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Alfabetización científica. Química al alcance de todos

Authors:
COMPETENCIAS BÁSICAS
Alfabetización científica. Química al alcance de todos
Sandra A. Hernández; Flavia C.
M. Zacconi1
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1Universidad Nacional del Sur. shernand@criba.edu.ar, fzacconi@hotmail.com
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1. La educación científica en la sociedad actual
Durante décadas se consideró que una persona alfabetizada era aquella que sabía
leer, escribir y contar. Hoy día sin embargo, resulta indispensable incluir competencias
científicas y tecnológicas a la alfabetización básica que aseguren que los ciudadanos
puedan desempeñarse con éxito.
El mundo actual requiere de ciudadanos con sentido crítico, capaces de preguntarse
sobre el sustento de algunas afirmaciones y de buscar autónomamente información
para formarse una opinión racional y valedera de manera que puedan participar con
conocimiento de causa en los debates y en la toma de decisiones que los involucren.
En la sociedad del siglo XXI, la ciencia y la tecnología juegan un papel cada vez más
importante, incluso en el desarrollo de actividades recreativas.
La competitividad y la empleabilidad se asocian a la capacidad que tienen las
personas de participar activamente en su sitio de trabajo y promover procesos de
innovación.
El proceso de alfabetización científica supone el aprendizaje de la ciencia desde el
cual los alumnos adquieran estrategias que les permitan no sólo incorporar saberes,
sino estar en condiciones de profundizar y ampliar el campo de conocimientos durante
toda su vida.
Ya en 1996, la Comisión Internacional para la Educación en el siglo XXI, presidida por
Jacques Delors propuso los cuatro pilares para la educación, es decir, "aprender a
aprender", "aprender a hacer", "aprender a convivir" y "aprender a ser". El informe
Delors dio un gran impulso al concepto de aprendizaje durante toda la vida, y a la
alfabetización como parte fundamental en el proceso de construcción de ésta. La
capacidad y grado de alfabetización que se necesita para hacer frente a un mundo
cada vez más tecnologizado nos lleva a tratar de alcanzar una visión de la nueva
alfabetización en el siglo XXI, que pueda ser adecuada a distintas culturas y distintos
grados de desarrollo.
2. Alfabetización científica, ciencia al alcance de todos
La alfabetización científica se ha convertido en una exigencia urgente, en un factor
esencial del desarrollo de las personas y de los pueblos. Así se afirma, en opinión de
los expertos, en los Estándares Nacionales de Ciencia y Educación (National Science
Education Standards), auspiciados por el Consejo Nacional de Investigaciones
(National Research Council) de Estados Unidos (1996), en cuya primera página alega:
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“En un mundo repleto de productos de la indagación científica, la alfabetización
científica se ha convertido en una necesidad para todos: todos necesitamos utilizar la
información científica para realizar opciones que se plantean cada día; todos
necesitamos ser capaces de implicarnos en discusiones públicas acerca de asuntos
importantes que se relacionan con la ciencia y la tecnología; y todos merecemos
compartir la emoción y la realización personal que puede producir la comprensión del
mundo natural”.
En una primera aproximación dicha alfabetización científica, significará, que la gran
mayoría de la población dispondrá de los conocimientos científicos y tecnológicos
necesarios para desenvolverse en la vida diaria, ayudar a resolver los problemas y
necesidades de salud y supervivencia básicos, tomar conciencia de las complejas
relaciones entre ciencia y sociedad y, en definitiva, considerar la ciencia como parte de
la cultura de nuestro tiempo (Furió y Vilches, 1997).
Con relativa frecuencia, determinadas personas, se sienten incapaces de controlar
ciertos productos tecnológicos o de afrontar simples razonamientos relacionados con
la ciencia. La educación debería disminuir esa inseguridad que algunos ciudadanos
tienen, de tal forma que se pudiera disfrutar de los crecientes beneficios de la era de la
ciencia y la tecnología, garantizando al mismo tiempo, la protección de la salud y el
medio y contribuyendo con el conocimiento a la toma de decisiones sobre el desarrollo
científico y tecnológico en el que estamos inmersos, y sus consecuencias. Por lo tanto
la alfabetización científica será necesaria para contribuir a formar ciudadanos y futuros
científicos, que sepan desenvolverse en un mundo como el actual y que conozcan el
importante papel que la ciencia desempeña en sus vidas personales y profesionales, y
en nuestras sociedades. Ciudadanos cuya formación les permita reflexionar y tomar
decisiones apropiadas en temas relacionados con la ciencia y la tecnología
(Aikenhead, 1985; Bingle y Gaskell, 1994; Gil et al., 1991; Solbes y Vilches, 1997).
En la Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el siglo XXI, auspiciada por la
UNESCO y el Consejo Internacional para la Ciencia, se declaraba: “Para que un país
esté en condiciones de atender a las necesidades fundamentales de su población, la
enseñanza de las ciencias y la tecnología es un imperativo estratégico. Como parte de
esa educación científica y tecnológica, los estudiantes deberían aprender a resolver
problemas concretos y a atender a las necesidades de la sociedad, utilizando sus
competencias y conocimientos científicos y tecnológicos”. Y se añade:
Promover la alfabetización científica, mostrando la ciencia como una actividad
humana de gran importancia social que parte de la cultura general en las
sociedades democráticas modernas.
Estimular o consolidar en los jóvenes la vocación por el estudio de la ciencia y la
tecnología, a la vez que la independencia de juicio y un sentido de la
responsabilidad crítica.
Favorecer el desarrollo y consolidación de actitudes y prácticas democráticas en
cuestiones de importancia social relacionadas con la innovación tecnológica o la
intervención ambiental.
Este programa extiende su campo de aplicación a un público muy diverso, desde
investigadores y profesores universitarios, hasta estudiantes de enseñanza
secundaria, pasando por divulgadores científicos, políticos de ciencia, etc., y en
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general, a las personas receptoras de la comunicación de la ciencia a través de los
medios de comunicación de masivos.
2.1. ¿Cuándo se logra la alfabetización científica?
La NSTA (Nacional Science Teachers Association), fundada en 1944 y con sede en
Arlington (Virginia, EE.UU.), es la mayor organización del mundo dedicada a la mejora
y la innovación de la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias para todos. Esta
asociación, en 1982, definió una persona alfabetizada científicamente como aquella
capaz de comprender que la sociedad controla la ciencia y la tecnología a través de la
provisión de recursos, que usa conceptos científicos, destrezas procedimentales y
valores en la toma de decisiones diaria, que reconoce las limitaciones así como las
utilidades de la ciencia y la tecnología en la mejora del bienestar humano, que conoce
los principales conceptos, hipótesis y teorías de la ciencia y es capaz de usarlos, que
diferencia entre evidencia científica y opinión personal, que tiene una rica visión del
mundo como consecuencia de la educación científica y que conoce las fuentes fiables
de información científica y tecnológica y usa fuentes en el proceso de toma de
decisiones.
