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Facultad de Psicología - UBA / Secretaría de Investigaciones / XII Anuario de Investigaciones / Año 2004
ESTUDIO DE LA EXPRESIVIDAD EMOCIONAL Y LA REGULACIÓN
AFECTIVA EN DÍADAS MADRE-BEBÉ DURANTE EL PRIMER AÑO DE
VIDA Y SU RELACIÓN CON LA AUTOESTIMA MATERNA.
STUDY OF EMOTIONAL E XPRESSIVIT Y AND AFFECTIVE REGULATION IN MOTHER-INFANT DYADS
DURING THE FIRST YEAR OF LIFE AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM.
Raznoszczyk de Schejtman, Clara1; Lapidus, Alicia2; Vardy, Inés3; Leonardelli, Eduardo4; Silver, Rosa5; Umansky,
Eleonora6; Mindez, Susana7; Duhalde, Constanza8; Huerin, Vanina9; Mrahad, María Cecilia10; Zucchi, Alejandra11
1Master en Psicología (1984), Universidad de Bar Ilan (Ramat Gan, Israel). Licenciada en Psicología, con orientación Clínica, Universidad
de Buenos Aires (1985). Miembro Adherente Asociación Psicoanalítica Argentina. Profesora Adjunta Regular desde 1999 en Cátedra ll,
“Psicología Evolutiva-Niñez”; Facultad de Psicología (UBA). Directora del Proyecto de Extensión Universitaria: “Aportes de la Psicología
Evolutiva al trabajo con niños y adolescentes en situaciones de riesgo social”. Directora del Proyecto de Investigación UBACyT (P803)
2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-bebé, durante el primer año de vida”. Directora Proyecto de Investigación
2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”.
Acreditado y subsidiado por la Asociación Psicoanalítica Internacional.
RESUMEN
El presente trabajo presenta una articulación entre
resultados provenientes de la investigación empírica
observacional en díadas madre-bebé y conceptualizaciones
psicoanalíticas acerca de la estructuración psíquica.
Se recorren conceptos freudianos acerca del rol del
auxiliar externo en los primeros tiempos de la vida y
especialmente en la constitución de yo. Estos conceptos
se ligan a los aportes acerca de la regulación afectiva y
el Modelo de Regulación Mutua producidos por los
investigadores de infantes.
6H¿OPDURQGtDGDVPDGUHEHEp\VHHYDOXyODUHJXODFLyQ
afectiva a través del microanálisis de 3 minutos de interacción
cara a cara madre-bebé y 5 minutos de juego libre.
Se estudió la autoestima materna a través de una
entrevista y de instrumentos autoadministrados. Se
presentan los resultados obtenidos acerca de las
relaciones entre: la expresividad observada en la madre
y el bebé, la expresividad y la autoestima materna y las
diferencias obtenidas en las variables según el género
de los bebés.
Palabras Claves: Psicoanálisis, Psicología Evolutiva,
Interacción madre-bebé, Primer año de vida, Regulación
Afectiva, Narcisismo, Autoestima Materna.
ABSTRACT
The present paper deals with the overlapping between
data obtained from observational mother-infant research
and psychoanalytical conceptualizations on psychic
structure.
Freudian concepts, such as the function of the helping
H[WHUQDOREMHFWLQWKH¿UVWWLPHRIOLIHDUHSUHVHQWHGDQG
specially ego constitution is described. These concepts
are linked to the contributions of infant researchers on
affective regulation and Mutual Regulation Model. 40
mother-infant dyads were videotaped and affective
regulation was studied through the microanalysis of 3
minutes face to face interaction and 5 minutes free
play.
Maternal self esteem was studied through an interview
and self administered instruments offered to the mothers.
Results are presented on: the relations obtained between
the observed expressivity in the mother and the infant,
the relations obtained between Maternal Self Esteem and
expressivity and the relation obtained in all the variables
according to the gender of the baby.
Key Words: Psychoanalysis, Developmental Psychology,
Mother-infant interaction, First year of life, Affective
Regulation, Narcissism, Maternal Self-Esteem.
De la pág. 327 a la 336
328
INTRODUCCIÓN
Los conocimientos provenientes de la investigación en
infantes y en díadas madre-bebé con metodología
REVHUYDFLRQDOHPStULFDFRQWURODGRVFRQ¿DEOHV\YiOLGRV
pueden producir entrecruzamientos fecundos con la
concepción psicoanalítica reconstructiva de la estruc-
turación psíquica.
En relación al inicio de la vida psíquica, sabemos que los
cuidados parentales satisfacen simultáneamente las
pulsiones autoconservativas, a través de la satisfacción
real de la necesidad y las pulsiones sexuales, a través
del plus libidinal con el que ejercen esos cuidados,
ubicando al infans bajo predominio del principio del
placer. Así el desvalimiento es reemplazado por un yo
placer que prolonga el estado narcisista primordial. Freud
(1915).
El adulto auxiliador percibe el desvalimiento y el displacer
GHOLQIDQWH\RSHUDODDFFLyQHVSHFt¿FDTXHGLVPLQX\HHO
displacer, instalando la primera vivencia de satisfacción
Freud (1895). Los padres, en consecuencia, van
transformando el desvalimiento originario en yo placer,
constituyéndose en primeros objeto de la libido.
Freud llama principio de constancia a la tendencia a evitar
el aumento de displacer proveniente de la excitación. El
precario yo en constitución rechaza aquello que pueda
devenir fuente de displacer, lo arroja hacia fuera. El yo
SODFHU SXUL¿FDGRTXLHUH LQWUR\HFWDUVH WRGR OR EXHQR
proyectando la hostilidad hacia el exterior. Freud
(1925).
Green (1993) refuerza este punto planteando que este
yo de placer purificado, núcleo de experiencias
placenteras, es indispensable para adquirir una
organización mínima que permitirá al sujeto tolerar
posteriormente lo desagradable.
El yo placer constituye el primer nivel de diferenciación
entre placer y displacer.
)UHXGGH¿QHHODPDUFRPRODUHODFLyQGHO\RFRQ
sus fuentes, el yo placer es narcisista y megalómano, el
infans sólo se ama a sí mismo y no reconoce la fuente
de proveniencia de su satisfacción.
Tanto los estímulos pulsionales provenientes del mundo
interno, como los estímulos externos permanentemente
novedosos constituyen una potencialidad disruptiva
durante toda la vida que requiere una organización y
reorganización del yo, capaz de metabolizarla.
