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El modelo de Comunidad de Indagación
Darlene González-Miy1
Luz Edith Herrera-Díaz2José Enrique Díaz-Camacho3
Resumen
Uno de los modelos tecno-educativos ampliamente referenciado en la última
década es el Modelo de Comunidad de Indagación (The Community of Inquiry
Framework). Desarrollado por Garrison, Anderson y Archer (2000), este
modelo conceptualiza la creación de una comunidad virtual de aprendizaje,
basada en el constructivismo y la colaboración, en la que sus miembros
aprenden a partir de tres elementos interdependientes: presencia social,
presencia docente y presencia cognitiva. Es un modelo, creado para el entorno
e-learning, que propone un diseño de experiencia educativa efectiva en
ambientes de aprendizaje en línea. Este capítulo conjunta una breve
descripción del modelo y sus fundamentos teóricos, así como una exploración
de su implementación y resultados, de sus limitaciones y potenciales
aplicaciones.
Palabras clave: modelo de comunidad de indagación, comunidades de
aprendizaje, educación virtual, educación y tecnología, e-learning
Introducción
En un entorno de educación virtual se espera que el estudiante desarrolle su
aprendizaje de forma autónoma mediante un sistema de estudio flexible; sin
embargo, es conveniente no perder de vista que en este proceso intervienen
elementos como: disciplina, motivación, organización, autorregulación,
preferencias, hábitos de estudio y estilos de aprendizaje. Por tal razón, es
necesario entender las dinámicas que se dan entre los recursos tecnológicos,
humanos y pedagógicos, así como la perspectiva desde la que se aborda el
aprendizaje dentro de dicho ambiente, es decir, el diseño o modelo educativo a
implementar. En este sentido, el presente reporte tiene como finalidad explicar
los fundamentos, aplicaciones y orientaciones del modelo tecno-educativo
conocido como Comunidad de Indagación (CoI), a través de una sistemática
revisión de investigaciones empíricas, que sirva como referencia a estudiantes,
1 darlene_glez@hotmail.com
2 luherrera@uv.mx
3 joseenriquedc@hotmail.com
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
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docentes, e investigadores interesados en modelos educativos relevantes a
ambientes virtuales.
Con el fin de contribuir a una comprensión más clara, en primer lugar se
explican los dos conceptos claves que conforman la denominación del modelo
CoI: comunidad e indagación. El modelo CoI se enmarca dentro de una
comunidad de aprendizaje en línea, a la que Gairín (2006) refiere como una
agrupación de personas en un proyecto educativo, de aprendizaje cooperativo,
abierto, participativo y flexible. Son tipos de comunidades ligadas al cambio
de paradigma educativo, el cual ha pasado de la transmisión de conocimiento a
su construcción, de un enfoque centrado en el profesor a uno centrado en el
estudiante, y del aprendizaje pasivo a uno más participativo.
En este contexto, las comunidades virtuales de aprendizaje se conforman
como una red de participación, donde se estimula la comunicación, la
contribución de ideas y la socialización de experiencias. Estas llevan a
construir una identidad de pertenencia tanto individual como colectiva, cuyo
producto genera conocimiento para la gestión de problemas. Por su parte,
indagación se concibe como un “proceso de pensamiento crítico y solución de
problemas con base en la generación del método científico que conduce a la
resolución y crecimiento del conocimiento personal y colectivo” (Garrison,
2013, p.11). Se trata de una reflexión profunda y fundamentada que madura
conforme se avanza en la búsqueda de posibles soluciones.
Con estos antecedentes, se puede afirmar que una comunidad de
indagación es la conformación de un grupo de personas con metas en común
respecto a un objetivo de estudio. Los integrantes asumen que la socialización
del conocimiento representa beneficios para el conjunto, por lo que los
alcances en términos de aprendizaje son más efectivos.
Metodología
Los documentos que integran esta revisión de literatura, relativa a los
fundamentos del modelo de Comunidad de Indagación así como a los estudios
empíricos en torno a su implementación, son resultado de un proceso de
selección que comenzó con los términos: community of inquiry, CoI,
educational communities of inquiry, y community of inquiry framework en las
bases de datos Web of Science, Science Direct y Scopus. Se procedió a
discriminar aquellos documentos publicados durante el periodo del 2000 al
2014.