Hodson (1992) considera tres elementos principales en la alfabetización científica:
Aprender ciencia, adquiriendo y desarrollando conocimiento teórico y
conceptual.
Aprender acerca de la ciencia, desarrollando una compresión de la naturaleza
y métodos de la ciencia, y una conciencia de las complejas relaciones entre
ciencia y sociedad.
Hacer ciencia, implicándose y desarrollando una experiencia en la
investigación científica y la resolución de problemas.
Para Kemp (2002) el concepto de alfabetización científica, agrupa tres dimensiones:
Conceptual (compresión y conocimientos necesarios). Sus elementos más
citados son: conceptos de ciencia y relaciones entre ciencia y sociedad.
Procedimental (procedimientos, procesos, habilidades y capacidades). Los
rasgos que mencionan con más frecuencia son: obtención y uso de la
información científica, aplicación de la ciencia en la vida cotidiana y utilización
de la ciencia de manera comprensible.
Afectiva (emociones, actitudes, valores y disposición ante la alfabetización
científica). Los elementos más importantes son: aprecio a la ciencia e interés
por la ciencia.
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2.1.1. ¿Cómo lograr una educación científica para todos?
2.1.1.1. Definamos “todos”
Vale plantearse ¿A quiénes nos referimos cuando decimos “todos”?. ¿Todos los
Argentinos?, ¿todos los Americanos?, ¡¿todo el Mundo?!
José Antonio Acevedo Díaz, Ángel Vázquez Alonso y María Antonia Manassero Mas,
(2003), en su escrito acerca del papel de la educación CTS en una alfabetización
científica y tecnológica para todas las personas plantean:
“La idea de ciencia para todas las personas, significa una enseñanza de las ciencias
que no excluya a nadie, y que esté íntimamente asociada a los principios educativos
de comprensividad y equidad. El lema de ciencia para todas las personas se refiere
también, a cómo hacer más accesible, interesante y significativa la ciencia escolar y,
sobre todo, darle relevancia para cada alumno. Reid y Hodson (1989) consideran que
la máxima “ciencia para todas las personas” significa un currículo común y obligatorio
para todas las escuelas y todo el alumnado, porque lo contrario sería marginar a la
mayoría de los estudiantes con un currículo de bajo status y beneficiar a una minoría
con otro de alto status. En la defensa de sus puntos de vista, señalan los peligros que
se derivan de los cursos de ciencias alternativos en función de distintas capacidades
del alumnado, de los orientados a comunidades concretas (por ejemplo: urbanas y
agrarias) y de la diferenciación del currículo basado en la diversidad cultural; también
se apoyan en los beneficios que la minoría del alumnado con intereses más
académicos pueden obtener al seguir un currículo de ciencias con referencias en el
mundo real y la sociedad en la que vive. Ahora bien, cuando estos autores precisan lo
que entienden por un currículo común para todos los estudiantes, señalan que no
significa ni idénticos contenidos, ni experiencias de aprendizaje iguales, ni tampoco las
mismas expectativas de conocimientos y capacidades finales.”
En este contexto, es preciso preguntarse cómo se puede lograr una educación
científica para todos si la investigación en didáctica de las ciencias ha mostrado
reiteradamente el grave fracaso escolar en las materias científicas, así como la falta de
interés e incluso el rechazo de los estudios científicos por muchos estudiantes.
Es necesario precisar, en primer lugar, qué se entiende por alfabetización científica y,
a continuación, estudiar en qué dirección avanzar para lograrla, analizando, en
particular, algunas de las dificultades que nos podemos encontrar.
La alfabetización científica y tecnológica sugiere unos objetivos básicos para todos los
estudiantes que convierten a la educación científica en parte de una educación
general. Hablar de alfabetización científica, de ciencia para todos, supone para
muchos autores pensar en un mismo currículo básico para todos los estudiantes y
requiere estrategias que impidan la incidencia de las desigualdades sociales en el
ámbito educativo.
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Pero, ¿cuál debería ser ese currículo científico básico para todos los ciudadanos?
Existe un amplio movimiento educativo detrás de este enfoque curricular que plantea
diversas propuestas, tanto referentes al significado del concepto como a de qué modo
lograrlo. Marco (2000) señala ciertos elementos comunes en dichas propuestas:
Alfabetización científica práctica, que permita utilizar los conocimientos en la
vida diaria con el fin de mejorar las condiciones de vida, el conocimiento de
nosotros mismos, etc.
Alfabetización científica cívica, para que todas las personas puedan intervenir
socialmente, con criterio científico, en decisiones políticas.
Alfabetización científica cultural, relacionada con los niveles de la naturaleza de
la ciencia, con el significado de la ciencia y la tecnología y su incidencia en la
configuración social.
2.1.1.2. La dimensión CTS en la enseñanza
Se trata de tener en cuenta en la enseñanza otras dimensiones de la ciencia, en
particular, las interacciones de la ciencia y la tecnología con el medio natural y social,
es decir, las relaciones Ciencia Tecnología y Sociedad (CTS), a los cuales muchos
autores agregan ambiente (A), es decir la CTSA. La alfabetización científico-
tecnológica multidimensional, señala Bybee, “se extiende más allá del vocabulario, de
los esquemas conceptuales y de los métodos procedimentales, para incluir otras
dimensiones de la ciencia: debemos ayudar a los estudiantes a desarrollar
perspectivas de la ciencia y la tecnología que incluyan la historia de las ideas
científicas, la naturaleza de la ciencia y la tecnología y el papel de ambas en la vida
personal y social. Este es el nivel multidimensional de la alfabetización científica. (…)
Los estudiantes deberían alcanzar una cierta comprensión y apreciación global de la
ciencia y la tecnología como empresas que han sido y continúan siendo parte de la
cultura”.
Además, la investigación didáctica ha puesto de manifiesto que el tener en cuenta en
las clases de ciencias los contenidos CTS aumenta el interés de los estudiantes hacia
la ciencia y mejora su actitud hacia su estudio. Esto es comprensible si se tiene en
cuenta que frecuentemente se presentan las materias científicas de forma que los
estudiantes las ven como algo abstracto y puramente formal, sobre todo en el caso de
la física y la química, como un dominio reservado a minorías especialmente dotadas y
contribuyendo al elitismo con tratamientos puramente operativos, no significativos.
En suma, gran parte de las recomendaciones internacionales sobre la alfabetización
científica y tecnológica para todas las personas incluyen muchas de las propuestas
propias del movimiento CTS.
La dimensión CTS en la enseñanza se debe entender como parte de la inmersión en
una cultura científica destinada a favorecer una auténtica alfabetización científica y
tecnológica. Se propone, una actividad científica, abierta y creativa, debidamente
orientada por el profesor, que incluya, entre otros:
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La consideración del posible interés y relevancia de las situaciones propuestas
que dé sentido a su estudio y evite que los alumnos se vean sumergidos en el
tratamiento de una situación sin haber podido siquiera formarse una primera
idea motivadora.
El estudio cualitativo de las situaciones problemáticas planteadas y la toma de
decisiones, para acotar problemas y operativizar qué es lo que se busca
(ocasión para que los estudiantes comiencen a explicitar funcionalmente sus
concepciones).