Cualidad y cantidad en la presentación de estímulos en
momentos de constitución psíquica, preservarán los
intercambios del bebé tanto con la madre como con el
mundo circundante bajo el dominio del principio del placer
y permitirán mantener el equilibrio homeostático. La
observación empírica minuciosa de bebés aporta datos
experimentales acerca de: umbrales perceptuales,
capacidades homeostáticas y de regulación sueño- vigilia,
regulación intersubjetiva y autorregulación, afectos
positivos y negativos, fallos interactivos y reparación de
los mismos, bidireccionalidad, reciprocidad y sincronía
en la díada madre-bebé, etc. Estos datos `pueden
constituirse en evidencias empíricas acerca de los
enigmáticos y determinantes primeros momentos de
estructuración psíquica.
Regulación afectiva e Investigación empírica en
infantes.
La noción de afecto en psicoanálisis posee una densidad
que atraviesa la obra de Freud y se continúa en otros
autores.
La conceptualización del afecto puede pensarse alrededor
de las dos teorías de la angustia en Freud.
Antes de 1926, Freud consideraba la angustia a partir de
un exceso de energía libidinal no liquidada. Esta
explicación esencialmente económica apuntaba a la
transformación directa de la libido en angustia.
En Inhibición, Síntoma y Angustia (1926), Freud sin
desechar la teoría anterior, agrega la segunda tópica. La
angustia crea la represión y es una indicación al yo
acerca de la inminencia de un peligro. El yo es la sede
de la angustia y productor de la señal morigerada que
protege al aparato psíquico frente a la amenaza pulsional
interna y la proveniente del mundo exterior. En esta
concepción el yo se constituye simultáneamente en
“vasallo” y “jinete” frente a los embates del ello, del super
yo y de la realidad exterior. A partir de esta perspectiva
se desarrolló la noción de regulación afectiva que está
siendo estudiada desde hace años por psicoanalistas e
investigadores de bebés, Fonagy y otros (2002), Gergely
\RWURV/RVDXWRUHVGH¿QHQODUHJXODFLyQDIHFWLYD
como la capacidad de controlar y modular nuestras
respuestas afectivas y la consideran crítica en la
constitución y regulación del self.
La regulación afectiva puede corresponderse con el
planteo freudiano del principio de constancia y de la
SRWHQFLDOLGDGWUDXPiWLFDTXHORVDIHFWRVKLSHUWUy¿FRVQR
ligados poseen para el psiquismo. La cantidad de afecto
negativo es potencialmente traumática, si el yo no logra
constituirse como conjunto de representaciones investidas
libidinalmente e inhibir las excitaciones displacenteras.
En este sentido, tanto desde el psicoanálisis, como desde
los investigadores de infantes el ambiente cuidador tiene
una función crítica en el logro de la regulación afectiva
en el infante.
Spitz (1969) considera el “diálogo” un factor fundamental
para capacitar al niño a construir gradualmente una
consistente imagen ideativa de su mundo. El diálogo es
el ciclo de la secuencia acción-reacción-acción, dentro
del marco de las relaciones recíprocas madre-hijo. Esta
forma muy especial de interacción crea para el infante
un mundo singular propio, con un clima emocionalmente
HVSHFt¿FR(VWHFLFOROHSHUPLWHDOEHEpWUDQVIRUPDUSRFR
a poco, los estímulos sin significado en señales
VLJQL¿FDWLYDV
ESTUDIO DE LA EXPRESIVIDAD EMOCIONAL Y LA REGULACIÓN AFECTIVA EN DÍADAS MADRE-BEBÉ DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA Y SU
RELACIÓN CON LAAUTOESTIMA MATERNA. // STUDY OF EMOTIONAL EXPRESSIVITY AND AFFECTIVE REGULATION IN MOTHER-INFANT DYADS
DURING THE FIRSTYEAR OF LIFE AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM. // Raznoszczyk de Schejtman, Clara; Lapidus, Alicia; Vardy, Inés;
Leonardelli, Eduardo; Silver, Rosa; Umansky, Eleonora; Mindez, Susana; Duhalde, Constanza; Huerin, Vanina; Mrahad, María Cecilia; Zucchi, Alejandra.
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Facultad de Psicología - UBA / Secretaría de Investigaciones / XII Anuario de Investigaciones / Año 2004
Brazelton y Cramer (1993) en su estudio sobre la relación
PiV WHPSUDQD GH¿QHQ OD FRQWLQJHQFLD HQ OD UHODFLyQ
madre-bebé inicial como un patrón de respuestas
apropiadas a las señales, necesidades y comunicaciones
emocionales del otro. Ambivalencia, ansiedad, falta de
LGHQWL¿FDFLyQ FRQORV UROHV SDUHQWDOHV \ DÀLFFLRQHVQR
resueltas en los padres, pueden producir fallos de
contingencia que pueden constituir obstáculos para la
autoregulación que va logrando el infante.
Los investigadores de infantes consideran un infante
activo con una capacidad regulatoria propia ya al nacer,
SHURpVWDHVD~QPX\OiELO HLQVX¿FLHQWH\UHTXLHUHGHO
andamiaje (scafolding) regulatorio que le provee el
ambiente. El estudio detallado de las manifestaciones
expresivas de los infantes: miradas, expresiones faciales,
gestos y vocalizaciones, permite detectar la constitución
de la intersubjetividad diádica, primera forma de
subjetividad que colabora en el difícil desafío del neonato
de ligar, y metabolizar estímulos internos y externos.
Tronick (1989), Gegerly (1995), Fonagy y otros (2002).
Tronick (1989, 1993, 1999), Brazelton y Cramer (1993)
Beebe y Lachman (1988) hablan de regulación mutua y
bidireccionalidad, no solo la madre regula la homeostasis
del infans, sino que éste colabora en la regulación de
procesos fisiológicos en la madre; por ejemplo, la
lactopoyesis (producción láctea).
Nuestro equipo de investigación UBACyT ha establecido
una colaboración con la Child Development Unit (Unidad
de Desarrollo Infantil) dirigida por Edward Tronick,
perteneciente al Hospital de Boston y a la Escuela de
Medicina de Harvard.
Nuestra investigación estudia la Expresividad con relación
a la regulación afectiva.
La Expresividad es uno de los parámetros más utilizados
como manifestación del bienestar o disconfort del infante
y del cuidador. Izard, C.E. y Doughertly, L. (1980), Kogan,
N. Y Carter, A.S. (1996), Campos Barrett y otros, Izard
(1978).
Los estudios experimentales actuales encontraron que
los infantes despliegan una variedad de expresiones
afectivas discretas apropiadas a la naturaleza de los
eventos y su contexto. Tronick (1989). La hipótesis de
base es que los infantes registran el sentido emocional
y los despliegues afectivos de sus cuidadores y éstos los
de los bebés. Esta condición lleva a que la interacción
entre ambos se constituya como una regulación mutua
de las expresiones afectivas de cada uno. Trevarthen, C.
(1979), Fogel (1993), Stern (1990).
