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La evaluación de la política ambiental ha avanzado lentamente en México por varias razones que incluyen la novedad y rápida evolución de los instrumentos de política ambiental; la complejidad de los problemas ambientales y la inexistencia de modelos de evaluación estandarizados para los evaluadores de dicha política. Este artículo propone un esquema metodológico para la evaluación en tres etapas de los instrumentos de política ambiental. El método identifica la funcionalidad del instrumento desde su origen. Se espera que los instrumentos de política ambiental vigentes se evalúen antes de crear nuevos instrumentos para la solución de un problema ambiental recurrente.
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Esquema de evaluacn para
instrumentos de potica ambiental
Mariana Bobadilla*
Martha Ileana Espejel Carbajal**
Francisco Lara Valencia***
Saul Álvarez Borrego
Sophie Ávila Foucat
José Luis Fermán Almada
Resumen
La evaluación de la política ambiental ha avanzado lentamente en México por
varias razones que incluyen la novedad y rápida evolución de los instrumentos de
política ambiental; la complejidad de los problemas ambientales y la inexistencia
de modelos de evaluación estandarizados para los evaluadores de dicha política.
Este artículo propone un esquema metodológico para la evaluación en tres etapas
de los instrumentos de política ambiental. El método identifica la funcionalidad del
instrumento desde su origen. Se espera que los instrumentos de política ambiental
vigentes se evalúen antes de crear nuevos instrumentos para la solución de un
problema ambiental recurrente.
Palabras clave: esquemas de evaluación, instrumentos de política ambiental, FPEIR,
eficacia, política de conservación.
* Estudiante del Doctorado en Medio Ambiente y Desarrollo, Universidad Autónoma de
Baja California, Ensenada [hylabobadilla@gmail.com].
** Profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Baja
California, Ensenada [ileana.espejel@uabc.edu.mx].
*** Investigador de la Universidad Estatal de Arizona [franciscolara@asu.edu].
Investigador del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada,
Baja California [alvarezb@cicese.mx].
 Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, México [savila_1@
yahoo.com.mx].
 Profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Marinas, Universidad Autónoma de
Baja California, Ensenada [jlferman@uabc.edu.mx].
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La evaluación es considerada parte esencial del proceso
de gestión pública.1 Consiste en el análisis de la actuación
de los poderes públicos sobre realidades sociales determinadas, donde
se busca producir mejoras relacionadas con un problema previamente
identificado. Es un método sistemático cuyo objetivo es obtener información
sobre las actividades, características y resultados de las políticas públicas para
aportar elementos al proceso de toma de decisiones y ofrecer una descripción
de su desempeño para determinar su mérito o valor.2 Las políticas públicas
se pueden evaluar por sus resultados e impactos, pero también a través de
sus programas y planes, mismos que definen con precisión los objetivos
operativos, los medios para alcanzarlos y las acciones a realizar en un cierto
tiempo.3 En el contexto neoliberal, la evaluación cobra importancia dado que la
nueva forma de gobernar promueve la participación y exige la transparencia y
introducción
Abstract
The progress of environmental policy evaluation in Mexico has been slow, because
the novelty and rapid change of policy instruments, the complexity of environmental
problems and the lack of standardized evaluation frameworks guiding the practice
of those doing environmental policy evaluations. A three-stage methodological
framework to evaluate environmental policy instruments is presented to assess the
functionality of environmental policy instruments. This framework would evaluate
and recalibrate environmental policy instruments before creating new ones to solve
a recurrent environmental problem.
Key words: evaluation framework, environmental policy instruments, DPSIR eficiency,
conservation policy.
Artículo recibido el 31-10-12
Artículo aceptado el 20-09-13
1 Wayne Parsons, Políticas públicas. Una introducción a la teoría y la práctica del análisis
de políticas públicas, México, Flacso, 2007, pp. 477- 479.
2 Belén Sanz-Luque, ¿Es posible evaluar la política cultural exterior como una política
pública?, España, Real Instituto Elcano, 2006, p. 3; Carol Weiss, Evaluation, Estados Unidos,
Prentice Hall, 1997, pp. 8 y 16.
3 Juan José Oñate Rubalcaba, David Pereira Jerez, Francisco Suárez Cardona, Juan José
Rodríguez, Javier Cachón de Mesa, La evaluación ambiental de políticas, planes y programas.
Evaluación ambiental estratégica, Madrid, Mundi-Prensa, 2002, pp. 27-113.
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la rendición de cuentas.4 En el tema ambiental, donde las actividades humanas
tienen un impacto potencial sobre el capital natural (biodiversidad, recursos
naturales, etcétera), la evaluación es vista como un instrumento de ayuda para
decidir sobre iniciativas de conservación que hagan sinergia con el desarrollo.
Asimismo, la evaluación de políticas ambientales pretende consolidar el
desarrollo sustentable, el cual a diferencia de otras políticas sectoriales no
contemplan. Si bien se ha discutido la pertinencia de querer abordar los
problemas ambientales y socioeconómicos en la política ambiental,5 desde
la creación del concepto de desarrollo sustentable se han hecho muchos
esfuerzos por buscar su implementación en instrumentos normativos, de
planeación y económicos. Aunado a lo anterior, las políticas públicas en
materia ambiental han evolucionado de ser reactivas y correctivas para dar
cabida a planteamientos progresivamente más preventivos, participativos e
incluyentes; en especial destacan todos los esfuerzos para evaluar ex ante las
Políticas, Planes, Programas y Proyectos (PPPP) ambientales como se explica
actualmente en la Evaluación Ambiental Estratégica.6 Sin embargo, la gestación
de las políticas ambientales es apenas a finales de la década de 1980 y todavía
ahora hay confusión entre PPPP ambientales. De hecho, en algunos de ellos
no es posible su evaluabilidad.7 En particular en el caso de México, es hasta
la creación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (Coneval) en el 2004 que se formaliza la obligatoriedad de la evaluación,
basada principalmente en la metodología de marco lógico, la cual permite
analizar la congruencia entre objetivos de la política, acciones y resultados,
pero es deficiente en relación con el análisis de los detonantes y de la
pertinencia de la problemática identificada. Por ello, este artículo es un primer
acercamiento a la metaevaluación con la finalidad de mejorar los esquemas
4 Robert F. Rich, Program evaluation and environmental policy: the state of the art, G.
Knapp y T. Kim (eds.), Environmental Program Evaluation: A Primer, University of Illinois
Press, 1998, pp. 23-39; Alberto Olvera, La participación ciudadana y sus retos en México. Un
breve estudio del desarrollo de la cultura y de las instituciones participativas y diagnóstico de
su problemática actual, con propuestas para hacer funcionales las instancias de participación
democrática, México, Secretaría de Gobernación, 2009, pp. 2 y 32.
5 Gerardo Rodríguez Quiroz, Álvaro Bracamonte Sierra, Pertinencia de las ANP como
política de conservación y mejoramiento de la calidad de vida. Análisis de percepción en la
Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, México, Estudios
Sociales, 2008, p. 12.
6 Juan José Oñate Rubalcaba et al., La evaluación ambiental de políticas, planes y
programas..., op. cit., pp. 27-113.
7 Marisa Reyes Orta, “Metaevaluación en el campo de la política de conservación. Caso
de estudio: el Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible, Procodes”, tesis de
doctorado, Universidad Autónoma de Baja California, 2013, p. 146.
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de evaluación de política pública en México. Esto toma mucha relevancia en el
caso de la política ambiental debido a que responden a realidades complejas,
por lo que se requieren diseños, implementaciones y evaluaciones acordes con
esta complejidad. La relación entre sociedad, economía y ambiente requiere
de considerar esquemas de evaluación más integrales.
Por ende, el objetivo de este artículo es que después una lectura multi-
disciplinaria sobre el tema de evaluación de políticas ambientales y esquemas
metodológicos para evaluar el desarrollo sustentable, que es el tipo de
desarrollo que incorpora el desarrollo ambiental (además del desarrollo
social y económico) de una forma integrada, reflexionamos colectivamente
y conjuntamos algunas ideas sobre el estado de la evaluación de las políticas
ambientales en México. Como resultado, vimos la necesidad de proponer un
esquema metodológico en etapas para una evaluación parcial, por ahora sólo
de diseño, para la mejora de los instrumentos ambientales normativos.
Cabe resaltar que metodologías de este tipo tienen precedente inter-
nacional8 y que en el ámbito nacional no se observan en la reciente pro-
puesta de la Subsecretaría de Fomento y Normatividad Ambiental, donde
utilizan el esquema de marco lógico para la evaluación de normas oficiales
mexicanas. Este esquema evalúa la administración de los programas, no el
diseño, ni los resultados, y menos el impacto de las políticas ambientales.
Por lo tanto, proponemos el esquema de Fuerzas Motrices-Presión-Estado-
Impacto-Respuesta (FPEIR) propuesto por la OCDE9 para evaluar, medir
y manejar el ambiente para construir el desarrollo sustentable de varios
paises. En una revisión del uso del esquema FPEIR confirman “su utilidad
en la aplicación en investigaciones al ofrecerle a hacedores de políticas
explicaciones significativas de las relaciones causa y efecto”.10 Además, “apoya
la explicación y comunicación de los resultados de investigación de una forma
accesible y entendible a los tomadores de decisiones y presenta los valores
de personajes clave y provee opciones de decisiones alternativas, más que
soluciones rigidas y predeterminadas”. También, el esquema FPEIR es utilizado
8 Semarnat, Evaluación de instrumentos normativos del sector ambiental, México, Gobierno
Federal, 2011, pp. 7-9.
9 Camilo Polanco, Indicadores ambientales y modelos internacionales para toma de
decisiones, Colombia, Gestión y Ambiente, 2006, pp. 27-41; Organization for Economic
Cooperation and Development (OECD), Core Set of Indicators for Environmental Performance
Reviews. A Synthesis Report by the Group on the State of the Environment, París, OECD, 1993;
Organization for Economic Cooperation and Development (OECD), Towards Sustainable.
Development Environmental Indicators, París, OECD, 1998.
10 Karen Tscherning, Katharina Helminga, Bernd Krippner, Stefan Sieber, Sergio Gómez y
Paloma, “Does research applying the DPSIR framework support decision making?”, European
Commission, Land use policy, 2012, pp. 102-110.
