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Revista nodo Nº 4, Volumen 2, Año 2: 39-54 Enero-Junio 2008
Árboles para Neiva
Especies que fortalecen la Estructura Ecológica Principal
Luis Fernando Molina Prieto1
Grupo de investigación categoría B (Colciencias)
Facultad de Arquitectura, Diseño Industrial y Bellas Artes
Universidad Antonio Nariño
Fecha de recepción: 30/03/2008, Fecha de aceptación 30/06/2008
Resumen
El artículo forma parte de la investigación Fortaleci-
miento de la Estructura Ecológica Principal a partir de la
identificación y selección de especies para la arborización
urbana, que se adelanta en siete (7) ciudades co-
lombianas: Cúcuta, Bucaramanga, Villavicencio,
Palmira, Ibagué, Neiva y Popayán. Se presentan los
resultados correspondientes a la ciudad de Neiva.
Palabras clave
Arborización urbana, Estructura Ecológica Prin-
cipal, corredores biológicos.
Abstract
This article is part of an ongoing research called
Strengthening of the Ecological Principal Structure
as of the identification and selection of species for
urban tree planting, taking place in seven (7) Colombian
cities: Cúcuta, Bucaramanga, Villavicencio, Palmira,
Ibagué, Neiva and Popayán. Herein are the results for the
city of Neiva.
Keywords
Urban tree planting, Ecological Principal Structure, biolo-
gical corridors.
1Arquitecto.
molinaprieto@yahoo.com.ar
40 Árboles para Neiva
Arriba: Corredor hídrico arborizado
con payandé Pithecellobium dulce.
Introducción
Estado actual de la arborización
Neiva, al igual que otras ciudades de clima cálido en Colombia, cuen-
ta con una buena arborización urbana que se evidencia en la gran
cantidad de árboles de sus calles, avenidas, parques y en el malecón
del río Magdalena. Esta arborización urbana, dentro de la que se des-
tacan altas poblaciones de especies tanto nativas como introducidas,
como el oití Licania tomentosa, la acacia forrajera Leucaena leucocephala,
el pomo roso Syzygium malaccense, el almendro Terminalia catappa, el
chicalá Tecoma stans, el guásimo Guazuma ulmifolia y el caucho de la
india Ficus elástica, entre otros, ha generado en los últimos años afec-
taciones severas a las redes de infraestructura de la ciudad, especial-
mente a los sistemas de conducción de aguas limpias y aguas servi-
das; así como a las redes eléctricas y telefónicas en muchos sectores.
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Arriba: Malecón sobre el río Magdalena. El conflicto entre el arbolado urbano (esencial para la climatización
de los espacios públicos) y las redes de infraestructura de la ciudad
(vitales para el buen funcionamiento de los servicios públicos) gene-
ró en el año 2003, el Acuerdo Nº 044 del Consejo de Neiva “por
medio del cual se reglamentan las competencias en materia de
arborización y manejos silviculturales en el espacio público de la ciu-
dad de Neiva-Huila”.
Aunque el Acuerdo 044 busca la reglamentación del arbolado urba-
no con el objetivo de reducir o minimizar el conflicto en mención, en
sus términos no lo hace de manera muy clara, pues presenta serias
inconsistencias en su contenido. Por un lado el Artículo 12 reco-
mienda sembrar en el área urbana de Neiva las siguientes especies:
“acacia de Girardot Delonix regia, samán o campano Samanea saman,
caracoli Anacardium excelsium, caucho higuerón Ficus spp., ceiba Ceiba
pentandra, orejero Enterolobim cyclocarpum, vainillo o velero Senna
spectabilis, achiote Bixa Orellana, flor morado Tabebuia rosea y gualanday
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Jacaranda caucana”; mientras que por otro parte el Artículo 18 ordena
la “ erradicación y respectiva compensación de árboles que se desa-
rrollan en espacios públicos del área urbana de Neiva, tales como
samán o campano, caracolí, caucho higuerón, ficus, ceiba y orejero”,
es decir, la mayoría de las especies recomendadas en el Artículo 12.
Estas fuertes contradicciones en el documento evidencian dos cosas.
En primer lugar, que existe una gran problemática en torno a la
arborización urbana de la ciudad que las autoridades ambientales in-
tentan solucionar; y en segundo lugar, que no se tiene claridad frente
al tema y en consecuencia se recomienda la plantación de las mismas
especies que se ordena erradicar.
