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Relación entre ansiedad y depresión con quejas somáticas de tipo doloroso en mujeres mayores de 60 años de edad

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Antecedentes: en el adulto mayor la depresión puede estar “enmascarada” por síntomas de tipo somático, con frecuencia de tipo doloroso, resultado de algún trastorno por somatización o ser parte de un trastorno afectivo. Esto se fundamenta en la frecuente existencia de depresión en trastornos de somatización. Ésta suele ser una expresión de los padecimientos médicos. Objetivo: describir la relación entre los síntomas somáticos dolorosos con ansiedad y la depresión en mujeres adultas mayores. Pacientes y método: se evaluaron transversalmente 17 mujeres mayores de 60 años de edad, las cuales reportaron síntomas de depresión y ansiedad acompañados de, al menos, algún síntoma doloroso durante más de seis meses. Las escalas utilizadas fueron: Inventario Neuropsiquiátrico (MINI), Inventario de Síntomas de Hopkins (SCL-90), Escala de Depresión Geriátrica (GDS-30) y Examen Breve del Estado Mental (MMSE-30). Resultados: la edad promedio de las mujeres evaluadas fue de 65.64 años (de 4.80). El diagnóstico más frecuente fue la comorbilidad entre el episodio depresivo mayor y el trastorno de ansiedad generalizada (35.2%). De acuerdo con los resultados de las subescalas del SCL-90, la depresión (1.86%; 0.85) y somatización (1.73%; 1.07) fueron las más frecuentes. El GDS-30 y el MMSE-30 se correlacionaron significativamente con la subescala de depresión del SCL-90 (r = 0.64, p < 0.05; r = 0.52, p < 0.05), respectivamente. Conclusiones: por lo general, en mujeres mayores de 60 años de edad los síntomas somáticos dolorosos coexisten con trastornos ansioso-depresivos. Palabras clave: ansiedad, depresión, somatización, trastornos.
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Relación entre ansiedad y depresión con quejas somáticas de tipo
doloroso en mujeres mayores de 60 años de edad
David Eduardo Saucedo Martínez,* Danelia Mendieta Cabrera,** Abraham Vázquez García,* Ricardo Salinas
Martínez*
RESUMEN
Antecedentes: en el adulto mayor la depresión puede estar “enmascarada” por síntomas de tipo somático, con frecuencia de tipo
doloroso, resultado de algún trastorno por somatización o ser parte de un trastorno afectivo. Esto se fundamenta en la frecuente
existencia de depresión en trastornos de somatización. Ésta suele ser una expresión de los padecimientos médicos.
Objetivo: describir la relación entre los síntomas somáticos dolorosos con ansiedad y la depresión en mujeres adultas mayores.
Pacientes y método: se evaluaron transversalmente 17 mujeres mayores de 60 años de edad, las cuales reportaron síntomas de
depresión y ansiedad acompañados de, al menos, algún síntoma doloroso durante más de seis meses. Las escalas utilizadas fueron:
Inventario Neuropsiquiátrico (MINI), Inventario de Síntomas de Hopkins (SCL-90), Escala de Depresión Geriátrica (GDS-30) y Examen
Breve del Estado Mental (MMSE-30).
Resultados: la edad promedio de las mujeres evaluadas fue de 65.64 años (de 4.80). El diagnóstico más frecuente fue la comorbilidad
entre el episodio depresivo mayor y el trastorno de ansiedad generalizada (35.2%). De acuerdo con los resultados de las subescalas
del SCL-90, la depresión (1.86%; 0.85) y somatización (1.73%; 1.07) fueron las más frecuentes. El GDS-30 y el MMSE-30 se correlacionaron
significativamente con la subescala de depresión del SCL-90 (r = 0.64, p < 0.05; r = 0.52, p < 0.05), respectivamente.
Conclusiones: por lo general, en mujeres mayores de 60 años de edad los síntomas somáticos dolorosos coexisten con trastornos
ansioso-depresivos.
Palabras clave: ansiedad, depresión, somatización, trastornos.
ABSTRACT
Background: It has been stated that depression in the elderly may be “masked” with somatic symptoms, frequently painful symptoms,
caused by somatization or affective disorders. This is based on the fact that depression generally exists in somatization disorders.
Aditionally, somatization usually expresses itself in medical disorders.
Objective: To describe the relationship between painful somatic symptoms with anxiety and depression in elderly women.