La invención de conceptos y emisión de hipótesis (ocasión para que las ideas
previas sean utilizadas para hacer predicciones susceptibles de ser sometidas
a prueba).
La elaboración de estrategias de resolución (incluyendo, en su caso, diseños
experimentales) para contrastar las hipótesis, a la luz del cuerpo de
conocimientos de que se dispone.
El manejo reiterado de los nuevos conocimientos en una variedad de
situaciones, poniendo un énfasis especial en las relaciones Ciencia, Tecnología
y Sociedad que enmarcan el desarrollo científico, propiciando, la toma
fundamentada de decisiones.
Las interacciones Ciencia, Tecnología y Sociedad se convierten así en una dimensión
esencial para una adecuada inmersión en la cultura científica, es decir, para la
educación científica que precisamos todas las personas, incluidos los futuros
científicos y científicas.
En resumen, la alfabetización científica debe ser concebida, como un proceso de
“investigación orientada” que permita a los alumnos participar en la aventura científica
de enfrentarse a problemas relevantes y (re)construir los conocimientos científicos,
que habitualmente la enseñanza transmite ya elaborados, lo que favorece el
aprendizaje mas eficiente y significativo.
Si bien resulta claro que hoy día el sistema escolar no es el único responsable de
alfabetizar científica y tecnológicamente a la ciudadanía, no puede negarse que las
actitudes hacia la ciencia y la tecnología de una persona adulta se afianzan en los
primeros años de la escolarización.
No debe olvidarse tampoco a la educación no-formal, que incluye a todas aquellas
intervenciones educativas y de aprendizaje que se llevan a cabo en un contexto
extraescolar. Esta sin duda es de gran importancia para el logro, mantenimiento y
proyección a futuro de la alfabetización.
La alfabetización científica y tecnológica para todas las personas pareciera ser una
utopía, un sueño inalcanzable. Sin embargo, no es quimérico lograrla, siempre y
cuando se tenga en cuenta que la misma está íntimamente unida a lo social, cultural e
ideológico de cada grupo a alfabetizar. De hecho, es prácticamente imposible
establecer un modelo universal para su logro. Diferentes sociedades y grupos sociales
disímiles interaccionan de distinta manera con la ciencia y la tecnología. Por lo tanto,
aunque las finalidades, propósitos y objetivos generales sean idénticos, no es
imprescindible pretender que el resultado de los objetivos más específicos sea igual
para todos.
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Así pues, en la práctica podrá concretarse de muchas maneras para que las personas
alfabetizadas puedan tomar decisiones con distintos niveles de complejidad, pero sin
que esta contextualización suponga perder de vista la referencia del marco general
previamente establecido.
Por lo tanto, tiene mucha importancia preguntar qué alfabetización científica y
tecnológica se pretende y con qué propósitos; esto es, preguntar cuál es la ideología
que se está sustentando con ella.
2.2. Cuestiones a debatir
En función de lo anteriormente expuesto, creemos interesante plantear y debatir las
siguientes cuestiones:
a) Como docentes:
¿Estamos alfabetizados científica y tecnológicamente?
¿Estamos preparados para alfabetizar científica y tecnológicamente?
Cuando pensamos en una clase de ciencias, ¿pensamos más en libros de
texto o en actividades? ¿Por qué?
¿Qué porcentaje del tiempo escolar le asignamos a la educación científica y
tecnológica?
b) En las instituciones educativas:
¿Cuál es la prioridad que se le asigna a la educación científica y tecnológica?
¿Han realizado procesos de mejoras recientes para orientar la educación en
ciencia y tecnología?
c) ¿Están alfabetizados científicamente nuestros alumnos? Como propuesta
metodológica, para poder apreciar el nivel de alfabetización científico y
tecnológico de los alumnos, se sugiere evaluar a través de un cuestionario de
tipo verdadero o falso una batería de preguntas generales que el docente
considere adecuadas y que relacionen ciencia-tecnología-sociedad-ambiente.
d) ¿Qué factores consideramos que promueven la alfabetización científica y
tecnológica en los docentes?; ¿y en los alumnos?
e) ¿Qué factores consideramos que impiden la alfabetización científica y
tecnológica en los docentes?; ¿y en los alumnos? ¿Cómo podemos solucionar
las dificultades planteadas?
f) ¿Realmente creemos posible una alfabetización científica y tecnológica para
todas las personas?
g) ¿En qué contextos realistas se espera que el público utilice su alfabetización
científica y tecnológica? ¿En las decisiones de política científica y tecnológica?
¿En llevar un estilo de vida más informado? ¿En asistir a eventos científicos?
¿En decidir desarrollar carreras en científica y tecnológica?
h) ¿Estás de acuerdo con la afirmación: “la gente tiene menos curiosidad de la
que normalmente se presupone”, o es que la información científico-tecnológica
no se presenta con suficiente simplicidad y atractivo?
i) Si hace unos veinte años atrás hubieras leído la frase “celulares para todas las
personas”, ¿qué hubieras pensado? ¿Cuán posible lo hubieras creído?
¿Manejar un celular es estar alfabetizado científica y tecnológicamente?
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3. Relevancia de la Química para el ser humano y el ambiente
La Química es una ciencia experimental, cuyos objetivos primordiales son el estudio
de la composición, estructura y propiedades de las sustancias materiales, de sus
interacciones y de los efectos producidos sobre ellas al añadir o extraer energía en
cualquiera de sus formas. Desde los primeros tiempos, los seres humanos han
observado la transformación de las sustancias (la carne cocinándose, la madera
quemándose, el hielo derritiéndose) y han especulado sobre sus causas. Siguiendo la
historia de esas observaciones y especulaciones, se puede reconstruir la evolución
gradual de las ideas y conceptos que han culminado en la química moderna.
Toda la materia está constituida por átomos. Las diversas combinaciones de átomos
diferentes conforman todas las formas vivas y no vivas en nuestro planeta: plantas,
animales, microorganismos, metales, rocas, agua, tierra, plásticos, vidrio, cemento,
etc. Reflexionemos ahora acerca de la gran cantidad de cuerpos, sustancias y
elementos que constituyen nuestro planeta y que son explotados para beneficio de la
humanidad en muchas actividades cotidianas; de hecho, todos los seres vivos
estamos constituidos por elementos químicos comunes.
3.1. Analicemos algunos fenómenos químicos cotidianos
Los seres humanos estamos en contacto con muchos sucesos que tienen relación con
la Química, por ejemplo cuando comemos, cada uno de nuestros alimentos contienen
sustancias y nutrientes que al combinarse nos dan energía y nos hacen tener la fuerza
suficiente para movernos y realizar todas nuestras actividades. Esta energía conocida
como metabólica consiste en un conjunto de transformaciones que ocurren en nuestro
organismo durante la nutrición.
