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“Patriarcado y Orden Urbano. Nuevas y viejas formas de dominación de género en la ciudad”

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Abstract

El presente artículo tiene como objetivo analizar la formas en que se entrelazan el orden patriarcal y el orden urbano, mostrando como este último asume formas específicas a través de la movilidad e infraestructura urbana, el miedo a la violencia de las mujeres, así como; la planificación y el ambiente urbano. Cada uno de estos elementos se transforma en restricciones societales fundamentales de la contradictoria experiencia urbana de las mujeres en las ciudades.
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REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - ENERO-JUNIO 2014 - VOL.19/N°42. pp. 199-214
1 Maestra y Doctora en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM) Unidad Iztapalapa.
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Paula Soto VillagránPaula Soto Villagrán
Paula Soto VillagránPaula Soto Villagrán
Paula Soto Villagrán11
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paula.soto.v@gmail.com
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA (UAM)
Fecha de recepción: 16 de marzo de 2014
Fecha de aceptación: 28 de marzo de 2014
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RESUMENESUMEN
ESUMENESUMEN
ESUMEN
El presente artículo tiene como objetivo
analizar la formas en que se entrelazan
el orden patriarcal y el orden urbano,
mostrando como este último asume
formas específicas a través de la movilidad
e infraestructura urbana, el miedo a
la violencia de las mujeres, así como;
la planificación y el ambiente urbano.
Cada uno de estos elementos se transforma
en restricciones societales fundamentales
de la contradictoria experiencia urbana
de las mujeres en las ciudades.
Palabras clavesPalabras claves
Palabras clavesPalabras claves
Palabras claves: Patriarcado, espacio
urbano, movilidad, miedo.
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ABSTRACTBSTRACT
BSTRACTBSTRACT
BSTRACT
This paper analyze the ways in which
the patriarchal order and urban order
intertwine, showing how the latter
assumes specific through mobility and
urban infrastructure forms, fear of violence
of women, as well as, the planning
and urban environment. Each of these
elements becomes fundamental societal
restrictions contradictory urban experience
of women in cities.
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: Patriarchy, urban space,
mobility, fear.
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I
Las sociedades contemporáneas presentan numerosas y diversas formas
de estructurar y asegurar la superioridad y el control de los hombres sobre
las mujeres el ordenamiento jurídico, la estructuración política, la violencia
machista, la sexualidad entre otros han sido estructuras en las que el patriarcado
se sostiene.
De acuerdo a lo anterior este trabajo tiene un objetivo acotado que
busca explorar las formas a través de las cuales el patriarcado asume formas
específicas en el espacio urbano. En particular ponemos la atención en
algunas dimensiones a través de las cuales este orden urbano se presenta
como opresivo para las mujeres y lo femenino y, define sistemáticamente
la relación que las mujeres como colectivo desarrollan en la ciudad.
Para abordar lo anterior, estructuramos un camino analítico que se organiza
en tres apartados. El primer apartado busca reconstruir un contexto teórico
que problematiza las distinciones entre patriarcado y regímenes de género
para poder argumentar teóricamente las interconexciones entre patriarcado
y espacio urbano. En el segundo apartado se analizan las tres grandes dimensiones
a través de las cuales leemos las marcas patriarcales de la ciudad: movilidad
y el transporte urbano, el miedo a la violencia en los espacios urbanos y
la planificación y el ambiente urbano. Finalmente y a modo de cierre, se
dibujan algunas reflexiones que esbozan horizontes y posibles desafíos para
re-pensar la ciudad desde una perspectiva de género.
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El patriarcado como concepto ha tenido una importante utilidad para
vincular el género a la clase y para construir una teoría sobre las razones
de la opresión femenina en una variedad amplia de sociedades. Entendida
como «aquel sistema que estructura la parte masculina de la sociedad como
un grupo superior al que forma la parte femenina y dota al primero de
autoridad sobre el segundo» (Mc Dowell, 2000:32), «uno de los espacio
históricos del poder masculino que encuentra su asiento en las más diversas
formaciones sociales y se conforma por varios ejes de relaciones sociales
y contenidos culturales». (Lagarde, 1997:91).
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PATRIARCADO Y ORDEN URBANO. NUEVAS Y VIEJAS FORMAS DE DOMINACIÓN DE ... Paula Soto Villagrán
Lo que nos interesa argumentar es que los espacios no son neutrales,
de esta forma hipotetizamos que el espacio urbano es expresión de los procesos
sociales y de los comportamientos humanos, por ello están marcadas por
la diferenciación entre hombres y mujeres «aún cuando el sello masculino
del espacio construido no necesariamente condicione nuestras vidas de
forma determinante, hay una serie de valores simbólicos asociados a este,
que influyen de forma directa o indirecta en nuestro diario vivir» (Molina,
2006:14). De manera que se ha entendido que los hombres son la norma,
de acuerdo a ellos se explican los funcionamientos espaciales sin considerar
la diversidad de actores y funciones que participan en la vida urbana contemporánea.
En este sentido se toma el punto de vista masculino como criterio interpretativo
de la localización específica de hombres y mujeres en determinados lugares
dentro de la urbe. En efecto, en la estructura urbana hay distintas lógicas
patriarcales en las que se sustenta el espacio de la ciudad y que a continuación
se puntualizan.
Una primera lógica patriarcal a través de las cuales el espacio urbano
se ha organizado ha sido la construcción de dicotomías geográficas, dentro
de las cuales la oposición espacio público y privado ha servido para reforzar
roles y estereotipos de lo femenino y masculino en la ciudad. Estos estereotipos
se reflejan en representaciones geográficas de tipo binarias tales como:
público-privado, ciudad-suburbio, trabajo-hogar, reproductivo-productivo,
mente-cuerpo. Estas oposiciones son resultado de construcciones ideológicas
más que descripciones empíricas y afectan directamente entre otros al ordenamiento
urbano y la estructura espacial. De hecho las generalizaciones que se hacen
de «la mujer» tanto para situarla dentro o fuera, en lo público o en lo
privado estereotipan y reducen las posibilidades de movilidad de las mujeres
en la ciudad (Mc Dowell, 2000; Saegert, 1980).
