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Revista Cubana de Plantas Medicinales
versión On-line ISSN 1028-4796
Rev Cubana Plant Med v.14 n.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2009
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
Botánica, biología, composición química y propiedades farmacológicas
de Artemisia annua L.
Botanic, biology, chemical composition and pharmacological properties
of Artemisia annua L.
Lérida Acosta de la LuzI; Ricardo Castro ArmasII
I Doctora en Ciencias Agrícolas. Investigadora Titular. Centro de Investigación y Desarrollo
de Medicamentos (CIDEM). Estación Experimental de Plantas Medicinales "Dr. Juan Tomás
Roig". Ciudad de La Habana, Cuba.
II Máster en Informática Médica. Investigador Agregado. Centro de Información Farmacéutica
(CINFA). CIDEM. Ciudad de La Habana, Cuba.
RESUMEN
INTRODUCCIÓN: se presenta una revisión bibliográfica sobre Artemisia annua L., una
hierba perteneciente al género Artemisia, la cual incluye alrededor de 400 especies. A.
annua ha sido utilizada tradicionalmente como tratamiento herbario contra la malaria en
China y en otras partes del mundo.
OBJETIVOS: recopilar y actualizar la información publicada sobre A. annua.
MÉTODOS: se realizó una amplia búsqueda bibliográfica que permitió identificar y consultar
varias decenas de artículos científicos referentes a A. annua, sobre todo de los últimos 20
años, así como varios libros y monografías sobre la planta. En el presente trabajo se
analizan los aspectos históricos más importantes relacionados con la planta, descripción
botánica, origen y distribución geográfica, requerimientos ambientales, composición química,
producción de aceites y sus propiedades farmacológicas.
RESULTADOS: estudios realizados señalan que no solo la artemisinina y sus derivados
tienen efectividad farmacológica demostrada, sino que también su aceite esencial es de
interés por su empleo terapéutico como antimicrobiano y antiinflamatorio, además de ser
efectivo contra catarro y asma. Se ha estudiado también que las partes aéreas de esta
planta tienen propiedades antibacteriana, antiséptica, febrífuga y las semillas son usadas en
el tratamiento de flatulencias como carminativa y digestiva; y los estudios in vitro indican que
la artemisinina que contiene puede matar además de los protozoarios causantes de la
malaria a otros parásitos y bacterias, lo que apoya su uso tradicional para el tratamiento de
parásitos gastrointestinales y la diarrea infecciosa.
CONCLUSIONES: de A. annua se han sintetizado 2 derivados como nuevos fármacos para
curar la malaria: artesunato y arteméter, los que han sido reportados en la lista de
medicamentos esenciales por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual demuestra
sus potencialidades y efectividad terapéutica en el tratamiento de estas enfermedades.
Palabras clave: Artemisia annua, artemisinina, plantas medicinales, reseña bibliográfica,
acciones farmacológicas, arteméter, artesunato.
ABSTRACT
INTRODUCTION: this is a bibliographic review on Artemisia annua L., a medicinal herb from
Artemisia gender, which includes approximately 400 species. A. annua, traditionally is used
as an herbal treatment against malaria in China and in other world zones.
OBJETIVE: to collect and update the information published on Artemisia annua L.
METHODS: authors conducted a wide bibliographic review allowed them to identify and to
look for some ten scientific articles on A. annua, mainly of the past 20 years, as well as some
books and monographs on this plant. Aim of present paper is to analyze the most important
historical features related to this plant, a botanical description, origin and geographical
distribution, environmental requirements, chemical composition, oil production and its
pharmacological properties.
RESULTS: studies performed showed that not only the artemisinine and its derivatives have
a demonstrated pharmacological effectiveness, but also that it essential oil is of interest by its
therapeutical use as antimicrobial and anti-inflammatory, as well as to be effective against
asthma and cold. There are evidences that the aerial parts of this plant have antibacterial,
antiseptic, febrifugal properties, and seeds use in flatulences as carminative and digestive
and the in vitro studies show that artemisinine content may to keel as well as the Protozoa
causing of malaria other parasites and bacteria, supporting its traditional use for treatment of
gastrointestinal parasites and infectious diarrhea.
CONCLUSIONS: from A. annua it have been two derivatives as new drugs to cure of
malaria: artesunate and artemeter, which have been reported in essential drugs list by WHO
demonstrating its potentials and therapeutical effectiveness in treatment of these diseases.
Key words: Artemisia annua, artemisinine, medicinal plants, bibliographic review,
pharmacological actions, artemeter, artesunate.
INTRODUCCIÓN
El género Artemisia incluye un gran número de especies, aproximadamente 400, la mayoría
de los representantes son hierbas o arbustos aromáticos, entre las que se destaca,
Artemisia annua L., por su importancia como fuente de nuevas y efectivas drogas
antimaláricas1 y de empleo conocido en la medicina herbaria tradicional china.2
Se refiere que es oriunda de Asia, con origen en China, donde forma parte de la población
nativa de las plantas de estepa de las provincias Chahar y Suiyuan (40º N2 1092 2† E); su uso
tradicional en el tratamiento de la malaria data desde hace casi 2 000 años, como consta en
el primer grabado fechado en esa época,3 lo que fue publicado en la Farmacopea de la
República Popular China,4 en la que también se registra que la especie es conocida
comúnmente en los países asiáticos como qinghaosu y en los occidentales con el nombre de
sweet wormwood. Además, se plantea que tiene reconocido uso en su lugar de origen,
donde se emplean las hojas secas como fuente de materia prima para la extracción de
artemisinina, compuesto madre para una nueva clase de drogas antipalúdicas.5,6 Es por ello
que la revisión se ha concentrado en esta especie que contemporáneamente se conoce es
efectiva como droga antipalúdica y se adiciona que en la medicina herbaria tradicional china
se han utilizado las partes aéreas para combatir diarreas infecciosas, fiebre y parásitos
intestinales.
Varios autores han destacado que aunque la síntesis química de la artemisinina a partir de
A. annua puede realizarse, el proceso es muy costoso y complejo, resultando más
económico y viable como opción para el futuro su extracción mediante plantas cultivadas.7-10
Algunas pruebas con el cultivo de esta planta se han efectuado a partir de la década de los
años 1980, especialmente, en la India,11,12 Estados Unidos,13 Madagascar,14 Tasmania,15
Vietnam,16 Brasil,17 entre otros; y más recientemente se realizan investigaciones en Cuba, en
la Estación Experimental de Plantas Medicinales "Dr. Juan Tomás Roig", ubicada en San
Antonio de los Baños, provincia La Habana.
En esta revisión se presentan y discuten aspectos analíticos y de los principios activos de A.
annua y otros criterios sobre el conocimiento de dónde crece mejor, lo que supone una
excelente oportunidad de desarrollo económico para la industria y la investigación y, en
última instancia, para contribuir a reducir la carga de morbilidad que ocasiona la malaria.
