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Redes sociales y mujeres mayores: estudio sobre la influencia de las redes sociales en la calidad de vida

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Abstract

Este artículo trata de avanzar en el conocimiento de la situación de las mujeres mayores respecto al uso de las redes sociales y su relación con la calidad de vida. Se ocupa de un colectivo al que nuestra sociedad no presta demasiada atención desde una perspectiva política ni académica y lo hace desde un punto de vista de absoluta vigencia, como es la participación en las redes sociales. El marco teórico lo trazan la revisión de las ideas de web 2.0, brecha digital y brecha digital de género, y envejecimiento activo y calidad de vida. Es un trabajo cualitativo para el que se ha realizado un muestreo de carácter intencional de ocho casos típicos que responden al perfil de mujeres de más de 55 años, residentes en Asturias, cuidadoras y usuarias de las redes sociales, cuya vinculación con las TIC no está relacionada con el empleo ni con su trayectoria académica. Se han llevado a cabo cinco entrevistas en profundidad y un grupo de discusión heterogéneo formado por tres usuarias y tres expertas en materia de igualdad y nuevas tecnologías. Analizados los datos a la luz de las categorías establecidas, el estudio concluye que el acceso a internet y a las redes sociales influye en la mejora de la calidad de vida de las mujeres mayores y los resultados que se alcanzan contribuyen a perfilar ideas de gran relevancia para formular políticas públicas que fomenten la igualdad en el acceso de las mujeres mayores a las redes sociales.
Cómo citar: FERNÁNDEZ-CAMPOMANES, M. y FUEYO-GUTIÉRREZ, A. (2014). Redes sociales y mujeres mayores: estudio sobre la
influencia de las redes sociales en la calidad de vida. Revista Mediterránea de Comunicación, vol. 5(1), 157-177. Disponible en
http://mediterranea-comunicacion.org/. DOI 10.14198/MEDCOM2014.5.1.11.
María FERNÁNDEZ-CAMPOMANES*
Doctoranda. Universidad de Oviedo. España. mariafernandezcampomanes@gmail.com
Redes sociales y mujeres mayores: estudio sobre la influencia de las redes
sociales en la calidad de vida
Social networks and elderly women: study of t the influence of social
networks on the quality of life
Dra. Aquilina FUEYO-GUTIÉRREZ*
Profesora. Universidad de Oviedo. España. País. mafueyo@univovi.es
Fecha de recepción: 11/11/2013
Fecha de revisión: 02/02/2014
Fecha de preprint: 29/06/2014
Fecha de publicación final: 30/06/2014
Resumen
Abstract
Este artículo trata de avanzar en el conocimiento de
la situación de las mujeres mayores respecto al uso
de las redes sociales y su relación con la calidad de
vida. Se ocupa de un colectivo al que nuestra
sociedad no presta demasiada atención desde una
perspectiva política ni académica y lo hace desde
un punto de vista de absoluta vigencia, como es la
participación en las RRSS. El marco teórico lo trazan
la revisión de las ideas de web 2.0, brecha digital y
brecha digital de nero, y envejecimiento activo y
calidad de vida. Es un trabajo cualitativo para el que
se ha realizado un muestreo de carácter intencional
de ocho casos típicos que responden al perfil de
mujeres de más de 55 años, residentes en Asturias,
cuidadoras y usuarias de las redes, cuya vinculación
con las TIC no está relacionada con el empleo ni con
su trayectoria académica. Se han llevado a cabo
cinco entrevistas en profundidad y un grupo de
discusión heterogéneo formado por tres usuarias y
tres expertas en materia de igualdad y nuevas
tecnologías. El estudio concluye que el acceso a
internet y a las redes sociales influye en la mejora de
la calidad de vida de las mujeres mayores y los
resultados que se alcanzan contribuyen a perfilar
ideas relevantes para formular políticas públicas que
fomenten la igualdad en el acceso de las mujeres
mayores a las RRSS.
This article attempts to deepen our knowledge
concerning the use that elderly women make of
social networks and how this relates to their quality of
life. It deals with a collective often ignored by society
both from an academic and political perspective. In
addition, it does through the absolutely contemporary
viewpoint of the participation in social networks.! The
theoretical framework is determined by the web 2.0,
the digital gap and the digital gender gap, and the
active aging and the quality of life. It is a qualitative
study which involves a purposive sampling with eight
typical cases, whose profile is women over 55 years
old, resident in Asturias, carers and social networks
users. There use of ICT is not related to the
employment or to their academic career. We
conducted five in-depth interviews and formed one
heterogeneous focus group made of three of the
aforementioned women and three specialists in
equality and ICT. The review of data in the light of the
analysis categories concludes that access to internet
and social networks improves the quality of life in
elderly women and the reached results contribute to
the definition of relevant ideas to the public policies to
encourage equality in the access of elderly women to
social networks.
Palabras clave
Keywords
Calidad de vida; cuidado; derecho a la
comunicación; envejecimiento; mujeres; redes
sociales.
Quality of life; take care; right to communication;
Aging; women; social networks.
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1. Introducción
Asistimos a un proceso de desarrollo y popularización, quien sabe si de democratización, de
la sociedad de la información, relacionado con el auge de la web 2.0, término que se
refiere al conjunto de herramientas que han aumentado las posibilidades de participación y
colaboración de las personas en internet.
Para Aparici y Osuna (2013) la cultura de la participación, surgida en torno al desarrollo de
la web 2.0, supone menores barreras para la expresión ciudadana, mayor creatividad, más
posibilidades de compartir conocimiento y mayor valoración de las opiniones de las y los
iguales para coconstruiruna sociedad más democrática.
Podemos hablar de la información, el conocimiento y la comunicación en términos de
nuevos derechos de ciudadanía y de las tecnologías de la información y la comunicación
(en adelante TIC) como de las herramientas que posibilitan su ejercicio. En este contexto, en
tanto en cuanto la sociedad de la información se desarrolla y las posibilidades de
participación en la red se incrementan, la brecha digital de nero se perpetúa y crece,
persistiendo de forma especial entre las mujeres mayores, afirmación en la que coincidimos
con Menéndez (2012) para quien “una de las brechas digitales más persistentes es la de
género, especialmente en los países europeos del sur y entre las mujeres de más edad”.
No se han encontrado otros trabajos referidos la influencia del uso de las redes sociales en la
mejora de la calidad de vida de las mujeres mayores, tampoco en el panorama
internacional, y tan sólo hemos hallado un interés coincidente en Castaño (2009) quien en
su publicación Amantes de Internet: prácticas de e-inclusión entre las mujeres usuarias
recoge las reflexiones y conclusiones de cuatro perfiles de mujeres: inmigrantes,
trabajadoras autónomas y profesionales, amas de casa y mayores de 60 años; si bien, esta
autora ha seleccionado, para su grupo de discusión con mujeres mayores, un perfil de
tituladas universitarias, que han sido profesionales y cuyo acceso a las nuevas tecnologías
ha estado vinculado al empleo; mientras que en el caso que nos ocupa hemos centrado
nuestro interés en las mujeres mayores con estudios elementales, cuidadoras, usuarias de las
redes sociales, y cuya iniciación a las TIC no ha guardado relación con el empleo.
Se hace necesario, por todo ello, llevar a cabo un análisis de nero, una reflexión sobre
de qué modo las TIC modifican la vida de mujeres y hombres, sobre su influencia en la
mejora del bienestar y en la calidad de la ciudadanía, sobre si su utilización y la
participación en su construcción se está produciendo en condiciones de igualdad.
2. Marco teórico
El marco teórico de referencia de nuestro trabajo está conformado por las cuestiones
relativas a la web 2.0, las brechas digitales y la brecha digital de género, y el
envejecimiento activo y la calidad de vida en relación con las ideas de autoestima de
género y sororidad.
2.1. La web 2.0: participación y construcción colectiva en red
El concepto de web 2.0 se relaciona con las posibilidades de participación de las personas
en la red pero no solo, también en la propia construcción de esta. Incluye todo un conjunto
de herramientas que nos permiten crear contenidos, información y conocimiento,
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comunicarnos, informarnos e informar, educarnos y educar. Son las redes sociales, los blogs,
las wikis, la sindicación, los escritorios virtuales, los servicios de alojamiento de vídeos y fotos,
y otras aplicaciones que confieren a la red un carácter más social.
La web 2.0 ha hecho posible que millones de personas puedan comunicarse y accedan al
mismo tiempo y de manera inmediata a información. De este modo, se han creado
espacios y herramientas como las redes sociales o los blogs que hacen posible que la
ciudadanía opine, trabaje en red, aúne estrategias y debata a nivel planetario.
Sin embargo, no podemos olvidar que la red no es neutral, que los proveedores de internet
son empresas, que los gobiernos pueden interferir en los servicios que prestan y que Google,
Youtube y las redes sociales también lo son, empresas que han de obtener y obtienen
grandes beneficios y para las que las usuarias y usuarios son clientes, no ciudadanos o
ciudadanas.
En este sentido y desde una perspectiva crítica, Eli Parisier (2011) ha desarrollado el
concepto de filter buble o burbuja de filtros, según el cual, atendiendo a la idea de
relevancia, internet nos muestra aquello que previamente le hemos dicho que para
nosotros es relevante, privándonos de la riqueza de la realidad y lastrando sus enormes
posibilidades, esas que hacen posible que un joven artista marroquí conozca el mundo y
venda su obra desde un ciberca en el desierto de Zagora, como narra Fátima Mernissi
(2005) en El hilo de Penélope.
Ni las TIC, como herramienta, ni la web 2.0, como dimensión del espacio público, son la
participación en misma y es necesario, en primer término, tener las ideas y la cultura
política para elaborar pensamientos, formular propuestas y opinar y, al mismo tiempo,
superar brechas digitales y tener posibilidades de acceso a la red, pero las TIC son sin duda
una herramienta que hace posible la participación y que articula el derecho a la
comunicación.
