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Aula Invertida o Modelo Invertido de Aprendizaje: origen, sustento e implicaciones

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Resumen El propósito de este capítulo es realizar una revisión del conocimiento actual del modelo de aula invertida, Inverted o Flipped Classroom Model (ICM/FCM, por sus siglas en inglés), el cual se ha extendido de manera copiosa en las escuelas norteamericanas y ha ganado aceptación en la docencia, al grado de llegar a ser una de las propuestas de enseñanza-aprendizaje mediada por tecnología, que se está promoviendo entre los centros de educación media superior en México. Lejos de proporcionar una descripción más, a las anteriormente realizadas por diversos autores, se pretende aportar datos sobre las implicaciones reportadas en la implementación del modelo desde los estudios de investigación publicados, para lo cual se describen las rutas de búsqueda y selección utilizadas. A fin de exponer una imagen precisa del modelo en cuestión se abordan datos sobre su origen, los elementos que lo conforman, las teorías que lo apoyan y los hallazgos empíricos reportados. Palabras clave: modelo del aula invertida, modelo tecno-pedagógico, inverted classroom, flipped classroom
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Aula Invertida o Modelo Invertido de Aprendizaje: Origen,
Sustento e Implicaciones
Waltraud Martínez-Olvera1
Ismael Esquivel-Gámez 2 Jaime Martínez Castillo3
Resumen
El propósito de este capítulo es realizar una revisión del conocimiento actual
del modelo de aula invertida, Inverted o Flipped Classroom Model
(ICM/FCM, por sus siglas en inglés), el cual se ha extendido de manera
copiosa en las escuelas norteamericanas y ha ganado aceptación en la
docencia, al grado de llegar a ser una de las propuestas de enseñanza-
aprendizaje mediada por tecnología, que se está promoviendo entre los centros
de educación media superior en México. Lejos de proporcionar una
descripción más, a las anteriormente realizadas por diversos autores, se
pretende aportar datos sobre las implicaciones reportadas en la
implementación del modelo desde los estudios de investigación publicados,
para lo cual se describen las rutas de búsqueda y selección utilizadas. A fin de
exponer una imagen precisa del modelo en cuestión se abordan datos sobre su
origen, los elementos que lo conforman, las teorías que lo apoyan y los
hallazgos empíricos reportados.
Palabras clave: modelo del aula invertida, modelo tecno-pedagógico, inverted
classroom, flipped classroom
Introducción
En el ámbito educativo, si bien el uso de las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) se inició como apoyo didáctico, hoy en día adquiere
tareas mucho más importantes, por ejemplo, proporcionar mayor cobertura de
la oferta educativa, habilitar el intercambio de saberes y conectar comunidades
de aprendizaje. Como base de lo anterior, servir de medio para la adquisición
de las competencias digitales que el ciudadano del siglo XXI debe ostentar.
Además, las TIC incorporan a la educación una doble encomienda: mantenerse
a la altura de las nuevas necesidades de los ciudadanos digitales con la
1 miss.martinez@hotmail.com
2 iesquivel@uv.mx
3 mcjmc@hotmail.com
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
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incorporación de esquemas de aprendizaje autónomo y, aportar herramientas
de inclusión y alfabetización digital entre los menos favorecidos.
Las reflexiones anteriores sirven de escenario para la difusión de nuevos
modelos educativos apoyados en el uso de TIC, y dado que la implementación
de tecnología no implica por misma la mejora académica ni la adquisición
de las competencias informacionales, se requiere analizar el sustento
pedagógico de las aproximaciones tecno-educativas entre las que se encuentra
el modelo de aula invertida o aula volteada (FCM o ICM, por sus siglas en
inglés), así como sus contribuciones teóricas con base en resultados empíricos.
Este capítulo describe el origen del modelo citado, los elementos que lo
componen, las teorías que lo apoyan, las características del docente que se
inicia en la implementación del mismo y los reportes de su aplicación basados
en evidencia científica.
Metodología
El interés central es reportar los hallazgos sobre la implementación del aula
invertida, a partir de estudios empíricos que lo abordan con el fin de aportar
datos más precisos para su adopción y/o modificación. Se incluyen artículos
con base en estudios cuyo foco central fue dar cuenta de mejoras en
rendimiento académico, comparar la enseñanza tradicional con el aula
invertida y aquellos documentos mayormente citados. Para la búsqueda de
artículos, se seleccionaron como criterios de búsqueda los términos inverted
classroom, flipped classroom, inverted classroom model, flipped classrooom
model. Las bases de datos electrónicas a las que se recurrió fueron: Web of
Science, Springer Link, Ebsco Host, Wiley Online Library, Emerald, SciVerse;
sin embargo, solo se obtuvieron resultados en las tres primeras citadas y se
rescató una disertación doctoral de ProQuest.
La pesquisa de datos empíricos se dificultó, quizá por su relativa
novedad. Las siglas de identificación del modelo no arrojaron datos
compatibles, pudiendo rescatarse 19 trabajos de 78 identificados por la Web of
Science, pero solo seis de acceso abierto a estudios empíricos; en Springer
Link, se recuperaron dos artículos; mientras que Ebsco Host reportó 88
relacionados pero solo dos de acceso abierto a las características deseables.
Pese a que el uso del FCM se refiere ampliamente aceptado en educación
básica (en Estados Unidos), las investigaciones encontradas se desarrollan en
el nivel educativo superior, siendo el área médica la que encabeza las
publicaciones (MEDLINE).
Aula Invertida o Modelo Invertido de Aprendizaje: Origen, Sustento e Implicaciones
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Descripción del modelo: Origen y generalidades
El aula invertida o modelo invertido de aprendizaje, como su nombre lo indica,
pretende invertir los momentos y roles de la enseñanza tradicional, donde la
cátedra, habitualmente impartida por el profesor, pueda ser atendida en horas
extra-clase por el estudiante mediante herramientas multimedia; de manera que
las actividades de práctica, usualmente asignadas para el hogar, puedan ser
ejecutadas en el aula a través de métodos interactivos de trabajo colaborativo,
aprendizaje basado en problemas y realización de proyectos (Coufal, 2014;
Lage, Platt y Treglia, 2000; Talbert, 2012).
El término aula invertida, originalmente acuñado por Lage, Platt y
Treglia (2000) como inverted classroom (IC) fue usado para detallar la
estrategia de clase implementada en una asignatura específica (Economía)
aunque se refiere el empleo de técnicas similares en todas aquellas disciplinas
en las que el profesor solicita el acercamiento a temas específico previos a la
clase (Talbert, 2012; Tucker, 2012). La diferencia propuesta en el aula
invertida es el uso de tecnología multimedia (video conferencias,
presentaciones) para acceder al material de apoyo fuera del aula, lo cual lo
clasifica dentro de los modelos mediados por tecnología. En 2012, el modelo
fue popularizado por Bergmann y Sams, denominándolo flipped classroom
model (FCM) o aula volteada, término más reconocido en el nivel educativo
básico en Estados Unidos (Coufal, 2014; Talbert, 2014). En este documento se
referirá el modelo como aula invertida o aula volteada, ya que ambas
acepciones son válidas.
La expansión del FCM se debió a la difusión de los videos de Bergmann
y Sams en la Red, ganando adeptos hasta formalizar la organización
denominada The Flipped Learning Network. Asemejándose, en 2004 Salman
Khan inició un esquema de tutoría en YouTube, dando pie al Khan Academy,
herramienta muy difundida para la obtención de material audiovisual.