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para la estructuración de la problemática ambiental en varias tematicas: de
urbanización,11 riesgos a la biodiversidad,12 energética,13 pesquera,14 cambio
climático,15 en contaminación histórica,16 entre muchas otras. El esquema de
multicausalidad de la OCDE, en sus inicios se conocía como Presión-Estado-
Respuesta (PER) y se centraba en la identificación de las presiones que las
actividades económicas producen sobre un territorio y alteran el estado
de los ecosistemas, para lo cual se diseñan respuestas como las políticas
públicas ambientales. El esquema posteriormente fue complejizado al separar
las presiones externas como fuerzas motrices y se subdividió la intensidad
del cambio del estado en lo que se denominó impactos. El esquema ahora
es conocido como FPEIR e identifica las fuerzas generadoras o motrices
(generalmente externas) que motivan actividades que causan presión sobre
el territorio; esta presión se expresa en modificaciones en el estado del
ambiente, los cuales, si se intensifican, pasan a ser impactos que se reflejan
en la extinción de especies, en efectos nocivos en la salud humana y de los
ecosistemas, en cuantiosas pérdidas económicas o en serios problemas de
orden social. Para eliminar, minimizar, controlar o evitar dichos impactos, se
implementan respuestas para atenderlos. Si dichas políticas atienden a los
indicadores de presión o de Estado, se dice que se construye una gestión
basada en la prevención y por tanto de desarrollo sustentable; en cambio, si
las respuestas están sólo dirigidas cuando aparecen las crisis y los desastres,
entonces son respuestas de comando y control, paliativos que resuelven el
11 Karen Ann Bianet Jago-on, Shinji Kaneko, Ryo Fujikura, Akimasa Fujiwara, Tsuyoshi
Imai, Toru Matsumoto, Junyi Zhang, Hiroki Tanikawa, Katsuya Tanaka, Backjin Lee y Makoto
Taniguc, “Urbanization and subsurface environmental issues: An attempt at DPSIR model
application in Asian cities”, Science of the Total Environment, Japan, 2009, pp. 3089-3104.
12 Laura Maxim, Joachim H. Spangenberg, Martin O’Connor, “An analysis of risks for
biodiversity under the DPSIR framework”, Ecological Economics, France, 2009, pp. 12-23.
13 Hassan Meyar-Naimi, Sadeg Vaez-Zadeh, “Sustainable development based energy policy
making frameworks, a critical review”, Energy Policy, Irán, 2012, pp. 351-361.
14 Joana H. Martins, Ana S. Camanho, Miguel B. Gaspar, “A review of the application of
driving forces-Pressure-State-Impact-Response framework to fisheries management”, Ocean &
Coastal Management, Portugal, 2012, pp. 273-281.
15 Ines Omann, Andrea Stocker, Jill Jäger, “Climate change as a threat to biodiversity: An
application of the DPSIR approach”, Ecological Economics, Austria, 2009, pp. 24-31.
16 Michel Meybeck, Laurence Lestel, Philippe Bonté, Régis Moilleron, Jean Louis Colin,
Olivier Rousselot, Daniel Hervé, Claire de Pontevès, Cécile Grosbois y Daniel Thévenot,
“Historical perspective of heavy metals contamination (Cd, Cr, Cu, Hg, Pb, Zn) in the Seine
River basin (France) following a DPSIR approach (1950–2005)”, Science of the Total Environment,
París, 2007, pp. 204-231.
17 Wayne Parsons, Políticas públicas. Una introducción a la teoría y la práctica del análisis
de políticas públicas, op. cit., 487-491.
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problema pero no lo evitan, es decir, no promueven la sustenbilidad de un
país o región.
Por otro lado, este esquema FPEIR puede construirse participativamente
y ser el motor de generación y de evaluación de politicas ambientales más
participativas utilizando el modelo de abajo hacia arriba17 y que, en materia
ambiental, ha resultado muy exitoso en países latinoamericanos.18 El modelo
se ha utilizado para diagnósticos del territorio municipal acompañado de
instrumentos que expresan espacialmente los resultados19 y permiten presentar
escenarios útiles para los tomadores de decisiones, tal como lo sugieren los
autores que analizaron FPEIR y resaltan las bondades de dicho esquema.20
Nuestra preocupación es que en México, como en muchos países, es
práctica común que las respuestas se implementen sin evaluar el diseño de
las políticas ya existentes. Por lo tanto, el esquema que aquí proponemos,
está centrado en que se parta de las respuestas disponibles, para que antes de
generar otros instrumentos, se verifique si los existentes pueden mejorarse.
antecedentes. políticas, planes, programas y proyectos
Las PPPP (Figura 1) se desarrollan en el marco de la planeación ambiental21 como
otras políticas sectoriales como la social,22 salud23 o energética.24 La política es
18 Gustavo García-López y Nancy Arizpe, “Participatory processes in the soy conflicts in
Paraguay and Argentina”, Ecological Economics, Ámsterdam, 2010, pp. 196-206.
19 Georges Seingier, Ileana Espejel, José Luis Fermán Almada, Gabriela Montaño Moctezuma,
Isaac Azuz Adeath, y Guillermo Aramburo Vizcarra, “Mexico’s coasts: Half-way to sustainability”,
Ocean & Coastal Management, México, 2011, pp. 123-128; Georges Seingier, Ileana Espejel,
José Luis Fermán Almada, Óscar Delgado González, Gabriela Montaño Moctezuma, Isaac Azuz
Adeath, y Guillermo Aramburo Vizcarra, “Designing an integrated coastal orientation index: A
cross-comparison of Mexican municipalities”, Ecological Indicators, México, 2011, pp. 633-642.
20 Karen Tscherning et al., “Does research applying...”, op. cit., pp. 102-110.
21 Domingo Gómez-Orea, Evaluación ambiental estratégica, Madrid, Mundi-Prensa, 2007,
pp. 34-36.
22 Myriam Cardozo-Brum, La evaluación de políticas y programas públicos. El caso de los
programas de desarrollo social en México, México, Miguel Ángel Porrúa/Cámara de Diputados,
LIX Legislatura, 2006, pp. 295-321.
23 Gary King, Emmanuela Gakidou, Nirmala Ravishankar, Ryan Mooe, Jason Lakin, Manett
Vargas, Martha María Telléz-Rojo, Juan Eugenio Hernández Ávila, Mauricio Hernández Ávila,
Héctor Hernández Llamas, “A politically robust experimental design for public policy evaluation,
with application to the Mexican Universal Health Insurance program”, Journal of Policy Analysis
and Management, México, 2007, pp. 479-506.
24 Christoph Frei, Pierre-Andre Haldi, Gerard Sarlos, “Dynamic formulation of a top-down
and bottom-up merging energy policy model”, Energy Policy, Suiza, 2003, pp. 1017-1031.
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considerada la idea y la guía (conjunto de objetivos y decisiones) de acción de
los gobiernos y los ciudadanos para resolver problemas de la sociedad25 y puede
expresarse como “lo público y sus problemas”.26 Sin embargo, consideramos
que las PPPP ambientales de alguna manera son diferentes a otras sectoriales, en
especial las de conservación, porque son las únicas que consideran a las otras
especies (plantas, animales) y el mantenimiento de los procesos ecosistémicos
como la base del desarrollo (en este caso, sustentable).
25 Harold Lasswell, “Orientación hacia las políticas”, en Luis F. Aguilar Villanueva, Estudio
de las políticas públicas, México, Porrúa, 1992, pp. 79-103; Manuel Tamayo-Saez, “El análisis de
las políticas públicas”, en Rafael Baños y Ernesto Carrillo (comps.), La nueva administración
pública, Madrid, Alianza, 1997, pp. 2-3.
26 Citado en Wayne Parsons, Políticas públicas..., op. cit., p. 31.
cuadro 1
Ejemplo de política, plan, programa y proyecto en el contexto ambiental
Política
Conservación
Plan
Plan de monitoreo y difusión
de los humedales prioritarios
de la reserva de la biósfera
Alto Golfo de California y Delta
del Río Colorado y su zona de
influencia.
Programa
Programa de manejo
y conservación
Proyectos
Planificación e
información.
Educación
ambiental,
capacitación y
difusión
Fuente: Modificado de Gómez-Orea, Evaluación ambiental estratégica,
Madrid, Mundi-Prensa, 2007, p. 95.
Figura 1
Instrumentos de planificación. Política, plan, programa, proyecto
y su relación jerárquica
Plan
Programa
Proyecto Proyecto 1 Proyecto Proyecto n
Otros instrumentos
y medidas
Programa 2
Programa 1
Plan 1 Plan 2 Plan n
Otro origen
Política
Programa n
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Los planes constituyen una intención o mapas conceptuales de un
propósito antes de realizar una acción con el objetivo de encausarlo.
Algunos autores27 los definen como el conjunto de objetivos coordinados
y ordenados temporalmente para aplicar la política. Los programas son un
conjunto de actuaciones orientadas a la consecución de uno o varios objetivos.
Generalmente son la articulación de una serie de proyectos previstos en un
área determinada, donde la unidad de acción pública objeto de evaluación
suele ser el programa mismo. Finalmente, los proyectos se diferencian de
los programas porque vienen acompañados con un presupuesto económico
preciso y contienen actividades en torno a un objetivo concreto para realizarse
en un cierto periodo y en una zona geográfica delimitada. Los proyectos son,
tal vez, el nivel más importante de la planeación, ya que éstos son las unidades
de acción capaces de materializar los objetivos y metas trazados en los planes
y programas.28 En nuestras lecturas, observamos que actualmente, al menos
en las políticas de conservación, hay cierta confusión en la evaluación de los
programas de manejo de áreas naturales protegidas, que son una herramienta
de planeación para dar seguimiento a largo plazo, los programas operativos
anuales, instrumentos con que son evaluados administrativamente y los
proyectos de las mismas.29
Los métodos para evaluar cualquier política son los mismos, sin embargo,
en materia ambiental los criterios no han sido bien definidos y, al menos en
México, no hay mucha experiencia en la evaluación de los PPPP. Los programas
que tienen reglas de operación tienen la obligación de ser evaluados, sin
embargo, los planes y los proyectos (cuando existen explícitos en la política)
casi no han sido evaluados, de hecho, sólo uno de sus programas cuenta con
evaluaciones continuas.30
27 Chris Wood, Mohamed Djeddour, “Strategic Environmental Assessment: EA of Policies,
Plans and Programmes”, Impact Assessment Bulletin, Reino Unido, 1992, pp. 3-21.
28 Roberto Enríquez-Andrade, Introducción al análisis económico de los recursos naturales
y del ambiente, Selección Anual para el Libro Universitario 2004-2205, Mexicali, México,
Universidad Autónoma de Baja California, 2008.
29 Laura Rodríguez-Cardozo e Ileana Espejel, “Los criterios de sustentabilidad en los
programas oficiales aplicados a las áreas naturales protegidas federales de México”, Investigación
ambiental. Ciencia y política pública, México (en prensa).
30 Marisa Reyes Orta, Myriam Cardozo Brum, Hugo Méndez Fierros, Concepción Arredondo
García e Ileana Espejel, “Análisis del sistema de evaluación de un programa ambiental de
la política mexicana: el Proders y su transformación al Procodes”, Investigación ambiental.
Ciencia y politica pública, México, INE, 2013 (en prensa).
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La evaluación
La evaluación de políticas públicas es un procedimiento ampliamente reco-
nocido a escalas internacional y nacional.31 En México, los primeros esfuerzos
de evaluación dentro del gobierno federal datan de la década de 1970, pero
no fue sino hasta la de 1990 que comenzaron a tomar arraigo con reformas
de monitoreo, evaluación y de gestión basada en resultados con el fin de dar
seguimiento a programas gubernamentales y regular acciones y recursos en
cumplimiento de objetivos del sector público.32 En el 2004, los esfuerzos de
evaluación del gobierno federal se legitimaron con la creación del Coneval
en materia de política social.33 En política ambiental aún son escasas las
experiencias, además de que las metodologías empleadas en cada campo son
muy diversas34 y predomina el marco lógico. La evaluación de las políticas
han correspondido a un enfoque gerencial en el que la eficiencia y eficacia
de los programas son el énfasis principal y por lo tanto el cumplimiento de
indicadores es la prioridad. Este enfoque tiene muchas ventajas con respecto
al uso del presupuesto federal, sin embargo, limita una visión integral de
la evaluación de las políticas ambientales (porque las evaluaciones están
orientadas a medir los indicadores).