Una segunda lógica se relaciona con el origen patriarcal de las representaciones
de mujer y feminidad que conducen a poner atención en los aspectos simbólicos
del género en las formas arquitectónicas, en principio estableciendo correspondencias
entre la masculinidad reconocida en lo grande, lo sólido y poderoso en lo
que es lineal y vertical y la feminidad en lo delicado, y lo abovedado, y
todo lo curvo (Bondi, 1992). Posteriormente afirmado que «el diseño y
la disposición de la ciudad, internos o externos, simbolizan el poder y la
autoridad masculina, lo que legitima la ocupación de esos espacios. Las
calles, las plazas y los espacios que quedan entre ellas, las fachadas de los
edificios, el trazado interior de las salas donde se realizan las operaciones
comerciales reflejan y fomentan la idealización de un empleado masculino.
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REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - ENERO-JUNIO 2014 - VOL.19/N°42. pp. 199-214
(Mc Dowell, 2000:214). De esta forma podemos afirmar que la conûguración
espacial no sólo es expresión de las distintas formas de organización social,
económicas o modelos culturales, sino que contribuye de manera activa a
construir las desigualdades de género y la exclusión urbana de las mujeres,
pues implican desventajas simbólicas que acentúan los límites de separación
y articulan a los individuos y los lugares (Falú y Segovia 2007).
Una tercera lógica muestra cómo la invisibilidad de las mujeres en la
vida urbana es fortalecida por un orden social patriarcal que refuerza o
puede transformar las construcciones de roles del hombre y la mujer en
los procesos de producción y reproducción. En particular se ha abordado
los impactos de las interconexiones entre patriarcado y capitalismo examinando
principalmente las dimensiones del empleo femenino en los procesos de
reestructuración industrial. Fundamental importancia ha tenido, la incorporación
masiva de las mujeres al mercado laboral y desprendiéndose de ello los
análisis sobre las políticas de empleo, las tasas de actividad económica
femenina, la remuneración diferencial entre hombres y mujeres, la definición
de empleos para mujeres y el peso del trabajo doméstico para la reproducción
de relaciones sociales de dominación y subordinación (Massey, 1993; Bowlby,
1989).
Según Massey (1993), considerar la variable de género tiene dos efectos
principales, en primer lugar: matizar los resultados de una política de empleos
regional e incluso comprender sus incidencias en la reorganización del
espacio económico nacional, en segundo lugar: es posible ubicar la conformación
de culturas genéricas construidas localmente y detectar las variaciones geográficas
en la construcción de la masculinidad y feminidad, y la relación entre
ambas. Dentro de las principales conclusiones de su trabajo se encuentran
que i) la consideración de la variable de género entrega nuevos elementos
para entender por ejemplo el fenómeno de generación de empleos en el
contexto de una economía regional y global, ii) espacio y lugar tienen gran
relevancia en la construcción social de las identidades de género de acuerdo
a variaciones geográficas, iii) contribuye no sólo a tratar cuestiones más
significativas de mujeres y hombres sino como ésta se construyen en determinados
contextos sociales y económicos.
Ahora bien el concepto de patriarcado si bien ha sido un concepto de
gran utilidad para el pensamiento feminista, también ha recibido críticas
orientadas a cuestionar principalmente una cierta universalización de las
relaciones entre hombres y mujeres, de manera que era imposible pensar
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PATRIARCADO Y ORDEN URBANO. NUEVAS Y VIEJAS FORMAS DE DOMINACIÓN DE ... Paula Soto Villagrán
en los cambios y menos en el intento de liberación por parte de las mujeres
(Mc Dowell, 2000). Por otro lado se ha planteado que el concepto de patriarcado
no permite visibilizar las complejas relaciones que cruzan las relaciones
de género con otras divisiones sociales, tales como la etnia, la edad, la
raza, la sexualidad, entre otras.
Es por ello que nos interesa recuperar el concepto de regímenes de género
de Walby (1990) y articularlo con el de patriarcado, pues el primero tiene
implícita una referencia espacial útil para nuestros planteamientos. Así,
la autora sostiene que hay diferentes formas de regímenes de género2 que
coexisten como resultado de la diversidad de las relaciones del género con
las derivadas de la edad, la clase la etnia y la región. Y distingue claramente
entre un régimen doméstico de género que se sustenta en la producción
doméstica como principal estructura de dominación, donde se explota su
trabajo y su sexualidad. Asimismo reconoce un régimen público que subordina
a las mujeres dentro de las estructuras de trabajo remunerado y del Estado,
centralmente a través de la cultura, la sexualidad y la violencia. Para Walby
(1990) es la exclusión de las mujeres del terreno público la estrategia principal
a través de la cual el patriarcado subordina a las mujeres.
En nuestra lógica argumentativa esta oposición entre ámbito privado
y ámbito público, podría tener una lectura espacial en la perspectiva de
que para Walby, en el sistema patriarcal «privado» la causa primordial
de la opresión de la mujer está en la unidad doméstica, lo cual permitiría
explicar el abuso sexual, violación de niñas y mujeres al interior de la familia,
la venta de niñas y adolescentes, entre otras. Por su lado, el patriarcado
«público» que se centra en aquellos espacios públicos como el empleo,
el estado, la educación, y explicaría las diferencias salariales, el acoso sexual,
la legislación desventajosa, la discriminación por embarazo en el trabajo,
la esterilización no consentida, los malos tratos y humillaciones hacia
mujeres que sufren las mujeres en dichos ámbitos. Esta teorización contribuye
2 De acuerdo a Walby (1990) las relaciones patriarcales en las sociedades industriales avanzadas
se construyen y se mantienen gracias a seis estructuras analíticamente separables:
1.- La producción doméstica (hombres se apropian del trabajo doméstico no remunerado)
2.- Las relaciones patriarcales en el trabajo remunerado (las mujeres quedan relegadas a
las tareas peor pagadas) 3.- Las relaciones patriarcales en el plano del Estado (los hombres
dominan las instituciones y elaboran una legislación claramente desventajosa para las mujeres)
4.- La violencia machista 5.- Las relaciones patriarcales en el terreno de la sexualidad
(control del cuerpo femenino) 6.- Las relaciones patriarcales en las instituciones culturales
(los hombres dominan tanto la producción y la forma de los discursos medios como las
representaciones que éstos ofrecen de la mujer)
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REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - ENERO-JUNIO 2014 - VOL.19/N°42. pp. 199-214
a la visibilización de los espacios públicos como lugares donde el patriarcado
se manifiesta, desde nuestra mirada podría claramente justificar que la
ciudad es una fuente de regímenes urbanos de género, donde la lógica patriarcal
produce y reproduce formas de coerción y dominio masculino.
