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Anovulación y disfunción ovulatoria e infertilidad

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La anovulación crónica es una de las alteraciones más frecuentes que ven los ginecólogos en la consulta. Ciclos menstruales irregulares, sangrados uterinos anormales, amenorrea e infertilidad son los síntomas clínicos más frecuentemente observados. El objetivo principal en la evaluación de estas pacientes es identificar la causa que está provocando la anovulación crónica. Para propósitos de esta revisión, las causas potenciales se han agrupado en: a) amenorreas hipotalámicas, b) Anovulación crónica funcional, c) Síndrome de ovario poliquístico, d) hiperprolactinemia, e) Disfunción tiroídea, f) Falla ovárica prematura. El tratamiento está enfocado en corregir la condición que pueda estar causando el problema, optimizar la calidad de vida de la paciente y su salud, y reestablecer ciclos normales o inducir la ovulación si es que fuera necesario. Respecto a este último punto, los diferentes medicamentos y protocolos más comúnmente usados para inducción de la ovulación se analizan en detalle.
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[REV. MED. CLIN. CONDES - 2010; 21(3) 377 - 386]
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RESUMEN
La anovulación crónica es una de las alteraciones más frecuen-
tes que ven los ginecólogos en la consulta. Ciclos menstruales
irregulares, sangrados uterinos anormales, amenorrea e infer-
tilidad son los síntomas clínicos más frecuentemente observa-
dos.
El objetivo principal en la evaluación de estas pacientes es iden-
tificar la causa que está provocando la anovulación crónica.
Para propósitos de esta revisión, las causas potenciales se han
agrupado en: a) amenorreas hipotalámicas, b) Anovulación cró-
nica funcional, c) Síndrome de ovario poliquístico, d) hiperpro-
lactinemia, e) Disfunción tiroídea, f) Falla ovárica prematura.
El tratamiento está enfocado en corregir la condición que pue-
da estar causando el problema, optimizar la calidad de vida de
la paciente y su salud, y reestablecer ciclos normales o inducir
la ovulación si es que fuera necesario. Respecto a este último
punto, los diferentes medicamentos y protocolos más común-
mente usados para inducción de la ovulación se analizan en
detalle.
Palabras clave: Anovulación crónica, amenorrea, inducción de
la ovulación.
SUMMARY
Chronic anovulation is one of the most frequent disorders
seen by gynaecologists. Irregular cycles, abnormal uterine
bleeding, amenorrhea and infertility are the most common
clinical symptoms. The main target during the evaluation of
these patients is to identify the disorders that cause chronic
anovulation. For the purpose of this review, the potential causes
have been grouped as follows: a) Hypothalamic amenorrhea,
b) Hypothalamic functional anovulation, c) Polycystic ovary
syndrome (PCO), d)Hyperprolactinemia, e) Thyroid dysfunction
and f) Premature ovarian failure.The treatment of this condition
aims to correct any underlying disorder, to optimize the patient´s
health and, to re-establish normal cycles or to induce regular
ovulation, if required. With respect to the latter, the different
drugs and protocols most commonly used for ovulation
induction are reviewed in detail.
Keywords: Chronic anovulation, amenorrhea, ovulation
induction.
INTRODUCCIÓN
Los ciclos regulares son un aspecto de normalidad en aquellas mujeres en
edad reproductiva e indican que el eje hipotálamo-hipófisis-ovario está in-
tacto, produciéndose así la ovulación y la menstruación en forma regular.
La anovulación crónica es uno de los problemas más frecuentes con que
pueden encontrarse los ginecólogos hoy en día en su práctica diaria (1).
Las pacientes pueden presentarse con oligomenorrea o amenorrea, pre-
sentando en la mayoría de los casos ciclos anovulatorios, lo cual dismi-
nuye en forma significativa su eficiencia reproductiva. Es por esto que, si
la menstruación desaparece o se torna irregular, hará que rápidamente
la paciente consulte a un especialista (2). Ocasionalmente las pacientes
consultan por metrorragia disfuncional, debido a patología endometrial
derivada de la anovulación.
La prevalencia de amenorrea no atribuible al embarazo varía entre un 3%
a 4% (3). Si bien la lista de las causas potenciales de amenorrea y/o ano-
vulación crónica es extremadamente larga, en la mayoría de los casos se
deben a seis condiciones especiales: amenorreas hipotalámicas, anovula-
ción hipotalámica funcional, Síndrome de Ovario Poliquístico, hiperprolac-
tinemia, alteraciones tiroídeas y falla ovárica prematura.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha resumido las causas de
amenorrea en 3 grandes grupos:
Grupo I: No hay evidencias de producción endógena de estrógenos,
hay niveles normales o bajos de hormona folículo estimulante (FSH), hay
niveles normales de Prolactina (PRL) y no hay evidencia de lesiones a nivel
del eje hipotálamo-hipófisis (Hipogonadotrofismo).
Grupo II: hay evidencias de producción endógena de estrógenos y nive-
les normales de FSH y PRL ( Normogonadotrofismo).
Grupo III, con niveles elevados de FSH, lo que indica una falla ovárica
(Hipergonadotrofismo).
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FISIOPATOLOGÍA
Para lograr comprender el problema de la anovulación y de las disfun-
ciones ovulatorias es importante entender los diferentes mecanismos que
logran producir una ovulación normal, centrándose principalmente en el
eje Hipotálamo-Hipófisis-Ovario.
A nivel de las neuronas del Núcleo Arcuato del Hipotálamo, cada 60 a 90
minutos se producen pulsos liberadores de la Hormona Liberadora de Gona-
dotrofinas (GnRH), la cual se dirige hacia la Hipófisis anterior a través del sis-
tema portal de la eminencia media, modulando la producción de la Hormona
Luteinizante (LH) y de FSH. La amplitud y frecuencia de los pulsos de GnRH
son críticos para el normal funcionamiento del eje. La variación en la frecuen-
cia de los pulsos de GnRH son regulados en parte, por un feedback con los
esteroides gonadales. El Estradiol, aumenta la frecuencia de los pulsos, así
como la progesterona disminuye la pulsatilidad (4). La señal estrogénica a
nivel de las neuronas es crítica tanto para suprimir la secreción de FSH y LH,
así como para coordinar el pico de LH que ocurre antes de la ovulación (5).
La pulsatilidad de GnRH también es modulada por la acción local de otros
neurotransmisores. Es así como la Norepinefrina estimula su secreción, y la
dopamina, ß-Endorfina y opioides la inhiben (6).
Se ha demostrado, que una disminución en la frecuencia de los pulsos
produce amenorrea, debido a una estimulación inadecuada de la hipófisis.
Además, una frecuencia aumentada de los pulsos o una exposición cons-
tante de GnRH también produce anovulación, debido a una disminución
en la expresión del receptor de GnRH producto de un feed back negativo,
inhibiéndose así la secreción de Gonadotrofinas (7).
Respecto a la falla ovárica prematura, se produce un depleción prematura
de los folículos ováricos, generándose así un estado de hipogonadismo-
hipergonodotrófico, es decir, existe una elevación importante de gonado-
trofinas debido a una falta en el feed back negativo de los estrógenos.
ETIOLOGÍA
Anovulación de causa Hipotálamo-Hipofisiaria
La producción de GnRH a nivel de las neuronas del Núcleo Arcuato del Hipo-
tálamo y su secreción pulsátil, son responsables de la producción y secreción
de FSH y LH desde la hipófisis. La amplitud y frecuencia de los pulsos de
GnRH son críticos para el normal funcionamiento del eje (8). Variaciones en
los pulsos de GnRH son modulados, en parte, por un sistema de retroalimen-
tación o feedback con los esteroides gonadales. Neuromoduladores locales,
como la norepinefrina, la dopamina y las β-endorfinas, juegan un papel fun-
damental en la acción de estos esteroides a este nivel (4).
