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Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico. El caso del tour "Pueblos y Tradiciones de Huatulco", Oaxaca.

Authors:
14
14
De la dimensión teórica al abordaje
empírico del turismo en México
Perspectivas multidisciplinarias
SERIE: LIBROS DE INVESTIGACIÓ NGEO G R AFÍA P A R A EL SIGLO X X I
Juan Carlos Monterrubio Cordero
Álvaro López López
Coordinadores
xico, 2014
De la dimensión teórica al abordaje empírico
del turismo en México
Perspectivas multidisciplinarias
Juan Carlos Monterrubio Cordero
Álvaro López López
(Coordinadores)
María de Lourdes Godínez Calderón
(Editora cartográca)
De la dimensión teórica al abordaje empírico del turismo en México. Perspectivas multidisciplinarias
Primera edición, agosto de 2014
D.R. © 2014 Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria
Coyoacán, 04510
México, D. F.
Instituto de Geografía
www.unam.mx
www.igg.unam.mx
Prohibida la reproducción parcial o total
por cualquier medio, sin la autorización escrita
del titular de los derechos patrimoniales.
La presente publicación presenta los resultados de una investigación cientíca
y contó con dictámenes de expertos externos, de acuerdo con las normas
editoriales del Instituto de Geografía.
Geografía para el siglo XXI
Serie Libros de investigación
ISBN (Obra general): 970-32-2976-X
ISBN: 978- 607-02-5863-3
Impreso y hecho en México
De la dimensión teórica al abordaje empírico del turismo en México: perspectivas
multidisciplinarias / Juan Carlos Monterrubio Cordero, Álvaro López López:
-- México: UNAM, Instituto de Geografía; UA EM, Unidad Texcoco, 2014.
476 p.il.: 22 cm. – (Geografía para el siglo XXI; Serie Libros de Investigación; 14)
Incluye bibliografía
ISBN: 970-32-2976-X (obra completa)
ISBN: 978-607-02-5863 -3
1. Turismo – México I. López López, Álvaro, coaut. II. Godínez Calderón, María de
Lourdes, ed. cartográca IV. Ser.
ÍNDICE
Presentación……………………………………………………………………11
Primera parte. Dimensiones teóricas, conceptuales
y metodológicas del turismo
Capítulo 1. La resistible complejidad del turismo………………………………21
Francisco Muñoz Escalona
Capítulo 2. La construcción teórica en la investigación………………………37
en administración y mercadotecnia turística en México
Oliver Cruz Milán
Capítulo 3. Tipologías de destinos para el estudio……………………………51
del turismo religioso. El caso de México
Rogelio Martínez Cárdenas
y María del Carmen Mínguez García
Capítulo 4. Peregrinos y turistas: turismo religioso……………………………67
Anna María Fernández Poncela
Capítulo 5. La evaluación ambiental estratégica………………………………83
como herramienta de sustentabilidad turística
José Luis Cornejo Ortega, Rosa María Chávez Dagostino
y Rodrigo Espinosa Sánchez
Capítulo 6. Un acercamiento al estudio del paisaje……………………………95
apoyado en la ecología de la población empresarial turística
Rodrigo Espinoza Sánchez, Zulema Jazmín Covarrubias Rubio
y José Luis Cornejo Ortega
Capítulo 7. Modelo y procedimiento estratégico……………………………103
para la planeación de destinos turísticos sustentables
Manuel Ramón González Herrera
y Julián Alberto Álvarez Hernández
Capítulo 8. Adaptación de metodoloas globales a…………………………125
casos locales. Propuesta de modelo para el análisis de sustentabilidad
en pequeñas localidades costeras con actividad turística en México
Reyna Ibáñez
Segunda parte. Turismo masivo: del litoral a las ciudades
Capítulo 9. Evolución del modelo turístico……………………………………145
de las Ss. El caso de Acapulco
Roger Joseph Bergeret Muñoz
y Mónica Corazón Gordillo Escalante
Capítulo 10.ginas web: herramientas de venta……………………………161
para las empresas de hospedaje
Teresa de Jesús Rivas Pérez, Hernando Avilez Pineda,
Ma. Elvia Chavarría Solís y Jesús Ángel Jaimez Compean
Capítulo 11. Identicación de la oferta turística……………………………173
recreativa. Las Bahías de Huatulco y alrededores
Berenice Castillejos López, Jorge Alfonso Ramírez Luna
y Óscar David Olivo Hernández
Capítulo 12. Autenticidad de los productos culturales………………………187
de consumo turístico. El caso del tour “Pueblos
y Tradiciones de Huatulco”, Oaxaca
María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
Capítulo 13. Impactos sociales del turismo…………………………………207
Percepciones en Huatulco, México
Juan Carlos Monterrubio Cordero y Axel Uriel Rodríguez Martínez
Capítulo 12. Autenticidad de los productos
culturales de consumo turístico. El caso del tour
“Pueblos y Tradiciones de Huatulco”, Oaxaca
María José Fernández Aldecua
Berenice Castillejos López
Universidad del Mar (Huatulco)
Introducción
La autenticidad es un tema polémico entre los estudiosos del turismo, sobre todo
entre los sociólogos y antropólogos. Se deriva de un tema más general, que es el
de las experiencias turísticas (Antón y González, 2007; Ritchie y Hudson, 2009).
Sin embargo, el debate en torno a las diferentes acepciones del término autenti-
cidad ha derivado en cuestionamientos mucho más profundos, como la esencia
del turismo y del turista, así como en la formulación de constructos de mayor
complejidad, como el de turismo posmoderno (Cohen, 2005, 2008).
En la literatura parece existir consenso respecto a que el autor seminal
del tema es Dean MacCannell, con su famoso artículo de 1973 titulado Sta-
ged authenticity: arrangements of social space in tourist settings. A partir de ahí, se
ha ido congurando cierto consenso respecto a los diferentes tipos de autentici-
dad en el turismo (Condevaux, 2009; Kim y Jamal, 2007; Taylor, 2001; Wang,
1999). El tema de la autenticidad en turismo ha generado incluso un programa
de investigación en el que se han sentado las bases teóricas de utilidad para los
estudios empíricos sobre el tema.
En este trabajo se seleccionó una tipología de autenticidad (Wang, 1999)
con base en la cual se observa el caso de un tour turístico cultural ofrecido en la
zona perimetral del destino de sol y playa Bahías de Huatulco, Oaxaca. El obje-
tivo es avanzar hacia la comprensión del fenómeno de la autenticidad en turismo
contrastando los diferentes tipos de autenticidad mencionados en la literatura, y
la realidad que ofrece el circuito referido.