DESARROLLO
Historia
Durante la Segunda Guerra Mundial y en los años siguientes la presencia de la malaria en el
mundo fue reducida drásticamente por causa del control del vector de esta enfermedad, la
hembra del mosquito de la especie del género Anopheles y al advenimiento del insecticida
DDT, además, porque los organismos causantes de la malaria humana en su forma variada,
los protozoarios del género Plasmodium las especies P. falciparum, P. vivax, P. malariae, P.
ovale fueron controlados de manera eficaz mediante el uso de derivados sintéticos de la
quinina.
Ya en 1961, se reportaba que la incidencia de la enfermedad ascendía a alrededor de 100
000 casos y en 1977 la cifra se elevó a 30 millones, la causa fue la resistencia mostrada por
el mosquito al DDT y por el parásito a la quinina. En el presente, la situación global es que la
malaria es la enfermedad más seria y devastadora en el trópico, que al menos 300 millones
de casos clínicos se conocen en todo el mundo con hasta 2,7 millones de muertes anuales;
además se añade que 80 % de ellos se registran en África subsahariana y que la
enfermedad causa pérdidas de 12 millones de dólares anuales.18,19
Ante este incremento masivo de la malaria y la seria reducción de la efectividad de las
drogas antipalúdicas estándares, los ojos se volcaron hacia las posibilidades que muestran
las plantas medicinales como fuente importante de compuestos con posible actividad
antimalárica, en especial, A. annua, la que según después de haber sido investigada parece
ser, entre las numerosas especies del género Artemisia, la única que contiene artemisinina,
compuesto cuya fórmula molecular es C16H26O5, una lactona sesquiterpénica endoperóxida
de la serie "cadinenos";20,21 sin embargo, otros opinan que la artemisinina la contienen
además de A. apiacea (considerada un sinónimo de A. annua), también otra especie, A.
lancea.22
Aunque los científicos chinos a finales de la década de los sesenta del siglo xx estudiaron la
efectividad de la infusión de la hierba A. annua, no la encontraron y como explicación se
consideró la hipótesis de que esta planta era utilizada junto con otras más que posibilitaban
potenciar la actividad antipalúdica; hierbas con saponinas o con flavonoides pudieran
favorecer la extracción de la artemisinina en el agua caliente y haber reforzado la actividad,
pero mediante la extracción con dietil éter los científicos chinos aislaron e identificaron en
1972 un compuesto químico, la artemisinina, que demostró marcada actividad antipalúdica
en animales de experimentación.23 En China se afirma que esta planta fue utilizada
tradicionalmente como tratamiento herbario contra la malaria desde muchos años atrás; que
aparece entre las 52 prescripciones del Mawangdui de la Dinastía Han en el año 168 a.C. y
se le recomienda en las fiebres en el Manual de Prescripciones de Ge Heng en el año 341
d.C. Se adiciona que con posterioridad fue redescubierta en 1971, al encontrar en un
extracto etéreo actividad antimalárica contra Plasmodium berghei y que en 1972 se aislaron
varios sesquiterpenos, uno de los cuales, es la artemisinina o qinghaosu, el cual resultó
activo contra Schistosoma japonica, S. mansoni, entre otros. Asimismo, manifiesta que sus
resultados son muy alentadores en las formas cerebrales de P. falciparum, la letalidad de 7 a
10 % es la mitad de la registrada con la quinina o cloroquina y desaparece con mayor
rapidez la parasitemia y la fiebre.24 Además, otros investigadores en el año 2002 expresaron
que su uso clínico en países como China, Tailandia, Cambodia, Laos, Vietnam, Brasil, Zaire,
Gabón, Madagascar, Ghana, etc. ha demostrado que alrededor de 90 % de los pacientes
resolvieron la fiebre y la parasitemia con 48 h de tratamiento y que a los 3 d se reduce la
biomasa parasitaria.25
Descripción botánica. Origen y distribución geográfica
A. annua la describen como un arbusto de la familia Asteraceae, antigua Compositae, que
alcanza alturas desde 30 a 250 cm en dependencia de la línea o variedad, la región de
crecimiento y de algunos factores agronómicos, particularmente, la densidad de población.
Esta planta exhibe una característica arquitectura foliar en forma de torre, con tallos
cilíndricos de 0,2 a 0,6 cm de diámetros y ramas de 30 a 80 cm de longitud que muestran
hojas bipinnatífidas, glabras, con segmentos lineales y dentados, cubiertas de pelos
glandulares densos por ambos lados. La inflorescencia se ofrece en panoja terminal, con
flores de la cabezuela pequeñas, de 2 a 3 mm, heterógama, de color amarillo típico, con
brácteas anchas, globulares, acuminada; las flores del borde son femeninas, con corola 4
lobulada y las del centro hermafroditas, con corola 5 lobulada y con 5 estambres; el fruto es
un aquenio ovoide gris, con alrededor de 0,5 mm. Las hojas y la inflorescencia presentan
tricomas glandulares con alto contenido de aceite volátil, que le proporciona especial
fragancia y sabor ligeramente amargo.26,27
En las Buenas Prácticas Agrícolas y de Recolección de la Organización Mundial de la Salud
se informa que el período de desarrollo de A. annua comprende cerca de 9 a 10 meses
desde la siembra hasta la cosecha, que transcurren unos 100 días desde la emisión de
botones y flores hasta la fructificación, y a partir del estado de floración la planta deja de
crecer.28
La especie se ha introducido y naturalizado en variedad de países y está ampliamente
distribuida en las zonas templadas y tropicales del mundo. Se le cultiva en las partes sur y
este de Europa, en países como Hungría, Bulgaria, Rumania, Francia, Holanda, Suiza;
norte, centro y este de Asia, en Tailandia, Burma, Malasia, Madagascar; en Australia; en
América del Norte, en EE. UU. y en Sudamérica en Argentina y Brasil. De igual modo en
países del norte de África, Kenya, Uganda, Tanzania y República Democrática del Congo,
también en pequeñas áreas experimentales en la India; aunque para su uso industrial ha
sido recolectada fundamentalmente de fuentes silvestres. Algunos la han cultivado a gran
escala, las mayores áreas se han desarrollado en varias provincias de China, alrededor de
600 hectáreas y en Vietnam unas 3 000 hectáreas.28,29
Requerimientos ambientales
El rango climático para la producción industrial de A. annua es importante, aun cuando se le
considera oriunda de latitudes relativamente templadas, sus orígenes se refieren a las
regiones templadas de China (40º N), formando parte de la vegetación natural de estepa en
alturas de 1 000 a 1 500 m sobre el nivel del mar; la planta es capaz de crecer de manera
satisfactoria en amplias latitudes: templadas, subtropicales y tropicales, si se utilizan semillas
nativas seleccionadas para estas áreas16,26 o también mediante mejoramiento genético