El Modelo de Regulación Mutua elaborado por Tronick y
Weimberg (1997); se centra en la naturaleza interactiva
del desarrollo y el supuesto que la especie humana está
biológicamente motivada para comunicarse con otros
humanos y establecer estados intersubjetivos. Para los
seres humanos, el mantenimiento de la homeostasis
corporal es un proceso colaborador diádico.
Tronick (1989) también desarrolló la hipótesis de la
conciencia diádica que argumenta que infante y madre,
paciente y analista constituyen un sistema autoorganizado
que crea sus propios estados de conciencia, estados de
organización cerebral, que pueden expandirse en
sistemas más coherentes y complejos.
Los afectos positivos y negativos y su regulación fueron
minuciosamente estudiados en las investigaciones de
Tronick (1986). Este investigador estudia el interjuego
entre encuentros (matches) y desencuentros (mismatches)
en las primeras interacciones en díadas madre-bebé. Los
HQFXHQWURVVH GH¿QHQ SRUOD VLQFURQtD \ UHFLSURFLGDG
entre la expresividad de la madre y el bebé en un mismo
período de tiempo (por ej. madre vinculación positiva -
bebé vinculación positiva). Podríamos considerar los
encuentros como estados de regulación afectiva y los
desencuentros como estados de desregulación.
Dada la universalidad creciente del constructo o término
“interacción”, se puede apreciar la importancia de
establecer métodos para su efectiva evaluación, a través
de instrumentos de medición cualitativos y cuantitativos.
Sin embargo, la medición de las realidades abarcadas
por este concepto debe considerar la complejidad y
sutileza de su medición como así los alcances de la
misma para ampliar la comprensión acerca de los
enigmáticos primeros tiempos de la vida.
AUTOESTIMA
Freud (1914) introduce el narcisismo y lo plantea como
un nivel de diferenciación del autoerotismo. El narcisismo
como primer acto psíquico constituye un primer nivel de
XQL¿FDFLyQ\ HV KHUHGHURGHO QDUFLVLVPR SDUHQWDO6X
majestad el bebé viene a cumplir los deseos irrealizados
de los padres.
S. Bleichmar (1993) considera que los prerequisitos de
ligazón de la energía sexual originaria se encuentran en
el funcionamiento del narcisismo materno, concebido
ést e en su d i ferenciación del autoe r o t ismo y
objetalizándose en una comunicación trasvasante.
Bleichmar (1999) denomina narcisismo trasvasante al
investimiento libidinal que la madre inscribe en el infans
a través del plus de placer que no se reduce a lo
autoconservativo. Los cuidados que se le prodigan al
niño no solo conservan su vida en sentido estricto y
DSRUWDQDOD XQL¿FDFLyQ QDUFLVLVWD VLQR TXH VH OLJDQDO
inconciente y la sexualidad reprimida maternas y ponen
en circulación contenidos del orden de la imaginación y
la fantasía.
La madre cede generosamente una parte de sí. Ser
pensado y fantasmatizado por el narcisismo materno es
condición de la vida y de su persistencia.
Consideramos la autoestima como un aspecto de la
constitución narcisista.
/DDXWRHVWLPDVHGH¿QHFOiVLFDPHQWHFRPRODGLVWDQFLD
entre la percepción del Yo y el ideal del yo y fue objeto
de muchas investigaciones.
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El concepto de autoestima fue tanto estudiado desde
autores psicoanalíticos (Freud, 1914, 1923; Avenburg
1975; Green 1993, etc.) como operacionalizado a los
efectos de la investigación.
Casullo (1999), considera la autoestima y el autoconcepto
como entidades no tan individuales o íntimas como
comúnmente se supone. Éstas se consolidan y estructuran
en el curso de interacciones sociales. Se ha dicho que
quien se conoce, se inventa, por lo cual la investigación
empírica o clínica debe ayudar a diferenciar entre
conocimientos válidos e ilusiones necesarias pero poco
realistas.
Magraner Gil (1999) se refiere al “sentimiento de sí
mismo” como la cualidad afectiva alcanzada con la
LGHQWL¿FDFLyQQDUFLVLVWD\ORGLIHUHQFLDGHO³VHQWLPLHQWR
de autoestima” al cual considera un afecto posterior,
UHVXOWDGRGHXQDLGHQWL¿FDFLyQVHFXQGDULD\SURPRYLGR
desde la nueva estructura superyo -ideal del yo. La
autoestima es el desarrollo del afecto resultante de los
juicios de valor emitidos por el complejo superyo-ideal
del yo en su función de autoobservación, a partir del cual
FRPSDUDDO\RDFWXDO\RUHDOGH¿QLWLYRFRQHOLGHDO
&DO]HWWDGH¿QHODDXWRHVWLPDFRPRODSHUFHSFLyQ
que el yo tiene de sí mismo, de la medida de sus fuerzas
o de su solidez, de su capacidad para enfrentar desafíos
sin excesivos riesgos para su integridad. La autoestima
HVFRQVHFXHQFLD PDQL¿HVWD GH OD LQYHVWLGXUD GHO <RH
indica hasta qué punto éste se considera a sí mismo
FRQ¿DEOH\GLJQRGHVHUDPDGR([SORUDUHQORVRUtJHQHV
del sentimiento de autoestima obliga a internarse en la
constitución misma del Yo y en la de los vínculos sobre
los cuales se funda. El Yo incipiente crece en absoluta
adhesión a su objeto de amor, sobre el que se apoya y
con el cual se encuentra totalmente indiscriminado. El Yo
SRGUi FRQ¿DUHQ VtPLVPR HQ OD PHGLGD HQTXH HVWp
LGHQWL¿FDGR SULPDULDPHQWH FRQ XQ REMHWR FRQ¿DEOH \
coherente, en el cual pudo apoyarse para mantener su
organización y de quien obtuvo experiencias de
satisfacción suficientes, aún desconociendo que se
trataba de un otro.
Diversos investigadores encontraron que cuanto mayor
era la brecha entre la percepción de sí mismo y la del
ideal del yo, el sujeto sufría una sensación de temor,
LQVHJXULGDG\DQVLHGDG6KDQG\*UDZ\FRQÀLFWRV
neuróticos (Buchwalter, 1976; y Mc Clure, Mitchell y
Greshnik, 1982), entre otros trastornos.
Autores clásicos se centraron en la relación entre la
autoestima y la cualidad del maternaje: Winnicott (1969);
Bion (1967); Balint (1968); Bick (1964); Stern (1985);
Schejtman (1998) y otros. Bannet (1978) encontró en sus
investigaciones una relación significativa entre la
evaluación de la autoestima de la madre y la cualidad de
su maternaje, a mayor autoestima materna, más satis-
factorios los cuidados al bebé.