El Acuerdo 044 además, ha generado gran controversia entre las au-
toridades encargadas de su cumplimiento (en lo relativo a la erradica-
ción de especies) y los habitantes de la ciudad, por lo que se han
producido conflictos y choques entre las comunidades que no de-
sean que se talen los árboles de sus calles y avenidas, y los encargados
de la ejecución del Acuerdo.
Cabe entonces anotar, que muchas de las especies incluidas en el
Acuerdo, que al interior del mismo se recomiendan y al mismo tiem-
po se pretenden erradicar, son especies que por su gran tamaño real-
mente son inapropiadas para espacios públicos reducidos; de manera
que no creemos que la solución a la problemática del arbolado de
Neiva sea la erradicación o tala de muchas de ellas, sino que se debe
establecer cuáles espacios son apropiados para cada una de las espe-
cies recomendadas.
Igualmente es importante señalar que muchas de las especies inclui-
das en el Acuerdo generan valiosos beneficios tanto ambientales como
ecológicos (por ejemplo: la ceiba, el samán, el orejero, el guásimo y el
payandé, los dos últimos también incluidos en el Artículo 18 como
especies a erradicar); mientras que otras especies así mismo incluidas
en dicho Artículo, han sido reconocidas en el ámbito de la literatura
científica como especies que generan severos daños a las redes de
infraestructura urbana, razón por la cual no son recomendables para
la arborización urbana ni de Neiva ni de ninguna otra ciudad (por
ejemplo: el ficus, el caucho de la India, o la acacia de Girardot).
Otro tema referente a la arborización urbana de Neiva, que igual-
mente ha generado gran controversia, es el de la selección de espa-
cies para las nuevas obras que actualmente se adelantan en la ciudad
(vías peatonales, andenes del centro y nuevos parques). En cuanto a
la renovación urbana del centro se presenta una fuerte crítica por
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parte de arquitectos y especialistas en el tema frente a la arborización,
puesto que se está plantando exclusivamente la palma real o palma
cubana Roystonea regia, la cual, a criterio de quienes critican dicha elec-
ción, no aporta la sombra que se requiere en las calles y avenidas de la
ciudad que es esencial para la climatización de los espacios públicos.
De manera que a corto, mediano y largo plazo las calles del centro
recibirán, sin ningún tipo de atenuante, la inclemente radiación solar
propia del lugar, que sumada a las altas temperaturas características
de Neiva, generarán espacios públicos carentes del confort climático
que se requiere con el fin de que sean adecuados para el uso de los
ciudadanos.
De otro lado, los nuevos parques (como el Parque de los Niños) pre-
sentan una muy reducida arborización lo que los hace completamen-
te inapropiados para la función que deben desempeñar, es decir, como
lugar para la recreación al aire libre de niños, jóvenes y adultos. Quizá
la única zona que actualmente se encuentra intervenida por las obras
de la Administración de la ciudad, y que no presenta deficiencias en
cuanto a su arborización, es el malecón sobre el río Magdalena, pues
en él se conservan los grandes samanes y ceibas que lo hacen con-
fortable y adecuado para la recreación y el esparcimiento de los ciu-
dadanos.
Debido a todo lo anterior y como aporte a la solución del conflicto
que en Neiva, presenta la arborización urbana con respecto a las re-
des de infraestructura, procederemos a desarrollar la metodología
planteada por la investigación,2 a partir de la cual se establecen en
primer lugar las especies nativas e introducidas que presentan pobla-
ciones representativas en el espacio público; y en segundo lugar se
descartan las especies que generan problemas en el espacio público;
para finalmente, a partir de una matriz para la selección (propuesta
por la investigación) se define las especies de árboles que fortalecen
la Estructura Ecológica Principal de la ciudad.
2 Fortalecimiento de la Estructura Ecológi-
ca Principal a partir de la identificación y
selección de especies para la arboriza-
ción urbana.
44 Árboles para Neiva
3 Muchas de las especies que en Colom-
bia se consideran nativas, no son exclusi-
vamente colombianas, al contrario, en
muchos casos, son especies que se en-
cuentran distribuidas por el trópico ame-
ricano (desde el sur de México hasta
Guyana y el norte del Perú); o al norte de
los Andes (Colombia, Venezuela, Ecua-
dor), y por tanto, se consideran nativas en
varios países.