188 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
Antecedentes teóricos
Según MacCannell (1973), para el turista el viaje implica un desplazamiento del
mundo supercial e inauténtico de la modernidad a lo auténtico o primigenio de
lo no moderno: El turismo es una forma de ritual en el mundo moderno […]
La inquietud de los hombres modernos por la supercialidad de sus vidas y la
inautenticidad de sus experiencias es paralela a la inquietud por lo sagrado en la
sociedad primitiva” (Ibid.:589-590, traducción de las autoras).
El turista busca lo auténtico pero, dada la homogeneización cultural del
mundo moderno, difícilmente lo encuentra: es muy probable que su experiencia
no pase de la observación de una representación o escenicación de la verdadera
y auténtica vida de los habitantes locales del destino, a la cual difícilmente ac-
cederá. Para poder explicar esta tesis, MacCannell (1973) retoma los conceptos
“región de frente” y “región de atrás” de Erving Goman (1959).
Así, para el turista moderno la región de atrás es el objetivo principal, pues
ahí están los secretos, la intimidad, lo auténtico… Sin embargo, penetrar a la
región de atrás no es fácil, ya que ese espacio social está reservado y es protegido
por los habitantes locales, quienes celosamente conservan su cultura y “arte para
nosotros”.37
Sin embargo, la identicación de lo que es auténtico, en los términos objeti-
vos de MacCannell, y lo que es una escenicación, no es tan fácil. En la Figura 1
se presenta un continuum de la autenticidad, o serie de posibles situaciones ba-
sadas en la relación entre los espacios sociales de atrás y del frente. Cabe señalar
que los escenarios más difíciles de distinguir son el 3 y el 4, precisamente porque
las fronteras entre la región de atrás y la regn de enfrente no son muy claras y
se han difuminado.
37 Este término se origina de la dicotomía “arte para nosotros/arte para los otros” que anali-
zan Barabas y Bartolomé (1997).
Región del
frente
Región del
frente que ha
sido decorada
para parecer
en algo a la
región de atrás
Región del
frente que es
muy semejante
a la región de
atrás
Región de
atrás que se
abre a los de
afuera
Región de
atrás limpiada
y alterada un
poco para que
el turista eche
un vistazo
Región de
atrás
1 2
3
4 5 6
Fuente: elaboración propia, con base en MacCannell, 1973.
Figura 1. Continuum de MacCannell (1973). Espacios sociales en turismo.
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 189
Por su parte, Wang (1999) elabora una tipología de la autenticidad en el
turismo que incluye tres diferentes formas de enfocar el fenómeno (Cuadro 1).
Primero separa la autenticidad en dos grandes categorías: a) la autenticidad re-
lacionada con el objeto/evento que encuentran los turistas durante su viaje, y
b) la autenticidad como experiencia; es decir, la que se relaciona con las activida-
des que realiza el turista.
Autenticidad objetiva
En el caso de la autenticidad objetiva, solo los expertos o conocedores de las co-
sas y los eventos (edicios, utensilios, ceremonias, actividades económicas, etc.)
que visitan los turistas en su viaje, podrían determinar hasta qué grado lo que
éstos observan son los objetos/eventos originales; es decir, la verdadera “región de
atrás”, o algo muy similar. Este es el tipo de autenticidad al que se reere Mac-
Cannell (1973), según Wang (1999).
Autenticidad relacionada con el objeto Autenticidad relacionada con la actividad
Autenticidad objetiva: se reere a que los
objetos/eventos del viaje son los originales.
Aquí la experiencia turística se resume
en una experiencia epistemológica o de
conocimiento del objeto visitado y su
relación con el objeto/ceremonia original o
genuino.
Autenticidad existencial: se reere a
sentimientos personales e interpersonales,
a un estado del ser que es activado al
realizar ciertas actividades durante el viaje.
La autenticidad de los objetos/eventos
visitados no es importante para este tipo de
autenticidad existencial. El turista se siente
más auténtico consigo mismo, más libre de
auto-expresarse que en su vida cotidiana.
Debe verse desde la perspectiva emic.
Autenticidad construida: se reere a la
autenticidad que se proyecta
en los objetos/eventos del viaje a partir
del imaginario, expectativas, preferencias,
creencias, poderes, estereotipos, etc., de los
turistas.
La autenticidad es relativa y puede haber
muchas autenticidades, incluso sobre el
mismo objeto/evento visitado. Perspectiva
emic.
Lo que el turista busca es una autenticidad
simbólica.
Fuente: elaboración propia con base en Wang, 1999.
Cuadro 1. Tres tipos de autenticidad en turismo
190 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
Desde el enfoque objetivo, la autenticidad solo se conoce a través de la mi-
rada de los etnólogos, antropólogos, arqueólogos, historiadores del arte, entre
otros. En este punto, Francesch (2011) propone mirar el tema de la autenticidad
sin olvidar que existen grupos con un poder basado en el conocimiento. Este au-
tor señala que en torno a la autenticidad existe un sistema jerárquico constituido
por grupos sociales que poseen diferentes niveles de “capital en saberes”. Así, los
expertos institucionales (empezando por la UNESCO y pasando por los académi-
cos) poseen la hegemonía y están autorizados para validar la autenticidad de los
objetos/eventos que encuentran los turistas en su viaje; en una jerarquía inferior
estarían los “agentes especializados”, quienes no son necesariamente institucio-
nales, y más que expertos o académicos son acionados, artistas o intelectuales
que han desarrollado cierto capital en saberes con base en la experiencia; y, -
nalmente, con la menor jerarquía y poder, están los turistas, quienes no tienen
el estatus para saber ni hablar sobre la autenticidad de los objetos/eventos que
ven en su viaje (incluso si los turistas son especialistas o han estudiado sobre el
atractivo en cuestn). El turista siempre debe asumir una posición subordinada
y diferente a la del profesional-guía-narrador que lo acompaña en el recorrido
o evento (Ibid.).
Autenticidad construida socialmente
Sin embargo, la autenticidad es mucho más que una autenticidad objetiva: “Lo
que es juzgado como inauténtico o autenticidad escenicada por los expertos, inte-
lectuales, o la élite, podría ser experimentado como auténtico y real desde una pers-
pectiva emic, y ésta podría ser la manera en que el turismo de masas experimenta la
autenticidad (Wang, 1999:353, traducción de las autoras).
En ese sentido, la autenticidad, como construcción social, depende de los
puntos de vista, creencias, expectativas, ideologías, estereotipos o poderes de cada
turista, y no tanto de la originalidad de los objetos/eventos visitados. En ese sen-
tido, lo que se considera auténtico es una proyección de lo que el turista piensa
o cree que es auténtico. Ésta es la perspectiva emic del tema.“En este sentido, lo
que el turista busca es autenticidad simbólica” (Culler, 1981; Wang, 1999:351,
traducción de las autoras).
