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Nuevas consideraciones sobre la morfología verbal del cabécar

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Abstract

En cabécar, el verbo es la categoría léxica que, desde la morfología flexiva, presenta más complejidad. El artículo hace resumen histórico de las propuestas de análisis hechas al respecto. Propone una forma de entender la estructura morfológica del verbo cabécar, con base en tres categorías fundamentales: la raíz verbal, los sufijos desinenciales y los clíticos verbales. A partir de ello, se hace una propuesta de paradigma verbal para esta lengua. From the point of view of inflectional morphology, the verb is the most complex lexical category in Cabécar. This article reviews the history of research on this topic. It proposes a way to understand the morphological structure of the Cabécar verb, based on three essential categories: the verbal root, the inflectional suffixes and the verbal clitics. Then, using these elements, a proposal of verbal paradigm is developed for this language.
Letras 51 (2012), ISSN 1409-424X 33
Nuevas consideraciones sobre la
morfología verbal del cabécar1
Guillermo González Campos2
Universidad de Costa Rica
resumen
En cabécar, el verbo es la categoría léxica que, desde la morfología exiva,
presenta más complejidad. El artículo hace resumen histórico de las pro-
puestas de análisis hechas al respecto. Propone una forma de entender la
estructura morfológica del verbo cabécar, con base en tres categorías fun-
damentales: la raíz verbal, los sujos desinenciales y los clíticos verbales. A
partir de ello, se hace una propuesta de paradigma verbal para esta lengua.
abstract
From the point of view of inectional morphology, the verb is the most
complex lexical category in Cabécar. This article reviews the history of
research on this topic. It proposes a way to understand the morphological
structure of the Cabécar verb, based on three essential categories: the verbal
root, the inectional sufxes and the verbal clitics. Then, using these ele-
ments, a proposal of verbal paradigm is developed for this language.
Palabras claves: idioma cabécar, morfología verbal, análisis lingüístico
Keywords: Cabécar language, verbal morphology, linguistic analysis
1 Versión revisada de la ponencia leída en el I Simposio Internacional del Programa de Lingüística
Centroamericana (PROLINCA) «Centroamérica: un microcosmo lingüístico», llevado a cabo los
7 y 8 de mayo 2012, en la ciudad de Heredia, en el campus Omar Dengo de la Universidad
Nacional de Costa Rica. Recibido: 6 de diciembre de 2012; aceptado: 6 de marzo de 2013.
2 Sede del Atlántico. Correo electrónico: gonzalezcampos@gmail.com
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Introducción
Este artículo desarrolla una nueva propuesta de descripción de la
morfología verbal del cabécar, lengua indígena costarricense pertene-
ciente a la familia chibcha. Tal categoría léxica es la que más cambios
presenta, por lo que el análisis y sistematización de las diferentes formas
verbales es un paso para la comprensión de los principales fenómenos
gramaticales de cabécar. Se hace un recuento de las anteriores investiga-
ciones que han tratado este tema y se analizan los paradigmas verbales
planteados por ellas. Esto se lleva a cabo con dos propósitos: señalar
los problemas que tienen estos modelos y explicitar las razones por las
cuales es necesario un nuevo análisis de la estructura morfológica del
verbo cabécar. Se texto incluye una descripción pormenorizada de los
elementos que se encuentran involucrados en la formación de dichos
verbos. Además, se presentan diferentes paradigmas que incluyen tanto
la sistematización de los sujos exivos involucrados en este proceso
como ejemplos de formas conjugadas.
Estudios previos
Hasta ahora existen cuatro propuestas de descripción de la
morfología verbal del cabécar. El primer intento de dar una visión glo-
bal de la conjugación de esta lengua es de Víctor Manuel Arroyo Soto
(1921-1975), en su tesis de licenciatura de 1950, posteriormente editada
como libro3. Esta obra, pionera en el estudio de las lenguas indígenas del
país, ofrece una descripción básica de cuatro idiomas: el boruca, el té-
rraba, el cabécar y el bribri4. En todos los casos, esta sinopsis gramatical
incluye la exposición de la morfología verbal. Desdichadamente, esta
se hizo tomando como referencia las formas verbales del español, las
3 Víctor Manuel Arroyo Soto, Lengua indígenas costarricenses (San José: Editorial Costa Rica,
1966) 136-147.
4 Dado su estrecho parentesco, estas dos últimas lenguas fueron estudiadas de forma conjunta
por el autor.
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cuales, claro está, no constituyen un buen referente para la comprensión
del sistema verbal de las lenguas indígenas de Costa Rica.
Las ocho categorías verbales propuestas por Arroyo se inclu-
yen en el cuadro 1, el cual incluye además un ejemplo que las ilustra.
En la trascripción, se respeta la ortografía utilizada por el autor.
Cuadro 1. Formas verbales propuestas para el cabécar por Arroyo
Formas Verbales Ejemplo
‘caminar’
infinitivo ske
preSente skegé
pretérito ská
futuro ma ske
imperativo ba ske
bas ske
participio paSivo skelejka
activo skabí
Gerundio skagé
Uno de los principales problemas de ese trabajo es la tras-
cripción incorrecta de los sonidos del cabécar. El primer fonema
de la raíz verbal de ‘caminar’ no es /s/, sino /ʃ/. Por otro lado,
es inadecuado categorizar en términos de «tiempos» las formas
verbales del cabécar, pues estas representan más bien nociones de
tipo aspectual y modal. Así, lo que este autor llama «presente» es,
en realidad, la forma de aspecto imperfectivo y lo que denomina
«pasado» constituye el aspecto perfectivo. Además, la equivoca-
da tendencia de tomar el español como referente para juzgar los
hechos del cabécar hace que se «identiquen» formas verbales
que no existen en esta lengua. Tal es el caso de las categorías de
«participio» y «gerundio», inexistentes en el sistema verbal de
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dicho idioma5. Por ejemplo, la palabra shke