Lage et al. (2000), basaron la elaboración de su propuesta en la revisión
de la literatura sobre las implicaciones del estilo de aprendizaje en el aula. La
propuesta de Bergmann y Sams (2000) no fue fundamentada en teoría de la
educación o en investigación previa, si no que durante la implementación se
realizaron ajustes sustentados en factores tales como: abarcar los diferentes
estilos de aprendizaje del estudiantado, promover un ritmo individual de
avance y desarrollar habilidades de aprendizaje auto-dirigido.
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
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Elementos básicos que lo conforman
Al desarrollar su propuesta, Lage et al. (2000) se basan en la necesidad de
emparejar los diferentes tipos de aprendizaje de los múltiples estudiantes
congregados en un grupo y el estilo de enseñanza del profesor. Con dicha
premisa, el uso del multimedia es considerado como un instrumento que
permite al estudiante elegir el mejor método y espacio para adquirir el
conocimiento declarativo a su propio ritmo (Coufal, 2014; Lage et al., 2000;
Talbert, 2012), especialmente si el material se encuentra en la Web o es de
fácil acceso; transfiriendo la responsabilidad de la aprehensión de contenidos
al aprendiz; y al profesor, la organización de su práctica a fin de guiar las
actividades hacia la meta trazada (Bristol, 2014, Lage et al., 2000).
En la figura 1, se muestran los componentes que integran el aula
volteada.
Figura 1. Componentes de un aula volteada. Traducida de Bristol (2014)
El modelo del aula volteada, considera como elemento central, la
identificación de competencias meta que se han de desarrollar en el estudiante.
En este punto, el profesor debe clasificar los contenidos que requieren ser
aprendidos por instrucción directa (video-conferencia) y aquellos que se sitúan
mejor en la experimentación. Para llegar a los objetivos planteados se debe
proceder con una metodología centrada en el alumno; lo que conlleva a la
planeación de tareas activas y colaborativas que impliquen el despliegue de
actividades mentales superiores dentro del aula, donde el profesor funge como
auxiliar o apoyo. Además, requiere que desde el inicio del ciclo, se notifiquen
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al alumnado: los objetivos, la planificación del módulo, entrenamiento en el
uso del modelo, lo cual permite el avance del grupo a ritmos personalizados e,
idealmente, evaluaciones acordes al avance de cada estudiante. Dicha
estructura provee al alumno de numerosas oportunidades para demostrar, con
la práctica, la aprehensión del contenido (Bergmann y Sams, 2012).
Invertir los quehaceres del aula (contenidos extra-clase, tareas en el aula)
se justifica en el hecho de que el repaso de contenidos declarativos se basa,
conforme la Taxonomía de Bloom, en tareas cognitivas de bajo nivel, tales
como recordar y entender, mientras que la práctica de actividades implica
tareas de alto nivel como aplicar, analizar, evaluar y crear (Talbert, 2014). De
manera, se dispone de un método que integra a los estudiantes con distintos
niveles de competencia permitiéndoles avanzar a su ritmo fuera del aula,
repitiendo el contenido tantas veces les sea necesario y, practicar
presencialmente con el apoyo adecuado tanto del profesor como de sus pares,
ofreciendo atención mayormente individualizada así como el espacio para
retroalimentar y enriquecer participaciones. Son tales sus características que
han situado al modelo como una instrucción relacionada con el aprendizaje
activo, centrado en el estudiante (Coufal, 2014).
Dinámica del modelo de aula invertida
Para dimensionar el uso del modelo en el aula, se presentan las propuestas de
Lage et al. (2000) y de Bergmann y Sams (2012). La primera refiere que una
vez seleccionados y distribuidos los temas a abordar, la secuencia incluye:
En una primera sesión presencial, alentar a los estudiantes para que
revisen el material multimedia preparado (en formatos variados a fin de que
los estudiantes tengan la oportunidad de elegir los que mejor se ajusten a su
estilo de aprendizaje), recomendando sea de fácil acceso ya sea en el centro
educativo, replicado en dispositivos portátiles o bien descargado desde la Web.
Proporcionar material impreso y cuestionarios donde se tomen notas
desprendidas de la visualización de las presentaciones. Al inicio de las
sesiones presenciales, despejar dudas, si se externan, en un aproximado de 10
minutos. Enseguida, abordar situaciones experimentales de uso práctico del
tema en cuestión, variando los niveles de complejidad.
Posteriormente, revisar en pequeños grupos los cuestionarios asignados
(que han sido trabajados individualmente en el tiempo fuera de clase) y una
vez discutidas las respuestas, se prepara una pequeña exposición al grupo. Se
propone aplicar cuestionarios (y material similar) periódica y aleatoriamente,
lo cual permite incitar el compromiso de preparación previa y recolectar
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evidencias de trabajo. Eventualmente, se requiere evaluar con ejercicios donde
los estudiantes apliquen los conceptos revisados, para lo cual se propone el
intercambio de ideas en grupos reducidos, presentando sus conclusiones al
grupo. Para terminar la sesión, el profesor debe indagar sobre nuevas dudas o
inquietudes.
Para el soporte del curso, los autores proponen la creación y uso de un
sitio Web donde se pueda acceder al material de trabajo (presentaciones,
videos, cuestionarios, evaluaciones de práctica, etc), al plan del curso, y a
espacios de interacción para despejar dudas o ampliar información. De manera
que se disponga un horario fijo de chat en vivo con el profesor, constituyendo
un espacio de intercambio sincrónico aunado a las sesiones presenciales, así
como de recursos descargables de manera asíncrona. Sin embargo, los autores
insisten en adecuar los recursos tecnológicos al espacio educativo, pudiendo
usar material disponible en la red o incluso fuera de línea. En la figura 2, se
representa gráficamente la propuesta del modelo.
Figura 2. Estructura del aula invertida. Adaptada de Zhong, Song y Jiao (2013)
Las adecuaciones de Bergmann y Sams (2012, 2014), incluyen:
En la primera sesión, dar a conocer a los estudiantes en qué consiste el
modelo, la estructura de clase, los contenidos de cada unidad (objetivos,
material y actividades) e incluso evidencias grabadas sobre la opinión de
estudiantes que ya lo han experimentado así como informar a los padres.
Las siguientes 2 sesiones, entrenar a los alumnos sobre la forma
adecuada de visualizar los recursos (presentaciones audiovisuales breves de
entre 7 a 10 minutos, simulaciones, consulta de libros, revistas, etc). En dichas
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sesiones se pueden abarcar desde consejos para evitar distracciones hasta
sugerencias para la toma de notas (resumen, síntesis, cuestionamientos, etc.).
En las reuniones presenciales, cada estudiante debe realizar una pregunta
relacionada con la video-conferencia y que no pueda responderse con el
recurso visualizado. Tal actividad provee información sobre aquél material no
comprendido, la formulación de conceptos erróneos, el análisis del tema y el
cumplimiento de la revisión del material; además, permite la interacción
equitativa de cada miembro del grupo. Posterior a los cuestionamientos (10
minutos), se asignan actividades para aplicar en grupos reducidos.
Re-diseñar el aula físicamente para permitir el trabajo rotativo en
pequeños grupos, proporcionando herramientas tecnológicas al interior
(pizarrones interactivos, pantallas, en la medida de lo posible) que apoyen las
investigaciones de los estudiantes.