Cualquier alteración que pueda interferir la secreción de GnRH a nivel
hipotalámico o en la liberación de la gonadotrofinas a nivel hipofisiario,
puede producir anovulación de causa hipotálamo-hipofisiaria.
Hipogonadismo Hipogonadotrófico (Grupo I OMS) (Hipogonado-
trofismo)
El hipogonadismo hipogonadotrófico debe sospecharse cuando la concen-
tración de las gonadotrofinas es baja (en general menos de 5 IU/L), asocia-
do a una baja de las concentraciones de estrógenos sistémicos. En estos
casos, la alteración puede ocurrir a nivel de hipófisis o hipotálamo.
La supresión en la producción o la alteración en la pulsatilidad de secre-
ción de la GnRH puede observarse en los casos de estrés excesivo y de
alteraciones alimentarias, como son la anorexia o bulimia nerviosa. Una
producción excesiva de corticoides, los altos niveles endógenos de neu-
ropéptido Y de endorfinas juegan un rol importante en la supresión de
la actividad de la GnRH y se relacionan con un alto estrés psicológico y
trastornos alimentarios (4).
Existen además, muchas causas genéticas o neuroanatómicas menos fre-
cuentes que pueden simular una anovulación crónica de origen hipotá-
lamo-hipofisiario tales como el Síndrome de silla turca vacía, Síndrome
de Cushing, Acromegalia, tumores pituitarios, Síndrome de Sheehan, Sar-
coidosis, Histiocitosis, Tuberculosis. La causa más frecuente del hipogona-
dismo hipogonodotrófico congénito es el Síndrome de Kallman, que se
asocia además con anosmia (1).
Causas adquiridas también que pueden causar hipogonadismo hipogonado-
trófico, como el craneofaringioma, traumas que comprometan la zona hipotá-
lamo-hipofisiaria, la radioterapia, enfermedades sistémicas como la Diabetes
Mellitus, insuficiencia renal crónica, falla hepática y otras fallas multisistémi-
cas.
Condiciones clínicas asociadas a anovulación dentro del Grupo I
OMS: (Hipogonadotrofismo)
Anovulación asociada al peso corporal
Un índice de masa corporal menor a 20 kg/m
2
es anormal. El tejido graso
parece ser un componente crítico en la mantención de ciclos ovulatorios, es-
timándose que para una mujer normal el tejido graso debiera comprometer
por lo menos un 22% de su peso total (9). La anorexia nerviosa y/o bulimia
se relacionan entre un 15%-30% con anovulación crónica o amenorrea.
La asociación entre nutrición y ovulación se debe a la secreción de leptinas
por las células grasas, las cuales regulan la producción a nivel central de un
neurotransmisor llamado Neuropéptido Y. Este neuropéptido estimula el
apetito, controla la actividad de la GnRH, de la hormona adrenocorticotró-
fica (ACTH) y del la hormona estimuladora del tiroides (TSH), modificando
el metabolismo y la respuesta al estrés. En pacientes con anorexia nerviosa
existen niveles de Leptinas bajos, produciéndose un aumento en la activi-
dad de Neuropéptido Y, con aumento en la secreción de ACTH y cortisol
plasmático, una baja en la TSH y tiroxina circulante. Si la paciente gana
peso nuevamente se produce una disminución en la actividad del Neuro-
péptido Y, normalizándose la producción de las hormonas antes descritas,
reestableciéndose así la ovulación (10).
Anovulación relacionada con el ejercicio
Las pacientes que realizan entrenamiento deportivo intenso pueden pre-
sentar retraso en la menarquia, disfunción de la fase lútea y alteraciones
menstruales en hasta un 20% de los casos, principalmente oligomenorrea
o amenorrea. La intensidad, duración y tipo de deporte realizado determi-
na la severidad de la enfermedad (11). Las principales causas de la ano-
vulación relacionada derivada del ejercicio son la baja cantidad de tejido
graso, el estrés psicológico, la alimentación insuficiente y el cambio del
tejido graso por tejido muscular (9).
Anovulación por enfermedades sistémicas
Algunas enfermedades crónicas pueden producir anovulación y alteracio-
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[ANOVULACIÓN Y DISFUNCIÓN OVULATORIA E INFERTILIDAD - DR. AMIRAM MAGENDZO N.]
nes menstruales debido al compromiso del estado general producido por
la enfermedad, la pérdida de peso o los efectos de la enfermedad a nivel
del eje hipotálamo-hipofisiario.
Algunas enfermedades crónicas pueden afectar la función gonadal direc-
tamente. Así, las mujeres con insuficiencia renal crónica presentan una
elevación mantenida de la LH debido a una disminución de la filtración
glomerular a nivel renal. Igualmente, la PRL se encuentra elevada, al no
tener una inhibición por parte de la dopamina. Por otra parte las enfer-
medades hepáticas crónicas modifican los niveles normales del transpor-
tador de hormonas sexuales, aumentando los niveles de hormona libre,
alterando con ello los mecanismos normales de retroalimentación en el eje
hipotálamo-hipófisis-ovario (10).
Disfunción Hipotálamo-Hipofisiaria (Grupo II OMS) (Normogo-
nadotrofismo)
Anovulación Hipotalámica Funcional
La Anovulación hipotalámica funcional se caracteriza por una deficiencia
estrogénica leve, asociado a niveles normales o bajos de gonadotrofinas,
sin tener una causa genética o anatómica identificable (1). Respecto a la
fisiopatología, se caracteriza por una disminución en la secreción pulsátil
de GnRH y una considerable variación en la amplitud y frecuencia de los
pulsos de LH. Una serie de factores y/o una combinación de ellos tales
como malnutrición o restricción calórica, depresión, estrés, gasto excesivo
de energía, medicamentos tales como sedativos, antidepresivos, estimu-
lantes y antipsicóticos, pueden ser el punto de partida de una anovula-
ción hipotalámica funcional (12). El estrés físico y emocional, producen
un aumento en la Hormona liberadora de corticotrofina (CRH), Hormona
adrenocorticotrópica (ACTH), cortisol, prolactina, oxitocina, vasopresina,
epinefrina, norepinefrina, las cuales tiene un rol importante en la secreción
de GnRH y gonadotrofinas (13).
Es importante recalcar que su diagnóstico es de exclusión, por lo que una
evaluación diagnóstica meticulosa debe de realizarse, antes de certificar el
diagnóstico. Estas pacientes normalmente se presentan con amenorreas
secundarias, sin evidencias de una patología orgánica evidente. Son pa-
cientes generalmente de peso normal a delgado, con múltiples actividades
diarias y/o trabajos muy estresantes, y mucha presión social.
Presentan características sexuales secundarias normales, con signos de hi-
poestrogenismo leve tales como disminución en los pliegues vaginales, au-
sencia de moco cervical, útero de tamaño normal o levemente disminuido,
y sin presencia de bochornos como ocurre en la falla ovárica prematura.
Síndrome de Ovario Poliquístico
El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es uno de los problemas endocri-
nológicos más frecuentes que existen hoy en día. Afecta entre un 5-10%
de las mujeres en edad reproductiva y es el responsable de aproximada-
mente el 80% de la infertilidad por anovulación. Es una condición hete-
rogénea, en la cual su causa parece ser multifactorial y con varios genes
involucrados. Los problemas mayores relacionados con el SOP son la ano-
vulación, los ciclos irregulares, la dificultad en controlar el peso (tendencia
al sobrepeso/obesidad), el acné y aumento del pelo en áreas no deseadas
como cara y resto el cuerpo (14). El SOP es una de las grandes causas de
infertilidad, afectando en hasta un 20% de las parejas que consultan. Su
diagnóstico no es sólo importante por sus consecuencias a corto plazo,
sino también por sus consecuencias a largo plazo, pudiendo desarrollar
estas pacientes problemas cardiovasculares o Diabetes Mellitus 2. No to-
das las pacientes con SOP experimentan todos los síntomas y, más aún, los
síntomas pueden cambiar a lo largo de la vida.