como fue demostrado por diversos investigadores.30-32
Respecto a que A. annua se considera una planta de día corto, de poco más o menos 13 h
luz, en experimentos de campo llevados a cabo en Australia, Tasmania, donde se comparó
en un clima marítimo templado fresco en los meses de primavera (octubre y noviembre) con
inicios de verano en diciembre el trasplante de A. annua, se pudo observar que todas las
plantas florecieron al mismo tiempo independientes a la duración del período de luz.15 Sin
embargo, en la India, en Lucknow (26º 522 N), las posturas de la misma selección europea
que fue usada en el experimento de campo antes mencionado, las posturas fueron
trasplantadas en el período de invierno relativamente fresco de mediados de diciembre y se
encontró que la formación de botones ocurrió cuando la longitud del día fue de 11:16 h, con
plena floración y rendimiento máximo de materia seca de hojas y flores, así como de
artemisinina, alrededor de 6 semanas más tarde, el 26 de marzo, con una duración del día
de 12:15 h.33
En estudios basados en la floración y la producción de artemisinina desarrollados en
condiciones de invernadero y campo se verificó que esta es una planta de día corto. En un
experimento realizado en EE. UU. (Indiana) en invernadero, con temperatura constante de
27 ºC, con plantas de una selección china, comprobaron que la inducción floral se iniciaba
cuando el fotoperíodo resultaba de 13:31 h y que la formación de los botones ocurrió 2
semanas más tarde, con una longitud del día de 12:57 h; las interacciones temperatura x
fotoperíodo no se estudiaron en esta investigación en invernadero.34,35 A pesar de ello,
después se llegó a la conclusión que el cultivo de A. annua no se adaptaba al trópico,
porque es una planta anual de día corto y que por tanto florecería de pequeño tamaño sin
lograr suficiente biomasa;26 sin embargo, se ha confirmado que su rango es mucho más
amplio, por lo que es necesario reconsiderar estas aseveraciones, porque las evidencias han
demostrado que el empleo de líneas de floración tardía ha originado altas concentraciones
de artemisinina (0,5-1,5 %) en las hojas de las plantas, lo que incrementaría los rendimientos
en las latitudes tropicales si la cantidad de biomasa de hojas no fuera tan grande como la de
algunas líneas que crecen en latitudes templadas.33
Al parecer, por causa de la desigualdad en horas luz de los diferentes países y regiones,
cada estado del crecimiento y desarrollo se ve afectado por la duración de la luz solar;
además, se muestra un cambio muy marcado en lo que respecta a la fecha de plantación, el
rendimiento de biomasa, la inducción floral, la floración y el contenido de artemisinina en las
plantas cultivadas en climas más calientes tropicales y subtropicales, donde las plantas
florecerían antes si se prolonga la iluminación.
Respecto a la acumulación de artemisinina y sus requerimientos ecológicos, se comprobó en
investigaciones efectuadas que la planta crece preferible en condiciones de clima
relativamente cálido y seco, que la temperatura del aire óptima para su cultivo es entre 20 a
25 ºC, con promedio anual entre 13,5 y 17,5 ºC; consideran que lo más útil para la planta es
crecer en regiones de clima tropical húmedo monzónico, donde el promedio de temperatura
durante toda la fase de crecimiento es de 17,6 a 28,4 ºC, las precipitaciones son de 1 150 a
1 350 mm, de las cuales entre 600 y 1 000 mm las demanda durante el estado de
crecimiento, además de señalar que necesita algo de sombra solo en la fase de semilleros
para evitar la luz solar directa.36
En estudios posteriores relacionados con las diferentes latitudes realizados en Vietnam,
cerca de Hanoi, en una latitud de 21º 022 N, descubrieron en un experimento de campo, que
se alcanzó adecuada cantidad de materia seca de hojas con altos rendimientos de
artemisinina, cuando se cosechaba antes de florecer.16 Más tarde, en 1996, aparece similar
situación respecto al rendimiento de materia seca y al de artemisinina en estudios
ejecutados en Madagascar, con latitud de 18º 522 S, con material cosechado antes de
florecer en un experimento de campo practicado a 1 500 m sobre el nivel del mar.37
Otro aspecto importante dentro de los requerimientos ecológicos es el suelo, el cual no
constituye una gran problemática para A. annua; la planta no tiene demandas específicas
porque ha crecido en amplia diversidad y por ello se le considera muy adaptable a muchos
tipos, aunque prefiere suelos profundos, con más de 30 cm de capa arable y de buen
drenaje; resulta intolerante a los suelos ácidos con pH por debajo de 5,0-5,5.28
Existen pocos estudios en A. annua relacionados con este aspecto y su influencia en el
crecimiento vegetativo y concentración de artemisinina, pero sí se han publicado algunos
datos sobre la intolerancia o la tolerancia a los suelos ácidos o alcalinos. Se expresa que en
Australia (Tasmania), se llevó a cabo un experimento de campo donde se estudió el efecto
de las dosis 0 y 10 t/ha de caliza (carbonato de calcio) bien molida, sobre el crecimiento de
la planta en un suelo rojo krasnosión (suelo ferralítico rojo, según la Clasificación Genética
de los Suelos de Cuba)38 con pH 5,0 en la parte superior (capa de 500 mm) y se encontró
que el tratamiento con caliza 10 t/ha aumentó el pH del suelo de 5,0 a 5,5 y proporcionó que
el rendimiento de materia seca de hoja en la línea yugoslava de A. annua se incrementara
de 1,0 para 6,5 t/ha, mientras que con la línea china se elevó de 4,5 a 8,0 t/ha y, además,
enfatiza que las concentraciones de artemisinina o del ácido artemisínico no se vieron
afectadas por el cambio de pH del suelo.15,39
Es de destacar que las respuestas de estas 2 líneas en un amplio rango de pH del suelo
fueron después estudiadas por este investigador, mediante un experimento en macetas
colocadas en invernadero, utilizando el mismo tipo de suelo citado para el experimento de
campo y caliza bien molida en las equivalencias siguientes: 0; 1; 2,5; 5; 10; 20 y 40 t/ha
mezcladas de manera uniforme con el suelo para dar valores promedios de pH de 5,0; 5,2;
5,3; 5,4; 6,0; 7,4 y 8,2, respectivamente. Ambas líneas crecieron de modo adecuado en el
rango de pH de 5,4 a 7,4, pero la línea china fue mucho más tolerante a los puntos más bajo
y más alto de pH (pH 5,0 y pH 8,2).33
Estos resultados sugieren que existen grandes diferencias entre las líneas de A. annua en
cuanto a la susceptibilidad del pH, pero se debe recordar que la respuesta de las plantas al
pH del suelo, como es conocido, no se debe solo a la aplicación de caliza, sino también a
que se aumenta o disminuye la disponibilidad de otros nutrientes como magnesio o aluminio.