Por lo tanto, el esquema de evaluación de FPEIR, como se menciona en
la introducción, permite –a diferencia de otras metodologías– contemplar de
manera más completa la relación sociedad, economía, naturaleza y política.
La evaluación de políticas es la investigación sistemática cuya racionalidad
se basa en evidencia técnica.35 Consiste en poner a prueba, como si se tratara
31 Thomas Dye, What governments Do, Why they do it, What Difference it Makes, Estados
Unidos, University of Alabama Press, 1976; Dennis Palumbo, The politics of program evaluation,
Estados Unidos, SAGE, 1987; Michael Quinn Patton, Qualitative Evaluation and research
methods, segunda edición, Estados Unidos, SAGE, 1990; Wayne Parsons, Políticas públicas...,
op. cit., p. 31 y 37; Myriam Cardozo-Brum, La evaluación de políticas..., op. cit., pp. 43-60.
32 Semarnat, Evaluación de instrumentos normativos del..., op. cit., pp. 9-11.
33 Manuel Fernando Castro, Gladys López-Acevedo, Gita B. Busjeet, Ximena Fernández-
Ordóñez, El Sistema de M&E de México: un salto del nivel sectorial al nacional. Grupo de
Evaluación Independiente Comunicación, Aprendizaje y Estrategia (IEGCS), Estados Unidos,
Banco Mundial, 2009, pp. 6-18.
34 Sophie Veronique Avila-Foucat, Fernando Ramírez, Ana Ortiz-Monasterio, “Criterios
para la evaluación de la eficacia de algunos instrumentos de conservación in-situ”, en México:
capacidades para la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, México, PNUD/
Conabio, 2009, pp. 95-116.
35 David Taylor, “Governing through evidence: Participation and power in policy evaluation”,
Journal of Social Policy, Reino Unido, 2005.
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de una hipótesis –explícita o implícita–, si una política o programa de acción
determinados ha sido o no capaz de provocar los efectos esperados.36 Este
enfoque experimental sería posible en algunos programas ambientales que
coincidan en características ecológicas; por ejemplo, sería difícil comparar
programas en áreas naturales protegidas marinas con las terrestres. Sí podrían
aplicarse enfoques experimentales considerando dos o más tiempos o áreas
equivalentes en su problemática ambiental, social y económica. Sin embargo,
todavía hay mucho que hacer dentro de los PPPP ambientales en materia de
evaluaciones ex ante y de diseño. En la Figura 2 se esquematiza el proceso de
evaluación dentro del ciclo de la política: en las primeras etapas del proceso
de política se define el problema, se diseña y se buscan soluciones alternativas
para alcanzar los fines del programa. Esta fase corresponde a la evaluación
ex ante previa a su implementación. Una vez implementada la política, se da
seguimiento mediante el monitoreo, lo que corresponde a la fase de evaluación
formativa, que se lleva a cabo durante la aplicación de la política, por lo que
también se conoce como evaluación concurrente o del proceso. Cuando la
política muestra resultados, entonces se hace una recapitulación de los insumos
utilizados para medir su eficacia, eficiencia y desempeño general de acuerdo
con las metas establecidas. Esta última fase de evaluación es sumativa y se le
conoce como evaluación ex post.37
En políticas ambientales, generalmente se considera al territorio como parte
del proceso de evaluación, ya que en éste se refleja su alcance a diferencia de
otras políticas cuyos objetivos no necesariamente tienen una expresión territorial
tangible, como son la educación, la salud, o el bienestar social. De hecho, hay
autores que proponen que las evaluaciones sean in situ.38 Asimismo, son más
efectivas aquellas que favorecen la participación, de abajo hacia arriba, más
que como habitualmente se han hecho, de arriba hacia abajo.39
La importancia de la evaluación
La evaluación pretende, como cualquier otra investigación, describir, entender
las relaciones entre variables y determinar la secuencia causal de una variable
con otra.40 Si se quiere conocer el desempeño, la eficiencia o la eficacia que
36 Myriam Cardozo-Brum, La evaluación de políticas y programas..., op. cit., p. 62.
37 Wayne Parsons, Políticas públicas..., op. cit., p. 568.
38 Jeffrey Sayer y Bruce Campbell, The science of sustainable development: local livelihoods
and the global environment, Reino Unido, Cambridge University Press, 2004.
39 Wayne Parsons, Políticas públicas..., op. cit., pp. 486-491.
40 Myriam Cardozo-Brum, La evaluación de políticas y programas..., op. cit., pp. 47-58.
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ha tenido una acción previamente establecida, se siguen una serie de pasos
para determinar si se alcanzaron los objetivos que se plantearon al inicio.
De esta manera se puede mejorar el diseño o el proceso de dichas acciones;
dar cuenta si los resultados obtenidos compensan los recursos invertidos y el
tiempo, o bien retroalimentar proyectos futuros al identificar fallas y aciertos
de los planes y los programas actuales. En la Figura 3 se muestran algunos de
los tipos de evaluación de acuerdo con sus insumos, proceso programático
y fuente de información.
En la evaluación de PPPP ambientales, el modelo de abajo hacia arriba ha
permitido en algunas experiencias internacionales la mejor identificación de
los problemas ambientales, porque se identifican las causas y se describen
los impactos y cambios de estado histórica y vivencialmente. Un modelo
constructivista permite incorporar las lecciones aprendidas durante años
de convivir con el problema ambiental y de haber experimentado todo
tipo de soluciones. Se ha publicado que, de esta manera, las respuestas
expresadas como PPPP ambientales, han sido más facilmente implementadas
y observadas.
Figura 2
El ciclo de las políticas públicas y de la evaluación
Nota: en las políticas ambientales el territorio cobra mayor
importancia que en otros sectores.
Fuente: modificado de Wayne Parsons, Políticas públicas...,
op. cit., p. 564.
EVALUACIÓN EXTERNA
PROCESO DE
EVALUACIÓN
EVALUACIÓN INTERNA
FRON TERAS POLÍTIC AS CONTEX TO TERRITOR IAL
Definición del problema
EVALUACIÓN SUMATIVA
EVALUACIÓN FORMATIVA
Diseño
de políticas
Selección de soluciones
alternativas
Implementación
Monitoreo
Impacto
Ex ante
Concurrente
Ex post
Resultados
PROCE SO DE PO LÍTICAS
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metodologías
El tema del método de evaluación resulta de una discusión epistemológica en
torno a las formas posibles de generar conocimiento que fundamentalmente
opone enfoques positivistas y constructivistas.41
El primero se ocupa de la objetividad del trabajo, que se compone de
definiciones de tipo instrumental, interesado fundamentalmente en la evaluación
de tipo sumatoria y desarrolladas desde un enfoque no participativo (de arriba
hacia abajo). Por otra parte, el enfoque constructivista busca la credibilidad y
legitimidad del proceso y sus resultados, aporta definiciones de corte sociológico
y prioriza las evaluaciones formativas con enfoque participativo e interés en el
aprendizaje social42 (de abajo hacia arriba). La evaluación es un instrumento
Figura 3
Tipos de evaluación
Fuente: Osvaldo Feinstein, “Evaluación pragmática de políticas
públicas”, España, ICE, 2007, p. 27; Belén Sanz-Luque, ¿Es posible evaluar
la política cultural exterior como una política pública?, op cit., p. 6; Carol
Weiss, Evaluation, op. cit.; Arcelia Martínez, Bordon, Jogin Abreu Vera, “La
evaluación de las políticas públicas: evolución, principales herramientas y
métodos”, en E. Pérez Campuzano, M. Perevotchikova y V.S. Ávila Foucat
(coords.), Suelo de conservación del Distrito Federal ¿Hacia una gestión y
manejo sustentable II, México, Miguel Ángel Porrúa, 2011.
TIPOS DE EVALUACIÓN
EVALUACIÓN EN TIEMPO
EVALUACIÓN SEGÚN EL TIPO DE DATOS
EVALUACIÓN FORMAT IVA EVALUACIÓN SUMATI VA
EX POSTCONCURRENTE
CUANTITATIVAS
EX ANTE
CUALITATIVAS
Aprendizaje
Experiencia
Extra lecciones
Mejora diseño
Retroalimentación
Mejorar el proces o
Juicio de valor s obre lo
evaluado
Mide cómo la polí tica ha
resuelto el probl ema
Comparar el antes y el después
de la aplicación
Analizan la materialización de lo
que se propuso
Entrega informa ción relevante
para la toma de decisiones
Valora la calidad de lo que
produce
Durante el diseño de la política
Se analiza la conceptualización
del programa o po lítica
Proyecciones de l a
implementación
Se observa el funcionamiento y
el logro de los p roductos
Datos numéricos
que se convierten en estadístias
Amplio enfoque
Entrevistas
Análisis de materiales históricos
41 Idem.
42 Idem.
111
Esquema de evaluación para instrumentos de política ambiental
Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
moderno, en términos de políticas públicas, que permite dar seguimiento
al cumplimiento de los objetivos que se plantean las distintas políticas.43 La
evaluación para la mejora de las PPPP en materia ambiental, es un campo poco
explorado y urgente por lo novedoso del sector e importante para construir
el desarrollo sustentable de un país o región, especialmente cuando hay
escenarios de cambio climático que requieren de una gestión de la prevención
más que de una gestión reactiva ante los desastres.
Indicadores usados en la evaluación
Los indicadores representan un instrumento para sintetizar y transmitir infor-
mación de manera significativa dentro del proceso de toma de decisiones,44
y miden la eficiencia de las políticas ambientales.45 En este artículo se utiliza
el esquema FPEIR como marco conceptual (Figura 4) porque es ampliamente
usado a escala internacional como método para estructurar la complejidad
del desarrollo sustentable de las pesquerías, el manejo de los ecosistemas,
zona costera, la energía, urbanización, cambio climático, entre muchos otros,
como se mencionan en la introducción. La intención es facilitar su adopción
y utilización por las agencias de gobierno, ya que el esquema FPEIR, al
igual que los indicadores ambientales, se han convertido en un marco de
validez general para la evaluación de políticas del sector ambiental,46 porque
justamente gira alrededor del estado del ambiente como un factor primordial
para el desarrollo. La Semarnat cuenta con un sistema de indicadores de
sustentabilidad47 y el manual del ordenamiento ecológico48 lo considera, pero
la evaluación de la misma opera bajo el marco lógico, y evalúa sobre todo
la administración (programas operativos anuales), pero no el desempeño de
la política de una manera integrada.49
43 Ibid., pp. 51, 53, 54, 60 y 74.
44 Antonio Cendrero, “Indicadores de desarrollo sostenible para la toma de decisiones”,
Naturzae, Cuadernos de Ciencias Naturales, España, 1997, pp. 5-25.