, que errónea-
mente se da como un «participio pasivo» es una forma de aspecto
retrospectivo (que, como se verá, se marca con el sujo -l~-le
) a
la cual se le ha agregado el morfema jka. La confusión se debe a
que los cabécares suelen traducir esta categoría verbal al español
mediante el pretérito perfecto compuesto y el pretérito pluscuam-
perfecto, perífrasis verbales construidas precisamente a través de
un participio pasivo. Una confusión similar ocurre con el «par-
ticipio activo». La palabra shke
 es un sustantivo que signica
‘andariego, persona acionada a caminar’ y el sujo -bíl~-lbí no
es de tipo exivo, sino derivativo.
La segunda propuesta de descripción global del verbo en cabé-
car se debe a David Bourland (1928-2000)6, lingüista estadounidense
que en la década de 1970 trabajó en la Universidad de Costa Rica e
hizo investigaciones sobre el cabécar de Ujarrás. Publicó en 1974 el
único estudio global de la sintaxis del cabécar hecho hasta el momento,
empleado como base teórica la primera versión del modelo generativo
transformacional propuesto por Noam Chomsky7. Este primer intento
de descripción del cabécar basado en una teoría lingüística moderna
fue casi por completo fallido. Al igual que en el caso de Arroyo, la
obra presenta deciencias en lo que respecta a la transcripción de los
sonidos del cabécar, especialmente en lo atinente al tono, que Bour-
5 Esta tendencia de «meter» al cabécar dentro de la gramática española se ha mantenido hasta la
actualidad. Durante el trabajo de campo con maestros cabécares, hemos constatado que estos
desconocen la realidad lingüística de su propio idioma y, en las clases, transmiten interpretaciones
erradas sobre este. Muchas de estas malas interpretaciones se han solapado en obras didácticas.
Este el caso de la serie Sa ña
yuwa

wa. (Según los cánones ortográcos actuales, este título
está escrito de forma incorrecta. La forma correcta es Sá ña
yuwa

wa
wa, que signica «Nos
formamos con nuestro conocimiento tradicional».)
6 Bourland es más conocido por su trabajo como semanticista. Tras su regreso a los Estados Unidos
en 1984, se dedicó al desarrollo del E-Prime (English-Prime), modelo de escritura del inglés en el
que se prescinde de las formas del verbo to be. Él había hecho esta propuesta en la década de 1970,
con base en la semántica general de Alfred Korzybski, de quien había sido alumno.
7 David Bourland Hawley, A Generative-Transformational Grammar of an Idiolect of Cabécar
(San José, C.R.: Imprenta Semántica, 1974). Existe una traducción al español de esta obra: «Una
gramática generativo-transformacional del cabécar», Revista de Filología y Lingüística de la
Universidad de Costa Rica 2(3) (1976): 49-112.
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land nunca reconoció. En relación con el verbo, la obra hace un intento
de descripción del sistema TAM del cabécar, pero con pocos aciertos.
Según este autor, hay en cabécar tres modos (indicativo, subjuntivo y
habitual), dos voces (activa y pasiva), dos tiempos (presente y pasado)
y dos formas aspectuales ([ + imperf] y [ – imperf]). Como se verá lue-
go, ninguna de estas apreciaciones es correcta.
En el cuadro 2, se presenta el paradigma de conjugación verbal
elaborado por este autor. Se presentan dos ejemplos, con el n de
ilustrar las dieciséis formas verbales propuestas por él. Al igual que
en el caso anterior, se respeta la ortografía original.
Cuadro 2. Formas verbales propuestas para
el cabécar por Bourland
Formas verbales Ejemplos
‘dar’ ‘hacer’
infinitivo memí 
Presente
afirmativo 

neGativo 

interroGativo 
habitual 
paSivo 

Pasado
afirmativo imá te… izuwa
neGativo 
… izúne
habitual 
paSivo 
futuro
afirmativo 

interroGativo 
imPerativo
afirmativo 
‘Dámelo a mí’
ma
‘Déselo a él’ 
neGativo 
‘No me lo dé a mí’