2.2. Las brechas digitales y la brecha digital de género
El concepto de brecha digital corre paralelo al de sociedad de la información y puede
definirse como las diferencias entre quienes están conectados y conectadas y quienes no lo
están; es la fractura, el gap, que se crea entre quienes tienen acceso a la información y la
comunicación, a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y
quienes no.
La Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, celebrada por la Unión Internacional
de Telecomunicaciones de Naciones Unidas en Ginebra y nez en 2003 y 2005,
respectivamente, ya en su declaración de principios, afirmaba la necesidad de “convertir la
brecha digital en una oportunidad digital para todos, especialmente aquellos que corren
peligro de quedar rezagados y aún más marginados (ONU, 2003).
El acceso desigual a los recursos, al poder y a la educación, el idioma, la privatización del
software y el control de las grandes empresas sobre este y sobre su desarrollo son elementos
que nutren la brecha digital. Podemos hablar de diferentes tipos de brecha digital en
función de dónde centremos nuestro punto de interés. Existe, por ejemplo, una brecha
digital geográfica, una brecha digital generacional o de edad y también una brecha
digital de género.
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Antes de continuar hay dos conceptos clave que conviene diferenciar: son la brecha digital
de acceso y la brecha digital de uso. La primera se relaciona con la conectividad de
personas, grupos de personas o países a la red. La segunda es un concepto más complejo
que tiene que ver con mo personas en iguales condiciones de conectividad utilizan,
mejor o peor, las posibilidades que la web 2.0 ofrece.
No se trata, pues, solo de poner en marcha políticas para mejorar la conectividad de
ciudadanos y ciudadanas, hogares, grupos de personas, países o regiones, esto es
relativamente sencillo, se trata de impulsar los medios, los conocimientos y las habilidades
necesarias para que la ciudadanía, todas las personas, pueda comunicarse, opinar, y
construir conocimiento en la red.
El feminismo ha sido, sino el primero, de los primeros grupos sociales en percibir el concepto
de brecha digital y la importancia del acceso y uso de los medios de comunicación. De
hecho, ya en la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial de las Mujeres, (ONU:
1995), se identifican los medios de comunicación como una de las doce esferas de especial
importancia para avanzar en materia de igualdad entre mujeres y hombres.
En nuestro país, por ejemplo, Boix explica en su artículo Hackeando el patriarcado cómo:
El movimiento artístico ciberfeminista evoluciona a comienzos del siglo XXI hacia el
ciberfeminismo social que tiene como objetivo difundir información, generar redes de
activismo y solidaridad, coordinar iniciativas para mejorar de manera concreta la vida
de las mujeres además de servir de freno a las acciones de abuso de un patriarcado
también globalizado (2006).
El Observatorio de e-igualdad (2010) señala tres tipos de brecha digital de género: una
brecha de acceso o cuantitativa, una brecha de uso de carácter cualitativo, que tiene que
ver con la intensidad y las pautas de utilización e indica el uso competente de las TIC, y una
tercera brecha, relacionada con el uso de los servicios, herramientas y medios más
innovadores.
A grandes rasgos podemos señalar que la brecha digital de acceso, aunque persiste, se ha
ido acortando y es inexistente, incluso vuelca a favor de las chicas entre las personas de
menos edad. Sin embargo, la brecha digital de uso revela que a medida que la
complejidad de las tareas es mayor o estas requieren s habilidades técnicas, el nivel de
uso de las mujeres disminuye más que el de los hombres y la brecha de género se
incrementa.
La brecha digital de acceso se intuye a primera vista, es fácilmente previsible y su evolución
entra dentro de lo esperable, persistiendo únicamente entre las mujeres mayores. No así la
brecha de uso y mucho menos la brecha de usos avanzados. Ambas alertan de la
persistencia de la desigualdad y en un análisis más profundo habría que dilucidar sus
motivaciones, su relación con la carga del cuidado, con el alejamiento de las chicas de los
estudios de carácter técnico, con la falta de referentes, con el poco entrenamiento
femenino para la participación sociopolítica, etc.
2.3. Envejecimiento activo y calidad de vida
El concepto de envejecimiento activo fue adoptado por la Organización Mundial de la
Salud (en adelante OMS) a mediados de los años noventa, al objeto de ampliar y
enriquecer la idea de envejecimiento saludable y se basa en el reconocimiento de los
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derechos humanos y civiles de las personas mayores. Supone avanzar desde una
perspectiva de satisfacción de necesidades de sujetos pasivos hacia una óptica de
reconocimiento de los derechos de igualdad de trato, igualdad de oportunidades y
participación sociopolítica de las personas mayores.
Aunque el concepto no es nuevo y, por ejemplo, ya en 1970, en su obra La vejez, Simone de
Beauvoir adelantaba que:
Lo deseable es conservar a una edad avanzada pasiones lo bastante fuertes como
para que nos eviten volvernos sobre nosotras y nosotros mismos. La vida conserva valor
mientras se acuerda valor a la de los otros, a través del amor, la amistad, la
indignación, la compasión. Entonces sigue habiendo razones de obrar o de hablar
(1983:639).
Si como señala Edwards (2002:79), el envejecimiento activo es “el proceso de optimización
de oportunidades de salud, participación y seguridad con el objetivo de mejorar la calidad
de vida a medida que las personas envejecen” y la idea de actividad tiene que ver no solo
con la capacidad de movilidad sino con el “bienestar físico, social y mental” y con el
derecho a la participación sociopolítica, como veremos en nuestro estudio, la participación
de las mujeres mayores en las redes sociales puede contribuir a compensar desigualdades
de género en esta etapa de la vida.
En este trabajo abordamos pues el concepto de envejecimiento activo de la OMS desde
una perspectiva de género, entendiendo que la desigual situación de mujeres y hombres
en la sociedad condiciona procesos de envejecimiento diferenciados para unas y otros.
Esta perspectiva es ineludible cuando se quiere observar, analizar y comprender la realidad
de la ancianidad, ya que existe una correlación directa entre el proceso de envejecimiento
y la feminización del colectivo de personas mayores, del mismo modo que, tal y como
señala Rodríguez (2002:80), “las diferencias que se registran en cualquiera de los indicadores
clásicos que se analizan no encuentran una ajustada interpretación si no se relacionan los
factores de desigualdad del sistema de género”.
Dado que estas diferencias no afectan solo a los indicadores clásicos de la desigualdad
durante la vejez, a través de nuestro estudio hemos querido identificar q ocurre en el
caso del acceso de las mujeres mayores a las nuevas tecnologías, para tratar de analizar y
comprender mejor la realidad de la ancianidad y de la participación de mujeres y hombres
en la sociedad de la información.
Según la OMS (1995), la calidad de vida es la percepción que un individuo tiene de su lugar
en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en
relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas y sus inquietudes. Se trata de un
concepto muy amplio que está influido de modo complejo por la salud física del sujeto, su
estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, así como su relación
con los elementos esenciales del entorno, entre los que se pueden contar la comunicación
en red con sus iguales y familiares, con el movimiento organizado de mujeres o con la
sociedad civil en general, así como el acceso a la información y a la participación
sociopolítica a través de las redes sociales.
Partiendo de la idea de que el contexto es determinante en la autopercepción de la
calidad de vida, hablaríamos de una subjetividad relativa en la medida en que esta estará
siempre determinada por el ambiente, los valores, la cultura, y de manera especial también
por el género. Asumimos que siguiendo el principio de Schalock y Verdugo (2003) la calidad
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de vida se experimenta cuando las necesidades de la persona se ven satisfechas y tienen la
oportunidad de mejorar en áreas vitales más importantes.
En este sentido, el acercamiento a la información y a la comunicación que posibilitan las
redes sociales puede ser una oportunidad para dicha mejora y, por tanto, queremos
examinar si las ocho dimensiones centrales de la calidad de vida, definidas por los expertos
antes citados, se ven afectadas por el acceso de las mujeres mayores a las redes sociales.
Las dimensiones a las que nos referimos son: bienestar emocional, relaciones interpersonales,
bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos. Y para cada una de ellas se
definen múltiples indicadores, considerados también en nuestro análisis, haciéndolo en
función de tres niveles: el microsistema o contexto inmediato (la familia, el grupo de iguales,
etc.), el mesosistema o entorno cercano (barrio, la ciudad, las organizaciones y
administraciones próximas), y el macrosistema o entorno político o social más amplio.
También dentro del marco teórico del feminismo, asumimos los conceptos de autoestima y
sororidad de la antropóloga Marcela Lagarde de los Ríos. Uno de los conceptos clave de
Lagarde (2000) es la idea de autoestima de género, que esta autora contrapone al
concepto tradicional y patriarcal de autoestima, vinculado al individualismo y al
psicologismo.
Según la idea que Lagarde (2000) desarrolla en torno a la autoestima, esta está en estrecha
relación con el empoderamiento personal y colectivo de las mujeres y con la necesidad de
depositar su estima en mismas y no en los otros. Pensamos que este tipo de actitudes
pueden desarrollarse a través de la interacción de las mujeres en las redes sociales, en las
que además pueden darse relaciones de sororidad, concepto que Lagarde (2006:2) explica
como alianza entre mujeres “para contribuir con acciones específicas a la eliminación
social de todas las formas de opresión y apoyo mutuo para lograr el poder genérico de
todas y el empoderamiento vital de cada mujer”.
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que las mujeres cuidan desde el nacimiento
hasta la tumba, asistiendo a la sociedad en la niñez, en la vejez, en la enfermedad, en la
discapacidad, etc. Se trata de tareas que se prolongan a lo largo de toda la vida, como
madres, hijas, abuelas o hermanas.
Además, el cuidado, su ejercicio y su planificación, está cargado de costes personales y
conflictos, frustraciones y consecuencias negativas para la salud y la calidad de vida. En
palabras de Murillo (2003:162), “el tiempo del cuidado es máximo, se resiste a una
contabilización, puesto que se transforma en actitud: la actitud responsable”.