En el estudio citado anteriormente para suelo rojo krasnosion en Tasmania, los resultados
podrían deberse también a que la línea yugoslava fue intolerante a niveles altos de
magnesio o de aluminio en pH bajos como ocurre en otros cultivos para este tipo de suelo.
Por otra parte, hay que señalar que en otros trabajos acometidos se ha encontrado
asociación entre boro y cobre y la concentración de artemisinina, lo que tiene implicaciones
para la utilización de prácticas de enmiendas de suelo mediante aplicación de cal. Como en
algunos suelos ligeros la aplicación de cal puede disminuir la disponibilidad de boro, se
sugiere que sería de utilidad realizar estudios donde se evalúe la respuesta de esta planta a
los efectos de la aplicación combinada de cobre, boro y cal, además de valorar como
alternativa viable para eliminar los costos de la enmienda del suelo con cal, la selección de
líneas de A. annua que estén adaptadas no solo al ambiente local, sino también a valores
extremos de pH del suelo por debajo de 5,5 y por encima de 7,5.40
En cuanto a la influencia del pH del suelo en la producción de aceite esencial, se resalta que
en experimentos de cultivo con A. annua en la India, en suelo con amplia variación de pH,
cuando los valores de este fueron de 4,9 y de 9,9, el rendimiento de aceite fue alrededor de
75 y 25 % superiores, respectivamente, al de las plantas crecidas en suelos de pH 7,9 a 8,9,
o sea, que valores extremos de pH del suelo favorecen la producción de aceite esencial en
esta planta.41
Composición química
A. annua contiene constituyentes volátiles y no volátiles, los volátiles se atribuyen
esencialmente al aceite esencial, entre los no volátiles se incluyen sobre todo los
sesquiterpenoides, flavonoides, cumarinas, entre otros.42,25
La atención a esta planta manifiestan se ha enfocado a los compuestos sesquiterpénicos
considerados los principios activos fundamentales que incluyen artemisinina, ácido
artemisínico, entre otros; porque la artemisinina es una lactona sesquiterpénica conocida
como la responsable de la actividad antipalúdica, que contiene un grupo del endoperoxideo
interesante y forma parte del subgrupo de los cadinenos; se considera un compuesto inusual
que carece de un N en el sistema de anillo heterocíclico encontrado en la mayoría de los
otros compuestos antipalúdicos.6 La artemisinina es pobremente soluble en agua y aceite,
pero soluble en la mayoría de los solventes orgánicos.28
Los constituyentes de las partes aéreas que guardan relación con la artemisinina son:
triterpenoides y esteroides, solo unos pocos compuestos de esta clase han sido
informados;43 cumarinas;43,44 compuestos aromáticos y fenólicos;43,45 lípidos y compuestos
alifáticos y flavonoides, gran número de ellos han sido informados para esta planta, algunos
de los cuales han demostrado que realzan la actividad antipalúdica de la artemisinina.43 En
1989, en un estudio sobre las partes aéreas de esta planta se identificaron 17 flavonoides.46
En tal sentido, en otra investigación donde analizaron simultáneamente artemisinina y
flavonoides en extractos obtenidos de diferentes muestras de cultivares, evidenciaron que
varios flavonoides presentes podían potenciar y enlazar la reacción de la artemisinina con la
hemina, por lo que sugieren la posibilidad de que fitocompuestos más que la artemisinina
pura sean los que proporcionan su eficacia y que el desarrollo de un método adecuado
mediante HPLC podría cuantificar y calificar con alta eficiencia las preparaciones de drogas
herbarias.47
Distribución de artemisinina en A. annua
Existen evidencias de que la artemisinina está localizada en células especializadas (tricomas
glandulares) de estructura biseriada; los tricomas glandulares biseriados, o sea, dispuestos
en 2 filas estaban presentes a lo largo de ambos lados de la vena central de la hoja, así
como también en la superficie abaxial de la hoja y en el tallo.48 En un trabajo posterior se
concluyó que estos tricomas glandulares son el lugar de concentración o secuestración de la
artemisinina.49 De igual modo fue verificado que estas células eran también comunes en las
brácteas y los receptáculos de los capítulos florales de A. annua, estructuras donde también
ocurría ese secuestro de la artemisinina.50
La distribución de la artemisinina varía entre los componentes de la planta: hojas, tallo
principal, ramas laterales, flores, semillas y raíces; las diferencias relativas en la
concentración de la artemisinina parecen ser medianamente similares entre ecotipos. La
concentración en cada uno de ellos también se modifica durante el desarrollo de la etapa
vegetativa y en las de floración y fructificación. Estos cambios en la concentración, con el
transcurso del tiempo se reflejan algunas veces en alteraciones en el perfil de la planta
desde la yema terminal hasta la parte más baja.
En cuanto a este aspecto, en experimentos realizados en EE. UU. determinaron que justo
antes de florecer, casi 89 % de la artemisinina total de la planta estaba localizada en las
hojas y solo cerca de 10 % en las ramas; en términos de concentración específica
encontraron: 0,15 % en las hojas superiores, 0,04 % en las ramas laterales, trazas en el tallo
principal y ausencia en las raíces, y después de la floración hallaron en las semillas 0,04 %
de artemisinina.51
Un estudio posterior llevado a cabo en invernadero y en campo donde las plantas fueron
cosechadas desde la etapa vegetativa hasta la de floración y fructificación se corroboró
similar distribución de la artemisinina en la etapa vegetativa; los investigadores también
confirmaron que la concentración de artemisinina en las inflorescencias fue 4 a 11 veces
mayor que en las hojas y, además, que el contenido de artemisinina en las semillas estuvo
principalmente asociado con remanentes y restos de desechos florales.34
Algunos investigadores evidenciaron en estudios mediante cosechas consecutivas que la
concentración de artemisinina en las hojas aumenta con el desarrollo de la planta durante la
fase vegetativa y que se alcanza el punto máximo justo antes de florecer.5,15,16,52-54 Otros
añaden que aunque la concentración se incrementa durante esta fase, el máximo se ha
detectado más tarde, en la etapa de completa floración.12,34,36,54
Las diferencias entre los momentos de máxima concentración de artemisinina señalados
pueden ser atribuibles a la desigualdad de condiciones climáticas, ecotipo, prácticas
culturales o una combinación de estos factores; sin embargo, como este aspecto es de
considerable importancia para su rendimiento óptimo, este punto es imprescindible
determinarlo de manera experimental antes de establecer cualquier nueva área de
producción de A. annua y no confiar solamente en los datos publicados; las discrepancias
encontradas entre los investigadores así lo demuestra, porque la misma línea europea fue
usada en ambos estudios.