Según Bruner (1991, citado por Wang, 1999:355), la experiencia auténtica
del turista masivo no se basa en una valoración o conocimiento real de los na-
tivos, sino en una proyección de la “conciencia occidental”. Aquí se involucran
temas relacionados con el turismo como fenómeno postcolonial. Condevaux
(2009) va más allá, y plantea que: “La autenticidad es una construcción social,
la cual no se dene tan sólo por el criterio de los turistas, sino por un proceso de
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 191
interacción más complejo entre aquellos que son vistos y los que ven (Condevaux,
2009:158, traducción de las autoras).
Estudiando la cultura maorí de Nueva Zelanda, el autor sostiene, tanto des-
de una perspectiva histórica como desde la perspectiva de los ejecutantes (emic),
que no hay razón para considerar que las representaciones escenicadas para los
turistas sean diferentes de otras representaciones. Los maoríes han recibido e
interactuado con turistas desde el siglo XIX, lo cual ha generado ciertas prácticas
de contacto con los extranjeros que se han institucionalizado y adoptado como
propias. Los maorí no perciben que sus bailes llamados haka, por ejemplo, sean
una representación inauténtica o articial, pues ellos lo sienten como algo muy
propio, algo vivido como un ritual, sin importar que sean espectáculos donde los
turistas y extraños participan. “…Las representaciones para los turistas son ya
parte de su cultura, algo que ellos (los maorí) han venido haciendo por 150 años”
(Ibid.:145, traducción de las autoras).
A este fenómeno se le conoce como “autenticidad emergente”, que implica
un cambio en la valoración de la autenticidad de un objeto: un producto cultural
que es considerado inauténtico puede devenir, con el paso del tiempo, auténtico
y representativo de una cultura, incluso para los expertos (Cohen, 1988). En ese
sentido, la autenticidad es un valor cultural constantemente creado y transforma-
do, reinventado, a través de los procesos sociales (Olsen, 2002, citado por Kim y
Jamal, 2007).
Autenticidad existencial
El tercer tipo de autenticidad, según Wang (1999), es la existencial, la cual no de-
pende en absoluto de si los objetos/eventos del viaje son más o menos originales,
reales o verdaderos. La autenticidad existencial depende de las actividades que,
en un momento dado, podrían crear en el interior del turista un estado de ánimo
de serenidad, plenitud, comunión con la naturaleza o con los otros; es decir, se
reere a que una experiencia turística auténtica, desde el enfoque existencialista,
conduce a un “estado del ser” personal que trasciende el tiempo y el espacio.
La autenticidad existencial ocurre cuando el turista realiza una actividad
especíca, dentro del recorrido turístico, que le genera un sentimiento particu-
lar. El turista nunca olvidará esa sensación, ni el momento y espacio del viaje en
que la alcanzó. La autenticidad existencial “actúa como antídoto a la pérdida del
‘verdadero yo’ en los roles y esferas públicas de la sociedad occidental moderna”
(Berger, 1973 (Wang, 1999:358, traducción de las autoras)). Implica la idea de
que “uno es verdadero con uno mismo”, y esta necesidad del reencuentro con
uno mismo, con el verdadero yo, surge de las condiciones de la sociedad mo-
192 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
derna donde se imponen unos roles y se limita al individuo a actuar de ciertos
modos especícos. Esta situación (mundo heterónomo) genera un sentimien-
to de pérdida del auténtico o real yo (lo que Marx llamaba “enajenación”) y
de la libertad.
El yo existencial (existential self ), en los términos de Heidegger, es transitorio
y no duradero, debido a que solo ocurre cuando se tienen ciertas experiencias
(Steiner y Reisinger, 2006, citados por Kim y Jamal, 2007). Uno, solo puede
encontrar su yo auténtico momentáneamente, en ciertas situaciones, que no son
las mismas para cada persona.
El turismo, y en particular el turismo de naturaleza, es por tanto una vía efec-
tiva usada en la búsqueda del yo auténtico. Por supuesto, dicho yo es sólo al-
canzado en términos relativos. Es experimentado sólo dentro de una “zona lí-
mite” (Graburn, 1989; Turner, 1973), donde uno mantiene una distancia de las
constricciones (prescripciones, obligaciones, ética laboral, etcétera) e invierte,
suspende o altera el orden rutinario y las normas (Gottlieb, 1982; Lett, 1983;
Shields, 1991 (Wang, 1999:361, traducción de las autoras)).
Cohen (2005) señala que el turista masivo contemporáneo ha evolucionado
hacia lo que él llama el “turismo de fantasía”, es decir, aquellos turistas con un
bajo capital cultural que buscan nuevas experiencias en los parques temáticos o
los espacios donde se recrean atmósferas, periodos históricos o situaciones que
solo son una simulación, un espacio totalmente articial. Señala que el turista
posmoderno no puede escapar y encontrar en otros lugares los objetos/sensacio-
nes de los que carece en su mundo, pues el mundo es ya una aldea global. Por
ello, el turista posmoderno busca más allá de lo real, busca en la ‘hiperrealidad
de los mundos virtuales o simulados. En este fenómeno, conocido como “dis-
neylandización, lo hiperreal puede incluso transformar lo real a su imagen y
semejanza.
Un estudio realizado en el Festival Renacentista de Texas (Kim y Jamal,
2007), conrma que la experiencia permite a los turistas participantes (que repi-
ten el viaje cada año) alcanzar un estado del ser donde se pueden romper las nor-
mas y los tabúes socialmente impuestos, al menos momentáneamente. El festival
es algo más que un evento postmoderno, supercial, hedonístico y lúdico. De
modo semejante al sentido que se le daba a los carnavales premodernos, el festival
es el espacio y el tiempo para que los turistas inviertan temporalmente sus roles
y sus prácticas del día a día.
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 193
Antecedentes sociohistóricos de la región en estudio
El CIP Bahías de Huatulco
En los años setenta y ochenta del siglo XX, el gobierno federal mexicano, a través
de su agente desarrollador Fonatur, creó varios Centros Integralmente Planeados
(CIPs) en puntos estratégicos del territorio nacional, con el argumento de deto-
nar el desarrollo económico regional a través del turismo de masas convencional
(Jinez, 1993).
