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REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002
RESUMEN
El cuestionario de autoevaluación OQ-45.2, que mide resultados en psicoterapia, tanto antes-
después como sesión a sesión, fue desarrollado en Estados Unidos por Lambert (1996). La evaluación se hace
a través de tres áreas: sintomatología, relaciones interpersonales y rol social. Se presenta su adaptación, vali-
dación y las normas obtenidas para la población de nivel socio-económico medio-bajo y bajo, entre quince y
sesenta años, de la Región Metropolitana de Chile. Se indica su forma de aplicación y de interpretación de los
datos que se obtengan.
El instrumento demostró ser confiable. Asimismo, mostró tener validez concurrente con un
instrumento chileno que mide sintomatología. Es válido en su sensibilidad a la psicopatología. También es
válido en su sensibilidad al cambio, probando su capacidad de detectar cambios entre el inicio y término de un
proceso terapéutico, como también a lo largo de éste.
Palabras Clave: investigación en psicoterapia, resultados en psicoterapia, proceso terapéutico, cuestionario
de resultados, validación.
ABSTRACT
The Outcome Questionnaire OQ-45.2, a self administering questionnaire that assesses outcome
in psychotherapy at the end of the process and from session to session, was developed by Lambert (1996) in
the USA. It measures outcome in three areas: symptom distress, interpersonal relations and social role.We
present here the adaptation, validation and normative data for the population, between fifteen and sixty years
old in the low and middle-low socio-economic level, of Santiago de Chile. We indicate the form of application
and interpretation of the data obtained.
The questionnaire showed to be reliable, has concurrent validity with a Chilean symptom
questionnaire and demonstrated to be valid in the construct validity of sensitivity to psychopathology and
sensitivity to change, proving his capacity to detect changes between the pre and post psychotherapeutic
process and during the process.
Key Words: Psychotherapy research, psychotherapy outcomes, psychotherapeutic process, outcome
questionnaire, validation.
*
Psicóloga. Unidad de Psicoterapia Dinámica, Instituto Psiquiátrico José Horwitz B.
Galicia 714, Las Condes. E-mail: avonbergen@terra.cl
**
Médico Psiquiatra, PhD. Unidad de Psicoterapia Consultorio Externo, Departamento de Psiquiatría,
Pontificia Universidad Católica de Chile.
San Pío X 2460 Of.1605, Providencia. E-mail: gdelap@vtr.net
OQ-45.2, CUESTIONARIO PARA EVALUACIÓN DE RESULTADOS Y
EVOLUCIÓN EN PSICOTERAPIA: ADAPTACIÓN, VALIDACIÓN E
INDICACIONES PARA SU APLICACIÓN E INTERPRETACIÓN
OQ-45.2, AN OUTCOME QUESTIONNAIRE FOR MONITORING CHANGE IN
PSYCHOTHERAPY: ADAPTATION, VALIDATION AND
INDICATIONS FOR ITS APPLICATION AND INTERPRETATION
Ps. Alejandra von Bergen*
Ps. Guillermo de la Parra**
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002162
1. INTRODUCCIÓN 1
Desde los inicios de la psicoterapia surgie-
ron las preguntas sobre su efectividad, pero fue re-
cién después del trabajo de Eysenck (1952 ), quien
cuestionó su utilidad al encontrar que los pacientes
tratados y no tratados seguían la misma evolución,
que los investigadores se abocaron a su investiga-
ción sistemática. Si bien 50 años de investigación
avalan que “la psicoterapia sirve”, la evaluación per-
manente de sus resultados también en nuestro me-
dio es un imperativo ético, del medio científico y de
los prestadores que eventualmente financian aten-
ciones. Ya que no existe en Chile gran difusión de
instrumentos que midan resultados en psicoterapia,
presentamos aquí la validación y estandarización de
OQ-45.2 (Outcome Questionnaire), para su conoci-
miento y utilización.
Hay diferentes formas de clasificar los ins-
trumentos de resultados (Eisen S. y Dickey B.,
1996); una de ellas ordena estos instrumentos se-
gún la fuente donde se originan los datos: pacientes
(autoevaluación), terapeutas, jueces y “otros” (pa-
reja, familiares, empleadores, etc.). En muchas in-
vestigaciones prefieren utilizar más de una fuente
de datos ya que se ha visto que éstas, en la mayoría
de las veces, no correlacionan. Entre los instrumen-
tos de resultados de autoevaluación más conocido
está el SCL- 90 (Derogatis, 1977), que mide sínto-
mas clasificados en 9 dimensiones primarias
(somatizaciones, obsesiones y compulsiones,
sensitividad interpersonal, depresión, ansiedad, hos-
tilidad, ansiedad fóbica, ideación paranoide y
psicoticismo). Este instrumento ha demostrado una
buena sensibilidad al cambio en esquemas “antes /
después” aunque no es fácil de utilizar en seguimien-
to de evolución.
El OQ incorpora escalas de síntomas en la
primera de sus subescalas, pero agrega dos
subescalas más: de relaciones interpersonales que
busca cumplir con una función similar al Inventory
of Interpersonal Problems (Horowitz y cols., 1988)
y de rol social, que busca medir adecuación al tra-
bajo estudio, tiempo libre, similar al Social
Adjustment Scale (Weissman y Bothwell, 1976 en:
Lambert, 1996).
Como lo explican Lambert y cols. (1996)
el OQ mide el progreso del paciente en terapia y se
ha diseñado para su aplicación repetida durante la
terapia y al término de ésta. Al plantear Lambert las
tres subescalas sugiere un continuo desde cómo el
paciente se siente internamente, cómo se relaciona
con otros significativos y cómo está funcionando
en tareas vitales como trabajo y estudio en una evo-
lución centrífuga, individual, interpersonal, social.
El OQ también fue diseñado para una
aplicación masiva para la toma de decisiones en
salud mental aunque el autor aclara que no es ade-
cuado para establecer ningún tipo de diagnóstico
en los pacientes. Es un instrumento que a pesar
de ser breve, ha demostrado ser de alta
confiabilidad y validez y aplicable a diversos ti-
pos de población cubriendo los motivos de con-
sulta principales que llevan a un paciente a bus-
car ayuda psicoterapéutica.