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A continuación desarrollamos algunas dimensiones a través de las cuales
podemos visibilizar como en la ciudad se producen entramados de relaciones
de poder que multiplican los emplazamientos de poder en el espacio público
de la ciudad, y que van desde el cuerpo de las mujeres, hasta los lugares
de recreación, las plazas, el barrio, la comunidad, y donde cada uno de
ellos puede se analizado como variaciones espaciales de la masculinidad y
la feminidad.
Movilidad y Transporte Urbano
Si bien pocos estudios se han realizado para conocer las necesidades
de movilidad de las mujeres de la ciudad en Latinoamérica, podemos afirmar
que las condiciones materiales de infraestructura urbana contribuyen a
la inequidad de género, «los hombres y mujeres utilizan de forma distinta
ese espacio exterior según la división sexual del trabajo, lo que condiciona
que sea la mujer quien realice la mayor parte de movimientos por compras
y servicios (como asistencia a centros sanitarios, llevar a los niños a la
escuela), con lo cual la percepción del espacio será muy distinta para hombres
y mujeres, con independencia de que éstas trabajen fuera del hogar o no»
(Sabaté, 1984:43).
La idea fundamental en juego aquí, es que la invisibilidad de las mujeres
dentro de las ciudades, ha producido barrios, calles, transportes y servicios
inapropiados para sus necesidades. En efecto la ciudad moderna está construida
sobre la base de la separación entre actividades de producción y reproducción,
de manera que áreas residenciales, lugares de trabajo y zonas comerciales
y de servicios se localizan diferencialmente en el espacio, separadas unas
de otras (Molina, 2006:14).
Ahora bien si consideramos los desplazamientos hay algunas cuestiones
interesantes en cuanto a la dimensión de género. Estudios recientes revelan
que los tiempos de desplazamientos de las mujeres pueden ser más o menos
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PATRIARCADO Y ORDEN URBANO. NUEVAS Y VIEJAS FORMAS DE DOMINACIÓN DE ... Paula Soto Villagrán
similares a los de los hombres, sin embargo los hombres viajan a velocidades
significativamente más rápidas a diferencia de los viajes realizados por
ellas, especialmente cuando se realizan con hijos, se hacen a velocidades
de desplazamiento significativamente más bajos. Asimismo las mujeres
cubren distancias más cortas (Peralta, et. al., 2014). Durante un largo tiempo
la planificación de los transportes ha ignorado las necesidades de las mujeres
en su diseño, asumiendo que los beneficios son igualitarios. Sin embargo
podemos reconocer algunos patrones de desplazamientos y las formas en
que las mujeres se mueven por la ciudad (las mujeres llevan a sus hijos en
brazos o cargan paquetes cuando utilizan el transporte masivo) (Kunieda
y Gauthier, 2007).
Coincidentemente otros estudios han mostrado que las mujeres se desplazan
más a pie y en transporte público, proporcionalmente, tienen menos permisos
y licencias de conducir y conducen menos, viajan en coche como pasajeras
con mayor frecuencia, se desplazan menos por trabajo, y más por compras
y tareas asociadas al cuidado, tienden a vivir más cerca de su lugar de trabajo.
En sus desplazamientos, a menudo combinan varios modos de transporte,
mientras que los hombres tienden a utilizar exclusivamente el coche y
viajan más fuera de los horarios punta (IIIaraz, 2006).
Esto es claramente un problema de accesibilidad es decir la posibilidad
de estar al alcance de todas las personas sin ningún tipo de discriminación.
En esta línea argumental la Carta Mundial de Derecho a la Ciudad establece
que los sistemas de transporte público deben ser accesibles para todas las
personas, y por ello se entiende transportes adecuados a las diferentes necesidades
sociales de género, edad y discapacidad, entre otros.
Inseguridad y Violencia en los espacios públicos
El miedo a la violencia y el uso de los espacios públicos es uno de los
problemas emergentes y complejos claves para acercarnos a las relaciones
patriarcales que se construye en el territorio urbano. Esto porque el espacio
público urbano no se experimenta de la misma forma por hombres y mujeres.
Es precisamente este temor urbano el que configura un escenario de inseguridad
sistemático que atenta contra la libertad de las mujeres «la seguridad no
solo no está reñida con la libertad, sino que más bien no resulta concebible
sin ella. Está íntimamente relacionada con la libertad de movimiento y
uso de los espacios urbanos, y con la libertad en las relaciones personales,
en especial en la esfera íntima» (Naredo, 2010:80).
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De esta forma las mujeres como colectivo, tienen una relación paradójica
con el espacio que habitan, en el sentido de que esa relación se construye
entre otras en función de la seguridad en los espacios públicos, los cuales
configuran un escenario de temor constante que puede en ocasiones, llegar
a limita el libre uso y disfrute del espacio urbano. De tal forma se ha llegado
a afirmar que la inseguridad afecta especialmente a las mujeres en las ciudades
en tanto está íntimamente relacionada con un orden social de género «unas
relaciones entre hombres y mujeres que se sustentan en pautas culturales
profundamente arraigadas en nuestras sociedades, pero que por sobre todo,
evidencian el ejercicio del poder de un sexo por sobre otro» (Falú y Segovia,
2007: 9).
No hay duda de que los procesos de socialización temprana son fundamantales
para construir el y asociarlos con lugares que geográficamente son conceptualizados
como seguros o inseguros para las niñas «el proceso de aprendizaje comienza
con el control y continuas advertencias de los padres a las adolescentes
«los padres instalan en sus hijas un sentimiento de vulnerabilidad en el
espacio público, que se reforzará posteriormente con la alimentación constante
de noticias procedentes de los medios de comunicación y de amigas y conocidas»
(Sabaté, et. al. 1995:229).
Lo anterior ha conducido a cuestionar los tipos de violencias tomadas
en cuenta en las políticas públicas de seguridad ciudadana en la región.
La inseguridad de las mujeres fue durante mucho tiempo un tema aislado
y menor que no se incorporaba a las políticas de seguridad de la población.
Esto debido a la consideración que la violencia ocurría en escenarios privados
de manera que la violencia doméstica era una realidad invisibilizada e incluso
naturalizada en los análisis y metodologías a través de las cuales se investiga
el fenómeno de la violencia. Así, de acuerdo a Moser (2004) la clasificación
entre violencia interpersonal (violencias entre personas vinculadas por
relaciones consanguíneas, filiales, de matrimonio, o consensuales), y violencia
social (aquella en que los involucrados no tienen relaciones) genera profundas
dificultades conceptuales, en el entendido que la violencia doméstica tendría
como ámbito de acción los espacios privados, lo que dificulta visualizar
aquellas formas de violencia urbanas que ocurren en el espacio público
por razones de género.