45 Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible (ILAC), Indicadores
de seguimiento: México 2005, México, Semarnat/INE, 2005, pp. 92-96.
46 Semarnat, Evaluación de instrumentos normativos del..., op. cit., pp. 15-21.
47 Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible, Indicadores de
seguimiento: México 2005, op. cit., p. 92.
48 Semarnat, Manual del proceso de ordenamiento ecológico, Instituto Nacional de Ecología,
México, 2006 [http://www.semarnat.gob.mx/temas/ordenamientoecologico/Documents/docum
entos%20ordenamiento/zip/manual_poe.pdf], fecha de consulta: 30 de septiembre de 2013.
49 Marisa Reyes Orta et al., “Análisis del sistema de evaluación...”, op. cit., p. 132.
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Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
Bobadilla, Espejel, Lara, Álvarez, Ávila y Fermán
Dados estos antecedentes, hemos realizado una lectura multidisciplinaria
sobre la evaluación de políticas en general y de políticas ambientales en
particular. De la reflexión de las mismas, encontramos que es importante
insistir en la pertinencia de evaluar instrumentos normativos de manera
integral, como lo sugiere el desarrollo sustentable, entendiendo la causalidad
de la problemática ambiental como parte del diseño del instrumento. Por
tanto, pensamos que era importante retomar los esquemas internacionales
y que de alguna manera operan en México al interior del sector ambiental
como en los ordenamientos ecológicos del territorio. Para ello presentamos
este ensayo, que retoma las lecturas y nuestras experiencias para proponer
un esquema en tres etapas, para evaluar las PPPP ambientales.
Figura 4
Esquema conceptual Fuerza motriz/Presión/Estado/Impacto/Respuesta
Fuente: Semarnat, Sistema Nacional de Indicadores Ambientales,
México, 2013 [http://www.semarnat.gob.mx/informacionambiental/SNIA/
Pages/internacionales.aspx], fecha de consulta: 30 de septiembre de 2013;
Andrés Schuschny y Humberto Soto, Indicadores de desarrollo sostenible.
Marco y metodología, Comisión de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 1996, p. 24.
Nota: cuando las respuestas (PPPP) atienden la presión y el estado,
se consideran respuestas orientadas al desarrollo sustentable; en cambio,
si están orientadas a atender impactos, crisis, desastres ambientales, se
dice que son meros paliativos, medidas de comando y control, es decir,
no sustentables.
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Esquema de evaluación para instrumentos de política ambiental
Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
propuesta para evaluar los instrumentos
de política pública ambiental
Esta propuesta se centra en la evaluación de PPPP, ya que es a través de sus
programas y proyectos donde se definen las metas para el objetivo de la política
pública. Por ello, al evaluar el marco normativo, se pueden corregir desde su
origen las fallas de los instrumentos. Se propone un esquema de evaluación
parcial, de diseño, simple y holístico, con una doble perspectiva de generalidad
y particularidad. Con éste se proporciona una visión del problema y, conforme
a los hallazgos, se guía la evaluación a donde apunte el origen de las fallas, que
pueden ocurrir desde la concepción de la misma política hasta la aplicación de
las estrategias. El modelo considera componentes sociales, naturales y políticos.
Esta propuesta se ubica principalmente en la evaluación ex post/concomitante
y se basa en tres etapas de evaluación:
etapa 1.desglose por problema. Esta primera etapa está diseñada de acuerdo
con la propuesta de la OCDE para medir el desarrollo sustentable (Figura
5). Puede ser usada para evaluar diferentes estrategias adoptadas para una
problemática en particular, por ejemplo el declive de un recurso natural
renovable. Se propone que una vez identificado el problema se genere un
marco conceptual para organizar el conjunto de indicadores con un desglose
de causa-efecto. La construcción del esquema consiste en identificar una
problemática y, a partir de aquí, investigar qué presiones se ejercen sobre
dicho recurso para implementar “medidas”, acciones o respuestas. Se sugiere
que se clasifiquen las causas en intrínsecas e extrínsecas, mediatas o inmediatas
de dicha problemática para sugerir estrategias donde se puedan modificar
las tendencias a favor de la solución del problema. Por ejemplo, en un área
natural protegida (ANP) marina ubicada frente a una ciudad o puerto en
crecimiento, poco se puede hacer para evitar las fuerzas motrices que causan
presión en el estado del ANP.50 En este caso se pueden enfocar los esfuerzos
en minimizar los impactos que son los que afectan directamente la salud o la
economía de una población. Es importante conocer todos los instrumentos de
política que se crearon para la solución de ese problema, para entonces poder
comparar las estrategias de cada uno, así como las instituciones involucradas
para detectar con qué enfoque pretendían resolver dicha problemática. Se
recomienda separar los propósitos u objetivos de las políticas con el fin de
ver los alcances de los resultados e impactos.
50 Leonardo Ortiz-Lozano, Alejandro Granados-Barba, Solís-Weiss, García-Salgadoc,
“Environmental evaluation and development problems of the Mexican Coastal Zone”, Ocean
& Coastal Management, México, 2005, pp. 161-176.
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Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
Bobadilla, Espejel, Lara, Álvarez, Ávila y Fermán
etapa 2. concordancia conceptual. Esta etapa está basada en el esquema
propuesto por Curcio,51 quien aplicó este razonamiento a políticas de salud.
Parte de la lógica de que muchas políticas se asumen correctas para la
resolución de conflictos y no se considera que el fracaso de las mismas puede
ocurrir debido a que no se planteó correctamente la problemática desde el
diseño de la política. De esta manera, aun cuando la política haya cumplido
con todos sus objetivos, la problemática prevalece porque los objetivos
establecidos no tenían correspondencia con dicha problemática. Cuando un
problema público no ha sido bien definido o no está bien estructurado, se
podría caer en un error de diseño de políticas y programas, que aunque estén
conceptualmente correctas, no resuelven el problema en cuestión. A este error
se le conoce como error tipo III y ocurre cuando se resuelve el problema
incorrecto o no se resuelve el que se pretendía resolver. El planteamiento
se basa en que antes de iniciar la evaluación para conocer la efectividad de
la política o programa, se identifique la coherencia conceptual de la política
o programa. De esta manera se complementan la evaluación empírica con
Figura 5
Desglose del problema organizado a partir del esquema conceptual
de Fuerza directriz/Presión/Estado/Impacto/Respuesta
EVALUACIÓN RESPUESTASPRESIÓN
FUERZAS MOTRICES IMPACTOS
ESTADOFactores
naturales o
intrínsecos
Número de
instrumentos
para la solución
de un problema
Número de
instancias
involucradas
Indicadores para
tomar decisiones
¿Se resolvió?
¿Se pueden
modificar las
tendencias?
Factores
antrópicos
No
No
Problemática
Acciones eficientes, problemática resuelta
51 Pasqualina Curcio Curcio, “Metodología para la evaluación de políticas de salud”, Revista
Política, Venezuela, Instituto de Estudios Políticos, 2007, pp. 62-63.
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Esquema de evaluación para instrumentos de política ambiental
Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
la evaluación conceptual.52 Si se hace una equivalencia con los criterios de
evaluación, tendríamos que el error 0 evalúa la pertinencia, el error I la no
pertinencia, el II sugiere aplicar la etapa uno del esquema aquí presentado
y el error III utiliza el criterio de relevancia.53
52 Ibid., pp. 69, 71 y 78,
53 Marisa Merino Cuesta, La evaluabilidad de instrumentos de gestión a herramientas
estratégicas en la evaluación de política públicas, España, Agencia de Evaluación y Calidad.
Ministerio de Administración Pública, 2007, pp. 16 y 33.
Figura 6
Cuatro posibles combinaciones de la manera correcta o incorrecta de plantear
un problema y la presencia o ausencia de una política que lo mitigue
Fuente: elaboración basada en Pasqualina Curcio, “Meto-
dología para la evaluación de políticas de salud”, op. cit.
Presencia de una política
Planteamiento del problema
No
No
0 I
III II
El escenario cero indica que existe un problema que está bien definido y
existe una política pertinente que ayuda a la resolución del mismo (Figura 6),
en este escenario sólo se requiere el seguimiento de las estrategias definidas
en el programa para cumplir con las metas establecidas que suponen el éxito
del mismo. El escenario uno sucede cuando el problema está bien definido; no
obstante, no existe política o programa que lo subsane (no hay pertinencia),
por lo que la medida a seguir debería ser la creación de un instrumento que
especifique la problemática y sugiera estrategias para solucionarlo a partir de
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Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
Bobadilla, Espejel, Lara, Álvarez, Ávila y Fermán
objetivos y metas en un tiempo. El escenario dos o “peor escenario” sucede
cuando existe un problema pero éste no está correctamente definido o bien
no se reconoce como tal, además de no contar con ninguna política que
pueda corregirlo (requiere implementar la etapa uno de nuestro esquema).
El escenario tres indica que existen políticas que buscan remediar algún
problema, pero dicho problema no está bien definido (criterio de relevancia).
Por tanto, aun cuando la política cumpla con todos los objetivos, el problema
prevalecerá porque las estrategias no son las adecuadas para remediarlo. Por
ejemplo, un error tipo III se ejemplifica con el diseño de la Reserva de la
Biosfera del Alto Golfo y Delta del Río Colorado, que pretendía, entre otras
especies, conservar a la vaquita marina, una de las especies a las que se le ha
puesto mayor atención por su estatus de amenazada a nivel internacional (y
esto se da por la reciente extinción del delfín del lago Yantzen en China). Sin
embargo, no se definió como área núcleo su área de distribución completa
y hubo que hacer modificaciones a la política que la protegía.54 Definir el
problema requiere de un esquema de evaluación abajo-arriba porque se
consulta a los conocedores de la problemática o afectados por la misma.
etapa 3. clasiFicación Fpeir por pppp. Si se siguen los esquemas previos, en
esta etapa ya se tiene identificado de manera puntual dónde falló la política,
si fue en su concepción o en su aplicación. También, con el “desglose por
problema”, se observa si algunos problemas cuentan con un exceso de
políticas ambientales encaminadas a su solución.55 Por ello se propone que, a
partir de la lectura de las respuestas (instrumentos implementados vigentes),
se clasifique la información en indicadores de Fuerza Motriz, Presión, Estado
Impacto, Respuesta (FPEIR) para identificar al o los factores que originaron la
implementación del o de los instrumento(s) (Figura 7).
La principal diferencia de este modelo respecto de la aplicación habitual
del modelo propuesto por la OCDE, es que en México éste ha funcionado de
manera reactiva y de arriba a abajo. Es decir, las respuestas (leyes, normas,
54 Lorenzo Rojas-Bracho, Randall R. Reeves y Armando Jaramillo-Legorreta, “Conservation
of the vaquita Phocoena sinus”, Mammal Review, México, 2006, pp. 179-216; Mariana Bobadilla,
Saúl Álvarez-Borrego, Sophie Avila-Foucat, Francisco Lara-Valencia e Ileana Espejel, “Evolution
of environmental policy instruments implemented for protection of totoaba and the vaquita
porpoise in the Upper Gulf of California”, Environmental Science and Policy, México, 2011,
p. 1002; Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), Report of the fourth
meeting of the international committee for the recovery of the vaquita, México, Unpublished
report [www.iucn-csg.org/wp-content/uploads/2010/03/Report-of-the-Fourth-Meeting-of-the-
International-Committee-for-the-Recovery-of-Vaquita.pdf], 2012.