Cámbulo Erythrina fusca.Tamarindo Tamarindus indica.
Especies nativas3
Las especies nativas que cuentan con poblaciones representativas son:
la acacia forrajera Leucaena leucocephala, el carbonero Calliandra pittieri,
el achiote Bixa orellana, el balso Ochroma pyramidalis, el cacao Theobro-
ma cacao, el castañete Pachira acuatica, el ceibo amarillo Hura crepitans, el
cámbulo Erythrina fusca, el caracolí Anacardium excelsum, la ceiba Ceiba
pentandra, el chirlobirlo Tecoma stans, el cují Prosopis juliflora, el flor mo-
rado Tabebuia rosea, el gualanday Jacaranda caucana, el guásimo Guazu-
ma ulmifolia, el guayacán amarillo Tabebuia crhysantha, el iguá Pseudosa-
manea guachapele, el mamoncillo Melicoccus bijugatus, el matarratón Gliri-
cidia sepium, el orejero Enterolobium cyclocarpum, el palo de cruz Brownea
ariza, el payandé Pithecellobium dulce, el samán Samanea saman, el totu-
mo Crecentia cujete, el yarumo Cecropia peltata y el zapote Matisia cordata.
Especies introducidas
La ciudad cuenta con una amplia variedad de palmas introducidas
dentro de las que se destacan la palma real o palma cubana Roystonea
regia; la palma de Manila Veitchia merrillii, de Filipinas; la palma robeline
Phoenix roebelenii, del sudeste asiático; la palma areca Crysalidocarpus
lutescens y la palma cola de pescado Caryota mitis, ambas del Asia; la
palma del viajero Ravenala madagascariensis, de Madagascar; la palma
abanico Pritchardia pacifica y el cocotero Cocos nucifera, de las islas del
Pacífico sur; la palma africana Elaeis guanensis de África y la palma
mariposa Caryota ureas, de la India. En cuanto a árboles introducidos
se destacan la acacia amarilla Cassia siamea, la pata de vaca Bauhinia
purpúrea, la copa de oro Cassia fistula, de Asia; el urapán Fraxinus chinensis,
de la China; el árbol del pan Artocarpus cummunis, el tulipán africano
Spathodea campanulata, el caucho lira Ficus lyrata y el tamarindo
Tamarindus indica, de África; el pomo rozo Syzygium malaccense y la aca-
cia de Girardot Delonix regia, de Madagascar; la casuarina Casuarina
esiquetifolia, y los eucaliptos Eucalipto sp., de Australia; el oití Licania
tomentosa, de Brasil; el ficus Ficus benjamina, el caucho de la India Ficus
elastica, el mango Manguifera indica, el árbol nim Azadirachta indica y el
almendro Terminalia catappa, de la India; los pinos P. patula y P. radiata
y cipreses Cupressus sp., del norte de Europa; y el cobolongo Thevetia
nerifolia de México.
Especies introducidas Vs. Especies nativas
Si bien las especies introducidas producen sombra, embellecen la ciu-
dad y reducen el impacto de la contaminación, ninguna de ellas pre-
senta una oferta alimenticia interesante para la fauna nativa, y en con-
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Canario Sicalis flaveola.
secuencia, aunque presentan altas poblaciones, no colaboran con el
fortalecimiento de la Estructura Ecológica Principal de la ciudad,
especialmente, en su componente fauna. Las especies nativas por el
contrario, producen por lo general alimento para la fauna nativa, es-
pecialmente para la avifauna, pequeños mamíferos como los murcié-
lagos y las ardillas, y una amplia variedad de insectos. Por tanto, son
las especies nativas las que pueden fortalecer la Estructura Ecológica
Principal de la ciudad, especialmente en su componente fauna; al
tiempo que prestan servicios ambientales para la ciudad como son la
producción de sombra y la descontaminación del aire mientras que
generan belleza y ornamento en los espacios públicos, cubriendo así
los aspectos ornamentales, ambientales y ecológicos que deben pro-
piciar los árboles urbanos.