Hay que tener presente que aunque el momento de máxima concentración de la artemisinina
es una de las condiciones necesarias para el incremento del rendimiento, esto solo no es
suficiente, sino que debe estar acoplado al rendimiento de material vegetal en hojas, los
cuales cambian con la época y etapa del desarrollo. Así tenemos que aunque en los datos
emitidos en 1993 se refiere que la concentración de artemisinina alcanzó el máximo en la
etapa vegetativa tardía y disminuyó en casi 25 % en la de floración, el rendimiento seco de
material de hoja y flores en el mismo período aproximadamente se duplicó y, por
consiguiente, el rendimiento por unidad de área de artemisinina tuvo su punto máximo en la
fase de completa floración.15
De igual modo se reportan cambios descendentes de la artemisinina a lo largo del perfil de la
planta, se informa que la concentración varía considerablemente, en dependencia de los
diferentes orígenes de las plantas. Al respecto se hicieron experimentos de campo en EE.
UU.51,55 y también en Australia, Tasmania.56 En el primer experimento de EE. UU. se utilizó
una línea de A. annua de origen chino y no se especificó la densidad de plantación, se
analizaron muestras de hojas tomadas en 4 partes del tallo: superior, media, inferior y basal;
la investigación arrojó que el rendimiento de artemisinina en la parte superior fue cerca del
doble de las intermedia e inferiores cuando las muestras se tomaron de plantas en fase
vegetativa poco antes de florecer. Otros fueron los resultados que se encontraron en el
experimento de Tasmania con densidad de 10 plantas/m2 donde se emplearon líneas
yugoslava y china; en las de la línea yugoslava las hojas fueron cosechadas desde inicio de
vegetación hasta la completa floración para cada cuarta parte del tallo y se determinó que en
la etapa vegetativa justo antes de florecer, la concentración de artemisinina fue muy similar
en cada una de las partes, mientras que en la línea china, el momento más temprano de la
cosecha fue al inicio de la botonación y en esta etapa la concentración desde la parte
superior hasta la última cuarta parte se incrementaron desde 0,12 %, 0,17 %, 0,19 % a 0,22
%.
Con posterioridad, en el otro estudio realizado en EE. UU., donde se emplearon 6 clones
también de origen chino, las hojas que fueron tomadas desde la parte superior, central y final
del tallo en ambos estadios de desarrollo: vegetativo y de floración, se detectó que la
artemisinina estuvo igualmente distribuida.55
Como se puede observar en los resultados de los 3 estudios que se analizaron, hay grandes
diferencias en el perfil de distribución de la artemisinina en las diversas líneas de A. annua,
además se puede pensar que la densidad de población pudiera también ser un factor
importante en las diferencias encontradas entre los resultados,51,56 por ello sería aconsejable
explorar este aspecto para elaborar la estrategia de cosecha en las nuevas áreas de
producción que se vayan a establecer de esta planta.
Ácido artemisínico, precursor de la artemisinina
La disponibilidad limitada de artemisinina, así como también la mayor demanda de drogas
antipalúdicas potentes, ha necesitado el desarrollo de métodos de síntesis para su
producción. Varios métodos de síntesis total han sido reportados;8-10,57 sin embargo, en
todos, los rendimientos del producto final son bajos y no resulta una alternativa
económicamente viable para el montaje de una planta de extracción para la producción a
escala comercial. Para compensar esta desventaja se ha pensado en la obtención de
artemisinina a partir de precursores de biosíntesis cercana como el ácido artemisinico, del
que se plantea puede ser convertido a artemisinina con una eficiencia de hasta 40 %,58,59 y
dado que la abundancia del ácido artemisinico es 10 veces mayor que el de la artemisinina,
como se ha informado en varios estudios con material de A. annua de China, la cantidad
relativa de este componente se aumentaría en 4 veces.15 Sin embargo, en una investigación
llevada a cabo por este autor, en Australia, Tasmania, con una línea yugoslava que fue
trasplantada en el campo en fecha óptima (octubre) se encontró que hubo pobre
concentración del ácido en las hojas de la planta completa, la que alcanzó el máximo a
mediados de febrero poco antes de inicio de la botonación y luego decreció alrededor de 3
veces en la etapa de completa floración.33
En estudios desarrollados sobre métodos de conversión del ácido artemisínico a
artemisinina, se demostró que el ácido artemisínico puede ser un método viable
suplementario o alternativo de obtención de la artemisinina60-64. La concentración del ácido
en esta planta está fuertemente influenciada por la selección de las líneas; en líneas
europeas y chinas puede aparecer hasta 10 veces mayor que la de artemisinina como
afirmaran los estudios antes mencionados.
En contraposición a ello, en una línea vietnamita donde se estudiaron los cambios del ácido
artemisinico, hallaron que en la etapa vegetativa ocurrió lo contrario con la concentración de
artemisinina, la que fue 10 veces mayor que la del ácido artemisinico; en la investigación
además se confirmó que cuando las plantas fueron muestreadas desde el momento de
máximo rendimiento de la hoja, mediados de junio, hasta poco antes de la floración,
mediados de octubre, la concentración promedio del ácido artemisinico de la hoja disminuyó
en casi 3 veces (0,16 % para 0,06 %) en el período de máximo rendimiento de hojas y en
0,02 % en el de completa floración (10 de noviembre).16
Posteriormente, en 1995, en otro experimento de campo, también en Australia, pero con una
selección china que fue trasplantada en octubre, se verificó que la acumulación del ácido
artemisínico se comportó de manera similar a los de la investigación realizada en 1993,
porque alcanzó el máximo poco antes de la etapa de inicios de la botonación; aunque en
este caso, la concentración del ácido solo disminuyó en alrededor de 30 % en la fase de
completa floración.56
El análisis de los resultados de los 3 experimentos mencionados indica que ocurren cambios
en el ácido artemisínico durante los diferentes estadios de la planta y que la máxima
concentración del ácido artemisínico se alcanza al final del estado vegetativo o al inicio del
de botonación y después disminuye. La extensión de las disminuciones varía grandemente
entre las líneas seleccionadas y, al igual que con la artemisinina, el rendimiento final del
ácido depende de los cambios relativos en el rendimiento de material vegetal. El máximo
rendimiento en el estudio vietnamita16 y en el australiano15 con la línea yugoslava pudo haber
sido en la etapa vegetativa. En el estudio de Australia sucedió que la concentración del ácido
artemisínico disminuyó 3 veces, mientras que la materia seca (hojas y tallos) solo se duplicó
entre la etapa vegetativa tardía y la de completa floración. En contraste para la artemisinina,
el momento de máximo rendimiento del ácido artemisínico fue influenciado más por la
disminución en la concentración ácida que por el incremento de materia seca en hojas y
flores.
Como se observa, existe un número limitado de estudios donde se han relacionado la
concentración del ácido artemisínico con el rendimiento de materia seca de hojas, mediante
cosechas consecutivas desde la etapa vegetativa hasta la de floración, lo que merece
atención.