2. DESARROLLO DEL INSTRUMENTO
Para la selección de los diversos items,
Lambert consideró: aquellos que dieran cuenta de
síntomas que se presentan a través de las distin-
tas alteraciones; aquellos problemas que presen-
tan la mayoría de los pacientes más allá del moti-
vo específico de consulta; aquellas característi-
cas personales y sociales que afectaran la calidad
de vida del individuo. Se pensó en un número li-
mitado de items (45) para que fuera más bien una
contribución que un obstáculo en la práctica clí-
nica común; esto lo haría tolerable para el pacien-
te, permitiría la aplicación repetida y proveería a
los clínicos con datos que pueden ser utilizados
en la toma de decisiones. Para el desarrollo de la
versión en castellano para Chile, contábamos con
una traducción del OQ facilitada por la “American
Professional Credentialing Services”, dueña de los
derechos de uso del OQ. Sin embargo, su aplica-
ción en nuestro medio no fue fácil y automática.
A continuación se resumen las principales difi-
cultades encontradas y los cambios necesarios
para una mejor comprensión del instrumento en
nuestro medio:
1En el esquema del siguiente trabajo seguimos aproximadamente el
ordenamiento del “Administration and Scoring Manual for the OQ-45.2
(Outcome Questionnaire) de Lambert M., Hansen N., Umpress V., Lunnen
K.,Okiishi J., Burlingame G. (1999).
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002 163
a) preguntas negativas: aquellas preguntas que
contenían una doble negación, por ejemplo “no
me siento contento con mi matrimonio/pareja”
no era entendida por los pacientes, que al no
tener el problema debían contestar “nunca no
me siento contento...” para puntuar 0. Por el
cambio de sentido de la doble negación se de-
bió redactar estos items en forma positiva.
b) Vocabulario restringido: la extracción
sociocultural de los pacientes obligó a simpli-
ficar el vocabulario de varios items.
c) El uso de cinco categorías fue de difícil com-
prensión para algunos pacientes que tendían a
evaluar solo en tres (por ejemplo, nunca, a ve-
ces, casi siempre); este formato no se modificó
porque el instrumento no sería comparable al
utilizado en otros países.
d) Las dueñas de casa tuvieron problemas en identi-
ficar su labor como un trabajo, lo que llevó a com-
plementar el encabezado aclarando el punto.
e) Las preguntas sobre alcohol y drogas no eran
respondidas si el paciente no las ingería, por lo
que tuvo que agregarse notas explicativas en
estos items.
f) Por último el formato original, de una página,
dificultaba la lectura, donde además ciertos pa-
cientes se saltaban algunas preguntas. El cam-
bio de formato a dos páginas demostró una fran-
ca disminución en el grado de dificultad.
Todas las modificaciones al instrumento se
realizaron en coordinación y con la aprobación de
los Servicios de Acreditación Profesional antes men-
cionados.
3. DESARROLLO DE LAS SUBESCALAS
a) Subescala de Síntomas (Symptom Distress,
SD): esta subescala la derivó Lambert tanto del
estudio del NIMH (National Institute for Mental
Health) de 1988 que identificaba los desórdenes
mentales más prevalentes en cinco zonas de Es-
tados Unidos, como de la revisión de los Resul-
tados Internacionales de Asuntos Humanos de
1992 sobre los diagnósticos más frecuentemente
codificados del DSM-III-R. El primer estudio
mostró que aproximadamente el 12% de la po-
blación general cumplía con los criterios diag-
nósticos para trastornos de ansiedad o trastornos
afectivos (15,4% de la población recibió algún
tipo de diagnóstico). El segundo trabajo realiza-
do sobre 2.145 pacientes mostró que un tercio de
los diagnósticos realizados incluían algún tipo de
trastorno afectivo y un tercio trastornos de ansie-
dad (incluyendo trastorno por estrés pos-
traumático). Es así entonces que los síntomas
intrapsíquicos más comunes a ser evaluados son
problemas de depresión y ansiedad. Según
Lambert numerosa evidencia empírica muestra
la dificultad en separar sintomatología depresiva
de ansiosa, tendiendo a presentarse simultánea-
mente en una gran variedad de pacientes.
Por estas razones en el OQ los síntomas
depresivos y angustiosos están fuertemente re-
presentados sin pretender separar escalas en
estas dos áreas de síntomas. Otros trastornos
frecuentes son el abuso de drogas y alcohol que
también están presentes en lo items del OQ,
pero solo con el objetivo de su detección.
b) Subescala de Relaciones Interpersonales
(Interpersonal Relations, RI): el OQ incluye
items que miden tanto la satisfacción como los
problemas en las relaciones interpersonales.
Lambert muestra cómo la investigación en ca-
lidad de vida y niveles de satisfacción en la vida
revela que para las personas la felicidad se aso-
cia con relaciones interpersonales positivas.
Además, refiere, la investigación en pacientes
que buscan terapia, muestra que los problemas
más frecuentes en el motivo de consulta son de
naturaleza interpersonal. Además los proble-
mas interpersonales van asociados como cau-
sa o efecto a malestar intrapersonal. Por esta
razón se incluyen items con contenidos de amis-
tad, familia, vida familiar, matrimonio, etc. así
como items que evalúan conflicto, fricción, ais-
lamiento, inadecuación y rechazo en las rela-
ciones interpersonales. Estos items se deriva-
ron de la literatura de terapia de pareja y fami-
liar así como de investigación sobre los pro-
blemas interpersonales más frecuentes en pa-
cientes que buscan psicoterapia.
c) Rol Social (Social Role, SR): el rendimiento
social se midió focalizando en los niveles de
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insatisfacción, conflicto, trastorno o inadecua-
ción del paciente en tareas relacionadas con el
empleo, roles familiares y ocio. La evaluación
del rol social sugiere que los problemas y sín-
tomas intrapsíquicos de las personas pueden
afectar su habilidad para trabajar, amar y dis-
frutar. Esto es apoyado por la investigación en
calidad de vida, citada más arriba. Koptka y
cols. (1994) (citado por Lambert) sugiere que
estos síntomas también pueden existir indepen-
dientemente de los síntoma intrapsíquicos y
malestar subjetivo. Por esto se desarrollaron es-
tos items que evalúan trabajo y ocio. La satis-
facción en esta áreas se correlacionan altamente
con puntajes generales de niveles de satisfac-
ción con la vida.
Es así entonces que el OQ-45.2 se propone
como una medición de resultados que en forma bre-
ve pretende evaluar la experiencia subjetiva y como
la persona funciona en el mundo.