Criterios para la selección de especies
Se seleccionaron especies que fortalecen la Estructura Ecológica Principal en
tres de sus componentes: suelo, agua y fauna. Además, se incluyeron especies
que dinamizan los ecosistemas, o incrementan la diversidad de la flora y la
fauna propias de los mismos, aunque lo hagan de manera indirecta (Compo-
nente Ecosistema).
Componente suelo
Control de la erosión y estabilización de taludes: dependiendo de las caracte-
rísticas de las raíz, algunas especies proporcionan estructura al suelo, reducien-
do los riesgos de deslizamiento y minimizando los procesos de erosión hídrica
y eólica (Wiesner, 2000).
Fijación de nutrientes al suelo: algunos microorganismos, como las micorrizas,
entran en simbiosis con las raíces de ciertas especies de árboles (especialmente
las leguminosas), y gracias a este proceso, nutrientes provenientes del aire y
requeridos para el desarrollo de las plantas (como el nitrógeno) son fijados al
suelo. Esto además contribuye a una más fácil absorción de otros nutrientes
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4 El látex de la córteza, si tiene contacto
con los ojos produce ceguera; posee un
veneno muy activo. En: Revista informati-
va del proyecto SIG-PAFC, año 4, Nº14,
septiembre de 1997, Bogotá.
inorgánicos que se encuentran en el suelo (como el sodio y el potasio) (Wiesner,
2000; Segovia et al., 2000). Las especies que reducen los procesos erosivos así
como las que fijan el nitrógeno al suelo, son muy apropiadas para la restaura-
ción ecológica de áreas afectadas por las industrias extractivas (canteras).
Componente agua
La protección de cuencas, microcuencas, rondas hídricas y nacederos dentro y
entorno a las ciudades es favorecida por algunas especies que poseen la capaci-
dad natural de acumular agua en sus tallos, como la guadua Guadua angustifolia;
o porque su sistema radicular incrementa la capacidad de retención de agua del
suelo. Estas especies regulan los caudales de los cuerpos de agua, acumulándo-
la durante los períodos lluviosos y retribuyéndola a los ecosistemas durante las
épocas de sequía.
Componente fauna
Se tuvieron en cuenta especies que ofrecen algún tipo de alimentación a la
fauna propia del ecosistema, lo que incluye:
Especies productoras de néctar y polen, que alimentan aves melíferas, mur-
ciélagos e insectos.
Especies productoras de frutos o semillas, que alimentan a una amplia varie-
dad de especies de aves; murciélagos e insectos; y además, a las ardillas.
Se tuvo en cuenta que los árboles que alimentan insectos son fuente indirec-
ta de alimento para las aves que se alimentan de ellos, como el sirirí Tyranus
melancholicus.
Componente Ecosistema
Algunas especies ofrecen muy poco alimento directo a la fauna circundante,
pero son visitadas por aves melíferas, semilleras, insectívoras, loros y ardillas;
además, crecen sobre ellas varios tipos de orquídeas y otras epífitas, o son pre-
feridas por las aves para construir en ellas sus nidos. De manera que las catalo-
gamos como fortalecedoras del ecosistema en su conjunto, porque su presen-
cia incrementa la diversidad biológica del entorno. En: Molina L.F. & Vargas
B., Árboles para Cúcuta, Revista NODO Nº 1, pp. 52-53.
Metodología para la selección
1. Se seleccionaron las especies que presentan poblaciones represen-
tativas en el espacio urbano de la ciudad.
2. Se descartaron las especies que pueden generar riesgo directo o
indirecto para la salud humana, en el espacio público:
a) Por ser tóxicos:
-Cobolongo (Thevetia nerifolia)
-Ceibo amarillo (Hura crepitans) 4
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5 «Ficus: género muy amplio de árboles y
arbustos. Hay que tener cuidado porque
muchas especies tienen sistemas de raí-
ces muy extensos y superficiales». En: Allan
Konya, Diseño en climas cálidos, Blume,
Madrid, 1981 P. 135.
Árbol del pan Artocarpus communis.
Castañete Pachira acuatica.
b) Porque se autopodan, es decir, dejan caer pesadas ramas generan-
do altos riesgos en los espacios públicos:
-Caracolí (Anacardium excelsum)
3. Se descartaron las especies que por su sistema radicular agresivo o
superficial, causan daño a la estructura de servicios públicos o a los
asfaltos y andenes de la red vial:
-Árbol del pan (Artocarpus communis)
-Caucho de la India (Ficus elástica) 5
-Ficus (Ficus benjamina)
-Acacia de Girardot (Delonix regia)
-Castañete (Pachira acuatica)
-Tulipán africano (Spathodea campanulata)
4. Se descartaron las especies que atraen plagas:
-El cacao Theobroma cacao porque atrae plagas (chulos, ratas), gene-
rando riesgos para la salud pública.