Las fermentaciones son fenómenos químicos muy antiguos y son empleados para la
transformación de la uva en vino; entre otras, provocadas por microorganismos
capaces de producir sustancias llamadas zimasas (levaduras). La fermentación
alcohólica ha ayudado a la industria para la fabricación de vinos, cervezas y licores.
En este tipo de fermentación es muy importante la presencia de cuatro sustancias:
glucosa, alcoholes, agua y gas carbónico.
El hogar es uno de los lugares en donde se evidencia la participación de la química en
la vida del hombre, pues en él existen una gran cantidad de elementos, sustancias y
compuestos químicos que son resultado de la investigación y el desarrollo de esta
ciencia. Encontramos desde un clavo hasta una serie de aparatos sofisticados como
una heladera, un lavarropa, una computadora, una radio, un televisor, un teléfono
celular, etc., que están fabricados con plásticos, metales, pinturas y aislantes que la
química ha desarrollado y mejorado con el paso del tiempo.
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Muchas de las comodidades que actualmente tenemos se las debemos en gran parte
a la industria química. A partir de los productos más abundantes de la naturaleza,
como el aire, agua de mar, metales, minerales, vegetales, etc., la industria fabrica
numerosos y variados compuestos y materiales que utilizamos diariamente. Artículos
que ahora nos parecen indispensables y hasta “naturales” como los plásticos,
aleaciones, medicamentos, disolventes, detergentes, vidrio, etc., son sólo una muestra
de los muchísimos logros que ha alcanzado.
Las aplicaciones de la química son evidentes en campos tan importantes como la
medicina y la farmacología. Las medicinas y las vacunas han erradicado
prácticamente grandes patologías como la poliomielitis, la viruela o la tuberculosis.
Hasta el descanso y el sueño tienen que ver con la química, ya que la melatonina hace
que tengas sueño y al despertar la hormona cortisol se segrega y se libera azúcar para
darnos energía.
Cuántas veces habrás escuchado hablar de “La química del amor”. ¿Crees que el
amor es química real? ¡Sí! La química subyace en cada paso de una relación. Este
campo se encuentra en continua investigación. Cuando te enamoras, tu cerebro
experimenta ciertos cambios y también se produce la liberación de algunos
compuestos químicos. Los investigadores consideran en general tres etapas en el
amor: deseo, atracción y apego, cada una de las cuales lleva asociada ciertos
procesos químicos.
Además, la Química tiene una relación estrecha con cualquier ciencia particular. Así, la
Biología incluye el estudio de las transformaciones químicas que ocurren en las
minúsculas células integrantes del organismo vivo durante los procesos de digestión y
crecimiento; la Geología constituye un prodigioso lienzo natural en el que se muestran
los cambios químicos verificados en las rocas durante las diversas eras geológicas; la
Física se ocupa de las distintas formas de energía, pero los efectos de la energía
sobre la materia son casi siempre de naturaleza química; y la Astronomía se apoya en
la Química al buscar información acerca de la estructura y constitución de los astros.
Como vemos, los fenómenos químicos están presentes a lo largo de nuestra vida
diaria y nosotros podemos intervenir mucho en la realización de los mismos.
3.2. ¿Química benefactora o perjudicial?
Las cuestiones medioambientales como el cambio climático, la contaminación del
agua y las energías renovables ocupan la portada de los periódicos y están cobrando
mucha importancia en nuestra vida cotidiana. Mucha gente considera que las
industrias químicas y la química en sí son muy perjudiciales para el medioambiente.
No obstante, son numerosos los avances y las investigaciones científicas en el campo
de la química que están permitiendo desarrollar nuevos materiales y aplicaciones que
protegen el medioambiente y conservan la calidad y el estilo de vida que deseamos.
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A lo largo de los años, la industria y la sociedad han ido tomando conciencia de los
efectos nocivos de algunas de las prácticas del pasado y de la necesidad de proteger
el medioambiente. En el pasado, muy pocos conocían el efecto pernicioso de la vida
moderna sobre el entorno, teniendo en cuenta únicamente el potencial positivo de la
creación de nuevos materiales y productos.
La investigación en ciencias de la biología y de la química ha revelado que los
procesos industriales en química y petroquímica desempeñan un papel fundamental
en la resolución de problemas medioambientales, como son el cambio climático, los
basurales o la eficiencia energética entre otros. Se han producido, y siguen
produciéndose, cambios muy profundos para encontrar soluciones alternativas a estas
problemáticas.
La industria ha desarrollado iniciativas voluntarias para elevar los niveles en la gestión
sanitaria y medioambiental y establecer sistemas de transporte seguro y sostenible
totalmente conformes con la regulación. Se han publicado manuales con consejos
sobre la distribución y manipulación de las sustancias químicas que requieren especial
precaución de manera de garantizar que toda la producción química se lleve a cabo de
manera mucho más segura y respetuosa con el medioambiente.
Precisamente al respecto, los químicos y petroquímicos están investigando nuevos
métodos más sostenibles y menos contaminantes, manteniendo a la vez el desarrollo
de la economía y la industria actual. Por ejemplo:
Biocarburantes: el carburante derivado de la biomasa. Una gran variedad de
productos de biomasa, como el azúcar de caña, el maíz, la paja, la madera y los
residuos y desechos animales y agrícolas pueden transformarse en carburantes
para el transporte;
Bioplásticos: la producción de materiales plásticos biodegradables a partir de
recursos naturales como las plantas;
Aislamiento: la mejora de los materiales aislantes para conseguir viviendas y
edificios con más eficiencia energética;
Compuestos plásticos de bajo peso: que contribuyen a reducir el consumo de
carburante de los coches y los aviones;
Pilas de combustible: cuando se utilizan para hacer funcionar los coches y las
motos, las pilas de combustible de hidrógeno producen vapor de agua en lugar
de gases de escape;
Nuevas tecnologías de alumbrado: como los diodos de emisión de luz orgánica
(OLEDS), que producen más luz con menos electricidad;
Turbinas de viento y paneles solares: que están construidas con materiales
producidos por la industria química. Las aspas de metal de las turbinas de
viento han sido sustituidas por aspas de poliéster reforzado con fibra de vidrio
para resistir las peores inclemencias meteorológicas.
La sociedad suele considerar que todos los productos químicos fabricados por el
hombre son malos, mientras que los naturales son buenos. Sólo por ser naturales no
significa que sean buenos para la salud o el medioambiente; ni al contrario, que los
productos químicos sean malos por estar fabricados por el hombre. Por ejemplo ¿qué
hay más natural que la madera ardiendo? Lo cierto es que el humo de un incendio es
tan perjudicial para la salud y el medioambiente como cualquier otro proceso de
combustión.
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Además, hay que tener en cuenta todo el ciclo de vida de un producto (desde su
creación hasta su destrucción) a la hora de considerar su impacto. ¿Alguna vez se ha
planteado que el impacto del cultivo del algodón en el medioambiente puede ser
mayor que la fabricación de fibras sintéticas como el poliéster? La razón está en que el
algodón necesita cantidades ingentes de agua, fertilizantes y pesticidas.