Schaffer (1977) describe el amor maternal como la
preocupación por el infante y el placer en la mutualidad
que se expresa en la sensibilidad respecto de las
necesidades, sentimientos y deseos del bebé. Esta
sensibilidad implica postergar momentáneamente
satisfacciones narcisísticas y predisponerse emocio-
nalmente para el recién nacido, Winnicott (1969),
Ainsworth y otros (1974).
Winnicott (1969) agrega que es necesario que la madre,
en este período, sea capaz de prestarle su self al bebé,
al modo de un Yo auxiliar y es a través de esa particular
interacción que el bebé será capaz de desarrollar su
propio self.
Brazelton y Cramer (1993) consideran que para
“sintonizar” con las necesidades de su bebé, la madre
WHQGUiTXHDSR\DUVHHQVXVLGHQWL¿FDFLRQHVFRQSDUWHV
de su propia experiencia infantil, proyectadas ahora en
su hijo y así aprender a conocer a su bebé, experimentando
una verdadera mutualidad. Sin embargo, al mismo tiempo
ODPDPiGHEHUiVDOLUVHGHHVWDLGHQWL¿FDFLyQ\UHVSHWDU
las señales individuales objetivas de su hijo. El buen
resultado de la labor materna depende de un equilibrio
HQWUHODLGHQWL¿FDFLyQSUR\HFWLYDHQFRQWUDQGRORTXHHV
igual a predominio de fusión) y la percepción objetiva del
bebé (advirtiendo la diferencia necesaria para la
separación).
El ambiente cuidador tiene una función crítica en el logro
de la constitución del núcleo narcisista del yo y a su vez
en el logro de la regulación intersubjetiva en la díada
primaria y en la posterior autorregulación del infante.
La autoestima fue una de las variables maternas
estudiadas en el proyecto de investigación “Estudio de
la Expresividad emocional madre bebé durante el primer
año de vida”. Ubacyt (P 803).
6KHD \ 7URQLFN GH¿QHQ ODDXWRHVWLPD PDWHUQD
como un factor psicológico básico que modera los efectos
biológicos y sociales que afectan a las mujeres en su
adaptación a la maternidad, ya que según las investi-
gaciones realizadas por los autores, tanto pequeñas
variaciones en la salud del bebé como mínimas
variaciones en el medio familiar afectan los sentimientos
de la mujer en el momento de su adaptación a la
maternidad.
En el marco de la investigación que reportamos la
autoestima materna fue evaluada utilizando el “Inventario
Materno Autoadministrado” Maternal Self Report
Inventory, Shea y Tronick (1988). Se trata de un instru-
mento validado por el equipo de investigación de la
Unidad de Desarrollo Infantil de la Escuela de Medicina
de Harvard, que evalúa la autoestima materna a partir
de 7 dimensiones conceptuales organizadas en 7
subescalas. Las dimensiones exploradas son:
I. Habilidad para cuidar al bebé, II. Habilidad general
como madre, III. Aceptación del bebé, IV. Relación
esperada y actual con el bebé, V. Sentimientos sobre el
embarazo, pre-parto y parto, VI. Aceptación de los propios
padres, VII. Imagen corporal y salud posparto.
El análisis de las respuestas permite evaluar el nivel de
ESTUDIO DE LA EXPRESIVIDAD EMOCIONAL Y LA REGULACIÓN AFECTIVA EN DÍADAS MADRE-BEBÉ DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA Y SU
RELACIÓN CON LAAUTOESTIMA MATERNA. // STUDY OF EMOTIONAL EXPRESSIVITY AND AFFECTIVE REGULATION IN MOTHER-INFANT DYADS
DURING THE FIRSTYEAR OF LIFE AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM. // Raznoszczyk de Schejtman, Clara; Lapidus, Alicia; Vardy, Inés;
Leonardelli, Eduardo; Silver, Rosa; Umansky, Eleonora; Mindez, Susana; Duhalde, Constanza; Huerin, Vanina; Mrahad, María Cecilia; Zucchi, Alejandra.
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Facultad de Psicología - UBA / Secretaría de Investigaciones / XII Anuario de Investigaciones / Año 2004
autoestima materna con respecto a cada una de las 7
dimensiones y obtener también una evaluación global de
autoestima materna.
En esta presentación describiremos las relaciones
existentes entre las diferentes subescalas del instrumento
de evaluación descripto. El análisis de estas dimensiones
SXHGHD\XGDUQRVDUHÀH[LRQDUDFHUFDGHODFRPSOHMLGDG
de este aspecto del funcionamiento materno.
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
Método
Características de la muestra
Muestra no aleatoria, intencionada.
40 madres entre 19 y 39 años y bebés sanos entre 23 y
31 semanas que se encuentren entre el percentil 10 y
90. Las madres son derivadas por sus pediatras con la
consigna de que se trata de un estudio sobre desarrollo
normal. Se requiere que las madres tengan estudios
secundarios completos y que hayan realizado al menos
2 visitas médicas de control durante el período de
embarazo. Se excluyen, enfermedades de la madre o
el bebé y complicaciones del embarazo, parto y
puerperio.
Procedimientos
Se tomaron bebés de 6 meses, como en otras inves-
tigaciones, Toda y Fogel (1993) y otros, porque a esta
edad los infantes adquieren un amplio rango de conductas
expresivas, una alta disponibilidad para el intercambio
con el ambiente y un aumento en el interés por objetos.
Este es un período donde se puede observar en los
bebés movimientos más claramente dirigidos hacia la
vinculación con el ambiente, tanto de personas como de
objetos materiales. En esta edad también la relación a
objetos materiales, juguetes, etc., es usada como
estrategia regulatoria tanto autodirigida como parte de la
interacción con los otros. Findje (1993).
6HH[SOLFDDODVPDPiVTXHOD¿OPDFLyQHVSDUDHVWXGLDU
el desarrollo de niños sanos.
Las madres son recibidas por un psicólogo formado en
un consultorio psicológico especialmente adaptado como
laboratorio de investigación.
/XHJRGHOD¿UPDGHOFRQVHQWLPLHQWRSDUDODXWLOL]DFLyQ
\SUHVHQWDFLyQGHOPDWHULDO¿OPDGRFRQ¿QHVLQYHVWLJDWLYRV
y académicos, la madre recibe las dos consignas respecto
de los dos períodos de observación: cara a cara y juego
libre, para evitar la interacción con la profesional entre
ambos períodos. El entrevistador se retira a un cuarto
FRQWLJXRGXUDQWHOD¿OPDFLyQ
El bebé está sentado, asegurado, en un bebesit. Se le
pide a la mamá no levantarlo durante 3 minutos y
simplemente que jueguen.