La influencia de las peores condiciones de vida de las mujeres (menores ingresos, menos
coberturas sociales, mayor precariedad laboral, atribución en solitario del cuidado, etc), en
la salud de las mujeres tiene como consecuencia que, pese a su mayor esperanza de vida,
estas presenten una mayor morbilidad, mayores niveles de enfermedad crónica, ansiedad y
trastornos nutricionales.
Según Valls-Llobet et al (2007:11), estudios sobre población anciana han encontrado
síntomas de depresión en el 46 % de las mujeres, frente al 19.6 % de los hombres, y entre las
causas de estas diferencias se señala cada vez con más frecuencia la doble jornada. “Las
mujeres con una posición baja en las escalas de ocupación, que tiene un bajo control
sobre el trabajo doméstico y bajo control en el trabajo asalariado se encuentran con mayor
riesgo de sufrir depresión y ansiedad”.
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De nuevo es necesario recurrir a las autoras clásicas del feminismo y recordar “el malestar
que no tiene nombre” que Betty Friedan (2009:68 y 69) acuñó en Estados Unidos en los años
sesenta con la publicación de La mística de la feminidad:
Si no me equivoco, el malestar que no tiene nombre que perturba las mentes de tantas
mujeres estadounidenses de hoy en a no es una cuestión de pérdida de feminidad ni de
demasiados estudios ni de las exigencias de la vida doméstica. Es mucho más importante
que lo que nadie reconoce. Es la clave de esos otros problemas nuevos y viejos que llevan
años torturando a las mujeres y a sus maridos e hijos, y desconcertando a lo médicos y a los
responsables del mundo educativo. Bien pudiera ser la clave de nuestro futuro como nación
y como cultura. No podemos seguir ignorando esa voz que resuena en el interior de las
mujeres y que dice: “Quiero algo más que mi marido, mis hijos y mi hogar”.
Algo que en parte puede encontrarse en el acceso a la información, el ejercicio del
derecho a la comunicación, la creación de redes de mujeres, la construcción de
conocimiento y la participación sociopolítica, posibilidades que en nuestros días las redes
sociales brindan.
3. Diseño metodológico
Abordamos, pues, un estudio de carácter cualitativo al objeto de comprender “una
situación social desde la perspectiva de los participantes” (McMillan y Schumacher, 2005:18).
Son objetivos generales de este trabajo los siguientes:
1. Describir y explicar los usos que las mujeres mayores hacen de internet en
general y de las redes sociales en particular y los beneficios que de ellos
obtienen.
2. Dilucidar si el acceso a internet y a las herramientas de la web 2.0 influye en la
mejora de la calidad de vida de las mujeres mayores, entendiendo que esta
incluye la calidad del ejercicio de la ciudadanía.
3. Avanzar en el conocimiento del desarrollo de la sociedad de la información
averiguando si este se está produciendo en condiciones de igualdad en lo
referente a la participación de mujeres y hombres.
El estudio adopta un enfoque de carácter cualitativo con el que se pretender comprender
“una situación social” que en este caso está referida a la influencia de las redes sociales en
la calidad de vida desde la perspectiva de las propias mujeres mayores implicadas
(McMillan y Schumacher, 2005:18). La adopción de este enfoque sitúa nuestro estudio en
línea con las tendencias que diferentes autoras y organismos están recomendando y
adoptando para una descripción de la situación de las mujeres en la sociedad de la
información que no invisibilice y minusvalore las diferencias en razón del sexo (Castaño,
Martín yzquez: 2008).
Para alcanzar dichos objetivos, se ha realizado un muestreo de carácter intencional de 8
casos típicos y que responden al perfil de mujeres de más de 55 años, residentes en Asturias,
cuidadoras y usuarias de las redes sociales, cuya vinculación con las TIC no está
relacionada con el empleo ni con su trayectoria académica.
En cuanto a la recogida de información hemos utilizado dos tipos de técnicas: cinco
entrevistas en profundidad realizadas entre el 13 y el 25 de abril de 2012 y un grupo de
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discusión, celebrado el 9 de mayo del mismo año. Han sido entrevistas en profundidad de
tipo guiado, en las que se han establecido a priori los temas a abordar y un posible orden,
dejándose al albur del desarrollo de la conversación, la formulación definitiva de las
cuestiones y su orden. Según la clasificación de preguntas propuesta por McMillan y
Schumacher (2005), optamos por preguntas formuladas con tanteos y pausas, que recogen
información sobre la experiencia vivida por las informadoras en su uso de las TIC, su
concepción del mundo, sus opiniones, reflexiones, valores, sentimientos y sensaciones.
Según estos mismos autores, los grupos de discusión son un buen complemento para las
entrevistas en profundidad, ya que permiten aumentar su validez y dotar de mayor
credibilidad al estudio. En nuestro caso, por una razón de rentabilidad de recursos, esfuerzos
y tiempo, y como una estrategia para a su vez tratar de enriquecer la discusión, se ha
optado por un grupo de discusión heterogéneo, compuesto por tres usuarias que
responden al perfil de las mujeres entrevistadas y tres expertas en la promoción de las TIC
entre la población femenina.
Así, la combinación de estrategias nos permitió recopilar una mayor cantidad de
información y, a su vez, corroborar los datos obtenidos para darles mayor validez y fiabilidad.
Para ello se procuró asimismo la triangulación de técnicas, escenarios (municipios) e
informadoras y se proced a la repetición de preguntas y temas a distintas personas, en
diferentes contextos y con formulaciones diversas.
Como procedimiento de análisis de los datos hemos utilizado la revisión sistemática y
permanente de la información y la categorización y reducción de los datos hasta su
saturación. Para ello, recurrimos a un proceso emergente y recurrente de análisis inductivo.
A partir de las preguntas de investigación planteadas, obtuvimos datos y de ellos fueron
extraídos temas recurrentes que nos sirvieron para ir dando progresiva respuesta a las
preguntas planteadas, realizando varias veces el camino de ida y vuelta: preguntas datos
categorías de análisis- respuestas.
Los temas recurrentes que han ido apareciendo en el análisis han sido: la dificultad, el
miedo, los usos, el uso político de las redes sociales, el 15 M y la primavera árabe y la brecha
digital de género.
A su vez, y para avanzar en la posible relación entre el uso de las redes sociales por las
mujeres mayores y la mejora de su calidad de vida, hemos tomado como categorías de
análisis las ocho dimensiones de la calidad de vida establecidas por Schalock y Verdugo
(2003): bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar físico, autodeterminación,
inclusión social y derechos y sus correspondientes indicadores a nivel de microsistema.
4. Análisis de resultados
A partir de los objetivos de investigación planteados, vamos a exponer los resultados
obtenidos con respecto a las categorías que hemos utilizado para el análisis agrupadas en
cuatro apartados referidos a las vías de acceso, los usos, la brecha digital de género y la
calidad de vida.
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4.1. Vías de acceso, dificultades y miedos
La puerta de acceso a las nuevas tecnologías de las mujeres entrevistadas, tanto de
aquellas que han accedido a través de un curso de formación como de las que lo han
hecho por otras vías, es el correo electrónico, que sirve de vía de comunicación con
familiares que residen lejos, siendo esta además una de las principales motivaciones de
acceso las TIC. Así lo expresa, por ejemplo E3, al tiempo que destaca la importancia de un
ordenador propio y de una conexión a internet en el hogar:
Lo primero el correo. Fuimos dándonos los correos de todas las compañeras del curso y
empezábamos a mandarnos alguna cosa: “hola, qué tal, qué haces”. Y después ya
algunas ya te mandaban alguna cosa, y les mandabas a ellas…y así. Y cuando
llegábamos a casa las que sabíamos algo y teníamos ordenador en casa, porque no
todas lo teníamos, había dos que tenían ordenador, pues ya nos mandábamos alguna
cosa, y cuando volvíamos a los dos o tres días, porque teníamos clase dos o tres días a
la semana, pues ya: “ay, que me mandaste aquello”, y ya sabíamos algo, aunque
fuera poco.
Una puerta fundamental de acceso o elemento facilitador son los programas de formación
en TIC:
Yo es que por aquí entré, y muchas compañeras mías también, y si no es por ahí no
entraríamos nunca, nunca, porque vas al telecentro, sí, y estás allí, pero ¿qué haces?
¿molestar continuamente al trabajador? Lo vuelves locoNo puedes, tienen que te
enseñar y luego ya vas poco a poco, y luego ya es vivir otra vida (GD3).
Otra vía de acceso de gran interés desde la perspectiva de género son las iguales
facilitadoras. Se trata de coetáneas con vínculos familiares o de amistad que animan y en
ocasiones ayudan en los primeros pasos en la red. A veces se trata de instrucciones básicas
“lecciones”, tal y como les llaman algunas de las participantes en el estudio, que sirven de
iniciación a la vez que ayudan a superar temores ante una tecnología que se desconoce.
En ocasiones, los hijos y las hijas actúan también como facilitadores, bien directamente,
animando y acompañando a sus madres en sus primeros pasos, bien de forma indirecta,
porque, aún sin hacer una invitación explícita, han introducido las TIC en sus hogares,
despertando la curiosidad y el interés de sus madres. Muchas usuarias señalan cómo se
iniciaron en las redes sociales cuando no sabían apenas “ni encender un ordenador”.
Relatan cómo gracias a sus hijos o hijas pudieron crear un perfil en una red social y, de este
modo, fueron poco a poco agregando a personas, construyendo su propio espacio en la
red y navegando de manera autónoma.