‘No se lo dé a él’ 
Progresivo
imperfectivo 
perfectivo 
na
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Además de los problemas de transcripción señalados, Bourland
tuvo dicultades para establecer la correcta segmentación de los mor-
femas verbales. Por ejemplo, la i que en el cuadro se coloca antes de
muchas formas verbales no forma parte de la raíz verbal ni constituye
un elemento propio de la conjugación. Se trata de una forma proclítica
cuya función es «ocupar» el espacio de la función sintáctica denomina-
da absolutivo. En cabécar, muchas formas verbales requieren obligato-
riamente la presencia de esta categoría; por eso, cuando no se desea ex-
plicitarla mediante una frase nominal, debe colocarse el pronombre i en
su lugar. Otro caso es el de s’ ia
‘a mí’, frase posposicional formada por
la forma reducida del pronombre yís ‘yo’ seguida de la posición i
a
, que
marca el dativo. Parece claro que este elemento no es un constituyente
morfológico del verbo; sin embargo, por la colocación que Bourland
hace lo interpreta como una desinencia. Situación similar se presenta
en la categoría denominada por él «presente habitual». Coloca en ese
espacio una oración completa que no supo segmentar correctamente:
i mege i të. Finalmente, habría que señalar la tendencia de este autor
de categorizar las formas verbales mediante nociones temporales como
«presente» o «pasado», lo cual, como se indicó antes, no es adecuado
para una lengua como el cabécar.
El tercer intento de ofrecer una explicación general de la mor-
fología verbal del cabécar se encuentra en el trabajo de Aziel W. Jo-
nes, misionero estadounidense que visitó la región cabécar de Chirri-
pó en 1952. Aunque no lo indica, es claro que su propuesta parte del
modelo morfológico conocido con el nombre de ítem y diSpoSición
(en inglés, Item and Arrangement), el cual, como se sabe, supone
que las palabras se forman por medio de una combinatoria (arrange-
ment) de diversos morfemas (items). Basado en estos supuestos, Jo-
nes propuso, en un primer trabajo, que todo verbo cabécar se compo-
ne de una raíz seguido de un «sujo obligatorio de tiempo». Además,
estableció que todo verbo posee dos raíces, que denominó «A» y
«B». La primera, según él, se utiliza para la construcción de tiempos
o aspectos más «sencillos», mientras que la segunda se utiliza para
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aquellos que son «complejos»8. Posteriormente, en otro artículo, Jo-
nes estableció que la raíz verbal constituía un «núcleo» que puede
ser expandido por medio de «satélites» (sujos y prejos9). Los su-
jos pueden ser de tres tipos: de primer orden, obligatorios y transpor-
tan el signicado aspectual temporal; de segundo orden, potestativos
y señalan el «tipo de acción del verbo», como -qué (actualmente
transcrito –ke
), y de tercer orden, clasicación que, según este autor,
comprende cinco sujos direccionales opcionales: -te, -mí, -wá, -cá
y –csá10. Este autor reconoce como fundamentales solo los primeros
y propone el modelo de conjugación verbal expuesto en el cuadro 3.
Cuadro 3. Formas verbales propuestas
para el cabécar, según Jones
Formas Verbales Ejemplo
‘hacer’
raíz a
infinitivo activo idzuäk
preSente bate idzue
pretérito bate idzuá
imperativo afirmativo bacu idzuó
neGativo qué bacu idzua
raíz b
infinitivo paSivo idzónak
preSente paSivo idzór
pretérito paSivo idzóná
neGativo activo cá bawa idzóné
imperativo paSivo idzónópa
perfecto preSente bawa idzólé
paSado bawa idzól
prohibición General cá idzónér
8 Aziel W. Jones, «La clave del verbo en la lengua cabécar», América Indígena 34(2) (1974): 333-339.
9 El cabécar, en realidad, no posee prejos. De forma errónea, Jones considera prejos a pronombres
y sustantivos que, por ocupar la posición de absolutivo, se colocan antes del verbo.
10 Aziel W. Jones, «El verbo cabécar: núcleo con satélites», América Indígena 43(1) (1983): 149-
154. Tal como se ha hecho, se respeta la ortografía utilizada por el autor.
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Al igual que en los casos anteriores, Jones incurre en diversos
errores de transcripción, aunque no tan pronunciados como los de
los autores antes vistos. Tuvo dicultades con el fonema /ɪ/, que con-
fundió con /e/, y con /ʊ/, el cual en algunas ocasiones lo representó
con u y en otras, con o. También presenta errores tanto en la colo-
cación de la marca de nasalidad (que en su artículos es representada
mediante el formato tipográco de cursiva) y de la tilde que señala
el tono alto. También es notable su tendencia a escribir las posposi-
ciones pegadas a las palabras que rigen cual si fueran sujos. Nótese
que escribe bate, bacu y bawa en lugar de bá te, bá ku
y bá wa
. Su
propuesta, además, es hereda de la tendencia anterior de utilizar una
nomenclatura de tiempos verbales, lo cual, como ya se mencionó,
no es conveniente para el cabécar. Asimismo, al igual que Bourland,
se equivoca al suponer que el proclítico i constituye parte del pa-
radigma verbal. Finalmente, Jones se equivoca al considerar como
diferentes las formas verbales yo
y yo