(VWDHVFHQD HV ¿OPDGDSRUGRVYLGHR FiPDUDV XQD
dirigida al bebé y otra a la mamá, manejadas por control
remoto desde una habitación contigua (sin cámara
Gesell)
3RVWHULRUPHQWHVH¿OPDQPLQXWRVGHMXHJROLEUHHQWUH
la mamá y el bebé. El bebé es colocado en una alfombra
con juguetes apropiados a la edad.
7HUPLQDGDOD¿OPDFLyQHOHQWUHYLVWDGRULQJUHVDDOUHFLQWR
donde se encuentran la madre y el bebé y entrevista a
la mamá sobre la historia evolutiva del bebé y los datos
demográficos en base a la EMI (Entrevista Materna
Autodministrada) diseñada por el equipo que consta de
110 variables cuantitativas y 9 variables cualitativas en
las cuales se registra el discurso materno.
Luego las madres completan los instrumentos autoad-
ministrados de evaluación de autoestima.
ANÁLISIS DE LOS DATOS
Análisis de la expresividad y regulación afectiva
La interacción cara a cara es microanalizada a través de
ODFRGL¿FDFLyQ GHODVFRQGXFWDVGH OD PDGUH\HO EHEp
correspondientes al primer período: interacción cara a
cara, según la escala ICEP.
La escala ICEP (Infant and Caregiver Engagement
Phases) es de apreciación holística a partir de la idea de
que las expresiones faciales relevantes conforman
FXDGURVGHFRQ¿JXUDFLRQHVGHFDUDYR]JHVWR\PLUDGD
&DGDFRQ¿JXUDFLyQH[SUHVLYLGDGFRPXQLFDFODUDPHQWH
el estado afectivo.
Resultan así dos subescalas, una referida al niño y otra
al cuidador. Cada subescala contiene “fases de
expresividad”, que van de uno a ocho para el niño y de
uno a nueve para el cuidador. Tanto para el bebe como
para el cuidador las fases podrían subdividirse en tres
grandes sub-categorías (mutuamente excluyentes):
Afectividad, positiva, Afectividad negativa o Afectividad
neutra.
(OPLFURDQiOLVLVFRQVLVWHHQFRGL¿FDUODH[SUHVLYLGDGGH
la díada madre-hijo durante una secuencia de interacción.
/RVFRGL¿FDGRUHVHQWUHQDGRVHVSHFt¿FDPHQWHSDUDHVWD
tarea, evalúan la expresividad tanto del bebé como de la
madre, segundo a segundo. Cada segundo está
compuesto a su vez por 30 cuadros de imágenes.
1XHVWURHTXLSRGHLQYHVWLJDFLyQUHDOL]yODFRGL¿FDFLyQ
de cada una de las imágenes de la madre y del bebé por
dos jueces independientes, para lograr standards de
FRQ¿DELOLGDGHTXLYDOHQWHVDOHTXLSRGH+DUYDUG
Se realizan también una serie de codificaciones
DGLFLRQDOHV3DUDHOLQIDQWHVHFRGL¿FDHODXWRFRQVXHOR
tanto verbal como táctil; por ejemplo, cuando el bebé se
habla a sí mismo o juega con sus manos, aplaude,
succiona o lleva a su boca algo diferente a su cuerpo,
FRPRODFRUUHDGHODVLOODRVXURSD7DPELpQVHFRGL¿FD
si el bebé trata de poner distancia, por ejemplo, alejando
su cuerpo del cuidador. Se evalúan también indicadores
de stress autonómico, como el hipo, la regurgitación, etc.
De la pág. 327 a la 336
332
(VWDV FRGL¿FDFLRQHV GHO LQIDQWH QR VRQ PXWXDPHQWH
excluyentes. Un infante puede autoapaciguarse y al
mismo tiempo distanciarse del cuidador.
Esta tarea fue supervisada en Boston y en Buenos Aires,
por el Prof. Edward Tronick, Jefe de la Unidad de
Desarrollo Infantil de Harvard.
Análisis del juego libre
3DUDXQDSULPHUDHYDOXDFLyQH[SORUDWRULDVHFRGL¿FDURQ
nueve díadas seleccionadas a partir de los puntajes
extremos obtenidos por las madres en las fases de
expresividad positiva evaluada con ICEP en los 3 minutos
cara a cara.
Se ha desarrollado una escala de evaluación cualitativa
para los 5 minutos de juego libre.
Análisis de la autoestima materna
Se utilizó el Cuestionario Materno Autoadministrado
(Shea y Tronick, 1988) Este inventario contiene 100
proposiciones escritas en primera persona frente a las
cuales la madre participante debe expresar su grado de
acuerdo en una escala de 5 grados (desde “Totalmente
Falso” hasta “Totalmente Verdadero”). El instrumento está
diseñado con un número igual de ítems positivos y
negativos para cada dimensión a fin de evitar las
UHVSXHVWDVHQEORTXH$GHPiVODVD¿UPDFLRQHVDFHUFD
de cada una de las dimensiones conceptua les
mencionadas se encuentran entremezcladas. Esta
metodología de construcción del inventario permite que
la valoración consciente de las madres acerca del
ejercicio de su rol se vea matizada por apreciaciones
preconcientes acerca del mismo. El instrumento fue
traducido y adaptado a las madres argentinas por el
equipo de investigación.
RESULTADOS
Se procesaron estadísticamente y se analizaron los datos
provenientes de las variables demográficas, del
PLFURDQiOLVLVGHODVLQWHUDFFLRQHVYLGHR¿OPDGDV\GHORV
cuestionarios administrados a las madres.
Los datos siguientes son relativos a la comprensión de
la expresividad afectiva en las interacciones madre-bebé,
de la incidencia de la autoestima materna sobre la
expresividad de la madre y de la relación posible entre
la expresividad afectiva materna y las características del
juego libre madre-bebé.
El análisis de los datos mostró que los bebés de la
muestra pasan un 44.1% del tiempo mirando el rostro de
su madre y un 55.9% mirando hacia otra dirección. En
cambio, las madres pasan el 99.3% del tiempo mirando
al rostro o cuerpo del bebé. Los bebés expresan afecto
SRVLWLYRXQGHOWLHPSRFRGL¿FDGR\VXVPDGUHVOR
hacen un 81.6% del tiempo, es decir que ellas muestran
5 veces más afecto positivo que los bebés. Las madres
expresan afecto neutro el restante 18.4% del tiempo y
sus hijos lo hacen en un 79,6% del tiempo total. Durante
ODV¿OPDFLRQHVHVWXGLDGDVODVPDGUHVQRKDQH[SUHVDGR
afecto negativo y los niños lo hicieron sólo el 3,7% del
WLHPSRFRGL¿FDGR
Diferencias por género: La expresividad registrada a
través de la escala ICEP arrojó diferencias en cuanto a
los miembros de la díada según el género de los
bebés.