Aunque no siempre la familia favorece el acceso a las TIC y en algunos casos adopta una
actitud más bien de tipo disuasorio, alimentado el miedo a lo desconocido y los tópicos de
la dificultad de la tecnología, de su asociación con la juventud y de la torpeza de las
mujeres para acceder a ella:
Pues porque me gusta mucho aprender cosas y eso para era una novedad muy
grande. Yo tener siempre tuve ordenador en casa, por los hijos, por los nietos, pero
nunca se me ocurrió… ni ellos nunca me quisieron enseñar nada., porque yo decía:
“¿cómo es este tal?, y ellos decían: “nada, nada, deja…”. No me atendían, no me
hacían caso. Y en cuanto fui, enseguida ya… empecé a hacer cosas (E3).
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Sin embargo, la impresión de dificultad en el aprendizaje no es lo s frecuente. La mayor
parte de las entrevistadas, incluso las de más edad, relatan una experiencia de
incorporación progresiva y de superación paulatina, señalando mo realmente después
de un tiempo de uso frecuente se daban cuenta de que esperaban mayores dificultades
de las que finalmente enfrentaron.
En muchos casos, los prejuicios y mitos en torno a la complejidad tecnológica, el miedo
creado por el entorno familiar y social influyen de manera negativa desmotivando a las
mujeres mayores al respecto de sus posibilidades de desenvolverse en la sociedad de la
información. La palabra miedo aparece de forma recurrente, en concreto lo hace catorce
veces durante las entrevistas y en el grupo de discusión, tal y como se ve en esta
conversación:
E2: Entonces, me mandó, porque ella me decía vas a aquí y…Pero yo no sabía entrar
y dije, no, así no puede ser, tiene que haber otra manera, entonces me mandó un
correo donde traía una foto de ella”.
E: Una especie de invitación”.
E2: Sí, efectivamente, para que yo entrase, y entonces yo misma me dijo cómo tenía
que hacer y creé una cuenta y a raíz de ahí ya empecé la primera vez, pero con
mucho miedo, porque tenía un miedo”.
E: ¿De qué tenías miedo?”.
E2: Yo qué sé…”.
4.2. Sobre los usos
Establecidos a priori para la población en general los siguientes usos de internet y de las
redes sociales, se observa que las informadoras practican en mayor o menor medida la
diversidad de usos tanto de la red como de las redes sociales.
Tabla1: Usos de internet
Comunicación
Leer y escribir correo,
mantener videoconferencias, chatear.
Información
Acceder a medios de comunicación,
consultar webs o blogs, usar buscadores.
Gestión
Comprar, realizar trámites bancarios,
Y trámites administrativos.
Entretenimiento
Ver televisión, jugar, ver películas o
series, programar viajes.
Fuente: elaboración propia.
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Tabla 2: Usos de las redes sociales
Comunicación
Contactar con personas conocidas, hacer
nuevas amistades.
Información
Estar al día de la actualidad social y política,
acceder a noticias y a la opinión de otras
personas.
Entretenimiento
Pasar el tiempo, disfrutar de un rato ameno,
jugar.
Uso político
Tejer redes, relaciones con personas con las
que compartes compromisos de tipo político
o social. Opinar, comunicar y compartir,
expresar opinión al respecto de lo que
ocurre, de las noticias u opiniones de las y
los des. Hacer activismo.
Fuente: elaboración propia.
Todas las personas entrevistadas y las informadoras del grupo de discusión afirman
conectarse al menos una vez al día y consultar el correo electrónico a diario, siendo esta y
las posibilidades de comunicación con los seres queridos que brindan los programas de
videoconferencia las principales motivaciones para el acceso a internet, señalándose la
importancia de estas aplicaciones para el contacto con los seres queridos: “es como si los
tuviera en casa (…) parece que están cenando conmigo en casa (…) para el Skype es
ideal”, dice una de las informadoras refiriéndose a su nieta y su nieto.
El acceso a información de diverso tipo, la posibilidad de navegar entre textos, es también
uno de los usos principales que las informantes refieren. A se accede a temas de
actualidad o a cuestiones que son motivo de preocupación o interés, como la salud, y que
a su vez son compartidos con otras personas mayores, de tal modo que al tiempo se
relacionan y crean redes.
En concreto, la búsqueda de información a través de la lectura de la prensa es una de las
utilizaciones con mayor frecuencia aludidas. En este sentido, E2 explica:
Leo el periódico a diario. Ya no compro la prensa. Eso también lo hace mi marido.
Estamos al quite a ver quién va primero a leer la prensa. La prensa la leemos toda en
español y en alemán, las dos, que es una maravilla. Antes para comprar un periódico
en alemán lo había aquí, en Avilés donde está el Alsa, ahora ya no los hay, no
dónde los hay que comprar ahora. Antes íbamos allí, ahora lo tienes todo, hasta la
ciudad donde yo me crie, que es una cosa pequeñina, así, como Piedras Blancas… Y
leemos toda la prensa, y después para meternos en la ciudad, ver cómo va
evolucionando, y después para buscar información, toda clase de información, para
eso lo utilizamos los dos mucho.
Son infrecuentes, tal y como esperábamos por la desconfianza relativa a la seguridad, las
compras a través de internet, los trámites administrativos y las gestiones bancarias, aunque sí
se dan algunos casos. Son abundantes las referencias a los usos relacionados con el
entretenimiento, el acceso a la televisión, al cine o a los juegos.
!
168
Al respecto de los usos de las redes sociales, de nuevo el contacto y la comunicación con
los seres queridos son unas de las principales motivaciones. Muchas de las informantes
tienen familiares que residen en lugares cuya lejanía impide el contacto frecuente y que ya
se relacionan a través de las redes sociales, de tal modo que las inician en su uso para que
participen en esa comunicación familiar, que además tiene la ventaja de ser gratuita.
Sobre las amistades o personas agregadas en las redes sociales, lo más habitual es que las
usuarias se muevan en un círculo de relaciones virtuales restringido que no suele exceder el
de las amistades reales.
El acceso a la información, estar al corriente de las noticias y de la actualidad política y
social son también usos reiterados, al tiempo que una motivación importante para el
acceso a las redes sociales:
Que no nos quiten una cosa como el derecho a internet. (…) ¿Qué me ofrece el
derecho a internet? Pues ayer leí que el día 22 va a haber algo, y el día tal, tal, va a
haber cosas, y si estoy en casa, fregando y planchando, y no salgo ese día porque me
trae el pan el mi hombre, pues no me enteré de nada. Como la tele va por donde va.
(…) Ando por el mundo, leo lo que me interesa, en todo no voy a estar de acuerdo,
leo diferentes opiniones y no me quedo tonta (GD3).
En este sentido, las participantes en el estudio relacionan la utilidad de las redes sociales
con la posibilidad de compatibilizar el acceso a la información, “estar enterada de lo que
pasa en el mundo”, con otras actividades, como las tareas domésticas, “fregando los
platos”. Para muchas es una alternativa a la televisión que les parece un entretenimiento
poco provechoso ante el que prefieren el acceso a internet, que les brinda la oportunidad
de estar al corriente de la actualidad, tanto de su entorno s próximo como del s
lejano.
El uso político de las redes sociales tiene para este estudio especial interés por su relación
con el ejercicio de la ciudadanía y la de este con la calidad de vida, tal y como se pone de
manifiesto en Schalock y Verdugo (2003), si atendemos a los indicadores relativos a las
dimensiones de la calidad de vida referentes a autodeterminación, inclusión social y
derechos. Muchas de las participantes en este trabajo señalan que lo que más les interesa
es la información política, un interés que es previo a su acceso a las redes y que se refuerza
con este:
(…) la información es un derecho, opinar es un derecho, y luego me fui convenciendo
también por otras mujeres que no solo es un derecho, sino que es una obligación, creo
que tenemos la obligación de estar ahí, igual que están ellos, decir lo que nos pasa,
decir lo que opinamos, cada una como nos parezca, como mejor sepamos (GD6).
La idea de que internet tiene un papel como garante del derecho a la información y de
que ellas pueden ejercer este derecho de manera activa desde sus hogares es recurrente
en las diferentes entrevistas y en el grupo de discusión.
Abundando en el uso de carácter político de las redes sociales, por su interés como
plataforma estable en la que es posible expresar opinión u ofrecer contenidos, en un
contexto como el de la web 2.0, en el que prima la inmediatez y la brevedad, nos interesa
profundizar en el conocimiento que las personas objeto de este estudio tienen sobre los
blogs y sus utilidades.
!
169
En este sentido, cabe destacar que, aunque alguna de las entrevistadas ha construido su
propio blog durante la participación en una acción formativa, ninguna lo mantiene activo.
Sin embargo, todas, incluso quienes no lo tienen, saben qué es un blog y para qué sirve.
Es frecuente que tengan algunos blogs de cabecera, que se siguen y que son una fuente
alternativa de información y de aprendizaje mutuo entre mujeres con diferentes niveles de
formación.
Para avanzar en el conocimiento acerca del uso de carácter político que las informadoras
hacen de las redes sociales, hemos tratado de que se pronuncien sobre la presencia de las
políticas y los políticos en las redes sociales, observándose dos tendencias, en función del
interés que la política tenga para las entrevistadas y de su cultura de participación.
Por un lado, están las que manifiestan claramente inquietudes de tipo político y se interesan
por estas cuestiones con claridad, a veces más centradas en la política local o autonómica,
pero también en la nacional o la internacional. Otra tendencia es la de aquellas que
muestran total desinterés por el tema y rechazan taxativamente cualquier relación con la
política, las políticas y los políticos.
Para seguir abundando en el uso político de las redes sociales en el caso de las mujeres
mayores, nos hemos interesado por el grado de interés y conocimiento de las entrevistadas
sobre la utilización de las redes sociales por movimientos como el 15M o la primavera árabe,
temas que les resultan familiares , les interesan, relatan haber seguido a través de internet y
que asocian además con el papel de diferentes redes sociales en el éxito de las protestas y
con la participación de las mujeres como un elemento clave.