Evaluar de manera formativa como evidencia del proceso de aprendizaje
(cuestionamientos cara a cara). Realizar evaluación sumativa periódicamente
con pruebas escritas o demostración de una actividad asignada, de preferencia
mediante evaluaciones computarizadas ya que aportan resultados inmediatos,
retroalimentación, seguimiento y pueden intercambiar el orden de los ítems
para cada evaluado en distintos momentos. A partir de los resultados, se
avanza, rediseña o bien se le permite a cada estudiante regresar al tema y
mejorar sus resultados en una segunda aplicación proporcionando un 50% de
valor a la parte formativa y otro 50% a la sumativa, en la cual cada docente
decide el porcentaje de logro para ser considerado aprobatorio (75, 80, 90%).
El docente en el aula invertida
Entre las características deseables para el docente que implementa el aula
invertida se encuentran (Lage et al., 2000; Bergmann y Sams, 2012):
Es diestro en los contenidos de su cátedra, para facilitar las experiencias
de aprendizaje y atender las necesidades individuales de los alumnos, ya
que al variar los ritmos, la supervisión se dificulta.
Muestra disposición para el trabajo colaborativo, pues el diseño inicial de
un curso ICM requiere numerosas horas de preparación que pueden
aminorarse con la colaboración y el trabajo interdisciplinario,
permitiendo la creación de contenido original.
Al menos, maneja equipo de cómputo, presentadores multimedia,
navegación en internet y uso de redes de comunicación.
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Ser diestro en un tema no implica conocerlo todo, pero aceptar las
propias limitaciones y promover la investigación para resolver las dudas
que surjan, contribuye a crear ambientes de aprendizaje autónomo y
colaborativo.
Muestra disposición de cambio, abandonando el control del proceso
enseñanza-aprendizaje4 y depositando la responsabilidad en el alumnado,
permitiendo el acceso de los dispositivos digitales al aula.
Es hábil en el diseño de unidades de aprendizaje activo (resolución de
casos, elaboración de productos y/o proyectos de carácter colaborativo).
Practica la evaluación formativa, para rediseñar el curso y brindar el
apoyo que requiera cada estudiante para cubrir la materia a su ritmo.
Modelos / teorías que apoyan el ICM / FCM
El aula invertida se considera un sub-modelo de los entornos mixtos, conforme
la taxonomía de Staker y Horn (2012). El aprendizaje mixto o híbrido es
definido como: un programa de educación formal en el cual los estudiantes
aprenden en línea, al menos en parte, con algún elemento controlado por el
estudiante sobre el tiempo, lugar o ritmo; supervisado, al menos parcialmente,
de manera tradicional en algún lugar fuera de casa y cuyas modalidades a lo
largo de cada ruta de aprendizaje estén diseñadas de manera interconectada
para proporcionar un aprendizaje integrado (Christensen, Horn y Staker, 2013,
p. 10).
Además de considerarse los elementos tecnológicos, el sustento teórico
de aprendizaje está relacionado con el modelo constructivista (Davies, Dean y
Ball, 2013), específicamente de Vigotsky, en cuanto al proceso de
construcción colaborativa, cuestionamiento y resolución de problemas en un
trabajo conjunto (Ismat, 1998 como se citó en Coufal, 2014).
Así mismo, la Teoría del Aprendizaje Experiencial de Kolb (1984),
basada en “un ciclo de aprendizaje continuo en el que se experimenta,
reflexiona, contempla y actúa sobre lo que se aprende” (Coufal, 2014, p. 31),
es considerada como parte esencial de los enfoques del aprendizaje centrado
en el alumno (Bishop y Embry-Riddle, 2013 como se citó en Coufal, 2014).
El modelo de aprendizaje experiencial describe dos modos relacionados
de comprender: la Experiencia Concreta (CE) y las Conceptualizaciones
Abstractas (AC), y a su vez, dos modos de transformar las experiencias: la
4 Comunicación estratégica e intencional de saberes cuya meta es inducir el
aprendizaje. Ver Meneses (2008), especialmente capítulo 1.
Aula Invertida o Modelo Invertido de Aprendizaje: Origen, Sustento e Implicaciones
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Observación Reflexiva (RO) y la Experimentación Activa (AE),
relacionándose con los estilos de aprendizaje al implicar 4 momentos en la
construcción del conocimiento (experimentar, reflexionar, pensar y actuar),
sobre los que cada individuo elige preferentemente (Kolb y Yeganeh, 2009).
Trabajos basados en el modelo
Pierce y Fox (2012) implementaron el ICM entre estudiantes de medicina, sin
modificación al mismo, documentando que los participantes mostraron
diferencias significativas de mejora (aunque ligeras) al compararlo con la
ejecución demostrada por un grupo de una generación anterior dirigida por el
mismo profesor pero con aula tradicional. Los participantes del ICM refirieron
mayor satisfacción y motivación para prepararse antes de la clase al tener que
contestar evaluaciones del tema. Pese a sus resultados, los grupos comparados
pertenecían a generaciones distintas, por lo que el estudio tiene sus
limitaciones. Así mismo, aunque la satisfacción es mayor en el aula invertida
que de forma tradicional, los resultados aun muestran diferencias pequeñas
por lo que se requiere mayor investigación.
En 2013, Davies, Dean y Ball dirigieron un curso de Excel aplicando
FCM, con la única variante de solicitar a los estudiantes que se presentaran al
aula solo en caso de requerir apoyo extra del profesor. Los autores,
compararon tres tipos de escenarios (tradicional, independiente mediante
simulación en laboratorio de cómputo y el aula volteada). Reportaron que el
enfoque tradicional y el invertido tuvieron mayores positivos en cuanto a la
adquisición de conocimientos en contraste con el modelo de simulación. Sin
embargo, se encontraron actitudes más positivas entre los participantes del
grupo invertido que entre las otras dos modalidades. El FCM demostró la
misma eficiencia que el aula tradicional para transmitir contenidos, con
diferencias ligeramente a su favor, aunque con mayor grado de satisfacción.
Entre las limitaciones del estudio, se debe considerar que los grupos se
desequilibraron.
Mason, Shuman y Cook (2013), compararon la ejecución de estudiantes
de ingeniería mecánica, 20 en un modelo tradicional y 20 en un aula invertida;
a éstos últimos se les solicitó que basándose en las indicaciones del profesor
buscaran material de apoyo (videos tutoriales) en YouTube. Sus hallazgos
refieren que los integrantes del aula volteada: Lograron cubrir dos temas más y
resolvieron más casos que el aula tradicional, perciben más estructura en la
enseñanza tradicional y menor tiempo invertido de preparación en el aula
invertida; se reportaron renuentes a la participación en un enfoque invertido
pero a lo largo del tratamiento aceptaron el método con base en los beneficios
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percibidos, aunque escépticos a aprender conceptos complicados con dicho
esquema. Para varios de ellos, buscar el material de apoyo por su cuenta
resultó frustrante, teniendo que indicarse específicamente qué ver, lo cual
sugiere la necesidad de mantener una planificación estructurada en el curso.
En 2014, Talbert pone a prueba el ICM entre estudiantes universitarios
de algebra lineal; sin embargo, no se aplicó como un modelo del desarrollo
extenso de un curso si no que solo se probó un tema en el transcurso de dos
sesiones, registrando que, al principio los estudiantes se encuentran renuentes
hacia dicha estructura. Pese a ello, los resultados sugieren que se puede
adquirir conocimiento procedimental fuera de clase por medio de videos
siendo este método al menos tan efectivo como el tradicional. El autor
reflexiona sobre la posibilidad de extender el método a un curso completo,
siempre que se dé el espacio suficiente para despejar dudas del alumnado.