Uno de los últimos CIPs desarrollados fue Bahías de Huatulco, sobre la costa
del Pacíco sur, en el estado de Oaxaca. La historia de la creación de este destino
turístico planicado está marcada por una serie de conictos sociopolíticos deri-
vados de la expropiación de tierras que afectó a los 300 habitantes del poblado de
Santa Cruz Huatulco y otras comunidades de campesinos. En mayo de 1984, el
gobierno federal decreta la expropiación a favor de Fonatur de 21 163 ha comu-
nales en la zona sur del municipio de Santa María Huatulco; es decir, expropia
prácticamente toda la franja costera del municipio, unos 30 km de costa (Santia-
go, 2004). Tal evento tuvo, y tiene aún, serias repercusiones económicas, sociales,
culturales y ambientales (López, 2008).
En 1997 se decretó la creación de un área natural protegida, que actualmen-
te es el Parque Nacional Huatulco (PNH), uno de los actores que se agregan a la
rebatiña regional por los recursos entre los diversos grupos locales, casi siempre
contra Fonatur (López, 2008). En 2010, a 26 años de la expropiación que le dio
origen, el CIP Bahías de Huatulco contaba con una oferta dirigida predominan-
temente al mercado turístico masivo-convencional. En general, la estrategia de
Fonatur al crear estos CIPs ha generado altos costos en términos ambientales y
sociales, y los benecios nancieros no han uido en la escala esperada (Pesenti
y Dean, 2003).
Las comunidades: Piedra de Moros, Pueblo Viejo y Limoncito
En esta investigación se aborda el caso de la Sociedad de Producción Rural (SPR)
Las Tradiciones y Pueblos de Huatulco, integrada por los miembros de siete fa-
milias que habitan en pueblos aledaños al CIP Bahías de Huatulco: Piedra de
Moros, Pueblo Viejo y Limoncito. La SPR ofrece un producto turístico de tipo
cultural, el cual es comercializado como el tourPueblos y Tradiciones de Hua-
tulco”. Su creación se origina entre 2003 y 2004, cuando la SEMARNAT, a través
de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el Parque
194 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
Nacional Huatulco (PNH), junto con un empresario privado, llevaron a cabo la
idea de integrar un circuito turístico con expresiones culturales del medio rural.
De ahí se origina la SPR Las Tradiciones y Pueblos de Huatulco, cuya acta cons-
titutiva tiene fecha de junio del 2007.
Los tres pueblos mencionados se catalogan como comunidades rurales, dado
que cuentan con poblaciones menores a 2 500 habitantes: Piedra de Moros tenía
218 pobladores en 2010, Pueblo Viejo 257 y El Limoncito 114 (INEGI, 2010a).
Los tres pueblos se hallan conectados por un camino de terracería que entronca
al sur con la carretera federal 200, y al norte conduce tanto a la cabecera munici-
pal de Santa María Huatulco (por el camino viejo) como a la de San Miguel del
Puerto. Las tres comunidades se catalogan como de alta marginación (SEDESOL,
2013).38
A nales del 2003, el PNH aportó nanciamiento al Sistema Comunal de
Áreas Naturales para realizar un estudio técnico acerca de la creación de una ruta
de turismo alternativo en la zona de terrenos comunales que lo circundan (López,
2008). En esta zona se ubican poblaciones como Piedra de Moros, Pueblo Viejo
y el Limoncito. El proyecto fue llamado por el PNH “Corredor Ecoturístico Co-
munitario de Huatulco” (Ibid.), y dio origen a la Sociedad de Producción Rural
(SPR) Las Tradiciones y Pueblos de Huatulco.
El proyecto original del PNH fue abandonado, pero retomado por un em-
presario al frente de una agencia de viajes, quien organizó a algunas familias de
los poblados Piedra de Moros, Pueblo Viejo y el Limoncito.39 En septiembre
de 2004, la agencia de viajes Aventuras Huatulco lleva a los primeros turistas a lo
que se vende como tour Pueblos y Tradiciones de Huatulco. El empresario priva-
do toma la iniciativa, impulsa y dirige la organización de estas familias y propone
crear ciertos atractivos. Así, se arranca el proyecto con las familias que ofrecen
una visita guiada a un huerto de cítricos, a un cultivo de nopales y a una cocina
tradicional, y posteriormente se agregarían otros “atractivos”. En junio de 2007
se constituye legalmente la SPR con siete socios (que representan a siete familias
de los tres pueblos). Desde entonces, el empresario privado y la SPR rman con-
38 El índice de Marginación (IM) “… es una medida-resumen que permite diferenciar enti-
dades y municipios del país según el impacto global de las carencias que padece la población
como resultado de la falta de acceso a la educación, la residencia en viviendas inadecuadas,
la percepción de ingresos monetarios insucientes y las relacionadas con la residencia en
localidades pequeñas” (INEGI, 2013b). El IM utiliza cinco categorías: muy alto, alto, medio,
bajo y muy bajo grado de marginación (cf. SEDESOL, 2013).
39 Entrevista con Erika Rodríguez, funcionaria del PNH, el 31 de marzo de 2009, en la Uni-
versidad del Mar, campus Huatulco.
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 195
tratos de exclusividad, por el cual los socios de la SPR no pueden recibir turistas
traídos por otras agencias de viajes durante las fechas programadas para recibir a
los de la agencia Aventuras Huatulco.
No es posible catalogar a Las Tradiciones y Pueblos de Huatulco como una
empresa de base comunitaria, ya que las condiciones de participación y empo-
deramiento –requisitos del modelo del turismo comunitario (Fernández, 2011)–
están ausentes en esta experiencia. Durante el diseño y planeación, la última fase
de la propuesta turística, no se consultó a las asambleas de comuneros, que son
la autoridad en los tres pueblos a los que pertenecen estas familias. No existe una
vigilancia y control sobre el ujo de turistas y sus impactos en las comunidades, y
los benecios económicos tampoco se han canalizado para crear algún valor so-
cial colectivo. Este proyecto pudo haber adoptado otro sentido si el PNH hubiera
retomado la idea original de “corredor ecoturístico”, aplicando la metodología de
la participación y el empoderamiento comunitario. Tampoco se puede decir que
estemos ante una empresa mixta o ‘joint venture’, pues los “socios” comunitarios
carecen de suciente control y poder sobre su organización, ya que quien gestio-
nó y se apropió de la iniciativa fue un empresario privado, que de modo unilateral
señala qué, cómo, dónde y cuándo se ofrecen “atractivos” turísticos creados de la
nada, con recursos culturales y naturales de las familias locales.
Metodología
Las técnicas empleadas en esta investigación fueron de tipo cualitativo, debido a
que no existían estudios previos sobre las experiencias que constituyen el objeto
de estudio. Por tal motivo, se emplearon técnicas como las entrevistas semiestruc-
turadas y la observación no participante. En total se aplicaron ocho entrevistas
entre los meses de abril y noviembre de 2009. Se transcribieron las grabaciones y
posteriormente se clasicó y agrupó la información en una base de datos.