. Se trata simplemente de
variantes dialectales de la misma palabra.
Debe reconocerse, no obstante, que la segmentación de los
morfemas hecha por él es, en términos generales, bastante acertada.
Su idea de que todo verbo posee dos raíces es correcta en el modelo
teórico dentro del cual trabaja y, aunque su caracterización nocio-
nal de las formas verbales del cabécar no es del todo acertada, la
identicación de los sujos exivos es, en cierta medida, aceptable.
Importante resulta sobre todo su consideración de que los elementos
que él caracteriza como de segundo y tercer orden no forman parte
del paradigma de conjugación. Puede decirse, por lo tanto, que el
trabajo de este autor constituyó un primer paso en el entendimiento
del sistema verbal del cabécar.
La última descripción de la estructura morfológica del verbo
cabécar es obra de Enrique Margery y fue publicada como artículo
en 198511 y luego incluida como parte del «Esbozo de la gramática
11 Enrique Margery Peña, «Morfología exiva del verbo cabécar», Estudios de Lingüística Chibcha
4 (1985): 101-154.
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cabécar» que encabeza el diccionario de este idioma que el autor
elaboró12. Aunque él no lo indica, la teoría morfológica que inspira
su trabajo es la conocida por el nombre de ítem y proceSo (en inglés,
Item and Process)13. Esta, como su nombre lo indica, sugiere que las
palabras y sus variantes se forman mediante diversas reglas (proces-
ses) que modican una forma base (item). Para el caso particular del
cabécar, Margery consideró que la forma base a partir de la cual se
derivarían las demás es el innitivo (como se verá luego, esta no fue
una decisión acertada). De acuerdo con su descripción, el innitivo
se forma a partir de una o varias raíces y una vocal temática, que
puede ser oral o nasal. Existen, además, una serie de sujos que es
factible agregarle al innitivo según su signicación y se mantienen
al exionar el verbo. De ellos, citó seis: -ju
~-u
, -ka, -, -, -mi
y
-sa
~-ksa
. Un innitivo verbal como bikö ‘cortar’, se compone de una
raíz bik- y una vocal temática -ö. A partir de esta forma innitiva, se
van derivando mediante distintos procesos todas las restantes formas
verbales. Lo que él denomina el «imperfecto indenido» se deriva
del innitivo cambiando la vocal temática por -é o -e
, según sea esta
oral o nasal. De forma semejante, el «perfecto irremotospectivo» se
forma sustituyendo la vocal temática por -á o -a
. Otras formas se
derivan a su vez de éstas. El aspecto habitual, por ejemplo, se forma
agregando -ke
~-ge
al «imperfecto indenido» y el «antepresente» se
construye al adicionar –jka al «perfecto irremotospectivo». Proce-
diendo de esta forma, Margery describe un sistema que, entre formas
simples y compuestas, comprende veintisiete tipos diferentes de e-
xión, las cuales han sido sistematizadas en el cuadro 4.
12 Enrique Margery Peña, Diccionario cabécar-español español-cabécar (San José: Editorial de la
Universidad de Costa Rica, 1989) lxx-ciii.
13 Sobre las nociones de ítem y diSpoSición e ítem y proceSo, véase la revisión que se hace en Mark Aronoff
y Kirsten Fudeman, What is Morphology? (Chichester, West Sussex: Blackwell, 2011) 49-54.
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Cuadro 4. Formas verbales propuestas
para el cabécar por Margery
Formas verbales Ejemplo: ‘ver’
infinitivo su
wa
voz activa
tiempoS SimpleS
imperfecto indefinido su
we
perfecto irremotoSpectivo su
wa
remotoSpectivo su
l~su
antepreSente su
wa
jka
futuro de SeGuridad su
we
aSpecto habitual su
we
ge
~ su
we
ke
formaS compuStaS
proGreSivo
preSente proGreSivo inf. + tso
inf. + ku
na
proGreSivo indefinido imp. indef. + -kátkë
perf. irrem. + -libá
perfecto irremotoSpectivo káblale
 inf.
perfecto remotoSpectivo bákle
inf.
pluSremotoSpectivo bákle
perf. rem.
futuro inmediato ma
inf.
formaS modaleS
modalidad obliGativa ka
wöta
inf.
modalidad deSiderativa kiana
inf.
modalidad imperativa
pron. + inf. (intr.)
pron. + + inf. (tr.)
ke
+ perf. irrem. (neg.)
modalidad potencial imp. indef. +
-mi
voz indefinida
infinitivo indefinido su
na
imperfecto indefinido su
r
perfecto irremotoSpectivo su
na
remotoSpectivo su
ne
l~su
ne
antepreSente su
na
jka
futuro de SeGuridad su
rá / su
rmi
aSpecto habitual su
rke
otraS
flexioneS
aSpecto inGreSivo tsökötö~sökötö + verbo
aSpecto reSultativo perf.
ta
na
imperfectivo de conocimiento hab. + -jka
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La propuesta de Margery es la mejor fundamentada desde el
punto de vista lingüístico. Basada en un análisis riguroso y una cui-
dadosa recopilación de datos, su sistematización constituye la prin-
cipal fuente de información de que se dispone actualmente para co-
nocer la morfología verbal, pero no está exenta de problemas. En
cuanto a las formas simples, dado que el tratamiento de las perífrasis
verbales desborda el cometido de este trabajo, puede armarse que la
principal desventaja del modelo propuesto por Margery es la multi-
plicación innecesaria de formas verbales. No hay necesidad de crear
categorías como «futuro de seguridad», «aspecto habitual» o «pro-
gresivo indenido», por citar tres casos, cuando es claro que se trata
de derivaciones de lo que él denomina «imperfecto indenido». En
tales casos, la adición del elemento morfológico agrega solo un ma-
tiz de sentido sin modicar el sentido sustancial de la forma verbal
(en este caso, el aspecto imperfectivo); no corresponde darles un tra-
tamiento diferenciado. En dichos casos, más acertada es la propuesta
de Jones al considerar tales elementos como formas de segundo y
tercer orden, que, por lo tanto, no deben considerarse parte del para-
digma verbal fundamental.
De forma general, puede decirse que el estudio de la morfo-
logía verbal del cabécar tuvo en sus inicios diversos problemas que
impidieron una cabal comprensión. Principalmente, se incurrió en
errores de transcripción, equivocaciones en la segmentación de los
morfemas y malas interpretaciones causadas por la tendencia a ana-
lizar los hechos de este idioma a la luz de las categorías gramatica-
les del español. Con el tiempo, estos yerros fueron subsanándose
en gran medida; actualmente las investigaciones lingüísticas del ca-
bécar deben centrarse en una revisión y reinterpretación de hechos
gramaticales ya estudiados que permitan generar una visión más sis-
temática de la exión verbal de esta lengua.
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Estructura del verbo en cabécar
Teniendo en cuenta lo expuesto y considerando algunos datos
nuevos recopilados14, puede defenderse la idea de que el verbo en
cabécar tiene una estructura compuesta por tres tipos de elementos
morfológicos: 1. la raíz verbal, que contiene el sentido léxico prima-
rio del verbo, 2. las desinencias o sujos exivos marcadores de las
formas verbales primarias y 3. los clíticos verbales. Considerando lo
explicado antes, la forma verbal i ksámi
‘empezó a cantar’, desde el
punto de vista morfológico, se analiza de la siguiente manera: i=ks-
á=mi
(3-cantar-pfv-inc). La raíz verbal y las desinencias conforman
la estructura morfológica primaria del verbo, a la cual se agregan, de
forma opcional, los clíticos verbales. Grácamente, se representar
esta situación en la gura 1.
Figura 1. Estructura de las formas verbales del cabécar
FORMA VERBAL
Núcleo
Raíz Desinencias Clíticos
A continuación, se abordará en detalle cada uno de estos elementos.
La raíz verbal
Es la parte fundamental del verbo, el núcleo que transporta su
signicado léxico primario. Tal como planteó Jones, todo verbo en
14 Los datos aquí ofrecidos corresponden a la variedad de cabécar hablada en Chirripó, región en
la que el autor de este trabajo ha investigado desde hace cuatro años. La propuesta de paradigma
verbal aquí ofrecida fue revisada con informantes de cada una de las restantes regiones cabécares.
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cabécar tiene dos raíces, a las cuales es mucho más conveniente dar
el apelativo de raíz débil y raíz fuerte, en lugar de la designación
por letras que sugiere. La raíz débil permite construir las formas ver-
bales más comunes (el innitivo, el imperfectivo, el perfectivo y el
imperativo), mientras que la raíz fuerte se utiliza para establecer for-
mas verbales semánticamente más complejas (el aspecto retrospec-
tivo y las exiones de voz media). Jones señaló que no era factible
predecir una raíz a partir de otra, pues no había un procedimiento
regular de derivación, sino varios: cambio de tono, cambio de tono
más cambio de vocal, «vocal agregada», etc. Igual opinión es la de
Margery al explicar la formación de lo que él denominó el «perfecto
remotospectivo»; según él, la cantidad y variedad de procesos mor-
fológicos involucrados en la creación de dicho tema, hacen inútil
cualquier intento de sistematizar dicha exión.
No obstante, el proceso se torna mucho más simple y regular
si, siguiendo una propuesta hecha por Adolfo Constenla para el bri-
bri, se asume que la forma primaria del verbo es la raíz fuerte, en
lugar de la raíz débil. Propone que la forma verbal básica del bribri
se obtiene eliminando el saltillo de lo que él denomina «perfecto
improspectivo armativo activo». Así, a partir de una forma bribri
como yö’ es factible obtener el tema -15. En cabécar no existe esta
forma aspectual, pero el tema puede obtenerse suprimiendo el sujo
-l~-le
de la forma verbal de aspecto retrospectivo (la cual, como se
dijo antes, Margery denomina «perfecto remotospectivo»)16. Así, de
forma similar al bribri, a partir de yo