Inicialmente, se localizaron 90 artículos, un journal y un libro dedicados
exclusivamente al modelo CoI, y otro libro relativo a e-learning en general, sin
embargo, sólo se tuvo acceso a uno de los libros, así como al sitio web de los
El modelo de Comunidad de Indagación
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autores del modelo (https://coi.athabascau.ca/), de donde se recuperaron
algunos artículos. El siguiente paso consistió en clasificar los resultados dentro
de las áreas de educación, computación e internet, lo cual redujo a 52 las
fuentes disponibles. A continuación, los artículos se filtraron por el número de
citas registradas en las bases de datos para descartar trabajos con cero citas o
no citados, reduciendo así el número de fuentes a 45. Posteriormente, se
seleccionaron sólo los artículos referentes a la implementación y evaluación,
al origen y fundamentación, omitiendo aquellos trabajos de revisión, reflexión,
crítica y aquellos que abordaran las presencias por separado. A pesar de que
en el libro y en el journal se encontraron numerosos artículos de
implementación, éstos fueron descartados por falta de citas, debido
posiblemente, a su reciente publicación.
El número final fue de 14 artículos, con fechas de publicación entre 2000
y 2011. Este resultado no asume que las aplicaciones del modelo sean
insuficientes, sino que podrían localizarse en disciplinas o criterios diferentes a
los establecidos para esta selección. En el anexo se pueden encontrar las
investigaciones resultantes de esta búsqueda, ordenadas de forma descendente
respecto al número de referencias, así como datos adicionales sobre su
contexto de aplicación.
Descripción del modelo
El modelo CoI plantea que en una experiencia educativa convergen tres
elementos interdependientes: la presencia social, la presencia cognitiva y la
presencia docente, las cuales se manifiestan dentro de un entorno
comunicativo, tal como lo representa gráficamente la Figura 1.
Figura 1. Modelo de Comunidad de Indagación.
Fuente: Garrison, Anderson y Archer (2000). Traducción propia.
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
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Cada una de estas presencias (social, docente y cognitiva) tiene funciones
específicas que contribuyen a la experiencia de aprendizaje y están
constituidas por sus respectivos elementos, roles, y fases; referidos estos tres
como categorías. La presencia social es “la habilidad de los participantes de
una comunidad de indagación para proyectarse social y emocionalmente como
personas reales, a través del medio de comunicación utilizado” (Garrison,
Anderson, y Archer, 2000, p. 89). En otras palabras, se refiere a cómo los
participantes establecen un ambiente de confianza, mediante la demostración
de signos de afectividad, que pueden ser saludos, identificación por sus
nombres, sentido de pertenencia, lo que incentiva la comunicación y genera
una conexión de grupo, como se observa en las categorías de la Figura 2.
Por su parte, la presencia cognitiva se genera a partir de un proceso de
indagación de cuatro fases (ver Figura 2) que a continuación se detallan:
1) Detonación: genera el interés y da paso a la discusión en torno a un
tema generalmente presentado en forma de problema.
2) Exploración: genera ideas dando paso a opiniones, intercambios y
discusiones, busca una aproximación a una explicación.
3) Integración: Promueve al aprendizaje significativo a partir de un cruce
entre la reflexión y el discurso, donde las ideas generadas en las etapas
anteriores cobran sentido.
4) Resolución: consolida el aprendizaje a través de la aplicación del
conocimiento adquirido.
A través de este proceso, y especialmente en las dos últimas fases, se
desarrollan habilidades del pensamiento de orden superior. La presencia
cognitiva es “el grado en que los estudiantes construyen y confirman
significados mediante la reflexión sostenida y el discurso en una comunidad de
indagación” (Garrison et al., 2000, p.89). Es precisamente esta presencia la
que caracteriza el proceso de aprendizaje por indagación en este modelo.
El último componente de esta triada es la presencia docente, definida por
Garrison, Anderson y Archer como “el diseño, facilitación y dirección de los
procesos cognitivos y sociales, con el propósito de lograr resultados valiosos
personal, significativa y educacionalmente” (2000, p.90). La presencia docente
es un puente entre lo cognitivo y lo social, mediante la implementación de
actividades que promueven el estudio independiente y construyen la
comunidad; que exploran el contenido de forma profunda y ofrecen diversas
formas de evaluación formativa respondiendo a necesidades y aspiraciones
individuales y colectivas. En relación a la presencia docente, tal como se
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puede apreciar en la Figura 2, el profesor desempeña tres funciones
primordiales:
planea, estructura y establece los objetivos y estrategias de
aprendizaje, las formas de evaluación, normas de comunicación y
etiqueta;
fomenta la participación, comenta las aportaciones, redirige la
discusión y mantiene el interés de los estudiantes;
dirige a la comunidad, provee retroalimentación y emplea recursos
que generan aprendizaje con base a su criterio de experto en la
disciplina.