Con el n de organizar la información recabada, se utilizaron algunas di-
rectrices propuestas por Maldonado (2005b) para evaluar las experiencias del
turismo comunitario en su dimensión cultural; entre ellas:
1. Las actividades turísticas ¿rescatan, valoran y potencian algunas mani-
festaciones propias de la cultura indígena o rural?
2. El producto turístico ¿incorpora expresiones genuinas de la cultura indí-
gena/rural o las ha adulterado?
196 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
3. Los servicios de gastronomía que se ofrecen al turista ¿valoran la tradi-
ción culinaria y los productos locales provenientes de la agricultura y la
pequeña industria familiar o comunitaria?
4. ¿Se reconocen y valoran los conocimientos colectivos tradicionales
aplicados a la medicina, prácticas curativas y encuentros espirituales?
5. ¿Se han respetado, armado y difundido valores y costumbres tradi-
cionales de la comunidad, o se los ha ocultado y relegado por considerarlos
inferiores, sin valor o anacnicos?
Para Maldonado (2005:14-15), se debe otorgar “particular atención [] a
la ‘autenticidad’ de las manifestaciones y símbolos culturales que los operadores
turísticos han exigido de las comunidades, o que éstas han decidido dirigir a los
turistas”. Como se aprecia en los indicadores, el tipo de autenticidad al que se
reere este autor es la objetiva, y se han dejado de lado indicadores que podrían
medir tanto la autenticidad construida socialmente como la existencial (Wang,
1999). Por tal motivo, en este trabajo se presentan los resultados de la primera
parte de la investigación, los referidos a la autenticidad objetiva.
Resultados
A partir de un análisis de fortalezas y debilidades (FODA) se obtiene un panora-
ma general de la situación de la empresa, que sirve de preámbulo para abordar el
tema de la autenticidad de su producto turístico (Cuadro 2).
Con su oferta turística de tipo cultural, la Sociedad de Producción Rural
Las Tradiciones y Pueblos de Huatulco es un caso único en el CIP Bahías de
Huatulco y su región, pese a que no va dirigida a un turismo alternativo intere-
sado y respetuoso de las expresiones culturales autóctonas de la región Costa de
Oaxaca, y que su nicho de mercado se ubica entre los cruceristas, un turismo más
bien masivo y convencional.
A n de analizar la autenticidad objetiva de los productos turísticos de este
caso, se ofrece una breve descripción de cada una de las expresiones culturales
que comprende el tour de tres horas.
Jardín botánico (Piedra de Moros)
En 2009, cuando se realizó el estudio, una de las primeras paradas del tour era
en un jardín botánico denominado “de plantas medicinales”. En ese recorrido se
aprecian diversos tipos de plantas y los miembros de la familia ofrecen una expli-
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 197
Cuadro 2. Análisis FODA de la SPR Las Tradiciones y Pueblos de Huatulco
Fortalezas Debilidades
El Producto turístico es innovador en
el mercado y se encuentra en vías de
consolidarse.
Pertenece a un circuito turístico que
se ofrece regularmente al segmento de
cruceros en el CIP.
Su cercanía con el CIP permite su
incorporación al resto de los atractivos del
lugar.
Se tiene bien denido el perl de un
segmento de consumidores turísticos
(turismo de cruceros).
Los socios están unidos y trabajan
coordinadamente.
Las familias de los socios legales apoyan
con entusiasmo y con trabajo las
actividades de la Sociedad.
Los socios perciben cierto “éxito” de su
empresa debido a los ingresos que reciben,
lo que ha permitido mejorar su economía
familiar y ver a la SPR como su fuente de
empleo fundamental o complementario.
Excesiva dependencia de un solo agente
comercializador y de un solo segmento del
mercado turístico (turismo de cruceros, el
cual llega a Huatulco por temporadas). No
se han identicado segmentos de mercado
alternos con potencial.
Falta de involucramiento de más
integrantes de las comunidades en la SPR.
Los socios de la SPR carecen de
capacitación y de habilidades básicas para
conducir y autogestionar sus actividades
empresariales.
Infraestructura limitada, escaso transporte
público, caminos en mal estado, etcétera.
Los socios carecen de acceso a tecnologías
informáticas, equipo de comunicación y
vehículos propios.
Escasa visión de negocios y cultura
empresarial.
No existen puestos de trabajo formal y
apegado a la ley laboral. Se utiliza trabajo
infantil y femenino (no remunerado). No
hay seguridad social ni prestaciones.
Fortalezas Debilidades
Los socios vislumbran un mejoramiento
de su empresa, un futuro promisorio en
cuanto a las ventas e ingresos.
Los socios empiezan a darse cuenta de la
necesidad de diversicar sus canales de
comercialización y no depender tanto de
una sola agencia de viajes.
Los socios son auténticos campesinos, son
hospitalarios y son de diferentes edades, lo
cual es interesante para los turistas.
Los servicios se venden con tarifas
controladas, no derivadas de un análisis de
costo-benecio.
198 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
Cuadro 2. Continuación
Oportunidades Amenazas
Potencial para crecer y diversicar las
alternativas de oferta turística a nivel
regional. Existen atractivos naturales
cercanos (como la Piedra de Moros
y las cuevas en un cerro cercano a El
Limoncito) que podrían ser aprovechados
para diversicar el producto turístico e
implementar su carácter ecoturístico.
Integrarse a nuevos circuitos que se ofrecen
al turismo del CIP, como el tour a las
cascadas de Llano Grande.
Acceso a otros segmentos de mercado,
diferentes al de cruceros.
Aprovechar redes comerciales para venta de
artesanías de la zona.
Aprovechar y fortalecer alianzas con
actores locales (agencias de viajes, hoteles,
y otras cooperativas) para publicitar y
promover el producto.
Aprovechar su cercanía con instituciones
de educación técnica, media superior y
superior (Umar, Cobao, Cecat, etc. para
acceder a capacitación y asesorías.
No alcanzar la autogestión ni el
empoderamiento de los socios; formar
parte subordinada de un(os) empresario(s)
privado(s).
No alcanzar el desarrollo sustentable en lo
económico, social, cultural o ambiental.
Exclusión de otros integrantes de la
comunidad. Posibilidad de generar
conictos con otros sectores de la
comunidad.
Dependencia de intermediarios (taxistas,
agencias de viajes).
Se observa falta de apoyos institucionales
(recursos nancieros, capacitación,
comercialización) dirigidos especícamente
a este tipo de empresas.
Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo, abril-noviembre de 2009.
cación sobre sus propiedades medicinales, aunque son los guías de la agencia de
viajes quienes hacen una traducción al inglés para los turistas. Los pobladores de la
región conocen y utilizan la mayoría de las aproximadamente 200 especies
de plantas que se tienen, y su conocimiento deriva de la tradición oral.