Tune, Sturek y Basile (2013), compararon el FCM (en su versión
original) y el aula tradicional entre estudiantes de medicina. Encontraron que,
pese a que los estudiantes del FCM inician su participación renuentes al
modelo, refieren mayor compromiso en el proceso al preparase para presentar
las evaluaciones de inicio de sesión y para las discusiones que se llevan a cabo,
siendo ésta una de las estrategias mejor aceptadas. Así mismo, las ganancias
de conocimiento demostrado reportan ser significativamente mejores en el aula
invertida; el 50% de los participantes en el ICM se refieren entusiasmados
mientras que el otro 50% en contra, ya que algunos reportaron que el trabajo
parece incrementarse y la calificación no varía en gran medida.
Findlay-Thompson y Mombourquette (2014), usaron un curso de
negocios para universitarios a fin de comparar la estructura tradicional con el
FCM, de entre 106 participantes, se seleccionaron siete informantes clave. Los
entrevistados refieren opiniones mixtas entre la satisfacción reportada en un
aula invertida y un método tradicional. El único estudiante de mayor edad
(maduro) refirió una preferencia marcada por el aula tradicional y, los seis
restantes entrevistados, prefieren el FCM aunque algunos perciben más trabajo
sin mejoría en sus calificaciones y otros, auto-percepción de mejoría pero sin
evidencia cuantitativa en sus notas. Los autores reflexionan sobre la falta de
práctica en la implementación del modelo, lo cual pudo haber influido los
resultados así como en la ausencia de entrenamiento inicial de los participantes
en la estructura del modelo, siendo dichos aspectos tanto limitaciones a su
estudio como recomendaciones para futuras aplicaciones.
Galway, Corbett, Takaro, Tairyan y Frank (2014) aplicaron el ICM entre
estudiantes de medicina. Pese a que la investigación se centró principalmente
en verificar el grado de satisfacción y auto percepción del conocimiento
adquirido, también se incluyó el análisis comparativo de los resultados del
Aula Invertida o Modelo Invertido de Aprendizaje: Origen, Sustento e Implicaciones
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grupo con grupos de años anteriores, bajo un enfoque tradicional. Los autores,
no encontraron diferencias significativas (aunque ligeramente a favor del
modelo invertido) entre la generación participante y la generación anterior
inmediata bajo el enfoque tradicional. Sin embargo, los participantes se auto
describieron mayormente motivados, satisfechos con el modelo y con una
auto-percepción elevada de conocimiento. Aunque la aplicación del ICM
frente al aula tradicional no reporta diferencias, se requiere mayor
investigación, puesto que el estudio estuvo limitado a once participantes.
Adicionalmente, el tipo de investigación e instrumentos utilizados
pudieran sesgar los resultados ya que no hubo grupo control sincrónico y los
cuestionarios de auto-percepción pueden referir respuestas para tratar de cubrir
resultados esperados lejos de respuestas reales.
Kong (2014), incluye a estudiantes y docentes de secundaria en la
implementación del ICM con la variación de solicitar búsqueda libre de
información en la Red. Se documentó que: la forma en la que se presentó la
información a los participantes logró resultados positivos en la adquisición de
conocimiento declarativo, el uso de mapas mentales ayudó a plasmar la
información procesada, aunque la cantidad de actividades y la complejidad de
las tareas de búsqueda en la red resultaron elevadas; se desarrollaron
competencias informacionales y habilidades críticas del pensamiento; la guía
del profesor y ejercicios bien estructurados permitieron reflexionar sobre las
tareas mentales a ejecutar y repercutieron en los logros. Por lo anterior, la
implementación del ICM se consideró exitosa, sugiriéndose para futuros
estudios un mayor tiempo de discusión guiada por el profesor en temas
complejos, considerar los foros virtuales una posibilidad para ampliar las
oportunidades de intercambio y el desarrollo de competencias docentes propias
para un ICM.
Baepler, Walker y Driessen (2014), pusieron en práctica un aula invertida
entre más de 1,000 estudiantes de química general, divididos asincrónicamente
en 2 grupos experimentales y 1 de control. Sus resultados manifiestan que la
comparación de puntuaciones entre el grupo tradicional y el invertido resultó
en ganancias significativas para el primer grupo del aula invertida y ligeros
superiores (no significativos) para el grupo de réplica. De manera que, los
resultados parecen sugerir que el aula invertida proporciona al menos las
mismas ganancias que el aula tradicional. La percepción de los estudiantes
sobre la situación de aprendizaje también mejoró aunque no en abundancia.
Entre las limitaciones de su estudio se puede mencionar que los grupos no
fueron emparejados, resultando correlaciones de ejecución entre la prueba de
conocimiento y variables tales como sexo (varones), nivel de estudio (mayor)
y características etnográficas (blancos) que se deben analizar más a fondo.
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Mattis (2014), registra las evidencias obtenidas de la participación de 48
estudiantes de enfermería a nivel universitario, divididos en grupo tradicional
y aula invertida. La autora realiza la instrucción al grupo experimental a través
de videos en una exposición conjunta al grupo mediante proyector y bocinas,
lo cual constituye una modificación al modelo inicial. Las pruebas reflejan una
ligera mejoría para el aula invertida en las pruebas de conocimiento con
niveles moderados de complejidad. Así mismo, se reporta un decremento en el
esfuerzo mental requerido por los participantes del grupo experimental entre
las pre y post evaluaciones. Como limitante, en el análisis de los resultados se
encuentra que el grupo experimental solo pudo acceder a los contenidos una
vez mientras que el control podía repetir lecciones, por lo que la implicación
sería analizar la relación e influencia del aprendizaje establecido al ritmo
propio y aquel impuesto por el profesor.
De los trabajos examinados, se pueden rescatar los siguientes hallazgos:
un aula invertida bien estructurada genera mayor independencia en el
alumnado, facilitando el aprendizaje auto-dirigido (Pierce y Fox, 2012; Tune
et al., 2013), así como el desarrollo de competencias informacionales y
habilidades del pensamiento crítico (Kong, 2014), lo cual también se relaciona
con la disposición adecuada del material audiovisual, puesto que el delegar la
tarea de buscar los apoyos en la Web o programar demasiadas actividades,
provoca cansancio y frustración (Mason et al., 2013; Kong, 2014). Al exponer
por primera vez a los estudiantes a un modelo invertido, se muestran
renuentes, aceptando dicha estructura al avanzar el curso y después de percibir
ganancias (Baepler et al., 2014; Mason et al., 2013; Tune et al., 2013), entre
las que se encuentra el avance del curso a un ritmo más fluido, pudiendo cubrir
en menor tiempo mayor cantidad de información (Davies et al., 2013). Llama
la atención los resultados reportados por Mattis (2014), quien refiere que los
participantes del grupo experimental solo pudieron acceder una vez al
contenido estudiado, mientras que el grupo control tuvo la facilidad de
revisarlo en distintas ocasiones, las diferencias en el conocimiento adquirido
por los grupos no son significativas pero sí están a favor del aula invertida, lo
cual puede arrojar datos sobre la relación e influencia del aprendizaje
establecido al ritmo propio, en oposición al impuesto por el profesor.