Desde el aislamiento y la purificación de la artemisinina se han realizado detallados estudios
con el ácido artemisinico y otros precursores biosintéticos relacionados en la planta:
arteether, arteannuim B y artemisiteno, y la forma en que ellos pudieran actuar para mejorar
su calidad medicinal;65-69 este aspecto debe ser considerado como estratégica selección
alternativa.
En Japón publicaron el primer reporte sobre el cultivo de una línea japonesa de A. annua,
para lo cual partieron de semillas de una población silvestre originaria de ese país y
evaluaron las variaciones estacionales y de posición en las hojas de la planta que ocurría en
cuanto a los contenidos de artemisinina, ácido artemisínico, arteannuin B y artemisiteno. Los
investigadores comprobaron que el contenido de ácido artemisínico fue el mayor, con un
máximo de 1,0 % sobre la base de peso seco, en comparación a lo que se había reportado
hasta ese momento para otros cultivares.70
En ese sentido, en Vietnam también manifiestan que se estudió el desarrollo del contenido
de la artemisinina y de los compuestos relacionados en diferentes períodos de desarrollo de
las plantas. Para ello tomaron muestras de hojas durante el período vegetativo (5, 6 y 8
meses de edad), formación masiva de botones (9 meses de edad), completa floración (10
meses de edad) y formación de frutos (más de 10 meses de edad). Los mayores porcentajes
de artemisinina (0,86 %) sobre la base de peso seco, se encontraron en las hojas a los 5
meses de edad, donde también se halló el mayor rendimiento de biomasa; con posterioridad
el contenido de artemisinina fue bajando de manera gradual. También a esta edad se
presentaron los mayores contenidos de ácido artemisínico y de arteannuim B, con 0,16 % y
0,08 % en base seca, respectivamente; en cuanto a artemisiteno, aunque estuvo presente
en todos los estados de desarrollo, su promedio fue muy bajo, de 0,002 a 0,009 %.16
Se monitoreó la concentración de la artemisinina y sus precursores biosintéticos en plantas
de A. annua de distintos orígenes geográficos (cultivares de Vietnam, de China, de
Alemania, de EE. UU. y de Yugoslavia) y se hallaron considerables diferencias en los
contenidos de artemisinina y sus precursores directos, el ácido artemisínico y el ácido
dihidroartemisínico, lo que prueba la existencia de quimiotipos: uno con altos niveles de
artemisinina y también del ácido dihidroartemisínico, que presentaba niveles relativamente
bajos del ácido artemisínico, otro quimiotipo con bajos niveles de artemisinina y del ácido
dihidroartemisínico que contenía altos niveles del ácido artemisínico.71
Aislamiento y extracción de artemisinina
En EE. UU. se utilizaron varios solventes con bajo punto de ebullición como diclorometano,
cloroformo, éter y acetona y encontraron que el éter de petróleo (30-60 ºC) era el más
selectivo y, por consiguiente, debía considerarse el solvente elegido. El extracto preparado a
la temperatura ambiente usando material de la planta seco y en polvo es filtrado y propuesto
para la cristalización evaporativa. El producto crudo es purificado por cromatografía en gel
de sílice con acetato de etilo de cloroformo como eluato.72 La recristalización de la
artemisinina puede ser efectuada usando etanol,73 ciclohexano72 o etanol 50 %.43
La literatura china no provee información sobre métodos de aislamiento para la extracción de
la artemisinina a partir de A. annua, pero indica que el éter etílico y el éter de petróleo han
sido utilizados como solventes, aunque la extracción con n-hexano por varios días a la
temperatura ambiente fue también efectiva.20
En la India, trataron hojas y flores de A. annua secadas al aire con éter de petróleo o n-
hexano., la mezcla se filtró y el filtrado se concentró, este residuo concentrado se disolvió
con metanol/etanol y se volvió a filtrar para librar impurezas insolubles. El filtrado se pasó
por una columna de sílica gel y se desecha el eluato (lo que botó la columna) y se eluyó la
columna con una mezcla de acetato de etilo-hexano (1-1), utilizando un volumen apropiado
del solvente; luego se concentró sobre baño de agua a 50 oC hasta un volumen que
representó alrededor de la cuarta parte del volumen original. Se dejó enfriar y aparecieron
cristales de artemisinina en forma de agujas.74 Otros investigadores procedieron a realizar la
extracción disminuyendo los pasos en el proceso.75
La cantidad de artemisinina recobrada depende de la eficiencia del proceso de extracción y
la concentración inicial en la planta, hay muy poca información en la literatura concerniente a
la artemisinina y su aislamiento a gran escala.
Algunos investigadores han utilizado para el análisis químico de los extractos de la planta,
artemisinina y otros compuestos relacionados, la combinación de cromatografía gaseosa y
espectrometría de masa;76-78 otros desarrollaron y validaron un método rápido, sensitivo y
selectivo para la cuantificación de artemisinina, arteannuin B, artemisiteno y ácido
artemisínico en A. annua mediante cromatografía líquida de alta resolución acoplada a
detector de masa79 o también por medio de cromatografía gaseosa.80
El análisis sobre lo publicado hasta el momento permite argumentar que, al parecer, no es el
método de aislamiento el que proporcione incrementos en la producción de artemisinina,
sino que probablemente sean la adecuada selección de las líneas y los métodos de cultivo
los que produzcan resultados provechosos.
Producción de aceite
La planta contiene también como principio activo un aceite esencial,81,82 del cual se plantea
que se ha identificado en EE. UU., en varias líneas de A. annua, altos contenidos en el
aceite de determinados componentes específicos de interés comercial;80 de igual modo se
señala que el aceite tiene un característico aroma dulce, que se ha descrito como herboso,
fresco y amargo con matiz alcanforado.83 En Europa Oriental donde A. annua se ha
establecido como una planta silvestre por largo período, se ha extraído el aceite
comercialmente en Hungría, Rumania y Bulgaria, con un limitado mercado como
antibacteriano81 y con utilización en perfumería, cosmetología y aromaterapia.84
El aceite en esta planta está localizado sobre todo en las hojas y flores. En Bulgaria
demostraron que todas las partes de la planta contenían aceite esencial, pero que estaba
principalmente concentrado en las flores, con un máximo de 3,2 % en flores secas tomadas
de plantas en completa floración85. Después en Hungría en un experimento de campo,
donde se estudió el potencial de esta planta como una fuente de aceite, se ratificó que su
máxima concentración estaba en las plantas en el estado de completa floración donde
obtuvo rendimientos de aceite de 20 a 40 kg/ha.86 Asimismo, en Ucrania se encontró en una
selección de plantas de maduración tardía que produjo un rendimiento de aceite de 111
kg/ha con alta calidad para perfumería.87
Experimentos más detallados realizados con posterioridad confirmaron que el aceite está
principalmente acumulado en las hojas y las flores, con solo trazas en el tallo principal,
ramas laterales y raíces, y que la mayor concentración se presentaba en las plantas en el
estado de floración.13,82
En tal sentido, algunos plantean que sería útil considerar en el tamizaje fitoquímico tanto el
ácido artemisínico como el aceite esencial, para que en una sola operación se puedan
extraer ambos compuestos.39 Se añade que como en el proceso de extracción del aceite por
arrastre a vapor se pudo demostrar en experimentos de campo realizados en Australia, EE.