Pues mire, como yo todavía alcancé a conocer a mi bisabuela, mi abuela, mi
abuelo…Yo crecí y vine escuchando los remedios que se usaban antes, y así fue
como se me grabó qué era bueno para cada enfermedad, para una calentura,
ebre, una tos, dolor de huesos (entrevista con Mateo Sánchez García, 23 de
junio de 2009, Piedra de Moros, Santa María Huatulco).
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 199
La idea original de construir un jardín botánico fue del empresario priva-
do que vende los tours a los turistas; sin embargo, se pudo constatar que en las
viviendas de la comunidad aún se conserva la costumbre de tener un pequeño
jardín con macetas y plantas con algún benecio curativo o gastronómico. Y,
como comentaron los entrevistados, la mayoría de plantas que se exponen son del
conocimiento de las comunidades locales y se utilizan con nes curativos.
En ese sentido, la tradición herbolaria de la región sí se encuentra represen-
tada en este jardín botánico de plantas medicinales, aunque el lugar en sí mismo
se ha creado ex profeso para la mirada de los turistas, como un producto turístico
inventado. En este último sentido sería un producto de la “región del frente que
ha sido decorada para parecerse en algo a la región de atrás”, o situación 2 del
continuum de MacCannell (1973:598, traducción de las autoras).
Cocina tradicional (Piedra de Moros)
En esta parada del recorrido los turistas conocen una choza de adobes en la que se
exhiben un fogón de leña, un comal, un metate para moler maíz y otros elemen-
tos de una cocina campesina típica. Una señora mayor muestra la elaboración
manual de las tortillas a base de masa de maíz, y convida a los turistas a degustar
tacos con salsa y tamales de frijol. Junto a esta choza se encuentran la casa de
material industrializado (tabique, cemento) y una tienda de abarrotes, propiedad
de la familia, aunque la cocina de uso cotidiano es la misma que se muestra
en el tour.
La mayoría de las familias de la comunidad de Piedra de Moros cuenta con
una cocina semejante y todos los días lleva al molino su nixtamal para hacer la
masa de las tortillas. En ese sentido, la cocina y las actividades domésticas que en
ella se escenican para los turistas sería una muestra de “la región de atrás que
se adapta mínimamente para que los Otros echen un vistazo” (situación 5 de la
Figura 1).
Por otro lado, aunque se muestran y se ofrecen elementos de la cocina tra-
dicional, el discurso (exclusivo de los guías) que acompaña a la representación
no está ligado a la historia local o a particularidades de la cultura de las familias
campesinas de la zona. No se hace referencia al papel del maíz en el modo de vida
de la gente del lugar y, por el contrario, se habla de la historia y origen del maíz
en general, sus tipos y formas de cultivo que son comunes a todos los pueblos de
México, y de los tipos de platos típicos mexicanos a base de maíz.
Aunque de cierta manera esta es la expresión más “auténtica” de todo el cir-
cuito Pueblos y Tradiciones de Huatulco, no deja de ser un escenario selecciona-
do por una mirada ajena (el agente de viajes que organiza los tours), y un montaje
200 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
que no permite ver la incorporación de elementos de la modernidad a la vida
doméstica de los pobladores de la zona (por ejemplo, el metate ha sido sustituido
por un molino eléctrico).
Además, el contacto entre turistas y locales es distante, pues son los guías
de la agencia de viajes, y no los socios de la empresa social, quienes ofrecen una
explicación e interactúan más con los turistas.
Huerto de nopales (Pueblo Viejo)
Esta familia ofrece una visita guiada a un terreno en el que han plantado cuatro
tipos de nopal (silvestre, castilla, cayuca y San Gabriel). Posteriormente, los tu-
ristas pasan a una palapa donde se les invita a degustar distintas “probaditas” de
viandas a base de nopal (ensalada, nopal con huevo, nopal asado, salsa de nopal,
tortillas de nopal). Los entrevistados señalaron que se estaba pensando en ofrecer
también jugos y licuados de nopal. Esas actividades se insertan en un contex-
to discursivo en el que se subrayan las propiedades nutricionales y medicinales
del nopal.40
Al igual que en el caso del jardín botánico, se trata de una expresión cultural
creada para la visita de los turistas, con la diferencia de que este huerto de nopales
no reeja las costumbres gastronómicas o agrícolas de los grupos campesinos de
la región. En esta zona de Oaxaca, el nopal no puede en absoluto considerarse
como un elemento de la cocina tradicional, o al menos no las cuatro especies.
Los entrevistados señalaron que el nopal no se come de manera habitual, y que
anteriormente solo durante periodos de sequía o malas cosechas se tomaba como
alimento; lo normal era utilizarlo como forraje para el ganado.
En este caso, resulta evidente que se trata de una construcción articial con
nes turísticos. El conocimiento y el discurso de los miembros de esta familia so-
bre el papel del nopal en la cultura mexicana y sus propiedades nutricionales son
de reciente adquisición y han sido tomados del Internet. En ningún momento
dicho discurso se extrajo de una tradición oral, y no proviene de un conocimien-
to ancestral.
En resumen, se trata de una escenografía que nada tiene de auténtica (en
el sentido objetivo ya mencionado) y en todo caso corresponde a la “región del
frente” del continuum de MacCannell (1973). Esta región del frente es solo una
creación teatralizada que poco o nada se relaciona con la vida original de los
campesinos de esta región de Oaxaca.
40 Entrevistas a José Vásquez y María Margarita González García, 23 de junio de 2009,
Pueblo Viejo, Santa María Huatulco, Oaxaca, México.
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 201
Elaboración de adobes (El Limoncito)
Aquí se muestra la elaboración artesanal del adobe o tabique de tierra para la
construcción de viviendas, a partir de una mezcla de barro y resina de ocote (un
árbol de coníferas propio de las zonas altas de la Sierra Sur). Los adobes tradicio-
nalmente se utilizaban en la arquitectura popular rural y urbana, aunque ahora
han sido desplazados por los tabiques de material industrializado. De nuevo,
el contexto discursivo en el que se inserta la actividad poco se relaciona con las
costumbres locales y llama la atención que ninguna de las construcciones del
“ranchito” donde se ofrece la exhibición de la elaboración de adobes, está hecha
con adobes.