Ahora bien, de los estudios revisados, el 50% (5 de 10) reporta que la
mejora en la adquisición de conocimiento al comparar el aula invertida y el
aula tradicional, puede considerarse prácticamente similar (Baepler et al.,
2014; Davies et al., 2013; Findlay-Thompson y Mombourquette, 2014;
Galway et al., 2014; Talbert, 2014), aunque se documenta mejoría auto-
percibida en el aprendizaje y/o un mayor grado de satisfacción al involucrarse
con dicha experiencia educativa (Baepler et al., 2014; Davies et al., 2013;
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Galway et al., 2014). Otros dos estudios, refieren mejoría en cuanto a mayor
cantidad de contenido abarcado y/o menor esfuerzo para resolver las
actividades (Mason et al., 2013; Mattis, 2014). Tres de los estudios reportan
diferencias significativas a favor del aula invertida (Kong, 2014; Pierce y Fox,
2012; Tune et al., 2013), de entre éstos, dos refieren adicionalmente, mejora en
la percepción del aprendizaje auto-dirigido (Pierce y Fox, 2012; Tune et al.,
2013). Todos los trabajos aquí referenciados incluyen información adicional,
en el anexo final.
Conclusiones
El proceso de enseñanza-aprendizaje, involucra múltiples aspectos que le
impregnan laboriosidad a la tarea educativa. Tal aseveración adquiere fuerza
en el contexto actual, donde los cambios tecnológicos exigen el desarrollo de
nuevas competencias, primordialmente para el profesor que debe actualizar su
cátedra, promover la alfabetización digital entre los estudiantes y la
apropiación de habilidades de aprendizaje permanente, entre una generación
que se beneficia con la inmersión al uso cotidiano de las TIC. Es en dicho
escenario donde la generación de modelos educativos apoyados en el uso de la
tecnología (modelos tecno-pedagógicos o tecno-educativos) se abre paso.
La expansión del modelo de aula invertida, pese a tener una amplia
aceptación en escenarios estadounidenses, no presenta ganancias muy
superiores en cuanto al incremento del aprovechamiento escolar con respecto
al aula tradicional, si no que las ventajas se dan en términos de satisfacción; lo
cual implica o bien que los principios no han sido correctamente aplicados o
que se requieren periodos de uso mayores para poder evaluar su apropiación e
impacto en todas las partes implicadas (docentes, alumnos, centros educativos,
padres de familia) y en niveles educativos distintos.
Una de las causas que pudo haber logrado la expansión del modelo entre
los docentes norteamericanos, podría atribuirse a la socialización de los
resultados entre pares, como proyecto de innovación educativa. Sin embargo,
en el escenario nacional (México), la propuesta ha sido introducida desde
“arriba”, otorgando un mínimo de información sobre los aspectos que los
docentes debieran manejar a fin de llevar a buena práctica el modelo, faltando
ver los resultados que en nuestro contexto se logren; en donde, por cierto, se
deben considerar las carencias de acceso a la Red y estrategias que permitan
solventar dicho obstáculo.
Pese a la implementación tecnológica, siempre y cuando ésta, atienda
criterios comunes de diseño de material multimedia; la clave de una buena
experiencia en un aula invertida es la planificación estructurada que el docente
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
156
elabore sobre las situaciones de aprendizaje, cuidando el acceso al material de
apoyo dentro y fuera del aula, la puesta en práctica de proyectos o resolución
de problemas que permita la verificación de los conocimientos adquiridos en
pequeños grupos, facilitando su evaluación y permitiendo un ritmo más fluido
de trabajo; así como, registrar las ganancias obtenidas en la aplicación de
determinada estrategia a fin de mejorar el resultado académico real, no solo el
auto-percibido.
Aula Invertida o Modelo Invertido de Aprendizaje: Origen, Sustento e Implicaciones
157
Referencias
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Aula Invertida o Modelo Invertido de Aprendizaje: Origen, Sustento e Implicaciones
159
Anexo. Resumen de estudios revisados
Proyecto
Abordaje
Participantes
Contexto de
aplicación
Herramientas
tecnológicas
usadas
Pierce y Fox
(2012)
Cuantitativo
71 estudiantes
universitarios de
medicina
Módulo de
fármaco-terapia
renal, sesiones de
dos horas, dos
veces a la semana
por ocho semanas
Video podcast
en iTunes U
platform
Evaluaciones
en línea
Davies et al.
(2013)
Mixto
188 Estudiantes
universitarios
Curso introductorio
de uso de Excell en
la Brigham Young
University, Utah,
EU
MyITLab
videos
Software de
simulación
Mason et al.
(2013)
Mixto
20 universitarios
como grupo control
(aula tradicional),
primer año de
aplicación
20 universitarios
como grupo
experimental (aula
invertida), segundo
año de aplicación
Curso de Sistemas
de Control en
Ingeniería
Mecánica,
Universidad de
Seattle, en un
formato de 4 días a
la semana durante
10 semanas
Video podcast
y screencast
vía YouTube
MATLAB´s
control system
toolbox
Talbert (2014)
Cualitativo
Estudiantes
universitarios de
algebra lineal
Una pequeña
universidad (no se
especifica cuál)
Screencast
recuperados
vía internet
Tune et al.
(2013)
Cuantitativo
Estudiantes de
posgrado de
medicina
cardiovascular,
respiratoria y renal
(14 sujetos) y
fisiología (13
participantes)
Indiana University
School of Medicine
Internet, para
visualizar
conferencias
(opcionales)
Findlay-
Thompson y
Mombourquette
(2014)
Cualitativo
106 estudiantes
universitarios
divididos en 3
grupos ( 2 controles
y 1 experimental)
7 informantes
seleccionados entre
los participantes
Curso de negocios,
Mount Saint
Vincent University
No se
especifica
Galway et al.
(2014)
Mixto
11 estudiantes de
medicina, en 1 o 2°
año de posgrado
Curso de salud
ambiental u
ocupacional en una
escuela canadiense;
13 semanas de
duración con 8
sesiones
presenciales
Uso el portal
NextGenU.org
en red
Kong (2014)
Cuantitativo
107 estudiantes de
secundaria (12-13
años)
Escuela secundaria
de Hong Kong,
duración de 13
Plataforma
escolar e-
learning
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
160
6 docentes de
secundaria
semanas
Google Docs
Baepler et al.
(2014)
Cuantitativo
350 estudiantes
(grupo control)
primavera 2012
357 estudiantes
(grupo
experimental),otoño
2012
Más de 350
estudiantes
(primavera 2013)
para replicar el
estudio
Integrantes de un
grupo de química
general
El grupo
experimental estuvo
dividido en 3
grupos de 117 para
su atención
Internet para
descargar las
video
conferencias
Mattis (2014)
Cuantitativo
48 Estudiantes de
enfermería nivel
universitario
(mayoritariamente
mujeres) divididos
en grupo control y
experimental
Institución ubicada
en California del
norte. Grupo
control recibió
enseñanza
tradicional con
libro de texto
Videos
instructivos
... Uno de estos diseños es el flipped classroom o aula invertida, el cual incorpora elementos del aula tradicional con el estudio online. Principalmente, se propone al alumno revisar los contenidos conceptuales o procedimentales, previo a la clase, para desarrollar, presencialmente, situaciones de aprendizaje más activas (Mingorance et al., 2017;Martínez;Esquivel;Castillo, 2014;Roehl;Reddy;Shannon, 2013). ...
... Uno de estos diseños es el flipped classroom o aula invertida, el cual incorpora elementos del aula tradicional con el estudio online. Principalmente, se propone al alumno revisar los contenidos conceptuales o procedimentales, previo a la clase, para desarrollar, presencialmente, situaciones de aprendizaje más activas (Mingorance et al., 2017;Martínez;Esquivel;Castillo, 2014;Roehl;Reddy;Shannon, 2013). ...
... Uno de estos diseños es el flipped classroom o aula invertida, el cual incorpora elementos del aula tradicional con el estudio online. Principalmente, se propone al alumno revisar los contenidos conceptuales o procedimentales, previo a la clase, para desarrollar, presencialmente, situaciones de aprendizaje más activas (Mingorance et al., 2017;Martínez;Esquivel;Castillo, 2014;Roehl;Reddy;Shannon, 2013). ...
