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ANÁLISIS DE
VULNERABILIDAD DE
LA BIODIVERSIDAD
FRENTE AL CAMBIO
CLIMÁTICO EN EL
ESTADO DE MORELOS
Y RECOMENDACIONES
PARA LA ADAPTACIÓN.
Informe final
Octubre 2012
2
ANÁLISIS DE VULNERABILIDAD DE LA BIODIVERSIDAD FRENTE AL
CAMBIO CLIMÁTICO EN EL ESTADO DE MORELOS Y RECOMENDACIONES
PARA LA ADAPTACIÓN.
Para:
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MORELOS
BORRADOR INFORME FINAL
Por Ramón Pérez Gil Salcido*
Victor Hugo Flores-Armillas*
Miguel Ángel Linaje Espinosa **
Alejandro Guevara-Martínez*
Patricia Illoldi Rangel**
Inés Arroyo Quiroz*
___________________________
* FAUNAM, A.C. Sede Morelos Paseo Naranjos 142 Ahuatepec 62300 Cuernavaca,
Morelos
** Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica. Instituto de Biología, UNAM
3
RESUMEN EJECUTIVO
En 1992, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera
mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante
efectos
medio ambiente físico o en la biota resultantes del cambio climático que tienen
efectos nocivos significativos en la composición, la capacidad de recuperación o la
productividad de los ecosistemas naturales o sujetos a ordenación, o en el
funcionamiento de los sistemas socioeconómicos, o en la salud y el bienestar
Por otro lado, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático define a la
vulnerabilidad como el grado al cual un sistema es susceptible e incapaz de hacer
frente a los efectos adversos del cambio climático, incluyendo la variabilidad
climática y sus extremos del clima. En este sentido, los sistemas naturales pueden
ser especialmente vulnerables al cambio climático dada su capacidad de
adaptación diferenciada y algunos de estos sistemas pueden sufrir daños
significativos e irreversibles.
En este sentido, se han realizado esfuerzos en México para tratar de reducir y
mitigar los efectos del cambio climático, estos han resultado en estrategias y
estudios como los orientados a Áreas naturales protegidas y los estudios a nivel
estatal. Este trabajo se suma a los esfuerzos que han realizado estados cómo
Veracruz, Nuevo León, Puebla, Guanajuato entre otros, en donde por medio de los
Programas Estatales de Cambio climático.
Durante este trabajo multidisciplinario coordinado por la Universidad Autónoma del
Estado de Morelos y llevado a cabo por FAUNAM A.C. se buscó utilizar las
herramientas más modernas para modelar la distribución de especies, el
conocimiento de éstas y su relación con el medio físico para poder dilucidar cual
es la vulnerabilidad de la biodiversidad Morelense y cuales podrían ser algunas de
las principales estrategias de mitigación frente a dichos cambio debido al cambio
climático.
En este trabajo, se presenta el análisis de la vulnerabilidad de la biodiversidad en
donde se modelaron especies seleccionadas por su importancia y se calificó su
vulnerabilidad teniendo en cuenta dichos cambios, su vulnerabilidad intrínseca y
su capacidad de adaptación. Dentro de los resultados de esta calificación se
pueden mencionar el cambio en la distribución (incremento y decremento) de
algunas especies entre ellas, una posible contracción hacia zonas más elevadas
en la vegetación de bosque templado. También podemos mencionar que el grupo
de los anfibios tendrá la mayor vulnerabilidad frente dichos cambios. Finalmente.
se formulan conclusiones y recomendaciones ya no solo para la mitigación y
adaptación al cambio climático sino incluso para abatir sensiblemente el riesgo y
vulnerabilidad de Morelos ante los magros escenarios futuros.
4
CONTENIDO
1. CRÉDITOS Y AGRADECIMIENTOS ............................................................... 7
2. INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 8
2.1. Cambio climático .................................................................................... 8
2.2. Antecedentes y esfuerzos previos....................................................... 10
2.3. Características y aspectos generales de la biodiversidad morelense
12
2.4. Conceptos básicos sobre adaptación, mitigación y vulnerabilidad
con énfasis en Biodiversidad. ....................................................................... 14
2.5. Ejemplos de adaptación y mitigación para diferentes ecosistemas y
especies en México y en extranjero. ............................................................. 18
2.6. Lineamientos Nacionales e Internacionales frente al Cambio
Climático. ........................................................................................................ 20
3. OBJETIVOS .................................................................................................. 24
3.1. Objetivo General ................................................................................... 24
3.2. Objetivos Específicos ........................................................................... 24
4. MÉTODO ....................................................................................................... 25
4.1. Revisión documental ............................................................................ 25
4.2. Selección de especies .......................................................................... 25
3.3 Elaboración y análisis de modelos de distribución potencial ........... 25
3.4 Procesamiento, sistematización y análisis de información. .............. 29
3.4.1 Riesgo de exposición ..................................................................... 30
3.4.2 Vulnerabilidad intrínseca ............................................................... 31
3.4.3 Capacidad de adaptación............................................................... 34
3.4.4 Vulnerabilidad total ........................................................................ 37
4 RESULTADOS Y CONCLUSIONES ............................................................. 38
4.1 Efectos del Cambio Climático .............................................................. 38
5
4.1.1 Mundial ............................................................................................ 38
4.1.2 América Latina ................................................................................ 39
4.1.3 México ............................................................................................. 39
4.1.4 Morelos ................................................................................................ 40
4.2 Efectos e impactos previsibles resultado del cambio climático sobre
la biodiversidad. ............................................................................................. 42
4.2.1 Ecosistemas.................................................................................... 42
4.2.2 Especies .......................................................................................... 45
4.3 Políticas públicas y lineamientos actores clave. ................................ 47
4.4 Análisis de los diferentes escenarios de cambio climático en Morelos
(Actual, 2020, 2050, 2080). .............................................................................. 51
4.5 Análisis de riesgo y vulnerabilidad...................................................... 53
4.5.1 De las especies ............................................................................... 53
4.5.1.1 Modelos de distribución de las especies analizadas ................ 55
4.5.1.2 Vulnerabilidad para especies selectas ...................................... 56
4.5.1.3 Presentación por grupo .............................................................. 57
4.5.2 Ecosistemas.................................................................................... 74
4.5.3 ANP y corredores y UMAS ............................................................. 78
5. Recomendaciones de Mitigación y Adaptación al Cambio climático. ..... 81
6. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................. 88
Figuras:
Figura 1. Panorámica de los bosques templados al norte de Morelos (Foto: Alejandro
Guevara). ........................................................................................................................................13
Figura 2. Ejemplo de los modelos de distribución de las especies modeladas. Se muestra
el modelo para la distribución actual (a), para el 2020 (b), para el 2050 (c) y para el 2080
(d). ...................................................................................................................................................56
Figura 3. Salamandra encontrada en la barrancas de Morelos (Foto: Victor Flores). .......................59
6
Figura 4. Pequeña rana de las barrancas de Cuernavaca (Foto: Victor Flores). ..................61
Figura 5. Leptonycteris curasoae (Foto: http://fireflyforest.net)...............................................62
Figura 6. Crotalus de los bosques templados de Morelos. (Foto: Alejandro Guevara). ......64
Figura 7. Garza blanca (Ardea alba). Foto: H. M.Mojica. .........................................................66
Figura 8. Panorámica del volcán chichinauzin desde bosques de pIno-encino (Foto: Victor
Flores). ............................................................................................................................................69
Figura 9. Vegetación de Selva Baja Caducifolia (Foto: Victor Flores). ..................................69
Figura 10. Los bosques templados de Morelos pueden ser afectados por el Cambio
climático (Foto: Alejandro Guevara). ..........................................................................................75
Figura 11. Bosque perennifolio ripario, uno de los ecosistemas con mayor vulnerabilidad
total (Foto: Victor Flores). .............................................................................................................76
Figura 12. Propuesta de corredores biológicos, como medida de adaptación al cambio
climático. Generación propia en base a INEGI 2005 y Bezaury-Creel et al. 2007). ............80
7
1. CRÉDITOS Y AGRADECIMIENTOS
El presente trabajo constituye una parte del esfuerzo coordinado por la UAEM en
el que participan varias organizaciones y que busca integrar de forma completa y
concisa la información en torno a la dimensión y naturaleza de los efectos del
cambio climático global sobre el estado de Morelos. La aproximación a este reto
de reunir el conocimiento o generarlo a la escala del estado se resolvió con una
óptica compartamentalizada, de tal forma que hay una aporte sobre el cambio
climático y el turismo, otro relativo a su relación con el agua, otro mas aborda la
relación con la agricultura y la ganadería, etc.
A FAUNAM AC correspondió intentar evaluar la vulnerabilidad y riesgo
actual y futuro de la biodiversidad Morelense frente al calentamiento global de la
atmósfera, dar cuenta en la medida de lo posible de las repercusiones de los
cambios que dicho fenómeno traerá aparejado. El análisis se realiza contra varios
escenarios y abiertamente con un alcance limitado reconociendo las enormes
restricciones en términos de compatibilidad de escalas y ausencia la información
tanto climática (más bien microclimáticas y prospectiva fiable en este caso) como
ecológica y biológica a nivel de especie.
Este trabajo no hubiese sido posible sin el apoyo que recibimos de la Dra.
Laura Ortiz Hernández del PROGAU-UAEM, del Dr. Víctor Sánchez Cordero del
Instituto de Biología de la UNAM, la Dra. Amparo Martínez Arroyo del Centro de
Ciencias de la Atmósfera de la UNAM y al personal de PG7 Consultores S.C. En
tal virtud queremos hacer patente y explícito nuestro profundo agradecimiento por
su auxilio.
Queremos también dejar constancia de nuestra gratitud a la M. en C.
Andrea Bolongaro, al Geol. Oscar Pohle Morales, al M. en I. Vicente Torres
Rodríguez, al M. en C. Jerónimo Chavarría Hernández, al Arq. Fernando García
Vicario y al Ing. Octavio D. Barahona de ANIDE quienes compartieron con
nosotros la información que trabajaron en torno a los escenarios para Morelos y su
información generada en los escenarios de vulnerabilidad del recurso hídrico; al
Dr. Víctor Magaña Rueda del Instituto de Geografía de la UNAM agradecemos sus
atinados comentarios críticos y su participación en las discusiones grupales; al Lic.
Rodríguez Cota que realizara el análisis sobre el impacto del cambio climático
sobre el Turismo del estado, a la M. en C. Magali Hurtado Díaz y su equipo de
trabajo del INSP y que hicieron lo propio para entender el efecto sobre la salud de
quienes habitamos el estado; al Dr. Waldo Ojeda, Abraham Rojano y Ronald
Ontiveros que realizaron hicieron el estudio sobre los efectos en agricultura; a la
Lic. Micaela Bocanegra quien realizará el análisis de los efectos del Cambio
Climático bajo la perspectiva de género, a todos ellos gracias por las
oportunidades para conocer sus resultados parciales y por permitirnos discutir sus
hallazgos y profundizar en las sinergias e interrelaciones de todos los temas.
8
2. INTRODUCCIÓN
2.1. Cambio climático
En 1992, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera
mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante
efectos
medio ambiente físico o en la biota resultantes del cambio climático que tienen
efectos nocivos significativos en la composición, la capacidad de recuperación o la
productividad de los ecosistemas naturales o sujetos a ordenación, o en el
funcionamiento de los sistemas socioeconómicos, o en la salud y el bienestar
Según los escenarios climáticos, que se definen como una representación
verosímil y a menudo simplificada del clima futuro, sobre la base de una serie
intrínsecamente coherente de relaciones climatológicas, elaborada para ser
expresamente usada en la investigación de las posibles consecuencias de los
cambios climáticos antrópicos, es posible que la tasa actual de emisión de gases
de efecto invernadero se traduzca en un aumento superior a los 2°C en las
temperaturas a nivel mundial, lo cual repercutirá de forma irreversible en la vida
sobre el planeta. En este sentido, el cambio climático puede implicar una seria
amenaza para el ser humano y para los ecosistemas a todo lo largo y ancho del
planeta, por lo que representa uno de los mayores desafíos de este siglo (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001; IUCN 2011).
En este sentido, el calentamiento global actual está provocando cambios en
los regímenes climáticos que ya están repercutiendo en diferentes aspectos de la
biodiversidad -entendida cómo la variedad genética, taxonómica y ecosistémica de
los organismos vivientes en un área determinada-, en un ambiente o en la
totalidad del planeta (Mc Allister, 1991; Gitay et al. 2002). En las próximas
décadas, el impacto del cambio climático se verá reflejado en modificaciones en
la composición y funcionamiento de los ecosistemas (definidos por Odum (1953)
cómo una unidad natural que consiste en la interacción de los organismos vivos y
el entorno físico). Los aumentos de temperatura y cambios en el ciclo hidrológico
tendrán como resultado un aumento en la tasa de pérdida de hábitat (o lugar en el
que existe un organismo y a las características biofísicas que le ofrecen alimentos,
agua y refugio necesario para su manutención) y tarde o temprano, influirán en la
extinción de especies (CONANP, 2010; Glick et al. 2011).
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático define a la vulnerabilidad
como el grado al cual un sistema es susceptible e incapaz de hacer frente a los
efectos adversos del cambio climático, incluyendo la variabilidad climática y sus
extremos del clima. Dicha vulnerabilidad es una función del carácter, magnitud y el
rango de variación a la cual un sistema está expuesto, su sensibilidad y su
consecuente capacidad de adaptación o de ajustarse al cambio climático (incluida
9
la variabilidad del clima y sus extremos) para moderar daños posibles, aprovechar
oportunidades o enfrentarse a sus consecuencias (Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático, 2001; CICC, 2006). Como se ha mencionado,
los sistemas naturales pueden ser especialmente vulnerables al cambio climático
dada su capacidad de adaptación diferenciada, y algunos de estos sistemas
pueden sufrir daños significativos e irreversibles.
La sensibilidad de una especie, hábitat o ecosistema al cambio climático
refleja el grado en que ese sistema es o puede ser afectada, de manera perjudicial
o beneficiosa, debido a dichos cambios por estímulos relacionados con el clima.
Además dicha sensibilidad puede estar muy influenciada por la existencia y el
alcance de otros factores de estrés relacionados con el hombre (Glick et al. 2011).
Por otro lado, la resiliencia, en un contexto de adaptación, por lo general se refiere
a la capacidad de un sistema para recuperarse de una perturbación o cambio sin
pérdida significativa de la función o estructura, y para volver a un determinado
estado ecológico, en lugar de pasar a un estado diferente (Gunderson, 2000).
En resumen, la pérdida de los ecosistemas naturales y por ende de toda la
biodiversidad que contienen no es sino la otra cara de la moneda que hoy ha
adquirido notoriedad planetaria, nos referimos por supuesto al llamado cambio
climático global. Es decir, el calentamiento de la atmósfera y su efecto en los
patrones climáticos mundiales y regionales son problemas vinculados entre si y
con otros fenómenos, por lo que la adecuada atención a estos depende la
sobrevivencia de nuestra especie y muchas más sobre el planeta (Carabias,
Molina y Sarukhan, 2010). Una manera de atender estos cambios y sus probables
efectos es buscar la manera de combatirlos y mitigarlos, es decir, realizar cambios
y remplazos tecnológicos que reducen el insumo de recursos y las emisiones por
unidad de producción o propiciando la aplicación de políticas destinadas a reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero y a potenciar los sumideros.
(Estrada, 2001; IPCC, 2007).
10
2.2. Antecedentes y esfuerzos previos
Las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM),
entre otros, han apoyado la creación del Panel Intergubernamental para el Cambio
Climático (IPCC) donde participan un gran número de científicos de todo el mundo
que recopilan cada cuatro años los resultados científicos más avanzados, las
evidencias del proceso de cambio climático en la actualidad y difunde a todos los
países sus resultados. Por otro lado, la Convención Marco sobre Cambio Climático
busca impulsar la cooperación multilateral para hacer frente al reto climático
promoviendo que los estados adopten de manera coordinada medidas de
regulación, mitigación y adaptación (Ojeda et al. 1997; Conde, 2006).