Los ovarios poliquísticos llevan este nombre porque contienen muchos fo-
lículos pequeños que han empezado a crecer, pero que no logran llegar al
estado de madurez. En la ecografía se observa una imagen característica,
en la cual se observan al menos 12 folículos con diámetros de entre 2 y 9
mm que se ubican principalmente en la periferia de los ovarios. Además,
los ovarios se encuentran aumentados de tamaño, con la zona central (es-
troma) engrosada.
Para el diagnóstico, el SOP es definido por la presencia de al menos dos de
los siguientes hallazgos:
a) Signos o síntomas de hiperandrogenismo: aumento de pelos en
cara y/o resto del cuerpo, pérdida del pelo de la cabeza, acné o niveles
aumentados de testosterona en la sangre (en ausencia de otra causa que
la aumente).
b) Ciclos irregulares o ausencia de estos (amenorrea).
c) Ovarios poliquísticos en la ecografía.
Existen múltiples factores que pueden afectar la expresión de la enferme-
dad. Un alza en el peso corporal puede agravar los síntomas, producién-
dose una mayor tendencia a la anovulación. Un índice de masa corporal
aumentado se correlaciona directamente con una mayor alteración de los
ciclos e infertilidad. Por el contrario, una baja de peso importante puede
aminorar los síntomas, sobre todo si se asocia a ejercicio regular, lo que
hace mejorar el perfil metabólico de la paciente (15).
En un 40% de las pacientes con SOP se observa una hipersecreción de
LH, la cual está asociada a un peor pronóstico reproductivo y a una mayor
probabilidad de aborto, posiblemente por un afecto adverso de la LH en
la maduración ovocitaria (16). Por otra parte, el aumento en la producción
de insulina puede verse en hasta un 50-70% de las pacientes con SOP y
es independiente del peso corporal de la paciente. Éste puede estimular en
el estroma ovárico la sobreproducción de andrógenos, afectando en forma
adversa el desarrollo normal y crecimiento de los folículos y, posiblemente,
inhibiendo la apoptosis folicular, permitiendo así la sobrevivencia de folí-
culos destinados a la atresia. Esto, a su vez, hace que los ovarios tengan un
aspecto poliquístico característico a la ecografía.
Hiperprolactinemia
La hiperprolactinemia produce una alteración en la secreción de GnRH, lo
que produce alteraciones que varían desde la disfunción ovulatoria con in-
suficiencia lútea con oligomenorrea a la amenorrea. Si se encuentra en una
paciente una hiperprolactinemia sobre 50 mU/L, debe solicitarse imágenes
de la silla turca, como una tomografía axial computarizada (TAC) o, ideal-
mente, una Resonancia Nuclear Magnética (RNM). La hiperprolactinemia
puede ser consecuencia de un adenoma pituitario secretor de prolactina
o de un tumor de otro origen, como el craneofaringioma, que debido a su
tamaño, puede producir una desconexión de la región hipotálamo - hipófi-
491
sis y, con ello, una falla en la inhibición de la producción de prolactina por
la parte de la Dopamina.
Otras causa de hiperprolactinemia puede ser el hipotiroidismo, el Síndrome
de Ovario Poliquístico y algunas drogas como los inhibidores selectivos de
la recapturación de serotoninas, fenotiazidas antagonistas de dopamina,
metoclopramida (17).
Los microprolactinomas se asocian con una moderada elevación de la pro-
lactina y raramente se ven representados en una radiografía de silla turca.
Los macroprolactinomas (> 1 cm) pueden verse en la radiografía como
un agrandamiento asimétrico de la fosa pituitaria, con un doble contorno
de su piso y una erosión en el receso clinoide. La TAC y la RNM de silla
turca han permitido investigar con mayor detalle la extensión supraselar y
compresión del quiasma óptico por los tumores hipofisiarios, así como la
invasión del seno cavernoso (17).
Los niveles plasmáticos de prolactina se correlacionan muy bien con el
tamaño tumoral, por lo que a mayores niveles circulantes, mayor tamaño
tumoral debería encontrarse en una RNM. En contraste a esto, un gran tu-
mor observado en una RNM, con valores plasmáticos de prolactina leve a
moderadamente elevados, deben hacer sospechar de un tumor compresivo
la región hipotálamo hipofisiaria (18).
Trastornos Tiroideos
Disfunciones tiroideas se asocian frecuentemente a alteraciones menstrua-
les y anovulación. Su incidencia en mujeres en edad fértil varía entre un
2.3-5.1% (19).
El Hipertiroidismo se manifiesta principalmente con oligomenorrea, la
que puede progresar a amenorrea en donde se produce una elevación
importante de la LH y FSH, pérdida del pico de LH a mitad del ciclo, con la
consecuente anovulación y niveles de progesterona bajo (19). La etiología
más frecuente es la enfermedad de Graves. El exceso de hormona tiroidea
produce un aumento en la globulina transportadora de hormonas sexuales
(SHBG), estradiol circulante y testosterona (20).
El Hipotiroidismo se caracteriza por producir polimenorrea, oligomenorrea y
anovulación. Rara vez causa amenorrea (21). La incidencia en mujeres infér-
tiles de hipotiroidismo subclínico es de 3.8%, en comparación con aquellas
en que se suma una disfunción ovulatoria en donde la incidencia llega hasta
11.3% (20). El hipotiroidismo puede ser por una falla tiroidea primaria o
secundaria, autoinmune (Hashimoto), tiroiditis, secundaria a una ablación
tiroidea por enfermedad de Graves, deficiencia de yodo (22). Pacientes con
hipotiroidismo presentan niveles reducidos de SHBG, reduciendo así los ni-
veles circulantes de estrógenos y testosterona, así como los niveles de FSH
y LH (20). El hipotiroidismo puede presentar una aumento de la hormona
liberadora de tirotropina (TRH) la que aumenta los niveles de TSH así como
de Prolactina (20). Galactorrea puede estar presente en 1-3% de las pacien-
tes, así como la pituitaria puede estar aumentada de tamaño (23).
Falla Ovárica Prematura (Grupo III OMS) (Hipogonadotrofismo)
La falla ovárica prematura, definida como una depleción en los folículos ová-
ricos antes de los 40 años, es un estado de hipogonadismo–hipergonadotró-
fico. Su incidencia en mujeres menores de 40 años es de 1% (24). La mayoría
de estas pacientes presentan una pubertad normal, seguido de un período
variable de ciclos normales, terminando en amenorrea u oligomenorrea (25).
Dentro de la historia clínica y examen físico se pueden observar síntomas y
signos evidentes de deficiencia estrogénica, como bochornos o atrofia uro-
genital. La sintomatología puede variar y va a depender de cuán rápido se
produzca la desaparición folicular (25). Una FSH elevada > 40 IU/l medida en
2 ocasiones certifica el diagnóstico. Si bien, la mayoría de las veces no existe
una etiología clara, probablemente, estas pacientes presentan una alteración
genética que provoca una depleción acelerada de los folículos (24). También
se ha asociado a alteraciones autoinmunes tales como Addison, Diabetes
mellitus e Hipotiroidismo. Algunas de estas pacientes pueden presentar
alteraciones cromosómicas específicas ligadas a los cromosomas sexuales
tales como la Trisomía X con o sin mosaicismo, Sindrome de X frágil, Disge-
nesias gonadales como el Síndrome de Turner. Más rara vez puede asociarse
a déficit enzimáticos como deficiencia de la 17α hidroxilasa, galactosemia,
deficiencia de la 20, 22 liasa y aromatasa (26).