, puede obtenerse yo
-, el tema
verbal denominado aquí raíz fuerte.
Una vez procedido de esta forma, puede derivarse la raíz débil
a partir de la raíz fuerte mediante dos procesos fundamentales:
15 Adolfo Constenla, Feliciano Elizondo y Francisco Pereira, Curso básico de bribri (San José:
Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1998) 35-37.
16 También puede obtenerse la raíz eliminando las desinencias de cualquiera de las formas verbales
de voz media.
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a) Cuando la raíz fuerte termina en á, e
y e
, la raíz débil se forma
suprimiendo dicha vocal17, como se muestra en los ejemplos
incluidos en el cuadro 5.
Cuadro 5. Ejemplos de formación de la raíz débil
a partir de la sustracción de la vocal de la raíz fuerte
Raíz fuerte Raíz fébil
ña
- ñ- ‘comer’
yá- y- ‘beber’
yaká- yak- ‘comer’
kape
 kap- ‘dormir’
kse
 ks- ‘cantar’
tke
 tk- ‘punzar’
me
- m- ‘dar’
b) Cuando la raíz fuerte termina ó
̱, o
̈́, í, ú y ú̱, dicha vocal pierde
el tono alto y, dado que los sujos desinenciales que se le
agregan son vocálicos, esta se vuelve una semiconsonante
([w] o [j], según corresponda) para formar la raíz débil. En el
cabécar sureño, además, suele darse la anaptixis de la vocal
u en las secuencias [Cw-], lo cual da como resultado [Cuw-].
Ambos fenómenos se puede apreciar en los casos presenta-
dos en el cuadro 6.
17 Según esto, la raíz - no se forma a partir de y- por medio de la inserción de á. Al contrario,
y- se deriva de - suprimiendo dicha vocal. Nótese que esta propuesta es mucho más económica
y simple que las hechas por Jones y Margery. Jones, al tomar la raíz débil como primaria, debía
suponer en estos casos la existencia una vocal agregada que era imposible de predecir. Margery, al
proceder de forma semejante (pues el innitivo se forma con la raíz débil), debía suponer varios
cambios en la vocal temática, los cuales tampoco son factibles de sistematizarse.
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Nuevas consideraciones sobre la morfología verbal del cabécar
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Cuadro 6. Ejemplos de formación de la raíz débil
a partir de la pérdida del tono alto de la vocal de la
raíz fuerte y la consecuente conversión a semiconsonante
Raíz Fuerte Raíz Débil
ko
- ku
- [kw̃-] ‘encontrar
o
- w- [w̃-] ‘hacer
to
- tju
- [thw-] / tu
w- ‘comprar’
ko
 ku- [kw-] ‘morder’
yo
 yu- [ʤw-] / yuw- ‘hacer’
bí- bi- [bj-] ‘escarbar’
kí- ki- [kj-] ‘llamar
bú- bu- [bw-] ‘doblar’
ú- w- ‘moler’
su
- su
- [sw̃-] / su
w- ‘ver’
Conviene indicar que el proceso descrito tiene algunas excep-
ciones explicables en la diacronía de la lengua. La primera regla no
se cumple con la raíz te
- ‘cortar’, la cual, a pesar de terminar en vo-
cal e
̈́, forma la raíz débil por medio de la conversión de la vocal a la
semiconsonante [j]. Además, existe una serie de verbos que presen-
tan supletivismo. Este es el caso de ute
- ‘hablar’ y buká- ‘golpear’,
cuyas raíces débiles son kt-/tt- y kp-/pp-, respectivamente. Existen,
nalmente, una serie de verbos que, en apariencia, no cambian la
raíz. Tal es el caso de ja
- ‘botar’ o - ‘freír’. Estas raíces, en reali-
dad, se conjugan mediante la formación de un verbo compuesto. Los
innitivos ja
wa
y wa
están constituidos por las raíces anteriores
más el verbo wa
‘hacer’, cuya raíz primaria es o
-. En las variedades
sureñas de la lengua, dicha raíz tiende a conservarse en el retrospec-
tivo. De esta forma, se presentan las formas ja
o
le
y o
le
, respec-
tivamente. No obstante, en Chirripó, la vocal o
cae en estos casos,
originando ja
le
y le
.
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
Su principal función en el cabécar es especicar la forma ver-
bal en que se encuentra conjugado el verbo. En cabécar existen dos
conjugaciones: la oral y la naSal. La conjugación oral, obviamente,
utiliza vocales temáticas orales, mientras que la nasal utiliza voca-
les nasales. Cada forma verbal del cabécar se caracteriza por tener
una desinencia especíca. El innitivo verbal, por ejemplo, utiliza la
vocal temática –ä/–ö en la conjugación oral y –a
en la conjugación
nasal18. De forma semejante, el aspecto perfectivo se caracteriza por
presentar la vocal –á~–a
, mientras que el imperativo se caracteriza
más bien por utilizar el sujo –o