Patients and methods: This cross-sectional trial included 17 women older than 60 years of age, who reported either anxiety,
depression or both with at least one somatic painful symptom in the last 6 months. Assessment scales were: the MINI International
Neuropsychiatric Inventory (MINI), Hopkins Symptom Checklist (SCL-90), Geriatric Depression Scale (GDS-30) and the Folstein Mini
Mental State Examination (MMSE-30).
Results: Average age of women included was 65.64 years (SD: 4.80). The most frequent psychiatric diagnosis was co-morbidity
between major depressive disorder and generalized anxiety disorder (35.2%). Depression and somatization sub-scales were the most
common diagnosis according to SCL-90 sub-scales (1.86%; SD: 0.85 and 1.73%; 1.07, respectively). Significant association existed
between the generalized anxiety disorder and the Mini Mental State Examination scales with the depression sub-scale of the SCL-90 (r
= 0.64, p < 0.05; r = 0.52, p < 0.05), respectively.
Conclusions: Painful somatic symptoms often coexist with anxiety or depressive disorders in women older than 60 years of age.
Key words: anxiety, depression, somatization, disorder.
Artículo original
Medicina Universitaria 2005;7(28):123-7
* Centro Regional para el Estudio del Adulto Mayor (CREAM),
Hospital Universitario José Eleuterio González. Monterrey, NL.
** Servicio de preconsulta del Instituto Nacional de Psiquiatría
Ramón de la Fuente, México, DF.
Correspondencia: Dr. David Eduardo Saucedo Martínez, Centro
Regional para el Estudio del Adulto Mayor (CREAM), Hospital Uni-
versitario José Eleuterio González, UANL. Av. Madero y Avenida
Gonzalitos s/n, colonia Mitras Centro, Monterrey, NL, CP 64460. E-
mail: saumart@hotmail.com.
Recibido: julio, 2005. Aceptado: agosto, 2005.
La versión completa de este artículo también está disponible en
internet: www.revistasmedicasmexicanas.com.mx
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Saucedo Martínez DE y col.
El término somatización, antes conocido como
histeria o síndrome de Briquet, se define como
la expresión somática del distrés
psicosocial.¹ De acuerdo con el Manual Es-
tadístico y Diagnóstico de los Trastornos Mentales
(DSM-IV-TR), la somatización puede manifestarse du-
rante toda la vida e iniciar antes de los 30 años de
edad. Es un historial de incapacitación o búsqueda de
tratamientos para distintas afecciones físicas que no
pueden explicarse por completo a través de una enfer-
medad médica general, o que superan en gran medida
lo que cabría esperar a partir de la exploración. Éstas
no se fingen intencionalmente como ocurre con los tras-
tornos facticios o de simulación.² En estudios de
investigación la somatización se estructuró desde el
punto de vista operativo en tres formas: 1) síntomas
somáticos sin explicación médica, 2) preocupación
somática y 3) manifestaciones clínicas somáticas de
trastornos afectivos por ansiedad o psiquiátricos
de otro tipo.³ Los pacientes con trastorno de pánico
suelen asistir a clínicas de primer nivel en donde pa-
san por alto este diagnóstico. Con frecuencia se
manifiestan síntomas físicos como: dolor torácico, pal-
pitaciones, cefalea, mareos, lipotimias y disnea.4 A pesar
de que la somatización e hipocondriasis no son pro-
pias del envejecimiento y las molestias físicas de
algunas enfermedades no son tan comunes en el an-
ciano,5 son más frecuentes los síntomas somáticos
dolorosos en adultos mayores deprimidos, sobre todo
los que padecen alguna enfermedad médica. De he-
cho, las mujeres somatizan más que los hombres y las
personas de nivel socioeconómico bajo somatizan más
que las de nivel alto.6 Incluso, existe relación estrecha
con la ansiedad, ya que la somatización es más común
en mujeres mayores de 60 años de edad que en las me-
nores de 60 años con diagnóstico de crisis de angustia.7
Se sugieren cuatro posibles mecanismos etiológicos
entre la somatización y la depresión del anciano: 1) La
somatización se inicia durante la juventud y continúa
en la vejez. 2) La depresión tardía se relaciona
significativamente con la somatización, por lo que se
requieren instrumentos individuales y específicos para
su evaluación en estudios de investigación a fin de
evitar sesgos en el diagnóstico. 3) El vínculo con la
ansiedad (ya sea síntoma o trastorno) representa una
vía de entrada para diferentes trastornos psiquiátri-
cos. 4) El envejecimiento per se no se asocia con los
cambios cognoscitivos que conducen a la somatiza-
ción.8
El objetivo de este estudio fue estudiar la relación
entre depresión y ansiedad con síntomas somáticos de
tipo doloroso en mujeres mayores de 60 años de edad,
considerando el aspecto cognoscitivo de las pacientes
para determinar su relación con la somatización. Para
ello se utilizó como definición operacional de
somatización la existencia de al menos un síntoma fí-
sico doloroso, que no se haya originado por algún
problema médico, al menos seis meses antes de la in-
clusión al estudio.