Menos frecuentemente, una falla ovárica prematura, puede ser secundaria
a un proceso autoinmune, asociado a síndromes poliendocrinos autoinmu-
nes. Otras causas secundarias son los tratamientos con quimioterapia o
radioterapia, las cirugías extensas sobre los ovarios, y las infecciones como
la parotiditis.
Debido a la importancia e implicancia futura de este diagnóstico para la
paciente, deben ser evaluadas y asesoradas por un equipo multidisciplina-
rio que incluya ginecólogo, genetista y psicólogo.
EVALUACIÓN CLÍNICA
Una buena historia clínica, asociado a un examen físico minucioso, son
imprescindibles par
a orientarnos en el diagnóstico. Estas pacientes pueden
presentar amenorrea secundaria, oligomenorrea o episodios irregulares de
sangramiento uterino excesivo. Por supuesto, la infertilidad es una causa
primaria de consulta muy frecuente (27). Cuando se observa hirsutismo,
este signo puede orientar a un aumento en la secreción de testosterona.
Si lo anterior se asocia un aumento de peso importante y resistencia a
la insulina, se puede sospechar que se trata de un Síndrome de Ovario
Poliquístico. Muchas de estas pacientes anovulatorias pueden tener una
disminución en la producción de estrógeno, lo que sugerirá una falla hipo-
talámica - hipofisiaria o una falla ovárica prematura.
TRATAMIENTO
La base del tratamiento en los casos de anovulación crónica está en tra-
tar la causa primaria que está provocando la disfunción ovulatoria.
Si al
corregir la causa primaria, aun persisten las alteraciones del ciclo, estará
indicada la inducción de la ovulación.
Hipogonadismo hipogonadotrófico
El tratamiento, como dijimos anteriormente, se basa en tratar la causa pri-
maria que está provocando una disfunción ovulatoria a nivel del sistema
hipotálamo-hipofisiario. Muchas de estas pacientes recuperan su ciclici-
dad, modificando nada más que su sistema de vida cotidiana, sin nece-
sidad del uso de medicamentos (9). Aquellas pacientes con anorexia y/o
bulimia, deberán tratar su enfermedad de base con psicoterapia y terapia
grupal, y regularizar su peso corporal, con lo que podrán empezar a ovular
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2010; 21(3) 377 - 386]
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[ANOVULACIÓN Y DISFUNCIÓN OVULATORIA E INFERTILIDAD - DR. AMIRAM MAGENDZO N.]
en forma espontánea. Pacientes deportistas extremas, deberán disminuir
su entrenamiento, modificar su estilo de alimentación y tratar de aumentar
en parte su tejido graso.
El manejo de pacientes con enfermedades sistémicas que producen anovu-
lación está orientado principalmente a su enfermedad de base y prevenir
complicaciones generales debido a la deficiencia de estrógenos. Una eva-
luación multidisciplinaria será de vital importancia para analizar el riesgo
de exponer a esa paciente a un embarazo. Si la paciente está compensada
desde el punto de vista médico, podrá exponerse a embarazo en forma
espontánea si es que sus ciclos se regularizaron, o deberá someterse a
inducción de la ovulación si es que persiste con disfunción ovulatoria.
En casos de falla del eje hipotálamo-hipofisiario, en donde independiente
del diagnóstico, no se logrará una producción de gonadotrofinas endóge-
nas, la inducción de ovulación por medio de gonadotrofinas exógenas está
indicada (tema desarrollado con mayor detalle a continuación).
Anovulación hipotalámica funcional
El tratamiento de las pacientes con anovulación hipotalámica funcional,
estará enfocado a distinguir la causa principal que está provocando esta
alteración en la ovulación. Mejorar la alimentación, tratar de disminuir el
estrés cotidiano y laboral, e identificar posibles medicamentos que pudieran
estar afectando la ovulación, serán el punto de partida en el tratamiento.
Si a pesar de que fueron corregidos todos los factores que pudieran estar
afectando la ovulación, y ésta no se ha reiniciado en forma espontánea,
deberá someterse a tratamiento de inducción de la ovulación.
Síndrome de Ovario Poliquístico
El tratamiento en la pacientes con SOP está enfocado en mejorar su condi-
ción metabólica. Si la paciente se encuentra con sobrepeso, debe combinar
dieta y ejercicio, lo cual puede afectar en forma positiva su perfil endocrino,
la posibilidad de ovulación espontánea y un eventual embarazo (28). In-
cluso una baja de peso de sólo el 5% del peso total de la paciente, puede
ayudar a disminuir en forma importante el tejido graso, mejorar la sensi-
bilidad de la insulina y restaurar la ovulación (30). Si además la paciente
presenta insulino-resistencia, el uso de insulino sensibilizadores como la
Metformina, puede ayudar a corregir en parte el hiperandrogenismo, la
anovulación, la infertilidad y la pérdida reproductiva temprana (31). Su
uso es más efectivo en aquellas pacientes con un índice de masa corporal
< 35, por lo que es fundamental el cambio en el estilo de vida, hacia una
vida más sana y con actividad física permanente (32).
Si a pesar de las medidas antes descritas, la paciente persiste anovulatoria,
la inducción de la ovulación será el tratamiento indicado, tema que se
desarrolla profundamente más adelante.
El drilling ovárico o técnica quirúrgica de inducción de la ovulación, puede
ser un tratamiento alternativo a la terapia con gonadotrofinas para inducir
la ovulación o, para aquellas pacientes resistentes al citrato de clomifeno.
Se ha demostrado su eficacia en restaurar la ovulación, disminuir los nive-
les basales de LH, y disminuir la tasa de aborto en pacientes con Sindrome
de ovario poliquístico (33).
Hiperprolactinemia
La primera línea de tratamiento para los casos de hiperprolactinemia son
los agonistas dopaminérgicos. La Bromocriptina o la Cabergolina son las
drogas más ampliamente usadas. Usualmente, los valores plasmáticos de
prolactina deberían empezar a disminuir a los pocos días de iniciado el
tratamiento, con una disminución del tamaño tumoral alrededor de las 6
semanas.
La bromocriptina se comienza en dosis de 2,5 mg la cual puede incremen-
tarse hasta 7,5 mg al día. La dosis de mantención debería ser la mínima
posible, la cual logre mantener los niveles normales de prolactina. Su uso
durante el embarazo está indicado debido a que existe evidencia suficiente
de su seguridad (17). Los efectos colaterales pueden ser náuseas, vómitos,
cefalea, hipotensión postural, Síndrome de Raynaud.
La Cabergolina, parece ser la droga de elección en estos días, debido a su
comodidad en la toma (2 veces por semana), menor efectos colaterales y
más efectiva que la bromocriptina (34).
Los agonistas dopaminérgicos pueden descontinuarse luego de aproxima-
damente 1 año de tratamiento para evaluar si la paciente persiste con
niveles de prolactina elevados, caso en donde la terapia debe continuarse.
La probabilidad de crecimiento de un microprolactinoma durante el em-
barazo es de aproximadamente un 2% por lo que los agonistas dopa-
minérgicos puede suspenderse al inicio de la gestación. En los casos de
macroprolactinomas, el riesgo de crecimiento puede ser de hasta un 25%,
por lo que deben mantenerse y realizar monitoreos seriados de los niveles
plasmáticos de PRL durante el embarazo.
La cirugía, está indicada en aquellas pacientes con macroprolactinomas
resistentes al tratamiento médico o tumores no funcionantes de gran
volumen.
Trastornos tiroideos
El tratamiento en los casos de trastornos tiroideos debe estar enfocado a
regularizar los niveles de la hormona circulante, para así tratar de reesta-
blecer los ciclos.