55 Mariana Bobadilla et al., “Evolution of environmental policy...”, op. cit., p. 1004.
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Esquema de evaluación para instrumentos de política ambiental
Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
decretos) se generan a partir de la identificación de las problemáticas am-
bientales, por ejemplo al hacer una manifestación de impacto ambiental se
vislumbran las posibles consecuencias (presiones o impactos) que un proyecto
pueda ejercer sobre un territorio.56 En nuestra propuesta, en cambio, se parte
de las respuestas ya existentes, no para generar otros instrumentos, sino para
mejorarlos, y esto resulta de una experiencia local,57 donde se encontró una
alarmante sobrerregulación en materia ambiental.
De seguir el esquema propuesto, sería posible identificar el nivel de
alcance que tuvieron los decretos después de haberse implementado (en una
evaluación de diseño de manera ex post), es decir, se podrían identificar a
partir de los indicadores generados en el esquema FPEIR y en la forma como
se encaminaron los esfuerzos para resolver el problema ambiental. De esta
manera se podrían modificar puntualmente las ineficacias del instrumento,
además de ayudar a determinar si las fallas radicaron en su aplicación o en
su concepción. Los elementos que se sugiere buscar en el contenido de las
políticas e instrumentos asociados a su consecución son los siguientes:
Fuerza directriz. Aquí se busca la motivación de la creación de la política,
antecedentes o justificación de la política (causas externas). Para ello, debería
Figura 7
Diagrama para la evaluación de las políticas
(EPA = evaluación de política ambiental)
FUERZA
MOTRIZ PRESIÓN ESTADO IMPACTO RESPUESTAS
Otras
políticas,
demanda de
la sociedad
actividades
Esfuerzo
pesquero Sobre
explotación
de especies,
disminución
de poblaciones
Economía
de los
pescadores
Políticas
pesqueras
y conservación
EPA EPA EPA EPA
56 “Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente”, úlltima reforma, 5
de julio de 2007, Diario Oficial de la Federación, México. Principalmente su capítulo III del
Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, 2007.
57 Mariana Bobadilla et al., “Evolution of environmental policy...”, op. cit., p. 1005.
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Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
Bobadilla, Espejel, Lara, Álvarez, Ávila y Fermán
considerarse cualquier antecedente alrededor del problema y contextualizarlo
históricamente, ya que muchas políticas responden a intereses políticos
o acuerdos (nacionales o internacionales) que poco tienen que ver con
el problema local. Por ello, se propone que se indague primero sobre la
existencia de una “memoria del problema”: ¿se cuenta con un análisis histórico
de la problemática y políticas implementadas? Por ejemplo, si un área natural
protegida cuenta con un plan de manejo, se podría dar una visión del problema
pero siempre deberían complementarse con información adicional tales como
los informes de gobierno, decretos, campañas publicitarias en pro del medio
ambiente o índices de bienestar social, etcétera.
Presión. Identifica todas las presiones que han ocasionado las actividades
humanas sobre el ambiente. ¿Qué actividades humanas afectan al recurso?
Por ejemplo, las actividades perimetrales, directas e indirectas que ejercen
presión a los recursos.
Estado. Describe la condición del ambiente, incluye la calidad y cantidad
de los recursos naturales. ¿Se cuenta con estadísticas de la condición del
recurso? Esta información podría obtenerse de los censos ambientales o
cuentas ambientales, aunque deber considerarse que dicha información es
generalizada y muchas veces no tiene el nivel de la resolución para utilizarse
en casos particulares. En este caso, son útiles las estadísticas locales o a
través de encuestas y entrevistas que permitan identificar la percepción de
los pobladores de cambios de estado en el tiempo; o bien, si se tratase de
territorios, también se pueden obtener imágenes o bases de datos en dos
tiempos para medir el cambio que ha sufrido el recurso.
Impacto. El impacto es el resultado de los cambios en el ambiente que afecta
económicamente o en términos de salud a los seres humanos. ¿Se cuenta
con estadísticas de la economía y aspectos sociales de las comunidades
asociadas para, al menos, dos tiempos? Además, aquí el uso de encuestas
a los pobladores sería conveniente para conocer su percepción y sentir
respecto del problema y su opinión de las políticas implementadas, ya que
las estadísticas son censos o datos de producción del recurso y no reflejan
necesariamente el impacto real.
Respuestas. Las respuestas son las acciones diseñadas para resolver los
problemas ambientales de la zona. En este esquema obtenemos la información
de indicadores del mismo instrumento sujeto de análisis y se complementa
con la lectura de los otros instrumentos de política que apoyan la consecución
del objetivo de la política. ¿Qué indicadores muestran si la política funcionó
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Esquema de evaluación para instrumentos de política ambiental
Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
o no?, ¿cuántas y qué otras políticas se han adoptado para solucionar el
problema en cuestión?
discusión y conclusiones
En el contexto neoliberal, la evaluación de políticas públicas cobra importancia
dado que la nueva forma de gobernar promueve la participación y exige el
rendimiento de cuentas. La evaluación de políticas públicas tiene muchas
vertientes, pero todas ellas conllevan como objetivo la mejora de las mismas.
Los métodos para evaluar políticas son generales, pero los criterios difieren
de acuerdo con el sector. En la política ambiental, los criterios incorporan el
ambiente como eje base. En especial, las políticas de conservación son las
únicas centradas en las otras especies del planeta (no sólo la especie humana)
y las protegen de las acciones humanas. Políticas como las de salud y de
energía tienen contextos ambientales, como las referentes a la epidemiología o
la contaminación, pero están centradas en el bienestar de los seres humanos.
Dado esto, y sin que sea excluyente de las políticas ambientales, sugerimos
como base de la evaluación de las mismas, el esquema metodológico que
es utilizado de forma exitosa y recomendado internacionalmente58 para
evaluar, medir y manejar el ambiente con el objetivo de construir el desarrollo
sustentable: el esquema FPEIR. Las recomendaciones de dichos autores implican
el acompañamiento de otros esquemas y de un proceso participativo. En
este caso añadimos un esquema para medir la pertinencia de las políticas
ambientales existentes en referencia a buenos diagnóticos (el esquema de
Curcio de la Figura 6) y un proceso de participación incluyente, de abajo
hacia arriba, que junto con herramientas para hacer escenarios y que no son
explícitamente abordados en este artículo, facilitan la toma de decisiones y,
por lo tanto, mejoran la evaluación o elaboración de PPPP ambientales.
Si se analiza la gestión de las PPPP ambientales, en comparación con otras
sectoriales, tienen una corta existencia (el sector ambiental surge a fines de la
década de 1980). En México, sólo un programa ambiental ha sido evaluado
continuamente (el Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible,
Procodes), y hasta recientemente59 no se había realizado una metaevalución
del mismo. Nosotros partimos de que la evaluación de políticas ambientales
requiere de un tratamiento especial, básicamente porque las políticas giran
58 Karen Tscherning et al., “Does research applying the DPSIR framework support decision
making?”, op. cit., pp. 102-110.
59 Marisa Reyes Orta et al., “Análisis del sistema de evaluación de un programa...”, p. 47.
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Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
Bobadilla, Espejel, Lara, Álvarez, Ávila y Fermán
alrededor de procesos humanos (salud, educación); ninguna otra política
defiende la biodiversidad ni los procesos ecosistémicos del planeta.
Asimismo, consideramos que la evaluación de poltícas ambientales, como
de otras, debe ser participativa (de abajo hacia arriba) y como un proceso
constructivista. Para ello, es necesario capacitar equipos interdisciplinarios
que evalúen las PPPP, en este caso, como son ambientales, la participación
de ecólogos y biólogos es fundamental porque son los profesionistas que
defienden la existencia de la flora y fauna y se preocupan por el mantenimiento
de la funcionalidad ecosistémica.
El resultado de una reflexión sobre la problemática ambiental y las
políticas asociadas es que éstas no han sido tan exitosas dado que los
problemas ambientales no sólo se han controlado o detenido, sino que se
siguen agudizando. Encontramos que es a partir de la última década, que
las políticas ambientales han iniciado el periodo de evaluación en el cual se
espera aprender de los errores cometidos y replantearlas con el objetivo de
mejorar su diseño.
Algunos autores ejemplifican que hay una sobrerregulación60 y por eso el
esquema sugerido donde primero se desgloza el problema, luego se analiza
si la PPPP fue pertinente o relevante y, si no existen, se construyen las PPPP
bajo el esquema FPEIR que facilita esta dinámica. En la propuesta, el uso
de indicadores integrados tanto ambientales, sociales como económicos,
permite medir si la respuesta fue preventiva (de desarrollo sustentable) o de
comando y control (no sustentable). El uso del esquema FPEIR (antes PER,
como se explica en los antecedentes), utilizado por la Agencia Europea de
Medio Ambiente y aplicado en México en el esquema de indicadores de
sustentabilidad en el algunos programas como el Ordenamiento Ecológico
Terriotrial, facilita su incorporación en el proceso incipiente de evaluación
de PPPP ambientales mexicanas. La propuesta atiende los comentarios de los
críticos del esquema FPEIR61 y por eso incorpora otros esquemas y herramientas
que los análiticos del FPEIR62 encuentran en su revisión y que, por ello, es el
60 Mariana Bobadilla, Saúl Álvarez-Borrego, Sophie Avila-Foucat, Francisco Lara-Valencia
e Ileana Espejel, “Evolution of environmental policy instruments implemented for protection
of totoaba and the vaquita porpoise in the Upper Gulf of California”, Environmental Science
and Policy, 2011, pp. 998-1007.
61 Hanne Svarstada, Lars Kjerulf Petersen, Dale Rothman, Henk Siepeld, Frank Wätzold,
“Discursive biases of the environmental research framework DPSIR”, Land Use Policy, 2008,
pp. 116-125.
62 Karen Tscherning et al., “Does research applying the DPSIR framework support decision
making?”, op. cit., pp. 102-110.
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Esquema de evaluación para instrumentos de política ambiental
Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
esquema más utilizado y eficiente. En este caso agregamos una etapa tomada
de la evaluación de ciencias de la salud que nos parece fundamental (el
basado en Curcio de la Figura 6), el cual permite identificar la funcionalidad
del instrumento desde su origen porque señala si las fallas tienen un origen
desde su concepción o en el diseño, o bien permite analizar si la falla sucede
en la fase de implementación de las estrategias planteadas.
La idea de un esquema metodológico en etapas para evaluar el diseño
de los instrumentos ambientales normativos centrados en la mejora, y
utilizando esquemas internacionales y conocidos en México fue porque,
aunque la Subsecretaría de Fomento y Normatividad Ambiental utiliza el
Esquema de marco lógico para evaluación, dicho esquema evalúa básicamente
la administración de los programas ambientales, quedando de lado una
evaluación integrada que mire hacia la mejora de las PPPP y cumplir con los
objetivos de desarrollo sustentable esperados por el sector ambiental.
