El primer capítulo se centra en la “Sostenibilidad en las organizaciones”, en el que se debaten la rendición de cuentas en materia de sostenibilidad y las externalidades en la industria de la moda, en los hospitales y la sanidad aeroportuaria, pero también el tratamiento de la responsabilidad social tan- to en los medios masivos de comunicación como en el marco de la sociedad de la información y el conocimiento. Destacan también en este capítulo las reflexiones sobre la necesidad de una matriz energética de fuentes renovables para contribuir en procesos productivos eficientes, amigables con el medio ambiente y de alta rentabilidad económica, donde la innovación sea la gran herramienta que facilite el proceso, pero teniendo siempre a la persona en el centro.
El segundo capítulo “Responsabilidad Social Universitaria” discute el papel de los centros de estudio ante el cambio climático, no solamente desde la producción científica, sino desde la aproximación temporal al fenómeno, esto es, frente al “presentismo” en las decisiones, el cual nos aleja cada vez más de mirar al pasado y nos impide frecuentemente visualizar el futuro. Cómo analizar el pasado, cómo rediseñar el futuro y cómo actuar en el presente son materia de estudio de nuestros centros universitarios. Hacer investigación, generar conocimiento y ofrecer herramientas sobre los sistemas naturales es nuestra responsabilidad, pero tomar esa información y concretarla en decisiones de política pública o modelos organizacionales es responsabilidad de los políticos, los empresarios y las organizaciones de la sociedad civil. Así, los diferentes autores analizan la manera en la que la sostenibilidad se inserta en las funciones universitarias de docencia, investigación, vinculación y extensión, pero lo hacen desde diferentes perspectivas como la territorialidad y desde diversas temáticas como la gestión de riegos, la educación para la paz, la percepción y participación estudiantil en los modelos de gobernanza universitaria y, desde luego, las modalidades de educación a distancia que la pandemia aceleró y nos heredó.
El tercer capítulo concentra la discusión de la sostenibilidad desde el abordaje de las “Deudas sociales y bienes comunes”. En este se hace énfasis en la necesidad de un nuevo or- den de ideas, principios, normas y axiomas; en síntesis, una nueva teoría económica basada en el bien común. Un nuevo paradigma que articule de manera armónica la eficiencia eco- nómica, los límites ambientales del planeta y, sobre todo, la dignidad de la persona. Así, los autores debaten sobre la posibilidad de que el estudio de los bienes comunes pueda entretejer discursos multidisciplinares que apuntalen el imaginario colectivo de la sostenibilidad en temas de seguridad alimentaria y migración, desde las perspectivas comunitaria, de capital social y de gobernanza.