Con relación a lo anterior un obstáculo espacial fundamental es pensar
los espacios públicos y privados como dicotomías espaciales que han definido
políticas públicas diferenciadas. De manera que como lo afirma Massolo
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PATRIARCADO Y ORDEN URBANO. NUEVAS Y VIEJAS FORMAS DE DOMINACIÓN DE ... Paula Soto Villagrán
(2005, 2006), el énfasis de las políticas públicas ha estado más bien dirigidas
de manera prioritaria en torno a la violencia intrafamiliar.
Por otro lado en los trabajos sobre inseguridad es habitual distinguir
entre la inseguridad objetiva, que remite a la probabilidad que existe de
que una persona sufra un delito, y la inseguridad subjetiva, que se refiere
al miedo a ser víctima de un delito (Pegoraro, 2000). Esta oposición también
se conceptualiza como temor «objetivo» que estima la probabilidad de
ser víctima de un delito, y el temor «afectivo» que sería un tipo de inseguridad
que se relaciona con situaciones peligrosas y, está ligado a las emociones
que desarrollan los individuos frente a situaciones concretas (Dammert,
2002). En términos espaciales esto implica que en las mujeres «existe
un riesgo mucho mayor de violencia sexual que para los hombres y, como
resultado de ello, tienden a evitar ciertas zonas que consideran peligrosas»
(Buckingham, 2011:61).
Por ello podemos considerar que el miedo a la agresión sexual en los
espacios urbanos resulta uno de los elementos que el patriarcado utiliza
para controlar la presencia de las mujeres en el espacio público. En términos
de Bankey (2002) para la vida cotidiana de las mujeres la agorafobia sería
una metáfora de las consecuencias de la socialización de los temores espacial
sobre los cuerpos, identidades y subjetividades. Esto porque el miedo como
producto cultural reproduce en forma de experiencia corporeizada la reproducción
de las más profundas relaciones de poder espaciales que asume la ciudad.
En trabajos anteriores he documentado que algunos efectos del miedo a
la violencia en los espacios públicos urbanos pueden no frecuentar lugares
y temporalidades que se reconocen como masculinos, buscar trayectos alternos
para evitar espacios y equipamientos que dentro de sus experiencias son
símbolos de peligro real o imaginario, la forma más extrema es la reclusión
hogareña, que en ocasiones llega a limitar los movimientos urbanos como
la participación social, la recreación e incluso en algunos casos, hasta abandonar
el trabajo o los estudios (Soto, 2012).
Planificación y medio ambiente urbano
El orden urbano no se produce por sí mismo, es la planificación y los
planificadores así como sus prejuicios, los que han contribuido de manera
sistemática a generar un acceso desigual a los bienes y servicios dentro
de la ciudad, en la perspectiva de que el ambiente urbano impone ciertas
restricciones tanto a la movilidad como a la percepción del espacio y esto
resulta determinante en la capacidad de las mujeres de moverse en él.
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REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - ENERO-JUNIO 2014 - VOL.19/N°42. pp. 199-214
Es así que, el medio ambiente de la ciudad se ha conceptualizado y construido
de acuerdo a los intereses masculinos y las desventajas de las mujeres. En
lo que se refiere a las ciudades se ha generalizado la idea de que la organización
del sistema urbano se ha construido y fundando en un proceso de planificación
que no tiene en cuenta la situación y condición social de las mujeres, las
necesidades e intereses específicos derivados de su ubicación en la división
sexual del trabajo y su status de género, lo que implica poner en tela de
juicio la planificación y el diseño urbano por su carácter eminentemente
sexista.
Dolores Hayden sostiene la necesidad de articular un análisis económico
e histórico con los enfoques realizados desde el feminismo, ya que estos
están orientados a las necesidades y experiencias de las mujeres. La afirmación
«El lugar de las mujeres es la casa», ha sido en palabras de esta autora el
principio más significativo para el diseño arquitectónico en la planeación
de los espacios en el último siglo» (Hayden, 1980:167).
La crítica al diseño espacial de las ciudades y a la distribución de los
servicios dentro de éstas, tiene su fundamento en el paradójico supuesto
que existe en los arquitectos y diseñadores, de la existencia por un lado
de la división entre la vivienda privada y el lugar de trabajo, entre casa y
economía de mercado. Así pues las mujeres no podrán incrementar su
estatus sino se cambia su posición económica global en la sociedad, y si
sus responsabilidades domésticas no son alteradas, pero también no cambiarán
si los planificadores continúan siguiendo presupuestos como aquel que
indica que el lugar de la mujer es la casa o el que sostiene que quienes
usan y se apropian de la ciudad para fines de ocio y recreación son hombres3.
En particular ha sido fundamental la interrelación género, pobreza y
medio ambiente, pues ha mostrado patrones de desigualdad urbana de género
tales como cómo la organización doméstica del trabajo, los patrones de
consumo, la cuestión alimentaria, la contaminación, la pobreza y la destrucción
ambiental, en tanto procesos dinámicos afectan con especificidad la vida
de las mujeres; pero al mismo tiempo las ubica como sujetos claves para
el cambio ambiental. Algunos estudios a nivel descriptivo en América Latina,
muestran como los trabajos de reproducción de las mujeres están estrechamente
3 Sólo conviene recordar que en los espacios destinados a áreas verdes dentro de las ciudades,
generalmente se construyen canchas de fútbol, o juegos infantiles, es decir el sujeto para
el cual se planea la ciudad es principalmente masculino, y si se piensa en las mujeres se
piensa en su rol tradicional de madre.
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PATRIARCADO Y ORDEN URBANO. NUEVAS Y VIEJAS FORMAS DE DOMINACIÓN DE ... Paula Soto Villagrán
asociados a los problemas ambientales del entorno en que se encuentran.
Hay dos fenómenos interesantes de puntualizar, en primer lugar mientras
son las que manejan el riesgo ambiental con mayor facilidad producto de
sus tareas domésticas, al mismo tiempo cuentan con una cultura ambiental
que es necesario considerar (Rico, 1996, 1998). En segundo lugar han sido
interesantes los vínculo entre la feminización de la pobreza4 con aspectos
territoriales y ambientales, debido a que el uso particular de los distintas
espacialidades de lo urbano, así como los problemas ambientales que surgen
en los espacios de la pobreza, afectan de manera más severa a las mujeres,
que frecuentemente quedan relegadas a la vivienda y su entorno inmediato.