En casos de hipertiroidismo, el tratamiento con yodo radioactivo puede ser
una alternativa, sin embargo se encuentra contraindicado en mujeres que
deseen exponerse a embarazo inmediatamente después de finalizado el
tratamiento. También puede ser tratado con medicamentos como carbima-
zole o propiltiouracilo, sin embargo estas drogas cruzan la placenta, con
el riesgo potencial de producir un hipotiroidismo fetal. Beta bloqueadores
como el propanolol, son utilizados para las manifestaciones periféricas
como las palpitaciones y el temblor de extremidades. La cirugía está in-
dicada en aquellas pacientes en donde no se puede utilizar tratamiento
médico, o en donde el tratamiento médico ha fracasado (20).
En los casos de hipotiroidismo, es muy importante corregir los niveles
de hormona circulante, ya que niveles bajos durante el embarazo pue-
de asociarse a abortos espontáneos, partos prematuros, malformaciones
congénitas, disfunciones neurológicas y bajo coeficiente intelectual (35).
El tratamiento se basa en la administración exógena de hormona tiroídea,
hasta establecer niveles normales de TSH y t4 libre.
Falla ovárica prematura
Como se dijo anteriormente, la implicancia clínica de este diagnóstico,
especialmente en jóvenes, puede ser muy difícil de llevar, por lo que es
extremadamente importante un apoyo multidisciplinario en el manejo de
493
estas pacientes. Aquellas mujeres en amenorrea, están en riesgo de desa-
rrollar osteoporosis por lo que es importante iniciar terapia de reemplazo
hormonal, con lo cual también se tratarán los síntomas climatéricos por de-
ficiencia de estrógenos, como bochornos, sequedad vaginal, etc. Respecto
a la parte reproductiva, son pacientes que requerirán ovodonación como
tratamiento, por lo que deberán ser referidas a clínicas especializadas en
fertilidad con programas de ovodonación (28).
INDUCCIÓN DE LA OVULACIÓN
La inducción de la ovulación es un tratamiento que se realiza en aquellas pa-
cientes con infertilidad de origen ovulatorio y tiene como fin lograr la ovula-
ción. Se recomienda realizar una ecografía basal con menstruación antes de
comenzar la estimulación en todas las pacientes, así como seguir la monito-
rización hasta comprobada la ovulación, para así lograr evaluar el número de
folículos ovulados, el grosor y estructura endometrial. Además, las ecografías
seriadas permiten ver respuesta al medicamento, y en casos de una respues-
ta exagerada (3 o más folículos) poder suspender el ciclo, para así evitar el
riesgo de embarazo múltiple. Hay que tener presente que, si no hay otras
causales de infertilidad, el objetivo en las pacientes anovulatorias debe ser
lograr la ovulación de un folículo y la reproducción de un ciclo normal. Esto
no sólo significa un adecuado crecimiento folicular, sino también el logro de
un adecuado grosor endometrial, de una textura endometrial normal, de una
adecuada producción de moco cervical, que permita la migración espermáti-
ca a través del mismo, y de una adecuada producción de Progesterona en la
fase postovulatoria. Esto es válido para el tratamiento de aquellas pacientes
que corresponden al Grupo I y II de la OMS.
Antiestrógenos
Este grupo de medicamentos permite inducir la ovulación en aquellas
pacientes con niveles de estrógenos endógenos normales (Grupo II de la
OMS), ya que su mecanismo de acción se concentra a nivel hipotálamo–
hipofisiario. El Citrato de Clomifeno (CC) es el medicamento más utilizado
dentro de este grupo, siendo además el más usado a nivel mundial como
inductor de la ovulación. El Tamoxifeno también se encuentra dentro de
esta categoría de medicamentos, pero la experiencia clínica como inductor
de la ovulación es menor (36).
El CC es un derivado trifeniletileno no esteroidal, que presenta propieda-
des estrogénicas agonistas y antagonistas. Se une a los receptores estrogé-
nicos del hipotálamo, bloqueando el feedback negativo de los estrógenos
a este nivel, generando un mecanismo compensatorio, el que aumenta la
secreción de GnRH, provocando así una liberación de gonadotrofinas por
parte de la hipófisis (36). Con esto, se estimula el crecimiento folicular de
1 o más folículos, aumentan los niveles de estradiol plasmático, se desen-
cadena así el pico de LH y la ovulación. En aquellas pacientes en que no se
produce la ovulación espontánea, es necesario usar además hormona Go-
nadotropina Coriónica (hCG) exógena para producir la ruptura folicular.
El CC se administra durante 5 días después de comenzada la menstrua-
ción, empezando en el día 2, 3, 4 o 5 del ciclo (Figura1). La dosis inicial
recomendada es de 50 mg por día, ya que casi la mitad de los emba-
razos se logra con esa dosis (37). Con este esquema se ha demostrado
ovulación en más del 80% de las pacientes, de las cuales el 40-50%
logra embarazo después de 6 ciclos, con hasta un 8% de embarazos
múltiples, principalmente gemelos (38). Esta baja tasa de implantación,
podría deberse a que el citrato de clomifeno puede producir un efecto
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2010; 21(3) 377 - 386]
FIGURA 1. ESQUEMA DE ESTIMULACIÓN CON CITRATO DE CLOMIFENO
494
[ANOVULACIÓN Y DISFUNCIÓN OVULATORIA E INFERTILIDAD - DR. AMIRAM MAGENDZO N.]
deletéreo a nivel endometrial, con disminución en la densidad glandular
a nivel endometrial y un aumento de células vacuolazas (39) y una dis-
minución en el flujo sanguíneo uterino durante la fase lútea temprana y
período perimplantacional (40). Si la ovulación no se logra con la dosis
inicial, la dosis se aumenta en 50 mg por día en el ciclo siguiente, hasta
un máximo de 150 mg diarios. Hasta un 30% de las pacientes pueden
ser Clomifeno resistentes, especialmente aquella pacientes obesas con
resistencia a la insulina (41). Un 15% de las pacientes pueden tener
efectos antiestrogénicos a nivel del moco cervical o endometrio, por lo
que en este grupo se recomienda el cambio de terapia.
Los efectos adversos son en general leves, dentro de los que se destacan
bochornos, alteraciones visuales, mastalgia y dolor abdominal. El Síndrome
de Hiperstimulación Ovárica es extremadamente raro con el uso de CC.
Inhibidores de la aromatasa
La aromatasa es una enzima microsomal P-450 que participa en la con-
versión de androstenediona y testosterona a estrona y estradiol, respecti-
vamente (42). La actividad de la aromatasa está presente en varios tejidos,
dentro de los que se destacan ovario, cerebro, tejido adiposo, músculo, hí-
gado y mama. Con la supresión en la biosíntesis de estrógenos a nivel ová-
rico y extraovárico se produce una reducción en el efecto feed-back negati-
vo en el sistema hipotálamo-hipofisiario, produciéndose así una descarga
de gonadotrofinas, con el consiguiente selección y crecimiento folicular.
El Letrozole, medicamento de tercera generación, y el más usado como
inductor de ovulación, ha demostrado ser efectivo en inducir la ovulación
en aquellas pacientes resistentes al CC o en aquellas en donde existe un
inadecuado desarrollo endometrial (43). Varios estudios han demostrado
que el Letrozole es tan efectivo como el CC en inducir la ovulación, así
como en las tasas de embarazo por ciclo (44, 45, 46, 47), sin embargo, la
mayoría son estudios pequeños. Un meta-análisis que incluyó solamente
trabajos no randomizados (48), demostró que el Letrozole era tan efectivo
como el CC y las gonadotrofinas en la ovulación, así como en la tasa de
embarazo por ciclo. Un estudio prospectivo randomizado publicado recien-
temente, el que incluyó 1063 ciclos de pacientes con ovario poliquístico,
mostró una tasa de embarazo similar en ambos grupos, siendo de 15.1%
para Letrozole y de 17.9% para CC. La conclusión del trabajo fue de que
no había ningún beneficio del uso de Letrozole sobre el CC como prime-
ra línea de tratamiento para inducir la ovulación en pacientes con ovario
poliquístico (49). Es importante destacar que el costo total del tratamiento
usando Letrozole es 3 veces más comparado con CC.