Es fundamental potenciar las ciencias químicas a través de la investigación y el
desarrollo para que podamos conservar un buen nivel de vida en armonía con el
medioambiente y la naturaleza. Se trata del mayor desafío de todas las ramas de la
ciencia moderna, en especial las que se dedican al medioambiente: la integración de
la tecnología con la naturaleza y el ser humano.
4. El desafío de enseñar Química
Como hemos visto, la Química está en todas partes y en todas las actividades
humanas y sus implicancias medioambientales son bien conocidas por todos, sin
embargo, pierde público y sus alumnos fracasan. Se ha convertido para muchos en el
paradigma de lo incomprensible y lo peligroso. Su enseñanza se enfrenta a serias
dificultades y es necesario recuperar su capacidad explicativa para todos,
relacionando la práctica química y la teoría, utilizando el lenguaje adecuado para ello y
de acuerdo a finalidades educativas. La formación docente continua es un aspecto
importante reconocido a nivel mundial como uno de los componentes indispensables
en el mejoramiento de la calidad de la enseñanza.
En los últimos años, uno de los mayores desafíos a los que se han tenido que
enfrentar los docentes de la educación media es promover el interés del alumnado por
aprender las disciplinas científicas. Sumado a esto, existe una fuerte demanda social
de trasmitir a los alumnos los conocimientos necesarios para desenvolverse en un
mundo cada vez más tecnologizado.
Esto nos pone frente a una realidad compleja ante la cual tanto el docente como el
alumno deben sortear serias dificultades. Por un lado, los docentes se ven obligados a
enseñar extensos y complejos currículos de ciencias que en mucho de los casos son
totalmente nuevos para ellos y requieren de un esfuerzo adicional en su formación.
Por otra parte, los alumnos apabullados con tanta información, sienten a la ciencia
cada vez más alejada de ellos, aumentando la abulia y desmotivación frente al estudio
de disciplinas científicas como la Química.
La enseñanza de la Química, en particular, se enfrenta al hecho de que como
disciplina escolar estuvo casi desaparecida en aquellas jurisdicciones donde se
implementó la Reforma Educativa ya que quedó incluida dentro de la disciplina
Ciencias Naturales junto con la Física y la Biología. Sumado a este inconveniente, en
la enseñanza pre-universitaria hubo proporcionalmente pocos Polimodales con
orientación Ciencias Naturales y los otros, podían no incluir esta disciplina entre sus
asignaturas.
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Como consecuencia de lo anteriormente mencionado, los estudiantes se sienten
alejados de la Química, ya que ésta no está relacionada con sus entornos cotidianos, y
les resulta irrelevante para sus vidas como ciudadanos. Es usual el planteo de los
alumnos frente a la importancia del aprendizaje de las ciencias, si es que no se les
muestra una concreta aplicabilidad de la misma en su vida futura ya sea social o
laboral. Esto implica, sin lugar a duda, una gran responsabilidad por parte del docente
el cual no sólo deberá, en primera instancia, desmitificar la ciencia y contextualizar las
materias científicas a la vida diaria y su entorno, sino que además deberá hacer de sus
prácticas una tarea interesante y amena, para atraer a los alumnos a su aprendizaje.
Frente a esta realidad, el docente se cuestiona ¿qué, cómo y cuánto enseñar?,
mientras que el alumno se pregunta ¿qué, cómo y para qué aprender?
En los últimos años hemos notado que los alumnos llegan a la educación superior con
muy pocos conocimientos y sin estrategias de estudio. Esto indiscutiblemente genera
una brecha entre la educación media y la superior, dificultando el ingreso de los
alumnos a establecimientos terciarios o universitarios, disminuyendo la matrícula de
aquellos que continúan carreras afines a la Química, fracasando en las asignaturas
que contengan conceptos químicos y en mucho de los casos abandonando sus
estudios.
4.1. Revalorización de la Química (obstáculos a superar)
Frente a este panorama surge la inminente necesidad de revalorizar la Química. Para
lograr este objetivo es necesario transmitir la importancia que tiene esta disciplina en
nuestras vidas. La Química no debe ser vista como el enemigo del planeta y además,
no se debe ser ni viejo ni loco para estudiar Química, como algunas caricaturas nos
hacen creer.
La clave para mejorar esto es a través de una alfabetización científica que contenga
una Química al alcance de todos los alumnos que incluya conocimientos utilizables en
decisiones cotidianas como por ejemplo, qué limpiador usar, cómo construir una dieta
equilibrada, cómo cuidar el medioambiente, etc. y que los prepare para varios
aspectos de su vida adulta, como el de ser un ciudadano responsable frente a
decisiones en biotecnología, ambientales, socio-científicas, etc.
Independientemente de la metodología aplicada, el docente debe convencer al alumno
que es importante su participación; que para poder aprender debe estar dispuesto a
cuestionar y a participar; que equivocarse en una respuesta no significa ser ignorante,
sino tal vez simplemente haber omitido alguna variable en el mecanismo de
razonamiento. Por último, el alumno debe tener presente que ninguna pregunta es
irrelevante. A menudo, sucede que teme formular una pregunta por considerarla
“tonta”, sin embargo y sorprendentemente, en muchas ocasiones, este tipo de
cuestionamientos derivan en fructíferas discusiones.
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Otro factor agravante para la Química es que en los últimos años se ha enseñado esta
disciplina a través del Método Científico, adoptado por algunos y refutado por otros.
Con respecto a la implementación de este método de estudio debe tenerse en cuenta
que el mismo promueve una concepción rígida de la actividad científica ya que se
presenta como un conjunto de etapas a seguir mecánicamente. Asimismo, no tiene en
cuenta que la intuición y la imaginación juegan un rol muy importante en la
construcción del conocimiento. Por otra parte, para que los alumnos no abandonen su
tarea investigativa, es necesario proporcionarles una ruta a seguir, ya que dejarlos
librados al descubrimiento puede llevar a que se pierdan o incluso a que se aburran.
Por último, se ignoran aspectos claves de la investigación científica como lo son el
trabajo en equipo, el contexto histórico, social, político y económico.
Teniendo como premisa la importancia de desarrollar el interés por la Química en la
comunidad de jóvenes, la enseñanza de las ciencias en la actualidad plantea la
urgente necesidad de relacionar conceptos básicos, generalmente abstractos, con
situaciones de la vida cotidiana y de este modo motivar a los estudiantes por esta área
del conocimiento. El objetivo es que el alumno tenga un espacio de reflexión, en el que
pueda cuestionar, analizar, resolver, proponer alternativas e identificar nuevos
problemas, que sean aplicables al aula, a la vida cotidiana o tal vez a su futura práctica
profesional. Se trata de promover un aprendizaje significativo, potenciando el uso
apropiado de terminología científica de manera que se familiaricen con algunas
palabras científicas y que además aprendan a relacionarlas con otras que tengan
origen o significado similar. También que busquen dentro de su vocabulario cuál será
la palabra más acertada para describir un hecho que acaban de ver. Se propone como
finalidad abrir sus mentes para ayudarlos a entender y descubrir por qué esa
información es importante.