De la misma manera que en el huerto de nopales, el conocimiento de las
técnicas del manejo del barro para su transformación en tabiques es de reciente
adquisición. Por otra parte, las mujeres de la familia, e incluso los niños, elaboran
imitaciones de guras prehispánicas o de objetos de barro no necesariamente
tradicionales (ceniceros, aretes, collares) para vender como souvenir. También
disponen de un platanal donde muestran diversas variedades y están pensando
en incorporar también un jardín botánico de plantas medicinales.41
Tejidos de palma mixteca (El Limoncito)
Bajo una gran palapa, esta familia hace demostraciones del tejido con palma y
ofrece como souvenirs artesanías tejidas. Hay que subrayar que ni la palma mix-
teca es un cultivo tradicional local, ni tampoco la mayoría de las artesanías de
palma que se venden (bolsas, sombreros, abanicos) son de elaboración local. La
palma es de la región mixteca de Oaxaca, en el altiplano, y en el caso de esta
familia de origen mixteco (que inmigró a la comunidad de El Limoncito), las
plantas las han traído de Puerto Escondido (ciudad ubicada también en la región
de la Costa), donde a veces compran hojas de palma ya pintada para elaborar las
artesanías. Por otra parte, aunque algunos objetos fabricados con la palma sean
tradicionales (petates, tenates, sopladores, barredores) otros son de reciente intro-
ducción (abanicos, bolsos).
Es bastante claro en este caso que no se trata de una expresión auténtica de
la zona, ni mucho menos de un rescate de tradiciones culturales locales, sino
de una actividad mediante la cual una sola familia emigrante explota sus propios
patrones culturales para otra cultura receptora. Se comentó en las entrevistas que
41 De hecho, a raíz de un conicto con la familia del jardín botánico de plantas medicinales
en Piedra de Moros por la exclusividad del servicio turístico para Aventura Huatulco, S. A.,
y por iniciativa del empresario privado que comercializa el circuito, esta familia que elabora
adobes para los turistas ha sido impulsada a crear su propio jardín botánico.
202 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
muchos turistas no compran estas artesanías, debido quizá a que son muy pare-
cidas a las que pueden encontrar en las zonas comerciales de Bahías de Huatulco
o Acapulco, donde también se venden “artesanías de aeropuerto”, o sea, cultural-
mente descontextualizadas.
Huerto de cítricos (El Limoncito)
Este producto turístico, también integrado al circuito Pueblos y Tradiciones, está
controlado por una familia de origen campesino, en la que el padre se dedica a
la agricultura solo parcialmente, ya que al momento del estudio (2009) tenía
empleo como cobrador de energía eléctrica para la empresa paraestatal Comisión
Federal de Electricidad (CFE).
La actividad turística consiste en una visita guiada por un huerto de cítricos
(donde se pueden apreciar árboles de naranjas, mandarinas, toronjas y limones)
aledaño a la vivienda de la familia. Más tarde, los turistas pasan a la palapa de
recepción, donde se les ofrecen bebidas a base de esas frutas del huerto. Aquí par-
ticipan tres mujeres de edades diversas: desde la madre (de unos 35 años) hasta la
suegra (de más de 80 años) y la hija (de escasos 12 años).
Igual que en el caso del huerto de nopales, los cítricos no son un cultivo
habitual en la región, y su introducción años atrás en El Limoncito es resultado
de una iniciativa de la agencia agrícola municipal, con el n de diversicar la pro-
ducción agrícola de la zona en respuesta a la crisis económica de los cafetales y el
bajo precio del maíz. Solo la familia que ofrece el recorrido cuenta con un huerto
de amplias dimensiones; el resto de las familias de la zona tal vez cuenten con
algunos árboles de limones o naranjas en su jardín, pero no un huerto como tal.
Evaluación general
El objetivo de la investigación es el análisis de la autenticidad objetiva, y pretende
determinar el carácter original o genuino de los objetos o eventos que el turista
encuentra en su viaje (Wang, 1999). Los objetos y las prácticas son genuinos
cuando los miembros de un grupo culturalmente diferenciado los usan, elaboran
o ejecutan cotidianamente. Con base en esta acepción del término autenticidad,
se podría decir que los productos turísticos que ofrece la SPR Las Tradiciones y
Pueblos de Huatulco son parcialmente auténticos, ya que predominan las esceni-
caciones creadas articialmente, es decir, sin sustento en la realidad sociocultu-
ral de la región rural analizada. El Cuadro 3 clasica cada uno de los productos
culturales que constituyen el recorrido turístico analizado.
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 203
En otro plano de análisis, mucho más centrado en el estilo de vida rural y
tradicional de los campesinos mexicanos (que nalmente es el atractivo que se
vende en el tour analizado en este estudio), se podría interpretar que la autentici-
dad objetiva queda fuera de la mirada de los turistas, pues no existen recorridos
por los campos de cultivo que trabajan los campesinos de esta región en su tiem-
po ordinario (es decir, cuando no llegan los turistas) ni tampoco se conocen las
estas y ceremonias de estos pueblos, ni las actividades cotidianas de las mujeres
y los niños.
Los turistas no pueden conocer el estilo de vida campesino de Piedra de
Moros, Pueblo Viejo y El Limoncito debido a la estructura misma del tour y a que
sus motivaciones no se basan en la búsqueda de un conocimiento más auténtico.
El tipo de turismo que hace el recorrido por estas tres comunidades impide un
contacto cercano, directo y natural entre turistas y pobladores locales. A cambio
de ello, el encuentro se reduce a intervalos muy cortos de tiempo (20 minutos
como máximo en cada parada), dedicados a la mera administración del servicio
y con una barrera sociocultural insalvable, que es la del idioma.
Este producto turístico se ha diseñado y adaptado a los tiempos, gustos y
valores de los turistas. Se ha pensado más en lo que al turista le puede interesar
o causar curiosidad, y menos en fortalecer la identidad cultural de los grupos
locales; se ha pensado más en la diversicación del producto turístico y menos
Producto cultural Autenticidad objetiva Fase del continuum
de MacCannell (1973)
Jardín botánico de plantas
medicinales Parcialmente
2: Región del frente que
ha sido decorada para
parecerse en algo a la región
de atrás
Cocina tradicional 5: Región de atrás que se
abre para que el turista eche
un vistazo
Huerto de nopales No 1: Región del frente
Elaboración de adobes No 1: Región del frente
Tejido de palma No 1: Región del frente
Huerto de cítricos No 1: Región del frente
Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo, abril - noviembre de 2009.
Cuadro 3. Autenticidad de los productos culturales del tour Pueblos y Tradiciones
204 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
en un rescate de la cultura auténtica de estos pueblos que rodean al CIP Bahías
de Huatulco.