PACIENTES Y MÉTODO
Se evaluaron 17 pacientes que acudieron a la
preconsulta del Instituto Nacional de Psiquiatría Ra-
món de la Fuente por referir síntomas ansiosos o
depresivos, y que identificaron algún síntoma somáti-
co de tipo doloroso en los últimos seis meses. Las
evaluaciones se efectuaron en el periodo comprendido
de enero a marzo del 2001. Los criterios de inclusión al
estudio fueron: sexo femenino, mayores de 60 años de
edad, saber leer y escribir, diagnóstico principal de
ansiedad y depresión y al menos un síntoma físico
doloroso, con duración mínima de seis meses. Los cri-
terios de exclusión fueron: sexo masculino, menores
de 60 años de edad, analfabetismo, síntomas psicóticos,
discapacidad (es) que impidiera contestar los cuestio-
narios y haber tomado algún psicofármaco en los
últimos seis meses.
Las pacientes se evaluaron transversalmente con el
Inventario Internacional Neuropsiquiátrico (MINI), que
hace tamizaje para diferentes trastornos psiquiátricos
de acuerdo con el eje I (episodio depresivo mayor,
distimia, manía, trastorno por pánico, agorafobia, fo-
bia social, fobia simple, trastorno de ansiedad
generalizada, trastorno obsesivo compulsivo, trastor-
no psicótico, abuso de sustancias, dependencia al
alcohol, dependencia a sustancias, anorexia, bulimia
nerviosa, trastorno por estrés postraumático) y con el
diagnóstico del eje II (trastorno antisocial de la perso-
nalidad) y diagnóstico multiaxial.9 Una vez que se
confirmó el diagnóstico del espectro ansioso-depresi-
vo, contestaron el Inventario de Síntomas de Hopkins
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Relación entre ansiedad y depresión con quejas somáticas de tipo doloroso en mujeres mayores de 60 años de edad
(SCL-90) que contiene diferentes subescalas (somati-
zación, obsesivo-compulsivo, sensibilidad interpersonal,
depresión, ansiedad, hostilidad, ansiedad fóbica, ideación
paranoide, tendencias psicóticas y otros síntomas aisla-
dos).10 Con el fin de conocer el nivel cognoscitivo de las
pacientes, se aplicó el Examen Breve del Estado Mental
de Folstein (MMSE).11 Por último, contestaron la Escala
de Depresión Geriátrica (GDS) para cuantificar la gra-
vedad de la depresión.12
Se calcularon porcentajes, promedios, desviación
estándar y coeficientes de correlación de Pearson para
el análisis estadístico.
RESULTADOS
Los datos sociodemográficos de las pacientes fueron:
sexo femenino 100%, edad promedio de 65.64 años (4.80
años) y escolaridad de cinco años (3.58 años). El 64.11%
de las pacientes se dedicaba al hogar, 30.01% al comer-
cio independiente y 5.88% eran obreras. El 88.4%
carecía de antecedentes no patológicos, 5.8% reportó
tabaquismo activo y 5.8% manifestó consumo de taba-
quismo y alcohol. El 94.2% negó antecedentes familiares
de tipo psiquiátrico y sólo 5.8% afirmó haber tenido
este antecedente. El diagnóstico médico más frecuente
fue la hipertensión arterial sistémica (17.6%).Otros
padecimientos médicos reportados fueron: artritis
reumatoide, gastrointestinales y genitourinarios no
especificados, hipotiroidismo, diabetes mellitus tipo 2,
cefalea y antecedentes de alguna intervención quirúr-
gica (35.5%). Hubo comorbilidad médica en 35.5% de
los casos y sólo 11.7% de las pacientes tuvo un diag-
nóstico médico concomitante.