Dada esta reflexión, seleccionamos de entre otros esquemas el FPEIR
porque es de amplio uso internacional y, aunque criticado por sus limitaciones
(por ejemplo, los sistemas ambientales son mucho más complejos que como
ha sido analizado en ocasiones), si se acompaña de otros esquemas,63 se
contextualiza el alcance de los resultados y se hace participativo en todas sus
fases, es un excelente esquema para estructurar la problemática alrededor de
la sustentabilidad de una actividad (como se citan en varios estudios en la
introducción de este trabajo), pero sobre todo ayuda a tomar decisiones (en
este caso, a elaborar PPPP ambientales pertinentes).
Por otro lado, el esquema FPEIR o su antecesor, el PER, ya se utilizan
como métodos en otros instrumentos de política ambiental, como es el
Ordenamiento Ecológico del Territorio64 y existe la Iniciativa Latinoamericana y
Caribeña para el Desarrollo Sostenible (ILAC),65 cuyos países afiliados cuentan
con sistemas de indicadores ambientales para la evaluación del desarrollo
sustentable. La idea principal de nuestra propuesta es contar con respuestas
(PPPP ambientales) que motiven una gestión basada en la prevención y por
tanto de desarrollo sustentable; en lugar de las actuales que son respuestas
de comando y control, paliativos que resuelven crisis ambientales pero no las
63 Simon Bell, “DPSIR = A Problem Structuring Method? An exploration from the ‘‘Imagine’’
approach”, European Journal of Operational Research, 2012, pp. 350-360; Barry Ness, Stefan
Anderberg y Lennart Olsson, “Structuring problems in sustainability”, Science: The multi-level
DPSIR framework, 2010, Geoforum, pp. 479-488.
64 Vicente Arriaga, Ana Córdova y Vázquez, Manual del proceso de ordenamiento ecológico,
México, Instituto Nacional de Ecología, 2007.
65 [http://www.semarnat.gob.mx/informacionambiental/SNIA/Pages/internacionales.aspx],
fecha de consulta: 30 de septiembre de 2013.
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Política y Cultura, otoño 2013, núm. 40, pp. 99-122
Bobadilla, Espejel, Lara, Álvarez, Ávila y Fermán
evitan; es decir, no promueven la sustentabilidad de los sectores económicos
ni la de un país, región o municipio.
La aplicación del esquema FPEIR en el formato con tres etapas que
proponemos, si se construye bajo un modelo participativo –de abajo hacia
arriba, que han funcionado en otros instrumentos ambientales como el
impacto ambiental–,66 tendríamos más casos de éxito en materia ambiental.
La forma experimental de la evaluación de las políticas ambientales podría
ser al comparar tiempos; como lo ejemplifican algunos autores en su artículo
sobre contaminación histórica.67 En especial, evaluaríamos si las respuestas
existentes están funcionando o no, para entonces decidir si se mejoran los
disponibles o se generan otros nuevos instrumentos.
El diagnóstico de la problemática es clave en la formulación de PPPP para
cualquier sector (Figura 6). Si el diagnóstico se hace de manera integrada
(como proponemos con el esquema FPEIR adicionado al de Curcio), se
identifican las detonantes de las respuestas (PPPP ambientales) actuales y
eso permite evaluar si la problemática está bien planteada desde un inicio.
El esquema puede ser utilizado en evaluaciones ex ante, pero también en
evaluaciones ex post. El esquema es útil para políticas complejas, puede
incluirse una variable de tiempo y espacio, ya que el esquema permite incluir
variables de contexto, históricas o circunstanciales.
De aplicarse, se espera que no haya más sobrerregulación, sino una mejora
en las políticas incorrectas y no creando nuevas políticas sin antes probarlas
como sucedió en el caso de las políticas implementadas en el Alto Golfo de
California para la protección de las especies vaquita y totoaba.68
66 Ciaran O’Faircheallaigh, “Public participation and environmental impact assessment:
Purposes, implications, and lessons for public policy making”, Environmental Impact Assessment
Review, 2010, pp.19-27.
67 Michel Meybeck, Laurence Lestel, Philippe Bonté, Régis Moilleron, Jean Louis Colin,
Olivier Rousselot, Daniel Hervé, Claire de Pontevès, Cécile Grosbois y Daniel R. Thévenot,
“Historical perspective of heavy metals contamination (Cd, Cr, Cu, Hg, Pb, Zn) in the Seine
River basin (France) following a DPSIR approach (1950–2005)”, Science of the Total Environment,
2007, pp. 204-231.
68 Mariana Bobadilla et al., “Evolution of environmental policy instruments implemented...”,
op. cit., 998-1007.
... An evaluation protocol is proposed for conservation instruments such as protected natural areas, adapted from Bobadilla et al. (2013) (Figure 2). ...
... This analysis was based on the four stages of the public policy cycle proposed by Palumbo (1987) and Bobadilla et al. (2013), which consider aspects such as the perception of the local population, the ecological state of the ecosystems, and the degree of implementation of the activities proposed in the planning instruments. ...
... We analyzed the conceptual concordance between the objectives and strategies of the Management Program seeking to solve the problems of ecological degradation in the area. This stage is based on the logic that many policies are assumed to be correct for solving a problem that perhaps was not correctly identified (Curcio, 2007;Bobadilla et al., 2013). ...
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Protected areas (PA) are the main conservation instrument in Latin America, but rural communities are rarely integrated into decision-making. In Mexico, many conflicts fall on guaranteeing equitable access to resources for locals against private economic interests. The aim of this manuscript was to present a strategy to evaluate the functioning of the PA at the socio-ecological perspective, including three phases: diagnosis, evaluation of the conservation instrument, and intervention proposal. The results show that the PA was recategorized without adequate characterization of the problem to achieve conservation; therefore, its impact has been biased and the development of large-scale activities has been favored and locals have been excluded. This scenario left the migration of men to cities in search of work and women and children facing unequal management of natural resources. In terms of aquatic ecological quality, indicators show signs of degradation that have not been able to be improved through the management plan. The activities proposed in the annual operational plans are unrealistic since there is no support and training for the communities. We propose participatory monitoring as a strategy for the empowerment of communities in the use of water resources and as a cohesive element between government policies and local needs.
... Como se ha visto, dentro del tema de la preservación de la naturaleza, se pueden encontrar algunas contradicciones en el proceso de aplicación de políticas públicas, debido al origen e intereses distintos de las instituciones responsables de su diseño (Bohadilla et al., 2013). incluso diferentes autores han documentado cómo el apoyo gubernamental a la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano, con acciones implementadas sobre el mismo territorio, han llevado a la pérdida de biodiversidad, mayor erosión, inundaciones y ampliación de zonas de riesgo, entre otros problemas (reboratti, 2000;Aguilar, 2008;díaz, 2014;perevochtchikova y torruco, 2014;Ahamed et al., 2015). ...
... por lo tanto, es fundamental realizar un análisis de los objetivos y las reglas de operación de los programas para poder compararlos y determinar dónde se encuentran las discrepancias y así contribuir con la mitigación del impacto. para esto, retomando la experiencia de otros autores, como parsons y Acevedo (2007), Ahumada (2012) y Bohadilla et al., (2013), en este trabajo se hace una propuesta para abordar el análisis de políticas públicas ambientales con base en la tipología de reglas institucionales propuesta por ostrom (2005) y recurriendo al estudio de instituciones a partir del marco analítico de análisis y desarrollo institucional (adi). dentro del último, las políticas públicas (pp) que se ejercen sobre el territorio y que son incompatibles se consideran políticas disfuncionales, las cuales son más evidentes si los programas o acciones están sesgados hacia un cierto enfoque o apoyan más a determinados sectores de la sociedad. ...
... Gestión y polítiCA púBliCA 2007). por esta razón, han surgido muchos marcos analíticos relacionados con el cuidado y la preservación de recursos naturales, tanto en méxico como en el mundo (Cardozo, 1990;ostrom, 2005;Gil, 2007;leff, 2008;Bohadilla et al., 2013;díaz, 2014). en el caso de las ciudades, el estudio del ambiente urbano ha adquirido gran relevancia sólo en las últimas décadas (satterhwaite, 1999; sorensen y okata, 2010; niemela, 2012) y la discusión sobre sustentabilidad urbana ha incorporado aspectos sociales, económicos y ambientales, en una interacción urbano-regional (pérez Campuzano, 2014). ...
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The present work analyzes the operation rules of eight environmental public policy programs applied in the conservation land of Mexico City in order to demonstrate the contradictions that they present, and thus to verify that there is institutional dysfunctionality, which can lead to potential environmental impact. The analytical framework is institutional analysis and development, and methodologically, it uses three stages: a) revision of the operation rules, b) the presentation of analysis criteria with assigned ranges, and c) the construction of multi-imensional graphs; showing the index of institutional dysfunctionality in a horizontal and vertical way. © 2018, Centro de Investigacion y Docencia Economicas A.C. All rights reserved.
... También su percepción sobre el bienestar de los habitantes de Cabo Pulmo antes y después de la publicación del decreto. Así mismo se utilizó el método de evaluación a políticas ambientales propuesto por Bobadilla et al. 2013. ...
... Con el fin de evaluar de manera más adecuada las percepciones de los empresarios turísticos en cuanto a la importancia relativa de los diferentes factores que intervienen en la ejecución y el éxito del PNCP, se encuestó a quienes tuvieran alguna actividad dentro de la cadena productiva de turismo en Cabo Pulmo y se complementó con el método de evaluación a los instrumentos de política ambiental propuesto por Bobadilla et al. (2013), que considera tres etapas: 1) "Desglose del Problema; 2) "Concordancia conceptual"; y 3) Clasificación por Fuerza motriz-Presión-Estado-Impacto-Respuesta (FPEIR). ...
... Por otro lado, un estudio realizado por CONANP-GIZ (2016) (Bobadilla, et al., 2013;Curcio, 2007, Figura 9 y 10), mismos que han cumplido cabalmente con el objetivo de política pública en congruencia con la conservación de los recursos naturales (Bobadilla, et al., 2013;DGIRA, 2014;D. O. F. 2012, Tabla 1). ...
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Cabo Pulmo National Park (CPNP) is nationally and internationally recognized for biomass increase of wildlife in relation to the existing before its creation decree. Its inhabitants found, in sustainable tourism, a very rewarding and higher income than they expected. The quality of life of the inhabitants and Paradise offered by Cabo Pulmo is unprecedented in terms of Protected Natural Areas. This success is attributed to the policy adopted by the federal government to reserve it as an ANP in the category of National Park. However many areas in the country (Mexico) have similar conservation schemes without the success of Cabo Pulmo. In this regard, this study aims to know what factors have supported the achievement of its objectives, which is to conserve marine resources and promote social welfare. Our results prove that without the will and express consent of the community to appropriate public policy objective and the interest of different stakeholders such as researchers and organizations of the Civil Society Pulmo would not be the role model that it is today within conservation in Mexico and the world.