En 1995 se llevó a cabo en Berlín la primera conferencia de las partes
(COP1) en donde se determinó que los compromisos existentes de reducción de
emisiones por parte de los países industrializados son insuficientes para cumplir
con los objetivos de la Convención, por lo que se estableció un mandato a partir
del cual se negoció un protocolo que reforzara el compromiso de los países. Al
año siguiente, se efectuó en Ginebra la segunda Conferencia de las Partes (COP
2) donde fueron ratificadas las conclusiones del Panel Intergubernamental en el
sentido de que el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero
producirá interferencias peligrosas en el sistema climático. Fue formulado
entonces un llamado a la limitación y reducción sustancial de las emisiones por
medio de metas obligadas y calendarizadas, es decir, compromisos vinculantes
para las partes, lo que se conoce como Declaración de Ginebra (Ojeda et al.
1997).
Para cumplir el objetivo de generar un desarrollo social más armónico con
el medio ambiente, en 1997 se estableció el llamado Protocolo de Kyoto. Mediante
dicho protocolo, los países firmantes, entre ellos México, se comprometieron a
reducir sus emisiones a niveles semejantes a los que se tenían en 1990. Sin
embargo, no todos los países han firmaron o ratificaron ese acuerdo (Estados
Unidos, China, Japón y Rusia entre otros) (Conde, 2006).
En México se han llevado a cabo estudios relacionados con el cambio
climático de diversa índole. Estos han sido desde incorporar la visión de cambio
climático en el Estudio de País donde se concluyó que México es y será muy
vulnerable al cambio climático, estudios biológicos dirigidos hacia la investigación
del papel que juegan las plantas como fuentes de emisión o secuestro de carbono
(Masera, et al. 1992; Segura 1992; Bellón, et al. 1994), la relación entre cambio
climático y la vegetación (Villers-Ruiz y Trejo-Vázquez en 1997 y 2000), su efecto
en la vegetación y fauna (Trejo et al. 2011) y su afectación a la fauna (Peterson et
al. 2002; Parra-Olea, 2005; Ballesteros-Barrera et al. 2007). También se han
llevado a cabo estudios multidisciplinarios (Gay, 2000; Martínez y Fernández,
2004), esfuerzos institucionales federales (SEMARNAT, 2009, 2009b, 2009c y
2009d; CONANP, 2010), programas estatales de acción ante el cambio climático
(en Puebla, Veracruz, Nuevo León y Guanajuato, entre otros) una guía para la
11
elaboración de dichos programas estatales (Tejeda-Martínez y Conde, 2009),
estudios y lineamientos en áreas naturales protegidas (Villers-Ruiz y Trejo-
Vázquez, 1998), entre otros.
Dentro de los estudios sobre cambio climático en el estado de Morelos, se
elaboró el Análisis de la Vulnerabilidad y Capacidad de Adaptación al Cambio
Climático en los Sectores más Relevantes del Estado de Morelos llevado a cabo
por Universidad Autónoma del Estado de Morelos (Bolongaro et al. 2006).
Actualmente, se está desarrollando el Programa de Acción ante el Cambio
Climático (PEACC) en el estado de Morelos, para su posterior implementación,
que permitirá identificar las principales fuentes emisoras de los Gases de Efecto
Invernadero y proponer estrategias de mitigación y control para los mismos, así
como los sectores, sistemas y regiones vulnerables ante los impactos del cambio
climático con sus respectivas medidas y estrategias de adaptación.
Para la elaboración de este proyecto se han conjuntado esfuerzos de
diferentes instituciones públicas y privadas del estado de Morelos, entre las cuales
se pueden mencionar: La Universidad Autónoma del Estado de Morelos, el
Gobierno del Estado de Morelos, a través de la Comisión Estatal de Agua y medio
Ambiente (CEAMA), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT), delegación Morelos, la Comisión Nacional Forestal, Instituto
Mexicano de Tecnología del Agua, la Procuraduría Federal de protección al
Ambiente, la Comisión Nacional del Agua, el Instituto Nacional de Salud Pública, la
Academia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANIDE), el Instituto de Biología,
el Instituto de Geografía y el Centro de Ciencias de la Atmosfera de la UNAM, PG7
Consultores y FAUNAM AC.
Debido a las tendencias actuales de cambio de uso de suelo, migración de
la población, deficiente planeación urbana y a que en los escenarios probables de
cambio climático se presentará un aumento de temperatura y una variación de
precipitación le confieren al estado una aparente vulnerabilidad a impactos de
fenómenos hidrometeorológicos e incendios forestales, es de gran importancia la
elaboración e instrumentación de un Programa de Acción contra los efectos del
Cambio Climático a nivel estatal.
Durante la elaboración de dicho programa se realiza un análisis de la
vulnerabilidad de la biodiversidad al cambio climático, el cual esperamos se
convierta en una herramienta de utilidad para redirigir o evitar procesos
ambientales y socioeconómicos de deterioro que impacten a las especies y los
ecosistemas del estado de Morelos, así como para orientar los esfuerzos
encaminados a salvaguardar la riqueza biológica del estado.
12
2.3. Características y aspectos generales de la biodiversidad morelense
El estado de Morelos debe sus características ecológicas a su peculiar ubicación
geográfica precisamente entre las zonas neártica y neotropical, la influencia del
Eje Volcánico Transversal en su parte alta al norte y de la Cuenca del Balsas en
su región más baja, al centro y sur de la entidad y su gradiente altitudinal en
dirección norte-sur entre otras características (Aguilar, 1995; Contreras-McBeath
et al. 2006 en CONABIO y UAEM, 2004). Es bien conocido que dichas
particularidades, le otorgan una gran diversidad ambiental y microclimática, la cual
ha dado lugar al establecimiento de siete tipos de vegetación; siguiendo el criterio
de Rzedowski (1978): bosque de coníferas, bosque de encinos (Quercus), bosque
mesófilo de montaña, bosque tropical caducifolio, pastizal, zacatonal, bosque de
galería y vegetación acuática (Bonilla-Barbosa et al. 2000). De manera frecuente
el estado de Morelos es dividido en tres regiones ecológicas: la región montañosa
del norte, el valle intermontano y la región montañosa del sur (Monroy y Colín,
1991; CONABIO y UAEM, 2004).
En cuanto a los ecosistemas acuáticos, en Morelos hay siete ríos
principales que recorren la entidad de norte a sur, estos son los ríos Amacuzac,
Tembembe, Tetlama, Apatlaco, Yautepec, Cuautla y Amatzinac). Los sistemas
ribereños asociados a dichos cauces son especialmente complejos debido a las
variaciones de la temperatura a lo largo de sus respectivos recorridos, en función
de la riqueza biótica específica en cada uno de ellos y en función también de la
composición de las comunidades ícticas en particular. Adicionalmente hay que
considerar los cuerpos de agua permanentes, lagos y lagunas considerados como
potenciales reservas faunísticas. En Morelos existen los caracterizados por aguas
templadas (14-22 °C), cómo Zempoala, Compila, Tonatiahua, Acoyotongo,
Acomantla, y Quila ubicados dentro del Parque Nacional Lagunas de Zempoala y
la laguna de Hueyapan localizada en el área protegida de El Texcal. Existen
también los lagos y lagunas de las regiones bajas, con aguas cálidas (22-32 °C)
cómo los lagos de Tequesquitengo, El Rodeo y Coatetelco (Contreras-MacBeath,
1995; CONABIO y UAEM, 2004).
En cuanto a su diversidad, dentro del territorio Morelense se registra el 21%
de las especies de mamíferos mexicanos, el 33% de aves, el 14% de reptiles y el
10% de plantas vasculares reportadas para el país, por ello, se ubica en el lugar
17 con respecto a otros estados en cuanto a riqueza de especies, y además se
encuentra entre los nueve estados con elevado endemismo de flora (CONABIO,
1998; Bonilla-Barbosa y Villaseñor, 2003). Estos porcentajes significan que se
tienen registradas 3,345 especies de plantas vasculares (Bonilla-Barbosa y
Villaseñor, 2003), 480 de hongos, 3,007 de artrópodos, 15 de helmintos, 26 de
peces, 24 de anfibios, 79 de reptiles, 370 de aves y 101 de mamíferos (CONABIO
y UAEM 2004).
Las zonas de conservación de dicha biodiversidad formalmente constituidas
con alguna de las distintas categorías de manejo de las áreas naturales protegidas
13
se encuentran distribuidas a lo largo del estado. Suman nueve áreas protegidas en
total incluyendo tanto las áreas estatales como las federales. Dentro del macizo
forestal más importante del Estado, al norte del estado, se ubica el Área de
Protección de Flora y Fauna Corredor Biológico Chichinautzin (COBIO
Chichinautzin) que incluye el Parque Nacional Lagunas de Zempoala (PNLZ) y el
Parque Nacional El Tepozteco (PNET) y al oriente parte del Parque Nacional
Iztaccíhuatl-Popocatépetl (PNIP). En la región centro se localizan las Reservas
Estatales Sierra de Monte Negro, El Texcal, Río Cuautla y Las Estacas. En la
región sur donde se localiza la extensión de selva baja caducifolia más importante
de la entidad, se encuentra la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla (RBSH),
sitio donde aparentemente existe la mayor concentración de biodiversidad de
Morelos (CONABIO y UAEM, 2004).
De entre los más importantes factores que inciden en la vulnerabilidad de la
biodiversidad morelense, mas allá del fenómeno del calentamiento atmosférico
que nos ocupa en esta oportunidad, tenemos la pérdida de la cubierta vegetal
debido al cambio de uso de suelo por diferentes motivos, sea la expansión
agropecuaria o la proliferación de asentamientos humanos o la construcción de
obras civiles. Para ilustrarlo se puede mencionar por ejemplo, las 386 mil ha
originales de selvas bajas que existían en 1975, se redujeron a sólo 23 mil ha en
1980, es decir una disminución de 93% del área original. Otros impactos
asociados o no al cambio de uso de suelo que son persistentes en la geografía de
Morelos son la erosión (hídrica y eólica), la deforestación, los incendios forestales,
la contaminación (del suelo, del aire y del agua), el tráfico de especies
(principalmente de Orquídeas, cactáceas, helechos, musgos y aves canoras), el
impacto ambiental hormiga, la presencia de especies ferales como parte del
fenómeno de introducción de especies exóticas (particularmente agudo en el caso
de la acuacultura que se ha documentado como responsable directa de la
liberación al medio de especies exóticas e invasoras) (CONABIO, 1998).
Figura 1. Panorámica de los bosques templados al norte de Morelos (Foto: Alejandro Guevara).
14
2.4. Conceptos básicos sobre adaptación, mitigación y vulnerabilidad con
énfasis en Biodiversidad.
Vulnerabilidad.
De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la
vulnerabilidad ante el cambio climático depende, por un lado, de la forma, la
magnitud y la velocidad con la que ocurran los cambios derivados del
calentamiento global, y por otro, de la capacidad de los sistemas humanos y
naturales para ajustarse a ellos (CICC, 2006).
La vulnerabilidad de la población humana y de los sistemas naturales al
cambio climático varía fundamentalmente según la región y sus poblaciones. Las
diferencias regionales en el clima básico y en el cambio previsto del clima dan
lugar a una exposición distinta a los estímulos del clima a través de dichas
regiones ya que estas tienen múltiples características particulares y están
sometidos a una diversidad de presiones que dan lugar a diferencias de
sensibilidad y de capacidad de adaptación (IPCC, 2007).
El concepto de vulnerabilidad es esencial para entender la adaptación. Si
bien existen varias definiciones sobre este concepto (Tabla 1), según el IPCC
(McCarthy et al.
susceptible o incapaz de enfrentarse a efectos adversos del cambio climático,
puede aplicar a un sistema ecológico o socioeconómico, la vulnerabilidad tiene
tres componentes (Martínez-Alonso et al. 2010):
La exposición: Algunos ejemplos de factores de exposición son los cambios
en el clima y la variabilidad climática (aumentos de temperatura, cambios
en precipitación, cambios en los patrones de las temporadas, tormentas y
huracanes), el aumento en los niveles de CO2 en la atmósfera, el aumento
del nivel del mar y otros factores no relacionados con el cambio climático
(cambio de uso del suelo, fragmentación del paisaje, aprovechamiento de
recursos naturales, contaminación, etc.) (Martínez-Alonso et al. 2010). Al
aumentar la variabilidad y la intensidad y frecuencia de los eventos
extremos, el cambio climático puede afectar negativamente los ecosistemas
y sus servicios (Oyhantçabal, 2010).
La sensibilidad: es el grado en el cual está afectado un sistema (de manera
perjudicial o beneficiosa) debido a estímulos externos al sistema y sin que
haya adaptación autónoma de este. Por ejemplo, la sensibilidad puede
inducir cambios en los procesos a nivel de árboles (productividad y
crecimiento), en la distribución de especies, en las condiciones de sitio
(suelos), en la estructura del ecosistema (densidad y altura) y en los
regímenes de perturbaciones (incendios y plagas) (Martínez-Alonso et al.
2010; IPCC, 2001).
15
La vulnerabilidad de un ecosistema depende también de su capacidad
adaptativa. Las especies que componen un ecosistema pueden adaptarse a
los cambios mediante plasticidad fenotípica (aclimatación), evolución
adaptativa o migración a sitios más adecuados. La capacidad adaptativa de
los ecosistemas depende de la capacidad adaptativa de las especies, la
diversidad de grupos funcionales y la diversidad de especies dentro de los
grupos funcionales, por la redundancia que provee la diversidad (Walker
1992 y 1995; Markham 1996; Bawa y Dayanandan 1998; Peterson et al.
1998 en Martínez-Alonso et al. 2010).
Tabla1. Compilado de los conceptos de Vulnerabilidad.
Autor
Concepto
Blaikie et
al. 1996
Características de una persona o grupo desde el punto de vista
de su capacidad para anticipar, sobrevivir, resistir o recuperarse
del impacto de una amenaza natural. Implica una combinación
de factores que determinan el grado hasta el cual la vida y la
subsistencia de alguien queda en riesgo por un evento distinto e
identificable de la naturaleza o de la sociedad.
CEPAL-
BID, 2000
La probabilidad de que una comunidad, expuesta a una
amenaza natural, según el grado de fragilidad de sus elementos
(infraestructura, vivienda, actividades, grado de organización,
sistemas de alerta, desarrollo político-institucional y otros),
pueda sufrir daños humanos y materiales.
Dehays,
2002.
Prospección o susceptibilidad al daño, dada la ocurrencia de un
fenómeno natural o antrópico con potencial destructivo, Para el
análisis de la vulnerabilidad es necesario conocer las
características de la población en estudio, en cuanto a su
capacidad socioeconómica y su nivel de inclusión o exclusión en
la redes de apoyo (públicas, privadas, familiares o comunitarias)
que permiten sortear con éxito momentos de crisis o evitar en
áreas expuestas a fenómenos naturales.
DOF, 2007
Conjunto de condiciones que limitan la capacidad de defensa o
de amortiguamiento ante una situación de amenaza y confieren
a las proporciones humanas, ecosistemas y bienes, un alto
grado de susceptibilidad a los efectos que puede ocasionar el
manejo de los materiales o residuos, que por sus volúmenes y
características intrínsecas, sean capaces de provocar daños al
ambiente.
INE, 2007
El factor interno de una comunidad expuesta (o de un sistema
expuesto) a una amenaza, resultado de sus condiciones
intrínsecas para ser afectada e incapacitad de soportar el evento
o recuperarse de sus efectos.
16
IPCC, 2007
Grado de susceptibilidad o de incapacidad de un sistema para
afrontar los efectos adversos del cambio climático, y en particular
la variabilidad del clima y los fenómenos extremos. La
vulnerabilidad dependerá del carácter, magnitud y rapidez del
cambio climático a que esté expuesto un sistema, y de su
sensibilidad y capacidad de adaptación.
DOF, 2012
Nivel a que un sistema es susceptible, o no es capaz de soportar
los efectos adversos del Cambio Climático, incluida la
variabilidad climática y los fenómenos extremos. La
vulnerabilidad está en función del carácter, magnitud y velocidad
de la variación climática a la que se encuentra expuesto un
sistema, su sensibilidad, y su capacidad de adaptación.
Mitigación y adaptación.
