Introducción Los colibríes son las aves más pequeñas del mundo, se distribuyen solo en el continente americano, forman parte de la familia Trochilidae con aproximadamente 340 especies. En México se les conoce con distintos nombres como picaflores, zumbadores, pájaro mosca, chuparrosa, picaflor y chupamirto. También en algunas regiones se le llama porquesi refiriéndose a un hermoso capricho de la naturaleza, en Oaxaca se le conoce como biulú que en la lengua zapoteca significa lo que se queda en los ojos, refiriéndose a quien lo vio y no lo puede olvidar. Han tenido un gran simbolismo en nuestro país desde la época prehispánica, tanto, que su existencia está ligada a las deidades más poderosas e historia Azteca (Ibarra-García, 2009). Su alimentación se compone principalmente por el néctar que extraen de las flores con su enorme lengua, complementan su dieta con pequeños insectos para abastecer su demanda de proteína y también se ha observado que se alimentan de algunos frutos. Su función principal en los ecosistemas es ayudar a la reproducción de cientos de plantas por medio de la polinización; cuando los colibríes consumen el néctar, al momento de introducir su lengua también extraen el polen de los estambres y los transportan al estigma de otras flores dando origen a la próxima generación de plantas (Arizmendi y Berlanga, 2014). Sin embargo, para que los colibríes realicen sus funciones fisiológicas básicas, como la degradación de azúcares en su estómago, ya que ellos consumen grandes cantidades de néctar o el mantenimiento de su plumaje, que es importantes para el vuelo, búsqueda de pareja y la termorregulación, es necesaria la presencia de unas habitantes diminutas e invisibles a simple vista, llamadas bacterias, que se relacionan o interaccionan entre ellas y el hospedero para llevar a cabo funciones específicas. Estas interacciones juegan un papel crítico en la adaptación de los colibríes a su ambiente. Las bacterias son microorganismos unicelulares con una enorme diversidad de especies capaces de sobrevivir a cualquier tipo de condiciones ambientales (temperaturas altas y bajas, pH extremos). Se encuentran en diferentes ecosistemas, como en el sedimento, suelo, mar y cuerpos de agua dulce. Además, existen bacterias que cohabitan con otros organismos, en la saliva, vías respiratorias, tracto digestivo y en la L L o o s s h h a a b b i i t t a a n n t t e e s s m m i i c c r piel de los animales y humanos. Así también, las que se encuentran en diferentes partes de las plantas, como el néctar, la flor, la raíz, y las hojas. Las bacterias asociadas a organismos complejos mantienen interacciones desde parasitarias, que son capaces de producir toxinas y causar alguna enfermedad en el hospedero, hasta las mutualistas, las cuales producen compuestos antimicrobianos para eliminar otras bacterias y mantener el equilibrio en sus comunidades. Ejemplo de esto, son las bacterias que eligen como hábitat principal el intestino y el plumaje de los colibríes, los cuales están compuestos por bacterias benéficas (mutualistas) y perjudiciales (parasitarias) para ellos. Huéspedes amigables para los colibríes Las bacterias mutualistas o también llamadas microbioma del tracto digestivo de los colibríes, los ayudan a digerir alimentos y evitar el crecimiento de bacterias que puedan causarles alguna enfermedad. Así también, se ha demostrado que las comunidades bacterianas que habitan en su intestino están vinculadas con algunos procesos bioquímicos importantes para ellos. Por ejemplo, recientemente se identificaron abundantes bacterias del género Corynebacteria en el intestino de los colibríes migratorios, como el zumbador canelo (Selasphorus rufus) y el colibrí cabeza roja (Calypte anna), las cuales pueden ser capaces de descomponer compuestos que contienen nitrógeno urinario (ácido úrico, urea y urato de sodio y potasio) en su intestino. Sin embargo, aún se necesitan más estudios para comprender las funciones bioquímicas que realizan las bacterias intestinales de estas pequeñas aves (Press et al., 2003; Stanton, 2020). Las bacterias pueden alimentarse del plumaje del colibrí Se conoce bastante acerca de las bacterias que habitan en el plumaje de las aves, ya que las plumas son importantes para el vuelo, la termorregulación y la búsqueda de pareja. Estas bacterias se alimentan directamente de la pluma o, mejor dicho, de la degradación de la queratina, proteína que compone el 90% de la pluma. Es decir, Las bacterias degradan la queratina como fuente de producción de carbono y energía necesarios para realizar sus procesos