UU. y Europa, con selecciones chinas que habían sido cosechadas en estado vegetativo
tardío y en completa floración y donde las plantas completas fueron cortadas en pequeños
segmentos y el aceite extraído por destilación a vapor durante una hora, en la comparación
entre plantas destiladas y no destiladas se encontró que el ácido artemisinico no fue
afectado por la destilación, lo que puede representar una estrategia de utilización de esta
planta con doble propósito, la obtención de drogas antipalúdicas y del aceite.26
En cuanto a los porcentajes de los constituyentes del aceite en A. annua, diferentes
investigadores han reportado en algunos casos, contenidos por encima de 4 % en hojas
secas y que en dependencia de la variedad, artemisia cetona o canfor, así serían los
principales constituyentes del aceite.5,88 Otros han señalado que existen variaciones
significativas, de esta manera, artemisia cetona varía desde 0,00-63,0 %, 1,8-cineol y
canfeno desde 1,5-31,5 % y 5,0-20,0 %, respectivamente;81,82,89 también se han informado
60 constituyentes químicos individuales en el aceite de esta planta.81,82
Con posterioridad, en 1993, se hace mención a porcentajes de aceite de 4,0 % y 1,4 % en
plantas crecidas de semillas chinas y vietnamitas, respectivamente; además de que los
principales constituyentes del aceite chino fueron artemisia alcohol (7,5 %), artemisia cetona
(63,9 %), mirceno (5,1 %), alfa-guaineno (4,7 %) y canfor (3,3 %), en tanto que el vietnamita
contenía canfor (21,8 %), germacreno D (18,3 %) y 1,8-cineol (3,1 %).83
Los mismos investigadores, en 1994, hicieron alusión a que en el estudio realizado en
Vietnam sobre el contenido de aceite y su composición durante un período de desarrollo:
período vegetativo (edades de 5, 6 y 8 meses); a los 9 meses de edad con formación masiva
de botones; a los 10 meses, en completa floración y con más de 10 meses, en la formación
de frutos, encontraron que el máximo contenido de aceite se presentó antes de florecer, 1,9
% v/w, que estuvo compuesto en 55 % de monoterpenos. Añaden que en los otros estados
de desarrollo el aceite fue de 0,4 a 1,0 % v/w, y que los principales componentes del aceite
fueron canfor y germacreno D.16
Se alega que el rendimiento más alto de artemisia cetona (80,9 %) lo ofreció A. Annua
cultivada en Bulgaria, seguida de una variedad de Holanda (63,9 %) y una de EE. UU. (63,1
%), que además fueron detectados otros monoterpenos menores y se reportaron más de 60
constituyentes químicos en el aceite con una variación marcada en la composición entre la
selección usada.90 Los autores plantean además que investigaciones realizadas confirman
que se producen cambios en el aceite esencial y sus constituyentes, por efecto del momento
de cosecha según muestran los trabajos efectuados en Francia;91 por la época de siembra
como se encontró en los estudios efectuados bajo condiciones tropicales 92 y también por los
diferentes orígenes de las plantas como se halló en cultivos realizados en Finlandia.93
De igual modo, mediante el análisis del aceite acumulado en las flores frescas en Hungría,
se corroboró que sufría variaciones, entre 0,48 y 0,81 % y que estaba sobre todo compuesto
por artemisia cetona y artemisia alcohol, los que variaron entre 33-75 % y 15,56 %,
respectivamente.94
Asimismo. se expresa que un número grande de compuestos monoterpénicos se han
caracterizado del aceite esencial de esta planta mediante análisis de cromatografía gaseosa
acoplada a masa (GC/MS), los que difieren entre las diferentes líneas, que varían entre 0,3 y
0,4 % (v/w).43
Al respecto, se afirma que A. annua es una fuente potencial de aceite esencial y adicionan
que existen numerosos reportes, los cuales indican que su rango de variación es grande,
desde 0,02 hasta 0,49 %, sobre la base de peso fresco y de 0,04 a 1,9 % sobre la base de
peso seco; se expone que en trabajos posteriores llevados a cabo para determinar los
constituyentes del aceite esencial (las diferencias en cantidad y calidad) de A. annua,
trasplantada en febrero a un suelo arenoso con distancia de plantación de 50 cm entre
surcos y 30 cm entre plantas, durante la estación invernal en condiciones de monzón en la
parte norte subtropical llana de la India; las hojas fueron cosechadas durante diferentes
períodos del crecimiento: inicio de vegetación, vegetación tardía, estado de botonación,
estado de floración (hojas e inflorescencias), inicio de fructificación (solo inflorescencias),
estado de maduración (solo inflorescencias) y el aceite se obtuvo por destilación mediante
GC y GC/MS. Como resultado del estudio se encontró que el contenido de aceite en plantas
maduras decreció en las hojas de 0,32-0,14 % y que se incrementó en la inflorescencia de
0,32 a 0,42 %, además se identificaron 34 constituyentes del aceite.84
También los investigadores observaron cambios significativos en el perfil químico, el canfor
(10,5-44,4 %) fue el mayor constituyente del aceite, seguido de canfeno, artemisia alcohol,
germacreno D y 1,8-cineol; otros constituyentes importantes fueron borneol y terpineno-4-ol,
sin embargo, la artemisia cetona, reportada como el principal constituyente del aceite de
esta planta, se halló en cantidades muy pequeñas. De igual modo se determinó que en las
hojas la concentración de canfor fue mayor durante la fase de botonación, pero luego se
redujo durante la floración, aunque a través de la inflorescencia retuvo alta concentración;
por otra parte la de canfeno fue baja durante el estado vegetativo, pero comenzó a
incrementarse durante la floración, tanto en hojas como en inflorescencias, la de artemisia
alcohol fue mayor en las hojas en la botonación, pero ya en floración comenzó a disminuir en
las hojas y a aumentar en las inflorescencias; en cuanto al germacreno D, su concentración
fue mayor durante el estado vegetativo inicial y decreció de modo gradual, en la medida en
que las plantas comenzaron a florecer donde entonces se inició poco a poco un ascenso en
las inflorescencias. La mayor concentración de 1,8 cineol se detectó en las hojas de las
plantas maduras antes de la botonación, mientras que fue baja en las inflorescencias y el
borneol fue mayor en las hojas durante la botonación.84
En este artículo además se hace referencia a que la concentración de artemisia cetona fue
reportada baja en plantas cultivadas en Vietnam bajo similares condiciones.84
Se hace énfasis en destacar que aunque en este estudio las plantas crecieron a partir de las
semillas obtenidas de la misma población se presentaron cambios drásticos en cuanto a la
composición del aceite; en lugar de artemisia cetona, fue el canfor el principal constituyente,
seguidos de cafeno y de artemisia alcohol, lo cual demuestra que en la biosíntesis de los
constituyentes del aceite de A. annua, al parecer la temperatura desempeña un papel
importante, porque fue observada una diferencia significativa entre la temperatura de
invierno y la de los meses de monzón en los llanos de la zona norte subtropical de la India,
donde el promedio de temperatura usual tiene rangos entre 10 y 26 ºC en el invierno y de 25
y 33 ºC durante la estación de monzón. Teniendo en cuenta que el canfor tiene mayor
demanda comercial, porque tiene muchos usos diferentes, el aceite rico en este componente
pudiera ser utilizado como una fuente alternativa de este compuesto.84
Más recientemente se hace referencia en el documento de la Organización Mundial para la
Salud que el contenido de aceite esencial de esta planta, informado en diferentes estudios
realizados en China, se encuentra entre 0,20 y 0,25 % y que su principal componente, cerca
de 70 %, es el canfeno.28
Sobre la base del análisis de las investigaciones y los resultados relacionados con el aceite
esencial de A. annua, se puede señalar que aunque la planta contiene aceptables
cantidades, hasta el presente el volumen industrializado ha sido relativamente pequeño,
pero se puede inferir que si el cultivo se expande ante el interés creciente por la producción
de drogas antipalúdicas, independiente de la concentración del ácido artemisínico relativo a
la artemisina, habría un mayor aprovechamiento no solo con este fin, sino también por la
presencia del aceite esencial que podría inducir grandes intereses en la industria química,
por lo que su cultivo se haría más atractivo desde el punto de vista comercial, además de
que puede ser económico considerar una estrategia de utilización de esta planta con doble
propósito: la artemisinina obtenida de la conversión del ácido y el aceite esencial.