El Letrozole se administra durante 5 días después de comenzada la
menstruación, empezando en el día 2, 3, 4 o 5 del ciclo. La dosis inicial
es de 2,5 mg/día la cual puede aumentarse hasta 5 mg por día depen-
diendo de la respuesta observada.
Gonadotrofinas
Las Gonadotrofinas proporcionan un estímulo directo a nivel ovárico, por
lo que no es necesaria la integridad del eje hipotálamo-hipofisiario. Es el
tratamiento de primera línea de aquellas pacientes pertenecientes al Gru-
po I de la OMS, en donde no hay evidencias de producción endógena de
estrógeno, niveles normales o bajos de FSH, y niveles normales de PRL.
Además, se utiliza en casos de pacientes resistentes a CC, especialmente
aquellas con Síndrome de Ovario Poliquístico.
Las gonadotrofinas disponibles actualmente son aquellas obtenidas a
partir de la purificación de orina de mujeres menopáusicas (hMG), la FSH
purificada de origen urinario y la FSH y LH puras recombinantes, productos
de ingeniería genética (38).
La dosis inicial de gonadotrofinas dependerá del diagnóstico de la pacien-
te, su edad, su índice de masa corporal, su reserva ovárica y la respuesta
en ciclos previos.
Existen 3 protocolos más usados con gonadotrofinas:
Step up: este protocolo es el más usado en pacientes con ovarios
poliquísticos, en donde existe una mayor probabilidad de hiperrespuesta
a las gonadotrofinas. La dosis inicial puede ser 25-50 IU, la cual se man-
tiene por 7-10 días. Si durante este período no logra reclutarse algún
folículo de r12 mm la dosis se incrementa en 25-37.5 IU por un período
de 7 días más, hasta una dosis máxima de 225 IU por día (Figura 2). La
hCG se programa con la presencia de por lo menos 1 folículo r 17 mm
(50). En un estudio de 1391 ciclos utilizando este tipo de protocolo, se
logró una ovulación monofolicular en el 69% de los ciclos, con una in-
cidencia de 1.4% de Sindrome de hiperestimulación ovárica y una tasa
de sólo 5.7% de embarazo múltiple (51).
Step down: se comienza con una dosis mayor de FSH durante un perío-
do de 3 o 4 días, la que se reduce considerablemente una vez iniciado el re-
clutamiento folicular. Este protocolo simularía en parte los niveles fisiológi-
cos de la secreción de FSH. La dosis inicial recomendada es de 150-225 IU
de FSH, la cual se reduce a 50-75 IU, para mantener el desarrollo folicular
hasta la inyección de HCG (36). Con este esquema se ha observado ovula-
ción con folículo único en un 56% de los ciclos, con una tasa de embarazo
por ciclo de 16% y una tasa acumulativa de embarazo de 47% (52).
Dosis fija: este es el protocolo más utilizado para aquellas pacientes
pertenecientes al grupo I de la OMS, en donde se mantiene una dosis de
FSH inicial entre 50-100 IU, que se mantiene fija durante el ciclo hasta la
postura de la HCG. En un estudio se demostró que la tasa de embarazo
por ciclo en este tipo de protocolo fue de 23%, pero con una porcentaje
altísimo de embarazo múltiple, alcanzando un 23% (53).
Los efectos adversos más importantes de este tipo de terapia son el em-
barazo múltiple y el Síndrome de Hiperestimulación Ovárica. Otro factor
importante es el costo, el cual es muy superior a cualquier otro tipo de
medicamento.
Combinación de tratamientos
Tanto el CC como el Letrozole pueden combinarse con alguna de las gona-
dotrofinas antes descritas, para así disminuir la cantidad total de unidades
de gonadotrofinas utilizadas y reducir el costo total de tratamiento (38).
Además, esta terapia se utiliza en aquellas pacientes con una reserva ová-
rica disminuida, en donde la combinación de terapias puede mejorar la
respuesta ovárica (44).
El esquema clásico que se utiliza es CC (50-100 mg) o Femara (2,5-5) mg
por 5 días a partir del día 3 del ciclo, combinado con gonadotrofinas 50-
495
FIGURA 2. ESQUEMA DE ESTIMULACIÓN STEP-UP
150 IU los días 4, 6, y 8 del ciclo. Según la respuesta obtenida, se puede
continuar con las gonadotrofinas diariamente hasta la inyección de la hCG.
(Figura 3)
En la Figura 4, se pueden observar las distintas tasas de embarazo observa-
das con los diferentes esquemas de estimulación en casos de Inseminación
Intrauterina (IIU) o Relación en período fértil (RPF), en la Unidad de Medi-
cina Reproductiva de Clínica Las Condes.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2010; 21(3) 377 - 386]
FIGURA 3. ESQUEMA DE ESTIMULACIÓN COMBINADO
CONCLUSIONES
Las disfunciones ovulatorias, incluida la anovulación crónica, son extrema-
damente frecuentes en la consulta ginecológica diaria. Las alteraciones en
el ciclo y la tendencia a la amenorrea e infertilidad hacen que el tratamien-
to de estas patologías sea de extremada importancia para las pacientes.
Una historia clínica minuciosa, asociado a un buen examen físico y de
laboratorio orientará al diagnóstico y al tipo de tratamiento a seguir. La
inducción de la ovulación es el tratamiento indicado para este tipo de pa-
496
[ANOVULACIÓN Y DISFUNCIÓN OVULATORIA E INFERTILIDAD - DR. AMIRAM MAGENDZO N.]
cientes, sin embargo, es importante elegir el medicamento y esquema ade-
cuado, monitorizando siempre el ciclo, para así evitar las complicaciones
y disminuir el riesgo de embarazo múltiple. Durante las últimas décadas,
han aparecido drogas nuevas y diversos esquemas de inducción de la ovu-
lación, lo que hace de esta especialidad un desafío constante para mejorar
el tratamiento de las pacientes.
FIGURA 4. TASA DE EMBARAZO POR CICLO (%)
SEGÚN ESQUEMA DE ESTIMULACIÓN
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El autor declara no tener
conflictos de interés, en relación
a este artículo.
... La dosis inicial es de 2,5mg por día vía oral, esta puede aumentarse escalonadamente hasta 5mg por día. 1 • Gonadotropinas exógenas: Tiene como intención de imitar el proceso fisiológico de la ovulación, es considerado como segunda línea en el tratamiento de SOP, sin embargo, la paciente debe ser informada acerca de su elevado costo y las posibles complicaciones relacionadas con la ovulación multifolicular. La dosis inicial dependerá de la edad de la paciente, su índice de masa corporal, reserva ovárica y su respuesta a ciclos o medicamentos previos, existen tres esquemas de tratamiento: el "step up", el "step down" y el de dosis fija, el más utilizado en pacientes con síndrome de ovario poliquístico es el de "step up". 1 • Metformina: El tratamiento con metformina en combinación fármacos anti androgénicos se utiliza como inductor de la ovulación en pacientes que poseen datos de resistencia a la insulina o que tengan un alto factor de riesgo de padecerlos. ...
Article
Full-text available
El Síndrome de Ovario Poliquístico es un conjunto de manifestaciones clínicas que poseen un diverso origen fisiopatológico, por ende, también posee floridas manifestaciones clínicas en las pacientes que lo padecen, esto origina que el diagnostico de esta patología sea una tarea complicada, y que el tratamiento de este sea sumamente individualizado respecto a las manifestaciones clínicas que posee cada paciente. Durante los últimos años se han propuesto distintos métodos de diagnóstico, sin embargo, los criterios de Rotterdam son los más utilizados y aplicando estos criterios se reconocen 4 distintos tipos de fenotipos de SOP. Respecto al tratamiento también se han planteado distintos manejos sobre esta patología incluyendo los cambios en el estilo de vida y el uso de anti androgénicos, para poder tratar el hirsutismo y el acné presentes en las pacientes. Sin embargo, uno de los aspectos más importantes a la hora de enfocar el tratamiento es el deseo de paridad de la paciente en cuestión. A lo largo de esta revisión bibliográfica se especificarán las distintas actualizaciones en diagnóstico y tratamiento, así como una propuesta de un algoritmo de manejo.