4. APLICACIÓN
a. Primera aplicación.
El OQ es un instrumento de
autoadministración, no obstante en la primera apli-
cación, se hace recomendable enfatizar verbalmen-
te las instrucciones impresas en la hoja de respues-
ta, señalándole especialmente a las dueñas de casa
que la actividad que ellas realizan es su trabajo (para
los items que indagan por trabajo).
Es un cuestionario que busca medir esta-
do, no rasgo, por lo que resulta conveniente resaltar
también, la primera vez de aplicación, que contes-
ten en función de cómo se han sentido la última se-
mana. También es necesario recalcarles la impor-
tancia de contestar las preguntas de una manera ho-
nesta consigo mismos.
Es una escala sumativa tipo Likert, de nivel
ordinal. Se responde eligiendo entre cinco categorías
de acuerdo a qué tanto le ocurre lo señalado en cada
uno de los items: “Nunca”, “Casi nunca”, “A veces”,
“Con frecuencia” y “Casi siempre”. Dependiendo del
nivel socioeconómico donde se aplique el OQ, pue-
de ser aconsejable en la primera aplicación, dar uno
o dos ejemplos (siempre utilizando los mismos items:
los dos primeros) de manera que los sujetos compren-
dan el uso de las cinco categorías para responder.
En la primera aplicación, inmediatamente
después que el paciente haya contestado, puede ser
conveniente chequear con el paciente los items que
dejó sin responder, para poder aclarar las dudas que
se lo impidieron. Por ejemplo, es relativamente ha-
bitual que la gente sin adicciones deje los items que
miden este aspecto en blanco; es conveniente acla-
rar las dudas en este momento y no previo a que
respondan, ya que de esta manera no se influencia
la respuesta. También, en el caso de los items: “Me
siento contento con mi matrimonio/pareja” y “Mi
vida sexual me llena”, las personas que no tienen
pareja o los adolescentes las tienden a dejar en blan-
co; en esos casos hay que señalarles que respondan
en función de que tan satisfechos están con su situa-
ción. Después de la revisión de los items con dudas,
hay que indicarles a los pacientes que es importante
que contesten todas las preguntas en las próximas
aplicaciones.
Es recomendable independizar lo mas po-
sible, la aplicación del cuestionario del terapeuta y
señalarle a la persona que su terapeuta no verá sus
respuestas.
La aplicación debería realizarse previo al
ingreso a la sesión de psicoterapia, entre otros fac-
tores, para interferir lo mínimo posible el proceso
terapéutico.
b. Tiempo
Al medir el tiempo ocupado en responder
en la primera aplicación del OQ en los pacientes se
observó que la moda era de aproximadamente 10 min.
El tiempo promedio fue de 15 min. con un
rango de variación de 3 a 35 min.
Se supone que este tiempo debe disminuir
al contestar el cuestionario posteriormente en el se-
guimiento debido a que ya conocen el instrumento.
c. Otras Aplicaciones
Bajo circunstancias especiales puede ser
necesario aplicar el OQ oralmente, ya sea porque el
paciente esté físicamente inhabilitado para leer o
escribir, o porque se desea aplicar el OQ
telefónicamente. En este caso, previamente hay que
darle una tarjeta con las cinco categorías de respues-
ta o dictarle las categorías, pidiéndole a la persona
que las anote. En ocasiones le hemos entregado a los
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pacientes que iban a ser seguidos telefónicamente,
una versión sin responder del instrumento, de tal modo
que al hablar por teléfono con el entrevistador, lo hi-
ciera mirando el instrumento y sus categorías.
5. TABULACIÓN
a. Tabulación
El puntaje del OQ se obtiene simplemente
sumando el puntaje obtenido en cada ítem. El OQ
entrega un puntaje total y uno para cada escala. Cada
ítem se puntúa en una escala Likert de nivel ordinal
de 0 a 4 puntos, por lo tanto el rango del puntaje del
OQ total va de 0 a 180 puntos, indicando un mayor
disconfort el puntaje mayor. La escala de
sintomatología comprende 25 items, la de relacio-
nes interpersonales 11 y la de rol social 9 items.2
En caso que se desee sumar manualmente
el puntaje, se coloca el puntaje obtenido de cada ítem
en los espacios en blanco de las columnas de la de-
recha y a continuación se suma cada subescala (co-
lumna) por separado, obteniéndose así los puntajes
por escala y la suma de las tres subescalas, corres-
ponde al puntaje total.
Se recomienda ingresar los datos en una
planilla de cálculo computacional (Excell), que
sume automáticamente los resultados de cada es-
cala y el total. El ingreso es sumamente rápido y
sencillo.
b. Datos faltantes
En el caso que se haya omitido algún ítem,
este se puntúa con el puntaje promedio obtenido en
la escala a la que corresponda el ítem ( redondeado
a un valor entero)
6. RESULTADOS NORMATIVOS
a. Obtención de resultados normativos en San-
tiago de Chile:
Los datos normativos se obtuvieron a par-
tir de varias muestras de pacientes del Instituto Psi-
quiátrico Dr. José Horwitz y de un grupo control.
En el grupo control, para cubrir una población de
nivel socio económico y edad similar a la de la po-
blación del Instituto Psiquiátrico, se administró el ins-
trumento en dos centros de formación técnica, en
horario vespertino: Instituto Profesional Santiago
Centro (IPSC) y Duoc ubicado en Santiago, Centro.
Para delimitar la muestra control dentro
de esta población, se aplicó una Encuesta sobre
el Nivel de Disconfort al inicio; nuestra muestra
control estuvo constituida únicamente por aque-
llos sujetos que respondieron negativamente a un
ítem que indagaba sobre la necesidad de consultar
a un psicólogo o psiquiatra, es decir, “sin necesi-
dad de psicoterapia”.