4.3. Sobre la brecha digital de género
La cuestión de la brecha digital de género fue abordada tanto en las entrevistas como el
grupo de discusión, sometiendo a debate un extracto de una información referida a la
desigual participación de mujeres y hombres en las redes sociales, y preguntado sobre la
opinión de las informantes sobre esta cuestión y sus razones.
Algunas relacionan la brecha digital de género con la ausencia de corresponsabilidad en el
ámbito privado. Para ellas, esta es la causa por la que las mujeres disponen de menos
tiempo para participar en las redes sociales y consideran que quien ha de hacerse cargo
del cuidado de la familia y de las faenas domésticas “pues poco tiempo va a tener para
usar un ordenador”.
No les son ajenas otras variables como la falta de formación e información, asociada con la
escasez de oportunidades que han tenido en el pasado para formarse.
Claro que importa, sobre todo, a partir de mi edad o antes, que no tenemos los críos
en casa ya, es muy importante. Y mucha gente porque no sabe, tenemos miedo,
tenemos miedo a meternos, porque igual estropeo el ordenador, que me meto aquí y
no sé…Yo creo que debería haber más cursos, más información…Y creo que las
mujeres deberíamos participar pero bastante más (E2).
En la reunión del grupo de discusión, GD2 alude en concreto a los problemas de acceso y a
la ventaja que supone para los varones su mayor presencia en el mercado de trabajo:
Yo creo que las mujeres no tienen acceso a un ordenador en tanta cantidad como los
hombres. Hay mucha gente trabajando que tiene en su oficina un ordenador y la
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170
mujer en casa no lo tiene. Puede ser una de las causas. Hay mucha gente que en el
mismo trabajo aprovecha y tiene su blog y sus cosas en el ordenador del trabajo.
Mientras que las mujeres no tienen todas ordenador en casa o no tienen disponibilidad
porque tienen que hacer otras cosas.
4.4. Relación con la mejora de la calidad de vida
Durante las entrevistas y en la reunión del grupo de discusión, hemos encontrado
referencias a cada una de las ocho dimensiones de la calidad de vida de Schalock y
Verdugo (2003) y a sus respectivos indicadores a nivel de microsistema: bienestar emocional,
relaciones personales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico,
autodeterminación, inclusión social y derechos.
En referencia al bienestar emocional podemos encontrar alusiones a la mejora del
autoconcepto, la satisfacción, la felicidad y la alegría, todo ello relacionado con las
sensaciones y sentimientos que provocan la vivencia de una experiencia netamente
empoderadora y con capacidad para activar la autoestima de género en la línea
señalada por Lagarde (2000):
Yo estoy encantada, vaya, si me quitan el ordenador, y ahora que me voy a tener uno
pequeñín, que me voy a llevar a todos los lados, a mí me quitan media vida (E2).
Yo voy s lejos, mi marido quiere que le enseñe, y yo le digo: tienes que esperar,
poco a poco. (…) El ve que es una cosa interesante porque yo no me paro en
tonterías, y sabe que soy muy activa, y que eso que me enganchó, el también lo
quiere. (…) Él no considera que yo pierda el tiempo, es una cosa buena para los dos
(GD3).
Ya hemos avanzado que las relaciones personales y las cuestiones afectivas, el contacto
con amistades y familiares, son algunos de los elementos motivadores principales del
acceso a internet y a las TIC. Esta motivación es especialmente alta en un momento en que
hijos e hijas ya no están en casa y tienen más tiempo libre, en ocasiones en soledad.
Identifican, por tanto, el uso de la red también como una forma de estar acompañadas.
Es evidente que se precisa cierto nivel de bienestar material para garantizar el acceso a las
TIC, por tanto, podemos afirmar que esta dimensión de la calidad de vida se da por
satisfecha como punto de partida. Pero además, en el transcurso del estudio, las
informadoras han hecho algunas alusiones a mo el acceso a internet permite un mayor
ahorro, de tiempo y dinero, a la hora de realizar trámites administrativos o informarse sobre
cuestiones burocráticas sin tener que desplazarse.
También en lo relativo al desarrollo personal se han hallado coincidencias con los
indicadores descritos por Schalock y Verdugo (2003), en lo que tiene que ver con la mejora
del nivel educativo y las competencias personales. Se pone en evidencia que el acceso a
mayor cantidad de información abre nuevas expectativas en lo referente a temas de
interés, tanto en asuntos domésticos, como de cuidado personal o de índole político.
Señalan también la mejora del autoconcepto y el desarrollo de nuevas capacidades o la
recuperación de algunas ya casi olvidadas:
Además pasa una cosa, a mí, por ejemplo, me costaba mucho expresarme, hablar en
público y me di cuenta que escribiendo me expreso de maravilla, porque a la hora de
hablar en público hasta se me olvida y pierdo el hilo, sin embargo si me pongo a
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171
escribir parezco una novelista, entonces, ahora observo que también me expreso
mejor en público (GD2).
En relación a un concepto de salud más amplio que el de mero bienestar físico,
relacionado con la calidad de vida y la salud pública, recogemos las intervenciones en el
grupo de discusión de GD4 y GD6, en su calidad de expertas en la materia, que aluden a la
importancia del acceso de las mujeres a las redes sociales como elemento de mejora de la
salud:
Si pudiéramos quitar prejuicios de muchas cabezas y sobre todo darle la vuelta a lo
que muchas personas piensan que son las prioridades de la política, nos daríamos
cuenta de que la inversión en esto es tan importante o más, aunque solo sea desde un
punto de vista económico, que invertir en que Arcelor siga funcionando, invertir en
que haya carreteras, porque, vamos a ver, esto es salud pública. Yo me estoy dando
cuenta, vosotras decís, quita penas, quita depresiones Esto es inversión en salud
pública. Una inversión con un coste que al lado de… Ahora que tanto se habla del
ahorro en gasto farmacéutico, del copago o del repago (GD6).
Yo estoy totalmente de acuerdo y absolutamente convencida por la experiencia de
las clases, que van mujeres que no salían de casa, que no decían ni palabra, que
estaban absolutamente metidas en mismas, con pastillas, medicadas y gracias al
contacto que fueron estableciendo (GD4).
Las expertas señalan sobre todo la importancia de potenciar este tipo de prácticas
comunicativas por la capacidad que tienen para conjurar algunos de los “males” que
tradicionalmente afectan a las mujeres en esta etapa de su vida como la soledad o la
depresión.
En referencia a la idea de autodeterminación, de autonomía, de control personal o de
capacidad de decisión también son diversas las alusiones encontradas:
Muchas veces mi marido dice “las horas que te tiras ahí, estabas mejor aquí, conmigo”.
Pues no, yo tengo mi espacio, tienes el tuyo, vamos a hacer cosas juntos… Pero
según lo mires, pero si no hiciese esto, haría otra cosa, pero yo siempre con mi espacio,
pero sí que me faltaría algo muy importante, y no mejoraría, perdería (E2).
Reivindican el tiempo que pasan conectadas como un “tiempo propio”, un tiempo suyo
que deciden pasar en un medio diferente y alternativo a la televisión, a la que parecen
estar abocadas socialmente y sobre la que manifiestan no tener capacidad de elección,
posibilidad que internet sí les brinda, escojo lo que quiero ver y lo que quiero hacer”.
La séptima de las dimensiones de la calidad de vida enumeradas por Schalock y Verdugo
(2003) es la inclusión social. Entendiendo que de forma general calidad de vida e inclusión
social son conceptos que han de ir necesariamente de la mano, lo dicho hasta ahora para
la calidad de vida habría de ser válido para la inclusión social. Aun así, cabe referirse
también a algunos indicadores más específicos, como la participación en actividades de la
comunidad y los apoyos encontrados en el entorno.
Sí, sí, aquí lo ponemos todo, por ejemplo, el otro día, yo suelo ir a clases de inglés y
ahora hace una temporada que no voy, pues no me comunico con ellas, pues
ponemos “mañana tenemos comida en La Dulcería”, y si no entro pues no lo sé. Y la
piscina pues pasado mañana se cierra, cosas que si a lo mejor no paso por allí no voy.
!
172
Yo primero hago un repaso de todo lo que hay, y te enteras de todo lo que pasa a tu
alrededor y de todo (E2).
Mi madre dice que internet es como el lavadero de antes (GD4).
Internet se presenta como un espacio en el que estar en contacto e informarse sobre las
actividades de sus asociaciones y grupos de referencia para viajes, formación, etc. Incluso
algunas de ellas son creadoras de información en red para esos colectivos a los que están
vinculadas.
Las redes sociales pueden ser también fuente de apoyos y ayudas, en este sentido destaca
la conversación que reproducimos a continuación y que se refiere a una cierta cultura de
generosidad y altruismo en torno a Internet que emana de la presencia de usuarias y
usuarios, más o menos avanzados, ligados al movimiento de fomento del software y el
conocimiento libres:
Yo lo que observo en internet también es que sobre todo hay mujeres, bueno,
también hay hombres, que son muy espléndidas, cómo decirlo, que enseñan
desinteresadamente, que te enseñan a hacer de todo y gratis (GD2).
Hay un capital social muy importante, que es muy heterogéneo y al final siempre
encuentras a alguien que te eche una mano (GD4).
Tienes un problema y no sabes cómo seguir o mismamente se te estropea el
ordenador, y dices: ¿yo qué hago ahora? Y entras en cualquier sitio y te dan la
solución (GD2).
La última de las dimensiones de la calidad de vida de Schalock y Verdugo (2003) es un
concepto muy amplio que bajo la denominación de derechos abarca todo lo que tiene
que ver con los derechos elementales, entre ellos, la privacidad, la libertad y la dignidad, y
en la que nosotras incluimos también los derechos de ciudadanía.