Otros conceptos de importancia son los relacionados a Mitigación y a la
Adaptación. En éste sentido, el IPCC (2007) define a el primero cómo la
Intervención humana para reducir el forzamiento antropógeno del sistema
climático; abarca diversas estrategias encaminadas a reducir las fuentes y
emisiones de gases efecto invernadero y a potenciar sus sumideros. Otras
definiciones del concepto se pueden consultar en la tabla 2.
Tabla 2. Compilado de los conceptos de Mitigación.
Autor
Concepto
INE, 2007
El propósito de la mitigación es la reducción de la vulnerabilidad,
es decir la atenuación de los daños potenciales sobre la vida y
los bienes.
Gitay et al.
2002
La mitigación se define como la intervención antropogénica para
reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero
mediante la reducción del uso de combustibles fósiles, la
reducción de las emisiones provenientes de zonas terrestres
mediante la conservación de grandes yacimientos dentro de los
ecosistemas, y/o el aumento del régimen de recogida de carbono
por parte de los ecosistemas
INE, 2010
Intervención humana para reducir los gases de efecto
invernadero y sus fuentes.
Verbtuggen
et al. 2011
Es la aplicación de políticas para reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero y aumentar los sumideros.
La adaptación está asociada a la vulnerabilidad de los ecosistemas y a la
capacidad adaptativa tanto de los propios ecosistemas (componente ambiental)
como de las instituciones (componente humano) y de las interacciones entre
ambos. Siguiendo la definición del Grupo de Trabajo II del cuarto Assessment
Report del IPCC, la vulnerabilidad de un ecosistema es el grado en el cual es
susceptible a, e incapaz de, dar cuenta de los efectos adversos del cambio
climático. La capacidad adaptativa es la habilidad de un sistema de ajustarse al
17
cambio climático para Moderar sus daños potenciales, tomar ventaja de sus
oportunidades y dar cuenta de sus consecuencias (Oyhantçabal, 2010). Otras
definiciones del concepto se pueden consultar en la tabla 3.
Tabla 3. Compilado de los conceptos de Adaptación.
Autor
Concepto
INE, 2010
Ajuste natural o por sistemas humanos en respuesta al actual o
esperado cambio climático o sus efectos, el cual reduce el daño o
aprovecha las oportunidades de beneficios.
Verbtuggen
et al. 2011
Las iniciativas y medidas para reducir la vulnerabilidad o aumentar
la resiliencia de los sistemas naturales y humanos a los impactos
actuales o esperados debidos al cambio climático.
Verbtuggen
et al. 2011
Ajuste de los sistemas humanos o naturales frente a entornos
nuevos o cambiantes. La adaptación al cambio climático se refiere a
los ajustes en sistemas humanos o naturales como respuesta a
estímulos climáticos proyectados o reales o sus efectos, que
pueden moderar el daño o aprovechar sus aspectos beneficiosos.
18
2.5. Ejemplos de adaptación y mitigación para diferentes ecosistemas y
especies en México y en extranjero.
Desde el punto de vista de la biodiversidad se ha documentado que el cambio
climático afecta directa e indirectamente a individuos, poblaciones y especies, así
como a los ecosistemas en su composición y función (PARMESAN, 2006, IPCC
2007, JANETOS et al. 2008 en Bravo et al. 2011). La variabilidad del clima actual,
incluyendo los eventos climáticos extremos como las sequías y las inundaciones,
ocasionan grandes pérdidas y daños que afectan el desarrollo. Sin embargo, los
esfuerzos orientados hacia la adaptación a estos eventos, podrían ayudar a
reducir los daños a corto y mediano plazo, independientemente de cualquier
cambio que pueda sufrir el clima a largo plazo (CATHALAC, 2008). En este
sentido, la adaptación es necesaria para los ecosistemas vulnerables al cambio
climático porque se necesita implementar medidas para reducir los impactos
(Martínez-Alonso et al. 2010).
Por otro lado, los ecosistemas contribuyen a la reducción de la
vulnerabilidad de la sociedad y deberían ser integrados en las políticas de
adaptación de varios sectores. Estos vínculos entre adaptación y ecosistemas
representan desafíos para los actores locales, los tomadores de decisión y los
científicos. En este sentido, los ecosistemas mismos tienen un papel reconocido
por los acuerdos internacionales actuales o en discusión. Por ejemplo, los
proyectos de forestación y reforestación pueden entrar en el Mecanismo de
Desarrollo Limpio y vender créditos de carbono por su contribución a la mitigación
del cambio climático mediante secuestro de carbono. Otro ejemplo se refiere a las
discusiones sobre la inclusión de la Reducción de Emisiones por Deforestación y
Degradación (REDD) en un acuerdo internacional (Martínez-Alonso et al. 2010).
La FAO mediante sus unidades técnicas y departamentos (Agricultura y
Protección al Consumidor, Desarrollo Económico y Social, Pesca y Acuicultura,
Bosques, Ordenación de los Recursos Naturales y Medio Ambiente y Cooperación
Técnica) contribuyen a la adaptación y mitigación alrededor del mundo en materia
de cambio climático por ejemplo en la producción de fertilizantes orgánicos en
Malawi; sistemas silvopastorales en Perú. Sistemas de arrozales y producción
ganadera en Indonesia para reducir las emisiones de metano. (FAO, 2009).
Aumento en el número de hectáreas para la protección y restauración del Corredor
Forestal de la Mata Atlántica en el Nordeste de Brasil (Granell, 2004; FAO, 2011);
el Programa Piloto Nacional Integrado de Adaptación utilizando actividades de
Adaptación basada en Ecosistemas en el Macizo de Chingaza en los Andes
Colombianos (UICN, 2012);
En México algunos ejemplos de la adaptación y mitigación han sido los realizados
en:
La Laguna El Salado, en el Papaloapan que se refiere al diagnóstico
ambiental de la situación actual de la laguna, las implicaciones ambientales
por la potencial producción de etanol en ingenios azucareros de la
19
Subcuenca, como medida de mitigación de emisiones de gases efecto
invernadero (INE, 2009 b).
El estudio de caso de las Islas Marías sobre Eficiencia Energética
(Buenrostro, 2007); los programas de Ordenamiento Ecológico que se
llevan a cabo en los estados de la república; iniciativas importantes como el
Programa de las 60 Montañas; el Corredor Biológico Mesoamericano-
México (SEMARNAT, 2007 b; CONABIO, 2008; CONAFOR, 2010).
La conservación y aprovechamiento sustentable de ecosistemas terrestres
por medio de las Áreas Naturales Protegidas, las Unidades de Manejo para
la conservación de la Vida Silvestre y el programa de Pago por Servicios
Ambientales (SEMARNAT, 2007b).
El proyecto piloto de Adaptación Nacional Integrado: para Fortalecer la
Capacidad de Recuperación de los Humedales Costeros del Golfo de
México al Cambio Climático (INE, 2007 b).
En la Reserva de la Biosfera Montes Azules se ha frenado y revertido la
mayor parte de la colonización irregular y la deforestación y empiezan a
restaurarse las áreas selváticas aledañas (SEMARNAT, 2007).
En Hermosillo Sonora se desarrolló un proyecto de adaptación relacionado
con el problema del agua ya que mostraba una señal clara de cambio
climático (INE-PNUD, 2008; INE-SEMARNAT, 2004).
El Análisis de la Vulnerabilidad y Capacidad de Adaptación al Cambio
Climático de los Sectores Hídrico y Agrícola en el Estado de Morelos (INE,
2006).
El caso de silvicultura sustentable en la Sierra Norte de Oaxaca (Chapela,
1999).
Y los proyectos eólicos de la Venta I y la Venta II en Oaxaca (Henestroza,
2008); entre otros.
20
2.6. Lineamientos Nacionales e Internacionales frente al Cambio
Climático.
Las evaluaciones de vulnerabilidad que implican solamente a científicos no suelen
facilitar procesos de adaptación, mientras que los actores implicados en las
evaluaciones tienden a enfocarse más en la adaptación. La solución a este
desafío requiere integrar factores climáticos y socioeconómicos en el análisis de
vulnerabilidad y entender la vulnerabilidad actual de los actores, para luego
diseñar medidas de adaptación adecuadas al contexto local, especialmente al
contexto institucional (Burton et al. 2002; Füssel, 2007; Agrawal 2008; Boyd 2008;
Ribot 2009 en Martínez-Alonso et al. 2010.)
La adaptación de los ecosistemas frente a la exposición a la variabilidad, y
los eventos extremos, pueden verse como acciones a tomar para que no pierdan
resiliencia y para que disminuyan su vulnerabilidad, aumentando la capacidad
adaptativa. El papel de las instituciones es clave en el proceso adaptativo, ya que
orienta las relaciones entre la sociedad y la naturaleza. Por esta razón la
institucionalidad debe a su vez también adaptarse para cumplir ese papel
eficazmente (Oyhantçabal, 2010). Sin embargo, integrar los ecosistemas en los
planes o las políticas de adaptación de la sociedad trae desafíos, por ejemplo,
entender y evaluar el rol de los servicios ecosistémicos para la adaptación y crear
vínculos institucionales entre quienes manejan los ecosistemas y quienes se
benefician de los servicios (Martínez-Alonso et al. 2010).
Se entiende por instituciones, según definición del Banco Mundial, a
reglas, organizaciones y normas sociales que facilitan la coordinación de la acción
io climático no es solo cuestión de adoptar mejores
prácticas sino que también implica cambios en las organizaciones y en las
normas. La capacidad adaptativa de un sistema específico es su capacidad para
generar respuestas de adaptación a estímulos (positivos o negativos) del
ambiente. En el caso de las instituciones, la capacidad de adaptarse a nuevos
desafíos puede depender de diversos factores, como: a) dotación de recursos
humanos y financieros, b) fortaleza de las organizaciones y sus relaciones, c)
tecnología, d) calidad de gestión, e) capacidad de aprendizaje, y e) flujo de
información y conocimiento (Oyhantçabal, 2010).
Otros desafíos se refieren a las políticas que pueden facilitar procesos de
adaptación de los ecosistemas. En muchos países, el primer paso para facilitar la
adaptación es la definición de nuevas políticas o la ejecución de políticas
existentes para la conservación o el manejo sostenible de ecosistemas. En lugares
donde las amenazas no climáticas, como la deforestación, son las principales
razones de degradación ambiental, hablar de adaptación de los ecosistemas es
irrelevante y puede parecerse a un ejercicio puramente académico (Martínez-
Alonso et al. 2010).
21
El concepto de adaptación basado en ecosistemas (EBA, por sus siglas en
inglés, Ecosystem-Based Adaptation) ha emergido recientemente en las
discusiones internacionales sobre adaptación al cambio climático. También,
involucra a diferentes actores para lograr un manejo más sostenible de los
ecosistemas con una perspectiva de adaptación de la sociedad. Este enfoque para
la adaptación presenta oportunidades para los ecosistemas así como para la
sostenibilidad de la adaptación al cambio climático (Martínez-Alonso et al. 2010).
EBA es un conjunto de medidas y políticas que considera el papel de los
ecosistemas en la reducción de la vulnerabilidad de la sociedad al cambio
climático, con un enfoque multisectorial y multiescalas. Se refiere al uso de la
biodiversidad y los servicios ecosistémicos como parte de una estrategia integral
de adaptación para ayudar a las comunidades humanas a adaptarse a los efectos
adversos del cambio climático. Usa como instrumentos al manejo sustentable,
conservación y restauración de ecosistemas que proveen de servicios para que la
gente pueda enfrentar los impactos asociados al cambio climático y pretende
mantener e incrementar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad de ecosistemas y
comunidades humanas ante el cambio climático global (Martínez-Alonso et al.
2010; March et al. 2011)
Este tipo de adaptación, pretende establecer un círculo virtuoso entre las
acciones que soporten la sustentabilidad de las comunidades humanas, las
acciones de conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de los servicios
ecosistémicos a través de medidas de adaptación que favorezcan a estos tres
objetivos de manera simultánea. Es decir, en un enfoque de adaptación con base
en ecosistemas, se buscan esquemas en donde todos ganen, la biodiversidad y
los ecosistemas, las poblaciones humanas y los procesos ecológicos esenciales.
Además, puede tener bases más sólidas para su planeación e implementación
cuando se demuestra cual puede ser el costo económico de no hacer nada ante el
cambio climático. Para el caso de la región del Caribe, excluyendo a México de su
análisis, Bueno y colaboradores (2008) estimaron cuales serían los costos de la
inacción ante el cambio climático. Por ello se considera de la mayor importancia la
realización de estudios económicos tanto de los impactos actuales y proyectados
como del costo de las distintas opciones de adaptación que pudiesen mitigar los
propios impactos (March et al. 2011).
Por otro lado, existen programas, convenios, acuerdos y acciones tanto
internacionales como nacionales para la adaptación y mitigación ante el cambio
climático:
En 1992 se desarrollo la Cumbre sobre Medio Ambiente y Desarrollo, es
mencionada cumbre se aprobaron tres tratados internacionales de gran
importancia entre los que se encuentra la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), hasta el momento cerca de 194
Estados hacen parte de la CMNUCC, esto hace que la CMNUCC sea uno de los
acuerdos sobre desarrollo sostenible con mayor respaldo a nivel global. Los
países que se adhirieron a este tratado reconocieron que los cambios del clima y
22
los efectos que estos tendrían eran de preocupación común para toda la
humanidad, considerando adoptar medidas para disminuir las concentraciones de
Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera.
El Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio climático se incorporo en 1997 debido a que los gobiernos sabían
que los compromisos pactados con anterioridad no serían suficientes para
realmente solucionar los problemas del Cambio Climático (UNFCCC, 2012), busca
desarrollar el objetivo de la Convención y fortalecer la respuesta de la comunidad
nacional al cambio climático. Establece compromisos cuantificados de reducción
de emisiones de GEI para el periodo después del año 2000.
en Río de Janeiro, Brasil, en
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la agricultura (FAO
por sus siglas en ingles) participa mediante la promoción de prácticas y políticas
agrícolas que protegen los recursos naturales para las generaciones futuras,
protege el medio ambiente y contribuye a la erradicación de la pobreza (FAO,
2012). La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas
de Fauna y Flora Silvestres (CITES) identifica al cambio climático como un factor
de amenaza que tiene efectos significativos en las especies silvestres y en los
ecosistemas y que la extensión y severidad de los efectos incrementará debido a
que las temperaturas globales continuarán en aumento (SSN, 2007).
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) se
centra en la naturaleza y en temas de medio ambiente y desarrollo sostenible
además busca soluciones para combatir el cambio climático basándose en la
utilización de sistemas en buen estado (UICN, 2009). El Convenio sobre la
Diversidad Biológica (CDB) reconoce las amenazas que pesan actualmente sobre
las especies y ecosistemas son graves y que la extinción de especies es causada
principalmente por actividades del humano. Por tal motivo, el CBD se da a la tarea
de crear planes estratégicos que garanticen el sostenimiento de la vida en la tierra
reduciendo las presiones directas sobre la diversidad biológica y promueve la
utilización sostenible de los ecosistemas ante la problemática del cambio climático
(CDB, 2012).
Ante el cambio climático, se deben de reducir los riesgos de desastres
protegiendo los ecosistemas saludables. La conservación de la biodiversidad y la
restauración de los ecosistemas favorece la disponibilidad y acceso a los recursos
naturales esenciales, complementando con iniciativas de reducción de la pobreza
y seguridad alimentaria (Lhumeau y Cordero, 2012), mediante la implementación
de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes que puedan responder a los
retos de seguridad alimentaria y el cambio climático (FAO, 2010). Por otro lado, el
secuestro de carbono puede complementar y mejorar la mitigación del cambio
climático y el manejo de bosques y selvas que permitan el almacenamiento y
23
secuestro de carbono también desarrollan funciones ecosistémicos que proveen
alimento, fibras y agua de las cuales dependen las comunidades (Lhumeau y
Cordero, 2012).