En el IPSC se aplicó la encuesta una sola
vez a dos cursos de diferentes carreras. En el Duoc
se hizo un seguimiento longitudinal, aplicando el
instrumento cada dos semanas a siete cursos de
cuatro carreras diferentes. El seguimiento se hizo
durante diez semanas, esto para la determinación
test-retest y la determinación de la estabilidad en
sucesivas aplicaciones. Con la finalidad de lograr
tener respuestas lo mas confiable posible, se les
señaló a los estudiantes que como identificación
a lo largo del seguimiento utilizaran los últimos
cuatro dígitos de su cédula de Identidad; de esta
manera se podían sentir mas libres para contestar
honestamente. Tanto a la muestra clínica como a
la de la comunidad, junto a la primera aplicación
del instrumento se les aplicó una encuesta para
determinar el Nivel Socioeconómico. A las per-
sonas que constituían las muestras que requerían
un seguimiento longitudinal, pacientes del Pro-
grama de Neurosis y control, se les entregó una
carta junto con la primera aplicación del cues-
tionario donde aceptaban o no participar en la in-
vestigación. Además de las obvias razones éticas
para realizar esto, pensamos que la carta de acep-
tación produce el efecto de aumentar la colabora-
ción y compromiso y por lo tanto se espera ade-
más haber tenido una mayor confiabilidad en las
respuestas.
b. Normas: Puntaje de Corte (PC) e Índice de
Cambio Confiable (ICC).
PC es el puntaje que diferencia a una po-
blación funcional de una disfuncional.
El ICC es la diferencia de puntaje entre el
inicio y final del tratamiento que indica que el
2 En el cuestionario adjunto, en las columnas de la derecha, se muestra
los items correspondientes a cada escala.
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002166
cambio es estadísticamente significativo, esto es que
excede el error muestral de medición.
El cambio para un sujeto se considera
clínicamente significativo cuando el puntaje final
esta bajo el PC y la diferencia entre el puntaje ini-
cial y final es mayor al ICC (Jacobson &
Truax,1991).
El PC e ICC se determinó con los datos de
las muestras de pacientes al inicio de su psicotera-
pia y los sujetos controles sin necesidad de psicote-
rapia. Para la determinación de las normas se utili-
zaron las mismas fórmulas usadas por Lambert y
cols. (1996) derivadas del trabajo de Jacobson y
Truax (1991).
,
donde X1 y X2 son las medias de la muestra control
(sin necesidad de psicoterapia) y de los pacientes al
inicio de su psicoterapia y S1 y S2 sus desviaciones
estándar correspondientes.
ICC = 1,96 x Sdiff
donde Sdiff es el error estándar de diferencia entre
dos puntajes:
siendo SE el error estándar de medición, donde
donde S es el promedio ponderado de la desviación
estándar de la muestra de la comunidad y de pa-
cientes y rxx es el valor obtenido para la consisten-
cia interna (utilizar un z de 1.96 implica considerar
un p < 0.05).
En la Tabla Nº 1 se presentan los resul-
tados de los Puntajes de Corte e Índice de Cam-
bio Confiable para el OQ total y cada una de sus
áreas.
(S1 x X2+ S2 x X1)
S1 + S2
PC =
SE =S 1- rxx
Sdiff = 2 SE2
Tabla Nº 1. Normas: Puntajes de Corte e Índice de Cambio Confiable
Area PC ICC
OQ Total 73 17
Sintomatología (SD) 43 12
Relaciones Interpersonales (RI) 16 9
Rol Social (RS) 14 8
c. Diferencias de Edad y Género:
Las Características demográficas de las
muestras control y pacientes se muestran en la Tabla
Nº 2. Llama la atención la menor edad de las mues-
tras de la población. Como se ve en la tabla los valo-
res de “t” son significativos para la comparación en-
tre los pacientes de policlínico, y la población con-
trol, tanto general como la “sin necesidad de psicote-
rapia”. Pensando que la edad podría ser una variable
determinante del OQ comparamos el OQ total en ma-
yores y menores de 25 años tanto en la muestra de
pacientes como de los controles no encontrándose
diferencias significativas (véase Tabla Nº 3). Además
se realizó una subdivisión en 5 grupos etáreos del
programa de neurosis (<20, 21-30, 31-40, 41-50, >50;
n=124) midiéndose el OQ total y las tres áreas. Un F
de 1.41, resultó no significativo.
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002 167
Respecto a las diferencias de género en el
estudio de Lambert y cols. (1996), en Estados Uni-
dos, no se observaron diferencias significativas para
ningún grupo.
Tabla Nº 2. Características demográficas de los sujetos encuestados
Tabla Nº 3. Comparación de los puntajes del OQ en muestras distribuidas por edad
En la Tabla Nº 4 se muestran las diferen-
cias por género en las distintas muestras de nuestra
investigación.
Controles Controles Pac. Ptes. Ptes.
Sin nec. PsT Policlínico* Agudos Urgencia
Edad 24.2 +- 5.2 24.5 +- 5.9 32.7 +- 11.8 33.6 +- 9.4 31.4 +- 10.3
18 – 52 18-52 16 - 58 16 - 51 16 - 49
Sexo Fem. 43% 39% 75% 50% 78%
Masc. 57% 61% 25% 50% 22%
N.S.E. Medio, Medio, Medio/bajo, Medio/bajo, Medio/bajo,
Medio/ bajo Medio/ bajo bajo bajo bajo
N202 129 124 30 32
t (edad) */pob 7.58 */pob. 6.95 */agud 0.45 */urg 0.62
Edad x s n t
Pacientes > de 25 103.83 22.11 60 1.73 (n.s)
< de 25 97.14 20.99 64
Controles > de 25 46.56 17.58 48 1.32 (n.s.)
< de 25 51.07 19.81 75
SD RI RS TOTAL
X S X S X S X S N
CONTROLES 26.0 12.4 12.0 5.2 10.7 4.3 48.7 19.3 129
Hombres 24.9 12.9 12.5 5.6 10.5 4.5 47.9 20.5 76
Mujeres 28.8 11.2 11.4 4.4 11.3 3.9 51.5 16.7 48
t=1.78 t=1.21 t=1.04 t=1.08
P.NEUROSIS 61.9 14.1 20.8 5.9 17.7 5.4 100.4 21.7 124
Hombres 56.7 16.1 21.9 5.9 18.5 5.1 97.0 23.4 31
Mujeres 63.7 13.1 20.5 5.8 17.4 5.5 101.5 21.1 93
t=2.19* t=1.15 t=1.02 t=0.95
AGUDOS 56.0 18.4 19.2 7.5 16.9 5.6 92.0 27.3 30
Hombres 47.0 19.3 18.7 8.0 17.1 5.5 82.8 28.7 15
Mujeres 64.9 12.4 19.0 7.2 16.7 5.9 101.0 23.2 15
t=3.02** t=0.11 t=0.19 t=1.91
URGENCIA 70.3 13.6 25.9 6.8 19.6 5.9 115.8 23.4 32
Hombres 63.1 15.3 22.3 4.8 19.6 5.1 105.0 22.8 7
Mujeres 72.3 12.7 26.9 7.0 19.6 6.2 118.8 23.1 25
t=1.46 t=2.00 t=1.41
*:p< 0.05 **: p< 0.01
Tabla Nº 4. Diferencias por genero en las distintas muestras.