Si bien aún no ha sido posible determinar en qué medida se han respetado
o descartado valores comunitarios por considerarlos “inferiores” o “anacrónicos”,
en el caso de la SPR Las Tradiciones y Pueblos de Huatulco pudo apreciarse que
ciertas actividades inicialmente integradas en el circuito (por ejemplo, un paseo
en carreta tirada por bueyes) se abandonaron debido a que entraban en conicto
con la visión de los turistas en lo relativo al trato a los animales. Entre las distin-
tas construcciones culturales de la animalidad priva una jerarquía, y el trato que
reciben los animales en la cultura campesina local se subordina al trato “fami-
liar” y “amigable” al que están acostumbrados los turistas de la ciudad.
Las entrevistas revelaron también que todos los socios y sus respectivas fa-
milias (es decir, todos los que “dan la cara”) tenían que uniformarse para recibir
a los turistas: mujeres, niños, ancianos y hombres, casi 40 personas. El hecho
de obligar a las personas de los pueblos a portar un uniforme para atender a
los turistas es indicativo de cierta discriminación de la cultura campesina. En
esta imposición se lee una negación de la indumentaria (humilde, rota y sucia)
del trabajador del campo y su familia, y en el intento de ocultar la pobreza y la
marginacn se advierte una falta de autenticidad respecto a la realidad social del
medio rural en México. Para la agencia de viajes que comercia con este circuito
cultural, es preciso ocultar al campesino pobre, pues su imagen podría no ser del
agrado de un turista del “primer mundo, que paga para entretenerse, pero no
para conocer una realidad que le resulta “incómoda”.
¿En qué medida, detrás de esta decisión (impuesta por el empresario privado)
se encuentra una discriminación externa que conduce inevitablemente a una
autocensura del modo de vida campesino y su condición material precaria? Tal
medida es, antes que nada, una estrategia de mercadotecnia para dotar al servicio
de la empresa privada de un sello de marca que permita a los turistas identicar
el producto. Pero también, desde una perspectiva antropológica, esta medida
envía un mensaje a la gente campesina y humilde de Piedra de Moros, Pueblo
Viejo y El Limoncito de que su cultura no es tan valiosa como para mostrarse
realmente como tal, y que el estilo de vida de los campesinos mexicanos podría
ofender o empañar la imagen idílica de “pueblitos pintorescos” que se fomenta
en el imaginario de los turistas extranjeros, los principales clientes. Este ejemplo
revela una forma de discriminación social, situación posiblemente vinculada con
la falta de empoderamiento de los socios de la SPR Las Tradiciones y Pueblos de
Huatulco: de ahí su manipulación y vulnerabilidad social y cultural.
Autenticidad de los productos culturales de consumo turístico… . 205
Conclusiones
Los turistas de cruceros que descienden al puerto de Santa Cruz Huatulco, y
que compran el tour Pueblos y Tradiciones tienen la oportunidad de conocer
de manera directa ciertas expresiones y costumbres de la vida rural de México,
escenicadas por verdaderos campesinos. Sin embargo, en buena medida esas
expresiones culturales no son auténticas en un sentido objetivo, pues no tienen
una base real en las prácticas cotidianas de los grupos sociales de esta zona rural
que rodea al CIP Bahías de Huatulco. Con base en la denición de autenticidad
objetiva de Wang (1999), se puede armar que la mayoría de los eventos y objetos
que se ofrecen al turismo como parte de las tradiciones y estilos de vida originales
del medio rural de la región, no son auténticos.
Los cultivos de los diferentes tipos de nopal y cítricos, especies vegetales
traídas de otras regiones del país, así como de ciertas plantas medicinales que no
son conocidas en la región; la elaboración de adobes –que desafortunadamente
resultan obsoletos en la construcción de casas– y el tejido de una palma que no
crece en la región costera, fueron implantados articialmente y ex profeso para su
conversión en atractivos turísticos. Es decir, hasta antes de la llegada de los turis-
tas, no existían como parte de la actividad agrícola y artesanal, o como parte de
la dieta de las comunidades de la regn. Son productos turísticos que se crearon
para servir de “región del frente”, o escenografía para el consumo turístico, pero
que no expresan la vida auténtica o “región de atrás” de los habitantes locales.
La SPR ha encontrado su nicho de mercado entre los turistas de cruceros,
segmento que presenta características propias de un turismo masivo convencio-
nal: grupos grandes (en relación con la capacidad de carga física y social de las
comunidades), demanda de servicios convencionales (baños con agua potable,
zona de recepción, clima en los vehículos que los transportan), rapidez en las
explicaciones y en su idioma (el inglés, en su mayoría), contacto supercial con
los locales, apego a un itinerario bastante apretado y presionados por un tiempo
limitado que se debe respetar a toda costa. Pero, sobre todo, el hecho de que estos
turistas compran un tour cultural sin tener como interés central conocer, valorar
y respetar la cultura local que visitan, y sin informarse de las expresiones autén-
ticas de dichas comunidades.
Futuras investigaciones permitirán determinar si los comportamientos y
motivaciones de turistas del tipo que Cohen llama “no institucionalizados” con-
tribuyen a alterar el esquema “región del frente” para turistas / “región de atrás”
para los habitantes locales, y si los esquemas de turismo alternativo están permi-
206 . María José Fernández Aldecua y Berenice Castillejos López
tiendo una mayor apertura de las regiones de atrás a los turistas, y cómo impacta
esta apertura a las sociedades receptoras tradicionales.
Finalmente, se debe mencionar que el tour ha tenido éxito entre los turistas
de cruceros que visitan Bahías de Huatulco. No se ha extendido su comerciali-
zación a otros tipos de turismo, pero los socios de la empresa social están inte-
resados en llegar a otros segmentos del mercado turístico. Es muy probable que,
ante la falta de conocimientos sobre las auténticas costumbres de los pueblos
de la región costa de Oaxaca, México, los turistas sientan satisfacción de tener
contacto directo y cercano con verdaderos campesinos mexicanos, sin impor-
tar la autenticidad objetiva de sus manifestaciones culturales. En este sentido,
los otros tipos de autenticidad, como la construida socialmente y la existencial
(Wang, 1999) podrían estar determinando, en mayor medida que la autenticidad
objetiva, el grado de satisfacción de los turistas en torno al tour cultural. Futuras
investigaciones tendrán que explorar entre los turistas la existencia de las otras
dos versiones de la autenticidad.

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En este estudio se analizan los conflictos asociados a la propiedad, acceso y usufructo de los recursos naturales localizados en la micro-cuenca del río Cacaluta, Oaxaca. En la diversidad de las problemáticas abordadas se expone la forma en la que los intereses de actores locales y globales interactúan y derivan en la conformación de escenarios beligerantes o de colaboración que inciden en la situación que guardan los recursos naturales en la zona de estudio. Los hallazgos expuestos en el presente documento buscan aportar evidencias para prevenir y resolver un tipo de conflicto cada vez más globalizado: el socioambiental.