En la enseñanza nunca se dan dos situaciones exactamente iguales. En este punto,
se hace imprescindible que el alumno reconozca sus propias ideas previas e
identifique claramente cuáles de ellas lo conducen a errores frecuentes; considerando
que probablemente esas preconcepciones y errores también existen entre sus pares.
Planteamos la necesidad de un aprendizaje de la Química como una ciencia con
sentido y significado utilizando los recursos disponibles para lograr remediar las
dificultades y producir un tipo de conocimiento que contribuya a mejorar las prácticas
de enseñanza de esta disciplina, generando alumnos multiplicadores de conocimiento
que transmitan a sus mayores los conceptos aprehendidos y lograr así una
alfabetización científica al alcance de todos.
4.2. Propuestas de trabajo tendientes a superar obstáculos
Propuesta 1
Escriba al menos cinco adjetivos con los que calificaría (positiva o negativamente)
los sustantivos: ciencia, química y científico. Luego de intercambiar entre los
presentes las distintas apreciaciones. ¿Qué conclusiones puede inferir?
14
Propuesta 2
¿Qué imagen tenemos de los científicos?
Escriba características particulares de cada uno de los siguientes personajes:
Profesor Neurus, Pinky y Cerebro, Dexter, Dr. Heinz Doofenshmirtz, Yzma
¿En qué medida supone que estos personajes pueden influir en la opinión o
imagen que cada uno construye acerca de los científicos?
Proponga otros ejemplos de científicos/as y analice sus características.
Propuesta 3
Explique con ejemplos las visiones deformadas de la actividad científica que se
listan a continuación:
• Individualista y elitista
• Descontextualizada
• Aproblemática
• Empiro-inductivista
• Rígida, algorítmica, infalible
• Exclusivamente analítica
• Acumulativa
4.3. Riesgos presentes en el trabajo de un químico
La falta de información junto a la ausencia de un conocimiento preciso de las
propiedades intrínsecas de cada agente químico a utilizar constituyen los mayores
riesgos a los cuales se enfrenta un docente o un alumno a la hora de desarrollar un
trabajo de investigación en un laboratorio químico.
¡Atención!: Siempre que haya desinformación habrá riesgos.
15
En un laboratorio químico se establece como necesario aplicar consideraciones
mínimas de seguridad, con el fin de garantizar condiciones de trabajo adecuadas para
todo el personal involucrado en la tarea, ya sea docente o alumno.
Así, es posible establecer criterios básicos de seguridad a nivel organizativo, de
conducta, de utilización de sustancias químicas, gestión de residuos, de uso de
equipos e instalaciones y de medidas a tomar en caso que ocurra algún incidente.
Recomendamos a los docentes realizar un taller de seguridad en el que se evalúen los
riesgos y recomendaciones a tener en cuenta para trabajar en un laboratorio químico
de manera de asegurar el buen desenvolvimiento de la práctica.
Es necesario que el alumno tome en cuenta las pautas a seguir y se comprometa a
cumplirlas por el bien propio y de sus pares.
Concientizar y transmitir responsabilidad es clave para lograr el objetivo deseado.
5. Consideraciones finales
En la sociedad actual, la educación científica y tecnológica se concibe como parte de
una educación general la cual requiere de la aptitud para vincular un mínimo de
conocimientos específicos accesibles y comprensibles con planteamientos globales
interdisciplinarios, más que un nivel muy elevado y especializado de conocimientos.
El proceso de alfabetización científica y tecnológica supone el aprendizaje de la
ciencia desde el cual los alumnos adquieran estrategias que les permitan no sólo
incorporar saberes, sino estar en condiciones de profundizar y ampliar el campo de
conocimientos durante toda su vida.
Entendiendo la orientación CTS como una perspectiva actual y valiosa para la
educación científica y tecnológica de todos los ciudadanos, los aprendizajes en el aula
tienen que relacionarse necesariamente con la vida cotidiana en los contextos
tecnológicos, sociales y culturales del entorno de los alumnos.
Las interacciones Ciencia, Tecnología y Sociedad se convierten así en una dimensión
esencial para una adecuada inmersión en la cultura científica y tecnológica, es decir,
para la educación científica y tecnológica que precisamos todas las personas,
incluidos los futuros científicos y científicas.
Existe una problemática de la relación teoría-práctica debido a que las carencias en
los conocimientos previos, sumadas a diseños curriculares muy ambiciosos para el
tiempo de que se dispone, conspiran, haciendo que asignaturas relacionadas a la
química, se vayan tornando más y más teóricas, llegando en algunos casos a que el
alumno sólo sea espectador pasivo del experimento realizado por un docente. La falta
de mecanismos de vinculación teórica-práctica, genera en el estudiante la idea de una
16
escisión entre lo experimental y lo teórico que es visto como dos partes
independientes y no como una unidad indisoluble. En ciencias, la observación y la
experimentación son lo que validan la teoría, por lo tanto, la apropiación de premisas
falsas conduce al estudiante, en general, a desestimar lo experimental, dándole una
importancia exagerada a los diferentes marcos teóricos. Esto a su vez conduce a que
estudie con una ausencia total de cuestionamientos, aceptando casi dogmáticamente
lo que dice el libro.
Las tareas experimentales pueden tener diferentes niveles de complejidad y estar
vinculadas con el desarrollo de habilidades operacionales o técnicas que requieren la
repetición para su adquisición, pero también pueden estar relacionadas con problemas
químicos donde la interrelación de aspectos teóricos y experimentales es lo que prima.
En la propuesta de trabajo para las tareas experimentales se puede incluir el empleo
de métodos interactivos, como basamento para reafirmar ideas previas y nuevos
conceptos. Las tareas experimentales pueden plantearse al estudiante como un
problema para el cual deba encontrar un método de solución y hallar deducciones
lógicas, a partir de conocimientos prácticos y teóricos previos, para buscar la manera
adecuada de trabajo. La búsqueda de las vías de solución en un problema
experimental resulta compleja, pues integra conocimientos teóricos y prácticos, así
como habilidades generales y experimentales.
Es evidente que la exploración de diferentes técnicas para lograr un aprendizaje
significativo, por medio de la enseñanza experimental, debe conducirnos a unir el
aprendizaje, la reflexión y la experimentación de los fenómenos científicos enseñados.
La experimentación en el salón de clase se debe implementar no como un
complemento, sino que debe ser equiparada a la enseñanza teórica. Las experiencias
deben ayudar al docente en la identificación de las preconcepciones de los
estudiantes, permitiendo corregir a tiempo conceptos equivocados. Así, el trabajo
experimental como centro integrador, resulta un disparador de nuevas ideas y
motivaciones.
Para poder lograr una alfabetización científica y tecnológica para todos, hay que tener
presente que pueden presentarse muchas dificultades y que probablemente no todas
las soluciones sean fáciles, pero también que dichas soluciones son posibles y que es
necesario, y puede resultar muy gratificante, trabajar por su logro.