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002168
Sólo se obtuvo diferencias significativas
entre hombres y mujeres en el área de sintomatología
(SD) para la muestra de pacientes del Programa de
Neurosis y Agudos. En los otros grupos también se
observa la tendencia a una mayor puntuación en las
mujeres para esta área, aunque la diferencia no al-
canza a ser significativa.
Los resultados totales del cuestionario OQ
no muestra diferencias significativas si bien el
puntaje total tiende a ser mayor en el caso de las
mujeres en todos los grupos debido al efecto del área
de sintomatología, ya que las otras áreas no mues-
tran diferencias entre hombres y mujeres.
Otra situación que también se puede deber
al factor cultural mencionado es que el número de
mujeres que buscan psicoterapia es muchísimo más
alto que el de los hombres (75% de mujeres y 25%
de hombres).
7. PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS
a. Confiabilidad
Los valores de correlación para la
confiabilidad test-retest se obtuvo a través de la pri-
mera y segunda aplicación del instrumento OQ-45.2
a 101 alumnos vespertinos del Duoc, “sin necesi-
dad de psicoterapia”. La segunda aplicación se rea-
lizó después de dos semanas.
La muestra tenía una media de edad de
23.9 años con una desviación estándar de 5.1 años.
El rango de edad variaba entre los 18 y 44 años.
La composición de la muestra es de 58.4% hom-
bres y un 41.6% mujeres. El nivel socioeconómico
de la muestra es mayoritariamente medio y me-
dio-bajo.
Los coeficientes obtenidos son significati-
vos sobre el 99% de confianza.
Lambert y cols., en Estados Unidos, ob-
tuvieron las correlaciones de 0.78, 0.80, 0.82 y
0.84 para las áreas de sintomatología, relacio-
nes interpersonales, rol social y el total respec-
tivamente (1996). Como se puede observar en
la Tabla Nº 5, los valores obtenidos son de un
orden similar a los obtenidos por Lambert y
cols.
La confiabilidad a través de su consisten-
cia interna se calculó a través del coeficiente alfa de
Cronbach. Para el cálculo de a se utilizó la primera
aplicación realizada del OQ, tanto a la muestra de
pacientes como a la muestra control.
Es esperable que las áreas de relaciones
interpersonales y rol social hayan obtenido coefi-
cientes menores que el total y el área de
sintomatología ya que esto es función del número
de items.
Los valores obtenidos por Lambert y
cols.(1996) para el OQ total y las áreas SD, RI y
RS, en los pacientes fue de 0.93, 0.91, 0.74 y 0.71
respectivamente y para los controles fue de 0.93,
0.92, 0.74 y 0.70 respectivamente.
En general un coeficiente de consistencia
sobre 0.75 se considera bueno.
El análisis de los datos arrojó información
respecto cuales items bajaban el valor del coeficiente.
Tabla Nº 5. Coeficientes de correlación test-retest y consistencia interna
Test re-test Consistencia interna
Controles Nº items Pacientes Controles
N 101 124 202
OQ Total 0.90 45 0.91 0.91
Areas:
Sintomatología 0.90 25 0.89 0.88
Relaciones Interpersonales 0.79 11 0.67 0.71
Rol Social 0.82 9 0.63 0.65
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002 169
Tanto en el caso de los pacientes como los
controles de la comunidad, el ítem Nº 14 original
(“Trabajo/estudio demasiado”) disminuía el coefi-
ciente en el área de rol social. Para los pacientes, su
ausencia habría aumentado el valor del coeficiente
a 0.70 y para la comunidad a 0.68.
En el caso del área de relaciones
interpersonales el ítem Nº 16 original (“Me preocu-
pan los problemas de mi familia”) disminuyó el co-
eficiente. En su ausencia el coeficiente para esta área
habría sido 0.73 para los pacientes y 0.75 para los
controles.
Esto nos llevó a pensar que estos dos items
no estaban apuntando a medir el mismo concepto
que estaría a la base de las áreas, ya que “trabajar
demasiado” y “preocuparse de los problemas de la
familia” fueron connotados positivamente. Por esto
se modificaron en el cuestionario actual, redactán-
dolos de manera que dieran cuenta de la falta de
bienestar si se contesta afirmativamente. La redac-
ción actual del ítem Nº 14 es: “Trabajo/estudio ex-
cesivamente (más de la cuenta)” y del Nº 16: “Me
abruman (angustian) los problemas de mi familia”.
En síntesis, se puede señalar que el cues-
tionario es confiable tanto en el test-retest como en
su consistencia interna.
Por otra parte, para efectos de validez de
constructo, se hizo un seguimiento longitudinal en
la comunidad a lo largo de diez semanas. De esos
datos se puede también sacar información en térmi-
nos de la estabilidad del instrumento en un tiempo
mayor. Los resultados que se muestran en la Tabla
Nº 6 nos indican que el instrumento es relativa-
mente estable para tiempos mayores, y por lo tanto
es útil para usarlo en seguimientos en psicoterapias,
si bien no se puede considerar que estos sean verda-
deros valores de test-retest, ya que en un número
mayor de aplicaciones se agregan otros factores,
como resistencia a responder siempre el mismo cues-
tionario y aprendizaje entre otros.
Los valores obtenidos son similares a los
de Lambert y cols (1996), cuyas correlaciones
variaban entre 0.86 y 0.66.
b. Validez concurrente.
Se midió con el cuestionario DAS que mide
sintomatología ansiosa, depresiva y somatomorfa
(Alvarado y cols., 1991).
Se utilizó una muestra de 32 pacientes del
policlínico que iniciaban psicoterapia y en la mues-
tra de controles de la comunidad, 70 estudiantes del
Duoc, sin necesidad de psicoterapia, de acuerdo a
la Encuesta de Disconfort aplicada.
Los resultados se muestran en la Tabla Nº 7.