Con las especies restantes y siguiendo los criterios descritos anterior-
mente, se generó una matriz para la selección (ver Anexos), la cual se
nutrió, en lo relativo al componente fauna, con datos publicados por
Rodríguez-Mahecha & Hernández-Camacho (2002), Segovia et al.
(2000), Molina & Osorio (1999) y Hilty & Brown (1986), además de
los obtenidos durante las observaciones en campo.
En lo relativo al componente ecosistema, se consultaron las páginas
http://www.conabio.gob.mx, y http://www.fs.fed.us/; mientras que
para los componentes agua y suelo se consultó, además de todas las
fuentes ya mencionadas, a Barrero & Alarcón (2005), Barón & Mora-
les (1997), Caldas (1975), Carvajal & Chacón (1999), González et al.
(1995) y Molina et al. (1999).
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Mamoncillo
Melicoccus bijugatus
Mango
Manguifera indica
Matarratón
Gliricidia sepium
Orejero
Enterolobium cyclocarpum
Palo de cruz
Brownea ariza
Payandé
Pithecellobium dulce
Samán
Samanea saman
Totumo
Crecentia cujete
Yarumo
Cecropia peltata
Zapote
Matisia cordata
A continuación se describen cuatro especies recomendadas, sus ca-
racterísticas y los beneficios ecológicos que fomentan.
Especies recomendadas
Las especies recomendadas para el fortalecimiento de la Estructura
Ecológica Principal de Neiva son las siguientes (todas originarias
del trópico americano, a excepción del mango):
Acacia forrajera
Leucaena leucocephala
Balso
Ochroma pyramidalis
Cámbulo
Erythrina fusca
Carbonero
Calliandria pittieri
Ceiba
Ceiba pentandra
Cují
Prosopis juliflora
Flor morado
Tabebuia rosea
Guadua
Bambusa guadua
Guásimo
Guazuma ulmifolia
Guayacán amarillo
Tabebuia chrysantha
Iguá
Pseudosamanea guachapele
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Familia: Mimosaceae. Origen: trópico americano. Crecimiento:
rápido. Raíz: profunda y extendida. Tallo: muy torcido, ramificado y
de madera dura. Hojas: compuestas y alternas. Flores: inflorescencias
en racimos, amarillas. Fruto: tipo legumbre.
Beneficios Ecológicos:
Suelos: especie óptima para conservación, estabilización de suelos y
control de la erosión. Cuando se planta en terrenos pendientes y es-
carpados mejora la estructura del suelo. Especie con alto potencial
para la fijación de nitrógeno, por lo que mejora la fertilidad del suelo.
Se ha empleado con éxito en la recuperación de terrenos degradados,
incluso en la rehabilitación de terrenos donde hubo explotación mi-
nera (canteras). Agua: se emplea además para el drenaje de tierras
inundables porque las raíces desintegran capas de subsuelo imper-
meables lo que mejora la penetración de agua. Fauna: especie pro-
ductora de néctar y polen, por lo que alimenta diversas especies de
insectos, además de aves y murciélagos nectarívoros.
Carbonero
Calliandra pittieri
50 Árboles para Neiva
Familia: Mimosaceae. Origen: América tropical. Crecimiento: rá-
pido. Raíz: superficial a medianamente profunda. Tallo: delgado,
ramificado desde poca altura, con corteza gris y fisurada. Hojas: com-
puestas, bipinandas y alternas. Flores: blancas con estambres en for-
ma de escoba. Fruto: legumbres secas y aplanadas de color café.
Beneficios Ecológicos:
Suelos: especie óptima para conservación, estabilización de suelos
control de la erosión. Cuando se planta en terrenos pendientes y es-
carpados mejora la estructura del suelo. Especie con alto potencial
para la fijación de nitrógeno, por lo que mejora la fertilidad del suelo.