1- Las madres de bebés varones pasan una mayor
proporción del tiempo desplegando afecto neutro
(Anova p< 0,011) y las madres de bebés mujeres
pasan una mayor proporción del tiempo expresando
afecto positivo (Anova: p<0,011).
(QWUHORVEHEpVOD~QLFDGLIHUHQFLDVLJQL¿FDWLYDREWHQLGD
fue que en las niñas se da una menor ocurrencia de
afecto negativo (t, unilateral, proporciones, p<0,05).
Sin embargo hay que tener en cuenta que el tiempo
promedio en que se registran afectos negativos es
bajo, menos del 4% del tiempo válido.
1RHQFRQWUDPRVGLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVHQWUHHOQLYHO
de autoestima de las madres de bebés varones y el
de las madres de bebés mujeres, excepto en una
subescala de la autoestima materna: Habilidad General
como Madre (Kruskal y Wallis: p<0,04; ANOVA:
p<0,023) donde las madres de los niños registran un
puntaje superior al de las madres de las niñas. Es
decir, que en general, el género del bebé por sí mismo
QRLQÀX\HGLUHFWDPHQWHVREUHODDXWRHVWLPDPDWHUQD
en esta etapa de la crianza, en la población
muestreada.
4- Los datos muestran que los niños y las niñas son
tratados diferente desde temprana edad. Las madres
dirigen mayor proporción de vocalizaciones hacia sus
hijas que hacia sus hijos en el sexto mes.
Autoestima materna
1- La autoestima materna en el grupo de madres estu-
GLDGRSUHVHQWDXQDEDMDYDULDELOLGDG$¿QGHKDFHU
comparables los resultados, se han obtenido promedios
de los resultados brutos de cada una de las subescalas.
Los valores promedio de las diferentes subescalas y
el valor de la Autoestima materna global oscilaron
entre un mínimo de 2,33 y un máximo de 4,40. Es decir
que, más allá de las diferencias individuales, la muestra
ha tendido a presentar niveles de autoestima
homogéneos.
2- Con una media de 2,8 puntos, la subescala IV “Relación
esperada con el bebé cuya media fue la de inferior
promedio. Asimismo, la subescala donde los niveles
de autoestima fueron más elevados fue la subescala
II “Habilidad general como madre”, donde la media fue
de 3,3 puntos. También ésta fue la escala que presentó
la menor variabilidad. En tanto que las subescalas que
mostraron mayor variabilidad entre las entrevistadas
fueron la subescala VII, que explora las vivencias
ESTUDIO DE LA EXPRESIVIDAD EMOCIONAL Y LA REGULACIÓN AFECTIVA EN DÍADAS MADRE-BEBÉ DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA Y SU
RELACIÓN CON LAAUTOESTIMA MATERNA. // STUDY OF EMOTIONAL EXPRESSIVITY AND AFFECTIVE REGULATION IN MOTHER-INFANT DYADS
DURING THE FIRSTYEAR OF LIFE AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM. // Raznoszczyk de Schejtman, Clara; Lapidus, Alicia; Vardy, Inés;
Leonardelli, Eduardo; Silver, Rosa; Umansky, Eleonora; Mindez, Susana; Duhalde, Constanza; Huerin, Vanina; Mrahad, María Cecilia; Zucchi, Alejandra.
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Facultad de Psicología - UBA / Secretaría de Investigaciones / XII Anuario de Investigaciones / Año 2004
relativas a la Imagen corporal y salud posparto y la
subescala VI, referida al grado en que la entrevistada
se ha sentido aceptada por sus propios padres en su
infancia.
3- Se realizaron correlaciones entre las diferentes
dimensiones de autoestima materna
Para ello y por tratarse de una variable cuasi-
FXDQWLWDWLYDVHXWLOL]yHOFRH¿FLHQWH5KRGH6SHDUPDQ.
(QFRQWUDPRVXQDFRUUHODFLyQVLJQL¿FDWLYDHQWUHFDGD
una de las subescalas que evalúan las dimensiones
de la autoestima materna y la escala global de
autoestima materna. Los valores de correlación
oscilaron entre 0,33, con VI Aceptación de sus padres
y 0,79, con I Habilidad para cuidar al bebé, y sus
YDORUHV GH VLJQL¿FDFLyQ HQ SUXHEDELODWHUDO IXHURQ
inferiores a 0,03 y 0,0+ respectivamente.
En cuanto a la fuerza de las correlaciones entre las
diferentes dimensiones de la autoestima materna,
evaluadas con las subescalas encontramos que la
dimensión o subescala I “Habilidad para cuidar al bebé”
es la que se muestra más relacionada con el resto de las
subescalas, presentando una correlación moderada con
4 de ellas: subescala II “Habilidad general como madre”
(Rho= 0,382; p< 0,02), subescala III “Aceptación del
bebé” (Rho= 0,354; p< 0,03), subescala IV “Relación
esperada y actual con el bebé” (Rho= 0,399; p< 0,01) y
la subescala VII “Imagen corporal y salud después del
parto” (Rho= 0,42; p< 0,01).
Esto significa que en su mayor parte los aspectos
mencionados de la autoestima materna tienden a
aumentar o disminuir en el mismo sentido. Por ejemplo,
una mujer que revela una autoestima alta en lo que se
refiere a su habilidad para cuidar al bebé, tiende a
presentar un nivel de autoestima similar con respecto a
la relación esperada y actual con el bebé.
La dimensión III: “Aceptación del bebé”, se correlaciona
también moderadamente con la IV. “Relación esperada
y actual con el bebé”, (Rho= 0,346, p< 0,03) y a V:
“Sentimientos sobre el embarazo, pre-parto y parto”
(Rho= 0,313, p< 0,05). La dimensión IV se correlaciona
a su vez con la VII (Rho= 0,368, p< 0,02). Finalmente,
encontramos que las dimensiones V. “Sentimientos sobre
el embarazo, pre-parto y parto” y VII “Imagen corporal y
salud posparto” presentan también una moderada
correlación entre sí (Rho 0,321; p 0,04). En cambio, en
nuestra muestra la dimensión VI “Aceptación de los
propios padres” no se muestra correlacionada de modo
HVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYRFRQODVGHPiVGLPHQVLRQHV
de la autoestima materna.
Como un resultado interesante de las relaciones explo-
radas entre las dimensiones de la autoestima materna y
ODVYDULDEOHVGHPRJUi¿FDVRVRFLDOHVUHOHYDGDVSDUHFH
interesante comunicar que se encontró que la dimensión
III de la autoestima materna, "Aceptación del bebé", es
VLJQL¿FDWLYDPHQWHPD\RUHQDTXHOODVPDGUHVTXH QR
trabajan en la actualidad y también entre aquellas que
no lo hacían antes del embarazo.