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Este proyecto fue realizado en la Universidad de Guadalajara con alumnos de cuarto y sexto semestre de una escuela preparatoria pública metropolitana aplicando el modelo flipped classroom o aula invertida, utilizando Moodle. Es consecuencia de una estrategia de intervención basada en blended learning o aprendizaje semipresencial mediante una plataforma virtual que aplica el Departamento de Matemáticas, desde el 2012. El objetivo del estudio fue identificar el impacto que tiene este modelo en los aprendizajes y las habilidades disciplinares dentro de la clase y los instrumentos de evaluación que emplea la escuela, en un contexto donde la información conceptual o procedimental está al alcance de la mano. Se trabajó con 238 alumnos, durante los meses de enero a marzo, analizando y comparando su desempeño en la plataforma virtual y sus valoraciones porcentuales en los instrumentos estandarizados institucionales, calculando la ganancia de aprendizaje con índices de Hake. Se concluye que el aula invertida, junto al uso de plataformas virtuales, es una alternativa viable para aplicar en los cursos de matemáticas de educación media superior porque ofrece diversos elementos para fortalecer la práctica educativa y favorece la introducción de los alumnos en la Educación 4.0 mediante el desarrollo de sus competencias informáticas.
... Desde la pandemia de la COVID19, se acelera el proceso digital de la educación superior, lo cual promueve su virtualización y una apuesta decidida por la transformación digital en la enseñanza con un uso de las TIC que va más allá de un mero apoyo didáctico. Con ello, las universidades logran sacar rendimiento a las herramientas digitales como facilitadoras de oferta formativa, consiguen intercambio de conocimiento y de conexión de comunidades de aprendizaje y formación a una ciudadanía digital, capaz de aprender a distancia, de forma continua y autónoma (Cabero Almenara & Valencia, 2021;Martínez-Olvera et al., 2014). ...
... Los diversos estudios que analizan sus ventajas educativas muestran un aumento de la motivación del alumnado, mayor capacidad de autorregulación del aprendizaje y mejora de su rendimiento académico (Hinojo Lucena et al., 2019). Igualmente, reporta beneficios al profesorado, pues permite una evaluación continua, con un ritmo más fluido y flexible de trabajo (Martínez-Olvera et al., 2014). ...
Article
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Introducción. La tutoría universitaria rara vez cuenta con aportaciones innovadoras que den lugar a nuevos procedimientos que despierten el interés e impacto entre la comunidad universitaria. Objetivo. Este trabajo analiza la satisfacción del alumnado con la experiencia de innovación educativa basada en la tutoría invertida a partir del diferencial entre expectativas iniciales y percepción final. Método. La investigación se sustenta en un enfoque metodológico cuantitativo y un diseño no experimental, descriptivo y longitudinal. Participan en la investigación 164 estudiantes de los Grados de Educación Infantil, Primaria y Pedagogía, a través de un cuestionario diseñado ad hoc, válido y fiable. Resultados. Los resultados muestran satisfacción del alumnado con el método de tutoría utilizado y el uso de kahoot, por el contrario, el alumnado muestra insatisfacción con el uso de los foros virtuales. Conclusiones. Estas herramientas digitales ofrecen alternativas pedagógicas que facilitan la labor tutorial, kahoot se percibe como un acierto en la detección de necesidades formativas, mientras los foros virtuales requieren de reflexión docente para su incorporación en procesos de tutoría invertida.
... En tanto que, dentro del aula el docente como apoyo o mediador implementa actividades colaborativas y activas que requieren el despliegue de actividades mentales superiores, en el estudiante. "Invertir los quehaceres del aula (contenidos extra-clase, tareas en el aula) se justifica en el hecho de que el repaso de contenidos declarativos se basa, conforme la Taxonomía de Bloom, en tareas cognitivas de bajo nivel, tales como recordar, entender y aplicar, mientras que la práctica de actividades implica tareas de alto nivel como analizar, evaluar y crear" [18]. En consecuencia, la reorganización de los quehaceres pedagógicos implica considerar las dificultades que conlleva poder implementar un modelo de enseñanza, que guíe y oriente todas las decisiones pedagógicas del profesor para cada momento de la clase (sincrónica -asíncrona). ...
... c) Con respecto a las competencias adquiridas: se visualiza una mejora en el aprendizaje de los alumnos. Propicia el autoaprendizaje, la autonomía, la comunicación, las operaciones mentales, como por ejemplo hacer una síntesis, esquemas, aplicar conceptos, etc. En correspondencia a estos resultados, Waltraud Martínez et al. [18] explican en su trabajo, que la organización intencional del contenido y la definición de procesos pedagógicos en tareas cognitivas de bajo y alto nivel (Taxonomía de Bloom), contribuyen al desarrollo del aprendizaje de forma progresiva, ascendente o sea, desde particular a lo más complejo. Esta acción define y articula eficazmente un conjunto de esquemas (estructuras mentales) y valores, permitiendo al estudiante movilizar distintos saberes, en un determinado contexto con el fin de resolver situaciones tanto del campo profesional como académico [14] d) Con relación a las expectativas sobre el enfoque metodológico: los docentes han manifestado en reiteradas oportunidades que el enfoque de aula invertida no tiene un cien por ciento de efectividad; en todos los casos analizados hubo temas o clases en las que la propuesta de aula invertida se ajustó mejor, tuvo resultados positivos y mejoró el aprendizaje de los estudiantes. ...
Article
En este artículo se presenta, a partir de casos, los desafíos que enfrentaron los docentes de la UTN FRRe al implementar el enfoque de Aula Invertida (AI), las posibilidades y limitaciones reales que enmarcan su aplicación en un contexto particular. Los docentes describen sus experiencias de inversión de la clase, y sus reflexiones acerca de los beneficios y dificultades que este enfoque puede proporcionar. Para llevar a cabo este trabajo, se realizaron entrevistas semiestructuradas, cuyo resultado permitió comparar las respuestas y determinar opiniones comunes y compartidas sobre la aplicación de AI. Entre las principales conclusiones se destaca la valoración positiva del enfoque como estrategia pedagógica. Sin embargo, consideran, que no siempre es la mejor alternativa, porque en la praxis, conlleva un compromiso que demanda gran esfuerzo, alto grado de responsabilidad y autorregulación tanto de docentes como de los estudiantes.
... Vol. XXI, diciembre, 2023 En este sentido, Olvera et al., (2014) dice, "la diferencia propuesta en el aula invertida es el uso de tecnología multimedia (video conferencias, presentaciones) para acceder al material de apoyo fuera del aula, lo cual lo clasifica dentro de los modelos mediados por tecnología" (p. 4). ...
Chapter
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“Tendencias en la Investigación Universitaria. Una visión desde Latinoamérica”, es una obra de producción científica de la Colección Unión Global, adscrita al Fondo Editorial Universitario Servando Garcés de la Universidad Politécnica Territorial de Falcón Alonso Gamero (UPTAG). Es una publicación internacional, seriada, continua, arbitrada con apertura a todas las áreas del conocimiento. En el volumen XXI, ofrece capítulos resultados de investigación cuya producción es una obra que combina arte y ciencia de alta calidad intelectual generada por investigadores que muestran el desarrollo de su quehacer académico, científico, tecnológico y humanístico desarrollado en los diferentes escenarios de la sociedad.