.
Las categorías fundamentales para comprender la conjugación
del verbo son, en primer lugar, la voz, que expresa la forma como se
establecen las relaciones entre el verbo y las entidades involucrados
en la acción; en segundo lugar, el aSpecto, que categoriza la forma
verbal según diferentes perspectivas (inicio, continuidad, reitera-
ción, conclusión, etc.) asociadas a la percepción que tiene el hablan-
te del desarrollo del evento denotado por el verbo. En este sentido,
el cabécar se diferencia notoriamente del español, que exiona el
verbo sobre la base de la categoría denominada «tiempo verbal».
En cabécar existen estrategias gramaticales para señalar cuándo tuvo
o tendrá lugar una acción, pero no constituyen la base a partir del
cual se estructura la conjugación del verbo. Dada esta situación, para
efectos de este trabajo se considerarán como fundamentales las si-
guientes cinco categorías exivas: 1. infinitivo, 2. imperfectivo, 3.
perfectivo, 4. imperativo y 5. retroSpectivo.
18 Los innitivos verbales del cabécar se ven afectados por una variación dialectal. A diferencia
de lo que ocurre en el sur, el cabécar norteño posee un fonema vocálico más (/ɤ/), el cual suele
transcribirse por medio del grafema <ä>. En los dialectos sureños, esta vocal se fundió con
/ʊ/. Por eso, las palabras que en el norte se pronuncian con /ɤ/, en el sur se pronuncian con /ʊ/.
Consecuentemente, los innitivos de la conjugación oral en cabécar norteño se marca con -ä
y en el sureño, con -ö. En este trabajo, las variantes dialectales se separan mediante una barra
inclinada (/).
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Nuevas consideraciones sobre la morfología verbal del cabécar
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Hay en cabécar dos voces: la activa y la media. La activa se utiliza
para señalar explícitamente que existe una entidad que realiza, ejecuta
o controla la acción del verbo. Con excepción del aspecto retrospectivo
en cabécar, la exión de voz activa se construye tomando como base la
raíz débil del verbo, a la cual se le agregan diferentes sujos exionales
según la forma verbal que se quiera construir (ver cuadro 7).
Cuadro 7. Desinencias verbales de la voz activa
en cabécar que se agregan a la raíz débil
Transitivo Intransitivo
Oral Nasal Oral Nasal
voz activa
infinitivo -ä/-ö -a
-ä/-ö -a
imperfectivo -e
-e
-a

-a
perfectivo -á -a
-á -a
imperativo -o
-o
-o
-o
Conforme al cuadro 7, existe una diferencia entre los verbos tran-
sitivos y los intransitivos en la forma verbal del imperfectivo. De esta
forma, en cabécar, la terminación de dicha forma aspectual es -e
 para
los verbos transitivos y -a


, para los intransitivos. En el cuadro 8, se
ejemplica la conjugación en voz activa del verbo cabécar.
Cuadro 8. Ejemplo de conjugación verbal de la voz activa en
cabécar construidas a partir de la raíz débil
Transitivo Intransitivo
Oral Nasal Oral Nasal
raíz ti- ‘cortar’ ñ- ‘comer’ ks- ‘cantari
n- ‘jugar’
voz activa
infinitivo tiä/tiö ña
ksä/ksö i
na
imperfectivo tie
ñe
ksa

i
na
perfectivo tiá ña
ksá i
na
imperativo tio
ño
kso
i
no
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En cabécar, los verbos intransitivos, de forma prototípica, solo
requieren la presencia de un único argumento, el cual toma por de-
fecto el caso absolutivo. Esta categoría es la función sintáctica más
básica en cabécar y por ello no lleva ningún tipo de marca, a excep-
ción de que, de forma forzosa, debe anteceder al verbo. Al respecto,
considérese la oración (1).
(1) Wíshka kap-á=wa
.
gato dormir-pfv-aft
‘El gato se durmió.’
Sin embargo, algunos verbos intransitivos de movimiento (dä/
‘llegar’, bitä/bitö ‘venir y mi
na
‘ir’) agregan un participante al
evento, con el n de señalar que el objeto del que se habla no llega
de forma fortuita, sino gracias a la intervención de un actor externo,
que se marca con la posposición wa
19. Tal es el caso de (2).
(2) Tsirú bit-e
 s’ wa
.
cacao venir-pfv 1SG met
‘Traje cacao.’
Los verbos transitivos presentan una situación extralingüística
en la que alguna entidad realiza una acción que afecta a otra entidad.
El participante que tiene el control de la acción se marca con el caso
19 Además, como se observa en (2), los verbos de movimiento, a pesar de ser intransitivos, tienen la
facultad de exionarse con el sujo -e
, el cual, en este caso, tiene un sentido de perfectividad.
Con respecto a la posposición wa
, en un trabajo anterior, se concluyó que este elemento designa
a un elemento oracional que fundamentalmente participa de la situación expresada por el verbo
sin tener completo control de ella y por ello es inapropiado aplicarle la etiqueta de ergativo. Es
más apropiado denominarlo metexitivo, palabra derivada del verbo griego μετέχω cuyo signicado
se relaciona con las ideas de ‘participar, tener parte o participación (en algo), formar parte de,
estar entre, recibir como parte o participación’. Al respecto, véase Guillermo González Campos,
«Marcado diferencial de agente en cabécar», ponencia presentada en el I Congreso Internacional
de la Asociación Centroamericana de Lingüística, Guatemala, 2011.
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ergativo; la otra entidad va en caso absolutivo, como puede apreciar-
se en (3), (4) y (5).
(3) te tsirú y-á ta
i
.
1pl.incl erG cacao beber-pfv mucho
‘Bebimos mucho chocolate.’
(4) Bulía yís te i sh-e
 ijé i
a
.
mañana 1SG erG 3 decir-ipfv 3SG dat
‘Mañana le digo.’
(5) Si
wa
te kal julá buts-á.
viento erG árbol brazo romper-pfv
‘El viento partió la rama del árbol.’
Obsérvese que la posposición te/të que marca el ergativo tie-
ne la característica de aparecer únicamente con las formas verbales
imperfectivas y perfectivas20. En el imperativo, existe una marca es-
pecial de ergativo. Se trata de la posposición ku
, cuyo uso se puede
apreciar en (6).
(6) ¡Bá ku
i su
-o
!
2SG erG 3 ver-imp
¡Véalo!
En cabécar, los verbos suelen ser intransitivos o transitivos. No
obstante, algunos verbos presentan la facultad de conjugarse de am-
bas formas. Uno de ellos es pákä/pákö ‘contar, narrar’, el cual, como
se aprecia en (7) y (8), posee un uso transitivo y otro intransitivo.
20 Las formas verbales perfectivas son, en cabécar, intrínsecamente armativas. La negación de estas
formas se construye con el perfectivo negativo de voz media.
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(7) ke