En este sentido, GD3 vincula en la misma reflexión los conceptos de libertad e intimidad y
reitera además en sucesivas ocasiones su sentimiento de disfrutar de una mayor libertad
gracias a internet y a las redes sociales:
Pero, claro, también se nos hace muy difícil, yo en mi caso con la edad que tengo
y solo estudios primarios, trabajé toda la vida, tiempo para cero, dos hijas que
se llevan once meses, y ahora yo soy libre, con esto me considero libre total (…)
Pues yo diría, si queréis ser libres: ¡al ordenador! Que vuelas todo lo que quieres.
5. Conclusiones
El proceso de envejecimiento y la feminización del colectivo de personas mayores
correlacionan de manera directa; a su vez, la calidad de vida está condicionada por el
género y este condicionamiento tiene un peso mayor conforme avanzamos hacia y en la
ancianidad. La esperanza de vida de las mujeres es mayor, pero también lo es la
precariedad de las condiciones en las que estas llegan a la vejez. Son s pobres, más
infelices y están más enfermas porque, conforme la vida se agota, pagan las
consecuencias de haber entregado la suya al sostén de nuestra sociedad, a la dureza del
trabajo que supone la atribución en solitario de la carga del cuidado.
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173
Sin embargo, envejecer es un lujo del que no todas las personas ni todas las sociedades
pueden disfrutar y esta etapa de la vida puede entenderse como una oportunidad que
debe ser aprovechada en términos de enriquecimiento personal. Más aún en el caso de las
mujeres, que en muchas ocasiones disponen casi por primera vez al llegar a la vejez, con la
viudedad o la independencia de los hijos o hijas, de un tiempo que pueden dedicar a
mismas.
Esta situación se produce en nuestros días en un contexto de auge y popularización
desconocidos hasta la fecha de las tecnologías de la información y la comunicación,
paralelo al desarrollo de lo que ha venido en denominarse la web 2.0.
En este sentido, teniendo en cuenta que la brecha digital de género persiste de forma
especial entre las mujeres mayores, entendiendo que el concepto de envejecimiento
activo y la idea de web 2.0 guardan relación con la participación sociopolítica, la
ciudadanía activa, el reconocimiento de la diversidad de las personas, la autonomía, y las
posibilidades de promoción y desarrollo personal y estas son a su vez ideas implícitas en la
noción de calidad de vida, hemos considerado oportuno y relevante avanzar en el
conocimiento sobre en qué medida las mujeres mayores se están beneficiando del acceso
a internet y de las oportunidades que la web 2.0 ofrece en términos de bienestar y de
ejercicio de derechos de ciudadanía, y sobre la incidencia que ello tiene en la mejora de su
vida.
Virginia Woolf dice en Una habitación propia que toda mujer necesita para escribir dinero y
un cuarto propio, pero además hoy necesitaría para poder hacer escuchar sus palabras un
ordenador propio y una conexión a internet. Sin esto, según las propias usuarias reconocen,
el acceso a la red, la participación en esta nueva dimensión del espacio público, se
dificulta sobremanera.
La comunicación y el contacto con los seres queridos han resultado ser una de las
principales motivaciones de las mujeres mayores para aproximarse a internet y a las redes
sociales. Los programas de formación en TIC destacan como elementos facilitadores y
también lo hacen las coetáneas que actúan como iguales facilitadoras, sirviendo de apoyo
durante los primeros pasos en la red. Por el contrario, esto no siempre ocurre con los hijos o
hijas, que pueden suponer una ayuda pero también un obstáculo para el acceso a las
nuevas tecnologías. Estas tres ideas son relevantes de cara a diseñar una estrategia política
o un programa de formación para el acercamiento de las mujeres mayores a internet y a
las herramientas de la web 2.0, enfrentando la brecha digital de género.
El miedo es una palabra recurrente cuando las mujeres mayores se refieren al acceso a las
nuevas tecnologías, se habla del miedo a lo desconocido para aludir a los prejuicios,
tópicos y mitos creados por el entorno social y familiar al respecto de la dificultad del
manejo de los medios tecnológicos, cuestión esta que no afecta según parece a la
capacidad de estas mujeres para hacer funcionar a diario un buen número de
electrodomésticos, cada día más complejos.
Por el contrario, no es de dificultad la experiencia que relatan las mujeres mayores cuando
acceden a las nuevas tecnologías, más bien al contrario, lo es de ausencia de problemas
significativos y de rutinas cilmente interiorizadas con no demasiado entrenamiento.
Además, se observa cómo al cabo de un breve periodo, transcurrido tras el primer acceso,
se narran usos con cierto nivel de refinamiento y especialización.
!
174
Es frecuente el uso del correo electrónico, de las aplicaciones de videoconferencia, tipo
Skype, y el acceso a Facebook. Sin embargo, los blogs, como herramienta que permite
comunicar, informar y debatir con mayor profundidad, y Twitter, como instrumento de
comunicación e información en tiempo real y a nivel universal, aunque resultan conocidas,
son asignaturas pendientes, lo que no quiere decir que con un mayor tiempo de
experiencia, tras s entrenamiento, su utilización acabe produciéndose de forma efectiva.
Por razón de sus costes, no se da el uso de smartphones ni el acceso a internet desde el
móvil.
Además del uso comunicativo para estrechar las relaciones y el contacto con los seres
queridos, al que nos hemos referido anteriormente, el acceso a la información es otro de los
usos principales referidos y mejor valorados por las mujeres mayores. Abarca desde la
lectura de la prensa al seguimiento de las noticias y sus comentarios a través de las redes
sociales y el acceso a información en general sobre cuestiones de interés, como la salud y
el consumo, o a actividades del entorno comunitario más próximo.
El uso informativo entra en estrecha relación con lo que podríamos denominar una
utilización de carácter político de las redes sociales, que por su vinculación con el ejercicio
de la ciudadanía activa y el de esta con la noción de calidad de vida nos interesa de
manera especial.
Destaca cómo dicho uso de carácter político se da y se explicita con claridad, aunque no
en todos, sí en la mayor parte de los casos; y cómo incluso entre aquellas mujeres que no lo
verbalizan este se produce de igual modo, en la medida en que las redes sociales sirven de
vínculo con la sociedad civil organizada o con problemas de relevancia social.
Opinar no es fácil. Este estudio revela que el poco entrenamiento de las mujeres mayores
para la participación en la esfera de lo público (también de las más jóvenes, pero ello no es
objeto de este trabajo) tiene su reflejo en el comportamiento de estas en internet y en las
redes sociales. Por ello, aunque de forma indirecta, a través, por ejemplo, de la selección de
aquellas informaciones que se comparten, las mujeres mayores estén contribuyendo a la
creación de opinión, no es fácil, salvo en aquellas con una abundante cultura política, que
se lleguen a formular opiniones de forma explícita, de ahí la escasa participación en la
blogosfera y en Twitter.
Sin embargo, queremos insistir en que el hecho de que, aunque formular opiniones no
resulta sencillo, no solo es comprensible en las mujeres de las generaciones a las que nos
referimos, sino que además puede ser generalizable a la mayoría de la población; y en todo
caso, no quiere decir que las mujeres mayores no utilicen las redes sociales para la
participación sociopolítica. lo hacen, reiteramos, en la medida en la que se siguen y se
difunden informaciones y opiniones de esta índole, y en la medida en la que las redes
sociales actúan sirviendo de vínculo con organizaciones sociales, como las que integran el
movimiento organizado de mujeres o el movimiento vecinal.
Nos interesaba a su vez conocer la opinión de las propias afectadas al respecto de la
brecha digital de género. En este sentido, la ausencia de corresponsabilidad en el ámbito
privado, las dobles o triples jornadas, la falta de información y formación, el machismo, la
ausencia de una cultura de aprendizaje permanente, el protagonismo en el ocio femenino
de las actividades manuales de corte más tradicional, el acceso de los hombres a la
tecnología vinculado al empleo y la ausencia de referentes por la masculinización del
mundo tecnológico son algunas de las razones citadas.
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175
Sobre la influencia de internet y las redes sociales en la mejora de la calidad de vida de las
mujeres mayores, hemos encontrado referencias a cada una de las ocho dimensiones de la
calidad de vida de Schalock y Verdugo (2003), bienestar emocional, relaciones personales,
bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y
derechos.
Encontramos que el uso de las nuevas tecnologías, de internet y de las redes sociales puede
actuar de forma positiva en la mejora del autoconcepto y la satisfacción personal, en la
medida en que se relaciona con las sensaciones y sentimientos que provoca la vivencia de
una experiencia netamente empoderadora, con capacidad para aumentar la autoestima
de género, en los términos en los que la define Lagarde (2000), y para crear redes de
mujeres.
Ya hemos avanzado que las relaciones personales y las cuestiones afectivas, el contacto
con seres queridos, familiares y amistades, son algunos de los elementos motivadores y de
los usos principales que las mujeres mayores hacen de las redes sociales. En este sentido y
desde una perspectiva crítica, cabría preguntarse si este es un uso emancipador o por el
contrario refuerza los roles sociales tradicionales y apoya la construcción de la identidad
femenina a través de los otros.
Entendemos que el bienestar material es más bien un punto de partida que una situación
que se alcance gracias al acceso a la red, en tanto en cuanto solo cuando las
necesidades básicas están cubiertas se puede prosperar en la satisfacción y mejora de
otras áreas vitales. En cierto modo, lo mismo ocurre con la salud. Es necesario que se den
unas condiciones mínimas de salud para acceder a las TIC, pero en este caso además se
observa, y las expertas así lo relatan, que puede existir relación entre un mayor bienestar
físico y emocional y la utilización de las herramientas de la web 2.0.
El acercamiento a la información, la aproximación al conocimiento, el desarrollo de nuevas
y mejores competencias personales, la práctica del aprendizaje permanente también se
intensifican con el desenvolvimiento de las mujeres mayores en las redes sociales. El
desarrollo personal que de su uso se deriva tiene al tiempo como consecuencia el refuerzo
de la autodeterminación y el empoderamiento de las mujeres mayores, en la medida en
que adquieren más autonomía, un mayor control personal o una mayor capacidad de
decisión.