Este proceso de confinamiento espacial sería fundamental para establecer
la vulnerabilidad social y los niveles inferiores de salud y bienestar (Schteingart,
2009).
Por lo anterior se ha reivindicado la necesidad de participar en la planificación
y gestión de las ciudades, con el fin de hacerlas menos sexistas y más igualitarias,
«es absolutamente imprescindible que las mujeres participen en la planificación
urbana, la gobernanza local y los procesos de toma de decisiones relativos
a sus ambientes urbanos» (Buckingham, 2011:63). Aún hay un camino
por recorrer en torno a la incorporación de la dimensión de género en la
planificación urbana. Por un lado continuar profundizando en los efectos
que tiene en la vida de las mujeres el diseño predominantemente masculino
del entorno urbano construido. Por otro lado analizar casos donde los
procesos de planificación de la ciudad tengan perspectiva de género. Lo
que sin duda permitirá valorizar la participación de mujeres, colectivos,
organizaciones en la recreación de espacios urbanos más habitables.
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A través de este texto hemos intentado analizar la formas en que se
entrelazan el orden patriarcal y el orden urbano, mostrando como este
4 La feminización de la pobreza (Anderson, 2003) es un concepto que irrumpe en los años
ochenta para designar la tendencia hacia el aumento de la incidencia y prevalencia de la
pobreza entre las mujeres. Ubicó en la mira dos problemáticas: las mujeres jefas de hogar
y la maternidad precoz (frecuentemente vinculada a la condición de madre sola, jefa de
un hogar incipiente o de una unidad subsidiaria dentro de otro hogar). Este concepto indujo
a que las series estadísticas se desagregaran por sexo. Creó un clima para el ingreso
posterior de una preocupación por «las voces» de las víctimas, la percepción de los actores,
y el uso de métodos cualitativos de investigación para descubrirlas.
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último asume formas específicas a través de la movilidad e infraestructura
urbana, el miedo a la violencia de las mujeres, así como; la planificación
y el ambiente urbano. Cada uno de los cuales se transforma en restricciones
societales fundamentales de la contradictoria experiencia urbana de las
mujeres en las ciudades.
En este sentido hemos enfatizado que el entorno urbano debe ser visto
como un espacio privilegiado de dominio masculino, pues las restricciones
espaciales construyen barreras materiales y simbólicas que terminan afectando
la vida de las mujeres y definen una estructura espacial de oportunidades
y riesgos que repercuten en la ciudad en su conjunto.
Coherentemente con lo anterior ha sido necesario ir más allá de la
visión de los espacios urbanos como contenedores materiales donde las
mujeres organizan su vida cotidiana sino más bien argumentando que el
espacio es fundamental en la estructuración y desarrollo de las injusticias
sociales (Musset, 2011). Para entenderlo mejor el patriarcado establece
una política de la localización que establece fronteras y límites simbólicos
en tanto prescripciones del orden social, que sirven para demarcar y a la
vez espacializar a los sujetos, normar comportamientos, instaurar ritmos
condicionando así la existencia de las mujeres.
En este orden urbano patriarcal las mujeres entre diversidad y contradicción,
conflictos y negociaciones, libertades y restricciones, cotidianamente habitan
y rehabitan la ciudad, por lo tanto es fundamental proponer un nuevo
paradigma de planificación urbana que considere a las mujeres como ciudadanas
participando activamente en la construcción espacial de las ciudades.
Referencias bibliográficasReferencias bibliográficas
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... Son diversas las investigaciones en las que se constata un creciente desarrollo de los vínculos entre el feminismo y el estudio del espacio público (de la Cruz, 2008;Delgado, 2018;McDowell, 2000;Soto, 2014;Zúñiga, 2014). El espacio es una categoría que adquiere relevancia pero no como un "contenedor físico" sino como un elemento fundamental en la estructuración y desarrollo de las desigualdades sociales (Colombara, 2011;Soto, 2012). ...
... La incorporación del enfoque de género y su intersección con el estudio de espacio público permite indagar sobre la percepción, apropiación e interés de las mujeres por los lugares y, desde una perspectiva crítica, insta a investigar la manera diferenciada en que hombres y mujeres acceden al espacio. Además, reconoce que el espacio no solo es escenario de los hechos violentos en contra de las mujeres, también es un elemento esencial en la producción de los mismos a partir de sus usos, morfología, equipamientos y servicios (Reguillo, 2000;Soto, 2014). ...
... Por otro lado, la dimensión subjetiva de la violencia puede estar conformada por las experiencias vividas, las experiencias transmitidas y, también, por la construcción de identidades sociales urbanas que reconocen el "lugar" como referente desde el cual se establecen las relaciones con la ciudad. Para diversos autores (Dalmazzo, 2011;Lindón, 2008;Soto, 2014), estas construcciones guardan especial relación con el miedo. Para las mujeres, estos miedos contribuyen al debilitamiento de su autoestima, además de que limitan y condicionan su movilidad, sus horarios, sus formas de viajar, entre otras formas de apropiación de los espacios públicos y, en general, de las ciudades (Colombara, 2011), lo que convierte al miedo una forma de violencia que habita cotidianamente los cuerpos subjetivados y con la que se tienen que "aprender a vivir". ...
Article
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La seguridad turística es una construcción social que en algunas ciudades turísticas se constituye como un discurso que nubla problemáticas vinculadas a la violencia no solo contra las mujeres que las visitan, sino también sobre quienes las habitan. El objetivo fue analizar las formas de violencia contra las mujeres (VCLM) que se producen en los espacios públicos turísticos de Mazatlán, Sinaloa, mediante una metodología cualitativa constituida por 158 testimonios y cuatro grupos de discusión. La forma generalizada de VCLM en la zona turística es el acoso sexual callejero (ASC), tipología que se reproduce con diferentes matices: violencia psicológica, verbal, física y hasta económica, dejando en evidencia que la seguridad es un discurso político-económico que poco contribuye a la apropiación de los espacios por las mujeres de esta ciudad.
... A primeira teoria base deste trabalho é sobre a "Dominação Masculina" (Bourdieu, 1999) que, como forma de organização social, baseada no mito da superioridade masculina, destinou papéis de gênero e a divisão sexual do trabalho, se expressando no ambiente urbano cidades, privando e moldando o comportamento de mulheres no uso desse espaço (Valentine, 1989;Harkot, 2018), diminuindo sua autonomia (Villagrán, 2014) e representação nos espaços de decisão sobre ele. A segunda teoria apoiada, desconstrói a ideia do planejamento urbano neutro e defende que as cidades foram projetadas a partir de uma visão masculina, muito específica (Montaner;Muxí, 2014;Villagrán, 2014). ...