También se deben de plantear acciones que proporcionen energía más
limpia, sustentable, eficiente y competitiva para así reducir emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI); reforzar los programas del Fideicomiso para el
Desarrollo de Energía Eléctrica (FIDE); introducir biocombustibles producidos
sustentablemente; mejorar el desempeño energético de las refinerías; reducir lo
más posible las emisiones fugitivas de gas metano; hacer más eficientes las
termoeléctricas que utilizan combustóleo; generar electricidad con energías
renovables; cancelar subsidios a la producción de energía basada en
combustibles fósiles; elaborar proyectos energéticos sustentables; implementar
proyectos de reducción en las empresas públicas y privadas que utilicen el
Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL); fomentar la investigación en tecnologías
de energía renovable; ampliar la superficie bajo Manejo Forestal Sustentable;
incrementar la cobertura de ANP; realizar acciones de diagnóstico y tratamiento
fitosanitario; reforestar con restauración de suelos; aprovechar el MDL forestal;
darle más apoyo a la modalidad de Captura de carbono por reconversión
productiva; eliminar el uso de fuego en la agricultura de roza, tumba y quema para
prevenir los incendios forestales.; reducir y detener la deforestación para minimizar
las emisiones de GEI; preservar y fortalecer las funciones de amortiguamiento
existentes en las cuencas; diseñar programas de ordenamiento acuíferos; ajustar
las técnicas de tratamiento de aguas ante las nuevas condiciones climáticas;
fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológicas; considerar una elevación del
nivel medio del mar de 40 cm como línea base para la planeación y construcción
de infraestructura costera; tomar en cuenta criterios de diseño ambiental en todos
los ámbitos de planeación del desarrollo urbano (SEMARNAT, 2007 a).
24
3. OBJETIVOS
3.1. Objetivo General
El propósito de este proyecto es evaluar la vulnerabilidad y riesgo actual y futuro
de la biodiversidad Morelense ante la variabilidad y los efectos del cambio
climático (entendidos particularmente como los procesos de modificación del
régimen de precipitación y el aumento de la temperatura) y generar
recomendaciones de adaptación y mitigación.
3.2. Objetivos Específicos
I. Analizar la vulnerabilidad de un grupo de especies selectas frente al
cambio climático, es decir, identificar las especies con probabilidades de ser
las más afectadas por los cambios climáticos proyectados y entender las
razones de su vulnerabilidad.
II. Analizar la vulnerabilidad de ecosistemas selectos, áreas naturales
protegidas y corredores biológicos. Buscando de igual forma priorizarles en
función de su vulnerabilidad.
III. Identificar y evaluar diferentes opciones de adaptación y mitigación
frente a los efectos del cambio climático en la biodiversidad. Lo que
permitirá a los administradores de los recursos naturales, dueños y
poseedores de la tierra y tomadores de decisión establecer prioridades para
mejorar las acciones de conservación, mientras que la comprensión de por
qué son vulnerables constituye una base para el desarrollo de una
adecuada gestión.
25
4. MÉTODO
4.1. Revisión documental
Se llevó a cabo una compilación documental de los planes nacionales de
adaptación de las entidades federales encargadas del sector ambiental Federal
Mexicano (SEMARNAT, CONANP, INE, CONABIO), de los programas estatales
de acción frente al cambio climático generados recientemente, artículos científicos
que tengan que ver con el cambio climático y su efecto en la biodiversidad global,
nacional y estatal. Posteriormente, se realizó una búsqueda exhaustiva de los
listados de flora y fauna con distribución en el territorio estatal, su estatus de
conservación en listas nacionales (NOM-059-SEMARNAT-2010) e internacionales
(UICN- Red list y CITES), información de usos de las especies y bases de datos
de los registros de presencia de especies dentro del estado de Morelos.
Finalmente, se revisó la información biológica (especies nativas, exóticas y con
algún grado de protección que se distribuyan en ellas y ecosistemas protegidos),
técnica y administrativa (delimitación cartográfica, amenazas, fortalezas y
debilidades) correspondiente a las áreas protegidas del estado con administración
federal, estatal y municipal.
4.2. Selección de especies
Después de construir una relación exhaustiva de las especies distribuidas en el
territorio morelense, se seleccionó un subgrupo de ellas a partir de la aplicación de
criterios, como fueron: Propuesta como especie prioritaria a nivel nacional, grado
de amenaza NOM 059 en México, valor e interés socioeconómico y cultural de la
especie y su hábitat, importancia internacional, importancia estratégica como
especie sombrilla para la conservación de otras especies y su hábitat, importancia
estratégica como especie indicadora para la conservación de otras especies y su
hábitat, importancia estratégica como especie clave para la conservación de otras
especies y su hábitat, importancia estratégica como especie bandera para la
conservación de otras especies y su hábitat, rareza taxonómica, conflictos
humano-vida silvestre, importancia y frecuencia de conflictos entre humanos y vida
silvestre, especies con estructura poblacional compleja, presión antropogénica,
Viabilidad de uso sustentable, viabilidad de recuperación, presencia de la especie
en áreas naturales protegidas, especies con hábitat regional, grado de interés
cultural y científico, linajes evolutivos únicos, especies endémicas a México y
especies endémicas a Morelos.
3.3 Elaboración y análisis de modelos de distribución potencial
Se elaboraron con el auxilio de especialistas del Laboratorio de Sistemas de
Información Geográfica del Instituto de Biología de la UNAM modelos de nicho
ecológico proyectado como distribuciones potenciales de una muestra
representativa de especies de vertebrados de México (mamíferos, aves, anfibios y
reptiles) presentes en el estado de Morelos, selectos conforme se comentó
anteriormente.
26
El modelado del nicho ecológico representa una herramienta para elaborar
una superficie de respuesta en términos probabilísticos a partir de los datos de
presencia de las especies, y de parámetros climáticos, geológicos y de
vegetación, con el objetivo de identificar el hábitat donde una especie no ha sido
registrada pero es probable que ocurra. Esta aproximación, implementada en el
paquete computacional MaxEnt (Phillips et al. 2004), ha demostrado ser capaz de
proveer predicciones acertadas, en donde cada celda da una referencia a valores
acumulativos, representados como porcentaje del valor de probabilidad de cada
celda (Phillips et al. 2004).
proyectado en una distribución potencial de la especie, el cual produce una
solución única, en formato ASCII, que puede ser importada a un Sistema de
Información Geográfica (en este caso ArcGis 9.2) y se representa así en un mapa
geográfico (Phillips et al. 2004).
Consideramos inconveniente para los fines que este estudio persigue
emplear los modelos generados por ANIDE, cuya resolución es de celdas de 50
km2, una escala demasiado gruesa (la totalidad del estado se representa en tan
sólo 6 celdas), por ello recurrimos a otras fuentes de información que permiten
reconstruir las coberturas a una resolución mas fina.
La diferencia mas importante con los modelos de ANIDE es el tamaño de
celda de la información propuesta por ellos. Se trata de celdas de 0.5 grados vs
0.01 en el caso de las variables del IPCC. Si bien estamos de acuerdo con las
propuestas de V. Magaña (Magaña et al. 2011) acerca de la importancia de
generar modelos climatológicos y coberturas de CC a un nivel regional con
mejores bases técnicas que las que se tienen de IPCC, se tiene un problema.
Tanto las coberturas de Magaña como las de ANIDE, son propuestas con celdas
de 50 km x 50 km. Es una escala que como nosotros sabemos, no permite poder
hacer evaluación alguna con respecto a cómo los fenómenos de CC repercutirán
en especies endémicas o microendémicas, al menos de mamíferos, y que son
características de esta región.
Por eso una comparación de resultados es casi imposible. Un modelo de
nicho generado con las coberturas de ANIDE no permite sino decir en términos
casi binarios, ausencia-presencia, lo que sucede con las especies sujetas a este
estudio. El mayor nivel de resolución significa que la totalidad del estado de
Morelos se encuentre contenido en 6 pixeles.
Para modelar la distribución actual de las especies, se utilizaron 19
coberturas ambientales a una resolución de 0.01o 0.01o, derivadas de WorldClim
1.3 (http://www.worldclim.org/) (Hijmans et al. 2005). Dichas coberturas incluyeron
parámetros climáticos tales como precipitación media anual, precipitación diaria
máxima y mínima, temperatura diaria máxima y mínima y temperatura media
anual. Los datos de ocurrencia se obtuvieron de colecciones científicas tanto
nacionales como internacionales, todos georreferenciados.
27
Los modelos de nicho ecológico de las especies de vertebrados
seleccionadas fueron proyectados a las condiciones actuales, y a los años 2020,
2050 y 2080, usando el escenario de cambio climático del Intergovernmental
Panel on Climate Change (IPCC) SRES A2 del Canadian Centre for Climate
Modelling Analyst (CGCM2)
(http://ipccddc.cru.uea.ac.uk/sres/cgcm2_download.html).
El IPCC desarrolló un nuevo grupo de modelos de escenarios de cambio
climático, llamado Special Report on Emission Scenarios (SRES por sus siglas en
inglés o IEEE en español). Estos escenarios cubren una amplia gama de factores
responsables de las futuras emisiones que van desde aspectos demográficos (Por
ejemplo, crecimiento poblacional humano) hasta desarrollo tecnológico y
económico.
Las siglas SRES designa los escenarios descritos en el Informe Especial
del IPCC sobre escenarios de emisiones (IEEE, 2000). Los escenarios SRES
están agrupados en cuatro familias (A1, A2, B1 B2) que exploran vías de
desarrollo alternativas incorporando toda una serie de fuerzas originantes
demográficas, económicas y tecnológicas, junto con las emisiones de GEI
resultantes. Los escenarios SRES no contemplan otras políticas climáticas
además de las existentes. Las proyecciones de emisión son muy utilizadas para
conjeturar el cambio climático futuro, y sus supuestos básicos respecto de la
evolución socioeconómica, demográfica y tecnológica son el punto de partida de
numerosos estudios sobre la vulnerabilidad del cambio climático y evaluaciones de
impacto (IPCC, 2007). En particular, el escenario A2 considera un crecimiento
poblacional humanos a 15 billones para el año 2100, con un crecimiento
económico y tecnológico modesto. El escenario proyecta emisiones de gases de
consideradas en el escenario IS92, así como emisiones más bajas de aerosoles
que la del modelo previo; esto resulta en una respuesta de calentamiento
relativamente similar al escenario de IS92 (IPCC, 2001).
Los métodos empleados para modelar la distribución de especies,
considerando principalmente la información contenida en colecciones científicas,
han sido diversos y van, desde simplemente delimitar el contorno del área de
distribución, hasta el uso de métodos estadísticos complejos. La utilidad del
método de modelado debe ser, necesariamente, su poder predictivo en la
distribución potencial de una especie (Stockwell y Peters, 1999; Sánchez-Cordero
et al. 2001, 2004; Soberón y Peterson, 2005).
Un modelo ideal aprovecharía la extensa información contenida en las
colecciones científicas y resolvería las desventajas que presentan otros métodos
estadísticos. Recientemente, se ha desarrollado el uso de algoritmos de modelado
de la distribución de especies, que brindan la opción de emplear la información
contenida en las colecciones científicas, con la ventaja de un manejo más
adecuado de los datos disponibles. Los sesgos, tanto geográficos como
taxonómicos dentro de los inventarios biológicos, normalmente excluyen áreas en
28
las cuales las especies están potencialmente presentes (Stockwell y Peters, 1999;
Soberón y Peterson, 2005). Por esta razón, el modelado del nicho ecológico
representa una buena alternativa dado que extrapolan a partir de parámetros
climáticos, geológicos y de vegetación, así cómo de la ocurrencia conocida de las
especies, con el objetivo de identificar el hábitat donde una especie no ha sido
registrada pero es probable que ocurra. Esta aproximación, implementada en el
paquete computacional MaxEnt (Phillips et al. 2004), ha demostrado ser capaz de
proveer predicciones acertadas, en donde cada celda da una referencia a valores
acumulativos, representados como porcentaje del valor de probabilidad de cada
celda (Phillips et al. 2004).
Este método se enfoca a modelar el nicho ecológico, basado en un
concepto de nicho geográfico o de Grinnell- es decir, el espacio geográfico en el
cual la especie es capaz de mantener poblaciones reproductivas in situ, sin
depender de una inmigración recurrente (Grinnell, 1917; Hutchinson, 1957;
MacArthur, 1972). MaxEnt modela un nicho ecológico proyectado en una
distribución potencial de la especie, el cual se representa en un mapa geográfico
(Phillips et al. 2004).
Por otra parte, si las condiciones climáticas sufren cambios importantes por
efecto del calentamiento global, las poblaciones de las especies que habiten
zonas con fuerte alteración tenderían a desaparecer de esos sitios. Igualmente, si
los sitios que actualmente son inapropiados para una especie, pero por efecto del
cambio climático se vuelven adecuados, es posible que las poblaciones de esa
especie colonicen nuevas áreas. El resultado de estos procesos de extinción y
colonización locales de las poblaciones se pone de manifiesto en cambios
detectables de la distribución geográfica de las especies (Hansen et al., 2001;
Thomas y Lennon, 1999). El razonamiento ecológico de estos supuestos se
sustenta en la hipótesis del conservadurismo del nicho ecológico, que se ha
probado en diferentes grupos faunísticos en México y otras partes (Peterson et al.,
1999; Peterson y Holt, 2003); en teoría, una adaptación rápida a ambientes recién
transformados es poco probable, sin una inmigración recurrente de hábitat
naturales adyacentes (Schoener, 1989; Pulliam, 2000). De acuerdo al modelo de
distribución actual, las especies persisten a largo plazo en hábitat naturales. Más
aún, desde el punto de vista de conservación, esta propuesta satisface el principio
precautorio: aún cuando el modelo de distribución actual sea erróneo, es
conservador en términos de lo que constituye hábitat viables para las especies,
por lo que no resultaría en un perjuicio a metas de conservación; es decir, si se
seleccionan áreas de conservación usando este enfoque, aunque otras áreas
también permitan la persistencia de la especie en cuestión, no resulta en un
detrimento de la conservación de la biodiversidad, por el uso de este modelo
(Sarakinos et al. 2001).
Se entiende entonces que el modelado del nicho ecológico provee un
marco teórico para determinar el impacto del cambio climático sobre la distribución
de especies; es decir, se proponen hipótesis de distribución actual y futuras de las
29
especies, considerando el impacto potencial del cambio climático (Sánchez-
Cordero et al. 2004, 2005; Parra-Olea et al. 2005).
Las predicciones de las distribuciones actuales pueden ser validadas
posteriormente en campo con muestreos faunísticos, probando presencia o
ausencia de la especie en hábitat naturales versus en hábitat transformados y en
sitios en donde se ha estimado que las condiciones climáticas han cambiado o se
esperan que cambien (Sánchez-Cordero et al. 2004). De hecho, se ha realizado
una validación preliminar de estos modelos, confirmando las predicciones de
presencia de especies endémicas de mamíferos en hábitat naturales en Oaxaca
(Illoldi-Rangel et al. 2004). Para obtener los modelos finales de distribución
potencial actual y futura se corrieron los datos geográficos conocidos para las
especies con 19 variables obtenidas de WorldClim 1.3 (Hijmans et al. 2005). Estas
variables se utilizan ampliamente en estudios de modelado por considerarse
biológicamente significativas para caracterizar distribuciones de especies, ya que
representan tendencias anuales, estacionalidad y factores limitantes o extremos
(Hijmans et al. 2005).
3.4 Procesamiento, sistematización y análisis de información.
Para la determinación de la vulnerabilidad de las especies y de los ecosistemas,
se llevo a cabo una calificación de esta por medio del análisis de información
generada por la modelación de la distribución de las especies, su vulnerabilidad
intrínseca y su capacidad de adaptación. Antes de la valoración de la
vulnerabilidad total debe definirse la importancia relativa que para el caso en
análisis tienen cada uno de los ámbitos. Esta ponderación se entiende que puede
y regularmente es distinta dependiendo de los fines de la aplicación del sistema y
del caso en cuestión. Para el caso concreto de este análisis de vulnerabilidad de la
biodiversidad frente al cambio climático el peso relativo que se asignó a cada uno
de los ámbitos se puede observar en la siguiente tabla 4.
Tabla 4. Ponderación de las características para Vulnerabilidad total.
Ámbito
Ponderación
Riesgo de exposición
2
Vulnerabilidad intrínseca
3
Capacidad de adaptación
-1
Como puede observarse, el criterio de mayor peso es el referente a la
vulnerabilidad intrínseca del objetivo a evaluar (especies, taxa, ecosistemas, etc),
el ámbito que consideramos seguía a los anteriores en importancia relativa fue el
de riesgo de exposición y finalmente el de capacidad de adaptación que en éste
caso disminuye la vulnerabilidad total. En éste caso, los pesos relativos de los
ámbitos y criterios se definen a priori y en función de los propósitos del análisis. En
caso de una segunda aplicación de verificación o seguimiento debe respetarse la
ponderación inicial de otro modo los resultados no son directamente comparables.