 ka
pák-a

dem anciano mundo narrar-ipfv
Ese mayor cuenta historias.
(8) Yís te tulu pák-e

1SG erG luna narrar-ipfv
Yo cuento la historia de la luna.
El retrospectivo de la voz activa y la exión de voz media se
construye –n en cabécar sobre la base de la raíz verbal fuerte. El pri-
mero se forma agregándole a esta raíz el sujo -l~-le
. La voz media,
por su parte, se constituye adicionando el sujo –n~–r (sonidos son
alófonos de /d/ en cabécar) y luego, en algunos casos, una desinencia
adicional, que siempre es nasal. En resumen, los sujos exivos que
se agregan a la raíz fuerte se presentan en el cuadro 9.
Cuadro 9. Desinencias verbales del cabécar que
se agregan a la raíz fuerte
va retroSpectivo -l~-le
voz media
infinitivo 
imperfectivo -r
perfectivo 
perfectivo neGativo 
imperativo 
retroSpectivo 
Del cuadro 9, señalamos dos aspectos. El primero es que de
acuerdo con nuestras observaciones, la forma de imperativo medio
solo se presenta en Chirripó. En las demás áreas dialectales, el impe-
rativo medio es cubierto por el perfectivo medio. El segundo es que
existe una cantidad signicativa de verbos que solo poseen raíz fuer-
te y, por ende, se conjugan únicamente según el esquema anterior.
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Entre ellos, se encuentra se
na
‘vivir’, cuya conjugación se presenta
en el cuadro 10 a modo de ejemplo.
Cuadro 10. Ejemplo de conjugación de las formas verbales
cabécares construidas a partir de la raíz fuerte
se
- ‘vivir’
va retroSpectivo se
voz media
infinitivo se
na
imperfectivo se
r
perfectivo se
na
perfectivo neGativo se
ne
imperativo se
no
retroSpectivo se
ne
l
Los clíticos verbales
El último elemento que conforma el verbo cabécar son los clí-
ticos verbales21. Como en otras lenguas, estas formas gramaticales
se caracterizan por carecer de independencia fónica. En cabécar, se
agregan a los verbos para crear matices de tipo aspectual y modal.
Por ejemplo, como se vio antes, el clítico -mi
al agregársele a una
forma verbal en perfectivo da el sentido de aspecto incoativo. Al
respecto, compárese la expresión i ksá ‘cantó’ con i ksámi
‘empezó a
cantar’. No obstante, si le agregamos este mismo clítico a una forma
verbal en imperfectivo, se añade el signicado de potencialidad de
la acción. De esta forma, i ksa

‘canta’ se vuelve i ksa

/i kso

‘puede cantar’.
En el caso anterior, -mi
varía su signicado dependiendo de
la forma verbal a la que se agregue. Un caso similar es el de -wa
.
21 Los clíticos verbales son tema de controversia dentro de la lingüística. No es este el espacio para
discutir, desde un punto de vista teórico, sobre ellos. Al respecto, véanse las consideraciones de R.
M. W. Dixon y Alexandra Y. Aikhenvald (Eds.), Word: A Cross-Linguistic Typology (Cambridge
University Press, 2002) y de Stephen R. Anderson, Aspects of the Theory of Clitics (Oxford:
Oxford University Press, 2005). Tampoco se puede hacer aquí una descripción exhaustiva de su
funcionamiento en cabécar, tarea que será llevada a cabo en un próximo artículo.
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González Letras 51 (2012)
Cuando se agrega a una forma imperfectiva denota modalidad desi-
derativa, tal y como puede apreciarse en oraciones como (9) y (10).
(9) Yís te café y-e