... A primeira teoria base deste trabalho é sobre a "Dominação Masculina" (Bourdieu, 1999) que, como forma de organização social, baseada no mito da superioridade masculina, destinou papéis de gênero e a divisão sexual do trabalho, se expressando no ambiente urbano cidades, privando e moldando o comportamento de mulheres no uso desse espaço (Valentine, 1989;Harkot, 2018), diminuindo sua autonomia (Villagrán, 2014) e representação nos espaços de decisão sobre ele. A segunda teoria apoiada, desconstrói a ideia do planejamento urbano neutro e defende que as cidades foram projetadas a partir de uma visão masculina, muito específica (Montaner;Muxí, 2014;Villagrán, 2014). A terceira teoria, parte dos ideais do urbanismo feminista que, no caminho contrário do urbanismo "neutro", se aprofunda em como a cidade é vivida pelos diferentes corpos que a habitam, desconstruindo a historiografia, desvelando sua falsa neutralidade e universalidade (Muxí et al., 2011;Da Silva, 2021), incorporando, também, a dimensão cotidiana ao urbanismo (Jirón, 2012;Ciocoletto, 2014). ...
Conference Paper
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This article presents some of the main results of a chapter that makes up a master's thesis. From a qualitative and approximate observation of a group of eleven female university students, it sought to collect information about their daily experiences and perceptions related to their daily journeys made for the purpose of a home-university trip, in the Metropolitan Region of São Paulo. As a result, it was expected that insecurity and the fear of suffering some type of sexual violence were the main elements highlighted by the students as obstacles to ensuring safe urban mobility. However, access limitations and the poor quality of public transport systems proved to have a strong impact on the precautions taken, perceptions of insecurity and feelings of fear and vulnerability. At the same time, it was noticed that there is a search for autonomy and appropriation of measures to face elements that limit and hinder their urban mobility. Keywords: urban mobility, women, latin america, gender inequalities Este artigo apresenta alguns dos principais resultados de um capítulo que compõe uma dissertação de mestrado. A partir de uma observação qualitativa e aproximada de um grupo de onze mulheres estudantes universitárias, buscou-se coletar informações sobre suas experiências e percepções cotidianas relacionadas aos seus trajetos diários feitos por motivo de viagem casa-universidade, na Região Metropolitana de São Paulo. Esperava-se como resultado que a insegurança e o medo de sofrerem algum tipo de violência sexual fossem os principais elementos destacado pelas estudantes como obstáculos para a garantia da mobilidade urbana segura. Porém, limitações de acesso e a má qualidade dos sistemas de transportes coletivos, se mostraram fatores de forte impacto nas precauções tomadas, percepções de insegurança e sensações de medo e vulnerabilidade. Ao mesmo tempo, percebeu-se que há uma busca por autonomia e apropriação de medidas de enfrentamento de elementos que limitam e dificultam a mobilidade urbana delas. Palavras-chave: mobilidade urbana, mulheres, américa latina, desigualdades de gênero
... En este contexto, el espacio cobra un papel preponderante en la VCLM no sólo como contenedor de los actos de agresión sino como condicionante de la propia experiencia corporizada. La configuración del espacio público, y, en este caso, los EON, al ser fundados en un conjunto de instituciones estructurantes de la relaciones desiguales de género, reproducen una serie de violencias que van desde la objetivación del cuerpo sexuado de las mujeres, su invisibilización a través de la polarización de los espacios de la producción y la reproducción; la naturalización de los espacios del miedo como forma de control y disciplinamiento, el despliegue o ausencia de infraestructuras que les limitan el uso y apropiación de los espacios públicos; la reproducción de lógicas binaristas que promueven los roles de género y el uso diferenciado de los espacios públicos; los diseños urbanos que priorizan las experiencias masculinas frente a las de otros y otras; las formas de movilidad alejadas de la cotidianidad de las mujeres, entre otras que perpetúan las asimetrías de poder entre los géneros (Falú, 2011;Mc Dowell, 2000;Soto, 2012Soto, , 2014Wills, 2019). ...
Article
This paper analyses the experiences of violence against women-residents (VAW) in their interrelationships with the nightlife model configured in the old centre of the city of Mazatlan, Mexico. This qualitative study retrieves and relates experiences of direct violence through witness files and focus groups. Results revealed that the participants tend to “wipe out” the incidents, justifying the same with the party atmosphere, and classifying as “low impact” the violence they experience in the nightlife circuits in Plazuela Machado and surrounding streets. Since this space functions as a tourist enclave, violence experienced by women beyond the spaces subject to the nightlife economy (NE) takes more visible, explicit forms and with important sexual connotations. The nightlife model downtown has contributed to the configuration of an unequal urban space that conditions how women-residents transit, use, and appropriate the tourist and non-tourist spaces.
... "Durante las últimas décadas se ha experimentado un crecimiento preocupante en los casos de violencia en la pareja"(Mohamed et al., 2014, p. 9), lo que deja en evidencia la necesidad de una educación que desmitifique el imaginario social frente a la forma en que se desenvuelven las relaciones de pareja, ya que permite la ruptura del círculo de la violencia en el que la primera fase consiste en la dependencia emocional y económica del otro(Cuervo & Martínez, 2013;Guzmán-González et al., 2014;Donoso-Vázquez et al., 2014;Villagrán, 2014).Las violencias o agresiones en el constructo social se limitan a las acciones y conductas que atentan contra la integridad física de las personas, por ende, este hecho demuestra que la sociedad solo acepta este tipo de agresiones como violencia, aquellas que dejan evidencias o marcas en el cuerpo, es decir, se invisibilizan las situaciones violentas donde las personas son vulneradas mediante la disminución o desvalorización como sujetos, conllevando afectaciones en la salud mental de quienes las vivencian(Noa et al., 2014;Ocampo & Amar, 2011).En consecuencia, al centrar el análisis en la violencia psicológica, es fundamental señalar que su naturalización en la sociedad ha permitido que permee todos los ámbitos en los que se desarrolla el ser humano como parte de unas dinámicas culturales que "permiten que la acción violenta se haga invisible, se naturalice y, justo por ello, se perciba como normal"(Noa et al., 2014(Noa et al., , p. 1148. Es por esto que la población objeto de estudio se enfoca en parejas de jóvenes, específicamente del municipio de Quibdó. ...