Es importante señalar que el sistema permite hacer variaciones a las
30
ponderaciones con los resultados en mano y esa dificultad de la comparabilidad
de dos aplicaciones puede ser salvable.
Para el caso concreto de la valoración de la vulnerabilidad de la
biodiversidad frente al cambio climático el lote de criterios aplicables en cada
ámbito es el que se muestra a continuación. Son éstos los elementos que se
valoran al momento de aplicar el sistema de calificación comparativa y contra los
que se asigna un valor o calificación. El valor recomendado se asigna cuando se
reconoce que aplica o coincide con el mayor número de elementos o condiciones
que se describen en la evaluación de los criterios. Dicho de otra forma se asigna
el valor del párrafo que mejor describa la acción evaluada contra esos criterios.
Los criterios deben ser evaluados con metodologías convencionales, mejores
prácticas y procedimientos reconocidos y estándar, como se dijo antes la
profundidad dependerá de los recursos financieros, humanos y el tiempo que
quiera invertirse en el análisis.
Se emplea una escala de cuatro valores siendo 4 el máximo y 1 el mínimo. El
empleo de esta escala permite clara e indubitablemente distinguir un polo del otro,
dos valores mas próximos a un extremo (3 y 4, los valores mayores) y los valores
mínimos (1 y 2) mas próximos al otro extremo. Los valores máximos resultantes
de la sumatoria representan mayor vulnerabilidad y los mínimos menor
vulnerabilidad.
A continuación se describen los criterios para cada ámbito (Riesgo de exposición)
y su asignación de valores:
3.4.1 Riesgo de exposición
El riesgo de exposición, se encuentra relacionado con la variabilidad climática
(aumentos de temperatura, cambios en precipitación, cambios en los patrones de
las temporadas, tormentas y huracanes) y los posibles efectos en la distribución
espacial del objeto de estudio (especies, taxa, ecosistemas etc.) en periodos de
tiempo previamente establecido. Para calificar el riesgo de exposición se utilizaron
los criterios: Incrementa su distribución, Permanece en el estado actual, se
Fragmenta su distribución y se registra un decrecimiento en su distribución actual.
Para el análisis de esta característica, se tomaron en cuenta los modelos de
distribución generados durante este trabajo, donde se estableció una comparativa
entre las distribuciones de los modelos Actual, 2020, 2050 y 2080. En este
sentido, se asignó un valor de 1 como calificación el cambio en la distribución del
objeto se amplia con respecto a su estado anterior. Se asigna un valor de 2 como
calificación la distribución del objeto no cambia en su distribución respecto a su
estado anterior. Se asigna un valor de 3 como calificación cuando la distribución
del objeto se fragmenta con respecto a su estado anterior y finalmente se asigna
31
un valor de 4 cuando la distribución del objeto decrece en su distribución respecto
al estado anterior.
3.4.2 Vulnerabilidad intrínseca
La vulnerabilidad intrínseca de las especies y de los ecosistemas los hemos
definido como las características propias de estos que pudieran incidir y magnificar
los efectos que tenga el cambio climático en sus características ecológicas, entre
ellas, la sobrevivencia, situación de las poblaciones y las comunidades presentes.
Para el análisis de dicha característica, se utilizaron los criterios mostrados en la
tabla 5.
Tabla 5. Criterios utilizados para calificar la vulnerabilidad intrínseca.
ID
Criterios
1
Concatenación con vínculos ecológicos: La especie o sistema muestran dependencia a
relaciones interespecíficas o vínculos ecológicos que sea posible que se interrumpan o
cambien debido al cambio climático. Algunas estas relaciones pueden ser: Presas,
depredadores, forraje, parásitos, plantas hospederas, polinizadores, dispersores de
semillas, simbiosis, protocooperación, mutualismo, etc.
2
Vagilidad baja: Pobre habilidad de dispersión o colonización a nuevos rangos
apropiados. La habilidad de dispersión puede hacer a las especies más o menos
susceptibles a los efectos adversos al cambio climático.
3
Situación o Grado de amenaza: Aquí se considera si la especie esta incluida bajo algún
régimen de protección por ejemplo la NOM 059 SEMARNAT 2010 en México o su
presencia en la lista roja de la UICN o bien su condición de especie indicadora, clave o
su rareza taxonómica por ser linajes evolutivos únicos.
4
Endemismo: Especie endémica del estado o de la región se privilegia su condición de
endémica a Morelos de ser el caso.
5
Dispersión y densidad: Que ocupen espacios pequeños y con bajas densidades de
población.
6
Tolerancia o valencia ecológica: Se denomina valencia ecológica al campo o intervalo
de tolerancia de una determinada especie respecto a un factor cualquiera del medio
(como pueden ser la luz, la temperatura, la humedad, el pH o la concentración de
fósforo, nitrógeno u otro elemento químico) que actúa como factor limitante.
En particular nos ocupa la tolerancia a pulsos extremos, de exceso o descenso de
temperatura, de exceso o falta de agua por periodo prolongado así cómo incendios u
afectaciones recurrentes, por mencionar algunos ejemplos. Tolerancias ambientales
cercanas o umbrales que sea posible exceder debido al cambio climático
(particularmente por pulsos extremos) en cualquier estadio en su ciclo de vida. A nivel
ecosistema, que se rebasen los umbrales de riesgo crítico de los ecosistemas, donde el
rango de tolerancia depende de la vulnerabilidad de cada sistema.
32
7
Resiliencia: Capacidad de un sistema para retornar a las condiciones previas a la
perturbación. En ecología de comunidades y ecosistemas, el término resiliencia indica la
capacidad de las comunidades (mono o multiespecíficas) de absorber perturbaciones,
sin alterar significativamente sus características de estructura y funcionalidad, es decir,
pudiendo regresar a su estado original una vez que la perturbación ha terminado. En
ese sentido, se observa que comunidades o ecosistemas más complejos (que poseen
mayor número de interacciones entre sus partes), suelen poseer resiliencias mayores ya
que existe una mayor cantidad de mecanismos autoreguladores.
La capacidad de resiliencia de un ecosistema está directamente relacionada con la
riqueza de especies y el traslado de las funciones ecológicas que éstas tengan. Es decir
que un sistema en el cual sus integrantes tengan más diversidad y número de funciones
ecológicas será capaz de soportar de mejor manera una perturbación específica. Flujos,
agua, energía, nutrientes, elementos: a nivel ecosistémicos cambio en su estructura y
función, desacoplamiento o descomposición flujos del agua o de ciclos de nutrientes.
8
Presencia comparativa: Se refiere a si el taxón relativamente común fuera de la región y
no existen signos de disminución de la población, y si el taxón es capaz de dispersarse
en la región y hay (o pronto habrá) hábitat disponible. Si el taxón, por el contrario,
actualmente está disminuyendo en las regiones vecinas, es menos probable que ocurra
Está el taxón está muy disperso globalmente?
9
Dependencia de fuentes extrarregionales: Se refiere a si las poblaciones regionales
existentes son autosostenibles con una tasa positiva de reproducción a lo largo de los
años, o son dependientes de la inmigración para su supervivencia a largo plazo (es
decir, las poblaciones regionales son sumideros).
10
Grado de especialización: Especialización al hábitat y/o a los requerimientos de
microhabitat de las especies o del sistema. Es más problable que las especies con
hábitat generalizado o con requerimientos de hábitat no especializados toleren mayores
niveles en el cambio climático y en el ecosistema más que especies especializadas.
Las especies eurioicas son aquellas que se caracterizan por ser poco exigentes
respecto a los valores alcanzados por un determinado factor, o lo que es lo mismo, sus
valencias ecológicas registran una gran amplitud. A pesar de esto, el número máximo de
individuos no acostumbra ser muy elevado. En contraste, las especies estenoicas:
aquellas que son muy exigentes respecto a los valores alcanzados por un determinado
factor, o lo que es lo mismo, sus límites de tolerancia son estrechos. Sin embargo, si se
desarrollan bajo unas condiciones óptimas, el número de individuos puede llegar a ser
elevado.
11
Estrategia reproductiva: Ésta caracteristica también pueden hacerlos sensibles al
cambio climático. Algunos estudios sugieren que las especies con tiempos de
generación largos y menos crías (estrategia k) son más propensos a tener un mayor
riesgo de extinción por el cambio climático a largo plazo que aquellos cuya historia de
vida se caracteriza por tiempos cortos de generación y muchas crías (estrategia r).
Las especies eurioicas suelen ser r estrategas (individuos con un potencial biótico
elevado, que tienen muchas crías que no reciben cuidados), y consecuentemente, son
generalistas, mientras que las especies estenoicas suelen ser k estrategas (individuos
con una tasa de natalidad baja, que le proporcionan a sus crías unos cuidados hasta
alcanzar la edad adulta), y como consecuencia, son especialistas.
12
Muchas especies dependen de dichos factores ambientales como la aparición de
primavera y una serie de otros procesos esenciales como señales para la migración, la
floración, la reproducción, la puesta de huevos, la germinación de semillas, la
hibernación, etc.
33
13
Composición e interacciones a nivel ecosistémico: cambio en su estructura y función,
desacoplamiento o descomposición de composición de especies y sus interacciones,
cambios a nivel ecosistémicos en su estructura y función, en su distribución dentro de
los paisajes.
14
Singularidad. Especies singulares, o hábitat singulares por la presencia de especies con
características poblacionales singulares, concretamente especies migratorias,
congregatorias o de estructura poblacional compleja.
Para la calificación de esta característica, se asigna un valor de 4 como
calificación cuando la especie o sistema a calificar presenta alta dependencia a
relaciones interespecificas, un grado muy bajo de vagilidad, se encuentra con
algún régimen de protección nacional o internacional, muy baja tolerancia o
valencia ecológica, muy baja resiliencia muy baja presencia comparativa, alta
dependencia a fuentes extraregionales alto grado de especialización, tiempos de
generación muy largos con muy pocas crías, alta dependencia a disparadores
epecíficos, alta suceptibilidad al cambio en la composición e interacciones y alta
singularidad.
Se asigna un valor de 3 como calificación cuando la especie o el sistema
presenta dependencia media a relaciones interespecificas, un grado bajo de
vagilidad, baja tolerancia o valencia ecológica, baja resiliencia, baja presencia
comparativa, dependencia media a fuentes extraregionales, grado de
especialización medio, tiempos de generación largos con pocas crías,
dependencia media a disparadores específicos, suceptibilidad media al cambio en
la composición e interacciones y singularidad media
Se asigna un valor de 2 como calificación cuando la especie o sistema a
calificar presenta baja dependencia a relaciones interespecificas, un grado medio
de vagilidad, un grado medio de vagilidad, un grado medio de tolerancia o valencia
ecológica, resiliencia media, presencia comparativa media, baja dependencia a
fuentes extraregionales, grado de especialización bajo, tiempos de generación
cortos con considerables crías, baja dependencia a disparadores específicos, baja
suceptibilidad al cambio en la composición e interacciones y singularidad baja
Se asigna un valor de 1 como calificación cuando la especie o sistema
presentan muy baja dependencia a relaciones interespecíficas, un grado alto de
vagilidad, no se encuentra con algún régimen de protección nacional o
internacional, un grado alto de tolerancia o valencia ecológica, alta resiliencia, alta
presencia comparativa, muy baja dependencia a fuentes extraregionales, grado de
especialización muy bajo, tiempos de generación muy cortos con muchas crías,
muy baja dependencia a disparadores específicos, muy baja suceptibilidad al
cambio en la composición e interacciones y singularidad muy baja.
34
3.4.3 Capacidad de adaptación
Para el análisis de la capacidad de adaptación se tomaron en cuenta
características propias de las especies y de los sistemas que pueden atenuar o
disminuir los efectos del cambio climático sobre estos. Dichas características
pueden observarse en la tabla 6.
Tabla 6. Criterios utilizados para calificar la capacidad de Adaptación.
ID
Criterios
1
Disponibilidad del hábitat apropiado: Responde a la pregunta ¿Las
condiciones actuales del hábitat y/u otros requerimientos ambientales
(incluyendo climatológicos) del taxón en la región son tales que los
propágulos inmigrantes son capaces de establecerse con éxito (es decir,
hay espacios habitables) o han llevado a la desaparición del taxón en la
región debido a condiciones desfavorables? Si no hay suficiente hábitat
adecuado y las actuales medidas de conservación no conducen a un
mejoramiento del hábitat dentro de un futuro previsible, la inmigración
desde fuera de la región no disminuirá el riesgo de extinción.
2
Fragmentación: Significa que los hábitats de las especies ya estén
demasiado fragmentados a lo largo de su distribución, un alto grado de
fragmentación puede traducirse en aislamiento y hacer a las poblaciones
inviables.
3
Presión antropogénica: Significa que las especies estén expuestas a
presiones del uso humano, cómo el cambio de uso de la tierra y la
cobertura vegetal, que tengan algún valor económico. Que las especies
estén expuestas a presiones del uso humano, cómo el cambio de uso de la
tierra y la cobertura vegetal, o bien a presión antropogénica. Especies
sometidas alta presión antropogénica, un uso por su valor socioeconómico
y cultural. Interés socioeconómico de la especie y su hábitat, privilegiando
especies o grupos con alto grado de interés cultural y científico.
4
Conflictos Humanos-Vida Silvestre: Ocurrencia, frecuencia e importancia
relativa de conflictos entre humanos y la especie o grupo en cuestión.
Complementariamente viabilidad de uso Especies o grupos con viabilidad
de su aprovechamiento sustentable.
5
Probabilidad de la migración por propágalos: Responde a las preguntas
¿Hay poblaciones coespecíficas fuera de la región a una distancia tal que
los propágalos podrían alcanzar la región? ¿Es la población regional parte
de una metapoblación mayor que comprende sectores extra-regionales?
¿Existen barreras efectivas que eviten la dispersión desde y hacia las
poblaciones vecinas? ¿El taxón es capaz de dispersiones a larga
distancia? ¿Se sabe que lo hace? Si no hay poblaciones coespecíficas en
las regiones vecinas o si los propágulos no son capaces de dispersarse
hacia la región, la población regional se comporta como una población
endémica.
6
Evidencia de la existencia de adaptaciones locales: Responde a la
pregunta ¿Existen diferencias conocidas que reflejen las adaptaciones
locales entre las poblaciones regionales y extraregionales (es decir, es
probable que los individuos de las poblaciones extraregionales puedan
sobrevivir dentro de la región y los individuos de las poblaciones regionales
35
puedan en su caso sobrevivir fuera de la región)?
7
Respuestas adaptativas.- potencial (específico-taxa-ecosistémico) de
respuestas adaptativas de comportamiento, potencial (específico-taxa-
ecosistémico) de respuestas adaptativas fisiológicos/fenológicos, potencial
(específico-taxa-ecosistémico) de respuestas adaptativas genéticos,
potencial (específico-taxa-ecosistémico) de respuestas adaptativas
migración, potencial (específico-taxa-ecosistémico) de respuestas
adaptativas cambios demográficos (dentro de la distribución geográfica).
8
Estado de poblaciones extrarregionales (calidad): ¿Cuán abundante es el
taxón en las regiones vecinas? ¿Estas poblaciones son estables, aumentan
o disminuyen? ¿Existen amenazas importantes para estas poblaciones?
¿Es probable que las mismas produzcan una apreciable cantidad de
emigrantes y continúen haciéndolo en el futuro previsible?
9
Condiciones del medio ambiente fuera de la región: Responde a la
pregunta ¿Se está deteriorando el hábitat u otras condiciones del taxón, o
se proyecta que esto puede ocurrir, en el área de reproducción o en otras
áreas de las que el taxón utiliza recursos? Si la respuesta es sí, el taxón
experimentará una reducción o disminución continua, actual o proyectada.
10
Condiciones del medio ambiente dentro de la región: Responde a la
pregunta ¿Se está deteriorando el hábitat u otras condiciones del taxón, o
se proyecta que esto puede ocurrir, dentro de la región? Si la respuesta es
sí, el taxón experimentará una reducción o disminución continua, actual o
proyectada.