... En la actualidad han surgido un conjunto de estrategias de aprendizaje activo, que, empleando las TIC's, ayudan a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, entre las que se encuentra el aula invertida o Flipped Classroom (Bergmann y Sams, 2014), que consiste en un nuevo enfoque pedagógico, en el cual los estudiantes fuera del horario de clase, observan determinados contenidos suministrados por el docente (Martínez et al., 2014), destinando el tiempo de la clase a fomentar otros procesos enriquecedores, como la discusión y puesta en práctica de los conocimientos adquiridos para la resolución de problemas y aclaratoria de dudas, debates, entre otras actividades, que estimulan el intercambio de ideas y retroalimentación del profesor en el aula (García et al., 2019). ...
Article
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The objective of this article is to evaluate the degree of satisfaction of first year students of Agricultural Engineering with the use of the inverted classroom methodology in the teaching-learning process of Organic Chemistry-Biochemistry. For this purpose, the students' perceptions questionnaire was used. The results obtained show that students prefer to participate in class through individual and group practical work rather than in a traditional class, stating that they make better use of the time in the classroom, the use of Information and Communication Technologies, enhancing self-learning.
... Pero el implementarlas no implica de manera directa la mejora académica ni la adquisición de las competencias informacionales, se requieren estrategias o modelos pedagógicos como lo es el aula invertida o flipped classroom, modelo popularizado en el ámbito educativo por Bergman y Sams en el nivel educativo básico en Estados Unidos (Bergmann & Sams, 2012a). Al respecto, Martínez-Olvera et al. (2014) consideran que esta es centrada en el estudiantado y en la identificación de competencias meta que se han de desarrollar explicadas durante la primera sesión presencial, mediante tareas activas de fácil acceso y colaborativas que impliquen el despliegue de actividades mentales superiores dentro del aula, de manera que el personal docente se convierte en mediador de los aprendizajes. ...
Article
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Objetivo. El estudio muestra una experiencia de la aplicación de la estrategia de aula invertida en entornos virtuales, para el fortalecimiento del precálculo de proyecto MATEM-UCR, como una alternativa para disminuir los tiempos de autoaprendizaje y sistematizar las sesiones de clase con el estudiantado que ingresa a décimo año al Colegio Científico Costarricense sede Guanacaste. Metodología. El enfoque metodológico aplicado fue investigación acción en cuatro etapas: planificación, acción, observación y reflexión, permitiendo al investigador un rol activo en el proceso de construir y discernir en diversas herramientas didácticas en colaboración con el estudiantado. Resultados. Los hallazgos muestran la promoción en el rol activo del estudiantado en la virtualidad; favorecimiento de la interacción, el intercambio de información entre pares, los procesos de evaluación y coevaluación crítica, sin dejar de lado el proceso de ser partícipes de su propio aprendizaje.
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In recent years, teaching strategies such as flipped learning (FL) and gamification have been successfully implemented at the university level. However, there is still limited scientific literature that combines these two approaches to enhance and analyze possible improvements in motivation and academic performance, especially at the university stage. This study has two objectives: on one hand, to develop and validate a didactic intervention using a gamified flipped classroom methodology to work on computational thinking in students of the teaching degree, specifically in the subject of information and communication technologies in education. On the other hand, to know the students' viewpoints after implementing these interventions. Seven experts in educational technology participated in the validation of judgment, all of them specialists in the area of educational technology, through personalized interviews for each specialist describing the steps followed for its creation according to expert judgment. Additionally, a questionnaire with 7 Likert-type questions was administered to 60 second-grade Primary Education students to determine the level of satisfaction after the implementation of the gamified flipped classroom didactic intervention. Furthermore, individualized interviews were conducted with 10 selected students. The interviews were transcribed, then the results were coded, and finally analyzed using MAXQDA. The results obtained showed that the intervention is effective for its implementation in university students. Most students found the intervention useful for improving their understanding of computational thinking skills, facilitating their study, and enhancing their academic performance. Overall, this study indicates that the gamified flipped classroom methodology can be effective in enhancing the understanding of PC skills in students. Future research should continue exploring this methodology in other subjects and educational levels. En los últimos años, estrategias didácticas como el flipped learning (FL) y la gamificación han sido implementadas con éxito dentro de la etapa universitaria. Sin embargo, todavía hoy existe poca literatura científica que combine estos dos enfoques para mejorar y analizar las posibles mejoras en la motivación y el rendimiento académico, especialmente en la etapa universitaria. Este estudio tiene dos objetivos, por un lado, desarrollar y validar una intervención didáctica utilizando una metodología de aula invertida gamificada para trabajar el pensamiento computacional en estudiantes del grado magisterio, concretamente en la asignatura tecnologías de la información y comunicación en educación. Por otro lado, saber los puntos de vista de los estudiantes después de implementar estas intervenciones. Siete expertos en tecnología educativa participaron en la validación de juicio, todos ellos especialistas en el área de la tecnología educativa, mediante entrevistas personalizadas para cada especialista describiendo los pasos seguidos para su creación según juicio de expertos. Por otra parte, se administró un cuestionario con 7 preguntas tipo Likert a 60 estudiantes del segundo grado de Educación Primaria para conocer el grado de satisfacción tras la implementación de la intervención didáctica aula invertida gamificada. Además, se llevaron a cabo entrevistas individualizadas a 10 alumnos seleccionados. Las entrevistas se transcribieron, luego se codificaron los resultados y, finalmente, se analizaron utilizando MAXQDA. Los resultados obtenidos mostraron que la intervención es efectiva para su implementación en estudiantes universitarios. La mayoría de los estudiantes encontraron la intervención útil para mejorar su comprensión de las habilidades de pensamiento computacional, facilitar su estudio y mejorar su rendimiento académico. En general, este estudio indica que la metodología de aula invertida gamificada puede ser efectiva para mejorar la comprensión de las habilidades de PC en estudiantes. En futuras investigaciones, sería importante seguir explorando esta metodología en otras asignaturas y niveles educativos.
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Se implementó el modelo educativo aula invertida flipped classroom en la materia de armonía del conservatorio superior de Cuenca-Ecuador. Se trabajó en dos grupos, un grupo de control que recibió las clases con el método tradicional, y un grupo al que se implementó el experimento. Además, se proporcionó a los alumnos las pre clases en formato de videos cortos acompañados del respectivo texto con el objetivo de invertir el aula, dando un acompañamiento más personalizado en las clases grupales para la realización de tareas y ejercicios, y proporcionando material de consulta en línea para antes y después de las clases. El objetivo fue rediseñar acciones formativas para los estudiantes de formación artística del Conservatorio Superior de Cuenca que permitan identificar la manera en que el modelo de aula invertida pueda ser aplicado eficazmente. Como resultados, es posible decir que existe una respuesta efectiva de los estudiantes en cuanto a los niveles de aprendizaje, sin embargo, hay que tener en cuenta que se trabajó con una población de conveniencia, lo cual puede ser un factor determinante en poblaciones más grandes.
