of diets rich in whole grains and vegetables, and vegan diets improve glucose metabolism and increase insulin sensitivity. The greatest improvement in blood lipids, body weight, and hemoglobin A(1c) level occurred in participants following low-fat, plant-based diets. Increased consumption of vegetables, whole grains, and soluble and insoluble fiber is associated with improved glucose metabolism in both diabetic and nondiabetic individuals. Improvements in insulin sensitivity and glucose homeostasis were more evident in participants following a plant-based diet compared with other commonly used diets.
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Twenty-three fruits, 33 vegetables, 41 grain products, 7 legumes, 4 nuts, and 9 miscellaneous foods were analyzed by an accurate chemical method to determine their dietary fiber content and composition. The mean (+/- standard deviation) dietary fiber content of fruits was 1.4 +/- 0.7 g/100 g (fresh weight); of vegetables, 2.0 +/- 0.8 g; of 32 refined grains (less than 5% fiber), 2.3 +/- 1.0 g; of legumes, 4.0 +/- 0.7 g; and of nuts, 6.4 +/- 2.1 g; the dietary fiber content of nine higher-fiber grains (greater than 5%) was variable. The soluble fiber fraction averaged 23% of the total fiber in refined grains, 3% in nuts, and 13% to 20% in the other food groups. Dietary fiber composition of every food group was heterogenous. Pectin, which was negligible in grains, constituted approximately 15% to 30% of the fiber in fruits, vegetables, legumes, and nuts. Hemicelluloses composed about half of the total fiber in grains, and approximately 25% to 35% of total fiber in other foods. Cellulose was one third or less of the total fiber in most foods, except for legumes, in which it was about one half. Values for total dietary fiber content generally agree with those reported previously. The soluble fiber fraction was lower than what has been reported because the distribution of total fiber between the soluble and insoluble fractions is determined by the method of analysis. The analyses used in this study demonstrated that the concentration of dietary fiber in many frequently consumed foods is 1% to 3%. The generally similar fiber concentrations of food within a group--fruits, vegetables, refined grains, and legumes--suggest that an average value for the fiber concentration in that group can be used to rank food intakes and histories into low, medium, or high dietary fiber contents.