Por medio de este texto planteamos la necesidad de un aprendizaje de la química
como una ciencia con sentido y significado utilizando los recursos disponibles para
lograr remediar las dificultades planteadas y producir un tipo de conocimiento que
contribuya a mejorar las prácticas de la enseñanza de la Química.
17
BIBLIOGRAFÍA
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por la cultura científica? Una propuesta didáctica fundamentada para la educación
científica de jóvenes de 15 a 18 años. Capítulo 1: ¿Cuál es la importancia de la
educación científica en la sociedad actual? Capítulo 2 ¿Qué visiones de la ciencia y la
actividad científica tenemos y transmitimos? La superación de las visiones deformadas
de la ciencia y la tecnología: Un requisito esencial para la renovación de la educación
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... El tercer potencial identificado considera que tanto el método ECBI como el aprendizaje profundo destacan la investigación como principio básico para construir el conocimiento y como una herramienta para resolver problemas (Pozo;Simonetti, 2018;Zúñiga Rojas, 2020). Finalmente, el último potencial del método tiene relación con el desarrollo de la alfabetización científica, lo cual permite que el estudiantado construya saberes científicos y despliegue valores y actitudes realmente útiles para su vida en una sociedad cambiante (Devés;Reyes, 2007;Hernández;Zacconi, 2010;Sequeiros, 2015). ...
... El tercer potencial identificado considera que tanto el método ECBI como el aprendizaje profundo destacan la investigación como principio básico para construir el conocimiento y como una herramienta para resolver problemas (Pozo;Simonetti, 2018;Zúñiga Rojas, 2020). Finalmente, el último potencial del método tiene relación con el desarrollo de la alfabetización científica, lo cual permite que el estudiantado construya saberes científicos y despliegue valores y actitudes realmente útiles para su vida en una sociedad cambiante (Devés;Reyes, 2007;Hernández;Zacconi, 2010;Sequeiros, 2015). ...
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Resumen: Esta investigación-acción buscó responder a la inquietud de un estudiante de pedagogía para resolver un problema de la propia práctica pedagógica referido a la transformación de la gestión del clima de aula en la asignatura de Ciencias Naturales. Participaron 35 niñas y niños de 6° grado de Educación Básica de una escuela de Santiago de Chile y un profesor en formación inicial que desarrollaba su práctica profesional. Se analizaron datos provenientes de cuestionarios, tanto para diseñar la propuesta como para evaluar su implementación. Los resultados constatan la relevancia del clima de aula junto a las potencialidades del método indagatorio para propiciar el aprendizaje, no obstante, se advierte la necesidad de revisar las orientaciones y actividades pedagógicas que promuevan la indagación y la reflexión sobre lo que se aprende. Se concluye sobre la necesidad de resguardar la auténtica implicación del estudiante en el proceso indagatorio para garantizar su sentido y aprendizaje.
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Describir la alfabetización científica digital (ACD) de los investigadores mediante su perfil digital es un tema de gran relevancia. Para este estudio se realizó como metodología una revisión sistemática de la literatura (RSL). Al indagar sobre el concepto de ACD, se corroboró la ausencia de información y políticas públicas relacionadas al objeto de estudio. Lo anterior condujo a realizar una búsqueda de los términos por separado, esta se hizo a través de etapas y pasos basados en criterios de inclusión y exclusión; lo que conllevo a una depuración de los documentos encontrados, los cuales fueron un total de 36. De resultado se obtuvo que organismos internacionales como la UNESCO, OCDE, CEPAL; nacionales como la ANUIES, INEE, COMIE, SEP; además de autores de talla internacional y nacional, han dado aportaciones sobre alfabetización científica (AC) y alfabetización digital (AD). Se identificó que muchos de los artículos sonestudios aplicados en los diversos niveles educativos, donde destacan la educación básica y la educación superior (en especial en el área de las Ciencias de la Salud). Aunado a ello, se determinó que los investigadores requieren de habilidades y conocimientos tanto en el contexto científico como en el digital, pues su desempeño depende de la creación, comunicación y divulgación en acceso abierto de sus producciones; por ello, necesitan adquirir las competencias necesarias que les permitan hacer uso, de manera efectiva, de las redes académicas en las que se desenvuelven, mismas que les van a dar la posibilidad de tener reconocimiento profesional a ellos y a la institución que representan.
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Este estudio investiga la integración de la ciencia ficción como herramienta didáctica en la enseñanza de la Arquitectura para facilitar el aprendizaje de conceptos científicos. Se propone una estrategia educativa que incluye la lectura de cuentos de ciencia ficción y participación en ponencias. La investigación, con diseño cuantitativo secuencial explicativo, utilizó encuestas antes y después de la implementación. Se analizaron los datos con estadísticas descriptivas y pruebas de significancia. Los resultados muestran una receptividad positiva, con la mayoría de los participantes valorando su utilidad para comprender nuevos contenidos y fomentar la participación grupal. Se subraya la necesidad de adaptar la estrategia a las distintas necesidades y expectativas de los estudiantes. Este estudio destaca la importancia de enfoques educativos flexibles y personalizados para mejorar el compromiso y la comprensión, promoviendo una comunidad académica dinámica y receptiva en Arquitectura. Se consideraron aspectos éticos y se obtuvo el consentimiento informado de los participantes.
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El libro Educación crítica, perspectivas socioculturales y entornos digitales es producto del esfuerzo de los investigadores del Cuerpo Académico de Tecnologías de Información y Comunicación en la Educación del Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo (IIDE) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). En esta ocasión, los coordinadores han realizado una compilación de las investigaciones que se realizan en la propia UABC y en otras instituciones educativas tanto nacionales como internacionales.
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The scientific and technological development of a country is directly linked to the strengthening of education in that field and the ability to brew advancement from the foundations of the education system. In this scenario, it was considered important to know whether the policies of scientific and technological development of Costa Rica relate to high school syllabus in the scientific area. Therefore, a qualitative research using a hermeneutic study was carried out. Nine participants (three biology teachers, three of physics, and three of chemistry) were selected from three kinds of educational institutions: academic, scientific and technical; as well as expert staff from the following entities: Ministry of Science and Technology, National Council of Scientific and Technological Research, Strategies for the 21st Century, Academy of Science, Center of Foreign Trade, INTEL and consultants of Biology, Physics and Chemistry from the Ministry of Public Education. The techniques used to collect information were: observation, content analysis and interviews. Among the main conclusions, it was found that biology syllabus is the one that best measures the dimensions (awareness of knowledge and knowledge to do, ability, attitude and context) from the evidenced competences through short-term expected capabilities, such as objectives, which suggests the articulation of these dimensions in each subject unit syllabus, a determining aspect to make high school education contribute to the scientific and technological development of the country. In addition, it was found, in general, that inside the classrooms there is a decontextualisation between what is taught and the development pursued by the policies in this field, because there is no connection between the educational plan intended in the syllabus and the scientific and technological development policies proposed in the country.