Como cabría esperar se da una correlación mayor con
el área de sintomatología del OQ y con el OQ total,
en cambio son mas bajas con las áreas de relaciones
interpersonales y rol social, ya que se trata de áreas
que no pretenden medir el mismo concepto.
En el área de sintomatología del OQ, el
valor menor con el área somatomorfe del DAS
Tabla Nº 6. Correlaciones de los resultados del OQ total de los controles en las sucesivas
aplicaciones respecto a su primera administración.
Semana Correlación*
2 0.93
4 0.83
6 0.74
8 0.67
10 0.69
* Coeficiente de Correlación Producto Momento de Pearson.
n=41 (p<0.01)
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002170
comparado con las áreas ansiosa y depresiva, se
podría deber a que los items del OQ del área de sín-
tomas está mas cargado con aspectos depresivos y
ansiosos que con aspectos puramente somatoformes.
Hay solo tres items que miden esto último, los que a
su vez se asocian a sintomatología ansiosa.
En los controles de la comunidad, el que se
observen correlaciones altas entre el DAS y las áreas
de relaciones interpersonales y rol social del OQ,
no necesariamente implicaría que miden el mismo
concepto. Se podría pensar que se debe a que, junto
a la disminución de síntomas, ya sean ansiosos, de-
presivos o somotoformes, se podría esperar un me-
jor nivel de bienestar también en las relaciones
interpersonales y rol social. Es decir existe una re-
lación entre sintomatología y las otras áreas, pero
no necesariamente de tipo causal.
Los valores de validez concurrente obtenidos
en la muestra control son bastante mas altos que los
del Programa de Neurosis, si bien en ambos grupos
se observa la misma tendencia.
Se podría pensar que la menor correlación
obtenida para el grupo de pacientes se puede deber
al menor tamaño de la muestra, ya que si una perso-
na distorsiona la tendencia general de la muestra,
contestando en forma inversa los dos cuestionarios,
se afectaría mayormente el coeficiente de correla-
ción en una muestra pequeña que en una grande,
donde este efecto se diluiría. Al respecto, al anali-
zar la muestra de pacientes se observó que dos pa-
cientes contestaron de manera marcadamente in-
versa los dos cuestionarios, hecho que no se obser-
vó en la muestra de la comunidad. Al calcular los
coeficientes de correlación descartando a estas dos
personas, los coeficientes subieron en alrededor de
0.07 puntos, acercándose a valores similares a los
de la comunidad.
Los valores obtenidos en los coeficientes de
correlación, confirman la validez concurrente entre
estos dos instrumentos, especialmente entre los
puntajes totales de los cuestionarios y también entre
el área sintomatología del OQ con el puntaje total del
DAS y con sus áreas de depresión y ansiedad.
En general, los coeficientes de correlación
obtenidos con el DAS están dentro del mismo or-
den, si bien son levemente inferiores, que los obte-
nidos por Lambert y cols. con otros instrumentos
que miden ansiedad y depresión.
En la tabla Nº 8 se muestran valores de
correlación obtenidos por Lambert y cols.(1996) en
Estados Unidos para otros instrumentos.
Tabla Nº 7. Validez concurrente entre OQ-45.2 y la Encuesta para Medir
Trastornos Depresivos, por Ansiedad y Somatoformes (DAS)
OQ-45.2 DAS
depresión ansiedad soma Total
PACIENTES (n=32)
Sintomatología 0.75** 0.60** 0.46** 0.71**
Relaciones interpersonales 0.31 0.11 -0.03 0.17
Rol Social 0.38* 0.26 0.30 0.39*
Total 0.66** 0.48** 0.36* 0.60**
CONTROLES (n=70)
Sintomatología 0.83** 0.79** 0.53** 0.80**
Relaciones interpersonales 0.61** 0.44** 0.24* 0.49**
Rol Social 0.69** 0.57** 0.36** 0.61**
Total 0.82** 0.74** 0.48** 0.76**
Coeficiente de Correlación Producto Momento de Pearson.
**:p<0.01. *:p<0.05.
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002 171
psicoterapia deberían mantenerse en valores de OQ
relativamente estables. Para determinar esto últi-
mo, se realizó un seguimiento a 41 estudiantes del
Duoc, sin necesidad de psicoterapia, por diez se-
manas, aplicando en total seis veces el cuestiona-
rio; en la Figura Nº 1 se muestra la estabilidad de
este grupo.
c.Validez de constructo.
i. Sensibilidad al Cambio.
La validez de constructo, de sensibilidad
al cambio, depende de la capacidad del OQ de re-
flejar el cambio en el seguimiento de la psicotera-
pia, en tanto que individuos que no están en
Instrumento Coeficiente de Correlación
Area Sintomatología Total OQ
Symptom Checklist 90-R 0.6071 0.7824
Beck Depression Inventory 0.6322 0.7959
Zung Self-rating Depression Scale 0.8842 0.8779
Zung Self-rating Anxiety Scale 0.8071 0.8066
Taylor Manifest Anxiety Scale 0.8802 0.8625
State-Trait Anxiety Inventory (estado) 0.4965 0.6361
State-Trait Anxiety Inventory (rasgo) 0.6463 0.7961
Inventory of Interpersonal Problems 0.5346
Social Adjusment Scale 0.6449
SF-36 Medical Outcome Questionnaire 0.81
Friedman Well- Being Scale 0.81
Lambert et al. 1996. Administration And Scoring Manual for the OQ-45.2. American Professional Credentialing
Services LLC. USA.
Tabla Nº 8. Validez concurrente obtenida por Lambert y cols.
Figura Nº 1. Diferencia de medias respecto a la primera aplicación en
la muestra de pacientes y controles de la comunidad
2
0
-2
-4
-6
-8
-10
-12
-14
1234567
Nº de aplicación
Diferencia con
primer puntaje
Pacientes
Comunidad
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002172
Al igual que Lambert, nos basamos en el su-
puesto entregado por investigaciones previas que in-
dican que la mayoría de los pacientes normalmente
mejora con la psicoterapia (Lambert y Bergin, 1994).
Por lo tanto, bajo este supuesto, la diferen-
cia entre el puntaje al inicio y final del tratamiento
debería ser significativa (aplicando t pareado), lo
que indicaría que el instrumento es capaz de detec-
tar el cambio que se supone obtuvo el grupo.
Se tomó como muestra a 49 pacientes que
contestaron el cuestionario a lo largo de su trata-
miento y que asistieron al menos a cuatro sesiones
de psicoterapia.