Autoestima y expresividad
1- No se encontró relación entre el nivel de autoestima
de la madre y los modos de expresión afectiva del
bebé.
2- Encontramos que a mayor autoestima materna (escala
general), tiende a ser mayor la proporción de
expresividad gestual positiva de la madre y menor la
de expresividad neutra. Es decir a mayor autoestima
de la madre, mayor tiende a ser el tiempo que
desplegará afecto positivo con su bebé
Es decir la autoestima de la madre correlaciona,
SRGUtDPRVSHQVDU³LQÀX\H´HQVXH[SUHVLYLGDGSRVLWLYD
hacia el bebé. Sin embargo, no se relaciona en esta edad
y contexto con la expresividad positiva del bebé. De lo
cual podemos inferir que la subjetividad de la madre
LQÀX\HHQVXSURSLRGHVSOLHJXHDIHFWLYRSHURKD\RWURV
elementos propios de la díada o ajenos a ella que inciden
en la expresividad del bebé.
Resultados Juego libre
La exploración efectuada sobre el juego libre sugiere
hasta el momento que los bebés de las madres que
exhibieron mayor tasa de afecto positivo en los 3 minutos
de interacción cara a cara tenían una tendencia más
marcada a la exploración de objetos en los 5 minutos de
juego libre, tanto por propia iniciativa como cuando éstos
les eran presentados por sus madres. Por otra parte, las
madres con autoestima más alta se distinguen,
precisamente por alentar en mayor medida, mediante la
acción y la voz, la conducta exploratoria con objetos.
DISCUSIÓN
Sintetizando nuestros hallazgos, encontramos una
asimetría muy marcada en cuanto a la expresión de
afecto positivo en la díada durante las interacciones
estudiadas. Las madres expresan cinco veces más afecto
positivo que sus hijos. Además, casi todas las instancias
de expresión de afecto positivo del bebé se dan cuando
la madre, a su vez, está expresando afecto positivo. Esto
nos lleva a establecer como hipótesis que el grado
elevado de manifestación de afecto positivo de la madre
podría ser una condición necesaria para el despliegue
de afecto positivo en el bebé, cuyo estado basal de
expresión afectiva es el de afecto neutro. Asimismo, en
este estudio encontramos datos preliminares que
indicarían que la expresividad positiva de la madre
durante la interacción cara a cara se encuentra ligada al
mayor despliegue de actividad exploratoria del bebé
durante la situación de juego libre.
Nuestros datos muestran también que en díadas
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334
normales, durante la interacción cara a cara, los bebés
pasan un poco menos de la mitad del tiempo mirando el
rostro de la madre, mientras que las madres miran a sus
bebés prácticamente todo el tiempo.
Si bien está altamente difundido en la literatura psicológica
HOYDORU FUXFLDOTXHWLHQH¿MDU OD PLUDGDKDFLDXQ URVWUR
humano para determinar un desarrollo normal, los datos
hallados muestran que los bebés no permanecen todo
el tiempo mirando a sus madres, aun en una interacción
FDUDDFDUDHVSHFt¿FDFRPRODSUHVHQWDGDHQHOGLVHxR
de nuestra investigación. A los 6 meses, los bebés se
interesan por otros objetos y van encontrando recursos
autorregulatorios.
Estos datos y los hallazgos acerca de la diferencias en
el despliegue de afecto positivo planteados anteriormente
pu eden explic a rse con otros halla z gos de l os
investigadores, Tronick y Weinberg (1997) y otros acerca
de la mayor frecuencia de desencuentros sobre los
encuentros y la sincronía en una interacción normal.
Podríamos inferir a partir de los datos una necesidad de
desidealizar la relación madre-bebé como de complemen-
tariedad y armonía. En una interacción normal las madres
deben tolerar que, aunque ellas estén en afecto positivo
estimulando a sus bebés, estos estén en afecto neutro
y que no las miren durante un porcentaje alto del tiempo.
Los estudios mostraron que las madres que padecen
problemas psícológicos o están deprimidas disminuyen
VLJQL¿FDWLYDPHQWHVXHVWLPXODFLyQDVXVEHEpVFXDQGR
estos están conectados con objetos Tronick y Weinberg
(1999). Podemos pensar que estas madres necesitan un
permanente feed back de expresividad positiva de sus
bebés que éstos no están en condiciones de brindar.
Además, los datos permiten concluir que el logro de la
mayor frecuencia de encuentros positivos entre la madre
y el bebé requiere del mantenimiento de la expresividad
positiva de las madres, aún cuando sus bebés estén en
afecto neutro o dirigiéndose a otros objetos.
De los resultados obtenidos podemos inferir que en el
grupo de madres estudiado parece existir un núcleo de
autoestima que se expresa con mayor fuerza a través de
la Autoestima Materna Global. Este se ve conformado
principalmente por la percepción de la mujer con respecto
a su habilidad para hacerse cargo del bebé en los
cuidados cotidianos. Esta percepción parece estar
relacionada también con la idea general que tiene la
mujer acerca de sus posibilidades para asumir las
funciones maternas a lo largo de toda la vida de su hijo,
con los sentimientos de aceptación con respecto a las
características particulares de su bebé y con su percepción
acerca de las características del vínculo que ha
establecido con él durante los primeros meses.
Por otro lado, los sentimientos sobre el embarazo preparto
y parto tienden a coincidir con la autoestima materna más
que el registro consciente de haberse sentido aceptadas
en la infancia por los propios padres.
Respecto de la relación encontrada entre la subescala
de autoestima materna referida a la Aceptación del bebé
y el trabajo materno, podríamos inferir que probablemente
el componente de la autoestima ligado a la aceptación
del bebé aumenta cuando la madre comparte menos la
presión de la crianza con la presión laboral. Quizás esta
disponibilidad influya en la aceptación de los ritmos
irregulares de la crianza y los desencuentros propios de
la etapa estudiada.
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De la pág. 327 a la 336
336
2Lic. en Psicología, Facultad de Psicología (UBA, 1980). Jefa de Trabajos Prácticos Regular, cátedra Clínica de niños y adolescentes,
Facultad de Psicología (UBA 1993-97). Jefa de Trabajos Prácticos Regular.Cátedra II Psicología Evolutiva-Niñez, Facultad de Psicología
(UBA 2004). Miembro del Proyecto de Investigación UBACyT (P803) 2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-
bebé, durante el primer año de vida” dirigido por la Lic. Clara R. de Schejtman. Miembro del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC
AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado
por la Asociación Psicoanalítica Internacional.
3Médica, (1983), Facultad de Medicina (UBA). Médica Especialista en Psiquiatría Infanto Juvenil (1992), Hospital Italiano, Facultad de
Medicina (UBA). Profesora y Coordinadora de Estrategias Psicoterapéuticas correspondiente al curso de Especialista en Psiquiatría Infanto
Juvenil, del Hospital de Clínicas, Facultad de Medicina UBA. Ayudante en la cátedra Evolutiva Niñez, Facultad de Psicología (UBA 2000).
