La investidura de sentido de la política contemporánea se lleva a cabo bajo el signo de la comunicación. Así, la política se presenta bajo la apariencia socialmente necesaria de la circulación de información, el código operacional o el contacto mediático, al mismo tiempo que la comunicación política se desemantiza, formaliza e instrumentaliza. Se trata de un modo de neutralización de la política
... [Show full abstract] basado en cierta autodistinción del referente político, que nos enfrenta a la suspensión de su sentido y al vaciado del significante político. Semejante neutralización del sentido de la política consuma cierta autosupresión de lo político, que ha caracterizado a ese orden político-discursivo occidental centrado en la palabra, en el orden de la representación y en el entendimiento discursivo. Pero, más allá de toda mistificación de lo político como comunicación o entendimiento en el logos, nos vemos invocados a rescatar las semio-políticas de la voz y a escuchar los clamores colectivos, la agencia vocal soberana de los actores sociales, así como las formas de violencia simbólica asociadas a la apropiación de la voz.