... La evaluación de la pertinencia de ambos acuerdos muestra una estrecha vinculación entre los objetivos y el problema que da origen a los instrumentos de política ambiental (véase el cuadro 2), aunque existe un cambio fundamental en el contexto, referente a las actividades pesqueras que originan el problema. En las primeras definiciones del problema, la captura incidental de la vaquita se efectuaba por la actividad de pesca autorizada, mientras que a partir de 2012 ocurre principalmente por la pesca ilegal de totoaba (eia, 2016), lo que provoca un error de tipo III -diferencia entre la realidad y la causa del problema definido-, de acuerdo con el análisis de concordancia conceptual (Bobadilla et al., 2013). Esto explica, en buena medida, los resultados que se han obtenido a partir de ambos acuerdos en cuanto a la disminución de la población de vaquita marina, ya que los dos instrumentos de política se orientaron a la pesca comercial autorizada realizada por embarcaciones ribereñas, y no para enfrentar la pesca ilegal. ...
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El presente trabajo muestra los resultados de la evaluación de dos instrumentos de política pública enfocados en la conservación de la vaquita marina , especie en peligro de extinción por captura incidental. El objetivo es evaluar la pertinencia y efectividad del acuerdo que suspende temporalmente la pesca comercial y el acuerdo de prohibición de artes de pesca. Para ello, se utiliza una metodología mixta-recopilación de información documental, reportes oficiales del tamaño de la población de la especie y recuperación de entrevistas con actores clave-. Los resultados muestran que si bien la pertinencia es muy alta, la eficacia ha sido nula, ya que no se han logrado los objetivos. En conclusión, los resultados se explican por un cambio en el contexto de implementación de las políticas. Palabras clave: definición del problema, política ambiental, pesca ilegal, totoaba, gobernanza Evaluation of Two Public Policy Instruments to Conserve the Vaquita (Phocoena sinus) This paper shows the results of the evaluation of two public policy instruments aimed at conserving the vaquita, a species in danger of extinction due to high bycatch mortality. The aim of the paper is to assess the relevance and effectiveness of the agreement temporally suspending commercial fishing and the gear prohibition agreement. To carry out this, a mixed methodology is used-collection of documentary information, official reports on the species population size and the retrieval of interviews with key stakeholders. The results show that, although the evaluation of relevance is very high, the effectiveness has been null, since the objectives have not been achieved. In conclusion, the results are explained by a change in policy implementation context.
... Un punto central en la gobernanza ambiental y la política ecológica debe ser la identificación de los actores involucrados. Una buena gestión, en la que se integren los actores sociales clave, puede resultar en la preservación y restauración de los hábitats y contribuir al incremento en masa de bosques y selvas (Bobadilla et al., 2013;Cruz-Coria et al., 2019). ...
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Las áreas naturales protegidas urbanas se encuentran en peligro de perder su función principal, que es el manteni- miento de la biodiversidad, por su aislamiento y las presio- nes que enfrentan al estar inmersas en zonas urbanas. Por ello, es imprescindible comprender las interacciones entre lossistemas sociales y ecológicos que pueden afectar su funcionalidad ecológica. El objetivo de esta investigación fue realizar una evaluación de la aplicación de la norma- tividad ambiental a usuarios en tres Áreas Naturales Pro- tegidas (ANP) en Michoacán, México, así como conocer los cambiosen la cubierta vegetal y usos de suelo dentro de las reservas en los años en los que han estado bajo pro- tección. Para ello, se realizaron entrevistas a actores locales como colonos y usuarios de las áreas de influencia y admi- nistradores de las ANP, y se elaboró un diagnóstico para conocer el nivel deaplicación de las normas ambientales. Para conocer que tanto han sido preservados y restaurados los ecosistemas dentro de las ANP, se realizaron mapasde cambio de la cubierta vegetal y uso de suelo en un periodo de 26 años (1995-2021). Los resultados muestran desco- nocimiento del manejo de lasANP y desapropiación de los pobladores y usuarios. Los administradores reconocen una falta de gobernanza ambiental generalizada, pero rea-lizan un trabajo arduo para procurar su correcto funciona- miento. Los mapas de cambio en dos ANP muestran la diminución de la cubierta forestaly los cuerpos de agua, así como cambios la estructura y composición forestal.
... Esquema del modelo FPEIR.Fuente:Bobadilla et al. (2013). ...
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Este trabajo de investigación se centra en el análisis de bioindicadores como herramientas de control y seguimiento de la calidad ambiental en múltiples zonas a nivel internacional. Recorriendo sus orígenes, sus cualidades más representativas y ejemplos de resultados exitosos. Una vez tratada la temática de forma genérica, el artículo hace especial hincapié en uno de los bioindicadores con más potencial cuya utilización y estudio ha aumentado considerablemente durante las últimas décadas: los líquenes. Siendo conscientes de sus virtudes en relación con el análisis de la contaminación atmosférica, pero aludiendo a otro tipo de correlación futura que puede expandirse a través de los niveles de biodiversidad liquénica y otro tipo de variables de carácter socioeconómico.
... Las políticas y programa ambientales priorizan su preocupación en las (potenciales) afectaciones sobre ese conjunto de elementos a partir de las actividades humanas socioeconómicas. Pueden proponer soluciones alrededor de procesos humanos como salud o educación, pero sobre todo enfocan su preocupación en el estado de la biodiversidad y los procesos ecosistémicos (Bobadilla y otros, 2013). ...
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La pregunta principal del estudio fue si existe relación entre el nivel de autonomía de los órganos que coordinan evaluaciones estatales en México con la calidad técnica y metodológica de sus trabajos. Los objetivos específicos fueron analizar y valorar la calidad de algunos productos evaluativos por entidades federativas seleccionadas, usando una aproximación de metaevaluación, y describir el contexto mexicano de la evaluación estatal a partir de la forma de organización de las instancias que promueven la realización de dichos trabajos.
... En el presente estudio fue aplicado el modelo Fuerzas motrices, Presión, Estado, Impacto y Respuesta (en lo sucesivo referido como FPEIR). Esta metodología ha sido utilizada en particular en aquellos aspectos vinculados con la sostenibilidad (Pulido, 2009;Bobadilla et al., 2013). El enfoque FPEIR es de un interés particular entre investigadores y legisladores como marco conceptual para la comunicación y formulación de las políticas públicas (Svarstad et al., 2008). ...
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Una propuesta de plan de manejo para la trucha endémica Oncorhynchus mykiss nelsoni en los arroyos de la cuenca del río Santo Domingo, Baja California, México fue generada con base en información documentada en las últimas tres décadas y la aplicación del modelo FPEIR (fuerzas motrices, presión, estado, impacto y respuesta). Esta subespecie catalogada en protección especial por la Norma Oficial Mexicana 059-2010 debido a su distribución confinada a los arroyos entre los 560 y 2,100 metros de altitud, enfrenta actualmente amenazas por diversas actividades antropogénicas y naturales (cambio climático). El estado actual de conservación poblacional de la trucha y sus hábitats fueron evaluados de manera integral mediante el análisis de la composición fisicoquímica del agua, el caudal de los arroyos, la distribución y abundancia poblacional, y los indicadores de la ecología de paisaje (unidades de hábitat, proporción de área por clase [CAP] y número de parches [PN]). Las fuerzas motrices, presión, impacto y respuesta se obtuvieron mediante un análisis documental, observaciones de campo, un análisis de amenazas y un análisis de riesgo de cada especie íctica exótica identificada cuenca abajo. La principal amenaza encontrada mediante el análisis de amenazas fue la reducción en los regímenes de flujo de los arroyos, principalmente debido al desvío de flujo del caudal para irrigación agrícola en los valles costeros de Camalú y Vicente Guerrero, y, en segundo lugar, el futuro declive poblacional de O. m. nelsoni, principalmente por el aumento de la temperatura en los arroyos por efecto del cambio climático global, lo cual promovería la dispersión de peces exóticos como Lepomis cyanellus y Gambusia affinis, hacia los sitios de menor elevación en la distribución de la trucha endémica en la cuenca del río Santo Domingo (arroyos San Antonio de Murillos, La Zanja y El Potrero), generando desplazamiento arroyo arriba de esta última. Las propuestas de manejo aportadas por esta investigación fueron la determinación del caudal ecológico en la cuenca del río Santo Domingo, la capacidad de carga ganadera para la conservación de la localidad La Grulla, y la propuesta de la localidad tipo (arroyo San Antonio de Murillos en Rancho San Antonio) sea considerada como un área de reguardo y conservación de germoplasma endémico de esta trucha bajacaliforniana, y finalmente, la proyección de un plan de mitigación para el acondicionamiento de los hábitats en la localidad tipo ante el inminente calentamiento global.
... Por lo que, tal como lo recomienda Revuelta (2007), un estudio de la implementación de una política debe hacerse desde un enfoque pluralista, utilizando los diversos marcos teóricos existentes. De acuerdo con Bobadilla et al. (2013), la evaluación de la política ambiental en México ha avanzado con lentitud debido, al parecer, a la novedad y a la rápida evolución de dichos dispositivos; la complejidad de los problemas ambientales y la inexistencia de modelos de evaluación estandarizados para los evaluadores de tales mecanismos. La política pesquera nacional ha sido abordada académicamente en aspectos históricos (Alcalá, 2003), al igual que algunas evaluaciones de programas sectoriales (Ruiz López, 2009). ...
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En este artículo se presenta un análisis histórico-crítico de un periodo de 80 años enfocado en el discurso sobre las regulaciones de la pesquería de abulón en México, cuyo objetivo es describir esta actividad comercial y analizarla en un contexto amplio. Para ello, se realiza una revisión de bibliografía especializada y de instrumentos jurídico-normativos; asimismo, se emplea el análisis crítico del discurso y la historia conceptual. Entre los resultados obtenidos, destaca la notoria separación del discurso político en dos periodos, así como la identificación de las transformaciones y de la legitimación de un discurso que desplaza al sector en este periodo. Una de las limitaciones de la investigación fue la falta de datos empíricos desde los actores principales, es decir, los pescadores. La originalidad del estudio se centra en que no existía a la fecha una investigación sobre el análisis crítico del discurso de la pesquería de abulón, pese a que es una pesquería importante socioeconómica y ambientalmente en México. Finalmente, como hallazgo, se puede afirmar que, en la conceptualización histórica, el corpus se puede dividir en dos periodos, y se identificaron transformaciones paulatinas y la legitimación del discurso.