Carrera Docente Universitaria; 4º Año en curso, Facultad de Medicina UBA. Miembro del equipo de Investigación del Proyecto UBACyT
(P803) 2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-bebé, durante el primer año de vida” dirigido por la Lic. Clara
R. de Schejtman. Miembro del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO
MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la Asociación Psicoanalítica Internacional.
4Diploma de Estudios Avanzados, 1992, “Ecole Pratique d’Hautes Études (Paris, Francia). Lic. en Psicología, Universidad de Buenos
Aires, 1999. Profesor asistente de Filosofía (UCA 2000). Ayudante en curso de Estadística, cátedras I y II, Facultad de Psicología, (UBA
1995). Ayudante en curso de Lógica y Espistemología, Facultad de Psicología UCA. Asesor metodológico y miembro del equipo de
Investigación del Proyecto UBACyT (P803) 2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-bebé, durante el primer
año de vida” dirigido por la Lic. Clara R. de Schejtman. Asesor metodológico y miembro del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC
AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado
por la Asociación Psicoanalítica Internacional.
5Lic. en Psicología, Facultad de Psicología (UBA, 1986). Profesora adjunta en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, en
el curso de Teoría y Clínica del Psicoanálisis con Niños. Ayudante de Primera Regular en la Cátedra ll, “Psicología Evolutiva-Niñez”;
Facultad de Psicología (UBA 2000). Miembro del equipo de Investigación del Proyecto UBACyT (P803) 2002-2003 “Estudio de la expresividad
emocional en díadas madre-bebé, durante el primer año de vida” dirigido por la Lic. Clara R. de Schejtman. Miembro del Proyecto de
Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE
FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la Asociación Psicoanalítica Internacional.
6Lic. en Psicología, Facultad de Psicología (UBA, 1981). Ayudante de Primera Regular, Cátedra II Psicología Evolutiva-Niñez, Facultad
de Psicología (UBA 2000). Coordinadora docente del Centro Medicus de Psicología Médica. Miembro del equipo de Investigación del
Proyecto UBACyT (P803) 2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-bebé, durante el primer año de vida” dirigido
por la Lic. Clara R. de Schejtman. Miembro del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION, AND ITS
RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la Asociación Psicoanalítica
Internacional.
7Lic. en Psicología, Facultad de Psicología (UBA, 1992). Ayudante de Primera Interina, Cátedra II Psicología Evolutiva-Niñez, Facultad
de Psicología (UBA 2000). Docente en Centros de Estudios Freudianos. Miembro del equipo de Investigación del Proyecto UBACyT (P803)
2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-bebé, durante el primer año de vida” dirigido por la Lic. Clara R. de
Schejtman. Miembro del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO MATERNAL
SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la Asociación Psicoanalítica Internacional.
8Lic. en Psicología UBA. Magister en Psicología Clínica y Psicoanalítica (DEA, Universidad de Paris V), Diploma de posgrado en
Psicopatología del bebé (Universidad de Paris XIII). Doctoranda en la Facultad de Psicología, UBA, Tesis en curso: “La transición a la
SDUHQWDOLGDGUHSUHVHQWDFLRQHVLQIHUHQFLDV\IXQFLRQDPLHQWRUHÀH[LYR´%HFDULDGH,QLFLDFLyQ8%$&\7%HFDULDGH'RFWRUDGR
UBACyT 2001-2003. Miembro del equipo de investigación UBACyT: “Estudios sobre la inferencia clínica en el proceso Psicoterapéutico”
(PS 051) dirigido por la Dra. Adela L. de Duarte. Co-Directora del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION,
AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la Asociación
Psicoanalítica Internacional.
9Lic. en Psicología (UBA, 1991). Doctoranda en Psicologia Clínica (UBA 2003). Especializada en la atención de niños sordos (1998).
Ayudante de primera interina, cátedra “Psicoanálisis: Psicología del yo” (Facultad de Psicología de la UBA, 1999). Miembro del Proyecto
de Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE
FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la Asociación Psicoanalítica Internacional. Miembro del Equipo de Investigación del Proyecto
“El proceso Inferencial clínico en psicoterapia: Aproximación Empírica 2” (P051) correspondiente a la Dra. Adela Duarte.
10 Lic. en Psicología (USAL, 1996). Especialista en Clínica - Hospital Israelita. Servicio de Psicopatología. Post-grado Teórico Clínico en
Psicopatología (1998). Profesora en enseñanza secundaria, normal y especial en Psicología (USAL, 2002). Ayudante de primera interina.
Cátedra II: Psicología Evolutiva Niñez. Facultad de Psicología (UBA, 2000). Miembro del equipo de Investigación del Proyecto UBACyT
(P803) 2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-bebé, durante el primer año de vida” dirigido por la Lic. Clara
R. de Schejtman. Miembro del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE REGULATION, AND ITS RELATION TO
MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la Asociación Psicoanalítica Internacional.
11 Lic. en Psicología (UB, 1998). Orientación Clínica (UB, 1999). Especialista en Psicología Clínica- Hospital Muñiz. Concurrente Egresada
(1999-2004). Ayudante de primera interina. Cátedra II: Psicología Evolutiva Niñez. Facultad de Psicología (UBA, 2000). Miembro del equipo
de Investigación del Proyecto UBACyT (P803) 2002-2003 “Estudio de la expresividad emocional en díadas madre-bebé, durante el primer
año de vida” dirigido por la Lic. Clara R. de Schejtman. Miembro del Proyecto de Investigación 2004-2005 “DYADIC AFFECTIVE
REGULATION, AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM AND REFLECTIVE FUNCTION”. Acreditado y subsidiado por la
Asociación Psicoanalítica Internacional.
ESTUDIO DE LA EXPRESIVIDAD EMOCIONAL Y LA REGULACIÓN AFECTIVA EN DÍADAS MADRE-BEBÉ DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA Y SU
RELACIÓN CON LAAUTOESTIMA MATERNA. // STUDY OF EMOTIONAL EXPRESSIVITY AND AFFECTIVE REGULATION IN MOTHER-INFANT DYADS
DURING THE FIRSTYEAR OF LIFE AND ITS RELATION TO MATERNAL SELF ESTEEM. // Raznoszczyk de Schejtman, Clara; Lapidus, Alicia; Vardy, Inés;
Leonardelli, Eduardo; Silver, Rosa; Umansky, Eleonora; Mindez, Susana; Duhalde, Constanza; Huerin, Vanina; Mrahad, María Cecilia; Zucchi, Alejandra.
De la pág. 327 a la 336