11
Reclutamiento potencial: Si la población reproductora es bastante grande y
no se están deteriorando las condiciones dentro o fuera de la región, la
posibilidad de una extinción regional es menos probable y las
probabilidades de reclutamiento mas altas.
12
Sinergia factorial. La existencia de otros factores de estrés tiene el
potencial de exacerbar los efectos del cambio climático sobre los individuos
y poblaciones. Por ejemplo, la exposición a contaminantes tales como
metales pesados, petróleo, pesticidas y otros contaminantes.
13
Viabilidad de recuperación. Especies o grupos de relativa mayor viabilidad
de recuperación (relativo a su resiliencia, mayor vagilidad u otros atributos
particularmente útiles en escenarios adversos de cambio climático).
14
Presencia en ANP. Presencia de la especie o del sistema en áreas
naturales protegidas sean de carácter federal o estatal, privadas, ejidales,
incluso UMA u otra modalidad que imponga cierto grado de protección
relativa a la especie-taxa-ecosistema en cuestión.
15
Otra condición del contexto que haga suponer que la capacidad de
adaptación a los efectos del cambio climático de la especie-taxon-
ecosistema en cuestión será alta.
Para su calificación, se asigna un valor de 4 como calificación cuando la
especie o sistema a calificar Alta disponibilidad de hábitat apropiado, muy baja
fragmentación del hábitat, muy baja presión antropogénica, no existen conflictos
humano-vida silvestre, alta probabilidad de migración por propagulos, existe
evidencia de adaptaciones locales, alto potencial de respuestas adaptativas, alta
calidad de las poblaciones extraregionales, alta calidad del ambiente fuera de la
36
región, alta calidad del ambiente dentro de la región, alto reclutamiento
poblacional, muy baja presencia de factores de estrés, alta viabilidad de
recuperación y presencia en áreas naturales protegidas.
Se asigna un valor de 3 como calificación cuando la especie o el sistema
presenta Disponibilidad media de hábitat apropiado, baja fragmentación del
hábitat, baja presión antropogénica, probabilidad media de migración por
propagulos, potencial medio de respuestas adaptativas, calidad media de las
poblaciones extraregionales, calidad media del ambiente fuera de la región,
calidad media del ambiente dentro de la región, reclutamiento poblacional medio,
baja presencia de factores de estrés y viabilidad de recuperación media.
Se asigna un valor de 2 como calificación cuando la especie o sistema a
calificar presenta baja disponibilidad de hábitat apropiado, fragmentación media
del hábitat, presión antropogénica media, baja probabilidad de migración por
propagulos, bajo potencial de respuestas adaptativas, baja calidad de poblaciones
extraregionales, baja calidad del ambiente fuera de la región, baja calidad del
ambiente dentro de la región, bajo reclutamiento poblacional, presencia de
factores de estrés media y baja viabilidad de recuperación.
Se asigna un valor de 1 como calificación cuando la especie o sistema
presentan Muy baja disponibilidad de hábitat apropiado, alta fragmentación del
hábitat, alta presión antropogénica, existen conflictos humano-vida silvestre, muy
baja probabilidad de migración por propagulos, no existe evidencia de
adaptaciones locales, muy bajo potencial de respuestas adaptativas, muy baja
calidad de las poblaciones extraregionales, muy baja calidad del ambiente fuera
de la región, muy baja calidad del ambiente dentro de la región, muy bajo
reclutamiento poblacional, alta presencia de factores de estrés, muy baja viabilidad
de recuperación y no presencia en áreas naturales protegidas.
37
3.4.4 Vulnerabilidad total
Como resultado de las tres medidas (Riesgo de exposición, vulnerabilidad
intrínseca y capacidad de adaptación) se obtuvo la vulnerabilidad total (Tabla 7).
Tabla 7. Rangos de los valores Máximos y Mínimos en Vulnerabilidad Total.
Rangos
Vulnerabilidad
1-5
Menor
vulnerabilidad.
5-10
10-15
15-20
Mayor
vulnerabilidad.
38
4 RESULTADOS Y CONCLUSIONES
4.1 Efectos del Cambio Climático
4.1.1 Mundial
Según el IPCC (2007), el calentamiento del sistema climático es inequívoco, como
evidencian ya los aumentos observados del promedio mundial de la temperatura
del aire (aumento de días y noches cálidas y decremento de días y noches frías) y
del océano, el deshielo generalizado de nieves y hielos (el promedio anual de la
extensión de los hielos marinos árticos ha disminuido en un 2,7 % por decenio), el
aumento en número y extensión de lagos glaciares debido a los cambios en la
nieve y los terrenos congelados y el aumento del promedio mundial del nivel del
mar (1,8 mm/año, y desde 1993 a 3,1 mm/año).
Dicho cambio climático tendrá un profundo efecto en la vida, entorno, salud
y seguridad de la especie humana Los cambios esperados en el clima incluyen el
aumento de las temperaturas, cambios en las precipitaciones, la elevación del
nivel del mar y la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos
extremos que producen mayor variabilidad climática (incendios devastadores, las
inundaciones, las sequías y los temporales) (Gitay et al. 2002; IUCN 2011).
Con un grado de confianza alto las proyecciones indican que, hacia
mediados del siglo, la escorrentía fluvial anual y la disponibilidad de agua
aumentarán en latitudes altas (y en ciertas áreas lluviosas tropicales) y disminuirán
en algunas regiones secas en latitudes medias y en los trópicos. También con un
grado de confianza alto, numerosas áreas semiáridas (por ejemplo, la cuenca
mediterránea, el oeste de los Estados Unidos, el sur de África y el nordeste de
Brasil) experimentarán una disminución de sus recursos hídricos por efecto del
cambio climático (IPCC, 2007).
En el contexto planetario, el aumento de la temperatura afectaría la gestión
agrícola y forestal en latitudes superiores del Hemisferio Norte, a ciertos aspectos
de la salud humana, como la mortalidad a causa del calor en Europa, o una
alteración de los vectores de enfermedades infecciosas en ciertas áreas y a
ciertas actividades humanas en la región ártica (por ejemplo, la caza, o los viajes a
través de nieve o hielo y los deportes de montaña) y en áreas alpinas de menor
elevación (IPCC, 2007).
Entre los sistemas humanos sensibles al cambio climático se incluyen
muchos recursos hídricos; agricultura (especialmente seguridad de los alimentos)
y silvicultura; zonas costeras y sistemas marinos (pesquerías); asentamientos
humanos, energía, e industria; seguros y otros servicios financieros y salud
humana. La vulnerabilidad de estos sistemas varía en función del lugar geográfico,
del tiempo y de las condiciones sociales, económicas y ambientales (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001).
39
4.1.2 América Latina
Para América latina los impactos varían en todo el continente y se considera
de secano del nordeste del Brasil, la región Amazónica septentrional, el altiplano
Peruano-Boliviano, y la costa del Pacífico de América Central y en el Noroeste de
América del Sur y el nordeste del Brasil. En este sentido, las sequías más severas
que se han producido en México en los últimos decenios han tenido lugar durante
los años de El Niño. Los ciclones tropicales junto con fuertes lluvias, crecidas y
deslizamientos de tierras son muy comunes en América Central y México
meridional. Por lo que se considera que si aumentaran El Niño o La Niña, América
Latina estaría expuesta a estas condiciones con más frecuencia (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001).
De entre los posibles efectos que se pudieran originar por el cambio
climático, se contemplan aumentos de temperatura y las correspondientes
disminuciones de la humedad del suelo que originarían una sustitución gradual de
los bosques tropicales por las sabanas en el este de la Amazonia. La vegetación
semiárida iría siendo sustituida por vegetación de tierras áridas. La productividad
de algunos cultivos importantes disminuiría, y con ella la productividad pecuaria,
con consecuencias adversas para la seguridad alimentaria. En las zonas
templadas mejoraría el rendimiento de los cultivos de haba de soja. En conjunto,
aumentaría el número de personas amenazadas por el hambre. Los cambios en
las pautas de precipitación y la desaparición de los glaciares afectarían
notablemente a la disponibilidad de agua para consumo humano, agrícola e
hidroeléctrico (IPCC, 2007).
Es bien sabido que América Latina tiene una de las concentraciones de
diversidad biológica más grandes de la Tierra, y cabe esperar que los impactos del
cambio climático aumenten el riesgo de pérdida de biodiversidad, particularmente,
la disminución de poblaciones de ranas y pequeños mamíferos en América
Central. Por otro lado, los bosques amazónicos restantes estarían amenazados
por la combinación de perturbaciones humanas, aumentos en la frecuencia y
escala de incendios, y disminución de las precipitaciones debidas a la pérdida de
evapotranspiración y al calentamiento mundial (Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático, 2001; IPCC, 2007).
4.1.3 México
En el caso particular de México, el riesgo frente a los efectos del cambio climático
fue analizado en el marco del llamado estudio de país, en el cual se menciona que
la temperatura podría aumentar de 3 a 4 oC en el noroeste, reduciéndose
ligeramente hacia el sur-sureste, donde el incremento sería de poco más de 2
grados centígrados (CONABIO, 1998).
40
Debido a que más de la mitad del territorio Mexicano se localiza en una
latitud subtropical caracterizada por la presencia de zonas áridas y semiáridas, así
como de selva húmeda y que cerca del 80% de los suelos del país registran algún
grado de erosión, con el cambio climático la desertización continuaría avanzando
a tasas más aceleradas, algunas regiones costeras en el Golfo de México
(Tamaulipas, Veracruz y Tabasco).
En el territorio mexicano, la precipitación podría ser más intensa, o por el
contrario, reducirse en toda la República dependiendo del modelo de simulación
usado; pero en todo caso, las implicaciones de estas diferencias, en términos de
la vulnerabilidad, serían negativas por lo que el abasto de agua para riego y para
consumo humano se vería afectado. De entre las cuencas afectadas, resalta la del
sistema fluvial Lerma-Chapala-Santiago que se considera la más vulnerable, ya
que se si bien queda agua disponible, frente al cambio climático se agotaría la
reserva, su clima cambiaría de húmedo a seco y no habría recurso suficiente para
los diversos usos (Ojeda et al. 1997; Magaña et al. 1999; Maderey y Jiménez,
2000). En cuanto a la agricultura, en especial la de temporal, sufriría pérdidas
cuantiosas a causa de la mayor frecuencia de sequías y el área con potencial de
producción de granos básicos se reduciría en forma considerable. Los resultados
mostraron que la producción de maíz de temporal en México se vería afectada de
manera negativa, pues la proporción del territorio nacional no apto para este
cultivo con base en los requerimientos óptimos de temperatura y precipitación
pasaría de 59.6% actual a 75.0 por ciento. Entre 8.4 y 22.0% sería
moderadamente apta y sólo entre 2.5 y 15.9% sería apta (Ojeda et al.1997; Flores
et al. 2003).
Los asentamientos humanos estarían muy expuestos en los estados con
rápido crecimiento poblacional, gran consumo de agua y en los que se registran
altos niveles de incidencia de enfermedades infecciosas, en particular en la región
del norte (Tamaulipas y Chihuahua), en la zona del centro (Jalisco y México) y en
el Golfo de México (Tabasco) (Aguilar, 2000).
4.1.4 Morelos
Para Morelos, los modelos producidos por Bolongaro-Crevenna et al. (2012)
indican una variabilidad del régimen de lluvias en las diferentes zonas del estado,
encontrando una disminución en la precipitación anual total en el sur, un ligero
aumento en los valles centrales y una tendencia a aumentar en las regiones altas
del centro y el noroeste, por otro lado, se proyectan aumentos continuos de la
temperatura mínima y máxima del aire desde 0.5 hasta 4ºC. En el caso de la
precipitación las proyecciones analizadas muestran tendencias a la disminución de
las lluvias.
Si bien hay proyecciones que prevén variaciones climáticas como las
señaladas, Morelos es un estado relativamente pequeño e inserto en cuencas
atmosféricas de mayores dimensiones cuyo comportamiento final frente a la
variabilidad pronosticada es aun incierta (Martínez Arroyo, com. pers. 2011). Lo
41
verdaderamente crítico para el estado de Morelos y su biodiversidad no serán las
variaciones promedio en el régimen de lluvias o en las temperaturas sino la
frecuencia y duración de los pulsos extremos en la presencia o ausencia de agua
o la persistencia de temperaturas extremas altas o bajas según sea el caso. En
este sentido, que se presente una helada no es un fenómeno inusual en las
regiones templadas del estado, por mencionar un ejemplo, pero que la helada
tenga una duración mucho mayor que lo usual puede hacer la diferencia para la
sobrevivencia de algunas poblaciones vulnerables.
Lo mismo podría decirse por ejemplo de que se presente una canícula más
aguda tanto por la temperatura extrema como por su duración. De darse este
escenario algunos cuerpos de agua pueden llegar a disminuir significativamente la
cantidad y la calidad (y por ende su profundidad y niveles de evaporación),
cambiar sensiblemente su temperatura o hasta desaparecer, con todas las
consecuencias y efectos que de ello puedan derivarse local, próxima y hasta
remotamente (no olvidemos que muchos de estos cuerpos de agua están
vinculados con otros espacios mas lejanos sea de forma subterránea o
superficial).
Dentro de los efectos de corto plazo están por supuesto la posible
desaparición de poblaciones de ciertas especies de plantas y animales, los
cambios en los patrones de distribución y composiciones florísticas y faunísticas
de dichos reservorios, esto sin mencionar los efectos predecibles en plazos
mayores, en este sentido, la vulnerabilidad actual de la sociedad a los cambios en
recursos hídricos se verá exacerbada en el futuro por la acción combinada de un
incremento en la demanda del recurso debido al aumento de la población y
condiciones más secas en muchas cuencas de la región (Magrin et al. 2007;
Imbach et al. 2010 en Martínez-Alonso et al. 2010).
42
4.2 Efectos e impactos previsibles resultado del cambio climático sobre la
biodiversidad.
4.2.1 Ecosistemas
Durante el presente siglo, la incorporación de carbono neta a los ecosistemas
terrestres alcanzará probablemente un máximo antes de mediados del siglo para,
seguidamente, debilitarse o incluso invertirse, amplificando de ese modo el cambio
climático. Además, si se toman en cuenta incrementos tanto del promedio mundial
de temperatura superiores a entre 1.5 y 2.5°C, como para las correspondientes
concentraciones de CO2 en la atmósfera (IPCC, 2007).
Los ecosistemas son vulnerables al cambio climático y a otras presiones
antrópicas como la degradación de tierras, cambio de uso del suelo y
contaminación. Algunas de estas presiones pueden actuar en sinergia y tienen
consecuencias sobre la diversidad de los ecosistemas y sus procesos ecológicos.
Esto a su vez tiene un impacto en los servicios ecosistémicos que estos proveen,
sin embargo, algunas de estas relaciones todavía requieren conocerse (Sala et al.
1999). En este sentido, se ha previsto un efecto en cascada o dominó, es decir
una acción iniciará una cadena de eventos que culminarán en un indeseable
evento posterior (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático, 2001; IPCC, 2007).
Las proyecciones y estudios indican un gran número de efectos sobre los
ecosistemas entre los más importantes podemos mencionar:
El cambio climático puede afectar directamente las características
funcionales y estructurales de los ecosistemas, así como sus dinámicas
(Goldammer y Price 1998; Fearnside 2004; Weng y Zhou 2006).
Cambios en las interacciones ecológicas (IPCC, 2007).
Desplazamientos de ámbito geográfico de las especies con consecuencias
predominantemente negativas para la biodiversidad y para los bienes y
servicios ecosistémicos (IPCC, 2007).
Afectaciones a nivel ecosistémicos pueden darse en su estructura y función
de los ecosistemas (por ejemplo en la descomposición, ciclos de los
nutrientes, flujos del agua, composición e interacciones de las especies)
(Gitay et al., 2002; IPCC, 2007).
Cambios en los regímenes de alteraciones (Gitay et al., 2002; IPCC, 2007).
Otros ejemplos puntuales de los efectos del cambio climático son (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001; CONANP,
2010):
La contracción de los glaciares y el deshielo de permafrost.