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Esta obra surge a partir de los resultados obtenidos en los Proyectos PE303115 y PE307116 del Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME) de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El objetivo central de ambos proyectos fue documentar casos de política ambiental en México que puedan servir como apoyo al proceso de enseñanza-aprendizaje de las políticas públicas y que muestren características diferentes a la tradicional forma de hacer políticas públicas en nuestro país, ya que la mayoría de la literatura existente se caracteriza por tener un enfoque teórico que prioriza el deber ser y no por analizar casos concretos que se hayan implementado. Debido a la necesidad de abordar desde una perspectiva interdisciplinaria el proceso de la política pública a partir de la existencia de dos asignaturas (Política pública y legislación ambiental y Política pública) que integran el plan de estudios de tres licenciaturas de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Morelia de la UNAM: Ciencias Ambientales, Estudios Sociales y Gestión Local y Ciencias de Materiales Sustentables, fue que, el entonces recién formado grupo de trabajo sobre políticas públicas del campus Morelia de la UNAM, integrado por profesores de la propia ENES e investigadores del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES), decidió proponer el primero de los proyectos en la convocatoria PAPIME 2015 y así poder generar materiales de apoyo a la docencia. La selección de los casos documentados se realizó a partir de un análisis minucioso de diez diferentes instrumentos de política ambiental. Entre los aspectos relevantes a tomar en cuenta fueron la concepción interdisciplinaria en el diseño, un enfoque territorial para la implementación, la participación de actores locales, los resultados obtenidos y la existencia de elementos novedosos para la política pública mexicana. De los diez casos analizados se seleccionaron tres para documentar en el primero de los proyectos PAPIME, y en el segundo proyecto se retomaron dos más, mismos que se complementaron con la incorporación de otros dos casos nuevos, haciendo un total de siete casos documentados y analizados entre ambos proyectos. Al concluir el primero de los proyectos PAPIME el grupo de trabajo decidió incorporar la elaboración de un libro en el siguiente proyecto con la finalidad de darle una mayor difusión a los resultados generados en ambos y contar con un documento de apoyo a la docencia que complementara los materiales elaborados (presentaciones digitales, entrevistas a actores clave de cada uno de los casos y un acervo documental) para las dos asignaturas sobre el tema que se imparten en la ENES Unidad Morelia.
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En México, la evaluación de políticas y programas públicos ha cobrado importancia durante la última década, sin embargo, se ha desarrollado principalmente en el marco de la política social y educativa. El Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (PROCODES), anteriormente denominado Programa de Desarrollo Regional Sustentable (PRODERS) forma parte de la política ambiental y es el único que cuenta con un amplio historial de evaluaciones desde su creación en 1996, por lo que se retomaron ocho informes de evaluaciones externas realizadas entre 1996 y 2008 para comprender el contexto internacional y nacional que determinaron a cada evaluación.Asimismo, el estudio busca evidenciar los cambios en el discurso de la política de conservación ambiental a partir de la influencia de nuevos paradigmas teóricos en torno a la conservación. Se usó el enfoque de metaevaluación restringida acotado al empleo de hermenéutica interna y externa. La interpretación de los resultados de la hermenéutica interna hace evidente la existencia de tres etapas en torno a la evaluación y al programa. Respecto a la evaluación se observa el tránsito de evaluaciones financiadas por organismos internacionales, hasta la construcción y consolidación de un sistema de evaluación homogéneo pero limitante en el contexto de la política social. Se sugiere avanzar hacia marcos metodológicos específicos para instrumentos ambientales. Por otro lado, el programa transitó de un enfoque de combate a la pobreza a convertirse en un instrumento acorde al nuevo paradigma teórico de conservación de la naturaleza.
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We retrospectively analyzed environmental policy instruments decreed by the Mexican federal government for the protection of marine species and ecosystems in the Upper Gulf of California. Totoaba (Totoaba macdonaldii) and the vaquita porpoise (Phocoena sinus) are two priority species in the national and international agendas for marine protection. We observe that while the measures taken by the State, since 1949, show a growing commitment to sustainable management of the region, there are limitations in the design and implementation of concrete actions for their protection. Some possible reasons the tools have proven to be ineffective are: there has been no consistency between the goals of fisheries and conservation sectors; the decrees are not clear on how they will achieve success; the fishers have not been sufficiently or appropriately informed about the harm done by their work practices and they only respond to their needs and interests; there is not enough honest inspection and surveillance, so illegal and improper practices occur. The case of totoaba has been handled in a way that is clearly ineffective, because the instruments have focused on the protection of adults without regard to juveniles. This is possibly because the decrees have tried not to interfere with shrimp fishing at sea.
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The coastal zone is the main source of foreign currency for Mexico so that federal policies are adjusting to try to improve its conditions. To that end, a large and comprehensive study was financed by the government to assess the state of knowledge of the water quality of coastal waters and the environmental status of the whole coastal area in Mexico. Based on the existing literature found in the most important research institutions of the country, as well as on field visits to 42 coastal cities from 1996 to 1998, and complemented with interviews of more than 80 persons (“key informants”) involved in the different key activities of the sites visited, the main environmental parameters useful to assess water and environmental quality were selected. All the sites where data existed and in particular the 42 main coastal cities were then analyzed according to the different categories of stress to which they are subjected and the degree of damage observed and reported. As a result, an environmental diagnosis of the Mexican coastal zone is outlined, divided by type of activity. The oil and related petrochemical industries as well as the big tourist resorts were identified as the largest contributors to the degradation of the natural ecosystems in the Mexican Coastal Zone.
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This paper provides a review of the literature on applications of the Driving forces, Pressure, State, Impact, Response (DPSIR) framework to fisheries. The interpretation given to each DPSIR category differs in existing studies, and as a result the indicators used to support fisheries management also vary considerably. This impairs comparisons concerning the state of different fishery systems, and does not provide a common base of knowledge concerning potential management measures that can be adopted in a given context. This paper clarifies the interpretation of each DPSIR category and proposes a set of indicators that can be applied in fishery contexts. The set of indicators proposed is also classified according to sustainability dimensions. It is argued that organising the indicators according to the DPSIR framework and sustainability dimensions (ecologic, economic, social and governance) is a positive contribution to serve as a guideline for future applications to adopt standardized indicators and improve fisheries management.
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The Drivers, Pressures, State, Impact and Response or DPSIR framework has been with us for over a decade now and it is widely used as a means to assess and measure and, eventually provide a guide to managing the environment. With its repertoire of diagnostic and analytical components the DPSIR can be argued to be a Problem Structuring Method or PSM. Criticisms of the framework abound but it has a resilience which is noteworthy. Some argue that DPSIR, by its nature, is a narrowly formulated, engineering device, incompatible with the multiple perspectives which human interaction in global ecology requires. Is there a value in DPSIR being more flexible in expression and experience of users? In this article it is shown how the DPSIR framework was applied within a multi-methodology approach called Imagine in a number of coastal management projects around the Mediterranean and in other contexts. The article argues that DPSIR, whilst admittedly limited in its scope and approach can, if applied in a participatory and systemic multi-methodology, combine with other tools and help to create outcomes of value to local populations.
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The Driver-Pressure-State-Impact-Response (DPSIR) framework was developed in the late 1990s to structure and organize indicators in a meaningful way. Since then, the framework has increasingly been applied in research projects with the aim of supporting decision making. A number of attributes of the framework regarding structuring and communication issues in research further strengthen its original purpose of bridging the science policy gap. We reviewed several studies that were mainly concerned with criticism and drawbacks of the DPSIR framework. Based on these studies and our own experiences in applying the DPSIR framework in an EU project to develop a decision support tool, we developed two criteria that we believe are crucial for policy relevant research: (a) the development of conceptual models integrating knowledge from different disciplines, specialists and policy makers, as well as those affected by their decisions; and (b) the potential to explain the results and analysis of research to different disciplines, specialists, stakeholders and the public and to demonstrate alternatives and provide decision options. We analyzed 21 studies using the DPSIR framework with regard to their relevance for decision making. We analyzed the definitions of the five DPSIR elements and whether specific end users were addressed in the respective studies. We found that in many studies, the DPSIR elements were defined in literature review or by researchers and that only a few studies targeted specific government authorities as users of research results. Eight out of 21 studies applied transdisciplinary research concepts and integrated broad ranges of stakeholder opinions and values into the research. Nine out of 21 studies presented alternative outcomes to decision makers and used the valuation of these outcomes by stakeholders to add further support to the decision-making process. The different positive and negative implications of the DPSIR framework are discussed with reference to research that supports policy making. Finally, we conclude that studies employing DPSIR may provide effective solutions for “real world problems” by taking into account additional criteria based on knowledge integration, stakeholder involvement and the provision of alternatives. Therefore, DPSIR is a useful tool to support decision making by means of showing solid evidence with alternatives and decision options, rather than by presenting predetermined solutions.
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This paper, in the first step, presents an overview of the origination and formulation of sustainable development (SD) concept and the related policy making frameworks. The frameworks include Pressure–State–Response (PSR), Driving Force–State–Response (DSR), Driving Force–Pressure–State–Impact–Response (DPSIR), Driving Force–Pressure–State–Effect–Action (DPSEA) and Driving Force-Pressure-State-Exposure-Effect-Action (DPSEEA). In this regard, 40 case studies using the reviewed frameworks reported during 1994–2011 are surveyed. Then, their application area and application intensity are investigated. It is concluded that PSR, and DPSEA & DPSEEA have the higher and lower application intensities, respectively. Moreover, using Analytical Hierarchy Process (AHP) with a set of criteria, it is shown that PSR and DPSIR have the highest and lowest priorities. Finally, the shortcomings of frameworks applications are discussed. The paper is helpful in selecting appropriate policy making frameworks and presents some hints for future research in the area for developing more comprehensive models especially for sustainable electric energy policy making.
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To better understand the relation between coastal areas and their influence on social and economic conditions of municipalities, a set of indexes were developed to characterize coastal Mexico with an interdisciplinary approach. The composite of these bio-physical, social and economic indexes is referred to as an “integrated coastal orientation index”. Coastal characteristics should be taken into account in the coastal management policy formulation of a given region, and this index can be used to identify key areas for environmental protection or economic development at a national level. The results suggest that municipalities must manage their coastal jurisdictions, a large and diverse array of coastal space and ecosystems, medium to weak spatial demographics and settlement structures, infrastructure to improve quality of life, an overall low coastal population income, and various coastal activities. Spatial heterogeneity along the littoral zone in the coastal orientation led us to conduct a state analysis. We discuss these values and identify five highly coastal-orientated states in the extremes of the country. The development of this tool could help to pin-point different types of key areas within the regions studied and provide a tool to guide regional priorities. As an example, using a combination of extreme values of bio-physical, social and economic indexes was used to identify specific municipalities as candidates for environmental protection and others as areas where development can continue. Choices of indexes are discussed, and the relative importance given to each component of the coastal orientation (rather bio-physical, social and/or economic) will define the course of the coast's development and its sustainability.
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Sustainability was estimated through a Sustainable Capacity Index defined as the combination of three aspects (state of the environment, quality of life of the human population, and pressure applied by human activities), used as a guideline for the differentiation of sustainability situations. We identified five different municipality groups, in terms of sustainability, as well as two thresholds, beyond which sustainable capacity was not present: below the sustainable capacity lower threshold, close to the sustainable capacity threshold, optimum situation, close to the sustainable capacity higher threshold, and above the sustainable capacity higher threshold. In general Mexico was found to be in an apparent balanced situation, in the sense that it is not overweighed around extreme values, the majority of the coastal municipalities falling in the optimum sustainable situation, within the cross comparison, characterized by medium coastal cities. We can conclude that Mexico has reached a critical point where it has to decide about the direction its coastal development has to take, since our results suggest that Mexican’s municipalities are half way to sustainability. The ideal situation would be that the optimum situation would maintain its actual low pressure with high state, but could increase its quality of life. This work provided a rapid monitoring and cross comparison tool for an estimation of the sustainable situation of Mexico’s coasts, repeatable in time, and in phase with the recent national coastal zone management principles and strategies.