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El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia de la metodología de aula invertida en un contexto de docencia virtual -provocado por la pandemia por COVID-19- en la enseñanza de la Química, en comparación con la metodología tradicional. Los estudiantes que siguieron la metodología de aula invertida (Grado de Ingeniería Agroambiental) debían revisar materiales creados a tal efecto antes de la clase, utilizando el tiempo de ésta para resolver dudas y ejercicios. Los alumnos de método tradicional (Grado de Ingeniería Agrícola) asistieron a clases y sesiones de ejercicios en línea. Se evaluó si la implementación de la metodología de aula invertida mejoró el aprendizaje de los estudiantes y su participación en la asignatura, para ello se estudiaron la influencia de las metodologías en la nota de evaluación y la valoración de los estudiantes. Los resultados indicaron que el aula invertida condujo a una menor procrastinación y aumentó la participación de los estudiantes en asistir a clases y completar actividades. Sin embargo, se observó una alta tasa de absentismo bajo condiciones de aprendizaje virtual, independientemente del método de enseñanza seguido. Los estudiantes expresaron satisfacción con las actividades de aula invertida, indicando que les permitía un enfoque individualizado y respetar su ritmo de aprendizaje. Los comentarios negativos se centraron en la ausencia de interacción para resolver dudas en la fase asíncrona, en contraposición a las clases magistrales donde las dudas se pueden resolver inmediatamente. Aunque no se observan diferencias en las calificaciones entre metodologías, el aula invertida ha resultado satisfactoria, proponiéndose ampliar su uso en cursos posteriores, tras realizar las mejoras pertinentes.
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Derivado de la pandemia y los impactos del Covid-19, así como de la suspensión de actividades según la circular número 4 emitida por la Secretaría General de la Universidad de Guadalajara, donde se informa que a partir del 17 de marzo del año 2020 se suspenden las clases presenciales en toda la red universitaria; por lo que la Universidad de Guadalajara empezó a tomar medidas obligatorias y urgentes para abordar de manera eficiente la enseñanza aprendizaje de los profesores y alumnos, realizando la transformación educativa en la modalidad virtual, organizandose en la capacitación de profesores, incorporando las tecnologías como medio de interacción. A partir de la decisiones en ese momento se convirtió de una modalidad presencial 100% a una modalidad virtual y posteriomente trabajando en una modalidad semipresencial o hibrida. En esta reflexión, se analizará el proceso tan complicado que se llevó y que finalmente nos llevó a descubrir la forma de trabajar con el aula invertida, descubrir las ventajas y en su caso desventajas de trabajar con la nueva modalidad y verificar si este modelo será la nueva tendencia en el futuro de la educación. Esta investigación se aplicó a la licenciatura de Negocios Internacionales a los alumnos que estuvieron a partir del ciclo 2020 A al ciclo 2023 A, con un enfoque mixto que en el aspecto cualitativo se describiera el modelo del aula invertida y en el enfoque cuantitativo abarcar datos tanto de estudiantes como de profesores para determinar las variables de medición, implementando dos cuestionarios como instrumentos, donde su resultado arrojará la percepción de estudiantes y profesores durante este periodo, de esta manera determinar las ventajas y desventajas, así como los retos.
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Background In 2013, a cohort of public health students participated in a ‘flipped’ Environmental and Occupational Health course. Content for the course was delivered through NextGenU.org and active learning activities were carried out during in-class time. This paper reports on the design, implementation, and evaluation of this novel approach. Methods Using mixed-methods, we examined learning experiences and perceptions of the flipped classroom model and assessed changes in students' self-perceived knowledge after participation in the course. We used pre- and post-course surveys to measure changes in self-perceived knowledge. The post-course survey also included items regarding learning experiences and perceptions of the flipped classroom model. We also compared standard course review and examination scores for the 2013 NextGenU/Flipped Classroom students to previous years when the course was taught with a lecture-based model. We conducted a focus group session to gain more in-depth understanding of student learning experiences and perceptions. Results Students reported an increase in knowledge and survey and focus group data revealed positive learning experiences and perceptions of the flipped classroom model. Mean examination scores for the 2013 NextGenU/Flipped classroom students were 88.8% compared to 86.4% for traditional students (2011). On a scale of 1–5 (1 = lowest rank, 5 = highest rank), the mean overall rating for the 2013 NextGenU/Flipped classroom students was 4.7/5 compared to prior years’ overall ratings of 3.7 (2012), 4.3 (2011), 4.1 (2010), and 3.9 (2009). Two key themes emerged from the focus group data: 1) factors influencing positive learning experience (e.g., interactions with students and instructor); and 2) changes in attitudes towards environmental and occupation health (e.g., deepened interest in the field). Conclusion Our results show that integration of the flipped classroom model with online NextGenU courses can be an effective innovation in public health higher education: students achieved similar examination scores, but NextGenU/Flipped classroom students rated their course experience more highly and reported positive learning experiences and an increase in self-perceived knowledge. These results are promising and suggest that this approach warrants further consideration and research.
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An inverted, or flipped, classroom, where content delivery includes video lectures watched outside of the classroom, is a method that can free classroom time for learner-centered activities such as active and problem-based learning. This study compared the effectiveness of an inverted classroom to a traditional classroom in three areas: 1) content coverage; 2) student performance on traditional quizzes and exam problems; and 3) student observations and perception of the inverted classroom format. A control-treatment experiment comparing an inverted classroom to a traditional lecture-style format was used. The results show that: 1) the inverted classroom allowed the instructor to cover more material; 2) students participating in the inverted classroom performed as well or better on comparable quiz and exam questions and on open-ended design problems; and 3) while students initially struggled with the new format, they adapted quickly and found the inverted classroom format to be satisfactory and effective.
Article
Flipped classrooms are an instructional technology trend mostly incorporated in higher education settings, with growing prominence in high school and middle school (Tucker in Leveraging the power of technology to create student-centered classrooms. Corwin, Thousand Oaks, 2012). Flipped classrooms are meant to effectively combine traditional and online education by utilizing both in and out-of-class time. Despite positively reported implications of the flipped classroom instructional strategy, there is a deep shortage of literature and data that demonstrate advantages for student learning outcomes. The purpose of this preliminary study with directions for future investigations was to examine flipped classroom instruction versus a traditional classroom; specifically, an instructional video versus traditional textbook instruction to assess accuracy and mental effort at three levels of mathematical complexity. College-level nursing students who require mathematical mastery were used as a pilot test group in anticipation that this experience could be translated for larger data sets of variable age groups. Results indicated that accuracy increased and mental effort decreased with flipped instruction. Using Sweller’s cognitive load theory and Mayer’s cognitive theory of multimedia learning as theoretical frameworks, this study lends insight into designing effective instruction for learning environments that could benefit from a flipped classroom framework.
Article
This study examines the effect of reducing the seat time of a large lecture chemistry class by two-thirds and conducting it in an active learning classroom rather than a traditional amphitheater. To account for the reduced lecture, didactic content was recorded and posted online for viewing outside of the classroom. A second experimental section, also in a blended and flipped format, was examined the following semester as a replication. To measure student subject-matter learning, we used a standardized multiple-choice exam, and to measure student perceptions of the classroom, we used a validated survey instrument. Our findings demonstrated that in an active learning classroom, student faculty contact could be reduced by two-thirds and students achieved learning outcomes that were at least as good, and in one comparison significantly better than, those in a traditional classroom. Concurrently, student perceptions of the learning environment were improved. This suggests that pedagogically speaking, active learning classrooms, though they seat fewer students per square foot, are actually a more efficient use of physical space.
Article
The inverted classroom is a course design model in which students’ initial contact with new information takes place outside of class meetings, and students spend class time on high-level sense-making activities. The inverted classroom model is so called because it inverts or “flips” the usual classroom design where typically class time is spent on information transfer (usually through lecturing) while most higher-order tasks are done outside the classroom through homework. The inverted classroom model is particularly well-suited for linear algebra, which mixes relatively straightforward mechanical calculation skills with deep and broad conceptual knowledge. In this paper, we discuss how the inverted classroom design can be applied to linear algebra in three modes: as a one-time class design to teach a single topic, as a way to design a recurring series of workshops, and as a way of designing an entire linear algebra course.