Cambios anticipados de las superficies de ríos y lagos con congelación
estacional.
Alargamiento de las estaciones de crecimiento a latitudes medias y altas.
43
Disminución de los servicios ambientales que estos generan (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001;
CONANP, 2010).
Muchos estudios de modelación del carbono de la biósfera muestran que la
capacidad de los ecosistemas de secuestrar carbono podría degradarse
severamente bajo escenarios de cambio climático (Cramer et al. 2004).
Los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas también van a
afectar a las personas que viven en los bosques así como a los sectores
forestales. La producción de madera cambiará de manera diferente según
las regiones, dependiendo de las condiciones climáticas (Osman-Elasha y
Parrotta 2009).
Un efecto que tiene gran importancia es que se refiere al desplazamiento de las
zonas de vida, definidas como zonas con condiciones climáticas adecuadas para
un tipo dado de ecosistema. Frente a estos cambios, las especies constitutivas de
un ecosistema pueden adaptarse mediante la plasticidad fenotípica, la evolución
adaptativa y la migración (Markham 1996; Bawa y Dayanandan 1998). Aun si, se
desconoce la capacidad adaptativa de muchos ecosistemas, se anticipa que esa
capacidad podría ser insuficiente para enfrentar los cambios climáticos previstos
(Gitay et al. 2002; Julius et al. 2008; Seppala et al. 2009 en Locatelli y Imbrach,
2010). La distribución futura de los ecosistemas depende en parte de la capacidad
de migración de las especies (Pitelka 1997; Kirilenko et al. 2000). Dicha capacidad
de migración de los ecosistemas dependerá de la configuración del paisaje en
donde las especies pueden moverse, por lo que la fragmentación del paisaje
puede reducir la capacidad de migración, modificando las tasas de dispersión de
semillas o reduciendo los hábitats adecuados para una colonización exitosa
(Locatelli y Imbrach. 2010).
La mayoría de los estudios sobre cambio climático y ecosistemas consideran una
capacidad ilimitada de migración o no migración (Pearson 2006). Suponiendo que
las zonas de vida se definen por las condiciones climáticas en que se desarrolla
un ecosistema, en el primer caso cuando la zona de vida se desplaza en el
escenario futuro, también lo hace directamente el ecosistema (Mendoza et al.
2001). En el segundo caso, si la zona de vida de un lugar se modifica con el
cambio climático, el ecosistema desaparece. La dificultad en considerar
escenarios más realísticos de migración viene de las incertidumbres sobre los
procesos de migración y la velocidad de migración de las plantas (Locatelli y
Imbrach. 2010)
La amenaza más importante depende de cada ecosistema y la función o servicio
específico de interés (Sala et al. 2000 para la biodiversidad), además de las
condiciones del ecosistema y su entorno. En lugares donde la deforestación tiene
tasas muy bajas, otras amenazas como el cambio climático pueden ser las más
importantes para la provisión de los servicios ecosistémicos (Imbach et al. 2010 en
Martínez-Alonso et al. 2010).
44
Entre los sistemas que se espera que sean más afectados por dichos cambios
podemos mencionar a los glaciares y el bioma de los hielos marinos, los
ecosistemas polares y alpinos, tundras, arrecifes de coral y atolones, manglares,
marismas, bosques boreales y tropicales, los humedales de praderas y los
remanentes de tierras de pastoreo nativas y a los ecosistemas de tipo
mediterráneo.
En este sentido, la resiliencia de numerosos ecosistemas se verá probablemente
superada en el presente siglo por una combinación sin precedentes de cambio
climático, perturbaciones asociadas (por ejemplo, inundaciones, sequías,
incendios incontrolados, explosiones poblacionales de insectos plaga y
acidificación del océano entre otras), y otros disparadores del cambio mundial (por
ejemplo, cambio de uso de la tierra, polución, fragmentación de los sistemas
naturales, sobreexplotación de recursos) (IPCC, 2007).
En lo que a los ecosistemas se refiere, se considera razonable que su resiliencia
ante los impactos del CCG depende de al menos los siguientes atributos
principales (March et al. 2011):
a) Su extensión: Mientras más grande son las dimensiones de un ecosistema
mayor posibilidad tiene de mantener una composición y estructura similar al
factor o factores que lo perturben.
b) Su integridad ecológica: En la medida que sus comunidades biológicas
estén más completas y con estructuras más enteras menores
oportunidades para especies invasoras existirán.
c) Su conectividad: De la conectividad entre las áreas de conservación
dependen los ajustes de distribución que las especies de flora y fauna
requieran ante los cambios en las condiciones climáticas y los cambios en
las condiciones ecológicas que estos impliquen. La conectividad ocurre a
muy diversos niveles y escalas espaciales y puede ser variable entre los
distintos ecosistemas contenidos dentro de un mismo paisaje (Ej.
conectividad hidrológica, etc.).
d) Su diversidad sucesional: Es probable que un ecosistema pueda tener una
mayor capacidad de auto-restauración si presenta una mayor entremezcla
de comunidades en distinta fase de sucesión, ya que esto le confiere una
mayor heterogeneidad a los paisajes y con ello un mayor capacidad de
resiliencia.
Se espera que el cambio climático incremente los peligros actuales de extinción de
algunas especies más vulnerables y que la amplitud geográfica de sus daños, así
como el número de sistemas afectados aumentará con la magnitud y la rapidez
misma del cambio climático. La variabilidad o el cambio climático pueden provocar
que se rebasen los umbrales de riesgo crítico de los ecosistemas, donde el rango
de tolerancia depende de la vulnerabilidad de cada sistema (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001; IPCC, 2007;
CONANP, 2010).
45
4.2.2 Especies
Ante la variabilidad y los cambios climáticos probables se esperaría la
permanencia de las especies con respuestas adaptativas a diferentes niveles,
entre ellos, de comportamiento, fisiológicos/fenológicos, genéticos, migración y
cambios demográficos dentro de la distribución geográfica de las especies. La
extinción de poblaciones y especies y desacoplamiento y reacomodo de
interacciones bióticas y su diversificación (Martínez-Meyer, 2011).
Los cambios a nivel de especies pueden afectar directamente a las funciones de
los organismos (por ejemplo, el crecimiento y comportamiento) y modificar las
características poblacionales (por ejemplo, el tamaño y estructura). Estos cambios
pueden a su vez, producir pérdidas en otras especies y un efecto en cascada
sobre la biodiversidad y la apertura del sistema a invasiones de especies no
autóctonas y por ende una mayor alteración (Gitay et al. 2002).
Aunque sólo un número limitado de especies se enfrentarán a condiciones
totalmente inadecuadas para la persistencia, otras experimentan una drástica
reducción y fragmentación de áreas de distribución o en caso contrario ampliar su
distribución, promoviendo la creación de nuevas comunidades naturales con
propiedades desconocidas. De hecho, algunos investigadores han argumentado
que en estas reorganizaciones de las comunidades se producen fuertes efectos
distributivos que extienden la duración de los efectos directos del cambio climático
sobre la distribución de las especies (Peterson et al. 2002).
Además, si las especies o las poblaciones se encuentran amenazadas, se espera
que el riesgo aumente por la sinergia entre el cambio climático y el cambio en el
uso de suelo que fragmenta los hábitats y promueve la construcción de obstáculos
a la migración de las especies, así como por la persistencia de muchos impactos
negativos sobre los ecosistemas y sus especies de origen antropogénico.
Es muy probable que los cambios esperados y la sinergias resultantes, den como
resultado que estas presiones lleven a que algunas especies actualmente
su extinción en el siglo XXI, en este sentido, se espera que aproximadamente el
30% de las especies de plantas y animales podría estar al borde de la extinción,
incluso hay quienes aseguran que hasta un 25% de las especies de plantas y
animales podrían ser llevadas a la extinción por el cambio climático global tan
pronto como el año 2050 (UICN, 2009; Nature 2009).
Dicha desaparición local de poblaciones de especies afecta sin duda a toda la
humanidad sin embargo, regularmente tiene un mayor impacto directo en las
sociedades humanas de ingresos más bajos, que dependen de la vida silvestre
para su subsistencia. El rango de usos, valores e importancia que la sociedad le
reconocen a los elementos de conforman la vida silvestre es muy amplia (Pérez
46
Gil et al. 1996). Además, es muy probable que la pérdida o reducción de especies
tendrá impactos sobre los servicios que presta la vida silvestre mediante la función
que cumple dentro de un ecosistema (por ejemplo, polinización, eliminación
natural de las plagas), la recreación (por ejemplo, la caza deportiva, la observación
de la vida silvestre) y las prácticas culturales y religiosas de pueblos indígenas
(Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001; IUCN,
2011).
Algunos de los efectos puntuales que pueden ocurrir en las especies son:
Desplazamientos y disminuciones de las poblaciones de plantas y animales
hacia el polo y a mayores altitudes (Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático, 2001; CONANP, 2010).
Florecimiento temprano de algunas especies de flora (Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001;
CONANP, 2010).
La emergencia de insectos (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático, 2001; CONANP, 2010).
Cambios temporales en puesta de huevos de algunas especies de aves
(Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, 2001;
CONANP, 2010).
Disminución de la diversidad biológica (Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático, 2001; CONANP, 2010).
En los bosques subtropicales, el 40% de las especies podrían desaparecer
(Fischlin et al. 2009).
47
4.3 Políticas públicas y lineamientos actores clave.
En México, la SEMARNAT es la encargada de instrumentar la agenda sobre
cambio climático. Esta institución cuenta con la Subsecretaría de Planeación y
Política Ambiental, para orientar la política y promover proyectos del Mecanismo
de Desarrollo Limpio, una Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales para
dar seguimiento a los acuerdos ambientales suscritos por México y el Instituto
Nacional de Ecología, para realizar tareas de investigación sobre mitigación y
adaptación, así como elaborar el Inventario Nacional de Emisiones de Gases de
Efecto Invernadero y las Comunicaciones Nacionales de México ante el Convenio
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (SEMARNAT, 2009).
En México, las acciones que se llevan a cabo en el tema de adaptación
ante el cambio climático se han considerado en:
El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 que da origen a los programas
sectoriales, institucionales, regionales y especiales, en donde especifica los
objetivos, metas, estrategias y políticas a implementar. El PND tiene un apartado
de sustentabilidad ambiental del cual se desprende un apartado de medio
ambiente; este apartado impulsa medidas de adaptación a los efectos del cambio
climático mediante a) el diseño y desarrollo de capacidades nacionales de
adaptación, b) el desarrollo de escenarios climáticos regionales para México, c)
evaluación de impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático en
diferentes sectores socioeconómicos y sistemas ecológicos, y d) promueve la
difusión de información sobre impactos, vulnerabilidad y medidas de adaptación al
cambio climático en diferentes sectores socioeconómicos y sistemas ecológicos
(SEMARNAT, 2009; BID, 2010).
La Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC) desarrolló la
Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENACC). La ENACC plantea líneas de
acción en materia de reducción de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático.
(SEMARNAT, 2009). La CICC a través del Grupo de Trabajo sobre políticas y
estrategias de Adaptación (GT-ADAPT), coordinado por el Instituto Nacional de
Ecología de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, identificó,
acciones de adaptación frente a los principales impactos previsibles del cambio
climático, lo que contribuyó al desarrollo del capítulo de adaptación del Programa
Especial de Cambio Climático (PECC) 2009-2012. El PECC respecto a la
adaptación y desarrollo de capacidades estratégicas al 2050 considera tres
grandes etapas (SEMARNAT, 2009):
Etapa de evaluación de la vulnerabilidad y valoración económica de
medidas prioritarias, en el periodo 2009-2012.
Etapa de fortalecimiento de capacidades estratégicas de adaptación,
nacionales, regionales y sectoriales del 2013 al 2030.
48
Etapa de consolidación de las capacidades construidas, entre 2031 y 2050,
conducirá a lograr las metas de adaptación de largo plazo
Entre los principales actores técnicos que participan en programas y proyectos en
el país se tienen (SEGOB, 2009; SEMARNAT, 2009; BID, 2010; CONAGUA,
2010):
El Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(PSMAyRN) 2007-2012; el Programa Nacional Hídrico 2007-2012.
Establece las acciones a seguir por la Comisión Nacional del Agua
(CONAGUA)
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario y Pesquero 2007-2012 por
medio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA).
El Programa de Atención a Contingencias Climatológicas (PACC) antes
Fondo para Atender a la Población Rural Afectada por Contingencias
Climatológicas (FRAPRACC).
El programa Sectorial de Gobernación 2007-2012 por medio del Sistema
Nacional de Protección Civil (SINAPROC) contando con el Fondo de
Desastres Naturales (FONDEN) y el Fondo para la Prevención de
Desastres Naturales (FOPREDEN).
El Programa Nacional de Protección Civil 2008-2012.
El Programa Sectorial de Desarrollo Social 2007-2012 mediante la
Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL).
El Programa Sectorial de Salud 2007-2012 por medio de la Facultad de
Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del
Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y de la Comisión Federal de
Protección contra Riesgos Sanitarios.
El Programa Sectorial de Energía 2007-2012; Petróleos Mexicanos
(PEMEX).
El Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes 2007-2012; la
Secretaría de Marina (SEMAR).
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN)
El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA); la Comisión Nacional
Forestal (CONAFOR).
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
(CONABIO)
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
(INIFAP).
La Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA).
La Secretaría de Energía (SENER).
En lo que respecta a los esfuerzos de programas para mitigar el cambio climático
en México (SEMARNAT, 2009; BID, 2010, SENER, 2010, PEMEX, 2011):
49
Principalmente en la reducción de emisiones de Gases de Efecto
Invernadero (GEI). A través del Programa Especial de Cambio Climático
2009-1012.
El Programa especial para el aprovechamiento de energías renovables de
la Secretaría de Energía.
El Programa de sustitución de equipos electrodomésticos para el ahorro de
energía.
El Programa de electrificación rural; El Proyecto de Energías Renovables a
Gran Escala (PERGE).
Proyectos de reducción de emisiones de GEI bajo el Mecanismo para un
Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto.
La Comisión Federal de Electricidad a través del Programa Institucional de
Cambio Climático (PICAC).
La SENER a través de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la
Energía (CONUEE).
La creación de normas oficiales mexicanas.
Programa de Ahorro de Energía en Instalaciones Industriales, Comerciales
y de Servicios Públicos.
Programa de Ahorro de Energía en la Administración Pública Federal.
Programa para la Producción de Calentadores Solares de Agua
(PROCALSOL).
Guías para el ahorro de energía en la pequeña y mediana empresa (Guía
para la estimación de pérdidas de energía térmica; Guía para el uso
eficiente de la energía en hoteles; Administración de la energía; Beneficios
del aislamiento térmico en la industria; Bases para el ahorro de energía en
calderas y sistemas de vapor; Eficiencia en calderas y combustión; Guía
para ahorrar energía en sistemas de aire comprimido; Proceso de
identificación de oportunidades de ahorro de energía; Medición y registro de
la energía en las pequeñas y medianas empresas; Motores eléctricos;
recuperación de calor de proceso; Tipos de trampas de vapor; y
Tratamiento de agua para su utilización en calderas).
El Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica.
Además se han creado las siguientes normas, leyes, reglamentos y estrategias en
el periodo 2007-2009:
Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía que se publico en
el Diario Oficial de la Federación el 28 de Noviembre de 2008 (SEMARNAT,
2009).
Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento
de la Transición Energética que se publico en el Diario Oficial de la
Federación el 28 de Noviembre de 2008. (SEMARNAT, 2009).
Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos publicado el 1 de
Febrero de 2008 (SEMARNAT, 2009).
Reglamento de la Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía
publicado el 11 de Septiembre de 2009. (SEMARNAT, 2009)
50
Reglamento de la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos que
se publico el 18 de Junio de 2009 (SEMARNAT, 2009)
Estrategia Nacional para la Transición Energética y el aprovechamiento
Sustentable de la Energía que se publico el 28 de Noviembre de 2008
(SEMARNAT, 2009).
Ley General de Cambio Climático (DOF, 2012).
NOM-004-ENER-
conjunto motor-bomba, para bombeo de agua limpia, en potencias de 0,187
kW a 0,746 kW. Límites, métodos de prueba
2009).