Se ha empleado con éxito en la recuperación de terrenos degradados,
incluso en la rehabilitación de terrenos donde hubo explotación mi-
nera (canteras). Agua: en estado natural se encuentra especialmente
a lo largo de los curso de agua, de lo que se infiere que protege las
cuencas hidrográficas. Fauna: especie productora de néctar y polen
por lo que es frecuentada por diversas aves melíferas, además de mur-
ciélagos y una amplia variedad de insectos.
Iguá
Pseudosamanea
guachapele
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Palo de cruz
Brownea ariza
Familia: Caesalpiniaceae. Origen: norte de Suramérica. Crecimien-
to: Raíz: profunda. Tallo: ramificaciones a poca altura, corteza ver-
de y algo fisurada. Hojas: compuestas y alternas. Flores: anaranja-
das o rojas, en tonos muy vistosos con estambres que sobrepasan los
pétalos. Fruto: legumbres largas y planas.
Beneficios Ecológicos:
Agua: protege, conserva y rehabilita los nacimientos y los cuerpos
de agua por lo que se emplea en la restauración ecológica de cuencas
y microcuencas. Fauna: las flores alimentan y atraen abejas y otros
insectos por lo que contribuyen a la alimentación de aves insectívoras.
Los frutos alimentan aves frugívoras y semilleras. Alimenta además a
los murciélagos.
52 Árboles para Neiva
Yarumo
Cecropia Sp.
Familia: Moraceae. Origen: trópico americano. Crecimiento: rápi-
do. Raíz: profunda.Tallo: hueco, con corteza lisa, gris clara, con gran-
des cicatrices circulares. Hojas: gigantes de forma palmeadas de co-
lor blanco brillante por debajo. Flores: en espiga y agrupadas. Fru-
to: oblongo elipsoide.
Beneficios Ecológicos:
Fauna: alimenta gran cantidad de aves frugívoras e insectívoras, ade-
más de varias especies de loros, como el perico barbiamarillo Brotogeris
jugularis, la lora frentirroja Amazona autumnalis, y la lora real Amazona
ochrocephala. El néctar producido por las flores es alimento de abejas y
otros insectos, además de aves melíferas y varias especies de murcié-
lagos. De acuerdo con el estudio de Margarita M. Ríos ¿Quién come
yarumo?... o mejor, ¿Quién no come yarumo en los bosques de montaña? esta
especie alimenta 41 especies de aves en la cordillera Central de Co-
lombia.
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Conclusiones
Los corredores biológicos de una ciudad pueden ser, además de sus
rondas hídricas; sus calles, avenidas y parques. Pero si esos espacios
urbanos están plantados con especies que no ofrecen alimento a la
fauna, no la atraerán, y en consecuencia, no serán verdaderos corre-
dores biológicos. Serán espacios verdes para la circulación de carros
y peatones, mas no para la circulación de las aves ni las semillas que
ellas transportan. No serán corredores biológicos que conecten los
ecosistemas fragmentados por la ciudad, por donde puedan circular
los pájaros, los loros o las ardillas; serán simples calles bien arborizadas
desde el punto de vista exclusivo de una de las especies que habita en
el territorio, es decir, los seres humanos. Las arborizaciones que par-
ten de criterios ornamentales o de servicios ambientales (exclusivos
para los ciudadanos) olvidan que las funciones que la fauna nativa
desempeña, a nivel de la polinización y dispersión de semillas, son las
que aseguran la reproducción de la flora local y la conservación de
los ecosistemas.
Es evidente que la arborización de la ciudad de Neiva ha respondido,
ante todo, a la búsqueda de ornamentación y confort climático en los
espacios urbanos, de manera que se han plantado especies que pro-
yectan grandes y frescas sombras. Si bien estas especies predominan-
tes, regulan la temperatura y reducen el impacto de la radiación solar
sobre las construcciones y los espacios públicos, en su mayoría no
contribuyen al fortalecimiento de la Estructura Ecológica Principal,
puesto que se trata de especies introducidas que, en su gran mayoría,
no alimentan a la fauna nativa.
Es necesario por tanto, incrementar paulatinamente el número de
árboles nativos, especialmente, los que alimentan a la fauna, para que
poco a poco los pájaros y los loros, al igual que las ardillas y otros
mamíferos, los frecuenten, y con ellos, retornen la naturaleza y la
vida silvestre a la ciudad.
54 Árboles para Neiva
Referencias
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