El considerar cuatro sesiones como míni-
mo se basa en dos factores:
• Un estudio del Instituto Psiquiátrico señala que
alrededor del 27% de los pacientes desertan du-
rante las primeras entrevistas y que los que lle-
gan a la cuarta sesión tiene una mayor probabi-
lidad de continuar. 3
• Dentro del Programa de Neurosis se realizan
distinto tipo de intervenciones entre las cuales
está la Intervención en Crisis que no dura mas
de seis sesiones, por lo que a la cuarta sesión ya
se pueden esperar resultados.
En esta muestra hubo pacientes que in-
terrumpieron su tratamiento, otros que seguían
asistiendo al momento de terminar el seguimien-
to, algunos habían sido dados de alta y unos po-
cos fueron considerados que no tenían indicación
de psicoterapia después de tener algunas sesio-
nes. En el caso de los pacientes que no habían
terminado su tratamiento, se consideró como se-
sión final a la última sesión a la que habían asis-
tido.
En la tabla Nº 9 se muestran los
resultados de los pacientes en psicoterapia, don-
de los valores de t pareado obtenidos revelan una
diferencia estadísticamente significativa entre los
valores al inicio y al final del tratamiento, lo que
confirma la validez referida a la sensibilidad al
cambio.
3 Estudio sobre la atención abierta en psicoterapia en el Instituto
Psiquiátrico Dr. José Horwitz B. realizado por el Psicólogo Mauricio
Arteaga en 1997.
Area de OQ Inicio Final Inicio-Fin t pareado
SD x 58.7 45.7 13.0 6.13*
s 12.8 15.4 14.9
RI x 20.1 17.3 2.8 3.56*
s 6.1 6.5 5.5
RS x 17.8 13.7 4.1 5.71*
s 4.7 5.0 5.0
Total x 96.3 76.6 19.8 6.19*
s 20.4 24.2 22.4
n=49 *: p< 0.01
Media de Nº sesiones= 15.1 Desviación estándar= 8.9
Tabla Nº 9. Media y desviación estándar de los resultados del OQ,
al inicio y final del tratamiento para la muestra global del Programa de Neurosis.
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002 173
En la Figura Nº 1 se comparan las curvas
del grupo en psicoterapia y la muestra control refe-
rida mas arriba. La muestra de control tiene un ran-
go de variación menor a ±2 puntos respecto al
puntaje medio inicial. La muestra de pacientes, en
cambio, alcanza una variación de la media del
puntaje de hasta doce puntos, no observándose va-
riaciones negativas respecto al puntaje inicial, es
decir el puntaje medio fue siempre menor al inicial
en la muestra de pacientes, lo que nos muestra una
tendencia global hacia la mejoría.
Cualitativamente el instrumento muestra no
sólo ser sensible al cambio global del paciente entre
el inicio y final de la terapia, sino también puede
ser un buen instrumento en el seguimiento del pro-
ceso de cada paciente. Es esta última característica
lo que lo hace apropiado para ser utilizado en inves-
tigaciones de procesos psicoterapéuticos. En De la
Parra y von Bergen (2000) se muestran ejemplos de
seguimiento del proceso con el OQ, relacionados
con los datos clínicos aportados.
ii. Sensibilidad a la Psicopatología
Para la validez de este constructo, se espe-
ra que el OQ discrimine en forma significativa en-
tre las muestras clínicas y la muestra normativa. Más
aun, se esperaría que el instrumento discriminara
entre los pacientes más y menos patológicos. En la
Tabla Nº 10 se muestran los resultados de las distin-
tas muestras.
De acuerdo a lo esperado, se obtuvieron di-
ferencias significativas entre las distintas muestras,
excepto en el caso de la muestra de pacientes agudos
hospitalizados. Pensamos que estos últimos pacien-
tes se encuentran ya tratados farmacológicamente y
“contenidos” psicológicamente lo que se revela en
puntajes menores que los esperados. En todo caso
hay que recordar que el instrumento fue construido
para medir resultados en psicoterapia y la necesidad
de ésta por lo que no es sensible a síntomas psicóticos,
quizás presentes en los pacientes agudos aunque la
evaluación clínica de estos no los reveló.
Tabla Nº 10. Resultados (x, s) del OQ en las distintas muestras.
Valores de t al comparar las diferentes muestras con el programa de Neurosis (pn).
Controles P. Neurosis Agudos Urgencia t pn/c t pn/a t pn/u
n=129 n=124 n=30 n=32
SD 26.0 (12.4) 61.9 (14.1) 56.0 (18.4) 70.3 (13.6) 21.47* 1.64 3.09*
RI 12.0 (5.2) 20.8 (5.9) 19.2 (7.5) 25.9 (6.8) 12.57* 1.09 3.88*
RS 10.7 (4.3) 17.7 (5.4) 16.9 (5.6) 19.6 (5.9) 11.38* 0.71 1.65
TOTAL 48.7 (19.3) 100.4 (21.7) 92.0 (27.3) 115.8 (23.4) 20.00* 1.57 3.37*
*: p< 0.01
a. Sensibilidad y Especificidad
En la determinación del PC, el uso del
criterio de exclusión de la Encuesta de Nivel de
Disconfort para la obtención de la muestra con-
trol, permitió obtener valores mas estrictos que per-
miten diferenciar mejor a una población funcional
de una disfuncional. Si este criterio no se hubiese
utilizado, el PC para el OQ total habría sido de 80,
y se habría tenido al 20% de la muestra de pacien-
tes bajo el PC y al 19% de la comunidad sobre el
PC. En cambio con un PC de 73 sólo un 7% de la
muestra de pacientes del policlínico estuvo bajo
el PC y el 10% de la muestra de la comunidad es-
tuvo sobre el PC. Es decir la sensibilidad obtenida
es de 0.90 (proporción de verdaderos positivos
correctamente identificados) y la especificidad es
de 0.93 (proporción de verdaderos negativos co-
rrectamente identificados). Los valores obtenidos
por Lambert y cols. fueron una sensibilidad de 0.84
y una especificidad de 0.83. Jacobson y Truax
(1991) señala que una muestra normativa ideal,
debiera excluir miembros que pertenecieran a la
población clínica.