... El estilo de vida que involucra una actividad física intensa puede mostrar cambios en la vida reproductiva. En menor medida, las enfermedades crónicas también pueden desencadenar alteraciones del ciclo menstrual (Magendzo, 2010). ...
Article
Full-text available
OBJETIVO: identificar el diagnóstico y tratamiento del síndrome de ovario poliquístico e infertilidad. MÉTODO: se realizó una revisión bibliográfica basada en diferentes fuentes primarias y secundarias como revistas y artículos científicos con hallazgos recientes sobre el diagnóstico y tratamiento del síndrome de ovario poliquístico. RESULTADOS: el síndrome de ovario poliquístico constituye un trastorno multiorgánico que se presenta en mujeres de edad reproductiva, manifestándose con alteraciones del ciclo menstrual y la infertilidad. Aún no se ha definido ningún factor etiológico que pueda explicar las diferentes alteraciones que caracterizan al síndrome, ya que involucra varios componentes. CONCLUSIÓN: el diagnóstico del síndrome de ovario poliquístico radica en su asociación con diversas patologías para ofrecer manejo individualizado, tomando en cuenta que los cambios en el estilo de vida son considerados el tratamiento de primera línea, para mejorar alteraciones metabólicas, cardiovasculares, regularidad menstrual y la fertilidad. Para las mujeres con intención de embarazo se debe iniciar la inducción de la ovulación con los medicamentos como el clomifero y letrozol.
... Independientemente de la obesidad, las pacientes con este síndrome pueden cursar con resistencia a la insulina incluso hasta en 31% de los casos; este hecho contribuye a la infertilidad. 5,6,7 La resistencia a la insulina se relaciona con el hiperandrogenismo y la anovulación mediante la estimulación de la síntesis ovárica y suprarrenal de andrógenos. De esta manera se incrementan los andrógenos libres circulantes, lo que altera la secreción de gonadotrofinas a favor de la hormona luteinizante. ...
Article
Full-text available
OBJETIVO: Evaluar el efecto de las cápsulas de soft-gel de mioinositol en la reducción del índice de HOMA, el control metabólico y hormonal en pacientes con síndrome de ovario poliquístico versus metformina y la tolerabilidad gastrointestinal de ambos. MATERIALES Y MÉTODOS: Estudio clínico prospectivo, de etiqueta abierta, controlado no aleatorizado vs activo de referencia, con diseño de grupos paralelos efectuado en el servicio de Biología de la Reproducción Humana de la Unidad Médica de Alta Especialidad 23, IMSS, Monterrey NL, de agosto 2019 a octubre 2020, en pacientes con resistencia a la insulina asociada con síndrome de ovario poliquístico e infertilidad. RESULTADOS: Se estudiaron 83 pacientes: 33 que recibieron 600 mg de mioinositol en cápsulas soft-gel por vía oral cada 12 h y 50 que tomaron 850 mg de metformina cada 12 h durante 12 semanas. Completaron el estudio 75 pacientes. El grupo tratado con mioinositol tuvo una reducción del índice de HOMA de 1.49 ± 1.05 (con valor delta de cambio) versus el grupo tratado con metformina de 0.42 ± 0.40 (con igual valor delta de cambio). La diferencia entre ambos grupos fue estadísticamente significativa. Otros parámetros metabólicos y hormonales también tuvieron desenlaces favorables en ambos grupos, pero con una tendencia superior en el grupo de mioinositol. CONCLUSIONES: Se demostró la ventaja del tratamiento con mioinositol en la reducción del índice de HOMA y otros parámetros metabólicos y hormonales en pacientes con resistencia a la insulina asociada con síndrome de ovario poliquístico e infertilidad, con buena tolerabilidad gastrointestinal.
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Resumen El síndrome del ovario poliquístico es uno de los problemas hormonales más frecuentes en mujeres en edad reproductiva. Este síndrome presenta gran cantidad de síntomas como desorden hormonal, ciclos menstruales irregulares o amenorrea, presencia de masas en los ovarios, aumento de peso, hirsutismo, acné, infertilidad, entre otros síntomas de hiperandrogenismo. El ejercicio físico ha sido pautado principalmente en estas mujeres con el objetivo de pérdida de peso; sin embargo, sería interesante conocer los efectos del ejercicio no solo en la pérdida de peso. Por ello el objetivo de esta revisión sistemática es conocer los efectos que produce el ejercicio terapéutico en las mujeres que presenta el SOP en aspectos como los cambios hormonales y el ciclo menstrual y otras alteraciones metabólicas. Para ello se realizó una busca bibliográfica en el mes de febrero del 2021 en las bases de datos CINAHL, Medline y PubMed. Empleándose los términos Medical Subject Heading (MeSH): «Exercise therapy», «Polycystic Ovary Syndrome» y «Therapeutic Exercise». Se incluyeron ensayos clínicos publicados en los últimos 10 años en idioma español o inglés. Tras la aplicación de los criterios de exclusión, resultaron 10 ensayos clínicos para su análisis. En la mayoría de las publicaciones se utilizan el ejercicio aeróbico y el ejercicio de resistencia progresiva, comprobando cuáles son los efectos que se consiguen al final del tratamiento. Se observó una mejora en los parámetros antropométricos y hormonales. Tras el análisis de los diferentes resultados de esta revisión, se puede concluir que el ejercicio terapéutico tiene efectos beneficiosos en el síndrome del ovario poliquístico, especialmente en el nivel hormonal y el ciclo menstrual.
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Resumen Una de las manifestaciones del síndrome de ovario poliquístico (SOP) es la infertilidad, y hoy es la primera causa de infertilidad por anovulación, representando aproximadamente el 80% de los casos. Las alteraciones del SOP en su mayoría son tratables y el diagnóstico temprano de las pacientes mejora su pronóstico reproductivo. Pese a su alta incidencia e importancia, los mecanismos fisiopatológicos del SOP aún son relativamente desconocidos. Recientemente se han publicado recomendaciones internacionales basadas en evidencia para su tratamiento.
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Letrozole is the third-generation aromatase inhibitor (AI) most widely used in assisted reproduction. AIs induce ovulation by inhibiting estrogen production; the consequent hypoestrogenic state increases GnRH release and pituitary follicle-stimulating hormone (FSH) synthesis. A systematic search of the literature was performed for both prospective and retrospective studies. Meta-analyses of randomized clinical trials (RCTs) were performed for three comparisons: letrozole versus clomiphene citrate (CC), letrozole + FSH versus FSH in intrauterine insemination (IUI) and letrozole + FSH versus FSH in IVF. In the absence of RCTs, non-randomized studies were pooled. Nine studies were included in the meta-analysis. Four RCTs compared the overall effect of letrozole with CC in patients with polycystic ovary syndrome. The pooled result was not significant for ovulatory cycles (OR = 1.17; 95% CI 0.66-2.09), or for pregnancy rate per cycle (OR = 1.47; 95% CI 0.73-2.96) or for pregnancy rate per patient (OR = 1.37; 95% CI 0.70-2.71). In three retrospective studies which compared L + FSH with FSH in ovarian stimulation for IUI, the pooled OR was 1.15 (95% CI 0.78-1.71). A final meta-analysis included one RCT and one cohort study that compared letrozole + gonadotrophin versus gonadotrophin alone: the pooled pregnancy rate per patient was not significantly different (OR = 1.40; 95% CI 0.67-2.91). Letrozole is as effective as other methods of ovulation induction. Further randomized-controlled studies are warranted to define more clearly the efficacy and safety of letrozole in human reproduction.