Figura. 2. Categorías de la presencia social, cognitiva y docente del modelo CoI.
Fuente: Garrison et al (2000). Traducción propia.
Modelo y teorías de apoyo
El modelo CoI se origina a partir de la Indagación Práctica (Practical Inquiry)
de John Dewey (1938). Su visión de educación progresista proponía un ciclo
para la actividad reflexiva que iniciaba con una fase de pre-reflexión a partir
del planteamiento de un problema, continuaba con la reflexión y concluía con
la resolución satisfactoria o post-reflexión. Como se aprecia en la Figura 3, el
proceso cognitivo comienza en el cuadrante inferior izquierdo (detonación),
siguiendo en dirección ascendente hacia el cuadrante superior izquierdo
(exploración), y desciende por los dos cuadrantes derechos: superior
(integración) e inferior (resolución). Se asume que un proceso cognitivo
completo es aquel que se desarrolla a través de las cuatro etapas y sus
correspondientes fases del pensamiento: acción, percepción, deliberación y
comprensión.
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
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Al mismo tiempo, el modelo CoI se sustenta en el aprendizaje social en
comunidad, el constructivismo social, el aprendizaje colaborativo, el diseño
instruccional y la educación a distancia (Tekiner y Shuford, 2013). Su carácter
constructivista comparte la visión de Vygotsky respecto a la función del
lenguaje y el discurso como un medio de compartir la construcción de
significados
Una visión más reciente es la de Stahl (2010), quien sostiene desde la
teoría de la cognición de grupo, que lo individual y lo grupal no se reducen el
uno al otro. Según el enfoque de la CoI, “el individuo construye conocimiento
y lo confirma colaborativamente mediante el pensamiento crítico y el
discurso” (Garrison, 2013, p. 5). Por su parte, Kennedy y Kennedy (2013)
argumentan que el modelo CoI representa la práctica de una pedagogía
dialógica en un ambiente en línea. Bajo estas premisas, el modelo CoI se
fundamenta en el constructivismo social, el aprendizaje colaborativo y la
educación a distancia.
Figura 3. Modelo Práctico de Indagación.
Fuente: Garrison et al. (2000). Traducción propia.
Trabajos basados en el modelo
Con el objetivo de proveer un panorama de los avances del modelo CoI y su
aportación al aprendizaje en ambientes virtuales, en esta sección se reportan
los hallazgos de investigaciones respecto a su implementación, los resultados y
limitaciones de la misma, así como futuras aplicaciones de este modelo.
El modelo de Comunidad de Indagación
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La presencia docente es central para establecer y mantener la presencia
social y la presencia cognitiva, pues genera un ambiente de confianza,
comunicación abierta y cohesión de grupo. La existencia de las tres presencias
ha sido confirmada y validada cualitativa y cuantitativamente por Garrison,
Cleveland-Innes y Fung (2010). Además, identificaron que cada presencia
requiere mayor estudio para poder confirmar la existencia de otras categorías
dentro de cada una de dichas presencias. Tales investigaciones podrían llevarse
a cabo a través de metodologías cuantitativas que llevaran a comprender mejor
la dimensionalidad y el orden de importancia de cada elemento de la presencia
social a lo largo del curso y, para apreciar su relación con los roles de la
presencia docente y con las fases de la presencia cognitiva.
Por su parte, Arbaugh et al. (2008) desarrollaron una encuesta de 34
ítems como un instrumento fiable para la medición de la presencia social,
cognitiva y docente del modelo. La verificación empírica de los elementos que
conforman CoI, sugiere que es un modelo eficaz para explicar la efectividad
del aprendizaje en línea y plantea considerar el efecto de factores como el
sistema de administración del curso, aspectos disciplinarios, número y
variedad de tareas (Arbaugh, 2008).