En este contexto, y lejos de lo que en ocasiones se afirma sin mayor fundamento en relación
con el aislamiento, las redes sociales favorecen la inclusión social, en la medida en que
sirven de vínculo con el mundo, al proporcionar tanto información sobre lo que ocurre en
lugares muy alejados de aquel en el que nos encontramos como sobre lo que sucede en
nuestro contexto próximo, facilitando la participación en actividades del entorno. Sabemos
lo que ocurre en la Plaza Tahir pero también en la plaza de nuestro pueblo o ciudad.
Además, internet permite el acceso a la red de apoyo y ayuda mutua creada entre las
usuarias y usuarios de las redes sociales y, al mismo tiempo, hace posible que se geste un
sentimiento de identificación y pertenencia a una comunidad que puede resultar
altamente integrador y al tiempo muy gratificante.
La última de las dimensiones de la calidad de vida de Schalock y Verdugo (2003) es un
concepto que, bajo la denominación de derechos, abarca lo que tiene que ver con el
ejercicio de los derechos elementales y los derechos de ciudadanía. Referencias a la
necesidad de cuidar la privacidad y a la mayor libertad y autonomía experimentadas se
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176
reiteran en el estudio. Del mismo modo, podemos afirmar, y además las expertas así lo
relatan, que las herramientas de la web 2.0 hacen más accesible el derecho a la
información, a la comunicación y a la participación a la población en general y a las
mujeres mayores, objeto de este estudio, en particular.
Hasta aquí hemos tratado de dar respuesta a cada una de las preguntas planteadas al
inicio de este estudio, concluyendo que, efectivamente, el acceso a internet y a las
herramientas de la web 2.0 influye en la mejora de la calidad de vida de las mujeres
mayores. Podemos afirmar que esto es así al menos en el caso de nuestras informantes y
todo apunta a que estas conclusiones puedan ser generalizables al colectivo de mujeres
mayores que responden a este perfil, si bien somos conscientes de que este trabajo es tan
solo nuestra primera aproximación al problema, y tal vez la única realizada hasta la fecha,
por lo que sería necesario seguir profundizando en la investigación iniciada.
El trabajo apunta además ideas relevantes de cara a la formulación de políticas públicas
para el fomento de la igualdad en el acceso y participación de las mujeres mayores en
internet y en particular en la web 2.0, sobre todo las referidas a la necesidad de poner en
marcha programas de formación en la materia elaborados desde una perspectiva de
género, que faciliten la participación de las mujeres pero que lo hagan además desde una
óptica eminentemente política y feminista, en el sentido de transformadora de la realidad,
emancipadora y empoderadora de las mujeres, y no meramente instrumental como
acostumbra a suceder.
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... El acceso a la información es otro de los usos principales referidos y mejor valorados por las mujeres mayores. Abarca desde la lectura de la prensa al seguimiento de las noticias y sus comentarios a través de las redes sociales y el acceso a información en general sobre cuestiones de interés, como la salud y el consumo, o a actividades del entorno comunitario más próximo (Fernández-Campomanes, 2012;Dolničar et ál., 2018;Khalaila y Vitman-Schorr, 2018). Pero este acceso a la información también los hace más vulnerables a los delitos que se comenten en Internet. ...
... Es este fenómeno el que más preocupa a estas personas, ya que el 27,2% de este grupo comenta sentirse nervioso por envejecer debido a la soledad, mientras que el 29,9% indicó que esta, al ser una de las características más graves de la vejez, debía evitarse. Es por esto que, las redes sociales e Internet, se fusionan para dar respuesta a la necesidad de mantener el contacto con el grupo de apoyo primario, que facilite a su vez, las relaciones interpersonales y aumente la calidad de vida de estas personas (Fernández-Campomanes, 2012;Lorente, 2017;y Stiakakis et ál., 2010). ...
Chapter
El capítulo presenta el panorama actual e invita a la reflexión sobre aspectos relacionados con la diversidad social y activismo digital ante el poder de los medios, las redes sociales como potenciadoras de la Inclusión social y digital, y, la educación mediática y diversidad en pro de la participación ciudadana con el fin de mostrar el papel que la educación mediática cumple hoy en día como favorecedora del activismo digital de la ciudadanía.
... El acceso a la información es otro de los usos principales referidos y mejor valorados por las mujeres mayores. Abarca desde la lectura de la prensa al seguimiento de las noticias y sus comentarios a través de las redes sociales y el acceso a información en general sobre cuestiones de interés, como la salud y el consumo, o a actividades del entorno comunitario más próximo (Fernández-Campomanes, 2012;Dolničar et ál., 2018;Khalaila y Vitman-Schorr, 2018). Pero este acceso a la información también los hace más vulnerables a los delitos que se comenten en Internet. ...
... Es este fenómeno el que más preocupa a estas personas, ya que el 27,2% de este grupo comenta sentirse nervioso por envejecer debido a la soledad, mientras que el 29,9% indicó que esta, al ser una de las características más graves de la vejez, debía evitarse. Es por esto que, las redes sociales e Internet, se fusionan para dar respuesta a la necesidad de mantener el contacto con el grupo de apoyo primario, que facilite a su vez, las relaciones interpersonales y aumente la calidad de vida de estas personas (Fernández-Campomanes, 2012;Lorente, 2017;y Stiakakis et ál., 2010). ...
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Los medios de comunicación ocupan un papel preponderante en la sociedad actual, adquiriendo cada vez más poder, a la par que los gobiernos y aquellos que tienen acceso al podio discursivo social (Aguaded y Romero-Rodríguez, 2016). Su capacidad de influencia en la opinión pública, gracias al uso de las tecnologías de la información y la comunicación, su presencia ubicua y su maximización de alcance por parte de los prosumidores (Civila et ál., 2020), es aprovechada por diferentes agentes, para sus propios fines, como en el caso de los partidos políticos para modificar la intención de voto, las empresas para incidir en el consumo de sus productos, a través de la publici-dad y el marketing, o los influencers a través de las redes sociales, entre otros.
... El acceso a la información es otro de los usos principales referidos y mejor valorados por las mujeres mayores. Abarca desde la lectura de la prensa al seguimiento de las noticias y sus comentarios a través de las redes sociales y el acceso a información en general sobre cuestiones de interés, como la salud y el consumo, o a actividades del entorno comunitario más próximo (Fernández-Campomanes, 2012;Dolničar et ál., 2018;Khalaila y Vitman-Schorr, 2018). Pero este acceso a la información también los hace más vulnerables a los delitos que se comenten en Internet. ...
... Es este fenómeno el que más preocupa a estas personas, ya que el 27,2% de este grupo comenta sentirse nervioso por envejecer debido a la soledad, mientras que el 29,9% indicó que esta, al ser una de las características más graves de la vejez, debía evitarse. Es por esto que, las redes sociales e Internet, se fusionan para dar respuesta a la necesidad de mantener el contacto con el grupo de apoyo primario, que facilite a su vez, las relaciones interpersonales y aumente la calidad de vida de estas personas (Fernández-Campomanes, 2012;Lorente, 2017;y Stiakakis et ál., 2010). ...
... Las referencias enmarcadas dentro del envejecimiento activo tratan las desigualdades y desventajas que produce el género en los pilares establecidos del envejecimiento activo. De este modo, utilizan el género especialmente en torno a los roles y estereotipos relacionados con la participación y la formación (Correa García et al., 2012;Fernández Campomanes y Fueyo Gutiérrez, 2014;Marhánková, 2014;Serdio Sánchez, 2012), la actividad en relación con la productividad de la persona (Foster y Así, presentan ámbitos más específicos donde el género provoca diferencias entre hombres y mujeres como son, por ejemplo, las que se derivan del rol de cuidadoras en contraposición al trabajo remunerado, y las consecuencias que ello puede provocar en la jubilación, no solo como obstáculo para conseguir seguridad económica y evadir la pobreza, sino también como impacto en la salud de la persona mayor (Foster y Walker, 2013;Gilles y Parent, 2006;Le Feuvre et al., 2015;Montero López y Rodríguez López, 2013;Victorino y Gauthier, 2005). ...
... Por lo que respecta al pilar participación, destacan las diferencias de acceso a servicios sociales en las que influye el género, específicamente a través de la participación en centros de mayores o el acceso a internet (Fernández Campomanes y Fueyo Gutiérrez, 2014;Marhánková, 2014). ...
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RESUMEN España ha sido uno de los países más azotados por la pandemia de la Covid-19. En un contexto de incertidumbre y estrés, los medios de comunicación desempeñan un papel relevante en la difusión de información. En esta investigación se determinan qué factores influyeron en la percepción del riesgo ante el Coronavirus, qué elementos condicionaron la confianza en las medidas adoptadas por el ejecutivo, y cómo influyó la exposición informativa a la propagación de fake news. Para responder a las cuestiones se realizó un cuestionario online en el que participaron 2.034 personas de diferentes comunidades autónomas de España, poniéndose a prueba dos modelos de regresión lineal múltiple, además de diferentes técnicas bivariadas de análisis estadístico paramétrico. Los datos evidencian una mayor percepción del riesgo entre los sectores con mayor exposición informativa a noticias sobre el Coronavirus. Una segunda conclusión referencia el papel que desempeñan las predisposiciones políticas previas del individuo, como la ideología, en la confianza que inspiran las medidas adoptadas por el Gobierno. Asimismo, los análisis realizados muestran que los sectores que realizan un mayor seguimiento informativo no son inmunes a la propagación de fake news. Esta investigación pone de manifiesto la importancia que desempeña la comunicación en la percepción del riesgo, y la necesidad de ahondar en este campo, por las implicaciones psicológicas, sociales y económicas que implica dicho fenómeno. ABSTRACT Spain is one of the countries that has been most severely affected by the Covid-19 pandemic. In times of uncertainty and stress, the media plays an important role in disseminating information. This study establishes which factors affected risk perception regarding the Coronavirus, which factors determined trust in the measures taken by the Government, and how the presentation of information influenced the spread of fake news. To answer these questions an online survey was created and was completed by 2,034 people from different autonomous communities in Spain, using two multiple linear regression models, as well as different bivariate techniques for parametric statistical analysis. The data shows increased risk perception among the sectors with greater exposure to news about the Coronavirus. A second conclusion refers to the role played by an individual's pre-existing political biases, such as ideology, and their effects on the trust placed in the measures adopted by the Government. In addition, the analysis conducted shows that sectors that follow the news more closely are not immune to the spread of fake news. This research highlights the importance of communication in risk perception and the need to conduct further research in this field, in terms of the psychological, social, and economic implications of this phenomenon.