NOM-021-ENER/SCFI-
de seguridad al usuario en acondicionadores de aire tipo cuarto. Límites,
métodos de p (SEMARNAT, 2009).
NOM-017-ENER/SCFI-
de seguridad de lámparas fluorescentes compactas autobalastras. Límites y
(SEMARNAT, 2009).
NOM-019-ENER- ficiencia térmica y eléctrica de
(SEMARNAT, 2009).
51
4.4 Análisis de los diferentes escenarios de cambio climático en Morelos
(Actual, 2020, 2050, 2080).
Para obtener los modelos finales de distribución potencial actual y futura se
corrieron los datos geográficos conocidos para las especies con 19 variables
obtenidas de WorldClim 1.3 (Hijmans et al. 2005). Estas variables se utilizan
ampliamente en estudios de modelado por considerarse biológicamente
significativas para caracterizar distribuciones de especies, ya que representan
tendencias anuales, estacionalidad y factores limitantes o extremos (Hijmans et al.
2005).
La diferencia mas importante con los modelos de ANIDE es el tamaño de
celda de la información propuesta por ellos. Se trata de celdas de 0.5 grados vs
0.01 en el caso de las variables del IPCC. Si bien estamos de acuerdo con las
propuestas de V. Magaña (Magaña et al. 2011) acerca de la importancia de
generar modelos climatológicos y coberturas de CC a un nivel regional con
mejores bases técnicas que las que se tienen de IPCC, se tiene un problema.
Tanto las coberturas de Magaña como las de ANIDE, son propuestas con celdas
de 50 km x 50 km. Es una escala que como nosotros sabemos, no permite poder
hacer evaluación alguna con respecto a cómo los fenómenos de CC repercutirán
en especies endémicas o microendémicas, al menos de mamíferos, y que son
características de esta región.
Por eso una comparación de resultados es casi imposible. Un modelo de
nicho generado con las coberturas de ANIDE no permite sino decir en términos
casi binarios, ausencia-presencia, lo que sucede con las especies sujetas a este
estudio. El mayor nivel de resolución significa que la totalidad del estado de
Morelos se encuentre contenido en 6 pixeles.
Las variables climáticas para el futuro corresponden al modelo de
circulación general (MCG) HADCM3, un modelo acoplado atmósfera-océano
desarrollado por el Hadley Centre for Climate Prediction and Research. Se utilizó
el escenario A2 (alta emisión) que considera altas concentraciones de CO2
atmosférico (alta emisión) y un incremento en la temperatura que va de moderado
a alto. Este escenario describe un panorama muy heterogéneo caracterizado por
la autosuficiencia, la conservación de las identidades locales y una población
mundial en continuo crecimiento (Arnell et al. 2004; IPCC, 2000). Nos parece que
esta región geográfica tiene un crecimiento poblacional que puede verse reflejado
en un escenario de este tipo, todo menos conservador.
Para obtener los modelos finales de distribución potencial actual y futura se
corrieron los datos geográficos conocidos para las especies con 19 variables
obtenidas de WorldClim 1.3 (Hijmans et al. 2005). Estas variables se utilizan
ampliamente en estudios de modelado por considerarse biológicamente
significativas para caracterizar distribuciones de especies, ya que representan
52
tendencias anuales, estacionalidad y factores limitantes o extremos (Hijmans et al.
2005).
Existen varios métodos que pueden utilizarse para generar modelos de
distribuciones potenciales de las especies (Guisan & Zimmermann, 2000; Elith et
al. 2006). En este caso se utilizó MaxEnt, ya que estudios recientes muestran que
este método determina de una mejor forma las áreas de distribución potencial
adecuadas, en comparación con otros métodos (Elith et al. 2006; Phillips 2008;
Phillips et al. 2004, 2006). MaxEnt hace predicciones usando sólo los datos de
presencia de las especies. Este programa modela una distribución potencial del
hábitat disponible en el área de estudio, la cual está en función de los datos
ambientales (temperatura y precipitación) y de la distribución geográfica conocida
de la especie (latitud/ longitud). La distribución potencial de una especie es aquella
más cercana a la uniforme (es decir, la más cercana a tener probabilidades
iguales de presencia a lo largo de toda el área de estudio) sujeta a la restricción de
que la expectativa en la distribución modelada, para cada variable ambiental, debe
concordar con su promedio empírico a lo largo de la distribución real conocida
(Elith et al. 2010). Por lo tanto, el valor calculado por MaxEnt no es de probabilidad
MaxEnt asigna un valor de idoneidad de hábitat por cada celda de la
cuadrícula en el área de estudio, que va de 0 a 1, donde la celda con un valor de 1
presenta una similitud del hábitat conocido alta, mientras que aquellas celdas con
valores cercanos a 0 presenta una similitud baja o nula. Para estimar la
distribución potencial de las especies de estudio se utilizó MaxEnt versión 3.3.3k
(Phillips et al. 2012), con los parámetros predefinidos (umbral de convergencia =
105, máximo número de iteraciones = 500, valor de re to)
siguiendo a Phillips et al. (2012).
53
4.5 Análisis de riesgo y vulnerabilidad
4.5.1 De las especies
Es imposible e ilógico pretender realizar un análisis de la totalidad de las especies
que componen, a ese nivel, la rica biodiversidad de un estado como Morelos, por
ello la selección de una muestra de especies es indispensable, pero la selección
no es un asunto trivial porque de ella dependerá la naturaleza de los resultados
que se obtengan.
El procedimiento de selección de las especies partió de un ejercicio previo.
En el marco del desarrollo y puesta en marcha del Programa de Conservación de
Especies en Riesgo 2007-2012 (PROCER) que a través de la CONANP desarrolla
la SEMARNAT, se llevó a cabo una reunión con expertos de especies y
presidentes de los subcomités técnicos consultivos de especies prioritarias que
originalmente constituyera la Dirección General de Vida Silvestre de la
SEMARNAT que tuvo como objetivo enriquecer la implementación de dicho
programa precisando los criterios para la selección de especies e integrando la
lista de aquellas que los expertos consideran deben ser consideradas como
prioritarias (CONANP, 2007).
Para la selección final de las especies se procedió de la siguiente forma: se
propusieron las especies que los expertos consideraban debería contener el
Programa de Conservación de Especies en Riesgo 2007-2012, se integró en una
sola lista con un total de 251 especies, pero en tanto que el gobierno sólo tiene
capacidad para atender entre 10 y 30 especies posteriormente se procedió a la
priorización de ese total. La priorizaron se hizo a partir de la sumatoria de los
criterios ponderados que los especialistas consideraban aplicaba para una especie
determinada (CONANP, 2007)
En tanto que la lista resultante de la aplicación de los 14 criterios
consolidados que los mas de 70 expertos reunidos propusieron pretende resaltar
la prioridad a nivel nacional de la conservación de ciertas especies, algunos de los
criterios consolidados que se propusieron en esa ocasión fueron retomados en
este trabajo con los ajustes necesarios dado que se trata solo de una entidad
federativa.
Para definir la prioridad relativa de las especies morelenses se emplearon
en esta oportunidad criterios que nos remiten a la condición de vulnerabilidad de
las especies o grupos analizados y a su condición o importancia relativa actual
desde varias ópticas. Sin embargo entre los criterios también los hay para dar
cuenta de la naturaleza de los efectos potenciales del cambio climático así como a
las posibles recomendaciones para adaptación y mitigación de los mismos (Tabla
8).
54
Tabla 8. Criterios de selección para las especies modeladas.
ID
Característica
1
Propuesta como especie prioritaria a nivel nacional.
2
Conflictos Humano/Vida silvestre. Importancia y
Frecuencia de conflictos entre humanos y vida silvestre
(la especie en cuestión).
3
El alto grado de interés cultural y científico existente
respecto de ellas.
4
Especies con hábitat transfronterizo, en este caso
regional.
5
Especies endémicas a México.
6
Especies endémicas a Morelos.
7
Grado de amenaza NOM 059 en México.
8
Importancia estratégica como especie bandera para la
conservación de otras especies y su hábitat.
9
Importancia estratégica como especie clave para la
conservación de otras especies y su hábitat.
10
Importancia estratégica como especie indicadora para
la conservación de otras especies y su hábitat.
11
Importancia estratégica como especie sombrilla para la
conservación de otras especies y su hábitat.
12
Importancia Internacional (presencia en la lista roja de
UICN, CITES, CCA, y/u otros acuerdos
internacionales).
13
Linajes evolutivos únicos (Por ejemplo, mayor
importancia a taxa monotípicos que polítipicos).
14
Presencia de la especie en áreas naturales protegidas.
15
Presión antropogénica Especies sometidas alta
presión antropogénica.
16
Rareza taxonómica.
17
Especies Complejas (Especies con estructura
poblacional compleja (migratorias, altas
concentraciones o congregatorias).
18
Valor e interés socioeconómico y cultural de la especie
y su hábitat.
19
Viabilidad de recuperación.
20
Viabilidad de uso sustentable.
El reto posterior, que no se cubrió para todas las especies selectas, fue el
de certificar localizar información de las mismas, en la cantidad y calidad que
demandó el presente análisis. Lamentablemente no existe información a detalle
para muchas de las especies presentes en el estado de Morelos, incluso la
CONABIO, la organización que se ha ocupado de compilar el conocimiento sobre
55
las especies del país ha reconocido abiertamente su enorme desconocimiento
sobre las especies de Morelos, al grado que ha emitido, junto con el Gobierno del
Estado de Morelos, una convocatoria para financiar algunos proyectos que cubran
estos huecos de información. La CONABIO dispone de fichas técnicas
informativas, de desigual calidad y cantidad de datos, para tan solo cerca de 80
especies de plantas, hongos y animales que se distribuyen de manera natural en
el estado de Morelos (CONABIO, 2012).
4.5.1.1 Modelos de distribución de las especies analizadas
Como resultado de la priorización llevada a cabo en el inciso anterior, se
escogió un grupo de especies para hacer la modelación de nicho ya descrita,
dicha selección de las especies se debió a que no todas las especies se pueden
modelar a satisfacción ya que puede que se tengan pocos registros o bien en
sitios o ubicaciones imprecisas, o que en un caso extremo, no existan registros
disponibles para poder modelarlas, por solo mencionar los mas importantes
detalles de las limitaciones en dicha modelación.
Se realizó la modelación de 73 especies de flora y fauna ya que éstas
tuvieron los datos de geoposición accesibles. Las especies modeladas por grupo
fueron: 12 especies de Anfibios, 11 de mamíferos, 24 de reptiles, 14 de aves y 12
especies de vegetación. Dichas especies modeladas son consideradas
representativas de los ecosistemas presentes en el estado de Morelos.
En total se realizaron 296 modelos de nicho ecológico (cuatro por especie
para la distribución modelada actual y para los modelos de cambio climático hacia
los años 2020, 2050 y 2080) donde se muestra la probabilidad de ocurrencia en
cuatro rangos tomando el 4 cómo mayor y el 1 menor probabilidad. Los resultados
se muestran como en la figura 2 y pueden ser revisados a detalle en los anexos A,
B, C, D y E.
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Figura 2. Ejemplo de los modelos de distribución de las especies modeladas. Se muestra el
modelo para la distribución actual (a), para el 2020 (b), para el 2050 (c) y para el 2080 (d).
4.5.1.2 Vulnerabilidad para especies selectas
El 15.6% de las especies calificadas obtuvieron la vulnerabilidad total más baja y
se ubicaron con calificaciones entre 0 a 5 puntos. En este rango se encuentran
especies cómo la Iguana negra (Ctecnosaura pectinata), la tortuga estuche
(Kinosternon scorpioides), la serpiente cascabel (Crotalus triseriatus), la lagartija
escorpión (Gerrhonotus liocephalus), la paloma arroyera (Leptotila verreauxi), dos
especies de burseras (Bursera copallifera y B. bipinnata) y la especie con menor
calificación de todo el estudio, el venado cola blanca (Odocoileus virginianus).
Por otro lado, el 53.42% de las especies calificadas resultaron con una
vulnerabilidad dentro de un rango de 5.1 a 10 puntos. Algunas de las especies
relevantes en este rango son: la rana arbórea (Plectrohyla chryses), el escorpión
(Heloderma horridum), la tortuga casquito (Kinosternon integrum), el falso
camaleón (Phrynosoma orbiculare); algunas de las aves son, el halcón aplomado
(Falco femoralis), la huilota (Zenaida macroura), el halcón peregrino (Falco
peregrinus), la gallinita de monte (Dendrortyx macroura) y el gorrión serrano
(Xenospiza baileyi); los mamíferos están representados por el ocelote (Leopardus
pardalis) y el tigrillo (Leopardus wiedii); finalmente, en cuanto a la vegetación
podemos encontrar a la especie Stipa Ichu, los pinos Pinus ayacahuite y P.
moctezumae, una especie de encino (Quercus rugosa) y el madroño (Arbutus
xalapensis).
En un rango de mayor vulnerabilidad se encuentran el 30.13% de las
especies calificadas las cuales se encontraron en un rango de 10.1 a 15 puntos.
Algunas de las especies más importantes son: el teporingo (Romerolagus diazi), la
a
b
c
d
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nutria (Lontra longicaudis), el murciélago magueyero (Leptonycteris nivalis) y los
murcielagos Leptonycteris curasoae y Chiropterotriton chiropterus; de entre los
anfibios se encuentran tres especies de salamandras (Pseudoeurycea cephalica,
P. leprosa y P. belli) y la rana arbórea (Plectrohyla arborescandens); entre las
aves en encontramos al búho cara obscura (Asio stygius) y el ave semillero azul
(Amaurospiza concolor); la vegetación en este rango esta representada por el
sabino (Taxodium mucronatum).
Dentro de éste análisis una especie resultó dentro del rango mayor a 15
puntos y fue la especie Pseudoeurycea altamontana con 16.33 quien presentó la
mayor vulnerabilidad total.
4.5.1.3 Presentación por grupo
Peces:
Debido a que el grupo de los peces se encuentra dentro de áreas bien
delimitadas, ya sea en ríos o lagos, por las dificultades de geoposicionar la
ubicación de los sus individuos y por no poseer coberturas ambientales dentro de
estos sistemas, no es posible utilizar los mismos métodos de modelación y análisis
de nicho ecológico utilizados en este trabajo para la calificación de la
vulnerabilidad en otros grupos. Sin embargo, existen evidencias bibliográficas de
que éste grupo puede ser afectado por el cambio climático.
De manera general se habla de que a lo largo de los principales ríos del
Estado de Morelos, los peces prestan marcadas variaciones tanto en su riqueza
específica, como en la composición de las comunidades ícticas, situación que es
asociada a los gradientes altitudinales generan variaciones en la temperatura del
agua, lo que habla de la complejidad de los sistemas ribereños de la región
(Carrillo, 1994 en CONABIO y UAEM, 2004). En este sentido, cambios en la
temperatura del agua pudieran afectar la composición de tales comunidades, si
estos cambios llegaran a detonarse debido al cambio climático, habría que
contemplar el posible daño que pudiera repercutir en la composición y estructura
redes tróficas en donde participan los peces. En este sentido, se deberá incentivar
la reintroducción de especies nativas ya que estas pueden estar más adaptadas y
resistir los mejor cambios que puedan ocurrir.
Ya que la presencia de los peces depende de la cantidad y calidad de agua,
y por sus características cuentan con una poca o nula vagilidad para escapar de
condiciones adversas dentro de su hábitat, el grupo de los peces presenta una
vulnerabilidad elevada tanto como por efectos de cambio climático (entendido
como el incremento de temperatura así como de cambio en el régimen de lluvias)
como por efectos de eutrofización, sedimentación, contaminación y uso del
recurso agua de manera ineficiente. En este sentido, será importante conservar y
manejar adecuadamente los sistemas acuáticos en especial los poco más de 50
manantiales mencionados por CONABIO y UAEM (2004) ya que representan
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refugios de agua permanentes y de alta calidad para ciertas especies amenazadas
como Poeciliopsis balsas, pequeño pez endémico.
Por otro lado, es bien reconocido la importancia de la acuacultura en el
estado, en este ámbito la FAO (2012) destaca que el cambio climático brinda
nuevas oportunidades ya que en las regiones más cálidas puede aumentar la
producción debido a una mejor tasa de crecimiento, una temporada más larga de
crecimiento y la disponibili