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The absence of science-technology-society (STS) interactions and its consequences in the basic teaching of science in Spain are analyzed in the first part of this work. This article proposes the introduction of STS interactions in physics and chemistry classes in conjunction with the teaching/learning model of science as research. When such interactions are not introduced, it can be observed that the students have a vision of science that is removed from the world in which they live and are unfamiliar with the mutual relationships between science, technology and the natural, social environments in which they are immersed. Not only do a large number of textbooks fail to cover STS interactions, but the majority of teachers do not consider interactive STS aspects necessary, nor do they contemplate these aspects in instruction. All of this contributes to the lack of students' interest in physics and chemistry and their rejection of them as subjects. In the second part of the work, students of 16-18 years of age in the last 3 years of secondary education were surveyed, and the results obtained were analyzed. These results confirmed that dealing with STS interactions in the classroom established science as something alive, more complete and integrated in the students' environment. Students subsequently developed an improved comprehension and a more real image of these sciences, which allowed them to understand better the role of scientists and how they work. All of this generated positive attitudes toward the study of physics and chemistry and increased the students' interest in their study. Thus the results of this research make it clear that it is possible to transform the learning of physics and chemistry with the inclusion of STS activities, so that the students can build scientific knowledge. Likewise, students integrate essential aspects that affect the scientific activity and contribute to deepening and consolidating their own knowledge.
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En: Investigación en la Escuela Sevilla 2001, n. 43 ; p. 27-37 En este trabajo se defiende la tesis de que una alfabetización científica común para todos los ciudadanos, orientada a favorecer su inmersión en una cultura científica y que destaque particularmente las relaciones ciencia-tecnología-sociedad, es también la mejor forma de iniciar la preparación de los futuros científicos. Con vistas a lograr este objetivo de una alfabetización científica como parte esencial de una educación general de toda la población se pasa revista a algunos obstáculos que es preciso superar, principalmente las expectativas negativas por parte del profesorado ante este objetivo, Bibliografía p. 36-37
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The principal mission of schools is to educate; i.e., to provide the necessary resources for living as happily and humanly as possible. Science education should contribute to attaining this objective. But people are complicated and sometimes complicate the most obvious issues. In this article, I propose reflecting on the contributions of science education to the future of our students, in a school aimed at educating to live with human values. La principal misión de la escuela es educar, es decir, proporcionar los recursos necesarios para vivir de la manera más feliz y humana posible. La enseñanza de las ciencias debería contribuir a alcanzar este objetivo. Pero las personas somos complicadas y complicamos a veces las cuestiones más obvias. En este artículo propongo una reflexión sobre las aportaciones de la enseñanza de las ciencias al futuro de nuestros alumnos, en una escuela cuya finalidad sea enseñar a vivir con valores humanos.
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The label scientific and technological literacy (STL) for all is influencing the aims of science education along the last years. This paper discusses the wide, diffuse, complex, and multifaceted character of STL that has not allowed the scholars to achieve consensus about its meaning. As some STL issues and understandings could not fit well for all the students, the partial opposition between some literacy contents and the prescription for all is also analysed. It is claimed that the principles and orientations of the STS educational movement can bridge both opposite poles as they offer the soundest answer to many of the forthcoming educational challenges raised by the science education aimed to the scientific and technological literacy for all. Lastly, for setting into practice these ideas, some current problems are also discussed from the perspective of the Spanish educational system, such as the gap between the planned curriculum and the applied curriculum within the classroom, the role of science education on these issues, and other reefs that act against the coherent integration of these innovations. Los lemas alfabetización científica y tecnológica y ciencia para todas las personas están marcando las finalidades de la educación científica durante los últimos años. En este artículo se discute el carácter difuso del primero y su complejidad polisémica, lo que no ha permitido que los especialistas lleguen a alcanzar un consenso sobre su significado. Se plantea también el dilema de su posible oposición parcial con el segundo, pues algunas formas de entender la alfabetización científica y tecnológica podrían no ser adecuadas para todos los estudiantes. Así mismo, se sostiene que los principios y orientaciones del movimiento educativo CTS pueden tender puentes entre ambas máximas de la educación científica y son la respuesta más sólida a muchos de los nuevos retos educativos planteados por la finalidad educativa de una alfabetización científica y tecnológica para todas las personas. Por último, tomando como ejemplo el sistema educativo español, se discuten algunos problemas reales para la puesta en práctica de estas ideas, tales como la distancia entre el currículo planificado y el aplicado en el aula, el papel de la didáctica de las ciencias en estos temas y otras barreras que actúan contra las innovaciones como un escollo para su integración coherente
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Colihue CapítuIo 2 ¿Alfabetización científica o tecnológica? Periódicamente se replantea una cuestión entorno a la alfabetización científica-tecnológica, se pudo ver por ejemplo, en los debates del Foro Internacional de UNESCO en julio de 1993 sobre el Proyecto 2000+: ¿conviene hablar de alfabetización científica por una parte, y de alfabetización tecnológica por otra? ¿ O es más adecuado hablar de una alfabetización científico-tecnológica única y más global? Para ciertas personas, la distinción es necesaria, mientras que según otras constituye un obstáculo para los fines sociales que persigue la alfabetización científico -tecnológica.
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Science education reform is an ongoing process. In recent years many have begun to look not only to teachers for change, but they are also insisting on the involvement of administrators, parents, community members, and some business organizations to bring about this change. This book presents facts and insights regarding science education reform from the mid-to-late 1970's to 1992. The chapters are as follows: (1) "The New Transformation of Science Education"; (2) "Science Education and the Emerging Ecological Society; (3) "Science Education Policies for an Ecological Society: Aims and Goals"; (4) "The Restoration of Confidence in Science Education"; (5) "The Sisyphean Question in Science Education"; (6) "Science Education and the STS Theme"; (7) "Contemporary School Science: The Evolution of Teachers and Teaching"; (8) "Planet Earth in Crisis: How Should Science Educators Respond"; (9) "The STS Theme in the Science Curriculum"; and (10) "Leadership, Responsibility, and Reform in Science Education." (ZWH)
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Citizens are often required to make decisions about socioscientific issues in a climate characterized by conflict within both the scientific community and the larger society. Central to the process of decisionmaking is a critical examination of the relevant scientific knowledge involved. Individuals capable of performing this task can be considered scientifically literate in a decisionmaking sense. In this article we explore two ways of critically examining scientific knowledge in the context of a current socioscientific dispute: NASA's Galileo Mission to Jupiter. The two approaches we outline, termed the positivist and social constructivist positions, are examined in terms of their inherent views concerning the nature of scientific knowledge, in particular their use of constitutive and contextual values when evaluating knowledge claims. Because the social constructivist position acknowledges the importance of contextual values, it provides citizens with accessible standards for evaluating scientific knowledge claims. The positivist position, on the other hand, relies on constitutive values which we show are normally inaccessible to ordinary citizens. The positivist position, however, is most closely associated with the predominant social issues approach to science-technology-society (STS) education. Implications little consensus about which statements are fact (i.e., will remain stable when challenged) and which opinion, (i.e., will be modified when challenged). All knowledge is potentially unreliable when one is dealing with a socioscientific dispute.