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The objective of this article focuses on the analysis of emerging technologies in the labour context. It explores working women’s perception on digital resources and devices as working tools and their use. It also assesses differences in usage based on the level of studies and makes a predictive analysis about women workers’ assessment, use and purpose types of digital devices and resources. The study involved three hundred and seven women with secondary studies and an average age of thirty-three years. They were randomly selected from the population of workers of a Spanish commercial company. The scale Emerging Technological Resources and Digital Competence, developed ad hoc , was applied to assess the level of digital literacy and the acquisition of digital competence (receiver-consumer and transmitter-creator). The results obtained through descriptive analysis, comparison of means and regression analysis indicate that workers have a medium level of knowledge about emerging technologies, while their participation and use in the work context is more limited. The educational level is a relevant factor in worker’s perception about emerging technologies. Women workers’ degree of knowledge, predicts a greater participation and use of devices and resources, what constitutes a satisfaction and success work factor. Some conclusions and implications for the practice, such as the necessity of expanding and improving women workers’ training, are derived from the study. This training should be intentional and planned so that women workers are able to acquire digital competence and benefit from the possibilities of digital resources.
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Spain is one of the countries that has been most severely affected by the Covid-19 pandemic. In times of uncertainty and stress, the media plays an important role in disseminating information. This study establishes which factors affected risk perception regarding the Coronavirus, which factors determined trust in the measures taken by the Government, and how the presentation of information influenced the spread of fake news. To answer these questions an online survey was created and was completedby2,034 people from different autonomous communities in Spain, using two multiple linear regression models, as well as different bivariate techniques for parametric statistical analysis. The data shows increased risk perception among the sectors with greater exposureto news about the Coronavirus. A second conclusion refersto the role played by an individual’s pre-existing political biases, such as ideology, and their effects on the trust placed in the measures adopted by the Government. In addition, the analysis conducted shows that sectors that follow the news more closely are not immune to the spread of fake news. This research highlights the importance of communication in risk perception and the need to conduct further research in this field, in terms of the psychological, social, and economic implications of this phenomenon. © 2021, Revista Científica de Educomunicación. All Rights Reserved
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Los desafíos sociales y educativos que enfrentamos en la actualidad nos obligan a repensar cuál es el rol de las instituciones educativas y de las tecnologías digitales en el siglo XXI, lo cual requiere una comprensión más profunda de las actividades de aprendizaje de las escuelas. En este artículo analizamos iniciativas para la transformación educativa implementadas en centros de secundaria públicos de Noruega, Chile y España que involucraron a 230 alumnos y 14 profesores. Se llevaron a cabo tres estudios de caso etnográficos a partir de entrevistas, grupos de discusión, observaciones participantes y análisis documental en seis centros. El objetivo principal fue comprender en profundidad cómo estas iniciativas contribuyen a generar prácticas conectadas y a involucrar al profesorado, el estudiantado y las comunidades en la discusión sobre el tipo de sociedad en la que quieren vivir en un futuro. Los resultados del análisis indican que el fomento de una agencia transformadora en los centros de secundaria tiene el potencial de involucrar al alumnado en el estudio de problemáticas sociales contemporáneas y que la conectividad digital puede contribuir a conectar las escuelas con las trayectorias de vida y las comunidades de los jóvenes. Este primer estudio sobre agencia transformadora y conectividad digital desvela una línea de transformación educativa que puede interesar a todos aquellos individuos que, de una forma u otra, están involucrados en los sistemas educativos de todo el mundo.
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RESUMEN En las últimas décadas el uso de internet y las redes sociales virtuales ha experimentado una enorme expansión entre la población mundial posibilitando un nuevo espacio de comunicación y relación entre usuarios. En esta contribución se realiza una revisión teórica del concepto de capital social y se analiza el tipo relaciones sociales establecidas mediante redes sociales virtuales. Se parte del concepto de capital social y se aplica al análisis de las relaciones sociales establecidas entre usuarios de internet. Se recurre a una metodología de tipo cuantitativa mediante el análisis de datos contenidos en el barómetro febrero de 2016 realizado por CIS. El estudio cuenta con un tamaño muestral de 2478 entrevistas, realizadas a la población mayor de 18 años. Como resultado principal se ofrece un modelo de clasificación del tipo de interacciones establecidas entre usuarios de redes sociales virtuales. Se identifican tres tipos de interacciones virtuales: interacciones tipo bonding, interacciones tipo bridging e interacciones tipo linking. Palabras clave Capital social, internet, redes sociales virtuales, España.
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The culture of participation involves horizontal models of communication where relations of power give individuals the possibility to exchange points of view, express ideas, comments, and experiences as well as work together collaboratively. This culture of participation involves the thinking and development of a culture of communication that overcomes traditional models established in functionalist theories. Web 2.0 in general, and social networks, in particular, are suitable scenarios for participation that promote the principles of collective intelligence, interactivity, and an architecture of participation. In the scenario of Web 2.0 an info-communicative ecosystem is constructed which modifies all traditional rules of audiences. Which type of publics are publics of participation? What types of interactions are established among them? How do they participate and what quality of participation is established? Citizenship, according to Manuel Castells (1998), is a great interactive mind, or as in the terms of Pisani and Piotet (2009) a web-actor, with the capacity to create within a digital space one’s own information and communicative style. This digital citizenship in virtual scenarios leaves traces and footprints in the form of a digital identity. The culture of participation involves relations that allow sharing, problem solving, the performance of tasks, the construction of collaborative knowledge, and the development of dynamic channels of communication. This culture of participation applied in educative contexts allows the creation of learning opportunities and the diversification of social media as an increased power toward citizenship for digital users.
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Digital culture is the central paradigm in contemporary culture. Nonetheless, beneath this conceptual framework lies a reality of exclusion based on a gender digital divide. The differences between sexes in terms of digital media use and accessibility force us to recognize that culture has not yet reached a level of parity.
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Women and men use the Internet for different purposes: men tend to score very high in leisure and consumption uses, while women predominate in uses more functional and welfare related (health, education, communication). On the other hand, women are less intensive and less skilled users of computers and the Internet. The need arises, thus, to consider the momentum of the e-inclusion of women as a collective goal, that although requires a differential effort, also holds a positive differential in terms of economic and social Este artículo analiza la posible ventaja en la incorporación de las mujeres a Internet, derivada de las diferencias en los usos que, con respecto a los hombres, hacen de la Red. Algunos de estos usos poseen mayor grado de funcionalidad así como mayor capacidad de contribuir al bienestar social. Pero ellas también tienen más dificultades para incorporarse de manera efectiva a Internet. Así, se plantea la necesidad de considerar el impulso de la e-inclusión de las mujeres como una meta colectiva, que si bien requiere de un esfuerzo diferencial, también atesora un diferencial positivo de rentabilidad económica y social
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This paper describes the World Health Organization's project to develop a quality of life instrument (the WHOQOL). It outlines the reasons that the project was undertaken, the thinking that underlies the project, the method that has been followed in its development and the current status of the project. The WHOQOL assesses individuals' perception of their position in life in the context of the culture and value systems in which they live and in relation to their goals, expectations, standards and concerns. It has been developed collaboratively in several culturally diverse centres over four years. Piloting of the WHOQOL on some 4500 respondents in 15 cultural settings has been completed. On the basis of this data the revised WHOQOL Field Trial Form has been finalized, and field testing is currently in progress. The WHOQOL produces a multi-dimensional profile of scores across six domains and 24 sub-domains of quality of life
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Traducción de: The Feminine Mystique El primero y más célebre libro de la feminista norteamericana Betty Friedan (1921-2006), quien acometió una revisión crítica de las condiciones psicológicas y socioculturales de a las mujeres estadounidenses de clase media, radicadas en suburbios y áreas urbanas, en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial. La autora recupera las experiencias femeninas impuestas por un sistema que constreñía a las mujeres al ámbito doméstico y las despojaba de una identidad propia, al tiempo que examina los planteamientos de autores como Sigmund Freud, la antrópologa cultural Margaret Mead y el sexólogo Alfred Kinsey en torno a las mujeres. Publicado originalmente en 1963, supuso un punto de inflexión en el desarrollo del pensamiento y el activismo feminista, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
La inclusión digital de mujeres y hombres en España
  • A A Vv
AA. VV. (2010). La inclusión digital de mujeres y hombres en España. Observatorio de eigualdad. Universidad Complutense de Madrid. Instituto de la Mujer. Disponible en http://eigualdad.net/informes/inclusion-digital-hombres-mujeres-espana
La brecha digital del género: amantes y distantes
  • Castaño Collado
CASTAÑO COLLADO, C. et. Al. (2009). La brecha digital del género: amantes y distantes. Madrid: Universidad Complutense de Madrid.
Envejecimiento activo: un marco político La mística de la feminidad
  • P Friedan
EDWARDS, P. (2002). Envejecimiento activo: un marco político. Revista especializada de geriatría y gerontología, vol. 37, 74-105. Madrid. Disponible en http://ccp.ucr.ac.cr/creles/pdf/oms_envejecimiento_activo.pdf [8] FRIEDAN, B. (2009). La mística de la feminidad. Madrid: Ediciones Cátedra. Col. Feminismos.