.
1SG erG café beber-ipfv=deS
‘Tengo ganas de tomar café.’
(10) Wilson te Alice su
-e
=wa
.
Wilson erG Alice ver-ipfv=deS
‘Wilson quiere ver a Alice.’
Sin embargo, si este mismo clítico se adiciona a una forma
verbal perfectiva, el signicado que transmite es el de afectación
total del elemento nominal que ocupa la posición de absolutivo. Esto
puede apreciarse en (11) y (12).
(11) Yís te café y-á=wa
.
1SG erG café beber-pfv=aft
‘Me tomé todo el café.’
(12) Wilson te Alice su
-a
=wa
.
Wilson erG Alice ver-pfv=aft
‘Wilson vio a Alice.’ (Vio todo lo que ella hizo).
Otros clíticos nunca cambian su signicado; por ejemplo, -ni
siempre signica ‘reiteración’, sin importar si se agrega a formas
perfectivas o imperfectivas. Esto puede verse en (13) y (14).
(13) Yís tu
-n-a
=ni
yikí.
1SG correr-med-rep ayer
‘Ayer corrí otra vez’.
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(14) Yís tu
-r=ni
bulía.
1SG correr-med-rep mañana
‘Mañana corro de nuevo’.
En este caso, se trata de un elemento cuya incidencia sobre la
signicación del verbo no es tan directa, prueba de ello es que, de
existir varios clíticos verbales, siempre ocupa la posición nal. Un
futuro estudio deberá examinar con atención este tipo de fenómenos
y conrmar la existencia de órdenes de inserción y sus consecuentes
niveles de incidencia en la estructura de estos clíticos verbales.
En cabécar, los clíticos son elementos morfológicos que, por lo
general, son opcionales. No obstante, hay verbos que, por su signi-
cado, requieren la presencia casi obligatoria de un clítico en especí-
co. Tal es el caso de bikäsa
‘cortar en pedazos’ y däju
‘llegar’. Aun
en casos como estos, es factible encontrar construcciones sintácticas
en las que no aparece el clítico, como puede verse en (15).
(15) Ijé d-a
  bulílí bulílí.
3SG llegar-ipfv adS diario diario
‘Él llega todos los días’.
Algunos verbos cambian su signicado dependiendo del clí-
tico con que se construyan; por ejemplo, en Chirripó, el verbo ktä
unido al clítico -wa
signica matar, como en (16).
(16) Urí te Rogelio kt-á=wa
.
oso.caballo erG Rogelio dañar-pfv-aft
‘El oso caballo mató a Rogelio’
Este mismo verbo unido al clítico -sa
denota el proceso de
‘enfermarse’ (17).
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(17) Jálibá te Rogelio kt-á=sa
.
reumatismo erG Rogelio dañar-pfv-afp
‘Rogelio se enfermó de reumatismo’.
Existen algunos clíticos que marcan la pluralidad del ele-
mento nominal que ocupa la posición de absolutivo, como puede
apreciarse en (18), (19), (20) y (21).
(18) Aláklä d-e

.
mujer llegar-pfv=dir=pl
‘La mujer llegó.’
(19) Aláklä-wá d-e

=lu
.
mujer-pl llegar-pfv=dir=pl
‘Las mujeres llegaron.’
(20) Wíshka te ko
ño
kt-á=wa
.
gato erG ratón dañar-pfv=aft
‘El gato mató al ratón.’
(21) Wíshka te ko
ño
kt-á=cha
=wa
.
gato erG ratón dañar-pfv=pl=aft
‘El gato mató los ratones.’
Finalmente, obsérvese que este tipo de elementos morfológi-
cos tiene la capacidad de combinarse para crear signicados comple-
jos. Compárense, al respecto, (22) y (23).
(22) ¿Bá te ulúk ti-á?
2SG erG cedro cortar-pfv
‘¿Usted cortó el cedro?’
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(23) ¡Bá i
a
ulúk te

=tu
=lu
=mi
=pa!
2SG dat cedro cortar-med-imp=dir=pl=inc=yuS
‘¡Ojalá cortara (usted) los cedros!’
Al combinarse, los clíticos pueden intercambiar de posición
generando cambios de signicado, como se puede apreciar en las
oraciones (24), (25), (26) y (27).
(24) I du-a

=mi
.
3 morir-ipfv=aft=pot
‘Está a punto de morir.’
(25) I du-a

=wa
.
3 morir-ipfv=pot=aft
‘Se va a morir.’ (Es seguro, pero no se sabe cuándo).
(26) Ka
ja
-r=wa
=mi
.
Lluvia caer-med=aft=pot
‘Ya casi empieza a llover.’
(27) Ka
ja
-r=mi
=wa
.
Lluvia caer-med-=pot=aft
‘Va a llover.’ (Se ven las nubes oscuras).
Estos elementos constituyen, por tanto, un aspecto de la gra-
mática del cabécar que debe estudiarse más pormenorizadamente.
Debe hacerse un inventario completo de los clíticos verbales del ca-
bécar, y estudiar a profundidad sus propiedades distribucionales y
los signicados que transmiten a la signicación primaria denotada
por el verbo conjugado.
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Abreviaturas
1 primera persona inc incoativo
2 segunda persona ipfv imperfectivo
3 tercera persona med voz media
adS adscriptivo met metexitivo
aft afectación total pfv perfectivo
dat dativo pl plural
dem demostrativo pot potencial
deS desiderativo rep repetitivo
dir direccional de movimiento SG singular
erG ergativo yuS yusivo
imp imperativo
Article
Full-text available
A distinguished international group of scholars analyze the concept of “word” and its applicability in a range of typologically diverse languages. The languages include Amazonian, Australian Aboriginal, Eskimo, Native North American, West African, Balkan, Caucasian and Indo-Pakistani Sign Language. They exhibit a great range of phonological, morphological and grammatical characteristics, enabling the contributors to refine the definition of a “word” against this broad linguistic landscape. The book is of interest to scholars of linguistic typology and of morphology © In the work Cambridge University Press 2002 and Cambridge University Press, 2009.
Sin embargo, si este mismo clítico se adiciona a una forma verbal perfectiva, el significado que transmite es el de afectación total del elemento nominal que ocupa la posición de absolutivo
  • Alice Wilson Te
Wilson te Alice su̱ -e̱ =wa̱. Wilson erG Alice ver-ipfv=deS 'Wilson quiere ver a Alice.' Sin embargo, si este mismo clítico se adiciona a una forma verbal perfectiva, el significado que transmite es el de afectación total del elemento nominal que ocupa la posición de absolutivo. Esto puede apreciarse en (11) y (12).
obsérvese que este tipo de elementos morfológicos tiene la capacidad de combinarse para crear significados complejos. Compárense, al respecto
  • Finalmente
Finalmente, obsérvese que este tipo de elementos morfológicos tiene la capacidad de combinarse para crear significados complejos. Compárense, al respecto, (22) y (23).
los clíticos pueden intercambiar de posición generando cambios de significado, como se puede apreciar en las oraciones (24)
  • Al Combinarse
Al combinarse, los clíticos pueden intercambiar de posición generando cambios de significado, como se puede apreciar en las oraciones (24), (25), (26) y (27).