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002174
8. INTERPRETACIÓN
a. Interpretación del dato individual
En el uso clínico del OQ, se debieran
considerar tres elementos: el puntaje total, el de
las subescalas y el puntaje de algunos items es-
pecíficos.
i. Puntaje total
Un puntaje alto indica que el paciente ad-
mite un elevado nivel de disconfort en su calidad de
vida en general, tanto en lo referente a síntomas,
dificultades en sus relaciones interpersonales y en
su rol social, en tanto que un puntaje bajo sugiere
que el paciente tiene un nivel de disconfort no ma-
yor que el de la población general.
Para un buen uso del OQ, es útil comparar
con los puntajes de diferentes muestras tanto clíni-
cas como de la comunidad.
El Puntaje de Corte (PC=73) , permite ana-
lizar si el paciente pertenece al grupo de la comuni-
dad o de pacientes en función de si está sobre o bajo
el PC. Adicionalmente, el valor del Índice de Cam-
bio Confiable (ICC=17), permite afirmar que cuan-
do un paciente ha disminuido su puntaje en 17 pun-
tos o mas, el cambio es clínicamente significativo
(p<0.05).
ii. Subescalas.
Las subescalas permiten identificar áreas
específicas de dificultad. En el análisis de las
subescalas es útil hacer uso de los PC e ICC especí-
ficos a cada una de ellas, procediendo de la misma
manera que en el caso del puntaje total.
Sintomatología (SD): un puntaje alto indica prin-
cipalmente la presencia de sintomatología ansiosa
y depresiva, como también desórdenes de ajuste y
estrés. Un puntaje bajo indica la ausencia o la nega-
ción de estos síntomas.
Relaciones interpersonales (RI): Un puntaje alto
indica dificultades en sus relaciones mas cercanas,
donde habrían quejas de soledad, conflictos con
otros, y problemas con la familia y pareja. Un puntaje
bajo indica la ausencia de problemas interpersonales
como también satisfacción en la calidad de sus re-
laciones mas cercanas.
Rol social (RS): Un puntaje alto señala dificulta-
des en el ajuste del rol social de trabajadores, due-
ñas de casa o estudiantes. Se evalúa conflicto en el
trabajo, exceso de trabajo, estrés e ineficiencia en
estos roles. Un puntaje bajo indica un adecuado ajus-
te al rol social. Se debe poner atención si un puntaje
bajo se debe a satisfacción con el rol social o a des-
empleo, donde el sujeto podría contestar arbitraria-
mente los items correspondientes con puntaje cero
(nunca).
iii. Items específicos
Algunos items miden ciertos aspectos
críticos, los que se deben investigar más si tienen
un puntaje mayor que cero. El ítem 8 mide poten-
cial suicida. Los items 11, 26 y 32 miden abuso
de sustancias. El ítem 44 mide violencia en el tra-
bajo, con posibilidad actual o futura de realizar
actos violentos contra los compañeros o
empleadores.
b. Interpretación de los datos grupales.
Los análisis que se señalan a continuación
se pueden hacer tanto para el puntaje total del OQ,
como para cada una de las áreas que mide.
i. Para determinar si el cambio grupal en
el puntaje del OQ es estadísticamente significativo
se puede calcular el t pareado con los datos de los
puntajes iniciales y finales de cada uno de los suje-
tos del grupo. Los datos obtenidos en nuestra mues-
tra se presentan en la Tabla Nº 9.
ii. Para poder distinguir, de acuerdo al cam-
bio obtenido, distintos subgrupos al interior de la
muestra, se puede hacer uso del PC e ICC 4 (ver
Tabla Nº 10). En función de distintas combinacio-
nes de estos dos parámetros se pueden obtener los
4 o 5 (5 en el caso que algunos pacientes empeoren
significativamente) subgrupos que se muestran en
la tabla Nº 11.
4 Los parámetros PC e ICC se usan para analizar el cambio individual
de un sujeto; y por lo tanto no tiene mayor sentido utilizarlos para ana-
lizar las medias grupales iniciales y finales.
REVISTA TERAPIA PSICOLÓGICA, VOLUMEN 20 (2), Nº 38, 2002 175
En el caso de la muestra utilizada por no-
sotros, al hacer un análisis del grupo (49 personas)
en base al Puntaje de Corte (PC) y el ICC, tenemos
que el 38.8% (19 personas) se recuperó, es decir,
obtuvo un puntaje final menor o igual al PC y tuvo
un cambio mayor o igual al ICC, lo que indicaría un
cambio clínicamente significativo de acuerdo a es-
tos dos criterios. El 18.4% (9 personas) mejoró
significativamente, ya que tuvo un cambio mayor o
igual al ICC. Considerando estos dos grupos tene-
mos que el 57.2% tuvo un cambio significativo.
Un 12.2% (6 personas) logró alcanzar un
nivel de bienestar correspondiente a una población
funcional ya que obtuvo un puntaje final menor al
PC, aunque el cambio fue menor que el ICC. Un
28.6% (14 personas) no presentó cambio en ningu-
no de los dos criterios y un paciente (2%) empeoró
(incrementó su puntaje en mas del ICC: 17).
Puntaje(final – inicial) ≤ ICC Puntaje(final – inicial) ≥ ICC
Puntaje final > PC
Puntaje final ≤ PC
Tabla Nº 11. Clasificación de subgrupos, en función del cambio, de acuerdo a PC e ICC.
No cambió en ninguno de los dos
criterios (o empeoró significativamente
para aquellos sujetos con diferencias de
puntaje menores a –ICC).
Alcanzó un nivel de bienestar
correspondiente a una población
funcional ya que obtuvo un puntaje
final menor al PC, aunque el cambio
fue menor que el ICC.
Mejoró significativamente, ya que tuvo
un cambio mayor o igual al ICC.
Se recuperó, es decir, obtuvo un puntaje
final menor o igual al PC y tuvo un
cambio mayor o igual al ICC.
iii. También puede ser conveniente calcu-
lar la “magnitud del efecto” (effect size), para hacer
comparaciones con meta-análisis. De acuerdo a Coe
(2000) la fórmula para su cálculo es: (media inicial-
media final)/ desviación estándar combinada; don-
de la desviación estándar combinada de los grupos
inicial y final es:
La magnitud de efecto obtenida por noso-
tros, utilizando los datos de la Tabla Nº 9, fue de
0,88 para el OQ total, lo que según Coe (2000), se-
ría una magnitud de efecto alta.
(ni – 1) x si2+ (nf – 1) x sf2
ni+ nf – 2
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