Stodel, Thompson y MacDonald (2006) encontraron que en la presencia
cognitiva los estudiantes se ven atraídos a explorar cuestiones que les
provocan interés. En cuanto a la presencia social, se observa desmotivación
cuando en los foros solo existe un diálogo social pero un bajo nivel de
intercambio de información. En lo que respecta a la presencia docente, los
estudiantes perciben poco aprovechamiento de la experiencia del docente para
su aprendizaje. También se evidencia que existe añoranza por actividades
sincrónicas y cara a cara, aun cuando la elección de modalidad en línea se hace
de forma consciente, lo que convoca a examinar las perspectivas de los
aprendices que prefieren actividades sincrónicas de los que no, así como el rol
del género, cultura y grupo étnico en los estilos de aprendizaje.
Aunque el CoI originalmente se compone de tres presencias esenciales,
Shea y Bidjerano (2010) proponen integrar una cuarta presencia: la presencia
del aprendizaje, como un constructo teórico nuevo al modelo, que dirija los
efectos de la presencia docente y presencia social dentro de la presencia
cognitiva, mediante la auto eficiencia. Deben considerarse los roles
estratégicos de aprendizaje de los estudiantes, así como los factores
motivación y de autorregulación que moldean la experiencia individual en el
ambiente virtual.
Dado que el CoI existe en un medio tecnológico, está supeditado al
surgimiento de nuevas tecnologías. En este sentido, Lambert y Fisher (2013),
empleando Skype, wikis, blogs y presentaciones en línea, a diferencia del
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modelo original enfocado en la comunicación oral y textual asincrónica,
incorporaron los tres elementos del modelo CoI, especialmente la presencia
docente. Su trabajo reveló que los estudiantes participan en la comunidad
aunque no se sienten atraídos a trabajar colaborativamente. Otros, por el
contrario, se sienten incómodos expresándose en ambientes en línea, por lo
que proponen explorar el uso de tecnologías que simulen el escenario cara a
cara; investigar el efecto de la habilidad técnica del estudiante para colaborar,
comunicarse y crear sentido de comunidad; examinando si los estudiantes
perciben la presencia docente como positiva o negativa en relación a las otras
dos.
Una implementación más del modelo CoI y las nuevas tecnologías se ha
llevado a cabo dentro del ambiente virtual multi-usuario Second Life.
Burguess, Slate, Rojas-LeBouef y LaPrairie (2010) lograron identificar
estadísticamente las tres presencias. Sin embargo, admiten que el perfil de los
participantes y su avanzada habilidad tecnológica podrían haber tenido un
efecto en el desarrollo de la actividad. Esto hace necesario replicar el estudio
en otras disciplinas y con estudiantes de diferentes niveles y destrezas
tecnológicas.
La naturaleza de la disciplina es un factor a considerar en el CoI.
Arbaugh, Bangert y Cleveland-Innes (2010) han aportado evidencia de que
este modelo es más efectivo en disciplinas como educación, salud y negocios,
lo cual abre la posibilidad de explorar su implementación en áreas diferentes.
Asimismo, los niveles de presencia social, cognitiva y docente han sido
evaluados únicamente en cursos independientes, lo que proyecta la
oportunidad de investigar su efecto en programas educativos completos
(Kumar, Dawson, Black, Cavanaugh y Sessums, 2011). Otro aspecto que
pudiese resultar de interés es conocer la forma en que la presencia social y la
presencia cognitiva se desarrollan, no solo al interior de la comunidad, sino al
exterior de la institución educativa. Es decir, cuando los participantes se
relacionan con organizaciones y con colegas de sus propias disciplinas, en
programas que demandan prácticas profesionales y a nivel doctoral.
Una etapa más reciente del modelo CoI explora su implementación en
contextos educativos híbridos (blended) y aporta nuevos datos en cuanto a que
los estudiantes se centran en la discusión después de establecer la presencia
social. Una mayor presencia social y presencia docente incrementan las
aportaciones de los estudiantes en una discusión. De forma similar, el diseño y
la organización en la presencia docente, así como la comunicación abierta en
la presencia social muestran correlación con el contexto de aprendizaje. Se
presume que estudios de caso longitudinales en diferentes situaciones y con
participantes de otras nacionalidades, en los que se analicen las interacciones
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durante el aprendizaje de un idioma, aportarán datos sólidos para reforzar la
aplicación del modelo (Goda y Yamada, 2013).