El diagnóstico psiquiátrico más frecuente fue la
comorbilidad entre el episodio depresivo mayor y el
trastorno de ansiedad generalizada (35.5%). El cuadro
1 muestra el resto de los diagnósticos. Ninguna pa-
ciente tuvo diagnóstico de trastorno de la personalidad
antisocial en el eje II. El 47.05% refirió haber iniciado el
trastorno psiquiátrico (depresión y ansiedad) antes de
los 60 años de edad y 52.9% después de los 60 años.
Las causas que las pacientes identificaron como ori-
gen de los síntomas fueron: duelo (11.7%), problemas
familiares (17.6%), problemas de pareja (11.7%), com-
binación de los anteriores (41.10%), otros no
especificados (5.8%) y sin causa aparente (12%).
Cuadro 1. Diagnósticos psiquiátricos por el MINI de las pacientes
estudiadas
Diagnóstico Número Porcentaje
EDM 4 23.50
Distimia 1 5.80
TAG 2 11.70
EDM + TAG 6 35.50
EDM + TAG +distimia +
agorafobia sin trastorno de
angustia + trastorno del
estado de ánimo 4 23.50
EDM: episodio depresivo mayor; TAG: trastorno de ansiedad ge-
neralizada. n: 17 pacientes.
La puntuación de las escalas clinimétricas fue la
siguiente: Escala de Depresión Geriátrica: 19.17 (5.47),
la cual indicaba un rango de intensidad leve e inicio
de severa; Examen Breve del Estado Mental: 26.18 (2.81),
que descartó aparente deterioro cognoscitivo moderado
a severo al momento de la evaluación. De las subescalas
del Inventario de Síntomas de Hopkins, la de mayor
puntaje fue la de somatización (1.58), seguida de la de
depresión (1.51), ansiedad fóbica (1.51) y ansiedad (1.47)
(figura 1). Sólo se encontró asociación estadísticamente
significativa entre la Escala de Depresión Geriátrica y el
Examen Breve del Estado Mental con la subescala de
depresión del Inventario de Síntomas de Hopkins (r =
0.64; p < 0.05; r = 0.52; p < 0.05, respectivamente).
DISCUSIÓN
Los síntomas somáticos de tipo doloroso fueron más
frecuentes en mujeres que iniciaron con trastornos an-
sioso-depresivos después de los 60 años de edad
(52.9%) que en las que iniciaron antes de los 60 años
(47.05%). Esto coincide con lo reportado en la biblio-
grafía, ya que las pacientes con depresión de inicio
tardío tienen mayor riesgo de padecer somatización.
Las quejas somáticas de tipo doloroso predominaron
en el grupo de comorbilidad médica (35.5%), en com-
paración con el que sólo tuvo un diagnóstico médico
(11.7%). La comorbilidad entre los diagnósticos de an-
siedad y depresión (35.5%) fue la combinación más
frecuente, en la que se encontraron molestias somáticas
de tipo doloroso. La distimia fue el diagnóstico psi-
quiátrico menos frecuente.
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Se ha señalado que el Examen Breve del Estado
Mental puede ser útil para confirmar alteraciones
cognoscitivas graves en sujetos con más de cinco años
de escolaridad.12 En este estudio el promedio de escola-
ridad fue de cinco años (3.58 años), por lo que se asume
que las pacientes valoradas tuvieron la capacidad
cognoscitiva de poder autoevaluar su estado de ánimo
e identificar molestias somáticas dolorosas. El estudio
tuvo dos desventajas: sólo se evaluaron mujeres mayo-
res de 60 años de edad (ni hombres ni mujeres menores
de esa edad) y la muestra fue pequeña, evaluada de
manera transversal sin que ésta pudiera extrapolarse
a la población en general. Sin embargo, se logró el obje-
tivo deseado, es decir, conocer específicamente qué
diagnóstico psiquiátrico fue el que más se correlacionó
con la existencia de síntomas somáticos dolorosos.
CONCLUSIONES
La somatización es un fenómeno frecuente, pero poco
estudiado en pacientes geriátricos. Suele atribuirse a
trastornos mentales (ansiedad y depresión), pues hay
una expresión corporal del malestar emocional. Sin
embargo, la comorbilidad médica coexiste en la mayor
parte de los casos y ésta debe tomarse en cuenta para
descartar el diagnóstico de algún trastorno somato-
morfo.