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La violencia psicológica en las relaciones de noviazgo es un método de sometimiento de una persona a otra que se naturaliza al relacionar la violencia con lo físico, ignorando las afectaciones a la salud mental. Por ello, el objetivo principal de este estudio fue describir la violencia psicológica en las relaciones de pareja en estudiantes universitarios jóvenes de la ciudad de Quibdó. Este se desarrolla bajo una metodología cuantitativa mediante la aplicación de Escala de Violencia en las Relaciones de Pareja Adolescentes (CADRI), donde se toman los componentes asociados a la violencia psicológica: violencia relacional, verbal-emocional y la amenaza. La muestra estuvo conformada por 240 estudiantes universitarios, de los cuales 130 corresponden a la Uniclaretiana (universidad privada) y 110 a la Universidad Tecnológica del Chocó Diego Luis Córdoba (universidad pública). Los resultados demuestran que el tipo de violencia que más predomina en los estudiantes universitarios es la violencia verbal-emocional, y las mujeres son las más propensas a ejercerla y a sufrirla en las relaciones de noviazgo. Otro aspecto relevante de los hallazgos es que un porcentaje mayor de violencia sufrida y vivenciada se encontró en estudiantes de la universidad privada, con excepción de la violencia relacional sufrida.
... A indisponibilidade de serviços públicos coletivos de transporte também ilustra outra condicionante capaz de restringir a escolha real por determinada forma de deslocamento, assim como não possuir carteira de habilitação. Em ambos os casos diferenças de gênero se sobressaem pois, além de se deslocarem com maior frequência por meios públicos de transporte coletivo, as mulheres no Sul Global também são menos propensas a possuírem carteira de habilitação (Levy, 2013) e, portanto, dirigem menos, viajando mais como passageiras (Villagrán, 2014). ...
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Resumo Neste estudo, buscou-se ampliar a compreensão sobre o papel do gênero nas percepções sobre uso dos meios de transporte e sobre as condições de mobilidade urbana. O intuito era compreender, de maneira mais aprofundada, as condicionantes sociais que interferem diretamente nos padrões de deslocamento da população e perpassam indiretamente as estratégias e políticas públicas elaboradas para direcionar a escolha dos modos de transporte. Por meio da análise de respostas a um questionário, focou-se na mobilidade urbana sob uma perspectiva de gênero, especificamente nos papéis e relações sociais inerentes. Foram levantados dados primários e realizadas análises estatísticas (descritivas e inferenciais) para mensuração da influência do gênero sobre a) uso dos meios de transporte para deslocamentos diários, e b) percepções sobre as condições de mobilidade urbana. A pesquisa foi feita em uma cidade média brasileira do interior do Estado de São Paulo (São Carlos). Constatou-se uma provável relação entre o gênero dos respondentes e o uso do meio de transporte principal, visto a existência de diferenças entre homens e mulheres, sem influência constatada, entretanto, nas percepções sobre as condições de mobilidade urbana no município em questão.
... Patiño, 2020;Valenzuela-Valenzuela & Cartes-Velásquez, 2020), causing the historical oppression of women and dissidence (cf. Coba & Herrera, 2013;Lerner, 1990;Meler, 2015;Soto, 2014). ...
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En Chile, la cultura escolar se construye sobre estereotipos diferenciadores entre lo femenino y lo masculino. Por ello, el presente estudio busca explorar la visión del profesorado de música respecto al abordaje didáctico de la perspectiva de género en escuelas exclusivas para hombres. Se utiliza el método comparativo constante de orden deductivo porque la literatura consultada permitió establecer las categorías conceptuales. La muestra está integrada por dos profesoras de música, quienes han participado en una entrevista semiestructurada personal y privada con el afán de ahondar en las didácticas que ejercen en escuelas diferenciadas para hombres. Los hallazgos revelan la existencia de una ideología patriarcal en la educación musical que es influenciada por cinco dimensiones: cultura androcéntrica, estereotipos musicales, estereotipos emocionales, misoginia y homofobia. Se concluye que la educación musical, así como se nutre de la industria musical, también se contamina por ella porque es ahí donde surge la cultura androcéntrica.
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La violencia contra las mujeres (VCLM) en el espacio público es una problemática cada vez más visible a partir de las reflexiones y diálogos feministas. Sin embargo, en los estudios turísticos hay un vacío significativo acerca de este tipo de análisis, por tanto, resulta relevante identificar las experiencias de violencia de las mujeres en el espacio público turístico, particularmente quienes residen en ciudades dedicadas exclusivamente al sector. Para esta investigación, se consideró como caso de estudio la ciudad de Playa del Carmen (PDC), uno de los principales destinos del Caribe Mexicano. A partir de una metodología cualitativa que se centró en fichas de testimonios y entrevistas a profundidad se pudo constatar que el Acoso Sexual Callejero es una forman común de violencia en la experiencia urbana de las mujeres en PDC. Al respecto, el transporte público y las calles poco alumbradas son los espacios en los que se presenta de manera recurrente; por esta y otras formas de violencia manifiestas en el espacio público es considerada una ciudad hostil para las mujeres que la habitan.
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En vue de participer au débat qui interroge la dichotomie entre espace public et espace privé héritée du xixe siècle, cet article propose le concept d’ordre urbain hybride. La façon dont les femmes habitent les trottoirs des quartiers, espace public local, et hybrident les différentes sphères de la vie sociale urbaine, privée, communautaire et publique, mises en avant par Lofland, sert à interroger cette dichotomie. À Mexico, les pratiques sociales des femmes qui se déroulent sur les trottoirs des quartiers où elles vivent sont de fait inscrites dans la division sexuelle du travail. Mais les femmes jouent un rôle de vecteur de l’hybridation des différents ordres et de la création d’un ordre local. Cependant, la légitimité de leur présence sur l’espace des trottoirs n’est pas la même qu’il s’agisse d’un quartier populaire ou d’un quartier de classe moyenne gentrifié.