A diferencia de la modalidad en línea, una forma híbrida reduce el
tiempo requerido para desarrollar cohesión de grupo; promueve niveles más
altos de indagación al llegar a las fases de integración y resolución y
proporciona mayor satisfacción debido a las múltiples formas de
comunicación. Aun así, se requieren estudios con muestras más grandes para
examinar factores externos (características de los estudiantes, formación del
instructor y recursos de aprendizaje). Además, se sugiere comparar los
estudios llevados a cabo en entornos virtuales con los que se realicen en
entornos presenciales, mediante el análisis de discusiones e interacciones de la
misma naturaleza y con estudiantes que conocen el modelo CoI y con aquellos
para los que resulta nuevo (Akyol, Garrison y Ozden, 2009).
Conclusiones
Recapitulando, se puede decir que, con el propósito de revelar su origen,
trayectoria, utilidad y hallazgos relativos al modelo CoI, las investigaciones
revisadas en este trabajo han desplegado una perspectiva general en torno al
modelo y a su implementación en diversos contextos.
Los estudios han demostrado cualitativa y cuantitativamente la existencia
de las presencias social, docente y cognitiva en una Comunidad de Indagación.
Incluso, sugieren que otras dimensiones y presencias podrían manifestarse en
distintos momentos dentro de un curso, para lo cual se requiere mayor
exploración. Siendo que estos estudios se han llevado a cabo principalmente
en instituciones de Norteamérica, se vislumbra la oportunidad de realizar
estudios en contextos con diferentes culturas, grupos étnicos, perfiles,
habilidades tecnológicas y estilos de aprendizaje.
Comprobar la efectividad del modelo CoI en diversas disciplinas, en
ambientes de aprendizaje en línea e híbridos, con diferentes actividades, tareas
o proyectos propios de cada área de conocimiento, podría ser una veta de
oportunidad para su exploración.
En virtud del avance tecnológico, los modelos tecno-educativos seguirán
emergiendo y evolucionando hacia formas innovadoras con el fin de hacer más
eficiente, pertinente y relevante el proceso de aprendizaje. Sin embargo, es
oportuno no perder de vista que se requiere un fundamento pedagógico que
respalde tales modelos para así garantizar el éxito de una experiencia educativa
en entornos virtuales.
Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
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Los Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI
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ANEXO. Resumen de estudios revisados
Proyecto
Abordaje
Participantes
Contexto de
aplicación
Herramientas
tecnológicas
usadas
Arbaugh et
al. (2008)
Cuantitativo
287 estudiantes Educación
y Negocios, 4 universidades
de E.U. y Canadá.
Educación
superior
N/D
Garrison et
al. (2010)
Mixto
205 estudiantes de 4
universidades de E.U. y
Canadá.
Educación
Superior
N/D
Stodel et al.
(2006)
Cualitativo
23 estudiantes maestría en
Educación, presencial y en
línea, universidad en
Canadá.
Educación
superior
WebCT
Shea y
Bidjerano
(2010)
Cuantitativo
3165 estudiantes de cursos
en línea e híbridos de 42
instituciones en el estado de
Nueva York.
Educación
superior
N/D
Arbaugh
(2008)
Cuantitativo
55 estudiantes maestría en
administración en línea
universidad E.U.
Educación
superior
Blackboard
Desire to
Learn (D2L)
Arbaugh et
al. (2010)
Mixto
1173 estudiantes
universidad de E.U. y 409
estudiantes de maestría en
administración.
Educación
superior
WebCT y
D2L (Desire
to Learn)
Burguess et
al. (2010)
Cuantitativo
10 estudiantes de
tecnología instruccional, en
línea, universidad en Texas.
Educación
superior
Avatar en
Second Life
(MUVE)
Akyol et al.
(2009)
Mixto
Estudiantes de programas de
maestría, 16 en modalidad
en línea y 12 en híbrida.
Educación
superior
Elluminate
Kumar et al.
(2011)
Mixto
16 estudiantes de doctorado
en educación de la
Universidad de Florida
Educación
superior
Moodle
Elluminate
Google
groups
Goda y
Yamada
(2013)
Cuantitativo
42 estudiantes de inglés,
Kumamoto University, con
mínimas habilidades
computacionales.
Educación
superior
Blackboard
Lambert y
Fisher (2013)
Mixto
15 estudiantes Tecnología
Educativa de maestría y
doctorado.
Educación
superior
Wiki
Correo
electrónico
Skype
Trello
Google Docs