De acuerdo con las subescalas del Inventario de Sín-
tomas de Hopkins, pudo comprobarse que las dimensiones
más afectadas fueron: la somatización, depresión, ansie-
dad y ansiedad fóbica. El estado cognoscitivo corrobora
que el paciente comprende lo que se le está preguntando
en ese momento; esto se controla con la aplicación del Exa-
men Breve del Estado Mental. A partir de estos resultados
se confirmó la asociación entre síntomas somáticos, ansie-
dad y depresión en mujeres mayores de 60 años de edad,
las cuales han cursado con algún síntoma doloroso en los
últimos seis meses de vida. Se requieren más estudios
longitudinales para comprender la existencia de la
somatización en otros grupos y géneros.
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Figura 1. Resultado del SCL-90 en pacientes evaluadas.
SOM: somatización; OBS: obsesivo-compulsivo; SINT: sensibilidad interpersonal; DEP: depresión; ANS: ansiedad, HOST: hostilidad;
AFOB: ansiedad fóbica; IDPAR: ideación paranoide; PSIC: tendencias psicóticas.
1.58
1.25 1.18
1.51 1.47
1.19
1.51
1.3
0.91
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
1.4
1.6
SOM OBS SINT DEP ANS HOST AFOB IDPAR PSIC
Subescalas
Saucedo Martínez DE y col.
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Article
Full-text available
Forty-one Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders-III-Revised hypochondriacs were accrued from a primary care practice. Seventy-five control subjects were selected at random from among the remainder of the patients in the same clinic. All subjects completed a structured diagnostic interview and standardized self-report questionnaires. Medical morbidity was assessed with a medical record audit and with primary physicians' ratings. The hypochondriacal and comparison samples did not differ in aggregate medical morbidity, although the hypochondriacal sample had more undiagnosed complaints and nonspecific findings in their medical records. Within the comparison sample, higher levels of medical morbidity were associated with higher levels of hypochondriacal symptoms. This occurred primarily because the most serious medical disorders were associated with more bodily preoccupation, disease conviction, and somatization. Within the hypochondriacal sample, no correlation was found between the degree of hypochondriasis and the extent of medical morbidity.
Article
Somatization is a common medical problem encountered at all levels of medical care. It is strongly associated with use of services and may be difficult to treat. Somatization in the elderly has been traditionally seen as a masked presentation of depression. Population studies have shown no consistent increase in somatization among the elderly, and the elderly may down-play physical symptoms. Among the elderly depressed, somatization is common and may be commoner if physical illness is also present. Psychological distress is usually acknowledged, not masked, in the elderly depressed. Neuroticism, as well as psychiatric illness, may be an important aetiological factor for somatization in the elderly. Treatment strategies must attend to underlying psychiatric disorders, but there is a need for studies of treatment of the phenomenon in the elderly.
Article
The World Health Organization (WHO) Somatoform Disorders Schedule (SDS) is a highly standardized instrument for the assessment of somatoform disorders according to the tenth revision of the International Classification of Diseases (ICD-10) and the fourth edition of the Diagnostic and Statistical Manual (DSM-IV). The SDS was produced in the framework of the WHO International Study of Somatoform Disorders and tested for its reliability in Brazil, India, Italy, the USA and Zimbabwe. A sample of 180 patients from general psychiatry, primary care and general medical settings were interviewed with the SDS within a three-day interval by nonclinician and clinician interviewers. The agreement between the two interviews was tested using the intraclass correlation coefficients (ICC) and kappa statistic. The test-retest reliability of the SDS was found to be very good (the ICC for all the centres was 0.76; overall kappa value for SDS questions was 0.58; one-third of SDS questions had a kappa value of 0.60 or higher). The field test results of the SDS indicated that the instrument may be administered in larger studies by non-clinician interviewers without compromising the ability to document the prevalence of somatoform disorders in different cultures.
Article
The time course of patient initiated visits, somatic, functional, and other medical complaints was studied in a group of 58 patients from a family practice who had been diagnosed and treated for anxiety. The findings were contrasted with two other groups of patients from the same practice: 101 depressives and 101 controls. Results indicate that the anxiety patients differed markedly from the depressives in having a very short-lived episode of anxiety or somatic complaints in contrast to depressives' much longer history of somatic and functional complaints which appeared to precede by months the diagnosis of depression. The findings suggest that the anxiety patients in this practice either had a qualitatively different condition from the depressives, or possibly suffered from a short-lived and unrecognized depression.