Propiedades farmacológicas
Algunos autores refieren que desde que la artemisinina obtenida de la especie medicinal A.
annua fue aislada de la planta por los científicos chinos en 1972, numerosos estudios
farmacológicos y clínicos han sido efectuados con esta molécula y algunos de sus
derivados, para evaluar su eficacia en contra de la malaria;1,95,96 investigadores de diferentes
partes del mundo han opinado que tiene propiedades antipalúdicas muy potentes.97
Es de destacar que no solo la artemisinina y sus derivados tienen efectividad farmacológica,
también el aceite esencial que contiene es de interés por su empleo terapéutico como
antimicrobiano y antiinflamatorio69,81,98 y se adiciona que además es efectivo contra catarro y
asma.99
Se hace alusión a que la artemisinina, principio activo fundamental de A. annua, aniquila de
modo directo los parásitos de la malaria mediante un mecanismo que aunque aún no está
claro, sí se conoce que su efecto es mayor que el de la quinina, así como que este
compuesto y sus derivados son potentes y efectivas drogas para el tratamiento de todos los
tipos de malaria, especialmente la malaria cerebral y se han usado como agentes en el
tratamiento de schistosomiasis, cáncer, leucemia y arritmia, sin que se hayan observado
efectos adversos en los pacientes tratados, aun cuando se ha mostrado que causa
neurotoxicidad en altas dosis en algunos animales de experimentación.25,100-105
Se reconoce que las partes aéreas de esta planta tienen propiedades antibacteriana,
antiséptica, febrífuga, y las semillas son usadas en el tratamiento de flatulencias como
carminativa y digestiva; los estudios indican que la artemisinina que contiene puede matar
además de los protozoarios causantes de la malaria a otros parásitos y bacterias, lo que
apoya su uso tradicional para el tratamiento de parásitos gastrointestinales y la diarrea
infecciosa.106
De la hierba A. annua se han sintetizado 2 derivados como nuevos fármacos para curar la
malaria: artesunato y arteméter, los que han sido reportados en la lista de medicamentos
esenciales por la Organización Mundial de la salud (OMS) entre los más importantes
productos de conversión de eficacia antipalúdica que se están desarrollando
comercialmente.100-109 En el presente se ha comprobado la eficacia de los medicamentos
desarrollados a partir de esta planta, se trata de la terapia combinada con artemisinina,
también conocida como TCA. En estudios llevados a cabo en países endémicos, en 2
millones de casos tratados, se demostró la eficacia, fácil administración, pocos efectos
secundarios y baja resistencia de estos medicamentos, por lo que a partir de 2001, la OMS
la ha recomendado como tratamiento de primera línea contra la malaria, enfermedad que
aún constituye una de las mayores causas de mortalidad en el mundo, por causa del fracaso
por la aparición de resistencia de los medicamentos antipalúdicos tradicionales quinina,
cloroquina y mefloquina.2,28
Algunos han señalado que muchas plantas con actividad farmacológica pueden ser fuente
de nuevos tratamientos estratégicos, es el caso de A. annua en la que se destacaron los
estudios realizados durante finales de la última década del año 2006, no solamente por su
actividad antipalúdica, sino también por la profunda citotoxicidad mostrada contra tumores
celulares.110
CONCLUSIONES
La malaria es una enfermedad de gran incidencia al nivel mundial, con más de 300 millones
de infectados y un millón de muertes cada año. Los países más pobres son los más
afectados, donde mayormente se llevan a cabo tratamientos con medicamentos
antimaláricos convencionales, pero hay una tendencia a la creciente utilización de terapias
contra la enfermedad a partir de la medicina tradicional.
En el caso de A. annua, varios estudios realizados dan cuenta de evidencias científicas de
su utilización contra la malaria en China y en otras partes del mundo, con elevada
efectividad. Otros estudios realizados señalan que no solo la artemisinina y sus derivados
tienen efectividad farmacológica demostrada, también su aceite esencial es de interés por su
empleo terapéutico como antimicrobiano y antiinflamatorio, además de ser efectivo contra
catarro y asma.
En relación con sus partes aéreas se ha estudiado que tienen propiedades antibacteriana,
antiséptica, febrífuga y las semillas son usadas en el tratamiento de flatulencias como
carminativa y digestiva. Los estudios in vitro indican que la artemisinina que contiene puede
matar además de los protozoarios causantes de la malaria a otros parásitos y bacterias, lo
que apoya su uso tradicional para el tratamiento de parásitos gastrointestinales y la diarrea
infecciosa.
De Artemisia annua L. se han sintetizado 2 derivados como nuevos fármacos para curar la
malaria: artesunato y arteméter, los que han sido reportados en la lista de medicamentos
esenciales por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por su efectividad terapéutica, lo
que deja demostrado sus potencialidades y efectividad terapéutica en el tratamiento de esta
enfermedad.
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