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A mobilidade urbana coloca-se como um dos grandes problemas de um mundo em crescimento exponencial da população das grandes cidades. Essa mobilidade, contudo, não se dá da mesma forma para todos os corpos que transitam ou tentam transitar a cidade, sendo a própria mobilidade um locus de reiteração de eixos de exclusão e estruturas de opressão das urbes contemporâneas. O Seminário Interdisciplinar MovimentAs – direito à mobilidade, discurso e gênero, realizado em março de 2019, buscou, no entrecruzamento dos pensamentos sobre mobilidade, gênero e direito à cidade, abrir um espaço para a discussão dos deslocamentos urbanos frente aos projetos excludentes de cidade. E articulando áreas diversas de conhecimento, debater sobre a construção física, jurídica e discursiva da mobilidade na cidade a partir de epistemologias criticamente situadas para propor a construção de um pensamento coletivo que ultrapasse as fronteiras aparentemente intransponíveis para outras cidades possíveis. Dentre suas diversas pautas, o feminismo busca repensar o espaço público para que corpos diversos possam se mover nele de modo igualitário. Sendo assim, mobilidades feministas contribuem para a desnaturalização das barreiras atuais que decorrem das desigualdades de gênero a fim de reimaginar os deslocamentos, sejam estes no meio urbano, sejam no atravessamento de fronteiras mais distantes. A centralidade dessa questão na contemporaneidade tem produzido um número crescente de movimentos sociais engajados na luta pela mobilidade, suscitando a questão de saber se sujeitas diversas encontram voz em meio a esses grupos e se suas práticas fomentam a construção de mobilidades mais libertárias. A partir do pressuposto de que tanto o gênero, como o espaço social são produções sociais, passíveis de mudanças, esta temática pretende reunir trabalhos preocupados com os movimentos sociais contemporâneos no contexto da mobilidade, bem como sua interseção com os estudos de gênero. O MovimentAs foi uma iniciativa discente de alunas da pós-graduação da PUC-RJ do GrP/CNPq NAVIS (Narrativa e Interação Social) e do grupo de pesquisa Gênero, Democracia e Direito, contemplado pelo Edital IEAHu para apoio financeiro a eventos de natureza interdisciplinar, de pequeno e médio porte, propostos por discentes da PUC-Rio. O seminário foi construído em parceria com o Grupo de Pesquisa Grandes Projetos de Desenvolvimento Urbano do Programa de Pós-Graduação em Arquitetura e Urbanismo da Universidade Federal Fluminense (GPDU/PPGAU/UFF) e outros núcleos de pesquisa de diversas universidades.
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Este artículo ofrece un estado del arte de los principales trabajos realizados desde la geografía en torno a la diversidad de experiencias vividas en la ciudad por parte de las mujeres y otros colectivos tradicionalmente olvidados en la planifi cación urbanística por razón de su sexualidad (gays y lesbianas) o su edad (niños). This article provides the state of the art works accomplished from the geography surrounding the various experiences lived in the city by women and other collectivities traditionally forgotten in urban planning due to their sexuality (gays and lesbians) or their age (children).
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This article is prompted by an apparent interplay between changing gender identities and changing urban landscapes. More specifically, I am interested in whether it is possible to "read' the urban landscape for statements about, and constructions of, femininity and masculinity, and, if so, what versions of femininity and masculinity are being articulated in contemporary forms of urban change. I take gentrification as a key example of such change, both because of its high visibility within many Western cities, and because of suggestions that it is, at least in part, an expression of changing gender divisions. I argue that an adequate analysis of the relationship between gender divisions and urban change must disentangle symbolic and sociological aspects of gender, rather than assume direct correspondence. In addition, I want to explore the links between gender politics and gentrification with reference to both postmodern architectural style and a broader postmodern culture. I begin by examining the use of gender categories in appraisals of architectural forms, and show how both professional and lay versions of this symbolic treatment of gender imply and endorse an essentialist, biological interpretation of gender difference that is challenged by feminists. I argue that a preoccupation with the social content of the lives of women and men has sometimes resulted in a reverse move whereby gender symbolism is reduced to the unproblematic expression of patriarchal interests. Finally, I argue that images of femininity and masculinity associated with gentrification should be interpreted as a re-presentation rather than a transformation of hierarchical gender relations. -from Author
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Resumen El presente artículo tiene como objetivo analizar cómo se entrelazan las divisiones espaciales y las divisiones de género en la construcción social del miedo, como un elemento fundamental de los mo-dos de habitar la urbe desde la experiencia espa-cial de las mujeres como colectivo. Nos centramos en el caso de una colonia popular de la Ciudad de México, poniendo énfasis en las dimensiones espa-ciales del miedo a la violencia y su relación con la justicia espacial y de género. Abstract The objective of this paper is to analyze the relationship between spatial divisions and genre divisions in the social construction of fear as an essential element of ways of living from the spatial experience of women as a collective group. This research focuses on the case of a popular settlement in Mexico City, stressing the spatial dimensions of fear of violence and its relationship with spatial and genre justice.
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La perspectiva del género 1 está basada en la teoría de género y se inscribe en el paradigma teórico histórico-crítico 2 y en el paradigma cultural del feminismo. "El feminismo del siglo XX, nuevo episodio de una historia ya larga, presenta la especificidad de haber producido, además de efectos políticos y sociales, efectos en el campo del conocimiento, efectos que se señalan o incluso se institucionalizan bajo la fórmula estudios feministas (pero también estudios sobre las mujeres, estudios femeninos, estudios de género)" 3 11 Simone de Beauvoir (1958:34) continúa su reflexión: "…he ahí otro punto de vista que también se encuentra a menudo; ¿no son más dichosas las mujeres del harén que las electoras? ¿el ama de casa no es más feliz que la obrera? No se sabe demasiado bien o que significa la palabra dicha, y aún menos qué valores auténticos recubre; no hay ninguna posibilidad de medir la dicha del otro, y siempre resulta fácil declarar dichosa la situación que se le quiere imponer: aquellos a quienes se condena al estancamiento, en particular, son declarados felices, so pretexto de que la dicha es inmovilidad". 2 Lagarde, 1994 3 Después de un sinfín de luchas políticas de las mujeres, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer en 1979. es un tratado internacional ratificado por los gobiernos de casi 100 países. La lucha institucional se había iniciado en 1946 con la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. El análisis de género es la síntesis en la teoría de género y la llamada perspectiva de género derivada de la concepción feminista del mundo y de la vida. Esta perspectiva se estructura a partir de la ética y conduce a una filosofía posthumanista, por su crítica de la concepción y androcéntrica de humanidad que dejó fuera a la mitad del género humano: a las mujeres. Y, a pesar de existir en el mundo patriarcal, las mujeres han sido realmente existentes. Es notable que el humanismo no las haya advertido. La perspectiva de género tiene como uno de sus fines contribuir a la construcción subjetiva y social de una nueva configuración a partir de la resignificación de la historia, la sociedad, la cultura y la política desde las mujeres y con las mujeres.
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Investigates the attempts being made in the USA to unite the best features of social reforms with available social services. Looks at the growth of the urban settlement, housing and work, identifies new approaches and makes proposals for change in the US. -after Author