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The principles of the management of anovulatory infertility are: • to correct any underlying disorder (e.g. hypogonadotrophic women who are underweight) • to optimise health before starting therapy (e.g. women with PCOS who are overweight) • to induce regular unifollicular ovulation.A semen analysis should be performed on the male partner before ovulation induction therapy is started. Tubal patency should be assessed by either hysterosalpingo-graphy or laparoscopy before embarking upon gonadotrophin therapy. If there are no firm indications (e.g. past history of pelvic infection, pelvic pain), a reasonable policy is to delay a test of tubal patency until there have been up to three or six ovulatory cycles. A complete assessment of every couple should be performed before choosing the appropriate therapy for inducing ovulation. Pituitary and hypothalamic causes of anovulation Anovulation may occur after surgery for pituitary tumours (Figure 10.1), pituitary ablation, Kallmann syndrome and hypogonadotrophic hypogonadism. HYPOGONADOTROPHIC HYPOGONADISM If in the presence of estrogen deficiency the gonadotrophin concentrations are subnormal (less than 5 iu/l), hypogonadotrophic hypogonadism should be suspected. The cause may be at the level of the pituitary or hypothalamus. It used to be thought that stimulation with GnRH distinguished between a hypothalamic and pituitary aetiology. However, there is great heterogeneity in the response to a single 100-μg dose of GnRH in women with both hypothalamic and pituitary causes of anovulation. The GnRH test is therefore no longer performed.
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Objective: To determine the long term efficacy of laparoscopic ovarian diathermy in the management of refractory anovulatory infertility in women with the polycystic ovary syndrome. Design: Open study of 50 women treated over a period of 3 years and 3 months, with follow up until 18 months after the last woman was treated. Setting: Teaching Hospital. Subjects: Fifty consecutive women with refractory anovulatory infertility (mean duration 5.3 (SD 3.5) years). All had been treated unsuccessfully with anti-oestrogens and more than half with gonadotrophins. Interventions: Laparoscopic ovarian diathermy. Main outcome measures: Ovulatory cycles and pregnancies. Results: Forty-three women (86%) ovulated following ovarian diathermy; the mean time to ovulation was 23 (SD 6.2) days. Three nonresponders ovulated following anti-oestrogen treatment to which they were previously resistant. Thirty-three women have conceived 58 pregnancies; 22 had no treatment other than ovarian diathermy prior to their first post-operative conception; in seven an anti-oestrogen was given because of lengthening cycles; two were treated elsewhere with gonadotrophins without prior postdiathermy anti-oestrogen therapy and conceived; four had the operation repeated and two of these conceived. Twenty-six women conceived within the first 8 post-operative months. Forty-two pregnancies ended in the birth of normal live healthy babies, eight are ongoing and eight miscarried. Of the 22 women who had no pelvic abnormality other than polycystic ovaries, 19 (86%) have had one or more successful pregnancies. Conclusion: Laparoscopic ovarian diathermy is a very effective treatment for anti-oestrogen resistant anovulatory infertility in women with the polycystic ovary syndrome and should be considered as the next step in those who fail to respond to anti-oestrogen treatment.
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To study the pathophysiology of hypercortisolism in patients with anorexia nervosa, we examined plasma ACTH and cortisol responses to ovine corticotropin-releasing hormone before and after correction of weight loss. We also studied patients with bulimia whose weight was normal, since this disorder has been suspected to be a variant of anorexia nervosa. Before their weight loss was corrected, the anorexic patients had marked hypercortisolism but normal basal plasma ACTH. The hypercortisolism was associated with a marked reduction in the plasma ACTH response to corticotropin-releasing hormone. When these patients were studied three to four weeks after their body weight had been restored to normal, the hypercortisolism had resolved but the abnormal response to corticotropin-releasing hormone remained unchanged. On the other hand, at least six months after correction of weight loss their responses were normal. The bulimic patients whose weight was normal also had a normal response to corticotropin-releasing hormone. We conclude that in underweight anorexics, the pituitary responds appropriately to corticotropin-releasing hormone, being restrained in its response by the elevated levels of cortisol. This suggests that hypercortisolism in anorexics reflects a defect at or above the hypothalamus. The return to eucortisolism soon after correction of the weight loss indicates resolution of this central defect despite persistence of abnormalities in adrenal function.
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Objective: Obese women with polycystic ovary syndrome have a greater frequency of menstrual disturbance and of hirsutism than lean women with the syndrome. Initial studies have demonstrated a marked improvement in endocrine function following a short-term, very low calorie diet. The purpose of this study was to examine the effect of long-term calorie restriction on clinical as well as biochemical abnormalities in obese women with polycystic ovary syndrome. Design: We performed a within-group comparison of clinical and biochemical indices before and during dietary treatment. Patients: Twenty-four obese women with polycystic ovary syndrome (mean weight 91.5 (SD 14.7) kg) were scheduled for treatment for 6-7 months with a 1000 kcal, low fat diet. Nineteen of the 24 had menstrual disturbances, 12 had infertility and 19 were hirsute. Measurements and results: Thirteen subjects lost more than 5% of their starting weight (range 5.9-22%). In this group there was no significant change in gonadotrophin or total serum testosterone levels but there was a marked increase in concentrations of sex hormone-binding globulin (pretreatment: 23.6 (9.5); post-treatment 36.3 (11.8) nmol/l, P = 0.002) and a reciprocal change in free testosterone levels (77 (26) vs 53 (21) pmol/l, P = 0.009). These changes were accompanied by a reduction in fasting serum insulin levels (median (range) 11.2 (5.2-32) vs 2.3 (0.1-13.8) mU/l, P = 0.018) and the insulin response to 75 g oral glucose. There were no significant changes in these indices in the group who lost less than 5% of their initial body weight. Of the 13 women who lost greater than 5% of their pretreatment weight, 11 had menstrual dysfunction. Amongst these women, nine of 11 showed an improvement in reproductive function, i.e. they either conceived (five) or experienced a more regular menstrual pattern. There was a reduction in hirsutism in 40% of the women in this group. By contrast, in the group who lost less than 5% of their initial weight, only one of the eight with menstrual disturbances noted an improvement in reproductive function and none had a significant reduction in hirsutism. Conclusions: These data indicate that moderate weight loss during long-term calorie restriction is associated with a marked clinical improvement which reflects the reduction in insulin concentrations and reciprocal changes in SHBG. The improvement in menstrual function and fertility may therefore be consequent upon an increase in insulin sensitivity which, directly or indirectly, affects ovarian function.
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In 1% of women, premature ovarian failure develops by 40 years of age, a condition causing amenorrhea, infertility, sex steroid deficiency, and elevated gonadotropins. Early loss of ovarian function has significant psychosocial sequelae and major health implications. These young women have a nearly two-fold age-specific increase in mortality rate. Among women with spontaneous premature ovarian failure who have a normal karyotype, half have ovarian follicles remaining in the ovary that function intermittently. Indeed, pregnancies have occurred after the diagnosis of premature ovarian failure. Thus, premature ovarian failure should not be considered as a premature menopause. Young women with this disorder have a 5% to 10% chance for spontaneous pregnancy. Attempts at ovulation induction using various regimens fail to induce ovulation rates greater than those seen in untreated patients; however, oocyte donation for women desiring fertility is an option. Young women with premature ovarian failure need a thorough assessment, sex steroid replacement, and long-term surveillance to monitor therapy. Estrogen-progestin replacement therapy should be instituted as soon as the diagnosis is made. Androgen replacement should also be considered for women with low libido, persistent fatigue, and poor well-being despite taking adequate estrogen replacement. Women with premature ovarian failure should be followed up for the presence of associated autoimmune endocrine disorders such as hypothyroidism, adrenal insufficiency, and diabetes mellitus.